Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Itinerario Del Maestro
El Itinerario Del Maestro
60 1
Ospina, William (2001), Colombia en el planeta, Imprenta Departamental de 61
Antioquia. Allí propone que: "Un país sólo vive en confianza, sólo se constitu-
ye como nación solidaria cuando comparte una memoria, un territorio y unos
saberes originales. No basta tenerlos, es necesario compartirlos", p. 5.
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO ITTNLRARIO DFL ¡\1\AEST~O:
ENT~E MITOS Y ~EALIDADES DE PORTADOR A PRODUCTOR DF SABE~ PEDAGÓGICO
ALBERTO MARTÍNEZ B.-MARÍA DEL PILAR LINDA-MA~CO ~AllL MEJÍA
contemporánea que obligan a repensar el papel y la forma de las formas de producción de conocimiento no tienen un único
construcción de las ciencias sociales y de la pedagogía. lugar de verdad, más bien son producto de un entrecruce de
múltiples formas de saber con estatutos propios, pero a la vez
Las ciencias sociales se están recomponiendo, dado que lama- compartidos. Por eso el conocimiento rompe el camino de las
yoría de los paradigmas sobre los que se fundó la idea de cien- estructuras fijas y cerradas, y establece otras formas de relación
cia en la modernidad están hoy cuestionados. Se ha diluido la
que no sólo le dan mayor flexibilidad, sino una ampliación del
diferenciación entre las disciplinas, ya que hoy sus bordes no campo de mira. Igualmente la idea de "sistema" que
están claramente delimitados, por el contrario, éstas se cruzan y
categorialmente encerraba y prefijaba la acción se ve enfrentada
en algunos casos se complementan. Para decirlo en términos de
. a la riqueza de las situaciones vividas que construyen una infi-
García Candini: "El antropólogo llega a la ciudad a pie, el so-
nidad de motivaciones para la acción .
. ciólogo en auto y por la autopista principal, el comunicólogo en
avión. Cada uno registra lo que puede, construye una visión - Hoy se reconoce la puesta en juego de diversas formas de co-
distinta y, por lo tanto, parcial. Hay una cuarta perspectiva, la nexión que trascienden la noción de sistema utilizada en las disci-
del historiador, que no se adquiere entrando sino saliendo de la plinas, poniendo fin a la idea de modelo. Se produce así un nuevo
ciudad, desde su centro antiguo hacia las orillas contemporá- entendimiento, la reflexión se localiza construyendo procesos más
neas. Pero el centro de la ciudad actual ya no está en el pasa- complejos pero más cercanos a quien realiza el encuentro con
do" .3 En los últimos años se han reconocido tipos de problemas campo de saber. En ese sentido, como sostiene Lyotard, .!_a ciencia
: que no habían sido contemplados desde la tradición científica, constituye hoy una clase de discurso, pues "se puede decir que
• muchos de los cuales requieren ser abordados desde un campo desde hace cuarenta años las ciencias y las técnicas llamadas de
heterogéneo de conocimientos. punta se apoyan en el lenguaje" .4 Además, según Feyerabend, se
ha podido comprobar que "la ciencia no proporciona ninguna prue-
Algunos aspectos centrales a estas reformulaciones tienen que
ba sólida y tanto sus teorías como sus aserciones de tipo práctico
ver con la idea de conocimiento, el concepto de verdad, de re-
son hipótesis que a menudo no sólo son parcialmente falsas, sino
presentación, de método, la imagen de tiempo y la categoría de
incluso totalmente erróneas, ya que hacen afirmaciones sobre cosas
paradigma:
que nunca han existido" .5
- Se produce una transformación en la manera de entender lo
-Se pone en duda la idea de que existe un objeto de conoci-
científico. Las ideas de verdad y de totalidad entran a ser inte-
miento como realidad dada a partir de la cual se extraerían le-
rrogadas y replanteadas, particularmente cuando éstas son con-
yes y modelos que a su vez constituyen teorías o cuerpos de
trastadas en los nuevos campos de experimentación que resul-
conocimiento estructurados. Hoy está puesta en cuestión la idea
tan de otros modos de concebir la investigación y de compren-
de un objeto que es conocido por un sujeto, a partir del cual se
der la experiencia. Asistimos a una crisis epistemológica en que
66 67
4
Lyotard, Jean-Francois (1986), La condición postmoderna, Madrid. Cátedra, p. 14.
3 García Canclini, Néstor (1999), Culturas híbridas, estrategias para entrar y salir de
la modernidad, México, Grijalbo, p. 14. 5
Feyerabend, Paul (1993), ¿Por qué no Platón?, Madrid, Tecnos, p. 10.
