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Instituciones y desarrollo econémico: la Casa de la Contratacién y la Carrera de Indias (1503-1790) Cartos Atvarez NoGat Universidad Carlos III. Madrid. El estudio de las instituciones y sus efectos sobre el crecimiento econd- mico ha sido una Ifnea de investigacién muy fructffera en las tiltimas déca- das, no s6lo en el Ambito de la teorfa econémica, sino también en el de ta historia, Existe un enorme interés por saber cuail es el papel desempefiado por Jas instituciones a la hora de influir sobre el comportamiento econémico de los individuos cuando éstos toman decisiones. Uno de los aspectos mas interesantes de la moderna teoria econémica institucional es precisamente su esfuerzo por definir con precision qué enten- demos por “institucién”. Tanto la metodologia, como los principios bésicos sobre los que se asienta esta nueva linea de investigaci6n institucional, difie- ren totalmente del estudio institucional Ievado a cabo a finales del siglo XIX como reaccién a los planteamientos normativos de la teorfa econémica neoclasica'. Hoy en dfa, la mayor parte de los autores consideran que las institucio- nes son un conjunto formal ¢ informal de reglas por las que se rige la activi- dad econémica y donde se enmarcan los mecanismos que permiten su cumplimiento. El propésito de una institucién consistirfa en dirigir el com- portamiento individual en una direcci6n particular y, de esa forma, conti- buirfa a reducir la incertidumbre que existe sobre el comportamiento de los agentes econémicos y facilitarfa la toma de decisiones. Las instituciones constituirfan la estructura de incentivos con que cuentan las sociedades para 1 Schmoller. G.: Outline of General Economic History. 1900/1904. XXV Congres 500 Atos de la Casa de la Contratacisn en Sevilla ~ Pigs. 21-51 Cartos ALVAREZ NoGaL. llevar a cabo su desarrollo econémico”. Ostrom las definid como el conjunto de reglas de trabajo que son usadas para determinar quién toma las decisio- nes, qué acciones son petmitidas o restringidas, cudles son Jas reglas y los procedimientos que deben ser usados, qué tipo de informacién se ofrece y qué beneficios son asignados a los individuos dependiendo de sus acciones* Este concepto amplio de instituciones abarca reglas de comportamiento, cre- encias, tradiciones, leyes y organizaciones. Existe también un interesante debate sobre la necesidad de considerar dichos elementos institucionales como parte intrinseca de un modelo econémico, en lugar de considerarlos simplemente como aspectos exdgenos a la realidad econémica que tratamos de estudiar’. Una de las instituciones mas importantes de la sociedad seria el conjun- to de reglas que determinan Jos derechos de propiedad, pues ellas definen y limitan el rango de privilegios concedidos a los individuos que poseen deter- minados bienes®. Entre los derechos de propiedad generalmente se incluye el derecho a excluir a otros del acceso a esos bienes, el derecho a apropiarse de los rendimientos econémicos derivados de su uso y el derecho a venderlos 0 transferirlos libremente. Los derechos de propiedad determinan el comporta- miento econdmico de los individuos e influyen no séfo en el crecimiento econémico de una sociedad, sino también en la forma en que se distribuye la riqueza®, 2 North, D.C. Siructure and Change in Economic History. New York, 1981. North, D.C, Institutions, Institutional Change and Economic Performance, New York, 1990, pag. 239. North, D.C.: “Economic performance through time”. American Economic Review, 84, 1994, pig. 4 3 Ostrom, E.: Governing the Commons: The Evolution of Institutions for Collective Action. Cambridge, 1990, pig. 51 4) Greif, A.: Historical Institutional Analysis. Stanford, 2001 5 Los derechos de propiedad han sido objeto de una amplia variedad de estudios. Furubotn, B. and Pejovich, S: “Property rights and economic theory: A survey of recent literature”. Journal of Economic Literature, 10, 1972, pégs. 1137-62. Libecap, G.D.: “Property rights in economic history Implications for research”. Explorations in Economic History, 23, 1986, pigs. 227-252. De Alessi, Li “The economies of property rights: A review of the evidence”, Research in Law and Economics, 2, 1980, pags. 1-47 6 Barzel, Y: Economic Analysis of Property Rights. Cambridge, UK, 1989. Libecap, G.D, Contracting for Property Rights. New York, 1989. Eggertsson, T.: Economic Behavior and Institutions Cambridge, UK, 1990, Alston, LJ., Eggertsson, T. and North, D.C. (ets): Empirical Studies in Institutional Analysis. Cambridge, UK, 1996. 22 Casa de la Contratacién y la Carrera de Indias La introduccién de} concepto “costes de transaccidn” dentro de los tradi- cionales modetos neoclasicos de produccién y cambio nos obliga a explicar de nuevo cémo se llevan a cabo muchos procesos econémicos que se consi- deraban ya explicados, y sobre todo el papel que juegan las instituciones en esos procesos?. Los costes de transaccién influyen en la estructura de las ins- tituciones. Por ejemplo, tal y como hemos explicado, la asignacién de dere- chos de propiedad es un claro condicionante de cualquier resultado econémico, pero la forma en la que éstos son asignados puede depender a su ver de las caracteristicas y de la cuantia de los costes de transaccién presen- tes en una transacci6n. El objetivo del moderno andlisis econémico institucional es poner de manifiesto que las instituciones importan y mucho, a la hora de obtener resul- tados econémicos, al menos tanto como la cuantia y demanda de los bienes que intervienen en una transacci6n. Esta idea no es nueva ni para los histo- riadores ni para los economistas. Escritores neoclisicos como Marshall ya habfan reconocido que la estructura institucional ejerce una importancia fun- damental en el comportamiento de los agentes econémicos®, pero a medida que ef desarrollo técnico de la teoria econdmica fue progresado y los mode- los se hicieron mis sofisticados y abstractos, el fenémeno institucional fue relegado por otras cuestiones micro y macroeconémicas de mayor relevancia y actualidad, Cada vez se puso mayor énfasis en explicar los diferentes gra- dos de eficiencia que pueden alcanzarse al asignar recursos y se opté por mantener constante la variable institucional. De esa forma, diferentes marcos institucionales son vistos simplemente como “escenarios alternativos”’, donde es posible aplicar sohuciones técnicas para alcanzar diferentes equili- brios con eficiencia de Pareto en cada uno de ellos, Desde este punto de vista, la teoria de precios es, en efecto, neutral con respecto a las instituciones. Esa circunstancia constituye tanto la fuerza como la debilidad de los instrumentos analiticos de la teorfa economfa neoclasica. Esa forma de enfocar los problemas de eficiencia econémica exige aceptar 7 Commons: Institutional Economies. Madison, 1934. Coase, R.H.: “The Nature of the Firm” Exonomic, 4, 1937, pp. 386-405. Williamson, O.B.: Markets and Hierarchies: Analysis and Antitrust Implications. New York, 1975. Williamson, O.E.: The Economic Institutions af Capitalism. New York, 1985. 