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Apunte Material de Estudio 2021

UNIDAD I - La modernidad y el surgimiento de las Ciencias Sociales

• Material de cátedra. Unidad 1. Página 1 a 7. Acceder


• Faas, Horacio (2005): “Los comienzos de la Modernidad”, en Revista digital
Modernidades; Año I; Numero 2; Diciembre 2005; publicación de la Facultad de
Filosofía y Humanidades de la UNC. Acceder
• Kant, Emmanuel (1784): ¿Qué es la Ilustración? Acceder Disponible en la web.
Acceder
• Brunner, José Joaquín (2001): “Modernidad: Centro y Periferia. Claves de lectura”. En
Estudios Públicos Nº83, Santiago de Chile. Acceder
• Material de cátedra. Unidad 1. Página 17 a 29. Acceder
• Wallerstein, Immanuel (1998): Impensar las Ciencias Sociales; Introducción y
Capítulo I “La revolución Francesa como suceso histórico mundial”. Siglo XXI. México.
Acceder
• Bauer, Francisco (2007): Aportes para descolonizar el saber eurocentrista; Capítulo I
y II. Editorial La Cañada; Córdoba. Acceder
_____________________________________

UNIDAD II
Los problemas epistemológicos en las Ciencias Sociales. Debates
entre Positivismo–Interpretativismo e Individualismo metodológico-
Holismo

• Material de cátedra. Unidad 2: Página 39 a 55. Acceder


• Klimovsky, Gregorio e Hidalgo, Cecilia (1998): La inexplicable sociedad. Capitulo 1 y
2; AZ editores; Buenos Aires. Acceder
• Mardones, J.M. (2001): Filosofía de las ciencias humanas y sociales. Materiales para
una fundamentación científica. Anthropos Editorial. Página 27 a 33. Acceder
• Hollis, Martín (1998): Filosofía de las Ciencias Sociales. Una introducción; Capitulo I:
Introducción. Editorial Ariel; España. Acceder

El debate sobre la Racionalidad en la economía


• Rescher, Nicholas (1988): La Racionalidad. Prefacio y Capítulo 1. El Alcance de la
Racionalidad. Editorial Tecno, Madrid. Acceder
• Horkheimer, Max (1969): Crítica a la razón instrumental, Capítulo 1 (hasta página 33).
Editorial Sur, Buenos Aires. Acceder
• Material de cátedra. Unidad 3: Página 79 a 87. Acceder
• Polanyi, Karl (1944): La Gran Transformación. Los orígenes políticos y económicos de
nuestros tiempos; Capítulos IV y V; Fondo de Cultura Económica; México. Acceder
• Material de cátedra. Unidad 3: Página 88 a 93. Acceder
_____________________________________

UNIDAD III - La neutralidad en las ciencias sociales

• Material de cátedra. Unidad 3: Página 94 a 104. Acceder


• Daly, Herman (1989): Economía, Ecología y Ética: ensayos hacia una economía en
estado estacionario. FCE. Cap. 1 Introducción Acceder
• Harvey, David (2007): Espacios del Capital. Hacia una geografía Crítica; Capitulo 3.
Akal editorial; Madrid. Acceder
• Myrdal, Gunnar (1970): Objetividad en la Investigación Social. En Breviarios del
Fondo de Cultura Económica. Fondo de cultura Económica. México.
MATERIAL DE CÁTEDRA
Roitman, Susana y Pensa, Dalmira (2010) Capitulo 1. En Introducción
a las Ciencias Sociales. Asoc. Cooperadora de la FCE. Córdoba

UNIDAD Jk
Modernidad, Ciencias Sociales y la institución de las
Ciencias kcon9micas

Introducción
Esta unidad aborda la relación entre Modernidad y Ciencias Sociales. Se procura establecer
la conexión entre el fenómeno histórico llamado Modernidad y el nacimiento de las Ciencias
Sociales como disciplinas con un objeto, un cuerpo teórico, una metodología y unas instituciones
de aprendizaje e investigación consolidadas. En este marco se presta especial atención a la
constitución de las disciplinas de las Ciencias Económicas: Economía, Contabilidad y
Administración dentro de la constelación de las Ciencias Sociales.
En primer lugar estudiaremos una visión, a la que llamaremos estandar, sobre la
Modernidad y las Ciencias Sociales. En esta perspectiva las Ciencias Sociales emergen como
resultado natural del progreso de la razón. En efecto, a partir del siglo XVI en Europa, la razón se
va liberando gradualmente de las ataduras del dogma religioso y de los autores clásicos y
medievales, para emprender un camino de grandes logros. En ese trayecto, la filosofía se
pregunta cómo distinguir la verdad del error, cómo construir métodos adecuados para acceder al
conocimiento cierto y útil. Con esta nueva preocupación de rigor y verdad, durante los siglos XVll
y XVlll se conforman las Ciencias Naturales como disciplinas autónomas, separadas de la
filosofía.
Tales disciplinas tratan de abordar el conocimiento de la naturaleza de manera rigurosa,
con herramientas empíricas y matemáticas, procurando encontrar relaciones cuantitativas entre
fenómenos expresados en forma de leyes como las de Newton. En el siglo XVIII, la filosofía
nutrida de los grandes descubrimientos científicos, profundiza la pregunta por los limites y las
posibilidades del conocimiento.
Paralelamente a la evolución de los conocimientos, se suceden grandes cambios sociales,
políticos y económicos que se expresan en la Revolución Francesa y la Revolución Industrial. El
nuevo contexto, a principios del siglo XIX, es un terreno fértil para que las preguntas por el
hombre en tanto ser social y sus producciones, configuren una constelación de disciplinas que
procuran construir un cuerpo teórico y metodológico de manera similar al que un siglo antes
habían constituido las Ciencias Naturales. Nos hallamos frente al nacimiento de las Ciencias
Sociales. La Sociología, la Antropología, la Economía, las Ciencias Jurídicas se constituyen así
en disciplinas autónomas. También lo hará la contabilidad, que oscila entre su carácter de ciencia
y de técnica. En tanto, la administración se incorpora al abanico de disciplinas científicas a
principios del siglo XX, cuando Taylor propone la "Administración Científica".
En segundo lugar, desde el texto de Wallerstein, se sugieren diversas críticas a la visión
estándar sobre el nacimiento de las Ciencias Sociales. Se plantea básicamente que las Ciencias
Sociales nacen como consecuencia de la lógica del sistema mundo capitalista que llegado al
siglo XIX, requiere planificar y organizar el cambio social, evitando los desbordes que amenazan
desde los movimientos antisistémicos. En ese sentido, la separación entre pasado/presente,
mundo civilizado/mundo bárbaro, Estado/Mercado/Sociedad Civil, fueron distinciones que se
institucionalizaron en diversas disciplinas de las Ciencias Sociales y que sirvieron 'para sostener la
ideología liberal.
La unidad concluye con un breve recorrido por los principales aportes realizados a las
Ciencias Sociales desde América Latina.

1. La visión estándar de la Modernidad


Hacia fines del siglo XV comienza un proceso de ruptura con la tradición medieval
afecta todos los planos de la vida humana: económicos, políticos, culturales, cientificos,
tecnológicos y sociales. Al liberarse de los dogmas y de la visión de mundo impuesta por el peso
de la autoridad, la razón humana comienza un avance incontenible, un progreso en las
realizaciones materiales y espirituales que permite imaginar un futuro emancipado de las
coacciones naturales y sociales. Este proceso se conoce como Modernidad y es descripta por
Nicolás Casullo' como:

"Progreso, emancipación, sujeio generador de los significados: lo histórico deja de


ser un paréntesis irracional, leído desde la insondable racionalidad divina. Por el
contrario la historia, el hacerla, es el único camino posible para la realización de la
razón" (Casullo, 1989:26).

Aunque los libros de historia marcan a la Revolución Francesa (1789) como el fin de la Edad
Moderna y comienzo de la Edad Contemporánea, algunos pensadores coinciden en que la visión
de mundo moderna adquiere su plenitud en los siglos XVlll y XIX. Los ecos de este espíritu se
extienden hasta el siglo XX y llegan a nuestros días. Actualmente, es motivo de controversia si
asistimos a un cambio cultural que permita hablar de "fin de la Modernidad". Para algunos
autores, nos encontramos inmersos en la cultura posmoderna, aunque no existan demasiados
acuerdos acerca en qué consiste tal cultura.

La Modernidad puede perioridizarse en diversas etapas, caracterizadas por movimientos


culturales y sociales genuinos. Estas etapas son:

1- El Renacimiento siglo XV/XVI


2- El Barroco siglo XVll
3- El Iluminismo siglo XVlll
4- La era ,de la Revolución Industrial siglo XIX

2.1 El Renacimiento

Para la mayoría de los historiadores la condición moderna se inicia con el Renacimiento en


los siglos XV y XVI. Al respecto dice Casullo:

' Nicolás Casulla es un reconocido filósofo y escritor argentino.


2
"ideologías de libertad, de individualidad creadora, incursiones neoplatonicas, cabalísticas y
alquimicas hacia los saberes prohibidos por el poder teocrático preanuncian y promueven las
representaciones de la culfura burguesa: un sujeto camino a su autonomía de conciencia"
(Casulla, 1994:28).

a) Contexto
- Durante el siglo XV y XVI, el sistema de intercambio mediado por el dinero se extiende a
todos los ámbitos, dando lugar a una nueva matriz económica orientada a la,acumulación de
capital: el capitalismo.
- Como consecuencia, emerge una clase social diferente a las tradicionales, la burguesia,
que, en pugna con las viejas clases dominantes provenientes del sistema feudal -la nobleza-, va
a imponer lentamente su hegemonía, en lo económico primero, en lo político después.
- Ligados a estos fenómenos aparecen los Estados modernos es decir, un territorio
delimitado, con una administración única, un derecho que tiende a unificarse, un sistema de
autoridad único, y un solo ejército; lo que permite hablar de unidades estatales soberanas. Nacen
así Francia, Inglaterra y España.
- Se suceden cambios tecnológicos en la navegación y en la guerra que permiten ampliar
los territorios y los horizontes de la pequeña Europa.
- Tiene lugar la invención de la imprenta que posibilita la transmisión rápida y económica
de las producciones intelectuales, posibilitando extender el círculo de las élites ilustradas y la
1
calidad de los debates.

b) Universo cultural
- Durante estos siglos el clima cultural de efervescencia permite la explosión de la
creatividad artística -en la plástica, en la escritura, en el teatro- y en él se exploran temas y
técnicas desconocidos -como la perspectiva- o vedados hasta el momento -como el desnudo.
Se escriben lenguas profanas y se exploran las emociones, los dilemas éticos, las relaciones
sociales, hasta llegar a afirmar: "nada de lo humano me es ajeno".
- La Iglesia se ve conmocionada y ésta resulta finalmente dividida por el debate que
plantean los teólogos Martín Lutero, Juan Calvino y sus seguidores, promoviendo una nueva ética:
la ética protestante. Esta moral promueve la valoración del trabajo y del sacrificio en desmedro -- -
de otros valores tradicionales como la caridad. Para Max Weber, la ética protestante está ligada
íntimamente a la perspectiva utilitarista de la naciente burguesía y del capitalismo.
- En este marco surge una nueva forma de preguntarse por la naturaleza del cosmos, de
los animales, del cuerpo humano. La obra de Copérnico -De revolutionibus en 1543- es pionera
en este ámbito y refuerza el nuevo clima cultural. Por un lado se pone en cuestión la centralidad
de la tierra en el universo y, por lo tanto, del hombre como criatura privilegiada; por otra parte,
se cuestiona la autoridad de la Iglesia como autoridad única para dar cuenta del "orden de las
cosas". Esta doble operación, aunque "desacraliza" al hombre, le da elementos para emprender
una búsqueda libre y autónoma de respuestas posibles a las múltiples preguntas abiertas, Se
inicia así la revolución científica
- Francis Bacon propone una "nueva filosofía"con base en la experiencia, que permita
abrir paso a un conocimiento más riguroso.
- Nicolás Maquiavelo plantea por primera vez una filosofía política desligada de la ética y
capaz de explicitar las relaciones de poder y los antagonismos del mundo social.
2.2 La Revolución científica y las nuevas miradas filosóficas: el siglo W11

Durante el siglo XVll se radicalizan los cambios iniciados en el Renacimiento.

"Es el siglo XVII, en la crónica de las ideas y del filosofar, el que planteará las
problemáticas de las crisis propias de la Modernidad: discernimiento entre certeza y
error, metodologías analíticas, ..... y sobre todo ese nuevo punto de partida
cartesiano que hace del sujeto pensante el territorio único, donde habitan los
significados del mundo: la Razón frente a las ilusiones y trampas de los otros
caminos" (~asullo,1994: 15)

a) Contexto
La Reforma pierde su aire renovador y se torna severa y autoritaria mientras la
Contrarreforma endurece el dogma. Las guerras civiles sacuden a Francia e Inglaterra y
desangran a Alemania. La monarquía se enfrenta con la Iglesia cuya estrategia, para conservar el
poder del mundo terrenal, incluye la severa persecución ideológica.
En tierras de América española la conquista europea y el sometimiento de los nativos
termina de afianzarse y a finales del siglo las colonias ya están establecidas y reguladas
administrativamente. Los indígenas son sometidos a trabajos que los exterminan por el esfuerzo
y las enfermedades y la trata de esclavos para las plantaciones adquiere pleno auge.

b) Universo cultural
- Continúa la expansión capitalista, la conformación de los estados -bajo la forma de
monarquías absolutas- y la explotación del mundo colonial. En Inglaterra, la burguesía exige
poner límites a los poderes reales y nace el liberalismo exigiendo el otorgamiento de derechos,
civiles primero y políticos después, a los "propietarios" -burguesía.
- El filósofo René Descartes desplaza el problema filosófico del ser al conocer con su
postulación de la primacía de la res cogitans -el conocimiento- sobre la res extensa -la
materialidad- para garantizar la verdad.
- La filosofía política contractualista, con el filósofo Thomas Hobbes primero y con John
Locke después, retoma con más precisión los asuntos ya planteados por Maquiavelo, esto es, la
necesidad de separar la política de la moral cristiana, reconocer el origen temporal del poder y
los intereses individuales en juego en todo acuerdo político. El liberalismo de Locke coloca al
Estado como garante de la propiedad y de las libertades, poniendo limite al despotismo y
construyendo una visión de la ciudadanía que se fue ampliando progresivamente de los
derechos civiles a los derechos políticos,
- El astrónomo y filósofo Galileo Galilei -pese a los severos cuestionamientos de la Iglesia-
propone al mismo tiempo la unificación de las miradas sobre los cuerpos de la tierra y del cielo,
la necesidad de constatación empírica de las afirmaciones científicas y la extensión del uso las
matemáticas como lenguaje universal para expresar las relaciones entre los fenómenos del
universo.
- Isaac Newton, hacia la segunda mitad del siglo, avanza en la unificación de la
camprensión del cosmos mediante enunciados de carácter universal -leyes naturales-, que
permiten articular un sistema único de explicación del mundo físico y que abandonan
gradualmente las consideraciones metafísicas. Mientras surgen organizaciones como las
universidades las cuales se dedican tan sólo a la Teología, la Filosofía o el Derecho; las
Sociedades Reales financian los avances en las Ciencias Naturales, instituyendo un sistema de
premios e incentivos para los descubrimientos científicos.

- Tenemos ,así ya constituida la Física, una disciplina autónoma, d e carácter


matemático y experimental, que se propone explicar mediante relaciones causales un aspecto
de la realidad. El universo de lo "físico" se presenta como gran mecanismo de relojería.

m1 Bibliografía
Obligatoria
Para la profundización de estos temas, lo remitimos aquí a la lectura del Texto: Los Comienzos
de la Modernidad del Prof. Horacio Faas.

2.3 El XWlil: Siglo de las Luces

Las palabras de Cassullo caracterizan así esta época.

"Este itinerario del saber critico corona en el siglo XVIII, periodo donde empiezan a
fundarse de manera definitiva los relatos y representaciones que estructuran el
mundo moderno. El siglo de la Ilustración, el de la filosofía de las Luces, el siglo que
reúne experiencias, búsquedas solitarias y secuelas de una historia convulsionada,
patentizadora de ocasos y prólogos y que intentará conscientemente transformar
tales rupturas del lenguaje seminal del proyecto moderno en narraciones utópicas de
los nuevo, La razón es otro idioma reinstitucionalizando el mundo" (Casulla,
1994:15).

a) Contexto
La Economía europea se encuentra en expansión. El capital comercial penetra en la esfera
de la producción, lo que abre la vía hacia la industrialización. Es también el siglo colonial por
.- excelencia. .- -
.-
A fines del siglo XVlll tres grandes revoluciones tienen el poder de un terremoto)/ dejan
huellas contundentes:
-La Revolución Industrial, proceso complejo y de múltiples facetas que comienza alrededor
del año 1750 se limita al principio a un solo país - Inglaterra - y trastorna tcjdo el sistema
productivo europeo.
-La Revolución Francesa, en el año 1789, inaugura la supremacía política de la burguesía y
la.pérdida definitiva de los privilegios de los estamentos tradicionales del clero y la nobleza, cuya
lenta declinación había comenzado dos o tres siglos antes.
-La Revolución Americana, en el año 1776, con la cual comienza el derrumbe del sistema
colonial Aparece en escena la potencia de los Estados Unidos de América y se consolida un
nuevo tipo de Estado liberal, cuyo poder político se sustenta en los farmers -pequeños o
medianos propietarios agrícolas.

b) Universo cultural
En el plano intelectual, estos acontecimientos se desarrollan de la mano de un grupo
diverso y heterogéneo de pensadores, científicos y artistas que constituyeron el Iluminismo o la
Ilustración. Aunque provienen de diversas nacionalidades, idiosincrasias y propuestas, los
iluministas comparten la idea que la razón humana es la llave de acceso al progreso ilimitado y la
felicidad, porque permite controlar a la naturaleza y a las relaciones entre los hombres, dando a
estos Últimos la libertad que posibilita el conocimiento.
El filósofo alemán lmmanuel Kant define este movimiento como la emancipación de la
conciencia humana del "estado de tutela" gracias al conocimiento. La apertura del hombre a la
cultura y el conocimiento intentará ser llevada a la generalidad del pueblo siguiendo la premisa de
que la felicidad puede conseguirse mediante el saber y la instrucción generalizados. La
Enciclopedia -obra que se propone compilar todo el saber existente- es la muestra cabal del
esfuerzo educador y divulgador de los ilustrados.

1 Bibliografia
Obligatoria
A través del texto: ¿Quées la ilustración? de lmmanuel Kant, podrá profundizar en el estudio de
este movimiento intelectual.

2.4 Siglo XIX: el nacimiento de las Ciencias Sociales

Dos testigos privilegiados, Marx y Engels describen así el siglo en el que les tocó
vivir:
"la antigua organización feudal o gremial de la industria ya no podía satisfacer la
demanda que crecía con la apertura de nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la
manufactura...El vapor y la maquinaria revolucionaron entonces la producción
industrial. La gran industria moderna sustituyó a la manufactura y el lugar de la clase
media industrial vinieron a ocuparlo los industriales millonarios -jefes de verdaderos
ejércitos industriales - los burgueses modernos" (Marx-Engels en Manifiesto
Comunista)
-
a) Contexto
La Revolución Industrial dio lugar a la emergencia de una estructura social
conformada por una burguesia y un proletariado industrial. Hasta ahora, la burguesia era
una clase social conformada por pequeiios comerciantes, profesionales y banqueros. Con el
crecimiento industrial se consolida una gran burguesia de capitalistas industriales y grandes
banqueros, cuya intención es participar de importantes negocios que traigan aparejados
beneficios inmediatos y estrategias de más largo plazo a los fines de propiciar la acumulación
capitalista. Los historiadores coinciden en que la movilización del campo a la ciudad de miles de
personas fue decisiva en la conformación de las masas trabajadoras que alimentaron a las
industrias. El mundo que les esperaba en las ciudades, sin embargo, era un espacio despiadado
en donde miles de hombres liberados de las cadenas de la sociedad feudal, pero también
huérfanos de sus dstemas de protección e integración comunitaria, estaban obligados a
conseguir su sustento vendiendo su fuerza de trabajo. Estos trabajadores, jornalizados
progresivamente, se fueron organizando bajo un sentimiento común de solidaridad y
conformando sindicatos y partidos políticos revolucionarios.
Según'~eber,es en este siglo en donde se concreta la separación de las esferas del
mundo cultural, un proceso progresivo durante toda la Modernidad. Lo bueno, lo verdadero y lo
bello corresponden a tres esferas distintas: la ética, la ciencia y la estética. Cada uno de estos
ámbitos construye sus reglas, sus expertos, sus instituciones.* Este proceso de progresiva
separación es lo que Weber llama la "modernización".
Como corolario de este proceso, en la esfera de la ciencia se percibe que la problemática
social requiere de ciencias específicas con contenido empírico, separadas de la especulación
filosófica.
Es así que la propuesta positivista de Auguste Comte de conformar Ciencias Sociales
positivas, con fuerte contenido empírico, tan confiables como las Ciencias Naturales, gana un
terreno que paralelamente pierde la especulación filosófica. La propuesta positivista prescribe un
modo de abordaje sistemático, con base empírica, que consiga formular leyes de la vida social
tan rigurosas como las de las Ciencias Naturales. El "positivismo" filosófico dará el fundamento
epistemológico para que las Ciencias Sociales emprendan su camino autónomo de la filosofía
política e instauren una producción "libre de valores", rigurosa, neutral sobre lo social. La
denominación de "Física Social" a la ciencia de lo social (luego rebautizada como Sociología)
habla de la intención positivista de constituir una ciencia social con el mismo canon metodológico
que las Ciencias Naturales.
El historicismo -de la mano de Wilheim Dilthey y otros - cuestiona, sin embargo, que haya
un método único para tratar a los objetos sociales y a los naturales. El argumento señala la
imposibilidad de la unidad metodológica, debida a la posición del sujeto respecto al mundo
descripto: esto es, mientras que el sujeto que observa la naturaleza es exterior a la misma, el
que describe la realidad social lo hace desde su interior. Aparece así la "controversia por el
método" -explicación o comprensión - que se inscribe en las Ciencias Sociales desde entonces
(este tema será abordaremos con más detalle en la unidad 2).

/ Resumen
En síntesis: la Modernidad ha sido-un proceso en el que se generó un clima favorable, un
contexto imprescindible, una ruptura con e l dogma, que procuró un tipo de conocimiento
riguroso, objetivo, preciso y certero sobre el aspecto de la realidad que se quiere analizar.
La filosofía se desprende primero de la especulación acerca del orden natural del cosmos y
luego se constituyen las Ciencias Naturales con la Física a la cabeza.
Aunqrle la forma especulativa propia de la Filosofía fuera aún en los siglos XVll y XVlll la
manera de encarar los asuntos de la vida social, el siglo XIX va a romper también esa
dependencia. Se constituirán disciplinas que estudien los objetos del mundo social de manera
metódica, aunque esté en discusión cuál es el método apropiado para su estudio.

3. Las Ciencias Económicas

Es en el siglo XVII, donde ubicamos los primeros estudios que se ocupan del análisis
sistemático de cuestiones económicas, siendo los primeros aquellos orientados a analizar
problemas de la Economía Política. En este sentido, y si bien se reconocen antecedentes de
estudios económicos - como los realizados por los fisiócratas-, existe consenso bastante
En setiembre de 2005, en ocasión de la Feria del Libro Córdoba, presentamos esta
revista. A nuestro pedido, H. Faas, entonces director del CIFFYH María Saleme de
Bournichón, abordó el tema de la filosofía y la ciencia en relación con la
modernidad.

Los comienzos de la modernidad

Horacio Faas

Los intentos para entender qué es la modernidad han abundado y abundan.


Algunos de los términos que se asocian a ella son burocracia, desencanto del
mundo, racionalización, secularización, alienación, descontextualización,
individualismo, subjetivismo...; pero también objetivismo, universalismo,
reduccionismo, caos, sociedad de masas, sociedad industrial. . .

Como se advierte, algunas de las características son contradictorias entre sí. La


elucidación de su significado se vuelve esquiva, porque algunos piensan en lo que
sería el comienzo de nuestra era moderna, otros en lo que significa modernidad en
nuestra era contemporánea, a lo que se agrega la propia dificultad de datación de
tales eras. Yo me referiré sucintamente a los ideales que movilizaron cambios en los
enfoques filosófico y científico.

Frecuentemente se coincide en señalar a Descartes como el iniciador de la Filosofía


Moderna. En verdad, habría que situarlo como el comienzo de una de sus ramas, de
acuerdo con lo que plantearé inmediatamente. Hay una imagen muy didáctica de la
filosofía moderna que la representa mediante una gran X, una equis mayúscula de
un tamaño adecuado al pizarrón o al papel del cual uno se vale para exponer, en
una de cuyas terminaciones superiores se ubica el racionalismo, en la otra el
empirismo; en las inferiores, al pie de la recta oblicua que empieza en el
racionalismo, se ubica el idealismo y, en la otra pata, el positivismo. Los nombres
que se asocian a esos lugares de la X son bien conocidos: Descartes al racionalismo
(junto a Leibniz y otros), Locke y especialmente Hume (también Bacon) al
empirismo, Hegel al idealismo (también junto a otros) y Comte y sus seguidores -
aunque sea parciales- al positivismo. Lo impresionante de esta manera de
presentar las cosas es que en el cruce de las dos ramas de la X hay un solo nombre:
Kant.
Ocurre que los albores de la filosofía moderna apuntaron a la manera en que los
seres humanos podían acceder al conocimiento como sujetos del mismo,
independientes de una verdad revelada. En ello participaban decididamente ideas
innatas, para el racionalismo, y sensaciones, para el empirismo: la mente (res
cogitans) en Descartes, la experiencia sensible en Locke y Hume. Es famosa la
expresión de Kant que atribuye a Hume haberlo despertado de su “sueño
dogmático”, especialmente referida, creo yo, al papel que Hume atribuye al sujeto
en la formulación de la causalidad (post hoc, ergo propter hoc) y que inspiró la

1
consideración kantiana de la causalidad como una de la categorías a priori del
entendimiento (los conceptos). El recurrentemente usado dictum kantiano:
“conceptos sin intuiciones son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas”,
justifica el lugar central de Kant en la X; los conceptos organizan las intuiciones
sensibles. Es exagerado y erróneo afirmar que nuestro conocimiento se apoya
únicamente en nuestra mente, como lo es también sostener que basta con la
experiencia sensible. Si no interviniesen los conceptos habría un caos de
sensaciones. La posición empirista originaría después la psicología asociacionista,
la kantiana constituye un notable anticipo de lo que luego establecería, ya en las
primeras décadas del siglo XX, la llamada Psicología de la Forma (Gestalttheorie)
en el sentido de que nuestra percepción viene organizada por nuestra mente y no
existe una sensación pura percibida como tal.

En 1543 aparecen dos publicaciones que cambiarían los rumbos de las


investigaciones en dos grandes áreas de conocimiento: De Humani Corporis
Fabrica (Sobre la estructura del cuerpo humano), de Andrés Vesalio, y De
Revolutionibus Orbium Coelestium (Sobre las revoluciones de los cuerpos
celestes), de Nicolás Copérnico. Por esos años existía la convicción absolutamente
dominante de que el ser humano ocupaba la posición más importante que se
pudiera imaginar en el universo. La Tierra estaba en el centro, quieta, y todo lo
demás giraba a su alrededor. El ser humano había sido creado a imagen y
semejanza de Dios y por eso se diferenciaba absolutamente de los demás animales.
Aún en el siglo siguiente el filósofo al que suele citarse como iniciador del
pensamiento de la modernidad, Descartes, sostenía que éramos los únicos
constituidos también por res cogitans, que los demás animales eran meros
autómatas y carecían de alma. Lo que la ciencia nos ha ido enseñando, por el
contrario, es que no somos especiales: nuestro lugar en el universo es
tremendamente modesto; en cuanto a tamaño relativo, somos insignificantes. Y
ello comenzó públicamente en aquel año, con la aparición del libro que Copérnico
había preparado y escrito mucho antes, y la aparición también del libro de Vesalio.
El primero nos ubicaba fuera del centro del universo, que era ahora ocupado por el
Sol, y el segundo mostró taxativamente, gracias a su empeño en la práctica de la
disección, que también en nuestro interior nos parecemos bastante a los demás
animales.

Copérnico y Vesalio coincidieron también en un aspecto que es determinante de la


efervescencia intelectual del Renacimiento: en el primero, la reconsideración del
Almagesto de Tolomeo y, en el segundo, el rescate de la obra de Galeno. Es ya un
lugar común que el formidable impulso dado a las ciencias por los griegos y
continuado por algunos romanos se detuvo en lo que se ha llamado el período
oscuro, que duró hasta el Renacimiento. El rescate de la obra de los antiguos fue
acompañado de la pérdida de cierto complejo de inferioridad desatado por la
observación de obras arquitectónicas de la magnitud del Partenón o el Coliseo; los
filósofos y los científicos se animaron de a poco a pensar por sí mismos apoyándose
en la observación de la naturaleza. Se produjo un cambio de mentalidad. Y ese
cambio de mentalidad se esparció por doquier, excepto en algunos círculos de

2
poder. Los gobiernos han temido siempre a los pensadores y a los artistas -es decir,
a los creadores-, salvo honrosas y escasas excepciones de las cuales quizá una sea
Pericles. Ese temor se manifestó de manera trágica como intolerancia en sucesos
por todos conocidos: el proceso a Galileo es paradigmático. Precisamente Galileo
propuso un cambio de mentalidad en la física que abriría las puertas al gran
sistema de la mecánica de Newton: contra nuestras intuiciones más básicas, la
situación natural de los cuerpos no es el reposo sino el movimiento; se trata del
novedoso concepto de inercia, que tiraba por tierra ideas muy asentadas de
Aristóteles. Todo cuerpo permanece en movimiento uniforme (y, para Galileo,
circular) si no hay una fuerza que obligue a algún cambio. Newton agregaría luego
una corrección al principio de inercia: el movimiento es uniforme, pero rectilíneo.

Como se sabe, Galileo fue condenado por defender el sistema copernicano,


heliocéntrico, contra el tolemaico-aristotélico, geocéntrico. Para sostener su punto
de vista hacía falta el principio de inercia dado que, de otra manera, si la Tierra se
mueve ¿por qué razón una piedra arrojada verticalmente al aire no cae desplazada
en lugar de hacerlo, como en realidad ocurre, en el mismo lugar desde el que se la
arrojó? Estas ideas nuevas iban acompañadas de un agudo espíritu de observación
que confirmaba o refutaba lo que se sostenía teóricamente. Y los nuevos enfoques
invadían todos los terrenos. Los físicos necesitaron nuevas teorías matemáticas y
las desarrollaron: el cálculo de fluxiones de Newton dio origen, junto a Leibniz, al
cálculo diferencial. Los dibujantes y pintores advirtieron que en las
representaciones gráficas no aparecía de manera destacada la sensación de
profundidad y acudieron a los matemáticos en busca de ayuda o elaboraron ellos
mismos sus herramientas matemáticas cuando estaban en condiciones de hacerlo.
Hasta entonces, los pintores medievales se habían contentado con expresarse en
términos simbólicos; representaban a las personas y a los objetos de una manera
estilizada y sobre fondo dorado para distinguirlos del mundo real. Un buen ejemplo
de ello es La Anunciación, de Simone Martini, donde aparece todo en el mismo
plano. Si se lo compara, como sugiere Morris Kline en su artículo sobre geometría
proyectiva, con dos cuadros renacentistas de Rafael se advierte la notable
manifestación de la perspectiva. Se trata de Los esponsales de la Virgen y La
Escuela de Atenas; la comparación permite apreciar cuánto de mayor realidad hay
en Rafael que en Martini.

Para lograr esa aproximación a la representación de la realidad había que reducir


las tres dimensiones a dos: una tela es bidimensional y nuestro mundo es
tridimensional. Entonces los pintores y los matemáticos, y los pintores-
matemáticos, procedieron a la siguiente simplificación: si uno cierra un ojo y mira
sólo con el otro, y supone que desde cada objeto visto llegan rayos luminosos
(rectilíneos) hasta el ojo, obtiene lo que se llama una proyección. A pesar de que
una baldosa es cuadrada, en los cuadros de Rafael no se ve como un cuadrado. Los
objetos distantes se ven más pequeños que los próximos y las figuras a representar
pueden ser tocadas en sus contornos con líneas rectas que convergen a lo lejos. Se
puede suponer un punto en el infinito donde se cruzan todas esas rectas. Se había
abonado el terreno para el surgimiento de una nueva disciplina matemática que se
mostraría como tremendamente fecunda y novedosa: la geometría proyectiva.

3
Quien elaboró sus cimientos en la primera mitad del siglo XVII fue un ingeniero y
arquitecto autodidacta, Gérard Desargues, cuyo móvil, según se dice, fue ayudar a
los artistas. Citando a Kline: “Buscó combinar los múltiples teoremas de
perspectiva, expresados de forma compacta, de modo que fueran útiles a artistas,
ingenieros y picapedreros. Inventó una terminología especial que pensó que sería
más comprensible que el lenguaje matemático, y diseminó sus descubrimientos a
través de conferencias y carteles”. Curiosamente, la obra de Desargues cayó en el
olvido y fue rescatada sólo doscientos años después. Pero lo que quiero destacar es
que la nueva mentalidad, la de adoptar nuevos enfoques y crear nuevas disciplinas,
se había instalado sometida la actividad concreta en tal sentido, al tribunal de la
razón y al de la experiencia sensible. La síntesis, el cruce, se produce en Kant.

Hoy sabemos que Descartes se equivocó en el dualismo mente-cuerpo, y que Kant


se equivocó en su apreciación de que la lógica ya no se desarrollaría más y que el
espacio y el tiempo son absolutos. Pero el impulso que dieron en filosofía a lo que
se llama modernidad es indiscutible y se correspondió con la actitud de los
iniciadores de lo que consideramos nuestra ciencia occidental. Lo que ahora
conocemos comenzó a forjarse entonces gracias al ya citado cambio de mentalidad
que se esparció por doquier y permitió, por ejemplo, que Darwin (y también
Wallace) propusiese con su teoría de la evolución de las especies lo que ha
constituido la teoría básica de la biología. Se sabe que su propuesta originó un
debate con los que aún se aferraban a viejas concepciones.

Pero las cosas no se han mantenido con el enfoque adecuado para el progreso del
conocimiento. Hoy, cuando ya se cumpliría el sesquicentenario de ese debate sobre
las ideas de Darwin y cuando podría esperarse que haya una mayoría en pro de la
ciencia, la controversia entre creacionistas y evolucionistas persiste (o ha
resurgido) en los países de mayor fanatismo religioso como los Estados Unidos
(donde se calcula el número de creyentes en alguna religión en cerca del 90%,
aproximadamente lo mismo que en países del Islam). Una encuesta de julio de
2005 publicada en el New York Times reveló que el 42% de los norteamericanos
cree en el “diseño inteligente”, es decir, que la vida es demasiado compleja como
para que haya surgido por casualidad sin un ser consciente en su origen y que las
especies son exactamente iguales a como eran en el comienzo de los tiempos, o sea,
casi la mitad de los estadounidenses adhiere al fijismo de las especies. Y casi dos
tercios de la ciudadanía de ese país comparte con su presidente, George W. Bush, la
idea de que evolucionismo y creacionismo deben ser enseñados como teorías
científicas alternativas. Como contrapartida, la revista Nature publicó a principios
de setiembre que se ha terminado de decodificar el genoma del chimpancé, el
pariente vivo más cercano del ser humano, y la comparación de aquel genoma con
el humano muestra que la diferencia entre ambos es de menos de 1,5%. ¿Cómo se
explica que el político más poderoso del mundo ignore de tal manera la ciencia?
Creo que para contrarrestar ese peligro bárbaro habría que reforzar la confianza en
la propuesta en pro del conocimiento que se formulaba en la era moderna

Por eso celebramos la aparición de esta revista electrónica y compartimos lo que se


dice en sus objetivos: “En síntesis: queremos indagar en profundidad

4
lamodernidad como etapa histórica, como propuesta y, en definitiva, como
concepto histórico clave para la comprensión de nuestro presente.”

Horacio Faas es profesor e investigador en la Universidad Nacional de Córdoba.

CIFFyH – Universidad Nacional de Córdoba

5
Kant,Emmanuel (1784): ¿Qué es la Ilustración?
Publicado en el periódico alemán Berlinische Monatschrift Disponible
en: http://kant.idoneos.com/index.php/310434
Kant: ¿Qué es Ilustración?
La ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. El mismo es culpable de ella. La
minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de
otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un
defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de
él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He
aquí la divisa de la ilustración.

La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de
conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida,
debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan
cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi
conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del
propio esfuerzo. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en
tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo)
tienen por muy peligroso el paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se
han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después de haber
atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso
fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan
marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas
habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez
y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia.

Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi convertida en
naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el momento es realmente incapaz de servirse
del propio entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la
persistente minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de
un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los
movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un inseguro salto por encima
de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu,
logran salir de la minoría de edad y andar, sin embargo, con seguro paso.

Pero, en cambio, es posible que el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en
libertad; incluso, casi es inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que
piensen por sí mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa. Ellos, después de
haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el espíritu de una estimación racional
del propio valor y de la vocación que todo hombre tiene: la de pensar por sí mismo. Notemos en
particular que con anterioridad los tutores habían puesto al público bajo ese yugo, estando
después obligados a someterse al mismo. Tal cosa ocurre cuando algunos, por sí mismos
incapaces de toda ilustración, los incitan a la sublevación: tan dañoso es inculcar prejuicios, ya
que ellos terminan por vengarse de los que han sido sus autores o propagadores. Luego, el público
puede alcanzar ilustración sólo lentamente. Quizá por una revolución sea posible producir la caída
del despotismo personal o de alguna opresión interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por
este camino la verdadera reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos prejuicios que,
como los antiguos, servirán de andaderas para la mayor parte de la masa, privada de
pensamiento.

Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas
las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en
cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones,
adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice
en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos
lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y
cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre
debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en
cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo
particular el progreso de la ilustración.

Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y ante la
totalidad del público del mundo de lectores. Llamo uso privado al empleo de la razón que se le
permite al hombre dentro de un puesto civil o de una función que se le confía. Ahora bien, en
muchas ocupaciones concernientes al interés de la comunidad son necesarios ciertos mecanismos,
por medio de los cuales algunos de sus miembros se tienen que comportar de modo meramente
pasivo, para que, mediante cierta unanimidad artificial, el gobierno los dirija hacia fines públicos, o
al menos, para que se limite la destrucción de los mismos. Como es natural, en este caso no es
permitido razonar, sino que se necesita obedecer. Pero en cuanto a esta parte de la máquina, se
la considera miembro de una comunidad íntegra o, incluso, de la sociedad cosmopolita; en cuanto
se la estima en su calidad de docto que, mediante escritos, se dirige a un público en sentido
propio, puede razonar sobre todo, sin que por ello padezcan las ocupaciones que en parte le son
asignadas en cuanto miembro pasivo. Así, por ejemplo, sería muy peligroso si un oficial, que debe
obedecer al superior, se pusiera a argumentar en voz alta, estando de servicio, acerca de la
conveniencia o inutilidad de la orden recibida. Tiene que obedecer.

Pero no se le puede prohibir con justicia hacer observaciones, en cuanto docto, acerca de los
defectos del servicio militar y presentarlas ante el juicio del público. El ciudadano no se puede
negar a pagar los impuestos que le son asignados, tanto que una censura impertinente a esa
carga, en el momento que deba pagarla, puede ser castigada por escandalosa (pues podría
ocasionar resistencias generales). Pero, sin embargo, no actuará en contra del deber de un
ciudadano si, como docto, manifiesta públicamente sus ideas acerca de la inconveniencia o
injusticia de tales impuestos. De la misma manera, un sacerdote está obligado a enseñar a sus
catecúmenos y a su comunidad según el símbolo de la Iglesia a que sirve, puesto que ha sido
admitido en ella con esa condición. Pero, como docto, tiene plena libertad, y hasta la misión, de
comunicar al público sus ideas —cuidadosamente examinadas y bien intencionadas— acerca de los
defectos de ese símbolo; es decir, debe exponer al público las proposiciones relativas a un
mejoramiento de las instituciones, referidas a la religión y a la Iglesia. En esto no hay nada que
pueda provocar en él escrúpulos de conciencia. Presentará lo que enseña en virtud de su función
—en tanto conductor de la Iglesia— como algo que no ha de enseñar con arbitraria libertad, y
según sus propias opiniones, porque se ha comprometido a predicar de acuerdo con prescripciones
y en nombre de una autoridad ajena. Dirá: nuestra Iglesia enseña esto o aquello, para lo cual se
sirve de determinados argumentos. En tal ocasión deducirá todo lo que es útil para su comunidad
de proposiciones a las que él mismo no se sometería con plena convicción; pero se ha
comprometido a exponerlas, porque no es absolutamente imposible que en ellas se oculte cierta
verdad que, al menos, no es en todos los casos contraria a la religión íntima. Si no creyese esto
último, no podría conservar su función sin sentir los reproches de su conciencia moral, y tendría
que renunciar. Luego el uso que un predicador hace de su razón ante la comunidad es meramente
privado, puesto que dicha comunidad sólo constituye una reunión familiar, por amplia que sea.
Con respecto a la misma, el sacerdote no es libre, ni tampoco debe serlo, puesto que ejecuta una
orden que le es extraña. Como docto, en cambio, que habla mediante escritos al público,
propiamente dicho, es decir, al mundo, el sacerdote gozará, dentro del uso público de su razón, de
una ilimitada libertad para servirse de la misma y, de ese modo, para hablar en nombre propio. En
efecto, pretender que los tutores del pueblo (en cuestiones espirituales) sean también menores de
edad, constituye un absurdo capaz de desembocar en la eternización de la insensatez.

Pero una sociedad eclesiástica tal, un sínodo semejante de la Iglesia, es decir, una classis de
reverendos (como la llaman los holandeses) ¿no podría acaso comprometerse y jurar sobre algún
símbolo invariable que llevaría así a una incesante y suprema tutela sobre cada uno de sus
miembros y, mediante ellos, sobre el pueblo? ¿De ese modo no lograría eternizarse? Digo que es
absolutamente imposible. Semejante contrato, que excluiría para siempre toda ulterior ilustración
del género humano es, en sí mismo, sin más nulo e inexistente, aunque fuera confirmado por el
poder supremo, el congreso y los más solemnes tratados de paz. Una época no se puede obligar ni
juramentar para poner a la siguiente en la condición de que le sea imposible ampliar sus
conocimientos (sobre todo los muy urgentes), purificarlos de errores y, en general, promover la
ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza humana, cuya destinación originaria consiste,
justamente, en ese progresar. La posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos
decretos, aceptados de modo incompetente y criminal. La piedra de toque de todo lo que se puede
decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestión: ¿un pueblo podría imponerse a sí mismo
semejante ley? Eso podría ocurrir si por así decirlo, tuviese la esperanza de alcanzar, en corto y
determinado tiempo, una ley mejor, capaz de introducir cierta ordenación. Pero, al mismo tiempo,
cada ciudadano, principalmente los sacerdotes, en calidad de doctos, debieran tener libertad de
llevar sus observaciones públicamente, es decir, por escrito, acerca de los defectos de la actual
institución. Mientras tanto —hasta que la intelección de la cualidad de estos asuntos se hubiese
extendido lo suficiente y estuviese confirmada, de tal modo que el acuerdo de su voces (aunque
no la de todos) pudiera elevar ante el trono una propuesta para proteger las comunidades que se
habían unido en una dirección modificada de la religión, según los conceptos propios de una
comprensión más ilustrada, sin impedir que los que quieran permanecer fieles a la antigua lo
hagan así— mientras tanto, pues, perduraría el orden establecido. Pero constituye algo
absolutamente prohibido unirse por una constitución religiosa inconmovible, que públicamente no
debe ser puesta en duda por nadie, aunque más no fuese durante lo que dura la vida de un
hombre, y que aniquila y torna infecundo un período del progreso de la humanidad hacia su
perfeccionamiento, tornándose, incluso, nociva para la posteridad. Un hombre, con respecto a su
propia persona y por cierto tiempo, puede dilatar la adquisición de una ilustración que está
obligado a poseer; pero renunciar a ella, con relación a la propia persona, y con mayor razón aún
con referencia a la posteridad, significa violar y pisotear los sagrados derechos de la humanidad.
Pero lo que un pueblo no puede decidir por sí mismo, menos lo podrá hacer un monarca en
nombre del mismo. En efecto, su autoridad legisladora se debe a que reúne en la suya la voluntad
de todo el pueblo. Si el monarca se inquieta para que cualquier verdadero o presunto
perfeccionamiento se concilie con el orden civil, podrá permitir que los súbditos hagan por sí
mismos lo que consideran necesario para la salvación de sus almas. Se trata de algo que no le
concierne; en cambio, le importará mucho evitar que unos a los otros se impidan con violencia
trabajar, con toda la capacidad de que son capaces, por la determinación y fomento de dicha
salvación.

Inclusive se agravaría su majestad si se mezclase en estas cosas, sometiendo a inspección


gubernamental los escritos con que los súbditos tratan de exponer sus pensamientos con pureza,
salvo que lo hiciera convencido del propio y supremo dictamen intelectual —con lo cual se
prestaría al reproche Caesar non est supra grammaticos— o que rebajara su poder supremo lo
suficiente como para amparar dentro del Estado el despotismo clerical de algunos tiranos, ejercido
sobre los restantes súbditos.

Luego, si se nos preguntara ¿vivimos ahora en una época ilustrada? responderíamos que no, pero
sí en una época de ilustración. Todavía falta mucho para que la totalidad de los hombres, en su
actual condición, sean capaces o estén en posición de servirse bien y con seguridad del propio
entendimiento, sin acudir a extraña conducción. Sin embargo, ahora tienen el campo abierto para
trabajar libremente por el logro de esa meta, y los obstáculos para una ilustración general, o para
la salida de una culpable minoría de edad, son cada vez menores. Ya tenemos claros indicios de
ello. Desde este punto de vista, nuestro tiempo es la época de la ilustración o “el siglo de
Federico”.

Un príncipe que no encuentra indigno de sí declarar que sostiene como deber no prescribir nada a
los hombres en cuestiones de religión, sino que los deja en plena libertad y que, por tanto,
rechaza al altivo nombre de tolerancia, es un príncipe ilustrado, y merece que el mundo y la
posteridad lo ensalce con agradecimiento. Al menos desde el gobierno, fue el primero en sacar al
género humano de la minoría de edad, dejando a cada uno en libertad para que se sirva de la
propia razón en todo lo que concierne a cuestiones de conciencia moral. Bajo él, dignísimos
clérigos —sin perjuicio de sus deberes profesionales— pueden someter al mundo, en su calidad de
doctos, libre y públicamente, los juicios y opiniones que en ciertos puntos se apartan del símbolo
aceptado. Tal libertad es aún mayor entre los que no están limitados por algún deber profesional.
Este espíritu de libertad se extiende también exteriormente, alcanzando incluso los lugares en que
debe luchar contra los obstáculos externos de un gobierno que equivoca sus obligaciones. Tal
circunstancia constituye un claro ejemplo para este último, pues tratándose de la libertad, no debe
haber la menor preocupación por la paz exterior y la solidaridad de la comunidad. Los hombres
salen gradualmente del estado de rusticidad por propio trabajo, siempre que no se trate de
mantenerlos artificiosamente en esa condición.

He puesto el punto principal de la ilustración —es decir, del hecho por el cual el hombre sale de
una minoría de edad de la que es culpable— en la cuestión religiosa, porque para las artes y las
ciencias los que dominan no tienen ningún interés en representar el papel de tutores de sus
súbditos. Además, la minoría de edad en cuestiones religiosas es la que ofrece mayor peligro:
también es la más deshonrosa. Pero el modo de pensar de un jefe de Estado que favorece esa
libertad llega todavía más lejos y comprende que, en lo referente a la legislación, no es peligroso
permitir que los súbditos hagan un uso público de la propia razón y expongan públicamente al
mundo los pensamientos relativos a una concepción más perfecta de esa legislación, la que puede
incluir una franca crítica a la existente. También en esto damos un brillante ejemplo, pues ningún
monarca se anticipó al que nosotros honramos.

Pero sólo alguien que por estar ilustrado no teme las sombras y, al mismo tiempo, dispone de un
ejército numeroso y disciplinado, que les garantiza a los ciudadanos una paz interior, sólo él podrá
decir algo que no es lícito en un Estado libre: ¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis,
pero obedeced! Se muestra aquí una extraña y no esperada marcha de las cosas humanas; pero si
la contemplamos en la amplitud de su trayectoria, todo es en ella paradójico. Un mayor grado de
libertad civil parecería ventajoso para la libertad del espíritu del pueblo y, sin embargo, le fija
límites infranqueables. Un grado menor, en cambio, le procura espacio para la extensión de todos
sus poderes. Una vez que la Naturaleza, bajo esta dura cáscara, ha desarrollado la semilla que
cuida con extrema ternura, es decir, la inclinación y disposición al libre pensamiento, ese hecho
repercute gradualmente sobre el modo de sentir del pueblo (con lo cual éste va siendo poco a
poco más capaz de una libertad de obrar) y hasta en los principios de gobierno, que encuentra
como provechoso tratar al hombre conforme a su dignidad, puesto que es algo más que una
máquina.

Kant: Filosofía de la Historia. Ed. Nova. Buenos Aires.


ENSAYO

MODERNIDAD: CENTRO Y PERIFERIA


CLAVES DE LECTURA

José Joaquín Brunner

A partir de una revisión de la literatura sociológica pertinente pu-


blicada durante las últimas dos décadas, J. J. Brunner analiza los
fenómenos de desarrollo, difusión y recepción de la modernidad
dentro de la dialéctica centro/periferia. Enfoca la modernidad como
época histórica, entramado institucional, experiencia vital y un com-
plejo juego de discursos. El estudio conduce a replantear el debate
sobre la modernidad en la cultura de América Latina y examina
las diversas y contradictorias visiones que al respecto se han formu-
lado.

JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER. Realizó estudios de sociología de la educación en la Univer-


sidad Católica de Chile y en la Universidad de Oxford. Director del Programa de Educación,
Fundación Chile. Ex Secretario General de Gobierno (1994-1998). Ha sido profesor
e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y es autor
de numerosas publicaciones en los campos de la sociología, la educación y la cultura. Entre
estas últimas, El Caso de la Sociología en Chile: Formación de una Disciplina (1988); El
Espejo Trizado: Ensayos sobre Cultura y Políticas Culturales (1989); Educación Superior
en América Latina: Cambios y Desafíos (1990), Globalización Cultural y Posmodernidad
(1998).

Estudios Públicos, 83 (invierno 2001).


242 ESTUDIOS PÚBLICOS

¡Mi señora! ¡No entiende usted bien estos tiempos! ¡Lo


pasado pisado! ¡Pisado lo pasado! ¡Abóquese a las no-
vedades! Sólo las novedades nos atraen.
(J. W. Goethe, Fausto)

He didn’t ask, “Where will you spend eternity?” as


religious the-end-is-near picketers did but rather,
“With what, in this modern democracy, will you meet
the demands of your soul?”
(Saul Bellow, Ravelstein)

L a primera edición de la Enciclopedia Británica (1768-1771) no


registra entrada para el término modernidad. Define moderno escuetamen-
te, en cambio, como “en general, algo nuevo, o de nuestro tiempo, en
oposición a lo que es antiguo”. La más reciente edición (1995), en tanto,
dedica doce apretadas páginas al concepto modernización, con aproxima-
damente 16 mil palabras. Incluye capítulos sobre la revolución de la moder-
nidad, la naturaleza de la sociedad moderna, su difusión a la sociedad
mundial y el advenimiento de la posmodernidad. Durante los dos siglos que
median entre ambas ediciones, el interés y la producción intelectual sobre la
modernidad no han cesado de incrementarse. En la actualidad, una búsque-
da en Internet sobre dicho término en idioma inglés arroja 159 mil páginas
electrónicas y, en español, 47.9001.
¿A qué se debe tan notable incremento? Básicamente a dos fenóme-
nos que son parte, a su vez, del propio despliegue de la modernidad.
Primero, la sociedad moderna desarrolla una aguda conciencia sobre
sí misma. En efecto, “las prácticas sociales son constantemente examinadas
y reformadas a la luz de la información generada sobre esas mismas prácti-
cas, lo cual transforma constitutivamente su carácter” (Giddens, 1990,
p. 38). Esa conducta se manifiesta de dos maneras principalmente. De un
lado, como problematización de la vida cotidiana, donde los individuos
deben hacer sentido de sus existencias en un medio crecientemente “desen-
cantado”. Del otro, a nivel intelectual, por una acelerada acumulación y uso
del conocimiento en todas las esferas de la actividad humana especializada.
En esto inciden el desarrollo de la ciencia y la tecnología, la educación
superior masiva y la revolución de la información y las comunicaciones.
Con la modernidad el mundo se vuelve intensamente auto-reflexivo y sujeto
a conocimiento.

1 Buscador Google, 7 de febrero 2000.


JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 243

Segundo, los procesos de base que dan forma a la modernidad —esto


es, “una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de
todas las condiciones sociales, una inquietud y movimiento constantes [que]
distinguen a la época burguesa de todas anteriores” (Marx y Engels,
1872)— configuran un entorno de creciente complejidad y cambio. Ser
moderno equivale a vivir e interpretar el mundo como un constante proce-
so de creación y destrucción, en medio de ciclos de estabilidad y crisis
(Wittrock, 2000). Significa compartir una especial sensibilidad hacia “le
transitoire, le fugitif, le contingent”, como Baudelaire (1961, p. 677) carac-
terizó hace casi 150 años la esencia de esta época. Y no para “vivir a la
moda” ni meramente observar la agitada vida de la ciudad sino para arran-
car del instante sus posibilidades de historia2 y gozarlo, al final del día,
como mundo transformado por la actividad humana3. También por este
motivo la modernidad es tremendamente inquietante y obliga a un angustio-
so saber.
A pesar de esa proliferación, que en la literatura sociológica va,
digamos, de Simmel a Giddens, no parece existir una descripción de la
modernidad que reúna sus múltiples dimensiones en un único conjunto
coherente. Menos aún si a esa producción de suyo vasta se agrega la de las
restantes ciencias sociales y las interpretaciones historiográfica y de la filo-
sofía. La dificultad deriva del hecho que la modernidad necesita ser analiza-
da, simultáneamente, como época, estructura institucional, experiencia vital
y discurso. Este artículo ofrece una caja de herramientas para salir al en-
cuentro de esa necesidad.

Época

¿Dónde arranca y termina la modernidad? Los autores difieren pues


las perspectivas son distintas, igual como los intereses de conocimiento, las
ideologías autorales y la percepción sobre el fenómeno analizado. Según se
estime que el origen de la modernidad se encuentra en la reforma protestan-

2 Según expone el propio Baudelaire: “Pero no hay que engañarse. Constantin Guys

no es un flaneur; lo que hace de él, a los ojos de Baudelaire, el pintor moderno por excelencia
es que a la hora en que el mundo entero abraza el sueño, él se pone a trabajar y lo transfigura.
Dicha transfiguración no es anulación de lo real, sino juego difícil entre la verdad de lo real y
el ejercicio de la libertad” (Foucault, 1999, p. 344).
3 Recuérdese el famoso pasaje del Fausto: “Quisiera ver una muchedumbre así en

continua actividad, hallarme en un suelo libre en compañía de un pueblo también libre.


Entonces podría decir al fugaz momento: ‘Deténte, pues; ¡eres tan bello!’ La huella de mis
días terrenos no puede borrarse con el transcurso de las edades. En el presentimiento de tan
alta felicidad, gozo ahora del momento supremo” (Goethe, 1999, p. 390).
244 ESTUDIOS PÚBLICOS

te, o la Ilustración, o la revolución francesa, o la revolución industrial o el


modernismo estético, su comienzo se fechará, respectivamente, a comien-
zos del siglo XVI, durante el siglo XVII, a fines del XVIII, a caballo entre
éste y el siguiente o al iniciarse el siglo XX, con la década cubista. Ahora
bien, si se quiere criticar la modernidad, el punto de arranque deberá mos-
trar, por sí solo, su rostro amenazante. Como hace un historiador británico
cuando anuncia: “el mundo moderno comenzó el 29 de mayo de 1919”,
recordando el día en que Eddington probó empíricamente la teoría de la
relatividad de Einstein. De ahí en adelante se habría confundido, “equivoca-
da, pero quizá inevitablemente”, relatividad con relativismo. Tal tesis per-
mite al autor sostener seguidamente que, a partir de ahí, la idea de un
absoluto quedó sepultada: “absoluto del tiempo y el espacio, el bien y el
mal, del conocimiento, sobre todo de los valores” (Johnson, 1985: 4). Di-
cho en serio, es probable que la modernidad traiga consigo el germen de su
propia destrucción, el nihilismo, el cual, como señala Vattimo (1990) signi-
fica precisamente el fin de los valores supremos4.
Similar enredo reina en torno al fin de la modernidad. Por de pronto,
no es una idea que concite acuerdo intelectual, según se aprecia en el
debate entre modernidad y posmodernidad (Casullo, 1989). En seguida, sus
propios sostenedores hacen coincidir dicho fin con diferentes fenómenos,
tales como la emergencia de la sociedad post-industrial, la revolución infor-
mática, el desplome del socialismo burocrático, la globalización de los
mercados y la pérdida de crédito —y consiguiente incredulidad— frente a
las meta-narraciones o grandes relatos que sirven como eje discursivo a la
modernidad.
¿No hay manera, entonces, de encontrar un terreno común? No es
así. De hecho, la narrativa estándar sitúa el origen de la modernidad en el
siglo XVII, cuando surgen nuevos y poderosos modos racionales de pensar
la naturaleza y la sociedad (Toulmin, 1990). En la querella entre antiguos y
modernos éstos salen triunfantes justamente en virtud —se dice— de sus
métodos racionales superiores encarnados en las ciencias, la ingeniería y la
teoría política.
No todos concuerdan con dicha narrativa, sin embargo 5. Se le critica
exagerar la influencia de los antecedentes intelectuales de la modernidad

4 “Sólo allí donde no está la instancia final y bloqueadora del valor supremo Dios,

los valores se pueden desplegar en su verdadera naturaleza que consiste en su posibilidad de


convertirse y transformarse por obra de indefinidos procesos” (Vattimo, 1990, p. 25).
5 Según J. C. Alexander (1995) el desarrollo teórico de las ciencias sociales de

posguerra en los países centrales puede interpretarse como una conflictiva sucesión de narra-
tivas teórico-ideológicos sobre la modernización.
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 245

(Wagner, 1994), error que sería compartido tanto por quienes adelantan
esos antecedentes al siglo XVI —con la reforma protestante según hace
Barzun (2000) o con el humanismo renacentista según prefiere Toulmin
(1990)— como por quienes los postergan hasta el ottocento, con Kant y la
Ilustración, según propugna Habermas (1988).
En efecto, la modernidad no es asunto de un petit troupeau des
philosophes o de antecedentes intelectuales solamente. No surge de la cabe-
za de los pensadores del Siglo de las Luces, o de los reformadores religio-
sos, o de los enciclopedistas franceses, por valiosa que haya sido la contri-
bución de cada uno de esos grupos. En el trasfondo de la modernidad hay
toda una transformación de época y civilización, que trae consigo nuevas
ideas, instituciones, experiencias y discursos.
Respecto de la influencia de la Ilustración, en tanto, no puede esqui-
varse el hecho de que ella posee dos caras; una que pone énfasis en la
regulación y construcción del orden (racional) desde arriba y otra que su-
braya el principio de la auto-regulación (Bauman, 1990, 1987). A un lado
la libertad de los modernos (Brunner, 1992a); al otro, las modernas discipli-
nas descritas por Foucault (1977).
Es vital entender todo esto para luego comprender cómo se difunde
la modernidad fuera de su espacio europeo-occidental de origen. De lo
contrario, si se insiste en una exclusiva genealogía filosófico-ideal de lo
moderno, pronto se ve uno obligado a lamentar que los pueblos hispánicos
no hayan tenido una edad crítica. Dicho en otras palabras, que no hayan
seguido automática y fielmente el patrón de desarrollo de la modernidad
que implícitamente se postula como universal y, por ende, el único válido.
Según ha dicho gráficamente Octavio Paz: “la gran diferencia entre Francia
e Inglaterra por un lado, y España e Hispanoamérica, por el otro, es que
nosotros no tuvimos siglo XVIII. No tuvimos ningún Kant, Voltaire, Dide-
rot, Hume” (O. Paz, 1979, pp. 44, 34-35)6.
Tampoco hay discrepancias en cuanto a que la modernización arran-
ca en América Latina durante el siglo XIX, junto con la constitución de los
estados nacionales y el incipiente desarrollo de la producción capitalista.
Más discutida, en cambio, es la idea de que la asimilación social de la
modernidad se habría iniciado recién a comienzos del siglo XX, junto

6 Mucho antes la historiografía anglosajona sobre la España del siglo XVI había

constatado esta peculiaridad. De que, como dice B. Hamilton (1963), España “permaneció
casi intocada por la Reforma protestante o el Renacimiento en su forma italiana; no tuvo una
revolución científica que pueda ser citada, ni un equivalente de Hobbes o Locke; ningún
surgimiento de individualismo político, nada de teoría de contrato social, ninguna revolución
industrial”. Para un tratamiento innovador de estas materias puede consultarse R. Morse
(1982).
246 ESTUDIOS PÚBLICOS

con la emergencia de “un sistema de producción cultural diferenciado para


públicos masivos” (J. J. Brunner et al., 1989), incluso con independencia de
si los contenidos transmitidos se ajustan o no a los estándares de la Ilus-
tración.

