Está en la página 1de 526
LA CERAMICA DE TULA, HIDALGO Robert H. Cobean COLECCION CIENTIFICA La ceramica de Tula, Hidalgo Robert H.Cobean ESTUDIOS SOBRE TULA 2 Serie Arqueologia Instituto Nacional de Antropologia e Historia Indice Agradecimientos Introduccién general Objetivos de este estudio Resumen del estado actual de la investigaci6n respecto a las principales culturas del Clésico Tardio y Postclasico Temprano del centro de México La transicién Metepec-Coyotlateleo La transicién Coyotlatelco-Mazapan Esteras cerémicas provisionaies del Clésico Tardfo y Postelésico Temprano en el centro de México Algunas continuidades generales en los complejos cerdmicos del Clésico Tardfo y Postclésico Temprano en el centro de México Bosquejo de la secuencia cerdmica de Tula ‘Complejo Prado (circa 700-800 Dc.) Complejo Corral (circa 800-900 D.C.) Complejo Corral Terminal (circa 900-960 DC. ‘Omplejo Tollan (circa 950-1 150/1200 D.C) Procedimiento de anélisis Técnicas de campo Version del sistema tipo-variedad que se utiliza en esta investi gacién Analisis preliminar por computadora y estudios de atributos Tipologia y descripcién de tipos Indice 1. Tipos cerémicos de Tula por complejo Indice 2. Tipos cerdmicos de Tula por técnicas decorativas Descripcién de tipos Tmportada ery TUTe Tipos cerdmicos menores de importacién La contribucién del andlisis cerémico para reconstruir la historia culty ral de Tula Fase Prado (circa 700-800 Dc) Fase Corral (circa 800-900 Dc.) Fase Corral Terminal (circa 900-950 D.c,) Fase Tollan (circa 950-1150/1200 0.) Resumen Bibliogratia 499 499 500 503 511 513 Agradecimientos ‘Son muchas las personas que me han ayudado a lo largo de las diversas etapas de esta investigaci6n y serfa necesario un largo ensayo para expresar de for- ma adecuada su generosidad. Muches de sus contribuciones especificas estén, sin embargo, discutidas en el texto de este volumen. ‘Ami esposa Alba Guadalupe Mastache debo més de lo que jamas podria expresar por su amor y apoyo, Este volumen constituye uno de los resultados de un largo viaje que Lupe y yo realizamos por el érea de la arqueologia de Tula. En estas paginas hay un sin fin de descripciones, andlisis y conclusiones que en gran parte se deben a ella. Quiero expresar mi agradecimiento a Richard A. Diehl y Robert A. Ben- fer (directores del Proyecto Tula de la Universidad de Missouri), Eduardo Matos Moctezuma (director del Proyecto Tula del INAH), Gordon R. Willey (Harvard University) y Jeremy A. Sabloff (University of Pittsburgh), quienes hicieron posible mis investigaciones originales en Tula e invirtieron, también, mucho tiempo y esfuerzo diriglendo y asesorando mi trabajo. Su contribu- ci6n intelectual a este informe es de suma importancia. Agradezco mucho su bondad y apoyo. Dan M, Healan (Tulane University) fue el director de campo de la mayo- ria de las excavaciones de la Universidad de Missouri en Tula y muchos de los logros de mis andlisis fueron posibles gracias a la calidad de sus excavacio- res. Nuestra amistad comenzé hace casi veinte afios y muchas de las ideas pre- sentadas aquf han surgido del “‘discurso maratén” que Dan y yo hemos sos- tenido sobre la naturaleza de Tula, los toltecas y la antropologia en general. Doy gracias a su esposa Nancy por su amistad y su buen humor a través de los aos, ‘Otros de los miembros del Proyecto de Missouri me ayudaron mucho compartiendo conmigo los resultados de sus investigaciones; agradezco espe- cialmente las colaboraciones de Terrance L. Stocker, James W. Stoutamire, Margaret Mandeville, Alice N. Benfer, Ramén Arelianos, Steven Armsey, Roger Lomas, Lawrence H. Feldman y Donald Cobean, Debo mucho al distinguido arquedlogo Jorge R. Acosta. Como se pue- de ver en los principales capitulos de este estudio, mis investigaciones confir- maron y ampliaron las secuencias ceramicas y culturales