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actualidad de la

DERECHA
•Agustín Cueva
• José Sánchez Parga
• Jürgen Schuldt
•Aiexei Páez

Quito, Ecuador, febrero de 1991

Simón Espinosa.
POLITICA LA PUGNA DE LOS PALACIOS /4

ECONOMIA Gonzalo Maldonado Albán.


LAS CIFRAS DE LA TENSA CALMA /14
Alberto Acosta.
RAZONES OCULTAS DE LA INICIATIVA
PARA LAS AMERICAS /19
Wolfgang Schmidt.
AMERICA LATINA: ENTRE SUEÑOS DE
TAIWANIZACION Y ESPEJISMOS DEL
MERCADO MUNDIAL /31

Agustín Cueva.
TEMA AMERICA LATINA ANTE EL
CENTRAL "FIN DE LA HISTORIA" /45
José Sánchez Parga
NEOLIBERALISMO: ¿DE DONDE
VIENE Y A DONDE VA? /56
Jürgen Schultd
DIEZ RECOMENDACIONES (INGENUAS)
PARA LA DERECHA (INTELIGENTE) EN
AMERICA LATINA /66
Alexei Pádz
LA NUEVA DERECHA ECUATORIANA /77

ANALISIS Fredy Rivera Véiez


CAMPESINADO Y NARCOTRAFICO /91
Didier Fassin.
TRANSFORMACIONES DEL ESTADO Y POLITICAS
DE SALUD /100
Víctor Hugo Torres.
¿LA SOCIEDAD SE ORGANIZA O SE BUROCRATIZA? /112
Jorge León Trujillo
SIN PASADO NO HAY FUTURO/120

CRITICA José Sánchez Parga.


ANTROPOLOGIAS DEL SUEÑO /88
CONSEJO EDITORIAL: Francisco Rhon Dávila, José
Sánchez Parga, Alberto Acosta, José Laso Ribadeneira,
Simón Epinosa, Diego Cornejo Menacho, Manuel
Chiriboga, Fredy Rivera.
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Centro Andino de
Acción Popular
CAAP
Director ejecutivo:
Francisco Rhon Dávila
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LA NUEVA DERECHA
ECUATORIANA
Alexei Páez

TEMA CENTRAL

Durante los sesenta, época de inestabilidad institucional


y agotamiento del modelo bananero, la derecha se radicaliza, al
igual que la izquierda, en gran parte debido al impacto de la
Revolución Cubana.

1. INTRODUCCION las propuestas modernizantes en el


nuevo escenario configurado por el pro­
Durante los primeros años de la ceso de restructuración jurídica del
década de los ochenta, el recientemente Estado que había culminado con las
inagurado régimen democrático ecuato­ elecciones del 79.
riano parecía afianzarse en torno a Este nuevo escenario político fue un
propuestas políticas de carácter mod­ intento deliberado de cambio, construi­
ernizante, provenientes del centro do para expresar en la política y en el
izquierda y del populismo: el triunfo sistema político las grandes trasforma­
arrollador de Jaime Roldós en 1979 ciones que había sufrido el país durante
sobre Sixto Durán Ballén, representante los setentas en los planos económico y
del partido social cristiano y una parte social,1 formulando nuevas reglas de
muy significativa de la derecha, partic­ juego y formas de representación que
ularmente serrana, aunque también aparentemente aislaron las propuestas
guayaquileña, fue visto como la anun­ de la derecha ecuatoriana frente a la
ciación del definitivo ocaso de este sec­
tor político, o por lo menos como una
1. Boceo, Amálelo. Auge petrolero, Modernización y
fosilización del mismo, que le habría Subdesarrollo: el Ecuador en los setenta, FLACSO-
hecho inhábil para disputar el poder a CEN, Quito, 1987.

