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Este documento discute la pureza del corazón y su relación con ver a Dios. Citando Mateo 5:8, explica que aquellos con corazones limpios podrán ver a Dios. Luego describe que el corazón se ensucia no por tentaciones sino por permitir que estas entren repetidamente sin arrepentimiento, y que aunque a veces se cae en el pecado, el arrepentimiento mantiene el corazón puro y abierto a Dios.
Descripción original:
Este documento habla sobre la verdad cristiana de tener un corazón limpio y puro
Este documento discute la pureza del corazón y su relación con ver a Dios. Citando Mateo 5:8, explica que aquellos con corazones limpios podrán ver a Dios. Luego describe que el corazón se ensucia no por tentaciones sino por permitir que estas entren repetidamente sin arrepentimiento, y que aunque a veces se cae en el pecado, el arrepentimiento mantiene el corazón puro y abierto a Dios.
Este documento discute la pureza del corazón y su relación con ver a Dios. Citando Mateo 5:8, explica que aquellos con corazones limpios podrán ver a Dios. Luego describe que el corazón se ensucia no por tentaciones sino por permitir que estas entren repetidamente sin arrepentimiento, y que aunque a veces se cae en el pecado, el arrepentimiento mantiene el corazón puro y abierto a Dios.
Las arterias transportan la sangre desde el corazón al resto del
cuerpo, y las venas la trasportan desde el cuerpo hasta el corazón. El sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las células y elimina los productos de desecho, como el dióxido de carbono.
Mateo 5.8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Tu corazón no se vuelve impuro porque eres tentado. Se vuelve
impuro cuando permites a esa tentación entrar en tu corazón. Esto es, cuando repetidamente, pecas de forma voluntaria sin arrepentimiento. Eso es lo que hace que tu corazón se ensucie y se endurezca.
A veces caes en el pecado, pero una caída en sí no significa que tu
corazón se vuelva impuro. Tu reacción a tu caída prueba lo que hay en tu corazón. Si caes estás afligido, te lamentas y te arrepientes, entonces tienes un corazón puro que está abierto a Dios y Él te perdona de inmediato. Pero si lo dejas pasar, si no te importa y no hay arrepentimiento, entonces estás endureciendo tu corazón, tu corazón se vuelve impuro y se cierra a Dios.