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Noes arte a prude as cosas isis? Los canones del gotico: oe ere eres ae camel ER li LZ. i - Jin inicié en 1386 sin contar —como arte, religiOn y CIENCIA stctaycie ene on J. RAFAEL MARTINEZ EF toylas dificultades técnicas que no de- Medievo. a parte esti la sujecién arqui- Jos cannes geométricos. ¥ abe pu ar esta cuestion: lo que se debatia en Mikin no era sila cate Aral debia evigise segin ciertas reglas derivadas de lageometria, sino simple~ mente si la figura que deberia usarse como patrén era el cuadrado (que ya habia sido usado para el disefio de la lo equilitero. El de atent ‘es que aborda las rizones que sustentan la confianza del planta) o el wid otro aspecto dig nen el documento mila orden arquitecténico en los cdnones geométricos, Esto resulta evidente en Ta minuta de una borrascosa discusién ‘entre e] experto francés, Jean Mignot, y los constructoresitalianos. Derrot do de momento por un argumento de caracter técnico, Mignot comenta, ‘agriamente, que sus oponentes se han, obvidado de las reglas de Ia geometria al sostener que arte yciencia son cosas ajenas entre si. ara Mignot y sus contemporaneos artees el savoir fare que se ha adquii- ddo mediante la experiencia, en tanto {que por ciecia entienden en este caso la capacidad de aportar razones que guien el trabajo arquitects particular se referfan a que era la geo- rmetria la que sentaba las bases de la arquitecu te laopinién de Mignot prevaleci6, en gran medida gracias a su argumento, irrebatible entonces, de que la estabil dad y a belleza de un edificio estaban sujetas a las mismas leyes, las que a su ver tenian origen en la perfeccion de las formas geoméuicasy en la matem- tica en general Esta vision no era nueva, hab nid elaborsndose desde que San Agus- tin (s. Va.G) eseribiera el tratado que modularfa la esttica medieval y de | que el arte gotico ha venido a ser una especie de paradigma, La riqueza del pensamiento que le dio origen y el ex fuerzo invertido en recursos materia- Tesy en fuerza de trabajo hicieron del gético una de las grandes empresas de Ja humanidad. De abi la importancia deexplorar los ambitos del arte, la cien- cia y la religion para entender ese e pecticulo de piedras, hices y espacios que es el gatico. ico. En Laestética agustiniana En el libro De musica San Agustin ex- plica porqué, en su sentido més eleva- do, lamiisicaes unaciencia, Acepta que Jos sonidos que llamamos musicales, pueden ser producidos de manera ins- tintivaysin que medic un cierto entre- namiento, pero a esta clase de milsica lx-ealifica como vulgar, puesto que tim, 45 ENERO-MARZO. 1997 poco separa al hombre de la bestia”. | aparienciasal de la contemplacion del En el lado opuesto esti el verdadero orden divino. Asi ocurre en Dal orden, centendimiento de la misica, el que se __obraddonde San Agustin describe como ogra conociendo las leyes que son su larazén,en suafin por aleanzar la con- cesencia, el que permite usarlas para la templaci6n de las cosas divinas, reci creacién musicaly que las descubre en rre ala miisica y luego a lo que sucede lacomposiciin, Esteentendimientose en su esfera de visin, ogra, segin San Agustin, al deseubrir la naturaleza mate imatica de esta cencia a la quel no duda en llamar miisica 0 “ciencia de la buena modula Mas concretamente, esta isciplina se ocupaba de asre- laciones entre las diferentes tunidades musicales que se es tablecian a uavés del recono- cimiento de la existencia de médulos o mediciones que po- drian determinar la presencia de ruzones o proporciones ariuméti- cas, La razén mas admisible se- sin San Agustin era 1:1, pues en ésta la unién © consonancia centre las partes alcanzaha el grado mis alto de intimidad, Lugo venian la razones 1:2, 23 y3e4—octava, quinta yeuarta—,losin- | Fagus. Ptanta dena isa diets por Fan tervalos de consonancia perfeeta, Sel ceo Ging sigue las poporsiones deb cosmosnosesometierta princpion nue | St shimana Bbw anrenzina, Frencia ‘méricos el caos reinaria y quedaria in- San Agustin apela a lt arquitectura validado el pasije biblico segin el cual para hacer ver que la nocién de niime- Dios habja “..ordenado todas las cosas, taly como se maneja en las propor- segsin la medida, el ntimero y el peso”, _ciones simples que se derivan de las ra Dada la imposibilidad de esta illima s+ zones “perfectas’, es el origen de todo. tuacién, las