que Acosta planted para Tula hace més de cuarenta afios. El profesor Acosta siempre fue pacien- te y bondadoso en los momentos en que hablébamos acerca de la arqueolo- gia de Tula. Lamento mucho su muerte prematura, ‘Asimismo, miembros del Proyecto Tula del INAH me ayudaron de di- versas maneras. Ana Maria Crespo y Clara Luz Dfaz compartieron conmigo la valiosa informacion obtenida en sus recorridos y estudios en el rea de Tu: la, Agustin Pefia C, y Maria del Carmen Rodriguez discutieron algunos de Jos hallazgos de sus excavaciones en residencias toltecas. Juan Yadeun An- ee r gulo sugiri algunas localidades para la excavaci6n de pozos de sondeo en Ia gona urbana de Tula. Alicia Blanco Padilla pas horas, generosamente, mos: trandome las colecciones cerémicas del Proyecto Tula. ‘Constanza Vega Sosa (Departamento de Etnohistoria, INAH) hizo algu- ras vallosas interpretaciones iconogréficas de la cerémica decorada de Tula. ‘Me beneficié profundamente de numerosas conversaciones y salidas de campo con Michael D. Coe, William T. Sanders y Evelyn C. Rattray. El pro- fesor Coe me impartié las primeras clases que tuve sobre Mesoamérica y di- rigid mis investigaciones iniciales en México. A través de su excelente labor Gamo maestro influy6 de una forma fundamental en mi pensamiento acerca de la arqueologia mesoamericana. El profesor Sanders pas mucho tiempo Giscutiendo conmigo los resultados de sus numerosos recorridos y excavacio- ' hes en la Cuenca de México y ensefiéndome las importantes colecciones de Cerémica de esos proyectos, Sus ideas han influido profundamente sobre va- rias generaciones de arquedlogos. Mi deuda profesional con la doctora Evelyn Rattray es muy grande; lla fue la maestra principal en mis estudios iniciales sobre la cerémica del Centro de México y, ademés, me ensefié mucho acerca de la arqueologfa de campo @ ravés de sus excavaciones. Muchos de los tipos cerémicos de Tula fueron identificados y estudiados gracias a la ayuda de Evelyn. ‘Debo un agradecimiento especial a otros arqueblogos que me asesoraron sobre muchos aspectos de la arqueologia de México; entre ellos, Thomas ’ Chariton, Paul Tolstoy, Francisco Beverido, Ponciano Ortiz, Alfonso Medellin ’ Zenil, Robert Santley, Henry Nicholson, Frederic Hicks, Marc Winter, Flo: fencia Miller, Ann Cyphers, Kenneth Hirth, Kenneth Good, Deborah Nichols y Susan Evans. ‘Mis excavaciones y anélisis de laboratorio en Tula fueron posibles gra- cias a la participacion de un buen equipo de trabajadores pacientes, inte- ‘grado éste por Vicente Hernéndez, Florentino Jiménez, Constantina Mar- finez Lopez, Bernabé Jiménez, Zen6n Jiménez, Apolonio Jiménez, Rosalba Jiménez, Lupe Aleéntara, José Alcéntara y Mario Montoya, El licenciado Benjamin Vieyra, la sefiora Consuelo Salgado de Vieyra y la sefiorita Ignacia Montoya me ayudaron de muchas formas durante los periodos que vivi en Tula. Doy gracias a Patricia Fournier por su excelente labor en la traduccion del texto del inglés al espafiol y agradezco mucho el apoyo del sefior José Ramirez y de la sefiorita Aurora Guadarrama, de ta direccién de Monumentos Prehispénicos, en la preparacién de este volumen. | | 10 ve TTY TY DTD BeOw TeTEeNT Te BES Introduccién general Esta investigacién se refiere a la cerémica antigua de Tula, Hidalgo, México. Al igual que en la mayoria de los sitios mesoamericanos, la cerémica en Tula es, en gran medida, uno de los artefactos mas comunes, por lo que constituye tna fuente clave de informacion arqueolégica, en especial cuando se analiza en relacion con su contexto arqueolégico, asociaciones estratigréficas, patro- nes de asentamiento, arquitectura e iconograffa. La presente Investigacion se basa en el trabajo de dos proyectos diferen- tes en Tula: el Proyecto Arqueolégico Tula de la Universidad de Missouri, y el Proyecto Tula del Instituto Nacional de