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Lógica proposicional

Estudiaremos ahora con algo de detalle la Lógica proposicional,


surgida a principios del siglo XX y que sentaría una de las bases de la
construcción de ordenadores. Un mundo de unos y ceros.

Lo que vamos a estudiar a continuación son algunas nociones de la


lógica tal como se concibe en la actualidad. Vimos que razonamos
llevando a cabo inferencias; aquí se nos ofrece un instrumento para
determinar la validez de las mismas, estudiaremos la lógica como un
sistema formal que opera sobre los procesos de razonamiento
mediante el cálculo, aplicando precisas reglas de inferencia.
Seguramente los procedimientos de la lógica te recordarán bastante a
las matemáticas. Esto no es casual, la lógica simbólica surge como
resultado de la matematización de la lógica tradicional. Veamos
cómo fue el proceso.
El lenguaje habitual empleado dentro de una comunidad que comparte
el mismo idioma se denomina lenguaje natural. Es con éste con el
que argumentamos y llevamos a cabo los desarrollos lógicos
habituales. Sin embargo, a la hora de analizar un razonamiento
partiendo de éste nos encontramos con serias dificultades; el lenguaje
natural contiene numerosas lagunas y ambigüedades, esto impide la
aplicación de un análisis lógico riguroso a partir del mismo.
Necesitamos un lenguaje lógico que evite los inconvenientes del
lenguaje natural.

Verdad de las proposiciones y validez de los


razonamientos o inferencias
Sabemos que las proposiciones son o verdaderas o falsas a lo que
añadimos ahora que las argumentaciones, razonamientos o
inferencias serán correctas o válidas, pero no verdaderas o falsas.
Debemos distinguir entre la verdad de las proposiciones y la validez
o corrección de los argumentos. Veamos esto.
Los enunciados o proposiciones afirman o niegan hechos; en la
medida que éstas se ajusten o no a la realidad, podemos considerar
que éstas son verdaderas o falsas.
Si afirmo: "Hoy es 21 de junio", se trata de una proposición falsa,
porque la que afirma no se corresponde con la fecha actual. La
cuestión de la verdad o falsedad de los enunciados singulares no es
algo sobre lo que la lógica tenga que pronunciarse, tan sólo sobre la
validez de los argumentos.
Los argumentos son enunciados en los que desde una o
más premisas se sigue una conclusión.
Un razonamiento es válido cuando es coherente con las reglas del
sistema en el que se construya ese argumento.
Si yo hago el siguiente razonamiento:
La noche del 21 de junio es siempre la más corta del año.
Hoy es 21 de junio.
Por lo tanto, esta noche será la más corta del año.
El razonamiento es válido. Un lógico no investigará cuál es la fecha
actual, o si la primera afirmación es cierta o no, pero si está en
condiciones de afirmar que la conclusión se sigue necesariamente de
las premisas anteriores.
La validez de una inferencia está relacionada con la coherencia
formal de la misma; la lógica no se ocupa de probar la verdad o no de
las premisas empleadas en un argumento, tan sólo de garantizar la
inferencia a una conclusión verdadera a partir de premisas
verdaderas.
Ya sabemos que a partir de premisas verdaderas se sigue
necesariamente una consecuencia verdadera, si, además, la
deducción es correcta.
Veamos un vídeo en el que se muestra con ejemplos como para
determinar si un razonamiento es o no correcto hay que desligarlo del
significado de sus variables. La lógica enseña cuándo un
razonamiento es correcto y cuándo no.