8 Marshall, A.: Principles of Economics. London, 1920, Book 4, Chapter Vill 23 24 Carros Alvarez NOGAL unas condiciones ideales donde los agentes disponen por igual de informacién perfecta y sin limite, y ademas toman decisiones sin ningan tipo de coste. La fuerza de este tipo de herramientas te6ricas reside en su versatilidad y capacidad para resolver problemas con independencia del tiempo y del lugar de andlisis, pero su debilidad se pone de manifiesto cuando se estudian pro- cesos histéricos donde los aspectos institucionales no son variables exdge- nas, o Cuando se trabaja con costes de transaccién de distinta naturaleza. Por ese motivo, la teoria econémica neoclasica, resulta una herramienta enorme- mente titil para resolver problemas de asignacién de recursos en un periodo de tiempo determinado, por muy compleja que ésta sea, pero tiene limitacio- nes cuando se la utiliza para explicar procesos evolutivos, donde no sélo cambia la cantidad de recursos susceptibles de ser asignados, sino también Jos componentes culturales, politicos y sociales del momento en que se Hleva a cabo esa asignacién. La historia econémica, al contrario de la teorfa econémica neoclasica, ha insistido siempre en la necesidad de analizar la economia como un sistema en el cudl las instituciones, a veces entendidas en un sentido amplio como restricciones de cardcter no tecnolégico, influyen en los resultados de la actuacién econémica de los individuos. Para entender como se alcanzan determinados resultados econdémicos donde la variable temporal existe, uno tiene que considerar no sélo la cantidad de recursos y e) modo de asignarios, sino también las caracterfsticas sociales, culturales y politicas relacionadas con la tecnologia, el ambiente y las preferencias individuales que influyen sobre esa asignacién’. Para entender las caracteristicas de una transaccién econémica y sus determinantes a lo largo del tiempo se requiere, no s6lo ana- lizar la propia transaccién y los recursos que son asignados, sino los factores que hacen que determinadas instituciones perduren a to Jargo del tiempo!®. El andlisis econémico institucional es especialmente titil en el campo de la historia econémica porque sin olvidar las herramientas analiticas de la teoria neoclisica, e incluso incorporando otras nuevas, se considera que las 9 Greif, A, “On the Interrelations and Economic Implications of Economic, Social, Political and Normative Factors: Reflections From Two Late Medieval Societies”. Drobak, J. N. and Nye, 5. (e083: The Frontiers of the New Institutional Economics. San Diego, 1997, pig. 57. 10. David, PAs “Why are institutions the “Carriers of History"?". Strucwral Change and Economic Dynamics, 5, (2), 1994, pags. 205-220, North, D.C: “Institutions”. Journal of Economic Perspectives, 5,(1), 1991, pags. 97-112. 24 28 Casa de le Contratacion y la Carrere de Indias ante del andlisis econémico. Una institucién 80, Slo a pa sido establecido de antemano o un elemento ajeno por See condmicos, sino qué formaria parte de las decisiones nies pata llevar a cabo una transaccién econ6mica, Bajo esta perspectiva, Jas instituciones dejan de ser el cajen Ge sane fe todo aquello que 1a teoria neoclasica no puede cxplicar y pass as ere mientas que necesitan ser estudiadas para despues Poe er a i poranés i gieron, por qué perduraron a lo largo del tiempo y cut ne ‘ " Medan Jas transacciones econémicas que gobernaban. la al or ‘ Dsoriaer econémico no se reduce simplemente a la descripcion y especi Hac ne 8s caracteristicas institucionales de una economia, sino que consiste lamb explicar por qué surgieron esas instituciones y no otras. sapah La investigaci6n de la actividad econdmica desarrollada entre spa y ‘América durante la época colonial adquiere bajo esta perspectiva una imen- si6n diferente. El andlisis del crecimiento econdmico no se reduc solo a Ia descripeisn y cuantificacién de los elementos que intervinieron colas “ sacciones, como por cjemplo, las mercancias, los barcos o la cuantia de los metales preciosos, ¢s decir de todas aquellas variables cuantitativas que per miten explicaciones econémicas usando modelos neoclasicos, nisiau © Jos agentes econémicos que lo hicieron posible, como los mercaderes, finan cieros, transportistas, inversores y oficiales reales''. ‘Tampoco se Timitaria a explicar el comportamiento de los mercados utilizando exclusivamente herramientas microeconémicas, como por ejemplo el comportamiento de las eurvas de oferta-demanda, sino que, ademds de todos esos dmbitos de estu- dio, habria que considerar también los elementos institucionales. Las instituciones, ademés de influir sobre el volumen de transacciones y sus precios, intervienen directa & indirectamente en la toma de decisiones de los individuos, al menos con la misma fuerza con la que lo puede llegar a hacer una alteracién de los precios relativos. Ese marco institucional abarca instituciones son parte import serfa 5: completo a los agentes & tomadas por dichos age ios en Espafta, 1501-1650. 11 Hamilton, EJ: El tesoro americano y ta revolucién de los precios en Espafa, Barcelona, 1975, Chaunu, H. P: Seville ef VAdlantique, 1504-1650. Paris, 1955-1960. Bernal Rodriguez, AM, y Garcia, Baquero Gonztier, M Tres sigios del comercio sesillano, 1598-1868, Cuestiones y pro- Dlemas. Sevilla, 1976, Garcia-Baquero Gonzilez, M.: Cadiz y el Atlantica. Sevilla, 1976. Lorenzo Sanz, E: Comercio de Espana con América en la época de Felipe Ii. Valladolid, 1979. Garcta Fuentes, LET ‘comercio espaitoh con América (030-1700). Sevilla, 1980. Bernal Rodriguez, A.M. La Financiacién de la Carrera de Indias. Sesilta, 1992. 25 26 Carvos ALVAREZ NOGAL aspectos sociales, culturales y politicos, muy pocas veces cuantificables, pero esenciales en cualquier proceso de desarrollo econémico!? Por tanto, en el andlisis econémico de la Carrera de Indias tienen espe- al relevancia aquellos elementos institucionales que hicieron posible el desarrollo de la actividad econdémica, incluso cuando existfan elevados co: tes de transaccién y una gran incertidumbre!. ;Cudles fueron esos elemen- tos y cémo actuaron? Uno de los mas importantes fue, sin duda, la Casa de la Contratacién de Sevilla!', Este organismo fue fundado por la Corona en 1503 siguiendo el modelo portugués de la Casa da India con objeto de centralizar en ella la ges- tin y gobierno de todo el comercio con América’, A pesar de seguir el modelo lusitano en un primer momento, la Corona abandoné muy pronto la idea de que la Casa debia monopolizar el comercio trasatléntico y prefirié dejarlo en manos privadas, limitando sus funciones al control de las personas y mercancfas que intervenian en é1 y a la regulaci6n de una parte de sus pro- cedimientos'®. De esa forma, la Casa de la Contratacién se concentré en la gesti6n del tréfico comercial entre Espafia y América para cumplir con los abjetivos fiscales que la Corona le habfa encomendado. Ademés, actué como tribunal de justicia en materias de navegacin, como oficina migratoria, escuela de ndutica y sirvié de caja de depésito para los bienes de difuntos procedentes de América, Hasta ahora disponemos de importantes trabajos que describen el origen, la organizacién y estructura de la Casa de la Contratacién, la forma de con- trolar la actividad econémica y su evolucién hist6rica"”, Teniendo en cuenta 12 North, D.C. y Thomas, R.P: The Rise of the Western World. Cambridge, UK, 1973. Estos auto: res sostienen que Espafia no pudo mantener un crecimiento econdmico sostenido durante los siglos XVI y XVII por su incapacidad para adoptar nuevas formas institucionales que incentivaran el funcionamien- ‘o de mercados competitivos. 