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sociedad.2 Sinembargo su capacidad de lo desarrollista cepalino y también a los
reacomodación ideológica y de generar reacomodos globales de economía
un nuevo discurso, en el contexto del mundial, le correspondió a la derecha
fracaso del modelo nacional-popular de ejecutar un nuevo discurso que enfatizó
Estado y de las políticas de desarrollo básicamente las funciones mágicas del
autocentrado y autosostenido, la mercado como articulador social, en
hicieron renacer como actor central en rem plazo del Estado, quien había
el escenario. cumplido históricamente estas fun­
Las crisis de la deuda externa y la ciones en las sociedades latinoameri­
caída del petróleo en el m ercado canas ante la debilidad de los grupos
mundial impactaron fuertemente en el dominantes, la creación distorsionada y
país durante los primeros años de los limitada de los mercados nacionales.
ochentas. Evidentemente el proceso político
Para responder a la crisis del mode­ de los ochentas desacreditó las optimis­
tas pretensiones de modernización radi­
2. La utilidad de la clasificación común del espectro cal y reducción subsecuente de la
político en el continuo derecha -centro-izquierda ha sido
cuestionada en su validez para expresar las diferencias
fuerza política de la derecha como actor
de proyectos políticos. Nelson Argones (1986) propone hegemónico: el ascenso del FRN con
cambiarla por un esquema que incluya la siguiente tax­ León Febres Cordero al poder en 1984
onomía partidaria 1) "tradicionales" 2)-reformistas 3)-
populistas y 4) "de ruptura "ver, ARGONES, Nelson, El marcó el punto más alto de la misma,
juego del poder, de Rodríguez Lara a Febres Cordero, que llegó a conducir al Estado, con un
CEN-INFOC, Quito, 1986.

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modelo autoritario y excluyente de ejer­ sociales, diferentes de los tradicionales,
cicio del poder, pero no por ello sin hacia las más altas instancias adminis­
legitimidad electoral en amplios sec­ trativas del poder. En la época liberal
tores, legitimidad que se mantiene al -que puede ser dividida a grosso modo
finalizar la década , lo que ha generado en dos etapas: antes y después de la
en la derecha expectativas bastante muerte de los Alfaro -3 la contradicción
optimistas de recuperar la dirección del polar se establecerá entre conservadores
Estado en 1992. y liberales, pero en contra de la visión
Sin embargo la derecha de los ciertamente lineal de Agustín Cueva4,
noventa no es la misma que la de los el conservadorismo logrará el apoyo de
ochenta, y ello afecta las posibilidades amplios sectores populares (especial­
que tiene como expresión política en el mente la franja artesanal) mediante sus
plano electoral. El presente artículo propuestas proteccionistas, que gozaban
tratará de dar cuenta de las transforma­ de amplio respaldo especialmente en la
ciones acaecidas en este campo político sierra norte, entre los sectores arte­
durante la década de los ochentas y sus sanales, los cuales de esa manera pro­
efectos en las perspectivas que tiene tegían sus intereses frente al librecam-
hacia los noventas, para lo cual se parte bismo propugnado por los liberales.
de: a) de una caracterización somera del Es evidente entonces que más allá
proceso político y los partidos de de una supuesta instrumentalización
derecha en lo que va del siglo; b) una pura y simple de los sectores populares
lectura del proceso de restructuración aliados de los conservadores existió en
jurídica del Estado en los setentas; c) realidad una suerte de acuerdo, susten­
una lectura igualmente rápida de los tado en la existencia de intereses
procesos políticos y electorales en los comunes, con la dirigencia conserva-
ochentas y los proyectos societales dora-hacendataria. El grado de influen­
planteados por la derecha ecuatoriana, cia de esta dirigencia sobre la sociedad
y, d) un análisis prospectivo a partir de difícilmente puede ser subestimado, y
esta lectura previa. para ello se puede acudir a pronunci­
amientos del mismo Alfaro, quien decíá
2 La derecha en el siglo XX "no voy a perder con papelitos lo que
gané con los fusiles", aludiendo al
El sistema político ecuatoriano, al hecho de que en elecciones libres
igual que la sociedad y el Estado, mues­ hubiesen triunfado sus enemigos.
tra un gran corte en 1895, a resultas de
la revolución liberal, la que transforma
3. Al respecto, ver el artículo de Enrique Ayala, apareci­
la relación entre Estado y Sociedad, do en el tomo N* 9 de la Nueva Historia del Ecuador,
provoca procesos de modernización Grijalbo-CEN, Quito, 1989, donde se establecen crite­
rios m is concretos de diferenciación, aunque en general
limitada en el mismo Estado y genera se sigue de acuerdo con el corte propuesto aquí.
el ascenso político de nuevos sectores 4. Cueva, Agustín, El proceso de dominación política en
el Ecuador, Quito, s/e, 1972.