Estructura institucional

Nadie objeta, a esta altura, la formulación de T. Parsons (1964) en el


sentido de que la organización burocrática, el dinero y los mercados,
un sistema legal con normas universalistas y la asociación democrática
—tanto en sus formas gubernamental como privada— pertenecen “a la
estructura del tipo moderno de sociedad”. La dificultad estriba, más bien,
en saber: (i) si acaso esos componentes son suficientes para explicar socio-
lógicamente la modernidad y (ii) cómo se difunden dentro de una misma
sociedad y progresivamente a otras, hasta abarcar todas las regiones del
mundo.
Respecto a (i), la literatura especializada entrega diversas respues-
tas. Pero, en definitiva, todas revuelven sobre los mismos componentes.
Así, por ejemplo, las dimensiones institucionales de Giddens (1990, cap. II)
—capitalismo, industrialismo, supervisión (surveillance) y poder militar—
corresponden, el primer par, a modos de organización de la economía en
función de los mercados y, el segundo par, a expresiones burocráticas en
función del poder. A veces se reduce la modernidad a uno sólo de esos
componentes, como hace la Enciclopedia Británica (1995: 280) cuando
enuncia: “la sociedad moderna es la sociedad industrial. Modernizar una
sociedad es, ante todo, industrializarla”. En otras ocasiones los componen-
tes se multiplican y combinan: “la democracia con el industrialismo, la
educación generalizada con la cultura de masas, los mercados con las gran-
des organizaciones burocráticas” (J. Larraín, 1996: 20).
Suele acusarse a ese tipo de enfoque de ser puramente descriptivo y
faltarle, en consecuencia, “una teoría suficiente” para las cuestiones que
aborda (Luhmann, 1997). No es acertada esa acusación, sin embargo. En
efecto, tanto los analistas clásicos de la modernidad como sus epígonos
poseen una teoría explicativa, trátese de la racionalización del mundo en
Weber, retomada luego por Habermas (1988) y Touraine (1994); o del
capitalismo y la burguesía en Marx, tesis reelaborada por Berman (1982); o
de la división del trabajo y la diferenciación de las sociedades en Dur-
kheim, tema que después asume el mismo Luhmann (1997) .
Respecto a (ii), sostiene S. Huntington que la modernización, amén
de ser un proceso revolucionario —“un cambio radical y total en los patro-
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 247

nes de la vida humana”— es un proceso complejo que abarca “todas las


áreas del pensamiento y el comportamiento humanos”. Incluiría, al menos,
la industrialización, la urbanización, la movilidad social, la diferenciación,
la secularización, la expansión de los medios de comunicación, un incre-
mento de la alfabetización y de la escolarización y una ampliación de la
participación política (Huntington, 1968). A esa visión, compartida amplia-
mente entre los analistas, le falta sin embargo un tamiz más fino para
identificar los dispositivos que operan concreta y vitalmente como soportes
de transmisión y difusión de la modernidad. Una reciente historia del siglo
XVII británico ofrece un análisis de esa naturaleza. Amplía el círculo de
dispositivos transportadores de modernidad para incluir elementos tan dis-
pares como nuevos cánones del gusto; estilos de sociabilidad y visiones de
la naturaleza humana; el desarrollo de los espacios culturales urbanos,
como cafés, tabernas, sociedades eruditas, salones, clubes de debate, asam-
bleas, teatros, galerías y salas de concierto; el establecimiento de hospitales,
prisiones, escuelas y fábricas; la difusión del periódico y la aceleración de
las comunicaciones; el comportamiento de los consumidores y el marketing
de nuevos productos y servicios culturales (Porter, 2000). Según muestra el
autor, son esos dispositivos los que producen el efecto de reorganizar el
entramado de la vida con inevitables consecuencias sobre las perspectivas
sociales y las agendas de realización personal. Habremos de volver sobre
esto al referirnos a la modernidad como experiencia.
Pues bien, ¿cómo se despliegan concretamente los procesos de mo-
dernización, tanto en sus aspectos “macro” como de tamiz fino? Imposible
responder en tan breve espacio. De todas formas, caben cinco breves consi-
deraciones.
Primero, dentro del naciente orden capitalista, ya en el siglo XV
existían lo que hoy llamamos países desarrollados por un lado y países
subdesarrollados por el otro; han cambiado las naciones favorecidas pero,
“en lo que respecta a sus leyes, el mundo no ha cambiado apenas: sigue
distribuyéndose, estructuralmente, entre privilegiados y no privilegiados”
(Braudel, 1994, p. 86). Luego, la difusión de la modernidad —asunto dis-
tinto a los procesos de modernización que operan siempre “desde dentro”—
posee una dirección estructural: desde el polo privilegiado, el centro, hacia
la periferia. Lo anterior vale tanto para la Gran Bretaña del siglo XVII,
tocante a la relación entre Inglaterra, por un lado, y Gales, Irlanda y Esco-
cia por el otro (Porter, 2000, cap. 10), como para la América Latina de los
siglos XIX y XX en relación con Europa y Estados Unidos.
248 ESTUDIOS PÚBLICOS

Segundo, si bien la modernidad transmitida desde el centro posee un


núcleo común —un “programa cultural” que gira en torno a “una concep-
ción del futuro caracterizado como un horizonte de diversas posibilidades
realizables a través de la acción humana autónoma” (Eisenstadt, 2000: 3)—,
su construcción histórica, en cambio, incluso en el centro, adopta una varie-
dad de formas en lo tocante a las ideas que la informan, el ordenamiento de
su estructura institucional y los agentes sociales que la impulsan (Porter,
2000; Witrock, 2000; Heideking, 2000; Touraine, 1994).
Tercero, dichos procesos de difusión —igual que la experiencia de
la modernidad— necesitan entenderse, por tanto, no sólo desde el centro y
su punto de vista imperial sino también desde las periferias receptoras, con
su propia matriz institucional —capitalismo, urbanización, burocracia,
etc.— y sus micro-dispositivos de recepción y re-transmisión de la moder-
nidad.
Cuarto, en las sociedades periféricas, a su turno, los procesos de
modernización operan no sólo bajo la presión de fuerzas ciegas (el merca-
do, la burocracia, la secularización, la mediatización de la sociedad, etc.)
sino que hay, además, agentes sociales y políticos que impulsan dichos
procesos. Sobre éstos interesa señalar que —por opuestos que puedan ser
sus proyectos modernizadores— siempre forman parte de la “población
incluida” y, por eso, una de las cuestiones centrales de la modernización
viene a ser la relación que se establece entre esos agentes con los grupos
excluidos (indígenas, por ejemplo), los factores tradicionales y en general
los elementos que entran en tensión con el secularismo, de manera de
asegurar así una base inclusiva para la modernidad (Eickelman, 2000; Göle,
2000; Robles, 2000; Franco, 1992, pp. 79-109; Noemi, 1997).
Quinto, los procesos de difusión / adopción / adaptación de la mo-
dernidad en la periferia configuran, inevitablemente, constelaciones cultu-
ralmente híbridas, mezcla de elementos culturales heterogéneos, disconti-
nuidades y reciclamientos, fenómenos todos que adquieren su singularidad
exclusivamente dentro del contexto socio-histórico en que tienen lugar7.
Debe repararse, con todo, a riesgo de caer en un macondismo, figura de la
que hablamos más adelante, que la modernidad se construye, también en el
centro, a través de dichas mezclas y contradictorias superposiciones de
tecnologías, modos de producción, temporalidades, pautas de vida y valora-

7 Según señala Carlos Fuentes en una entrevista (1992, p. 35): “Acabo de escribir

una novela sobre eso, y se llama La Campaña. Empieza en Buenos Aires, la noche del 25 de
mayo de 1810, y termina en Veracruz, México, diez años después; y son las aventuras,
precisamente, de la Ilustración en tierras aztecas y de incas y de negros y de esclavos y todas
estas cosas”.
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 249

ciones. Así por lo demás lo observa Sarmiento en su viaje europeo el año


1845, que lo lleva a descubrir, junto a la industrialización “toda una vasta
Europa de estilo de vida inesperadamente arcaico” (Halperin Donghi, 1987,
pp. 196-211).

Experiencia

Max Weber sostenía que a sus contemporáneos debía resultarles casi


imposible imaginar el desgarro que significó el paso desde una sociedad
“donde el más allá significaba todo” a una donde la razón triunfa y se erige
en motor de la ilustración moderna. Tras haber vivido inmersas por siglos
en sus comunidades, donde la economía se hallaba subordinada a fines
políticos o culturales, las personas debían ahora satisfacer sus necesidades
en el mercado y vender allí su trabajo, aceptar la disolución de los lazos
tradicionales y la profanación de todo lo que hasta ayer habían creído
venerable y seguro. En un primer momento, “no entendían qué era lo que
las afectaba” y “andaban a tientas […], en busca de un vocabulario” con el
cual compartir “sus desgracias y sus esperanzas” (Berman, 1989: 68). En un
segundo momento, en cambio, ya en el siglo XIX, el entorno había cambia-
do completamente. El centro —o sea, aquel núcleo de ciudades donde es
más intensa la experiencia de la vida moderna; el París de Benjamin o el
Berlín de Simmel (Frisby, 1992)— da origen a nuevas vivencias y a una
nueva conciencia de ellas.
Nacidas de una sociedad donde “todo lo sólido se desvanece en el
aire”, ellas son producto de la vorágine causada por el capitalismo. Es una
sociedad que arroja a las personas a “un remolino de desintegración y
renovación perpetuas, de conflicto y contradicción, de ambigüedad y angus-
tia” (Berman, 1989). El mundo exterior es percibido por tanto como un
incesante flujo de actividades y situaciones siempre nuevas. Al mismo tiem-
po, esos momentos fugaces y fragmentarios pasan a constituirse en el eje de
nuestra vida interior. Al individuo moderno “ningún deleite le satisface,
ninguna dicha le llena, y así va sin cesar en pos de formas cambiantes”
(Goethe, 1999, pp. 390-391). Precisamente, para Simmel la esencia de la
modernidad reside en “el psicologismo, la vivencia e interpretación del
mundo en función de las reacciones de nuestra vida interior y, de hecho,
como un mundo interior”8.

8 Georg Simmel, “Die Kunst Rodins und das Bewegungsmotiv in der Plastik”.

Citado en D. Frisby (1992, p. 94)


250 ESTUDIOS PÚBLICOS

¿Cómo confluyen ambos aspectos, el mundo exterior en continua


transformación y su interiorización como mundo de vida en constante pro-
ceso de renovación? M. Berman responde con la descripción más potente y
hermosa con que1 contamos hasta ahora: “Ser modernos es encontrarnos en
un entorno que nos promete aventuras, poder, alegría, crecimiento, transfor-
mación de nosotros y del mundo y que, al mismo tiempo, amenaza con
destruir todo lo que tenemos, todo lo que sabemos, todo lo que somos”9.
¡Ahí está! Un mundo exterior —pleno de posibilidades y riesgos— que, en
el mismo acto, experimentamos al interior con ambigüedad y angustia,
como auto-realización y destrucción de uno mismo. Giddens (1991) ha
elaborado sociológicamente tales tópicos bajo el concepto de las tensiones
y tribulaciones que envuelven la construcción y trayectoria de la identidad
personal en la alta modernidad.
¿Podemos aceptar entonces, sin más, que tales son las vivencias
típicas de la modernidad? ¿O se trata, más bien, de la experiencia propia
del núcleo más dinámico del mundo, donde se concentra “toda una moder-
nidad económica avanzada” y se reúnen “el esplendor, la riqueza y la
alegría” (Braudel, 1994, pp. 96-97); esto es, Londres, París, Viena, Amster-
dam o Nueva York? Incluso dentro de aquel núcleo urbano, ¿a quien co-
rresponde esa clase de vivencias? ¿A cualquier ciudadano o sólo a un
determinado grupo social —esa burguesía a la que Marx atribuye un “papel
altamente revolucionario” en la historia? Y, todavía más acotadamente,
¿acaso no cabe imaginar que dicha experiencia corresponde, en realidad,
sólo a los representantes intelectuales y artísticos de la visión clásica del
modernismo —el Fausto de Goethe, el Manifiesto de Marx y los poemas en
prosa sobre París de Baudelaire— y al modernismo de comienzos del siglo
XX; el simbolismo, el expresionismo; el futurismo, el constructivismo, el
surrealismo? (Anderson, 1989).
Tampoco es evidente que exista una suerte de nexo necesario entre
un grupo social —la burguesía revolucionaria “que no puede existir sino a
condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de produc-
ción”— por un lado y, por el otro, una determinada experiencia humana
vivida como un torbellino de emancipación y desintegración. La acción
sobre la economía no se traduce inmediata ni unívocamente en la psicología
de los individuos o los grupos. Para confirmarlo basta pensar que no existe
una única manera en que las diferentes burguesías modernizantes interiori-
zan los efectos de su acción sobre el mundo. Las elites del sudeste asiático,
por ejemplo, o la burguesía chilena que impulsa la modernización de la

9 M. Berman (1993, p. 3)
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 251

economía durante los años ’70 y ’80 del siglo pasado en alianza con los
militares, ciertamente no han vivido la misma experiencia —de “autoensan-
chamiento y autodescomposición”— que según Berman singulariza la vi-
vencia de la burguesía europea-occidental del siglo XIX. Lo interesante,
más bien, es que cada una de esas burguesías adquiere en el transcurso de
dicho proceso, cada una a su propia manera —y a través de las respectivas
mediaciones religiosas, ideológicas, familiares, de tradición, de posición en
la sociedad y el Estado—, una específica sensibilidad moderna (Berger et
al., 1988; Brunner, 1981).
En suma, no hay algo así como una única vivencia prototípica de la
modernidad, situada por fuera y por encima de los límites de la geografía,
el tiempo, la clase social y las culturas locales. Sin duda, hay una matriz
común —magistralmente captada por Berman— pero, en seguida, existe
una gran variedad de modalidades espirituales, vitales, materiales, tempora-
les, sociales y espaciales a través de las cuales los elementos de esa matriz
se combinan y especifican, según se trate de la ciudad de Nueva York de
Allen Ginsberg (Berman, 1995: cap. 5), de Santiago de Chile durante la
época de Balmaceda (Subercaseaux, 1988), de Lima en el 900 (Ortega,
1986), de Buenos Aires entre 1920 y 1930 (Sarlo, 1988), de las vanguar-
dias estéticas latinoamericanas a comienzos del siglo XX (Moraes Belluzo,
1990), de las mujeres islámicas en la esfera pública (Göle, 2000), de las
elites nacionalistas de la India (Kaviraj, 2000), de los guetos contemporá-
neos en Kingston o Brixton y en el banliue parisino (Brunner, 1998), de
Tijuana —aquel lugar “donde las fronteras se mueven” entre México y
Estados Unidos (García Canclini, 1989)— o de grupos modernizantes bajo
influencia de la tradición confuciana (Weiming, 2000).

Discurso

No hay mejor manera de entender la modernidad como época, es-


tructura institucional y experiencia vital que atender a los discursos con que
ella habla de sí a través de las múltiples voces “de la calle y del alma”, de
pensadores y artistas, de la plaza y el mercado, de ciudadanos y personas
privadas. Por eso los textos más sugestivos sobre la modernidad son preci-
samente aquellos que con inteligencia reúnen y dejan hablar a un mayor
número de voces. A partir de esas expresiones se construyen luego las
explicaciones —de segundo orden— sobre la modernidad; los relatos de su
proyecto y trayectoria. Y también la crítica de aquellos, en un entramado
discursivo cada vez más denso y polifónico.
252 ESTUDIOS PÚBLICOS

Se recordará que existe una narrativa estándar sobre el origen y


despliegue de la modernidad, cuyo foco explicativo se encuentra —siguien-
do a Max Weber— en el proceso cada vez más intenso de racionalización
del mundo. La amplia aceptación de tal tesis importa el predominio, asi-
mismo, de una visión racionalista sobre el significado de la modernidad
(Toulmin, 1990, p. 81). A su turno, y como reacción a lo anterior, varias
vertientes críticas de la modernidad giran también en torno a la problemáti-
ca de la racionalización —separación entre racionalización y subjetivación
(Touraine, 1997), contraposición entre racionalidad formal y sustantiva
(Habermas, 1988)— en tanto que el posmodernismo emprende directamen-
te la desconstrucción de la racionalidad moderna (Lyotard, 1984).
Por lo demás, dicho marcado énfasis en la razón instrumental y
calculadora, y en el proyecto de racionalización de la sociedad, explicaría
el carácter “a-cultural” tanto de las teorías positivas como negativas sobre
la modernidad. Quiere decir que unas y otras describen las transformacio-
nes que trae consigo la modernización (y sus efectos creativos o destructi-
vos) en términos de operaciones “culturalmente neutras”, independientes
por tanto de los contextos culturales donde esas transformaciones ocurren.
Se parte así de la creencia que la modernidad constituye un “paquete”
universalmente aplicable y que, en todos los casos, sus consecuencias son
uniformes, para bien o para mal (Taylor, 1992).
Por nuestra parte, también en América Latina contamos con una
versión estándar sobre la recepción de la modernidad. Uno de sus rasgos
más distintivo es que, en vez de tener un carácter a-cultural, ella es, al
contrario, densamente cultural, buscando entender las dinámicas y efectos
de la modernización dentro de contextos situados de significación. Se trata
de una narrativa elaborada a lo largo de las dos últimas décadas del siglo
XX con la participación de la sociología y la antropología (García Canclini,
1994), conjuntamente con historiadores(as), analistas culturales, ensayistas
y escritores de ambos sexos. Busca responder a la pregunta más general
sobre cómo se transmiten y difunden, desde un centro avanzado, las institu-
ciones y la experiencia vital de la modernidad y cómo se reciben, adaptan y
experimentan en las regiones intermedias y marginales (Braudel, 1994,
pp. 97-101). Esta cuestión se ha vuelto crucial desde el momento que la
globalización está sirviendo de acelerador y multiplicador de la moderniza-
ción alrededor del mundo (Roberts y Hite, 2000).
¿En qué consiste, entonces, dicha versión latinoamericana estándar?
Básicamente, en una interpretación de la modernidad vista desde los dispo-
sitivos —la ciudad, el mercado, la escuela, la esfera privada, el consumo,
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 253

los mass media; en general, por tanto, desde las mediaciones (Barbero,
1999, 1987)— como una experiencia de heterogeneidad cultural (Brunner,
1994, 1992) que se constituye por vía de múltiples hibridaciones de signifi-
cados (García Canclini, 1993, 1989).
Según Herlinghaus y Walter (1994), esta versión ofrece dos aportes
originales.
Primero, una asimilación creativa de las ideas posmodernas para
analizar la modernidad, explotando su naturaleza y vivencia fragmentarias,
de collage, superposiciones, mezcla de temporalidades, disyunciones, su
carácter ambiguo, combinado, sus enmascaramientos e ironías, sus flujos y
entrecruzamientos, sus entradas y salidas, sus maneras desiguales de estar
presente / ausente, sus espacios y expresiones, sus desigualdades y convul-
siones; todo eso sin dejar de confrontar los procesos de economía política y
de poder global que organizan la matriz de la modernidad en la región 10.
De hecho, se ha argumentado que lo posmoderno sería una expresión avant
la lettre que adopta la modernidad en América Latina (Brunner, 1992, pp.
102-107); por tanto, no el final de ésta sino, más bien, su comienzo como
manifestación cultural de la globalización11. En vena similar suele decirse
que América Latina se encuentra con la modernidad no a partir de los
textos escritos sino de las imágenes de la televisión; no de la mano de Kant
sino de Madonna. J. M. Barbero (1999) proporciona a este respecto un fino
análisis sobre la relación entre modernidad y medios de comunicación ma-
siva, entre oralidad y nuestra “modernidad diferente”.
Segundo, el desarrollo de una concepción de modernidad que, bajo
el signo de una “modernidad periférica”, opera sobre la base de muy marca-
dos “imaginarios de lo propio”; imaginarios posibles de invocar mediante
algunas de las dicotomías del “discurso identitario” latinoamericano de los
últimos dos siglos: civilización / barbarie, modernización / modernismo,
dependencia / autodeterminación, nacional / global, democracia / autorita-
rismo12. Nótese que el discurso sobre lo propio y la identidad se presenta
ahora: (i) imbricando distintas modalidades de la cultura (alta, media, baja;
de elite / popular; popular y de masas; local / cosmopolita; tradicional /

10 Conviene recordar aquí la prevención de Harvey (1997, p. 117): que uno de los

peligros de las descripciones posmodernas es que evitan confrontar las realidades de la


economía política y las circunstancias del poder global y terminan así celebrando las reifica-
ciones y fragmentaciones, los ocultamientos, los fetichismos locales y grupales, y negando
toda forma de teoría que pudiera capturar los procesos económico-políticos.
11 Para un análisis de la tesis del posmodernismo latinoamericano avant la lettre,

véase Yúdice (1992).


12 Un excelente texto donde se despliega esta conversación sobre los tópicos y

dicotomías de la ilustración, la modernidad y la identidad latinoamericana es Marras (1992).


254 ESTUDIOS PÚBLICOS

moderna; oral / escrita / electrónica / multimedia); (ii) a partir del análisis


de procesos de globalización, nación y mercado, y (iii) en relación a sujetos
que están, ellos a su vez, continuamente en tren de crear y renovar sus
identidades. Según expresa gráficamente Carlos Monsiváis (1994, p. 158):
“En todas partes la cultura de masas intenta volverse real a sí misma hacien-
do que la gente experimente sus vidas de acuerdo a los modelos industria-
les. Y dijeron los medios masivos: ésta, y no otra, es la vida del pueblo y al
pueblo le gustó su imagen y su habla y procuró adaptarse a ella. […] Lo
nacional (lo Nuestro) y lo social (deberes y derechos voluntariamente asu-
midos) corren hoy, públicamente, a cargo de la alianza incierta de las
costumbres, la interiorización de la voluntad estatal, los islotes democráti-
cos y comunitarios… y las canciones, la radio, el cine, el teatro comercial y
la televisión”. ¡No cabe mejor definición!
La particular recepción latinoamericana de la modernidad13 —dife-
rente, por ejemplo, a la que Berman (1995, cap. 4) describe para la Rusia
del siglo XIX, Eisenstadt (2000) para sociedades no-occidentales y Göle
(2000) para algunas naciones islámicas— da lugar a ciertas experiencias
típicas de relación con la modernidad central.
En un extremo, ésta se impone por ausencia obligando a la periferia
a asumirla como un simulacro; la historia se vuelve un baile de máscaras
(Paz, 1992). La idea subyacente aquí es que América Latina no puede tener
una verdadera modernidad (o sea, la modernidad central), pues le faltan los
antecedentes intelectuales y las instituciones que le dieron origen en Euro-
pa. Dicho déficit histórico conduciría a una experiencia de la modernidad
como disfraz que encubre y disimula. Escuchemos a Octavio Paz (1979,
p. 64): “Realidades enmascaradas: comienzo de la inautenticidad y la men-
tira, males endémicos de los países latinoamericanos. A principios del siglo
XX estábamos ya instalados en plena pseudomodernidad: ferrocarriles y
latifundismo; constitución democrática y un caudillo dentro de la mejor
tradición hispanoárabe, filósofos positivistas y caciques precolombinos,
poesía simbolista y analfabetismo”. La misma idea se reitera en varios
autores. Entre ellos Gruzinski (1993, pp. 83-84) agrega un giro interesante.
Señala que la “ausencia de revolución industrial, de alfabetización y de
democratización a la europea” habría llevado a “pasar sin transición de un
prolongado mundo barroco que no terminaría nunca de extenderse a lo
largo de los siglos XIX y XX, al mundo neo-barroco de la posmodernidad”.
Esta idea empalma bien con aquella otra según la cual América Latina tuvo

13“Su modo descentrado, desviado de inclusión y de apropiación de la modernidad”,


como bien dice Barbero (1999, p. 86).
JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 255

(y luego destruyó) una “modernidad barroca”, alternativa a la modernidad


ilustrada (C. Cousiño, 1990).
Según esta visión, la modernidad nos viene impuesta desde fuera y,
en el proceso de adaptarnos a ella, se generan simulacros y distorsiones. La
periferia imita al centro. Le pide prestado un traje histórico que le viene
mal y la desfigura. Es una perspectiva emparentada con las teorías de la
dependencia y el imperialismo cultural, así como con las corrientes acadé-
micas que, en su momento, analizaron la comunicación como un proceso
uni-direccional y sus efectos sobre las naciones y las personas como una
verdadera jaula simbólica.
En el extremo opuesto, la periferia dialoga con los temas de la
modernidad central y global como propios. Es decir, se los apropia ya sea
con imaginación, con irreverencia, con adaptación o con adopción recepti-
va; sin imitarlos o simularlos meramente sino en comunicación directa con
ellos. Evidentemente, no se trata de una comunicación libre de trabas ni
distorsiones, desde el momento en que opera a través de las estructuras y
dispositivos de la desigual distribución mundial del capital, el conocimiento
y las tecnologías (Brunner, 1998). Es una modernidad de inscripciones
múltiples y ya no sólo una de “doble inscripción”, de la que habla Beatriz
Sarlo (1988, pp. 44, 48) a propósito de Borges: “europeo acriollado, hom-
bre con origen; ciudadano del mundo y al mismo tiempo de una patria que
limita estrictamente con Buenos Aires. […] Vinculado con esto, un princi-
pio que Borges proclama: la originalidad no es un valor”. Esta última frase
podría estar inscrita en el umbral de la modernidad latinoamericana. Sugie-
re que ella puede “leerse” solamente como expresión de una inter-textuali-
dad; es un producto de transferencias, citas, apropiaciones, adquisiciones,
pillajes incluso; un gran y desordenado proceso de acumulación cultural a
partir de medios precarios y ricas, complejas, mediaciones. Y, a partir de
allí, una apertura a lo universal. “Pero, ¿cuál es la universalidad postulada?
Precisamente la que cultivará Borges desde entonces: colocarse, con astu-
cia, en los márgenes, en los repliegues, en las zonas oscuras, de las historias
centrales. La única universalidad posible para un rioplatense”. Al mismo
tiempo, Borges elabora los mecanismos de su ficción que le permiten parti-
cipar en la universalidad: “citas, traducciones, versiones desviadas, fal-
sificaciones” (Sarlo, 1988, p. 49), similares por tanto a los dispositivos
culturales que América Latina emplea para participar en las corrientes de la
modernidad contemporánea.
En suma, “ya no se trata de indagar qué hacen con nosotros, sino de
preguntar al mismo tiempo qué hacemos nosotros con aquello que hacen de
nosotros” (Barbero, 1999, p. 68). Aquí la modernidad global se impone por
256 ESTUDIOS PÚBLICOS

adopciones y transferencias y genera respuestas adaptativas y de integra-


ción; en esencia, procesos endógenos y exógenos imbricados. A partir de
allí hay “una experiencia compartida de las diferencias pero dentro de una
matriz común proporcionada por la escolarización, la comunicación televi-
siva, el consumo continuo de información y la necesidad de vivir conectado
comunicativamente en la ciudad de los signos” (Brunner, 1994, p. 77).
Amén de los procesos más generales de transformación del entorno global:
un mercado mundial capitalista en expansión y altamente cíclico; un indus-
trialismo que adopta nuevas formas bajo la presión incesante de las tec-
nologías; medios de comunicación y control cada vez más interactivos y
personalizados; movimientos masivos de gente dentro y entre naciones;
internacionalización del derecho; drásticas redistribuciones de la división
del trabajo y las ocupaciones con efectos masivos sobre el empleo; revolu-
cionario incremento del conocimiento y los sistemas expertos en las más
diversas esferas de la vida y multiplicación de los riesgos manufacturados
(Beck, Giddens y Lash, 1994). En fin, esta visión se encuentra emparentada
con las teorías de la globalización y de las modernidades múltiples 14 y con
las corrientes hermenéuticas de la comunicación y el análisis cultural. Sus
sostenedores son criticados por el sector que sospecha de los simulacros de
la modernidad latinoamericana pero, en cambio, suelen posicionarse exito-
samente en el mercado de los analistas simbólicos (R. Reich, 1992), en
particular, de las consultorías internacionales y del applied knowledge
management.
Entre ambas visiones se despliega un amplio abanico de posiciones
discursivas sobre la modernidad latinoamericana. Aquí destacaremos el
“macondismo” y el “marianismo” cerca del polo del simulacro y, al otro
lado, próximas al polo de integración a la modernidad global, dos visiones
opuestas sobre ésta y su futuro
Macondismo y marianismo son fuentes importantes de la escuela del
simulacro. Macondismo: sería una manera de manifestar “lo misterioso, o
mágico-real, de América Latina; su esencia innombrable por las categorías
de la razón y por la cartografía política, comercial y científica de los mo-
dernos” (J. J. Brunner, 1994, pp. 63-68). Una estrategia intelectual, por
ende, destinada a subrayar nuestra diferencia esencial —no nuestra moder-
nidad diferente; “quiere decir: no podrán entendernos (a los latinoamerica-
nos) fácilmente”, admonición dirigida ante todo al mercado académico del

14 Véanse los artículos de la revista Daedalus (2000) dedicados a “multiple moderni-

ties”, en particular Eisenstadt (2000) y la bibliografía ahí citada.


JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 257

norte donde la divisa de la différence se cotiza al alza15. Quiere decir,


también: ‘¡modernidad: no te aceptaremos fácilmente!’ Es decir, un espe-
cífico sentimiento de rechazo, malestar y desajuste frente a la modernidad y
sus riesgos. En el fondo, se trata de un escamoteo de la historia que, como
bien señala Halperin Donghi (1987, pp. 277-294), ocurre simultáneamente
en la literatura mágico-realista y en las ciencias sociales latinoamericanas
de los años sesenta. Mientras aquella mistifica la imagen de América Latina
y la sumerge en un tiempo cíclico y una naturaleza prodigiosa, las ciencias
sociales —a su turno— la mistifican al declarar agotada su realidad y
postular que ella sólo puede redimirse a través de una revolución “a la vez
necesaria e imposible”.
A pesar de lo difundido de este sentimiento en círculos intelectuales,
artísticos, académicos y políticos de la región, nadie, sin embargo, confiesa
de buen grado navegar en las corrientes del macondismo. Más que de una
escuela de pensamiento se trata en consecuencia de una perspectiva, un
estilo, un “momento” que aparece en los análisis culturales latinoamerica-
nos, con mayor o menor énfasis según los autores16.
El marianismo17, por su lado, postula que la cultura latinoamericana
tiene un substrato católico-barroco constituido durante los siglos XVI y
XVII, el cual conformaría un peculiar ethos cuyas características esenciales
son dos. Primero, es resistente frente a los intentos modernizadores de las
15 Pues existe, como dice Nelly Richard (1994, pp. 220-222) a propósito de la

difusión del “léxico posmoderno de la crisis de la centralidad”, una positiva re-significación


de “lo marginal” y, en esa misma medida, una “revalorización cultural de la periferia”. Este
fenómeno viene de más atrás sin embargo. Ya para el período de los sesenta del siglo pasado,
se ha observado de la existencia en los Estados Unidos de un público “dispuesto a asistir con
infatigable cortesía” a las manifestaciones de una actitud intelectual donde se combinaban
“un lenguaje implacablemente revolucionario y una práctica profesional de corte mucho más
convencional”. Y se recuerda aún hoy “las giras triunfales de algunas de esas personalidades
vigorosamente escindidas por los Faculty Clubes y centros latinoamericanos de ese país, que
introdujeron en la soñolienta oratoria posprandial allí practicada la vibrante novedad de los
llamados a la violencia redentora” (Halperin Donghi, 1987, pp. 289-290). Algo similar sub-
siste hasta hoy, bajo otros ropajes. Ahora son la crítica no-violenta del proyecto global de
modernidad, el contraste de éste con la imagen real-maravillosa de una América Latina que
no abandona su alma macondiana y la exaltación de las diferencias y los márgenes, los que
reciben la atención de aquella parte de la Academia norteamericana dispuesta a renovar ese
gesto de “infatigable cortesía”.
16 Un buen ejemplo es Marras (1992a). Hay pasajes de macondismo, asimismo, en

las entrevistas dadas por O. Paz y C. Fuentes —y ausencia de ese espíritu en la entrevista de
Vargas Llosa— todas en Marras (1992). Otra fuente de manifestaciones de este tipo se
encuentra en Clacso (1988).
17 Así denominado por referencia al sincretismo religioso de la sociedad novohispa-

na y el papel central que allí juega el culto mariano. Como bien señala Octavio Paz (1979,
p. 48) “La creación más compleja y singular de la Nueva España no fue individual sino
colectiva y no pertenece al orden artístico sino al religioso: el culto a la Virgen de Guadalu-
pe”. Véase M. García de la Huerta (1999), Reflexión Decimotercera dedicada a “Alcances
sobre el Marianismo”.
258 ESTUDIOS PÚBLICOS

elites ilustradas. Éstas fracasarían reiteradamente debido, precisamente, a


su iluminismo no sólo ajeno sino contrario a ese ethos; afirmación que vale
tanto para la empresa jesuita de los siglos XVII y XVIII como para los
posteriores experimentos ilustrados, desarrollistas, revolucionarios-marxis-
tas o autoritario-monetarista. Segundo, dicho ethos crea su propia síntesis
cultural expresada a través de la religiosidad popular, cuya racionalidad es
simbólico-dramática antes que instrumental y que, en la escisión cartesiana,
permanece por ende del lado de la subjetividad y los sentimientos. Esta
forma de religiosidad sería una de las pocas expresiones auténticas de esa
síntesis que permea el conjunto de la cultura latinoamericana; todas sus
épocas y todas sus dimensiones: del trabajo al arte, de la política a los
estilos de vida (Morandé, 1984)18.
En cuanto posición intelectual, esta perspectiva conecta con el ma-
condismo y con otras corrientes “fundamentalistas”, tales como el indige-
nismo y el neo-indigenismo. En tanto estrategia en la lucha de posiciones
académicas sus efectos se limitan al campo intelectual católico principal-
mente, pero se proyectan, a través de la función cultural más amplia que
ejerce la Iglesia, a lo largo de sus organismos educacionales, organizacio-
nes no-gubernamentales y de sociedad civil.
Macondismo y marianismo se hallan emparentados y difieren a la
vez. Ambos tienen un inescapable fondo romántico. Ambos buscan respon-
der a la pregunta sobre lo específico de la cultura latinoamericana. Ambos
tienen un sesgo historicista. Pero mientras aquel es una construcción secula-
rizada sobre la ausencia de la Ilustración y la superposición de la Contrarre-
forma y la anti-ilustración a las culturas aborígenes, experimento forzado
que no sirve para solidificar una nueva identidad, este último, en cambio,
interpreta el choque de las culturas hispánico-indígenas (y negra posterior-
mente) como un encuentro que lleva a un sincretismo y luego a una síntesis
cultural de fondo religioso.
Si vamos al polo opuesto —el de la modernidad globalizada y con-
flictivamente integrada— nos encontramos allí con lo que Berman califica
como visiones abiertas y visiones cerradas de la modernidad, que dan lugar
a otros tantos discursos sobre la experiencia de nuestra época.
Las visiones cerradas habrían olvidado el modernismo dinámico y
dialéctico del siglo XIX en que, como decía Marx, “todo está impregnado
de su contrario”. En cambio, ahora imponen una aceptación acrítica, de
ciego entusiasmo, respecto de la modernidad o, en el otro extremo, su
rechazo y condena con gesto resignado. En ambos casos la modernidad se
18 Para un análisis crítico de esta perspectiva, véase Larraín (1996, cap. 5) y García

de la Huerta (1999, Reflexión Decimoprimera).


JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER 259

concibe como “un monolito cerrado, incapaz de ser configurado o cam-


biado por los hombres modernos” (Berman, 1995, p. 11). Ciertas des-
cripciones neo-liberales ingenuas de lo moderno caben en la vertiente del
monolitismo optimista. Al monolitismo pesimista, a su turno, corresponden
algunas descripciones venidas del progresismo y, paradójicamente, también
del neo-conservantismo. Ambos ven en la modernidad un “callejón sin
salida” donde el capitalismo avanzado habría terminado por borrar “cual-
quiera alternativa concebible al statu quo imperial de un capitalismo de
consumo” (Anderson, 1989, pp. 113-114)19.
Por el contrario, las visiones abiertas conservan una aguda concien-
cia sobre las dos caras de la modernidad; su impronta creativa y transforma-
dora por una parte y su carácter destructivo por la otra. Sobre esa base
buscan mantener en alto los ideales modernos persiguiendo completar su
proyecto inconcluso (J. Habermas, 1988), o abrir las compuertas hacia
modernidades múltiples (Daedalus, 2000), o convocar “a las personas en la
multitud que están empleando y estirando sus poderes vitales, su visión,
cerebro y coraje” para “generar fuentes y espacios de significado, de liber-
tad, dignidad, belleza, gozo y solidaridad” (M. Berman, 1989a, pp. 128,
129).
Al comenzar el siglo XXI, predomina entre los grupos dirigentes
latinoamericanos la visión cerrada sobre la abierta. Se ha identificado la
modernidad con los aspectos amenazantes de la globalización, lo cual ha
difundido un estado de ánimo conservador incluso entre grupos progresis-
tas. Se ha confundido modernidad con el irresistible avance del mercado
capitalista, con lo cual ella aparece como una maquinaria desbocada, ajena
a las motivaciones y fines humanos. Se cree, en suma, que “vivimos el fin
del futuro como idea rectora de nuestra civilización” (Paz, 1992, p. 439).
Mientras tanto el pueblo de América Latina —de Lima a Bahía, de Mana-
gua a Guayaquil, de Sao Paulo a Santiago de Chile— va incorporándose
gradual y contradictoriamente a la modernidad: a través del voto y la televi-
sión, de la escuela y los mall, de las ciudades y sus enfermedades, del
turismo y las migraciones, de las nuevas tecnologías y el desempleo. Al
contrario de lo que se dijo sobre el siglo XIX latinoamericano20, ahora
nuestras actitudes vitales están cambiando, mas no nuestras ideas y nuestras
leyes. Y la inteligentsia parece atemorizada frente al futuro justa al mismo
momento que las masas se incorporan conflictiva e inexorablemente a la
sociedad moderna.

19Para una crítica de la modernidad desde el lado neo-conservador, véase Bell (1977).
20Me refiero a la frase de Octavio Paz (1992, p. 444): “En el siglo diecinueve
cambiaron nuestras ideas y nuestras leyes, no nuestras actitudes vitales”.
260 ESTUDIOS PÚBLICOS

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MATERIAL DE CÁTEDRA
Roitman, Susana y Pensa, Dalmira (2010) Capitulo 1. En Introducción a
las Ciencias Sociales. Asoc. Cooperadora de la FCE. Córdoba
estos métodos, muy probablemente cederá -de hecho, si torturo a un gran número
de personas en las circunstancias especificadas, el 95%acabará cediendo'. En tal
hipótesis no pretendemos predecir lo que Un individuo con toda seguridad, hará, sino
lo que probablemente realizará. Esto, sin embargo, nos permite predecir dentro de
un determinado margen de error lo que hará un grupo de individuos" (Lipsey,R.,
1980:1 O).

4. Las críticas a la visión estandar


La visión estándar nos ha mostrado a la Modernidad como una aproximación progresiva
de la razón hacia la verdad. La filosofía rompe primero con el dogma medieval y luego produce
preguntas y respuestas más sofisticadas en torno a las condiciones y los límites del acceso a esa
verdad. La filosofía se desprende primero de la especulación acerca del orden natural del
cosmos, y se constituyen las Ciencias Naturales con la física a la cabeza. Aunque la forma
especulativa propia de la filosofía fuera, durante los siglos XVll y XVIII, todavía la manera de
encarar los asuntos de la vida social, el siglo XIX va a romper también esa dependencia.
Se constituirán así, disciplinas que estudien los objetos del mundo social con rigor y
precisión.
El positivismo, enfoque predominante, proclama el mismo modo de abordaje para
las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales.
Pero hay varias preguntas para plantearse a partir de este abordaje de las ciencias.
a) En relación a la verdad y al progreso: ¿Podemos describir mediante los enunciados
científicos la "realidad" tal cual es? Y además ¿podemos considerar que el conocimiento avanza
de manera lineal hacia esa verdad? Se trata de preguntas de carácter epistemológico porque
están ligadas a los problemas del conocer, del saber, de sus límites, de sus posibilidades.
Algunos de estos problemas son los que abordaremos en la unidad 2.
b) Y sea cual fuere la respuesta a estas preguntas ¿el incremento de nuestras capacidades
cognitivas posibilita la mejora de la vida humana?, ¿produce mejores oportunidades para la
. - felicidad colectiva? Se trata de preguntas de carácter ético, ya que interrogan'sobre valores,
sobre la relación entre lo que conocemos y una vida justa y buena. Estos temas serán
abordados en la unidad 3.
C) Pero también hay otro supuesto en este relato estándar que se puede problematizar:
"La ciencia describe objetos que están previamente constituidos, que preceden a la
conformación de la ciencia".
De esta manera, de la gran matriz filosófica se van separando disciplinas especificas que
se dedican a objetos de estudio precisos y que ontológicamente (en su ser) están separados de
otros objetos. Por ejemplo, estamos acostumbrados a pensar la física y la biología como ciencias
que estudian objetos cuya "esencia" es diversa. Pero ¿esa separación es "esencial" a los objetos,
pertenecen a su ser o fue'construida en la propia conformación del conocimiento humano? Otra
forma de preguntarlo sería si son distinciones ontológicas (del ser) o epistemológicas (del
conocer).
Esto se hace particularmente problemático en relación a las Ciencias Sociales: los objetos
de la sociologia, de la antropología, de la Economía o de la ciencia política - la sociedad civil, las
culturas de las diversas sociedades, la produccion y circulación de bienes, el estado- ¿son
"realmente" distintos?
Yvademás jestá claramente delimitado el objeto de cada disciplina?

1 Aciivicíaciei
Presentamos a continuación un breve texto correspondiente a la novela Tiempos Difíciles de
Charles Dickens (Inglaterra 1853) donde es posible apreciar las caracterizaciones que hace el
autor de un profesor eminentemente positivista.
A partir de lo visto en las críticas a la visión estándar, analice la perspectiva de realidad del
protagonista y .a dónde conduciría sostener tal mirada.

"Pues bien; lo que yo quiero son realidades. No les enseñéis a estos muchachos y
muchachas otra cosa que realidades. En la vida sólo son necesarias las realidades.
No planteéis otra cosa y arrancad de raíz todo lo demás. Las inteligencias de los
animales racionales se moldean únicamente a base de realidades; todo lo que no
sea esto no les servirá jamás de nada. De acuerdo con esta norma educo yo a mis
hijos, y de acuerdo con esta norma hago educar a estos muchachos. ;Ateneos a
las realidades, caballero! .......
Tomás Gradgrind, sí, señor. Un hombre de realidades. Un hombre de hechos y de
números. Un hombre que arranca del principio de que dos y dos son cuatro, y nada
más que cuatro, y al que no se le puede hablar de que consienta que alguna vez
sean algo más. Tomás Gradgrind, sí, señor; un Tomás de arriba abajo este Tomás
Gradgrind. Un señor con la regla, la balanza y la tabla de multiplicar siempre en el
bolsillo, dispu'esto a pesar y medir en todo momento cualquier partícula de la
naturaleza humana para deciros con exactitud a cuánto equivale. Un hombre
reducido a números, un caso de pura aritmética. Podríais quizá abrigar la
esperanza de introducir una idea fantástica cualquiera en la cabeza de Jorge
Gradgrind, de Augusto Gradgrind, de Juan Gradgrind o de José Gradgrind
(personas imaginarias e irreales todas ellas) ; pero en la cabeza de Tomás
Gradgrind, damas!. .."

Y 1 Ejemplos
Para profundizar este cuestionamiento, tomemos el interrogante referido al "objeto de estudio"
analizando el ejemplo de la Economía:

Según Robbins, "la ciencia económica analiza el comportamiento humano como una
relación entre fines dados y medios escasos que tienen usos alternativos".

Samuelson dice que la Economia es: "El estudio de la manera en que las sociedades
utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre
los diferentes individuos".

Para Marx, en cambio, la Economia política es "la ciencia que estudia las relaciones
sociales de producción".
La dispersión de definiciones nos sugiere que el objeto, aquello que la disciplina estudia, no se
define del mismo modo para estos autores.

¿Por que hay tales diferencias?

La respuesta podría ser porque "depende del cristal con que se mira" esto es, el objeto
está ahí y lo abordamos desde distintas posiciones, lo miramos desde distintos ángulos, por ello
resulta que se nos presenta de diversas maneras. Así, el enfasis en las "relaciones de
producción" de Marx contrasta con el enfasis en "las conductas humanas en búsqueda de las
mejores alternativas cuando los medios son escasos" de Robbins. Estaríamos aquí frente a una
disputa teórica que define el objeto de distintas maneras. Seria un problema epistemológico.
Pero en verdad, lo que las "relaciones de producción" son para Marx, está bastante alejado
de lo que para Robbins son los "comportamientos que relaciona fines y medios". Es decir que no
sólo no hay identidad epistemológica sino tampoco ontológica.
El objeto "existe" sólo en la medida en que se lo "inventa", se lo construye.
Esto significa que el objeto estudiado no preexiste, no está ahí esperando que un erudito,
un investigador venga a medirlo, analizarlo, a construir teorías sobre el, sino que el proceso
intelectual histórico va recortando de maneras diferentes la complejidad de la vida social a los
fines de su estudio. Son los investigadores, las comunidades de estudiosos los que imponen un
objeto.
Y jcómo y por qué se recorta determinado aspecto de la vida social, de modo tal que
constituya un "objeto" de estudio, algo que merezca ser estudiado, que amerite la constitución de
instituciones específicas -cátedras, publicaciones, asociaciones de especialistas, congresos,
etc.- con sus reglas, sus padres fundadores, etc?
Hay, por supuesto, varias respuestas a esta pregunta, las cuales abordaremos a
continuación. .

5. La institucionalización de las Ciencias Sociales


Entre las respuestas posibles tomaremos una que nos permite pensar como
imprescindibles la historia económica-3ocial y política articulada a la historia de las ideas.
Se trata de la perspectiva de lmmanuel Wallerstein.
Para este autor el nacimiento de las Ciencias Sociales implica la conformación de un grupo
de personas dentro de estructuras específicas. El proceso de institucionalización significa una
invención social con intenciones capaces de influir en la dirección del cambio social.

5.1 Surgimiento de las Ciencias Sociales

El nacimiento de las Ciencias Sociales como disciplinas que se ocupan del quehacer del
hombre, no es un fenómeno aditivo a los marcos de organización política definidos por el Estado-
Nación, sino constitutivo de los mismos. Esto porque era necesario generar una plataforma de
observación científica sobre el mundo social que se quería gobernar.
En este sentido, el homo economicus -categoría que construye la ciencia económica- no
sería una postulación que intenta describir la naturaleza humana sino una construcción, una
"invención" que se va conformando en el hacer de la conjunción de las políticas estatales, de las
técnicas de disciplinamiento y de las propias formulaciones de las Ciencias Sociales que lo ponen
como base de su análisis.
lmmanuel Wallerstein (2007) encuentra que cuando la burguesía mundial advirtió la
inevitabilidad del cambio constante -lo que habría ocurrido entre 1789 y 181'5-, se produce
una

"extendida aceptación de la normalidad del cambio", lo cual "representó una


transformación cultural fundamental de la Economía-mundo capitalista. Significó que
se reconocían públicamente -es decir, de manera expresiva- las realidades
estructurales que de hecho habían prevalecido ya por varios siglos: que el sistema
mundo era un sistema capitalista, que la división laboral de la Economía estaba
limitada por un sistema interestatal compuesto de estados hipotéticamente
soberanos" ( Wallerstein, 2007:18).

Con la extensión de esta aceptación y como respuesta a esta "normalidad del cambio",
surgieron tres nuevas instituciones. "Estas tres instituciones fueron las ideologías, las Ciencias
Sociales y los movimientos sociales, los cuales comprenden la gran síntesis Nitelectual/ cultural
del 'largo' siglo XIX, los fundamentos institucionales de lo que a veces se denomina en forma
inadecuada 'Modernidad'" (Wallerstejn, 200 7:18).
Desde la perspectiva de este autor, las ideologías son algo más que una manera de
interpretar nuestro mundo, se trata de una determinada visión del mismo "formulada de manera
consciente y colectiva con objetivos políticos formales". La necesidad de formular a conciencia
una ideología deviene de interpretar que el cambio es normal. Así señala que en el siglo XIX se
gestaron tres ideologías: el conservadurismo, el liberalismo y el marxismo y "todas fueron
sistémicas mundiales".
Al conservadurismo, primero en surgir en el nivel institucional, la nueva aceptación de la
normalidad del cambio "le planteaba dilemas urgentes" y así los conservadores "vieron que era
necesario justificar, desde el punto de vista intelectual, e l ritmo más lento posible para
e l cambio, pero lo más importante fue que se dieron cuenta de que algunos tipos de cambio
eran más graves que otros. Por lo tanto dieron prioridad a preservar las estructuras que a su vez--
s e M a n para frenar a todos los reformistas y revolucionarios precipitados. Las estructuras cuyos
méritos elogiaban conservar fueron: la familia, la 'comunidad', la iglesia y por supuesto la
monarquía. El motivo central de la ideología conservadora siempre ha sido la "Iradición'"
(Wallerstein, 2007:191.
El liberalismo "como una ideología de reforma aprobada en forma consciente" aparece en
el siglo XIX 'sólo después que surgiera el conservadurismo', incluyéndose aquí tanto al liberalismo
de 'estado mínimo' de principios de siglo, como al de 'estado social' de finales del mismo siglo.
En cuanto 'ideología natural del cambio normal', es decir que consideraba al cambio como algo
intrínseco a la sociedad, tenía una 'agenda política consciente' de una reforma legislativa que
indujera, canalizara y facilitara tal cambio" (Wallerstein, 2007:19).
La tercera ideología enunciada para enfrentar politicamente el "cambio normal" fue el
marxismo. "Lo que hizo el marxismo fue aceptar la premisa elemental de la ideología liberal (la
teoría del progreso) y añadirle dos características específicas cruciales". La primera de estas
características refiere a que "el progreso se consideraba como algo realizado no de manera
continua sino discontinua, es decir, mediante revoluciones". La segunda a que "en la búsqueda
ascendente de la sociedad perfecta, el mundo había alcanzado no su estado definitivo sino poco
menos que eso. Estas dos modificaciones fueron suficientes para producir una'agenda política
totalmente diferente" (Wallerstein, 2007:20/.

5.2 Los temas objeto de estudio

El desarrollo de las ideologías estableció las "agendas políticas", las cuales representaban
propuestas concretas para la sociedad, por lo que "requirieron un conocimiento concreto de las
realidades del momento". Esto es lo que demanda el surgimiento de las Ciencias Sociales, "ya
que si no se sabia cómo funcionaba el mundo, era dificil recomendar qué podía hacerse para
lograr que funcionara mejor" (Wallerstein p. 20, 21). Su institucionalización~omienzaa darse
mediante la diferenciación en la estructura universitaria tradicional europea -de cuatro facultades:
teología, filosofía, derecho y medicina - a través de la creación de nuevas cátedras y en algunos
casos de departamentos, en gran medida en la Facultad de Filosofía y en menor medida en la de
Derecho.

"En primera instancia no fue claro cuáles 'nombres' de supuestas 'disciplinas'


prevalecerían, pero conocemos el resultado. Hacia finales del siglo XIX, seis
'nombres' principales.habían sobrevivido y de alguna manera se habían estabilizado
como 'disciplinas'. s e institucionalizaron no sólo dentro del sistema universitario,
ahora renovado y de nuevo en proceso de expansión, sino también como
asociaciones nacionales de eruditos y, en el siglo XX como asociaciones
internacionales de eruditos.
La 'denominación' de las disciplinas f...] reflejaba en gran medida el triunfo de h
ideología liberal. Esto por supuesto debido a que dicha ideología liberal fue (y es) la
ideología reinante en la Economía-mundocapitalista (. ..)
La ideología liberal implicaba el argumento de que la pieza central del proceso social
era la delimitación cuidadosa de tres esferas de actividad: la relacionada con el
mercado, con el Estado y la 'personal: La última categoría era más bien residual y
abarcaba todas las actividades que no se relacionaban de forma directa con el
Estado o con el mercado f.. .l. El estudio de estas esferas [...] independientes llegó a
denominarse Ciencias Políticas, Economía y Sociología. Estas tres 'disciplinas' se
desarrollaron como ciencias universalizantes basadas en investigaciones empíricas,
con un fuerte elemento adjunto de 'ciencias aplicadas'" (p.22).

Paralelamente a estas tres disciplinas, Ciencias Políticas, Economía y Sociología, se


redefinió el "nombre Historia", indicando que para escribir historia había que contar la historia
que en verdad había ocurrido, dando a conocer "las fuentes" y "leyéndolas con sentido crítico".
Asimismo, hubo otras disciplinas para mirar el "resto del mundo" por supuesto, desde la
perspectiva europea; así el estudio de los llamados pueblos "primitivos" quedó en el campo de la
Antropología; y el estudio de los pueblos "petrificados" con escritura (China, India, el mundo
árabe) pasó al campo del Orientalismo.

"S decir, su "aparición" como disciplina que se ocupa de ciertos problemas, bue cuenta con un grupo de estudiosos -
eruditos o científicos- de tales problemas, que se enseña de manera sistemática, cuyos contenidos se difunden a
través de textos de estudio, etc.
Si consideramos que la institucionalización del conocimiento científico es un proceso de
carácter social que supone redes de compromisos y convenciones -conceptuales, teóricas,
instrumentales y metodológicas- sobre las que se sostienen las comunidades científicas para la
producción del conocimiento, en un proceso autosostenido y autorreferencial; trate de identificar
algunas instituciones en el campo de las 'ciencias Económicas, que trabajen en la elaboración de
presupuestos y proposiciones que sustentan la construcción del conocimiento en este tiempo
histórico.

- En el campo de las finanzas, públicas y privadas.


- En torno a la problemática de la población y la pobreza.
- En lo concerniente a la gestión de grandes empresas.
- Referido al comercio internacional.

Para colocar a las Ciencias Sociales en su justo lugar dentro de la Modernidad, es


necesario destacar que el "proyecto de la Modernidad es un intento por someter la vida
entera al control del hombre bajo la guía segura del conocimiento. En este "proyecto" nos
referimos también a la existencia de una instancia central responsable de dispensar y coordinar
los mecanismos de control sobre el mundo natural y social, esa instancia central es el Estado.
Las Ciencias Sociales, por su lado se convirtieron en una pieza fundamental para ese proyecto de
organización y control de la vida humana. Santiago Gómez Castro (2000) siguiendo a Wallerstein,
señala:

"El nacimiento de las Ciencias Sociales no es un fenómeno aditivo a los marcos de


organización politica definidos por el Estado-nación, sino constitutivo de los mismos.
Era necesario generar una plataforma de observación científica sobre el mundo
social que se quería gobernar. Sin el concurso de las Ciencias Sociales, el Estado
moderno no se hallaría en capacidad de ejercer control sobre la vida de las
personas, defirlir metas colectivas a largo y corto plazo, ni de construir y asignar a
--
las ciudadanos una 'identidad' cultural.
Las taxonomias elaboradas por las Ciencias Sociales no se limitaban, entonces, a la
elaboración de un sistema abstracto de reglas llamado 'ciencia' -como
ideológicamente.pensaban los padres fundadores de b Sociología-, sino que tenían
consecuencias practicas en la medida que eran capaces de legitimar las politicas
regulativas del Estado. La matriz practica que dará origen al surgimiento de las
Ciencias Sociales es la necesidad de 'ajustar' la vida de los hombres al aparato de
producción. Todas las políticas y las instituciones estatales (la escuela, las
constituciones, las cárceles, etc.) vendrán definidas por el operativo jurídico de la
'modernizilción', es decir, por la necesidad de disciplinar las pasiones y orientarlas
hacia el beneficio de la colectividad a través del trabajo f...]. Las Ciencias Sociales
enseñan cuales son las 'leyes' que g~biernanla Economia, la sociedad, la política y la
historia. El Estado, por su parte, define sus politicas gubernamentales a partir de
esta normatividad científicamente legitimada" (Gómez Castro, 2000:147, 148).
1 ~e;urnen
En sintesis, podemos decir que en la Modernidad quedan constituidas las disciplinas,
entendidas no sólo como areas cognitivas, sino también entendidas en su acepción de
disciplinamiento, pues constituirse en una disciplina implica poner un orden, organizar un
discurso respecto de su "objeto", el recorte de un área de pertenencia y sus herramientas de
abordaje. Por otra parte, las disciplinas no existen en abstracto, sino en el seno de una cultura y
en un espacio de tiempo determinado y tienen lugar en el seno de instituciones conocidas como
"comunidades científicas".

@/ Actividades
En el texto de Najmanovich (1995) que proponemos seguidamente es posible advertir
diversos intentos de ajustar la vjda de las personas al aparato de producción por parte de las
Ciencias Económicas. Realice alguna asociación entre las expresiones destacadas en negrita
con: disposiciones, procedimientos, explicaciones, supuestos, acciones, etc. de las disciplinas
que integran el campo de estas ciencias.

"El sujeto cartesiano construyó un mundo estable de sustancias eternas y relaciones


matemáticas expresadas en Ieyes universales. Un mundo de líneas causales e
independientes y absolutamente predecibles en su curso. Un mundo donde el
sujeto estaba dividido en compartimentos estancos: cuerpo, conocimiento, emoción,
acción. Un universo donde el hombre estaba solo en un mundo extraño sordo a su
ruido y a su mljsica. Este sujeto moderno se pensaba capaz de reflejar la naturaleza
a la que miraba desde afuera. El universo era un gran mecanismo y la racionalidad
humana era maquinal. Esta perspectiva tuvo un gra éxito al lograr producir
contextos estandarizados, patrones socialmente compartidos de evaluación y
producción, sociedades altamente disciplinadas por un rígido sistema de
mecanización del trabajo y por el establecimiento de sistemas de educación
generalizados que garantizaran la transmisión de estas concepciones. L a vida -
siguió e l ritmo del reloj que indicaba cuando debían hacerse las cosas. Los 'ritmos
de la naturaleza' fueron arrancados de cuajo del ámbito de lo legítimo. El hombre
debía seguir a la aguja de la hora o al silbato de la fabrica. Sin embargo, el estómago
no siguió siempre con docilidad los dictados de las leyes modernas ni a los
encargados de hacerlas cumplir" (Najmanovich, 1995: 25, 26).

Esta manera de producir conocimiento sobre nuestro mundo, originada en Europa en


el siglo XIX, y los resultados asociados a ella, se constituyeron en el discurso hegemónico de u n
modelo civilizatorio que se presenta como un hecho natural. Es decir, la cosmovision liberal,
con sus valores en torno al ser humano, la riqueza, el progreso, la naturaleza, el conocimiento, la
historia, el hombre económico, etc. no aparece como un modelo o teoría de las relaciones
sociales y de la sociedad misma con una ideología que lo sustenta, sino que se ofrece como el
modelo único y universal, consiguiendo una altísima eficacia en ello. Tal vez la etapa mas
acabada de esta perspectiva hegemónica sea la que se consolida en las últimas décadas del
siglo XX con las corrientes que hablan del fin de las ideologías, tratando de indicar que nos
encaminamos a una sociedad donde la politica es innecesaria y que nos encontramos ante el fin
de la'historia, dando a entender que no habría alternativas al modelo capitalista.

1 Bibliografia
Obiigat6ria
Para completar el estudio de estos temas, remitimos a la lectura del Capitulo 1: La Revolución
Francesa como suceso histórico de lmmanuel Wallerstein.

5.3 Disciplina e interdisciplina: Los nuevos paradigmas.

Como vimos anteriormente las ciencias sociales están constituidas por un conjunto de
disciplinas académicas que estudian el origen y desarrollo de la sociedad, sus instituciones, las
ideas y relaciones que configuran la vida social; en general, el comportamiento y actividades de
los seres humanos no estudiados en las ciencias naturales, partiendo de que su principal objeto
de estudio es el ser humano. A la división inicial de cinco disciplinas que señala Wallerstein,
cuando analiza el nacimiento de las ciencias sociales, podemos incorporar otras como la
arqueologia, la historiografia, la criminologia, la psicologia social, la lingüística. Asimismo, los
campos de estudio tienen por lo general numerosas ramas o sub-disciplinas y las líneas que las
distinguen suelen ser arbitrarias y ambiguas.
En un instituto de enseñanza superior, el término disciplina es a menudo sinónimo de
facultad, aquí el concepto hace referencia a un cuerpo de conocimiento que se proporciona a un
discípulo.
Asimismo, si nos referimos a su sentido original, la disciplina se refiere a la instrucción
sistemática dada a los discipulos para capacitarlos como estudiantes en un oficio o comercio, o
para que sigan un determinado código de conducta u "orden". Esto se corresponde con la idea de
la ejecución forzosa de la orden - es decir, la garantía de que las instrucciones se lleven a cabo -
a menudo incluso regulada a través de castigo. Disciplinar asi, significa instruir a una persona a
seguir determinado código de conducta u orden. De esta mirada se desprende la palabra
disciplinador, lo que denota una persona que impone orden, reglas que rigen el comportamiento.
En la actualidad existen criticas a la creciente especialización y escasa intercomunicación
entre las ciencias sociales. Algunos autores (Wallerstein, 1996) señalan que la excesiva división
del conocimiento de lo social produce un menoscabo de un análisis global de la sociedad. Esto
se corresponde con lo señalado por Najamanovich (1999), en el sentido que a medida que,las
principales disciplinas se van consolidando con sus "descubrimientos" y se les va exigiendo
respuestas precisas a los grandes problemas puestos bajo su lupa, se van presentando
situaciones que no reciben respuestas satisfactorias. "Anomalías cada vez más llamativas [...],
paradojas persistentes y dificultades cada vez mayores inquietaron los sueños modernos de
felicidad eterna y progreso permanente".
El debate sobre el modelo de producción del conocimiento adoptado, los resultados fruto
de estos conocimienfos, la capacidad explicativa de los modelos, etc. cobra auge a mediados del
siglo XX, introduciendo nuevas categorias, como la de interdisciplina, para abordar la actividad
científica. Se entiende que "el arte, la ciencia, la filosofia son sólo formas en que los hombres
abordan la multiplicidad de planos y posibilidades de ser ...humanos" y por tanto, se promueve
una perspectiva que integre múltiples abordajes.
comuqicación de Shannon y Weaver (1949) y sobre la teoría del Juego de von
Neumann y Morgenstern (1949)".