Antropologia e Historia de México, La antigua ciudad de Tula tiene un importante lugar en la historia del México prehispénico, por las siguientes razones: 1) Es el Gnico centro fuera de la Cuenca de México que formé y contro- 16 un importante imperio pan-Mesoamericano. Esto no significa que Tula halla llegado a controlar la mayor parte de Mesoamérica, sino que durante el Postcldsico Temprano dominé, al parecer, gran parte del centro de México, junto con zonas sustanciales de El Bajfo, la Costa del Golfo, Yucatén y, posi- blemente, el drea del Soconusco en las vertientes del Pacifico de Chiapas y Guatemala (Jiménez Moreno 1966ab; Tozzer 1957; Thompson 1966, 1970; Coe 1962, 1966; Willey 1953b; Stresser-Pean 1971; Garcia Payon 1971; Davi 1977: 312-327; Braniff 1972, 1974, 1975b; Crespo 1976a; Feldman 1974; Feldman y Diehl 1973; Diehl 'y Feldman 1974). Los dos principales Estados imperialistas centrados en la Cuenca —Teotihuacan durante el Clasico Tem- prano y Tenochtitlan durante el Postclésico Tardio— controlaron partes mu- cho més extensas de Mesoamérica que Tula, 2) Fue una de las ciudades més extensas en el centro de México durante el Postclésico Temprano (circa 900-1250 d.C.), con una poblaciénenel orden. de decenas de miles de habitantes (Stoutamire 1975; Yadeun 1975; Mastache y Crespo 1982. Sanders, Parsons y Stanley 1979; Parsons 1976). 3) Fue el primer pueblo en la regién norte de Mesoamérica del cual hay registros hist6ricos, aunque ambiguos, donde se habla de los legendarios tol- tecas y su rey-dios Topiltzin Quetzalcbatl, de quienes se declaraban descen- dientes los aztecas y muchos otros pueblos del siglo xvi (Jiménez Moreno 1941, 1966ab; Davies 1977; Diehl 1983; Mastache y Cobean 1985). Liming 1, La plaza de Tule Grande Liming 2. Tula Grande ded o cerro E! Magont | imine 3. La zone urbone desde ol cerro EI Mogoni Liming 4. Tula Grande: Los atlantes sobre la pies {Liming 5, Tula Grande: El chac moo! ene Palacio Guemado, Liming 6, Tul Grande: Juego de pelota No. 1 Objetivos de este estudio Antes de analizar las metas especificas de esta investigacion es necesario pre- sentar los objetivos principales del Proyecto Arqueolégico Tula de la Univer- sidad de Missouri, tal como los formulé originalmente Richard A. Diehl (1971, 1974a:1 A. Cronologia 1. Aclarar la cronolog(a interna de Tula 2. Definir con mayor precision las relaciones con comunidades y socie- dades contempordneas mesoamericanas 3, Obtener fechas absolutas mediante técnicas de radiocarbono, arqueo- magnetismo e hidratacién de obsidiana. B, Patrones de asentamiento y de comunidades 1. Determinacién del tamafio y extensién de Tula durante las diferentes fases de su historia 2. Aclarar la organizaci6n y ordenamiento interno de la ciudad 3. Ubicacién de éreas de actividades especiales, como talleres de obsidia- nna y cerémica, éreas de mercado, zonas residenciales y recintos cere- moniales 4. Examinar patrones residenciales revelados al excavar restos de casas. ©. Economia de la antigua ciudad 11. Obtener evidencias de técnicas agricolas y cultivos 2. Elucidar la obtencién de materias primas y su procesamiento en articu- los terminados 3. Determinar la presencia o ausencia de especialistas 4. Investigar el comercio, intercambio y mercados 5. Estudiar la antigua dieta a través de restos vegetales y animales. D. Organizacién social 1. Definir grupos y subgrupos domésticos 2. Determinar clases sociales y diferencias de estatus reflejadas en la cultura material. E, Organizacién politica 1. La naturaleza y extension del Estado tolteca 2. "“Influencias extranjeras”’ en la formacién, mantenimiento y desinte- gracién de la sociedad tolteca. F, Religion 1. Elucidar la religion del Estado 2. Examinar actividades religiosas domésticas G. Antropologia fisica 1. Describir los restos éseos 2, Estudios paleopatologicos. Los tres principales objetivos del estudio de la cerémica antigua de Tula que se presentaron aqui estén relacionados directamente con muchos de los ‘objetivos generales del Proyecto Missouri que se enlistaron. 