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Con la revolución juliana (1925) se urbanos, manifiesto, por ejemplo, en la
abre otro momento de la modernización Guerra de los 4 días (1932).
"espasmódica" del Estado,5 en el que A lo largo de este porceso es per­
aparece un nuevo actor político en esce­ ceptible también el surgimiento de una
na, el cual expresa las demandas de intelectualidad orgánica de la derecha
nuevos actores sociales surgidos a raíz conservadora,6 y una radicalización de
de las grandes transform aciones posiciones, fenóm enos que hacen
urbanas y económicas que acaecen en aparecer movimientos de tipo falangista
las primeras décadas del siglo en el en los años treinta, sectores derechistas
país. El partido Socialista Ecuatoriano impactados por las experiencias Italiana
tendrá una corta existencia en su y Española con Mussolini y Franco, y
primera fase (1926-1931), pero su pres­ por la "amenaza comunista" fundamen­
encia romperá la polaridad liberal-con­ talmente, muy cercanos a propuestas
servadora preexistente. corporativistas y fuertemente autori­
La izquierda marxista, representada tarias de ordenamiento político y social.
hasta los sesentas por el Partido El posterior núcleo de Acción
Comunista (1931) y el nuevo Partido Revolucionaria Nacionalista Ecua­
Socialista (1933) empieza su acción en toriana (ARNE) provendrá de estos
los incipientes sectores de la clase obr­ grupos de los treinta. Sinembargo la
era y entre los grupos medios urbanos, derrota sufrida por la derecha en la
desde fines de los veintes y durante los guerra de los 4 días debilitará grande­
treintas; los sectores liberales y conser­ mente su poder social y político.
vadores también disputarán este espacio Durante los cuarenta, la oposición al
de organización social e influencia reoligarquizado Partido liberal, la acti­
política, más los prim eros que los tud aperturista de la izquierda bajo el
segundos, basados fundamentalmente paradigma del "frente popular", entre
en la influencia de la iglesia Católica otros fenómenos, aportarán para una
sobre el artesanado serrano, influencia renovación de la propuesta conservado­
que databa desde fines del siglo anteri­ ra, que estará cerca del poder en 1948;
or. El proyecto de la derecha de aquel sinembargo, si bien la derecha mantiene
tiempo no solo que no se encontraba e incluso expande su influencia en le
disociado de prácticas organizativas en plano electoral, en el plano social se va
el plano de lo social, sino que enfatiza­ disociando de la CEDOC (Central de
ba en este plano de acción, que le per­
m itirá un gran apoyo de grupos
6. No es casual que tanto José María Velasco Ibarra
como Camilo Ponce Enríquez hubiesen escrito sus tesis
5. Por modernización "espasmódica" hago referencia a doctorales en relación a la temática del sindicalismo.
procesos de modernización frustrados por diversas Para ver la influencia de los intelectuales conservadores
causas en su grado de amplitud y profundidad, ver Páez, en la conformación y acción del movimiento gremial en
Alexei, Los Orígenes de la izquierda ecuatoriana, Tesis estos primeros años, ver el artículo de Duran, Jaime,
para la obtención del Diploma en Ciencias Políticas con sobre el movimiento Artesanal y Obrero entre 1985 y
Mención en asuntos latinoam ericanos, FLACSO- 1925, en Nueva Historia del Ecuador, Tomo N°9, op. ciL
Ecuador, 1989.