https://youtu.be/qzPfqpN00b8

Formalización del lenguaje natural

Conocemos ya la notación simbólica empleada por la lógica


proposicional. Nos encontramos ya en condiciones de convertir
expresiones del lenguaje natural en otras formalizadas.
Dentro de la lógica formal, nos dedicamos a la lógica proposicional,
tomando cada proposición (sujeto, predicado) como un todo.
Simbolizaremos las proposiciones letras a las que
denominaremos variables proposicionales. Una letra cualquiera
podrá simbolizar cualquier proposición que le asignemos.
Para hacer las cosas más sencillas, anotaremos el significado de cada
variable proposicional, y a continuación las enlazaremos mediante
conectivas. Por ejemplo, el enunciado Juan dedica su tiempo libre a
hacer deporte e ir al cine lo formalizaremos así: p Λ q, expresión en la
que
p = Juan dedica su tiempo libre a hacer deporte y q = Juan dedica su
tiempo libre a ir al cine.
Al argumentar en el lenguaje cotidiano no solemos ceñirnos
extrictamente a los esquemas generales de razonamiento. Por ello, los
razonamientos comunes requieren en ocasiones un esfuerzo de
interpretación para determinar su estructura lógica. Debemos
reconocer, más allá de la forma en que se expresan los enunciados en
el lenguaje natural, la relación lógica que se establece entre unas
proposiciones y otras. Para lograr este propósito, veamos algunas
recomendaciones para cada conectiva:
 Conjunción: Λ
 Disyunción: V
 Condicional: → Conjunción
 Bicondicional: ↔
 Negador: ┐ A Λ B
La conjunción Λ suele expresarse con la
expresión “y”, sin embargo, la podemos decir de 1 1 1
modos muy distintos ya sea por estilo o por denotar
matices psicológicos: (comas, pero, sin embargo…), 1 0 0
En todo caso la conjunción la utilizamos para añadir
enunciados, por ejemplo: 0 0 1
 Vino, cogió el dinero, se largó = p Λ q Λ r
 Dice que es vegetariana, pero le encanta el 0 0 0
pescado = p Λ q
 Aunque dice que le gusta leer, no tiene ningún libro en casa = p
Λq
Piensa que en ocasiones un solo verbo puede servir para expresar
varios enunciados: "La miel y las verduras frescas son alimentos
alcalinos" donde p = la miel es alcalina y q = las verduras frescas son
alcalinas se formaliza: p Λ q
La conjunción afirma la verdad de sus componentes. Será verdadera
cuando sus dos componentes lo sea y falsa en el caso de que lo
sea al menos uno de ellos.
Si afirmo que vi a un personaje de la televisión y me dio su número de
teléfono, esto sólo será cierto cuando lo sean las dos afirmaciones, y
falsa en cualquier otro supuesto.
Podemos formalizar el lenguaje natural simbolizando su estructura
lógica mediante los símbolos del lenguaje lógico.

Análisis lógico de los argumentos

Una vez formalizado un argumento es posible establecer,


mediante tablas de verdad la validez de ese razonamiento; para ello
deberemos descomponerla en sus elementos básicos e ir
determinando los valores de verdad parciales hasta llegar al de la
fórmula.
na argumentación tiene la forma siguiente: Premisa(s) →
conclusión. Así cuando argumentamos lo que hacemos es derivar
una conclusión a partir de una suma de premisas. El esquema sería el
siguiente:
1.premisa
2.premisa
3 …
____________
conclusión
Como podemos observar, todo razonamiento es en realidad una
fórmula condicional en la que el antecedente es la conjunción de las
premisas y el consecuente la conclusión: (Premisa Λ premisa Λ…) →
Conclusión
Una vez formalizado el argumento y escrito según este formato,
podemos calcular su validez lógica. Podemos decir que nos
encontramos ante un esquema de razonamiento válido cuando el
resultado es una tautología, o sea, cuando todos los valores de
verdad finales son 1.
Por ejemplo, si quiero crear una tabla de verdad para la expresión [ (p
→ q) Λ q) ] → p, procederé...
1º Asignar valores a las variables proposicionales, p  q,
combinando sus valores 1 y 0
Tendremos que reflejar todas las combinaciones de verdad posible
entre los enunciados singulares que tengamos; cada vez que
aparezca una proposición nueva, las combinaciones se duplican:
p      p q      p q r
1 11 111
o 00 110
11 101
00 100
011
010
001
000
2º Asignar valores a los conectores en orden de menor a mayor
(fíjate en la fila de arriba, de color verde) aplicando sus valores de
verdad. Recuerda, están en Conectores:
Negación Conjunción Disyunción Condicional Bicondicional
 El negador ┐se aplica sobre los valores de una sola columna,
invirtiendo el resultado.
 En la conjunción Λ, la disyunción V y el bicondicional ↔ se aplica
sobre dos columnas.
3º Analizar el valor del conector principal del argumento (de color
azul)
1º  2º 3º         4º                     5º
p q p → q (p → q) Λ q) [(p → q) Λ q)] → p
1 1 1         1                      1
1 0 0         0                      1
0 1 1         1                      0
0 0 1         0                      1
Como resultado final en una tabla de verdad caben tres posibilidades:
 En todos los casos el valor de verdad es verdadero (1). Se
trata de una tautología; una fórmula de razonamiento
universalmente válida, independiente del valor de verdad de los
enunciados que la componen.
 Se combinan valores verdaderos (1) con falsos (0). Es una
fórmula indeterminada o contingente, satisfactoria para
determinados valores de verdad pero no para otros.
 En todos los casos el valor de verdad resultante es falso (0).
La fórmula es una contradicción; la expresión no es válida en
ninguna circunstancia.
A la lógica únicamente le interesan laos razonamientos del primer tipo,
es decir, aquellos que siempre sean válidos. Un caso como el del
ejemplo en el que una de las cuatro posibilidades no es correcta (= 0)
es suficiente para descartar esa "forma" de argumentar como inválida.