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO ITTNE~A~IO DEL lv\AfST~O:
ENT~E MITOS Y ~EALIDADES DE PO~TADO~ A P~ODLICTO~ DE SABE~ PEDAGÓGICO
ALBE~TO MARTÍN U B.-MA~ÍA DEL PILAR LINDA-Iv\A~CO ~AÚL MEJÍA
descubriría la verdad. Al decir de Rorty} "el mundo no habla~ resultado de una progresión por etapas, lineal y evolutiva en un
sólo nosotros lo hacemos". Hay que distinguir entre afirma- tiempo único, sino como quiebres y rupturas que conllevan otras
ción de que el mundo está ahí afuera y la afirmación de que la formas de producción de saber.
verdad está ahí afuera. El mundo está ahí afuera, pero las des-
- La idea de paradigma ligada a la premisa de que todo hecho
cripciones del mundo no. Sólo las descripciones del mundo
o proceso tiene una "causa externa", o de paradigma pensado
pueden ser verdaderas o falsas" 7 .
como simple sumatoria de partes que constituiría una totalidad
En rigor, no existen por separado sujeto y objeto, lo que ocurre reductible muchas veces a procesos de cuantificación, construc-
es un proceso de construcción del objeto en el que el sujeto par- ción de series o tratamiento estadístico, ha perdido capacidad
ticipa. Más que una organización jerárquica del conocimiento, explicativa puesto que no permite una comprensión ni una inte-
que supone un núcleo central, alrededor del cual se estructuran ligibilidad de los procesos. Se inicia, pues, la ruptura de éticas
conceptos, enunciados, hipótesis, desde el cual se daría cuenta mediante las cuales siempre se intentó construir una
de la "realidad", lo que se produce es un descentramiento del normatividad que en la universalidad tenía la exigencia de
objeto y de la teoría que lo respalda, y un desplazamiento hacia colectivo. Los procesos de multiculturalidad han llevado al re-
los bordes que posibilita el despliegue de múltiples formas de conocimiento de formas de existencia singulares que ya no reco-
leer el mundo. Se afectan así las formas de comprensión delco- nocen una ética universal.
nocimiento que habían estado afincadas en una visión que des-
Este conjunto de pretensión generaliza-
de una posición determinista construía una única mirada, y se
ción y de totalización de ciertas posturas sobre las ciencias, lo
abren otras formas de producción de saber.
que de paso somete también a interrogación los criterios de ver-
-También se produce un cambio en la idea de tiempo, que dad que antes provenían de los grandes sistemas teóricos 9 • Así
para la ciencia siempre fue entendido como fijo y determinado. mismo, se han ido configurando formas de reflexión localizadas
Se abre ahora la posibilidad de coincidir una simultaneidad de sobre problemas específicos que en cierta manera atraviesan
tiempos para dar cuenta de esa forma plural y compleja como horizontalmente diversidad de espacios. Por ello se hace nece-
suceden los acontecimientos en los procesos sociales. Al decir sario ya no constituir nuevos paradigmas sino intentar otras
de Glaserfeld y Maturana8, "todo lo conocido es por aproximaciones al problema, dejando el campo abierto a múlti-
un sujeto de experiencia". Con estas nuevas lecturas se hace po- ples problematizaciones. Así, las teorías entendidas como
sible mirar el cambio no como emergencia de lo nuevo como ''macro relatos" o grandes sistemas que pretenden explicarlo y
comprenderlo todo, pasan a un segundo plano, pues ya no se
trata de construir sistemas teóricos cerrados. '
6
Rorty, Richard (1991), Contingencia, ironía y solidaridad, Barcelona, Paidós,
p.28.
68 7
Ibíd, p. 25 69
8
Citados por Ibáñez, Jesús (1991), El regreso del sujeto, la investigación social de
segundo orden, Santiago de Chile, Amerinda. 9 Feyerabend, Paul (1987), Contra el método, Barcelona, Ariel.
ITINERARIO DEL MAESTRO:
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO
DE PORTADOR A PRODUCTOR DE SABER PEDAGÓGICO
ENTRE MITOS Y REALIDADES
ALBERTO MARTÍNEZ B.-MARÍA DCL !'lLAR LINDA-¡V\ARCO RALIL MEJÍi\
De todas manera, ahora se exige un nuevo compromiso con el que el lenguaje expresa al yo y representa al mundo18 . Se rompe
saber pedagógico que está implícito en las reflexiones que se entonces la imagen tradicional del sujeto y del objeto y se deja
realizan en la actualidad desde distintas perspectivas15 : pensa- de lado la idea de que tanto el yo como la realidad poseen una
mientos pedagógicos que no tienen pretensión de universali- naturaleza intrínseca, una naturaleza que está allí afuera a la es-
dad, sino que han posibilitado que la experimentación peda- pera de que se la conozca. 19
gógica se libere de las totalizaciones, se reconozca fragmen- Entendemos al sujeto, en los términos en que lo plantea Touraine
taria, trasladando las reflexiones a nivel de lo micro, de lo como una afirmación contra el poder del mercado, de los
local, de lo puntual, que si bien, en ciertos casos, pueden atra- estrategas y de los aparatos, por un lado, y por otro, contra aque-
vesar distintos países y sociedades, se concentran en aspec- prácticas de lo comunitario que, cuando comparten unas
tos muy puntuales. ~reencias y una historia, rechazan a quienes son diferentes a ellos:
¡¡Ante desconexión pedagogía sistemática con el mun- ¡¡Sujeto aquí no se refiere a un "alma" presente en o
do actual, los caminos a seguir por la pedagogía son variados espíritu de los individuos, no es aquello que le daría identidad
e interesantes: informatizarse, semiotizarse, indagar por lapo- y unidad a un "yo", puesto que lo sabemos hoy fragmentado.
sibilidad de una formación estética, por la riqueza narrativa Sería más bien el deseo del individuo de ser un actor, la búsque-
de los mitos, por la factibilidad de una pedagogía del cuer- da emp~endida por elindividuo mismo, de las condiciones que
po; perseverar en la reconstrucción histórico-epistemológica le permiten ser actor de su propia historia, no la historia como
de sus conceptos y en la conformación de un archivo pedagó- necesidad ni como sentido último sino como presente, como
gico a nivel internacional" .16 posibilidad de desentrañar una cultura en formación" 2 o.