1, Reconstrucci6n e integracién cultural e hist6rica “Por integracion cultural e histérica quiero decir una presentacién temporal ordenada de varias fases culturales, que estén representadas en los depésitos y construcciones de un sitio. . .”: Gordon R. Willey (1973:13). La mayor parte de esta investigacién est dedicada a la reconstrucci6n de una cronologia basica para diferentes fases de la ocupacién prehispénica en el drea de Tula, Hidalgo, las cuales se espera que se identifiquen facilmen- te, con base en cambios secuenciales en los tipos de cerémica utilizados por los antiguos grupos de Tula. Las definiciones formales de “fase”, “tipo”, y otros términos clave descriptivos y analiticos se presentarén en el Capitulo 3. Esta investigacin es casi totalmente descriptiva (Sabloff 1975:1), y, en cierto sentido, se puede decir que en esencia es un manual de tipos cerémicos antiguos definidos y descritos con un fuerte énfasis en sus relaciones crono- légicas y con otras clases de artefactos y datos arqueol6gicos en Tula. Con el fin de identificar y, por tanto, en gran medida de “‘definir” las principales fases de ocupacién’en Tula, se utilizaron los tipos cerdmicos, ya que los tiestos son, en definitiva, los artefactos més comunes en Tula, Se encuentran en casi toda clase de contextos arqueolégicos y,con frecuencia, son el elemen- to primordial disponible para tratar de identificar las asociaciones culturales y fechas de un contexto especifico. Aunque, sin duda, implica considerable imprecisién utilizar tipos cerémicos como la principal base para identificar y fechar fases especificas de ocupacién en Tula, en secciones posteriores de este estudio se mostraré que al parecer hay un nimero sustancial de correla- nes temporales estrechas entre cambios en tipos cerdmicos y cambios en otros aspectos de la cultura, incluyendo patrones de asentamiento, arquitec- tura, artefactos no cerémicos y, probablemente, organizacion social y compo- sici6n étnica. El analisis cerémico proporciona ademds numerosos datos acerca de muchos otros aspectos de la cultura de los habitantes de Tula y sobre la his- ien fragmentaria, del surgimiento y caida de esta ciudad del Post- clasico Temprano (fase Tolién). Como se observ6, el andlisis cerdmico permite realizar contribuciones significativas para investigar la mayoria de los objeti- vos sefialados con anterioridad. El estudio de los cambios de los patrones de asentamiento en la zona urbana de Tula durante el crecimiento de la antigua ciudad se basa principalmente en los anélisis de la distribucion de tipos ceré micos procedentes de colecciones de superficie (Stoutamire 1975). Las dis- tribuciones de tipos cerdmicos dentro de las residencias que se han excavado en Tula también se analizan, para tratar de reconstruir diferentes aspectos de la organizacién social y econémica de la antigua ciudad (Healan 1973, 1974, 1976, 1977). Como se verd en la secci6n referente a descripciones de cerdmi- ‘ca, pueden proponerse con bastante seguridad funciones especifices para muchos de los tipos cerémicos estudiados mediante el uso de anslogfas etno- graficas sobre vasijas de forma similar que utilizan actualmente los indigenas mexicanos y a través de anélisis contextuales. La distribucion de tipos ceré 18 Limi 9, La excavacin “El Cana" FOSVESVCAE SNS NTOWO VC OWES IO LSSAPELO ASTD SPRGESAOH a 8 20 [Liminn 10, La excavacion “El Canal” micos con funciones especificas en o cerca de los pisos de las casas excavadas, a menudo puede ayudar a identificar éreas de actividad especitica (como pro- ables cocinas y cuartos de almacenamiento), 0 mbitos sociales como resi dencias de posibles grupos