https://youtu.be/-A_MM2trMWc
https://youtu.be/5G_e28Sy7fs

La deducción lógica
Siendo las tablas de verdad un instrumento adecuado para probar la
validez de nuestros razonamientos, es cierto que se trata de un
mecanismo que se vuelve muy laborioso cuando se aplica a un
argumento extenso, especialmente si éste parte de más de dos
variables proposicionales (recuerda que por cada una de ellas, las
combinaciones de 1 y 0 se doblan; para p son dos, para p y q, cuatro,
para p, q y r ocho, y así sucesivamente).

Un sistema más eficaz para la comprobación de la validez de los


razonamientos de cierta extensión consiste en el empleo de las reglas
de inferencia, es decir en el cálculo proposicional que nos permitirá no
sólo averiguar si una expresión lógica es tautología, sino, además,
calcular qué conclusiones podemos obtener a partir deun grupo
determinado de proposiciones.
Así, si analizamos el siguiente razonamiento: "Siempre que llega a
casa enciende la luz de la entrada, pero está apagada, por lo tanto no
ha llegado".

Siendo los enunciados simples: p = llegar a casa y q = encender la luz


Los enunciados compuestos serían:
1. p → q = Siempre que llega enciende la luz
2. ┐q = La luz no está encendida (o la luz está apagada)
3. ┐p = No ha llegado a casa
Es decir, el razonamiento es: [(p → q) Λ ┐q] → ┐p  y su sentido lógico
es que si el antecedente es condición suficiente para que se produzca
el consecuente y resulta que no se produce el consecuente entonces
que no se ha producido el antecedente.
Si recuerdas, ya probamos la validez de esta "forma" de razonamiento
mediante una tabla de verdad; aunque si este mismo argumento lo
expresamos del siguiente modo:

1.   p → q
2.   ┐q
________
3.   ┐p
Es posible determinar la validez del argumento de un modo diferente:
a través de reglas de inferencia probamos que la conclusión ┐p,
deriva, es decir, se deduce efectivamente de las premisas: (p → q) y
┐q.

Las reglas de la deducción o inferencia


Las reglas de inferencia determinan el modo en que es posible operar
para pasar desde unas proposiciones a otras. Aplicando las reglas
de inferencia, éstas nos permiten llegar desde las premisas hasta
la conclusión cuando un razonamiento es válido.
La deducción o inferencia de conclusiones a partir de premisas se
realiza aplicando las reglas de inferencia o reglas de transformación a
las premisas .Veamos una regla de inferencia y un ejemplo de cómo
se aplica:
Introducción del Conjuntor - IC
A
B
_________
AΛB