Cuando ya se deja de hablar a nombre de lo universal y "por En las condiciones de la globalización capitalista, este sujeto se
encima del mundo" se abren múltiples frentes de elaboración y reconstituye en unas particularidades caracterizadas por frag-
de debate, se despoja de voluntad de una verdad universal y mentación de las identidades y del poder y la hibridación las
se deja de hablar a nombre de la verdad. Lo que hay entonces culturas. De esta manera, se reconoce el sujeto en medio de una
son constataciones muy parciales, liberadas de la pretensión de disputa de poder que en el terreno de la educación también se
totalización, que se trasladan a lo microP Lo que se está rompien-
expresa.
do es todo pensamiento de la representación, que concibe
reconocer en su ejercicio de maestro las relaciones estrechas sociales "clásicos", restringidos a la defensa de las condiciones
entre la construcción de saber y el ejercicio de poder, se hace laborales y salariales. Como lo señala dicho autor, algunos
explícito que la aparente neutralidad técnica y la objetividad de los conflictos más significativos de estos tiempos, se han des-
la que se dota un saber que se expresa con diferentes nombres plazado del terreno de los derechos sociales al de los derechos
-como currículo, modelos pedagógicos, didácticas, y tantos relacionados con la cultura y lo que resulta más sorprendente es
otros-, han sido construidas a través de luchas de poder en que "los movimientos que han impactado con mayor fuerza a la
momentos históricos determinados y por lo tantos no están des- opinión pública por su contenido, y no sólo por su contexto, han
pojados de poder. Esta es una de las formas privilegiadas la sido habitualmente los movimientos formados en defensa de
expresión política en las prácticas pedagógicas y en la derechos relacionados con la cultura" .21
ción escolar, y es el campo primario de la política del maestro,
El Movimiento Pedagógico no se circunscribió a las característi-
ejercicio del maestro se reconoce como político en sí mismo, y
cas propias de las luchas sindicales o políticas de los movimien-
por lo tanto, la política no es un discurso que le viene de afuera
tos sociales de América Latina22, orientadas a transformar el todo
tampoco una práctica que se tiene que hacer por fuera
social a través de procesos organizativos y propuestas que
su quehacer. Esto no invalida otras formas del ejercicio de
buscaban dotar de "conciencia" a determinados sectores so-
ciales para una acción colectiva, aun cuando se hubieran dado
estas razones, al sujeto de la educación este ejercicio de la algunas expresiones de esto, como las que se concretaban en
política, más allá de un voluntarismo, lo transforma en actor de la consigna "educar y luchar por la liberación nacional". En
su destino y productor de un saber sobre su práctica, y al hacer este sentido, el Movimiento Pedagógico no fue propiamente
visibles los micropoderes y poderes locales, pone en cuestión un movimiento de transformación de la sociedad en el plano de
los imaginarios sociales del poder hegemónico. la educación.
Es posible reconocer las raíces de este Movimiento en conver-
DEL MOViMIENTO PEDAGÓGICO gencia de diversos factores: por una parte, la iniciativa de maes-
tros organizados en pequeños grupos, motivados por la reflexión
Haciendo un breve repaso de las expresiones que apuntan a la pedagógica sobre sus prácticas en la escuela; en segundo lugar,
reconstrucción del papel de la pedagogía en la sociedad actual, actividades de investigación realizadas por intelectuales vincu-
nos preguntamos en un primer momento cuál es el elemento lados a la universidad pública que desarrollaron investigado-
diferencial del Movimiento Pedagógico, con respecto a otros
movimientos sociales, como aquellos que tuvieron lugar en la
década de los 60. 21
Touraine, Alain (2000), ¿Cómo salir del neoliberalismo?, Barcelona, Paidós,
p. 56.
Desde comienzos de los años ochenta, el Movimiento Pedagó-
74 en Colombia produjo, indudablemente, un giro hacia un
22
Esta es una de las razones por las cuales la mayoría de los teóricos de los 75
movimientos sociales en el país no han incluido el Movimiento Pedagógico
rnovimiento social de carácter cultural, en el sentido propuesto como movimiento social. La atadura al esquema político gremial invisibiliza
Touraine, que coexiste con expresiones de los movimientos esas otras expresiones.