Lo que caracteriza estas teorías es su "interés por estudiar objetos complejos con
metodologías no reduccionistas", entendiendo que las problemáticas son de naturaleza
interdisciplinaria, o mejor aún transdisciplinaria.
La Teoría General de los Sistemas no constituye una disciplina en sí, nació como una
perspectiva transdisciplinaria que permite abordar sistemas complejos de cualquier clase, por
ello se la considera una metadisciplina: pues más que una teoría sobre el mundo, es una teoría
para desarrollar teorías.

/ Resumen
En síntesis, observamos que, desde una visión estandar, la Modernidad se presenta
como una aproximación progresiva de la razón hacia la verdad. La filosofía se desprende primero
de la especulación acerca del orden natural del cosmos, y se constituyen las Ciencias Naturales
siendo la física la más representativa. En el siglo XIX los asuntos de la vida social rompen también
esa dependencia de corte especulativo y se constituyen en disciplinas que estudian los objetos
del mundo social con rigor y precisión. El positivismo, enfoque predominante, proclama el mismo
modo de abordaje para las ciencias Naturales y las Ciencias Sociales. Sin embargo, ese método,
que sostiene el relato estándar, no alcanza a resolver algunas cuestiones: a) No es posible hablar
de una única realidad social y por lo tanto no hay una verdad. Tampoco es posible afirmar que el
conocimiento avanza de manera lineal hacia la verdad. b) Si relacionamos el incremento de las
capacidades cognitivas con la vida humana, no surge una vinculación directa con la felicidad
colectiva, es decir, el aumento de conocimiento no ha posibilitado un mejoramiento de la vida
humana. c) Los objetos que estudian las Ciencias Sociales son construidos por ellas, es decir, no
se trata de objetos previamente constituidos a la conformación de la ciencia, como ocurre en las
Ciencias Naturales.
Desde otra mirada e n l a que se cruza la historia económica-social y política con la
historia de las ideas, lmmanuel Wallerstein muestra el proceso de institucionalización de las
Ciencias Sociales por la conformación de un grupo de personas dentro de estructuras
específicas. Ello significa una inversión social con intenciones capaces de influir en la dirección
del cambio social.
Las ideologias establecen los temas objeto de estudio, que surgen de las "agendas
políticas". Esta necesidad es la que demanda el surgimiento de las Ciencias Sociales, a fin de
producir explicaciones sobre el funcionamiento del mundo social y recomendaciones para lograr
un funcionamiento mejor. Su institucionalización comienza a producir una diferenciación en la
estructura universitaria tradicional europea -de cuatro facultades: teología, filosofía, derecho y
medicina - a través de la creación de nuevas cátedras y en algunos casos de departamentos. A
través de un proceso de marchas y contramarchas quedan configurados tres campos de estudio:
el Estado, el mercado y la "personal", con sus disciplinas, Ciencias Políticas, Economía y
sociología; paralelamente se redefine la "Historia", la cual debía contar la historia de los hechos,
dando a conocer las fuentes y leyéndolas con sentido crítico. Asimismo, hubo otras disciplinas
para mirar el "resto del mundo" por supuesto, desde la perspectiva europea; así, el estudio de los
llamados pueblos "primitivos" quedó en el campo de la Antropología; y el estudio de los pueblos
"petrificados" con escritura (China, India, el mundo árabe) pasó al campo del Orientalismo.
De este' modo, en la Modernidad quedan constituidas las disciplinas, entendidas como
áreas cognitivas y tambien en su acepción de disciplinamiento (constituirse en una disciplina
implica poner un orden, organizar un discurso respecto de su objeto y ciertas herramientas de
abordaje). Estas disciplinas no existen en abstracto, sino en una cultura precisa y en un espacio
de tiempo determinado y se desarrollan en el seno de instituciones conocidas como
"comunidades científicas"
A fines del Siglo XX se abre otro debate, sobre la producción del conocimiento, sus
resultados, la capacidad explicativa de los modelos, etc., se introducen nuevas categorías para
encarar la actividad cientifica, como la de interdisciplina. Asi, se entiende que "el arte, la
ciencia, la filosofía son apenas formas en que los hombres abordan la multiplicidad de planos y
posibilidades de devenir humanos y por ello se promueve una perspectiva de abordaje múltiples.
Algunas de las razones de esta interpretación se ubicarían en dos hechos al menos: la
aceptación que alcanzara en el campo científico del concepto de paradigma expuesto por
Kuhn, junto a su crítica al esquema de desarrollo continuo y progresivo de la ciencia elaborado
por los positivistas lógicos, por un lado y, por el otro, la consolidación del modelo sistémico
desde mediados del siglo XX, en la Biología, las Ciencias Sociales, la Física, necesitadas éstas de
explicar el cambio, la transformación y la complejidad.

6. Las Ciencias Sociales en América Latina


Modernidad, Posmodernidad y pensamiento critico

Si bien la concepción estándar fue dominante tambien en América Latina, ya desde los
inicios de la colonización y en diferentes momentos históricos, se ha ido desarrollado al mismo
tiempo un pensamiento social crítico en disputa con el de la Modernidad, como veremos más
adelante. Esta perspectiva no debe confundirse con la posmodernidad, que comienza a
expresarse en la segunda mitad del siglo XX y que tambien pone en cuestión algunas "certezas"
del pensamiento moderno.

6.1 El Pensamiento social latinoamericano

En América Latina el conocer no eurocéntrico, que confronta los mitos del pensamiento
moderno, tiene una larga y valiosa tradición, desde José Martí o Carlos Mariátegui. Tiene además
otras contribuciones de políticos destacados tales como Manuel Murillo Toro en Colombia o
Ponciano Arriaga en México; o de los teóricos de la teología de la liberación; de Paulo Freire y
otras más recientes, entre las que están las de Arturo Escobar, Anibal Quijano, Edgardo Lander o
Enrique Dussel.

Las principales criticas al pensamiento de la Modernidad, expuestas desde el pensamiento


latinoamericano, señalan problemas conceptuales como el evolucionismo unilineal y
unidireccional -interpreta que las sociedades evolucionan en el tiempo, siendo el modelo de
evolución el seguido por las europeas. Un dualismo, que produce una primera separación entre
Dios (lo sagrado), el hombre (lo humano) y la naturaleza; entre cuerpo y mente, entre población
en general y mundo de los expertos, etc. Una negación de l a totalidad (como ocurre con el
viejo empirismo o el nuevo posmodernismo) o que la entiende de un modo organicista o
sistémico convirtiéndola ':en una perspectiva distorsionante. También se cuestionan
construcciones como la que establece la primacía total del mercado como organizador de las
relaciones sociales; la del homo economicus que establece mecanismos disciplinarios que crean
un perfil de comportamiento o la presentación de la historia europea como "la" Historia Universal.
También se señala "la invención del Otro", por cuanto la Modernidad es una máquina generadora
de alteridades que, en nombre de la razón y el humanismo, excluye de su imaginario la hibrides,
la multipticidad, la ambigüedad y la contingencia de las formas de vida concreta.

Así, respecto del evolucionicmo, Enrique Dussel (2000:49) destaca que existe un "mito
d e la IIodernidad que se representa como un "mito ciwilizatorio" el cual describe -desde el
eurocentrismo- la 'falacia desarrollista' del proceso de modernización hegemónico".
Según Dussel este mito se describe sobre la base de los siguientes caracteres:
"1) La civilización moderna se autocomprende como más desarrollada, superior f...]
(posición ideológicamente eurocéntrica).
2) La superioridad obliga a desarrollar a los más primitivos, rudos bárbaros, como
exigencia moral.
3) El camino de dicho proceso educativo de desarrollo debe ser el seguido por Europa [. ..l
(desarrollo unilineal y a la europea, lo que determina nuevamente, sin conciencia alguna, la 'falacia
desarrollista').
4) Como el bárbaro se opone al proceso civilizador, la praxis moderna debe ejercer en
Último caso la violencia si fuera necesario t.. .] (la guerra justa colonial).
5) Esta dominación produce víctimas [...], violencia que es interpretada como un acto
inevitable, y con el sentido cuasi-ritual de sacrificio; el héroe civilizador inviste a sus mismas
víctimas del carácter de ser holocaustos de un sacrificio salvador (el indio colonizado, el esclavo
africano, la mujer, la destrucción ecológica de la tierra, etcétera).
6 ) Para el moderno, el bárbaro tiene la 'culpa' (el oponerse al proceso civilizador) que
permite a la 'Modernidad' presentarse no sólo como inocente sino como 'emancipadora' de esa
'culpa' de sus propias víctimas.
7 ) Por último, y pot? el carácter 'civilizatorio' de la 'Modernidad' se interpretan como
inevitables los sufrimientos o sacrificios (los costos) de la 'modernización' de los otros pueblos
'atrasados' (inmaduros),de las otras razas esclavizables, del otro sexo por débil, etcéteraJp.49).
.--
En esta descripción de la "evolución" está el supuesto de que la sociedad industrial liberal,
la sociedad moderna, es la expresión más avanzada de ese proceso histórico, por tanto 'iodos
los pueblos, las culturas "primitivas", "tradicionales", deben evolucionar a lo moderno y aquellos
pueblos que no logren incorporarse a esa marcha inexorable de la historia están destinados a
desaparecer.

Reconocer.el "mito de la Modernidad" es, según este autor, el punto de partida para
superar la Modernidad. Al descubrir la "otra-cara negada" y victimada de la Modernidad, al poder
juzgarla como "culpable de la violencia sacrificadora, conquistadora originaria [...] y al afirmar la
alteridad de 'el Otro', negado antes como víctima culpable L..] (es posible) 'des-cubrir' [...] el
mundo periférico colonial, el indio sacrificado, el negro esclavizado, la mujer oprimida, el niño y la
cultura popular alienadas, etcétera" (p.49).
Sólo cuando se descubre el "eurocentrismo" de la "razón ilustrada", cuando se "define la
falacia desarrollista del proceso de modernización hegemónico", cuando se descubre "la dignidad
del Otro", solamente en esas circunstancias, "la razón moderna es trascendida".
traducción de
. SUSANA GUARDADO IMPENSAR LAS CIENCIAS
SOCIALES
~ i m i i ed
s e los paradi
decimonónicos

por
IMMANUEL WALLERSTEIN
"El mundo del siglo su"es una colección que se propone publicar
algunas de las obras más significativas de los investigadores y pen-
siglo xxi editores, s.a. de c.v. sadores contemporáneos de Asia, Africa, América Latina, Europa y
CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS. 04310. M m M , D. F.
Norteamérica.
s i g l o x x i e d i t o r e s , s.a.' A la necesidad de estudiar cualquier problema local, nacional o
TUCUMAN 1621,70 N, ClOSOAAQ, BUENOS AIRES, ARGENTINA
regional en el contexto de la globalización y de las redes internacio-
siglo xxi de españa editores, s.a. nales y transnacionales, cada vez más significativas en la evolución
M E N ~ N D E zP l D A L 3 B I S , 2 8 0 3 8 8 M A D R I D , E S P A f i A
contemporánea, se añade un creciente movimiento intelectual que
busca plantear los problemas mundiales y regionales desde las dis-
tintas perspectivas geográficas y culturales, en posiciones que no
sean "eurocentristas" y que tampoco invoquen las e~~ecificidades de
cada cultura y civilización para ignorar el carácter universal y plural
del mundo.
La colección "El mundo de¡ s i g l o ' x ~ buscará'publicar
" estudios
de los problemas más importantes de nuestro tiempo y su anál'lsis en
relación con la socieclad, la economía, la política y la cultura. Algu-
nas obras pondrán más énfasis en ciertos campos de las especiali-
dades disciplinarias, otras vincularán a varias disciplinas para el aná-
.,
lisis de los distintos temas. La obra constituirá una selección muy
útil para adelantarse en los problemas de nuestro tiempo y del futu-
ro de la humani+d.
La co1ecció.n procurará que en sus primeros cien libros se en-
cuentren algunos cle los mejores que hoy se publican en todo el
mundo.

PABLO C O N Z ~ E ZC.4S.lNOU-I.
portada de grmián rnontalvo

primera edicióii en español, 1958


quinta edición en español, 2007
O siglo xxi editores, s.a de c..\..)
isbn 10: 968-23-2131-x
.kbn 13: 978-968-23-21315

primera edición en inglés. 199 1


Q immanuel wallerstein
titulo original: unrhinkirjg social science,
.
the Iimits of ni~~eteenth-centuryparadigms

derechos reservados conforme a la ley


irnpress y hecho en méxico/ptinted and made in mexico
(comps.), lblet/zodologicnl Probletm. Leuven, Leuven University Press, INTRODUCCI~N:?POR QUÉ IMPENSAR?
1990.
20. Review, vol. x11, núm. 2, Fernand Braudel Center, primavera
de 1990.

El titulo de este libro es "impensar las ciencias sociales" y no


"repensar las ciencias sociales". Es normal que los eruditos y los
científicos repiensen los asuntos. Cuando nuevas evidencias impor-.
tantes socavan viejas teorías y las predicciones no se cumplén, nos .
vemos obligados a repensar nuestras premisas. En ese sentido, gran
parte de las ciencias sociales del siglo xrx se repiensa constante-
mente en la forma de hipótesis específicas. Sin embargo crdemás de
repe-nsar -algo que es "normal"- las ciencias sociales del siglo xrx,
creo que necesitamos "impensarlas" debido a que muchas de sus
suposiciones -engañosas y constrictivas, desde mi punto de vista-
están demasiado arraigadas en nuestra rnentaliclad. Dichas suposi-
ciones, otrora ccnsideraclas liberacloras del espíritu, hoy en día son '
la principal barrera intelectual para analizar con algún fin útil el
mundo social.
Seré claro desde el principio. No estoy proponiendo un nuevo
paradigma para nuestro trabajo colectivo en lo qué prefiero deno-
minar como ciencias sociales históricas, más bien trato de exponer
lo que considero confuso y Iimitante en los principales puntos de
vista, con la esperanza de estimular la búsqueda cle un nuevo para-
digma que a nluchos les ton~arábastante tiempo y esfuerzo cons-
truir. Este libro es parte de un esfuerzo por arrancar Ia maleza de un
bosque muy denso,.bien definido desde el punto de vista organiza-
cional, que obstaculiza nuestra visión.
Sin duda habrá quien n o esté de acuerdo con la descripción que
i hago de la episteníología de las ciencias sociales del siglo mx, ni con
el análisis de la historia social de esta episten~ología.Tengo la impre-
sión de que los defensores cle la actual epistemología no se retractan
ni intimidan al expresar SLI punto de vista. También me parece que
quienes critican la actual episten~ología,aun si sus críticas son for-
males y pertinentes, siguen ligáclos a la Weltnnschnz~ztngo cosmovi-
?
sión a la que renuncian; incluso confieso que ni yo nlisnlo estoy
exento de esta reincidencia, lo que confirma mi opini0n respecto a
.lo arraigadas que estcín en nosotros estas suposiciorles metodológi-
cas y lo "importante" que es que las "impensen~os".
INTRODUCCION ,S

Este libro está dividido en seis capítulos. El primero aborcla la his- TI-as haber intentaclo demostrar los límites del concepto de des-
toria social de la epistemología en cuestión. Intento catalogar el arrollo que son de vital importancia para el(los) paradignla(s) del
estudio de las ciencias sociales históricas como una categoría inte- siglo XN, y la ausencia en ese contexto de lo que debió ser un con-
lectual clentro clel desarrollo histórico del sistema-mundo moderno. cepto clave, el Tiempo Espacio -ambos lógica e íntiniameríte rela-
No sólo pretenclo explicar por qué las ciencias sociales históricas se cionados- dirijo entonces mi atención a dos inlportantes pensado-
institucionalizaron como una forma del conocimiento en el siglo XIX res que podrían ser de utiliclad para liberarnos de las limitaciones
-y sólo en ese siglo-, sino también por qué clieron lugar a una episte- de las ciencias sociales clel siglo srs: Marx y Braudel.
mología particular, centrada en lo que creo que es una antinomia no- Karl Marx fue por supuesto un personaje importante en las cien-
motético-icliográfica falsa. También pretendo explicar por qué en los cias sociales del siglo XX. Se le ha clenorninado -en mi opinión con .
últimos 20 años esta epistemología ha empezado a ponerse en tela algo de justicia- el Últímo economista rlásico. Aportó gran parte d e
de juicio, planteándonos los dilemas intelectuales d e la actualidad. las premisas epistemológicas del mundo intelectual europeo de ese
.
Una vez propuesto el contexto histórico, dirijo mi atención hacid entonces. Cuando Engels dijo que el pensamiento marxista tenía sus
lo que parece ser el concepto clave y más cuestionable de las cien- raíces en Hegel, Saint-Simon y los econonlistas británicos cláSicos,
cias sociales del siglo SJS:el concepto de "desarrollo". No cabe duda estaba confesando ser.parte cle ~ l l b s Y
. no obstante Marx afirmó
de que la palabra "desarrollo" se hizo común a partir de 1945, e ini- participar en una '"crítica de la economía política", afirmación que
cialmente parecía limitarse a explicar los acontecimientos en el "Ter- no se .hace sin alguna base seria.
cer Mundo" o las zonas periféricas de la economía-mundo capitalis- Marx fue un pensador que pretendió superar las limitaciones de
ta. No obstante creo que la idea de clesarrollo es simplemente una su época. En este sentido no intento analizar el grado en que Marx
fase clel concepto de "revolución inclustrial" que, a su vez, ha sido logró o no su propósito, sino subrayar que sus ideas se han intro-
eje no sólo de gran parte de la historiografía sino de todo tipo de ducido en nuestra disertación coniún Principalmente con el forma-
análisis nomotético. Esta iclea de desarrollo ha tenido una gran to creado por el marxismo de los particlos, y que este formato. más'
influencia, ha sido muy confusa (precisamente porque, al ser en que buscar la crítica de la economía política, participó de lleno en
parte correcta, ha resultado denlasiado evidente) y en consecuencia, la epistemología dominante. En este sentido me interesa analizar al
ha generado falsas expectativas (tanto a nivel intelectual como polí- otro Marx, el que enfrentaba las perspectivas dominantes de las
tico). Y no obstante pocos están dispuestos a impensar este impor- ciencias sociales del siglo xx.
tante concepto. Creo que también es útil volver a estudiar a Fernand Braudcl, un
X continuación paso del desarrollo -que si bien como concepto personaje totalmente distinto a Marx. Él do se concebía como "teó-,
es engañoso, al menos se analiza de manera exhaustiva- al tiempo rico" O LLn~etoclologi~ta";era un historiador que investigaba archivos
y el espacio, o a lo que yo denomino Tienlpo Espacio. Uno de los de donde esperaba formar una .his¿oire pensée. Rara vez hablaba de
logros más notables cle la epistemología de las ciencias sociales ha. cuestiones epistemológicas per se, pei-Qtenía un instinto certero que
siclo eliminar el Tiempo Espacio del análisis, lo que no significa lo conducía al cuestionan~ientode verdades historiográficas y, par-
que nunca se haya hablado de la geografía y la cronología. Claro que tiendo de ellas (a veces de manera explícita, a veces implícita),, deri-
sí, y mucho, pero se las ha consideraclo constantes físicas y por lo tan- var nuevas maneras a partir cle viejos clilemas. He investigado a
to variables exógenas más que creaciones sociales fluidas y por encle Brauclel para ver hasta qué punto nos ayuda a impensar las ciencias
variables no sinlplenlente enclógenas sino cruciales para compren- sociales del siglo XIX y, en particulai; para llegar a comprender el
der la estructura social y la transformación histórica. Incluso en la capitalismo a largo plazo que no se base en la premisa de "desarro-
actualidad raras veces considel-amos la multiplicidacl de Tiempo llo" y la ausencia cle Tiempo Espacio..
Espacios que nos confrontan y por consiguiente poco nos preocupa Por último recurro al análisis cle los sistemas-mundo como una
cuáles usamos o deberíamos usat- para cles<ifrarnuestras realidacies perspectiva contergpc)ránea del munclo social, una perspectiva que
sociales. concede gran importancia al estudio clel cambio social a largo plazo
y a gran escala. El análisis.,de los sistemas-mundo pretende ser una PARTE 1
crítica a las ciencias sociales clel siglo m,.aunque más bien es una crí-
tica inconipleta, porque,no ha logrado encontrar la forma de corre- LAS CIENCIAS SOCIALES: DEL GÉNESIS A LA BIFURCAC:IÓN
gir e1 más resistente (y confuso) legado de las ciencias sociales del
siglo ~x -la clivísi0n de1 análisis social en tres áreas, tres lógicas, tres
"niveles": el econónlico, el político y el sociocultural. Esta tríada se
encuentra en n~ecliodel camino obstaculizanclo nuestrocprogreso
intelectual. Muchos la consideran insuficiente pero, en mi opinión,
' no hay naclie aún que haya erkontrado la n1anera.de eliminarla del

lenguaje y sus implicaciones, algunas de las cuales son correctas .


pero quii5 la mayoría no.' '

Tal vez el mundo deba cambiar un poco mSs antes de que 10s aca-
démicos puedan teorizar esta tríada de manera más Útil. Sin embar-
go estoy convencido de que este acertijo, n14s que ningún otro, es el
que debe preocuparnos, y que sUperar esta aporía, resolves este mis-
terio, impensar esta metáfora, resulta esencial para reconstruir las
ciencias sociales históricas.
1. LA R E V O L U C I ~ NFRANCESA COMO SUCESO H I S T ~ R I C O
MUNDIAL

Por lo general la trascendencia o importancia de la Revolución fran-


cesa se ha analizado en una de dos maneras: como un "suceso" en
la historia de Francia que tiene su curso y sus consecuencias, o como
un fenómeno que tuvo una influencia específica en la historia ,de
otros países. En este libro sin embargo deseo considerar a la Revo-
lución francesa como un suceso histórico-mundial e n el sentido
específico de su trascendencia e importancia en la historia del siste-
ma-mundo moderno como tal.
Lo que se ha escrito sobre la Revolución francesa en los últimos
30 años refleja la titánica batalla intelectual entre dos de las escue-
las filosóficas más importantes. Por una parte está la llamada inter-
pretación social, con Georges Soboul como figura central y cuyo
linaje se remonta hasta Lefebvre, Mathiez yJaures. El análisis de este
punto de vista ha girado en tomo al tema de que la Revolución fran-
cesa fue en esencia la revolución política de una burguesía que esta-
ba derrocando un antiguo régimen feudal.
Un segundo grupo ha surgido en la crítica "revisionista" de la
interpretación social de la Revolución francesa, grupo que carece de
una denominación colectiva aceptada. Los dos principales expo-
nentes de este punto de vista han sido, primero. Alfred Cobban y
después Francois Furet. Este grupo rechaza el concepto de Revolu-
ción francesa como una revolución "burguesa" basándose en que la
Francia del siglo xvIn ya n6 puede describirse como "Feudal". Sino
que se la describiría mejor como "despótica", y que la Revolución
francesa debería verse como una explosión política de demandas
libertarias antide~~6ticas.l

' La deiioiiiiiiacla teoría atl5iitica es uiia aiiialgaina de estas clos posibilidades, si


bien se preseiitó antes del trabajo rrvisioiiista. I,a tedria atláiitica iiiclica que la Revo-
lución fraiicesa fue ,taiito burguesa coiiio aiitidespótica, y que fue sistéiiiicaiiieiite
iiiuiiclial eii el seiiticlo de que sus orígeiies y los cle otras revolucioiies "atlánticas"iiirís
o ineiios siiiiultáiieas se eiicontiabaii eii la iiiisiiia fuente coiiiúii clel peiisaiiiieiito ilus-
trado. Se puede coiisiclerai esto coiiio Liiia uiiiói~eiure lo mejor o lo peor de las otras
clos teorías.
DEL GENBIS A L.% BIR-IRC.~CIC[>N LA REVOLUCI~NFRANCESA ~0h.10
SUCESO H I S T ~ R I C O

La diferencia fundamental que esto provoca en el análisis d e los haciendo internacional el conflicto. Para Furet las fuerzas revoiu-
sucesos re.ales radica en la interpretación del significado político de cionarias (o al menos la mayoría) deseaban la guerra como una
la insurrección del 10 de agosto de.1792. Para Soboul esta insurrec- forma de buscar la revolución y fortalecerla.
- ..... . . .
ción fue una "segunda' revolución" que introdujo una república Sin duda se puede explicar de manera plausible cada una de estas
democrática y popu1ar:Ijara Furet fue justamente lo opuesto: el fin opiniones del origen inmediato de la guerra, pero lo sorprendente
del camino, que conducía a la sociedad liberal. Sin duda fue una I es que en estos análisis no parece haber ninguna consideración
segunda revolución,. pero no representó el cumplimiento de la pri- sobre si una guerra franco-británica habría ocurrido o no en esta
mera sino su dérqage: Así, para Soboul, Robespierre y los montng- época de no haber existido la revolución interna en Francia. Des-
.nnrds representaban el segmento.ri1ás radical .de ia burguesía fran- pués de todo, en el transcurso de un siglo se habían suscitado tres
cesa y por lo tanto una fuerza de liberación, mientras que para.Furet importantes guerras sucesivas entre Gran Bretaña (0.1nglaterra) y
representaban un nuevo (y peor) despotismo. Francia, y desde la actual podrían~osconsiderar las gue-
'
Las líneas de este debate están trazadas con toda clariClad y sin rras de 1792 a 1815 simplemente como la cuarta y última de estas
guerras importantes en la prolongada lucha por la hegemonía en la .
duda son famíliares en términos de la política europea del siglo XX.
En efectq y como a menudo se ha dicho, este debate es un arguL economía-mundo capitalista.
mento tanto de la Revolución rusa como de la francesa; no obstan- En esta obra sólo presentaré un resumen del análisis expuesto
. . 8
con más detalle en los capítulos 1 y 2 de El mode~nosisle.ma ~ n u n d k l .
te es importante ver cuáles premisas co7nparten ambos grupos en la
batalla-.retórica. Los dos comparten un modelo históric'o evolucio- Ln ngricz~ltztracapitalista y los ongenes de la econo~nfa-.mundoeuropea en
nista que supon&que los estados son las uyiidades que evolucionan. el siglo . k ~ i(México, Siglo XIQ, 1979), sin incluir la información de
(La teoría atlántica también comparte este modelo.)'Para la escuela apoyo que se encuentra en ese libro. Mi intención es sentar el pre-
de interpretación social, todos los estados experimentan etapas his- cedente del argumenEo que deseo plantear sobre las maneras en que
tóricas sucesivas y en'kste caso la transición más ,relevante es la del ' '. . la Revolución francesa como suceso histórico-mundial transformó el
feudalismo a1 cap.italismo, la de un estado dominado por'una aris- sistema-mundo como tal. Comienzo con la suposición de que la eco-
t0cracia.a uno dominado por una burgesía. Por ende la Revolución . nomía-mundo capitalista existió como sistema histórico durante el
francesa es simplemente-el mornento.de la transición drástica o defi- "largo" siglo XVI, con fronteras que desde el principio incluyeron a
nitiva, momento que fué necesario e inevitable, para la escuela "libe- Inglatera y Francia y que por ello ambos países habían funcionado
ral", el p,roc'es'ode modernizaciófi implica renunciar al Estado des- en los límites del modo de producción capitalista y habían sido
pótico y. remplazarlb cón un Estado, fundamentado en'prificipios miembros del sistema interestatal que surgió como marco político
liberales. La Revolución francesa fue un intento fallido de lograr de la economía-mundo capitalista.
esta transición (posible de 'evitar). El impulso por la libertad per- Dicha "perspectiva de sistemas-mundo" deja poco 'espacio para las
. ma.neciÓ latente en el gobierno francés y se rearludaría más tarde. suposiciones más fundamentales sobre la Revolución francesa de
Soboul consideraba que, por ser burguesa, la revoluci6n fue el las dos escuelas más importantes de eruditos. La Revolución france-
punto de partida de la democracia liberal en Francia. Para Furet, sa tal vez no fue una "revolución burguesa" puesto que en la econo-.
después del dérapagfe la revolución misma se volvió un obstficulo mía~mundocapitalista en la cual se ubicaba Francia, el comporta-
para la democracia liberal. miento econcímico de la clase dominante era "capitalista". En ese
Es interesante observar cómo cada bando considera la prolonga- sentido, los "capitalistas" no tenían necesidad de una revolución polí-
da guerra contra Gran Bretaña que comenzó en 1792 y continuó tica en estados particulares con el fin de obtener el droit de cité (dere-
(con algunas interrupciones) hasta 1815, es decir, nluch6 después cho de alternancia) o buscar sus intereses ff~ndamentales.Esto por
del periodo jacobino. En opinión de Soboul la guerra fue iniciada supuesto no excluye el hecho de que determinados grupos de capi-
esencialmente desde el extranjero por la aristocracia francesa que, talistas se sintieran nlds o menos satisfechos con 13s políticas públi-
al haber perdido la guerra civil, esperaba recuperar su posición cas de su estado y estuvieran dispuestos, bajo ciertas condiciones, a
'

considerar acciones políticas que terminaron siendo "revoluciona-


1
larga atrajo el apoyo francés a los colonos, un apoyo que de 1780 a
rias" y cambiaron las estructuras de ciertas instituciones del estado. 1790 agravó en gran medida la crisis fiscal del estado francés. Claro
Por otra parte la perspectiva de los sistemas-mundo tampoco deja que el estado británico también enfrentó grandes visicitudes presu-
mucho espacio para la suposición implícita de la escuela (o escuelas) puestales, pero gracias a la victoria que logró en 1763 le fue más
revisionista, que considera importante una supuesta macrolucha fácil que al estado francés resolverlas a corto plazo. Muestra de esto
entre los dogmas del despotismo político y los dogmas del liberalis- por ejemplo es el papel del "saquep en Plassey" para aligerar la .
mo político cada estado, y ve una especie de vector de modernidad deuda del estado británico con los holandeses.
en el impulso proliberalismo. Desde la perspectiva de los sistemas- Al estado francés le resultó imposible desde el punto de vista
mundo, el "liberalismo" se considera más bien como una estrategia político resolver su problema fiscal mediante nuevos gravámenes y
particular de las clases dominantes, que se utiliza principalmente en no tuvo acceso a algo equivalente 'al saqueo en Plassey. Esto explica
las zonas de mayor influencia de la economía-mundo, y que entre por qué estuvo dispuesto a tomar parte en el Tratado Comercial
otras cosas refleja una estructura desequilibrada de clases intraesta- Anglo-Francés (Eden) de 1786, al cual el .rey francés accedió e n .
tal donde las clases trabajadoras representan un porcentaje mucho buena medida sobre la base de que crearía nuevas' fuentes de ingre-
menor de población total que e n las zonas periféricas. A finales del sos para el estado. Su repercusión inmediata fue un total desastre
siglo XVIII ni Inglaterra ni Francia habían tenido estructuras "libe- económicó y un profundo desaliento. político. Los libros de recla- '

rales" eficientes, y ninguno las tendría antes de que transcurriera r macionesSfestaban plagados de quejas por el tratado.
otro siglo. El dérnpage de 1792, si así es como uno desea denomi- Si se analiza la eficiencia comparativa de la producción industrial
narlo, no tuvo mayor importancia a largo plazo que el dérnpczge de y de franceses y británicos 'durante el siglo XVIII, e s difícil
1649 en Inglaterra. Visto desde la perspectiva del siglo XX, Gran Bre- sostener que los británicos hayan ostentado algtín liderazgo notable.
taña y Francia no son muy diferentes en cuanto al grado en que las En 1'763'10s franceses iban a la cabeza; sin embargo a pesar de que
instituciones políticas "liberales" prevalecen en esos dos siglos. su respectiva realidad económica era muy similar -al menos hasta
1

Tampoco son muy diferentes de Suecia, por ejemplo, donde no la década de 1780 cuando tal vez les iba un poco mejor a los britá-
hubo una serie de acontecimientos notables que pudieran compa- nicos-, es cierto que después de 1763 en Francia se pensaba (en
rafse con la revolución en Inglaterra o en Francia. forma errónea) que ese país se. estaba quedando atrás. Esto quizás
Lo que puede observarse de Inglaterra y Francia es que una vez era un engaño cuya gestación se convirtió en una manera de expli-
que la hegemonía holandesa empezó a declinar en la economía- car la derrota militar sufrida en 1763. Al parecer entre lo~.ingleses
mundo capitalista a mediados del siglo XVII, estos dos estados com- también surgió un engaño similar antes de 1763 respecto 2-la idea
pitieron por la sucesión hegemónica. La competencia podía verse en de que iban detrás de Francia, idea que supuestamente se esfumó
dos escenarios principales: en su relativa "eficiencia" para operar después de 1'763. En todo caso este sentir por parte de la clase ins-
. truida de Francia también ayudó a crear la justificación del Tratado
en los mercados de la economía-mundo y en su fortaleza político-
militar dentro del sistema interestatal. i de Eden.
En esta prolongada competencia, 1763 señaló el comienzo del Cuando el rey convocó a los Estados Generales, el ambiente gene-
"último acto". El tratado de paz de París firmado ese año marcó la ral (la derrota de 1763, la crisis fiscal del estado,. el error de haber
victoria definitiva de Gran Bretaña sobre Francia en el mar, el con- aceptado el Tratado de Eden, agravado todo por dos años sucesivos
tinente americano y la India; pero por supuesto al mismo tiempo de mala cosecha) creó el espacio político pira la situación "desbo-
sentó las bases para las grandes dificultades que Gran Bretaña (al cada" que denominamos Revolución francesa, que no terminó hasta
igual que España y Portugal) iba a enfrentar con sus colonos en 1815.
América, y que condujeron al proceso de descolonización que se Podría decirse que el periodo 1763-1789 en Francia estuvo mar-
originó en la AmCrica británica y se diseminó a otras partes.
Sabemos que la guerra de independencia estaclunidense a la * Eii los caltiers (le doliance se escrihíaii quejas que iban dirigidas al rey. [T.]
L A REVOLUC1c)N FRXNCES.4 C O b i O SUCESO HISTORICO 15

cado por la renuencia cle las elites francesas a aceptar la derrota en y Francia, una vez más y de manera bastante sensata, volvió' al pro-
la lucha por la hegemonía con Gran Bretaña, una renuencia euacer- teccionismo. El estado logró una nueva eficiencia administrativa (la
bada por el sentir general y cada vez mayor de que la monarquía no unificación lingüística, el nuevo código civil, la creación de las
quería o no podía hacer algo respecto a la situación. Las guerras de escuelas superiores), lo que sin duda resultó muy útil para el desem-
1792 a 1815 formaron parte cle la lógica fundamental de los revolu- peño econóniico de Francia en el siglo srx.
cionarios franceses que buscaban reestructurar el estado para que al Sin embargo desde el punto d e vista francés, el saldo a favor de
final lograra superar al enemigo británico. la Revolución francesa es más bien escaso. Si fue la revolución bur-
Descle la perspectiva estrictamente relaciona1 cle la lucha franco- guesa par exrellence, no dice mucho sobre el valor o la fuerza de las
británica en el sistema interestatal, la Revolución francesa resultó revoluciones. Como lucha contra el despotismo, tenemos la opinión
ser un desastre. Lejos de permitir a los franceses recuperarse d e la cle los teóricos de esta postura de que su ejecución no fue del todo
derrota de 1763, en 1515 fueron vencidos de manera definitiva por- destacada, si bien podríamos celebrarla tomando como base lo
que la derrota fue en tierra, el campo en el que estaba la principal dicho por Tocqueville: la Revolución francesa fue la creación del es-
fuerza militar de Francia. Y lejos de permitir a Francia superar la fic- tado fi-ancés, el logro de la centralización burocrática que Richelieu
ticia brecha económica con Gran Bretaña, las guerras hicieron real y Colbert buscaron pero nunca concluyeron. De ser así podemos
esa brecha por primera vez. En 1515, a diferencia de 1789, era cier- comprender la celebración francesa de este acontecimiento corno la
to decir que Gran Bretaña llevaba una buena delantera en cuanto a encarnación del nacionalismo francés, pero ¿qué celebraríamos el
"eficiencia", en comparación con Francia, en lo que respecta a la resto de nosotros?
'
producciún de bienes para los mercaclos mundiales. Hay algo que debemos observar y quizás hasta celebrar aunque
Sin embargo ¿no hubo tranformaciones económicas internas de manera ambigua. La Revolución francesa y su continuación na-
importantes en Francia como resultado de la revolución? Cuando poleónica aceleraron la transformación ideológica de la economía-
todo se tranquilizó, las transformaciones fueron menos sorpren- mundo capitalista como u n sistema-mundo y .crearon tres escenarios o
dentes de lo que se afirmaba. La mayoría de las grandes entidades conjuntos totalmente nuevos de instituciones culturales que desde
agrícolas permanecía intacta, pero no había duda de que la propie- entonces han sido una parte criicial del sistema-mundo.
dad cambió de mano. A pesar de la presunta "abolición del feuda- Debemos comenzar con lo que significa la Revolución francesa
lismo", las limitaciones al "individualismo agrícola" (para utilizar la para los contemporáneos. Sin duda se trató de una revuelta dramá-
frase de Marc Bloch) tales como los vnine pntzrres (pastos libres o tica, apasionada y violenta. En lo que podría denominarse como su
c&unaiks> y el droit de pnrrours (derecho de tránsito), sobrevivie- expresión primaria, de 1789 (la toma de la Bastilla) a 1794 (termi-
ron hasta finales del siglo x~x. Los pequeños agricultores (como los dor), ocurrió la etapa de El Terror, en la que se abolió el "feudalis-
labourez~rso labradores) resurgieron con más fuerza que antes pero mo", se nacionalizaron las tierras de la iglesia, se ejecutó a un rey y
a expensas de los pequeños productores (como los ?nnnoezrvriers o se proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre. Esta serie
peones). Las reformas agrícolas en ocasiones eran escandalosas, de sucesos culminó en un Reinado de Terror que concluyó con la
pero seguían una lenta y constante curva de cambios paralelos denominada Reacción termidoriana. Sin embargo, es evidente que
acontecidos en gran parte de Europa occidental a lo largo de varios - estos sucesos dramáticos no terminaron ahí, pues Napoleón subió al
siglos. poder y los ejércitos franceses se extenclieron a lo largo y ancho cle
Con respecto a la industria no cabe dudá que los gremios fuei-on la Europa continental. Al principio en muchas regiones se les dio la
abolidos y los aranceles internos desaparecieron, creando un mei-- bienvenida conlo portadores de un mensaje revoluc.ionario, y años
cado interno libre más grande. Pero no hay que olvidar que antes de más tarde fueron rechazados como portadores del ánimo imperia-
1759 ya existía una zona sin barreras arancelarias internas, las Cinco lista francés.
Grandes Haciendas que incluían París y eran casi del tamaño de En toda Europa la rección de las'autoridades establecidas fue de
Inglaterra. Por supuesto que la revolución anuló el Tratado de Eden horror ante el debilitamiento (real y potencial) clel orclen que repre-
I 15 DEL GÉNESIS A L;\.BIFL~RC.XCI~N

I
i sentaba el virus revolucionario francés. Se pusieron en marcha lución, pero sus orígenes se encuentran en la misma reestructura-

l medidas para contrarrestar la difusión de estas ideas y valores,


sobre todo en Gran Bretaña donde un punto de vista exagerado
sobre la fuerza de posibles simpatizantes condujo a una represión
impresionante.
ción de la geopolítica del sistema-mundo después de 1763, e hizo lla-
mados a las mismas doctrinas de la Ilustración para legitimizarse, tal
y como lo hizo la Revolución francesa. La independencia de los paí-
ses latinoamericanos evidentemente se debió a la misma reestructu-
En particular, debemos señalar la repercusión de la Revolución ración geopolítica, reforzada por los n~odelosexitosos de las revolu-
francesa (incluyendo a Napoleón) en tres zonas clave de la "perife- ciones estadunidense y francesa, más las consecuencias políticas
ria" del sistema-mundo: Haití, Irlanda y Egipto. El impacto de la devastadoras de la invasión napoleónica a.España en 1508 y la abdi-
Revolución francesa en la isla de Santo Domingo fue inmediato y cación del monarca español.
cataclísn~ico.El intento inicial de los colonos blancos por aprovechar Consideránclolo todo este acontecimiento se sumó a un remolino
la revolución para lograr una mayor autonomía, pronto condujo a la político sin precedentes en el mundo moderno. Por supuesto que
primera revolución negra en el sistema-mundo -una revolución que antes hubo periodos tumultuosos, pero su repercusión había sido
en los demás participantes (Napoleón, los británicos, los colonos diferente. La Revolución inglesa sin duda compartió -en In-
revolcicionarios blancos en Estados Unidos y en Latinoamérica) tra- glaterra- muchas características con la Revolución francesa, pero su
taron de destruir o al menos contener de una manera o de otra en efecto fuera de la isla fue muy limitado, en gran medida porque no
las siguientes décadas. se le relacion6 con ninguna conquista "napoleónica". Además la
La repercusión de la Revolución francesa en Irlanda consistió en revuelta de la Reforma-Contrarreforma causó tantos disturbios como
transformar lo que había sido el intento de los colonos protestantes la revuelta revolucionaria en Francia. Sin embargo no se enfocó en
por obtener su autonomía (tal y como la había obtenido el grupo cuestiones de índole política y, si bien el resultado inlplicó una ver-
análogo en la Norteamérica británica) mediante una revolución dadera reestructuración política, no pareció suscitar interrogantes
social que por un tiempo llevó tanto a católicos como a presbiteria- acerca de la legitimidad política de los gobernantes y de sus estruc-
nos disidentes hacia un nlovimiento común contra el colonialismo. turas per se.
Este intento, al alcanzar el corazón mismo del estado británico, fue La burguesía o si se prefiere el estrato capitalista o las clases
hecho a un lado, socavado, reprimido, e Irlanda se integró más que gobernantes, llegaron a dos conclusiones a partir de la "revuelta 6'
nunca a Gran Bretaña mediante el Acta de Unión firmada en 1500. revolucionaria en Francia". Una fue la amenaza que se sentía no por
El resultado sin embargo fue un problema político interno, de índo- lo que pudieran hacer los Robespierre del mundo, sino por lo ciue
le endémica para Gran BretaRa durante el siglo XX, el equivalente podrían hacer las masas desaseadas, que por primera vez parecían
rnutatis mutnndis al problema político estadunidense de los derechos estar pensando seriamente en adquirir el poder del estado. La Revo-
de los negros. lución francesa casi "se había salido de las manos" en varias ocasio-
En Egipto la invasión napoleónica provocó el surgimiento del pri- nes no porque algunos "burgueses" estuvieran buscando canlbios
mer gran "modernizador" egipcio, Muhammad Ali, cuyo programa políticos, sino porque algunos "campesinos" o algunos "sansculottes" Q
de industrialización y expansión militar socavó en forma grave el (extremistas), o algunas "mujeres" empezaron a tomar las armas y a
imperio otomano y casi creó un estado poderoso en el Medio Orien- marchar o manifestarse. Los esclavos negros de Santo Domingo
te, capaz de desempeñar a la larga un papel importante en e1 siste- hicieron algo más que manifestarse, en realidad tomaron el poder
ma interestatal. Casi al final los esfuerzos de Muhammad Ali fueron del estado -un acontecinliento político que fue más difícil de con-
contenidos tal y como sucedió con otras tentativas similares tener y revertir que las rebeliones en Francia.
emprendidas en la periferia durante un siglo. - Estos "levantamientos" por supuesto podrían asemejarse d~
A todo esto por supuesto debe sumarse la descolonización de manera analítica a las recurrentes revueltas poi- comida y alborotos
América. Sin duda ello no se debió (sólo) a la Revolución francesa, canlpesinos de los siglos anteriores. Creo que la bui-guesía de1
pues la Guerra de Independencia estadunidense antecedió a la revo- mundo percibió que algo diferente estaba ocurriendo. que a esos
18 DEL GEKESIS .-i L-i RLRJRC.~CIÓN LA REVOLL'CIÓX FR.ANCES.4 CObIO SUCESO HIsTÓRICO 19

"levantamientos" podi-ían catalogárseles mejor como los primeros este tipo particular de Weltnnsclzctzrung podría interpretarse sólo en
disturbios verck~deramente~antisisténlicos (es decir, en contra del sis- una situación en la que la disertación pública aceptara la normali-
tema capitalistaj del mundo moderno. No es que esos levantamien- dad del cambio. Es necesario formular a conciencia una ideología
tos antisisténiicos tuvieran niucho éxito, sino que al menos se habí- sólo si se cree que el cambio es normal y que, por lo tanto, resulta
an suscitado y por lo tanto presagiaron -un importante cambio iítil para establecer objetivos políticos conscientes de mediano
cualitativo en la estructura del sistema-mundo capitalista, un punto plazo.
de cambio.en sus políticas; Esas tres ideologías se gestaron en el siglo XIX: el conservaduris- er.
A partir de este momento la burguesía mundial Ilegó a una mo, el liberalismo y el nlarxismo, y todas fueron ideologías sistémi-
segunda inferencia muy lógica. Un cambio político constante a corto cas mundiales. No es casualidad que el conservadurismo fuera el
plazo era inevitable y resultaba inútil mantener el mito histórico uti- primero en surgir en el nivel institucional. Resulta claro que la
lizado por los sistemas-mundo anteriores e incluso por 1a.economía- nueva aceptación de la nornlalidacl clel cambio planteaba dilemas -
mundo capitalista al punto de que el canibio.político se convirtió en urgentes para quienes tenían tendencias conservadoras. Edmund
algo excepcional, con frecuencia efímero y casi siempre indeseable. Burke y Joseph de Maistre pronto se percataron de esto. Vieron que
8 Sólo aceptando la normalidad del cambio la burguesía mundial era necesario justificar desde el punto de vista intelectual el ritmo

' *
podría tener la oportunidad de contenerlo y retrasarlo. más lento posible para el cambio, pero lo más importante fue qpe se
Esta extendida aceptación de la normalidad del cambio repre- dieron cuenta de que algunos tipos de cambio eran más graves que
sentó una transformación cultural fundamental de la econoniía- otros. Por lo tanto dieron prioridad a preservar las estructuras que a
mundo capitalista. Significó que se reconocían públicamente -es su veL servirían para frenar a todos los refornlistas y revolucionarios
decir, de. nlaner-a expresiva- las realidades estructurales que de precipitados. Las estructuras cuyos méritos elogiaban los conserva- @
hecho habían prevalecido ya por varios siglos: que el sistema-mundo dores fueron: la familia, la "comunidad", la iglesia y por supuesto la
era un sistema capitalista, que la división laboral de la economía- monarquía. El motivo central de la ideología conservadora siempre
mundo estaba limitada por un sistema interestatal compuesto de ha sido la "tradición". Se supone que las tradiciones existen y han
estados hipotéticamente soberanos. Una vez que se extendió esta existido por tiempo indefinido; también se afirma que es "natural"
aceptación, lo cual me parece que ocurrió más o menos en el perio- defender los valores tradicionales porque encarnan la Sabiduría. La
do de 1789 a 1815, surgieron tres nuevas instituciones como expre- ideología conservadora sostiene que cualquier nianejo indebido de
sión y respuesta a esta "normalidad del cambio". Estas tres institu- las tradiciones necesita una sólida justificación pues de lo contra-
@ ciones fueron las ideología.^, las ciencias sociales y los movimientos, rio provoca la desintegración y la decadencia. Por lo tanto, la ideo-
.y comprenden la gran síntesis intelectual/cult~~ral del "largo" siglo logía conservadora es la encarnación cle una especie de pesimismo
XK, los fundamentos institucionales de lo que a veces se denomina cultural de naturaleza defensiva. Los conservadores adviérten
en forma. inadecuada "niodernidad". sobre los peligros del cambio que ahora ha llegado a consi'derarse
LT Por lo general no consideramos a las ideologías como institucio- normal. Las implicaciones políticas a corto plazo tal vez varían
nes, pero. esto es un error; una ideología. es más que una Weltnns- niucho pero a la larga el programa político del conservadurisnio es
chnzrzmng. Es evidente que en toda época y en distintos lugares ha claro.
existido una o varias We~lnnschnzrmngenque han determinado la, El liberalismo es la ideología natural del cambio normal; pero @

manera como interpretanios nuestro niunclo. La gente siempre necesitaba convertirse en ideología sólo después de que surgiera el
interpretó la realidad niediante lentes ordinarios que habían sido conservadurismo. Fueron los lories quienes primero denominaron
fabricados con niaterial histórico. Una ideología es dicha Weltnns- "liberales" a sus opositores a principios del siglo XIX. Sin duda la
chnzmzmng, pero de un tipo muy especial, una Weltanschnzmzmng que ha idea del derecho que tienen los individuos a liberarse de las limita-
e sido formulada de mánera consciente y colectiva con objetivos polí- ciones del estado tenía una larga historia que precede a ese momen-
ticos formales. Si se utiliza esta definición de ideología, entonces to. El surgimiento del estado absolutista trajo consigo a los clefenso-
20 . L4 BLFURC.4ClÓN
DEL CÉNECIS A L.-\.RE\'OLL:CI~N FR.LNCES.4 COMO SL'CESO HISTORICO 21

res del gobierno constitucional. Se suele considerar a John Locke ?lograrque funcionara mejor. Este conocimiento fue más importan-
como la encarnación simbólica de esta línea de pensamiento. Sin te para los liberales y los marxistas porque estaban en favor del
embargo lo que surgió en el siglo xm fue el liberalismo como una "progreso" y por lo tanto tendían más que los conservadores a
ideología de reforma aprobada en forma consciente y esto no exis- fonientar y frecuentar el cambio social. Pero incluso los conserva-
tió en realiclad en los siglos' XVII o xvnr. También por este motivo es dores eran conscientes de que podría resultar útil comprender la
que creo que la tan citada diferencia entre el liberalisn~ode "estado realidad, aunque sólo para conservar (y restaurar) el stntzcs q z ~ o(por
mínimo" de principios clel siglo x ~ uy el liberalismo de "estado adelantado).
social" de finales del mismo siglo con frecuencia pasa por alto este Las ideologías son más que sólo Wellnnschnuungen; las ciencias
punto. Los defensores cle ambos tenían la misma agenda política sociales son más que un pensamiento social o filosofía social. Los
consciente: una reforma legislativa que indujera, canalizara y facili- sistemas-mundo anteriores tuvieron pensadore; sociales, y aún hoy
tara el "cambio normal". nos beneficiamos de sus escritos. El sistema-mundo nloderno fue @
Q El marxismo entonces surgió tarde como la tercera ideología del heredero de un denominado "Renacimiento" del pensamiento grie-
mundo del siglo m. Tal vez algunos preferirían considerar al socia- go (en particular) y también se construyó sobre esa base en diversas
lismo como la tercera ideología, pero con el tiempo la única varie- formas. El surgimiento de las estructuras del estado y en particular
dad de pensanliento socialista que de verdad se diferenció del libe- del estado absolutista cond~tjoa un florecimiento especial de la filo-
ralismo conlo ideología fue el marxismo. Lo que hizo el marxismo sofía política, de Maquiavelo a Bodin y a Spinoza, desde Moco hasca
fue aceptar la premisa elemental de la ideología liberal (la teoría del Hobbes y Locke, desde Montesquieu hasta Rousseau. De hecho éste
progreso) y afiadirle dos características específicas cruciales. El pro- fue un periodo estelar en la generación de dicho pensamiento, y
greso se consideraba como algo realizado no de manera continua nada se le iguala en la era posterior a 1789. AdemLís desde media-
sino discontinua, es decir, mediante revoluciones. Y en la búsqueda dos y hasta finales del siglo XVIII surgieron obras sobre filosofía eco-
ascendente de la sociedad perfecta, el mundo había alcanzado no su nómica casi tan espléndidas como las de filosofia política: Hunle,
estado definitivo sino poco menos que eso. Estas dos modificacio- Adam Smith, los fisiócratas, Malthus. Nos sentimos tentados a agre-
nes fueron suficientes para producir una agencla política totalmen- gar a Ricardo, John Stuart Mi11 Karl Marx.
te diferente. Pero nada de esto representó la institucionalización de las cien-@
Debo señalar que no he comentado las bases sociales de estas cias sociales, las cuales, como llegó a definírselas en el siglo m, fue-
diferentes ideologías. Las explicaciones comunes me parecen dema- ron el estudio empírico del mundo social,.un estudio realizado con
siado sencillas, y tampoco es claro si el surgimiento de estas tres la intención de conlprender el "cambio normal" y, por ende, influir
ideologías dependió de bases sociales específicas, lo cual no signifi- en él. Las ciencias sociales no fueron el producto de pensadores
ca que no hubiera una correlación histórica enti-e.la posición social sociales solitarios, sino la creación de un grupo de personas dentro
y la preferencia ideológica. Lo importante es que las tres ideologías de estructuras específicas para alcanzar fines específicos. Implicó
enunciaron cómo enfrentar políticamente el "cambio normal". Y tal una inveikión social importante, que nunca antes había sucedido
vez agotaron el rango de posibilidades para que las ideologíasGro- con el pensamiento social.
símiles se institucionalizaran en la economía-mundo capitalista del El principal modo de institucionalizar las ciencias sociales fue
siglo srs. mediante la diferenciación en la estructura universitaria tradicional
Las agendas políticas son sólo una parte de lo que se requiere europea que en 1789 casi se encontraba moribunda. Las universi-
para enfrentar el "cambio normal". Dado que dichas agendas reljre- dades,'que en ese momento difícilmente eran centros intelectuales
sentaban propuestas concretas, requirieron un conocinliento con- vitales, se encontraban aún organizadas a la manera tradicional de
creto de las iealidades del nlonlento. En pocas palabras lo que cuatro facultades: teología, filosofía, derecho y meclicina. Además,
6% necesitaban eran ciencias sc>.ciales,ya que si no se sabía cómo fun- había relativamente pocas universidades. En el transcurso del siglo
cionaba el nlunclo, era clifícil recomenclar qué potlía hacerse para xriu se crearon muchas ccíteclras nuevas, en gran merlicla en la facul-
22 DEL GENESIC .X L.& BIFURCACIÓN

tad de filosofía y en menor grado en la de derecho. Estas cátedras sófico", y poco "histórico". Ésta es la importancia de escribir histo-
tenían nuevos nombres y algunos de éstos selvolvieron precursores ria wie es eigentlich gezuesen ist. La historia en verdad había ocurrido.
de lo que ahora denominamos "departament~s". Lo que había sucedido se daría a conocer recurriendo a l a s "ftten-
En primera instancia no fue claro cuáles "r/ombres" de supuestas tes" y leyéndolas con sentido crítico. La historia que ahora se había
"disciplinas" prevalecerían, pero conocemos el resultado. Hacia institucionalizado era idiográfica d e manera rigurosa.
finales del siglo XIX, seis "nombres" principales habían sobrevivido Deben subrayarse cuatro cosas acerca de la incipiente. instituciw
y de alguna manera se habían estabilizado como "disciplinas". Se naiización de estas cuatro disciplinas, como se desarrollaron en el
institucionalizaron no sólo dentro del sistema universitario, ahora siglo XIX. En primer lugar, desde un punto de vista empírico euvie-v'
renovado y de nuevo en proceso de expansión, sino también como ron que ver casi de manera.excliisiva con los principales países de la
asociaciones nacionales cle eruditos y,~en el siglo xx, como asocia- econornía-mundo capitalista -de hecho, básicamente con sólo unos
ciones internacionales de eruditos. cuantos. En segundo, casi todos los eruditos se abocaron a' materia-w
La "clenominación" de las disciplinas -es decir, la estructura de les empíricos relacionados con. sii propio país. En tercer lugar, el
la presunta división de la labor intelectual- reflejaba en gran medi- modo de trabajar dominante era empírico y concretp, incluso parad
da el triunfo de la ideología liberal. Esto por supuesto debido a que las denominadas 'disciplinas nomotéticas (economía, sociología, .
dicha ideología liberal fue (y es) la ideología reinante de la econo- ciencias políticas) se decla que el objeto er8 descubrir las "leyes" q'e,,

mía-mundo capitalista, lo que también explica por qué los marxistas explicaban el ~omportamientodel hqmbre. El empuje empirista, de
sospechaban de las nuevas ciencias sociales, y por qué los conserva- base nacional, de las nuevas "disciplinas" se convirtió en el modo de
dores habían tenido aún más sospechas y habían sido más recalci- restringir el estudio del cambio social que lo volvería mái útil y sus-
trantes. tentador d e las políticas del estado, y que también lo convertiría en
La ideología liberal implicaba el argumento de que la pieza cen- la menos subversiva de las nuevas variedades. No pbstante, era un
tral del proceso sncial era la delimitación cuidadosa de tres esferas estudio del mundo "realn basado en el supuesto de que no se podía
de actividad: la relacionacla con el mercado, el estado y la "perso- obtener dicho conocimiento en forma deductiva a patir de la corn-
nal". La Últinla categoría era más bien residual y abarcaba todas las prensión metafísica del mundo invariable.
actividades que no se relacionaban en forma directa con el estado o Durante el siglo XIX la aceptación de la normalidad del cambio
el mercado. Puesto que no se le daba una definición positiva, esta incluyó la idea de que éste era normal sólo.en el caso de las nacio-,
actividad tenía que ver con las tareas de la "vida diaria" -la familia, nes civilizadas y que, por lo tanto, e r a obligatorio para dichas na- . .
la "com~~niclad", el "bajo mundo" de las actividades "descarriadas", ciones imponer el cambio al obstinado resto del mundo. Las cien-
etcétera. El estudio de estas esferas independientes llegó a denomi- cias intervendrían como un modo de describir las costumbres
3 narse ciencias políticas, economía y sociología. La denominación de invariables, abriendo así el camino hacia la comprensión de cómo
ciencias políticas fue el último nombre en ser aceptado debido prin- este otro mundo podría traerse a la "civilización". El estudio de los
cipalmente a una arcaica disputa jurisdiccional entre las facultarles pueblos "primitivos" sin'escritura se llevó el campo de la antropolo-
de filosofía y derecho, y no debido a que se considerara que las ope- gía. 'El estudio de los pueblos "petrificados" con escritura (.China,la
raciones del estado fueran menos mel-ececloras de esirudio. Estas India, el mundo árabe) se llevó el campo del orientalismo. En cada
tres "disciplinas" se desarrollaron como ciencias universalizantes campo el estudio académico subrayó los elementos invariables pero
basadas en investigaciones empíricas, con un fuerte elemento adjun- estuvo acompañado de un campo aplicado de ingeniería de la socie-
to de "ciencias aplicadas". dad,y, en gran medida, extrauniversitario.
-J
Paralelo a esto, el "nombre" historia se reclefinió en forma clara. . Las ciencias sociales se convirtieron cada vez más en un instru-@
'
Ésta es la gran transformación representada por la obra de Ranke. mento para gobernar de manera inteligente un mundo donde el
La gran crítica de Ranke contra aquello que se había producido ' cambio era normal, y por lo tanto, ayudaron a limitar el alcance de
antes con el "nombre" de historia es que era algo denlasiado "filo- dicho cambio, y quienes buscaban ir más allá de los límites estruc-
24 DEL GENECIS .A W BIFLIRCACI~N LA RESOLUCIÓN .FR.ANCESX COh.10 SUCESO HIST~RICO 23

tiirados por el mundo burgués recurrieron a una tercera institu- del sistema-mundo, pero lo hizo de manera muy ambigua ya que,
0 ción: los movimientos. Una vez más, las rebeliones y la oposición por una parte, podemos decir que permitió el florecimiento de todo
no eran nada nuevo, ~ u e desde
s hacía mucho habían sido parte del lo que hemos llegado a relacionar con el m.undo.rnodei-no:la pasión
escenario histórico, tal como lo habían sido la Weltanschauungen y por el cambio, el desarrollo, el "progreso". Es conlo si el'disturbio
el pensamiento social. Pero así como la Weltanschnuungen ahora se revolucionario francés hubiera permitido al sistema-mundo r6mper
había convertido en ideologías y el pensamiento social se había una barrera cultural y acelerar las fuerzas del "cambio" en el
transformado en ciencias sociales, de igual manera las rebeliones y mundo.
la oposición se convirtieron en movimientos antisistémicos. Estos Pero por otra parte el disturbio revolucionario francés, al crear
movimientos fueron la tercera y última de las innovactones institu- las tres grandes instituciones nuevas -las ideologías, las ciencias
cionales del sistema-mundo posterior a 1789, una innovación que en sociales, los movimientos- también creó el refrenamiento y distor,
realidad surge sólo después de la revolución mundial de 1848. sión de este proceso de cambio y al mismo tiempo las o b s t r ~ c i o n e s.
La principal diferencia entre las múltiples rebeliones y oposicio- de las cuales el mundo ha cobrado gran conciencia en los úItim6s
nes anteriores, y los nuevos movimientos antisistémicos, fue que las veinte años. El consenso posterior a 1789 respecto a la normalidad
primeras eran espontáneas, efímeras y en gran medida sin coordi- del cambio y las instituciones que engendró, ahora ha terminado al
nación salvo en el nivel local; pero los nuevos movimientos eran ver- fin. Pero no en 1917, sino en 1968.
,
daderas organizaciones -a la larga organizaciones con burocracias- Para aclarar nuestras opciones y nuestras utopías en el sistema-
que planeaban la política de la transformación social, y funcionaban mundo posterior a 1968 convendría volver a leer el lema t r i n i t a r i ~ , ~
en un marco de t i e m p ~que iba más allá del corto plazo. de la RevoIuciGn francesa: libertad, igualdad, fraternidad. Ha sido
Estos movimientos antisistémicos se dieron en dos grandes for- muy fácil plantear la libertad frente a la igual Aacl, tal y como en cier-
mas, una para cada tema principal del "disturbio revolucionario to sedtido lo han hecho las dos interpretaciones principales de la
francés" como se experimentó en todo el sistema-mundo. Se orga- Revolución francesa, cada una abogando por una mitad de la anti-
nizaron m~vin~ientos alrededor del "pueblo'? como clase o clases nomia. Tal vez la razón de que la Revolución francesa.no produjera
trabajadoras, es decir, en torno al conflicto de clases que en el siglo libertad ni igualdad es que los principales dueños del poder y sus
a XIX llegó a denominarse primero movimiento social y después herederos han logrado sostener que'eran objetivos independientes,
movimiento socialista. Y estaban los movimientos organizados alre: pero ésta no Fue la opinión de las masas.
dedor del "pueblo" como Volk, como nación, como voceros de un Sin embargo la fraternidad siempre ha sido un agregado piadoso
.A
lenguaje común que llegó a conocerse como los movimientos que, hasta 1965, nadie en todo el escenario cultural posterior a 1789
nacionalistas. había tomado en serio. Lo que todos han interpretado como el sig-
NO pretendo relatar la ardua pero eficaz institucionalización de nificado de la "normalidad del cambio" es la creciente homogeniza-
los movimientos socialistas y nacionalistas como organizaciones del ción del mundo, en la que la armonía surgiría después de la desa-
estado que buscaban el poder estatal en los estados en los que se parición de las diferencias reales. Por supuesto hemos descubierto.
ubicaban o en los que pretendían ubicarse; mi intención es señalar el hecho brutal de que el desarrollo dk la economía-mundo capita-
que a pesar de apelar a los valores "universales", los movimientos lista ha incremcntado en forma notable la disparidad económica y
como estaban construidos fueron estructuras estatales de la misma social y, por lo tanto, la conciencia de las diferenciasJa fraternidad,
manera que las ciencias sociales, a pesar de apelar a leyes "univer- o para denominarla a la manera ~ o s t e r i oar 1968, la camaradería, es
sales", analizaban en realidad fenómenos del estado. En efecto, de una construcción cuyas piezas se arman con gran'dificultad; no obs-
las tres nuevas "instituciones" sólo las ideologías se las ingeniaron tante esta frágil posibilidad es en realidad el fundamento para
para institucionalizarse en cierto grado a escala mundial. lograr la libertad e igualdad.
¿Entonces cuál ha sido el verdadero legado del "disturbio revolu- La Revolución francesa no cambió mucho a Francia, pero sí lo
cionario francés"? Es evidente que transformó el "aparato cultural" hizo en forma radical al sistema-mundo. El legado institucional
25 DEL GJ?NESIS A L.-%BIRIRC.%CI~N

mundial de la Revolución francesa tuvo efectos ambiguos. El cues- 2. CRISIS: LA ECONOMÍA-MUNDO,


tionamiento de este legado después de 1968.requiere una nueva LOS MOVIMIENTOS Y LAS I D E O L O G ~ S
interpretzción del significado del impulso popular que cristalizó
como el disturbio revoIucionario francés.

