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Del diagnóstico al vuelo de las golondrinas: propuestas metodológicas para el


trabajo con familias jornaleras migrantes

Book · December 2020

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3 authors, including:

Guillermina Chavez Nancy Elizabeth Molina Rodríguez


Universidad de Colima Universidad de Colima
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Del diagnóstico al vuelo
de las golondrinas:
propuestas metodológicas para el trabajo
con familias jornaleras migrantes

enfoque académico
Universidad de Colima
Mtro. José Eduardo Hernández Nava, Rector
C.P. Juan Carlos Vargas Lepe, Secretario General
Mtra. Vianey Amezcua Barajas, Coordinador General de Comunicación Social
Mtra. Gloria Guillermina Araiza Torres, Directora General de Publicaciones
Del diagnóstico al vuelo
de las golondrinas:
propuestas metodológicas para el trabajo
con familias jornaleras migrantes

Coordinado por:
Guillermina Chávez Torres
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez
Sergio López Molina
© Universidad de Colima, 2020
Avenida Universidad 333
C.P. 28040, Colima, Colima, México
Dirección General de Publicaciones
Teléfonos: 312 316 10 81 y 312 316 10 00, ext. 35004
Correo electrónico: publicaciones@ucol.mx
http://www.ucol.mx

ISBN: 978-607-8549-77-1

Derechos reservados conforme a la ley


Impreso en México / Printed in Mexico

Proceso editorial certificado con normas Iso desde 2005


Dictaminación y edición registradas en el Sistema Editorial Electrónico Pred
Registro:LI-002-20
Recibido: Enero de 2020
Publicado: Diciembre de 2020
Índice

Prólogo ...................................................................................................... 7

Introducción ............................................................................................ 11

Equipo que participó en la ejecución metodológica ............................... 17

CAPÍTULO 1
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico
integral sobre la vulnerabilidad social de familias jornaleras migrantes
Guillermina Chávez Torres
1. Introducción ............................................................................................. 19
2. Encuadre del diagnóstico en la intervención social ................................. 20
2.1. Paradigma crítico
como sombrilla del proceso teórico-metodológico ....................................... 24
2.2. Objeto de estudio .................................................................................... 26
3. Metodología mixta para el diagnóstico integral ........................................ 28
3.1. Selección de técnicas de investigación y diseño de instrumentos ......... 29
3.2. Ejecución metodológica .......................................................................... 32
4. Elaboración del diagnóstico integral ......................................................... 35
4.1. Análisis de resultados ............................................................................. 35
4.2. Conclusión diagnóstica ........................................................................... 41
5. Reflexiones finales ..................................................................................... 43
6. Referencias bibliográficas .......................................................................... 45

CAPÍTULO 2
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como
herramienta para ordenar el conocimiento sobre una población
Sergio Alberto López Molina
1. Introducción .............................................................................................. 47
2. Aspectos teóricos ........................................................................................ 48
2.1. Las voces: el dispositivo de indagación ................................................... 50
2.2. La trama: estructura y ejes de ordenamiento ........................................ 50
2.3. Ejemplo del trabajo realizado ................................................................. 53
3. El resultado (La narración) ........................................................................ 56
4. Índice ......................................................................................................... 65
5. Referencias bibliográficas .......................................................................... 65

5
CAPÍTULO 3
Implementación de un método feminista en la construcción
de la masculinidad de hombres migrantes
María Fernanda Enríquez Valencia
1. Introducción .............................................................................................. 67
2. Construcción del objeto de estudio:
¿Cómo y para qué estudiar la masculinidad? ............................................... 72
3. Método ........................................................................................................ 79
3.1. Fase Investigadora .................................................................................. 80
3.2. Fase de Sistematización:
Técnicas de recolección, entrevista semiestructurada .................................. 83
3.3. Análisis del contenido ............................................................................. 87
3.4. Construcción de datos ............................................................................ 87
3.5. Implicación ............................................................................................. 90
4. Conclusiones ............................................................................................. 92
5. Referencias bibliográficas ........................................................................... 95

CAPÍTULO 4
Taller “El vuelo de las golondrinas”: dispositivo de intervención
e investigación en mujeres migrantes
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez
1. Introducción .............................................................................................. 97
2. La producción del taller “el vuelo de las golondrinas”:
encuadre teórico/metodológico del dispositivo de investigación
e intervención ............................................................................................... 99
2.1. Identificación del contexto histórico y cultural
y caracterización de las mujeres ................................................................... 101
2.2. Diseño del taller ...................................................................................... 105
2.3. Diseño de la evaluación de proceso y final ............................................. 109
3. Implementación del taller “El vuelo de las golondrinas” ........................... 111
3.1. Análisis de los datos ................................................................................ 114
3.2. Devolución de los datos producidos e implicación ................................ 118
4. Reflexiones finales .................................................................................... 119
5. Referencias bibliográficas ........................................................................... 122

AUTORES/AUTORAS ............................................................................. 127

6
Prólogo

D el diagnóstico al vuelo de las golondrinas: propuestas metodo-


lógicas para el trabajo con familias jornaleras migrantes, es un
libro muy pertinente que se circunscribe a un contexto histórico
cultural en el Estado de Colima en este siglo XXI, en donde las au-
toras y autor, hacen una aportación multidisciplinaria al abordaje
en la actuación profesional sobre este grupo social invisibilizado
doblemente, dado que no se reconoce conceptualmente como gru-
po, es decir no existe el grupo de familias jornaleras; así como tam-
poco se distingue el grupo de familias migrantes jornaleras. Y este
libro, precisamente es lo que nos viene a mostrar, su existencia,
hacen una caracterización conceptual y metodológica, rescatando
técnicas e instrumentos de la investigación cualitativa para darle
voz a este grupo social, a su presencia desde mucho años atrás, y
que por todo este tiempo se le ha tratado de encasillar en la úni-
ca definición sobre familia, y que puede tener cabida en alguna
de sus modalidades; empero, el libro nos muestra con bastantes
elementos, la importancia de la categoría de Familia Jornalera Mi-
grante, y que debe ser denominado como un grupo social.
Esto me llevó a repensar sobre la importancia de los signifi-
cados de la familia per se, y recordé un documento que se escribió
en el 2019 sobre las Vicisitudes en la familia mexicana contemporá-
nea, que junto con otros colegas, en donde, precisamente se encon-

7
Susana Aurelia Preciado Jiménez

tró, a partir del concepto de familia y desde el Trabajo Social, que


no existe un solo tipo de familia, sino se hace un reconocimiento a
la existencia de diversos tipos de familias, y su configuración o con-
formación (o arreglos familiares), tienen como punto de partida su
historia familiar, y que, una vez que identificamos las característi-
cas del grupo, se hacen visibles las diversas formas de organizarse,
las cuales se manifiestan tanto en su estructura o dinámicas fami-
liares, por lo que les hace mirarse como un grupo social auténtico.
Otro elemento que aporta para la resignificación de los gru-
pos de familias es cuando hablamos de la categoría de familias mi-
grantes, y esto me llevó al libro de María Elena Ramos Tovar (2009),
intitulado Migración e Identidad: Emociones, Familia, Cultura, don-
de nos muestra la importancia de estudiarlos como categoría de fa-
milias migrantes, y nos ofrece las dimensiones de familia, estructu-
ra, contexto, identidad.
Y así podría continuar enumerando otros documentos que
evidencia la importancia del tema que nos invita este libro, en don-
de se observa que los elementos centrales del concepto de familia
existen en todos estos tipos, solamente que se miran desde una pers-
pectiva diferente, es así que por ejemplo, el elemento de “vivienda
o unidad doméstica” en las familias jornaleras migrantes, se torna
turbio y amplio, porque en este grupo ese elemento de espacio se
relaciona con la forma en que los lazos familiares se amplían, y que
el espacio físico o geográfico, puede ser una casa, una comunidad,
o incluso la manera en que se organizan y extienden sus dinámicas,
en las que se incluyen a los presentes y a los distantes.
Además, el concepto de familia es referente a la estructura,
dinámica y funciones, y en estas familias existen ajustes en la forma
en que se deben establecer los roles y funciones; la familia podrá no
estar junta físicamente, pero las funciones que tienen asignadas se
desarrollan, incluso a la distancia; así como las cargas y las relacio-
nes económicas, sociales, culturales, religiosas, políticas, se extien-
den a donde están los miembros de esa familia. Posiblemente, se
deben hacer ajustes en cuanto a quien queda como responsable o a
cargo de los demás integrantes, es decir, siempre existe alguien que
debe ocupar o asumir los roles establecidos, pero esas configuracio-
nes transitorias se establecen y existen acuerdos para ello.

8
Prólogo

Y finalmente, la estancia “la casa familiar”, es lugar en el


que se vive, y se ha encontrado de familias que habitan en dos lu-
gares, por ejemplo, tal es el caso de algunos miembros de la fami-
lia jornalera migrante, sin embargo, dentro del “Hogar” existen las
condiciones y reglas para establecer la convivencia a pesar de que
no habitan juntos todo el tiempo, y establecen formas de relacio-
narse que les mantiene cohesionados, y por tanto se consideran
una familia constituida.
Con esas descripciones de los tres elementos del concepto
tradicional de familia se identificó que en las familias jornaleras
migrantes, se cumplen con éstos, el espacio-vivienda, los roles y
funciones, y con el elemento de “casa familiar o convivencia”, des-
de una perspectiva diferente, generando puentes para el desarrollo
de la dinámica familiar e incluso para reconfigurar los ciclos de la
familia, no de una manera lineal o sincrónica, sino que en función
de los roles que en ese momento estarán desempeñando.
Y este libro, precisamente, desde su inicio, y haciendo el
uso de las metáforas, cuando se establece el nido y después levan-
ta el vuelo de la golondrina, de la forma en que organizaron el do-
cumento nos permite encontrar la categoría central de las familias
jornaleras migrantes a través de uno de sus actores -las mujeres,
en sus múltiples roles; y así en voz de unos de sus actores, a partir
de las narraciones individuales y colectivas, se comienza a recons-
truir a la familia jornalera migrante, reencontrarnos con sus signi-
ficados, sus características, ponerlas en un contexto sociocultural
y geográfico, reconocer los roles y funciones de cada uno de sus
actores, y con todo ello, hacer la propuesta de una intervención
profesional, a partir del reconocimiento de la mujer como prota-
gonista del grupo de estas familias, que están contribuyendo a la
formación de identidades y de estructuras dentro del seno familiar,
que posteriormente, serán reproducidas; redefinir lo que implica
el ser mujer en este grupo social a partir de sus conceptos sobre las
relaciones de pareja, la diferencia entre trabajo doméstico y traba-
jo remunerado, lo que significa ser mujer/hombre.
Realizar el prólogo de este libro, no solamente fue un placer
personal, disciplinar y metodológico, sino que, me permitió tam-
bién contribuir con un granito de arena en mi formación como do-

9
Susana Aurelia Preciado Jiménez

cente e investigadora sobre el tema de las familias, mirar cómo la


perspectiva multidisciplinar nos brinda muchos elementos para el
análisis y la discusión de este tema tan apasionante; de igual ma-
nera, encuentro, que este documento no solamente ha contribuido
en el desarrollo de investigaciones desde una visión multidiscipli-
nar, sino que lleva implícito y deseo hacerlo explícito, la formación
de recursos humanos de las carreras afines al tema de familia, así
como a la capacitación permanente de los profesionales que inter-
venimos con familias; que las aportaciones ofrecidas a partir de
tres acercamientos sobre la investigación-acción de las familias jor-
naleras migrantes (desde el diagnóstico social, desde la narración
colectiva, desde la hermenéutica de la entrevista individual) sino
además, debo insistir, nos ofrece una propuesta de intervención
construida desde la investigación social, para el trabajo con este
grupo social de mujeres migrantes, dándole la valía de categoría
central de investigación-acción, con las implicaciones que esto se
traduce al núcleo familiar, al ser mujer en sus funciones de socia-
lizadora, cuidados y crianza, proveedoras, cooperación, constructo-
ras de identidades, entre otras.

Dra. Susana Aurelia Preciado Jiménez


Profesora de Tiempo Completo
de la Facultad de Trabajo Social
de la Universidad de Colima.
México-Mayo, 2020

10
Introducción

E n el presente libro, se abordan los procesos metodológicos uti-


lizados para estudiar la migración nacional de familias de jor-
naleras, que sostienen una migración pendular (desplazamiento a
un lugar de trabajo y retorno al lugar de origen) o golondrina (mo-
vimiento a diversos lugares de trabajo) que les permite desplazar-
se a diferentes puntos del país para ser contratados en actividades
agrícolas. La migración de dichas familias está dada por la falta de
empleo y por la pobreza generacional, datos que se sustentan por
los lugares de procedencia de los migrantes en la zona del occiden-
te de México -principalmente pertenecen a Guerrero y Oaxaca-,
estados de la república catalogados con mayor índice de pobreza
extrema (CONEVAL y UNICEF, 2014).
Las familias de jornaleros agrícolas recién contratados, se
incorporan a nuevas situaciones de vulnerabilidad: sus condicio-
nes laborales son desfavorables por la sobrecarga de trabajo, la in-
formalidad del empleo y la carencia de contratos que les impide
el acceso a servicios sociales, de salud y de prestaciones laborales,
a lo que se suman las afectaciones de salud por la exposición de
gases y sustancias tóxicas de pesticidas y fertilizantes debido a la
ausencia de equipamiento básico para realizar sus actividades la-
borales (SEDESOL, 2010).

11
Del diagnóstico al vuelo de las golondrinas: propuestas ...

El diseño y ejecución metodológica se realizó de septiembre


de 2018 a mayo de 2019 teniendo dos momentos, el exploratorio
fue un acercamiento estadístico a seis albergues: Plaza de Toros, Si-
món Bolívar, Cuauhtémoc, Cóbano, Zedillo y El Trapiche, localiza-
dos en el municipio de Cuauhtémoc, en Colima; la fase cualitativa
se desarrolló en el último de los mencionados. La constante que se
encontró en los albergues visitados son las condiciones de pauperi-
zación en la que son alojadas las familias jornaleras migrantes que
llegan para el corte de caña.
Particularmente, el albergue El Trapiche, cuenta con dos en-
tradas, espacialmente se observa una división en dos partes coin-
cidentes con las dos entradas, en un primer espacio se encuentran
cuartos que están en un nivel, en un segundo espacio cuartos distri-
buidos en dos pisos, los pasillos para acceder a las diferentes aéreas
son de tierra, hay un edificio que se encuentra abandonado. Los
baños y lavaderos son comunes, hay un espacio abierto con algu-
nos árboles, un salón de usos múltiples con un tejaban con piso de
cemento y hay un edificio que no se utiliza. Los cuartos donde ha-
bitan son reducidos, tienen pisos de cemento y paredes sin pintar,
no tienen puertas solo cortinas. Destacan los espacios reducidos en
los que el hacinamiento conlleva a problemas de convivencia gru-
pal y comunitaria; así como a dificultades de salud derivadas de la
ausencia de servicios básicos, como drenaje, luz, gas, entre otros.
En cuanto a hábitos y prácticas culturales, las mujeres per-
manecen en el albergue la mayor parte del tiempo, excepto cuan-
do salen a llevar a sus hijos/as a la escuela o a comprar víveres. La
gran mayoría cocinan con leña, elaboran sus propias tortillas, sue-
len coincidir en los hábitos de limpieza, en hacer de comer, lavar
la ropa, bañarse debido a que se apegan a los horarios de trabajo de
los esposos que van desde las cinco de la mañana que se levantan
hasta las seis de la tarde que regresan de trabajar, ellos se despla-
zan del albergue a la zona de trabajo. Las mujeres suelen recibir
charlas de asociaciones o de instituciones de gobierno.
Reconociendo la complejidad que delinean las prácticas so-
ciales de las familias jornaleras migrantes, se conciben necesarios
los estudios sociales multidisciplinarios y la implementación de
estrategias innovadoras de intervención, como las que se propo-

12
Introducción

nen en los distintos capítulos del libro que se presenta, a fin de


generar información sobre los procesos metodológicos utilizados,
a través de procesos integrales eficientes y eficaces para abordar a
las familias jornaleras agrícolas.
El escrito se deriva de dos proyectos financiados por PRO-
DEP1, que se conjuntaron para integrar un enfoque multidiscipli-
nar, desde Trabajo Social y Psicología; se realizó una búsqueda de
artículos científicos que ayudaron a conformar el estado del arte;
también documentos como informes y programas dirigidos a aten-
der a la población jornalera migrante agrícola, con los datos obte-
nidos se logró caracterizar el contexto sociocultural de en el que se
encuentran. Otra fuente fueron las entrevistas a profesionales de
la asociación de cañeros, a personal del entonces EMALUR, ahora
Fundación Beta San Miguel (BSM), acerca de las características ge-
nerales de la población y sobre las dinámicas de organización so-
cial al interior de los albergues. Además, se realizaron una serie de
entrevistas a profundidad con mujeres que en ese momento vivían
en los albergues donde se exploraron los ejes de pareja, crianza,
trabajo y violencia.
También, se realizó observación participante en albergues
para migrantes, con el fin de identificar prácticas sociales y cultu-
rales como hábitos, rutinas, horarios, lugares estratégicos de reu-
nión y condiciones de vivienda, como el acceso a servicios básicos.
De este primer acercamiento, se logró identificar que: las
familias permanecen lo que dura la temporada de la zafra, aproxi-
madamente seis meses en la que se recolecta la caña y se produce
azúcar. En su mayoría son de origen indígena, algunas son bilin-
gües, los menos solo hablan náhuatl o amuzgo. La mayoría de las
mujeres vienen acompañando a sus esposos o hijos y se quedan
en casa para realizar las labores del hogar, tienen de dos a cuatro
hijos/as en promedio.
El libro se conforma por los siguientes capítulos: El capítulo
1, “Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico
social sobre la vulnerabilidad social de familias jornaleras migran-

Violencia de género y agencia en las mujeres que viven en los albergues de jornaleros migran-
1

tes, coordinado por la Dra. Nancy E. Molina Rodríguez y, Vulnerabilidad social de familias
jornaleras migrantes en Colima por la Dra. Guillermina Chávez Torres.

13
Del diagnóstico al vuelo de las golondrinas: propuestas ...

tes”, describe el proceso metodológico utilizado para elaborar el


diagnóstico integral sobre la vulnerabilidad social de las familias
jornaleras migrantes en el corte de caña en Colima. Para ello, se
presentan los pasos que se siguieron para realizarlo, así como la
toma de decisiones teóricas y metodológicas para estudiar la reali-
dad social compleja que han configurado las mencionadas familias
a partir de la pobreza generacional que las ha caracterizado.
El modelo utilizado fue el propuesto por las autoras Tello y
Ornelas (2015) quienes evidencian las condiciones fundamentales
para guiar la elaboración de estrategias de intervención, y parti-
cularmente la realización del diagnóstico integral. Los principales
hallazgos metodológicos versan sobre la importancia de procurar
la coherencia epistemológica, teórica y metodológica para la rea-
lización del diagnóstico a través de un ejercicio de reflexividad y
seguimiento.
En el capítulo 2, “De lo observable a lo oculto: La narración
colectiva como herramienta para ordenar el conocimiento sobre
una población.” muestra la forma de generar una narración de la
entrada a campo con las voces de estudiantes y docentes, a mane-
ra de herramienta metodológica, a partir de un grupo de discusión
en el que se recuperaron las percepciones e interpretaciones con
temas detonadores en el que los involucrados describen lo obser-
vado en la primera entrada a campo con familias de jornaleros mi-
grantes.
Como resultado se obtuvieron tramas narrativas individua-
les, mismas que fueron categorizadas y trabajadas para posterior-
mente ser entretejidas, permitiendo una narración homogénea, en
la que las múltiples voces se funden para generar una sola voz, ob-
teniendo la inteligibilidad con miras a lograr la concordancia de la
trama que permite identificar una configuración única.
Con el capítulo 3, “Implementación de un método feminista
en la construcción de la masculinidad de hombres migrantes”, se
describe la implementación de un método feminista para analizar
la construcción de la masculinidad de los hombres migrantes a
través de la narrativa de las mujeres migrantes y relacionar los
resultados encontrados con un método que genera conocimiento
sobre una nueva realidad, ya que no es androcéntrico o sexista,

14
Introducción

fundamentado en la teoría feminista y la teoría crítica, que busca


reorganizar equitativamente las relaciones entre los géneros.
Al ser una investigación feminista, se tiene el interés políti-
co de dar voz a las mujeres y considerarlas sujetas activas en la pro-
ducción de conocimiento acerca de la masculinidad, así como visi-
bilizar la opresión que viven en este contexto. En la fase de cons-
trucción de datos, se tiene como finalidad visualizar las respuestas
que emergen con la implementación de este proceso metodoló-
gico. Las categorías construidas fueron: Paternidad, Masculinidad
como factor de riesgo: consumo de alcohol, violencia, afectos mas-
culinos, proveedor y significados de la masculinidad.
Finalmente, el capítulo 4, “Taller El vuelo de las golondrinas:
dispositivo de intervención e investigación en mujeres migrantes”,
presenta el proceso de producción e implementación de un taller,
diseñado tomando como base la perspectiva dialógica de la inves-
tigación social, los enfoques de derechos humanos, de género, in-
terseccional y de los grupos de autoconciencia. Planteamiento que
surge a partir de la identificación de categorías construidas fueron:
paternidad; masculinidad como factor de riesgo: consumo de alco-
hol; violencia; afectos masculinos; proveedor y significados de la
masculinidad. Características que hacen que los programas con-
vencionales no sean los más adecuados para erradicar la violencia
de género, lo que plantea un reto para diseñar estrategias de in-
tervención e investigación en esta población y en estos contextos.
Los resultados de este dispositivo de investigación mues-
tran que el proceso metodológico debe de ser flexible, integrador
interdisciplinario, y de rápida implementación. Así como la po-
tencialidad de diversificar materiales y técnicas grupales que pro-
picien la reflexión y acción considerando, a la vez que permite la
construcción conjunta de datos facilitando la agentividad y eman-
cipación de las mujeres.

15
Equipo que participó
en la ejecución metodológica

Profesoras de la Facultad de Trabajo Social


Dra. Esther Silvia Olmos Velázquez
LTS. Juana Nallely Hernández Chaires
Mtra. Ana Elizabeth Cruz Magaña

Estudiantes
Facultad de Trabajo Social Facultad de Psicología
Claudia Paola Avalos Córdova Sergio Rolón Cisneros
Marisa Guadalupe Cruz Ávalos Paloma Montserrat Rosas Álvarez
Eduarda Flores Chávez María Fernanda Enríquez Valencia
Lizbeth Alejandra Ortiz Arellano Trinidad Monserrat Rodríguez Anguiano
Juan Martín Negrete Plascencia Daniela Alejandra Ramírez Guzmán
Rita Cassandra Rincón Cortez María Fernanda Ramírez Ramírez
Ingrid Esmeralda Chocoteco Sánchez Cinthia Romero Solórzano
Cristina Marisol Larios Guzmán
Ricardo de Jesús Partida Núñez
Hamayriani Jacqueline Ventura Partida
Lizbeth Guillermina González Rodríguez
Alondra Georgina Vadillo Nava
Fátima Galilea Morán Montes
Verónica Blanco Martín

A estudiantes y profesoras, expresamos nuestro más profundo


agradecimiento por su bondad en el intercambio de experiencias
y su invaluable participación en este proyecto.

Integrantes del UCOL-CA-110


Dra. Nancy Elizabeth Molina Rodríguez
Dra. Guillermina Chávez Torres
Dr. Sergio Alberto López Molina

17
Capítulo 1
Un acercamiento metodológico
a la elaboración del diagnóstico
integral sobre la vulnerabilidad
social de familias jornaleras migrantes
Guillermina Chávez Torres1

1. Introducción

A nte la realidad compleja que se ha configurado a partir del


círculo vicioso de pobreza que ha caracterizado a las familias
jornaleras migrantes (SEDESOL, 2010), se consideraron una serie
de condiciones fundamentales para elaborar un diagnóstico, que
facilite el diseño de estrategias de intervención social. Las condi-
ciones mencionadas son abordadas en este texto, que tiene como
objetivo describir el proceso metodológico utilizado para elaborar
el diagnóstico sobre la vulnerabilidad social de las familias jornaleras
migrantes en el corte de caña en Colima2. El Trabajo Social como dis-
ciplina que busca promover “el cambio y el desarrollo social, la co-
hesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas”
(FITS, 2014, p. párr. 1), el diagnóstico sirve como fundamento para
diseñar las acciones de intervención para lograr un cambio social.
En ese sentido, se presentan reflexiones sustentadas en el modelo
propuesto por Tello y Ornelas (2015), que se utilizó como marco

Agradecimiento especial a la Mtra. Adriana Ornelas por su asesoramiento metodológico


1

Proyecto que se realizó de septiembre de 2018 a enero 2020 con financiamiento del Pro-
2

grama para el Desarrollo Profesional Docente, tipo superior (PRODEP).

19
Guillermina Chávez Torres

metodológico para elaborarlo a partir de evidencias cualitativas y


cuantitativas. Es importante resaltar que el capítulo se desarrolla
en forma lineal, es decir, la parte metodológica se describe desde el
paradigma que fundamenta la toma de decisiones teóricas y meto-
dológicas, hasta la elaboración de la conclusión diagnóstica a partir
de desmenuzar el análisis de los resultados.

2. Encuadre del diagnóstico en la intervención


social
Para abordar el tema del diagnóstico, es necesario enfatizar que
forma parte de “un proceso inserto en el meta-proceso de la inter-
vención social como un momento fundamental en la construcción
de un expediente social” (Rodríguez Otero, Tamez Valdez, Zúñiga
Coronado, & Mancinas Espinoza, 2017, p. 29) que se traduce poste-
riormente en acciones que buscan tener un impacto favorable en
una situación determinada. Para el caso que se presenta, el diag-
nóstico integral se elaboró para tener comprensión de una situa-
ción-problema, como lo es la vulnerabilidad social a la que están
expuestas las familias jornaleras migrantes.
El meta- proceso referido tiene componentes básicos, los
cuales se identificaron a partir de los propuestos por Tello y Or-
nelas (2015), que si bien, todos no forman parte de este escrito, es
necesario dejar por sentado que se reconoce que el diagnóstico in-
tegral es un proceso que está inserto dentro de algo mayor que fa-
cilita al Trabajo Social hacer la intervención; y que cada elemento
en sí mismo requiere de un trabajo concienzudo y metódico para
poder elaborarlo. De ahí, la importancia que tiene el escrito para
permitir a otros trabajadores sociales y profesionistas relacionados
con la intervención social, exponer el proceso que se siguió, como
ejemplo para su implementación.