ITINERARIO DEL MAESTRO:
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO rEDAGÓGICO
DE rOIUADOR A rRODUCTOR DE SABER PEDAGÓGICO
ENTRE MITOS Y REALIDADES
ALBERTO MARTÍNEZ B.-MARÍA DEL riLAR LINDA-l'v\ARCO RA(IL MEJÍA
nes sobre la identidad intelectual del maestro o sobre la ense- maestros, qué nos diferencia de otros sujetos, es el problema
ñanza de las ciencias y el papel del conocimiento en la escuela; singularidad. En esa dirección, dicho movimiento adquiere una
un tercer factor tiene que ver con las resistencias a las políticas dimensión que abre un espacio social y político al saber y al queha-
educativas centradas en el impulso del modelo curricular; y un cer de los maestros. Es otra manera de entender el sentido de lo
cuarto factor, relacionado con los trabajos relacionados con la político, en donde cambia la dirección y el sentido de la acción ya
educación popular. que no se trata de una confrontación contra el Estado, o contra la
opresión, o contra la explotación, es decir, no sería una lucha
la materialización del Movimiento concurrieron diferentes carácter vertical sino más bien horizontal y definitivamente no se-
corrientes que en su debate ayudaron a configurar diversas in- ría el asalto al cielo". Por ello el Movimiento Pedagógico es un
11
JI
terpretaciones mismo. Es así como llegan quienes lo ven movimiento de por y un lucha contra. De
como un instrumento más de lo político, coadyuvante para rea- cha por el saber y de lucha para saberse en su autonomía libere
lizar las tareas de la revolución, quienes lo afirman como parte maestro de las ataduras que lo han convertido en suj_eto coil:- .
de las luchas gremiales en el campo de lo educativo, quienes lo troles y dependencia'/ .23 Por esta razón, Movimiento Pedagógico
convierten en el lugar de construcción de propuestas de políti- se caracteriza como un movimiento intelectual.
cas educativas, quienes vieron en su materialización la concre-
ción de las tareas de la educación popular en el ámbito de la Movimiento Pedagógico como un
escuela formal, quienes vieron en él la posibilidad de construc- como un trabajador de cultura, que un saber que
ción de pedagogía como disciplina de saber, otros, una forma es propio/ el saber pedagógico. Es un que somete a
·~~-~-~,..., entre intelectuales y maestros. interrogación un conjunto ver con
el saber, la cultura y lo público,,~_ya_ característic~_fundamental_
estas se un es pregunta que maestro se hace sobre sí mismo. El
sacó la pedagogía de un cierto ostracismo y la colocó en un miento expresó distintos niveles de en a peda-
central para la actividad educativa, construyéndola como gogía y al saber pedagógico, desde los interrogantes en torno a
campo disputa, de poder y de diferenciación. Por ello, el la identidad intelectual del maestro, las formulaciones respecto
Movimiento Pedagógico de los años 80 está centrado en la pe- a la institución escolar hasta un proceso más centrado en la rela-
1
dagogía y las variadas concepciones que tenían los educad~res ción del maestro en la manera de pensarse no como reproductor
. sobre ella, surgiendo allí la singularidad de los actores que plen- sino como productor de saber.
. san la pedagogía como un saber particular que le da identidad a
sus prácticas. Congreso Pedagógico en fue mo-
mento cumbre del Movimiento Pedagógico, en el cual se dieron
Sin ser indiferente a las luchas sociales, el Movimiento Pedagó- cita y se hicieron visibles las más variadas experiencias que se
gico presenta otra naturaleza, un tipo de lucha más cercano a la
76 conquista de una subjetividad en lo pedagógico, lo político y 23
Martínez Boom, Alberto (1987), "El Movimiento Pedagógico, un movimiento 77
social, es decir, los interrogantes se desplazan a la pregunta por por el saber y la cultura", en Educación y Cultura, Congreso Pedagógico Na-
cional, Memorias, Fecode, p. 74.
quiénes somos: quiénes somos en la cultura, quiénes somos como
ITINERARJO DEL MAESTRO:
V\.INTL AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO
Df I'ORTADOR A PRODUCTOR DE SABER PEDAGÓGICO
FNlRE MITOS Y ~EALIDADES
ALRLRTO i\1\ARTÍNLZ B.-MARÍA DEL PILAR LINDA-MARCO RAÜL MEJÍA
venían realizando hasta ese momento en el campo de la educa- Pedagógico no haya dotado al magisterio de un proyecto alter-
ción, la pedagogía y la didáctica, que procuraban la conquista no o de un proyecto de maestro, sino que no hubiese persistido
de una subjetividad en lo pedagógico y en lo público. en crear las condiciones favorables para la producción de un
sujeto múltiple, no necesariamente unitario, capaz de moverse
En este retorno a lo público, el Movimiento Pedagógico delibera y en universos diferentes dentro de diversas posiciones. Nada más
participa en la construcción de políticas públicas con incidencia en poético que la mezcla" .26
la Ley General de Educación, que comenzó a discutirse en el país
en la década de los años 90, como fruto de los procesos de recam-
EL MOVIMIENTO DE INNOVACIÓN
bio exigidos internacionalmente para adecuar la educación colom-
Y DE ~EDES PEDAGÓGICAS
biana a los estándares requeridos por las políticas de la
globalización.24 En los años 90, cuando se presenta un cierto estancamiento del
Las contradicciones que se comienzan a suscitar producen una Movimiento Pedagógico liderado por Fecode, se producen en
especie de diáspora, se empieza a hacer visible un Movimiento Colombia distintas manifestaciones de otras formas de pensar y
Pedagógico no gremial, que se expresa de diferentes maneras, de actuar desde los maestros y desde la pedagogía. Nos referi-
no obedece a unas orientaciones comunes ni tiene una coordina- mos específicamente a las experiencias de innovación y al movi-
ción organizativa. También aparecen grupos de maestros, que redes y de colectivos pedagógicos.
manteniendo su vinculación gremial constituyen coordinacio-
Hacemos referencia específicamente a las experiencias de
nes autónomas respecto a lo sindical. Todo ello expresa el carác-
vación "crítica" 27 porque son maestros quienes
ter cultural de este movimiento que, más allá del control políti-
troducir cambios en sus prácticas, como una resistencia a la
co de lo gremial, está vivo y con múltiples derivaciones.
posición de la tecnología educativa y como ruptura con el mo-· ·.