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Organizaciones Católicas, en aquel Moreno.
entonces), al igual que la iglesia, que Durante los sesenta, época de
también se separa de la relación directa inestabilidad institucional y agotamien­
con el movimiento artesanal sindical to del modelo bananero, la derecha se
representado por la CEDOC: En 1952, radicaliza, al igual que la izquierda, en
ésta central de trabajadores se diferen­ gran parte debido al impacto de la
ciará explícitamente de los grupos que Revolución Cubana. Cabe señalar
fueron su matriz constitutiva.7 sinembargo que hacia 1968, el Partido
Al interior de la derecha aparecen Liberal sigue considerándose a si
nuevos signos partidarios, productos de mismo "izquierda”, percepción que
la com plejización de la sociedad variará radicalmente a fines de los
durante los cincuenta, resultante de la setenta y durante los ochenta, a raíz de
m odernización im productiva y la la reestructuración del sistema político
movilidad social provocadas por el acaecida en los últimos años de los
auge bananero. Ya hicimos referencia a setenta.
ARNE, grupo de orígenes falangistas,
nacionalistas de derecha, que en un 3. La modernización de ios
contexto de paroxismo anticomunista setenta y el nuevo escenario
provocado por la guerra fría se expande
en sectores juveniles católicos. Otro El sistema político ecuatoriano
grupo importante que se desgaja del hasta 1968, fecha de la última elección
tronco principal, desde una perspectiva presidencial hasta 1979, estaba marca­
modernizante en aquel entonces, es el do por la desinstitucionalización de los
Partido Social Cristiano (PSC), que canales de representación partidarios y
llega al poder en 1956 gracias al apoyo por la preeminencia de lógicas infor­
de Velasco Ibarra a Camilo Ponce males y parainstitucionales en el ámbito
Enríquez, quien había sido su ministro de las prácticas políticas: caciquismo,
de Gobierno. clientelismo, patrimonialismo, elitismo
En aquel entonces la percepción del marcado, eran entre otras algunas de
campo político m uestra al Partido sus características, en el contexto de
Liberal en la izquierda del espectro, ali­ una sociedad heterogénea y moderniza­
ado al Partido Socialista tras la candi­ da muy parcialmente.
datura de Raúl Clemente Huerta, mien­ El fraccionamiento regional y la
tras en la derecha perm anecían debilidad del Estado eran, asimismo,
am istas, socialcristianos y conser­ bastante marcados; la posibilidad de
vadores, y se perfilaba una nueva fuerza constituir un sistema político relativa­
populista, en el CFP de Carlos Guevara mente modernizado, de racionalizar e
impulsar la participación política y
7. Ver respecto a estos procesos de diferenciación: Páez,
Alexei, Movimiento Obrero 1925-1960, en Nueva legitimar al Estado frente a la sociedad
Historia del Ecuador, tomo N* 10, Grijalbo -CEN, Quito, por esa vía eran percibidos como temas
1991

81
centrales, incluso para la misma viabil­ nuestra sociedad, sumadas al crec­
idad de la Nación -Estado ecuatoriana, imiento del sector industrial y manufac­
especialmente por algunos sectores de turero, la organización sindical y popu­
las fuerzas Armadas, impactados por lar en auge, hacen crecer las demandas
los experimentos modemizadores, mov- de los sectores populares, que por fin
ilizadores y francamente reformista de vivían una suerte de política ’’populista”
los militares peruanos.8 sin partido ni liderazgo populista,
El impacto del petróleo en la viabi- impulsada desde el Estado por las
lización de estos proyectos globales de Fuerzas Armadas, en su afán de inte­
transformación y desarrollo, tanto en grar a la población, de ampliar el mer­
los planos económico y social como en cado nacional y poner las bases para un
el político fue fundamental, pero a estos desarrollo industrial autónomo, por lo
cambios también afectaron central­ menos durante las primeras etapas del
mente la identidad de los actores políti­ gobierno militar.
cos, al alterar consistentemente el esce­ Luego de esto, la presión social y
nario político y diseñar nuevas reglas política por el retomo al régimen con­
de juego y mecanismos institucionales stitucional trata desde la derecha , de
de interacción entre los actores y con la ser canalizada por vías tradicionales:
sociedad. convocatoria a Asamblea Constitu­
A causa de estas transformaciones, yente. Sinembargo, en el juego de
el poder relativo de la derecha fuerzas convocadas por el gobierno
desciende en picada, como se expresa militar para el diseño de la transición
en las derrotas electorales de los años política propuesta, los sectores más
1979 y 1982: las expectativas que había modernos consiguieron imponer su
generado el Estado modemizador y la modalidad de transición por supuesto
existencia de recursos petroleros en una en negociación con los militares y en
escala amplia para los parámetros de gran parte bajo sus términos, pero tam­
bién gracias al apoyo social expresado
8. Se han establecido algunas comparaciones entre las en el referéndum de 1978 por alrededor
dictaduras militares del Peni y Ecuador en lo que respec­
ta a su percepción de la necesidad de cambios y las del 65% de la población a la Nueva
políticas específicas diseñados para generarlos. Al Constitución.
respecto, el análisis de Argones (op. ct) es ilustrativo.
No sería exagerado afirmar que, de alguna manera, las
Si el proyecto de transformación
Fuerzas Armadas eran la única institución de alcance había pretendido crear la base industrial
nacional en los dos países, y que las tareas que llevaron independiente antes referida, también
a cabo de alguna manera "condensaron" (en el caso ecu­
atoriano), por lo menos parcialmente, labores propias de tenía que generar una clase industrial
al menos dos tipos de "modelos" (supuestamente contra­ burguesa autónoma, con intereses pro­
dictorios entre sí): d del Estado Nacional -Popular y el
del tipo auloritario-burocrálico, tema sobre el cual fundos hacia la modernización de todos
regresaremos posteriormente (ver al respecto Touraine, los planos de la vida nacional; esto no
Alain, Am érica Latina: Política y Sociedad,
Espasa Calpe, Madrid, 1989 y O ' Domtell, Guillermo,
sucedió en la realidad, y las nuevas
Modernización y Autoritarismo, Paidós, Buenos Aires, élites industriales no desarrollaron una
1973).