Al decir crisis en un sistema histórico no me refiero a las dificklta-


des coyunturales dentro de un sistema, sino a una tensión estructu-
ral tan grande que el único resultado posible es la desaparición del
sistema como tal, ya sea mediante un proceso de desintegración gra-
dual (que lleve a rumbos impredecibles) o mediante un proceso de
transformación relativamente controlada (enfocada hacia una direc-
ción prevista y por lo tanto con una sustitución por parte de uno o
varios sistemas). En este sentido una crisis es por definición una
"transición", y las "transicionesn en los sistemas de gran escala tien-
den a ser (quizás en forma necesaria) de mediana-larga duración y
con frecuencia toman entre 100 y 150 años (Wallerstein, 1982).
Ahora estamos viviendo dicha transición al pasar de una economía-
mundo capitalista a algo distinto que-tal vez sea un orden mundial
socialista pero, dada la naturaleza. de la crisis, no queda más que
sugerir las probabilidades de rumbo.
Sarnir Amin (1980; 1982) ha sugerido que resultaría productivo
observar que, mientras la transición (una "revolución" conforme a
su terminología) del feudalismo al capitalismo fue relativamente
controlada, la transición de la antigüedad occidental al feudalismo
fue más bien un proceso de desintegración o, en sus propias pala-
bras, de "decadencia". Amin argumenta que la crisis actual parece
tener elementos de ambas formas, pero de hecho adoptará la forma
de una decadencia o desintegración más que de una transforma-
ción controlada. Si esto es cierto, en realidad podría tratarse de
algo positivo y no negativo como podría parecernos a simple vista.
Hay que recordar que la transición del feudalismo al capitalismo en
realidad estuvo controlada por el antiguo estrato superior para con-
servar su dominio en una forma nueva y mejorada, precisamente
porque su dominio se había visto amenazado por una incipiente des-
integración. En contraste con una transformación controlada es
posible también que la desintegración sea un modo de transición
más favorable para crear un sistema histórico menos jerárquico,
incluso si se nos ha enseñado lo contrario durante los Últimos cien
MATERIAL DE CÁTEDRA
Roitman, Susana (2010) Capitulo 2. En Introducción a las Ciencias
Sociales. Asoc. Cooperadora de la FCE. Córdoba

UNIDAD 2
Problemas epistemológicoc de las Ciencias Sociales

Introducción
Después de haberlo acompañado en el recorrido a través del nacimiento de las Ciencias
Sociales y en particular el de las Ciencias Económicas en la Unidad 1, trabajaremos ahora los
problemas epistemológicos de las Ciencias Sociales.
Ahora bien, ja qué nos referimos con "epistemología"? La palabra parece encerrar algún
misterio. El sufijo logia, proveniente de logos nos resulta familiar, es el estudio de algún objeto.
Cuando hablamos de mineralogia o sociología realizamos una asociación inmediata: se trata de
estudiar minerales o sociedades. Pero ja qué clase de objeto remite episteme? La respuesta no
es sencilla. Para los griegos episteme aludía a un conocimiento riguroso y verdadero, a la
esencia inmutable de las cosas. A este término se le oponía el de doxa como un saber de sentido
común, cambiante, que no lograba indagar en el "meollo" del asunto, porque no apuntaba a
descubrir lo esencial.
La preocupación por caracterizar el conocimiento riguroso y verdadero y distinguirlo del
que no lo es tiene una larga trddición en la Filosofia. Aristóteles, Platón, Santo Tomás, Descartes,
Kant, Hegel, Marx, Nietzche, Foucault son algunos de los pensadores que se ocupan del tema.
Cada uno de estos autores tiene ideas muy diferentes sobre el asunto. Por cierto, la discusión
sobre la verdad y el conocimiento es uno de los hilos conductores que permite hilvanar la
historia del pensamiento humano.

E. La Epistemología
A principios del siglo XX, con las ciencias ya conformadas e institucionalizadas según
vimos en la Unidad 1, Betrand Russell, un destacado matemático y filósofo inglés, sugirió que la
Filosofía debería centrarse en el conocimiento científico y su validez con enfoques diferentes a
los de la gran tradición filosófica. Propuso el nombre de epistemología para esta rama de la
Filosofia.
Las preguntas que procura responder la epistemología son entre otras ¿que características
debe tener un conocimiento para ser considerado ciencia y cómo distinguirlo de un conocimiento
no' cientifico? jCÓmo validan y justifican las ciencias sus teorías? ¿Cuándo consideramos que una
teoría científica es verdadera o verosímil?
O más en general jcuáles son los supuestos epistemológicos de las teorías científicas?.
Entendiendo por supuestos epistemológicos los puntos de partida que subyacen a la
investigación científica casi siempre sin explicitar: cómo se entiende la relación entre el
investigador y su objeto, cuál es el grado de correspondencia entre la teoría y la realidad, la
objetividad del conocimiento producido, si la ciencia progresa y de qué modo, cómo se relaciona
el contexto con los contenidos de las teorías científicas entre otros. Estas preguntas no tienen
respuestas Únicas y tampoco pueden ser "resueltas" mediante la comprobación empírica. Para
aclarar esta idea veamos un ejemplo: el psicoanálisis. Se trata de una teoría de gran desarrollo,
institucionalizada en las universidades y con eminentes intelectuales que la representan en la
historia del pensamiento como Freud y Lacan. Al mismo tiempo, hay otro núcleo importante de
intelectuales, igualmente eminentes, como Karl Popper y Mario Bunge, que consideran que el
psicoanálisis no es una ciencia porque según ellos no cumple con los requisitos necesarios para
ser considerado ciencia. Unos y otros esgrimen argumentos convincentes. Los defensores de la
cientificidad del psicoanálisis recurren a la capacidad interpretativa de la teoria, a la coherencia
de su cuerpo teórico o los éxitos terapéuticos de su aplicación. Los adversarios argumentan que
cuando se confronta a la contrastación empírica, la teoría psicoanalítica muestra una ambigüedad
tal que no nos permite decidir sobre su verdad o falsedad'.
Vemos pues que frente a la pregunta jes el psicoanálisis una ciencia? la respuesta no es
única. Depende de lo que entendamos por ciencia y sobre sus "criterios de demarcación", esto
es, la manera de trazar una frontera entre teorías científicas y no científicas. ¿Podemos diseñar
un experimento para decidir sobre la cientificidad de una teoria? Si lo intentamos debemos indicar
previamente cuáles son los criterios de evaluación de los resultados, cuáles serían los
indicadores que nos permitirán rotular a una teoria de ciencia y a otra de "pseudociencia" o "no
ciencia". Pero estaríamos ante la situación del perro que se muerde la cola. Esto es, tendríamos
que diseiíar un nuevo experimento para definir la pertinencia de esos criterios. No es difícil ver
que esta serie de experimentos no tiene fin. En algún punto tendremos que tomar una posición
argumentada, reflexiva sobre el asunto; esto es, la frontera entre ciencia y no ciencia, el criterio
de demarcación, no es arbitraria pero tampoco indiscutible. No es arbitraria porque para definirla
se requiere una argumentación sólida. No es indiscutible porque tales argumentaciones
confrontan con otras, tamtiién sólidas, acerca de lo que es ciencia y lo que no lo es. Como
resultado de las divergencias, el debate se enriquece pero no se cierra. Los argumentos se
tornan más exigentes y más sutiles, pero nunca se consagra un "ganador" definitivo. De manera
similar podemos problematizar el tema de la verdad, de la validez o de la de la justificación de
las teorías cientificas.
Repasemos. Este tipo de debates que no puede dirimirse en el ámbito empírico, cuyos
argumentos se renuevan una y otra vez en la historia del pensamiento, siempre enriquecidos pero
nunca cerrados, son argumentos filosóficos. Por lo que, cuando las argumentaciones filosóficas
versan sobre teorías científicas hablamos de epistemologia. Una definición standard se
encontrará en el texto de Klimovsky e Hidalgo quienes definen la epistemologia como "e1
estudio de las condiciones de producción y de validación del conocimiento cientifico, y, en
especial, de las teorías científicas" /1998:161. Siguiendo a Nagel, los autores entienden tambien
que la ciencia es "conocimiento sistemático y controlado". Ambas definiciones -la de ciencia y la
de epistemología- ofrecen no pocas aristas para el debate. Como el lector puede imaginar, la
diversidad de posiciones sobre lo que la ciencia es y sobre cuáles son sus límites y sus
clasificaciones, multiplica tambien las definiciones sobre lo que debe entenderse por
epistemologia y cuáles son sus ramas.

Acerca de la pluralidad de posiciones en relación a la teorización epistemológica nos ilustra


esta cita:

Un ejemplo concreto de la diversidad teórica existente en la idea de


epistemologia en la actualidad lo constituyen las concepciones de Popper y Piaget.
Para Popper el estatuto de la epistemologia viene definido por tres notas: por el
interés acerca de la validez del conocimiento (el estudio de la forma cómo el sujeto
adquiere dicho conocimiento es irrelevante para su validez); por su desinterés hacia

' El psicoanalista cuando interpreta los sueños de un paciente es muy probable que difiera de la interpretación de otro
psicoanalista frente a una situación igual. Para Popper esto es inaceptable en una ciencia.
40
el sujeto del conocimiento (la ciencia es considerada sólo en cuanto lenguaje lógico
estudiado desde un punto de vista objetivo), es decir, la epistemología se ocupa de
los enunciados de la ciencia y de sus relaciones lógicas (justificación); y, por Último,
por poseer un carácter lógico-metodológico, es decir, normativo y filosófico. Sin
embargo, para Piaget la epistemología se caracteriza por principios opuestos a los
de Popper, ya que a la epistemología le interesa la validez del conocimiento, pero
tambien las condiciones de acceso al conocimiento válido; de ahí que el sujeto que
adquiere el conocimiento no sea irrelevante para la epistemología, sino que ésta
debe ocuparse tambien de la génesis de los enunciados científicos y de los múltiples
aspectos de la ciencia que trascienden la dimensión estrictamente lingüística y
lógico-formal.. ..
En http://presencias.ne'c/indpdm.html?http://presencias.net/educar~tlO4Oa.html

Analicemos un poco la cita: mientras Popper considera que la epistemología debe ocuparse
sólo del estudio de las teorías científicas en si mismas, de su validez, de su lenguaje; Piaget
resalta también el papel de las "condiciones de producción" del conocimiento cientifico. En este
texto introductorio asumiremos con Klimovsky que tanto las "condiciones de producción" como la
"validez" del conocimiento son objetos epistemológicos; entendiendo por condiciones de
produccion a los contextos materiales y simbólicos en donde se insertan las prácticas
investigativas.

En cuanto a la distinción entre las ciencias tradicionalmente se ha dividido las disciplinas


científicas en dos grandes grupos: las ciencias formales y las ciencias empíricas. En las primeras
el objeto es una construcción exclusiva del pensamiento humano, tal como la Lógica y la
Matemática. En las segundas los objetos son fenómenos empíricos, es decir aquellos que se
aprehenden por medio de la experiencia. Son fenómenos empíricos los planetas que giran
alrededor del sol, la evolución de las especies, la formación de los precios o las luchas de los
trabajadores por salarios. Entre las ciencias empíricas se distingue entre naturales y sociales.
Las Ciencias Naturales son teorizaciones sobre fenómenos cuya existencia es independiente de
las prácticas sociales: la Física, la Química o la Biología. Las Ciencias Sociales, en cambio,
analizan fenómenos que la vida social instituye: la Sociología, las Ciencias Económicas o las
--
Ciencias Jurídicas son ejemplos de Ciencias Sociales. .-

Esta situación podríamos sintetizarla en este esquema:

' Ciencias Sociales Naturales -=+ Ej: Fisica, Biologia.

Empíricas
S ~ c i a l e ==+
~ Ej: Economb. Socialogia.
Las ciencias formales presentan una problemática muy diferente a la de las ciencias
empiricas, por lo que dejaremos de lado su análisis en esta ocasión.
Consecuentemente con esta división de las ciencias empíricas se distingue entre
epistemología de las Ciencias Naturales y de las Ciencias Sociales. Existe un amplio terreno
común para una epistemología general en donde no es importante la distinción entre los objetos
sociales y naturales y también hay problemas muy específicos de cada disciplina que permiten
hablar de "epistemología de la Administración" o "epistemología de la Física". En el desarrollo de
esta unidad nos mantendremos en el ámbito de los aspectos epistemológicos de las Ciencias
Sociales, aunque serán inevitables a veces referencias de carácter general.

2. Tres problemas para la epistemología de las Ciencias Sociales


Existe un amplio abanico de problemas epistemológicos controversiales en la reflexión
sobre las Ciencias Sociales. Por ejemplo ¿la sociedad debe entenderse desde el orden o desde
el conflicto? Las Ciencias Sociales json objetivas o dependen del "cristal con que se mire", o más
precisamente de la perspectiva teórica con que se analicen? jcómo inciden la ética y la política en
la formulación del conocimiento de las Ciencias Sociales?
En esta Unidad veremos tres de preguntas o problemas que dividen aguas en las
perspectivas episternológicas de las Ciencias Sociales:

a) sobre la unidad episternica de la ciencia, que equivale a preguntarse jel conocimiento


de las Ciencias Sociales es en términos epistemológicos y metodológicos de la misma naturaleza
que el de las Ciencias Sociales?
b) sobre la relación entre condiciones de producción y teorías científic.as que
implica interrogarse si en la trama de las teorías científicas incide el contexto de suproducción.
C) el debate entre iqdividualisrno y holisrno metodológicos en donde se indaga cuál
es el punto de partida de las Ciencias Sociales. Para los individualistas metodológicos se trata de
la acción individual que por composición o agregación permite comprender las estructuras. Los
holistas, en cambio, señalan que la sociedad se debe entender desde el todo a las partes.

La selección del primer eje obedece a que se trata de una discusión con una trayectoria
larga, que coinienza con la institucionalización de las Ciencias Sociales, como vimos en la Unidad
1. El segundo 'eje nos introduce en la relación entre Ciencias Sociales, Ética y Política que
trabajaremos en detalle en la Unidad 3 y nos permite discutir la relación ciencia- sociedad.
El tercero de los problemas planteados permite introducir la cuestión de la racionalidad de
la acción, un tema clave para las Ciencias Económicas.

Conviene aclarar que la distinción que Ud. encontrará en Klimovsky entre los enfoque
naturalista, interpretativista y crítico es un modo de establecer distinciones no demasiado
alejadas de la que estamos proponiendo, es decir desde los tres problemas que hemos
propuesto. En particular el enfoque naturalista y el interpretativista son emergentes de la
pregunta sobre la unidad epistemica de la ciencia, mientras que el enfoque critico se liga tanto

Ya hemos visto en la unidad 1 que la division disciplinar se encuentra cuestionada y que la propuesta contemporánea es el
conocimiento transdisciplinar. Se cuestiona que existan fronteras tan claras entre la Sociologia, la Economía o las Ciencias
Politicas. Sin embargo, se mantiene la división de las dos grandes áreas: Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.
al problema de la relación entre condiciones de producción y teorías científicas como al debate
individualismo-holismo.

@1 Actividades
Lea atentamente el texto de Klimovsky sobre los tres enfoques en la epistemología de las
Ciencias Sociales. Aunque es otro modo de organizar la lectura de las perspectivas
epistemológicas, guarda .estrecha relación con la propuesta que subrayamos aquí. Mientras que
Klimovsky apela a una distinción tradicional, aquí hemos utilizado una grilla ligada a "problemas".
Según su criterio, cuáles son las ideas/conceptos que diferencian estas perspectivas.
Explique el por qué de las mismas.

3. El debate sobre compreirasión y expllicación en las Ciencias


Sociales
Señalamos en la introducción que las ciencias empíricas se dividen tradicionalmente en
naturales y sociales y que se aplica a la epistemología la misma distinción. Ahora bien, ¿hasta
que punto la diferencia entre objetos naturales y sociales implica diferencias sustanciales en el
modo de abordar su conocimiento? O dicho de otra manera: los problemas sobre la validez del
conocimiento científico, la cientificidad de las teorías jrequerirá un tratamiento diferencial según
se trate de fenómenos naturales o sociales? O podemos verlo así ¿las cuestiones epistemológicas
dependen o no del objeto del que trate la ciencia? Este problema se conoce como el de la
"unidad epistemica de la ciencia".
Una importante tradición epistemológica ha respondido la pregunta sobre la unidad
epistémica de la ciencia de manera positiva, considerando que el modelo de cientificidad es el de.
las Ciencias Naturales y que las Ciencias Sociales deben madurar hasta alcanzar tal modelo. Es el
llamado el enfoque naturalista o positivista. Para ellos el objetivo de toda ciencia empírica es
explicar o predecir los fenómenos independientemente del carácter de ellos.
Por otra parte, el enfoque interpretativista, argumenta que hay distinciones fundamentales
entre el conocimiento de las Ciencias Naturales y el de las Ciencias Sociales. Para ellos las
Ciencias Naturales explican los fenómenos que son su objeto, en cambio las Ciencias Sociales
interpretan el devenir de lo social. Esto es, no hay unidad epistemica entre las ciencias sino
pluralidad.
Este debate se conoce como "explicación o comprensión" y atañe a las Ciencias Sociales
ya que casi todos coinciden en que las Ciencias Naturales son explicativas. De este modo la
controversia surge en torno a las Ciencias Sociales: ellas jexplican o comprenden?

3.1 La explicación científica en las Ciencias Naturales

Hemos visto en la Unidad 1 el surgimiento de las Ciencias Naturales implicó su separación


de la filosofía y un cambio de actitud: desde la especulación hacia la preocupación por la
observación y la experimentación como fuentes primarias del conocimiento empírico
sistematizado mediante el uso de la matemática.
Tal separación produjo además un paulatino cambio del lenguaje de la ciencia. Lenta pero
incesantemente se abandona el uso de conceptos tales como "voluntad", "plan divino", "armonía
universal", habituales en los textos de la antigüedad y de la edad media, con los que se describía
el orden del cosmos. La "voluntad", el "plan" o el logro de la "armonia" provenían de una entidad
divina, suprahumana, cualesquiera que fueran sus características. En la ciencia que emerge en el
siglo XVll se comienza a prescindir de tales nociones, lo que no significa abandonar la religión
sino delimitar sus ámbitos de actuación. La ciencia no debe ocuparse de develar el plan divino.
Su aspiración se torna más modesta. En efecto, si se quiere progresar en el conocimiento de
áreas específicas de la realidad es necesario resignar la ambición de dar cuenta sobre la
totalidad cósmica. La tarea de descifrar el sentido del orden del universo no corresponde a las
ciencias sino a las humanidades: Teología, Filosofia, Arte. Por ejemplo, interesa explicar por qué
los planetas giran alrededor del sol, con determinada velocidad y órbita pero no cuál es el
propósito de estos mecanismos en el orden cósmico (Bauman: 2002).
Ahora bien, si ya no pretende discernir el sentido general de todo lo que existe, el
observador científico, se coloca en una situación de exterioridad en relacion a la parcela que
observa o sobre la cual experimenta. El objeto se recorta "positivamente" como algo que es
observable y medible por un sujeto que no está involucrado en ese orden parcial.
A este desplazamiento en el lenguaje cientifico de la voluntad y de la totalidad hacia la
explicación del orden en recortes de la realidad delimitados, el filósofo y sociólogo Auguste
Comte3, lo denomina el paso del pensamiento "metafísico" al pensamiento "positivo".
Las Ciencias Naturales, especialmente la Física, expresan sus hallazgos por medio de
enunciados de tipo general que llaman leyes. La idea es que en la naturaleza hay generalidades
de carácter universal que pueden ser descriptas con expresiones del tipo "Todo p entonces q".
Por ejemplo la ley de gravedad enuncia que dos cuerpos cualesquiera se atraen con una fuerza
que es proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la
distancia.
Con esta ley puedo explicar por qué la manzana de Newton cayó desde el árbol a la
cabeza del cientifico, en lugar de salir volando, o por qué los planetas giran en la órbita que lo
hacen.
Además, estas leyes no sólo permiten explicar sino también predecir. Se puede saber con
exactitud el momento del próximo eclipse solar gracias a que se conocen las leyes naturales que
regulan tal evento. La física moderna que comienza su camino con Galileo y culmina con Newton
en el siglo XVlll tiene ya en el siglo XIX un cuerpo teórico vasto y coherente con capacidad
explicativa y predictiva.

3.2 El problema de las Ciencias Sociales

La situación es bien distinta en el mundo de los fenómenos sociales. La voluntad, las


intenciones, los propósitos constituyen, por asi decirlo, la materia de la que está hecha la vida
social, materia que da sentido y orientación a las acciones humanas.
Es en el siglo XIX cuando las Ciencias Sociales se desgajan de la filosofía y procuran
erigirse como ciencias autónomas según vimos en la Unidad 1. Se, trata de una época
convulsionada en la cual resulta difícil interpretar los sucesos de la vida social -guerras,
revoluciones, huelgas, conformación de nuevas instituciones- sin tomar en cuenta lo que se
proponen los hombres y mujeres que actúan en cada situación. lntuitivamente se presenta la idea

' Filósofo francés iniciador del positivismo. Publicó en 1837 su famoso "Curso de filosofia positiva" con gran incidencia
en el pensamiento social de la época, incluyendo a América latina.
de que estas intenciones, estos propósitos, no pueden ser aclarados o comprendidos de manera
similar a las explicaciones con que se da cuenta de los hechos del mundo de la naturaleza.
Se presenta además una dificultad 'adicional. El trabajo del investigador, sus objetivos, su
argumentación, tienen la misma urdimbre de aquello que se investiga: el mundo de
significaciones. Esta "familiaridad" de la labor del científico con las prácticas sociales que se
estudian caracteriza tanto la interpretación histórica como el estudio de otras comunidades o las
prácticas sociales del presente. La investigación es "interior" a un universo cultural desde donde
se emprende la tarea de clarificar el mundo social. Trascender los límites culturales para situarse
en la calidad de un "ojo" observador externo al fenómeno observado, colocarse en la misma
situación de exterioridad que de manera aproblemática asumen los científicos naturales, resulta,
por lo menos dificultoso.

3.3 El enfoque naturalista y el enfoque interpretativista en


las Ciencias Sociales del siglo XIX

Hemos visto también en la Unidad 1, que las Ciencias Sociales nacen "a caballo" de las dos
culturas: la de las Ciencias Naturales y la de las humanidades. En consecuencia, si las nuevas
disciplinas pretenden adquirir el "status de cientificidad", tan apreciado de las Ciencias Naturales,
no pueden eludir la reflexión sobre sí mismas.
Nos encontramos pues en el siglo XIX con una pléyade de economistas, antrópologos,
sociólogos, historiadores y por supuesto también filósofos, debatiendo cómo proceden o deben
proceder las Ciencias Sociales frente a los dos problemas que planteamos en el apartado
anterior que sintetizamos así:

- la especificidad del mundo social conformado por intenciones y significaciones,


- la interioridad del investigador en la materia investigada y la dificultad de tomar distancia
con ella.
A los fines expositivos y aclarando que dejamos de lado un cúmulo de matices y zonas
grises, señalemos dos conjuntos de estrategias que dan lugar a dos tradiciones epistemológicas
diferentes para abordar esos problemas: la naturalista o positivista y la interpretativista o
hermenéutica, que se asocian Gpectivamente a la explicación y la comprensión.

a) El naturalismo o positivismo afirma que las Ciencias Sociales deben adoptar el punto
de vista de los investigadores de las Ciencias Naturales y orientarse por su modelo de
cientificidad. Esto implica considerar que la vida social presenta regularidades susceptibles de
ser expresadas como leyes. En otras palabras, los fenómenos sociales han de ser explicados.
También supone no problematizar la "interioridad" de la práctica investigativa en el
conglomerado de. prácticas sociales.
Frente a la cuestión de las intenciones, los propósitos, los significados que orientan
acciones hay dos enfoques posibles:

- considerar que puesto que no son observables, no deben ser considerados como
problemas científicos ya que el campo de la ciencia se restringe a fenómenos observables.
- considerar que las intenciones, los significados que orientan las acciones, son fenómenos
enteramente externos y pasibles de observación, aunque sea de manera indirecta a través de las
acciones que se realizan por ellos.
Por lo tanto, pueden ser explicados como todo fenómeno natural, aunque la explicación
adquiera matices diferentes a la de las Ciencias Naturales, como se puede leer en el texto de
Klimovsky en el apartado sobre explicación por comprensión (2002: 94-99).

Pero eludir la cuestión de los significados o reducirlos a "cosas" resuba problemático dada
su centralidad.en la vida social, que hace que el mundo humano sea distinto del mundo natural.
Asimismo, considerar la exterioridad del investigador con respecto a lo investigado, presenta el
problema de considerar a la razón científica como ajena a la realidad social, fuera de la historia.

b) El interpretativismo o hermeneutica: Pone el acento en la especificidad de las


significaciones en la vida social y considera que "su comprensión debe contener un elemento
ajeno a la explicación de los fenómenos naturales: el rescate del propósito, de la intención, de la
singular configuración del pensamiento y los sentimientos que preceden al .fenómeno social y sólo
alcanzan su manifestación, imperfecta e incompleta, en la evidencia de las consecuencias de la
acción. Por lo tanto, la comprensión de un acto humano debe ser buscado en el sentido que le
confiere la intención del actor; una tarea, como puede observarse a simple vista, esencialmente
diferente de la de las Ciencias Naturales". (Bauman, 2002:11). La comprensión se amplia en un
procedimiento circular de ida y vuelta entre horizontes culturales diferentes -el de investigador y
el de lo investigado que constituye la interpretación. En cada ir y venir, se enriquece la
experiencia de modo que las nuevas interpretaciones resultan más plausibles, más sutiles. Este
procedimiento es lo que se conoce como "círculo hermeneutico". Como no es posible la
comprensión sin interpretación y viceversa, ambos términos se convirtieron prácticamente en
sinónimos y en un sentido amplio remiten a la helmenéutica4.

En síntesis, la hermenéutica considera que las Ciencias Sociales tienen un modo de


abordaje especifico y diferente de las Ciencias Naturales. Si estas últimas tienen por objetivo
explicar y predecir, las primeras deben comprender, interpretar. Si en las Ciencias
Naturales la relación del sujeto que investiga con su objeto es de exterioridad, en las sociales, la
distancia, el afuera, no es posible. Las prácticas de investigación social modifican la vida social y
estas, a su vez, las prácticas de investigación.

Wilhem Dilthey (1833:19111, un filósofo e historiador desarrolla una de las primeras


reflexiones sistemáticas sobre las diferencias entre ambos tipos de ciencias. Para él "el

" La palabra hermenéutica tiene su raiz en el griego y su sentido original es aclarar, hacer ordenado lo confuso
Durante la Edad Media la hermenéutica se constituyó en una tecnica para determinar la autenticidad de un texto, dada
la proliferación de copias apócrifas de un mismo manuscrito. En el siglo XVI, la hermeneutica pasó a jugar un papel
preponderante en el debate católico-protestante sobre la intepretación de la biblia, y sus practicantes enriquecieron su
técnica con la capacidad de interpretar el texto, de develar sus significados. Pronto la historiografia y la la obra jurídica
reclamarían el servicio de la hermenéutica, de modo que en el siglo XIX y frente a la cuestión del significado, la
hermenéutica adquiere nuevo vuelo.
significado es la categoría peculiar a la vida y al mundo histórico". (citado en Hollis:1998, 201.
Los hechos que se registran en el mundo social tienen una cierta. relación con el significado que
le atribuyen a sus actos los agentes sociales. Puesto que en el mundo natural la significación no
tiene lugar, la explicación debería circunscribirse al orden natural y la comprensión interpretativa
a los significados, como modo de conocer el mundo social y su orden.
Los problemas que se le presentan al enfoque interpretativista son también importantes. y
podríamos resumirlos, siguiendo a Bauman (2002), como los desafíos del consenso y la
verdad.
- El consenso se presenta como una condición indispensable en la actividad científica. Las
Ciencias Naturales, aún en tiempos de polémicas, como por ejemplo la propuesta darwiniana,
apuesta a hallar pruebas. definitorias, reglas generales que inclinen la balanza para uno u otro
lado, capaces de persuadir a la comunidad científica. Pero lograr consenso cuando ponemos en
juego la interpretación de significados sociales, presenta obstáculos importantes. Si la
interpretación se hace desde una diversidad de horizontes culturales, el disenso es el resultado
más probable. Es cierto que el diálogo que está implicado en el proceso de interpretación
permitiría acercar posiciones, pero difícilmente se cierren filas en torno a una interpretación
consensuada unánimemente.
- La verdad. El problema de la hermenéutica excede al del consenso. En efecto, el
prestigio del que gozaban las Ciencias Naturales estaba basado, al menos en el siglo XIX, en la
imagen de que SUS formulaciones tenían fundamentos sólidos y duraderos ya que eran o bien
verdaderos o se aproximaban en forma continuada hacia la verdad. Esta creencia se basaba en la
impersonalidad de las reglas universales para validar el conocimiento. Las observaciones y
experimentos que debían ser realizados para contrastar empíricamente las afirmaciones
científicas, según exigía el modelo de la física, podían ser repetidos por cualquiera bajo las
mismas condiciones.
Pero es evidente que la situación es radicalmente distinta para las ciencias que persiguen la
interpretación de los significados. Aunque los intérpretes lograran neutralizar sus diferencias
personales, seguirían encerrados en su tradición. La interpretación no era repetible por
investigadores situados en otros horizontes culturales. Buena parte de la hermenéutica del siglo
XIX entendía la comprensión como una operación empática, un "ponerse en el lugar del otro", lo
- --
cual-.le daba tintes psicologistas y acentuaba aún más la dificultad de someterla a reglas-
universales, repetible~en todo tiempo y lugar.

3.4 El enfoque naturalista en el siglo XX

Las dos tradiciones epistemológicas afinan sus herramientas y sus argumentos durante el
siglo XX.
- El enfoque naturalista o positivista encara la tarea de precisar el análisis de las teorías
científicas sin abandonar la premisa de la unidad epistémica de las ciencias y sostener que el
modelo de cientificidad lo constituyen las Ciencias Naturales.
- En el ano 1920, en la ciudad de Viena un grupo de científicos y filósofos se propone como
cometido abordar el análisis de las teorías científicas con la ayuda de la lógica formal. De este
modo el positivismo muta en positivismo lógico, cuando centra su atención en el lenguaje de la
ciencia, su coherencia y su correspondencia con el mundo empírico. Se conoce a ese grupo
como el "Círculo de Viena". Para ellos una tarea central de la epistemología es discernir lo que es
ciencia de lo q.ue no lo es y el ámbito apropiado para esa tarea son los enunciados científicos.
Los criterios para delimitar los enunciados científicos de los no científicos se conocen como
criterios de demarcación. Para los filósofos del Círculo de Viena un enunciado es científico si
pasa dos pruebas: la formal y fáctica. El primero exige que el enunciado esté bien formado
gramatical o Iógicamente, el segundo que lo que se afirma corresponda con la realidad empírica.
Así, un enunciado metafísico como "La esencia de la verdad es la verdad de la esencia."
(Heidegger: 2000), si bien tiene una correcta forma gramatical no es un enunciado científico ya
que no puede ser verificado empíricamente. En cambio "Este cuervo es negro" cumple tanto con
el criterio formal como con el fáctico. El criterio fáctico tiene que estar respaldado por la
observación directa. El Círculo de Viena está apuntando sus dardos contra la metafísica, la
argumentación sin anclaje en la experiencia que impregnaba aún a la ciencia de principios del
siglo U.
Ahora bien, hay dos cuestiones de interés epistemológico: la primera es cómo producir
enunciados generales que integren, incluyan o subsuman todos los fenómenos de un mismo tipo.
Estos es, cómo producir leyes. La segunda parte del problema es cómo explicar fenómenos
particulares a partir de estas leyes.

Veamos la primera parte, es decir cómo se logra producir enunciados generales


verdaderos, que tengan el carácter de ley científica. Para el positivismo lógico la fuente del
conocimiento es la observación y la experimentación. Cada observación se expresa en un
enunciado llamado observacional que la describe. Por ejemplo "Hay un cuervo negro". A partir de
múltiples enunciados observacionales se construyen enunciados de tipo general que tienen un
carácter de ley, como por ejemplo "todos los cuervos son negros". A la operación de construir
enunciados generales a partir de enunciados observacionales, se la conoce como inducción.
Puesto que los enunciados observacionales cumplen con los criterios de facticidad y formalidad,
también lo cumplen los enunciados generales o leyes.

Una vez que tenemos leyes verificadas, seguras, podemos explicar o predecir fenómenos
particulares. Por ejemplo sabremos por qué el cuervo que aparece volando es negro o que el
próximo cuervo que veamos será negro. Explicar será entonces subsumir, incluir una situación
particular dentro de un conjunto de propiedades correlativas que se expresa por una ley. En
nuestro ejemplo, la negritud es una propiedad universal del ser cuervo. El enunciado "hay un
cuervo negro" es un caso particular del general "Todos los cuervos son negros". En el caso de
que el enunciado sea universal como el de los cuervos de nuestro ejemplo la operación de
explicar es deductiva. Quiere decir que va de lo general a lo particular. "Todos los cuervos son
negros" es general y de aquí se deduce que "El cuervo que pasó volando es negro".

Alan Chalmers (1986::17) grafica así la doble vía: la de producir leyes a partir de enunciados
observacionales. y la de explicar fenómenos particulares que se pueden expresar como
enunciados particulares a partir de estas leyes (o enunciados generales).
Hechos adquiridos Predicciones y
a través de la observación explicaciones
(extraído de Chalmers, Alan: 1990,171

La parte izquierda del triángulo corresponde a la formulación de leyes mientras que la


derecha a la explicación de fenómenos particulares.
En las Ciencias Sociales son poco frecuentes los casos de leyes universales. En cambio se
trabaja con leyes probabilísticas que indican que "si sucede m hay una probabilidad p de que
también suceda n". Por ejemplo "un modelo económico no puede predecir con exactitud cuál
será el consumo de un ind/viduo determinado, pero puede prever el comportamiento de grandes
agregados de consumidores estableciendo los márgenes entre los que estará comprendido y
estimando la probabilidad de que esa prediccicjn se cumpla".
(extraído de http://w.eumed.nei/cursecon/lc/teorias-leyec.modelos.htm).

El modelo que se basa en leyes universales se conoce como "nomológico deductivo",


mientras que el basado en leyes probabilísticas se conoce como "modelo estadístico de
explicación". En los capítulos 2 y 3 del texto de Klimovsky e Hidalgo el lector encontrará detalles
sobre estos modelos y submodelos.

o Las propuestas del Círculo de Viena producen objeciones dentro de la propia tradición
----. del- . conocimiento, el. problema de la
positivista. Señalemos tres de estas objeciones: la fuente
inducción y los criterios de demarcación.
Sobre la fuente del conocimiento: para el positivismo lógico se trata
observaciones directas pero ¿la ciencia opera efectivamente así? Los críticos argumentan que
difícilmente pueda pensarse que un físico, sociólogo, economista comiencen sus trabajos a partir
de observaciones desprejuiciadas. El comienzo del conocimiento científico comienza con la
teoría. Los experimentos, las'mediciones se planean contando con un cuerpo teórico previo que
les da sustento. Los cientificos comienzan su tarea estudiando, empapándose de los
conocimientos que existen hasta el momento antes que observando. Es de este conocimiento
teórico de donde aparecen los problemas y las hipótesis de investigación.
o Con respecto a la inducción, jcómo saber cuál es e1 número de observaciones
que debemos hacer para asegurarnos la verdad del enunciado general? Siempre queda la
posibilidad que, después de haber visto un millón de cuervos, el cuervo número millón uno no sea
negro. 0, dicho de otra manera, la verdad de los enunciados particulares no garantiza la verdad
de un enunciado general. Y peor aún ¿cómo podemos estar seguros que la inducción siempre
opera de manera correcta si no es aceptando un principio de inducción que se obtiene por la
inducción misma!?
a Sobre los criterios de demarcación: el criterio de demarcación fáctico tiene
muchas dificultades en su aplicación. Pensemos en teorías complejjac como las del origen del
universo o los modelos económicos complejos. ¿Es posible la observación directa de los
enunciados particulares? Toda observación está mediada por la teoría. Las observaciones
requieren "confiar" en un sinnúmero de constructos teóricos.que le dan sustento. Pensemos tan
sólo en la observación a través de un telescopio. Requiere que aceptemos como verdadera una
serie de afirmaciones .sobre el comportamiento de la luz y de los espejos.
O Frente a estos problemas Popper (1902:1994) propone lo q u e llamó el
"falsacionismo", que desarrolló a mediados del siglo XX. La idea es que el conocimiento nace de
problemas, de preguntas que pueden tener su base en la realidad social o natural pero que no
escapan al cuerpo teórico acumulado. Una vez formulado el problema, la respuesta según
Popper tiene un carácter hipotetico, provisional. Son respuestas llamadas hipótesis. De estas
hipótesis se deducen otras hipótesis hasta llegar a una base empírica que se pueden
contrastar. Es decir, las observaciones corroboran o no los enunciados generales a los que ahora
no se les dan un carácter de verdad indudable, sino de conjetura, de verdad provisional. De alli
que el método de Popper se conoce como "hipotetico deductivo".
La tarea del científico es poner a prueba severamente las hipótesis. Por ejemplo, la
hipótesis de que "cada vez que aparezca un cuervo éste será de color negro" implica al
investigador buscar en qué condiciones un cuervo podría no ser negro. Si en esas condiciones el
cuervo aún es negro entonces la hipótesis quedará corroborada, será mas fuerte, aunque nunca
se pueda decir que es verdadera. En cambio si en condiciones exigentzs aparece un cuervo no
negro la hipótesis quedará falsada. De alli que la propuesta de Popper se conozca como
falsacionisrno. No se trata entonces de buscar muchísimos ejemplos positivos sino diseñar un
"experimento crucial", de cuyo resultado dependerá que la hipótesis se sostenga o no.
La demarcación entre lo que es ciencia y lo que no es, ya no debe buscarse en ciertos
criterios que deben cumplir los enunciados científicos sino en la posibilidad de una hipótesis de
ser falsada. Por ejemplo "Todos los cuervos son negros" es una hipótesis que puede ser falsada
mediante un contraejemplo, la aparición de un cuervo no negro, como vimos. En cambio una
hipótesis que diga "Todos los cuervos son o bien negros o bien de otro color", no tiene
posibilidad alguna de ser falsada. Si aparece un cuervo rojo también seria un caso, un ejemplo de
la hipótesis. Pero, ¿qué apode--sehace al conocimiento científico? La respuesta es, ninguno. Este
ejemplo es muy trivial, pero Popper toma muy en serio la falsabilidad como criterio de
demarcación entre lo que es ciencia y lo que no es. Así, el conjunto de hipótesis que constituyen
la teoría de l a relatividad puede ser falsado mediante un experimento crucial, disefiado
especialmente para ponerlo a prueba.
En cambio la teoría psicoanalítica o la teoría marxista no son cieritíficas en la medida que
no pueden ser falsadas. ¿Por qué? Porque no podemos diseñar un experimento o realizar una
observación que nos permitan falsarlas. Por ejemplo, cualquier situación social puede explicarse
con las teorías. sobre la sociedad de Marx: una guerra, una situeción estable, las crisis
económicas, etc. Siempre habrá argumentaciones para interpretar los sucesos desde una teoría
que no admite falsación. Otro tanto puede decirse del psicoanálisis. Toda conducta es pasible de
explicación psicoanalítica, no cabe la falsación. Para Popper se trata entonces de
pseudociencias.
Pero la falsación no sólo permite discernir entre lo que es ciencia y lo que no es sino
explicar el progreso científico. Así, la hipótesis de la caída de los cuerpos de Galileo era de
aplicación local, terrestre. Si se quería transpolar al mundo exterior resultaba falsada. Newton
formula hipótesis más generales que incluyen y explican la ley de Galileo, pero también las órbitas
de los planetas, las mareas, etc. Es una teoría más falsable aún porql;e es más amplia, más
50
abarcativa. Pero la teoria de Newton no pudo resolver problemas relacionados con la órbita de
Mercurio y también fue falsada. Como resultado se obtuvo la teoría de la relatividad. Es decir,
falsabilidad implica mayor generalidad, implica entender los límites de la teoría falsada y definir
sus ámbitos de aplicación. De esta manera la ciencia progresa, acumula más y más
conocimientos. Si bien nunca se arriba a la verdad siempre nos aproximamos un poco más a ella.

La postura de Popper levanta polémicas hasta el día de hoy, no obstante que con algunas
modificaciones, resulta ser el marco de lo que se conoce como "método científico de
investigación".

@1 Actividades
1)completar el siguiente cuadro comparativo entre el positivismo lógico y el falsacionismo

Momento histórico en que

La ciencia comienza

Papel de la observación

Criterios de demarcación

Método para la producción


de conocimiento

3.5 Algunas consideraciones sobre el interpretativisrno durante el siglo X X

El enfoque interpretativista intenta superar el psicologisrno del siglo XIX y resolver los
problemas del consenso y de la verdad. En algunos casos se hila más fino en el problema de la
diversidad cultural para justificar teóricamente la diversidad y el relativismo (Taylor). Para otros,
los objetos existen en tanto son enunciados como tales por una comunidad lingüística (Berger y
Luckman) . Hay quienes sostienen que la tarea de las Ciencias Sociales es describir las "reglas"
que organizan las culturas, las "formas de vida" que moldean las identidades y asignan los roles
(Winch).
No es necesario que conozcamos las distintas corrientes interpretativistas que emergen en
el siglo XX: la fenomenologia, la sociosemiótica, el pragmatismo, son algunas de ellas, pero
trazar un mapa orientador sobre sus convergencias y divergencias es una tarea que escapa al
objetivo de este capítulo.
Hay algo que es importante destacar: cualquiera sea la posición adoptada, el ámbito de
exploración que en el siglo XIX se ceñía a la conciencia pasa al lenguaje. Es en el lenguaje
donde se encuentran los "insumos" para la investigación social. Los signos lingüísticos no sólo se
encuentran en los textos o en las conversaciones sino también en la moda, en la organización de
las ciudades, en la circulación del dinero, en la corporalidad. El mundo social puede ser leído en
clave de lingüisticidad El paso de la análisis de la conciencia al lenguaje se conoce como el "giro
lingüístico'!.

@1 Actividades
Si bien la diversidad de perspectivas teóricas que podemos considerar interpretativistas es
muy amplia para intentar aquí una sistematización, en este punto intentaremos comprender cómo
el enfoque interpretativista se refleja en la investigación social. Para ello a continuación
analizaremos dos textos de reconocidos teóricos. En el primer caso abordaremos un texto
sobre problemas de comunicacion del reconocido semiólogo italiano Umberto Eco. El segundo
es del antropólogo Cliford Geertz que expone qué entiende por cultura. Luego de leerlos
comprensivamente:

1. Comente y extraiga fragmentos de los textos planteados para ejemplificar cuál es el rol
del lenguaje en cada una de los dos artículos.

2. Analice teniendo en cuenta el punto 3.5, los aspectos epistemológicos comunes en


ambos enfoques. Extraiga fragmentos de los textos para graficar su posición.

Fragmentos de
.Para una guerrilla semiologica
de Umberto Eco

En cambio la cuestión que deben plantearse los estudiosos de la comunicacion


es ésta: ¿Es idéntica la composición química de todo acto comunicativo?
Naturalmente, están los educadores que manifiestan un optimismo más simple,
de tipo iluminista: tienen una fe ciega en el poder del contenido del mensaje. Confían
en poder operar una transformación de las conciencias transformando las
transmisiones televisivas, la cuota de verdad en el anuncio publicitario, la exactitud
de la noticia en la columna periodística.
A estos, o a quienes sostienen que the medium is the message, quisiera
recordarles una imagen que hemos visto en tantos cartoons y en tantos comic strips,
una imagen un poco obsoleta, vagamente racista, pero que sirve de maravilla para
ejemplificar esta situación. Se trata de la imagen del jefe caníbal que se ha colgado
del cuello, como pendentif, un reloj despertador.
No. creo que todavía existan jefes caníbales que vayan ataviados de tal modo,
pero cada uno de nosotros puede trasladar este modelo a otras varias experiencias
de la propia vida cotidiana. El mundo de las comunicaciones está lleno de caníbales
que transforman un instrumento para medir el tiempo en una joya (lop..
Si esto sucede, entonces no es cierto que the medium is the message: puede
ser que la invención del reloj, al habituarnos a pensar el tiempo en forma de un
espacio dividido en partes uniformes, haya cambiado para algunos hombres el modo
de percibir, pero existe indudablemente alguien para quien el (mensaje-reloj. significa
otra cosa.
Pero si esto es así, tampoco es cierto que la acci6n sobre la forma y sobre el
contenido del mensaje pueda modificar a quien lo recibe; desde el momento en que
quien recibe el mensaje parece tener una libertad residual: la de leerlo de modo
diferente.

"Descripción densa:
hacia una teoría interpretativa de la cultura"
en La Interpretación de las culturas
de Clifford Geertz,
1992 Editorial Gedisa,
Barcelona, España. (pag. 12 y 13)

"El concepto de cultura que propugno y cuya utilida pretendo mostrar es


esencialmente un concepto semiótico. Creyendo con Max Weber que el hombre es
un animal hserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, considero que la
cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una
ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de
significaciones. Lo que busco es la explicación, interpretando expresiones sociales
que son enigmáticas en su superficie. Pero semejante pronunciamiento, que contiene
toda una doctrina en una cláusula, exige en si mismo alguna explicación" +

Consideremos, el caso de dos muchachos que contraen rápidamente el


párpado del"ojb derecho. En uno de ellos el movimiento es un tic involuntario; en el
otro, una guiñada de conspiración dirigida a un amigo. Los dos movimientos, como
movimientos, son idénticos; vistos desde una cámara fotográfica, observados
"fenoménicamente" no se podría decir cuáles el tic y cuál es la señal ni si ambos son
una cosa o la otra. Sin embargo, a pesar de que la diferencia no puede ser
fotografiada, la diferencia entre un tic y un guiño es enorme, como sabe quien haya
tenido la desgracia de haber tomado el primero por el segundo. El que guiña el ojo
está comunicando algo y comunicándolo de una manera bien precisa y especial:

II deliberadamente,
21 a alguien en particular
3)para transmitir un mensaje particular,
4) de conformidad con un código socialmente establecido y
5) sin conocimiento del resto de los circunstantes.

Como lo hace notar Ryle, el guiñador hizo dos cosas (contraer su ojo y hacer
una señal) mientras que el que exhibió el tic hizo sólo una, contrajo el párpado.
Contraer el ojo con una finalidad cuando existe un código público según el cual hacer
esto equivale a una señal de conspiración es hacer una guiñada. Consiste, ni más ni
menos, en esto: una pizca de conducta, una pizca de cultura y - un gesto.

3.6 Los enfoques naturalista e interpretativista y las tecnicas de investigación

La tradición naturalista en Ciencias Sociales se asocia a los procedimientos cuantitativos de


investigación mientras que la interpretativista a los cualitativos. Esto tiene su correlato con los
supuestos epistemológicos que hemos señalado. Si consideramos que hay exterioridad del
objeto respecto al sujeto y que los fenómenos sociales presentan regularidades descriptibles a la
manera de los fenómenos sociales intentamos formular leyes sobre ellos que posibiliten la
explicación de hechos particulares.

La construcción de indicadores como la tasa de natalidad, índices de desocupación, índices


de inflación, tasas de actividad industrial son ejemplos de metodologías cuantitativas que se
asocian a modelos de explicación probabilístico. Asimismo las encuestas de opinión que evalúan
la "imagen" de políticos o de empresas se fundan en presupuestos predominantemente
positivistas.

En cambio, si el cometido es comprender, el entramado de las relaciones sociales debe


abordarse con otras tecnicas: las entrevistas en profundidad, la observación participante, las
historias de vida, el análisis de documentos. Esto no invalida el imperativo de generalidad o de
fundamento empírico que comparte toda empresa científica. Al respecto dice Geertz: "Si como
creo, construimos descripciones sobre el modo en que unos y otros -poetas marroquíes,
campesinos balineses, abogados norteamericanos, o políticos isabelinos- glosan sus
experiencias para luego construir a partir de estas glosas algunas conclusiones acerca de la
expresión, del poder, de la identidad o la justicia, nos hemos de sentir cada vez más lejos de los
estilos standarizados de demostración" (1994:15)
3.7 Comparación sintética entre ambas tradiciones

Sistematicemos ahora algunos de los puntos analizados en un cuadro que permite


comparar ambas tradiciones.

Sobre la unidad

Pluralismo metodológico:
Monismo metodológico:
Los objetos del mundo social no

Sobre el método

La fisica como modelo de


No hay modelo de cientificidad:
Dado el éxito alcanzado por las Puesto que las Ciencias Sociales son
La cientificidad

Explicar los hechos del mundo social,

Las Ciencias Sociales como casos particulares de


relaciones generales entre

3.8 Los puentes

¿Es posible tender puentes entre ambas tradiciones? Desde Weber se ha pensado que sí.
Este sociólogo pensaba que para poder explicar las regularidades del mundo social era preciso
interpretar las acciones sociales, esto es, comprender su sentido. Bourdieu también propone una
mirada de corte naturalista para describir las "condiciones objetivas" en que se desenvuelve la
vida social y una lectura comprensivista de las representaciones y de las prácticas concretas de
Gregario Klímovsky
Cecilia Hidalgo

sociedad
Cuestiones de epistemología
de las ciencias sociales

Iiustraciones de Sergio Kern


Prefacio

E 1 presente volumen desarrolla parcialmente temas expuestos en el cur-


so de "Epistemología de las ciencias sociales" que hemos dictado en la
carrera de Sociología de la Facultad de CienciasaSociales de la Universidad
de Buenos Aires. Deseamos agradecer en primer lugar a todos los que han
colaborado.desde 1987 en las actividades de esa cátedra: Carlos Alberto
González, Graciela Barmack, María Marüni, Ana María Cravino, Juan Carlos
Gavarotto y Ricardo Boreílo. Queremos. también recordar a Marta .Brarda
que nos acompaiió durante los primeros años y a quien tanto extrañamos
desde su temprana muerte.
Una vez más, testimo&amos nuestra gratitud a GuiUermo Boido por sus
observaciones y consejos, tanto en el campo de la lingüística como en el de
la historia de la ciencia y la epistemología.
El lector notará que algunos de los temas que' se analizan en este voli-
men han sido aludidos ya en un libro anterior de Gregorio Kümovsky, Las
desventttras del conocimiento 'cient$co. Pero aquí se los considera desde otra
óptica: la de las problemáticas relaciones del conocimiento social con las es-
trategias de los métodos científicos tradicionales; además, los ejemplos son
diferentes, tomados por lo general de las ciencias sociales.
Deseamos asimismo agradecer a AeZ. editora la amabilidad que ha pues-
to en evidencia al editar tanto el texto anterior como el presente. En espe
cial, queremos expresar nuestro reconocimiento a todo el equipo'
de la ,edi-
tonal que trabajó para que este libro llegara a su lector.
En esta exposición hemos querido rescatar el tono. coloquial de nuestras
conferencias y cursos, a fin de. reproducir en alguna medida la informalidad
del diálogo y la crítica qire sostenemos habitualmente con nuestros colegas,
alumnos y público interesado en general. Podrán reconocerse entre líneas
las preguntas y objeciones de nuestros interlocutores. Quíenes hemos goza-
do del priviregio de discutir con otros los temas que se abordan en este li-
bro, sabemos que el encuentro cara a cara y la transmisión personal b,has-
ta "artesanal") de las ideas ante pequeños grupos en los que se alienta el
debate permite una captación dificilmente reproducible en la soledad de la
investigación y el estubio. Tal clima de conversación y debate pretendemos
recrear en las páginas que siguen.
La epistemo1ogia
de las ciencias socides

Conocimiento y epistemología .