élite, quienes, al parecer, posefan cantidades mayores de cerémicas “de lujo”, de alta calidad,en su mayorfa de producci6n fordnea. La presencia de cerdmica extranjera en excavaciones especificas 0 contextos de reconocimiento, proporciona a su vez informacién respecto a relaciones de intercambio y probables alianzas politicas entre Tula y otras partes de Mesoamérica. Alguna cerémica incluso puede proporcionar infor- macién importante sobre aspectos religiosos, como la existencia de un culto a Tilo, el dios de la lluvia, indicado por Ia efigie de esta deidad en los bra- seros (Abra Café Burdo), bastante comunes en las colecciones de excavaci6n y del reconocimiento de la zona urbana de Tula, por parte del Proyecto Mis- souri. La mayor‘a de los anélisis de la cerdmica de Tula en términos de con- textos excavados (incluyendo estratigrafia) y patrones de asentamiento, se presentarén en los informes finales de los Proyectos Missouri e INAH, y en algunas otras publicaciones, como se hizo en el informe de Tula Chico de Cobean (1982). 2. Proporcionar alguna base para estudios de procesos Cuando menos durante las dltimas tres décadas, ha habido un énfasis en la arqueologia de Mesoamérica en el estudio de un creciente némero de proble- mas sobre “proceso culturales”, que aqui se definen de manera bastante breve como “el funcionamiento del cambio cultural’ (Sabloff 1975:1). En las investigaciones de las tierras altas de Mesoamérica, la mayoria de los “problemas de procesos” importantes que se han estudiado, se refieren a los origenes y evolucién de las ciudades y del Estado. Es enorme la literatura de estas investigaciones, pero muchos de los estudios publicados hasta ahora (en especial en el caso del centro de México) comparten un fuerte énfasis en procesos ecolégicos y un enfoque general de ““ecologfa cultural”, del cual fueron pioneros Armillas (1949, 1950) y Steward (1949) y lo continuaron muchos otros, incluidos Palerm (1955), Wolf (1959), Sanders (1965, et al. 1979), Parsons (1971, 1976), MacNeish (1964), Flannery (1972) y Charlton (1972). En contraste, varios investigadores han dado gran importancia al papel de factores no ecolégicos (como religion, instituciones sociales y me- canismos de intercambio y mercado), en la evolucién de la civilizacion en las tierras altas de Mesoamérica, en especial Millon (1973, 1976, 1981) y, hasta cierto punto, Flannery (1972). Ya que esta investigacion se dedica principalmente al “problema” de la antigua cerémica de Tula, no se hacen contribuciones para inves- ‘problemas de procesos” clave, en niveles muy altos de profundidad, a partir de muchas de las descripciones que se presentan aqui. Sin embargo, como sefiala Sabloff (1975:1), “debemos tener una base histérica descriptiva e para lograr perspectivas de procesos. . .”. Las descripciones de los tipos de este estudio y las fases de historia cultural que se han reconstruido a partir de ellos, proporcionan una base crucial para el estudio del desarrollo cultural en Tule y éreas adyacentes del centro de México que se analizaré en las secciones finales de esta investigacion. 3. Metodologfa del andlisis cerémico: una aplicacién del sistema tipo-variedad en el centro de México ‘Como puede apreciarse en las secciones referentes a “Nombres anteriores 2 ‘en espafiol” y “Nombres anteriores en inglés”, en las descripciones de tipos ‘en el Capitulo 4, hasta ahora ha habido muy poca uniformidad en las defi- niciones de nombres formales de las cerémicas del Clésico Tardio y Postelé- ico Temprano del centro de México. Este estudio es, en parte, un intento de formular un sistema més uniforme de definiciones y nombres de tipos para ‘estes cerémicas, conformado con base en una versi6n del sistema tipo-variedad, ‘que Jeremy Sabloff y Robert E. Smith desarrollaron en sus andlisis de la ‘entigua cerémica maya (Sabloff y Smith 