Posteriormente, el predominio de tendencias que "ignoran la delo curricular, arriesgando la creación y alejándose de las
subjetividad del maestro y reducen los procesos de enseñanza y nas y los esquemas que atan su trabajo a planes diseñados
aprendizaje a modelos formales" contribuyen al declive del viamente y sin su participación. Cuando la innovación es regla-./
Movimiento con las singularidad que lo venía caracterizando a mentada por el Ministerio de Educación e institucionalizada
tal punto que, como lo dice Echeverry, el segundo congreso bien
podría haberse denominado 11 el maestro que se niega a sí mis-
mo".25 El problema que se presenta l'no es que el Movimiento 26
Ibídem.
27
Hemos trabajado anteriormente la diferenciación entre innovaciones como
"crítica" y las innovaciones "formales o adocenadas" que también introdu-
24 Esto construyó un camino de diferenciación, ruptura y ampliación de la mira-
cen modificaciones en las prácticas, pero los maestros juegan un papel pasi-
da sobre el Movimiento Pedagógico. En lo gremial, se expulsan del CEID a
vo de ejecutores de "modelos", conectados a la eficacia, la eficiencia y las
los maestros que no compartían la visión de la dirigencia sindical y se mar-
exigencias de "calidad" del sistema, en Martínez Boom, Alberto y Unda 79
78 ginan algunos intelectuales que eran asesores y que se negaron a ser correas
Bernal, María del Pilar (1998), "De la insularidad de las innovaciones, a las
de transmisión de las políticas oficiales del gremio. redes pedagógicas", en Revista Nodos y Nudos, Red de Cualificación de Edu-
25 Echeverry, Alberto, El maestro, entre la identidad y la penumbra, mimeo, s.f. cadores en Ejercicio, Universidad Pedagógica Nacional, pp. 8-14.
ITINERARIO DEL MAESTRO:
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO
ENTRE MITOS Y REALIDADES DE PORTADO K A PRODUCTO K DE SABEK PEDAGÓGICO
ALBERTO lv\J\KTÍNEZ B.-!V\J\RÍA DEL PILAR LINDA-!V\J\RCO RALIL MEJÍJ\
como uno de los ejes de las reformas educativas de la Las redes constituyen un intento por variar los modelos
globalización, los maestros que adelantaban este tipo de traba- organizativos cerrados hacia formas abiertas de relación y arti-
jos prefirieron distanciarse y plantear precisamente lo que está culación entre los maestros, comprensión que por supuesto en-
en el centro de la innovación: las fisuras y los pliegues por los tiende de otra manera las temporalidades y espacialidades
que irrumpe lo no regulado. organizativas, más acorde con los interrogantes que plantea la
actualidad, tratando de superar insularidad y el aislamiento
Muy ligadas a las prácticas de innovación -precisamente por que había caracterizado buena de trayectoria las
su capacidad de afirmar las búsquedas de quienes por pensar novaciones educativas. 29
80 81
28 Mires, Fernando (1999), La Sociedad de Redes (o las redes de la sociedad), Chasqui,
Quito, pp. 44"
29 Martínez Boom, Alberto y Unda Bernal, María del Pilar (1998), Ibíd, p. 13.
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO ITINERARIO DEL MAESTRO:
ENTRE MITOS Y REALIDADES DE PORTADOR A PRODUCTOR DESABEK PEDAGÓGICO
ALBERTO MARTÍNEZ B.-MARÍA DEL PILAR LINDA-MARCO RALIL MEJÍA
Este es el plano que más ha sido intervenido desde un saber Es importante reconocer que estos planos son simultáneos y se
experto, con un marcado énfasis en la homogeneización, en lo encuentran en algunos puntos. Sin embargo, interesa enfatizar
que Schriewer llamado sistemas educativos isomórficos. 35 Estos el segundo plano, lugar donde la escuela y los maestros tienden
sistemas tienden cada vez más a ser definidos por una política a salirse de la línea estándar que los homogeneíza, ese plano
educativa mundializada,36 cuya pretensión es orientarlos por los donde están más vivas las complejidades y se presentan
mismos ejes de política, adaptados a condiciones y particularida- asimetrías. Por eso la Expedición está alerta a identificar cómo
des nacionales. La apuesta fundamental ha sido por el sistema, el los procesos pedagógicos escapan a la uniformidad. Una nueva
cual atrapa y es incluyente, como lo diría Castoriadis: "es la fantás- lectura implicaría un acercamiento a estos procesos que le
tica capacidad de la sociedad contemporánea de absorberlo todo, sentido y valor cultural, ya que son parte de la manera como
es decir, se en un sistema.37 históricamente se ha construido la educación. La Expedición
que intenta es hacer un reconocimiento de esas prácticas en
de las prácticas pedagógicas que se realizan
identificación de aquello que las hace desbordar el sistema,
en las instituciones educativas, las cuales tienen que ver con los
cluso quiere dejar de verlas como resistencia, para pensarlas
de ser y hacer escuela, los modos de ser maestros, los
como afirmación.