Reglas de la inferencia lógica

Las expresiones lógicas pueden transformarse en otras mediante las


"Reglas de inferencia". Estas reglas deben ser tautológicas, es decir,
correctas en todos los casos de combinación de los valores 1 y 0 de
sus proposiciones. O sea que podremos utilizar como reglas de
tranformación las tautología halladas mediante tablas de valores.
Clasificamos las reglas en básicas y derivadas.
Pongamos que nos piden derivar p Λ q, partiendo de las siguientes
premisas:
1   p
2   q
Añadiríamos una tercera línea, p Λ q, que justificaríamos por la
aplicación de la regla anterior sobre la 1 y la 2. El resultado sería el
siguiente.
1    p                    Premisa
2    q                    Premisa
___________________
3    p Λ q              IC, 1 y 2 
Éste es el modo con el que operaremos en la derivación: aplicando
reglas, desde las premisas, hasta llegar a la conclusión y
comprobar que, efectivamente, son las reglas del razonamiento válido
las que nos permiten inferir la conclusión desde las premisas.
En nuestras operaciones las premisas numeradas estarán encima de
una línea horizontal y a la derecha se justifican como Premisas. Las
líneas derivadas irán debajo de la línea horizontal e incluirán, a la
derecha, la regla por la que ha sido deducida indicando sus
iniciales y los números de las líneas sobre las que se ha aplicado
dicha regla.
En un gran número de casos la derivación se hace de modo directo
mediante la aplicación de reglas de inferencia, sin embargo, ciertas
reglas implican la utilización de supuestos, enunciados que no han
sido justificados mediante ninguna regla, pero que nosotros
proponemos estratégicamente. Al introducir un supuesto abrimos un
corchete que cerraremos en la línea derivada que estemos buscando.
Por ejemplo:

1 p Premisa
______________________________
┌ 2 ┐p Supuesto
└ 3 p Λ ┐p IC, 2 y 3
4 ┐┐p RA, 2 y 3

Dentro del tramo del supuesto podemos operar sobre enunciados


libres de supuestos, aquellos que se sitúan fuera del corchete, pero
una vez cerrado, ya no podremos utilizar las líneas de dentro del
supuesto para otras operaciones, ya que no se afirmaban sino dentro
de un supuesto.

Reglas de la inferencia lógica

Las expresiones lógicas pueden transformarse en otras mediante las


"Reglas de inferencia". Estas reglas deben ser tautológicas, es decir,
correctas en todos los casos de combinación de los valores 1 y 0 de
sus proposiciones. O sea que podremos utilizar como reglas de
tranformación las tautología halladas mediante tablas de valores.
Clasificamos las reglas en básicas y derivadas.
Las reglas básicas de inferencia nos deben bastar para la resolución
de cualquier derivación, por complejo que sea. Éstas consisten en
las reglas de introducción y de eliminación de las conectivas.
Introducción del negador RA
Reducción al absurdo
        ┌A
│...
└ B Λ ┐B

┐A
Si de suponer una hipótesis (A), ésta nos condujera a una
contradicción (B Λ ┐B), no nos queda sino concluir que esa
hipótesis es falsa.
Eliminación del negador  EN
┐┐A

A
Una doble negación, afirma. Ejemplos:
 Es mentira que esto sea falso, estoy diciendo que es
verdadero.
 No es verdad que yo no tenga carné de conducir es
equivalente a tengo carné de conducir.
Podemos unir dos proposiciones mediante una conjunción y
desde una conjunción podemos derivar cualquiera de las dos
proposiciones que la componen:

Introducción del conjuntos IC


Eliminación del conjuntos EC
A

AΛB

AΛB

B
IC: Dadas dos proposiciones singulares podemos derivar la
conjunción de ambas
EC: Desde una conjunción podemos derivar cualquiera de las dos
proposiciones que la componen.
Ejemplo: Si es cierto que María tiene veinte años, y también es
verdad que María nació en Bucarest, entonces es correcto afirmar
que María tiene veinte años y nació en Bucarest.