1969, 1970), como una revision del formato original tipo-variedad que present6 James C. Gifford (1960, 1976). El esquema de clasificacion que hemos empleado para la cerémica de Tula, Je debe mucho al estudio de Sabloff (1975), la ceramica de Seibal, Guatema- Ie, el cual incorpora una gran car de atributos, en particular ‘en términos de “principales atributos de cin” (principal identi- el Capitulo 3 se descrit Iz metodologfa de andlisis cerémico que utilizamos en Tula. FReaI serge Sores Resumen del estado actual de la investigacién respecto del Clasico Tardio y Postclasico Temprano del centro de México A pesar de los trabajos de un gran numero de proyectos recientes, incluyendo los realizados en Tula, el Clasico Tardio (circa 700-900 D.C.) y el Postclésico Temprano (circa 900-1250 D.C.) se encuentran entre los periodos menos co- nocidos en el centro de México (véase el cuadro cronolégico en la Figura 3). Esta seccién se dedicaré sobre todo a dreas del centro de México, excluyendo la regién de Tula, que se analizaré en futuros estudios. Probablemente una de las principales razones por las cuales las culturas del Clasico Tardio y Postclésico Temprano del centro de México se han des- cuidado y mal interpretado por parte de los arque6logos, sea en esencia el hecho de que estos periodos se omitieron de las primeras secuencias culturales (basadas en excavaciones estratigraficas), formuladas para el centro de Méxi- co: la secuencia Arcaico-Clasico-Azteca que para la Cuenca de México esta- blecieron Gamio (1913, 1922), Boas (1911-1912, 1913), Tozzer (1921) v otros investigadores de la Escuela Internacional, durante las primeras décadas del siglo Xx. En este esquema, las culturas clésicas se denominan a menudo “toltecas”_pero este término se empled para sefialar que estaban relacionadas_ con la civilizacién que construyé las pirémides de Teotihuacan, Mayorla de los arquedlogos de principios del siglo XX_consideraban que s° ‘encontraba Tollén la ciudad de las_levendas toltecas (Tozzer_1921:13), Sin embargo, ve tipos cerémicos del Clasico Tardfo y Postclasico Tem- prano se ilustran en las publicaciones de integrantes de la Escuela Interna- cional, incluyendo a Boas (1911, 1912) y Gamio (1922). Otra contribucién fundamental la realiz6 Tozzer (/bid.: 51, 53, Laminas 18-19), quien present las primeras definiciones y descripciones de cerdmica Coyotlatelco Rojo sobre Café (Clésico Tardio), procedente de sus excavaciones de Santiago Ahuitzotla, cerca de Azcapotzalco, en la parte occidental central de la Cuenca (véase Figura 2). Tozzer no hizo una distincién cronolégica entre Coyotlatelco Rojo sobre Café y la cerdmica de Teotihuacan (Clésico Temprano) que, ahora se sabe, es anterior. La secuencia cultural de la Cuenca de México se afiné en un gran nimero de aspectos durante las décadas de los afios 30 y 40 de este siglo, sobre todo a través de las numerosas excavaciones de George G Vaillant, cuyo trabajo es uno de los que més influencia ha tenido en la arqueologia del centro de México. Desafortunadamente, Vaillant murié antes de publicar la mayoria de sus hallazgos sobre culturas post-Arcaicas (post-Formativo) en la Cuenca. Lo que publicé (en especial su informe de 1938 en American Anthropologist y la edicién original de 1941 de The Aztecs of Mexico) contiene todavia muchas confusiones, ya que continué identificando Teotihuacan como la Tollén de las leyendas toltecas. Vaillant (1938:544-456) definis un “Periada Chichimeca” entve la éo0ca de las culturas teotihuacanas (Clésica) azteca, * Chalchihuites * La Quemada Villa de Reyes . Cojumatian Pachuca, i Tula « Zinapecuaro . F 2 Teo Apatzingan, Xochicalco” . Tehuacan Matacapan Tikal. Palenque vee Monte Alban ___ Seibal Altar de Sacrificios © Tajumul aa Copan ElBaul * Kaminaljuyu * Tazumal Figura 1 5 = o 10 20km. aa (Chingy «Tepe de!

También podría gustarte