T anto los filósofos como los científicos se han Preocupado por co-
nocer la estructura del conocimiento producido y por apreciar su
alcance. Es así como ha surgido una disciplina denominada epistemo-
logía, cuyo fin consiste en caracterizar la actividad científica y esta-
blecer cómo se la desarrolla correctamente. La epistemología en tan-
to disciplina sistemAtica se integró al campo de' la cultura hace apro-
xiqadayente unos cincuenta años, aun cuando filósofos como Aristó-
teles, en el siglo IV a.c., o como Kant, en el siglo XVíIí de nuestra
era, se ocuparon de la producción científica como modo especial de
conocimiento y reflexionaron sobre ella desde el punto de vista lógi.
co, filosófico y social. Hoy, "epistemología" es un nombre técnico que
se emplea de maneras diversas en diferentes &bitos.
De acuerdo con un primer sentido, que no desarrollaremos en
profundidad, "epistemologíaJ' remite a lo que en filosofía se denomí-
na "teoría del conocimiento", es decir, a una disciplina que se ocupa
de aclarar qué es y cómo podemos fundamentar lo que llamamos co-
nocimiento, ya sea científico u ordinario. En la vida cotidiana cree-
mos gran cantidad de cosas y nos parecen obvios muchos hechos, a ]Los contextos de descubrirnilento,
pesar de lo difícil que sería probar por qué lo hacemos. Pero para justiñcación y aplicación
los filósofos, justificar algo tan sencillo como por qué en un momen- Las cuestiones relativas a la producción, la validación y la usa-
to dado alguien cree estar delante de una mesa implica ya una serie ción del conocir&ento científico presentan aspectos diferenciados, si-
de complicaciones que nos obligarían, por ejemplo, a indicar cómo a tuación que ha llevado a muchos pensadores a trailar una distinción
partir de los datos sensoriales puede asegurarse la existencia de un entre los Uarnados contextos de descubrimiento, justificación y aplica-
determinado objeto perteneciente al mundo físico. Entre los autores ción de las teorías.
anglosajones es costumbre denominar "epistemología" a la teoría del En el contexto de descubrimiento se discute lo que concierne al
copocimiento en.general, criterio que no adoptaremos aqui: no abor- carácter histórico, práctico o psicosociolágico de la producción de
dciremos en este texto el problema de la fundamentación de todo el ' conocimiento. Abarca, por lo tanto, todo lo atinente a la manera en
conocimiento humano, sin excepción, y en cambio usaremos la pala- que los científicos arriban a sus conjeturas. Se debaten temas taies
bra "epistemología" en un sentido más metodológico. como en qué momento se hizo un descubrimiento, cómo era la so-
De acuerdo con este segundo sentido, en la actualidad se piensa ciedad en que surgió, quién tuvo la prioridad de las ideas, por qué y
a la epistemología como el estudio de las condiciones de producción de qué modo se concibieron esas ideas y no otras. Todas estas cues-
y de validación del conocimiento científico y, en especial, de las teo- tiones son muy interesantes y, en gran medida, forinan parte del
rías científicas. Sin embargo, debemos distinguir claramente a la contenido de disciplinas como la sociología del conocimiento o la his-
epistemología de la metodología de la investigación científica, disci- toria de la ciencia. En particular, se analizan las condiciones sociales
plina en la que se intentan desarrollar estrategias y tácticas para ha- en que tiende a surgir cierto tipo de conocimiento. Por ejemplo, has-
cer progresar la producción de conocimiento científico, pero sin plan- ta que la sociedad europea no comenzó a industrializarse, a fines del
tear de manera esencial la cuestión de su legitimidad. siglo XVIlI, no se plantearon siquiera algunos problemas centrales de
Podemos afirmar, de acuerdo con una famosa caracterización del ingeniería y, por ende, a nadie se le hubiera ocurrido tratar de resol-
epistemólogo estadounidense Ernest Nagel, que la ciencia es conoci- verlos. Se comprende que tienen que darse ciertas condiciones his-
miento sistemático y controlado. Aun reconociendo que no toda inves- tóricas, culturales y sociales para que a los científicos se les presen-
tigación o actividad científica desemboca en la producción de teorías, ten ciertos problemas e intenten solucionarlos. Del mismo modo, los
circunscribiremos nuestra exposición al examen de las particularida- aspectos psicológicos que atañen a la imaginación, creación e inven-
des de tal producción de teorías científicas, pues ello bastará para ción en ciencia merecen ser estudiados sistemáticamente.
captar el sentido de las controversias más características de la epis- El contexto de justificación comprende todas las cuestiones relati-
temología contemporánea. La estructura de las teorías, que es de ca- vas a la vgdación del conocimiento que se ha producido. En este
. rácter lógico y lingüístico, no siempre refleja los procesos y conflic- caso, lo que realmente preocupa, y aun angustia, es distinguir el
tos inherentes a la actividad científica. Mas, si las acciones desarro- buen conocimiento del que no lo es, dirimir cuándo una creencia es
lladas por los cienüficos conducen a resultados de importancia, la ne- correcta o incorrecta y evaluar qué criterios pueden admitirse para
cesidad de comunicarlos a la comunidad científica y a la humanidad elegir racionalmente entre teorías alternativas. Estos problemas son
toda lleva a "cristalizarlos" en textos, memorias e informes. La posi- de tal relevancia que no se nos permitirá apelar, para justificar la
bilidad de desarrollar una labor crítica unida a tal necesidad de di- aceptación de teorías científicas, ni a la autoridad de nuestros maes-
fundir y comunicar los conocimientos hace indispensable que las re- tros, ni a la utilidad práctica, ni a la intuición ni a las convenciones.
gularidades que descubren los hombres de ciencia se condensen en Finalmente, el contexto de afllicación (o tecnológico) está integra-
afirmaciones, enunciados e hipótesis, todos los cuales constituyen do por lo que concierne a las aplicaciones de la ciencia. Toda acción
sistemas y teoría. racional presupone conocimientos, y éstos no pueden relacionarse
LA EPIC~EMOU)G~ADE LAS CIENCIAS SOCIALES

tan sólo con hechos singularzs o aislados, sino que deben incluir co- asemeja a éstas, ¿cuáles son sus características en tanto ciencias? ¿Es
rrelaciones, ligaduras, pautas generales que gobiernan la estructura posíble haliar aspectos metodológicos comunes a toda ciencia?
de lo real. Intentar modiñcar las cosas actuando de manera azarosa Evidentemente, una respuesta negativa a esta última pregunta im-
posiblemente acarreará resultados catastróficos. Por ello, la actividad plicaría que la epistemología de las ciencias sociales no tiene por qué
clínica desarrollada por psicólogos y psiquiatras, la intervención so- presentar paralelismos con lo que actuaimente se discute, por ejem-
cial, habitual entre los especialistas en trabajo social, y, en general, plo, en la epistemología de la física o de la biología, campos .en los
todas las vertientes de aplicación de las distintas ciencias sociales, . que, entre paréntesis, tampoco hallaremos aceptación unánime con
requieren teorías científtcas como arma indispensable para fundar su respecto a un método Único. De cualquier manera, las ciencias natu- -
acción práctica y desarrollar técnicas exitosas. Los problemas espe- . rales reconocen que cosas tales como el método estadístico, el méto-
ciales que surgen en tales situaciones pragmáticas de u ~ a c i ó ndel do de contrastación de teorías, los métodos de medición y los rnéto-
conocimiento ya producido y validado, son enfocados en el contexto dos modelísticos pueden admitirse como fuentes de generación y jus-
de aplicación. tificación de conocimientos. La pregunta relevante a nuestros fines es
Muchos filósofos no están totaímente convencidos de la legitimi- entonces la siguiente: quienes se dedican a las ciencias humanas y
dad de la distinción entre los tres contekos, y, sobre todo, descon- sociales, ¿tienen que aprender esto también o poseen su propia meto-
fian en el caso de los dos prímeros. Piensan que el proceso de des- dología? 2No será valioso para los científicos sociales lograr una com-
cubrimiento conlleva la justificación del conocimiento científico. La- binación de ambas cosas, es decir, un método cientíñco en el senti-
mentablemente esto no es así, y la historia de la ciencia muestra una do ortodoxo combinado con los métodos propios surgidos en el se-
gigantesca colección de "descubrimientos" invalidados a posteriori no de las humanidades?
por un adecuado control basado en experiencias. El cúmulo de facto- Nos enfrentamos con temas interesantísimos, sobre todo dada la
res sociales, políticos, psicológicos y culturales que pueden inducir a heroica tarea de vivir en un país tan complicado como la Argentina,
un científico a privilegiar cierto modo de conceptuar, o a seguir pre- donde el conocimiento sociológico, económico, político o antropológi-
ferentemente determinados caminos teóricos, es muy diferente de la co puede contribu$ a comprender y explicar lo que ocurre y a opti-
verificación o del sustento lógico o empírico que puedan tener sus mizar los recursos sociales, todo lo cual nos permitiría construir una
afirmaciones. La distinción es importante, y vale la pena hacerla aun sociedad más equitativa y eficaz. Por eso es tan importante pregun-
en el caso improbable de que determinadas maneras de obtener co- tarse si realmente contamos o no, en tales ámbitos, con un método
nocimiento siempre produzcan verdades. que conduzca a conclusiones válidas. El interés práctico y el político
Aunque nos ocuparemos en cierto modo de todos los contextos, coinciden en este punto con el interés metodológico, y ello es de
nos concentraremos en el de justificación. Discutiremos problemas ta- gran valor para muchos de los cultores de las ciencias humanas o
les como la posibilidad de fundamentar el conocimiento de lo social sociales, en quienes no prima ia curiosidad filosófica acerca de su
frente a la idea de que nos movemos en un terreno de mera opinión, disciplina sino la voluntad de desarrollar con solvencia una tarea pro-
o la existencia o no de un método en ciencias sociales que conduzca fesional al servicio de las instituciones, del Estado o de los partidos
a conocimientos verdaderos o al menos aceptables. Si ante estos pro- políticos. Es crucial, en esta situación, contar con cierto grado de
blemas nuestras conclusiones fueran pesimistas, las ciencias sociales confiabilidad en lo que hacemos o en lo que otros proponen como al-
podrían estar en una posición semejante a la de muchas otras activi- ternativa a nuestra acción. Asimismo es importante considerar que el
dades intelectuales muy importantes, como el arte, donde el método conocimiento logrado no debe tan sólo reproducir el conocimiento
de conocimiento no es lo fundamental. ¿Acaso producir ciencia social del sentido común. Pero, ¿hay algo en las ciencias humanas y socia-
se asemeja más a realizar una actividad creativa, emocional del tipo les que permita alcanzar el conocimiento legal y sistemático al que
que se practica en el arte o, por el contrario, presenta más analogías han llegado otras disciplinas?
con las demás ciencias naturales (física, química, biología)? Y si se
LA EPISEMOLOGIÁ DE LAS CIENCLAS SOCIALES

La epistemología r'l enfoque interpretativo


de las ciencias sociales
El segundo enfoque es el que suele llamarse interprefativo. En
Tanto entre los que se dedican al estudio de lo humano y de lo realidad aquí nos encontramos con un conglomerado de posiciones y
social -a quienes de ahora en más llamaremos "científicos socialesJ'-, autores: los que se autodenominan "comprensivistas", como el filóso-
como entre los epistemólogos que se ocupan del conocimiento pro- fo alemán Wiielm Dilthey (1833-1911); aquéllos que proponen una
ducido por aquéllos, pueden reconocerse tres enfoques totalmente di- . comprensión de la acción humana a través de un análisis de motiva-
ferentes. Cada unq supone creencias contrapuestas acerca de la na- ciones; y, finalmente, quienes atienden a lo que en la filosofía britá-
turaleza de las ciencias sociales y de su método. nica del lenguaje ordinario Se denomina "razones", en oposición a la
búsqueda de causas de los naturalistas. Cuando los interpretativistas
El enfoque naturalista hablan de "razones" lo que quieren destacar son aquellas considera-
ciones de pensamiento, emocionales o lógicas, que pueden llevar a
En primer término mencionaremos el enfoque naturalista, domi- una persona a querer hacer algo. De este modo, puede suceder que
nante en la actualidad, especialmente en el mundo anglosajón, si bien la acción de un hombre tendiente a conseguir comida de cierto tipo
puede considerarse heredero de la tradición social francesa expresa- encuentre una explicación causal en su metabolismo. En su obra Va-
da por pensadores como Augusto Comte (1798-1857) y Emile Durk- cas, cerdos, guerras y brujas (1974), el antropólogo estadounidense
heim (1858-191'7). Lo que caracteriza a esta corriente es la admiración Marvin Harris ofrece una argumentación naturalista semejante, cuan-
ante los avances producidos en el seno de las ciencias naturales y for- do explica casos de antropofagia ritual con referencia a dietas bajas
males, y la creencia concomitante sobre el valor e importancia que la en proteínas. Contrariamente, aludir -por ejemplo- a la ambición que
emulación de tales logros podría conllevar para las ciencias humanas mueve a alguien a actuar de cierto modo, apunta más bien a proveer
y sociales. Adhieren a esta corriente los sociólogos conductistas, los lo que se llama una explicación por razones o motivaciones, y con-
estadígrafos y todos aquellos para quienes los métodos lógicos y los cierne a regulaciones sociales convencionales unidas a estados psico-
modelos cibernéticos, numéricos y matemáticos constituyen una meta lógicos peculiares.
ansiada, que se asocia a una madurez de las disciplinas sociales y a Para el interpretativismo, captar la motivación es entender por qué
un acercamiento a estándares propiamente científicos. los agentes actúan como lo hacen (sea por temor, ambición o simpa-
Son muchos los textos referidos al método de las ciencias sociales tia) y, en este sentido, las analogías con la física o la biología son di-
en los cuales se encuentran trabajos sobre estadística, modelos mate- fíciles, pues no se puede decir que alguien actuó "a causa" de la am-
máticos, análisis de la conducta humana en términos de estúnulo y bición. Aunque la motivación y las razones intervienen aquí esencial-
respuesta, definiciones operacionales de conceptos y modos comple- mente, quizá lo más importante y característico de esta posición es
jos de procesamiento de los datos referidos a comunidades y al hom- un tema'que aparecerá en forma reiterada en nuestros análisis pos-
bre en sociedad. Todos ellos se vinculan con el enfoque naturalista. - teriores: la signt)7cación.
El interés que manifiestan los natriralistas en la búsqueda de re- Por ahora no nos extenderemos más acerca de este punto. La
gularidades, de patrones subyacentes, de conexiones causales en la idea principal es que la conducta huniana tiene carácter de signo, y,
ocurrencia de los hechos sociales, conduce indefectiblemente a desa- por tanto, no es simplemente un fenómeno biológico. El hombre ac-
rrollar estrategias de investigación que pasan por alto las particulari- túa y se comporta de una cierta manera porque ha incorporado un
dades culturales y motivacionales -de gran variabilidad- para encon- código -el código de las relaciones sociales- que establece jerar-
trar en las dimensiones biológicas, ecológicas y económicas, entre quías, dependencias, vínculos, todo un concepto que excede el ámbi-
otras, una base posible de generalización y comparación transcultu- to de lo biológico, y se aproxima, más bien, al de la lingüística. Así
ral, es decir, atinente a diversas culturas. como las palabras tienen significado porque hay reglas gramaticales,
los roles sociales lo tienen porque hay una gramática social que de-. Tanto el llamado "funcionalismo" como el llamado "estructural-fun-
pende de un grupo humano 'determinado. cionalismo", en cierto sentido asociados a la escuela naturalista, en-
Más adelante ver&os oue los estudios transculturales alentados tienden que la función que cumple un actor social en una sociedad
por la investigación naturksta se enfrentan con el problema de la es una cuestión de códigos de signiscación. S i
n embargo, lo impor- .-
identidad parcial, o al menos la semejazza, que debe reconocerse a -te en este caso es la red de relaciones sociales en la que se in-
fenómenos diversos para poder categorizarlos del mismo modo. Tal sertan las acciones o la presencia del actor. Como advertimos, ser
identidad parcial o tal semejanza es lo que permitirá considerarlos interpretativista es muy distinto a ser naturalista, porque al prímero
miembros de clases abarcativas que figurarán ulteriormente en enun- no le ,interesa la búsqueda de causas'ni de relaciones funcionales si- .
ciados generales. ' no practicar algo más bien parecido al método de la lingüística,, ten-

Un naturalista que estudiara las relaciones entre padres e hijos diente a captar un código, ,a formula. lo que, metafóricamente Ce ase-
sin captar las distintas significaciones que los términos "padre" e 'E- meja a una gramática: la gramática de las relaciones sociales. Si los
jo" adquieren en distintas sociedades y momentos históricos, se ha- interpretativistas tuviesen razón, evidentemente los métodos de las
ría blanco fácil de la acusación interpretativista de incurrir en simpli- ciencias sociales diferirían de los de las ciencias naturales ordinarias.
ficaciones que lo conducirán a errores y distorsiones. En efecto, la
relación entre padres e hijos en la sociedad romana antigua no guar- La escuela critica
da ninguna semejanza con la actual, en la que "padreJ1e "hijo" tienen
otro siMcado. Además, en este caso, el vínculo biológico puede re- Hemos dicho que existen tres posiciones metodológicas en las
sdtar irrelevante. Un padre, en la Antigua Roma, era un hombre al que se ubican los científicos sociales, y, en consecuencia, los episte-
que la sociedad atribuía una peculiar responsabilidad social, un tipo mólogos dedicados a las ciencias sociales. Debemos considerar aho-
de autoridad despótica, una serie de obligaciones y derechos ra la tercera, que suele denominarse escuela crítica. No debe confun-
coherentes con un sistema de valores y jerarquías hoy perimido. dírsela con el "criticismo" o escuela crítica de Karl Popper, que en la
Puede afirmarse que la sociedad contemporánea -incluso la propia epistemología de las ciencias naturales tradicionales se relaciona con
sociedad romana antes de la Segunda Guerra Mundial- ofrecería co- los usos del método hipotético deductivo, tema al que dedicaremos
mo objeto social, por su significado, una idea muy distinta de lo que secciones especiales de esta obra.
es un padre para el código social vigente. Si intentamos comprender La escuela crítica está vinculada, &te todo, a una serie de traba-
las relaciones entre padres e hijos, es fundamental que nos atenga- jos de la escuela marxista liancesa -nos referimos especialmente a la
mos al significado que impone el código, y ello implica un planteo y de Louis Althusser- y a la llamada "escuela de Frankfurt". Los nom-
un diseño totalmente distintos de investigación social. bres más prominentes asociados a esta última son los de Herbert
Los interpretativistas aducen -y volveremos nuevamente sobre es- Marcuse y Jürgen Habermas. Quizá la forma más arquetípica de ex-
ta cuestión- que el científico social debe tener, frente a la sociedad, poner e.1 método crítico se halla en el libro Conocimiento e interés, de
una actitud parecida a la que el lingiiista tiene ji-ente a los lenguajes ' Habermas. Aunque en esta obra el aiitor hace también un uso entu-

o el semiótica ante los signos y sus propiedades: una actitud relativa siasta de métodos interpretativos, no cabe duda de que su posición
a la captación del sign$cado de la acción. Ejemplos muy interesan- se presenta como alternativa al naturalismo.
tes muestran que si tal captación no se consigue, en realidad no se En la escuela crítica, las características distintívas conciernen al
comprende lo que ocurre. Así, pues, la posición interpretativista entendimiento de por qué el científico produce determinada clase de
apunta a captar y explicitar las motivaciones y razones que están pre- ciencia y por qué, a su vez, el epis.temólogo propone análisis de cier-
sentes detrás de la acción humana en distintas sociedades y momen- to tipo. Los factores que aquí interesan son la ideología, las fuerzas
tos históricos, además de las significaciones peculiares que revelan sociales, las presiones comunitarias o políticas, además de las moti-
tales acciones.
-- vaciones, aunque no en un sentido psicológico sino'ideológico, en co-
nexión con la defensa de intereses sociales y posiciones políticas par- tivamente en sus análisis enfoqúes naturalistas o interpretativistas.
ticulares. En este caso, la preocupación fundamental es entender có- Por su parte, tal como veremos posteriormente, estos dos últimos
mo se relaciona la investigación que s e está llevando a cabo con el enfoques pueden considerarse interdependientes y están, en cierto
estado político de la sociedad ,en ese momento y con la estructura sentido, más vinculados entre si de lo que suele admitirse:
social dominante. Si en el transcurso de nuestra exposición logramos ser convincen-
tes, podremos ñnalmente compartir la idea de que las ciencias socia-
(Son incompatibles estos enfoques? les son disciplinas sui generis que, metodológicamente, combinan lo
que se aplica' a las ciencias tradicionales con hallazgos peculiares.
Ensayemos ahora una ilustración sucinta de las dierencias que Entre éstos, merecen destacarse los aportes de la lingüística y la se-
"

conlleva plantear una investigacióp social desde la óptica de los tres miótica, los análisis antropológicos de las reglas convencionales vi-
enfoques que acabamos de caracterizar. Tomemos como ejemplo el gentes en los grupos humanos, los análisis motivacionales que apor-
caso de la Revolución Francesa. Nuestro naturalista, interesado en taron en este siglo la psicología y el psicoanálisis, y algunos tópicos
cuestiones susceptibles de figurar en generalizaciones acerca de lo particulares como el análisis funcional des.rollado en el seno de la
social, podría enfocar quizá el tema del comportamiento humano an- sociología y la antropología.
te las hambrunas, que así categorizado denota una situación recu- Gran parte de este libro estará dedicado a examinar la posibilidad
rrente y transcultural. Nuestro interpretativista, por el contrario, de aplicar a las ciencias sociales los métodos científicos corrientes
apuntará a señalar acciones y creencias específicas vinculadas con la que prevalecen en las ciencias naturales. En general, la' respuesta se-
Revolución Francesa e intentará comprenderlas en el marco de los rá afirmativa, por lo que el análisis implicará, como condición nece- .
deseos, razones y metas de los agentes. En el estudio aparecerán saria, la familiddad con esos métodos, incluso para señalar sus Iími-
motivaciones y significaciones particulares de actos; se dirá, por tes. En aquellos puntos donde surjan problemas, nos detendremos
ejemplo, que el comportamiento disoluto y corrupto de la aristocra- precisamente en la consideración de tales límites, tratando de poner
cia francesa previo al episodio despertó en la población sentimientos en evidencia las objeciones fundamentales y las posibles respuestas
de desprecio, de injusticia y de indignación. Estas apreciaciones, que no impliquen renegar enteramente de la tradición científica here- .
puestas en conjunción con las reglas sociales y de significado vigen- dada. Al profundizar el análisis, advertiremos que algunos de los
tes en ese preciso momento histórico, permitirían compreqder la ac- puntos de vista y de los problemas planteados por las escuelas inter-
l ción de los protagonistas de la revolución. Finalmente, quien adhiera pretativista y crítica son muy importantes e ineludibles, y que su asi-
al enfoque crítico pretenderá analizar, por ejemplo, cómo surgió y se milación a la investigación social contemporánea redunda en una pro-
expandió la ideología burguesa en Inglaterra y en Francia durante el ducción más .sutil y próxima a estándares de cientificidad elevados.
siglo XVlII y qué fuerzas desencadenaron la toma de conciencia de
toda una clase social en ascenso para cuíminar, precisamente, en la
Revolución Francesa.
Como se advierte, los tres enfoques resultan en primera instancia
muy distintos. En esta obra destacaremos la importancia que reviste
el hecho de indagar si elíos son realmente incompatibles o pueden,
de algún modo, o bien complementarse o bien reducirse unos a .
otros. Tal como lo hacen muchos estudiosos de las ciencias sociales
y de la epistemología de las ciencias sociales, puede entenderse que,
desde el punto de vista metodológico, la posición crítica se reduce a
las otras dos escuelas; es decir que taies estudiosos emplean alterna-
La explicación científica 0
El modelo nomológico deductivo
'

El problema de la explicación científica

E n primer lugar, consideremos el carácter polisémico de la palabra


"explicación". A menudo, "explicar" significa dar reglas para la ac-
ción, para una acción específica. "Explíqueme qué hay que hacer pa-
ra usar esta computadora", le dice una persona a otra. En este caso,
lo que demanda son instrucciones para lograr un resultado positivo.
.Una segunda acepción nos remite a aclarar el signgcado de una
palabra; como cuando un albo pide 'fExplíqueme qué quiere de-
cir anomia".
Una tercera acepción del término "explicar" -la que aquí nos intere- .
sa- es aquella donde signiñca dar un porqué, proporcionar la razón
de algo que inicialmente resulta ininteligible. De este modo, si al-
guien pregunta por qué en 1989 la Argentina sufrió un proceso hipe- .
nnflacionario, no duda acerca del fenómeno de la hipenntlación co-
mo tal, sino que expresa que dicho fenómeno le resulta ininteligible
y requiere elementos que confieran racionalidad a algo que, de otra
forma, no la tendría.
Pero a t e s de continuar, destaquemos tres nociones que son cen- Debemos dejar en claro, además, que no es lo mismo buscar la
trales en el método cientíñco: la fundamentación, la predicción y la explicación de un hecho singular (acontecimiento que tiene lugar en
explicación. Generalmente, se fundamentan, predicen o explican he- un espacio y un tiempo determinados), que buscar la explicación de
chos. La palabra "hecho" alude a aquello que se expresa. no median- un hecho general, o sea, de algo que ocurre en muchos casos con
te una palabra o un término, sino por una proposición; más exacta- cierta regularidad. Al decir: "Después de una guerra sobreviene la
mente por una proposición verdadera. Cualquier proposSción, salvo inflación", afirmamos que la asociación entre guerra e inflación está
que sea contradictoria, expresa un hecho. Pero un hecho.no es una . ejemplificada a través de muchos casos. Curiosamente, es más com-
cosa, ni un objeto, ni una entidad, sino más bien una situación Q con- plicado. explicar un hecho singular como el suicidio de un individuo,
figuración que acontece entre entidades relacionadas de cierta mane- la Revolución Francesa o una catástrofe aérea, que explicar un hecho
ra. Si añrmamos: "La Revolución Francesa tuvo lugar en 1789" esta- general como la ley de la prohibición del incesto o la ley de la ofer-'
mos enunciando un hecho. ta y la demanda en sistemas de mercado libre.
Al fundamentar la creencia en un hecho no sabemos de antema- No existe algo único que pueda denominarse "explicación científi-
no si la proposición que la expresa es verdadera o falsa. La proposi- ca", aunque sí diversas tácticas usadas por los científicos para dar
ción misma está en estado de problema y la fundamentación consis- cuenta de los hechos, unas más ligadas a las ciencias naturales y
te precisamente en ofrecer argumentos que prueben su verdad. otras a la historia y a las ciencias sociales. Diremos que hay mode-
Cuando predecimos un hecho también ignoramos si lo que se los de explicación científica, cada uno de los cuales establece una es-
predice es verdadero. Tenemos presunciones acerca de lo que suce- tructura inferencial que se aplica alternativamente en determinadas
derá, pero debemos aguardar para observar lo que ocurre, para re- circunstancias. En este capítulo y en los dos siguientes analizaremos
cién allí establecer la verdad o falsedad de la proposición. Por consi- algunos de ellos.
guiente, una predicción sólo puede fundamentarse o refutarse a pos-
teriori, con elementos de prueba acerca de su verdad o falsedad. El modelo nonio~ógicodeductivo
Lo que diferencia a la explicación de la fundamentación y de la
predicción, es que quien explica conoce por anticipado la verdad de Comenzaremos nuestro análisis de los diversos modelos de expli-
una proposición, denominada explanandum, o al menos la acepta hi- . cación científica con el llamado nomológico deductivo. Este modelo,
patéticamente como verdadera. Así, en el caso de la explicación, el introducido con algunas variantes por Pierre Duhem, John Hospers
enunciado explanandum está verificado, o se lo acepta hipotéticamen- y Karl Popper, se asocia comúnmente al nombre de Carl Hempel y,
te como verdadero, y lo que pedimos son razones que nos muestren en efecto, el diagrama y las ideas principales que expondremos. a
que no es extraño-que haya ocurrido lo que describe el enunciado. continuación deben atribuirse exclusivamente a él. Aunque hoy se lo
En este punto debemos insistir en que no se explican cosas ni obje- considera un modelo más entre otros, en sus primeros trabajos Hem-
tos sino hechos, acontecimientos o situaciones concernientes a esos pel Uegó a presentarlo como un modelo paradigmático y principal de
. . objetos, expresados mediante- proposiciones verdaderas o considera- explicación científica. Se lo Llama nomológico deductivo porque en él
das hipotéticamente como tales. Si se le pidiera a una persona "Ex- la explicación es un razonamiento deductivo entre cuyas premisas
plíqueme la Universidad", seguramente se sentiría desconcertada y aparecen, de manera esencial, enunciados con forma de ley. ("No-
formularía preguntas adicionales, tales como: "Pero... quiere que ha- mas", en griego, significa ley.) El término "ley" empleado en el mo-
blemos de su Estatuto? quiere saber por qué fue creada?". Aunque ' delo nomológico deductivo alude a leyes universales, es decir, leyes
a menudo tropezamos con pedidos de explicación que aluden a cosas que no presentan excepciones. Analizaremos luego el argumento que
(por ejemplo, "Explíqueme la corrupciónJ1),en realidad se nos re- añrrna que, en ciencias sociales, tales leyes universales son escasas
quiere dar cuenta de por qué acaece cierto fenómeno (en nuestro y que la mayor parte de los enunciados generales son, en realidad,
ejemplo, fa corrupción), cuya existencia se da por sentada. de carácter estadístico.
LA I N o c p L I C A B ~SOCIEDAD

El modelo nomológico deductivo presenta una estructura simple y Si quisiéramos explicar la ley que afirma que después de una gue-
característica: la explicación de un enunciado E que expresa una ley rra sobreviene la infiación, deberíamos apelar también a alguna teo-
general o un hecho particular, al que denominaremos explanandum, ría económica o socioeconómica. Podríamos imaginar alguna teoría
es un razonamiento deductivo con premisas (leyes y premisas-datos) de cuyos p ~ c i p i o sse dedujera que, regularmente, después de una
cuya conclusión es precisamente E. guerra queda poco respaldo monetario y que, al emitirse dinero pa-
Cuando lo que deseamos explicar es a su vez una ley general, de- ra pagar las deudas y los gastos de la reconstrucción, la moneda se
bemos mostrar que esa ley puede deducirse de una teoría que consi- deprecia provocando infiación.
deramos aceptable porque expresa conocimiento acerca de cómo es la De acuerdo con esto, explicar leyes es algo sencillo: primero debe
realidad y porque es suficientemente poderosa como para permitir de- escogerse una teoría adecuada, un buen marco teórico, y luego mos-
mostrar lógicamente que la ley se sigue, por deducción, de la teoría trar que, de esa teoría, se puede deducir la ley que nos intriga. Pero
Explicar una ley es, entonces, colocarla en el marco de una teoría al no existir una explicación a secas, sino inserta en un marco teóri-
Por ejemplo, es posible explicar la ley de la caída de los cuerpos de co, se infiere, en primer lugar, que la explicación de leyes es siempre
Galileo a partir de la teoría de Newton, pues de los principios de la provisoria, tanto como la teoría de la que se deduce. Una teoría no es
teoría newtoniana se deduce que, en proximidades de la superficie te- algo inamovible, sino un cuerpo de hipótesis que se considera válido
rrestre, todos los cuerpos caen con igual aceleración. Del mismo mo- hasta que ocurre un accidente llamado refutación. Por lo tanto, opta-
do podríamos explicar la ley de la prohibición universal del incesto a mos por la mejor teoría disponible en un momento dado, aunque una
partir de la teoría cultural de Claude Lévi-Strauss que enfatiza el pa- vez escogida, debemos tener en cuenta que, por ser provisoria, tam-
pel esencial de las relaciones sociales e inesencial de las biológicas en bién lo será la explicación que construiremos a partir de ella.
las prescripciones y prohibiciones matrimoniales.'Y como explicar es . Cabe señalar que, por lo común, en 'tos diferentes ámbitos de in-
proporcionar un porqué, habría que afirmar aproximadamente lo que vestigación de las ciencias sociales nunca disponemos de una única '
sigue: según la ley de gravitación de Newton, los cuerpos se atraen teoría aceptada consensualmente por todos los investigadores. En
con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e econornía, por ejemplo, conviven las teorías liberales y de libre com-
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que existe en- petencia con las teorías marxistas, entre tantas otras; por tanto, po-
tre ellos. Para todo cuerpo.situado en proximidades de la superficie dríamos explicar una regularidad económica eligiendo entre cualquie-
terrestre, la distancia al centro gravitatorio (el de la Tierra) es apro- ra de ellas. En consecuencia, no existe algo parecido a la explicación
ximadamente la misma. De modo que si tenemos dos cuerpos, por única de una ley: hay tantas explicaciones como teorías disponibles
ejemplo, una pluma y un trozo de hierro, lo único que los diferencia y, dado que podemos elegir el contexto teórico en el cual situarnos
es la masa de cada uno .de ellos. Supongamos que la masa del segun- para ofrecer una explicación, la explicación misma será siempre rela-
do cuerpo es el cuádruple de la del primero. ¿Qué sucede entonces? tiva al marko teórico escogido.
La fuerza de gravitación será cuatro veces mayor para el seguido que . En lo que se refiere a la explicación de hechos singulares, la es-
para el primero. Esto conduce a pensar, intuitivamente, que el segun- tructura explicativa es aún más complicada. En su artículo "Aspectos
do tenderá a caer con mayor aceleración. Pero aquí interviene otra de la explicación científicaJJ, Hempel cita un ejemplo tomado de John
ley que afirma que la fuerza es igual al producto de la masa por la Dewey, filósofo y especialista en educación estadounidense. Dewey
aceleración. De modo que, en igualdad de condiciones, a mayor masa cuenta que cierto día en que lavaba la vajilla en la cocina de su ca-
mayor resistencia al movimiento, y por lo tanto, menor aceleración. sa, ocurrió'lo siguiente: luego de lavar los vasos con agua caliente Y
Entonces, si bien es cierto que una fuerza cuatro veces mayor actúa jabón, los escurrió poniéndolos boca abajo sobre una mesada en la
sobre el segundo cuerpo, ese cuerpo tiene una masa cuatro veces ma- que se había formado una película de líquido jabonoso. Observó en-
yor y tiene cuatro veces más resistencia a ser acelerado. El resultado tonces, con gran sorpresa, que de los bordes de los vasos salían
es que, en el vacío, ambos cuerpos se mueven con igual aceleración. grandes pompas de jabón que, luego de alcanzar su máximo tama'o,
LA INEXPLICABLE SOCIEDAD

se empequeñecían hasta desaparecer. Dewey diseñó una explicación ¿Cuál fue el procedimiento utilizado para construir la explicación?
para este fenómeno que es la que recoge Hempel. Lo que describe En primer lugar, existe un hecho que deseamos explicar, descripto
Dewey no es un hecho singular sino un pequeño cúmulo de hechos por el enunciado explanandum. Pero ¿qué es lo que explica al expla-
singulares: que terminaba de lavar los vasos con agua caliente, que nandum? Al dar cuenta de lo que le sucedió a Dewey, recurrimos a
los habia colocado boca abajo, que la superficie donde habían sido lo que denominamos datos iniciales, e s decir, enunciados que descri-
colocados tenia una película de agua jabonosa. Los llamaremos datos ben las condiciones de contorno en las que se produjo el suceso y
pertinentes o condiciones iniciales del fenómeno que se quiere expli- sin las cuales sería imposible entender lo ocurrido. No se puede pro-
car, a saber, ¿por qué aparecieron esas burbujas y luego desaparecie- porcionar una explicación sin establecer previamente condiciones ini-
ron? Un ensayo de explicación afirmaría más o menos lo simiente: ciales. Por ejemploj si deseamos explicar la Revolución Francesa, de-
los vasos fueron lavados con agua caliente y, al ser colocados boca bemos disponer de información acerca del estado de la sociedad en
abajo, quedó aire atrapado en su interior. Por la ley de transmisión ese momento: qué sucedía con las clases sociales, con la aristocracia,
del calor, tanto los vasos como el aire se calentaron. Luego, por la ley con las Cortes, con el campesinado y con la naciente Ijurguesía. Del
de dilatación de los gases, el aire caliente atrapado se dilató, y al di- mismo modo, debemos contar con datos de tipo económico: cómo se
latarse, escapó por el borde de los vasos donde estaba la película ja- cobraban los impuestos, cuáles eran las fuentes de riqueza de la aris-
bonosa. Finalmente, por la ley de tensión superficial, cuando el aire tocracia, qué acontecía con la alimentación y con la producción de
atraviesa una película jabonosa se forman pompas de jabón, lo que alimentos. Podría parecer que con datos iniciales solamente basta pa-
explica por qué se formaron las pompas y también por qué llegaron ra explicar por qué se produjo la Revolución Francesa, pero en este
a un límite máximo: pues el aire en el interior de los vasos llegó a su caso, tal como en el ejemplo de Dewey, además de los datos inicia:
máximo volumen cuando la temperatura también alcanzó su máximo. les, se necesitan leyes que conecten acontecimientos del tipo de los
Pero, ¿por qué la burbuja se empequeñeció y finalmente desapareció? que describen los datos disponibles con acontecimientos como el que
Ahora se comprende cómo sucedieron los hechos: al enhiarse los va- describe el explanandum. En el ejemplo de Dewey las leyes aparecen
sos, por la ley de transmisión del calor, el aire atrapado también se explícitamente.
enfrió. Y luego, por la ley de dilatación de los gases, el aire enfriado En el caso de la Revolución Francesa esas leyes quedan implícitas
se contrajo, y al contraerse dentro de la pompa, ésta desapareció. y pueden pasar inadvertidas, incluso para los historiadores y los so-
Así, lo que antes parecía tener un carácter un tanto mágico, aho- ciólogos, porque frecuentemente y sin percibirlo, las incorporamos y
ra se comprende como un asunto banal. Y ésta es una característica admitimos, quizá sin mayor análisis. Así, por ejemplo, aceptamos
habitual de toda explicación: la buscamos porque algo ha llamado que, cuando un porcentaje muy alto de la población sufre 'hambre y
nuestra atención, aunque, una vez lograda y cuando el fenómeno se se puede responsabilizar a los sectores sociales gobernantes por la
enrnarca en el contexto de ciertos datos y ciertas leyes, repentina- escasez de alunentos, es esperable que s e acentúen los conflictos so-
mente, lo que era un asunto enigmático e intrigante, se transforma ciales y se tiendan a producir transformaciones políticas revoluciona-
en algo trivial. Por eso a veces se dice que una explicación consiste rias. Antes y después de la Revolución Frances'a se vivieron períodos
en una redkcción a lo familiar; la explicación transforma la situación, de hambre; el aprovisionamie'ltp de alimentos era deficitario entre
al principio un poco insólita, si no en un fenómeno cotidiano, por lo otras, razones porque la aristocracia corrupta habia dilapidado el di-
menos en algo inteligible. Pero esto ocurre si empleamos leyes que nero. Si relacionamos estos datos mediante ciertas leyes, podemos
ya hemos aceptado e incorporado con bastante naturalidad. La expli- afirmar: cuando escasea el dinero y la corrupción y el hambre cre-
cación de Dewey probablemente no hubiera satisfecho a un filósofo cen, la sociedad está lista para producir una revolución.
griego como Aristóteles, pues éste desconocía las leyes que hemos Recién ahora empieza a esbozarse el modelo de Hempel para la
utilizado. La argumentación le hubiese parecido ininteligible y todo explicación de hechos singulares. También en este caso una explica-
habría permanecido, para él, tan incomprensible como antes.. ción es una deducción, formada por premisas y por una conclusión.

33
LA UiEXPl3CABL.E SOCIEDAD

La conclusión es el enunciado explanandum, que describe aquello guien hace lo que Dewey hizo ocurre esto". El observador bien pue-
que deseamos explicar. i a s premisas constituyen el explanans, aque- de objetar: "De acuerdo, pero, lde dónde se extrajo esa ley?". Por
llo que explica y que utilizaremos para dar inteligibilidad al explanan- cierto, para explicar esta ley hay que partir de las leyes físicas que
dum. Las premisas contenidas en el explanans son de dos clases. enunciamos al p ~ c i p i o ;por lo tanto, vale subrayar que no se pue-
Por un lado, las premisasdatos, es decir, proposiciones singulares den ofrecer explicaciones en el vacío, sin disponer de teorías cientíñ-
que describen hechos particxlarhdos, correspondientes al momento cas. Toda explicación exige un adecuado contexto teórico y una co-
previo o simultáneo al hecho que deseamos explicar. rrecta elección de los datos.
Por otro lado, tenemos las premisas-leyes, que son, precisamente, Mostraremos mediante un ejemplo cómo, de acuerdo con este mo-
los enunciados generales que extraemos de la teoría o las teorías delo, un hecho puede explicarse de diferentes maneras, sin que exis-
que hemos elegido, pues, como lo muestra el ejemplo de la Revolu- ta una forma única de reunir datos y escoger leyes para construir una
ción Francesa, deberíamos decidir quizá recurrir al mismo tiempo a explicación. Veremos cómo la elección dependerá de lo que necesita,
teorías económicas, históricas y sociológicas para consfxuis luego la para lograr la inteligibiidad del hecho, quien pide la explicación.
explicación. Supongamos que el señor A está en su casa acompañado de algu-
El diagrama de la explicación es, pues, el siguiente: nos amigos. Cuando su esposa llega, queda estupefacta al constatar
que su valioso florero de porcelana china yace caído en el suelo, he-
D I 2 , D.., D, premisas-datos cho añicos. Pregunta entonces por qué el florero está en el suelo y
h1b , L, ]
premisas-leyes exglanans roto. El marido ofrece una primera explicación, totalmente correcta
aunque pueda sonar irrelevante: él &ma que el florero dejó de es-
E conclusión tar sobre la mesa; que por la ley que h a que los cuerpos sin sus-
explanandum tentación caen, cayó al suelo; y que por la ley que ahrma que al cho-
car con objetos duros los objetos frágiles se rompen, se rompió al
Debemos recordar que en el modelo nomológico deductivo expli- chocar con el suelo. Si examinamos esta explicación, advertiremos
car es hacer una deducción. Por una convención técnica compartida que se adecua perfectamente al modelo nomológico deductivo. Datos:
incluso por Aristóteles y los lógicos medievales, cuando se presenta el florero dejó de estar en la mesa, era frágil, chocó contra un obje-
por escrito una deducción, debe trazarse una línea que separe las to duro. Leyes: de la caída de los cuerpos sin sustentación y de la
premisas de la conclusióa Aquí la conclusión es el explanandum y, ruptura de los objetos frágiles cuando chocan con objetos duros.
entre las premisas que constituyen el explanans, figuran los datos ini- Pero la señora no queda satisfecha y exige otra explicación. Aho-
ciales y las leyes. Como en el caso de la explicación de leyes, las ra el marido ensaya lo siguiente: "Un invitado, el señor B, le dio un
premisas-leyes se extraen de teorías que ya han sido validad& y me- codazo al florero y éste se puso en movimiento; como los cuerpos
recen nuestra confianza. que se .mueven rápidamente traspasan los límites de un mueble pe-
- Ahora bien, para deducir E de los datos no es necesario emplear queño como la mesa, el florero quedó sin sustentación y, por la ley
todas las leyes de una teoría sino alguna ley mínima tal como: '%- de caída de los cuerpos sin sustentación..., etc.". Como la mujer sos-
da vez que sucede un acontecimiento del tipo que se menciona en tiene la teoría oculta de que los amigos de su marido son torpes Y
los datos, ocurre un acontecimiento del tipo que figura en E'. Hem- descontrolados, disconforme con este segundo ensayo de explicación,
pel denomina 'leyes abarcantes" a este tipo de leyes; sin embargo no vuelve a preguntar: "¿Y por qué tu amigo le dio un codazo al flore-
resultaría satisfactoria una explicación que recurriera tan sólo a ellas. ro?". Entonces el marido intenta una nueva explicación: "Mi amigo,
Imaginemos que alguien observa por primera vez el fenómerlo rela- el señor B, es una persona muy sensible y neurótica; está muy ner-
tado por Dewey y pregunta: '¿Por qué ocurre esto?" y recibe como vioso y no coordina sus movimientos; hoy ha quedado sin empleo y
respuesta: "Este es un caso de la ley según la cual toda vez que al- experimenta una gran frustración; leyes psicológicas añlrman que las
i
INEXPLICABLE SOCIEDAD 1:. LAMPUCACIÓN CIEN~FICA
i.
1.'
!
personas en tal estado de ánimo no registran la ubicación de los ob- , . . ted, me odia a mí y lo odia a Mengano". No cabe ninguna.duda de
jetos en su entorno y desplazan involuntariamente a los que se cru- que las premisas son: Fulano lo odia a usted, Fulano me odia a mi,
' zan en su caminon. 2'
Pero, ¿para qué sirven tantos ejemplos de explicaciones dternati-
r;
?. Fulano lo odia a Mengano, y partiendo de ellas se deduce, obviamen-
i te, que Fulano lo odia u usted. Pero este razonamiento es banal. Es-
vas? Si bien hemos apelado al humor, vale preguntarse qué explica- !. tamos admitiendo un círculo vicioso en la demostración, pues la con-
ción deberíamos elegir, lo que dependerá de lo que necesitemos pa-
ra hacer inteligible el hecho. Desde el punto de vista físico, la prime-
t
1
. clusión figura exglícitamente entre las premisas. Además, el exfila-
ra e~licaciónes perfectamente pertinente: la señora debe aceptar . .. nans carece de leyes y, al no establecerse ninguna conexión legai, no
se agrega nada a la comprensión de lo que se quiere explicar, no tor-
que el florero está ahí, en el suelo, porque fue empujado y, por tan-
na inteligible al hecho.
to, ... etc. Desde el punto de vista de un psiquiatra o un psicoanalis- Claro que nuestro interlocutor podría replicar: "No se aflija, inclui-
ta, evidentemente, la explicación que alude a la pérdida del empleo, remos una ley cualquiera: la de Galileo". Entonces la explicación que-
al sentimiento de frustración, al carácter neurótico y sensible, pare-
dará construida del siguiente modo: "Fulano lo odia a usted, Fulano
cerá mucho más pertinente. Esta explicación sitúa las cosas en un me odia a mí, F h o lo odia a Mengano y todos los cuerpos caen en
contexto de mayor amplitud e incluso podríamos ir más atrás y, lle-
el vacío con la misma aceleración". Por cierto, de aquí se sigue dedu-
gando hasta los padres de B, constatar, por ejemplo, que eran padres ciendo la consecuencia que nos interesa, pero con las premisas ante-
esquizofrencos o, por lo menos, padres que provocan patologías en
riores bastaba. En esta segunda versión, la ley no .figura esencialmen-
SUS hijos, y que lo dispusieron de manera muy inconveniente frente
te pues, aunque la excluyamos, la deducción se efectúa lo mismo.
a las diversas kustraciones que, como la pérdida del empleo, supone Debemos destacar la importancia de lo que afirma Hempel: que
una vida. Tal vez entenderíamos más retrotrayéndonos mucho, tal no se puede construir una explícación sin recurrir a leyes. Por aña-
vez no. 1 ~ 6 n d edeberíamos detenernos? Una explicación puede ir didura, como hemos argumentado, disponer cde leyes supone dispo-
tan atrás como se desee. Eso depende del punto de partida o del ner de teorías.
contexto del cual se tomen los datos iniciales y las leyes, el que a su Ahora bien, ¿qué ocurre con disciplinas sociales como la historia,
vez queda determinado por lo que estima relevante quien plantea la a propósito de la cual se discute tanto la posibiidad como la fecun-
pregunta por qué, es decir, por quien pide la explicación. didad y conveniencia de formular leyes históricas? Según Hempel,
siempre que un historiador desee, explícar algo, deberá servirse de
Requisitos que debe satisfacer leyes. Pero ¿qué leyes empleará? Esta es una buena pregunta para la
el modelo nomológico dectluctiaro que hay respuestas diferentes y, por lo tanto, múltiples posiciones a
tomar. Hay investigadores que niegan que sea preciso emplear leyes
Según Hempel, el modelo que estamos examinando debe satisfacer y añrman que el historiador establece hechos, dicho con más pre-
diversas condiciones, unas de tipo lógico y otras de tipo e$istémico. cisión, hechos singulares. La historia sería idiográfka y no nomotéti- .
Las de tipo lógico son las siguientes: a) como ya hemos visto, el ex-. ca,.es decir, se ocuparía de hechos singulares sin tener que recurrir'
planandum- debe deducirse (ser una consecuencia lógica) del expla- al uso de leyes. Hempel argumentaría en este caso que un historia-
nans; b) en el explanans las premisas-leyes deben figurar esencialmen- dor idiográfico nunca podría construir explicaci~ne~;Q frente a esta
te, lo que significa que si retiramos de entre las premisas a cualquie- postura, algunos historiadores responden que, efectivamente, la histo-
ra de ellas ya'no será posible hacer la deducción; y c) la conclusión. ria no tiene por qué explicar; la historia s610 describe y, en todo ca-
no debe figurar ni explícita ni implícitamente en las premisas. so, son la sociología, la política, la economía, la antropología y otras
Debemos entender claramente a qué apuntan estos requisitos 16- disciplinas teóricas las que proveerán explicaciones.
gicos. Supongamos que le pedimos a alguien: "Explíqueme por qué En este mismo orden de ideas, pensadores como Popper piensan
Fulano me odia". Y recibimos como respuesta: "Fulano lo odia a us- que no existen leyes propias de la historia y que las leyes empleadas
en los textos históricos provienen siempre de otras disciplinas socia-
les. Para Popper, tanto la historia como la poiíticq son disciplinas en dades dormitivas". Reímos ante la situación precisamente porque esta
cierto modo 'tecnológicas", y se sirven de lo que enseñan otras áreas clase de explicación resulta inaceptable aun en contextos cotidianos.
de conocimiento. Por cierto, existen historiadores que afirman la exis- Consideraremos a continuación el requisito epzktémico. Hemos di-
tencia de leyes históricas, por lo que se ven obligados no sólo a ha- cho que el explanandurn E, que expresa aquello que deseamos ex~li-
cer historia sino también a proponer una teoría de la historia. Si car, debe ser una proposición verdadera E es verdadera, pues cuan-
Hempel estuviera en lo correcto -y nos sentimos inclinados a acom- do pedimos una explicación sabemos de antemano que el hecho d e s
pañarlo- nadie puede hacer historia cienañca o política con base cien- cripto acaeció. Por consiguiente, E, la proposición que deseamos ex-
tífica, nadie puede desarrollar una ciencia explicativa si no dispone plicar, está verificada pues se refiere a algo que ya ocurrió y hemos
realmente de un contexto teórico con todas sus exigencias:'hipótesis, podido constatar. Hempel sostiene además -y éste es en realidad el
contrastaciones, observaciones, etc. Sin embargo, podemos hacer una requisito epistémico- que todas las premisas del razonamiento expü-
pequeña encuesta: tomemos un texto cualquiera de historia y veamos cativo deben ser verdaderas. Si éste fuera el caso, la explicación, es
si en él se ofiecen explicaciones. Advertiremos que no existe historia- decir. la deducción, sería para Hempel una explicación verdadera, una
dor, por cuidadoso que sea, que en algún momento no sucumba a la autékíca, una legítima explicación.
tentación de explicar por qué ha ocurrido un hecho. En efecto, (quedaríamos satisfechos con una explicación cuyas le-
--. yes i e r a n falsas? ¿Admitiríamos una explicación con premisas-datos
Historiadores idiográficos más radicales reaccionan de modo dife-
rente y plantean un tipo de solución que discutiremos más adelante falsos? Esto no parece posible. Lo menos que puede exigirse es que
con cierto detenimiento. Afirman, y aquí podríamos citar al filósofo s correctas. To-
el contexto y las oraciones legales que u ~ a m o sean
analítico William Dray, que los historiadores elaboran explicaciones, do esto parece obvio, no obstante dista mucho de serlo. Si las pre-
pero no explicaciones nomológico deductivas sino de un tipo diferen- misas del explanans no fuesen verdaderas, como pide Hempel, no sa-
te, que no supone el empleo de leyes. Si éste fuera el caso, se ten- bríamos si estamos frente a una explicación auténtica o como él la
dría que hacer frente al desaño de proponer explicaciones que no em- llama, verdadera.
plean leyes históricas extraídas de teorías sobre la historia, ni recu- En el modelo nomológico deductivo reconocemos cuatro submo-
rren a leyes provenientes de teorías de otras disciplinas como la an- delos, uno de los cuales es precisamente la forma en que Hempel lo
tropología, la sociología, la psicología sociai, la economía o la política. concibe y que acabamos de exponer. Pero hay variantes del modelo
El tercer requisito lógico que mencionamos impone como condi- nomológico deductivo que no coinciden con la concepción. de Hem-
ción no caer en un círculo vicioso: entre las premisas no debe apa- pel, que son las que analizaremos a continuación.
recer nada que contenga, explícita o implícitamente, la conclusión
que deseamos explicar. Sería burdo construir una explicación para Tres submode1os
dar cuenta de un tabú alimenticio incluyendo entre las premisas in- de1 modelo nomológico deductivo .
formación relativa a las características y existencia del tabú. Se crea
un círculo vicioso pues en el erplanans recurrimos precisamente a - .' La explicación hipotético deductiva
aquello que nos está intrigando. Es inadmisible que entre las premi-
sas-datos figure, aun de manera implícita, la proposición que desea- Debemos admitir que es muy diicil verificar las premisas-leyes.
mos explicar. Generalmente, los escritores precavidos pueden evitar- Nos está vedado el recurso de la intuición, la autoevidencia o la in-
lo, aunque, en muchas oportunidades, no deja de ser un recurso di- ducción, pues sabemos que resultan inadecuados para establecer de
simulado por lo aparentemente exitoso. manera concluyente la verdad de enunciados generales. Por ello, ac-
Recordemos la sátira de Molihre donde a un personaje le pregun- tualmente se piensa a las afirmaciones cienoficas no como verdades
tan: "2Por qué el opio adormece!: y contesta: "Debido a sus propie- sino como hipótesis, y a las teorias cientiñcas como conjuntos de hi-
pbtesis. Una hipótesis es una proposición cuya verdad o falsedad se
ignora; sin embargo, quien la formula supone que es verdadera, aun- nan bien y, por ese motivo, son adoptadas por la comunidad cienüñ-
que en realidad no lo hace sino para ver qué ocurre con las conse- ca. Ahora bien, si en el futuro una contrastación arroja un resultado
cuencias de esa suposición. Haciendo uso de la noción de hipótesis negativo, serán abandonadas y reemplazadas por una hipótesis o una
cienüñca caracterizaremos un submodelo del modelo nomológico de- teoría mejores.
ductivo, al que denominaremos modelo higotético deductivo de aplica- Lo interesante de formular hipótesis es que no se sabe por antici-
ción. Difiere del modelo de Hempel porque admite que las premisas- pado si hay verdad o falsedad en ellas. Exigir, como hace Hempel, la
leyes son hipótesis. Ya no se exige que las premisas-leyes sean ver-
verdad de las leyes científicas es pedir mucho más de lo que pode-
daderas, sino que sean hipótesis adecuadas extraídas de "buenasJJ mos saber, pues las teorías y las hipótesis son sistemas de conjetu-
te~rías,es decir, hipótesis suficientemente corroboradas. ras, modelos provisonos acerca de la realidad. Hempel responde a
Al leer a Popper se advierte que pone el acento en la predicción, esta cuestión argumentando que el científico puede suponer a mane-
pues según él lo que separa o permite. distinguir una hipótesis o una ra de hipótesis que estamos ante una explicación. Popper se opone
teoría científica de otras que no lo son es su capacidad de predic- a esto sosteniendo que, en la práctica cotidiana, el cienüñco no for-
ción, exhibida a través de su capacidad de ser contrastada. Popper mula la hipótesis de que está ante una explicación, sino que fo@a
propone una caracterización no esencialista de la ciencia, esto es, no explicaciones. cómo lo hace? Incluyendo lo que desea explicar den-
intenta decir qué es la ciencia; se niega a concebir a la ciencia como tro del alcance de una teoría científica. La explicación, entonces, es
algo inamovible, que no registra cambios según las diferentes escue-
algo relativo a la teoría que se está empleando. Obviamente, como
las o comunidades cienüficas, o de acuerdo con los avances de las
las teorías pueden ser reemplazadas con el tiempo, las explicaciones
investigaciones. Su caracterización consiste, por el contrario, en una
resultan tan provisodas y tan contextuales como, en un cierto senti-
sugerencia metodológica: que se consideren científicas las hipótesis
do, lo son las teorías mismas.
y las teorías que puedan ser sometidas a la operación denominada Es muy importante comprender en este tipo de análisis que la te-
contrastación. Por medio de ésta, mediante observaciones y experi- sis fundamental del método hipotético deductivo y de su visión de la
mentos, juzgarnos la verdad o falsedad de las consecuencias observa- ciencia es que las proposiciones generales, sobre poblaciones, géneros
cionales que se derivan de las hipótesis o de la teoría. La predicción
o sectores de la realidad, tienen siempre y en el mejor de los casos,
desempeña aquí el papel de noción príncipal, pues la capacidad cien- status de hipótesis. Por consiguiente, se trata de conjeturas que, aun-
tifica de una teoría consiste, precisamente, en la posibilidad de hacer que sean fecundas, aunque tengan kxito heurística, tecnológico y cbi-
predicciones acerca de aquello que no conocemos, particularmente co, resultan provisorias y pueden ser sustituidas por teorías mejores.
acerca del futuro. Pero, a pesar de esto, Popper reconoce que el ori-
gen de toda su metodología hipotético deductiva radica en el deseo
de encontrar un modelo de explicación, y ese modelo coincide con La explicación potencial
el nomológico deductivo de Hempel, saho por la variante que acaba- Un tercer submodelo de explicación nomológico deductiva es el
mos de considerar.. .
i.
denominado explicación potencial. Se trata de una explicación nomo-
Como hemos visto, Popper admite que las leyes que figuran entre lógico deductiva donde los datos son, de algún modo, problemáticos.
las premisas de la explicación tienen status epistemológico de hipóte-
sis. La razón de esto obedece a lo arduo que resulta determinar si
Sin embargo, formulamos la hipótesis de que se han dado ciertas
condiciones o datos a £inde poder ofrecer una explicación. Un ejem-
es verdadera una ley científica, una proposición general, una propoi
plo tipico lo proveen los accidentes de aviación. Una junta investiga-
sición universal y aun una proposición de tipo estadístico referida a dora del accidente supone, como dato, que una parte oxidada del fu-
una población. Es imposible conseguir una verificación absoluta y
selaje se quebró en una maniobra. Entonces, la investigación conti-
completa de una ley científica. Las leyes, desde el punto de vista lin-
núa hasta dar efectivamente con la parte oxidada y quebrada. Inclui-
pUistico, son en realidad hipótesis convenientes, hipótesis que funcio-
mos entre los datos algo que no sabemos si ocurrió, pero que en ca-
j
so de haber acontecido permitiría explicar por qué se ro,mpió el fu- 5
p explicación potencial de lo acontecido. Afirmaron que en aquel mo-
selaje, en conjunción con conocidas leyes de ingeniería. Esta es una . \j
,.; mento, debido al crecimiento de la población de esas ciudades mexi-
explicación en potencia: si se encuentra la parte oxidada y quebrada, canas, se produjo una sena crisis alimentaria que tornó insuficiente
se transforma en explicación. Por este motivo la denominamos expli- $
/i el producto de las fuentes de provisión de las cercanías. La situación
cación potencial. Tales explicaciones son importantes, metodológica- $ era de tal magnitud y gravedad que, ante la interrupción de las ru-
mente hablando, porque pueden resultar un medio útil para el des- , "'

tas de abastecimiento o debido a alguna calamidad natural, el sumi-


cubrimiento de nuevos hechos. t '
nistro de alimentos quedó anulado. En consecuencia, el abandono
Es interesante señalar que, en la explicación hipotético deductiva $
repentino de las ciudades podría atribuirse a un hecho de este tipo.
popperiana, los datos son verificables y verdaderos. Por lo tanto, no Cuando se propuso esta explicación potencial no se disponía todavia
es potencial en los términos del modelo que acabamos de describir, . $
$ de datos. Posteriormente, los investigadores hallaron pruebas de que
pues las hipótesis de Popper son las leyes, los enunciados generales en el momento en que las ciudades fueron abandonadas, los cami-
y no los datos. Algunos autores, entre ellos el propio Hempel; deno- 8
6 nos estaban interrumpidos. Esto ilustra cómo concebir una explica-
minan explicación potencial a toda aquella explicación que incluya hi- ción potencial, puede orientar el hallazgo posterior del testimonio
pótesis entre las premisas. De acuerdo con esto. la explicación hipo- correspondiente.
téticodeductiva de Popper sería un caso de explicación potencial. A k Una rdexión que suscita este tema es que, habitualmente, las
nuestro criterio, es preferible trazar una distinción entre las explica- !. teorías científicas, las grandes hipótesis generales de la ciencia, sur-
Ciones en las cuales las leyes se toman como hipótesis y aquellas X2, gen por el afán de construir explicaciones. De este modo, la explica-
otras en las que se hace ,lo propio con los presuntos datos. Eviden-
temente, la cuestión es aquí. diferente: no se sabe, siquiera, si se E:, ción científica es uno de los motores principales del nacimiento e in-
t vención de teorías científicas. Al mismo tiempo -aun en el caso de
cumplieron las condiciones iniciales en las que descansa la explica- fi disponer de teonas- la necesidad de hallar explicaciones concretas
ción. En nuestra acepción, una explicación potencial propiamente di- C acerca de hechos de difícil comprensión puede conducirnos al descu-
cha es una explicación nomológico deductiva entre cuyas premisas- li a
brimiento de hechos singulares, de datos.
datos también se incluyen hipótesis, pues no se cuenta aún con da-
tos seguros .e incontrovertibles con los cuales construirla. \::
Recordemos un ejemplo extraído de la astronomía: para explicar La cxplz'cación causal
las anomalías que se registraban en la órbita de Urano -el irltirno Llegamos ahora, a un cuarto submodelo de la explicación nomoló-
planeta conocido a mediados del siglo pasado- se supuso, a modo de 33 gico deductiva: el de la exjlicación causal. Como sabemos -aun sin
dato, la existencia de u n cuerpo celeste desconocido como causa $9
estar de acuerdo en cuanto a la forma que debe atribuirse a las ex-
de las perturbaciones. Las investigaciones condujeron al hallazgo de . 2;. 1 plicaciones llamadas causales- existe una manera de explicar los he-
. un planeta que recibió el nombre de Nephino, lo que se constituyó . .E chos como efict~sde ciertas camas o condiciones antecedentes. Pero,
. en un célebre descubrimiento científico. . ..
j; jen qué consiste el modelo de explicación causal? (Difiere del mode-
Como vemos, la estrategia de buscar una explicación puede con- i+ lo nomológico deductivo o constituye un caso particular de éste?
ducir a un descubrimiento. Podemos presentar un ejemplo anlogo, 5s! Para responder a estas preguntas debemos aclarar qué se entien-
extraído de la ehahistoria mexicana que no deja dudas acerca del de po explicación causal. Si bien muchas formas de explicación r e
masivo y súbito abandono que hicieron los m a y s de importantes .
1 claman este nombre, caracterizaremos a una explicación causal como
ciudades en la región de Yucatán. En muy poco tiempo, la gente hu- . aquélla que emplea ley& carnales. De acuerdo con esta aprokación,
yó masivamente y en forma abrupta de los centros urbanas. (Cómo L
las explicaciones causales no serían otra cosa que explicaciones no-
explicar este éxodo sin suponer que algo terrorífico y alarmante de- ,
p t.,
mológico deductivas, con la particularidad de que las leyes que em-
bió haber ocurrido? Algunos historiadores y antropólogos dieron una plean no pertenecen a cualquier tipo, sino al denominado causal.
I