13 En esta misma linea de andlisis institucional, aunque insistiendo ms en los aspectos dindmi- cos de cambio, se encuadra el trabajo de Antonio Ibarra “Instituci6n, poder y familia: los comerciantes y su Consulado, Guadalajara 1791-1821", inserto en esta misma obra. 14 Veitia y Linaje, J Norte de la Contratacién de tas indias Occidentales. Sevilla, 1672 (ReediciOn Madrid, {981). Libro 1, capitulo 1 15 Ibarra Rodriguez, E.: “Los precedentes de la Casa de la Contratacién de Sevilla”. Revista de Indias, 3.4 y 5. Madrid, 1941, pigs, 85-97, 5-54 y 5-38. 16 Haring, C.H.: Comercio y navegacién enire Espafa y las Indias en la época de los Habsburgo. México, 1979, pag. 34 y 41 26 27 Casa de la Contratacién y la Carrera de Indias a nueva economia Institycio- érica jonadas por I: las herramientas tedricas proporc! re ee nal, como el andlisis de los derechos de propiedad (properh-"8 hts app ach), los costes de transacci6n (transaction cots) y la teor'a de ee (contract theory), seria interesante estudiar el papel juga lo pol ones aan nismo estatal sobre la configuracion de las transacciones sO cien Espana y América. La pregunta clave seria: (Fue la Casa de ‘ oe una instituci6n gue impuls6 Ja actividad econémica, 0 por © cont an convirti6 en uno de sus mayores obstdculos? {De qué forma infuys a Ca ; de la Contratacién en el desarrollo de la actividad prondriuna, no slo come! cial sino también productiva, entre Espaiia y América? ; Las paginas que siguen a continuacién tratardn de precisar ls bose i ca que permita contestar adecuadamente esas preguntas, teniendo i i a espafiola para ¢je- mo oficial creado por la Corona espafiola para eje eS ee at desde 1524, y al Consejo , subordinado al Consejo de Indias soe icc 1556 en lo referente a la disposicién de los metales ore ciosos del rey. El objetivo de este trabajo también consiste en plantear oe 7 tesis de investigaci6n que nos permitan estudiar mejor de qué forma la Casa de Ja Contrataci6n influy6 en la relacién econémica entre Espaia y América, El mercado americano entre la iniciativa privada y la intervencién de la Corona El comercio entre Espafia y sus tertitorios americanos fue concebido iesde muy pronto como una actividad de cardcter privado, aunque siempre bajo Ia tutela de la Corona espafiola. La Monarqu{a espafiola renuncié a 17 Dénvita Collado, M.: Significacién que tuvo ta Casa de la Contratacién y et Consejo de Indias, Madtid, 1892. Piernas Hurtado, M.: La Casa de la Contratacton, Madrid, 1907. Schafer, E. El Consejo Real y Supremo de tas Indias, Sevilla, 1935. Schafer, “La Casa de la Contratacion de las Indias de Sevilla durante los siglos XVI y XVII". Archivo Hispalense, 13 y 14, 1945, pigs. 149-162. ‘Zomalacarregui, L.: “Las ordenanzas de 153} para ke Casa de la Contratacién de las Indias”. Revista de ‘Indias, 30. Madrid, 1947, pags. 749-782. Bernard, G. “La Casa de la Contratacién de Sevilla, luego de Cidiz ene siglo XVIII". Anuario de Estudios Americanos, 12, Sevilla, 1955, pigs. 253-286. Ruiz Martin, F: “La Hacienda de Felipe Il y la Casa de la Contratacidn de Sevilla”. Moneda y Crédito, Madrid, 1965, pigs. 3-58. Navarro Garcfa, L.: "La Casa de la Contrataci6n de Cidiz" en La Burguesta Mercantil gadi tana, 1650-1868. Cadiz, 1976, pigs. 41-82. Gil Bermejo, J.:“Traslado de la Casa de la Contratacion de Sevilla a Cédiz” on La Burguesta mercanti. gaditana, 1650-1868. Cédiz, 1976, pigs. 139-144. Dominguez Ortiz, A: Onto y caso de Sevilla, Sevilla, 1981. Crespo Solana, A: La Casa de la ContrataciOn ya Iniendencia General de la Marina en Ciédiz (1717-1730). Cidi2, 1996, 2 28 ros ALvarez NocaL monopolizar la explotacién de una actividad econdmica para Ja que no tenia hi recursos ni infraestructura suficiente. Por tanto, aunque los individuos tuviesen restricciones de entrada establecidas por la Corona espafiola para poder participar, las actividades de intercambio entre Espaiia y América se llevaron a cabo en régimen de competencia. Uno de los elementos esenciales de una econom{a donde se reconoce la propiedad privada es el carécter voluntario en Ja transferencia de bienes. Las reglas que Ja regulan tienen como fundamento el principio de inviolabilidad de esos derechos de propiedad, lo cual exige unos mecanismos de control que aseguren su cumplimiento y garanticen tanto la propiedad de los individuos como su transferencia. Cuanto més claras sean esas reglas en un mercado, mayores niveles de utilidad recibirdn los individuos, haciendo posible que las operaciones de intercambio no se establezcan sdlo entre personas proximas 0 de confianza, sino que adopten también la forma de intercambios complejos entre extrafios. Este proceso conduciria a un incremento de las relaciones mercantiles y, por tanto, de toda ta actividad productiva. Si la experiencia histrica demuestra que hubo un intenso intercambio de mercaneias en la Carrera de Indias, debemos suponer que todos esos aspec- tos estuvieron presentes y que los obstaculos para el desarrollo de la activi- dad econémica en ese dmbito fueron solucionados de alguna forma. El mercado na fue creado por la Corona espafiola de forma artificial, sino que existieron incentivos para que los propios particulares estableciesen relacio- nes de intercambio sin temor a ser expropiados. Una serie de mecanismos institucionales habrian side los responsables de reducir esa incertidumbre y permitir que los individuos estableciesen acuerdos estables. Una parte de las reglas que rigieron la actividad econémica de la Carrera de Indias fue establecida por la Corona, y ta vigilancia de su cumplimiento estuvo a cargo de los oficiales reales de la Casa de la Contratacién. Nos refe- rimos a las reglas operacionales de carécter general, cuyo establecimiento resultaba mas sencillo y menos costoso para un gobierno que para cualquier individuo en solitario, Aspectos como el lenguaje, la escritura, el sistema numérico, las pesas y medidas, las unidades de cuenta y la moneda fueron impuestos por la Corona espafiola desde el inicio de la actividad econémica con América y perduraron de forma estable a lo largo del tiempo. A ese con- junto de pardmetros se sumaron después otros mas especificos en los ambi- 28 ssa de la Contratac era d 29 Casa de la Contratacion yl Carrera de India vasa de 6 C én fue tanto 6 cacién y el transporte, cuya provis cacidn, la comunicacion y tos de la educaci6n, de arigen