20
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

Imagen 1. Componentes básicos


de estrategias de intervención social.

Fuente: Tello y Ornelas (2015)

Como se observa en la imagen 1, los componentes básicos


para diseñar estrategias de intervención social (Tello y Ornelas,
2015) son:
• Definición del objeto de intervención: elemento fundamental
para enfocar disciplinariamente las estrategias de inter-
vención social.
• Diagnóstico integral: realizar un estudio para hacer una
valoración de los diversos elementos sociales que com-
ponen la complejidad de situación-problema.
• Construcción conceptual del cambio: que implica analizar
los diferentes elementos y conceptualizar el cambio que
se pretende lograr y que permite dar dirección a las es-
trategias de intervención.

21
Guillermina Chávez Torres

• Estructura metodológica: es definir el camino que se ha de


seguir para transitar de la situación-problema al cambio
deseado.
• Evaluación y validación: implica recuperar toda la experi-
encia de intervención, retroalimentarla y dar cuenta del
impacto social que tuvieron las acciones de intervención.

En palabras de las autoras (Tello y Ornelas, 2015), es perti-


nente aclarar que, si bien estos componentes se presentan por se-
parado, ello es solo con fines didácticos pues en conjunto forman
parte de un mismo meta-proceso, que, para cumplir con el objetivo
del texto, se abordará hasta el componente 2, es decir, hasta el pro-
ceso que requiere el diagnóstico integral.
Uno de los elementos fundamentales de la profesión de Tra-
bajo Social, es el diagnóstico, el cual sirve de fundamento para su
ejercicio profesional, que tiene como eje central la intervención
social; tiene como “esencia […] a la teoría y la práctica en una rela-
ción indisoluble” (Rodríguez Otero et al., 2017, p. 29), es decir, des-
de la postura de que la práctica de intervención deja de ser vista
como un ejercicio técnico para ser concebido como un proceso que
se fundamenta teórica y epistemológicamente.
De ahí la importancia del fundamento que se le da a la ela-
boración del diagnóstico como “una fase dentro del proceso de in-
tervención que moviliza una serie de saberes teóricos-metodoló-
gicos y técnico-operativos, que ayudan a analizar y a comprender
las problemáticas que afrontan los sujetos (individuales y/o colec-
tivos), desde sus determinaciones estructurales, intersubjetivos e
individuales” (Sandra Elizabet Mancinas Espinoza, 2017, p. 103).
Respecto al componente de que el diagnóstico es un con-
junto, pues se ha definido como:
Un proceso de elaboración y sistematización de
información que implica conocer y comprender los pro-
blemas y necesidades dentro de un contexto determina-
do, sus causas y evolución a los (sic) largo del tiempo, así
como los factores protectores y de riesgo y sus tendencias
previsibles; permitiendo una discriminación de los mis-
mos según su importancia, de cara al establecimiento de

22
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

prioridades y a la selección de estrategias de intervención


de manera que pueda determinarse de antemano su grado
de viabilidad y factibilidad, considerando tanto a las poten-
cialidades y medios disponibles como las fuerzas y actores
sociales involucrados en las mismas (Aguilar, 2013, citado
en Sandra Elizabet Mancinas Espinoza, 2017, p. 101).

Una característica contemporánea del diagnóstico es con-


cebirlo como algo dinámico, tal como se dibuja la realidad social
misma, que aunque se hace un corte para su análisis, “nunca es un
proceso acabado o estático, y adquiere significado en la medida en
que se hace una adecuada contextualización de la situación-proble-
ma diagnosticada” (Zamora Mendoza, 2017, p. 181).
Por lo que es fácil intuir en ese sentido, que el diagnóstico
integral siempre apunta a identificar las áreas posibles de la inter-
vención social, debido a que “es un proceso de medición e inter-
pretación que ayuda a identificar situaciones, problemas y sus fac-
tores causales en individuos y grupos, que tiene por objeto aportar
los elementos fundamentales y suficientes, dentro del proceso de
planificación, en vista a la acción transformadora” (Zamora Men-
doza, 2017, p. 181).
En ese sentido, se entiende como diagnóstico integral a un
proceso que tiene como finalidad de hacer “una descripción, análi-
sis y valoración de las necesidades sociales, lo que significa llevar
a cabo la interpretación de una situación existente en comparación
con un modelo ideal de referencia” (Díaz Herráiz & Fernández de
Castro, 2013, p. 432).
Tras la revisión conceptual del diagnóstico, en suma, se
considera que refiere a la valoración que se hace de una situa-
ción-problema con la finalidad de describirla, analizarla y evaluar-
la, para diseñar acciones de intervención social que puedan incidir
favorablemente en esa realidad compleja, como lo es la que han
configurado las familias jornaleras migrantes.

23
Guillermina Chávez Torres

2.1 Paradigma crítico como sombrilla del proceso


teórico-metodológico
El referente teórico-epistemológico es la base que da coherencia al
meta-proceso de intervención social, y, por ende, al desarrollo del
diagnóstico integral. Una de las reflexiones iniciales fue entender la
naturaleza del fenómeno que se deseaba estudiar, lo que implicó con-
siderar cómo se ha configurado la realidad social de las familias jor-
naleras migrantes, respuesta que se reduce a la siguiente afirmación:
La construcción social de la realidad no ocurre de
manera subjetiva y arbitraria, sino en relación con hechos
objetivos. Dicha relación no está dada de manera natural,
sino que se conforma históricamente, a lo largo del tiempo
y siempre en relación con los modos de producción (Sandra
Elizabet Mancinas Espinoza, 2017, pp. 105-106).

Esta afirmación refiere a que la realidad social se construye


a partir de estructuras complejas, que se entrecruzan para manifes-
tarse en la forma social como son captadas, para el caso que se estu-
dió, es una realidad que ha caracterizado a generaciones de familias
jornaleras migrantes que llegan de forma temporal, para el corte de
caña al estado de Colima.
Siguiendo con la propuesta que realizaron las autoras, Tello y
Ornelas (2015), quienes refieren que el diagnóstico integral se reali-
za abordando la situación-problema en la que se pretende intervenir:
desde una óptica compleja y dinámica de una determinada realidad
que habrá de cimentarse en referentes teóricos que apoyen la argu-
mentación de quien lo realiza.
En ese sentido, los paradigmas en las Ciencias Sociales que
han sustentado la generación de conocimiento, se destacan princi-
palmente tres, a decir del positivismo, el hermenéutico y el crítico,
que en suma representan y refieren a “proposiciones teórico-meto-
dológicas sobre la relación entre ideologías, utopías, visiones sociales
del mundo, valores, posiciones de clase, posiciones políticas por un
lado y proceso de conocimiento por el otro” (Löwy, 2010, citado en
Mancinas Espinoza, Zúñiga Coronado, & Arroyo Rueda, 2017, p. 30).
El diseño de la investigación de la situación-problema de las
familias jornaleras migrantes, se planteó desde el paradigma críti-

24
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

co, que refiere a que “toda realidad social es construida e histórica”


(Sandra Elizabeth Mancinas Espinoza, 2017). Debido a que alude a la
construcción de las diferentes esferas que intervienen en la configu-
ración de un escenario en el que participa el sujeto o el grupo, y en
el que interviene también el contexto histórico, mismo que se utilizó
para estudiar a las familias jornaleras migrantes, quienes a lo largo de
generaciones han creado los círculos de pobreza (SEDESOL, 2010).
Bajo el paradigma crítico, se concibió la estrategia para es-
tudiar la vulnerabilidad social a la que están expuestas las familias
jornaleras migrantes, considerando los niveles del análisis social pro-
puestos por Ritzer (2002), que alude a un modelo integrado de una
mirada macro y microscópica, así como de elementos objetivos y
subjetivos (ver imagen 2), en el que el contexto histórico es relevante
por la creación de círculos viciosos con los que se ha perpetuado la
pobreza. En ese tenor, Mancinas (2017) argumenta que “no es posi-
ble comprender a la realidad social como algo autónomo de la acción
humana, de la misma manera que es imposible analizar al sujeto al
margen de su contexto histórico” (p. 157).

Imagen 2. Análisis para la configuración


del espacio social de las familias jornaleras migrantes.

Fuente: elaboración propia a partir de Ritzer (2002)

25
Guillermina Chávez Torres

2.2 Objeto de estudio


Se concibe en este escrito, como objeto de estudio a las relaciones
sociales como la parte más fundamental del mundo social, mien-
tras que el objeto de intervención, es la problematización con-
ceptual, una parte del ese mundo social, que genera condiciones
particulares, que pueden ser intervenidas para su transformación
(Chávez & Precidado, 2018); esto fundamentado desde la bases de
la disciplina de Trabajo Social.
Entonces, el objeto de intervención, puede problematizarse
de manera tal, que se configura a través de relaciones sociales que
generan, por ejemplo, una situación de pobreza, de vulnerabilidad,
de exclusión, entre otras, que son abordadas desde el Trabajo So-
cial. Dada la complejidad de la realidad social de las familias jor-
naleras migrantes, fue pertinente diseñar una estrategia compleja
para el estudio de la situación-problema a la que refieren Tello y
Ornelas (2015), que “ha de comprenderse de manera integrada, en
toda su complejidad, inherente a un sujeto y un contexto determi-
nado” (p. 22).
La categoría de vulnerabilidad social, resultó pertinente
para acercarse a la pobreza generacional, debido a que:
se relaciona con la posibilidad de captar la forma y
las causas por las que diversos grupos sociales están so-
metidos a eventos y procesos que atentan contra su ca-
pacidad de subsistencia, su acceso a mayores niveles de
bienestar y el ejercicio de sus derechos ciudadanos (Golo-
vanevsky, 2007, pp. 55-56).

La vulnerabilidad social, representa una complejidad que


debe ser estudiada, ya que “tiene varias dimensiones analíticas e
incluye aspectos de individuos y hogares, así como también carac-
terísticas económicas, políticas, culturales y ambientales de la so-
ciedad. Por ello […] tiene un carácter polisémico y da lugar a múl-
tiples enfoques metodológicos” (Busso, 2002, citado en Golovane-
vsky, 2007, p. 56).
Particularmente para los estudios de pobreza, la vulnera-
bilidad social se ha utilizado para captar “las estrategias que utili-
zan para sobrevivir y en algunos casos salir de la pobreza, desde el

26
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

enfoque de activos y vulnerabilidad” (Golovanevsky, 2007, p. 56).


Dando como resultado, la aproximación para estudiar la pobreza
generacional de las familias jornaleras migrantes en el corte de
caña (SEDESOL, 2010).
En ese sentido, el objeto de estudio es la vulnerabilidad so-
cial, entendida por la intersección entre las instituciones y las re-
laciones sociales, la estructura de oportunidades y los recursos que
tiene la población (Filgueira, 2001; Golovanevsky, 2007) (ver figura
2). Mismos que se describen a continuación:
• Instituciones y relaciones sociales: este elemento refiere al ca-
pital social, los antecedentes familiares y la composición fa-
miliar, que ha perpetuado la forma y el estilo de vida de las
familias jornaleras migrantes, en el sentido de “las diferen-
tes formas de relación y sociabilidad que las personas desa-
rrollan como modalidades de acción colectiva” (Golovane-
vsky, 2007, p. 58),.
• Estructura de oportunidades: este factor sin duda determina
el tipo de empleo que tiene las familias estudiadas; asimis-
mo, refiere a la protección social que se deriva del tipo de
empleo y de la política pública vigente que esté destinada
a la población y a la intervención que hacen algunas Aso-
ciaciones Civiles y fundaciones, el mismo autor señala que
“proviene del mercado, del Estado y de la sociedad” (Golo-
vanevsky, 2007, p. 58)
• Recursos: Este elemento refiere a los rasgos demográficos de
la población que se estudia, el tipo de vivienda, y el capital
humano. En el sentido de “posesión, control o movilización
de recursos, tanto materiales como simbólicos, que permi-
ten al individuo desempeñarse en la sociedad” (Golovane-
vsky, 2007, p. 58).

27
Guillermina Chávez Torres

Imagen 3. Representación del objeto de estudio:


Vulnerabilidad social

Fuente: Golovanevsky (2007).

De esta forma, partiendo del concepto del diagnóstico que


implica “la descripción de las interrelaciones, los elementos, las
situaciones y los factores que determinan la dinámica de la situa-
ción-problema en la que están inmersos los sujetos” (Tello & Orne-
las, 2015, p. 24) se concibió como objeto de estudio la vulnerabili-
dad social que se muestra en la imagen 3, como los elementos que
condicionan la forma en la que las familias jornaleras migrantes
configuran su mundo social.

3. Metodología mixta para el diagnóstico integral


Para fines didácticos del escrito, se consideró pertinente conside-
rar el apartado metodológico en dos partes, la primera refiere a la
selección de técnicas de investigación y los componentes que se
utilizaron para diseñar los instrumentos respectivos, para poste-
riormente evidenciar la estrategia que se siguió para la ejecución
metodológica.

28
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

3.1 Selección de técnicas de investigación y diseño


de instrumentos
Para diseñar la estrategia del estudio social considerando la cohe-
rencia epistémica y teórica, así como el camino a seguir, se consi-
deró la investigación acción participativa para facilitar la obtención
del diagnóstico social, buscando la horizontalidad de la generación
del conocimiento, desde el enfoque crítico. En ese sentido, Corona
(2012, citado en Sandra Elizabeth Mancinas Espinoza, 2017) sostiene
que es necesario “ejercitar la igualdad a través de la diferencia, po-
niendo a prueba el vínculo horizontal y permitiendo la expresión de
las propias necesidades ajenas, enfrentando los conflictos y encon-
trando formas nuevas y negociadas de vivir juntos” (p. 186).
Uno de los insumos necesarios, por el tipo de población que
se desplaza anualmente por un periodo de tiempo aproximado de
seis meses, fue necesario considerar en un primer acercamiento
con la población un estudio mixto, para generar información cuan-
titativa y cualitativa, utilizando el enfoque analítico de la vulnerabi-
lidad social.
La selección de la metodología mixta, fue considerada bajo
el paradigma crítico que concibe la intervención en Trabajo Social
en “la estructura socioeconómica, esto es, se busca revertir las situa-
ciones de desigualdad, de discriminación, de pobreza” (Matus, 1999,
citada en Mancinas Espinoza et al., 2017, p. 42). Demanda un cono-
cimiento a profundidad de la situación-problema a partir de desme-
nuzar las relaciones sociales a partir de la categoría de vulnerabili-
dad social.
En ese sentido, se aplicaron tres técnicas de investigación, a
decir de la encuesta, la entrevista cualitativa y la observación; para
posteriormente, en un segundo momento, buscar la horizontalidad,
una vez que se identifiquen los posibles puntos de quiebre para em-
prender acciones de intervención social, en acuerdo conjunto con la
población migrante.

29
Guillermina Chávez Torres

3.1.1 Encuesta
La encuesta como técnica de investigación permite obtener infor-
mación de dos temas básicos “la búsqueda de información abun-
dante sobre la situación socioeconómica de las clases desfavore-
cidas. Y con el objetivo último de intentar paliar la situación de
pobreza y marginación” (Alvira Martín, 2011, p. 5). Es decir, que se
asocia la utilización de la técnica para obtener datos sobre la po-
blación vulnerable que arroje resultados para emprender acciones
para atender la situación.
El cuestionario como instrumento de la encuesta, se diseñó
en 59 reactivos, divididos en secciones de: datos generales, servi-
cios de salud, estructura familiar, datos laborales de proveedores
(as) principales, comunicación, discapacidad y asistencia social.
Mismos que responden a indicadores y variables de la propuesta
de Golovanevsky (2007) para medir la vulnerabilidad social y adap-
tada para el caso de migración:
• Vivienda: en medición cuantitativa fue determinar el grado
de hacinamiento que existe durante su estancia laboral, de-
bido a que desencadena otro tipo de problemáticas al inte-
rior de los albergues.
• Capital humano: para una medición cuantitativa se consideró
necesario explorar los oficios o conocimiento empírico espe-
cializado que puedan tener, que puede traducirse en formas
de empleo y capacidad humana (Sen, 1998).
• Empleo: para explorar la ocupación laboral y su calificación
de quienes integran las familias migrantes.
• Protección social: explorar el servicio de salud, al mismo
tiempo, de buscar conocer si reciben algún tipo de ayuda
gubernamental o de Asociaciones Civiles.
• Rasgos demográficos: este indicador permitirá definir los
elementos fundamentales de la población con la que se tra-
baja, es decir, sexo, edad, escolaridad y lugar de nacimiento.
• Comunicación: el uso de medios de comunicación, tipo y
frecuencia.

30
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

3.1.2 Entrevista cualitativa


La técnica de la entrevista cualitativa “constituye el fluir natural,
espontáneo y profundo de las vivencias y recuerdos de una perso-
na mediante la presencia y estímulo de otra que investiga, quien
logra a través de esa descripción, captar toda la riqueza de sus di-
versos significados” (Fernández Carballo, 2001, p. 15).
La entrevista como técnica de investigación proveyó obte-
ner información sobre “el contenido de muchas manifestaciones
externas, así como los valores, pero especialmente los sentimien-
tos, sólo pueden ser comprendidos mediante declaraciones de los
miembros de la comunidad” (Maestre, 1976, citado en Fernández
Carballo, 2001, p. 15). Por lo que se consideró como una de las téc-
nicas medulares para aproximarse a las mujeres migrantes de los
albergues, en su calidad de informantes de la familia.
De los indicadores que señaló Golovaneysky (2007), se eli-
gieron lo siguientes para medir cualitativamente la vulnerabilidad
social, a decir del capital humano, capital social y antecedentes mi-
gratorios. Considerando las siguientes características:
• Capital humano: para conocer enfermedades crónicas e in-
gesta diaria de medicamentos.
• Capital social: obtener información sobre la forma para ob-
tener el empleo, préstamos para conseguir un bien, ayuda
en alimentación y su procedencia, apoyo social y familiar,
redes de apoyo y organización social en el albergue y prác-
ticas culturales y vida cotidiana.
• Antecedentes migratorios: visitas a otros albergues, tiempo
en la migración y modo que utilizan para trasladarse a los
albergues.

Mismos que fueron utilizados para diseñar detonadores que


facilitaron la aplicación de la encuesta, divididos en secciones: an-
tecedentes migratorios, salud, redes de apoyo y organización social
y cultura.

31
Guillermina Chávez Torres

3.1.3 Observación cuantitativa


Se eligió la observación con variables definidas de forma previa,
pues ayuda a captar “variables a observar son especificadas y defi-
nidas antes de comenzar la recolección de datos. El enfoque en in-
formación que pueda ser evaluada por medio de los sentidos (datos
visuales, auditivos, producto del tacto y el olfato” (Hernández Sam-
pieri, Fernández-Collado, & Baptista Lucio, 2006, p. 374). Debido
a ello, la guía de observación se utilizó para colectar datos durante
algunos recorridos en los albergues, los cuales estuvieron relacio-
nados al indicador de vivienda, tales como: materiales de construc-
ción predominante en el albergue, provisión de agua rodada, tipo
de urbanización, distribución de la vivienda, artículos que tienen
las familias en la vivienda, distribución general del albergue.
En suma, la información cuantitativa y cualitativa del estu-
dio consintió obtener información empírica sobre la vulnerabili-
dad social a la que están expuestas las familias jornaleras migran-
tes, misma que sirve de insumo para elaborar el diagnóstico a tra-
vés del análisis de la situación-problema. Entendiendo que la mis-
ma, está configurada por los elementos cuantitativos y cualitativos
referidos como parte del entramado social.

3.2 Ejecución metodológica


Una vez que se seleccionó las técnicas de investigación y se dise-
ñaron los instrumentos correspondientes; se planeó el trabajo de
campo, el cual se ejecutó por personas investigadoras y estudian-
tes, de diversas disciplinas, principalmente de Trabajo Social y Psi-
cología. Se tuvo de forma previa a las visitas en el escenario real,
un proceso de capacitación al recurso humano, para garantizar el
enfoque de derechos humanos y ética profesional, para el trato
directo con la población que vive en los albergues para migrantes,
así como de los diversos elementos del proyecto, proceso que se
describe a continuación:
• Sesiones de capacitación, se realizaron 4 sesiones del 10 de no-
viembre al 03 de diciembre de 2018, las cuales consistieron
en la presentación del proyecto con la finalidad de establecer
actividades y metas a alcanzar; conceptos y metodología a

32
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

utilizar en el proyecto, un curso de photo walk y la presenta-


ción del cuestionario de la encuesta; así como de las estrate-
gias de derechos humanos y ética profesional para acudir al
escenario y cuidar el trato directo con la población migrante.
• Aplicación de la encuesta, se visitaron los seis albergues para
jornaleros migrantes ubicados en el municipio de Cuauhté-
moc, a decir de Plaza de Toros, Simón Bolívar, Cuauhtémoc
(cabecera municipal), Cóbano, Zedillo y Trapiche, en el pe-
riodo del 16 al 28 de enero y del 18 de febrero al 15 de mar-
zo de 2019, logrando aplicar 358 encuestas.
• Selección del albergue para trabajo cualitativo, esta decisión
se tomó de forma directa con el Emalur que es el Centro de
Desarrollo Comunitario de Quesería (ahora Fundación Beta
San Miguel), el cual tiene un amplio trabajo cotidiano con la
población jornalera migrante, quienes dada su experiencia
y considerando el tipo de proyecto, recomendaron la reali-
zación de las entrevistas cualitativas en el albergue localiza-
do en el Trapiche.
• Dinámica de presentación con la población del albergue el Trapi-
che, para hacer la inmersión a campo, se realizó la dinámica
Presentando a mí familia, que tuvo como objetivo romper el
hielo con las mujeres que permanecen durante el día en los
albergues. La pertinencia de la dinámica fue la motivación
de la reflexión personal y generar un vínculo de confianza
con el equipo que estaría visitando de forma más frecuente
el albergue. La dinámica se realizó el 14 de febrero y consis-
tió en dibujar en una hoja blanca y de forma libre, a quienes
integran a su familia, para después presentarla ante el gru-
po (ver imagen 4). La dinámica generó nerviosismo y risas
por parte de las participantes, ya que la no experiencia en
la técnica de dibujo resultó en cosas graciosas permitiendo
compartir risas a partir de un tema que a todas les interesa
a todas, como lo es su familia.

33
Guillermina Chávez Torres

Imagen 4. Representación de mi familia. Fuente:


informante del albergue el Trapiche (2019)

• Aplicación de entrevistas, el trabajo de campo cualitativo se


realizó de forma conjunta con la segunda parte de la encues-
ta, es decir, a partir del 18 de febrero hasta el 19 de abril. Se
realizaron 15 entrevistas, las cuales se obtuvieron de forma
voluntaria y la mayoría se realizó mientras las informantes
continuaban con sus labores cotidianas, con la intención de
no interrumpirlas y para hacer un ejercicio de adaptación
por parte de las entrevistadoras.
• Aplicación del instrumento de observación, la actividad obser-
vación se realizó de forma más sistematizada durante el pe-
riodo de la fase cualitativa, ya que fue la parte de mayor es-
tadía en el albergue, facilitando realizar las anotaciones per-
tinentes sobre los elementos observables.

34
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

4. Elaboración del diagnóstico integral


Para realizar el diagnóstico integral, es de suma importancia consi-
derar los fundamentos epistemológicos, teóricos y metodológicos
que formaron parte del diseño para el tratamiento analítico ade-
cuado de la información empírica, es decir, el paradigma crítico, el
análisis de la vulnerabilidad social y la metodología mixta aplicada.
Para evidenciar el camino que se siguió para elaborar el diagnós-
tico integral, a continuación, se describen los dos elementos que
facilitaron su construcción, a decir de, el análisis de resultados em-
píricos y la elaboración de la conclusión diagnóstica.

4.1 Análisis de resultados


Para realizar el análisis de resultados se utilizaron software espe-
cializados que facilitaran el procesamiento de datos, para ello se
describe el trabajo realizado a continuación:
• Sistematización de datos: se realizó el vaciado de datos de la
encuesta en una base de Excel, asimismo, se realizó la trans-
cripción de las entrevistas en documento de Word para tener
el discurso de las entrevistadas de forma escrito.
• Análisis de datos: por la naturaleza de los datos, se utilizó el
SPSS como software especializado para procesar datos cuan-
titativos y el Atlas.ti para analizar las entrevistas cualitativas,
permitiendo obtener la siguiente información:

El SPSS facilita a través de sus herramientas de aná-


lisis, tener una variedad de cruces de variables que pueden
graficarse para obtener los datos que se buscan, por ejemplo,
en la imagen 5, se muestra el generador de gráficas, para
cruzar el sexo de la persona informante con el año de naci-
miento, para obtener la edad promedio de las informantes,
tal como se muestra en la imagen 6.

35
Guillermina Chávez Torres

Imagen 5. Generador de gráficas


y cruce de variables con SPSS.

Fuente: elaboración propia (2019).

Imagen 6. Distribución
de edad de mujeres migrantes en los alberges.

Fuente: elaboración propia (2019).

36
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

Por otra parte, el Software Atlas.ti, permitió combinar docu-


mentos de distinta naturaleza para analizar el discurso escrito, en
ese sentido se realizó un primer cruce de datos, a partir de utilizar
códigos pre-establecidos a partir de la propuesta de vulnerabilidad
social, para agrupar datos. Como se muestra en la imagen 7, el
menú que facilita la herramienta analítica es variada y depende de
la experiencia de la persona investigadora, para obtener un mayor
aprovechamiento del mismo.

Imagen 7. Menú de posibilidades del análisis cualitativo.

Fuente: elaboración propia (2019).

De esta manera, se utilizaron códigos preconcebidos para


la elaboración de la guía de entrevista, facilitando con ello agrupar
los distintos discursos obtenidos de las mujeres informantes sobre
un mismo código, por ejemplo, en la imagen 8, se observan los pri-
meros códigos identificados.