de producción de saber pedagógico y las formas novedosas
organización de los sujetos de la pedagogía. Este plano intenta Los planos se cruzan, pero por lo general en lugares de resisten-
ser disminuido cada vez más, capturado y opacado por el sistema, cia a la generalización y la masificación. Desde los sistemas se
es un plano que se diferencia, lucha y se resiste a ser atrapado, que hace una crítica permanente a aquello que sucede en las escue-
desborda sistema y muchas veces se expresa como inno- las y sus políticas casi siempre tratan afectarlas, '-V''-V'La.J ,u,J.Lc<;:,
vaciones, como proyectos alternativos o como resistencia. Este es en suspenso, de tal manera que su existencia queda en la incer-
el plano que pertenece más al maestro, hace parte de su responsa- tidumbre; con todo, sigue su camino, volviéndose a separar
bilidad, en el cual pone en juego su autonomía. Es el plano en el dos planos. Parte de este problema toca las relaciones entre
que hay una voluntad expresa de ser reconocido, potenciado y va- tado y educación, en tanto que la educación no es solamente
lorado, en el que se construyen experiencias. sistema, ni solamente la política, es también y fundamentalmen-
te el cruce entre instituciones, sujetos y saberes que hacen parte
de las diversas manifestaciones de la política, pero también
la cultura.
35
Schriewer, J. (1996), "Sistema mundial y redes de interrelación, la
internacionalización de la educación y el papel de la educación compara- La escuela ha sido profundamente cuestionada, primero desde
da", en Pereira, M. et. al., Globalización y descentralización de los sistemas educa- las demandas de la sociedad y luego desde los retos y los desa-
tivos, Barcelona, Pomares Corredor, p. 27. fíos. Desde allí se le ha declarado en crisis, por su supuesta inca-
36
Martínez Boom, Alberto; Noguera, Carlos E.; Castro, Jorge Orlando (1994), pacidad para competir con eficacia frente a los nuevos y múlti-
86 Currículo y modernización, cuatro décadas de educación en Colombia, Bogotá, Edi- ples escenarios educativos, de tal manera que ahora deambula 87
ciones Foro Nacional por Colombia-Tercer Milenio.
por la historia reciente de reforma en reforma, tratando de po-
37
Castoriadis, Cornelius (2000), "Diálogo", en Nodos y Nudos, No. 7, Bogotá, p. 54. nerse al día con los cada vez más veloces y sorprendentes cam-
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO ITINE~A~IO DEL ¡\1\AFSTRO:
LNTRJ' MITOS Y ~EALIDADES DE PORTADOR A PRODUCTOR DESARER PEDAGÓGICO
ALBERiü MARTÍNFZ B-M!\RÍA DEL PILAR LINDA-MAI\CO RAÚL MLJÍi\
bios tecnológicos. Muchas de estas críticas repiten los argumen- Afectada los discursos de los desafíos y es-
tos acerca de su tradicionalismo y la necesidad de que se "mo- y la educación en general han cambiando sus for-
' poniéndose a tono con las demandas que hacen los mas de operar, socavando su y su especificidad. Por
cambios. supuesto, hay que reconocer que los cambios que se en
actualidad a educación en ya sistemas
En estos tiempos es discurso por la modernización de es- pero no manera. se
cuela, dar respuesta a las exigencias de globalización, que superando esquematismo
como único criterio de funcionamiento de escuela. Por ello se diagnósticos, se tm cúmulo
va avanzando cada vez más en una escuela en pro-
y empleabilidad, en donde discurso
y estándares construye escuela en función
cognitivos, de gestión y técnicos, depositados en
una desaparición de la pregunta por
de la escuela y generando una carrera por
exigencias, sin una mirada crítica sobre
capitalista escuela de la globalización.
Nos estamos enfrentando con la necesidad de hacer una ruptura Es en los bordes, en lo aún no dicho ni ensayado, donde el maes-
con lo que se piensa como "conocimiento", "investigación" o tro entra a apropiarse y afirmarse, donde se dan las condiciones
"sistematización". No se trata simplemente de sistematizar, que hacen posible que se reconozca como productor de saber.
organizar, de seguir un orden lógico, tampoco supone simple- En ese proceso de producción de saber, se produce una meta-
mente acogerse a las reglas y procedimientos del conocimiento morfosis en la que deviene otra cosa, sin dejar de ser maestro
otro no es saber empírico ni saber popular. no incuba en él aquello que opacó, esa imagen
busca la identidad en lo que poder y la sociedad
las operaciones conocimiento se ha procura-
do excluir individuo colocando en su lugar la institución, acep-
que la producción viene de otro lugar. De esta manera siem- no se trata simplemente
se coloca maestro como aquél que aplica en la práctica aque- pio en torno a lo que los maestros podrían hacer,
conocimientos que han sido producidos a través de investiga- sino que muchas veces au•a_,,...,
realizadas por otros, o por él mismo, pero a condición de tratando
en exterior para dar cuenta estado de las que
cosas, sin que necesariamente se convierta él en un sujeto de la un sujeto saber, en el en y la
De esta manera, nos mantenemos en una preocupa- de unas prácticas específicas, de tal manera que las con-
por la aplicación práctica de los conocimientos en un tipo de en experiencia. procesos de pro-
investigación que no se preocupa nosotros mismos, que no afec- de saber con unas especificidades que son propias ..