ptiblico como La legislacién estable privado. ; cida inicialmente por la Monarguia espafiola y las mormas que fue generando después la propia Casa de lo Conatcion fueron sto de referencia para reducir parte de la ineertidumbre y waa ee transacciGn de la puesta en marcha de Ia actividad econd- inicio ce ee sin embargo, la Corona no podia resolver todos y cada uno aoe ea aetee que surgieron en la Carrera de Indias. Una economia carac- Fe 0S Pre a inio de [a iniciativa individual y 1a inviotabilidad de la terizada por el Predorr jae solo por Ia reglamentacién Tegal que determina faa Be sca Sie individuos. Ese marco institucional basico es 1 ey verie Je mevanismos privados no necesariameate at ni definidos, pero que permiten la interaccién y la colaboracién err Bsa otra parte esencial del masco instiwucional de Ta Carrera de Indias eds oe las estructuras empresariales y de las costumes sista deres para resolver conflictos. Esos mecanismos institucional ra _ 4 a ron ils, incluso en teitorios y émbitos donde no leguba el razo egal ¢& Ia Corona a través de los oficiales reales de la Casa de la Contratacion inistracién indiana. * BDePAGaiioied de origen privado fueron especialmente siiles para resolver los problemas surgidos cuando los individuos establecian vite fe intercambio que perduraban en el tiempo. Sin embargo, la firma de un contrato genera antes y después una serie de problemas, ett los ae encuentran la biésqueda y comprobacién de la informaci6n necesaria para ‘ ‘narlo, Ademés, la ejecucion, el control y el cumplintiento de dicho acuerdo fina ver firmado, exige unos costes que pueden desanimar a los agentes econémicos e impedir la transaccién. El papel jugado por una autoridad externa sobre los individuos que firman un contrato puede resultar decisive ‘la hora de reducir esos costes y, por tanto, es un elemento esencial para Fomentar la actividad econémica, reduciendo las posibilidades de ser engafia~ do. Ese papel pudo jugarlo la Casa de la Contratacién, al menos en el perio- do inicial de ta formacién del mercado. Los dos dmbitos, el piblico y el privado, dieron forma al marco institu- cional que gobern Ia actividad econémica de la Carrera de Indias y gener6 29 Carios ALVAREZ NoGaL 30 incentivos de muy distinta clase sobre los agentes que intervinieron en dicho Ambito econdomico. La influencia de} poder absolute de ta Corona espaiiota en el desarrollo del mercado americano Especificar cual fue el poder efectivo de la Monarquia espaiiola sobre los agentes econémicos que intervinieron en el comercio con América y sobre sus actividades es esencial a la hora de anafizar el papel desempefiado por la Casa de la Contratacién en la promocién o impedimento de la actividad econ6mica. Desde el punto de vista teérico, el “estado absoluto” caracteristico de la Edad Moderna es Ja aptoridad suprema a la hora de dictar leyes y hacerlas cumplir. Ese gran poder puede establecer esas normas exclusivamente en su propio beneficio, desincentivando la actividad econémica. Sin embargo, como ha sefialado Nye, la presencia de un gran poder no es en sf mismo suficiente para afectar de forma negativa a la “eficiencia” o capacidad para maximizar los resultados en un escenario de competencia!®. En el caso de que el soberano tuviese una capacidad de coercion perfecta y sin costes, ef resultado serfa el mismo que en el caso de un monopolio per- fecto, capaz de discriminar precios, pues en ambos casos tendriamos un resultado dptimo desde el punto de vista de [a eficiencia Pareto. Si la riqueza, y por tanto el beneficio del productor fuese maximizado por una particular forma de produccién en un mundo sin gobernante, fo mejor que podria hacer un gobierno, incluso uno absoluto, que buscase su propio interés por encima de todo, seria permitir esa particular forma de producit y concentrarse simplemente en extraer una parte del beneficio para si mismo, tanto como pudiese. Si el gobernante pudiese extraer de sus stibditos de forma perfecta y sin costes lo que en economia se denomina “beneficio del consumidor”, la intervencién econémica de dicho soberano no supondria ine- ficiencia en el resultado global de la actividad econémica. Lo tinico afectado 18 Nye, J. “Thinking about the State: Property Rights, Trade, and Changing Contractual ‘Arrangements in a World with Coercion”, in Drohak and Nye (eds.): The Frontiers... pig. 12. 30 Casa de la Contratacién y la Carrera de Indias 3I seria la distribuci6n de las ganancias en equilibrio gue, en lugar de quedar en manos de los consumidores, acabarian en manos del soberano. Sin embargo, cualquier control y extraccidn de rentas no son actividades de coste cero, y eso genera ineficiencia tanto para el productor como para el gobernante. El rey no es un monopolista perfecto, y menos atin el monarca “absoluto” de la Edad Moderna. El rey sufre la competencia de otros reyes y ademés est limitado por su propia capacidad para ejercer la fuerza, por lo tanto, cuando trata de apropiarse de) beneficio de) consumidor genera inefi- ciencia. La manera en la que controla a sus stibditos no slo afecta a la can- tidad y al tipo de beneficios que ellos obtienen y los que obtiene el rey, sino que también afecta a la capacidad del propio gobernante para mantenerse en el poder. A la hora de juzgar el papel del gobierno en la economfa, Nye ha pro- puesto distinguir entre dos extremos. El primero es la capacidad del gober- Dante para comportarse como un pardsito y, et segundo, los bienes ptiblicos que ofrece!®. Un gobernante pardsito seria aquel cuyos stibditos disfrutarian de una riqueza mayor (Pareto-improved) en ¢] caso de que dicho gobernante no existiese. El otro caso extremo, un gobernante exclusivamente gestor, es aquel que se encargarfa de proveer servicios sin que nadie pueda hacerlo mejor. Sin él fos stbditos gozarian de una riqueza menor. Nunea se dan ambos extremos. Por eso el gobernante aparece como dese- able porque provee bienes ptiblicos, algo que el sector privado muchas veces no hace, 0 lo hace con menor eficacia®; y al mismo tiempo, resulta indesea- ble porgue el gobernante siempre se comporta como un pardsito en algiin momento. Una extraccién de rentas mayor de la deseable es parte del precio pagado por los beneficios derivados de la existencia de un gobierno. En el caso del comercio con América, es cierto que la Monarquia espaiio- la se consideraba absoluta y tenfa poder suficiente para imponer sus condi- ciones, pero al mismo tiempo, dicho poder no le permitfa ni promover la Participacién voluntaria de los agentes econémicos en el comercio con América, algo que realmente queria fograr, ni controlar a su antojo todas las transacciones econémicas alli realizadas. 19 _Ibidem, pig, 129. 