37
Guillermina Chávez Torres

Imagen 8. Códigos para analizar las entrevistas cualitativas.

Fuente: elaboración propia (2019).

La herramienta de análisis cualitativo, condescendió tener


ordenados los distintos discursos que fueron etiquetados con el
mismo código, tal como se muestra en la imagen 9, los distintos
discursos, por ejemplo, a partir del código antecedentes migratorios.

Imagen 9. Citas textuales


con el código Antecedentes migratorios.

Fuente: elaboración propia (2019).

38
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

Para obtener un nivel más complejo de análisis, para ob-


tener datos procesados para el diagnóstico integral, la triangula-
ción fue la respuesta, debido a que “proporciona una visión holís-
tica, múltiple y sumamente enriquecedora” (Hernández Sampieri
et al., 2006, p. 790). Los datos cualitativos y cuantitativos procesa-
dos a través de la triangulación con el referente de vulnerabilidad
social, se realizaron para tener “mayor confianza y validez de los
resultados, mayor creatividad en el abordaje del estudio y más fle-
xibilidad interpretativa” (Hernández Sampieri et al., 2006, p. 791)
y hacer una interpretación más profunda. Para ello, se muestra el
siguiente ejemplo:

Imagen 10. Representación


de la triangulación para el análisis de datos.

Fuente: elaboración propia (2019).

La triangulación referida se aterriza tal como se muestra


en la tabla 1, en la que se hacen evidentes ejemplos de los datos
(cuantitativo, cualitativo, teórico) como sustento para hacer una
interpretación de orden mayor.

39
Guillermina Chávez Torres

Tabla 1. Ejemplo de triangulación de datos.


Dato Los datos estadísticos obtenidos permitieron identificar que
cuantitativo la escolaridad de las mujeres es Ninguna (27%), Primaria
Inconclusa (26%) seguido de Primaria Terminada (23%).

Dato “He estado en otro albergue de Tepic (Nayarit), y ahí sí me


cualitativo gusta y me gustaría volver las veces que mi esposo me di-
jera de volver, pero aquí en este albergue no volvería. Al
otro albergue fui 10 veces, empecé a ir con 17 años con mi
esposo e iba a trabajar allí” (Informante 1, Comunicación
personal, 19 de febrero de 2019)

Dato La vulnerabilidad social “se define como vulnerable ante una


teórico amenaza específica, o es vulnerable a estar en una situación
de pérdida, que puede ser de la salud, del ingreso, de las ca-
pacidades básicas, etc. […]” (Ruíz Rivera, 2012, p. 64).

Interpretación La historia de vida de las mujeres migrantes está determi-


nada por tener un limitado acceso a la educación básica,
que desencadena una restricción al desarrollo de su capital
humano, haciéndolas vulnerables al derecho de la educa-
ción básica que se estipula en la Constitución Política Mexi-
cana en el artículo 3.
Fuente: elaboración propia (2019).

Ejemplos que se fundamentan, esquemáticamente de la si-


guiente forma: matrimonio adolescente y una migración pendular
como parte de las Instituciones y Relaciones sociales de las mujeres
migrantes que tienen como origen el estado de Guerrero, que ha
limitado el acceso de las mismas a la estructura de oportunidades;
como es evidente en la escasa escolaridad que reportaron, constri-
ñendo así el desarrollo de sus recursos personales, que en suma re-
fieren a las condiciones de vulnerabilidad social (ver imagen 12).

40
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

Imagen 12. Esquema de cruce de datos


utilizando la categoría de Vulnerabilidad Social.

Fuente: elaboración propia (2019) a partir de Golovanevsky (2007).

4.2 Conclusión diagnóstica


Una vez que se analizan los resultados obtenidos, el diagnóstico
tiene como elemento particular, la elaboración de una conclusión,
que refiere a “la interpretación final que se hace de la situación-
problema; la abstracción de los elementos fundamentales que dan
cuenta de éste” (Tello y Ornelas, 2015, p. 25). Para elaborar las in-
terpretaciones finales, del diagnóstico integral que se construyó,
implicó traer los elementos epistemológicos previos, que permitie-
ron dar el cierre, tal como se muestra a continuación:
• Explicación de factores concurrentes en la situación-problema,
para ello, se consideró lo que se había plasmado como refe-
rente teórico-epistemológico, es decir, los siguientes niveles
de análisis social postulados por Ritzer (2002):
I. Macro-objetivo: política pública y social que sin duda im-
pactan en la configuración de la realidad social de las
familias jornaleras migrantes. Así como las relaciones

41
Guillermina Chávez Torres

que se entretejen entre las mencionadas familias con


los empleadores para el corte de caña, con quienes di-
rectamente se ven vinculados, pero también con otros
actores como lo es el Ingenio de Quesería.
II. Macro-subjetivo: que refiere a los usos y costumbres de
los estilos de contratación y el tipo de asentamiento
que se les ofrece a las familias migrantes, que sin duda
también abonan a su realidad temporal en Colima, que
definen de forma cotidiana el desenvolvimiento y confi-
guración de su mundo social.
III. Micro-objetivo: los factores que han incidido en la trans-
misión generacional de formas y estilos de vida de las
familias jornaleras migrantes, que han impactan en la
configuración de círculos viciosos de pobreza, mismos
que son identificados como elementos de sus datos so-
cio-demográficos.
IV. Micro-subjetivo: este elemento refiere a la identidad de
las familias jornaleras migrantes, como la subjetividad
que se construye a partir del cruce de los niveles an-
tes mencionados y que influyen en aquellos elementos
interiores/subjetivos de su identidad que les permite
construir su realidad social a través de su vida cotidiana.
• Identificar el vínculo entre recursos, medios y potencialidades con
la situación-problema: Este apartado se vinculan elementos de
sus rasgos demográficos, capital humano, así como los recur-
sos a los que pueden acceder como los que se identificaron
en el nivel macro objetivo. Elementos que se traducen en
el diagnóstico social como parte importante de la situación-
problema, para identificar aquellos que constriñen o limitan
a las familias jornaleras migrantes, es decir, los elementos
que las posiciona en situación de vulnerabilidad social.
• Los puntos de ruptura identificados: en este punto fue es-
tratégico enfatizar sobre la transición necesaria del objeto
de estudio al objeto de intervención, que está asociada con
la identificación de los puntos de ruptura localizados. Este
elemento surge de considerar que el objeto de estudio fue la
vulnerabilidad social, dando como resultado el acceso limita-

42
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

do que tienen las familias jornaleras migrantes a la estructura


de oportunidades, el restrictivo desarrollo de sus recursos
personales, así como la forma en la que se han organizado y
en la que entretejen sus relaciones familiares y sociales. Se
traducen en una configuración de la realidad social a partir
de estar vulnerables para acceder a un contrato laboral que
facilita el tener prestaciones básicas y acceso a servicios de
salud; también limitación para acceder a la educación básica
como obligatoria y gratuita por cuestiones socioculturales, el
derecho a una vivienda digna, entre otros.

En suma, refieren a relaciones de desigualdad como objeto


de intervención para transitar a disminuir las brechas de acceso
que tiene la población referida y que deben ser atendidas a través
de estrategias de intervención que se traduzcan en un cambio
social, es decir, des-configurar las existentes.

5. Reflexiones finales
Como se ha evidenciado a lo largo del texto, el proceso metodológi-
co para elaborar el diagnóstico integral sobre la vulnerabilidad so-
cial de familias jornaleras migrantes en el corte de caña en Colima,
requirió un proceso de toma de decisiones que fundamentaron los
pasos que se mostraron en el texto. En ese sentido, se concluye
que el diagnóstico social desde el Trabajo Social, forma parte del
diseño de las estrategias de intervención social, que pueden ser
concebidas como un meta proceso que está configurado por fases
indispensables, para que, de forma objetiva y reflexiva, se llegue
al cambio social favorable que se busca tener en una situación-
problema.
El paradigma crítico que además de concebir que la reali-
dad social se configura a partir de elementos históricos y de los
modelos económicos vigentes, también implica el cambio social a
partir de emprender procesos innovadores y emancipadores; así el
paradigma crítico que dio forma transversal a la propuesta de ela-
boración del diagnóstico social, considerando elementos objetivos
y subjetivos, desde la mirada macro y micro estructural requirió

43
Guillermina Chávez Torres

un estudio mixto, compuesto por tres técnicas de investigación, a


decir, de la encuesta, entrevista y observación.
Para el Trabajo Social, el ejercicio de reflexividad es indis-
pensable para repensar su actuación profesional, y particularmen-
te sobre su metodología de intervención social, de ahí la importan-
cia de dar cuenta de la toma de decisiones epistemológicas, teóri-
cas y metodológicas, que faciliten el mejorar su propio camino y
permita replicar procesos en situaciones similares.
El modelo de las autoras Tello y Ornelas (2015) utilizado para
concebir el diagnóstico integral, aportó los elementos necesarios
para encontrar un sustento y una lógica coherente, a partir de que
las autoras postularon un modelo flexible que se adaptó a las necesi-
dades del estudio, para elaborar el diagnóstico social de las familias
jornaleras migrantes. Los componentes del modelo que se utilizaron
fueron: definición del objeto de estudio y el diagnóstico integral.
Los objetos del Trabajo Social, es decir, el de estudio y de in-
tervención, requieren mayores discusiones que como gremio de-
ben profundizarse, como una de las tareas pendientes, sin embar-
go, el texto brinda algunos elementos que pueden contribuir para
acercarse a su definición. Es decir, se parte de concebir el objeto de
estudio a la relación social como el elemento más fundamental del
mundo social entre individuos, grupos, familias y comunidades;
y como objeto de intervención la problematización conceptual de
esas relaciones que se configuran de tal manera que, requieren la
intervención profesional de la disciplina.
En ese sentido, es de suma relevancia decir que se conci-
bió como objeto de estudio a la vulnerabilidad social y como objeto
de intervención las relaciones de desigualdad que condicionan el
que las familias jornaleras migrantes tengan un limitado acceso a
la estructura de oportunidades y a desarrollar sus recursos perso-
nales, familiares y sociales, que finalmente dan los elementos para
tener la forma en la que se organizan y entretejen sus relaciones
familiares y sociales, en la que se ha dibujado la migración pen-
dular, temporal y jornalera de las familias estudiadas, es decir, la
situación-problema.
La relevancia social y la actualidad que se buscan para el di-
seño de estrategias de intervención social, y particularmente para

44
Un acercamiento metodológico a la elaboración del diagnóstico ...

el diagnóstico social, está dada por el problema de raíz que se iden-


tifica con la población jornalera migrante, que alude a la pobreza
generacional que ha caracterizado a varias generaciones de gue-
rrerenses. Aunque se han emprendido algunas acciones aisladas,
poco se ha podido incidir la realidad social.

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Guillermina Chávez Torres

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46
Capítulo 2
De lo observable a lo oculto:
La narración colectiva
como herramienta para ordenar
el conocimiento sobre una población
Sergio Alberto López Molina

1. Introducción

A l realizar investigaciones sociales nos enfrentamos a “realida-


des” distintas a la nuestra, como investigadores prestamos ma-
yor atención a aquellos aspectos de la población que son diferentes
a nuestra propia condición. Al respecto, los temas de objetividad y
subjetividad han sido ampliamente estudiados, por este motivo, el
presente escrito no busca abonar a esta discusión, sino que tiene
por objetivo mostrar la forma de generar una narración, a manera
de herramienta metodológica de la entrada a campo, a partir de las
voces de estudiantes y docentes.
Para lograrlo, se generó en primera instancia un grupo de
discusión en el que se recuperaron las distintas opiniones a partir
de temas detonadores en el que los involucrados describen lo ob-
servado en la primera entrada a campo con familias de jornaleros
migrantes. Como resultado se obtuvieron tramas narrativas indi-
viduales, mismas que fueron categorizadas y trabajadas para pos-
teriormente ser entretejidas, permitiendo una narración homogé-
nea, en la que las múltiples voces se funden para generar una sola
voz, obteniendo la inteligibilidad con miras a lograr la concordan-

47
Sergio Alberto López Molina

cia de la trama que permite identificar una configuración única


(Ricoeur, 2009).
En los apartados siguientes, se muestra la secuencia de
construcción y el resultado obtenido. Cabe señalar que la narra-
ción resultante requiere de un análisis posterior acorde a los aspec-
tos teóricos y de indagación propuestos en la investigación.

2. Aspectos teóricos
La construcción de una narración única, se sustenta teóricamen-
te en herramientas cualitativas de corte etnográfico para lograr la
recuperación de lo observado, favoreciendo la descripción densa y
la interpretación.
Así, en el concepto de “descripción densa” de Geertz (2005)
afirma que interpretar lo observado es rescatar lo dicho, de forma
detallada y profunda (más allá de lo obvio y superficial), presen-
tando la multiplicidad de estructuras conceptuales complejas de
un fenómeno social, incluyendo las relaciones superpuestas o en-
lazadas entre sí, en estructuras que son al mismo tiempo extrañas,
irregulares o no explicitas. Esta descripción debe ser interpretativa
del discurso social, rescatando “lo dicho” en el discurso perecedero
y fijarlo en términos susceptibles de consulta, abordado en contex-
tos pequeños (microscópicos).
La descripción etnográfica permite representar una reali-
dad social a partir de la experiencia de cada participante, sin em-
bargo, no es una representación objetiva de la realidad, sino que es
una ficción etnográfica partiendo de representaciones de la reali-
dad derivadas de la observación (Poblete, 1999) y que, por lo tanto,
podría variar tanto en contenido como en profundidad dependien-
do de la implicación del observador con “esa” que es “su” interpre-
tación de la realidad social interpretada.
Las descripciones parten de una interpretación, que como
menciona Geertz (2005) tienen un orden, en el que solamente los
nativos pueden hacer interpretaciones de primer orden: pues se
trata de su cultura, mientras que los que observamos esa cultura
podemos presentar interpretaciones de segundo o tercer orden. De
tal forma que la función principal de la descripción es representar
estas interpretaciones.

48
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

El conjunto de descripciones, pueden ser unificadas en una


sola descripción y por lo tanto en una sola narración. La descrip-
ción al igual que la narración y el relato son también modos de re-
presentación. Así, la descripción que contenga una buena narrati-
va y una buena retórica, se tiene a la vez una reconstrucción lógica
y verosímil, con una trama que representa el argumento que enca-
dena las acciones de los personajes (Mendoza, 2005).
Para realizar la producción de la narración, Ricoeur (2009),
afirma que nada puede ser considerado como acontecimiento si no
es susceptible de ser integrado en una trama, de la cual los acon-
tecimientos singulares y diversos adquieren la categoría de narra-
ción. De esta manera, en la narración, la innovación semántica
consiste en la invención de una trama como obra de síntesis de
fines, causas y azares que se reúnen en la unidad temporal de una
acción total y completa.
En este mismo tenor, Arias y Alvarado (2015) consideran
que “narrar, implica poner lo vivido en palabras, en tanto ideas y
emociones; resignificar las experiencias, llenar de sentido la propia
historia al re-nombrar y re-crear una serie de acontecimientos, que
más que responder a un orden cronológico y objetivo, responden a
un entramado lógico y subjetivo, que da cuenta de la configuración
particular y compleja frente a los hechos vividos” (p. 172).
En este caso particular, la producción de la narración debe
además lograr que la trama reúna las distintas voces que describen
lo observado en una narración única, pues acorde a lo propuesto
Arias y Alvarado (2015), “la narrativa propia, convoca sin duda,
las voces de otros y otras, lo que implica que, en últimas, no es un
relato construido en solitario ni el reflejo de una voz lineal, sino
un espiral polivocal, producto de la intersubjetividad” (p. 172) […]
“un caleidoscopio sobre distintas vivencias que pueden ser leídas
desde ópticas diferentes, “verdades” que se entretejen en el hecho
mismo de narrar y en la construcción del propio relato” (p. 173).
Otro aspecto que se incorpora en el texto es una descrip-
ción literaria, mas que una descripción científica. “La descripción
literaria tiene como fin provocar en el lector una impresión, agra-
dable o desagradable, o un sentimiento, de repulsa, dolor, alegría,
admiración, etc. - mostrando lo que describimos en forma tal que

49
Sergio Alberto López Molina

cause la impresión o el sentimiento que nos hayamos propuesto.


Atiende, pues, más al propósito estético, psicológico y moral, que
al mimético o científico” (Poblete, 1999: p. 15).
Por lo anterior, la propuesta de unificar las distintas voces
que describen, reunir las diversas interpretaciones en la confluen-
cia de las narraciones en una narración es el principal aporte y re-
flexión metodológica del presente escrito.

2.1 Las voces: el dispositivo de indagación


La técnica de recolección de datos fue el grupo de discusión, que
de acuerdo con Álvarez (1990), tiene la característica esencial de
producir un discurso único a partir de los discursos de los miem-
bros del grupo, que con la constante realimentación abocan a un
consenso discursivo o un discurso consensuado.
El grupo de voces está conformado por ocho estudiantes, de
los cuáles siete son mujeres y dos profesoras de las Facultades de
Trabajo social y Psicología. Previo a la sesión, el grupo recibió capa-
citación para la aplicación de una encuesta y un curso básico de et-
nografía. Cabe señalar que no realizaron diarios de observación. Las
descripciones y comentarios vertidos representan sus impresiones
sobre su entrada a campo para llenar encuestas, dando muestra de
los primeros encuentros con familias de jornaleros migrantes. En el
grupo, se trabaja la reflexión con tres aspectos detonadores:
• El primer encuentro
• Las primeras interpretaciones
• La implicación con lo visto

2.2 La trama: estructura y ejes de ordenamiento


La sesión del grupo de discusión fue transcrita en su totalidad, para
posteriormente seleccionar los párrafos que contienen una “des-
cripción densa”. Posteriormente se agrupan de acuerdo a su conte-
nido, dando por resultado las siguientes categorías:
• Características del establecimiento: Condiciones del albergue,
lavaderos, baños.
• Aspectos psico-sociales: Conformación de familias, educación,
dinámicas, visión de futuro, violencias, transferencia de roles.

50
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

• Dinámicas ocultas: Control de información, de forma delibe-


rada como esquema de poder, la victimización como esque-
ma de negociación, discreción, bajo perfil, uso de idioma.

Una vez categorizadas las descripciones en el esquema an-


terior, se identifican tres niveles de profundidad: descripciones, in-
terpretaciones, discusión y análisis. Por este motivo se recuperan
las definiciones de Geertz (2005):
• Descripción: Más allá de lo obvio y lo superficial partiendo
del desconcierto de los fenómenos observados.
• Interpretación: Partiendo de “lo dicho” en discurso de los na-
tivos (primer orden) y lo dicho por los observadores de los
nativos (Segundo orden).
• Análisis: Desentrañar estructuras (tramas) de significación
(conceptuales): complejas, extrañas irregulares y no explicitas.

En la siguiente tabla se muestra la matriz con los temas


resultantes del cruce de categorías. El contenido de las distintas
intersecciones representa el mapa de la trama narrativa a seguir
como secuencia en el desarrollo de los temas para la reconstruc-
ción de la narración.
El eje vertical de Análisis, representa los detonadores que
no deberían de obviarse para ser discutidos desde una perspectiva
teórica, desde donde se generan las propuestas de intervención ha-
cía la población, ya que estas representan las primeras reflexiones
entorno de aspectos que saltan respecto de la realidad del colectivo
en las primeras entradas a campo.

51
Descripción Interpretación Análisis
Partiendo del desconcierto Partiendo de “lo dicho” Desentrañar estructuras (tramas)
de lo observado en discurso de los nativos de significación
desde los observadores

Características del Casas de bolsa de plástico con Acostumbro a tocar la puerta, Impactan las condiciones infra-
establecimiento espacios reducidos, cocinan con ¿Dónde está la seguridad? ¿Qué humanas, pero priorizan tener
Condiciones del alber- leña, la escuela está en un vagón. hacen en tiempo de lluvias?, no aparatos electrónicos.
gue, lavaderos, baños tienen donde dormir, los ojos ar-
den por la leña.

Aspectos psico- Los hombres trabajan en el Los hombres controlan el discur- Rol de hombres y mujeres, vio-
Sergio Alberto López Molina

sociales campo, las mujeres en casa, los so de las mujeres, la salud como lencia de género, ocultamiento
Conformación de fa- hombres saben de las mujeres, derecho humano, el desgaste físi- de la violencia, intersecciona-
milias, educación, di- las mujeres no saben de los hom- co de las mujeres, no le dan peso lidad, Estructuras de violencia
námicas, visión de fu- bres, se casan a temprana edad, a la educación, viven al día y no Tradición, cultura, costumbres,
las mujeres saben otros oficios invierten en educación, con es- estilos de trabajo, poca capaci-

52
turo, violencias, trans-
ferencia de roles. pero no los ejercen, algunos ni- trategias distintas a la educación tación.
ños no tienen registro, limitado hay potencial para que las mu-
acceso a salud y educación, diná- jeres salgan adelante, les pagan
micas violentas en las familias. poco y encuentran como mante-
nerlos distraídos.

Dinámicas ocultas Uso del lengua materna, no men- No se sabe si dicen la verdad o Formas de poder, desesperanza
Control de informa- ciona cuánto ganan, manipulan esperan algo mas, aprendieron a aprendida, formas de resisten-
ción, de forma delibe- información. pedir, la manipulación se consi- cia, agencias ocultas
rada como esquema de dera forma de poder, ocultan rea-
poder, la victimización lidad esperando algo a cambio.
como esquema de ne-
gociación, discreción,
bajo perfil, uso de
idioma
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

Una vez realizada la categorización del texto, dio por resul-


tado el siguiente número de citas por intersección:

Categorías de análisis Citas

I Establecimiento – Descripción 11
II Establecimiento – Interpretación 3
III Establecimiento – Análisis 1
IV Psico-sociales – Descripción 34
V Psico-sociales – Interpretación 14
VI Psico-sociales – Análisis 11
VII Dinámicas ocultas – Descripción 6
VIII Dinámicas ocultas – Interpretación 5
IX Dinámicas ocultas – Análisis 8

Como puede observarse, en términos de frecuencia, la cate-


goría más abordada es la de los aspectos psico-sociales. En lo que
respecta a las otras dos categorías, es de llamar la atención que
tiene mayor número de comentarios las dinámicas ocultas (invisi-
bles) que las que tienen relación con establecimiento (las más visi-
bles). Estas frecuencias podrían explicarse a partir de la formación
de los estudiantes y las profesoras, pues resultan mas sensibles y
perceptivos de los aspectos psico-sociales.
En la narración se completan y unifican las distintas descrip-
ciones y se les asigna una secuencia con miras a seguir la trama,
cuidando que no pierda sentido la descripción final, sin embargo, no
se incorporan aspectos que no hayan sido mencionado por los ob-
servadores. Al ser un mayor número de mujeres la redacción quedó
fuertemente diseñada desde una perspectiva femenina.

2.3. Ejemplo del trabajo realizado


A continuación, se muestra el fragmento integro recuperado en el
grupo de discusión. Ya se muestra un primer paso, que es selección
de fragmentos con aspectos relevantes (descripciones densas, inter-
pretaciones o análisis), estos se encuentran en cursiva en el texto:

53
Sergio Alberto López Molina

A mí me tocaron varias muchachas que les pregun-


taba si estaban casadas o en unión libre o cuál era su situa-
ción, me decían: “no pues, nos casaron”, así, “nos casaron” era
como si se denigraba ella misma otras decían: “me engañaron
y me vine a casar”.
Era como de que el hombre las había engañado por-
que también había muchachitas de 16, 17 años y que el ma-
rido tenía hasta 25 o 30, entonces estaban ellas chicas y el
esposo ya estaba grande. “Me llenaron la vida de palabras bo-
nitas y me casé” entonces esos comentarios si te hacen tener
una perspectiva de cómo ellas se sienten.
Otra cosa que también me llamo mucho la atención
que los hijos trabajaban, pero ellos nos decían que no coope-
ran con la casa. En el cuestionario se preguntaba sí alguien
más cooperaba en casa, contestaban que no. Entonces no sé si
realmente no cooperan los hijos o lo decían porque esperaban
algo a cambio porque muchas veces dices “mientras más vul-
nerable me vea, me podrían dar algo”. Es lo que mencionaba
Liz, ellos se hagan notar vulnerables más les podrían dar
entonces eso o quizá la información que nos hayan brin-
dado no les creeríamos bueno al menos yo con las perso-
nas que encueste

Estos párrafos se categorizan de acuerdo a la matriz de te-


mas mostrada anteriormente:
Les preguntaba si estaban casadas o en unión libre
o cuál era su situación, me decían: “no pues, nos casaron”,
así, “nos casaron” era como si se denigraba ella misma
otras decían: “me engañaron y me vine a casar”. [1.2 As-
pectos Psico-sociales – Descripción]
Había muchachitas de 16, 17 años y que el marido
tenía hasta 25 o 30, entonces estaban ellas chicas y el es-
poso ya estaba grande. “Me llenaron la vida de palabras
bonitas y me casé” entonces esos comentarios si te hacen
tener una perspectiva de cómo ellas se sienten. [1.2 As-
pectos Psico-sociales – Descripción]
Los hijos trabajaban, pero ellos nos decían que no
cooperan con la casa. En el cuestionario se preguntaba sí
alguien más cooperaba en casa, contestaban que no. En-
tonces no sé si realmente no cooperan los hijos o lo de-

54
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

cían porque esperaban algo a cambio porque muchas ve-


ces dices “mientras más vulnerable me vea, me podrían
dar algo”. [2.3 Dinámicas ocultas – Interpretación]

Posteriormente se realiza el trabajo de corrección y redac-


ción, se van realizando versiones buscando a su vez que los pá-
rrafos queden acomodados conforme al abordaje de los distintos
temas, eliminando aquellos que se repitan o contengan poca des-
cripción o haya otros que los superen. En caso de ser necesario se
juntan dos o tres párrafos para dar mayor cuerpo a la idea a presen-
tar. El resultado es el siguiente:
Había muchachitas de 16, 17 años y que el marido
tenía hasta 25 o 30, entonces estaban ellas chicas y el es-
poso ya estaba grande. Otros se veía que estaban super-
chicos, muy niños eran papás de 20 22 años y los niños de
6 años. Me decían: “Me llenaron la vida de palabras boni-
tas y me casé”. Esos comentarios te hacen tener una pers-
pectiva de cómo ellas se sienten […]
A las mujeres les preguntaba si estaban casadas
o en unión libre o cuál era su situación, me decían: “no
pues, nos casaron”, así, “nos casaron” era como si se deni-
graba ella misma otras decían: “me engañaron y me vine
a casar” […]
Con la información que dan no se puede determi-
nar si realmente cooperan los hijos o no lo mencionan
porque esperan algo a cambio. Muchas veces aplican eso
de “mientras más vulnerable me vea, me podrían dar
algo”. Por lo tanto, no se podría asegurar si era cierto lo
que les pagaban o quiénes colaboraban, o si solamente te-
nían ese discurso porque estaban esperando algo.