ta individuo sus procesos subjetivación. un espacio de saber que si bien establece una conexión con
las formas tradicionales del saber, con el conocimiento, también
educativa consistido en decirle individuo implica aquella producción de saber que hasta ahora le había
"debe" ser, de esa manera este pierde su autonomía, su sido negado. Parte está por hacer, parte existe fragmentariamente
ser propio, y es sustituido por otras instancias que le definen las Y es una especie de terreno baldío que hay que cultivar38
formas de su experiencia. Lo que ahora se enuncia y se defiende
es la participación de la vida individual en la elaboración de las Cuando nos referimos al saber pedagógico estamos pensando
experiencias. Solamente cuando eso ocurre se empiezan a pro- en la pedagogía como un territorio amplio que permite recono-
ducir unas nociones que no necesariamente tienen que ser reco- cer distintas regiones que se han formado tanto en las prácticas
nocidas con el estatuto de ciencia y que permiten empezar a pedagógicas como en las prácticas discursivas en a la es-
pensar los problemas de otra manera. el los niños y jóvenes, los saberes
90 91
Para el caso del maestro, se plantea que este debe saber por sí
mismo es y no aceptar que otros le digan lo que es. No hay
38
Serres, Michael, Atlas, Madrid, Cátedra, 1995.
: :¡
VEINTE AÑOS DEL ¡\i\OVIMICNTO PEDAGÓCICO 1IINERARIO DEL iV\AlSTRO:
ENTRE MITOS Y REAUDADES DE PORT;\DOR ;\PRODUCTOR DE SABER I'EDA.CÓGICO
ALBERTO iV\;\RTÍ'IEZ B.-M.ARÍA D[L PILAR LINDA-¡'v\J\RCO Ri\lrL MLJÍA
Paul Virilio
"S~ sólo amamos la lucha y la competencia, ¿cómo crear?
Quzen lucha no puede crear".
Michel Serres
lamento) al control de las agencias internacionales (Banco Mun- gobierno liberal a un régimen conservador. La década del cin-
dial, Unesco, BID). cuenta ha pasado la historia como un período dedicado a cons-
truir una educación distinta a la educación del período liberal, a
En Colombia este cambio de paradigma educativo significó una la educación que vio nacer el siglo XX, la educación católica.
transformación total pues desde 1819 era el sistema de la ley, el Todo estaba por cambiar: el concepto de escuela, de proceso
parlamentario, el que servía de horizonte para hacer las grandes educativo, de maestro. Las cosas se empezaron a orientar un poco
reformas. La preocupación en el pasado era por crear leyes ge- a ciegas hacia una educación y una escuela que le sirviera y se
nerales que sirvieran de modelo y ejemplo para la creación de adaptara al desarrollo económico, la industria y el comercio. Sus
leyes locales. El objetivo político era extender la ley a todo el efectos inmediatos fueron capacitar mano de obra, ya no de un
territorio. En 1886 al poder de la ley civil se sumó el poder de la modo elemental, cívico, religioso y moral, sino por medio de
ley de la Iglesia en el control de la educación. Las reformas pa- modelos universales racionales, técnicos, sistemáticos, probados
saban por la doctrina católica y por el parlamento. En 1930 el y experimentados, que hicieran posible la transmisión de nocio-
modelo administrativo público (normas institucionales) empe- nes de agricultura, comercio, industria y técnica y la creación de
zó acompañar los discursos educativos estatales, es decir, a la instituciones y tecnología con el modelo industrial (Martínez
ley y a la doctrina. Desde 1948, un nuevo concepto apareció Boom, A.; Noguera, C.E. y Castro, J.O., 1994, p. 90).
para organizar la educación, el concepto de sistema, concepto
proveniente del sistema fabril e industrial y de la tecnología ci- Dos estrategias se plantearon para resolver este problema: desa-
bernética (Bertalanfy). Por otra parte, la industria presionó para rrollar la escuela rural (instrucción elemental, normal, institutos
técnicos) y vincular las zonas urbanas a la industria y al comer-
que las fuerzas sociales y culturales giraran a su alrededor, ya
cio (universidades, institutos y escuelas modelos):Los resulta-
no se trataba de tomar la industria como referencia o campo apli-
dos esperados eran dobles: consolidar la escuela elemental y
cado sino que había que invertir el proceso: considerar la indus-
cambiar el significado de la educación, haciéndola pasar de una
tria como el modelo a partir del cual todo lo demás debía ser un
educación integral y dirigida al ser humano a una educación
espejo (sistema). Para Colombia este nuevo modelo de conoci-
para el trabajo y el desarrollo~ Medidas concretas se fueron pro-
miento y desarrollo significó cambiar la educación y sus institu-
duciendo a principios de la década del cincuenta: retomar, crear
ciones, pues se habían construido sobre una educación centrada
o reproducir modelos de formación, enseñanza e instrucción in-
en el hombre, en su actividad productiva y en dinámicas inter-
dustrial y comercial; fortalecer las antiguas escuelas de artes y
nas más que en sus aplicaciones prácticas (Escuela Nueva). A
oficios, las escuelas de agricultura y las escuelas de comercio,
las instituciones educativas las animaba su deseo de resolver
pero con nuevos modelos que fueran espacios para generar los
problemas del hombre activo, problemas éticos, de bienestar, conocimientos y la técnicas que requería el nuevo modelo edu-
de ilustración humanista y desatenderse un poco del "ideal de cativo y no insistir en.,el modelo liberal en donde el espacio es-
lo práctico" (Safford, F., 1989). colar era el que hacía el contacto con el exterior y el que creaba la
98 En definitiva, en pocos años, un nuevo orden interno y externo identidad del hombre~ La nueva educación llevaba a aprender 99
de la educación se configuró, acelerado, además, por la presión de la industria, de la mecánica y de la técnica para que fuera este
del modelo industriat por el Bogotazo y por el cambio de un aprendizaje el que formara y educara al hombre.""