42 ??W
LA INEXPLICABLE SOCIEDAD

Pero, ¿qué es una ley causal? La idea p r e m a r que aquí está im- de suceso que ocurre a continuación, o casi inmediatamente des-
plícita obliga a rechazar las explicaciones donde f i w e n leyes que no. pués. Así, afirmar que el efecto de morirse es tomar cianuro antes de
afirman que determinadas causas provocaron determinado efecto. morir, suena raro. Esto podría quedar sugerido así: si el tiempo fue-
Por ende, diríamos que no son leyes causales sino, por ejemplo, le- ra reversible -como podemos simular con un filme pasado de atrás
yes de correlación y leyes funcionales. hacia adelante- veríamos primero a Sócrates que acaba de morir y,
Un ejemplo de ley funcional es, en física, la ley Uamada de Boyle- más tarde, al hombre tomando la cicuta. Esto es mera diversión, por-
Mariotte que añrma que a una temperatura dada el producto del vo- que la causalidad es asimétrz'ca, lo que equivale a afirmar que el
lumen y la presión de una determinada masa de gas es constante: en efecto y la causa no son intercambiables. En este sentido, para que
símbolos, p x V = k. exista una relación causal, aquello que se denomina "causa" debe
Así, por ejemplo, si tomamos una cierta masa de gas en un cih- . darse con anterioridad al efecto. La idea tradicional de causalidad es-
dro y lo sometemos a una cierta presión, el producto del volumen tablece que debe haber sucesión, contigüidad y asimetrÍa entre cau-
(por ejemplo, 1 litro) por la presión (por ejemplo, 2 atmósferas) se- sa y efecto.
guirá siendo el mismo. Cuando la presión sea de 4 atmósferas en lu- Las leyes causales tienen la siguiente forma:
gar de 2, el volumen se reducirá a 1/2 y el producto de ambos (4 x
1/2) seguirá siendo 2.
La ley de Boyle-Mariotte no es causal. No se puede decir ni que
la presión causa el volumen ni que el volumen causa la presión. S i
embargo, el ejemplo puede suscitar serias discusiones, pues alguien
podría pensar erróneamente que, en cierto sentido, ~ a ~ sed empu- o entonces Ef
ja el émbolo, es la presión la que causa el volumen. Pero se trata de
un malentendido, pues lo que aquí opera como causa es que el ém- De este modo, podemos decir: si sucede A (que intuitivamente se-
bolo, al ser empujado, provoca a la vez como consecuencia una pre- ría lo que llamamos la causa), y si se dan las condiciones B1,B2,
sión y un volumen determinados. B,..., Bn, pero no se dan las circunstancias C1, C2, C3..., Ck, entonces
La presión y volumen se relacionan por 10 que 10s matemáticos se obtendrá Ef (el efecto).
denominan "función": a un determinado valor de la presión corres- Esta cuestión ha dado lugar a una discusión algo complicada. En
ponde cierto valor del volumen, y viceversa: dado un valor para el efecto, Bósofos de la talla de Bertrand Russell negaron la existencia
volumen queda determinado el valor de la presión. No estarnos aquí de leyes causales en un sentido propio y diferente de las demás le-
ante una ley causal sino simplemente en presencia de una vincula- yes. En su célebre articulo "Sobre la noción de causa", Russell seña-
ción, y esta ley de vinculación legal se expresa por medio de una la que las leyes científicas no conllevan una noción de causa. Ningún
función matemática. ., cient"ico sostiene, por ejemplo, que la ley de gravitación añrma que
Existen, sin embargo, ciertos tipos de leyes que no afirman que los cuerpos se atraen de la manera en que lo hacen a causa de la
dos acontecimientos o variables están ligados por una función mate- distancia que los separa y a causa de sus masas. Lo que se sostiene
mática. La ley que afirma "Toda persona que ingiere cianuro, dadas (sin emplear la palabra "causa") es que a cuerpos que tienen deter-
ciertas condiciones, muere" no enuncia una relación funcional de ca- minadas masas y están a una distancia dada, corresponde una de-
rácter matemático. Más bien suponemos que la muerte sobreviene a terminada fuerza de atracción. "Causa", para Russell, es una palabra
consecuencia de una relación causal, y pensamos que tomar cianuro metalingUística o metacientífica, usada "desde afuera" de la ciencia y
desencadena una acción de tipo causa-efecto. de un modo enteramente subsidi@o.
Las leyes causales operan correlacionand~,en general, un tipo de De todas formas, conviene retener una idea de Hempel. Si consi-
suceso que ocurre en un lugar y tiempo determinados con otro tipo deramos que una explicación nomológico deductiva proporciona una
a0
4:
explicación causal -sea en general o porque contiene leyes de un ti- Advertimos así que la explicación causal es un subtipo de la nomo-
po especial- Hempel propone que llamemos cawa a los datos y ra- € lógico deductiva. Tanto para Nagel como para Russell, la causalidad
zón a las leyes. A nuestro criterio, ésta es una respuesta atrayente e 1: no sería algo especial que se encuentra en la naturaleza, lo cual obli-
inteligente. Si, por ejemplo, buscamos una explicación para' la Revp . garía a admitir un principio de causalidad tal como: 'Todo suceso es
luc,iÓn Francesa y afirmamos que la hacienda había sido diezmada y { el efecto de una causa que lo provocan, o también: 'Todo tiene su
reinaba la hambruna, y que a los grandes latifundios e impuestos ex- ,g, causan. Por el contrario, dicho principio de causalidad se transforma-
cesivos se slimaba la corrupción de las clases gobernantes, entonces 2 ría, curiosamente, en lo siguiente: "Para todo hecho singular existe,
R
estos factores constituinaxi las causas, pues serían los datos iniciales. en principio, la posibilidad de una explicación nomológico deductivan.
S-
Pero, (cuál. sería la razón de la Revolución Frimcesa? L a s leyes .eco- $
nómicas, sociológicas y políticas que permiten deducir, a partir d e , , 1
2 El principio de simetría
esos datos-causas, que la revolución debió producirse. Las leyes ge- Q entre explicación y predicción
nerales serían, pues, aquellas que proporcionan la razón explicativa
f.'
de los acontecimientos, mientras q u e las causas, e n cambio, serían Abordaremos a continuación un tema interesante: para la explica-
los datos. ción nomológico deductiva existe un principio denominado principio
Cabe agregar ahora una observación de Ernest Nagel a propósito de simetría entre explicación y predicción, según el cual la estructura
de si estaríamos autorizados a llamar causa a todos los datos. Nagel de una predicción y la estructura de una explicación coinciden: tanto
reconoce que en cierto sentido es así, ya que, si disponemos de la para explicar como para predecir necesitarnos datos, leyes y una
totalidad de los datos pertinentes, deberiamos considerar al conjunto deducción.
como causa suficiente. Pero también necesitamos disponer de las A dicho principio se lo llama de este modo porque si una predic-
condiciones de contorno, que simbolizaremos B,, B,..., B,, además ción se cumple, lo que hemos usado para predecir sirve automática-
de saber que no se dan ciertas condiciones C,, C,..., Ck. El conjunto mente también como explicación. Así, para predecir un eclipse debe-
de enunciados proporciona la causa del acontecimiento. Si embargo, mos emplear los datos actuales sobre los astros involucrados y las le-
coincidiremos con Nagel en que habitualmente no es esto lo que ha- yes físico-astronómicas correspondientes; a partir de ellos deducire-
cemos al investigar causas. En realidad, de todos los datos hay sólo mos con precisión la fecha, hora y duración del fenómeno. Si el eclip-
uno que privilegiamos y reconocemos como causa y, al resto de se se produce según la predicción, a la pregunta: por qué ha habi-
ellos, los vemos meramente como condiciones de contorno. do un eclipse?" responderemos con los mismos datos y leyes utiliza-
Tomemos el siguiente ejemplo: si kotamos un fósforo contra una dos en la deducción anterior. Por eso se dice que toda predicción es
superficie áspera, ecuál es la causa por la que el fósforo se encendió? una explicación en potencia. Si la predicción se cumple, automática-
En realidad, se encendió debido a un cúmuio de circunstancias: el. mente proporcionará, al mismo tiempo, una exPlkación.de lo ocurrido.
oxigeno presente en el aire, un bajo porcentaje de. humedad, la au- Pensemos ahora qué sucede si el eclipse ya se ha producido. Ob-
sencia de vien'to, etc. Sin la presencia de cualquiera de esos factores, servaremos que lo que explica el fenómeno, sin duda, nos hubiera
el fósforo no se habría encendido. Sin embargo. no podemos atribuir servido para predecirlo, antes de que se produjera. Tal simetría en-
la causa a todos esos factores. Por el contrario, sólo nos limitaremos tre explicación y predicción es característica del modelo nomológico
a decir que frotamos el fósforo. ¿Y por qué afirmamos eso? Nagel deductivo.
propone lo siguiente: que de todos los datos tomemos como causa el Pero entre explicación y predicción existe una diferencia epistémi-
más circunstancial y el menos permanente. Ahora bien, la presencia ca. Porque cuando explicamos sabemos que lo que deseamos expli-
de oxígeno en el aire es permanente y no la consideraríamos causa. car ha acontecido, mientras que cuando predecimos aún no lo sabe-
pero es circunstancial que el fósforo eStá siendo frotado y esto es, mos y debemos esperar a ver qué ocurre. A esta razón obedece la
entonces, lo que puede tomarse como causa. gran similitud que existe entre la teoría del modelo nomológico de-
LA INJWL1CABL.E SOCIEDAD ,

ductivo de explicación (Hempel) y el método hipotético deductivo habría matado a la víctima de todas formas. La solución jurídica, un
eopper), que los muestra, en cierto sentido, equivalentes. Lo que en tanto evidente, es que los dos mataron y son, por tanto,' igualmente
un modelo aparece como explicación, en el otro método aparece co- asesinos. Pero lo C U ~ O S O es que la acción de ninguno de ellos es
mo predicción o contrastación. una causa en sentido ordinario, es decir, en el sentido de que si ca-
Pero volvamos por un momento a nuestra discusión sobre la causa- da uno de ellos no hubiera intervenido, la víctima no habría muerto.
Edad. ¿Puede un fenómeno ser causado por una pluralidad de cm- Esto no es así, pues cada uno de ellos es, frente al otro, una suerte
sas? Hempel admitiría lo que suele llamarse lLpolicausalidad"y "so- de convidado de piedra en la situación. Este ejemplo aclara perfecta-
bredeterminación". -Hemos afirmado que aquello que en sentido es- mente la noción de sobredeterrninación: un hecho puede acontecer
tricto debe denominarse "causaJ7es el conjunto de circunstancias que debido a la existencia de una conjunción simultánea de acontecimien-
permite derivar el efecto: "causa" refiere a todas las condiciones i.i- tos que, en realidad, no son todos necesarios para que aquél ocurra.
cides en conjunción. Como señalamos, Nagel sostiene que solamente Un segundo ejemplo podría ser el siguiente. ¿Cuál fue la causa
una de ellas debena ser considerada 'la causa7', y las demás, condi- por la que Eduardo WI abdicó al trono de Inglaterra? Hay dos ex-
ciones de contorno. Si embargo, cuando hablamos de policausalidad plicaciones que responden a este interrogante. Por un lado, se dice
hacemos referencia a .unfenómeno que Hempel reconoce expficita- que el monarca abdicó porque la familia real de ninguna manera
mente: el fenbmeno de la sobredeterminación en el que ciertos datos hubiese aceptado su casamiento con Mrs. S i p s o n ; para la realeza,
Y ciertas leyes bastan para predecir que se producirá un fenómeno, casarse con una divorciada constituía un escándalo mayor. Entonces,
no obstante éste también pueda deducirse de otros datos Y otras le- como estaba enamorado, optó por abdicar. Pero, según otra explica-
yes. En el caso de que el fenómeno acaezca, ambas re dicciones se ción, la verdadera causa de la renuncia fue la política conservadora
transformarán en explicaciones. Pero ¿cuál de éstas es la explicacibn que se estaba implementmdo en ese momento en Inglaterra, política
válida? Aquí debemos reconocer que hubo sobredeterminación: da- que, entre otros efectos, causaba que los mineros ingleses se murie-
dos ciertos datos y leyes, lo acaecido puede explicarse tornando en ran de hambre y que hubiera una terrible represión policial. La situa-
cuenta uno u otro conjunto de datos y leyes, y argumentarse: 'Si no ción política era de tal abuso y despotismo que el rey se vio forzado
hubiera sucedido esto, igualmente lo otro habría servido para expli- a tomar partido público en la cuestión y a desgastar su figura en de-
car lo acaecido, y a la inversa". Entonces, existe sobredeterminación bates con los responsables del gobierno, lo cual terminó por impul-
cuando, precisamente, el efecto deriva de dos razones alternativas sar su abdicación. De hecho, lo que objetivamente podemos afirmar
pero superpuestas. es que tuvo lugar una conjunción de circunstancias que sobredetemi-
Veamos un ejemplo de tipo jurídico. Dos individuos espercui una naron la abdicación al trono de Eduardo VIII.
tercera persona, sin saber ninguno de ellos que el otro tamblen la
esti aguardando. En un determinado momento ambos la ven, ex-
traen sus respectivos revólveres y le disparan simultáneamente, Y
también simultáneamente las balas se alojan en el corazón de la víc-
tima. Ante este heclio cabría preguntarse: $e con las cir-
cunstancias jurídicas, quién es el asesino? El problema es por demás
interesgte. El primer tirador, A, podría argumentar que él en redi-
dad no mató a la víctima, presentando como prueba que lo que 61 hi-
zo no tuvo ninguna influencia en lo sucedido, ya que el sujeto de to-
das maneras habría muerto aunque él no hubiese disparado. Así,
pues, la bala asesina habría sido la disparada por B. Paralelamente,
B argumentaría de modo similar, pues si él no hubiera disparado, A
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l' EDITORIAL DEL HOMBRE

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I
(
i 8-
Ya tenemos el escenario, o mejor, el ring, donde se debate ..~
poner a los hombres: los artistas-ingenieros del Renacimiento, la fundamentación de las ciencias del hombre. Será a caballo
.'
hombres geniales, como Leonardo da Vmci, que inician la vincu- de estas dos tradiciones, aristotélica y galileana, de sus respecti-
lación sistemática del saber académico con la empírica artesanal. vos puntos de vista sobre la explicación científica, donde se de- ~
El mismo Galileo, durante su estancia como profesor de matemá- sencadenará la disputa. Comprenderemos ahora por qué, ha- t
ticas en la Universidad de Padua (1592-1610), tuvo numerosos blando en un sentido muy amplio, la confrontación puede ser
contactos con artesanos para trabajar en su laboratorio y solucio- .
expresada en términos de explicación causal versus explicación
nar problemas físicos de las bombas de agua, artefactos militares, teleológica o, como diremos más adelante, explicación (Erklii.- fA, I
etc. Fueron, en suma, una pléyade de cientificos, en su mayoóa ren) contra comprensión (Verstehen). C.
. astrónomos (y Aristóteles ya denominaba a la astrononrla una Vamos a continuar la exposición del estado de la cuestión
«ciencia mixta», por conjuntar la matemática con la técnica), los actual. Según lo convenido, seguiremos, a grandes zancadas, el
6-
que pisaro~ ese umbral de la nueva ciencia: Copérnico, Galileo, desalTollo histórico de la polémica. Esperamos ganar así un t\.
junto con Simón Stevin y W. Gilbert. horizonte heurístico, explicativo, del problema mismo. De.
La «nueva ciencia» que reemplaza a la aristotélica va a con-
~I
acuerdo con KO. Apel,7 distinguiremos tres fases en la contro-
siderar como explicación científica de un hecho aquella que versia. Y si se nos abre un crédito de atención, como diría Orte- ~
venga formulada en términos de leyes que relacionan fenóme- ga, desde ahora anunciamos nubalTones con claros paisajes, y (tI
.nos determinados numéricamente, es decir, matemáticamente. prometemos archipiélagos.
Tales explicaciones tomarán las formas de hipótesis causales. , ft
¡
Pero causal va a tener aquí una connotación funcional en una .¡ fr.
perspectiva mecanicista. D) La printera polémica explícita de la filosofía (
Finalmente, la piedra de toque del valor de nuestras hipóte- de las ciencias sociales: positivismo decimonónico
sis ca~alistas vendrá determinada por el análisis experimental. frente a hennenéutica ('
Será la comparación de la hipótesis con las consecuencias de- t\
ducidas mediante la observación de la realidad o experimenta- Nos situamos en el siglo XIX.Hay un paralelismo entre este
ción, la que nos dirá su valor explicativo.
C\
siglo y la centuria de la ciencia moderna: acontece para las
Más de un siglo después, dirá Kant que la actitud del científico ciencias del hombre un despertar análogo al conocido por ft
galileano no es la de un escolar a quien la naturaleza enseña, sino las ciencias naturales en aquella época. El estudio sistemático ~
la de un juez que ciertamente va a aprender de un testigo, pero del hombre, de su historia, lengua, usos e instituciones socia-
sometiéndolo a un intenugatorio, previamente fmjado por el juez, f'
les, adquiere en este tiempo, y merced a hombres .como RanKe
'r ti.
el cual prefija, por tanto, lo que quiere averiguar. Dicho de otro y Mommsen en historiografía, W. von Humboldt, R. Rask,
modo, la física griega y, en general, toda la ciencia hasta Galileo, J. Grimm en lingüística y filosofía, Tylor en antropología social, t
se ha montado sobre el supuestO de que el entendimiento gira en Saint-Simon, Comte, Spencer y Marx en sociología, una altura
torno a las cosas. Galileo, dirá Kant, ha montado su física sobre comparable a la alcanzada por la ciencia galilaico-newtoniana.
fl
un supuesto inverso: el supuesto de que las cosas giran en torno al Tampoco sucede este auge de estudios culturales, sociales, t,
entendimiento, y, por paradójico que parezca, entonces y solo en- humanos, porque sí. El hombre fue desafiado a finales del siglo
tonces ha descubierto lo que son las cosás. Se ha consumado lo e
xvm Tuvo lugar uno de esos acontecimientos que conmueven.
que Kant llama la revolución copernicana en la ciencia.6 ~ hasta los cimientos del mundo social y que, según Kant, no ss .
6. l. Kant: Critica. de la rQ.Zóllpura, Buenos Aires, Losada, 1970, p. 130; X Zubi-
.
ri: Cinco lecciQnes de filosofúz, Madrid, Alianza, 1980, pp.' 72, 74. Sobre Galüeo, cfr. 7. K.O. Apel: Di2 ErkJiJrell-Verstehen IG:mtroverse..., ob. cit., pp. 15-57.
A. Koyré: Estudios galiletuws, Madrid, siglo XXI, 1980.
«
.
27
26 f .'
.
~! ".'.
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4} .0. o' '
~ ~lvidarán jamás: la Revolución francesa. Hasta entonces, digá-! que se desliza persiguiendo la tradición galileana de la ciencia.

.
moslo de una forma simplificada y general, la sociedad no Reducida a sus rasgos característicos, cuatro serían los aspec-
.-J) constituía un problema para la conciencia, dada su relativa tos que configuran el contenido de este vocablo acuñado por
coincidencia con ella. Todavía era posible una visión monolíti- ¡ Comte:
ca, sin problemas, de la conciencia. Hasta cierto punto, las rela-

.'
.. ciones sociales, la cultura, el pasado y porvenir de la sociedad,
funcionaban inconscientemente, a semejanza de las fuerzas ele-
1.° El monismo metodol6gico.
investigación
Los objetos abordados por la
científica pueden ser, y son de hecho, diversos,
j) mentales del cosmos. Pero desde el momento en que la socle- pero hay, como diría Comte, unidad de método y homogenei-
dad europea entró en crisis, se convirtió en un problema para dad doctrinal. Es decir, solo se puede entender de una única
{t sí misma a nivel de la práctica (modo de organización) y se forma aquello que se considere como una auténtica explicación
J¡" hizo evidente la ignorancia teórica (modo de comprensión). De ,.. científica.

t't esta manera, quedaba expedito el camino


las ciencias del hombre y, en particular, de las que conciernen
para la aparición de 2.° El modelo o canon de las ciencias naturales exactas.
Comte, Mili, la unidad de método, el llamado método positivo,
Para
O a la sociedad. La crisis, el estado crítico, en que se encontraron tenía un canon o ideal metodológico frente al que se confronta-
jt los hombres y las sociedades occidentales, enfrentados con la . ba el grado de desarrollo y perfección de todas las demás cien-
. necesidad de una nueva reordenación social y de obtener equi- cias. Este baremo lo constituía la ciencia físico-matemática. Por
i., librio, sacudió los espíritus en favor de una intervención cons- él vendría medida la cientificidad de las nacientes ciencias del
D ciente y refleja de la sociedad sobre sí misma.8 hombre.
... Nos encontramos, por tanto, a mediados del siglo XIX con } 3.° lA. explicaci6ncausal o Erklaren como caracterfsticade la
una ciencia natural asentada cada vez más fuertemente sobre explicaci6n cientlfica. La ciencia trata de responder a la pre-
I 8 los pilares de la tradición galileana, y unas ciencias humanas gunta de «por qué» ha sucedido un hecho, es decir, responde a
1) con gJ1U1deslogros y con pretensiones científicas. En estas cir- la cuestión acerca de las causas o motivos fundamentales. Las
cunstancias, dirá Von Wright, «resultó natural que una de las explicaciones científicas son, por consiguiente, causalistas, aun-
It principales cuestiones de la metodología y filosofía de la ciencia que sea en un sentido muy amplio. Si nos remitimos a Comte y
4¡J' del siglo XIXfuera la concerniente a la relación entre estas dos Mill, tal explicación de carácter causal viene expresada también
jt
importantes ramas de la investigación empírica».9 Las principa- en la búsqueda de leyes generales hipotéticas de la naturaleza
les posiciones al respecto pueden engarzarse en las dos grandes que subsuman los casos o hechos individuales. Hay un vocablo
~ J) tradiciones del pensamiento científico que hemos esbozado. alemán que resume y condensa este método científico: es el
t) Una de estas posiciones es la filosofia de la ciencia del positi- ERKI..ARE.N
«<explicar», «explicación»); en inglés, explanation (tra-
:) vismo decimon6nico, representada típicamente por A. Comte y 'r ducido, a veces, por «explanación»).lO
.J J. Stuart Mill. El positivismo es un concepto que se ha vuelto 4.° El interés dominador del conocimiento positivistá. Desde
9 escunidizo, porque se puede aplicar a una serie de autores,' que F. Bacon «scientia et potentia in idem coincidunt».ll A. Comte
!.
van desde Hume hasta Popper y sus discípulos hoy día. Convie- pondrá el énfasis en la predicación de los fenómenos. Su «voir
l ¡Ij111ne buscar el. común denominador de esta corriente positivista ~ pour prévoir pour pouvoir» es todo un indicador del interés que
W guía el conocimento positivo. El control y dominio de la natu-
"-'\. 8. Sobre el nacimiento de las ciencias humanas y el contexto sociohistórico de
". crlsis, cfr. M. Foucault:
J. Habermas: Las palabras
Teorfa y praxis, BuenosY las cosas,
Aires, Sur,Madrid, Siglo105
1966, pp. XXI,
s.; 1971, pp. 334 La
A. Touraine: s.; ':0 10. AsíFüoso{fa
Hidditch: sucede, de
porla ejemplo con la traducción
ciencia, México, FCE, 1975,decfr.
la pp.
recopilación de textos
100 s. Habrla de P.H.
que unificar
r 14) production de la sacié té, Parls, Seuil, 1973, pp. 62 s. la terminología y reservar el término técnico explicar para la explicación de tipo causal.
9. G.H.von Wright:Explicacióny comprensión,p. 20. 11. F. Bacon: Novum Organum (1620)libro 1, aforismo 3.
r M.
~ 29
r ~,. 28

L
¡,
raleza constituye el objetivo de dicho interés. La amenaza que ~
le ronda escosificar, reducir a' objeto todo, hasta el hombre
mismo. Cuando la razón se unilateraliza hacia ~te lado y abso-
humana sensible refleja una interioridad. No captar, por tanto,
en una manifestación, conducta, hecho histórico o social esa di-
~
lutiza sus posiciones, estamos ante lo que Adomo y Habermas mensión intema, equivale a no comprenderlo. Q
denominan la razón instrumental. Droysen fue el primero que utilizó la distinción entre expli- ,
Este positivismo científico va a pretender hacer ciencia so-
cación y comprensión (en alemán Erkliiren y Verstehen) con in-
tención de fundamentar el método de la historia, comprender,
~I
cial, histórica, económica... siguiendo la tipificación ideal de la en contraposición al de la física matemática, explicar, y al de la ~
física matemática, acentuando la relevancia de 1as leyes genera- tecnología y filosofía, conocer (Erkennen). Desde entonces el fl
les para la explicación científiCa y tratando de subsumir bajo el término Verstehen, «comprendeD), viene a representar una con-
mismo y único método a todo saber con pretensiones científi-
.

cepción metodológica propia de las ciencias humanas. El con-


~\
cas. No será, pues, extraño que A Comte quiera hacer «física tenido positivo del término comprender varía y tiene énfasis di- . ~.
social», por ciencia de la sociedad o sociología. El debate no versos según los autores; así, a título de ejemplo, para Simmel b
tardó mucho en estallar. Porque, frente a la filosofía positivista (y el primer Dilthey) la comprensión, tiene una resonancia psi-
de la ciencia, se fue fraguando en el ámbito alemán, sobre cológica, es una forma de empat(a (Einfühlung) o identificación t1
todo, una tendencia anti-positivista. A esta concepción metodo- afectivo-mental que reactualiza la atmósfera espiritual, senti- ~
lógica la vamos a denominar hermenéutica, atendiendo a algu- mientos, motivos, valores, pensamientos, de sus objetos de es-
nos de sus rasgos más característicos. Entre las figuras repre- tudio.13 Pero Dilthey acentuará además en las ciencias huma-
tL
sentativas de este tipo de pensamiento se encuentran filósofos, nas la pertenencia del investigador y la realidad investigada al t
historiadores y científicos sociales-,alemanes de la talla de Droy- mismo universo histórico: el mundo cultural e histórico del fa
sen, Dilthey, Simmel y Max Weber, con los neokantianos de la hombre. Se da, por tanto, una unidad sujeto-objeto que permite
escuela de Baden, Windelband y Rickert. Fuera de Alemania, se la comprensión desde dentro de los fenómenos HISTÓRICOS SOCIA-
ft
suele citar al italiano Croce y al inglés Co1IiD.gwoodcomo repre- LES, HUMANOS. 1\
sentantes afines a los anteriores y de tendencia más idealista. La comprensión se funda para Dilthey en esa identidad su-
Lo que unifica a todos estos pensadores es su oposición a la jeto-objeto propia de las ciencias del espíritu. Se justifica de
~
filosofía positivista. El rechazo a las pretensiones del positivis- esta manera, además, la autonomía de las ciencias del espíritu '(\
. mo sería el primer elemento común. Rechazo al monismo me- frente a las ciencias de la naturaleza. Windelband, sin embargo, I'f\.
todológico del positivismo; rechazo a la física-matemática como en su Historia y ciencia natural (1894) sostiene que lo importan-
canon ideal regulador de toda explicación científica; rechazo te no es la distinción diltheyana, fundada en el diverso objeto lit.
del afán predictivo y causalista y de la reducción de la razón a t material de las ciencias naturales y del espíritu, sino en fenó- lt~
razón instrumental. ~

El descubrimienzo de los hermeneutas, desde Droysen, es que


menos repetidos uniformemente y fenómenos individuales
iITepetibles. Las ciencias del espíritu, como la historia, preten-
e ~
«la manifestación de lo singular es comprendida (verstanden) den comprender hechos particulares, mientras que las ciencias re\'. I
como una manifestación o expresión de lo interior en cuanto se naturales tratan de formular leyes generales. Windelband califi- \(t I
retrotrae a lo interioD).12Para Droysen, el ser humano expresa su có de nomotéticas las ciencias que persiguen leyes, e ideográfi-
11ft I
interioridad mediante manifestaciones sensibles, y toda expresión
](L
.~) 13. Hacemos notar que este rasgo psicológico es el más vulgarizado cuando se
habla de la comprensión. Hasta autores como Stegmüller, cuando tratan de esquema- r«..
12. G. Droysen: Grulldriss der historik (1858), citado en K.O. Apel: Die Erk11inm- tizar la concepción del Verstehell de Dilthey, acuden a esta teorla psicológica de la
Verstehen KOlltroverse, ob. cit., p. 15. I
comprensión. Lo menos que se puede decir frente a esta inteipretación es que se toma ffL
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abusivamente la parte por el todo.
30 1 .~C[.. ~

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31 '(ti ,
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~ cas, las dedicadas a la comprensión de las peculiaridades indi- grandes sociólogos, E. Durkheim y Max Weber, seguían meto-
-D viduales y únicas de sus objetos. dológicamente cada uno una tradición: Durkheim (Las reglas
J) Weber, siguiendo a Rickert, va a insistiren la comprensión del método sociológico) seguía la tradición galileana (positivis-
como el método característico de las ciencias, cuyos objetos
mo);M. Weber, la «sociología comprensiva».
f)
presentan una relación de valor que hace que dichos objetos,se
J"} nos presenten relevantes, con una significatividad que no po- .

seen los objetos de las ciencias naturales, los átomos, por ejem-
E) La segunda fase de la polémica o el racionalismo
11) critico frente a la teoria critica
plo. Esta significatividad permite identificar y seleccionar tales
O objetos. El investigador llega a la comprensión de tal significa-
{} do porque puede compartir, mejor, comparte con el objeto, los
Nos hallamos entre las dos guerras mundiales. Este tiempo
valores que atribuyen el significado. conoce el resurgimiento de la lógica, iniciado en 1850, tras un
4) estancamiento que se remonta a 1350. Por una seriede azares,
El último Dilthey14 insiste en que el Verstehen no es solo un
j) conocimiento psicológico, sino la comprensión del «espíritu ob-
el desaITollo de la lógica se vinculó con el positivismo y dio
jetivo» (Hegel), en cuanto objetivación sensible, histórica, en
como resultado, en la década de los años veinte, el denominado
t)
realizaciones culturales, del espíritu o vida humana. Acuñando ~'
positivismo lógico. A esta comente pertenecen B. Russel, el pri-
,. mer Wittgenstein (o del Tractatus logico-philosophicus) yel de-
una frase expresiva y brillante, dirá que «el espíritu solo puede
,. comprender lo que ha hecho» «<Nur was der Geist geschaffen ~) nominado neopositivismo del drculo de Viena. .
hat, verstehet en». Típico de esta tendencia, englobada hoy dentro de lo que se
j) denomina filosofia analltica, sería afirmar que únicamente los
De todo este esfuerzo por precisar una filosofíade la ciencia
1) que no caiga en .lás redes del positivismo y haga justicia a la
enunciados sometidos a la lógica y la verificación empírica pue-
den ser calificados como científicos. Los demás deben ser con-
JO peculiaridad de las ciencias humanas, cultUrales o del espíritu,
siderados de antemano como absurdos y sin sentido. Científico
una cosa queda clara: el rechazo a aceptar el modelo de expli-
1) es solo,por tanto,aquel análisis de la realidad que trabaje con
cación científica triunfante en Occidente desde Galileo. Hay
'. una recuperación de la tradición aristotélica,a través de Hegel.
estos dos pilares: la teoría de la relación lógico-matemática y
«Para ciertos filósofos la explicación (científica)consiste en la fase o verificación empírica. El gran objetivo, a la larga, cla-
.,.
procurar que los fenómenos sean inteligiblesteleológicamente, ¡l. ramente expresado por el representante más significativo del
.. más bien que en determinar su predicibilidad a partir'delcono- círculo de Viena, R. Carnap, era típicamente positivista: recons-
-1) cimiento de sus causas eficientes.»15 truir racionalmente todos los posibles enunciados de la ciencia
El debate iniciado con la relación antipositivistade finales unitaria! universal, lógicamente trabada.
~ del siglo XIX no concluye aquí. Es, más bien, el comienzo de No es extraño que el'énfasisde los neopositivistas del círcu-
J} una polémica incesante hasta hoy. Esto indica que no hay ven-
lo de Viena, de un R. Carnap, por ejemplo, secentrase en:
9 cedores ni vencidos, aunque sí reacciones más o menos fuertes
a) La superación de la pseudociencia (especialmente la me-
en uno u otro sentido. Por ejemplo, al terminar el siglo XIX, dos
~q tafísica) mediante el análisis lógico del lenguaje. Carnap persi-
guió toda su vida el ideal de un lenguaje científico universal
~ 11\}' 14. Cfr.W. Dilthey:Der Au{bau der gerschichtlidzen Welt in der Geisteswissel1schaf- hecho de signos y símbolos nuevos, neutrales,unívocos, sin las-
~
~~ ten, Frankfurt, 1970. Para una buena presentación del pensamiento de Dilthey e inclu- tres históricos. W. Stegmüller16 verá en este intento la persecu-
so de la problemática que vinimos abordando, E. lmaZ~ El pe1lSamiento de DÜthey,
,~. México, FCE, 1978; K.O. Apel: DiJ! Erkliiren-Verstehen Kontroverse, pp. 17 s.; J. Freund:
~
Las teorfas de las cümcias humanas, Barcelona, Penfusula, 1975.
~~) 15. G.H. Wrigth: Explicación y compre1lSión, p. 27. 16. W. Stegmüller: HauptstrOmullgell der Gegemvarts-phüosophre, Kmner, Stuttgart,
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U FlL0~0FhDE LAS UI~*.&S:S~!XW+~: :.,. .: .,.:.;:. .;
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horizonte al deambular a través de las ciencias sociales sin tener
en cuenta linde alguna. Oeas mejoras adicionales se deben a
Geofh-ey Hawthom, John Skorupski y a un anónimo lector amen-
cano al servicio de la Cambndge University Press. Muchas otras
deudas del libro son menos concretas; pero sería una mezquindad
cerrar su lista sin codesar la influencia que en estos temas ha te-
nido Quentin Skinner.

La dé&da de.1980 se c - , a ~ , d s ~ ~ L a ~ - ~ ~ - b e ~:. i. C -: ~ .:m -


LL+.-
munwtas por .to a a Eur6 a del-. Hoy resulta-dif3ccürecordar : ..
m&rimfírnbIe parec a auue o. Desde 1945 una de las grandes
'

-
c
certidumbres d i i mundo a ;; .que el sistema comunista y él capi-
talista estaban ahí para siempre, con la Unión Soxi4tica y los
Estados Unidos ejerciendo de.polos de un orden internacional
permanentemente bipolar. Súbitamente, un polo se desintegraba.
Recuerdo haber encencodo e1 televisor cada mañana con pasmosa
incredulidad mientras los gobiernos suc-mbfan uno tras otro has-
ta que l a Unión Soviética se quedó sola. Entonces sucedió lo que
parecia absolutamente imposible, y la Ud6n de las Repúblicas So-
cialistas Soviéticas dejó de existir.
Los expertos estaban tan confusos como los . q n z e u r J . y _ s ~ m ~ s -
. ..%..-.- - ,...S-' ..". -timidos pará expliqq p.or.:qgebj-
&b?iiíi-'~k~ZG?tumT~aaam~n'te
y

chos acontecimientos eran .--.-..--harto predecibles, Ciertas autoridades


-,-e

en2a 'mktena.que se apres'üraron a pretender omnisclencia, fueron


recibidas con jocosidad. El irónico humor de los moscovitas de
.aquel momento está acertadamente captado en yna caricatura que
conservo en Iapared. Enella se ve .a unos andrajosos Marx;Engels
. 'y Le& sentados en. una acera de Moscú, sombrero en mano, es-
per.ando a que caiga algún cópec. Marx dice a los otros: «No obs-
tante, ila teoría sigue siendo válida!^ Por supuesto que a u n alto
nivel de abstracción podía tener razón. Hay maneras de leer su
obra que dan a entender que la Revolución rusa de 1917 no satis-
facia las condicion~spara la dictadura del proletariado, que la
Unión Sovibtica no fue nunca socialista, y que la hegemnía s..-'
cialista, a partir de 1945, en la Europa del Este era otra aberración vos. Las lindes son porosas, más aún que en las de las ciencias
más. Si una teoría no ha sido nunca puesta a prueba su verdad no naturales, especialmente cuando lo que nos proponemos discer-
es impugnada. De igual .forma, los teóricos que suscriben la bipo- nir es la comprensión de la acción social. Entretanto, el espec-
laridad sostendnan aún hoy que lo que ha sucedido es simple- . táculo del derrumbe de los gobiernos sirve también de imagen
mente que uno de los polos ha quedado vacante .hasta ser ocupa- para los impresionantes, si bien lentos, cambios en el firmamen-
do por un nuevo poder, quizá China. Pero quien Gstk abierto 'al to ~ o s ó f i c oY
. o !me formé con una clara idea de cuáles eran las
asombro se inclinad por sospechar que, - M cu&mass- tareas propias de la filosofia y de su relación con una idea, igual-
_-
'

~mcfural~s-"
~ ~ ~ 1""".~ C -,.,.
_; o;. ... ...' n i s i-.--ael g-or ----
-l+ai-rird ab.aj~. -t_e.oríassi
a so... n mente clara, de lo que es la ciencia. Se suponfa que dichas ideas
se combinaban sin problema dguno cuando se trataba de las
lado, el derrumbe de 10s gobiernos no fue 9 1 e m e n - . ciencias sociales. El hecho es que el problema ya comenzaba a
._-.-a. ----
te debido la acción--..-.-.----..
de.unos cuantos individuo';_cos
L^T_I~n..--.-a-- q q u - gestarse en todos los frentes, pero sus efectos se han sentido de
sieron en' entredicho unas organjzaciones desvenci'adas. Ni tam- forma desigual y no resdtan siempre evidentes en los textos
- P . t í . " ~ i ~ ' os~ ues de li?Yh.r ~ indivi-
~ c de ciencia social que se refieren al método. Incluso &í donde son
duos comentes que animaron el hombro para contribuir al peso pemeables, aún es necesario comprender la antigua imagen para
que derrumbó el sistema. En la narración .de este cuento han de - ' entender la nueva o, por supuesto, resistirse a ella. Por lo tanto,
incluirse los grupos sociales que se aunaron en el ejercicio de la comenzaré con la anticuada explicación de la razón humana y de
fuerza implícita en las redes. sociales existentes. Cabe reguntarse la naturaleza de la ciencia.' Esto no presupone que lo anticuado
___
cuál de.__ _-_
las presiones
--m
--E-IliC
__..-... . erpergents.-~~el:nacionali~rna?~~Las. .e w s ' sea erróneo.
del mercado? , religión?l-.prob-wía: h a b e r s i d ~ ~ ~ c m c.IQ~w-.
.. .- .- .-e -La ial~a
go de todo aquello, pero ,nosería..plausible supone-r q u e J ~ . . g t e -
nores estfuctürzk.
- . - fueran destruids. po_rJg .mm.acci6n,.,como.sa. El proyecto de la n u s ~ a c i ' ó n
hundirfk-ln barco ztbordadogor demasiab-. Los nuevos
feglmenes han -emplazado a los antiguos, y, bajo la superficie, los La imagen de laxiencia moderna que se transmite en el aula es
antiguos grupos de poder se.han adaptado'y han sobrevivido. la de una razón sin prejuicios que explora el ámbito independien-
pues; a u q a p a s t e ~ r l @ , & @ ~ & ~ ~ ~ ~ o & $ l ~ ~ y ~ , ~ t ~ c = te de la naturaleza. La naturaleza es independiente en el sentido de
maPe;;siste la necesidad de ~ f l e d o n a ~ s ~ b-gstniduras.
~-l+ Las que es como es; sea o no observada por los seres humanos, se ela-
'cuestioiiei de 'la5 éstrúct~rzis'~ la acci6n se han hecho más urgen- boren o no teorías que den cuenta de ella o la interpreten de una
tes y emocionantes con la frCsson que han experimentado incluso u otra forma. La razón es (o podría y debería ser) libre de prejui-'
los Filósofos, y sólo han contribuido a dificultar aún más el ver de cios, en el sentido de que la ciencia se abstiene de la superstición,
lo que es capaz la acción. Las abruptas
_-;- -.._,. .... advertencias de que el or- la autoridad tradicional, la ipeología y, en una palabra, los pre-jui-
den social es frágil exigen un pensamleLít¿i~fen6va~o-acerca d e la cios, y depende solamente de aquello que ha aprendido de la pro-
libertad colectiva. y la argamasa de la vida social. . pia naturaleza. Re denominado esta imagen la imagen del aula
El espectáculo de gobiernos que se dekumban parecerla un porque, sencillamente, este libro no sería necesario si fuera cierta.
comienzo demasiado sensacionalista para un libro filosóBco. No Sin embargo, la imagen capta un elemento crucial de la idea tra-
obstante, me gustana sugerir desde el principio que la aiosofia de dicional sobre aquello que marca la transición desde épocas ante-
las ciencias sociales no respira en un vacio conceptual. Aunque la . riores al mundo moderno, a la mente moderna y a la ciencia rno-
ciencia social avanzada sea para los científ3cos sociales, a éstos dema. Posee también una imagen noble que conserva una gran in-
no les es posible avanzar sin teorizar, y, por tanto, al menos una fluencia, pese al reto de las dudas «posrnodemas».
parte de su tiempo, sin pensar filosóficamente. A la inversa, me El noble cuento de la modernidad y el progreso de la razón va
gustarfa afirmar que a los filósofos no les sería posible pretender mcis o menos como sigue: hace alrededor de unos cinco siglos los
la atención de los cientlficos sociales a menos que sean inquisiti- científicos empezaron a darse cuentg de que las creencias tradi-
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'

.' 6 LA FILOSOF~A D E LAS CIENCIAS S O C M E S

cionales s o b e el cosmos erraban en más de un detalle. Los nuevos cia resultan depender del conocimiento de los principios del orden
descubrimientos, ayudados por nuevos instrumentos, dejaban. en, interno, tal como sostuvieran los pensadores del siglo m.
entredicho la idea que la Iglesia habfa construido acerca del cos- - Las imágenes de la luz penetrando las tinieblas fueron frecuen-
mos a l mezclar la Biblia con una oportuna lectura de los textos an- temente utilizadas por los propios científicos pioneros. ((La edad
tiguos, especialmente los de Arist6teles. El telescopio y el micros- de la Iiustracióna es el nombre que el siglo se adjudicó para
copio empezaban a revelar un mundo ordenado que, en efecto, no = el progreso que ampliaba el ámbito de la ciencia. También se re-
tenía'por qué estar ahí. Ya para mediados del siglo xw les habia fiere a una nueva dirección en la investigación. Si cabía arrojar luz
quedado claro a los filósofos y científicos más imparciales que los sobre la naturaleza por medio de un método racional que revelara
cielos, explorados con el telescopio, no eran ni remotamente tal el orden racional, cabria tambikn vertirse sobre la naturaleza y la
como los describía la antigua tesis que colocaba la tierra en su cen- socied. humana. Este nuevo campo de explora'ción afrecfa una
tro. Comenzaba a estar claro que, vista desde el microscopio, la nueva clase de progreso: si el mundo humano resultaba ser menos
patena cotidiana, orgánica e Inorgánica, estaba compuesta por ordenado que el resto de la naturaleza, la ciencia podría enseñar
elementos infinitamente más pequeños y más diversamente cóqo ordenarlo mejor. Podrían amansarse los impulsos que pro-
estruchuados de lo que la Biblia o la ciencia atistot6Eca llegaron vocan conflictos cultivar los sentimientos solidarios. Con la ayu-
,y. posible lograr la armonía social. Puesto que,
da de la raz6n sena
jamás a sugerir. Ese mundo nuevo b c i o n a b a racionalmente, aun-
que no por los principios tradiciondmente supuestos. Para discer- como Helvetius b a b a en un memorable arrebato de optimismo C i
nir sus estructuras y su orden interno era necesario un nuevo mé- ilustrado: aLa ética es la agricultura de la mente.)) .f.

Ese gran intento por descubrir todos los secretos de la natura- y 'J .
todo científico. La revolución científica llevaba en su núcleo una
revolución del método. leza, incluyendo aquellos de la humanidad, ha venido a llamarse i ij
Llamemos al método razón e imaginémoslo como una luz me- «.elproyecto de la Uustraciónn. El cuento del aula comienza con el o
diante la cual la ciencia puede vislumbrar a trav6s de las tinieblas. progreso de la razón en cuanto a descubrir y explorar el mundo 6-
sic0 moderno. Luego, en el siglo x w , se le suma el desarrollo de g ,
La luz resplandece sobre la naturaleza y expulsa dos clases de ig-
norancia. Una se refiere a las cuestiones de hecho. El mundo con- Ias ciencias sociales cuando la luz se vierte sobre la mente inqui- c '.L. .
temporáneo está aún por ser plenamente explorado. Por ejemplo,
se rumoreaba que escondía dragones. Pero id:: veras existían tales
sitiva misma y sobre la naturaleza de la sociedad. El proyecto de
la Uustraci6n aún permanece con nosotros y todavía configura los
L-.
C..

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- t .

criaturas? Si no ahora, entonces ¿existieron en algún otro lugar o supuestos que los cientfficos sociales toman en sus manos. Sin em- 4 .
tiempo? Dichas preguntas son empíricas y han de establecerse me- bqrgo, al mismo tiempo ha tropezado con serias dificultades a lo \1, ,,-
diante la prueba de la experiencia. Pero laS mentes humanas son largo y a lo ancho de las ciencias y de su Hosoíia. El problema es
finitas, y su experiencia directa sólo alcanza un corto trayecto de especialmente acuciante en las ciencias sociales, en las que desde g- ¿ .<.
espacio y tiempo. Por tanto, la luz de la razón debe proporcionar un principio se han planteado dudas particulares sobre el proyec- h 1 .

un método para hacer iderencias desde 10 que ya sabemos hasta to. El objetivo más amplio de este libro es el de reflexionar acerca 6
aquello que estamos justificados a creer respecto de lo desconoci- de las ambiciones de la razón y preguntarse si es necesario r e h - +- 1 '. -
....
do. La otra clase de ignorancia concierne a la idea de que el b- hilas de una manera peculiar para las ciencias sociales. 4 '
cionamiento interno de la naturaleza se oculta a los cinco sentidos. , . c
Jamás es posible ver, oír, tocar, gustar u oler las estructuras, las le-
yes y fuerzas que constituyep. el orden natural. Newton vio con sus Estructura .yacción !.' r e

. .
propios ojos cómo caían las manzanas, p.ero la fuerza y la ley de i ; j ( '
la gravedad no pueden percibirse. Aqui la luz de la razón ilumina He comenzado en esta vena reflexiva para advertir que el Bmbi- .: i c - ' .
. P .

de un modo más profundo, pero más misterioso. Permite a la men- to de las ideas se encuentra actualmente tan perturbado como el
te sobrepasar los cofres de los sentidos: idea ésta que hoy nos mapa de las-naciones. Retornaremos e1 tema al luial.de este capi-
plantea problemas, especialmente si las inferencias de la experien- . hilo. Enrretanto, los disturbios políticos plantean cuestion~.te6d-
8 DE LAS CIENCL4S SOCIALES
LA FILOSOP~.~

cas, y esta úItima sección del capítulo introduce el problema gene- Aquí los individuos son marionetas controladas entre bastido-
rsil de la estriictura y la acción. .El.cambio oolitico puede analizar- res por la interacción de Fuerzas y relakiones de producción. Las
se en dos direcciones. La primen intenta una e.xplicacióp de la ac- sociedades tienen una ubase real), y una «sobreestructura». Las
ción en referencia al movimiento .en una abarcable es-ctura so- marionetas tienen conciencia de lo que hacen, pero una concien-
cial, y por eso se diría que procede de arriba abajo)):ta otra toma cia que se deriva de la sobreestructura y se genera muy profunda-
las acciones de los individuos como la materia de la que está hecha :' mente. Pueden pensar en términos de leyes legisladas por parla-
la historia y considera, que las estructuras son el resultado de pre- mentos cuyos miembros escogen lo que ellos creen que es correc- '

'vias acciones. Aquí la dirección es «de abajo arribau. 'Coritrastare- to, y creen ser eljos mismos los individuos que crean su sistema
mos esos dos enfoques.con la ayuda de un robusto ejemplo de c5da jurídico y político. Pero esas creencias son distorsiones que s e e n
uno de ellos, para darnos cuenta de que no resulta en absoluto ob- para enmascarar la realidad y ayudar al funcionamiento de las
vio si en Ultima instancia dichos enfoques están en conflicto radi- fuerzas ocultas. Entonces, ¿por qué caen los gobiernos? El Prefa-
cal O pueden complementarse el uno al otro. Luego sigue un breve cio continúa:
comentario sobre la noción de la explicaci6n causal y lo que ello
presupone, si es que ,presupone algo, sobre la libertad humana. Lo Durante el curso de su desarrollo, las fuerzas productoras de la
cual nos conducirá a la sugerencia preliminar de que la acción so- sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción
cial debe ser comprendida ((desde.dentrou, en lugar de intentar ex- existentes, o, lo cual no es más que su expresidn jurídica, con las re-
plicarla al modo de la ciencia natural. Sin embargo, en este mo- * laciones de propiedad en cuyo interior se habían movido hasta en-
mento la sugerencia sólo, serviría para ilurninar'el plan del libro.. tonces. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas que eran,
¿Caen los gobiernos'debido a presiones estructurales o son em- estas relaciones se convierten en trabas de esas fuerzas.
Entonces se abre una era de revolución social. El cambio que se
pujados por individuos que actúan.en concierto? M k abstracta- ha producido en la base económica trastorna más o menos lenta o
mente, ¿determina la estructura la acción o es la acción la que de- rápidamente toda la colosal sobreestructura.
termina la estructura? ¿O es un poco de ambas? No existe una res-
puesta sensata para interrogantes tan condensados como ésos. Así Sin detenemos a remontar el origen de la compleja teoría a la
pues, para añadir pulpa a la idea de (<arribaabajo,,, he aquí este que aquí se alude, cabe observar que las revoluciones son causa-
Famoso y expeditivo párrafo toinado del Prefacio a la Contribucidn das por el conQicto existente entre las Fuerzas y las relaciones de
a la Crítica de la Economía Política, de Karl Marx (1859): producción, en lo más profundo de la base real. Las estructuras
En la producción social de su existencia, los hombres entran en evolucionan independientemente de las acciones que ellas mismas .
relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; generan, y, puesto que muy pocos actores son siquiera conscientes
esas relaciones de producción corresponden a un grado determina- de ellas, las explicaciones.cientificas del cambio se adentran más
do de desarrollo de sus h e m s productivas materiales. El conjunto profundamente que las de los actores.
de estas relaciones de producci6n~constituyela estructura económi-
ca de la sociedad, la base real, sobre la cual se eleva una sobrees- Al considerar tales trastornos importa siempre distinguir entre el
tructura juddica y política y a la que corresponden formas sociales trastorno material de las condiciones económicas de producción
determinadas de conciencia. El modo de producción de la vida ma- I q u e se debe comprobar fielmente con ayuda de las ciencias físicas $
terial condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en y naturales- y las formas jurídicas, políticas. religiosas, artísticas o
general. No es la conciencia de los hombres la que determina la rea- h'losóficas;en una palabra, las formas ideolbgicas, bajo las cuales los
lidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su con- hombres. adquieren conciencia de este conflicto y lo resuelven. Asf
ciencia." como no se juzga a un individuo por la idea que 41 tenga de sf mis-
mo, tampoco se puede juzgar tal época de trastorno por la concien- -
Las citas de Mars. en genenl. y con cambios mfnirnos. estdn tornadas de. Carlos M-. cia de sf misma; es preciso, por el contrario. explicar esta concien-
Contril>ucidna ln criricn de la economla yolírica. Madrid. Albeno Corazbn, vcrsidn castellana de cia por. las contradicciones de la vida material, por el conflicto que
J. Merino. (N. de la T.)

L'iíiversidaci Nacional d e Villa Marfa


- .-
LA F~LosoF~ADE LAS CIFJiCIAS COCiAiES
-

edste entre las Euerzas productoras sociales y las relaciones de pro- que los hornks-toman conciencia de los conflictos sibyacentes.
ducción. - Esos elementos y relaciones ocultas se presentan como la realidad
del mundo social. Determinan la conciencia de los actores y, pre-
¿Cómo se las arregla, entonces, el espectador para ver mejor el surniblemente, sus acciones. Dicha realidad pertenece al ámbito
partido que los piopios jugadores? El Prefacio sólo insinúa una independiente que explora la ciencia; externo a la conciencia y an-
respuesta a esta pregunta crucial. Insinúa pistas que se habrán de -- tenor a las creencias que puedan formarse sobre él. A esta ontolo-
encontrar al estudiar «las formas ideológicas)>,y, en cierta forma, d a , .que incluye el -mundo social en el orden natural, se la deqo-
- --.-- -...
pretende que las causas, que en última instancia se h d a n en alas mima.naturalista. .
contradicciones de la vida material)),pueden ser identificadas &el-
mente con la ayuda de las ciencias físicas y naturalesa. Cualquie-
ra que sea el método empleado, no puede ser el empírico que hu-
+lo&. -
La segunda suerte de.pretensión cae bajo el epígrafe de meio-
Si el mundo social funciona tal como es descrito, enton-
EeTJemecesita un método científico que compruebe la realidad,
mildemente se somete a la prueba de la experiencia, puesto que ausente o distorsionada, en la conciencia de los actores, y que pue-
éste conduce a conclusiones que arrasan con todo, como la del pA- da conduck a explicaciones causales. La alusi6n a la fiel ((ayudade
rrafo siguiente: las ciencias f3sicas y naturales), deja claro que Marx,al hacer hin-
capié en las condiciones materiales y en las fuerzas productivas
Una 'sociedad no desaparece nunca antes de que sean desarrolla- materiales, se .compromete con un método científico Lnitario, y
das todas las'fiierzas productoras que pueda contener, y las relacio- con una única noción de explicación, que sirve para todas las cien-
nes de producción nuevas y superiores no se sustituyen jamás en eHa cias. El metodo y la noción no se determinan exactamente aquí,
antes de que las condiciones materiales de existencia de esas rela- sino que, puesto que han.de identificar las estmcturai ocultas que
ciones hayan sido inqbadas en el seno mismo de la vieja sociedad. . determinan las formas ideológicas y, por ende, la autoconciencia
Los pasajes que acabo de citar, que son contiguos, dibujan yn de los actores, son asunto disputable. Pero entretanto, puesto que
el método ha de ser modelado al modo de las ciencias Ksicas y na-
denso programa. El propio Mam no se aferraba a la línea que asu- .
me en eilos. Por ejemplo, en otro lugar declara que alos hombres turales, también gpdemos Llamarlo naturalista
hacen su propia historias; si bien añade, cpero no la hacen tal Luego, tercer lugar, se plantean implícitas pretensiones en
i 3 epirtenzologfa o teoria del~conocirniento@ara el cual la palabra
como la desean; no la hacen en condiciones escogidas por sí mis- gTiegá"es episteme).' < N ola-conciencia .de los hombres la que de-
mos)) (1852, párrafo 2). Cuando se lee todo el ensayo se encuentra termina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que.
un ámbito mucho mayor para la acción y para los actores del que determina su conciencia.2 .¿Cómo puede entonces Marx, o cual-
okece en el Prefacio. No obstante, si las tomamos aisladamente, quier oixo, conocer la realidad del m u d o social? ,y2ómo pueden los
las lapidarias declaraciones citadas vendrían de p e d a para el pro-
pósito de este capitulo.
En ellas se plantean supuestos de tres índoles.diferentes, que
vale la pena distinguir a@d para una futura reterenciLaprime-
~:i)
ra cae bajo el epígrafe de &lo& lo
o que existe (de la palabra
griega que denomina al aser),) y encarna la visión sustantiva que
Marx tiene del mundo y su funcionamiento. El Prefacio habla de
las relaciones y fuerza'; de producción, de la estructura económica
de la sociedad, y de su sobreestnictura legal y poutica. Se refiere
a los conflictos y contradicciones que ocasionan las transforma-
ciones. Identifica una dirección causal que otorga primacia a la
cbase real), sobre «las formas jurídicas, políticas, religiosai; artís-
ticas o filosóficas, en una palabra, las fomas ideológicasn bajo las
12 LA RLOSOFÍ.~DE LAS ClENCLAS SOCIALZS
Las leyes y fenómenos de la sociedad no son, ni pueden ser, sino
muchos epistemólogos actuales, como veremos, plantean objecio- lasleyes dedas acciones y pasiones delos seres humanos reunidos
nes radicales al enfoque tradicional. Entretanto, existe un sewndo én e1 estado social. Sin embargo, los hombres, en el estado de so-
,grupo que consiste en inter~o~;antes danteados scbre la pertinencia ciedad, siguen siendo hombres; sus acciones y pasiones obedecen las
de hacer de la conciencia y la acción hurnana.el suj leyes de Ia naturaleza humaná individual. Los hombres no son, al
ha. ¿Posee el m i s p i n c s o - reunirlos, convertidos en otra dase de sustancia, con propiedades di-
e.__
so~rosmismos, de nuestros pensamientos y acciones, que el co- ferentes; como el hidrógeno y el oxígeno son diferentes del agua, o
nocuniento que poseemos del suelo que pisan nuestros pres y el como el hidrbgeno, el oxíieno. el carbón y el nitr6geno son diferen-
o- material que nos rodea? La comprensión que tienen ios ju-- tes de los n e ~ o slos
, músculos y los tendones. Los seres humanos
- -
e ios juegos defaonia"social podrla resultar radicalrnen-
te diferente del .conocimiento envuelto en las explicaciones que
; d g :g -proporciona el científico natural sobre el mundo natural.
'*
9 "
*
Üna vez trazadas esas distinciones ya podemos retomar la cues-
..
tión inicial: idetennina la estructura la accidn, o es la accidn la En la visión de MilI, la ciencia .social debe f u n d w e en (das le-
yes de la naturaleza del hombre inciiulaual»,puesto que su único
p?-
que cietemfna la esuucturar El Prefacio se inclina abiertamente tema son ((lasacciones y pasiones de los seres humanos reunidos
3 '. la e s r r u c c u r a i e t e n n i n a n t e . Así pues, intentemos
en el estado social». N% obstante, dichas acciones y pasiones ((obe-
una respuesta igudment decen las leyes de la naturaleza humana individual)),y la lógica de
Mil1 es célebre por su. ens las ciencias morales es la que nos permite identificar esas leyes.
Gnsa de la ii bertad indivi Abarcan las ((leyesde la mente), (capitulo 4) y las ((leyesde la for-
litica, sobre la base de que ((Laúnica libertad que merece su nom- mación del carácter,, (capítulo 5). Hasta aquí, de acuerdo. El capi-
bre es la de procurar nuestro propio blen a nuestra manera». On tulo16 versa. sin duda, sobre la posibilidad de una ciencia social
meerty aboga por el liberalismo, una forma de conciencia que el erigida sobre ellas:
~ r e f a i i od e ~ z asigna
k a la sobreestructura y explica en términos
estnicturales. Mil1 no acepta nada de eso. En una sociedad abier- Todos los fenómenos de la sociedad son fenómenos de la natu-
ta en la que florece la individualidad, el progreso se consigue a tra- raleza humana generados por la acción de circunstancias exógenas
vés del pensamiento-crítico y la persuasidn racional. Esta visidn li- sobre las masas de seres humanos, y, por tanto, si los fenómenos del
beral estLi presente en la práctica totalidad de sus muchos trabajos pensamiento, el sentimiento y la acción human-están süjetoz'a 16
y se acomiaiia de la negáción de que existan fuerzas sociales tales yes fijas, los fenómenos de la sociedad no tignen más remedio que
como las nue alegara Marx. someterse a las leyes fijas, consecuencia del procedimiento.