En el apartado sucesivo se muestra la totalidad de la narra-


ción. La carencia de subtítulos al interior, es para permitir la lectu-
ra sin cortes, el índice de la narración se presenta al final.

55
Sergio Alberto López Molina

3. El resultado (La narración)


I
Me imaginaba un albergue totalmente diferente, un lugar más fa-
vorable, casitas más amplias con gas, con piso de cemento, pero
cuando llegamos al albergue veo las condiciones en que estaban,
no tenían ni gas, la mayoría no tenía piso, solo tierra y la escuela
para los niños está en un vagón de tren en medio de dos grandes
complejos.
Algo que me impactó fue ver las casitas, yo no había visto
casitas que fueran de bolsa de plástico negra. Había casitas dividi-
das por ramas, mecates y bolsas. Los baños también son de bolsa
negra, con un balde, ahí se metían a bañar, tenían poquito espacio
y solamente servía uno. Dices: “Con la cantidad de gente que vive
ahí y solamente con un baño en servicio”.
Hay casas sin muebles, tienen solo ponchos para dormir. El
cuarto no tiene camas o tiene una colchoneta para dormir, en un
cuarto hay hasta cinco personas. En la cocina hay sillas, cubetas
o hasta dos piedras sirven de asiento. Una muchacha que apenas
había ido con su novio, creo que la casa no tenía nada porque de
plano no se veía nada, más que una cobija en el suelo, se notaba
claramente ahí dormían.
Las casas huelen a leña quemada, porque cocinan en un
fogoncito, te ardían los ojos y al respirarlo te lastima mucho. La
primera vez, me impacté con el humo de la leña y el polvo, las
condiciones infrahumanas en las que están las personas en los al-
bergues. Eso fue para nosotros que estuvimos poco tiempo, ellos
viven ahí todo el tiempo.

II
Sí vislumbraba los bajos recursos y lugares pequeños, pero me lla-
mó la atención que las casas -si se les puede llamar así-, la mayoría
no tenían puerta. Yo acostumbro tocar la puerta antes de entrar,
entonces a mí eso me impacto porque dije ¿y la seguridad de las
familias dónde está?
No tengo idea de cómo sobreviven en lluvias, estoy segurí-
sima que todo eso se moja horrible y dije no inventes no sé cómo

56
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

le hacen en esas épocas las familias para cocinar sus casas. Que
terrible como país, que habemos personas que tenemos una cama
que lo vemos tan sencillo y que hay cientos de personas que están
a unos kilómetros y no tienen ni siquiera dónde dormir ni nada.

III
Parece que las prioridades son distintas, porque tienen carencias,
pero muchas de las casitas tienen pantallas, todas tienen cable,
teléfonos celulares caros, entonces para mi creo yo que a veces el
que ellos se sientan marginados es como su escape para hacer más
cosas.

IV
Había muchachitas de 16, 17 años y que el marido tenía hasta 25
o 30, entonces estaban ellas chicas y el esposo ya estaba grande.
Otros se veía que estaban super-chicos, muy niños eran papás de
20 22 años y los niños de 6 años. Me decían: “Me llenaron la vida
de palabras bonitas y me casé”. Esos comentarios te hacen tener
una perspectiva de cómo ellas se sienten.
Saqué la cuenta y como que habían tenido un bebé a los 14,
16 y también imaginé que no iban a tener estudios, porque por la
edad apenas terminaron la primaria o la tenían inconclusa.
Una ocasión, estaba encuestando a una señora y había una
niña a su lado que escuchaba atentamente, yo creí que era su her-
manita. Cuando terminé ya me iba a buscar otra casita y de repen-
te la niña me siguió y me preguntó que si a ella no la iba a entre-
vistar y yo le dije: “Ah nena, me vas a llevar con tu mamá”, y ella
me dice: “no, es que yo soy mamá”.
A las mujeres les preguntaba si estaban casadas o en unión
libre o cuál era su situación, me decían: “no pues, nos casaron”, así,
“nos casaron” era como si se denigraba ella misma otras decían:
“me engañaron y me vine a casar”.
Por otro lado, hay varios niños chiquitos no estaban regis-
trados, no tenían CURP, algunos ya de tres años. De hecho escu-
che un comentario de un papá que decía “¿para qué? no es impor-
tante”. Ahí entra también la cultura, porque para nosotros es muy

57
Sergio Alberto López Molina

importante, es tu registro, para todo te la piden, como a ellos no,


entonces no les sirve o no ven necesario tenerla.
Cuando llegaban los hombres de trabajar todo su cuerpo es-
taba negro -esa imagen fue muy representativa-, pero en relación a
las mujeres, ellas me afirmaban cosas antes de que llegara el ma-
rido, cuando llegaba el marido ya dudaban de ellas, la corporali-
dad de las mujeres cambiaba, y ya empezaban hablar en su idioma
náhuatl o en amuzgo. O llegaba el marido y empezaban a cocinar
“porque ya llegó”, como que se cohíben y los miraban para poder-
me contestar.
Una de ellas de repente le habló a su esposo para que me
dijera la fecha de nacimiento de ella, entonces el esposo ya me em-
pezó a contestar todo. Otra señora señora volteó a ver al esposo y
el esposo me dijo “Ah, yo te contesto”, y empezó a contestar él, la
señora se metió y ya no volvió a salir. Y los hombres hacían comen-
tarios como: “Ah, es que ella no se acuerda”.
El tema financiero era el más delicado. El esposo compra
lo que ellas necesitan, pero ellas jamás reciben dinero. Cuando se
aborda el tema de lo económico es el que ellas menos quieren con-
testar “No, yo no sé, es que él…, él es quién que trabaja” ¿Y cuántas
horas trabajan? “No pues, no sé” ¿Y cuánto ganan? Me contesta: “Si
quieres que ahora venga él y te explique y te cuente todo”. Y ya, él
contestaba, pero me decía: “Que no escuche ella cuánto estoy ga-
nando, ni cuánto trabajo”, como que realmente nada sabía la mujer
de su marido, pero el sí de la esposa. Ella ni su nombre tenía con-
fianza de decirme.
Pero también me gustó que hay más mujeres que tienen el
bachillerato terminado y me encontré con dos que tienen carrera
técnica, yo creo que eso es bueno. Les preguntaba también a las
mujeres si saben hacer algún oficio, la mayoría me respondía que
sí, pero muy pocas recibían alguna remuneración económica por
ese oficio y la mayoría trabajaba haciendo labores del hogar.
Porque en “El Cóbano” ninguna tenía estudios, me decían:
“No pues no estudie nada”. De hecho los hijos y las hijas también
veía que los mandaban a trabajar muy chiquitos decían “No, no, a
la escuela no, mejor lo mandamos a trabajar. De mis tres hijos nin-
guno quiso estudiar: el de 3 años, dice que quiere meterse a traba-

58
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

jar como su papá, el niño mediano ya trabaja y tampoco estudia, la


más grande trabajaba en la zarzamora. Yo tampoco quise estudiar
porque mi papá tiene ‘los pensamientos’ de que la escuela no es
importante, porque ellos se las han sabido arreglar con el trabajo
y sin estudio”.
Le pregunté a una señora ¿Tienen prestaciones? y decían
“Ah sí, me prestan dinero” y ya yo les decía: ¿Les dan vacaciones,
aguinaldos, seguro? y contestaban: “No pues no sé, es que mire no
sé a qué se refiere”. Hubo una señora que me dijo “¿qué es aguinal-
do?”, también me encontré con muchos que no tienen seguro de
trabajadores.
En aspectos de acceso a la salud, una señora tenía un hijo
discapacitado, que no podía moverse, se arrastraba. Le pregunté si
lo estaban tratando y me dijo que últimamente no podía llevarlo
porque tiene obligaciones que cumplir, entonces ella le hace las te-
rapias en casa, pero se quedó a medias. En otra familia tenían un
hijo con una discapacidad era auditiva pero también lo mandaban
a trabajar y no le daban la atención especializada porque no tenían
el recurso para hacerlo, pero la mujer si estaba preocupada por
este aspecto, sin contar que tenían otros cinco hijos.
Me encontré a dos personas en diferentes albergues que se
había fracturado una pierna y no estaba trabajando, quien me con-
testó fue la señora: “él no se puede mover ahorita, no está trabajan-
do, tiene seguro pero le dieron cita hasta veintitantos de febrero,
usted cree mientras esta aquí sin poder trabajar y por lo tanto no
tenemos dinero para la comida. Hace un mes que se fracturó, pero
el cabo, ni se ha dado cuenta, ni nos ha dicho nada, y como no tie-
ne servicio de salud, ahí está sin dinero”. Lo que más me llamo la
atención es que tienen 35 años ahí y si te fracturas “ya no me sir-
ves”, o “ya no te hablo a trabajar”.
A otra mujer, la acaban operar de la vesícula y también no
se podía mover y el único baño que hay está lejos y es comunitario
para hombres y mujeres. Ellas tampoco tienen seguro. Yo les decía
que se informen con su cabo para ver si le pueden dar seguro, pen-
sando también en los niños.
En cuanto a temas referentes a violencia, cuando vi los jue-
gos de niñas y niños sus interacciones eran muy violentas. Jugaban

59
Sergio Alberto López Molina

luchitas enfrente de nosotros, las niñas se defendían porque tam-


bién las golpeaban, el niño llegaba las empujaba y la otra se levan-
taba y le daba un puñetazo pero tampoco me gustó que fuera de esa
manera porque me pregunté ¿De donde lo están aprendiendo?
Las niñas traían las manos llenas de piedras y se las avien-
tan entre ellas, llegaba el niño y también le lanzaban piedras, era un
desorden. Una niña que traía piedras apenas podía hablar, me llamó
la atención la edad que tenían y ya estaban jugando con piedras.
Se suma también una violencia sutil, en la que se fomenta
el rol pasivo y de servicio a las mujeres: Una señora estaba sentada
en una hamaca comiendo una mandarina y de repente entró una
niña de 5 años y comenzó a recoger las tecatas porque la señora las
tiraba, la niña las recogía, después cambió a un niño, dobló unas co-
bijas y entonces la señora volvió a tirar las tecatas y la niña volvió a
recogerlas otra vez, volvió a atender a los niños y a atender la casa.

V
Toman decisiones a partir del ejemplo, deciden su vida por una
influencia de lo que creen que está bien y lo que consideran que
es para su bien. Se casan muy chicos, una de ellas muy pequeña,
casi no me supo responder muchas cosas, le habló a su esposo que
también se veía chiquito y ya traen el bebé cargado en brazos.
Algo que no deja de sorprenderme es el desgaste físico.
Cuando calculas la edad de estas mujeres, se ven del doble de la
edad que en verdad tienen. Las condiciones de estas mujeres en
su infancia han repercutido de tal forma que algunas de 28 o 30
aparentan más de 50. Es el desgaste por las condiciones en las que
ellas viven y se desarrollan.
Otro punto es que a la mujer se le extiende su horario de
trabajo. No digo que el trabajo del marido en la caña no sea un tra-
bajo muy pesado, pero se me hace muy valioso que ellas cuidan a
niños y niñas y después cuidan a su marido cuando llega y yo veía
realmente que los maridos trabajan 8 horas, pero cuando llegaban
la mujer los atendía. Ellas tenían un horario de no sé cuántas ho-
ras, pero eran más horas de las que trabajaba el marido
Un proceso diferente es el de la chica que maneja la pipa.
Ella llegó y se metió en una pipa enorme, la movió, le dio reversa,

60
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

de un lado para otro, acomodó la pipa, acomodó las mangueras y


ella sola hizo todo.
Algo significativo es que los papás siempre han vivido al
día. Le dan poca importancia a la escuela. Los niños en el corte
están ebrios todo el tiempo, por lo cual los mandos no les pagan.
Lo mismo pasa con los papeles del seguro. Hace falta un programa
que les lleve maestros o maestras para que terminen con su educa-
ción y así como darles herramientas para que puedan tener aspira-
ciones porque si no simplemente solo se están continuando con el
ciclo. Pensé de repente, son los olvidados y olvidados del gobierno.
Respecto al acceso a salud, algunos cortadores de caña no
tienen seguro, eso sí me preocupó, porque es un derecho que tie-
nes como trabajador y es una obligación que tiene el gobierno de
darle el derecho humano a la salud, pero también es un derecho
laboral, porque está en la ley federal del trabajo, pero no se lo ha-
bían dado.
Niños y niñas jugando a golpearse, realmente en todo el
momento que estuve ahí, estaban jugando de golpes o aventarse o
cositas así. Los niños golpean al más vulnerable y se burlan entre
ellos, pero yo no lo miré como amenaza porque no sé si así se lle-
ven, no puedo meterme y decirle no le pegues porque tal vez así
estaban jugando, entre las mismas mujeres decían “Ya metete”, “Ya
me tienes harta” “Ya me tienes hasta la madre”.
Los niños están acostumbrados a eso, es un tipo de violen-
cia psicológica que a la larga te queda, normalizamos la violencia
porque yo también lo puedo ver normal, pero desde un punto de
vista de la teoría y escuchas lo que en verdad dicen, es chiquito es
tipo de violencia que si afecta a la larga.

VI
A las mujeres yo les preguntaba: ¿Usted trabaja o es ama de casa? y
después empecé entrar en conflicto por preguntarles de esa mane-
ra, pues ellas trabajan todo el día dentro de su casa, entonces em-
pecé a cambiar como el discurso y les preguntaba ¿Trabaja usted
dentro de casa o fuera de casa?
De alguna manera si inviertes tu tiempo en el estudio, en
una carrera, tendrás mas ingresos. Pero tal vez ellos como viven al

61
Sergio Alberto López Molina

día, tienen dinero para comer al día, entonces no puede pensar que
en 6 años voy a poder ganar más de lo que gano ahorita si estudio.
Su discurso era que la educación tiene un valor agregado y
que va a permitir que mejore su posición social. Pero también debe
considerarse que no necesariamente es a través de la educación
que habría que cambiar el chip, porque ellos ¿a qué hora pasan por
la escuela?, hay otras estrategias con las cuales alguien se puede
empoderar. Hay mucho potencial para ser que las mujeres salgan
adelante.
Considero que deben invertir en cosas que realmente nece-
sitan. Invertir en comprar costuras e hilos para irse a vender. Creo
que sería importante realizar una administración de recursos en
donde puedan hacer consciente que si les llega un dinero lo voy a
invertir para crear más dinero, para finalmente invertirlo en estu-
diar. No pensar en que tienes 100 pesos ¿dónde me los voy a gastar?
en lugar de eso ahorrar, pero esa es la cultura.
Son condiciones de vulnerabilidad y condiciones de trans-
misión generacional de la pobreza. Doy prioridades a cosas que no
importan mucho porque como tienen para comer, tienen para so-
brevivir. Finalmente es la población quienes deciden cuales son ne-
cesidades y cuáles son sus prioridades.
Respecto a las dinámicas violentas como parte de la vida co-
tidiana. El niño llora y le dan un “sape”, o le gritan “Metete” o “es
que tú no sirves para nada”, ese tipo de violencia comienza desde
la pareja y por eso creen que así pueden tratar a los niños es la ley
de la teoría sistémica conforme fui tratado, trato a mi pareja, trato
a mis hijos.
Ahora bien, desde un enfoque de derechos humanos las di-
námicas familiares sería un tipo de violencia, pero hay una línea
que no es muy clara entre que respetan usos y costumbres, y enton-
ces, dentro de usos y costumbres esta poderse casar.

VII
Cuando se pedía información de la encuesta una señora empezó
a contestar, pero luego la hija preguntó: “¿A ver para qué es esto?”
“¿Y qué quieren?’ “¿Por qué vienen?” Es una mujer que se está de-
fendiendo de no ser entrevistada. Pero esto también lo cuidaban

62
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

los jornaleros al decir cuánto ganaban. Uno que tenía 18 años y


trabajaba más de 12 horas y ganaba como $4,500 a la semana era
el único que me tocó con esa cantidad. O si los hijos trabajan, pero
ellos no nos decían si cooperan con la casa. En el cuestionario se
preguntaba sí alguien más cooperaba en casa, contestaban que no.
En el caso de los niños, cuando íbamos a comer, por respeto
nos subimos a la camioneta y aun así, los niños fueron y nos dije-
ron: “¿Me regala una torta?”, pero llevaban en la mano sus taquitos,
su plato, porque era la hora de comida y también estaban comien-
do. Están acostumbrados a pedir, con aquella carita como de ham-
bre, que te conmueve.
Esto ya es un tema conocido por las trabajadoras del Cen-
tro EMALUR, porque una vez que nos acompañó una maestra dijo:
“oye, tengo un montón de dulces y me regalan más, hay que lle-
var para regalo”, entonces la trabajadora del centro nos dijo: “No,
porque imagínate que no te alcancen para todos, además los pre-
disponen a que si ven la camioneta lo van asociar a que vienes a
regalar algo”.

VIII
Con la información que dan no se puede determinar si realmente
cooperan los hijos o no lo mencionan porque esperan algo a cam-
bio. Muchas veces aplican eso de “mientras más vulnerable me
vea, me podrían dar algo”. Por lo tanto, no se podría asegurar si era
cierto lo que les pagaban o quiénes colaboraban, o si solamente te-
nían ese discurso porque estaban esperando algo.
Si digo que no tengo, quizá pueda recibir algo. Es esa depen-
dencia a esperar algo. Sí se encuentran en una necesidad extrema,
pero lo malo es que se acostumbran a ello. Entonces, en lugar de
trabajar mucho, te esfuerzas poquito, porque esperas algo.
A veces también entras en conflicto con eso, porque hay
personas que lo necesitan y hay otras que no, entonces ¿qué ha-
ces? ¿si procedes o no procedes?

63
Sergio Alberto López Molina

IX
Se presenta una contradicción en la cantidad semanal de dinero
que “dicen” que ganan. Porque hay quienes tienen mucha expe-
riencia y cortan mucho más rápido, y obviamente los niños ganan
menos están más chiquitos.
Preguntarles sobre los aspectos financieros les genera in-
seguridad. La inseguridad es un conflicto, de ellos, porque somos
extraños y la inseguridad de nosotros porque ellos también son ex-
traños para nosotros. Para nosotros era importante que contestaran
las preguntas de las encuestas, para ellos era importante lo que íba-
mos hacer con esa información. Nosotros somos el lente extraño,
porque cuando hablan náhuatl o hablan entre y ellas, saben que
no las entendemos. Eso te hace sentirte extraño, con lo que escu-
chas y observas.
Hay quienes están ganando el doble de lo que nos repor-
tan. Se protegen al no reportar tanto, porque si la encuesta es para
que me llegue un apoyo pues no lo voy a desaprovechar y es una
forma de aprender a vivir del sistema. Es una forma de poder, hay
actoras en Argentina como Mabel Burin que habla del poder de la
manipulación que aprenden los niños a pedir las mujeres a pedir y
a recibir y los hombres también a través de decir “ganamos tanto”
Pero ellos mismos están manipulando la información es una forma
de ejercer el poder, una forma de resistir.
Si lo vemos así y si lo vemos desde este enfoque quiere de-
cir que tienen forma de cambiar, que no todo está perdido que no
hay desesperanza aprendida, sino que están aprendiendo a mani-
pular a la gente que tiene poder sobre ellos y es una forma de decir
“tú me das esto pero toma yo te hago esto” es una forma de resis-
tencia pero también es una forma de agencia.

64
De lo observable a lo oculto: La narración colectiva como herramienta ...

4. Índice
I Casa de bolsas negras
II Acostumbro tocar la puerta antes de entrar
III Prioridades distintas
IV “Pensamientos” de que la escuela no es importante
V Los olvidados del gobierno
VI ¿Trabaja o es ama de casa?
VII Con carita de hambre
VIII Carrera por la vulnerabilidad
IX Formas de agencia y resistencia

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Ricoeur, P. (2009). Tiempo y narración I. México: Siglo XXI.

65
Capítulo 3
Implementación de un método
feminista en la construcción de la
masculinidad de hombres migrantes
María Fernanda Enríquez Valencia

1. Introducción

E n este capítulo planteo la utilización de un método feminista


desde una metodología cualitativa para conocer cómo se cons-
truye la masculinidad desde las experiencias de las mujeres mi-
grantes. Este método es coherente con la política y ética de los pro-
yectos feministas, en particular con el dar voz a las mujeres y a su
perspectiva en cuanto a cómo se construye la masculinidad de los
hombres migrantes, con los cuales las mujeres viven y conviven
en el Albergue cañero del Trapiche, Colima, Col. De igual manera
presento algunos resultados vinculados al método utilizado, para
ejemplificar el tipo de respuestas que surgen al llevar a cabo una
investigación feminista con un objeto de estudio tal como lo es la
masculinidad. Al final del capítulo, agregué un apartado de impli-
cación que me incluye a mí como sujeta de esta investigación, a
través de mis propias experiencias con la masculinidad. Este apar-
tado clarifica el por qué considero necesario incluir la implicación
en cualquier investigación, como un intento de objetividad y neu-
tralidad de la información que se proporcione.

67
María Fernanda Enríquez Valencia

Los objetivos de este capítulo son proponer el uso de un mé-


todo feminista para analizar la construcción de la masculinidad de
los hombres migrantes del albergue cañero del Trapiche, Colima,
Col. Los objetivos específicos son: Analizar la construcción de la
masculinidad de los hombres migrantes a través de la narrativa de
las mujeres migrantes y relacionar los resultados encontrados con
el método utilizado.
Hago la aclaración de que el uso del método feminista, me
permite escribir en primera persona, por lo que este capítulo será
escrito así, a diferencia de los demás.
Igualmente, a lo largo de este capítulo muestro otras estra-
tegias metodológicas como: el tiempo de interacción con la comu-
nidad, lo cual nos permitió generar confianza y vínculos para po-
der construir conocimiento en conjunto con ella; la horizontalidad
en las relaciones con las personas, el respetar la toma de decisio-
nes de las mujeres, desarrollar las técnicas para construir la infor-
mación que se requiere para la investigación adaptándonos noso-
tras al espacio, actividades y horarios de las mujeres y no al revés.
Estas estrategias me permitieron analizar, desde la perspectiva de
género, la construcción de la masculinidad, evidenciar la situación
que viven las mujeres migrantes en relación a su situación como
migrantes indígenas, el tipo de relaciones que tienen con los hom-
bres, la situación que viven los hombres, así como visibilizar, sin
incurrir en la manera de lo posible en sesgos androcéntricos y se-
xistas, sobre los problemas de la violencia vivida en el albergue.
Para la elección de un método feminista, retomé a Bartra
(2012) autora que afirma que este método permite desarrollar co-
nocimientos nuevos y distintos sobre cualquier aspecto de la rea-
lidad, que difícilmente se obtendrían con otro método, dado que
estos tendrán un carácter androcéntrico o sexista. Este método es
menos parcial, menos ciego, es crítico. Se fundamenta en la Teoría
Feminista, misma que es crítica. Esta teoría tiene como finalidad
dar un nuevo orden, equitativo, que permita el cambio y la flexibi-
lidad en los quehaceres, prácticas, expresiones, etc. en relación a
la estructura y jerarquía de los géneros, así como visibilizar la opre-
sión que viven las mujeres. La base de este paradigma es la crítica
social, y la relación lógica entre lo teórico y lo práctico que plan-

68
Implementación de un método feminista en la construcción ...

tea no ignorar los juicios, valores e intereses sociales. Tiene como


objetivo, comprometerse a promover la transformación y el cam-
bio social en las comunidades, respondiendo sus problemáticas y
promoviendo la participación de las personas que las conforman.
Parte de la acción- reflexión de los integrantes de la comunidad
(Alvarado y García, 2008).
En esta investigación, al referirme al “método feminista”,
parto de que el “método” es la vía construida, que nos lleva al co-
nocimiento, un procedimiento planeado que nos permite acercar-
nos a la realidad. El quehacer feminista, dentro de las ciencias y
las humanidades, construye caminos propios para conocer la rea-
lidad, métodos de descubrimiento, según Helen Longino con estos
métodos se busca obtener información de los mundos natural y
social, que no se puede obtener con métodos experimentales o tra-
dicionales (Bartra, 2012).
Dentro de las características de este método está el romper
con la metodología tradicional proceso metodológico tradicional
que se fundamenta en teorías que no consideran cómo se cons-
truyen las relaciones jerárquicas de opresión-subordinación entre
hombres y mujeres; sus intereses políticos (por lo que se ha deno-
minado feminista) reflejando explícitamente la relación entre po-
lítica y ciencia.
En esta investigación el interés político, es considerar a las
mujeres como sujetos activos, dándoles voz y valor a lo que expre-
san, además del poder de expresar lo que por años se ha elegido
que expresen otros sujetos que no sean mujeres, el poder de gene-
rar conocimiento y discurso, así como de evidenciar otros aspectos
referentes a la violencia relacionada o vinculada a la masculinidad,
a la paternidad, al consumo de alcohol, entre otros elementos, que
los hombres, insisto pudiesen no exponer o visibilizar. Las mujeres
podrían completar las piezas faltantes que se han intentado histó-
ricamente buscar en otros espacios, con otros sujetos masculinos,
para completar el rompecabezas de la masculinidad.
Otras características que involucra este método es el tener
conceptos y categorías específicos para ser utilizados en una inves-
tigación de carácter feminista, por ejemplo, violencia, patriarcado,
opresión y/o explotación de las mujeres, trabajo doméstico invisi-

69
María Fernanda Enríquez Valencia

ble, modo de producción patriarcal, discriminación sexual, sistema


sexo/género, desigualdad de género, mujer (en singular y en plu-
ral), género, relaciones entre los géneros y empoderamiento. Este
método tiene un objeto de estudio en particular, que según Margrit
Eichler (S.f) son las mujeres, los hombres y el género, aunque en
realidad este tipo de investigación no sexista puede realizarse so-
bre cualquier objeto de estudio, manteniendo el compromiso de
mejorar la condición de las mujeres considerando la división social
por géneros y su jerarquía (Citado en Bartra, 2012).
Este método surge de la Teoría feminista, que es todo pen-
samiento y práctica social y jurídica que tiene como objetivo evi-
denciar y erradicar la situación de opresión que viven las mujeres
en su día a día, fomentando el cambio social y el exigir que se ga-
rantice la igualdad de derechos y oportunidades en todos los seres
humanos. A finales de los años setenta y principios de los ochenta,
algunas científicas, entre ellas la física Evelyn Fox Keller, vincula-
ron feminismo y ciencia, apostando que el feminismo aporta una
mayor objetividad a la ciencia (Bartra, 2012).
Desde el nacimiento de este movimiento y hasta el siglo
XX, los discursos feministas, reclaman que se reconozca la indivi-
dualidad, libertad e igualdad femeninas y nuestra condición de su-
jetas de derecho autónomas y racionales (Heras, 2009).
El Feminismo como movimiento social y teórico, surge vin-
culado a la Ilustración, época en la cual se instaura un nuevo or-
den político y social basado en la autonomía y reconocimiento de
la dignidad humana y el goce de los derechos humanos aplicado a
todos excepto hacia los grupos más vulnerados entre estos, las mu-
jeres. El objetivo de estas propuestas teóricas durante ese periodo,
era hacer evidentes las incoherencias y contradicciones del discur-
so ilustrado, así como los feminismos posteriores han mostrado las
incongruencias de los discursos teóricos y de las prácticas sociales
dominantes. Esta primera ola de argumentación y activismo femi-
nista se vincula a la Teoría de los derechos humanos. Esta teoría
ha evolucionado y hecho cambios incluyendo el de la noción de
igualdad gracias a las aportaciones de los movimientos de mujeres
(Heras, 2009).