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perspectiva política y social como la cono sur, tales como la represión del
que se les atribuyó a priori en el movimiento sindical y social que se
proyecto original; por el contrario, estas había desplegado en los primeros años
nuevas élites industriales se aliaron ínti­ de los setenta, la desarticulación de las
mamente a los intereses de la derecha políticas nacionalistas y formas de par­
más tradicional, de los sectores agroex- ticipación que se habían impulsado
portadores y bancario-financieros, durante Rodríguez Lara. El extraño
antes que definir una identidad propia, modelo nacional -popular propugnado
contrapuesta o por lo menos diferencia­ por los militares en 1972 no se había
da de la de estos grupos: de esta manera agotado por su imposibilidad de provo­
se conforma el bloque-eje de la nueva car crecimiento, ni por haber agotado
derecha ecuatoriana de los ochentas.9 las posibilidades económicas de la
A pesar de las deliberadas políticas primera fase "fácil” de la sustitución de
redistributivas y ampliadoras del con­ importaciones, sino por una decisión
sumo, m ovilizadoras de procesos política, que de alguna manera retoma
sociales, la dictadura militar en su ciertos aspectos represivos y de la
segunda fase planteó también perspecti­ racionalidad tecnoburocrática propios
vas represivas y medidas de derecha de los regímenes autoritario-burocráti­
con cierto parentesco a las de los cos del cono sur (aunque evidentemente
regímenes autoritario-burocráticos del en otras condiciones, con otros resulta­
dos, y a costos sociales relativamente
9. Conagnan, Cainerine, Reestructuring Domination: mínimos).
Industrialista and Sate in Ecuador, Pittaborugh Pa.
University of Pittsbourgh Press, 1988. Así, en el seno del mismo Estado,

83
producto de la modernización petrolera, form aban parte el CFP de Asaad
aparece otro segm ento burocráti- Bucaram y la "derecha” tradicional ecu­
co-social que será una de las bases téc­ atoriana, entre la que se incluía ahora
nico-políticas de la nueva derecha de también al Partido Liberal, al Partido
los ochentas: el grupo de funcionarios Conservador, al Partido Nacionalista
administradores impregnados por el R evolucionario del ex-presidente
discurso tecnoburocrático, apegado a Carlos Julio Arosemena Monroy10 y al
las nuevas concepciones económicas y Partido Socialcristiano, que había
políticas en boga, autoritarias, restricti­ emergido como la fuerza más impor­
vas, "modemizadoras" y "desarrollis- tante de la derecha a raíz de la campaña
tas" en un nuevo estilo, radicalmente de Durán Ballén. La fuerza fundamen­
distinto de aquel que se habíá postulado tal (en términos de representación par­
hasta mediados de los setenta, propues­ lamentaria) la constituía el populismo
tas bastante atractivas pero que solo bucaramista, pero su capacidad de lid­
podían ser sostenidas en marcos rígida­ erazgo político sobre este bloque (aún
mente autoritarios, método inviable en coyuntural en aquel momento) se fue
el Ecuador de los setenta que se encon­ disolviendo, mientras la capacidad de
traba en tránsito a la democracia. maniobra del liderazgo derechista se
incrementaba simétricamente.
4. La derecha en los ochentas La estabilidad del nuevo sistema
institucional se vería cuestionada en la
El triunfo de Roldós en 1979 primera pugna de poderes, la cual mar­
aparentemente implicaba la expansión caría la tónica de las posteriores "pug­
de la lógica modernizante, movilizado- nas” a lo largo de la década. A pesar del
ra, participativa e integradora de la desgaste político extremadamente rápi­
primera fase militar. La oferta electoral, do de Roldós y su gobierno, y posteri­
la promesa emblemática de M la Fuerza ormente del de Oswaldo Hurtado
del Cambio”, la forma de hacer política (1981-1984), que se encontraron muy
e incluso el mismo personal que se prontamente enfrentados a demandas
encargo de la dirección del Estado sociales que desbordaban su capacidad
hacían presagiar la consolidación del de respuesta, a lo que se sumaron los
modelo nacional-popular bajo el lider­ primeros golpes de la crisis del petróleo
azgo de un populismo intelectualizado y de la deuda externa, la derecha no
y programático, y con la alianza de los logró -por lo menos en las elecciones
nuevos sectores reformistas de clase seccionales de 1982- recuperar terreno
media que habían emergido durante los político. Es por ello que empezó a
setenta.
10. La alteración del cacenario también afecta la figura
El bloque contradictorio con estas de Aroaemena, quien en loa sesenta era considerado de
espectativas se encontraba conformado izquierda, aún más a la izquierda que loa liberales: el
nuevo campo de fuerzas es radicalmente distinto al de
por una extraña coalición de la que los sesenta.