relaciones de orden mate- discurso estético. El arquitecto, si s6lo imatico adquirieron unagran elevancia_ esun mero repetidor de esquemas pre- ‘enlacomprensin de lanaturaleza, Esta | viamente establecidos, quedari exclui- visién consttuyé el punto de apoyo de | do del selecto grupo que reconoce el Ja filosofia agustiniana del arte. uso —si bien instntivo—de reglas mae La geometria también encontré su temiiticas. Para una mente educada era nicho en lascorrientes de pensamien- | evidente que la belleza de un edifcio to que derivaron de San Agustin, En | derivaba de que dichas reglas fueran ‘gran parte esto se debié a la funcién | utilizadas y que el resultado fuera ev- anagégica que posefa a geometra, e- | dente para el observador (Fig. 1) firiéndose con ello a la capacidad de | La estética agustiniana —para lla- conducira la mente del mundo de las | marla de alguna manera, aunque mis CLENCIAS NERO-MARZO 1997 Figura 2 Detaled unaescalara def enteral de Chartesque muesiraa Pagorasincinado bres nabs adelante se sefalara lo inadlecuado de su uso desde un punto de vista estric: to— fue adornada por Boecio y queds por fin sometida a reg mente estrictos proporcionados por doctrinas metalisicas y leyes matemati- cas. En esta etapa la emocion estética, el sentimiento, quedan subordinados, yenes relativa- pues sélo producen una nocién confu sa de armonfa, misma que Gnicamen: eel intelecto puede aspirara comps dery representar. Lo que esto significa esque para Boecio la intuicién no esta mejor consejera en lo quea proporcio- nes se refiere, ni tampoco lo es el usar fOrmulas matematicas que den lugar a las proporciones. Limitada como esta balnestética agustinians-boeciana solo reconocia las bondadesde las “razones” perfectas derivadas del misticismo pi- tagérico, lo que equivalia a decir que la belleza verdadera radicaba en una realidad metafisica. Segin esta doctri- na, las armonias sensibles y audibles eran sélo insinuaciones de esa armo- nia perfecta que las almas afortunadas podrian disfrutar en el mundo que se avecinaba, Esto levaba a que la belleza cera coneebida en términos musicales y que el estado de gracia no seria otra cosa que el disfrute de una sinfonia exerna La realidad deo dvino qued ia insinuada a través de fs consonan- cias musicales de ls proporciones de Jo creado por hombre, y por ello ka | | contemplaciin de tales armeonias po: | dia condiucir el alma a a experiencia de lo religioso, No es casualidad, en tonces, que el lenguaje arquiteténico | | insinuara imagenes que trascendieran el mundo realy que através del asom- bro os sr aque éste provocaba ransmitira la sen- sacion de una presencia di imientos de reverencia Lacatedral, espejo del cosmos No se exagera si se dice que la autori= dad del pensamiento agustiniano dio forma a la Edad Media y que, © | particular, su Glosofia de Ia belleza model6 el pensamiento del grupo de ‘eminentes platonistas que, unidos al- rededor de la escuela catedralicia de Chartres, dieron vida en el siglo Xia ‘un movimiento que en muchos senti- | dos prefiguré un renacimiento, El pla tonismo de Chartres debia su fiiacién aca un slo texto de Platén —no ha- Tnucho mis de donde ecoer en | cece tiempo, y de esta obra se conser ‘aban slo unos fragmentostraducidos burdamente yacompafados por los co- rmentaris ce Caleidio y de Macrobio aque hacian de la cosmologga ahi con tenida un agregado de ideas leno de mistcismo, Tal ver éste fue el ingre- dliente que hizo del Tieo um libro tan respetado como el Gésis y que ade- | mis dio pie a que se les considerara como complementarios en lo que se referfaa sus versionesacerca de la crea én del mundo, Esta visén, imprede- ciblemente, tendria consecuencias de gan impacto en los campos estéticos de la épocay, por To tanto, en el orden arquitectonico que dejaria una de la tuellas mis imperecederas en la ci racion occidental lo CLENCIAS Los tedlogos y fil6sofos de Chartres cestaban obsesionaclos con las matemé- ticas ylasconsideraban el larode unin, centre Dios y el mundo, a lave magica {que comunicarfa el orden de lo divino con el deo humano. El personaje | renombrado de este sistema, Thierry dde Chartres, tenia la esperanza de lle- gara concebir,a través de la geometr y de la aritmética, al artista divino en | su taren de creador Se apovaba para ello en el pasaje de La sabiduria de Salo- ‘én donde se dice que Dios ordené a todas las