70
Implementación de un método feminista en la construcción ...

María Leonor Suárez Llanos (s.f) hace una clasificación de


las propuestas feministas diferenciándoles en dos categorías: por
un lado, el feminismo domesticado o de la igualdad, que incluye el
socialista y marxista. Algunas particularidades de este feminismo
son: pensar que todos los seres humanos son individuos iguales y
que las diferencias observadas son consecuencia de las relaciones
de dominación, Ana de Miguel (s.f) afirma que la situación de las
mujeres es definida como desigualdad y no como opresión o ex-
plotación; pretende extender las categorías de análisis y definición
masculinas a las mujeres, afirmando que estos poseen el mismo
estatus; sostiene que la opresión de las mujeres se debe a la her-
mandad entre los sistemas patriarcal y capitalista. El feminismo
socialista ha construido un complejo entramado teórico y muchos
de los conceptos y debates que han aportado, como “la doble explo-
tación” o “el salario del ama de casa”, que son aún vigentes y apli-
cables en nuestro contexto (Citado en Heras, 2009).
Por otro lado, el feminismo de la diferencia (desde el cual
surge el posicionamiento de esta investigación) reclama la quiebra
del entramado político-social, científico, ontológico y epistemoló-
gico del sistema patriarcal, porque ese entramado supone la domi-
nación de la perspectiva masculina sobre la femenina. Desde este
feminismo se defiende, por un lado, que la causa de la desigualdad
real entre mujeres y hombres es la caracterización patriarcal de la
mujer y los esfuerzos feministas por igualarnos a ambos géneros
y, por otro, que las mujeres ni quieren ni pueden insertarse como
iguales en un mundo proyectado por los hombres (Heras, 2009).
Frances Olsen (s.f, citado en Heras, 2009) consideran que este fe-
minismo incluye: al feminismo radical, cultural y de la diferencia.
El feminismo radical surge en los sesenta. En el plano teórico, des-
tacan dos obras fundamentales publicadas en 1970: Política Sexual,
de Kate Millet y La dialéctica de la sexualidad, de Sulamith Firesto-
ne, obras que acuñaron conceptos fundamentales para el análisis
feminista posterior, como patriarcado, género y casta sexual.
Aunque la teoría radical es producto de una comunidad de
feminista con diferentes perspectivas teóricas, Kathleen Barry afir-
ma que llegan a un consenso que establece que es en el poder del
sistema donde se gesta, justifica, avala y permite la subordinación

71
María Fernanda Enríquez Valencia

de las mujeres. Ana de Miguel señala que las feministas radicales


revolucionan la teoría política porque analizan las relaciones de
poder que estructuran la familia y la sexualidad, denunciando que
es en la institución familiar, donde se reproduce el dominio pa-
triarcal y donde los varones aprenden a naturalizar y aceptar los
beneficios económicos, sexuales y psicológicos que reciben de ese
sistema de opresión. También denunciaban la dominación sexual
que permea toda la sociedad y evidenciaban que las mujeres son
oprimidas simplemente por el hecho de ser mujeres (Heras, 2009).

2. Construcción del objeto de estudio: ¿Cómo


y para qué estudiar la masculinidad?
La masculinidad se ha estudiado para entender y comprender la
realidad y relación que existe entre los géneros, en los estudios de
lo femenino y lo masculino se analiza el carácter social, político,
económico y cultural en relación al género. Actualmente la mascu-
linidad también se investiga para evidenciar cómo se ha justifica-
do históricamente “natural” el ejercicio de dominación y violencia
ejercidas con mayor frecuencia, de parte de los hombres hacia las
mujeres. Para esta investigación consideré que ignorar estas ca-
tegorías de análisis, me haría reincidir en las investigaciones que
disfrazan la realidad de supuesta neutralidad, poniéndose el título
de objetividad, cuando la objetividad no es algo que podamos decir
caracterice las perspectivas desde las que se ha analizado la mas-
culinidad (Corres, 2012).
Para el feminismo, los estudios sobre varones y la mascu-
linidad, tienen como objetivo generar otro tipo de conocimientos
y tener un compromiso político y ético con el cambio social. El
conocimiento feminista se fundamenta en los objetivos que per-
sigue, se nutre de la búsqueda de la igualdad, equidad, emancipa-
ción, libertad o la autonomía de las mujeres para lograr relaciones
igualitarias entre ellas y en relación con los varones. No todas las
investigaciones sobre la masculinidad tienen mismos objetivos, sin
embargo, esta investigación sí los comparte (Tena, 2012).
El para qué estudiar la masculinidad desde una investiga-
ción feminista, lo retomaré en este estudio como lo describe Oli-

72
Implementación de un método feminista en la construcción ...

via Tena (2012) para saber cómo se construye, vinculándonos con


sus sustentos epistemológicos y enclaves metodológicos, teniendo
una ética y política feministas encaminadas a la eliminación de los
sistemas de opresión hacia las mujeres y al logro de relaciones cre-
cientemente equitativas hacia la igualdad entre los sexos.
Esta autora considera que el estudio de la masculinidad fun-
ge como una herramienta de análisis útil para abordar los aspectos
materiales y simbólicos que le definen como modelo hegemónico,
cómo se construyen los cuerpos de los varones, el significado de
“ser hombre”, las estructuras entre varones y de varones y muje-
res, las condiciones tanto individuales como estructurales ligadas
al significado de ser varón en diferentes espacios y tiempos. Ade-
más, permite distinguir algunos obstáculos para la eliminación de
prácticas culturales y sociales opresivas hacia las mujeres, lo cual
puede ser considerado como una herramienta del método feminis-
ta y como señala Sandra Harding en 1989, útil para la agenda polí-
tica feminista.
Respecto al cómo se ha investigado la masculinidad, hay
bastantes investigaciones publicadas sin perspectiva de género,
desde la década de los cincuentas, algunos trabajos se encuentran
en algunas revistas de ciencias sociales en Estados Unidos sobre
estudios de los varones y su rol sexual masculino (Tena, 2012).
Las teorías que han dominado desde ese entonces tanto el
discurso sociológico como el psicológico han sido “la teoría funcio-
nalista de los roles sexuales” y “la teoría de la familia nuclear”, que
no consideran las relaciones de poder, sino relaciones “comple-
mentarias” entre los roles masculinos y femeninos, partiendo de
definiciones normativas sobre la masculinidad y la feminidad. He-
llen Hacker fue una teórica del rol de esa época, que incluyó en su
desarrollo teórico conceptos como el de dominio y opresión, evi-
denciando el ejercicio de estas dos acciones sobre las mujeres. Es
en los ochentas, que los varones se convirtieron explícitamente en
objetos de estudio desde una perspectiva de género y en los años
90 de acuerdo a Elsa Guevara, en México, surgen las primeras re-
flexiones teóricas y políticas sobre varones (Citado en Tena, 2012).
La masculinidad ha sido estudiada desde dos caminos y ob-
jetivos diferentes, uno hace referencia a los movimientos de varo-

73
María Fernanda Enríquez Valencia

nes y otro a los grupos de varones y, dentro de éstos, a los estudios


sobre varones y masculinidades. Los movimientos de varones rea-
lizan actividades organizadas y reivindicativas, donde los varones
son el centro de interés, y el objetivo es reclamar la recuperación
de los privilegios perdidos o a demandar el ejercicio de algunos de-
rechos que sienten desatendidos ante los avances de las mujeres.
Estos movimientos surgen y se manifiestan como reacción ante los
avances de las mujeres en el ejercicio de sus derechos, a partir de
los movimientos y estudios feministas. Un ejemplo es la corriente
mitopoética que reproduce los estereotipos de la masculinidad tra-
dicional. Los men’s rights enfocan su discurso, en defender a los
hombres contra algunas disposiciones legales relacionadas con la
custodia de los hijos, divorcio, violencia, etcétera (Tena, 2012).
El otro sendero recorrido, Robert Connell (s.f Citado en
Tena, 2012) lo denomina como “grupo de varones” difiere en sus
objetivos y manifestaciones de los otros grupos, procura derribar
los supuestos patriarcales que mantienen la opresión de las muje-
res. Estos grupos buscan desmontar el actual modelo, denominado
por este mismo autor en 1987: masculinidad hegemónica, para lo-
grar la igualdad de trato entre varones y mujeres. Reconocen, las
injusticias de género y son autocríticos respecto de su propio ejer-
cicio del poder. Algunos de estos grupos surgen de la reflexión y
conocimiento feminista, otros se organizan según sus vivencias y
autorreflexiones sobre la masculinidad hegemónica. Los grupos de
varones surgieron en los años setenta en países escandinavos y en
Estados Unidos nombrándose como “antisexistas”, “profeministas”
a partir de los años noventa en Estados Unidos y en Europa, por
apoyar explícitamente las reivindicaciones de las mujeres.
Recientemente en los países latinos y en España se les llama
“Hombres por la igualdad”. En las universidades de Europa, Nortea-
mérica y América Latina, se ha generado investigación y reflexión
académica desde una perspectiva de género, muchas veces están
insertos en la investigación feminista en la que surgieron, y tratan
aspectos sobre la condición masculina a través de los llamados “es-
tudios críticos sobre varones y masculinidades” (Tena, 2012).
La Construcción de la Masculinidad (CM) ha sido estudiada
desde diferentes perspectivas y se han encontrado una diversidad

74
Implementación de un método feminista en la construcción ...

de significados y prácticas del “ser masculino”, con características


particulares en las cuales coinciden algunos autores. Algunos estu-
dios encontrados sobre la construcción de la masculinidad de los
hombres migrantes, son los que expondré a continuación.
El estudio más significativo encontrado sobre la CM en
hombres migrantes fue realizado por Valdés (2015), en el munici-
pio zapoteco de San Bartolomé Quialana, caracterizado por su tra-
dición migratoria, los sujetos participantes eran hombres migran-
tes y no migrantes, de distintos grupos de edad, mujeres y niños,
siendo las mujeres quienes generaron más confianza y compartie-
ron más información en las entrevistas a profundidad a diferencia
de los hombres.
La metodología fue de naturaleza cualitativa, el trabajo de
campo se centró en técnicas como la observación participante, los
talleres participativos y la entrevista a profundidad, así como dos
talleres de fotografía, de los cuales se obtuvieron significados de las
masculinidades en la comunidad, las relaciones de género, la mi-
gración y de los cambios que esta implica, durante los mismos. El
objetivo de esta investigación era conocer el papel que jugaban los
cambios en las masculinidades de los hombres de ese lugar en las
transformaciones en las relaciones de género, cómo se construía la
masculinidad en esa comunidad, cómo se transformaba o qué ele-
mentos permanecían de las masculinidades, qué papel tenían los
procesos migratorios en las transformaciones de las masculinida-
des de los hombres migrantes, qué ocurre en el proceso de migra-
ción y qué cambios se generar en este proceso y por último, cuál
es la perspectiva de los cambios que ocurren en las masculinidades
otros integrantes de la comunidad, como las mujeres y los niños.
El hecho de que, en esa investigación, las informantes cla-
ves fuesen mujeres, para conocer a través de ellas cómo se cons-
truyen y transforman “las masculinidades”, es lo que me hizo pos-
tularle como el estudio encontrado más relevante para esta pro-
puesta metodológica, aunque destaco que eligen a la mujer como
informante secundario, de la cual se busca obtener un mínimo de
información, pues de sus objetivos, el que se dirige directamente a
mujeres y niños es únicamente el último. Las técnicas estaban pla-
neadas para obtener información observando y entrevistando a los

75
María Fernanda Enríquez Valencia

protagonistas sobre el “ser masculino” aunque sí se destaca que las


mujeres aportaron más información que los hombres, lo que da un
punto clave para la realización del trabajo con mujeres.
Otra de las investigaciones encontradas fue realizada por
Torres y Rodríguez (2018) la metodología en este trabajo fue cuali-
tativa, eligiendo el estudio de caso, como método, sobre un joven
que emigra por amor y motivos conyugales para establecer una re-
lación de pareja. Para la recolección de información se aplicaron
entrevistas, centradas en las experiencias de la infancia y la juven-
tud y las múltiples dimensiones de la masculinidad, para lo que re-
currieron a los indicadores de la “matriz de rasgos prototípicos de
masculinidad”, desarrollada por Collin (2007), que consta de tres
posibilidades de masculinidad: núcleo duro, intermedio y suave;
con base en 12 indicadores: proveedor, coito, parejas, relación con
los hijos, trabajo doméstico, afecto, violencia, riesgo, alcohol, espa-
cio público, poder y deporte.
También se obtuvo el relato de la experiencia migratoria del
participante en Estados Unidos, en el que se buscaron malestares
referentes a los mandatos de la masculinidad hegemónica y el es-
tereotipo del varón migrante, en función de la propia identidad
masculina y la de quienes le rodean. Por último, en la realización
de una tercera entrevista, se buscó obtener retroalimentación de
su lectura de una versión previa de este trabajo, que recogía el aná-
lisis basado en el relato de su vida. En esa última entrevista tam-
bién participó, Rose, su pareja actual, lo que permitió la obtención
de su propio punto de vista.
En esta investigación igualmente se analizan aspectos o ele-
mentos que dan cuenta del cómo se construye la masculinidad, así
como busca puntos de en encuentro de esta con las condiciones
de migración de ese participante. Me parece interesante que ha-
yan considerado a su pareja actual, mujer, para compartir su punto
de vista respecto a lo que anteriormente había expresado el parti-
cipante, su pareja, aunque igualmente el protagonista sigue sien-
do el varón, y las experiencias relatadas que expone la mujer son
secundarias, incluso aquí considero que incluyen a su pareja por-
que de eso trató ese estudio de cómo el varón emigra “por amor”,
por lo que lejos de querer la perspectiva de Rose, como mujer que

76
Implementación de un método feminista en la construcción ...

puede aportar, visibilizar, brindar elementos a la construcción del


“ser masculino”, Rose, es entrevista como pareja del participante
protagónico.
Por último, revisé el trabajo de investigación de Vega (2009)
que tuvo como objetivo general discutir si los estudios de mascu-
linidad aportan algo al fenómeno migratorio. Este autor expuso al-
gunos estudios referentes a la migración, así como los resultados
de estudios que se han llevado a cabo sobre la construcción de la
masculinidad. También hizo uso de entrevistas o casos de estudio,
para brindar información sobre la manera en cómo viven, en for-
ma cotidiana, los varones migrantes, aunque los mismos resulta-
dos aportaron información de las mujeres diferenciándolas de al-
gunas experiencias o situaciones injustas que ellas viven a diferen-
cia de los varones.
En los resultados, encontré algo importante para ser consi-
derado como estrategia en esta investigación, ya que Vega expone
que “la masculinidad no es una categoría inmutable para reflexio-
nar acerca de los hombres, esta categoría se ha venido constru-
yendo socialmente e incluye, también, a las mujeres” (p.64). Esta
inclusión de la que habla Vega la interpreté por conveniencia y
haciendo evidente que se debe involucrar a las mujeres como in-
formantes clave de la construcción de la masculinidad, dejando los
papeles secundarios que se le han dado respecto a ello y posicio-
nándolas como informantes protagónicos en estas temáticas.
Estos estudios revisados, que fueron los que más podían re-
lacionarse con el objeto de estudio de esta propuesta metodológica,
están encaminados a cumplir con objetivos diferentes, y compren-
der aspectos del objeto de estudio diferentes a los que se propon-
drán en los apartados posteriores.
La línea de investigación no rompe demasiado con otros tra-
bajos sobre la construcción de la masculinidad, desde un enfoque
cualitativo, donde los varones son los protagonistas e informantes
clave, lo cual nos lleva hacia un camino un tanto sesgado, ya que
respecto a un objeto de estudio estamos obteniendo información
sólo de un grupo, un grupo que fue socializado para hacer y decir
o no decir, y justificar ciertos aspectos, e ignorar otros.

77
María Fernanda Enríquez Valencia

Considero que para que el rompecabezas se complete se


debe tomar en cuenta que hay más informantes clave en el univer-
so de estudio que pudieran darnos piezas faltantes para visualizar
a nuestro objeto, “la masculinidad”. Las perspectivas desde las cua-
les se abordaba la masculinidad no eran feministas, y tampoco se
utilizaron métodos feministas para las mismas.
Si bien el feminismo se ha centrado en estudiar a la mujer
en diferentes campos sociales, des- cubriendo a la mujer como su-
jeto social y objeto de estudio, es a partir de la teoría feminista que
se inician los primeros cuestionamientos sobre la identidad mas-
culina, los varones gradualmente se interesaron en estudiarse a sí
mismos como sujetos “generizados”, des-cubriendo al varón igual-
mente como construido por la cultura. Las reflexiones feministas
surgidas en la academia, en el proceso de construir y descubrir
una epistemología y metodología alternativas, han incluido a los
varones en su discurso, sin embargo, a estos estudios se les ha lla-
mado “estudios de mujeres” aunque ha sido investigación feminis-
ta acerca de los sistemas de género que reproducen y mantienen
una condición femenina subordinada y una condición masculina
dominante y opresiva (Tena, 2012).
También concluyo de este apartado que los/las investigado-
ras se han tardado en investigar a la masculinidad desde una pers-
pectiva de género y teniendo una visión de la misma como algo
construido social y culturalmente, aspecto que se retoma del femi-
nismo de la segunda ola, con la publicación en 1949 del “Segundo
Sexo” de Simone de Beauvoir, obra que intenta construir una teoría
explicativa de la subordinación de las mujeres desde una investi-
gación interdisciplinar, que defiende que la mujer es construida
socialmente más que biológicamente, y que la construcción de la
sociedad y de los seres humanos es masculina y excluye a la mujer.
A pesar de que esta autora hablaba de la mujer como un ser cons-
truido socialmente, este análisis igual fue necesario para analizar
las elaboraciones teóricas posteriores acerca de la masculinidad,
como algo ya no biológico sino construido (Heras, 2009).
En esta investigación la masculinidad será entendida, desde
la categoría “género”, acuñada por el feminismo, que refiere a las
atribuciones de características y significados diferenciados y jerar-

78
Implementación de un método feminista en la construcción ...

quizados a mujeres y hombres, basándose en estereotipos que va-


rían según el lugar y época sobre lo que es y debe ser un varón o
mujer, es decir, la construcción socio-cultural que se hace sobre los
géneros (Montero, 2006). Particularmente hago uso de la descrip-
ción que hace Minello (2002) acerca de la masculinidad. Este autor
ha encontrado que hay diversas formas de expresarla, que cam-
bian y varían según el contexto y la vida del propio sujeto. Además,
afirma que, aunque la masculinidad se exprese de diversas formas,
la norma es el dominio sobre las mujeres, influido por la organiza-
ción social, la clase/estrato social, la etnia/raza, la etapa del ciclo
de vida, las características regionales, etc., en las que se encuentre
el sujeto de estudio.
Para este autor, la masculinidad es muy poco individual,
que, si bien las emociones y conductas son individuales, particula-
res e irrepetibles, tanto hombres como mujeres están dentro de un
sistema con estructuras simbólicas, sociales, culturales y económi-
cas que trazan caminos específicos que deben recorrer.
Postula también que la masculinidad es independiente a los
otros ejes de diferenciación, aunque estos son tomados en cuenta
para esta investigación refiriéndonos a la propuesta iniciada por las
teorías feministas en la década de los setentas, “la interseccionali-
dad”, que permite analizar los diversos tipos de opresión que cual-
quier individuo enfrenta, no solo según su sexo/género, sino tam-
bién su raza, clase, lengua, cultura, sexualidad, procedencia, edad,
discapacidad. La discriminación múltiple que puede sufrir un hom-
bre, por ser en este caso indígena, obrero, de piel oscura, viejo, dis-
capacitado, etc. ha sido contemplado y tratado de manera intersec-
cional, valorando y visibilizando cada opresión (Hernández, 2017).

3. Método
En este apartado expondré la forma en la que implementé el
método feminista, de corte cualitativo, en esta investigación. La
metodología cualitativa hizo que se pudiera profundizar en la in-
formación que se buscaba obtener con un menor número de casos
(Ríos, 2012) buscando comprender la realidad desde la perspectiva
de sus protagonistas (Pérez, 2001, citado por Quintana y Montgo-
mery, 2006), las mujeres migrantes, en este caso.

79
María Fernanda Enríquez Valencia

Una de las prácticas que se realizan desde este método es


la “deconstrucción”, es decir analizar meticulosamente y cuestio-
nar lo que ha sido publicado para descubrir los sesgos sexistas e
intentar corregirlos. Significa también desarmar las bases de las
disciplinas desde su androcentrismo e intentar la construcción de
nuevas, no sexistas y no androcéntricas (Bartra, 2012). Esta inves-
tigación utiliza esta práctica ya que se busca crear una perspectiva
que retroalimente o re construya el significado que se le ha dado
a la masculinidad, dándole voz a las mujeres y cómo ellas la cons-
truyen en un contexto determinado.
A través del método tuve más acceso a las narrativas per-
sonales, lo que posibilitó la recolección de información en mayor
profundidad, y pude captar las particularidades y relaciones coti-
dianas del contexto investigado. Esto me permitió contemplar con
más amplitud la complejidad de la masculinidad, ya que, al ser crí-
tico, considera que existen diversas verdades sobre cualquier tema
u objeto de estudio, en este caso la masculinidad tiene un vínculo
al análisis y discusiones de los feminismos, y como no toda inves-
tigación lo expone, pero si como todo hacer científico, este método
es también político-ideológico (Narvaz, & Koller, 2006; Burr, 2003,
citado en Beiras, Contreras, Casasanta, 2017).
Para llevar a cabo este método, llevé a cabo las fases que
propone Eli de Gortari, que conforman un único método general o
procedimiento lógico para obtener conocimientos: 1, la fase inves-
tigadora, 2, la de sistematización y 3, la expositiva, en este capítulo
únicamente se expondrá hasta la fase de sistematización.

3.1 Fase Investigadora


En la fase investigadora se utilizan métodos particulares de inves-
tigación desde esta visión feminista. Conducirá a la investigadora/
or a desarrollar esta fase de diferente manera a otro método, ya
que prioriza ciertos aspectos y no otros, utiliza un marco concep-
tual diferente, elige determinados problemas a investigar que con-
tribuyan a transformar la condición de las mujeres, además en esta
fase se usan las técnicas específicas que se van eligiendo de acuer-
do con el objeto a investigar, su selección como en otros métodos,
dependerá del punto de vista que se adopte (Bartra, 2012).

80
Implementación de un método feminista en la construcción ...

Desde la selección de las participantes, comencé con esta


fase, en la que se eligieron a mujeres como participantes/ informan-
tes claves. Opté por mujeres, ya que algunas teorías del conocimien-
to derivadas del marxismo afirman que el ser oprimido, en este caso
las mujeres, tienen un privilegio cognoscente, cuentan con dicha
ventaja por sobre los varones según los estudios feministas, debido a
su situación y experiencia de opresión, por lo que los datos que me
proporcionaron fueron brindados desde su experiencia viviendo con
seres masculinizados, y beneficiados históricamente por la ideolo-
gía dominante (Tena, 2012). Históricamente las mujeres hemos sido
descritas a través de los ojos de lo masculino, lo masculino como
“Gafas”, como esta perspectiva que desde ciertos valores y caracte-
rísticas a su vez caracteriza lo que es “ser mujer”, cómo debería ser
una mujer y el qué deben hacer las mujeres. Estas “Gafas” no sólo
han descrito y asignado el quehacer femenino, sino que también lo
han hecho hacia los sujetos masculinos, se han dedicado a analizar
cómo es “ser un hombre”, con sus propias gafas.
A las participantes, las concebí y concibo como mujeres con
agencia, tomando de referencia a autoras como Bartra que las vi-
sualizan como el “nuevo actor social”, reconociendo su rol prota-
gónico en la organización popular, en los ámbitos sociales como lo
son los albergues de migrantes, espacios marginados; como Beatriz
Dibós (1984) “agentes directos” de su comunidad y Annette Bac-
khaus (1988) que las percibe como protagonistas que se crean a
partir de la necesidad de afrontar la situación aguda de pobreza e
injusticia social (Citado en Bartra, 1992).
Además, el método feminista tiene el objetivo de crear nue-
vos conocimientos que ya no se centren únicamente en qué ha-
cen, piensan y sienten los hombres (Bartra, 2012). Las mujeres son
participantes que también hacen, piensan y sienten sobre múlti-
ples aspectos de la realidad, son sujetas activas que conocen y ha-
bitan tanto el espacio en el cual está el “objeto” de la investigación,
la masculinidad, percibida esta como un elemento con el cual so-
cializan y construye la sociedad y la cultura a los hombres a través
de diferentes instituciones; así como mujeres que conocen y viven
con los sujetos que “portan” este elemento que les hace deber ser
y hacer ciertas acciones.