84
desarrollar una agresiva campaña en mediante las políticas económicas y
todos los ám bitos, incluyendo los sociales diseñadas en un contexto de
extrainstitucionales,11 política opositora crisis y hegemonía intelectual del
que no solo era propia de la derecha, proyecto de los neoconservadores.
sino que también estaba siendo llevada El gobierno febrescorderista imple-
a cabo por el movimiento sindical en mentó un modelo autoritario y
las difíciles jornadas de octubre de exluyente en las decisiones, que afectó
1982. Utilizando un noción de Linz, la profundam ente a la sociedad., La
gran mayoría de los actores políticos se desactivación del movimiento sindical,
podían considerar "semileales" al sis­ el crecimiento de los sectores infor­
tema, y algunos de ellos transitaban males en la economía y la inestabilidad
hacia la ’’deslealtad" rápidamente. político-institucional fueron algunos de
Aunque la opción extrainstitucional su rasgos centrales. Sinembargo dentro
no fue descartada totalmente por la de estas políticas existieron diferencias
derecha, poco a poco se fue consti­ tanto en las consideraciones de los efec­
tuyendo una real posibilidad electoral tos como de las medidas a ser tomadas
en torno a la figura de Léon Febres en distintos momentos.
Cordero, en un contexto de crisis El desequilibrio institucional afectó
económica sostenida y creciente hege­ también al bloque en el poder de man­
monía del discurso neoliberal en los era negativa. En 1988, para las elec­
ambientes tecnoburocráticos encarga­ ciones presidenciales, el candidato
dos de administrar la crisis. Hegemo­ derechista llegó en tercer lugar, sinem­
nía discursiva que tenía tanto elementos bargo de lo cual, la derecha mantuvo su
de consenso "técnico'-ideológico como presencia, aunque bastante rebajada, en
de coerción financiera directa, vía FMI, el plano electoral y en la representación
sobre las economías y sociedades lati­ legislativa y seccional.
noamericanas.
En buenas cuentas, el modelo 5. Prospectiva de la derecha
nacional-popular, participativo, movi­ en los noventas
lizado, redistributivo tuvo una cortísima
existencia como tal en nuestro país, En el caso de los países andinos, el
existencia que primero fue bloqueada desarrollo y ejecución de políticas
políticamente (tanto en la segunda fase neoliberales en el plano económico no
militar, por una decisión política delib­ se relacionó con momentos autoritarios
erada del triunvirato, como en el gob­ , como en el cono sur, sino con contex­
ierno de Roldós por la pugna de tos democráticos. En Bolivia, Perú y
poderes), para después ser desmontado Ecuador se ejecutaron de diferente
lentamente a lo largo de los ochentas,1 manera, en gran parte debido a los tipos
de lazos que se establecieron entre los
11. Mills, Nick, Crisis Conflicto y Consenso. Ecuador: tecnócratas (los "boys”), los sectores
1979-1984. Quito, Cordes-Cen, 1985