'Hallar dichas leyes es «el objeto de la ciencia social)).Una vez


'4
halladas, estaremos capacitados para explicar y predecir la histo-
E%ros que, en conjunto, siguen proporcionando el me'or análisis ria de la sociedad, incluso si no sabemos demasiado ((por16s mi-
-LPai- les de años veniderosti.
razonado de aquello que denominaré ciencia positiva es ecl
&nte en la manera en ia que utiiizan el término los científicos so-
tiales. LOS primeros cuatro libros se centran en la lógica deducti-
"va e inductiva de las ciencias en general, teniendo principdmente
La comparación con el Prefacio de Marx es instructiva. Vamos j
o
en cuenta.a las ciencias naturales. El libro VI se titula On the Lo-
gic of the Moral Sciences, y se centra en Ia psicología y en las cien-
cias sociales, en donde ciertamente asume <cunavisidn conectada)).
El capítulo 7 del libro VI se inicia con la siguiente resonante de-
claración: . Los dos pensadores s o s - e
tienen que la explicación roced de de.la identificación de las.leves Determinismo 'i .. . .
-d .
. . . . .....
..
... ...
;. , '
&iusal& y l& c&dicioneS en las que éstas opeyik. ~b obstante,' . : .. -. . . .
Marx necesita una vía que penetre en el piano mas p r o h d o ' d e la . El contraste q u e h e esbozado entre M ~ I X
y ~ i l &&a&
l con .
sobreestructura consciente en busca de los-me&smos que deter-. crear confusión sobre la fastidiosa cuestión del libre albedrío Y el
minan la conciencia. A Mill no.le preocupa el Pens+ento de.di= determinismo. Suele prequntarse si las ciencias sociales aumeit-
cha dinámica oculta; 'S% conforma con trazar las remil-s
. . ---- de - la Libertad h&a o si destruyen la ilusión de que tenemos al&-
4 conducta humanai hGta-'sus fuentes
.. Esa d f
en la naturaleza humana.
e r.
*
-
a
~
l Prefacio suena muy definitivo (independientemente de lo

la explicaEión. MilJ.sostiene que las propiedades de 'los .?erG .hu-


manos en la sociedad «derivan de y son resumibles en ¡as leyes .de.
Ía naturaleza del hombre m&vidual». Maci sostiene que es preci-
. o -;e(( esta conciencia
- a -w- 0~
tenal)). Más adelante nos preocuparemos por estas cuestiones de
egia. Pero por lo pronto, es de notar la similitud en términos'
generales. &os dos pensador,% .abraza un naturalismo que presu-.
. pone una úNca'lógica3e exphcacidn para tod? las ciencias. m;
., aun poniendo en duda la accesibAdad de aqueiio que Manr uamq
la precisión de cila ciencia naturaln dice claramente en el capitul
lo 3 del libro VI:
nuestra p.r-
Cabe decir que la ciencia de la naturaleza .humana existe, en la Mas, or o o lado, Míllfu_n_ba la ciencia social en la pretensión
medida en que las verdad2- aproximady, que abarcan un conoci-
miento práctico de la humanrdad, pueden mostrarse como corol&
,

%---
degue «los enomenos e pensamiento, s~nen.~-d-t.~y a .." -
-_U_,%%

c c .i ~ u -
. manos están sujetos a leyes frias». ¿Cómo contar c o d a libertad' de
rios de las leyes universales de la naturaleza humana en las que se - pkocurar nuestro propio bien a nuestra propia manera si todas las
fundan. .' acciones resultan de circunstancias exógenas a los seres humanos
que obedecen leyes universales de la naturaleza humana? Quizá. - , e ,.
Sus diferentes estrategias de explicación: una, de la estructura
a1 a a - i e --.-..n -.-. estan
reEcionadas con una epic;temologt~ diferente. como ve"remos, m--C
cabe perfectamente-en'la tradíCiTbn empírica que confina el cono-
cimiento del mundo a las creencias susceptibles de justifica&&
mediante la observación. Eso convertiría en un sinsentido la pre- Nin dice exactamen-

-
t=del Pretacio para la ciencia socid. Pero no es ésta la úni- siones ulteriores si. a rendón " - ~ se-
--
ca rival dentro de la tradición de la teoría del conocimiento en el i 4
guido, definimos lo que es el adeterminismo)) y vemos luego cómo
ámbito del campo naturalista, aunque por ahora dejaré las alter- se va desebedando-el tema. 1.
. 8.
nativas para algunos de los capftulos siguientes. Cualquier teoría El deterrninismo, es, en primer l u g q y laxamente definido, la
científica que maneja eshcturas ocultas nos debe una explicación
--.- tIi'iafSIFh
tesíc. de que en la n a t d e z a ehisce ---%--.-
causal completo:
- . ca4a
sobre cómo es posible conocer tales determinantes. - . 7
,
tiene una causa. - ¿Qué quiere decir eso
exactamente? ]Las respuestas varían depenidiendo de si hacen o no
menci6n a las < m r e z a l ) ,y de SI a t 3 b u ~ ~ n i ~ e -
sidad), :I las
- relaciones entre causa y efecto. --- En la fisica mecánica
16 LA FILOSOHA.
DE'LAS CIENCIASSOCIALES

newtoniana existen leyes absolutas de la naturaleza que se sostie- ~ c ó r n ofunciona ese mab+fico truco? Mil1 lo ejecuta en A Sys-
nen universal y necesariamente en todo lugar y tiempo, y Fuerzas tenz of Logic, libro.VI, capitulo 2, titulado uOf Liberty and Ne:
que conducen inexorablemente el mundo natural. La naturaleza es cessity)~: . . . . ..
un sistema udeterminadon en un sentido muy fuerte, un sistema .. . .
.que plantea acuciantes problemas a quien quiera que suponga que, Si correctamente concebida, la .dochina'"denominadaiecesidad
en ocasiones, los humanos eligen lo que acontecerá a continua- 61os66ca se reduce simplemente a que: dados los motivos presentes
ción. en la mente de un individuo, y &do asimismb el caricter y disposi-
Incluso asi, tampoco es 'obvio que de esta guisa se descarte la ción de1 indi$duo, la Forma en la que este actúe podría inferirse ine-
. qufvocamente; que si conocemos perfectamente a la persona, y sa-
libertad humana. samos que la libertad es la capacidad para bemos cudes son los inducimientos que operan en.:ella, es posible
hacer aquello' que nos apetece, entonces, incluso .en un orden cau- -vaticinarsu conducta con la misma certeza con la que predeciria-
Q a e por necesidad, cabria cond-k- mos un acontecimientofisico. a .

rlrse algunas veces de manera que logremos lo deseado. E n pda-


3. , de 'mamas Hobbes, con quien nos encontraremos más tarde, Luego señala que ~tnonos sentimos menos libres porqüe aque-
ael a m a ~ o s e etanto la libertad como.la necesidad de descender llos para quienes somos intimamente conocidos esten seguros de
saber cómo actuaríamos en un caso particular^^. Por tanto, puesto
-.que no hay nada que temer del determinismo; procede a
q G aun si el individuo actúa siempre desde.iin carácter.que ha
s i c k h m d u por ias crrcunstancias, «su propio deseo de+"mob
'
dearlo de una Forma particular .es una d F e k circunstancias, y,, .
Otra famoia finea meticulosamente puesta a prueba por los deter- áesde luego, no la menos inkiuyenten. Porque «somos tan perfec-
ministas einpalma. con la idea de que, en el fondo, la libertad es la t;?'-réñte capaces de Fonnar nuestro carácter,.como puedan ser los
conciencia de la necesidad, o la aceptación de que lo que sucede demás de formCirnos101).
brota de la comprensión de por qué las cosas no pueden ser de otra Mili confía en que, si sustituimos la necesidad en aquellos even-
manera. tos a los que esa necesidad les viene por el hecho de pensar en tér-
.Gl tema es, pues, resbaladizo. Pero, la mayoría de los pensado- minos de estructuras y fuerzas, no hay nada que temer respecto a
res que no ofrecen margen para la.e l e c c m no han s i d ~ la idea de aue la acci6n -humana
- - - - -- es predecible. De hecho. cuanto
Zterministas en un sentido estricto. Sin embargo, los científicos más predecible sea el mundo, y cuanto más nos ayude la Ciéncia a
P m o r lo general, estar comprometidos con alguna Foma de Fedecirlo, mejor podremos saber cómo conseguir lo Que valora-
determinismo. No resulta obvio porque muchos de ellos sostienen Gs.-- ¿Es -
ése el truco? No es el momento de preguntas. Por ahora,
que o b k n existe un elemento de azar en la naturaleza, o bien ai- el hecho a resaltar es que los deterministas podrían no estar de
guna indeterminación acerca de lo que es posible conocer, aunque acuerdo con el análisis de la causación. M.LU no es el único entre
sea en principio, sobre la naturaleza. Ello podría sonar a la nega- los deterministas en negar que las causas imponen o necesitan sus
ción del determinismo. lo Quecrearía un margen para la acción li- ehctos. Sostiene que las leyes de la naturaleza son simplemente re-
bre. Pero Mil?.?.dejó múy claro que cuando hablamos de la acción gularidades que perrniten predicciones Fiables. Que tenga razón en
iib h a - cuanto a esto y .que la tenga en cuanto a la opinión de que, por tan-
a o n z b a s a el alcance de nuestro conocimiento. No le incomoda- to, la libertad está a salvo, son cuestiones que tendremos ocasión
ba aceptar que las acciones pueden ser enteramente causadas y en- de volver a planteq.
teramente pfedecibles. No obstante, ma suebnntablemen- E-aco
i de Marx es m i s contundentemente determinista y
te que la acción libre es posible, alegan""6lo que la libertad no estoy muy se.guro de que mantenga una línea coherente en el
y el determinismo son compatibles, sino también que la liber- conjunto de su obra. Pienso que tampoco están seguros los pensa-
tad presupone un orden causal. d ~ r n a r x i s t a ~ uno rlado. el materialismo histórico, constnii-
..
18' LA Fii0S0Ff.A DE LAS C ~ C I A SSOClALES

do. cientíñcamente, parece esbozar un inevipble desarroU6 de las'..'.


fuerzas económicai y de las relaciones de producción, que. no da; .
lugar para las iniciativk humanas consciente Manc
publicó un rnaniEiesto y el'partido comunista se ha
arrogado a sí misa0 el papel de vanguardia para acelerar la his-
toria, o, incluso, como sucediera en la Revolución rusa y en la cbi-
.na, de inspirar. el gran salta adelante que va desde el feudalismo al
socialismo. Marx, al menos inteknitentekente, al igual que Mili,: .
piensa aue % r c O n o n m i l
procurar el camhip, Entre tanto, quiero Llamar la atenci6ri sobre el
Prefacio para destacar &o contraste con Mili en su idea de lo que .
implica la causalidad. Sus imiaenes causales suelen ser imágenes
de esuecíEicos que funcionan en.'particulares condi-
. -c - - .-- ((Una
.- sociedad no desauarece nunca antes de aue
5éan desarrolladG todas las Fuerzas productivas que pueda coite- tado supedor izquierdo quedari dilucidada en un momento). Si el
ner.» Esto sugiere que las necesidad= no son, o no son sólo, aque- Prefacio capta correctamente la idea, entonces la explicación pro-

P as de las leyes generales y universales, sino tambiCn aquegas de


as particulares Fuerzas productivas y su funcionamiento. Esa es
otra razón por la que será necesdo reflexionar mas sobre la idea
cederá «de &ba abajon teniendo en cuenta las acciones indivi-
duales en t6rmínos «holistas», por ejemplo, en referencia al fun-
cionamiento de un sistema. Si Mill está en lo cierto, entonces pre-
(le la causación. valecerá el aindividualismo))y la explicación procederá «de abajo
arriban, no d z a n d o los sistemas contribución independiente al-
guna, o aun disolviéndose en hechos acerca de agentes individua-
les. Quien sostenga que los sistemas y los agentes individuales de-
y
aeterminada por la estructura, Mil1 insiste en que los fenómenos ben estar por igual representados. en las explicaciones del mundo
de la sociedad emanan de las acciones y pasiones de los seres hu- social, será bienvenido a la postura que corta la línea divisoria. Los
y tiene que ver con el análisis compromisos parecen sumamente sensatos, aun si, como veremos, ,
a idéa de la necesidad, o lo plantean cuestiones muy difíciles .sobre cómo componer los ele-
general, por ejemplo, a 1 9 le- mentos. Entre tanto, obsérvese que aparece una columna en el
yes generales de la naturaleza, o a lo particular,.por ejemplo, a los lado derecho rotulada «comprensión,>.&te es el tema de la si-
mecanismos específicos? @m$ es epirternolb~ica,y en ella guiente seccidn.
Mil1 sostiene la visión empírica de que el conocimiento es u*
.cuestión de ex~eriencia,y Manr requiere una teorl'a que permita
conocer la realidad subyacente. Más adelante seguiremos la pista Comprensión
a las tres discusiones.
Pero, por el momento, vahos a resumir con la ayuda de.1; fi- La discusión c e n a entre .de arriba abajo)>y de abajo irri-
gura 1.l : (cHolismo» se. refiere a cualqqier 'enfoque que tenga' en ba», ;!al como está hasta ahora planteada, no es peculiar de las
cuenta a los agentes individuales (humanos o de cualquier otra cla- ciencias~sociales.Tampoco lo son las .cuestiones de ontologfa, me-
se) al apelar a algún todo mayor. ~~lndividualisrnon se refiere a todologia y epistemología que la acompañan. Ello es debido a que .
cualquier versión del enfoque contrario, que tenga en cuenta las tanto Mam como Nlill fueron pensadores naturalistas que creían
estructuras apelando si los agentes individuales (humanos o no). que, puesto que los seres humanos y las sociedades pertenecen al
(La razón de escribir asistemas))en vez de nestructuasn en el apar- orden natiiral, un único método, definido en tCrminos generales, .
20 LA FDTC?SC)F~ADE LAS CFNCIAS SOCIALES

serviría para todas las ciencias. No obstante, existe una tradición nias de termita y el cuerpo humano. En una vena más abstracta,
rival que sostiene una visión completamente diferente de la socie- también podría pensarse en los sistemas de ordenadores, los siste-
dad, de la vida humana y de la acción social. La (ccomprensi6n)) mas informáticos y los sistemas de números. Los holistas gustan
promete una alternativa radical a la (~e.uplicación)). de trazar analogías para explicar cómo Funcionan los sistemas so-
La tradición rival v a encaminada a una ciencia- social &ter- ciales, y los individualistas se niegan a aceptarlas. Para la dis'cu-
pretativa), o ahermenéutica)) (del griego hemeneus, cintérprete))). sión correspondiente a la columna de la derecha es necesario glor
Su propuesta central es que el mundo social ha de ser cornpren- sar la ([estructura» de forma diferente. ¿Qué concepto analítico
dido desde dentro, en lugar de explicarlo desde fuera. En vez de capta mejor la idea de la vida social a asanza de una fábrica de sig-
ir en busca de las causas de la conducta; debemos buscar el sig- nificados? Recuerden el comentario de Marx sobre cclas formas ju-
nificado de la acción, El significado de las acciones se deriva de rídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas: en una palabra,
las ideas compartidas y de las reglas de la vida social, y son eje- las formas ideológicas)) en las que los hombres toman conciencia
cutadas por actores que significan algo por medio de ellas. Los de los confiíctos subyacentes.
significados -una palabra dúctil y ambigua que nos plantea Todas esas formas podrían. tomarse por estructuras o reglas.
grandes problemas- oscilan desde lo'que se intenta consciente e Son reglas jurídicas tanto en el sentido de las leyes, como en el de
'individualmente, a lo que es comúnmente significante y que con las prácticas políticas: constituciones y convenciones políticas. Las
frecuencia no es intencionado. La interacción de esos elementos reglas religiosas definen y reodan las religiones organizadas.
aportará el contenido de la columna de la derecha en la figu- Las-reglas artísticas esbozan l a cdtura; y cabría decir que las re-
ra 1.1. glas (<filosóficas»comprenden las creencias éticas de la gente y los
Ese enfoque procede de las reflexiones sobre el carácter de la modos que generahente comparten al pensar sobre si mismos, su
historia, especialmente las de Hegel, y sobre la historiografía. Me mundo y el lugar que en 61 ocupan.
fundamentar6 en el pensador idealista alemán Wilhelm Dilthey No se debe pensar en las reglas únicamente como títtilos en los
(1833-19 11). Dilthey identificó el «significado»como «la categoría libros de reglas. Se encarnan también en las instituciones y prác-
que le es peculiar a la vida y al mundo hist6ricos. La vida huma- ticas sociales formando así una estructura más palpable que si son
na, escribió, sólo puede comprenderse por medio de categorías no consideradas abstractamente'. Como ejemplo de la noción que cap-
aplicables al conocimiento del mundo Eísico, tales como el upro- ta mejor este pensamiento, tomaremos prestado de la filosofía re-
pdsitou, el «valorr,, el «desarrollo»y el uideal)),todos ellos aspectos ciente las Philosophical Investigations, de Ludwig Wittgenstein
del (~signiEicado,,.En contraste con los individualistas dentro de la (1953), en donde hace una utilización muy fecunda de la noción
misma tradición, Dilthey sostuvo que la coherencia de una vida de ((juego»al argumentar la acción humana. Las reglas de un jue-
s610 se comprende a través del signi£icado que poseen las partes go no s61o reodan cómo se juega, sino que, aún más importante,
individuales en la comprensión del todo. Pero re1 todo> no es ex- de'finen o constituyen el propio juego. Es posible que la gente sa-
terno ;la humanidad. ((Lavida no siD6ficaotra cosa que sf mis- liera a pescar antes de que existieran reglas que regulasen dicha
ma. No hay nada en ella que apunte a un significado más d á de actividad, pero no hubiera sido posible jugar al ajedrez sin reglas.
sí misma), (1926, vol. vn,p. 224). Los movimientos de un juego sólo tienen sentido dentro de las re-
Aunque la apropiada introducción a la acomprensión)) se deja- glas, como, por ejemplo, las palabras sólo tienen significado den-
r&pqra el capítulo 7, ahora aportar6 justo lo necesario para cubrir tro de un lenguaje y dentro de las prácticas de la comunicación.
la figura 1.1. A l glosar la ((estructura»como ccsistemas» en el cua- Aun si la idea de las actividades sociales en forma de ((juegos))no
drante superior izquierdo, he optado por un término que es en resulte clara hasta llegar a los capítulos posteriores, no obstante
realidad muy oportuno para el mundo natural. Las imágene~de los conlleva la precisa sugerencia intuitiva deseada para el apartado
sistemas mecánicos, como el Sol y los planetas, los motores eléc- superior derecho. Parte de lo que sugiere es que los juegos son una
tricos o el puntual funcionamiento del reloj, surgen en la mente de peculiaridad humana y social, y, por tanto, podría ser que la com-
igual forma que las imágenes organicas de las colmenas, las colo- prensi6n implicase la negación del naturalismo.
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¿Cómo se relacionan las instituciones y prácticas de la vida so- . Utplicacldn ComprQmldn Q
cial con los actores humanos que participan en ellas? Una res: .-'
-. 4
;: puesta holística sería que los juegos absorben a los jugadores. Si .
;
; ' 4
.:. los actores, al menos en sus capacidades sociales, desean, creen, y, Hokrno Sistemas -Juegos.
: por tanto, sólo hacen aquello que realmente .se espera de .ellos, en '

: ese caso. no necesitan una comprensión aparte. Si, por ejemplo,


Fueran sólo portadores de roles sociales derivados por completo de .
determinadas posiciones y dictan todo cuanto hacen los jugadores,'-.
', entonces la comprensión procedería tan >de a n i b a abajon como
procedería la explicaci6n de una pura teorfa de sistema& La pre-
sencia de signiEicados no haría que las estructuras heran menos
constreñidoras en &te o ame1 lado de la.casa, aun si el sionifica- .
d -SS.12.
do no generara la acci6n &mo la causa genera el efecto. A la in-
versa, no obstante, un enfoque plenamente individualista invertida
la dirección y procedería «de abajo arriban. Si los significados son tar que, aun así, encontraremos serios problemas para proceder a
antes subjetivos y sólo llegan a ser intersubjetivos por acuerdo mu- la m.ixtum
tuo, se requerirá una teoría opuesta de la comprensión. Los juga- Al completar la matriz nos resulta la figura 1.2.
dores construyen los juegos de ia vida social, quizá postulando el Si se permiten las posturas a horcajadas sobre la línea diviso-
espíritu del contrato social para explicar el orden moral y político. ria horizontal, mezclando asf el <de aniba a b a j o ~con el ade aba-
En palabras de Jon Elster, acérrimo in&vidualista: jo ambau, entonces 2quC pasa con la división vertical? La diferen-
cia entre aagentesn y [tactores))invita a un sondeo, y la diferencia
La unidad elemental de la vida social & la acción humana indi- entre <csistemasuy ((juegos)~tampoco parece imperativa Incluso si
vidual. Explicar las instituciones sociales y el cimbio social es mos- la nexplicaciónn y la «comprensibnn resultaran ser radicalmente
trar que surgen como resultado de la acción e interaccidn entre los diferentes, ¿qué tal un poco de cada una? Bueno, por el momento
igdividuos (1989a. p. 13). pensemos que los nagentesu son individuos y los usistemasn es-
tructuras vistas desde una perspectiva natursilista, y pensemos que
Aún más sucintamente: aNo existen sociedades, s61o individuos los ccactoresn son individuos y los ujuegosv son estructuras vistas
que interactúan entre sin (1989b,p. 248). Por consiguiente, vamos desde una perspectiva interpretativa. Una vez ,hayamos resuelto '
a apuntar <(actores»en el cuadrante inferior derecho. esas perspectivas por separado, estaremos en disposición degen-
De la misma manera que antes se ah-ecfa la rigurosa elección - sar sobre la posibilidad de combinarlas. Entre tanto trataremos la
entre ccsistemass y <(agentes»,los lectores no dudarán en sugerir un figura 1.2 como un sugerente artilugio para establecer los proble-
compromiso. Las reglas del juego constrkhen a los jugadores, pero mas de la estructura y la accibn, y no como una Fuente directa de
también los capacitan para procurar sus propios Fines. Los juga- respuestas.
dores, en parte, al crear sus reglas, hacen su propia historia, pero
no la hacen en condiciones enteramente escogidas por ellos. La ac-
ción puede presuponer 19 estructura, y, no obstante, también con- El plan del libro
figurarla. Al igual que sucediera en la columna de la c(explicaci6n»,
existen opciones a horcajadas sobre la línea divisoria, opiniones El Libro está organizado según lo que se acaba de ver y man-
..-
,
(<: 4:
que ahora nos invitan a construir el mundo social con juegos y con tiene como tema primordial la explicación y la compr~nsión,y el E-
actores, para de esa forma, con la ayuda de ambos, comprenderlo holismo y el individualismo como tema menor. Los tres capítulos .
desde dentro. Esto parece harto Sensato y yo me limito a comen. que siguen a continuaci6n examinan algunas de lar más destaca- ,-
(1
- 3 p..,;
24 LA FILOSO- DE LAS C E ~ Q X S SOCMES
...

.
. -.. ... .
7 ) +.,::. . :.
,
.

*4$ 2.
.
2:

.....-
.i

y
.. dai tesis sobre la es~licacT6n las aplic&'al mundo social. .E2 ca- - p&cular, su 'análisis de.15 raciónalidad. cuando este ú1&0 se
fy T . i:pítulo 2 se.inicia con el siglo m y la clásica cuestión sobre cuá- contrasta con las ideas wittgensteinianas sobre los actores sociales
. .: . ' ' :...; .:..':: les son las partes que han de desempeñar la razón y la experieacia percibidos meramente como seguidores .de reglas, y la acción

*3 . ; .
. ...
.." .. (".:..'
...'
: para
descubrir cómo'Funciona el mundo. Explora las esperanzas
...
~cionalictasde detectar el orden causal de la natudeza, concebi-
.
. $. .A. ..,:das a guisa de lgs ruedas y muelles que conducen un sistema me-
'
'como un movimiento dentro del juego, nos encontramos en el
apartado superior derecho de la figura 1.2, con ((juegosuradical-
mente distintos de aquellos a que juegan los agentes racionales de

_
s i
- 3 :.;.,.i.,.. . . cánico. El capítulo 3 da la réplica al empirismo clásico, y continúa Ia teoxía de juegos. El capitulo 8 insiste en los ccactores)) indivi-

.
-E&':::
e, :
_$.E c ; : i - , - promulgando un rnanjfiesto para la ciencia positivi. La m-en-
,- . : tación se-enfoca luego en la rúbrica de Milton Fnedrnan para una
: economía positiva. Con ello se dilucida el sentido que tiene el (<m&-'
,
duales del apartado inferior derecho, quienes juegan los juegos de
la vida social sin ser absorbidos por completo. Éstos podrían vis-
lumbrarse en el desempeño de los papeles sociales o, invocando.
. .. todo hipotético-deductivon, pera plantea graves problemas acerca . una analogía instructiva, en el de los papeles teatrales. ¿Podrían?
i . - del papel que desempeña la teoría en la ciencia. El capítulo 4 tra- Las dificiles cuestiones respecto a la identidad social.resultan aún
. :.c.. . za el problema remontándose hasta la creencia mal planteada de ,más difíciles cuando consideramos el problema. filosófico de la
que el conocimiento necesita ccFundanentosn. La sugerencia de que .identidad personal.
: todas las pretensiones al conocimientb invohcran la interpretacióq .' El capítulo 9 resume el tema primordial a la luz de lo que se ha
....P. . de la,experiencia nos conduce, mediante Karl Popper, al pragrna- aprendido. Quizá el interrogante previo sobre las normas sociales
-.$:.:,:C . . tismo y luego al pensamiento, hoy muy en boga, sobre los «para- . ahora podría responderse combinando un re-elaborado horno eco-

- *:<' *-
digrnasx. No obstantg, aun. si varias teorías.de la explicación ya es;
t i n en oferta. ninguna es tan impgnente como para que las cien-
nomictrs con un re-elaborado horno sociologicus. Ello sugiere la re-
conciliación general entre la explicación y la comprensión. Pero el
4... . \ '-. cias sociales puedan adoptqla con seguridad. final Feliz sigue demorándose a causa de la sugerencia de que
A continuación nos las veremos conla disputa (tveficalu entre el mundo social está coistnrido desde dentro de una manera har-
hoüsmo e individualismo. El capítulo 5 pone a pruebalos rsiste- to ajena a l mundo nakral. En cuyo caso, las ciencias sociales de-
9:'.'.- .
mas)) del apartado superior izquierdo de la figura 1.2. Da comient ben depender de la intersubjetividad, mientras que .la cienciana-
3 _..- " zo con la ambiciosa pretensión de que los hechos sociales poseen
explicaciones «.funcionalesn,'que reducen los agentes humanos a
tural siempre ha aspirado al conocimiento objetivo.
Entonces, ¿está la comprensió'n; para su bien o su mal, corn-
cifras. Pero, llegados a este punto, se retoma la idea, más modes- prometida con almna Forma de relativismo? El capitulo 10 hace de
:;Ia ' - ta, de que la sociedad no es una simple suma de individuos. in- ese interrogante la ocasión para plantear si es posible, o deseable,
O ;. cluso ello se discute 'en el capítulo 6, donde el ejemplo escogid6. la neutralidad axiológica en las ciencias sociales. Se trae otra vez '
. para representar el indiyidualismo -los ¿(agentesi)del apartado in- a colación a Weber, esta vez para presentar el punto de vista 05-
9 l.. ferior izquierdo- es el anáIisis de la acción que proponen las leo. cial de que, aun si las ciencias sociales están ligadas a lo ccaxioló-
. . rías de la opción racional y la teoría de juegos. Puesto que esta ú1- gicamente relevante),, pueden y deben ser conducidas de una for-
tima ha llegado a convertirse en una herramienta casi obligada de ma icaxiológicamente desvinculada». Pero, cuanto m6s se recapa-
d :; los cientificos sociales, aquí se hace la introducción de su meollo cita sobre esa línea, más difícil se hace mantenerse en ella. Así
3 con cierto detalley comenzando desde el principio. No obstante, pues, el capítulo 11 ampiía la argumentación: el problema de otras
- : q .- el hondo problema del análisis de las n o h a s sociales sigue sin re- mentes envuelve otras formas de relativismo, como resulta eviden-
solvt?rse. te al considerar .la forma en que los antropólogos intentan com-
-. 4 :,. prender otras culturas. Se examinan dos posibles límites al relati-
.... La discusión ((vertical))gira ahora hacia la c o l u ~ dea la (icom-
prensión)) en la figura El capitulo retorna el tema de que el vismo, buscando escapar del célebre ((círculo hermenéuticou.
- a *;. 1.2. 7
.-. significado es ((la categona peculiar a la vida y al mundo históri- El capítulo Final renexiona sobre aquello que hemos encontra-
-.) ' * do en el transcurso de este viaje, que ha llegado la hora de em-
: CO,). Pero, al centrarlo, pronto .nos vemos atraídos por el enfoque
. q .& utilizado por Max Weber para comprender la acción social y, en prender.
1..
L73 ..-
..
...s.
,2. t
NICHOLAS RESCHER

LA RACIONALIDAD

SOBRE LA NATURALEZA
Y LA JUSTIIFICACI~NDE LA WÓN

Traducción de
SUSANA NUCCE'l'ELLI
MATERIAL DE CÁTEDRA
Buffa, Adolfo y Tomatis, Karina (2010) Capitulo 3. En Introducción a
las Ciencias Sociales. Asoc. Cooperadora de la FCE. Córdoba

Ciencias Sociales y ética

Introducción
Esta unidad se propone trabajar el entrecruzamiento entre las Ciencias Sociales y la ética.
El rol del investigador, del'científico, del profesional, debería basarse en un pensamiento crítico,
fundado y honesto, siendo el camino para dar respuestas a las problemáticas que nos atraviesan
como sociedad. En este sentido, nos interesa analizar las implicancias políticas de las Ciencias
Sociales, dimensión muchas veces ausente y no reconocida, en la tarea del investigador o del
profesional, con el fin de dotar de "cientificidad" a su producción.
En estas líneas abordaremos y reflexionaremos, en primer lugar, sobre las prácticas
económicas como prácticas sociales, para "impensar" (Wallerstein, 2007) la Economía como
ciencia social y dar un salto por sobre la línea divisoria que suele marcarse entre ambas. En esta
tarea nos ayudaremos de dos autores con diferentes perspectivas: Partha Dasgupta y Karl
Polanyi, quienes contribuirán al desarrollo de una mirada crítica. Ambos pensadores definen la
Economía como ciencia social y considerar su relación con el resto de las Ciencias Sociales
(Sociología, Política, Antropología, entre otras) para romper con la separación y, en algunos
casos, aislamiento particular de la Economía.
Dasgupta introduce a la Economía como ciencia social desde el análisis de diversas
problemáticas sociales y categorías o conceptos habitualmente ausentes en los desarrollos de
teoría económica. Así, de la mano del autor, analizaremos las problemáticas actuales donde se
entrecruza lo económico, lo social, lo político y lo cultural; dando relevancia a las dimensiones
epistemológicas y metodológicas, lo que nos permitirá repasar la unidad II y reconocer su
aplicabilidad.
Luego nos acercaremos a Polanyi, quien, desde una perspectiva crítica, propone un análisis
de las prácticas sociales desde arreglos institucionales que se dan en las distintas sociedades o
comunidades. El autor nos mostrará cómo miles de años de historia del hombre demuestran que
la Economía era un accesorio en la sociedad, un instrumento "para". Así, abordaremos la
separación de la Economía del resto de las Ciencias Sociales a partir de la subordinación que
ejerce, en la modernidad, la Economía de mercado sobre las prácticas sociales.
En una segunda parte de la unidad nos introduciremos en los contenidos éticos de las
prácticas económicas. Éstos nos remiten a las problemáticas emergentes, como por ejemplo la
cuestión ecológica, las cuales debemos discutir a la luz de elementos sustanciales como la
racionalidad económica, el crecimiento y el papel de la naturaleza, entre otros. En este tema nos
ayudaremos de los planteos realizados por Herman Daly, quien rescata la importancia del
reconocimiento de la naturaleza en relación a la vida del hombre. Este reconocimiento se
presenta en tension con el pensamiento económico neoclásico, el cual sostiene una idea de
crecimiento continuo y sin límites del producto, lo que colisiona con la naturaleza y con el
hombre, es decir, con un mundo físicamente finito.
Por Último, cuestionaremos los supuestos de objetividad y neutralidad valorativa en la
explicación en las Ciencias Sociales. De esta supuesta neutralidad valorativa se derivan políticas
económicas que expresan contenidos éticos referidos a recursos económicos y al lugar de los
seres humanos. Por lo tanto, es necesario explicitar los supuestos eticos con los que se trabaja
en los programas de investigación en las Ciencias Sociales.
Para esta tarea utilizaremos un texto del geógrafo David Harvey, quien analiza la dimensión
política y la ideología en las Ciencias Sociales, en particular en la Economia, desde los planteos
teóricos de tres economistas clásicos (con clásicos no. nos referimos a la corriente de
pensamiento económico). Así considerando las producciones de Ricardo, Malthus y Marx
respecto de la relación población-recursos abordará la cuestión de la neutralidad ética y la
metodología de análisis para abordar dicha relación.
Como podrá observar, en esta unidad nos proponemos una reflexión critica sobre la
Economia como ciencia social, intentando dar respuesta a las problemáticas que nos atraviesan.

Con este recorrido nos proponemos:

Comprender las prácticas económicas como prácticas sociales en una aproximación al


resto de las Ciencias ~ociales.
Reconocer la importancia de la ética en el desarrollo de las Ciencias Sociales y en el papel
del investigador, del científico y del profesional, para abordar desde una mirada critica las
problemáticas actuales de la sociedad.
Q Reflexionar sobre diferentes problemas sociales reconociendo la importancia de los
contenidos eticos en su abordaje.

1. Las prácticas económicas como prácticas sociales


Comunidad y mercados

Para abordar esta unidad, consideramos interesante tomar las discusiones planteadas por
Partha Dasgupta y Karl Polanyi, autores considerados en la bibliografía obligatoria de la cátedra.
Ambos textos nos permitirán introducirnos en el debate sobre la Ciencia Económica como ciencia
social.
En el caso de Dasgupta, en su texto Economía: Una brevísima introducción incorpora, en el
análisis, diversas temáticas habitualmente ausentes en los abordajes de las disciplinas -pobreza,
desigualdad social, instituciones, entre otras-, insistiendo en la Economia como ciencia social.
Por su parte, Polanyi, en su clásico La gran transformación, y desde una visión crítica, va más
allá, poniendo en cuestión la subordinación de las prácticas sociales a las prácticas económicas.
Es importante recuperar, para una mejor comprensión de los autores, los contenidos de la
unidctd ll sobre los debates epistemológicos, dado que cada uno de ellos presenta perspectivas
diferentes en el análisis. En la lectura de los textos iremos dilucidando estas perspectivas.

1.1 Partha Dasgupta: la Economia como una ciencia social

Comencemos con Partha Dasgupta. En el texto mencionado anteriormente, el autor


presenta una muy breve in:troducción a la Economia de una manera distinta a los libros de texto
usuales. A los efectos curriculares de esta materia, resultan de interés los aspectos
epistemológicos y metodológicos implícitos y explícitos que se enuncian, y aunque aparecen
en todo el !ibro, están delineados particularmente en el Prefacio y el Prólogo.
Lo'que distingue a este texto del resto es la insistencia de ubicar a la Economía como
ciencia social, sosteniendo que desde la perspectiva económica es posible dar una explicación
y una prescripción frente a los problemas actuales y urgentes del mundo de hoy. Desde esta
óptica pretende incorporar los "...hallazgos empíricos, de la Antropología, la Demografía, la
Ecología, la Geografía, la Ciencia Política, la Sociología, y por. supuesto la Economía misma. Pero
los lentes a través de los cuales estudiaremos el mundo social es el de la Economia"(Dasgupta,
2007:12).
Consecuente con lo anterior, el autor incorpora al análisis una serie de temas que están
ausentes en la gran mayoría de los libros introductorios actuales de Economía: las desigualdades
sociales, la pobreza, la confianza, las instituciones, los contratos, los acuerdos interpersonales,
las comunidades, la naturaleza, los bienes comunes, los derechos de propiedad, la cultura y su
internalización, entre otros.
Una primera cuestión que deja en claro este autor es que "...los más frecuentes
desacuerdos que las personas tienen acerca de los asuntos económicos son, en definitiva,
acerca de la lectura de los "hechos", no acerca de los "valores" que esas personas tienen". Este
es un punto de vista cercano al enfoque objetivo o la objetividad en el abordaje de los problemas
económicos. Luego, agrega que su perspectiva ética es derivada de su pensamiento
economico y que esta ética guía su política, expresada como prescripciones de política
económica.
Entre sus objetivos se encuentra presentar una óptica alternativa al enfoque existente en la
teoría económica o Economía moderna que se enseña en las universidades líderes del mundo
desarrollado. Considera que si bien el punto de partida son las explicaciones de los fenómenos
económicos, para lo cual se recurre a los datos estadísticos con su carácter generalizador e
indiferenciador de las condiciones de vida de las personas, para avanzar en la prescripción de
políticas que buscan modificar y mejorar las situaciones existentes se debe recurrir a la
comprensión de los fenómenos.
La comprensión de la vida de las personas pertenecientes a distintas culturas y las
condiciones de existencia, en palabras de Dasgupta, implica:

"Comprender sus vidas involucra mucho más; requiere análisis, que


habitualmente llama 'a una nueva descripción. Para conducir un análisis, necesitamos
primeramente identificar las prospectivas materiales que los hogares de las nifias
enfrentan -ahora y en el futuro- bajo contingencias inciertas. Segundo, necesitamos
descubrir el carácter de sus elecciones y los caminos por los cuales las elecciones
hechas por millones de hogares como el de Becky y el de Desta van a alcanzar las
metas a la que se dirigen. Tercero, y vinculado con ello, necesitamos descubrir los
caminos por los cuales las familias han llegado a heredar sus circunstancias
actuales" (Dasgupta, 2007:8).

En cuanto a la metodología que el autor emplea y propone, se basa en la construcción de


modelos económicos que, partiendo de un pequeño número de factores causales, buscan
comprender un gran número de situaciones.
Dasgupta expresa sus críticas a los modelos que buscan dar explicaciones a los sucesos
que ya ocurrieron, presentando la alternativa que permitiría hacer predicciones a partir de lo que
revelan los datos de la realidad actual. Para llevar adelante esta tarea, el autor propone que, ante
la unicidad en las explicaciones de la Historia económica, se deben utilizar las narrativas
históricas. Es decir que, frente a las generalizaciones de las estadísticas económicas expresadas
en los modelos econometricos, que al recuperar solamente los rasgos comunes disuelven las
características de los países, de las distintas sociedades, sus idiosincrasias; presenta su
propuesta de conjugar metodológicamente 'La construcción de modelos, la disponibilidad de
datos, las narrativas históricas, y los avances en las técnicas econométricas E...lJ1,ya que estas,
en palabras de Dasgupta, "se refuerzan entre si" (Dasgupta, 2007:12).
El enfoque económico planteado se inicia con una Historia mac~oeconómicaen la que
diferencia, en el análisis, las condiciones de vida entre personas de países ricos y países pobres
en la perspectiva del crecimiento y el desarrollo. Éste es el hilo conductor que emplea a lo largo
de todo el texto. A este modelo de análisis le incorpora variables culturales, la Historia
económica de los países, la relación hombre-naturaleza en la producción, la tecnología, la
educación, la salud, el crecimiento demográfico y en particular las instituciones, entre muchas
otras. Respecto a la importancia de las instituciones, destaca las reglas y la .estructura de la
autoridad: la efectividad de las instituciones depende de las reglas de gobierno, del acatamiento
por parte de sus miembros, y de las interacciones personales donde subyace el compromiso y la
confianza.
El capítulo 2 del libro de Dasgupta se inicia con el concepto de confianza, expresado
como acuerdos (contratos) dentro del entorno de análisis de costo beneficio1 que las decisiones
de las personas pueden generar. El análisis costo beneficio puede estar basado en un
comportamiento individualista, oportunista de los actores económicos o de tipo cooperativo,
basado en la creencia del respeto a los compromisos asumidos en la confianza. El
comportamiento individual (oportunista o cooperativo) afecta y es afectado por las decisiones de
cada uno de los actores sociales. De esto deriva un planteo de juegos cooperativos, enfatizando
la importancia que las instituciones tienen para generar y mantener los compromisos mutuamente
adquiridos, en generar y mantener las cooperaciones entre sus miembros. A partir del enfoque
cooperativo, reforzado por el papel de las instituciones, avanza en el entendimiento de los
comportamientos sociales incorporando temáticas que van más allá del campo de la Economía
pero desde la óptica del desarrollo.

1.2 Karl Polanyi: el hombre como ser social

Ahora nos ocuparemos de Karl Polanyi. Antes de comenzar con la lectura de los capítulos
seleccionados, es necesario hacer una pequeña mención sobre el autor y la obra considerada
para esta unidad. La gran transformación ha sido escrita hace más de 60 años y sin embargo los
problemas y perspectivas abordados no han perdido vigencia. Como lo dice Fred Block2 en la
Introducción de la edición del año 2001, esta obra de Polanyi "es indispensable para comprender
los dilemas que enfrenta la sociedad global a principios del siglo XXI".
Karl Polanyi (1886-1964), cientista social, nació en Budapest, Hungría. Durante su vida
transitó por diversos lugares como Viena (Austria), Inglaterra y Estados Unidos. En la elaboración

' Es importante recuperar de la unidad II de la materia el concepto de racionalidad instrumental o subjetiva (teoría de la
elección racional), diferenciando entre la racionalidad paramétrica y estratégica, dado que el autor está trabajando
desde dicha perspectiva. Contribuye a una mayor distinción el texto sugerido "Decisión racional y accibn colectiva" de
Ludolfo Paramio (2000).
Fred Block, reconocido sociólogo de la corriente neoinstitucionalista de la Universidad de California, Estados Unidos.
Pertenece a la Junta Directiva del Instituto Karl Polanyi de Economía Política de la Universidad de Concordia en
Montreal, Canadá, -fundado en 1987 en reconocimiento a la relevancia de la obra de Karl Polanyi en la sociedad
contemporánea.
de este. libro, el autor recurre a la Historia, a la Antropología y a la Teoría Social; lo cual se
percibe claramente en los capítulos que trabajaremos en esta unidad.
El autor intenta recuperar la idea del hombre como ser social, para analizar las prácticas
económicas como prácticas sociales y, de esta forma, desnaturalizar la perspectiva de la
Economía como un sistema de mercados autorregulados, es decir, que de manera automática,
entrelazadamente, se ajusten o equilibren a partir del mecanismo de los precios. Asi, nos
mostrará cómo "las motivaciones económicas surgen del contexto de la vida social", es decir, la
motivación de la ganancia o el beneficio no es "natural" en el hombre, así como tampoco su
caracterización como un ser egoísta e individualista -esta caracterización se acompaña de una
racionalidad instrumental-.
La visión de Polanyi nos permite desnaturalizar conceptos que, desde una de las
perspectivas de la teoria económica3, se definen como de la naturaleza del hombre. En sus notas
complementarias, en La gran transformación, explicita alguna de estas cuestiones:

"El siglo XIX trató de establecer un sistema económico autorregulado sobre


la motivación de la ganancia individual. Sostenemos que tal empresa resultaba
imposible en s i misma. Aquí nos ocuparemos exclusivamente de la visión
distorsionada de la vida y la sociedad que implicaba tal enfoque. Los pensadores del
siglo XIX suponían, por ejemplo, que era "natural" el hecho de comportarse como un
negociante de mercado, que cualquier otro modo de comportamiento era una
conducta económica artificial: el resultado de la interferencia de los instintos
humanos; que los mercados surgirían espontáneamente si los hombres quedaran en
libertad de hacer lo que quisieran; que independientemente de la conveniencia de tal
sociedad por razones morales, por lo menos su viabilidad se fundaba en las
caracteristicas inmutables de la humanidad, etc. Casi exactamente lo opuesto de
estas aseveraciones está implicado en el testimonio de la investigación moderna en
diversos campos de las Ciencias Sociales tales como la Antropología social, la
Economía primitiva, la Historia de las primeras civilizaciones, y la Historia económica
general. En efecto, casi no hay un sólo supuesto antropológico o sociológico -ya sea
explícito o implícito- entre los contenidos en la filosofía del liberalismo económico,
que no haya sido refutado" (Polanyi, [1944] 2007:334).

Para ayudarnos en la reflexión sobre la critica que realiza Polanyi al sistema económico
como autorregulado y la caracterización del hombre como egoísta e individualista, proponemos
el ejemplo de una red de comercio que surge de una organización campesina de la provincia de
Córdoba -Movimiento Campesino de Córdoba-, la cual se construye desde otra racionalidad y
otras motivaciones económicas, distintas a las planteadas por el liberalismo económico.

' Nos referimos particularmente a la teoría clasica y neoclasica.


Red Comercio Justo del
Movimiento Campesino de Cordoba
Extraido de:
http://redcornerciojustocordoba.blogspot.corn/

La Red es una propuesta orgonizativa para construir


entre todos una relación más justa entre trabajo,
producción y comercialización, que permite:

- al productor la subsistencia, el desarrollo de su


familia y su organización;
- al consumidor beneficiarse con un producto
artesaflal y sana;
- al vendedor una alternativa laboral.

A través de la Red defendemos el comerciojusto y la


soberanía alimentaria.

"La soberanía alimentaria es el derecho que tenemos los pueblos de decidir sobre
nuestra alimentación. Tenemosel derecho de decidir qué y cómo producir, por eso
utilizamos losfrutos del monte, la cocción a leña y las recetas familiares transmitidas por
generaciones. No consideramos nuestros productos como una mercancía según lo
establecen las leyes del mercado, lo cual implica no producir en serie porque algo
"venda" mas, sino tener en cuenta la biodiversidad y el modo de producci6n propia de
las tradiciones campesinas. También tenemos el derecho de elegir qué consumir. Para
esro necesitamos conocer y ser conscientes de lo que comemos, cómo, en qué
condiciones y quiénes lo elaboran. "

Por otra parte, el autor expone las caracteristicas del patrón de mercado y cómo el
sistema económico se impone sobre la sociedad con el fin de funcionar a partir de sus propias
leyes. Sus argumentaciones nos llevarán a reflexionar sobre la economía como incrustada
(arraigada) en la sociedad, como prácticas que forman parte de las prácticas del hombre en
tanto ser social. Su critica se dirige a la economía definida desde los mercados, la cual intenta
naturalizar la visión de una sociedad incrustada en los sistemas económicos, es decir,
dirigida, en funcionamiento, a partir de las leyes de la Economia de mercado.

El hecho de considerar a la Economia como arraigada en la sociedad nos permite pensar


en comunidades o sociedades donde las motivaciones económicas surgen, como dice Polanyi,
del contexto social y no son reducidas a la obtención de ganancias y a comportamientos egoístas
e indkdualistas. El extracto de las manifestaciones del Movimiento Campesino de Cordoba (MCC)
nos permite pensar en este sentido.
Reflexionemos juntos:

iCómo podrían describirse las prácticas económicas de la Red de Comercio Justo (MCCI?
"una relación más justa entre trabajo, producción y comercialización".
¿Qué entendemos por "relación justa"? ¿Una relación definida por un mercado autorregulado
que determina un precio para la mercancía producida por el trabajador campesino y que bajo ese
precio se comercialice?

Si funcionara un mercado autorregulado, jcuáles serían las decisiones que tomaría la


comunidad si los precios definieran la medida de la práctica económica? ¿Aquí la economía
estaría incrustada en la sociedad o la sociedad estaría incrustada en la economía?

En el caso dei MCC, jcuáles son las decisiones que la organización toma que dan,forma a
sus prácticas económicas? ¿Estas prácticas pueden considerarse también prácticas sociales?

Para una mejor comprensión del capitulo, citamos algunas líneas de Fred Block en la
Introducción a La gran transformación (2007):

"...el punto de partida lógico para analizar el pensamiento de Polanyi es su


concepto de arraigo [incrustación]. f...] Polanyi comienza por destacar que la
tradición entera del pensamiento económico moderno, hasta nuestros días,
descansa en el concepto de Economía como un sistema de mercados entrelazados
que de manera automática ajusta la oferta y la demanda mediante el mecanismo de
los precios. Aunque los economistas reconocen que el sistema de mercado en
ocasiones necesita ayuda del gobierno para superar sus imperfecciones, aún confían
en este concepto de la Economía como un sistema equilibrado de mercados
integrados. Polanyi intenta mostrar la manera tan clara en que este concepto difiere
de la realidad de las sociedades humanas a lo largo de la Historia registrada. Antes
del siglo XIX, insiste, la Economía humana se arraigaba [incrustaba] siempre a la
sociedad.
El término 'arraigo' expresa la idea de que la Economía .no es autónoma, como
debe serlo en la teoría económica, sino que está subordinada a la política, la religión
y las relaciones sociales. El uso que Polanyi da al término sugiere más que la ahora
conocida idea de que las transacciones mercantiles dependen de la confianza, el
entendimiento mutuo y la aplicación legal de los contratos. Emplea el concepto para
destacar la radicalidad del rompimiento de los economistas clásicos, en especial
Malthus y Ricardo, respecto de pensadores anteriores. En lugar del patrón
históricamente normal de subordinar la Economía a la sociedad, su sistema de
'
mercados autorregulados requiere que la sociedad se subordine a la lógica de
mercado".

Es así como Polanyi.(2007) nos dice: "En última instancia, ésa es la razón por la que el
control del sistema económico por parte del mercado tiene consecuencias abrumadoras para la
organización completa de la sociedad: significa nada menos que la sociedad.opere como un
accesorio del mercado. En lugar de que la Economía se arraigue en las relaciones sociales, éstas
son las que se arraigan en el sistema económico". Retomando lo presentado en la unidad II,
nuestro autor expresa que "el liberalismo económico trabajó bajo la ilusión de que sus prácticas y
métodos eran el resultado natural de una ley general".

Para ejemplificar los problemas derivados del control de la Economía sobre la sociedad,
donde la sociedad funciona como un accesorio del mercado, recurrimos a un hecho particular: la
crisis financiera desatada a nivel mundial desde fines del año 2008. Nos ayudamos de un
articulo:

L a banca e n l a sombra
PAGINA/^^ - 1 de marzo de 2009 .
Alfredo Zaiat

"El estallido de la burbuja global de las hipotecas denominadas subprime está


haciendo visible el oscuro entramado del negocio financiero y bancario que se difundió a
escala planetaria en las últimas tres décadas. Fuera del alcance de la regulación de los
organismos de control que, a la vez, han sido funcionales al desarrollo de un mercado sin
limites ni reglas, ese sistema se ha empezado a desmoronar con un final incierto. La
debacle gatillada por la caida de las subprime provocó la evaporación de billones de dólares
de capital ficticio y quebrantos en cadena:

- Al principio, los bancos comerciales contabilizaron pérdidas que buscaron compensar


con aportes de capital privado. A mediados del año pasado, el príncipe saudita Al Walid Bin
Talal incrementó:su participación accionaria en el Citi, desembolsando una suma millonaria,
decisión que probablemente hoy lamenta.
- Luego desaparecieron del mercado los bancos de inversión, simbolo del poderío y
soberbia de Wall Street E..].
- Frente a la descapitalización de los bancos comerciales, el Estado empezó a
auxiliarlos por diferentes vías mediante paquetes financieros extraordinarios [...l.
- La corrida de inversores desesperados por recuperar su capital provocó el colapso
de los fondos de inversión y de los denominados "hedge funds" manejados por bancos y
compañias financieras. Para frenar ese drenaje se establecieron "corralitos" para evitar la
quiebra, siendo el mas reciente el dispuesto por el Banco Santander.
---El derrumbe de las cotizaciones de los activos bursátiles dejó al descubierto fraudes -
gigantescos de financistas modelo de Wall Street, como Madoff (50 mil millones de dólares) y
Stanford (8 mil millones de dólares).
- La extensión de los desfalcos, la desconfianza entre las entidades sobre sus
respectivos estados patrimoniales, la ruptura del circuito de crédito hacia las empresas y
particulares y la profundidad de los quebrantos está derivando, finalmente, en el proceso de
nacionalización de bancos comerciales, en Estados Unidos y en Europa [...l.

Este ciclo de destrucción de instituciones y de activos financieros sigue su curso


debido a que, aunque parezca increíble, las bancas centrales desconocen la inmensa red de
instrumentos especulativos dispersos en el marco de un mercado desregulado, que se
estima de un monto trillonario en dólares. Ha emergido asi a la superficie un sistema
financiero global en crisis, apoyado en la opacidad de la banca en la sombra.
La clave, el nervio motor de esa estructura sin control de voracidad especulativa y
bordeando la ilegalidad, se encuentra en los paraísos fiscales, que se cuentan por decenas
[...l."

El articulo caracteriza brevemente cómo se fueron sucediendo los problemas en el sistema


financiero que desencadenaron la crisis. La cuestión central destacada es la desregulación de los
mercados, la ausencia de límites y reglas. Luego, nos resta indagar sobre el impacto de esta
crisis en la sociedad.
Frente a esta situación nos preguntamos:

¿La sociedad se encuentra al resguardo de esta crisis al darse ésta en el ámbito de lo


económico-financiero?¿El funcionamiento de la Economía es autónomo?

La economía de mercado, como lo plantea Polanyi, ha llevado a considerar a una sociedad


subordinada a lo económico. Encontrarnos frente a un mercado autorregulado implica que el
mercado sea quien define las reglas de funcionamiento de él mismo y de la sociedad.
Es así como Polanyi nos invita a una argumentación desde un plano ético. La
autorregulación va en contra de la sustancia del hombre y la naturaleza, pone a ambos -hombre
y naturaleza- como objetos sometidos al mercado.

En síntesis: la economía es una ciencia social y sobre eso tratamos de reflexionar. Lo que
nos interesa en esta unidad, es reconocer distintas perspectivas en esta afirmauión:
Dasgupta, partiendo de una perspectiva explicativa, y con el uso de modelos económicos,
introdujo nuevas categorías, proponiendo una instancia de articulación con la perspectiva
comprensivista (la confianza, las instituciones, la historia, la cultura, etc.). Estas nuevas
categorías enriquecen los estudios de economía y permiten el abordaje de una complejidad de
temas ausentes en esta ciencia, dada la distancia tomada respecto del resto de las Ciencias
Sociales.
Polanyi, por su parte, desde una perspectiva crítica se ocupó de los sisternas económicos y
del hombre. Miles de años de historia nos muestran cómo el hombre se relacionó de diferentes
formas conformando distintos sistemas económicos, los cuales complementan las relaciones
sociales, siendo el mercado uno de los patrones existentes. A partir de ello, plantea su crítica a la
economía de mercado y al liberalismo económico. .- -
El abordaje de esta primera parte de la unidad ha sido desde una mirac':~amplia sobre los
problemas sociales. A continuación nos centraremos en una de las problemiticas actuales de
mayor debate: la relación entre el hombre y la naturaleza.

8 1 obligatoria
Bibliografía

Polanyi, Kari (1944) La gran transformación. Los orígenes políticos y económicos de


nuestros tiempos. Capítulo IV y IV. Fondo de Cultura Económica. México
Dasgupta, Partha (2007) Economía: Una brevísima introducción. Versión en español de
"Economy: A very short introduction" realizada por Horacio Faas. Oxford Universily Press. Oxford
(UK). Prefacio, Prólogo, cap. l y 11.
Traducción de
EDUARDO L. SUAREZ
Traducción del Prólogo y la Introducción
RICARDO RUBIO

Los orígenes políticos y económicos


c :sLw-w.
de nuestro tiempo

Prólogo de
JOSEPH STIGLITZ
Introducción de
FREDBLOCK

FONDO D E CULTURA ECONÓMICA


MÉXICO
Primera edición en inglés, 1957
Segunda edición en inglés, 2001
Primera edición en español (FCE,México), 1992,
Segunda edición en español (FCE,México), 2003
Primera edición (FCE,Argentina), 2007

ÍNDICEGENERAL

Polanyi, Karl
La gran transformación :los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo / Karl Polanyi Prólogo, Joseplz E. Stiglitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
;con prólogo de: Joseph E. Stiglitz - la ed. - Buenos Aires :Fondo de Cultura Económica, 2007. Introducción, Fred Block. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
400 p. ;23x15 cm. (Economía) l
1 Vida y obra de Polanyi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
! Argumento de Polanyi: estructura y teoría . . . . . . . . . . . . .
Traducido por: Eduardo Suárez El concepto de arraigo de Polanyi, 26; Por qué el desarraigo no puede ser,
ISBN 978-950-557-718-7 28; Las consecuencias d e la imposibilidad, 30; El centralismo del régimen
global, 33; Las consecuencias del patrón oro, 34
1. Ciencias Políticas. 1. Stiglitz, Joseph E., prolog. 11. Eduardo Suárez, trad. 111. Título Importancia contemporánea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CDD 320
Opciones democráticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Nota a la edición de 2001, Fred Block . . . . . . . . . . . . . . . . .
9.
Reconocimientos del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
t
Título original: The Great Transformation. The Poli~iuzland Economic Orgns ofOrrr Time
O 2001, Beacon Press, Boston, Massachusetts Primera Parte
ELSISTEMA INTERNACIONAL
D.R. O 1944, 1957,2001, KARL POLANY~
.( i 1. La paz de los cien años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
.'i'1
J

t
D.R. O 1992, FONDODE CULTURA ECON~MICA, S. A. DE C. 11. Los años veinte conservadores, los treinta revolucionarios . . . 67
. .
' <
Ei Salvador 5665; 1414 Buenos Aires
fondo@fce.com.ar / www.fce.com.ar
Carretera Picacho Ajusco 227; 14200 México D. F.
Segunda Parte
ASCENSOY DECLINACI~NDE LA ECONOM~ADE MERCADO

ISBN: 978-950-557-718-7 11 - A. El molino satánico

111. "Habitación contra mejoramiento" . . . . . . . . . . . . . . . . 81


N.Las sociedades y los sistemas económicos . . . . . . . . . . . .
Fotocopiar libros está penado por la ley.

Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio


1
!
1
V. La evolución del patrón de mercado . . . . . . . . . . . . . . .
VI. El mercado autorregulado y las mercancías ficticias: mano de
91
105

de impresión o digital, en forma idéntica, extractada o 1 obra, tierra y dinero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118


modificada, en castellano o en cualquier otro idioma, sin la W. Speenhamland, 1795 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
autorización expresa de la editorial. l
l
W I . Antecedentes y consecuencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
M.,EI pauperismo y la utopía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
IMPRESO EN ARGENTINA - PRINTEDINARGEM~NA
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
74
90 ASCENSO Y DECLINACIÓN DE LA ECONOM~AD E MERCADO

Tales condiciones no estarían naturalmente dadas en una sociedad agrí-


cola, sino que tendrían que crearse. El hecho de que se crearan gradual-
mente no afecta en modo alguno la naturaleza sorprendente de los cambios
involucrados. La transformación implica un cambio en la motivación de la IV.LAS SOCIEDADES Y LOS SISTEMAS BCONÓMICOS
acción de parte de los miembros de la sociedad: la motivación de la subsis-
tencia debe ser sustituida por la motivación de la ganancia. Todas las trans-
acciones se convierten en transacciones monetarias, y éstas requieren a su ANTES DE INICIAR LA DISCUSI~N de las leyes que gobiernan una economía de
vez la introducció~d~ un medio de cambio en cada articulacEde la vida mercado, como la que estaba tratando de establecer el siglo m, debemos te-
industrial. Todos los ingresos deben derivar de la venta de algo a otros, y ner un entendimiento claro de los extraordinarios supuestos que se encuen-
cualquiera que sea la fuente efectiva del ingreso de una persona deberá con- tran detrás de tal sistema.
siderarse como el resultado de una venta. Nada menos está implicado en el La economía de mercado implica un sistema de mercados autorregulado;
simple término de "sistema de mercado", con el que designamos el patrón en términos ligeramente más técnicos, es una economía dirigida por los pre-
institucionai descrito. Pero la peculiaridad más sorprendente del sistema cios del mercado y nada más. Tal sistema, capaz de organizar toda la vida eco-
reside en el hecho de que, una vez establecido, debe permitirse que funcio- nómica sin ayuda o interferencia externa, merecería sin duda el calificativo
ne sin interferencia externa. Los beneficios ya no están garantizados, y el de autorregulado. Estas indicaciones generales bastarán para mostrar la na-
comerciante debe obtener sus beneficios en el mercado. Debe permitirse que turaleza enteramente insólita de tal aventura en la historia de la humanidad.
los precios se regulen solos. Tal sistema de mercados autorregulados es lo Precisemos un poco. Ninguna sociedad podría vivir naturalmente durante
que entendemos por una economía de mercado. un periodo cualquiera sin poseer una economía de cierta clase; pero antes
La transformación de la economía anterior en este sistema nuevo es tan de nuestra época, no ha existido jamás ninguna economía que estuviese con-
completa que se asemeja más a la metamorfosis de la oruga que a cualquier trolada por los mercados, ni siquiera en principio. A pesar del coro de en-
alteración que pueda expresarse en términos de un crecimiento y un desarro- cantamiento~académicos tan persistente en el siglo m, la ganancia y el
beneficio obtenidos en el intercambio no desempeñaron jamás una parte
:/ lio continuos. Contrástense, por ejemplo, las actividades de venta del comer-
ciante-productorcon sus actividades de compra; sus ventas se refieren sólo a tan importante en la economía humana. Aunque la institución del mercado
t
artefactos; la urdimbre de la sociedad no se verá afectada necesariamente si era bastante común desde finales de la Edad de piedra, su papel era sólo in-
tales actividades tienen éxito o no. Pero lo que coinpra son materias primas y cidental en la vida económica.
mano de obra: naturaleza y hombre. En efecto, la producción de máquinas Tenemos buenas razones para insistir en este punto con todo el vigor a
en una sociedad comercial involucra nada menos que una transformación nuestro alcance. Un pensador de la talla de Adam Smith sugirió que la divi- ..
de la sustancia natural y humana de la sociedad en mercancías. La conclu- sión del trabajo en la sociedad dependía de la existencia de mercados, o de
sión, horrible, es inevitable; nada menos que eso servirá al propósito: obvia- "la propensión del hombre a intercambiar una cosa por otra". Esta frase
mente, la dislocación causada por tales instrumentos deberá destruir las rela- generaría más tarde el concepto del Hombre económico. A posteriori pode-
ciones humanas y amenazar con la aniquilación de su hábitat natural. mos decir que ninguna mala apreciación del pasado resultó jamás tan pro-
En efecto, tal peligro era inminente. Percibiremos su carácter verdadero si fética del futuro. Porque hasta la época de Smith, esa propensión no había
examinamos las leyes que gobiernan el mecanismo de un mercado autorre- aparecido en una escala considerable en la vida de ninguna comunidad co-
gulado. nocida, y en el mejor de los casos había sido un aspecto subordinado de la
vida económica; pero 100 años más tarde estaba en su apogeo un sistema in-
dustrial en la mayor parte del planeta, lo que en la práctica y en la teoría
implicaba que la humanidad se veía arrastrada por esa propensión particular
en todas sus actividades económicas, si no es que también en sus aspira-
92 ASCENSO Y DECLINACI~NDE LA ECONOM~ADE MERCADO SOCIEDADES Y SISTEMAS ECON~MICOS 93

ciones políticas, intelectuales y espirituales. En la segunda mitad del siglo m, de mercado, con independencia de otras tendencias temporalmente sumer-
Herbert Spencer pudo equiparar el principio de la división del trabajo al true- gidas. Como es evidente, la corrección de tal perspectiva de "corto plazo"
que y el intercambio, sin tener más que un conocimiento superficial de la habría consistido en la conexión de la historia económica con la antropo-
ciencia económica; y 50 años más tarde, Ludwig von Mises y Walter Lipp- logía social, un camino que consistentemente se evGó.
mann pudieron repetir la misma falacia. Para ese momento, ya no había ne- No podemos continuar ahora por ese camino. El hábito de mirar los últi-
cesidad de discutir. Una multitud de autores en los campos de la economía mos 10 000 años y al conjunto de las sociedades primitivas como un mero
política, la historia social, la filosofía política y la sociología general había preludio a la verdadera historia de nuestra civilización, iniciada aproxima-
seguido los pasos de Smith y estableddo su paradigma del salvaje trocador damente con la publicación d&h ligueza de las naciones en 1776, es por
como un axioma de sus ciencias respectivas. En realidad, las sugerencias de lo menos anticuado. Es este episodio el que ha terminado en nuestros días,
Adam Smith acerca de la psicología económica del hombre primitivo eran y a1 tratar de evaluar las opciones del futuro debemos reprimir nuestra in-
tan falsas como la psicología política del salvaje de Rousseau. La división del clinación natural a seguir las preferencias de nuestros ancestros. Pero el
trabajo, un fenómeno tan antiguo como la sociedad, surge de diferencias in- mismo sesgo que llevó a la generación de Adam Smith a creer que el hom-
herentes en los hechos del sexo, la geografía y la dotación individual; y la bre primitivo se concentraba en el trueque y el pago en especie, indujo a sus
supuesta propensión del hombre a trocar, comerciar e intercambiar es casi sucesores a desechar todo interés en ese hombre primitivo, ya que ahora se
enteramente apócrifa. La historia y la etnografía señalan varias clases de sabía que no había albergado tan laudables pasiones. La tradición de los eco-
economías, la mayoría de las cuales incluyen la institución de los mercados, nomistas clásicos, que trataron de basar la ley del mercado en las supuestas
pero no señalan ninguna economía anterior a la nuestra que se aproxime propensiones del hombre en estado natural, fue sustituida por un abando-
siquiera a la sociedad controlada y regulada por mercados. Esto será evi- no de todo interés por las culturas del hombre "incivilizado", consideradas
dente luego de una reseña general de la historia de los sistemas económi- irrelevantes para el entendimiento de los problemas de nuestra época.
cos y de los mercados que se presentará por separado. Se verá que el papel Tal actitud de subjetivismo en lo referente a las civilizaciones anteriores
desempeñado por los mercados en la economía interna de los diversos países no debiera atraer a la mente científica. Las diferencias existentes entre los
fue insignificante hasta épocas recientes, y el cambio a una economía domi- pueblos civilizados y los pueblos "incivilizados" ha sido muy exagerada, so-
nada por el patrón del mercado destacará con mayor claridad. bre todo en la esfera económica. De acuerdo con los historiadores, las for-
Para principiar, debemos descartar algunos prejuicios decimonónicos que mas de la vida industrial en la Europa agrícola eran, hasta hace poco tiem-
se encontraban detrás de la hipótesis de Adam Smith acerca de la supuesta po, no muy diferentes de lo que habían sido varios milenios antes. Desde la
predilección del hombre primitivo por las ocupaciones lucrativas. Dado-que introducción del arado - e n esencia una azada larga tirada por animales-
su axioma era mucho más relevante para el futuro inmediato que para el los métodos de la agricultura permanecieron sustancialmente inalterados
pasado remoto, indujo en sus seguidores una actitud extraña hacia la histo- en la mayor parte de Europa occidental y central hasta los inicios de la época
ria inicial del hombre. La información disponible parecía indicar que el hom- moderna. En efecto, el progreso de la civilización fue en estas regiones prin-
bre primitivo, lejos de tener una psicología capitalista, tenía en efecto una cipalmente político, intelectual y espiritual; por lo que se refiere a las con-
psicología comunista (esto también resultó errado). En consecuencia, los his- diciones materiales, la Europa occidental del año 1100 apenas se equipara-
toriadores económicos tendían a confinar su interés en el periodo compa- ba al mundo romano de 1000 año; atrás. Incluso más tarde, el cambio fluía
rativamente reciente de la historia en el que el pago en especie y el inter- con mayor facilidad por los canales de la forma de gobernar, la literatura y
cambio aparecían a escala considerable, y la economía primitiva se relegó las artes, pero sobre todo en los de la religión y el aprendizaje, que en los
a la prehistoria. Inconscientemente, esto condujo a una inclinación de la de la industria. En su economía, la Europa medieval se encontraba básica-
balanza a favor de una psicología de comercialización, porque dentro del mente al mismo nivel de Persia, India o China antiguas, y ciertamente no
periodo relativamente corto de los últimos siglos todo podría tender hacia el podía rivalizar en riqueza y cultura con el Nuevo reino de Egipto, de 2 000
establecimiento de lo que eventualmente se estableció, es decir, un sistema anos atrás. Max Weber fue el primero de los historiadores económicos mo-
' 21 $5
94 ASCENSO Y DECLINACI~NDE LA E C O N O M ~DE MERCADO SOCIEDADESY SISTEMAS ECON~MICOS 95