81
María Fernanda Enríquez Valencia

Para tener un mayor acercamiento hacia ellas, generar con-


fianza y libertad de expresar sus emociones y afectos entre las per-
sonas que vivían en el albergue, considero al “tiempo” como herra-
mienta clave, asistimos durante 6 meses al albergue, en los cuales
las personas que viven ahí pudieron adaptarse a nuestra presencia
y convivir con nosotras, que en la medida de lo posible intentába-
mos no ser intrusivas, así como que ellas no sintieran la obligación
de aceptarnos, hacernos parte, o de proporcionarnos información.
El intento desde el inicio fue encaminado a establecer relaciones
horizontales y no interferir en su autonomía y libertad para con-
sentir o no hacerlo, de facilitarnos lo que les pedíamos.
El tiempo hizo que las personas que viven en el albergue
pudieran aceptarnos, permitirnos ser conocidas (La mayoría éra-
mos mujeres, sólo había 2 hombres). Para que este inicio del pro-
ceso tuviera esta perspectiva feminista respetamos la toma de de-
cisiones de cada integrante de la comunidad. Primero tuvimos un
acercamiento breve con las personas de la comunidad, ya que úni-
camente fuimos a aplicar encuestas para recolectar datos sociode-
mográficos, pero a fin de cuentas ese acercamiento corto, exprés,
no dejaba de enviar mensajes sobre nosotras, en cuanto a qué ha-
cíamos ahí, qué intenciones teníamos, qué actitudes teníamos ha-
cia ellos y ellas, cómo les tratábamos, etc. esos mensajes son en-
viados desde que hicimos el primer contacto con la comunidad por
más breve que este sea y se debe seguir cuidando de inicio a fin, no
invadir, ni tener actitudes discriminatorias, no obligarles, y como
persona externa aceptar un “no” como se acepta un “sí”.
La metodología utilizada también nos permitió mostrarnos
sensibles ante determinados temas como: las emociones, los con-
textos y las interacciones sociales (Beiras, Contreras y Casasanta,
2017), aspecto que se vincula al método feminista, sobre todo por
la población con la cual asistimos, que ha sido marginada, vulne-
rada y hacia la cual se ejerce violencia estructural, además las mu-
jeres, aparte de que se ejerza este tipo de violencia contra ellas,
viven la violencia de género en su día a día, ¿cómo íbamos a igno-
rar o evadir que esto generaría un impacto en nosotras? ¿es esto
la neutralidad? ¿es siquiera humano? La respuesta es sí, podría ser
que hicimos parte de lo humano, el ignorar sentir algo, sea esto co-

82
Implementación de un método feminista en la construcción ...

raje, tristeza, impotencia, miedo, cuando estás ante una situación


injusta, por ello mi posición en este proyecto de investigación, no
parte de esta perspectiva de lo humano como alguien que debe in-
teractuar como si los y las investigadoras no sintieran. Elijo este
método, porque retoma este aspecto como neutro, desde la selec-
ción de sus participantes, el cómo nos acercamos a ellas, el qué
preguntamos, el cómo nos relacionamos con ellas y cómo nos co-
municamos.

3.2 Fase de Sistematización: Técnicas de recolección, entrevista


semiestructurada
Para la ejecución de esta técnica intentamos no obstaculizar las
actividades del día a día de las mujeres u obligarlas directa o in-
directamente a aceptar darnos tiempo para tener una entrevista,
explicábamos con claridad a qué íbamos, qué haríamos con la in-
formación que recaudáramos y aproximadamente cuánto tiempo
les quitaríamos. Ese momento implicó tocar puertas que no fueron
abiertas, respetar a las personas que viven en esa comunidad, cui-
dar y trabajar con nuestros prejuicios y actitudes al relacionarnos
con las personas de la comunidad, ya que todo gesto, expresión y
palabra, es evaluada por las personas, y estas acciones iban a gene-
rar aceptación o rechazo.
Desde antes de entrar a campo es necesario, pensar en que
mi presencia y la de toda persona que construye conocimiento,
investigadores e investigadoras, va a generar un impacto en las
personas con las cuales se convive, se comparte e intercambia in-
formación. Considero necesario cuidar estos intercambios, desde
antes de efectuarlos, desde que decido ¿qué investigar? ¿para qué?
Desde que construyo los objetivos de mi investigación, desde que
me pregunto ciertas cuestiones y no otras, desde la selección de
mis participantes, por ende, desde el método seleccionado, este
conjunto de aspectos evidencia mi postura y perspectiva ante un
objeto de estudio determinado, y mi posicionamiento repercutirá
en cada fase del proceso metodológico.
Llevamos a cabo 10 entrevistas semiestructuradas. Esta téc-
nica nos permitió generar una comunicación abierta con las parti-
cipantes, dejándolas expresar lo que ellas desearan. En la primera

83
María Fernanda Enríquez Valencia

parte de la entrevista las preguntas eran abiertas y muy flexibles,


por ejemplo, “Háblame de tu familia de origen”, temas que no es-
taban directamente relacionados con la masculinidad, aunque en
la narrativa los hombres y la masculinidad fueran mencionados. El
iniciar de esta forma nos permitió generar confianza en las muje-
res, además el platicar primero de temas que no fueran densos o
más complicados de expresar pudo hacerles olvidar que había un
objeto que parecía invadir en algunas mujeres, su privacidad, “la
grabadora”, objeto que capturó miradas y apresuró los tiempos de
respuestas.
Aunado a este punto, mediante las entrevistas semiestruc-
turadas generábamos conocimiento que permitía “la emancipación
y liberación del ser humano, así como proponer la integración de
todos los participantes, incluyendo al investigador, en procesos de
autorreflexión y de toma de decisiones consensuadas, las cuales se
asumen de manera corresponsable” (p.190, Popkewitz, 1998, cita-
do en Alvarado y García, 2008) estos son algunos de los principios
que menciona Popkewitz del paradigma crítico y que se relacio-
nan con el método feminista llevado a cabo en esta investigación.
En cuanto a la emancipación y liberación de las participantes, las
preguntas de la entrevista pretendían que las mujeres analizaran y
reflexionaran sobre distintas áreas de su vida relacionadas con ex-
periencias propias y compartidas con los varones, lo cual impacta
y genera cambios, que podrían o no proceder con la emancipación
y liberación de ellas.
Para llevar a cabo esta técnica utilizamos algunas herra-
mientas que proponen Díaz, Torruco, Martínez y Varela (2013),
uso de la sensibilidad hacia el curso de la entrevista y de la entre-
vistada, la consideramos más como una “conversación amistosa”
entre la informante y nosotras como entrevistadoras, escuchando
con atención, sin imponer, ni hacer interpretaciones, ni sugerir
respuestas, y sin intentar guiar la conversación hacia los temas de
nuestro interés. La interpretación de los datos los efectuamos una
vez grabadas y transcritas las entrevistas.
Expresaré a continuación cómo construimos el guión de la
entrevista semiestructurada como técnica elegida desde un méto-
do feminista. Primero identificamos los ejes que correspondían al

84
Implementación de un método feminista en la construcción ...

entorno de la mujer migrante, considerando que las preguntas nos


aportarían información de los espacios y/o situaciones en las cuá-
les conviven con los hombres, los que aportaran información sobre
la construcción de la masculinidad, para lo cual se identificaron
los espacios o situaciones en los cuales las mujeres a lo largo de
su vida interactúan con los hombres. Una vez identificados estos
espacios/situaciones/instituciones y conceptos, los ejes quedaron
así: Familia de origen de la mujer, Relación de pareja, Relaciones
interpersonales en el albergue, Trabajo doméstico y trabajo remu-
nerado, Feminidad y Masculinidad.
La entrevista tuvo una estructura similar a la de un “cono de
nieve” el fondo del cono es la primera parte a la que le cae la nie-
ve, y es muy poca la que está en el fondo, posteriormente cae más
nieve en el cono porque el boquete se va expandiendo. Lo mismo
con la entrevista:
Primero hicimos preguntas donde la temática central no
fue expresada, el foco de atención en la primera parte de la entre-
vista eran las mujeres, sin embargo, aunque no preguntamos nada
respecto al hombre y a la masculinidad, ellas iban llenando con
pocos datos la parte del fondo del cono. Conforme la entrevista
avanzaba las preguntas se volvían más específicas pero los focos
de atención seguían siendo las mujeres y su experiencia como mu-
jeres, sus relaciones, su cotidianidad, pero de alguna manera, el
preguntarles más específicamente sobre ellas, nos brindaba más
información sobre ellos, porque las mujeres del albergue, así como
muchas otras tienen una vida de experiencias con hombres, sean
estos sus padres, abuelos, novios, esposos, parejas, hijos, etc.
En la parte final de la entrevista, hicimos preguntas especí-
ficas sobre la masculinidad y sobre los hombres, lo cual fue la últi-
ma parte del cono del helado, y de la que más información especí-
fica se obtuvo sobre el objeto de estudio.
A esta fase sistematizadora, en la cual también corresponde
realizar la recolección de información se destacan algunos elemen-
tos particulares de esta técnica usada desde un método feminista,
que me ayudaron a tener acceso a la información: como: Respetar
la decisión de las participantes respecto a participar o no en las
entrevistas. Si las mujeres han aceptado colaborar y compartir con

85
María Fernanda Enríquez Valencia

nosotras, adaptarnos a la actividad que están realizando en el espa-


cio que la estén realizando (Ejemplo, si están en los lavaderos no
pedirle que vayamos a un lugar más tranquilo con menos ruido,
no obstaculizar su actividad, o si tienen hijos e hijas y les están cui-
dando o están haciendo de comer, y hay interrupciones considerar
en la organización de los tiempos (Es decir que la investigadora
considere estos detalles para no presionar o hacer sentir incómoda
a la mujer porque está realizando sus actividades). Hacer pausas
de ser necesario, si la mujer lo requiere. Hacerle saber que cual-
quier pregunta que la haga sentir incómoda puede no responderla
o que si se quiere retirar de la entrevista puede hacérnoslo saber
y culminarla.
Dejar que la mujer exprese lo que desee sin interrumpir-
la o intentando que no se “desvíe” del tema, pues se debe con-
siderar que no sabemos qué otro espacio tiene para expresar las
ideas, pensamientos, sentimientos que está exteriorizando en ese
momento y que la entrevista no es pensada para aplicarse en otras
condiciones que no sea un “ganar, ganar” por lo tanto puede consi-
derarse como parte de la retribución esta escucha activa y empáti-
ca incluso de aspectos que no conciernen al objetivo de la entrevis-
ta. Explicar las preguntas con la mayor claridad posible sin recurrir
al uso de tecnicismos.
No ocultar la sensibilidad ante temas que impacten emocio-
nalmente en la investigadora, esto incluso ha generado más con-
fianza y ha permitido que las mujeres expresen más sus emocio-
nes y compartan con menos resistencia la información, puesto que
no nos mostramos ni actuamos como una figura poderosa, que
sabe que conocer, que va a explorarme, de hecho la base estaría en
el distanciamiento hacia esa figura que más que “neutra” parece
actuada, y que no debemos olvidar que toda acción, omisión, gesto
o la nula expresión de estos, envían mensajes a las personas con
las cuales nos comunicamos, en este caso las participantes.
Y, por último, observar activamente y considerar si las con-
diciones se prestan para realizar todas las preguntas que se habían
planteado en el guion o algunas, por cuestión de tiempo, comodi-
dad, por petición de las entrevistadas, es mejor no realizarlas.

86
Implementación de un método feminista en la construcción ...

En todos los ejes surgieron significados y características de


cómo se construye la masculinidad del hombre migrante, aunque
el último eje fuese el que tenía preguntas directamente relaciona-
das con la masculinidad, todos los demás aportaron información
significativa sin necesidad de realizar preguntas directas sobre este
tema, centrándonos en las experiencias de la mujer, porque estas,
como se ha expresado a lo largo de este capítulo, están irremedia-
blemente relacionadas con lo masculino, porque durante sus expe-
riencias de vida se han relacionado con figuras masculinas, y por
ende la perspectiva que tengan de la masculinidad será de expe-
riencias propias con la misma.

3.3 Análisis del contenido


El análisis de datos cualitativos de las entrevistas, lo llevé a cabo yo
misma, para generar una comprensión más completa, que emer-
ja de las preguntas y los testimonios de la investigación, además
la entrevistadora para el análisis de datos debe sumergirse en el
material recogido a través de diferentes fuentes, en este caso, la
observación participante, la transcripción, las entrevistas, graba-
ciones y el diario de campo.
Para la categorización de los datos recopilados (paso hasta
el cual decidí exponer en este capítulo) fueron necesarios, los pa-
sos anteriormente descritos, para realizar clasificaciones significa-
tivas y durante la revisión de todo el material ir obteniendo datos
específicos. Este proceso repetitivo, implicó construir, destruir y
reconstruir categorías para analizar los datos. Como herramienta
tecnológica para realizar la categorización usé como apoyo el soft-
ware ATLAS ti.

3.4 Construcción de datos


A continuación, mostraré la selección del contenido que aportó
más información en cuanto a la construcción de la masculinidad
y las categorías en las cuales se agrupó dicho contenido. Las cate-
gorías fueron seleccionadas por la cantidad de información que se
arrojaba de las mismas y el contenido de dicha información.

87
María Fernanda Enríquez Valencia

La tabla 1, que presento a continuación, es un ejemplo, del


tipo de respuestas que encontré, el eje en el que encontré dicha
respuesta y la categoría de análisis en la cual la agrupé. Sólo de
algunos ejes surgieron categorías en las cuáles se expresaban as-
pectos de la masculinidad, de otros ejes sin embargo no obtuvi-
mos información sobre la misma. También muestro cómo de las
preguntas ubicadas en un determinado eje del guión de entrevista
elaborado, surgen determinadas respuestas sobre la construcción
de la masculinidad del hombre migrante.

88
Tabla 1. Categorías de la construcción de la masculinidad de los hombres migrantes.
Eje en el Guión Categorías Contenido
de entrevista
Familia de Origen Paternidad “Mi esposo se desespera mucho, él no puede ayudarle a mi hijo con la tarea porque
de la Mujer mi hijo está chiquito, y no entiende le tenemos que explicar muchas veces y él se
desespera, no sabe ayudarle pues, y prefiere no ayudarle, para no gritarle (Mujer 10).
Familia de origen La masculinidad como “Yo sufría mucho ahí con mi papá que pues, tomaba mucho, pues mejor ya me quise
de la Mujer factor de riesgo: Con- salir y me fui con él (su esposo), mi papá se enojó mucho cuando se enteró, porque
sumo de Alcohol mi papá es muy enojón y muy gruñón, y yo le tenía miedo a su reacción (Mujer 7).
Relación de Pareja Violencia “Cuando apenas nos juntamos, pues sí, si se llegaba a enojar, así como que mucho
cuando tomaba y pues sí me hacía sentir incómoda, como que no me sentía segura
cuando estaba con él, y mmm pues sí en una ocasión me llegó a pegar y pues si me
sentí muy mal, dije pues yo qué hice para que a una la traten así, porque pues a él se
le atiende, como que no lo merecía pues […]después me empezó a dar miedo, era de

89
que no pues si yo le grito en ese momento es provocarlo a que haya violencia, pero
yo me esperaba siempre a que pase el tiempo que él ya no esté tomado” (Mujer 1).

Relación de Pareja Afectos masculinos “A veces de la nada se enoja, que no le gusta esto, que no le gustó la otra comida
y así se la pasa. Y a veces le digo -ya no te aguanto, vete mejor- y dice -no, si tanto
me quieres dejar tú, entonces me vas a dejar con mis hijas […]a veces si se enoja,
yo también me enojo, que no le gusta nada, y le digo que ya no lo aguanto, que se
vaya” (Mujer 5).
Trabajo Doméstico y Proveedor “Pues el nada más se dedica a trabajar, en el campo, él trabaja y pues yo me encargo
Trabajo remunerado del hogar, yo lavo, cocino, este pues casi todo lo hago yo (Mujer 4).
Masculinidad Significados de la mas- “Un hombre indígena tiene menos, si, por ejemplo, no se prepara, se queda en el
culinidad mismo lugar y como que no progresa, pero si se prepara también puede llegar a ha-
cer muchas cosas por su comunidad, porque ya preparado puede ayudar a los demás
también, que no tienen esa oportunidad […] tiene que enfrentarse a las situaciones
que haya y sin importarle si es bueno o malo el trabajo tiene que hacerlo” (Mujer 1).

Tabla 1. Elaboración Propia


Implementación de un método feminista en la construcción ...
María Fernanda Enríquez Valencia

3.5 Implicación
El proceso metodológico, inicia, desde mi perspectiva, conocien-
do lo que me implica cada elemento seleccionado para llevarlo
cabo ¿Por qué un método feminista? ¿Por qué una teoría crítica?
¿para qué dar voz a las mujeres? ¿por qué hablar de la construc-
ción de la masculinidad? ¿por qué he elegido estas categorías y
no otras? ¿qué observé ¿qué contenido seleccioné y analicé para
agruparlo en las categorías elegidas? ¿Por qué empatizo con las
participantes? ¿por qué quiero escuchar su perspectiva y sus
experiencias? ¿Qué he elegido no ver? Incluso considero que el
elegir un método feminista “implica” redundantemente, quitarse
el sesgo androcéntrico o sexista desde antes de entrar a campo y
tener una perspectiva feminista previa.
Benno de Keijzer (2015) relata cómo la implicación consta
de los ejes que nos constituyen como sujetas/os desde lo socio-
cultural. Algunos ejes que me constituyen y los cuales expone este
autor, y que implícitamente forman parte de esta investigación, se-
rían que soy mujer, soy heterosexual, estudio psicología, mis dos
últimos años de carrera elegí estudiar las optativas de área “Psico-
logía Organizacional” y “Psicología Social-Comunitaria”, soy femi-
nista, tengo 23 años, desde los 12 años hasta la fecha he vivido con
mi abuelo, él, mi padre y mi tía Patricia, la hermana de mi padre,
han sido los participantes más activos en mi crianza y acompaña-
miento posterior; la clase social, es otro eje según De Keijzer, y la
clase a la que pertenezco ha sido y es media-alta. Una investiga-
ción implica darnos cuenta cómo nos ayudan o nos dificultan estos
ejes (De Keijzer, Martínez y Peñaranda, 2015).
Para Carolina Martínez no podemos dejar de implicarnos en
las investigaciones que emprendemos, para mí esto representa la
objetividad, si es que se reconoce y aclara qué ejes constituyen, se
añaden, se relacionan con la investigación, aunque provengan de
la persona que investiga “Hasta el problema que se decide investi-
gar es pertinente para el inconsciente del investigador que lo eli-
ge” (Devereux, 1994, citado en De Keijzer, Martínez y Peñaranda,
2015, p. 134). Siguiendo con lo expuesto por esta autora, expreso
que mi interés por el feminismo inicia concretamente en Bachille-
rato, donde realicé un proyecto de investigación que era prepara-

90
Implementación de un método feminista en la construcción ...

tivo para en próxima etapa, la universidad, y elegí investigar sobre


“La Historia de la Misoginia”.
Considero que no nace ahí mi interés sino antes, desde pri-
maria, mi madre, mi abuela materna, mi hermana y mi abuelo pa-
terno me preparaban para declamar poesía, para hacer textos de
oratoria donde exigía los derechos de las y los niños, me prepara-
ron para escribir y expresar lo que pensaba en diversos concursos,
los más significativos han sido “el 6to parlamento de los y las ni-
ñas”, posteriormente en secundaria continuaron su labor mi abue-
lo, mi padre y mi hermana, impulsándome para hacer un escrito
defendiendo los derechos de las y los adolescentes lo que me hizo
presidenta por un día en el congreso del estado de Colima, entre
otros, donde declamaba poesías que hablaban de la patria. Nunca
entendí por qué se aclamaba tanto a la patria, no veía palpado en
la sociedad actual todo por lo cual se habían esforzado en escribir
y describir diversos poetas. En bachillerato escribí mi propio texto
de lo que pensaba acerca de la patria, fui muy crítica, me vestí de
Josefa Ortiz, mi abuelo y mi hermana me dijeron que modificara
lo que quería expresar, que podía causar conflictos en mi escuela y
que a las autoridades no les gustaría, no lo cambié.
Sin embargo, creo que inicia antes, creo que mi preparación
para esta investigación y empatía por las mujeres, inicia antes, ini-
cia siendo una niña, una adolescente y una mujer que ha vivido
violencia sexual y psicológica por parte de los varones, que me hi-
cieron conocerla a los 6 años y la cual no ha parado, la he vivido, y
la he visto en las mujeres que más quiero y he querido y a las que
sólo conozco en textos. Ahí está mi motivación. La búsqueda de lo
que construye a los varones como sujetos masculinos, me ha resul-
tado a mí, a las mujeres cercanas a mí y a las mujeres que no lo son
pero que, a través de sus historias, siento cerca… un problema. Las
piezas del rompecabezas que construyen a la masculinidad en mi
país y en mi estado, implican la violencia hacia nosotras, y de ahí
me surge la necesidad por comprender qué gesta cada pieza, qué
pieza es el motor contaminante de todas las demás, y qué piezas
podemos sanar de la violencia.
Nuestra biografía se activa, aunque el método científico dic-
te neutralidad. Pero si pretender ser neutras/os es insistir en su-

91
María Fernanda Enríquez Valencia

poner la ausencia de implicación por parte de la investigadora/or


falsearía, ella misma, la realidad. Por ello es importante asumir la
inevitable implicación de la/el investigador para conocerla, encon-
trarme con ella, estudiarla y despedirme en el proceso investigati-
vo de los prejuicios previos que tengo, lo cual me “implica” hacer-
los conscientes “solo así —con algo de suerte y mucho de apertu-
ra— estaremos en condiciones de avanzar hacia el conocimiento
de algo que trascienda las ideas de las que partimos” (De Keijzer,
Martínez y Peñaranda, 2015, p. 134).

4. Conclusiones
Para concluir, las reflexiones que hice al culminar con la construc-
ción de este capítulo fueron que el método feminista aplicado en
este proyecto tiene un claro interés político que es dar voz a las
mujeres y visualizarlas como “sujetas” capaces de construir cono-
cimiento sobre la masculinidad. Este conocimiento será nuevo y
podrá corroborar o agregar datos a las investigaciones hechas con
varones sobre este mismo objeto de estudio. La masculinidad en
esta investigación fue estudiada, para entender y comprender la
realidad y relación que existe entre los géneros, qué instituciones
la construyen, qué significados tiene, así como para evidenciar la
violencia que viven las mujeres en diversos vínculos con los varo-
nes a lo largo de su vida.
Considero que ignorar estas categorías de análisis, nos ha-
ría reincidir en las investigaciones que ignoran o invisibilizan esta
situación y no la nombran como tal. Con ello se entrevé el com-
promiso político con miras de un cambio social que plantea el fe-
minismo con los estudios de masculinidad.
Para ejecutar este método fue de gran utilidad retomar al-
gunas herramientas que aporta Bartra (2013) mediante las cuales
encontré que efectivamente, el proceso metodológico feminista, se
lleva a cabo de manera diferente, porque implica una sensibilidad,
empatía y preparación previa en cuanto a las relaciones de géne-
ro jerárquicas de opresión- subordinación entre hombres y muje-
res, así como tener una perspectiva de género, para construir un
proyecto antisexista y no androcéntrico, que vuelve cada parte del
proceso un objeto que implique la reflexión y la crítica.

92
Implementación de un método feminista en la construcción ...

Las fases de investigación son las mismas que propone cual-


quier otro método científico, lo que cambia para plantearse como
feminista es la perspectiva con la que se elige el objeto de estudio,
las informantes clave, los objetivos de la investigación, el problema
elegido, las relaciones e interacción con las personas que colabo-
ran para construir conocimiento (tanto investigadoras como parti-
cipantes), los términos que se utilizarán en las entrevistas, ¿cómo
se manifestará la empatía hacia ciertos temas? hasta el marco con-
ceptual y visión utilizados para observar, escuchar, analizar y cate-
gorizar los datos, así como el tener sensibilidad ante determinadas
problemáticas, como las múltiples violencias que viven las muje-
res en este contexto. Todo ello, impacta en cada fase del proceso
metodológico de diferentes maneras.
Aunado a este punto, a través de la técnica utilizada para
acercarnos a la realidad, se construyó conocimiento que permite
“la emancipación y liberación del ser humano, así como propo-
ner la integración de todas las participantes”, incluyéndome a mí,
en procesos de autorreflexión y análisis de experiencias propias y
compartidas, lo cual genera cambios que podrían o no proceder
con la emancipación y liberación de ellas. Este aspecto tiene un in-
terés político feminista, así como este cuestionamiento, reflexión
y crítica que pretenden las teorías críticas. A lo largo de todo el
proceso se cuestiona su estructura y planteamiento para tener una
lógica feminista en cada fase.
Considero importante afirmar la importancia que tiene el
apartado de implicación en este proyecto, ya que parte de una crí-
tica hacia las investigaciones “neutras” que supuestamente no la
toman en cuenta, y es esto lo que sesga los datos y la realidad que
pretenden conocer. Por ello incluirme a mí como sujeta “a investi-
gar” es una herramienta que usé como “neutralidad” que clarifica
la perspectiva desde la cual se investiga y conoce, partiendo de lo
personal. A su vez este apartado me permitió reflexionar sobre mis
propios prejuicios antes, durante y al momento de redactar el pro-
ceso de investigación y analizar los datos, para conocer lo que me
implica y “trascenderlo”.
Por último, para la construcción de los datos, encontré una
similitud en la mayoría de categorías respecto a los datos que otras

93
María Fernanda Enríquez Valencia

investigaciones sobre la construcción de la masculinidad arrojan


teniendo por informantes claves a hombres, excepto en el eje de
violencia, donde las respuestas arrojaron más información y eran
relatadas de manera distinta, tenían detalles que sólo podrían ser
recuperados desde la perspectiva de las mujeres como observado-
ras de la violencia hacia otras mujeres y niñas, y cómo receptoras
de esas mismas violencias.

