Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuánta Energía Se Pierde Por La Humedad en El Vapor de La Caldera
Cuánta Energía Se Pierde Por La Humedad en El Vapor de La Caldera
Actualmente el 90% de los procesos industriales que requieren energía térmica (calor) para realizar un
calentamiento emplean vapor. Cuando se diseñan o dimensionan los sistemas de calentamiento se
considera que el vapor empleado es vapor saturado seco, es decir, este vapor está libre de
contaminantes y humedad.
La humedad en el vapor afecta la capacidad térmica del sistema de calentamiento,si alimentamos con
vapor a una presión determinada y luego este cede su energía, se genera condensado a la misma
presión de trabajo.
Por ejemplo el vapor a 1 bar tiene una energía total de 646.5 Kcal/Kg, que equivale a la suma del calor
latente 525.7 Kcal/Kg + el calor sensible 120.8 Kcal/Kg, en ambos casos tanto el vapor como el agua (o
condensado) tiene la misma temperatura, pero el calor latente posee más de 3 veces la energía del calor
sensible.
Normalmente el vapor que se emplea en los procesos nunca está seco, es decir, siempre está
acompañado de humedad, y mientras más humedad posea menos calor latente tendrá para entregaro al
proceso. Ejemplo: si el vapor posee 10% de humedad implica que el 90% es vapor seco y el 10% restante
es condensado, es decir este 10% ya no tiene calor latente que pueda ceder al proceso. Si un proceso
requiere 100 Kg de vapor seco y este posee 10% de humedad, quiere decir que si entrego 100 Kg sólo
dispongo de 90 Kg de vapor seco, entonces para entregar los 10 Kg adicionales debo de entregar 11.1 Kg
más, de este modo requerimos 111.1 Kg de vapor o 11.1% adicional para entregar la misma cantidad de
energía que posee 100 Kg de vapor seco a la misma condición de presión.
En este caso dependiendo de que tan amplia puede ser esta diferencia de nivel (nivel alto - nivel
bajo), el volumen de agua que debe reponer la bomba puede ser muy importante (dependiente
del tamaño de caldera puede llegar a ser hasta más del 10% del volumen de agua remanente),
pero el agua que reponemos posee menos temperatura (energía), con ello se genera un
desequilibrio térmico en la caldera pues el efecto inmediato de la reposición se manifiesta en un
enfriamiento integral de la caldera.
De lo anterior, al enfriarse la caldera, la temperatura del agua se aleja del punto de ebullición y
se empieza a condensar el vapor remanente en el domo, así, se dispone de menos vapor (vapor
+ humedad) y se manifiesta un descenso de la presión de vapor en la caldera. Al caer la presión
el quemador entrega más energía, esto para llevar el agua remanente nuevamente al punto de
ebullición (a la presión de operación), pudiendo en ese lapso de tiempo dejar de generar vapor,
puesto que la energía que entrega el quemador es insuficiente para calentar instantáneamente el
agua que se repuso y a la vez seguir generando vapor.
El programa de tratamientos de agua define el régimen de purga requerido para una operación
confiable, pero en este caso existen ciertas variables que afectan trabajar de forma eficiente:
- En la distribución de vapor:
Tenemos que el vapor en su distribución debe tener diferentes velocidades, esto principalmente
para disponer de vapor con la mejor calidad posible.
184°C, etc.
Sabiendo que el vapor (a una presión definida) es un fluido que posee energía y que por lo tanto
está a alta temperatura, para ser llevado a los procesos lo transportamos por tuberías, estas
tuberías internamente llevan vapor y externamente están rodeadas de aire a condiciones
atmosféricas, es decir, el aire está a temperaturas bastante bajas respecto al vapor. La energía
fluye de una fuente de mayor temperatura a una de menor temperatura (diferencia de potencial),
por lo tanto, durante el transporte el vapor pierde energía al ambiente, en este caso se transfiere
calor latente al ambiente generando la condensación del vapor. Una tubería aislada reduce la
pérdida energética (85% a 90% de eficiencia) pero nunca se reduce la pérdida al 100%, es decir,
en un principio la pérdida puede ser 10% a 15%, y considerando que los aislamientos más
usados son esponjas de lana de vidrio o mineral, estas tienden a absorber agua (se vuelven
conductivas) y al ganar masa los filamentos se desplazan generando un cambio de densidad en
el material. Los filamentos se desplazan por acción de la gravedad y tienden a concentrarse en
la parte baja, generando una baja performance del aislamiento y por ende, aumenta la pérdida
de energía con el tiempo). De este modo aumenta la presencia de la humedad en el vapor ya
sea por no aislar o una baja performance del aislamiento elegido.
En el siguiente artículo detallaremos que soluciones podemos implementar para reducir o minimizar el
efecto de la humedad en el vapor.