cosas segiin su “medida, nie rmeroy peso”. Tan sugerente es esta fe se que resultaba imposible desigarla de Ta parte del Timo en la que se afirma Fgura. Lipide atu dl maesroarguitee to Hugo ibergers (1268) le representa so teniendo un modo de cated la vara dl a quiet, sinbolo de ws categoria. Asus pis esti Tesadray comps tin, 45 ENERO-MARZO 1997 {que los cuerpos primarios que compo- | diseito delaobra,y porello nen al mundo deben ser concebidos no es casual que se hayan como materiales de construccién lis | encontrado tantos arquitec- tos para ser unidos por la mano del | tosentre lashuestes de ecle- constructor. La composici6n se leva a | sistcosmedievales la ce cabo fijando las cantidades segan las | cia del arquitecto tenfa un perfectas proporciones geométricas de ‘cuadrados y cubos (1:2:48 y 1:39:27), que son las misimas proporciones que | hecho que el conocimien- cortesponden alénimadelmundo.Se- | to del guadriv sustento te6rico, el de lasle- yes de la geometria, y esun grin ett composicién en la que part- | —aritmética, geomet as datis seg ls més perfects propor- | con pocas excepeones, el clones {elénima]guardaunarelacin | privilegio de los clérigos de unidad y concordiaconsigo misma | (Fig, 3). ypor ende no sufi separacin alge |. Segdn Allan de Lille, na que provenga de fala de armonia | Diosesel arqutectoartsta interna entre sus partes; el lao de | (dges archer que ed unign es, simplemente la proporcion | fie6 el cosmos como su pt geometric” Taco real, organizando fa Deaguisedesprendequelispropor’| cadena de lo creado por cones perfecias powen una funcién: | medio de las sutles “cade uniryongaizar los diferentes elemen- | mas" de a consonancia musicales de | rir 4 Lim de sox que mueur4 ton que componen el mindo (Fig. 2), Asi, pensadorescomo Guillermo de | tre las partes. Més adelante la idea se | patece un pasaede los Probie 6:27 "Cuando Conches y el autor del Romance de la | repite en Alejandro de Hales (m. 1245), | PreParélescielosme encontaba ahi Fue cua risa, quienes asimilany difunden las | quien stra la composicién arménica | #90 compsore to prone idea del Tine concuerdan en que a | de odo lo bello refiiéndose asucons- | entendfanypractaban socio como proporcén perfecta esa responsible | truccién por quien todo “mide, cuen- | geomeutaaplcada También se enten. tanto delabellera comode la Grimera | tay pesa". No habia duda entre los | del significado quelos grandes arqut del niverso 0, como lo lamaba Ma constructores de lossigos Xily XMI:ya_| tecosdelaépoca buscaban wansmiir erobio, del edifcio césmico. Que asi | que la obra de arte es una imagen de | alrepreteniase asf mamas —compés sucedieradeberiaatrbuirealaspien- | lo que exe en la naturalera, zno era | yreglade medi en mano—como ged Gia de un maestro arquitecto que no | porelloeidente qe lagesiaidestde- | eta Beco habia recurigo aha podia ser our que Dios beriaserconsruidademaneraquere- | cha de pera del maestro —o En as ciencias del siglo Xia pal | flejara ls lees del universo? Es decir, | que esculpa la pedra como sibolo bra arquiteco estaba reservada —st'| se afrmaba que para que elefiio | del arte que crea una forma inexact, suiendo la ensefanza de Vitruio (8. | fuera bello y ademés esable sis pro- | Porat finera como inrumentoel com, M) autor de los textos de arquitectura | porcionesdeberian reflejarlas propor. | és represena la herramienta de Dos mis respeados durante a Edad Me. conesperfecasque, obtenidas por mé- | para erear el univers con base en le dia—al constructor que dominaba ls | todos eoméiricos,consitulan una ne- | yes geométicas. Al ometer sa arte a artes liberals y que, como dirfa Boe- ced tenica yal mismo tiempo un. | los dctados de la geomet, el aru Gio, dejan parncl esclavolaejecucién | postulado eséico, tecto medieval crea estar imitando el BI fanrrcescierainparsat cle | saGciniund emcee scnecederian en | fatahjeel Geiger cual Gioal fufadelaconstruceién.Eraestearqui- | como se capta el espitita que impulsé | gética serva tanto de modelo del cor tecto el conocedor de iat leyes mate- | alos maestros constructors de lea: | mos como de imagen de la Ciudad matjea alas que se debiasometer el | tedrales goieas, los arquitectos que | Celeste (Fig 4). Cir, de las proporciones perfectas en- | Dios wsteniendo un comps utrand, sen clENCIAS NERO-MAEZO 1997 Fgura, Essen consructnogtcoeimina las funcionestradconales del muro al