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Implementación de un método feminista en la construcción ...

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95
Capítulo 4
Taller “El vuelo de las golondrinas”:
dispositivo de intervención
e investigación en mujeres migrantes
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

1. Introducción

E n este capítulo muestro la experiencia de producción e imple-


mentación del taller “El vuelo de las golondrinas” que tuvo como
objetivo establecer un primer acercamiento grupal con las mujeres
de familias jornaleras agrícolas migrantes; dicho taller forma parte
del proyecto de investigación “Violencia de género y agencia en las
mujeres que viven en los albergues de jornaleros migrantes”1 que tiene
como objetivo analizar los tipos y modalidades de violencia de gé-
nero y la agencia que presentan estas mujeres que se establecen
temporalmente en el municipio de Cuauhtémoc, desde un enfo-
que de género e interseccional.
Las mujeres que participaron en este taller migran princi-
palmente por la precariedad laboral y/o el predominio de la vio-
lencia social de su lugar de origen, es decir, vienen en búsqueda de
mejorar sus condiciones de vida. Tienen edades entre 17 a 28 años,

1
Financiado por el Programa para el Desarrollo Profesional Docente, tipo superior (PRO-
DEP), Apoyo a incorporación de Nuevo Profesor de Tiempo Completo (2018-2020).

97
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

generalmente se dedican a realizar laborares domésticas, prepa-


ración de alimentos (cocinar con leña), lavado de ropa, cuidado
de los hijos/as y aseo del albergue. Sus jornadas suelen comenzar
desde la madrugada cuando sus parejas se van al trabajo y cuando
ellos regresan los continúan atendiendo.
Por su condición de migración, la población requiere de
protocolos de investigación e intervención breves y eficientes que
tomen en cuenta las necesidades tanto temporales de adaptación,
como las permanentes relacionadas con la identidad de género,
edad, etnia, nivel socioeconómico y por supuesto, actividad labo-
ral; a través de un enfoque dialógico, donde ellas puedan tomar
decisiones acerca de sus necesidades y posibles soluciones conci-
biéndolas como agentes de su propio cambio y emancipación.
Nuestra propuesta es un taller, entendido como dispositi-
vo de investigación y de intervención psicosocial con mujeres mi-
grantes, donde a la vez que se produce información se interviene
teniendo como bases teóricas los enfoques de derechos humanos,
de género e interseccional.
El taller se fundamentó en los enfoques de derechos hu-
manos y de género tal como lo recomienda la Alerta de Violencia
de Género contra las Mujeres en el estado de Colima (AVGM-Co-
lima2), en el dictamen sobre la implementación de las propuestas
contenidas en las conclusiones del informe emitido por el grupo
de trabajo conformado para atender la solicitud de AVGM-Colima
(CONAVIM, 2015), en la cuarta conclusión, inciso a, propone que:
“las instancias encargadas de la atención a las mujeres víctimas de
violencia, proporcionen asistencia psicológica con perspectiva de
género, velen por el respeto y protección de los derechos humanos
de las mujeres, eviten revictimizar y en caso de canalizar a las mu-
jeres den el acompañamiento necesario”.

Consiste en un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y


2

erradicar la violencia feminicida y/o la existencia de un agravio comparado que impida


el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres, en un territorio determinado
(municipio o entidad federativa); la violencia contra las mujeres la pueden ejercer los
individuos o la propia comunidad. (Artículo 22 de la LGAMVLV). Y es un mecanismo que
tiene como objetivo Garantizar la seguridad de mujeres y niñas, el cese de la violencia en
su contra y/o eliminar las desigualdades producidas por una legislación o política pública
que agravia sus derechos humanos (Artículo 23 de LGAMVLV).

98
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

Así mismo, en la quinta conclusión inciso a, plantea: “dise-


ñar e implementar un modelo único de atención integral para mu-
jeres víctimas de violencia con perspectiva de género y enfoque de
derechos humanos de las mujeres, conforme a lo dispuesto en la
Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violen-
cia (LGAMVLV)”. Dicho modelo debe asegurar el pleno respeto a
los derechos humanos de las mujeres.
El documento presenta en el primer apartado, la producción
del taller “El vuelo de las golondrinas”, donde se describe en primer
lugar el encuadre teórico/metodológico y, posteriormente las fa-
ses: 1) Identificación del contexto histórico y cultural y caracteri-
zación de las mujeres, 2) Diseño del taller, 3) Diseño de la evalua-
ción de proceso y final, 4) Implementación del taller “El vuelo de
las golondrinas”, 5) Análisis de los datos, 6) Devolución de los datos
producidos e implicación. Finalmente se cierra con un apartado
de reflexiones.

2. La producción del taller “el vuelo de las golondri-


nas”: encuadre teórico/metodológico del dispositivo
de investigación e intervención.
Nuestra intención de utilizar un taller como dispositivo de inves-
tigación e intervención se fundamenta en la perspectiva dialógica
de la investigación social, ésta es definida como un enfoque inves-
tigador que asume como premisa el reconocimiento de la comple-
jidad en la investigación social, entendida a partir de la mediación
del sujeto-actor y sus intereses o preferencias de actuación en la
labor de diseño, análisis y producción del contenido de la investi-
gación (Francés, Alaminos, Penalva y Santacreu, 2015).
El taller está dentro del diseño de una investigación con fi-
nes transformadores de lo social y considera las tres características
que propone Montañés (2009, en Francés et all, 2015): 1) los datos
se producen no se recogen, por lo tanto, la dimensión tecnológica
queda supeditada a la dimensión teórica-metodológica, 2) son los
métodos y las técnicas las que se adaptan y ajustan al proceso de
construcción de conocimiento y a los objetivos de la investigación,
a los cuales se les devuelve la centralidad en la actividad científica,

99
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

la metodología se constituye así en un proceso que organiza y da


sentido a la investigación, 3) se sustituye el principio de la lógica
por el de dialógica en el proceso de la investigación. Es decir, tanto
el método deductivo como el inductivo se sustituyen por la abduc-
ción, enmarcada “en un proceso transductivo que articula lo nuevo
en conocido. La abducción no se va de lo general a lo particular ni
de lo particular a lo general, sino que se agregan discursos con los
que proyectar nuevos escenarios posibles” (p.14).
Ahora bien, la palabra taller significa el lugar donde se tra-
baja, se elabora y se transforma algo para ser utilizado. En la in-
vestigación e intervención social decimos que, el taller es el lugar
donde se realiza algo conjuntamente a través de procesos de ense-
ñanza y aprendizaje recíprocos, es un aprender haciendo en grupo
(Ander-Egg, 1999), donde los objetivos son: incentivar la autoges-
tión, la participación activa y la autoorganización para identificar
problemas, y diseñar e implementar soluciones fortaleciendo así
sus capacidades de hacer y actuar (Garzón et all, 2005).
La esencia del taller recae en la posibilidad de llevar a cabo
un dispositivo como proceso de reflexión (Montaño, 2016), donde
las experiencias grupales que se facilitan en el taller son un recur-
so para indagar en dos sentidos: 1) los propios procesos grupales y
2) los procesos de la subjetividad que conciernen a la experiencia
de los sujetos en la complejidad de la vida cotidiana (Baz, 2006).
Por lo anterior, se implementa el taller como un dispo-
sitivo, que de acuerdo con Montaño (2016), hace referencia a la
posibilidad de disponer de algunas cosas, de ponerlas en orden,
arreglarlas de tal modo que se activen ciertos mecanismos y he-
rramientas con el fin de lograr ciertos resultados. Y en el marco
de las ciencias sociales dice Ghiso (1999), “todo dispositivo es una
práctica social intencionada”, por ello, el taller es un dispositivo en
la medida en que supone un esfuerzo por conseguir intencional-
mente construcciones conceptuales y cambios en los sujetos y en
sus prácticas, es un medio para hacer ver, hacer hablar, hacer re-
cuperar, para hacer recrear, para hacer análisis para hacer decons-
trucciones y construcciones. La subjetividad colectiva se activa en
el desarrollo del grupo y es en él donde se posibilita cuestionar “la
lógica que reduce lo subjetivo a lo individual y lo colectivo a lo

100
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

social” (Baz, 2001:21). Además, la subjetividad le da al dispositivo la


posibilidad de moverse en el tiempo del sujeto, recuperar, decons-
truir, proyectar y expresar su historia (Ghiso, 1999).
Para el planteamiento de las fases de la producción del taller
de investigación reflexión analizamos las propuestas de Chávez y
Daza (2003), quienes dividen operativamente la producción del
taller en tres fases: 1) la planeación, 2) el desarrollo y, 3) la siste-
matización y el análisis de datos. También se consideró la propues-
ta de Quintana (2016), de acuerdo a cuatro etapas: 1) el encuadre,
2) el diagnóstico, 3) la identificación y análisis de líneas de acción
que puedan transformar la situación, y 4) la estructuración y con-
certación del plan de trabajo.
Con base en estos estudios y los/as autores/as que disertan
acerca del taller como dispositivo de investigación e intervención
elaboramos las seis fases para la producción del taller El vuelo de
las golondrinas.

2.1 Identificación del contexto histórico y cultural y caracterización


de las mujeres.
El contexto histórico y cultural ya está descrito en la introducción
de este libro por lo que no nos detendremos en ello, solo haremos
énfasis en la caracterización de las mujeres para lo cual, es im-
portante mencionar que desde que diseñamos el proyecto general
concebimos a las mujeres bajo tres perspectivas: enfoque de dere-
chos humanos, la perspectiva de género, la interseccional y el mo-
vimiento feminista de los grupos de autoconciencia.
El enfoque de derechos humanos se centra en los grupos de
población que son objeto de una mayor marginación, exclusión y
discriminación, requiere un análisis de las normas de género, de
las diferentes formas de discriminación y de los desequilibrios de
poder a fin de garantizar que las intervenciones lleguen a los seg-
mentos más marginados de la población. Para su aplicación deben
cumplir con los siguientes elementos: a) los programas ven en el
pleno ejercicio de los derechos humanos el fin último del desarro-
llo, b) las personas son consideradas agentes principales de su pro-
pio desarrollo, en lugar de receptoras pasivas de productos y servi-
cios, c) la participación es a la vez un medio y un objetivo, d) las

101
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

estrategias proporcionan empoderamiento, en lugar de negarlo (UN


Practitioners´Portal Human Rights Based Approaches to Programming).
Dicho enfoque nos ayudó a considerar como prioridad el cubrir los
derechos a la salud, a la educación, y a tener una vivienda digna.
Por su parte, la perspectiva de género toma en cuenta las
implicaciones y efectos de las relaciones sociales de poder entre los
géneros (Serret, 2008). En estas relaciones de poder entre los géne-
ros, la mayoría de las mujeres migrantes acompañan a sus esposos
o hijos y se quedan en casa para realizar las labores del hogar, don-
de cocinan con leña, elaboran sus propias tortillas y comida, lavan
a diario la ropa a la par que son responsables de la crianza de los/
as hijos/as; cumpliendo así con el rol de esposas y madre. Perma-
necen en el albergue la mayor parte del tiempo, excepto cuando
salen a llevar a sus hijos a la escuela o a comprar víveres, lo que
muestra una permanencia en el espacio privado y la invisibilidad
social a la que se le confina socialmente.
Las relaciones entre las mujeres del albergue están determi-
nadas por las tareas de cuidado que proporcionan a sus esposos e
hijos/as así como por los horarios de trabajo de los esposos que van
desde las 5 de la mañana, a las 11 requiere estar listo el almuerzo
para enviarlo a ellos, y a las 6 de la tarde que regresan de trabajar,
todas suelen coincidir en los hábitos de limpieza, en hacer de co-
mer, lavar la ropa, bañarse. Otro espacio de interacción entre ellas
es cuando reciben charlas de asociaciones civiles o de institucio-
nes de gobierno.
Coincidimos con Lagarde (1996), cuando afirma que para
poder ver a profundidad cómo se construye día a día, institucional
e informalmente, el machismo, la violencia o la increíble capaci-
dad de tolerancia y respuesta de las mujeres a la miseria, necesi-
tamos la metodología de género pues al ser deconstructiva y crea-
tiva, es el medio para comprender la complejidad social, cultural
y política que existe entre mujeres y hombres, ignorada por otros
enfoques, que presentan una visión androcéntrica del mundo y
no reconocen las relaciones de desigualdad y la inequidad vital.
Requerimos ver y tratar a cada mujer como una totalidad, conside-
rando que la problemática de las mujeres es compleja e integral y
requiere, igualmente, acciones integrales, complejas, permanentes

102
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

y de largo alcance. Se concibe a las mujeres como protagonistas,


destinatarias y beneficiarias; capaces de construir alternativas a su
estrechez y sus carencias, a la injusticia y la violencia, a la pobreza,
la ignorancia y la insalubridad, a través de los procesos participati-
vos impulsados por ellas mismas.
Esta forma de pensar a las mujeres, consiste en desesencia-
lizar la idea de las mujeres como seres femeninos, como madres,
como cierto tipo de trabajadoras, y promover cambios a través de
procesos comunicativos que ayude a repartir las responsabilidades
familiares, introduciendo un cambio en el sistema de prioridades
ciudadanas (Lamas, 1996).
También, utilizamos el enfoque interseccional que nos ayu-
dó a ver a las mujeres con base en las diferencias que existen entre
ellas como la edad, el origen social, la capacidad económica, el ori-
gen rural o urbano, la etnicidad, el trabajo que realizan y las identi-
dades que construyen debido a estos factores (Mantilla, 2013).
Las mujeres migrantes son mujeres que sus vidas se ven
influenciadas por categorías de opresión como: ser mujer, ser mi-
grante, tener un origen náhuatl, provenir de zonas rurales, en con-
diciones de migración y pobreza. Sus vivencias y construcción de
identidad distan mucho de las mujeres que tienen las característi-
cas opuestas, pues como dice Lugones (2005), existe una relación
entre las situaciones sociales de las mujeres blancas y las situacio-
nes de las mujeres de color. Las mujeres blancas y las de color no
sólo viven diferentes vidas, sino que las mujeres blancas viven las
vidas que viven en gran parte porque las mujeres de color viven las
vidas que viven (Barkley Brown, 1991; citado en Lugones, 2005).
Por eso, con el análisis interseccional buscamos abordar las
formas en las que el racismo, el patriarcado, la opresión de clase y
otros sistemas de discriminación crean desigualdades que estruc-
turan las posiciones relativas de las mujeres migrantes. Conside-
ramos los contextos históricos, sociales y políticos y reconocemos
experiencias individuales únicas que resultan de la conjunción de
diferentes tipos de identidad (Association for Women’s Rights in
Development, 2004).
Ver a las mujeres desde la interseccionalidad pone de mani-
fiesto dos asuntos: 1) la multiplicidad de experiencias de sexismo

103
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

vividas por las distintas mujeres, y, 2) la existencia de posiciones


sociales que no padecen ni la marginación ni la discriminación,
porque encarnan la norma misma, como la masculinidad, la hete-
ronormatividad o la blanquitud (Viveros, 2016). Además, ayuda a
visibilizar como las opresiones se cruzan o se entrelazan, por ejem-
plo, género y raza como categorías que se entretejen y fusionan sin
ninguna posibilidad de separación.
Otro planteamiento teórico metodológico clave que nos hi-
cimos para decidir el tipo de dispositivo de taller reside en que por
mucho tiempo desde las ciencias de la salud como la medicina y
la psicología han transmitido: la idea de que mucho de los males-
tares, frustraciones, y preocupaciones que sienten y viven las mu-
jeres son de origen individual o intrapsíquica, pero que al analizar-
las bajo una perspectiva de género, interseccional y dialógica, en
el núcleo de una dinámica donde ellas lo plantean cara a cara con
otras y reflexionan en torno a sus preocupaciones cotidianas, se
dan cuenta de que tienen mucho en común, que no están “locas”,
que lo que sienten se deriva de una cultura que oprime y violenta
a las mujeres.
Por otro lado, nos basamos en los antecedentes de los gru-
pos de autoconciencia [consciousnessraising] bautizados así por
Kathie Sarachild a finales de la década de 1960, fue una práctica
de análisis colectivo de la opresión, a partir del relato en grupo de
las formas en las que cada mujer la siente y experimenta (Malo,
2004). Para Ana de Miguel (1995), el propósito fue propiciar “la re-
interpretación política de la propia vida” (p. 28) y poner las bases
para su transformación. Con la autoconciencia también se preten-
dió que las mujeres de los grupos se convirtieran en auténticas
expertas en su opresión y desde ahí construir teoría desde la expe-
riencia personal y no desde el filtro de las ideologías previas, bajo
el exigente impulso igualitarista y antijerárquico de ninguna mujer
está por encima de otra.
Además, consideramos las investigaciones previas como las
de Martínez y Martínez (2018), quienes basados en el paradigma
del grupo de autoayuda (personas con similares circunstancias re-
ciben y proporcionan ayuda en el mismo contexto) realizan inter-
vención psicosocial a través del taller psico-educativo y posibili-

104
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

tan el aprendizaje grupal en conocimientos, actitudes y comporta-


mientos en relación a los problemas que le son comunes en pobla-
ción en contextos de migración internacional. Martínez, Guillén,
y Contreras (2013), quienes implementaron un taller con enfoque
Gestalt, dirigido a mujeres esposas de migrantes para la toma de
conciencia de su situación de vida y promover la toma de decisio-
nes. Y Zacarías, Uribe y Gómez (2018), realizaron talleres reflexi-
vos con mujeres -madres de familia- de zonas rurales con el fin de
dialogar, explorar y reflexionar sobre la historia de su comunidad,
los lazos que la componen y las condiciones de vida individual y
familiar.
La integración de estos enfoques posibilitan tener una mi-
rada compleja del objeto de estudio y por ende de las formas de
intervenir, tener diferentes posiciones desde los cuales situar al ob-
jeto de estudio, derechos humanos, género e interseccional, com-
plejizan las relaciones causales y sus efectos sobre la problemática
así como la consideración a las mujeres desde múltiples dimensio-
nes de su desarrollo, por lo tanto se incluyeron temas como salud,
educación, ser mujer, ser hombre, indígena, migrante, las relacio-
nes que se establecen en el albergue.
Los enfoques arriba mencionados conciben a las mujeres
como agentes de su propio desarrollo vs personas pasivas, y tam-
bién coinciden en que se debe de cuestionar el ejercicio y abuso de
poder, por ello, su incorporación en el diseño del taller nos permi-
tió considerar en las técnicas grupales y en la facilitación del taller:
el análisis de los obstáculos que impiden el pleno ejercicio de los
derechos humanos, la crítica a las relaciones de género impuestas
culturalmente, la identificación de diversas formas de ser mujeres
y de vivir las diferentes opresiones, a través de crear un espacio en
el que ellas puedan reinterpretar sus propias vidas, donde la voz de
todas y cada una es igual de importante.

2.2 Diseño del taller


Los ejes temáticos del taller se basaron en los objetivos del proyec-
to general: detonar discursos de violencia y agencia. Para la agen-
cia consideramos la definición de Mahmood (2006, p.127), “la ca-
pacidad de llevar a cabo los propios intereses en contra del peso de

105
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

la costumbre, la tradición, la voluntad trascendental, u otros obstá-


culos (individuales o colectivos)”. De tal forma que propiciamos la
reflexión de aspectos que dificultan o impiden encontrar espacios
de libertad y autonomía, que tienen que ver con la interiorización
de roles de género tradicionales y las formas de vida asignadas a
las mujeres: los conflictos, los deseos, los valores no tradicionales,
el derecho al disfrute del propio tiempo, a tener proyectos persona-
les y a llevarlos a cabo (Nogueiras, Blanc y Pliego, 2005).
Para el eje de violencia de género, entendemos que esta
violencia está asociada con la concepción social de lo que significa
ser hombre o ser mujer, y da cuenta de la violencia que se ejerce
contra las mujeres derivada de la estructura de discriminación y la
cultura de subordinación y dominio patriarcal que pesa sobre ellas,
basadas en el predominio de la heterosexualidad y en los estereo-
tipos de género y específicamente la violencia contra las mujeres
es cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cau-
se daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico,
sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público
(LGAMVLV).
Para explorar este tema, tomamos como base a Young (1997;
en Rosas-Vargas 2012), quien identifica tres aspectos a explorar: 1)
el control masculino del trabajo de las mujeres; 2) el acceso res-
tringido de las mujeres a los recursos económicos y sociales valio-
sos y al poder político, cuyo resultado es una distribución muy des-
igual de los recursos entre los géneros; 3) la violencia masculina y
el control de la sexualidad.
Nos documentamos además con otros estudios similares
que hacen énfasis en perseguir objetivos como: el empoderamien-
to para transformar las condiciones de vida y salud, propiciando
el sentido comunitario emancipatorio para enfrentar las inequi-
dades de clase, de género, de cultura y étnicas (Zaldúa y Sopransi,
2005); que las mujeres reflexionen sobre sus vidas, conflictos, de-
seos, afirmarse, en otros valores no tradicionales, en el derecho al
disfrute del tiempo propio, a tener proyectos personales y a llevar-
los a cabo (Nogueiras, Blanc y Pliego, 2005); recopilar la mirada y
la experiencia de las propias mujeres con el fin de ser incorporadas
a las políticas públicas (Rosas-Vargas, 2012).

106
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

Para el nombre del taller nos inspiramos en la carta escri-


ta por Josefina Piquet (2005), dirigida a sus hijos y nietos, llama-
da “La sonrisa de las golondrinas (La sonriure de les oneretes)”
en Barcelona, el 12 de abril de 1997. Está situada en la época del
franquismo motivo por el cual siendo niña tuvo que migrar de Ca-
talunya a Francia. La autora narra las vicisitudes que enfrentó al
vivir en el exilio en condiciones de pobreza y marginación, a su
vez, da cuenta de la búsqueda de los momentos felices que le brin-
daron fuerza y esperanza, como el regocijo que sentía al ver llegar
las golondrinas que anunciaban la llegada de la primavera y el fin
del duro invierno.
Consideramos esta carta como parte del material a presen-
tar debido a que, muchos de los pasajes que ella menciona pueden
ser similares a los vividos por las mujeres migrantes. Es importan-
te aclarar que, originalmente la carta contiene regionalismos tanto
catalanes como franceses, por lo que tuvimos que hacer algunas
adaptaciones para que quedara acorde al contexto donde las muje-
res migrantes viven.
También decidimos utilizar la metáfora de las golondrinas
como aves migratorias que construyen su nido cada vez que re-
gresan en la primavera a nuestra región, porque puede ayudar e
a evocar experiencias migratorias, toda vez que la migración que
realizan estas aves, se caracteriza por los movimientos entre dos
localidades; generalmente entre un área reproductiva a un área no
reproductiva y está motivada por la escasez de alimento de forma
drástica o pausada. “Durante las migraciones, las aves dependen
de una serie de lugares específicos para descansar, alimentarse y
almacenar energía en forma de grasa, que usarán para su vuelo
hasta la siguiente parada” (Hernández, 2008).
Para diseñar las técnicas grupales tomamos en cuenta va-
rios criterios. El primero fue, tal como lo menciona Baz (2007),
partir del objetivo general del proyecto: explorar los discursos de
las mujeres en torno a la violencia de género y agencia bajo una
metodología cualitativa. El segundo fueron las características y las
ocupaciones de las mujeres quienes en su mayoría son de origen
náhuatl, algunas son bilingües, las menos solo hablan náhuatl o
amusgo, algunas de ellas no saben escribir ni leer. En este sentido

107
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

las técnicas no implicaron tener que leer ni escribir, solo dibujar


o colorear. También, no están acostumbradas a interactuar entre
ellas, pues se relacionan solo entre familias extendidas en lazos de
suegras, nueras, cuñadas, lo que implica diseñar técnicas que per-
mitan el conocimiento entre todas y generar un ambiente de con-
fianza, esto implicó explorar valores, conocimientos y estilos de
comunicación (Garzón, Auad, Abella y Brañes, 2005).
Un tercer criterio fue, el tiempo disponible de las mujeres
(Garzón et all, 2005), pues gran parte de ellas vienen acompañan-
do a sus esposos o hijos/as y se dedica a realizar las labores del
hogar y a cuidar a sus hijos/as, tareas que le demandan la mayor
parte de su tiempo. Sin embargo, ellas decidieron brindarnos una
hora a la semana para asistir al taller, en el espacio después de ha-
ber mandado el almuerzo a sus esposos.
El cuarto aspecto, fue que en las técnicas grupales procura-
mos darles un carácter lúdico y recreativo, dos elementos que es-
tán presentes en la cultura popular y contribuyen a los procesos de
enseñanza y aprendizaje, a la concienciación y a la movilización
(Garzón, et all, 2005). Así pues, introdujimos juegos y canciones
que detonaran no sólo dialogo si no también risas. Y, por último,
incluimos por lo menos cuatro tipos de técnicas grupales conside-
rando los procesos de iniciación, cohesión grupal, análisis temáti-
co y evaluación parcial y final del programa, ya que la diversidad
de técnicas grupales y su aplicación deben facilitar la participación
(Peña-Cuanda y Esteban Guitart, 2013), más adelante se describirá
este proceso.
En cuanto al cómo de la intervención grupal o método en-
tendido como “ayudar al grupo a pensar” Pichon-Rivière (en Baz,
2007) nos planteamos tres intenciones grupales: a) propiciar que se
pongan de manifiesto las concepciones, prejuicios, emociones, mi-
tos y valores relacionados con ser mujer; b) señalar y favorecer el
cuestionamiento de los mecanismos de naturalización, las certezas,
los estereotipos y procesos de discriminación como sexismo, racis-
mo, clasismo y; c) interrogar sobre la tarea manifiesta ¿para qué
nos reunimos como mujeres?. El propósito del taller, entonces, es
producir materiales que permitan acceder a los entramados simbó-
licos que son el sostén de la experiencia humana. (Baz, 2006).