Derivar q

1 pΛq Premisa

__________________
2 q EC, 1

Introducción de la disyunción ID
A
B

A  V  B
De ser válida una fórmula A, también lo será la que resulte de añadirle,
mediante una disyunción, el miembro que deseemos.
Recordemos la tabla de verdad de la deducción: ésta era válida
cuando al menos uno de los miembros lo era. Si partimos de que A es
verdadero, también lo será A o B, sin importarnos que B sea
verdadero o no.
Veamos un ejemplo: Juan tiene estudios de inglés, por lo tanto ocurre
que tiene estudios en inglés o en francés.
p = tener estudios de inglés
q = tener estudios de francés

Derivar p V q
1    p             Premisa
_____________________
2    p V q       ID, 1
Eliminación de la Disyunción ED
AVB
        ┌A
│...
└B
┌B
│...
└C

Siendo una disyunción verdadera, si de ambos extremos se


extrae la misma conclusión, ésta ha de serlo también. Esta regla
entraña en su uso una mayor dificultad que las anteriores. Cuando nos
encontramos con una disyunción de dos proposiciones sabemos que
una de ellas es verdadera pero no podemos afirmar cuál de las dos es
verdadera o si lo son las dos, por lo tanto no podemos hacer como en
el caso de la conjunción einferir directamente A o B. Si decimos: Luisa
traerá su tarjeta o dinero en efectivo, no podemos afirmar exactamente
cuál de las dos es verdadera, sin embargo, si añadimos el siguiente
razonamiento: si trae la tarjeta pagará el recibo (A), si trae dinero
también (B), podemos inferir con toda seguridad que Luisa pagará el
recibo (C).
En todo caso, ésta es una de las reglas que requieren la utilización de
supuestos: suponer que ocurre el primer término y llegar desde ahí a
la conclusión y suponer que ocurre el segundo para llegar a la misma
conclusión. Utilizando las reglas básicas, es el único modo de poder
extraer consecuencias desde una disyunción. Más adelante veremos
otras reglas que simplificar las disyunciones.
Introducción del implicador o condicional II
┌A
│...
└B

A→B
Si desde una hipótesis o suposición llego a través de una cadena de
razonamientos a una conclusión, puedo afirmar que de darse el
supuesto, debe ocurrir también la conclusión que se deriva de él.
Pongamos un ejemplo; desde este razonamiento: Si el verano se
presenta caluroso, provocará una maduración alcohólica precipitada
de la uva y esto a su vez mermará la calidad del vino, puedo inferir
este otro argumento: Si el verano es caluroso se mermará la calidad
del vino
 Eliminación del implicador (Modus ponens) MP
                              A → B
                              A

                              B
Dada una fórmula condicional y la afirmación de su antecedente,
podemos afirmar su consecuente. Suceder el antecedente (A) es
condición suficiente para que se produzca el consecuente (B) y como
sucede el antecedente entonces sucede el consecuente.
Las reglas de razonamiento obtenidas a partir de las reglas básicas se
denominan reglas derivadas. Existen tantas reglas derivadas como
fórmulas puedan establecerse a partir de las anteriores. Aquí
destacaremos algunas de las más empleadas en los procesos de
razonamiento lógico.
Modus Tollens MT
    A → B
┐B

┐A
Si el antecedente es condición suficiente para que se produzca el
consecuente, si no se produce el consecuente entonces no se produce
el antecedente.
Por ejemplo: si siempre que una persona sufre la gripe tiene fiebre y
ocurre que una persona no tiene fiebre, entonces es que no padece la
gripe.
Silogismo disyuntivo SD
A  V  B     A  V  B
┐A ┐B

B A
Si ocurre una disyunción entre dos elementos y tenemos constancia
de que uno de ellos no se da, entonces necesariamente ha de ocurrir
el otro.
Por ejemplo: si un médico conoce que una enfermedad puede deberse
a factores ambientales o genéticos, descartada la causa genética,
necesariamente se confirma una razón ambiental.
De Morgan DM
┐(A Λ B)    ┐(A V B)

┐A V B ┐A Λ ┐B
Ésta es una regla muy útil para derivar directamente desde
enunciados compuestos constituidos con un conjuntor o un disyuntor y
afectados por una negación. En ambos casos tienen la misma
estructura. Piensa en ello: Si es falsa la afirmación de una conjunción
es que uno de los dos extremos es falsa, o los dos. Si la afirmación de
una disyunción es falsa, entonces es que ninguno de los dos extremos
es correcto.

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