20 Coase, RH: “The Problem of Soci . Journal of ts rab f Social Cost”. Journal of Law and Economics, 3, 1960, pigs. 31 Carros Atvarez NocaL Esos rasgos opuestos de todo gobierno también se encuentran presentes en la Casa de la Contrataci6n, Por un lado, la Casa era un bien piblico en sf mismo, creado por la Corona para facilitar las actividades de los mercaderes en la Carrera de Indias, y por otro, fue un organismo al servicio del rey para maximizar sus beneficios, atin a costa de los intereses privados de los mer- caderes. La Corona espafiola fue siempre un agente activo en el mercado que trataba de regular y para ello utiliz6 la Casa como un instrumento mas de su politica de extraccion de rentas Como organismo publico, la Casa de la Contrataci6n surgié para facilitar la interaccion entre individues y el fomento de la actividad econdmica, reba- jando el coste que sufrian los agentes econémicos a la hora de ponerse de acuerdo al acometer inversiones. Como organismo privado al servicio de Ja Corona, Ja Casa fue un poderoso agente capaz de regular en beneficio del rey las actividades llevadas a cabo por los mercaderes en el mereado atlantico. Las reglas que gobernaron el funcionamiento de la Casa y las que ésta dict6 sobre el comercio con América estuvieron dirigidas a cumplit ambas funciones, y por lo tanto, ninguna de ellas result6 indiferente a la actividad econdmica. Por eso, todos los detalles organizativos, incluidos aquellos que aparentemente no tenfan un fin puramente econémico, como los politicos y sociales, resultan relevantes al analizar la influencia de este organismo en el desarrollo econémico de la Carrera de Indias. ¢Contribuy6 la Casa de la Contratacién al desarrollo del comercio americano? Siel pretendido monopolio comercial con América hubiera sido ejercido realmente por la Casa de la Contratacién, estudiariamos este organismo sim- plemente como un agente econémico en el Ambito atldntico y no como parte del marco institucional de la Carrera de Indias. El hecho de que, desde muy pronto, la Monarqufa espaiiola renunciase a encauzar ella sola el trafico comercial con América y prefiriese estimular a los particulares para que lo hiciesen ellos mismos, hace pertinente preguntarse en qué medida la Casa de la Contratacién impuls6 el crecimiento de la actividad econémica en el ambi- to de la Carrera de Indias. 32 Casa de la Contratacion y la Carrera de Indias 3 En el origen de un mercado en desarrollo, como fue el mercado america- os del descubrimiento de Amért la habilidad de la Corona para 0 rend ‘os de la actividad comercial via impuestos, dependia en > [as dimensiones propias de ese mercado. La Corona muy pronto los elevados costes que tenfa promover dhrectamente la actividad econémica y sus proplas Timitaciones para Hevaro ‘a cabo con éxito. La Monarquia no Contaba con suficientes fon bs propios para emprender inversiones directas y le sobraban prioridades politicas a cuales destinar su dinero. bts vettud permitié a la Monarqufa adoptar una posicion neutral, fomen- tando los intereses de quienes intervenian en ese espacio cconomico ba nctuacidn del gobemante absoluto no se Hlev6 a cabo de forma jerdrquica, sino de forma horizontal. buscando el consenso que permiliese la interven ; a voluntaria de sus subditos. Distintos agentes econdmicos con diferente, ‘al uso eficaz de la fuerza resolvieron sus conflictos en un marco ins- obtener rendimient primera instancia de espafiola reconocid 1 cién acceso titucional estable sostenido por la Corona. ; En un mundo sin costes de transaccién es posible desarrollar un mee do en el que la cooperacion estable y duradera, entre mercaderes sea aie ‘ vante, el precio de Jos bienes seria suficiente ¢ incluso el mejor modo Hevar a cabo los imercambios y la toma de decisiones. Sin embargo, en ¢ mundo real, y en especial en la Espafia del siglo XVI y XVIT, con sertos obstécitlos para disponer de informaci6n, una ausencia absoluta de coopera- cién significaria agentes econdmicos apostando a ciegas, sospechando conti- fwamente unos de otros y rechazando comprometerse por miedo a ser engafiados. Esa cooperacién entre mercaderes que reduce costes de transac- cién se puede alcanzar de forma privada, asumiendo individualmente sus costes, o puede alcanzarse con la intervencién de. wna tercera parte que actte como Arbitro en la negociacién. Esa intervencién externa puede facilitar el acuerdo, reducir sus costes y fortalecer la confianza de los agentes a la hora de emprender un mayor niimero de transacciones, haciendo crecer el comer- cio y eb conjunto de la actividad econdémica. Incluso desde los mas extremos planteamientos laissez-faire, los tradicionales defensores de la tibertad ‘econémica desde Adam Smith en adelante han reconocido la relevancia del gobierno a la hora de establecer reglas ¢ instituciones basicas que faciliten las transacciones. 33 Cartos Atvarrz NoGaL Segiin la teorfa neoclasica del estado defendida por North", el rey y sus stibditos llegarian a un acuerdo por medio del cual el rey ofreceria proteccién y justicia (incluyendo {a proteccién de los derechos de propiedad y el cum- plimiento de los contratos) a cambio del pago de cierta suma que los stibdi- tos pagarfan como impuesto. Dado que existen econom{as de escala en la accidn del sey a la hora de prover sus servicios, éste puede ofrecerlos a un costé mucho menor del que afrontarian sus stibditos en el caso de tener que protegerse a si mismos. £) ingreso total de una sociedad resulta asi mayor como resultado de la existencia de una monarqufa. Incluso los gobernantes y estados que han demostrado ser mas parasitos a lo largo de la historia, tam- bién han ofrecido una variedad de servicios ptiblicos a las poblaciones que gobernaron. En ese rango de servicios se encuentra la proteccién minima de la pro piedad contra la usurpacidn por la fuerza, lo cual se establece con la creacién de una policia que mantenga la ley y el orden y un sistema judicial que ‘ resuelva las disputas de los agentes econémicos. A eso se afiade la construc- cién de infraestructuras que reduzcan los costes de transporte, faciliten las comunicaciones y permitan la transferencia de informacién. En el caso del comercio con América, encontramos que la Monarqufa espaiiola, a través de la Casa de la Contratacidn, contribuy6 de distintas for- mas a reducir costes de transacci6n y a generar incentivos para que la activi- dad econémica creciese, al menos en su fase inicial. Al margen del establecimiento de normas generales y de la unificacién de patrones de refe- rencia como los pesos y medidas, los oficiales reales intervinieron en la orga- nizaci6n de la defensa del comercio, en el cumplimiento de los contratos en la resolucién de disputas entre mercaderes, en la regulacin de cambios y seguros maritimos para facilitar el crédito”, la elaboracién de mapas car- tograficos y la provisién pablica de informacién comercial. Todos estos Ambitos eran esenciales para el crecimiento del comercio en la Carrera de Indias. Los oficiales reales de ia Casa también tenian facultad para administrar justicia en los pleitos relativos al comercio y la navegacién. Su actividad en esta esfera provocé numerosos conflictos con otros organismos judiciales y 21 North, D.C. Structure and Change..., pag. 21 22, Bernal, A.M.: La Financiacién..., pags, 101-117, 35 Casa de ka Contrataciin y Ja Carrera de Indias