108
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

Para la elaboración de materiales consideramos utilizar lo


que diversos autores/as (Ghiso, 1999; Bondanini, 2017; Riaño-Alca-
lá, 2000) recomiendan que se trabaje con recursos diversos como
elementos visuales, audiovisuales, mapas mentales, cartografías,
imágenes y objetos nemónicos, biografías visuales, entrevistas ba-
sadas en contar historias, reconocimiento espacial, medios electró-
nicos, fotografía, música. Todos estos elementos ofrecen múltiples
posibilidades para el registro etnográfico. Por tal motivo, utiliza-
mos imágenes para detonar narrativas en torno a ser mujer, se pre-
sentaron tarjetas con imágenes de mujeres con rasgos similares a
ellas, en contextos y haciendo labores cotidianas. Así como la uti-
lización del diseño de dibujos que ellas mismas realizaron con el
apoyo de papel, colores y plumones.
Otro aspecto muy importante a considerar en el diseño del
taller es la descripción los roles de quienes participamos en su im-
plementación, con el fin de poder administrar mejor el tiempo, los
recursos humanos y materiales, y evitar confusiones en el tipo de
función que cada quien tiene que realizar y poder centrarnos en
los procesos de investigación e intervención.
Considerando lo anterior, nos dividimos en tres roles: las fa-
cilitadoras, las observadoras y las participantes. Operativamente el
rol de la facilitadora consistió en ser la guía de los procesos grupa-
les: dar instrucciones, retroalimentación, proporcionar materiales,
y fomentar la evaluación. La observadora es quien registró la infor-
mación construida en el taller, el manejo de las grabadoras, los re-
gistros de observación. Tanto la facilitadora como la observadora se
encargaron de ir a recordarles puerta por puerta a las participantes
del taller, así como de la evaluación y planeación del taller, y la sis-
tematización y análisis de los datos construidos. Finalmente, con-
sideramos como participantes a las mujeres que asistieron al taller.

2.3 Diseño de la evaluación de proceso y final


Bajo la perspectiva dialógica, las dinámicas grupales generadas en
el taller deben permitir fisurar la autoridad dominante de la inves-
tigadora a través de considerar a las mujeres como observadoras
reflexivas, capaces de investigar y analizar sus propias realidades,
apelando a la capacidad transformadora de cada una de ellas, para

109
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

analizar su propia situación problemática, cuya interpretación será


el punto de partida para la implementación estratégica y pragmáti-
ca de los resultados (Francés et all, 2015).
Mientras tanto, el rol de la investigadora es configurado por
las relaciones dialécticas que se establecen entre actores sociales
con necesidades concretas a solventar, que se traducen en una in-
teracción continua entre reflexión y acción. A su vez es una facili-
tadora y una sistematizadora de la información que se va gestando,
dado que desde esta perspectiva se reconoce autonomía cognitiva
y práxica al objeto para producir información.
Por lo anterior, para la evaluación del taller planeamos
como técnicas de producción de información: la observación par-
ticipante, la retroalimentación al final de cada sesión, así como los
productos elaborados por las participantes.
La observación participante tuvo como objetivo identificar
1) la dinámica y estructura del grupo, y 2) las narrativas en torno
a los ejes detonadores, así como las demandas de intervención.
La dinámica implicó las formas de relación establecidas entre las
mujeres identificando: tipos de comunicación, liderazgos, conte-
nidos de las participaciones, expresión emocional, nivel de involu-
cramiento. En la estructura del grupo pudimos observar cuantas
asisten, de qué edades y el nivel de escolaridad. Todo ello quedó
registrado en una bitácora. Con respecto a las narrativas, estas fue-
ron grabadas en formato de audio.
La retroalimentación al final de cada sesión tuvo como ob-
jetivo recolectar las impresiones de las mujeres acerca del taller de
los contenidos y las técnicas grupales aplicadas. Consistió en pre-
guntarles ¿Qué aprendieron? ¿Cómo se sintieron? ¿Qué temas les
gustaría saber? Todo ello lo registramos en audio y al final de cada
sesión en una bitácora.
Con base a lo que ellas expresaron en la retroalimentación,
los productos elaborados y lo observado por el equipo de investiga-
ción se adecuaban o rediseñaban las sesiones siguientes. A la par
identificamos contenidos claves para comenzar a generar posibles
líneas de intervención e investigación.
Las técnicas aplicadas nos permitieron triangular la infor-
mación recabada, con el fin de construir nueva información para
la toma de decisiones en conjunto con la comunidad.

110
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

3. Implementación del taller “El vuelo de las


golondrinas”
El taller como dispositivo de investigación e intervención es con-
siderado una de las técnicas de investigación social de carácter
dialógico que produce discurso grupal (Uribe, 2005), genera un es-
pacio, un tiempo y una disposición para conversar, y es median-
te los juegos de lenguaje “tipo conversación” que se producen los
datos (Ghiso, 1999). Para detonar estas conversaciones se llevó a
cabo las siguientes actividades: Las facilitadoras, la representante
del entonces Emalur, ahora Fundación Beta San Miguel BSM, y las
participantes determinamos el espacio físico con base en la estruc-
tura arquitectónica del lugar, el tipo de mobiliario, las condiciones
climatológicas, así como del horario del que ellas disponían para
atender al encuentro grupal. De esta forma, elegimos instalarnos
afuera del salón de usos múltiples que cuenta con piso de ce-
mento y techo de lámina, es un espacio abierto que se encuentra
frente a los lavaderos y los baños, al sur da con un pequeño espa-
cio arbolado y al norte están unos cuartos habitados. El mobiliario
fueron una mesa grande y sillas escolares.
Las condiciones climáticas del lugar fueron de mucho calor
debido a que en el periodo que permanecen en el albergue pre-
valecen las temperaturas altas y húmedas, aunado al horario que
ellas acordaron (la una de la tarde), por ello optamos por el espacio
abierto para que circulara el aire, lo que permitió que la interacción
con sus hijo/as pequeños/as, que no van aún a la escuela, fuera
más cercana y frecuente. Además, propició que nos vieran las otras
mujeres que no acudían al taller y algunas se animaran a asistir.
La decisión conjunta de lo anterior es un paso importante
para abrir el diálogo, involucrarnos en la experiencia colectiva, y
comenzar a hacer interacciones multidireccionales entre ellas, en-
tre ellas y nosotras.
La logística del taller consistió en llegar media hora antes de
comenzar las sesiones para ir hacer las invitaciones al taller, casa
por casa, algunas de las participantes también invitaban a sus com-
pañeras. Preparábamos el lugar con una mesa para materiales, y
acomodábamos las sillas en círculo de tal forma que ellas y noso-

111
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

tras podíamos interactuar todas cara a cara en un mismo nivel. La


mayoría de las sesiones contamos con el apoyo de la trabajadora
social de la fundación Beta San Miguel BSM quien las conoce muy
bien, lo cual facilitó que ellas nos tuvieran confianza.
Simultaneo a ello, otra compañera se encargó de atender a
los hijos e hijas que acompañaban a las participantes, en un lugar
cercano y visible a donde estábamos. Esta organización es muy im-
portante porque ellas pueden concentrarse en las actividades del
taller, con la seguridad de que sus hijos/as están siendo cuidados.
Operativamente, cada sesión se dividió en tres momentos:
apertura, desarrollo del tema principal y cierre de la sesión. La pri-
mera parte del taller se caracterizó por el establecimiento de un
clima de confianza y rapport, por medio de técnicas grupales cen-
tradas en el movimiento corporal donde las mujeres involucraran
todo su cuerpo al hacer la actividad (cantando y/o bailando). Lo
cual ayudó a focalizar la atención en su propio cuerpo y situarse
en el aquí y ahora del taller.
Un segundo momento, se les presentaba el tema a desarro-
llar con la utilización de diversos materiales visuales, se hacían
preguntas detonadoras de diálogo, previamente elaboradas, algu-
nas veces ellas dibujaban o coloreaban, y posteriormente hacía-
mos una puesta en común sobre las reflexiones de cada una de
ellas. Por ejemplo, este dispositivo grupal permitió a las integran-
tes, que, al hacer interacción entre ellas, al conversar y preguntar-
se ¿Qué es ser mujer? se establecieron vínculos y relaciones sig-
nificativas posibilitando procesos de subjetivación y de definición
o adecuación de identidades (Montaño, 2016). Además de cuestio-
narse en tormo quiénes son en relación a otras mujeres y a las ins-
tituciones que regulan al ser social, es decir, las formas de funcio-
namiento social, las normas y los valores (Baz, 2006). Este compo-
nente es importante en el proceso de construcción de identidades
y en la elaboración de las alternativas para el cambio, ya que como
dice Montaño (2016), los sujetos son productos del entorno simbó-
lico y de la topografía institucional y política que los determina y
constituye subjetivamente.
También, en aras de favorecer la acción y la reflexión, se
utilizaron las propias contradicciones, conflictos, errores, que, en

112
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

el espacio del taller se generaron para problematizar y dar lugar a


una transformación de la realidad y de sí mismas (Grillo, Ferrer y
Suarez, 2016). Como el hecho de que había mujeres en el albergue
que no se incluían en las actividades comunitarias se hicieron pre-
guntas ¿Cuáles serán las causas? ¿Qué podemos hacer para cam-
biar la situación?
Y en el tercer momento del taller, se dedicaba a identificar
las experiencias significativas que habían tenido en esa sesión, las
expectativas para las próximas y las demandas en general. Nueva-
mente se realizaban preguntas detonadoras y como cierre las mu-
jeres hacíamos alguna actividad que apoyará a relajar el cuerpo y
despedirnos.
Cabe mencionar que, aunque previamente se eligieron los
temas y las técnicas al menos para las primeras 5 sesiones, se tomó
en cuenta lo que plantea Baz (2007), en el sentido de que se re-
quiere plasticidad en el diseño del taller para incluir las diversas
demandas y situaciones que solicita la población, por lo tanto, cada
intervención fue evaluada al final tanto en contenidos como en es-
trategias y procesos de participación para programar las siguientes
sesiones. Dicho proceso involucró tener la capacidad de observar,
escuchar y registrar actitudes de aceptación, de rechazo, las omi-
siones, los silencios, las risas, etc.
Como ya lo mencionamos arriba, todas las sesiones consis-
tieron en una actividad de apertura, una de reflexión y una de cie-
rre. Cada sesión les pedíamos que escribieran sus nombres en una
etiqueta para que se la pusieran en un lugar visible para poderles
llamar por su nombre.
Luego aplicábamos una técnica para establecer rapport y
para que las mujeres centraran su atención en sí mismas, por lo
que siempre consistía en enfocarse en su propio cuerpo y el de las
compañeras promoviendo el contacto, el movimiento y a interac-
ción en ellas y con las otras. Después se hacía una pequeña intro-
ducción del tema a abordar, las instrucciones para la actividad y
algunas frases o preguntas para detonar su participación.
Sus discursos fueron en relación a su cuerpo, sus historias
de migración, lo que les preocupa de sus hijos/as y sus esposos, así
como de las condiciones del albergue. Sus demandas fueron que

113
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

les lleven más cursos de orientación y capacitación, la unión con


las compañeras del albergue que no se integran, realizar un paseo
en familia como alguna vez se hizo.
En cuanto a la dinámica del grupo hubo sesiones donde tu-
vimos una nutrida asistencia y casi todas participaron, un par de
sesiones se cancelaron porque la mayoría no pudo asistir por los
cambios de horarios de los esposos. Para algunas de ellas resultaba
algo incómodo no saber escribir o hablar bien el castellano, ellas
con frecuencia usaban el náhuatl para comunicarse y otra compa-
ñera traducía (a veces) porque otras ellas tenían su propia plática,
dejándonos fuera a las facilitadoras.
Durante la fase de la implementación reafirmamos lo im-
portante de elegir las técnicas tener siempre presente el “para qué”
del uso de estos instrumentos, además considerar: 1) la orienta-
ción pragmática del proceso de investigación, b) los fines transfor-
madores del proceso de investigación, c) la pertinencia en relación
a la población, d) la capacidad de producir conocimiento de tipo
pragmático en los participantes y c) la flexibilidad de ésta para lle-
varla a cabo (Francés et all, 2015).

3.1 Análisis de los datos


Como toda implementación de dispositivos de investigación, el ta-
ller requiere del registro sistemático de la información construida
durante todo el proceso y desde diferentes fuentes. En Ciencias
Sociales los procesos subjetivos son de naturaleza no observable
directamente, por lo tanto, su lectura se hace de forma indirecta. Es
a través del lenguaje en que las investigadoras produjeron análisis
de la realidad social. Nos centramos en el lenguaje a nivel prag-
mático, en su capacidad para inscribirse en procesos de acción e
incluso para desencadenarlos (Francés et all, 2015).
Partimos de que el dato es dato porque las investigadoras le
conferimos un sentido al considerarlo que representa un aspecto
de la realidad que posee interés para el análisis, por tanto “la infor-
mación se produce, no se recoge” (p. 13), tratando de producir da-
tos que sean significativos para los fines de la investigación y para
las participantes que se hallan implicados en ella. Por eso:

114
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

“la premisa de que no existe una realidad social,


sino tantas realidades como sujetos productores (o con-
ceptualizadores) de realidad social, a las que cada cual in-
fiere su propio sentido. Y este hecho otorga al proceso de
la investigación social y a las técnicas de que ésta hace
uso, una naturaleza intencional, procesual, y esencial-
mente creativa e interpretativa” (p.13)

Cada sesión, el taller a través de las participantes y la faci-


litadora construimos datos, éstos fueron sistematizados y analiza-
dos inmediatamente para ser devueltos y tomar decisiones sobre
las siguientes acciones. Es también indispensable documentar el
análisis de nuestra propia implicación en el terreno y la dinámica
transferencial-contratransferencial para reconocer nuestra expe-
riencia, y situar nuestro vínculo con el grupo en forma dialógica,
en un plano de dar y recibir, lo cual involucra la dimensión ética y
política implicada (Baz, 2006).
Para la transcripción de los datos se usó el discurso literal
proporcionado por las participantes, y pautas comunes para faci-
litar dicha transcripción. De audio lo pasamos a formato Word y
analizamos utilizando el software para análisis de datos Atlas.Ti 8.
Realizamos el análisis con base en la propuesta de Strauss
y Corbin (2010), buscando las construcciones sociales en torno a
ser mujer migrante, indígena, en condiciones de pobreza, la inter-
sección de las violencias, discriminaciones y agencia, así como las
necesidades que ellas demandan sean atendidas.
En cuanto al material producido por ellas, los dibujos, reali-
zamos un análisis interpretativo con base en discurso mencionado
en el taller cuyos ejes temáticos versaron en torno representarse a
sí mismas, a sus familias y al contexto donde viven.
El taller facilita la triangulación para la producción de datos
pues convergen diferentes fuentes para la producción de datos que
pueden ser videos, grabaciones de audio, notas de campo, fotogra-
fías, trabajos realizados por las participantes, entre otros; las cuales
proveen de diversos planos de interpretación y conexiones entre
ellos, para el análisis del objeto de estudio y el planteamiento de
nuevos problemas (Rodríguez, s/f).

115
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

Finalmente, otro aspecto de suma importancia fue que, a


partir de la sistematización y estructuración de la información por
parte de las investigadoras, ésta se devuelve a las participantes con
el fin de que la validen y determinen su uso (Francés et all, 2015).
Para ejemplificar el análisis de la información obtenida tan-
to de la comunicación verbal como no verbal (movimientos corpo-
rales), mostramos una de las categorías de análisis que incluimos
en todas las sesiones del taller: el cuerpo que habito. En un primer
análisis encontramos las siguientes respuestas en relación a cómo
habitan su cuerpo y como le agradecen su presencia, las respuestas
fueron en dos sentidos, uno en torno a realizar labores para el ho-
gar y dos, hacer actividades placenteras para ellas mismas. Dichas
respuestas se pueden observar en la imagen 1. Respuestas a la cate-
goría el cuerpo que habito, que muestra además el dibujo realizado
por una de las participantes.

116
Imagen 1. Respuestas a la categoría el cuerpo que habito

117
Fuente: Elaboración propia
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

3.2 Devolución de los datos producidos e implicación


El taller como dispositivo de investigación e intervención gene-
ra un proceso participativo que facilita construcciones reflexivas y
prácticas, y con ello, afirman Francés et all (2015, p.50), se produce
teoría social que puede ser “comprobada no mediante una verifica-
ción estadística, sino mediante la resolución práctica y cotidiana de
asuntos de la vida real”. Por lo cual, es necesario la devolución de
los datos a lo largo de todo el proceso investigativo, y que las téc-
nicas grupales se encuentren vinculadas a procesos de devolución.
De modo que los propios resultados se reintroduzcan en el
mismo proceso de conocimiento de la realidad para profundizar
cada vez más. En cierta forma se trata de un proceso de toma de
conciencia de la realidad por parte de los sujetos, ya que, aunque
existan necesidades sentidas, a menos que seamos capaces de arti-
cularse en objetivos prácticos es muy difícil enfrentarse a ellos con
ciertas posibilidades de satisfacción.
La devolución de resultados tiene dos propósitos: 1) que la
población valide los datos construidos evaluando su pertinencia y
determinando su uso, a la vez que se rompe la jerarquía de inves-
tigadoras-participantes; 2) es un medio para aumentar el grado de
implicación de la población en todo el proceso investigativo.
También, a lo largo del proceso de devolución de datos las
investigadoras reflexionaron sobre su propia implicación, “recono-
cer su sentir, con respecto a la problemática que se le presenta y
sobre la cual se le solicita operar, es decir, que trabaje para recono-
cer el deseo propio, antes que intentar imponerlo el sentir” (Mon-
taño, 2016 p.10), para lo cual fue importante la colaboración de
otros profesionales del equipo investigador que no están involucra-
dos en el proceso de la implementación del taller, en esta caso del
área de Trabajo Social y de Educación.
Por último, analizar la implicación que tenemos en el con-
texto del taller nos pone en alerta para interactuar con naturalidad,
observar sin irrumpir los procesos interacciónales e, intervenir de
manera oportuna de acuerdo a los objetivos del proyecto Esta diná-
mica sostiene la tensión entre la proximidad y la distancia, la em-
patía y el extrañamiento, la observación y la participación, el cues-
tionamiento y la confidencia, confiriendo a la situación caracterís-
ticas adecuadas para la interpretación del sentido (Rodríguez, s/f).

118
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

4. Reflexiones finales
En este apartado relato algunas de nuestras reflexiones en relación
al diseño e implementación del taller “El vuelo de las golondrinas”
como dispositivo de investigación e intervención en mujeres que
viven en albergues para jornaleros migrantes.
Partir de conocer contexto histórico y cultural nos ayudó a
identificar prácticas culturales claves para poder acercarnos a la
población tratando de respetar lo más posible sus rutinas en el al-
bergue, así como de respetar sus creencias y modos de relacionar-
se. Aquí fueron claves las entrevistas con las profesionales que ya
han trabajado ahí. Por su parte los enfoques utilizados reforzaron
en nosotras una visión integral y compleja de las subjetividad e in-
tersubjetividad de las mujeres en relación a los factores que causan
su opresión y vulnerabilización, pero también de su capacidad de
agencia.
En el diseño del taller los dos ejes de violencia de género
y agencia, fue fundamental usar definiciones claras que se pudie-
ron trasladar a actividades que evocaran discursos en relación esos
temas. También fue clave el uso de técnicas grupales lúdicas y re-
flexivas, aunado al uso de metáforas o imágenes evocadoras de ex-
periencias, que permitieron en primer lugar ganarnos la confianza
de las mujeres quienes expresaron diversas experiencias de su vi-
vencia como mujeres indígenas, migrantes, esposas y madres. En
este punto, consideramos que se pueden diversificar materiales
aún más los materiales.
La estrategia de evaluación del taller permitió valorar cada
sesión desde la visión de las mujeres participantes quienes retroa-
limentaban con sus opiniones las técnicas grupales y dinámica de
las interacciones, así como el rol de las facilitadora y observadora.
Además, gracias a que grabamos en audio las conversaciones pode-
mos tener el registro permanente de los datos construidos. Aquí es
importante tener una grabadora que tenga una capacidad amplia
para captar el sonido en espacios abiertos, pues con las convencio-
nales los ruidos ambientales pueden interferir provocando poca
claridad en el sonido grabado.
La implementación del taller conllevó la negoción de ho-
rarios y días que fueron cambiando al menos un par de veces con

119
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

tal de que las mujeres pudieran asistir con los menos pendientes
posibles, así como de que la mayoría de ellas pudiera asistir. En el
transcurso de la implementación fue necesario tomar en cuenta
que las mujeres estaban en su ámbito en el albergue donde rea-
lizan todos los quehaceres del hogar y como en todo espacio no
controlado la vida cotidiana seguía su flujo, del cual ellas se des-
prendían en parte, pero a la par del taller también ellas realizaban
actividades que fueron desde amamantar sus bebés, estar al pen-
diente de los pequeños que no van a la escuela, hasta de los pe-
rros y gatos que cohabitan ahí. Lo anterior lo consideramos de una
enorme riqueza pues nos permite, sin invadir tanto, entrar en sus
dinámicas cotidianas y observar diversas formas de interacción co-
munitaria, así como su capacidad para resolver ciertos problemas.
Como desventaja en la aplicación del taller tuvimos que, todas ha-
blan el náhuatl y nosotras no, y en ocasiones entre ellas platicaban
en náhuatl y nosotras no entendíamos, hasta que alguna de ellas
nos traducía, aunque en otras ocasiones eso quedaba entre ellas.
La producción de datos se pudo hacer gracias a las técnicas
aplicadas como la observación y a la utilización de los productos
elaborados por ellas mismas. Todo esto se trasladó a discursos que
fueron analizados de manera vertical (caso por caso) y horizontal
(contrastando todos los casos) desde los dos principales ejes agen-
cia y violencia de género.
La devolución de datos se realizó en cada sesión con los da-
tos producidos en la anterior. Actualmente, estamos en la fase de
devolución a las asociaciones cañeras, así como a la población que
regresa y la que viene por primera vez.
Desde la planeación del taller nos conllevó mucha organi-
zación y entusiasmo de nuestra parte, pues sentíamos la necesidad
de colaborar para mejorar la vida de las mujeres, lo cual aumentó
conforme nos adentramos en la fase de implementación del ta-
ller, en donde tuvimos emociones de tristeza, coraje y desilusión
por las condiciones de vida de las mujeres, pero también sentimos
empatía, simpatía, esperanza, y admiración por las mujeres al ver
como resuelven las dificultades a las que se enfrentan el día a día
y el potencial de agencia.

120
Taller "El vuelo de las golondrinas" dispositivos de intervención ...

Finalmente podemos decir que El taller “El vuelo de las go-


londrinas”, como dispositivo de investigación e intervención, fue
una estrategia que posibilitó realizar la labor investigativa de mane-
ra participativa con las mujeres migrantes que viven en los alber-
gues, mediante el establecimiento de los vínculos con ellas, la cons-
trucción de datos que nos permitieron un primer acercamiento a
sus condiciones de vida y experiencias cotidianas. La utilización
los recursos visuales y los dibujos como elementos detonadores de
discusión, se contrastaron con lo registrado en la técnica de obser-
vación participante lo cual contribuyó a la triangulación de estos.
Por lo anterior expuesto, podemos afirmar que el taller
como dispositivo de investigación e intervención social cumplió
con la finalidad transformadora de construcción conjunta de co-
nocimiento entre mujeres participantes e investigadoras, y la ac-
tivación de procesos de subjetividad en la complejidad de la vida
cotidiana donde se evocaron discursos en torno a los ejes de des-
igualdad y discriminación género, etnia, raza, clase social, género,
ciclos de vida, condiciones de salud, y procesos relacionados con
su capacidad de agencia como generadoras y promotoras de un
cambio en ellas y en las prácticas culturales. Por ello, el taller es
una opción viable para visibilizar los diferentes grados y niveles de
violencia y agencia, en un tiempo y contexto situado.

121
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez

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125
Autores/Autoras

Guillermina Chávez Torres


Es doctora en Ciencias Sociales y licenciada en Trabajo Social. Es
Profesora de Tiempo Completo en la Facultad de Trabajo Social de
la Universidad de Colima. Su línea de investigación es sobre migra-
ción, género y TIC. Su trabajo se ha publicado en artículos científi-
cos de revistas internacionales y nacionales, y en capítulos de libro.
Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT.

María Fernanda Enríquez Valencia


Egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima.
Durante la carrera colaboró haciendo investigación con Perspec-
tiva de Género sobre masculinidad, violencia de género, empode-
ramiento y agencia de las mujeres. Realizó un Intercambio en la
Universidad de Granada, España. Hizo un verano de investigación
por parte de la AMC en la Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla, donde participó con un artículo de divulgación científica
sobre las mujeres en la ciencia. Ha sido ponente en el Tecnológico
de Colima, en el Campamento de Empoderamiento científico de
las niñas CONACYT-INAOE y en el Congreso Internacional de Es-
tudios de Género del Centro Universitario de Estudios de Género.

Sergio López Molina


Es Doctor en Educación. Actualmente se desempeña como pro-
fesor en la Facultad de Psicología en la Universidad de Colima y
como Secretario Técnico en la Coordinación General de Docencia
de la misma Universidad. Tiene la distinción de nivel I en el Siste-
ma Nacional de Investigadores del CONACYT.

127
Nancy Elizabeth Molina Rodríguez
Profesora de Tiempo Completo de la Facultad de Psicología de la
Universidad de Colima. Obtuvo los grados de licenciada y maes-
tra en Psicología en la Facultad de Psicología de la Universidad de
Colima y el grado de Doctora en Psicología en la Universidad de
Guadalajara. Se ha especializado en la investigación y atención a
los procesos de violencia y discriminación por identidad de género
y sexual bajo el Enfoque de Derechos Humanos y Perspectiva de
Género. Ha escrito capítulos de libros y artículos científicos para
revistas nacionales e internacionales. Es integrante del Sistema
Nacional de Investigadores.

128
Del diagnóstico al vuelo de las golondrinas: propuestas metodológicas para
el trabajo con familias jornaleras migrantes, coordinado por Guillermina
Chávez Torres, Nancy Elizabeth Molina Rodríguez y Sergio López Moli-
na, fue editado en la Dirección General de Publicaciones de la Universi-
dad de Colima, avenida Universidad 333, Colima, Colima, México, www.
ucol.mx. La edición digital se terminó en diciembre de 2020. Diseño de
portada: Lizeth Maricruz Vázquez Viera. Diseño de interiores: José Luis
Ramírez Moreno.
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