conver die em una superficie tania que ame a {oblefuncin de cere del ineviaey de medio ‘ransformador dela uminacién de és. Den tro dela cated el explo psa ser un bito trasctrdente,simbdlicny leno de colorido. La idea del cosmos y de Ia catedral ‘como conereciones del orden matema: tico dictado por el Creador inspir6 Abelardo —una de las mentes mas I cidas de la 6poca y para quien la razén ‘humana era capaz de abarcar todo lo cClENCIAS existente en el Cielo y en la Tierra—a idea de que la nocién de miisica de las cesferasremite a “habitaciones” celestes donde angeles y santos “cantan sus loas al Creador con la inefable dulzura de la modulacién arménica”. De ahi, la idea de Abelardo se transforma en tuna imagen arquiteeténica en la que la Je- rusalén celeste se enlaza con la terres: 1 particular con el templo cons truido por Salomén atendiendo al co- mando divino de *...construir un templo sobre el monte sagrado... seme- janteal taberndeulo que de el principio” (Sab de Salomn. 8) Sobre este punto cabe resaltar que para cualquier hombre educado del Medie- ‘vo era sencillo idemificar las medidas de un edifcio de su época cuando és- tas coineidfan con las mencionadas en los edificios citados en la Biblia Sustentar estas actiudles era senci- Ho para quien conociera bien el Libro de los Reyes, en su versieulo sexto, don- de las dimensiones del templo de Salo- n dadas por 60, 20 y30 codos respectivamente, as de la celda por 20, 20, 20, las del aula por 4, 20 y 30 yf nalmente, las del portico por 20 y 10 Segiin Abelardo, esta perfecci6n “sin- fonica” hacfa del templo una imagen de los cielos. preparastedes- Aunque puciera parecer extrafo, el ot:0 movimiento artistico que asienta su huella en el mundo medieval pro- viene de la pluma de Bernardo de Clair ‘aux, el mis serio y poderaso adverse rio de Abelardo en cuestiones de la fe Pero en lo que a arte se refiere ambos coinciden en Io esencial, sino por otra rruéin que por tener como fuente de inspiracin los mismos eseritos de San Agustin, En su Apologia ad Guillelmun critica a Ja orden eluniacense por las exageraciones arquitectinicas de sus iglesias y por el uso de la imagineria yzoomérfica de suses- cclturas. Al mismo tiempo sienta las antropoméi bases de las proporciones ideales que los templos de su propia orden, la cis- terciense, habian de mostrar Losresul- tadosaiin se pueden admirar en la pux reza y perfeccién de las proporciones arquitecténicas que muestran las igle- sia construidas bajo su guia, Los cino- nes a los que se somete el disefio son evidentes: en la abadfa de Fontenay (1130-1147) la elevacion est dada por araz6n 2:1,en tanto quell planta obe- dece ala razon de la octavay lo mismo ‘ocurre con la relacién entre la anchu- rade la nave y su altura, Ademas, las seeciones de las naves laterales ponen las mismas dimensiones en todas sus direcciones principales, siendo porello {que eada secci6n constitufa un “eubo", provocando asi una impresion artisti- a que trafa a la mente la armor geométrica de Boecio. Sise contintian analizando con mis detalle las medidas de los diferentes elementos que constituyen la abadia se encuentra el resto de las onsonancias perfectas:larazén 2:3 regula larelacion centre longitud yanchuradel transept ytambién la rlacién entre la anchura ddl transepto y la anchura toral de la nave mis los pasillos o naves laterales Por iltimo, si al wansepto se le agre- gan las capillasy su longitud se compa acon Ia anchura de la nave principal as los pasills laterales, se encuentra la proporcién 3:4. Quien contempla el plan de la obra no puede evitar sentir la presencia del espiritu medieval en sus consonancias agustinianas. ‘Una gloria de piedra y cristal En 1025 losasistentesal sinodo de Arras, reiteraron la necesidad de representar escenas biblicas sobre las paredes de las iglesias para beneficio de losfieles, “pues esto permitirfa alos iletrados aprender Jo que loslibros no les pueden enseiar’ Seg los disefios usuales en la época esto no era tan sencillo de logras yaque las pinturas murales en iglesias con bé- vedas acanaladas dificilmente eran visi- bles en la semioscuridad tipica de esas iglesias. Sila nave principal era elevada por encima de las naves laterals se po- ‘dia agregar una hilera de ventanas que de cualquier manera quedarian muyen Ioalto para conuibuir con unailumina-

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