a ciudad de Sevilla. En 1583 se cre6 una sala s cial con | ; municipales, en espe seams te justicia dentro de la Casa de ha Contratucion. con Jo que la i j “rede totalmente separada de las tareas administrativas y Fiscale ne tides «jos oficiales reales, y en 1596, la sala de justicia fue equiparada meni a la audiencia. enco- [Aunque seria necesario desarrollar con detalle todos estos aspectos por la rtaneia que tuvieron en el fomento de la actividad econdmica, la falta de imy : dt “ vo nos obliga a centramos sélo en dos de ellos: la defensa colectiva y Ta espacio nos provision de informacién, a) La defensa del comercio y Ia proteccién de los navios La proteccién de la propiedad privada frente a cualquier amenaza 0 are sidn resulta costosa. La proteccidn colectiva Nevada a cabo Por un a ‘emo es un bien piblico que pecmite reducir significativamente el coste individual de ese servicio. Su provisi6n lleva consigo la aparicién de problemas de free- riding y comportamiento oportunista que exigen castigos y Vigilancia, pero no impiden que esa provisi6n colectiva siga siendo mas economica que a individual. | ; La Monarquia espaftola fue capaz de ofrecer una protecci6n colectiva de Jos derechos de propiedad a todos los que intervenfan en la Carrera de Indias, y lo hizo especialmente a través de la estructura administrativa de la Corona en América, y durante el trayecto, a través del sistema de flotas. En las orde- hanzas que entreg6 e} Consejo de Indias a ta Casa en 1552, més de 70 capl- tulos de un total de 200 describjan la normativa de la navegacién a América: visita de navios, tonelaje, tripulacién, la manera de cargar, los armamentos, ete.24, de cuyo cumplimiento estaban encargados los oficiales reales. Con el tiempo, esa protecci6n se fortaleci6. A partir de 1561 se prohibié la navega- cién de navios sueltos y se establecié que el trafico comercial se Hevase @ cabo en dos flotas anuales. Los oficiales reales de la Casa tenian que encar- garse de despachar todos los afios una Mota a Nueva Espafia y otra a Tierra 23. Schiifer, Es “La Casa de la Contratacién...", pig. 157. 24 Ibidem., pigs. 155-156. 36 Carlos Acvakez Nocat Firme, acompafiadas de navios de guerra Para proteger tanto las embarcacio. nes como su carga de cualquier agresion externa? : El compromiso de la Monarquia en la def quier tipo de agresion se intensificé a media: les preciosos que i les preciso sea elba &l Atlintico. La propia estructura de la Case tue mada con el objetivo de fortalece, 6 : esta funcién, En 1579 se o fer ° " ; a 5 se creo el cargo de Presidente we 'a Casa de la Contratacisn para impulsar con su autoridad ef Puntual de las flotas de Indias entre otras cosas. A pesar de la impor- chas de salida de las formaciones, las flo- fensa del comercio frente a cual- fa que crecié el volumen de meta- inaba la posibilidad de que aptos para cruzar el Atlintico. La C: vez més frecuentes alaques de pirat muchos mercaderes que, por codicia, aprestab: ciones de navegabilid. ' necesarias para un; an navios en pésimas condi- lad, sobrecargados y sin reunir | jas condiciones minimas a larga travesia por el Atlintico, ‘ 4) El suministro de informacién La formacién y el desarrollo de un mercado descansan Cia de informaci6n que permita a los Sobre la existen- agentes econdmicos tomar decisiones. Diada, pero al mismo tiempo crefble y Cin no es nunca una mercancfa gratuita, Necesita ser producida e intercambiad, digna de confianza, Dicha informa aioe vetfer Es “La Universidad de fos Mareantes de Sev reas ees Bs ia ¥ se intervencisn en el viaje de las io Mispatense, (3, Sevilla. | z Tenn de ee Hit 945, pGp. 273, Bernal, A.M. y Garcia-Baquero, A 3p SehiferE “La Casa deta Contratacion”... pigs. 157 27 Goldber, VIP: “Regulation pies olen 1nd Administered contracts”, Bell Journal of mn. O.B.: “Franchise Bidding for r Goren a Natural Monopolies-In General and with \ r 37 Casa de la Contratacién y la Carrera de Indias tar la producci6n, transferencia y credibilidad de cualquier informacién rele- vante para la actividad econdémica, fortaleciendo ai mismo tiempo la defensa. de los derechos de propiedad de quienes la generan™, La existencia de informacién veraz es de vital importancia en un mundo con grandes incertidumbres como 1o era la Espaiia Moderna. Los territorios americanos descubiertos entonces, y sobre fos cuales la Corona pretendia fomentar la actividad econémica, eran deficitarios en informacién, empezan- do por los basicos conocimientos néuticos y geograficos, imprescindibles para fomentar las comunicaciones. La Monarquia a través de la Casa de la Contratacién promovié la ensefianza de técnicas de navegacién para facilitar y abaratar el transporte, y reducir asi Ja distancia insalvable entre dichos terti- torios y la peninsula Ibérica®”. Un abundante ntimero de pilotos capaces de navegar con seguridad era un bien comtin con enormes implicaciones para el comercio allf donde la geogratia jagaba en contra, En 1508 la Corona creé un cargo de caricter técnico, el de Piloto Mayor, ‘ocupado a Jo largo de los afios por figuras tan destacadas como Américo Vespucio, Juan Diaz de Solis y Sebastién Caboto, que estuvieron al frente de una escuela de navegacién que ensefiaba, examinaba a los pilotos ¢ invertfa en la construccién y reparaci6n de instrumentos néuticos™. Esa oficiaa también contaba con una seccién cartogrifica, donde se registraban en un mapa mode- lo los descubrimientos geogrificos que se iban realizando en América. Ese Mapa servia después para ajustar las cartas nguticas de todos los navegantes?!. Respect to CATV”. Bell Journal of Economics, 7. 976, pips, 73-104. Estos trabajos demuestran que cer ta mgulacién puede ser interpretada como an mecunismo qué facilita el cumplimiiento de los contratos de larga duraci6n euando los acuerdos privados no son suficientes para conseguirlo. Siguiendo esta tinea, una instinicién como la empresa supondria jgualmente una desviaciGn de ls relaciones tomadas en el merca ‘do, pero permitiria coordinar cienas actividades de produccisn que el propio mercado impide. Las empre S38 sop vistas come mecanisimos para reducir costes de transaccién en la produccién y en fa diversificacién del riesgo. 28 Denzau, A. and North, D.C. “Shared mental models: Weologies and institutions”. Kyklos, 47 (1), 1994, pigs. 1-31 29 Chocano Higueras, G.: “La tavegaci6n ocednica en el siglo XVI", Revista de Historia Naval 72, 2001. pag. 46 30 Pulido Rubio, J.: El Pilot Mayor de la Casa de la Contratacién de Sev ‘lla: Pilotos Mayores del sigio XVI. Sevilla, 1923 31 _ Puente y Olea, M.: Los trabajos geogrdficos de la Casa de la Contratacién. Sevilla, 1900. Reguera Sierra, Es: "Mapas de la Casa de la Contratacion de Sevilla”. Historia, 1. Buenos Aires, agosto- ‘octubre, 1955, pags. 43-60. 