VEINTE AÑOS DEL MOVIMIENTO PEDAGÓGICO MOVIMIENTO PEDAGÓGICO: POSICIÓN CR_ÍTICA Y LUGAR_ DE LIBERACIÓN
ENTR_E MITOS Y R_EALIDADES HLIMBEHO QLIICENO C.
Sin duda esta forma de pensar la educación y las instituciones tre 1940 y 1960. En estos años aparecieron las nuevas teo~ías que
significó una transformación en todos los órdenes educativos habrían de iluminar las nuevas experiencias. El nombre que iden-
que no se podía hacer de la noche a la mañana. Este proceso se tificó a este nuevo discurso sobre la educación, que se produce
fue haciendo, paso a paso, como corresponde a una sociedad y a entre 1940 y 1960, es el de Tecnología Educativa, entendiendo
un Estado que no tenían experiencias en la construcción de una por tal concepto, campos de aplicación y experimentación, teo-
nueva forma de identidad nacional como es la educación. Algu- rías, instituciones y sujetos. Sus campos aplicados fueron: el
nas escuelas que existían, como Pascual Bravo, se elevaron a es- currículo y la instrucción. Sus conceptos o nociones, el enfoque
cuelas modelos y otras se crearon: escuelas artesanales, de artes sistémico, la enseñanza y el aprendizaje. Sus instituciones, las
y oficios. Se crearon institutos técnicos industriales o se reforza- universidades industriales, las facultades de educación y sus
ron estos institutos: el Instituto Técnico Central con los herma- programas de planeación y administración educativa; el Sena,
nos cristianos, el Instituto Técnico Superior de Pereira, el Pascual Icetex, los institutos industriales (Martínez, Boom, A.; Noguera,
Bravo de Medellín y la Escuela Industrial de Barranquilla. Esto C.E. y Castro, J.O., 1994, p. 106).
se complementaba con las escuelas de agricultura (Helg, A., 1997,
Los procesos de experimentación y de teorización lograron, en
p. 265). estos años, conquistar en gran parte lo que se habían propuesto:
El problema de fondo era el de cómo establecer la relación entre cambiar la educación mundial, incluida América Latina y parti-
la educación, la enseñanza y la industria, pues el educar en los cularmente Colombia. ~Antes de finalizar la década del sesenta f
espacios industriales no era la tradición que existía en Colom- en Colombia ya se había implementado una nueva educación
Íi
1 bia. Para resolver este problema se empezaron a hacer prácticas, en su extensión: ya no Escuela con un
a ensayar, a crear leyes, a improvisar. Crear un nuevo aparato de laico y ético, como en período liberal, sino una Educación
educación: modernizar el Ministerio de Educación Nacional, las dustrial con un modelo tecnológico, que reemplazó la pedago-
escuelas industriales: técnica, formación, cultura, educación. gía activa y sus métodos nuevos modelos enseñanza y
Crear el Instituto Colombiano de Estudios en el Exterior (Icetex), aprendizaje que provenían de las teorías de conducta, de la
empresas, misiones, el Sena, servicio estatal de formación de administración, la planeación administrativa y teorías
obreros, la red de aprendizaje con el modelo del Sena brasileño currículo. Esta nueva educación se proponía no sólo de
(Helg, A., 1987, p. 231; Martínez Boom, A.; Noguera, C.E. y Cas- a que existía, sino adecuar
tro, J.O., 1994, p. 35). Y un cambio radical en la formación indus- instituciones al nuevo orden mundial: nueva tecno-
trial: adaptar la formación a la demanda y desarrollar en gran logías y distribución mundial del poder. Esta educación
escala la enseñanza comercial. Después de experimentar y en- a resolver los problemas que otros discursos educativos no
sayar en los propios espacios y en ciertas instituciones, con los bían resuelto: escuela para todos, educación
ojos casi vendados, cambió el panorama, pues en la década del nución de la pobreza, desarrollo en los países del Tercer Mun-
sesenta se produce una gran proliferación de discursos, teorías, do. Estos objetivos educacionales deberían alcanzarse sin caer
100 101
libros e investigaciones que habían tomado como objeto de re- en los errores del pasado, quizás el mayor, fue el haber dejado
flexión las experiencias empíricas e institucionales realizadas en- muchos espacios de libertad, de actividad y pensamiento a los