85
industriales y los intereses políticos regionales de fragmentación del poder,
concretos.12 bases sociales e influencia de la nueva
En el caso ecuatoriano, los íntimos derecha en la sociedad, como otro ele­
lazos existentes entre las cámaras de mento disruptor de una posible alianza
industrias y los tecnócratas encargados más sólida y de un proyecto viable a
de la política económica, hicieron que mediano plazo.
se aplique un modelo neoliberal gradu- El ejercicio del poder real y la difi­
alista,13 en el que los intereses industri­ cultad de alienar los "lobbys" de intere­
ales, gracias a la cercana relación exis­ ses ya constituidos respecto alas deci­
tente con los tomadores de decisiones, siones económicas, generó un marco
lograron atemperar las medidas más centrífugo a la alianza originaria que
radicales tendientes a una liberalización había levantado el proyecto neoliberal.
global de la economía. Precisamente el La contradicción en estilos (¿tal vez de
carácter ideológico del discurso neolib­ culturas políticas?) entre los distintos
eral hizo que en su práctica concreta sectores regionales, la sobrerepre­
despierte gran resistencia, incluso entre sentación de ciertos grupos (Como el
sectores que adhirieron radicalmente a Noboa y el del Banco del Pacífico) en
sus percepciones. La solidez del bloque el gobierno y la decisión política fueron
que levantó la nueva derecha en los otros elementos a ser considerados: la
ochenta se ve Asurada por el ejercicio derecha virtualm ente unitaria y
del poder y el implemento de políticas homogénea que se presentó a las elec­
guiadas por una estrecha racionalidad ciones de 1984 (por lo menos en su
técnico-formal, que al pretender desac­ aspecto exterior), la unidad del proyec­
tivar la intervención de Intereses en la to liberalizador de la economía se ven
discusión de la política económica profundamente cuestionadas por lo
alienó a gran parte de los apoyos que anterior, y es por lo que la derecha de
inicialmente había tenido. los noventa, por lo menos en el caso
El caso ecuatoriano, a pesar de la ecuatoriano, deberá rearticular en diver­
relación cercana entre industriales y sos espacios su discurso y prácticas, lo
equipo económico durante el gobierno que de hecho impactará sobre sus posi­
de Febres Cordero, también hizo mani­ bilidades electorales.
fiesto este impasse entre sectores de los Sinembargo, la carencia de un dis­
grupos dominantes vinculados a la curso alternativo de cualquier orden, el
nueva derecha. A estas peleas "eco­ vaciamiento de propuestas que no se
nómicas" se deben añadir componentes encuentren inscritas en el horizonte
mental de la ortodoxia económica liber­
12. Conaghan, Catherine, Malloy, James M., and al que la derecha tenga una capacidad
Abugattas, Luis "Bussines and the ’Boys’: the Politics of de reconstitución muy grande como
N eoliberalism in the Central Andes", en: Latin
American Research Review, volume XXV, Number 2,
proyecto global, a pesar de sus quiebres
1990, University of New México. e impasses. •
13. Ibid ant.

86
Medio
ambiente y
urbanización Marzo

Tierra fiscal y
reguiarización urbana
■ Notas conceptuales sobre la problemática de la tierra fiscal
N. Clichevsky, P. Perelman, S. Federovsky
■ Política de tierra fiscal y urbanización en Lima Metropolitana
Julio Calderón Cockburn
■ Política y gestión de tierras públicas en San Pablo
Helena Menna Barreto Silva
■ Tierras ejidales y políticas de suelo en la ciudad de México
Emilio Duhau
Medio Ambiente y ur­ ■ La tierra urbana pública en Managua durante el gobierno
banización es una sandinista
publicación trimestral Ninette Morales Ortega, Mario Lungo Ucles
del Instituto Interna­ ■ La reguiarización de la propiedad y el reconocimiento de los
cional de Medio Am­ barrios autoconstruídos en Venezuela
biente y Desarrollo — Teolinda Bolívar en colaboración con Anne Bonnefoy
IIED— América Lati­ ■ Los ejidos y su relación con el déficit de tierra en Barquisimeto
na, que cuenta con el Ana Semeco y John Foley
apoyo de la División
Internacional de Or­
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CIDA— . 1854

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