38 Cartos ALvareZ Nocat La Casa de la Contratacidn se convirtié en la primera instituci6n oficial crea. da para fomentar el conocimiento néutico y en 1552, se formaliz6 ese esfuer- zo creando la “Catedra del Arte de la Navegacién y ta Cosmografia” Otro de los ambitos sobre los que actud la Corona, fue la difusién de informacion comercial entre los mercaderes de la Carrera de Indias. Eh Correo mayor de Indias fue miembro de la Casa de la Contratacién y como tal estuvo obligado a cumplir sus ordenanzas®?. Su misidn consistia en velar por el correcto funcionamiento del correo entre Espafia y los territorios ame- ricanos, El hecho de que el sistema de flotas redujese la navegaci6n entre Espafia y América a momentos especialmente indicados por la Corona bajo la pro- teccin de navios de guerra, exigié el envio de navios sueltos costeados por Ja Real Hacienda para recoger {a correspondencia de la administracién ceal y de los particulares. A través de los Ilamados “navios de aviso” enviados por ta Casa de Ja Contratacién, los mercaderes pudieron transferir informacién sobre e] estado de los mercados americanos3, Cualquier variacién de la ofer- tao demanda de productos en Las fetias de Portobelo y Veracruz podia modi- ficar sus precios en Sevilla e influir sobre el tipo y la cantidad de mercancfas cargadas en las flotas. La Corona ordené que esos navios de aviso fuesen pequefios y ligeros, prohibiendo cargar en ellos mercancfas, para lograr que fueran més veloces en sus Viajes y evitar un percance en el trayecto por exce- so de carga. ¢Por qué la Casa de la Contratacién pudo ser un obstaculo para el crecimiento econdmico? La Monarquia espafiola sabia que al establecer un orden en la actividad econémica con América a través de Ja Casa de la Contratacién contribuia a su desarrollo, incrementaba sus ingresos fiscales y hacia posible su expansién territorial en América. Sin embargo, las circunstancias historicas hicieron que reconsiderara su papel en la Carrera de Indias. Las necesidades de su politica exterior europea, que no eran otras que las de su propia supervivencia, contri- 32 Voiuia y Linage, J Norte de la Contraracién... libro Hl, capitulo XXU, némero 7 33. Ibidem, libro Ml, capitulo XI Casa de la Contratacién y la Carrera de Indias sa ca ntar nistro de bienes publicos necesarios para fomer buyeron a relegar el sumi s spas la aetividad ‘econémica y a concentrarse en obtener mayores INE ‘Tras el descubrimiento de América, los ingresos de ie Cen il ¢ omic: cuanto sid a -recer la actividad econémica, pero en cuant tons i ver las dificultades que jmientos decrecientes, en lugar de resolver la eee E ntré en extraer mayOres imped ayor crecimiento, la Corona se conce! y De edcansrix de su poder y abandonando sac ciendo un uso arbitrario de su poder y ngresos a corto plazo baci i nd nan ‘ jantioaménte su neutralidad, Los mecanismos que habian permitio al rey me Espafia legislar y hacer cumplir esas leyes ©” beneficio de toca Ja comu- n i a ‘ciarse a SU i smos que después le sirvieron para bene! nidad, fueron los mismos q! aetin Dete * " 5 E io el crecimiento s incentivos que habjan impulsa costa, alterando de paso 1os i h inicial de la actividad econémica. Los métodos wtilizadas por la Coron 7 espafiola a partir de entonces para ejercer su ventaja comparativa en € | uso de I ti za, influyeron sol 0 obtenido por los distintos ja fuerza, pre e} resultado evondmic t agentes econdmicos en el ambito de la Carrera de Indias, Podemos distingair ‘cuatro formas a través de las cuales la Monarquia y sus oficiales reales le la Casa de Ja Contratacién generaron ineficiencia en la Carrera de Indias 1. La Monarquia establecis una legislacion que buscaba més su propio beneficio que el del conjunto de agentes econdmicos. - *, Una vez establecidas sus propias reglas del juego, Ia Monarqufa tam- poco las respets, bu: Corona aumenta- ndo su mayor beneficio a corto plazo. 3. La Monarguia directamente puso en venta su poder tanto para esta- blecer las reglas del juego econémico, como para hacerlas cumplir. De esa forma, parte de su poder se transfiri6 a determinados grupos privitegiados. 4. Los propios oficiales reales de la Casa de la Contratacién comercia- ron con el poder que tecibian de la Monarqufa para determinar las normas y hacerlas cumplir. a) La Monarquia establecié las reglas de juego que le interesaban Segdn North, la estructura de derechos de propiedad establecida y mante- ida por el gobernante, que teéricamente debe maximizar el producto social, puede no hacerlo en el caso de las rentas monopolisticas del rey. Los abje~ 34 North, D.C. Structure and Change. 40 Caavos Atvarez NogaL tivos del soberano no tienen porque coincidir con Jos de sus stibditos. El rey puede estar mas interesado en mantener su propio poder, que en crear condi~ ciones de eficiencia econémica. Y debido a los costes de establecer y recau- dar impuestos, unos derechos de propiedad menos eficientes para el conjunto de la actividad econémica, pueden ser més favorables para el rey a la hora de maximizar sus ingresos a corto plazo. En esta misma linea, Margaret Levi ha puesto de manifiesto los distintos incentivos que tienen los gobernantes para crear mecanismos que dificulten e} crecimiento econdmico*. El caso britdnico es un ejemplo para algunos autores de cémo un estado: puede aumentar sus ingresos a través de compromisos creibles en Ia politica fiscal que impliquen un respeto a los derechos de propiedad, una politica monetaria estable y limites a fa confiscacién’s. La Corona espafola, por el contrario, demosiré una actitud negativa, 0 en términos de Levi, predatoria, ent muchos aspectos de la actividad econémica en la Carrera de Indias. Cualquier gobierno con habilidad suficiente para extraer rentas de sus stbditos trataré de hacerlo de forma que maximice sus ingresos. El rey querré que el rendimiento de esa extracci6n sea indiferente de la forma elegida por sus Stibditos para producir*’, pero en el caso de que existan diferentes méto- dos de produccién y que algunos conlieven una menor capacidad del rey para beneficiarse, el rey tendré que sopesar cudles permite. Cuanto mayores sean los costes de transaccién de controlar a la vez distintos mecanismos de pro- ducci6n, mas ligada estara la extraccién de rentas a un reducido ntimeto de actividades, y cuanto mas pequefio sea el potencial de ganancia que obtiene el soberano de sus stibditos por el uso de mejores tecnologias de produccién, mas probable es que el rey los fuerce a trabajar evitando la forma éptima, a cambio de seguir manteniendo un control més sencillo en la extraccién de rentas, La rigidez de] sistema de flotas durante el tiempo que estuvo vigente, o el empefio por mantener un tinico puerto comercial con América, son ejem- plos de una actitud predatoria de la Corona espafiola por la que a cambio de 35 Levi, M- Of Rule and Revenue, Berkeley, 1988. 36 North, D.C. and Weingast, B.: “Constitutions and commitment: The evolution of institutions ‘governing public choice in seventeenth-century England”. Journal of Economic Histary, KLIK, 4, $988, pags. 803-831, Brewer, 1: The Sinewss of Power. Cambridge, US, 1988. Root, H.: The Fountains of Privilege, Berkeley, 1994, 37. Nye, J.: “Thinking about the State", pag, 127. 40 4t Casa de ta Coniratacion y la Carrera de Indias na mayor facilidad para controlar a los comercia es y cobrarles impuest yor fucilidad para control omerciat ol pt a se sacrificaron alternativas més productivas. p) La Monarquia no respet6 las reglas del juego que ella misma habia establecido Una de las formas que tiene el Estado de fomentar el crecimiento econd- : impuestos mico en una economia abierta consiste en cobrar cierta suma de impuesto: para sufragar la provisin de bienes publicos. La Corona espafla argon Gente de que debfa complir ese objetiva si queria fomentar [a SANT econémica entre Espafia y América, pero el problema era que a Hs tie un monarca absoluto no tenia sélo poder para proteger la actividad pr . i ién para expropiarla. : Me tiie demostré en numerosas Se ein de te en el siglo XVIL, su incapacidad para garantizar la propiedad privada ie los individuos que intervenian en Ja Carrera de Indias, tal y como se pie manifiesto en maltiples ocasiones con la incautacién de metales preciosos privados en los registros de Jas flotas®’. ‘ : Los oficiales reales no s6lo expropiaron parte del dinero de particulares, sino que en otras ocasiones lo trocaron por monedas de vell6n deviate © por juros cuyo valor real no sespondia al nominal. La Casa de Ta Contratacién también actué arbitrariamente a la hora de establecer el porcentaje de averia que se cobraba a los mercaderes que cargaban en las flotas®?. _Laiglesia, Fz “Incautacin de metals preciosos en la primera mitad del siglo XVI". Estudios bres 11515:1555), Madi, 1918-1919, Ramos, LJ: “El primer yan secucsto de metales proce ‘tenes del Pers a cambio de juros, para costear Ia empresa de Tinez". Anuario de Estudios Americanos, 52, Sevilla, 1975, pies. 217-278, Lorenzo Sanz, Ey “La requisicion de ls remesas de oro y plata de mer saderes y paiculres por la Corona ene siglo XVI". Anuario de Estudios Americanos, 34, Sevilla, 1977, piles. 271-293, Collado Vilalta, P; "El embargo de bienes de ios portugueses en ta Flot de Tierra Firme Be 1641”. Anuario de Estudios Americanos, 36, Sevilla, 1979, pigs. 169-207. Hampe Martinez, T: “Oro ¥y moneda de las Indias para el socorro militar de Carlos V, una requisa de 1552". Boletin Americanisa 38. Barcelona, 1988. 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F: Armadas y Flonis de la plaia (1620-1648), Madrid, 1989. pigs. 290-299 41 CarLos ALvaREz Noga Esa actitud de la Monargufa fue una de las claves del fracaso de la Casa de la Contrataci6n como organismo regulador de la actividad econémica con América ¢) La transferencia de poder de la Monarquia a grupos privilegiados Al margen de la capacidad de la Monarqufa para abusar de su poder y establecer las reglas del juego econémico en su propio beneficio, de la posi- bilidad de que en ocasiones incluso esas mismas normas se rompiesen para beneficiar mas incluso a la Corona, la Monarquia también generé ineficien- cia por la forma en la que ejercié su autoridad, La estructura de derechos de propiedad sobre la que se asienta el funcio- hamiento de un mercado, asf como el resto de normas que establecen el fun. cionamiento de las instituciones que lo sostienen, tienen un claro componente politico, Fuerzas politicas determinan la naturaleza de los dere- chos de propiedad cuando éstos son establecidos, la forma de mantener su vigencia y la forma de realizar cambios en las normas que los regulan a lo largo del tiempo. Esos cambios pueden surgir como consecuencia de accio- nes colectivas a través del consenso o haciendo uso de la fuerza, Las nego- ciaciones necesarias para llevarlos a cabo pueden ser informales dentro de un Pequefio grupo, 0 parte de un proceso politico mas amplio con grupos for- malmente constituidos. Esto significa que, aunque un Estado benefactor fuese capaz de estable- ret unas normas que regulasen una determinada actividad econémica en beneficio de toda la comunidad, los rasgos propios de dicha autoridad, la forma de ejercerla y las relaciones que se establecen entre quienes ejercen la autoridad y los individuos que obedecen, pueden generar cambios Posterio- {ES Fanto en Ia formulacién como en la aplicacién de dichas normas, que aca- ben beneficiando sélo a unos pocos La regulacién de la actividad econémica en Ja Carrera de Indias no estu- vo exenta de influencias y presiones de distintos grupos, dentro y fuera de la Monarqufa, con motivaciones y objetivos muy distintos. El peso politico de ciertos sectores e intereses econémicos influy6 en la toma de decisiones de a propia Casa de la Contratacién. Desde este punto de vista, la ineficiencia de la Corona sobre la economia surge no tanto por intervenir directamente sobre ella con su poder absoluto, como por comerciar con ese poder. 42 43 Ja Contraiacion y la Carrera de Indias la Contra Casa de tiempo de inicial desarrollo, algunos agentes privados fueron Tras ina el precio de cualquier meseancia en el mercado america- pO ree tridad de que disfrutaba la Corona para imponer y hacer Se ey a a se convirti6 en mercancfa en cuanto fue atractiva para ae iia sudo obtener recursos de ella a corto plazo a i ba el teorema de Coase para analizar la transferencia de la pe veeacido en cuenta [a capacidad resl para Ilevarlo a cabo y los bene- aan -n esa operacién*®. Aquel que sea capaz de obtener mayores = Seidl nso de Ta fuerza, terminaré apropidndose de ella, siempre y Sereyigas costes de transacciGn sean bajos y fos instrumentos de control fe Gs - efinidos, Ese seria el caso de la Monarquia espafiola al negociar es sede que inicialmente se habfan entregado a la Casa de la Contra- eee ps controlar el comercio con América, sor informacion Por ejemplo, si un grupo de comerciantes, con mayo informacion ial que los oficiales reales 0 aprovechando las economfas de esc somtividad, podta obtener més beneficios del comercio controléndoto ellos Plea, Pros que obtentan respetando las normas impuestas por la ona eos comerciants tendrian incentives para compara fa Monarquia Bibtecno a'guedar exentas de fa jurisdiccién de 1a Casa de la Contatacién y de su normativa, a cambio de una parte de esos beneficios extras, As ver, si la Monarquia estaba més interesada en obtener beneficios del com cio atin a costa de no garantizar una auténtica competencia en el mercado am . ricano, seguramente tendria incentivos para transferir su poder, ace ote oferta del grupo de mercaderes. De esa forma, ingresarfa mis eo gue le corresponderia en el caso de limitarse a respetar el orden establecido pi a del beneficio econdmico de las comerciantes, también hay aue haver referencia a los beneficios sociales, esenciales en sociedades como k castellana del siglo XVI, donde no sélo el dinero era la llave que abria la Bp, bcs sempocx conser las psiitidaes del proplasio de a nic pinnla cea ci dad. El arma lo convierte en lo suficientemente poderoso como para forzar a otros aia epee 8 a ze yde esa forma aduefiarse de cualquier propiedad, Si alguno en la ciudad ascii ntieer als be pa 01 a pistola que el primer propitaro, habria un incentive para comerciar con dic 3

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