demos que protestó contra la eliminación de la economía primitiva como alguna expedición tribal remota y peligrosa. El premio otorgado a la gene-
algo irrelevante para la cuestión de las motivaciones y los mecanismos de rosidad es tan grande, medido en términos del prestigio social, que simple-
las sociedades civilizadas. El trabajo subsecuente de la antropología social mente no es conveniente ningún comportamiento distinto de la abnegación
demostró que Weber estaba completamente en lo justo. Porque si hay una tiene poco que ver con el azunto. E1 hombre puede
conclusión que destaque más que cualquiera otra en el estudio reciente de le o insociable, celoso o generoso, respecto de un
las sociedades primitivas, tal es la inmutabilidad del hombre como un ser so- conjunto de valore3,uotro. En efecto, el hecho de no dar a nadie alguna ra-
cial. Sus dotaciones naturales reaparecen con una constancia notable en las zón para la envidia es un principio aceptado de la distribución ceremonial,
sociedades de todos los tiempos y lugares; y las condiciones necesarias para así como el elogio público es el premio del hortelano industrioso, hábil o
la supervivencia de la sociedad humana parecen ser siempre las mismas. exitoso (a menos que sea demasiado' exitosojen cby5 caso podría hacérsele
El gran descubrimiento de la reciente investigación histórica y antropo- desaparecer bajo la ilusión de ser la víctima de la magia negra). Las pasio-
lógica es que la economía humana está sumergida por regla general en las nes humanas, buenas o malas, se dirigen hacia fines no económicos. El rito
relaciones sociales de los hombres. El hombre no actúa para salvaguardar ceremonial sirve para alentar la imitación al máximo, y la costumbre del
sus intereses individuales en la posesión de bienes materiales, sino para salva- trabajo comunal tiende a elevar los niveles cuantitativos y cualitativos a su
guardar su posición social, sus derechos sociales, sus activos sociales. El hom- mayor intensidad. La realización de todos los actos de intercambio tales
bre valúa los bienes materiales sólo en la medida en que sirvan a este fin. como los regalos que se espera recibir en reciprocidad, aunque no necesa-
Ni el proceso de producción ni el de distribución se conectan a los intere- riamente de los mismos individuos -un procedimiento minuciosamente
ses económicos específicos ligados a la posesión de bienes; pero cada paso articulado y perfectamente salvaguardado por métodos refinados de publi-
de ese proceso se conecta con varios intereses sociales que eventualmente cidad, por ritos mágicos y por el establecimiento de "dualidades" en las que
aseguran que se dé el paso apropiado. Estos intereses serán muy diferentes se ligan los grupos en obligaciones mutuas- debiera explicar por sí misma
en una pequeña comunidad de cazadores o pescadores en relación con los la ausencia de la noción de la ganancia, o aun de la riqueza, fuera de los
existentes en una vasta sociedad despótica, pero en ambos casos se adrni- objetos que tradicionalmente elevan el prestigio social.
nistrará el sistema económico por motivaciones no económicas. En este bosquejo de las características generales de una comunidad mela-
La explicación es simple en términos de la supervivencia.Veamos el caso nesia occidental no tomamos en cuenta su organización sexual y territorial,
1 de una sOciedad tribal. El interés económico del individuo es raras veces por referencia a la cual ejercen su influencia la costumbre, la ley, la magia
predominante, porque la comunidad protege a todos sus miembros contra y la religión, ya que sólo tratamos de mostrar la manera como las llamadas
la inanición, a menos que ella misma afronte una catástrofe, en cuyo caso motivaciones económicas surgen del contexto de la vida social. Es sobre
los intereses se verán de nuevo amenazados en forma colectiva, no indivi- este punto negativo que convienen los etnógrafos modernos: la ausencia de
dual. Por otra parte, el mantenimiento de los lazos sociales es fundamental. la motivación de ganancia; la ausencia del principio de trabajar por una
Primero, porque al violar el código de honor o de generosidad aceptado se remuneración; la ausencia del principio del menor esfuerzo, y sobre todo la
separará el individuo de la comunidad y se convertirá en un desterrado; se- ausencia de cualquier institución separada y distinta basada en motivacio-
gundo, porque a la larga son recíprocas todas las obligaciones sociales, y su nes económicas. ¿Pero cómo se asegura entonces el orden en la producción
cumplimiento sirve mejor también a los intereses egoístas del individuo. Tal y la distribución?
situación debe ejercer sobre el individuo una presión continua para elimi- La respuesta deriva principalmente de dos principios del comportamien-
nar de su conciencia el interés económico propio, hasta el punto de incapa- to que no se asocian primordialmente con la economía: la reciprocidad y la
citarlo, en muchos casos (pero no en todos), incluso para comprender las redistribución.1 Entre los isleños Trobriand de Melanesia occidental, que
implicaciones de sus propias acciones en términos de tal interés. Esta acti- sirven como una ilustración de este tipo de economía, la reciprocidad opera
tud se refuerza por la frecuencia de actividades comunales tales como la ob- 1 Veanse las notas sobre las fuentes, p. 334. En este capitulo hemos usado extensamente las
tención de alimentos de la pesca común o la participación en el botín de obras de Maiinowski y de Thurnwaid.
96 ASCENSO Y D E C L I N A C ~ ~DE
N LA ECONOMÍA DE MERCADO SOCIEDADES Y SISTEMAS ECONÓMICOS 97

principalmente en lo referente a la organización sexual de la sociedad, es cuestión satisface los requerimientos de tal solución con el auxilio de patro-
decir, la familia y el parentesco; la redistribución es efectiva principalmen- nes tales como el de la simetría y la centralidad.
te en lo que se refiere a todos aquellos que se encuentren bajo un jefe co- La reciprocidad se facilita enormemente por el patrón institucional de la
mún, de modo que tiene un carácter territorial. Veamos estos principios por simetría, una característica frecuente de la organización social entre los
separado. pueblos analfabetos. La notable "dualidad que observamgs en las subdivi-
El sostenimiento de la familia --las mujeres y los niños- es obligación siones tribales propicia el pareo de las relaciones individuales y ayuda así
de sus parientes matrilineales. El hombre, que provee a su hermana y a la al intercambio de bienes y servicios en ausencia de registros permanentes.
familia de su hermana, entregando lo mejor de su cosecha, ganará princi- - Las reparticiones de la sociedad salvaje que tienden a crear "pendientes"
palmente el crédito otorgado a su buen comportamiento, pero obtendrá es- para cada subdivisión, derivan de los actos de reciprocidad en los que des-
caso beneficio material inmediato a cambio; si es negligente, será ante todo cansa el sistema, a cuya realización cooperan también. Poco se sabe del ori-
su reputación la que sufrirá. El principio de reciprocidad operará en bene- gen de la "dualidad"; pero cada aldea costera de las islas Trobriand parece
ficio de su esposa y sus hijos, y así lo compensará económicamente por sus tener su contrapartida en una aldea interior, de modo que el importante in-
actos de virtud cívica. La exhibición ceremonial de alimentos en su propio tercambio de frutas y pescado puede organizarse regularmente, aunque se
huerto y ante el almacén del receptor asegurará que todos conozcan la alta disfrace de una distribución recíproca de regalos y en efecto se separe en el
calidad de su trabajo. Es evidente que la economía del huerto y el hogar for- tiempo. En el comercio Kula, igualmente, cada individuo tiene su socio en
ma parte aquí de las relaciones sociales conectadas con el buen trabajo y la otra isla, lo que personaliza en gran medida la relación de reciprocidad. Sin
buena ciudadanía. El principio general de la reciprocidad ayuda a salva- la frecuencia del patrón simétrico en las subdivisiones de la tribu, de la ubi-
guardar la producción y el sostenimiento familiar. cación de los asentamientos, y de las relaciones intertribales, resultaría im-
El principio de la redistribución no es menos eficaz. Una parte sustancial practicable una amplia reciprocidad basada en la realización a largo plazo
del producto total de la isla es entregada por los cabecillas de la aldea al jefe de actos de intercambio separados.
que la almacena. Pero en virtud de que la actividad se centra en su totalidad De nuevo, el patrón institucional de la centralidad, que está presente en
en las fiestas, las danzas y otras ocasiones en que los isleños se divierten a alguna medida en todos los grupos humanos, provee un procedimiento para
sí mismos y divierten a sus vecinos de otras islas (cuando se entregan los bie- la recolección, el almacenamiento y la redistribución de bienes y servicios.
nes comerciados a larga distancia, se dan regalos y se reciben de acuerdo Los miembros de una tribu de cazadores suelen entregar la caza al jefe para
con las reglas de la etiqueta, y el jefe distribuye los obsequios habituales entre su redistribución. La naturaleza de la cacería hace que la producción de
todos), se hace evidente la importancia decisiva del sistema de almacena- caza sea irregular, además de ser el resultado del esfuerzo colectivo. En ta-
miento. En términos económicos, ésta es una parte esencial del sistema exis- les condiciones, ningún otro método de repartición resulta practicable si se
tente de división del trabajo, de comercio exterior, de tributación para pro- quiere evitar que el grupo se desintegre después de cada cacería. Pero en
pósitos públicos, de provisiones para la defensa. Pero estas funciones de un todas las economías de esta clase existe una necesidad similar a medida que
sistema económico propiamente dicho son absorbidas completamente por crece el grupo. Y entre mayor sea el territorio y más variada la producción,
las experiencias intensamente vividas que ofrecen una motivación no eco- más conducirá la redistribución a una efectiva división del trabajo, ya que
nómica en abundancia para cada acto realizado en el marco del sistema ésta debe ayudar a conectar grupos de productores geográficamente dife-
social en conjunto. renciados.
Sin embargo, los principios del comportamiento de esta clase sólo pue- La simetría y la centralidad satisfarán a medias las necesidades de la reci-
den volverse eficaces si los patrones institucionales existentes propician su procidad y la redistribución; los patrones institucionalesy los principios del
aplicación. La reciprocidad y la redistribución pueden asegurar el funcio- comportamiento se ajustan mutuamente. Mientras que la organización so-
namiento de un sistema económico sin el auxilio de registros escritos y una I cid corra por sus vías, no surgirán motivaciones económicas individuales;
administración refinada sólo porque la organización de las sociedades en no tendrá que temerse ninguna reducción del esfuerzo personal; la división
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98 ASCENSO Y DECLINACI~N DE LA ECONOM~ADE MERCADO SOCIEDADES Y SISTEMAS ECON~MICOS

del trabajo se asegurará automáticamente; las obligaciones económicas se maneja aquí sin ningún registro o administración, pero igualmente sin nin-
cumplirán puntualmente; y sobre todo se proveerán los medios materiales guna motivación de ganancia o pago. En el comportamiento social domina
para una exhibición exuberante de abundancia en todos los festivales públi- la reciprocidad, no la propensión al trueque. Sin embargo, el resultado es
cos. En tal comunidad queda descartada la idea del beneficio; se desprecia una organización estupenda en el campo económico. En efecto, sería inte-
el regateo; se aclama como una virtud la donación; no aparece la supuesta resante considerar si incluso la organización más avanhda del mercado
propensión a trocar e intercambiar. En efecto, el sistema económico es una moderno, basada-enuna contabilidad exacta, podría realizar tal tarea si de-
mera función de la organización social. cidiera emprenderla. Es de temerse que los negociantes desafortunados,
No debe inferirse en modo alguno que los principios socioeconómicos de afrontados a innumerables monopolistas que compran y venden objetos in-
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este tipo se restrinjan a procedimientos primitivos o a comunidades peque- dividuales con restricciones extravagantes iGpÚestas a cada transacción, no
ñas; que una economía sin ganancia y sin mercado debe ser necesariamen- pudieran obtener un beneficio normal y prefifieran dejar la actividad.
te simple. El anillo de Kula, en la Melanesia occidental, basado en el princi- La redistribución tiene también su historia larga y variada que llega casi
pio de la reciprocidad, es una de las transacciones comerciales más refinadas hasta la época moderna. El Bergdama que retorna de su excursión de caza,
que conoce el hombre; y la redistribución estaba presente a escala gigan- la mujer que regresa de su biísqueda de raíces, frutas u hojas, deberán ofre-
tesca en la civilización de las pirámides. cer la mayor parte de su botín a la comunidad. Esto significa, en la práctica,
Las islas Trobriand pertenecen a un archipiélago que forma aproximada- que el producto de su actividad se repartirá con las otras'personas que viven
mente un círculo, y un segmento importante de la población de este archipié- con ellos. Hasta aquí prevalece la idea de la reciprocidad: la entrega de hoy
lago dedica una parte considerable de su tiempo a las actividades del comer- será recompensada por la recepción de mañana. Entre algunas tribus, sin
cio Kula. Lo describimos como un comercio, aunque no hay ningún beneficio embargo, hay un intermediario en la persona del jefe u otro miembro pro-
involucrado, ya sea en dinero o en especie; los bienes no se atesoran ni se minente del grupo; es él quien recibe y distribuye los abastos, sobre todo si
poseen permanentemente; los bienes recibidos se disfrutan regalándolos; deben ser almacenados. Ésta es la redistribución propiamente dicha. Obvia-
no hay regateo, ni pago en especie, ni trueque ni intercambio; y todos los pro- mente, las consecuencias sociales de tal método de distribución podrían
cedimientos están enteramente regulados por la etiqueta y la magia. Sin em- ser profundas, ya que no todas las sociedades son tan democráticas como
bargo, hay comercio, y los nativos de este archipiélago emprenden periódi- las de los cazadores primitivos. Si la redistribución está a cargo de una fa-
camente grandes expedicionesparhlevar algún objeto valioso a quienes Viven milia influyente o un individuo prominente, una aristocracia gobernante o un
en islas situadas en la dirección de las manecillas del reloj, mientras que grupo de burócratas, tratarán a menudo de incrementar su poder político por
otras expediciones llevan otra clase de objetos valiosos a las islas del archi- la manera como redistribuyen los bienes. En el potlatclz de los Kwakiutl, es
piélago situadas en la dirección contraria. A la larga, ambos conjuntos de ob- un punto de honor que el jefe exhiba la riqueza de pieles y las redistribuya;
jetos -pulseras de conchas blancas y collares de conchas rojas de fabrica- pero también lo hace para imponer a los receptores una obligación, para
ción tradicional- circularán por el archipiélago, en un trayecto que puede convertirlos en sus deudores y, en última instancia, en sus dependientes.
durar diez años. Además, existen en Kula, por regla general, socios indivi- Todas las economías grandes de transacciones en especie eran adminis-
duales que se reciprocan los regalos Kula con pulseras y collares igualmen- tradas con el auxilio del principio de redistribución. El reino de Hamurabi
te valiosos, preferiblemente los que hayan pertenecido antes a personas dis- en Babilonia, y en particular el Nuevo reino de Egipto, eran despotismos cen-
tinguidas. Un intercambio sistemático y organizado de objetos valiosos, tralizados de tipo burocrático fundados en tal economía. La economía de la
transportados a largas distancias, se describe justamente como un comercio. familia patriarcal se reproducía aquí a escala enormemente agrandada,
Pero este conjunto complejo se administra exclusivamente sobre la base de la mientras que su distribución "comunista" era graduada, con raciones mar-
reciprocidad. Un intrincado sistema de tiempo-espacio-persona que cubre cadamente diferenciadas. Un vasto número de almacenes estaba preparado
centenares de kilómetros y varios decenios, conectando a muchos centena- para recibir el producto de la actividad campesina, ya se tratara de los gana-
res de personas respecto de miles de objetos estrictamente individuales, se deros, los cazadores, panaderos, cerveceros, alfareros, tejedores o cualquiera
1O0 ASCENSO Y DECLINACIÓN DE LA ECONOMÍA DE MERCADO I , . SOCIEDADES Y SISTEMAS ECONOMICOS 101

otra clase. El producto se registraba minuciosamente y, en la medida en que cubrimos, por regla general, que el proceso de redistribución forma parte
no se consumiera localmente, se transfería de los almacenes más pequeños a del régimen político prevaleciente, ya sea el de la tribu, la ciudad-Estado, el
los más grandes, hasta llegar a la administración central ubicada en la corte despotismo, o el feudalismo del ganado o de la tierra. La producción y dis-
del faraón. Había casas del tesoro separadas para las telas, las obras de arte, tribución de bienes se organiza principalmente mediante la recolección, el
los objetos ornamentales, los cosméticos, la platería, el guardarropa real; almacenamiento y la redistribución, centrándose el patrón en el jek, el tem-
había enormes almacenes de granos, arsenales y cavas de vino. plo, el déspota o el señor. Dado que las relaciones del grupo conductor con
Pero la redistribución a la escala practicada por los constructores de pirá- los grupos conducidos difieren de acuerdo con el fundamento del poder po-
mides no se restringía a las economías que no conocían el dinero. En efecto, lítico, el principio de la redistribución involucrará motivaciones individua-
-, les tan diferentes como la repartición voluntaria de la caza por los cazado-
todos los reinos arcaicos usaban monedas metálicas para el pago de im-
puestos y salarios, pero por lo demás realizaban pagos en especie tomados res y el temor al castigo que mueve al fedayín a entregar sus impuestos en
de los graneros y almacenes de todas clases, de donde distribuían los bienes especie.
más variados para uso y consumo principalmente de la parte no producti- En esta presentación omitimos deliberadamente la vital distinción exis-
va de la población, es decir, de los funcionarios, los militares y la clase ocio- tente entre las sociedades homogéneas y las estratificadas, es decir, las so-
sa. Éste era el sistema practicado en la antigua China, en el imperio de los ciedades que están socialmente unificadas en conjunto, y las sociedades di-
Incas, en los reinos de la India, y también en Babilonia. Éstas y muchas otras vididas entre gobernantes y gobernados. La posición relativa de los esclavos
civilizacionesde vastos logros económicos elaboraron una refinada división y los amos puede ser muy diferente de la que existe entre los miembros libres
del trabajo por el mecanismo de la redistribución. e iguales de algunas tribus cazadoras, de modo que diferirán ampliamente
Este principio privaba también bajo las condiciones feudales. En las so- las motivaciones de las dos sociedades, pero la organización del sistema eco-
ciedades étnicamente estratificadas de Afi-ica ocurre a veces que los estra- nómico podría basarse todavía en los mismos principios, si bien acompa-
tos superiores están integrados por ganaderos establecidos entre agricultores ñada de rasgos culturales muy diferentes, de acuerdo con las diferentes re- -
que están usando todavía el palo o la azada para perforar la tierra. Los rega- laciones humanas que interconectan al sistema económico.
los recibidos por los ganaderos son principalmente agrícolas -tales como los El tercer principio, destinado a desempeñar un gran papel en la historia y
cereales y la cerveza- mientras que los regalos otorgados por ellos podrían que llamaremos el principio del hogar, consiste en la producción para el uso
ser animales, especialmente cabras u ovejas. En estos casos hay división del propio. Los griegos lo llamaron oeconomia, el origen de la palabra "econo-
trabajo, aunque de ordinario desigual, entre los diversos estratos de la sacie- mía". De acuerdo con los registros etnográficos, no debiéramos suponer que
dad: la distribución puede encubrir a menudo cierta explotación, al mismo la producción para la propia persona o el propio grupo sea más antigua que la
tiempo que la simbiosis beneficia los niveles de vida de ambos estratos, de- reciprocidad o la redistribución. Por el contrario, la tradición ortodoxa y al-
bido a las ventajas de una división del trabajo mejorada. En términos polí- gunas teorías más recientes sobre el tema han sido enfáticamente refuta-
ticos, tales sociedades viven bajo un régimen de feudalismo, ya se prefiera das. Jamás ha existido e1 salvaje individualista, recolector de frutos y de caza
al ganado o a la tierra. En África oriental hay "feudos ganaderos regulares". para sí mismo o para su familia. En efecto, la práctica de atender a las nece-
Thuniwald, a quien seguimos de cerca sobre el tema de la redistribución, sidades del propio hogar se convierte en un aspecto de la vida económica
pudo decir así que el feudalismo implicaba en todas partes un sistema de sólo en un nivel agrícola más avanzado; pero aun entonces no tiene nada en
redistribución. Este sistema se vuelve predominantemente político sólo bajo común con la motivación de la ganancia o con la institución de los merca-
condiciones muy avanzadas y circunstancias excepcionales, como ocurrió dos. Su patrón es el grupo cerrado. El principio era invariablementeel mismo,
en Europa occidental, donde el cambio surgió de la necesidad de protección independientemente de que las entidades muy diferentes de la familia o el
del vasallo, y los regalos se convirtieron en tributos feudales. asentamiento o el feudo formaran la unidad autosuficiente, a saber: la pro-
Estos ejemplos demuestran que la redistribución tiende también a invo- ducción y el almacenamiento para la satisfacción de las necesidades de los
lucrar al sistema económico propiamente dicho en relaciones sociales. Des- miembros del grupo. El principio tiene una aplicación tan amplia como la
102 ASCENSO Y DEcJ..INAcIÓN DE LA ECONOM~ADE MERCADO

de la reciprocidad o de la redistribución.La naturaleza del núcleo institucio- nocimiento que se ocupan del hombre se entrelazan; y en la época de Aris-
nal es indiferente: podría ser el sexo como ocurre con la familia patriarcal, tóteles no se distinguían fácilmente". Es cierto que Aristóteles no reconoció
la localidad como ocurre con el asentamiento aldeano, o el poder político claramente las implicaciones de la división del trabajo y su conexión cgn los
como ocurre con el feudo señorial. Tampoco importa la organización inter- mercados y el dinero; tampoco advirtió los usos del dinero como crédito y
na del grupo. Podría ser tan despótica como la fainilia romana o tan demo- como capital. Hasta aquí se justificaban las reticencias de Jowett, pero fue
crática como la zadi-uga de los eslavos sureños; tan grande como los vastos el director de Ba!iol, no Aristóteles, quien no pudo advertir las implicacio-
dominios de los magnates carolingios o tan pequeña como el predio campe- nes humanas de la ganancia de dinero. No pudo ver que la distinción exis-
sino característico de Europa occidental. La necesidad del comercio o de los tente entre el principio del uso y el de la ganancia% era la clave para la ci-
mercados no es mayor que en el caso de la reciprocidad o la redistribución. vilización completamente diferente cuyos grandes lineamient~s'~ronosticó
Era este estado de cosas el que Aristóteles trataba de establecer como correctamente Aristóteles 2 000 años antes de su advenimiento, contando
una norma hace más de 2 000 aíios. Mirando hacia atrás desde las alturas apenas con los rudimentos de una economía de mercado a su disposición,
rápidamente declinantes de una economía de mercado mundial, debemos mientras que Jowett, teniendo frente a sí el animal de cuerpo completo, pasó
aceptar que su famosa distinción entre la actividad hogareña propiamente por alto su existencia. Al denunciar el principio de la producción para la
dicha y la ganancia de dinero, en el capítulo introductorio de su Política, fue ganancia como algo "no natural para el hombre", como algo ilimitado, Aris-
probablemente el señalamiento más profético que se hiciera jamás en el tóteles estaba apuntando al hecho fundamental: el divorcio de una motiva-
campo de las ciencias sociales; sigue siendo sin duda el mejor análisis que ción económica separada frente a las relaciones sociales en las que se daban
poseemos sobre el tema. Insiste Aristóteles sobre la producción para el uso estas limitaciones.
frente a la producción para la ganancia como la esencia de la actividad ho- En términos generales, la proposición sostiene que todos los sistemas eco-
gareña propiamente dicha; pero la producción accesoria para el mercado nómicos conocidos hasta el final del feudalismo en Europa occidental se
no destruye necesariamente la autosuficiencia, ya que el cultivo comercial se organizaron de acuerdo con los principios de la reciprocidad o la redistri-
utilizaría también en el predio para el sostenimiento, en forma de ganado bución, o de la actividad hogareña, o alguna combinación de los tres. Estos
o de granos; la venta de los excedentes no destruye necesariamente la base principios se institucionalizaron con el auxilio de una organización social
de la activjdad hogareña. Sólo un genio del sentido común podría sostener, que, entre otras cosas, utilizaba los patrones de la simetría, la centralidad y
como lo hizo Aristóteles, que la ganancia era un motivo peculiar para pro- la autarquía. En este marco se obtenía la producción y la distribución orde-
ducir para el mercado, y que el factor monetario introducía un elemento nada de los bienes mediante gran diversidad de motivaciones individuales
nuevo en la situación; pero mientras que los mercados y el dinero fuesen me- disciplinadaspor los principios generales del comportamiento. La ganancia
ros accesorios para una familia por lo demás autosuficiente, podría operar no era prominente entre estas motivaciones. La costumbre y el derecho, la
el principio de la producción para el uso. En esto tenía razón, sin duda, aun- magia y la religión cooperaban para inducir al individuo a obedecer las re-
que no veía cuán impracticable resultaba la omisión de los mercados en una glas del comportamiento que eventualmente aseguraban el funcionamiento
época en que la economía griega se había vuelto dependiente del comercio del sistema económico.
de mayoreo y del capital prestado. Porque éste era el siglo en que Delfos y A pesar de su comercio altamente desarrollado, el periodo grecorromano
Rodas se estaban convirtiendo en emporios del aseguramiento de las car- no representaba ninguna excepción en este sentido; se caracterizaba por la
gas, de préstamos marítirpos y de giros b&C&ios, iomparados con los cuales gran escala en que se practicaba la redistribución de los granos por la admi-
Europa occidental, un milenio más tarde, era la imagen misma del primiti- nistración romana, en una economía que por lo demás era hogareña, de
vismo. Pero Jowett, director de Balliol, se equivocó rotundamente cuando modo que no violaba la regla de que los mercados no desempeñaron nin-
dio por sentado que su Inglaterra victoriana entendía mejor que Aristóteles gún papel importante en el sistema económico hasta el final de la Edad me-
la naturaleza de la diferencia existente entre la actividad hogareña y la ga- dia; prevalecían otros patrones institucionales.
nancia de dinero. Excusó a Aristóteles concediendo que "los temas del co- A partir del siglo xvr, los mercados eran numerosos e importantes. Bajo
104 ASCENSO Y DECLJNACI~NDE LA ECONOMÍA DE MERCADO

el sistema mercantilista, se volvieron en efecto la preocupación principal


del gobierno; pero todavía no había señales del futuro control de los mer-
cados sobre la sociedad humana. Por el contrario, la regulación y la regimen-
tación eran más estrictas que nunca; la idea misma de un mercado autorre-
gulado estaba ausente. Para comprender el cambio repentino a un tipo de
V. LA EVOLUCIÓN DEL PATRÓN DE MERCADO
economía totalmente nuevo, en el siglo XIX debemos ocuparnos ahora de la
historia del mercado, una institución que prácticamente olvidamos en nues-
tra reseña de los sistemas económicos del pasado.
7 3, ELPAPEL DOMINANTE desempeñado por los mercados en la economía capita-
lista, aunado a la importancia básica del principio del trueque o el inter-
cambio en la economía, requiere una investigación cuidadosa de la natura-
leza y el origen de los mercados, si quieren descartarse las supersticiones
económicas del siglo m.'
El trueque, el pago en especie y el intercambio constituyen un principio
del comportamiento económico cuya eficacia depende del patrón del mer-
cado. Un mercado es un lugar de reunión para la realización del trueque o
la compra-venta. Si tal patrón no está presente, por lo menos en parches, la
propensión al trueque encontrará un campo insuficiente: no podrá generar
precios.* Así como la reciprocidad se ve auxiliada por un patrón de organi-
zación simétrico, como la redistribución se facilita por cierto grado de cen-
tralización, y como la actividad hogareña debe basarse en la autarquía, el
principio del trueque depende del patrón de mercado para ser eficaz. Pero
del mismo modo que la reciprocidad, la redistribución o la actividad hoga-
reña deben ocurrir en una sociedad sin predominar en eiia, el principio del
trueque puede ocupar también un lugar subordinado en una sociedad don-
de otros principios van en ascenso.
Sin embargo, el principio del trueque no se encuentra estrictamente a la
par con los otros tres principios en algunos otros sentidos. El patrón de mer-
cado, con el que se asocia, es más específico que la simetría, la centralidad
o la autarquía, que en contraste con el patrón de mercados son meros "ras-
gos" y no crean instituciones diseñadas sólo para una función. La simetría
no es más que un arreglo sociológico, que no origina instituciones separa-
das sino que sólo difunde las existentes (el hecho de que una tribu o una
aldea tengan un patrón simétrico o no, no involucra una institución distin-
tiva). La centralidad crea con frecuencia instituciones distintivas, pero no
Véanse las notas sobre las fuentes, p. 340.
2 Hawhey, G. R., The Ecoizomic Problem, 1925, p. 13. "La aplicaci6n práctica del princi-
pio del individualismo depende por entero del intercambio." Sin embargo, Hawtrey estaba
errado al suponer que la existencia de los mercados seguía simplemente a la práctica del inter-
cambio.
LA EVOLUCI~NDEL P A T R ~ NDE MERCADO 107
106 ASCENSO Y DECLINACI~NDE LA ECONOMÍA DE MERCADO
repite acerca del dinero lo que Thmwald dijera de los mercados: "El mero
implica ninguna motivación que separe a la institución resultante para una hecho de que una tribu usara dinero la diferenciaba muy poco, en términos
sola función específica (por ejemplo, el jefe de una aldea o el funcionariocen- económicos, de otras tribus del mismo nivel cultural que no lo usaran."
tral podrían asumir diversas funciones políticas, militares, religiosas o econó- Convendrá señalar algunas de las implicaciones más sorprendentes de estas
micas, indiscriminadamente). Por último, la autarquía económica es sólo aseveraciones.
un rasgo accesorio de un grupo cerrado existente. La presencia o ausencia de mercados o de dinero no afecta necesariamen-
Por otra parte, el patrón de mercado, relacionado con una peculiar moti- te al sistema económico de una sociedad primitiva: esto refuta el mito deci-
vación propia, la motivación del pago en especie o el trueque, es capaz de monónico de que el dinero fue una invención cuya aparición transformó
crear una institución específica: el mercado. En última instancia, es por ello inevitablementea una sociedad creando mercádbs, aielérando elpaso dde la
que el control del sistema económico por parte del mercado es fundamen- división del trabajo, y liberando la propensión natural del hombre a trocar,
talmente importante para la organización total de la sociedad: ello signifi- pagar en especie e intercambiar. En efecto, la historia económica ortodoxa
ca nada menos que la administración de la sociedad como un adjunto del se basaba en una concepción inmensamente exagerada de la importancia de
mercado. En lugar de que la economía se incorpore a las relaciones socia- los mercados como tales. "Cierto aislamiento", o quizá una "tendencia hacia
les, éstas se incorporan al sistema económico. La importancia vital del factor la seclusión", es el único aspecto económico que puede inferirse correcta-
económico para la existencia de la sociedad impide cualquier otro resulta- mente de su ausencia; por lo que se refiere a la organización interna de una
do. Una vez organizado el sistema económico en instituciones separadas, economía, su presencia o ausencia no importará necesariamente.
basadas en motivaciones específicas y creadoras de una posición especial, la Las razones son simples. Los mercados no son instituciones que funcio-
sociedad deberá configurarse de tal modo que ese sistema pueda funcionar nen principalmente dentro de una economía, sino fuera de ella. Son lugares
de acuerdo con sus propias leyes. Éste es el significado de la aseveración de reunión para el comercio a larga distancia. Los mercados locales propia-
familiar de que una economía de mercado sólo puede funcionar en una so- mente dichos tienen escasa importancia. Además, ni los mercados a larga
ciedad de mercado. distancia ni los mercados locales son esencialmentecompetitivos, y en con-
Es en efecto crucial el paso que convierte a los mercados aislados en una secuencia hay en ambos casos escasa presión para crear un comercio terri-
economía de mercado, los mercados regulados en un mercado autorregu- torial, un mercado interno o nacional. Cada una de estas aseveracionesataca
lado. El siglo m -ya fuese aclamado el hecho como la cúspide de la civili- algún supuesto axiomático de los economistas clásicos, pero se deriva es-
zación o deplorándolo como un crecimiento canceroso- imaginaba inge- trictamente de los hechos revelados por la investigación moderna.
nuamente que tal desarrollo era el resultado natural de la difusión de los En efecto, la lógica es casi la opuesta a la que se encuentra detrás de la
mercados. No se advertía que la conexión de los mercados en un sistema doctrina clásica. La enseñanza ortodoxa partía de la propensión individual
autorreguiado de enorme poder no se debía a ninguna tendencia inherente al trueque; deducía de allí la necesidad de mercados locales y de la división
de los mercados hacia la excrescencia, sino al efecto de estimulantes muy del trabajo; e infería por último la necesidad del comercio, eventualmentedel
artificiales, administrados al cuerpo social para afrontar una situación crea- comercio exterior, incluido el de larga distancia. De acuerdo con lo que aho-
da por el fenómeno no menos artificial de la máquina. No se reconoció la ra sabemos, casi debiéramos invertir la secuencia del argumento: el verda-
naturaleza limitada y nada expansiva del patrón de mercado como tal; y sin dero punto de partida es el comercio a larga distancia, un resultado de la
embargo, es un hecho que surge con
ubicación geográfica de los bienes, y de la "división del trabajo" dada por
ción moderna.
la ubicación. El comercio a larga distancia engendra a menudo mercados,
"Los mercados no se encuentran en una institución que involucra actos de trueque y, si se usa dinero, de compra-
aislamiento y una tendencia hacia la seclusión, pero no se asocia a ningún
venta, de modo que eventualmente,pero de ningún modo necesariamente,
desarrollo particular, como ocurre también con su presencia." Esta frase
ofrece a algunos individuos una ocasión para aplicar la supuesta propensión
seca de la Economics irz Priiizitive Conziizunities,de Thurnwald, resume los
a la negociación y el regateo.
resultados importantes de la investigación moderna sobre el tema. Otro autor
108 ASCENSO Y DECJJNACI~NDE LA EC0NOMf.A DE MERCADO LA EVOLUCI~NDEL P A T R ~ NDE MERCADO 109

El aspecto dominante de esta doctrina es el origen del comercio en una quienes podrían extraer cierta contrapartida de los extrsjeros; este tipo de
esfera externa no relacionada con la organización interna de la economía. relación no es enteramente pacífica, pero podría dar lugar al trueque: la ac-
"La aplicación de los principios observados en la caza y la obtención de bie- tividad unilateral se transformará en una actividad bilateral. La otra línea de
nes ubicados fuera de los línzites del distrito condujeron a ciertas formas del desarrollo es la del "comercio silencioso", como se observa en la selva afri-
intercambio que más tarde contemplamos como comercio."3 Cuando bus- cana, donde se evita el riesgo del combate medianté una tregua organizada,
camos el origen del comercio, nuestro punto de partida debe ser la obten- y el elemento de paz y confianza se introduce en el comercio, con la debida
ción de bienes a distancia, como en una cacería. circunspección.
En una etapa posterior, como todos sabemos, los mercados se vuelven
Cada año, en julio o en agosto, los Dien de Australia central realizan una expedi- -predominantes en la organización del comercio exterior. Pero desde el punto
ción hacia el sur para obtener el ocre rojo que usan para pintar sus cuerpos...Sus de vista económico, los mercados externos son enteramente distintos de
vecinos, los ~antmwun&,organizan expediciones similares para recolectar ocre los mercados locales o los mercados internos. No sólo difieren en tamaño,
rojo y piedras areniscas,para moler la semilla de zacate, en las colinas de Flinders, sino que sus instituciones tienen funciones y orígenes diferentes. El comercio
a 800 kilómetros de distancia. En ambos casos podría haber necesidad de pelear
exterior se realiza mientras se carezca de algunos tipos de bienes en la región:
por los artículos deseados; si los habitantes locales se resisten a su extracción.
el intercambio de lanas inglesas por vinos portugueses era un ejemplo. El co-
mercio local se limita a los bienes de esta región, los que no se pueden trans-
Esta clase de requisa o caza de tesoros es claramente tan similar al robo
y la piratería como a lo que estamos acostumbrados a considerar como un portar porque son demasiado pesados, voluminosos o perecederos. Así pues,
el comercio exterior y el comercio local se relacionan con la distancia geo-
comercio; básicamente, es un asunto qilateral. Se vuelve bilateral, es decir,
gráfica: uno se confina a los bienes que no pueden superarla; el otro sólo a
"cierta forma de intercambio", a menudo sólo mediante el chantaje practi-
los bienes que sí pueden hacerlo. El comercio de este tipo se describe justa-
cado por los poderes establecidos;o mediante arreglos de reciprocidad, como
mente como complementario. El intercambio local entre la ciudad y el cam-
en el anillo Kula, como con las fiestas de visitantes de los Pengwe de África
occidental, o con los Kpelle, donde el jefe monopoliza el comercio exterior po, y el comercio exterior entre diferentes zonas climáticas, se basan en este
principio. Tal comercio no implica necesariamente la competencia, y si ésta
al insistir en entretener a todos los huéspedes. Es cierto que tales visitas no
tendiera a desorganizar al comercio, no habrá contradicción en su elimina-
son accidentales, pero en nuestros términos, no en los de ellos: genuinos via-
ción. En cambio, el comercio interno es esencialmente competitivo,por opo-
jes comerciales; sin embargo, el intercambio de bienes se realiza siempre
bajo el disfraz de regalos recíprocos y de ordinario mediante devoluciones sición al externo y al local; aparte de los cambios complementarios, incluye
de visitas. un número mucho mayor de intercambios en los que se ofrecen en compe-
tencia recíproca bienes similares provenientes de fuentes diferentes. En
Llegamos a la conclusión de que, mientras que las comunidades huma-
nas no parecen haber renunciado jamás por entero al comercio exterior, tal consecuencia, la competencia tiende a aceptarse como un principio general
del comercio sólo con el surgimiento del comercio interno o nacional.
comercio no involucraba necesariamente a los mercados. Originalmente,
Estos tres tipos de comercio que difieren marcadamente en su función
el comercio exterior tiene más de aventura, exploración, cacería, piratería y
guerra que de trueque. Puede implicar tan poca paz como bilateralidad, y aun económica difieren también en su origen. Hemos examinado los inicios del
comercio exterior. Los mercados se desarrollaron naturalmente a partir de
cuando implique a ambos, se organiza de ordinario de acuerdo con el prin-
tal comercio cuando las caravanas tenían que detenerse en los vados, los puer-
cipio de la reciprocidad, no del trueque.
tos marítimos, las desembocaduras de los ríos, o donde se unían las rutas
La transición al trueque pacífico puede rastrearse en dos direcciones: la
de dos expediciones terrestres. Se desarrollaron "puertosJ1en los lugares de
del trueque y la de la paz. Como antes vimos, una expedición tribal podría
trasbordo.4 El breve florecimiento de las famosas ferias de Europa fue otro
tener que satisfacer las condiciones establecidas por los poderosos locales,
3 Thurnwald, R. C., Ecol~omicsill Pnnzitive Conzmunities, 1932, p. 147. 4 Pirenne, H., Medieval Cities, 1925, p. 148 (nota 12).
110 ASCENSO Y DECLINACIÓN DE LA ECONOM~ADE MERCADO LA EVOLUCI~NDEL P A T R ~ NDE MERCADO 111

caso en que el comercio a larga distancia produjo un tipo de mercado defi- De ordinario se da vía libre a la motivación opuesta. El donante podría
nido; los emporios ingleses constituyeron otro ejemplo. Pero si las ferias dejar caer simplemente el objeto al suelo, y el receptor pretenderá recoger-
y los emporios desaparecierontambién con una rapidez desconcertante para lo accidentalmente, o incluso dejar que uno de sus dependientes lo haga.
los evolucionistas extremos, el poi-tus estaba destinado a desempeñar un Nada podría ser más contrario al comportamiento aceptado que examinar
papel prominente en la formación de ciudades en Europa occidental. Pero cuidadosamente la contrapartida recibida. Ya que tenemos todas las razo-
aun cuando las ciudades se fundaron en los sitios de mercados externos, los nes para creer que esta actitud refinada no es el resultado de una genuina
mercados locales permanecían a menudo separados, no sólo en lo referen- falta de interés enél aspecto material de la transacción, podríamos describir
te a la función sino también a la organización. Ni el puerto, ni la feria, ni el la etiqueta del trueque como un d
emporio fueron los antecesores de los mercados internos o nacionales. ¿En alcance de la negociación.
dónde deberíamos buscar entonces su origen? En efecto, de acuerdo con la
Podría parecer natural suponer que, dados los actos de trueque indivi- afirmar que los mercados locales surgieron de actos de trueque individua-
duales, a través del tiempo conducirían al desarrollo de mercados locales, y les. Aunque los inicios de los mercados locales son oscuros, puede afirmar-
que tales mercados, una vez establecidos, conducirían naturalmente al esta- se lo siguiente: esta institución se vio rodeada desde el principio por varias
blecimiento de mercados internos o nacionales. Pero no ocurrió ni lo uno salvaguardias destinadas a proteger la organización económica prevalecien-
nilo otro. Los actos individuales de trueque o intercambio no conducen por te en la sociedad contra la interferencia de las prácticas del mercado. La
regla general al establecimiento de mercados en las sociedades donde pre- paz del mercado se logró al precio de rituales y ceremonias que restringie-
valecen otros principios del comportamiento económico. Tales actos son co- ron su alcance al mismo tiempo que aseguraban su capacidad para funcio-
munes en casi todos los tipos de la sociedad primitiva, pero se consideran nar dentro de límites estrechos dados. En efecto, el resultado más impor-
incidentales porque no proveen los bienes de subsistencia. En los vastos sis- tante de los mercados - e 1 surgimiento de las ciudades y de la civilización
temas de redistribución de la Antigüedad, los actos de trueque y los merca- urbana- se debió a un desarrollo paradójico. Las ciudades, criaturas de los
dos locales constituían un aspecto habitual pero subordinado. Lo mismo se mercados, no fueron sólo sus protectores, sino también los medios para im-
aplica cuando rige la reciprocidad: los actos de trueque se incorporan aquí, pedir su expansión hacia el campo y la afectación de la organización eco-
de ordinario, en relaciones de largo alcance que implican la confianza, una nómica prevaleciente en la sociedad. Los dos significados de la palabra
situación que tiende a ocultar el carácter bilateral de la transacción. Los "contener" expresan quizá con mayor precisión esta doble función de las
factores limitantes surgen de todos los puntos del abanico sociológico; la ciudades en lo referente a los mercados que albergaban y cuyo desarrollo
costumbre y el derecho, la religión y la magia contribuyen igualmente al re- impedían a la vez.
sultado: la restricción de los actos de intercambio respecto de personas y Si el trueque está rodeado de tabúes diseñados para impedir que este tipo
objetos, tiempo y ocasión. Por regla general, quien trueca realiza simple- de relación humana abuse de las funciones de la organización económica
mente un tipo de transacción establecido en el que están dados los objetos propiamente dicha, la disciplina del mercado era más estricta aún. Veamos
y sus cantidades equivalentes. Utu denota en el lenguaje de los tikopia5 tal un ejemplo del país de los Chaga:
-
equivalentetradicional como parte del intercambio recíproco. Lo que parecía
la característica esencial del intercambio para el pensamiento del siglo xm, El mercado debe ser regularmente visitado los días de mercado. Si algún suceso
el elemento voluntarista de la negociación,-yi el xegateo tan expresivo de la impidiera la celebración del mercado en uno o más días, los negocios no podrían
- ." reanudarse mientras no se hubiese purificado el sitio del mercado... Toda lesión
motivación supuesta del trueque, apenas aparece en la transacción efectiva;
en la medida en que esta motivación se encuentre detrás del procedimiento, que ocurriera en el sitio del mercado y que involucrara derramamiento de sangre
raras veces se permite que salga a la superficie. requería una expiación inmediata.A partir de ese momento, ninguna mujer podría
salir del sitio del mercado y no podría tocarse ninguno de los bienes; éstos ten-
drían que limpiarse antes de que pudieran llevarse y usarse como alimento. Por lo
5 Firth. R., Priniitive Polyrzesiaii Eco~ioniics,1939,p. 347. . menos una cabra tendría que ser sacrificada de inmediato. Se requería una expia-
112 ASCENSO Y DECLINACI~NDE LA ECONOJVIÍA DE MERCADO LA EVOLUCIÓN DEL P A T R ~ NDE MERCADO 113
ción más cara y más seria si una mujer diera a luz o sufriefa un aborto en el sitio estrictamente separados, y no se permitía que ninguno de ellos se infiltrara
del mercado. En ese caso se requería un animal lactante. Además, la casa del jefe en el campo indiscriminadamente.
tendría que ser purificada mediante la sangre de sacrificio de una vaca lechera. Tal separación permanente del comercio local y el comercio a larga dis-
Todas las mujeres del'país serían así rociadas, distrito por distrito.6
tancia dentro de la organización de la ciudad debe constituir otro choque
para el evolucionista, para quien siempre parecen encajar muy bien las co-
Esta clase de reglas no facilitarían la difusión de los mercados.
sas. Y sin embargo, este hecho peculiar constituye la clave para la historia
El mercado local característico, en el que las amas de casa obtienen sus
social de la vida urbana en Europa occidental. Tiende a apoyar fuertemen-
abastos diarios y los cultivadores de granos o vegetales ofrecen en venta
te nuestra tesis acerca del origen de los mercados que inferimos de las con-
sus productos, al igual que los artesanos locales, revela una sorprendente -
diciones existentes en las economías primitivas. La nítida distinción trazada
indiferencia acerca del tiempo y el lugar. Las reuniones de esta clase no son
entre el comercio local y el comercio a larga distancia pudo haber parecido
sólo bastante generales en las sociedades primitivas, sino que permanecen
demasiado rígida, sobre todo porque nos condujo a la sorprendente conclu-
casi sin cambio hasta mediados del siglo x m en los países más avanzados
sión de que ni el comercio a larga distancia ni el comercio local fueron los
de Europa occidental. Son un adjunto de la existencia local y difieren poco
ancestros del comercio interno de la época moderna, de modo que aparen-
si forman parte de la vida tribal de Africa central o de una cité de Francia
temente no queda más alternativa que buscar una explicación en el deus ex
merovingia, o de una aldea escocesa de la época de Adam Smith. Pero lo que
iizachina de la intervención estatal. Veremos en seguida, en este sentido, que
se aplica a la aldea se aplica también a la ciudad. Esencialmente, los mer-
también las investigaciones recientes soportan nuestras conclusiones. Pero
cados locales son mercados de vecindad, y aunque son importantes para la
antes presentaremos un bosquejo de la historia de la civilización urbana con-
vida de la comunidad, en ninguna parte parecen reducir el sistema econó-
figurada por la separación peculiar del comercio local y el comercio a larga
mico prevaleciente a su patrón. No eran los puntos de partida del comercio
distancia dentro de los confines del pueblo medieval.
interno o nacional.
En efecto, esta separación se encontraba en la base de las instituciones de
El comercio interno de Europa occidental fue creado efectivamente por
los centros urbanos medievales.' La ciudad fue una organización de los bur-
la intervención del Estado. Hasta la época de la Revolución comercial, lo que
gueses. Sólo ellos tenían el derecho de ciudadanía, y el sistema descansaba
'podría parecernos un comercio nacional no era tal, sino un comercio muni-
sobre la distinción existente entre los burgueses y los demás. Ni los campesi-
cipal. La hansa no eran comerciantes alemanes; era una corporación de oli-
. nos del campo ni los comerciantes de otras ciudades eran naturalmente bur-
garcas comerciantes, provenientes de varias ciudades del Mar del norte y
gueses. Pero si la influencia militar y política de la ciudad permitía tratar con
del Báltico. Lejos de "nacionalizar" la vida económica alemana, la hansa ex-
los campesinos de los alrededores, tal autoridad no podía ejercerse respec-
cluyó deliberadamente el interior del comercio internacional. El comercio
to del comerciante extranjero. En consecuencia, los burgueses se encontra-
de Arnberes o Hamburgo, Venecia o Lyon, no era holandés o alemán, italiano
ban en una posición enteramente diferente respecto del comercio local y el
o francés. Londres no era una excepción: era tan poco "inglés" como Luebeck
comercio a larga distancia.
era "alemán". El mapa comercial de Europa en'este periodo debiera mos-
En cuanto a los abastos de alimentos, la regulación involucraba la apli-
trar sólo ciudades y dejar en blanco el campo, el que podría no haber existi-
cación de métodos tales como la publicidad forzosa de las transacciones y
do por lo que se refiere al comercio organizado. Las llamadas naciones eran
la exclusión de los intermediarios, a fin de controlar el comercio y prote-
sólo unidades políticas, y muy laxas incluso, integradas en lo económico por
gerse contra los precios altos. Pero tal regulación sólo era eficaz en lo refe-
innumerables familias más pequeñas y en gran medida autosuficientes y
rente al comercio realizado entre la ciudad y sus alrededores. La posición
por mercados locales insignificantes en las aldeas. El comercio se limitaba
era enteramente diferente en lo que se refiere al comercio a gran distancia.
a las ciudades organizadas que lo realizaban localmente, como comercio de
Las especias, el pescado salado o el vino debían ser transportados a grandes
vecindad, o como comercio a larga distancia; ambos comercios estaban
6Thumwald, R. C., op. cit., pp. 162-164. 7 Seguimos en nuestra presentación las obras bien conocidas de H. Pirenne.
114 ASCENSO Y DECLINACI~NDE LA ECONOM~ADE MERCADO LA EVOLUCI~NDEL P A T R ~ NDE MERCADO 115

distancias, de modo que estaban en el dominio del comerciante extranjero En los siglos xv y m, la acción deliberada del Estado impulsó al sistema
y sus métodos capitalistas de comercio de mayoreo. Este tipo de comercio mercantilista entre las ciudades y los principados ferozmente proteccionis-
escapaba a la regulación local y sólo se le podía excluir del mercado local tas. El mercantilismo destruyó el obsoleto particularismo del comercio lo-
en la medida de lo posible. La prohibición completa de las ventas de menu- cal e intermunicipal derrumbando las barreras que separaban estos dos tipos
deo por parte de los comerciantes extranjeros trataba de alcanzar este fin. de comercio no competitivo y allanando así el camino para un mercado
A medida que crecía el volumen del comercio capitalista de mayoreo, más se - .L1 :,cada vez más la distinción existente entre la ciudad y
nacional que omitía
le excluía de los mercados locales en lo referente a las importaciones. el campo, así como la aistinción existente entre las diversas ciudades y pro-
Por lo que se refiere a los productos industriales, la separación del comer- vincias.
cio local y de larga distancia era más profunda aún, ya que en este caso se En efecto, el sistema mercantil era una respuesta a muchos-retos. En tér-
veía más afectada toda la organización de la producción. La razón de esto minos políticos, el Estado centralizado era una creación nueva, impulsada
se encontraba en la naturaleza misma de los gremios de artesanos donde se por la Revolución comercial que había trasladado el centro de gravedad del
organizaba la producción industrial. En el mercado local, la producción mundo occidental, de la costa del Mediterráneo a la costa del Atlántico, obli-
se regulaba de acuerdo con las necesidades de los productores, restringiendo gando así a los pueblos atrasados de los países agrarios más grandes a orga-
así la producción a un nivel remunerador. Naturalmente, este principio no nizarse pafa'el comercio interior y exterior. En la política externa, el estable-
se aplicaría a las exportaciones,donde los intereses de los productores no fija- cimiento del poder soberano era la necesidad de la época; en consecuencia,
ban límites para la producción. En consecuencia, mientras que el comercio la gobernación mercantilista involucraba la reunión de los recursos de todo
local estaba estrictamente regulado, la producción para la exportación sólo el temtorio nacional para los fines del poder en los asuntos extranjeros. En la
estaba formalmente controlada por las corporaciones de oficios. La indus- política interna, la unificación de los países fragmentados por el particu-
tria de exportación más prominente de la época, el comercio de telas, estaba larismo feudal y municipal era el subproducto inevitable de tal esfuerzo. En el
efectivamente organizada sobre la base capitalista del trabajo asalariado. terreno económico, el instrumento de la unificación era el capital, es decir,
Una separación cada vez más estricta del comercio local frente al comer- los recursos privados disponibles en forma de acumulaciones de dinero y
cio de exportación fue la reacción de la vida urbana ante la amenaza del ca- por ende peculiarmente propicios para el desarrollo del comercio. Por últi-
pital móvil de desintegrar las instituciones de la ciudad. La ciudad medie- mo, la técnica administrativa que servía de base a la política económica del
val caracten'stica no trataba de evitar el peligro salvando la brecha existente gobierno central era proveída por la extensión del sistema municipal tradi-
entre el mercado local controlable y las vicisitudes de un comercio a larga cional al territorio más grande del Estado. En Francia, donde los gremios
distancia incontrolable, sino que afrontó el peligro directamente, aplicando de oficios tendían a convertirse en órganos estatales, el sistema gremial se
con el mayor rigor la política de exclusión y protección que era la razón de extendió simplemente a todo el territorio del país; en Inglaterra, donde la
su existencia. declinación de la ciudad amurallada había debilitado fatalmente ese siste-
En la práctica, esto significaba que las ciudades planteaban todos los obs- ma, el campo se industrializaba sin la supervisión de los gremios, mientras
táculos posibles para la formación del mercado nacional o interno por el que que en ambos países se expandían el comercio exterior e interior por todo
estaba presionando el comerciante mayorista. Manteniendo el principio de el territorio de la nación y se convertían en la forma dominante de la acti-
un comercio local no competitivo y un comercio a larga distancia igual- vidad económica. En esta situación se encuentra el origen de la política de
mente no competitivo que iba de una ciudad íi otra; los-burguesesobstruían comercio interno del mercantilismo.
por todos los medios a su disposición la inclusión del campo en el abanico La intervención estatal, que había liberado el comercio de los confines de
del comercio y la apertura del comercio indiscriminado entre las ciudades la ciudad privilegiada, debía afrontar ahora dos peligros estrechamente co-
y el campo. Fue este desarrollo el que llevó al primer plano el criterio terri- nectados que la ciudad ya había afrontado con éxito: el monopolio y la com-
torial como el instrumento de la "nacionalización" del mercado y el creador petencia. Que la competencia debe conducir en última instancia al monopo-
del comercio interno. lio era una verdad bien entendida en esa época, mientras que el monopolio
116 ASCENSO Y DECLLNACIÓN DE LA ECONOMÍA DE MERCADO LA EVOLUCI~NDEL PATR~NDE MERCADO

era más temido ahora que más tarde, ya que a menudo se aplicaba a los bie- al comercio del particularismo, pero al mismo tiempo extendió el alcance
nes básicos y así se convertía fácilmente en un peligro para la comunidad. de la regulación. El sistema económico se sumergió en las relaciones so-
La regulación total de la vida económica, sólo que ahora a escala nacional, ciales generales; los mercados eran sólo una caracten'stica accesoria de un
ya no sólo municipal, fue el remedio encontrado. Lo que para la mentalidad ambiente institucional controlado y regulado más que .nunca
.. . por la autori-
moderna podría parecer fácilmente como una exclusión miope de la com-. dad social. .. .
.r

petencia, era en realidad el procedimiento adecuado para salvaguardar el


funcionamiento de los mercados bajo las condiciones dadas. Toda intrusión
temporal de los compradores o los vendedores en el mercado debe destruir
el equilibrio y decepcionar a los compradores y vendedores regulares, de
modo que el mercado dejará de funcionar. Los antiguos proveedores deja-
rán de ofrecer sus bienes porque no pueden estar seguros de obtener un
precio por ellos, y el mercado insuficientemente abastecido será una presa
fácil para el monopolista. En menor grado, los mismos peligros existían del
lado de la demanda, donde a una rápida declinación podría seguir un mo-
nopolio de la demanda. Con cada paso dado por el Estado para liberar al
mercado de restricciones particularistas, de gabelas y prohibiciones, ponía
en peligro el sistema organizado de la producción y distribución que ahora se
veía amenazado por la competencia sin regulación y la intrusión del foras-
tero que "exploraba" el mercado sin ofrecer ninguna garantía de permanen-
cia. Ocurrió así que si bien eran inevitablemente competitivos hasta cierto
punto, los mercados nacionales nuevos se distinguían por el aspecto tradi-
cional de la regulación antes que por el nuevo elemento de la competencia.8
La familia autosuficiente del campesino que laboraba por su subsistencia
seguía siendo la base general del sistema económico, integrado en grandes
unidades nacionales mediante la formación del mercado interno. Este mer-
cado nacional se desarrollaba ahora al lado del mercado local y del merca-
do extranjero, y en parte traslapándolos. La agricultura se complementaba
ahora con el comercio interno, un sistema de mercados relativamente ais-
lados que resultaba enteramente compatible con el principio de la unidad
familiar todavía dominante en el campo.
Así concluye nuestra sinopsis de la historia del mercado hasta la época
de la Revolución industrial. Como sabemos, la etapa siguiente de la histo-
ria de la humanidad contempló un intento de establecimiento de un gran
mercado autorregulado. No había en el mercantilismo, esa política distin-
tiva del Estado-nación occidental, nada que presagiara tal desarroilo sin-
gular. La "liberación" del comercio realizada por el mercantilismo s610 liberó
8 Montesquieu, Lésprit des lok, 1748. "Los ingleses restringen al comerciante,pero con ello
favorecen al comercio."
k
MATERIAL DE CÁTEDRA
Buffa, Adolfo y Tomatis, Karina (2010) Capitulo 3. En Introducción a
las Ciencias Sociales. Asoc. Cooperadora de la FCE. Córdoba

2. Ciencias Socíales y medio ambiente


Una de las maneras de abordar las cuestiones del medio ambiente y su relación con las
Ciencias Sociales e s a partir del avance en el análisis de las prácticas económicas que los
actores sociales llevan adelante. Nos referimos a actores sociales que están inmersos en
determinadas estructuras, en el sentido en que los actores constituyen las estructuras y, a su
vez, sus actividades no son enteramente independientes de las "reglas de juego" existentes. Se
trata de una perspectiva comprensivista de la problemática del medio ambiente, ubicada en las
fronteras entre Individualismo (acción)y holismo (estructura).
Así, el análisis de las prácticas económicas, en la medida que afectan al ambiente y a los
seres humanos, está impregnado de contenidos éticos, de valores. Por ejemplo, teniendo en
cuenta que las razones que guían al actual sistema económico de mercado -la acumulación y el
crecimiento sin límites- se plantean como los fines últimos que debe perseguir la sociedad toda
(Polanyi, 1944); que para lograrlo se utilizan fuentes de energía no renovables sin limitaciones y
con fuertes efectos contaminantes sobre amplias poblaciones, si lo medimos en términos de
ganadores y perdedores, observamos que resultan pocos los beneficiarios y muchos los
perjudicados de estas prácticas económicas. Enfatizamos en la contradicción entre, los valores
que están contenidos en los fines últimos perseguidos y los limitados fines económicos que
propone el sistema de mercado existente.
Si abordamos el punto de vista de E. Dusse14 (2001), el autor expresa que "Los principios
éticos no se yuxtaponen desde afuera a la economía, sino que la constituyen por dentro y en
tanto economía". Desde esta perspectiva comprensivista, el fin de la acción económica que
busca el ahorro de recursos escasos (eficacia) para la reproducción de la vida en el largo plazo y
la exigencia ética como deber (normativa) de reproducir la vida humana en general se
yuxtaponen, persiguiendo la satisfacción de necesidades mediante el consumo para el desarrollo
de la vida.
Para una mejor comprensión del tema recomendamos realizar un repaso sobre la
rcicionalidad, tema abordado en la unidad II. Le sugerimos, en este repaso, reconocer las
diferencias entre la racionalidad instrumental o subjetiva (teoría de la elección racional) y la
racionalidad valorativa u objetiva.

2.1 Herman Daly. economía, ecología, ética

En su Introducción a la Economía en Estado Estacionario, H. Daly (1989) señala que en las


Ciencias Sociales los valores constituyen una parte significativa de las mismas y que éstos
influyen en el mantenimiento y en el cambio de los paradigmas5, según los conceptos
desarrollados por Thomas Kuhn. En su interpretación, los cambios de paradigma constituyen
verdaderas revoluciones científicas, porque implican cambiar por completo los cimientos de una
disciplina de acuerdo a la comunidad científica. Además Daly expresa que las revoluciones
científicas son características de todas las ciencias, incluso de la Economía. Así, en la Historia del

9.Dussel í20011,"Principios eticos y Economía (En torno a la posición de Amartya SenY, en Signos filosóficos, núm.
6, julio-diciembre, 2001, pág. 133-152.
' Un paradigma supone que una comunidad científica de una disciplina, comparte una cosmovisión -visión del mundo-,
una ontología común sobre la porción de realidad que investiga. El paradigma está constituido por supuestos teóricos,
leyes y técnicas de aplicación, por lo que se plantea un horizonte que delimita problemas de investigación, recorta
objetos posibles de investigación, técnicas permitidas, etc.
pensamiento 'económico se observan múltiples cambios de este tipo: mercantilistas,
fisiócratas, economistas clásicos, neoclásicos, keynesianos y la actual síntesis neoclásico-
keynesiana.
En referencia al pensamiento económico predominante, el paradigma neoclásico, el autor
señala que la racionalidad (instrumental o subjetiva), componente esencial de ese paradigma,
refiere a la idea de perseguir el crecimiento continuo del producto y de la capacidad productiva.
El supuesto implícito o explícito en esta teoría, que también está presente en la síntesis
neoclásica-keynesiana, es que el crecimiento no encuentra límites y entonces, ante un mundo
físicamente finito, esto se convierte en un problema central actual: buscar una producción total
infinita, con la supuesta ayuda de la tecnología, la cual resolvería cualquier obstáculo que se
oponga al crecimiento, en bassa un acervo físico-natural limitado (que depende de la evolución
de la naturaleza).
En base a lo anterior, podemos decir que emerge una contradicción entre los fines
económicos, expresados en las teorías predominantes -crecimiento continuo e ilimitado-, y la
consideración ecologica, contradicción que intentaremos entender a continuación.
La tensión planteada anteriormente entre Economia y ecología -sintesis de naturaleza y
cultura- puede observarse también en una percepción distinta de los cambios que se dan en la
realidad: para los fisicos, el mundo es un sistema finito, abierto6 como los organismos naturales,
en equilibrio y casi en estado estacionario. Los economistas, por su parte, están inmersos en las
teorías y políticas del crecimiento continuo y perpetuo. En este sentido, la propuesta de una
Economia en Estado Estacionario (EEEI7es mejor aceptada entre los biólogos y fisicos que entre
los economistas. La concreción de una EEE sería, para el autor, una manera de resolver la
tensión entre las prácticas económicas predominantes y la consideración ecológica.
Una EEE se correspondería con el paradigma de la Física y la Biología; el problema es que
los economistas han centrado su atención en el flujo cuantitativo de la producción, en su valor y
en la eficiencia en la asignación de los recursos, éste es el objetivo final que proponen. Desde
esta óptica, los economistas, al proponer maximizar el valor de la producción, no toman en
cuenta las dimensiones físicas que imponen una severa restricción al creciiniento y a las
condiciones de vida de las personas: "Y todo lo que el hombre ha hecho en los últimos 200 años
lo coloca en la posición de un fantástico derrochador. No hay duda alguna al respecto: todo uso
de los recursos naturales para satisfacer necesidades no vitales significa una menor cantidad de
vida en el futuro" (Georgescu-Roegen, 1971; citado en Daly, 1989, 181

Bibliografia
Complementaría
Para introducirnos en el debate sobre la tensión mencionada le recomendamos ver la entrevista a
Serge Latouche, economista francés que ha trabajado el tema que nos convoca desde una teoría
de decrecimiento.
La entrevista esta disponible en: http://www.decrecimiento.info/2008/05/el~decrecimiento-una-utopia-serge.html

Abierto: se entiende que puede interactuar con otros medios.


Es sinónimo de Economia estable o de crecimiento cero. Estado Estacionario (steady statel consiste en un acervo
constante de riqueza física (capital) y un acervo constante de población. Acervo o stock es una cantidad medida en un
momento determinado (ej. censo de población de 2001), por oposición a flujo que es una cantidad medida a lo largo
del tiempo, entre dos momentos determinados (ej. el PBI del año 2008). Para la EEE los acervos se deben mantener
constantes con un índice de entradas (nacimientos, producción) igual que el índice de salidas (defunciones, consumo);
un índice bajo para la población significaría una elevada esperanza de vida (tasa de natalidad y de mortalidad baja).
2.2 La Economía como un medio

El planteo de la EEE supone un cambio de paradigma respecto a la actual Economia del


crecimiento; en el cambio de paradigma de las Ciencias Sociales, los valores y la crítica ética
desempeñan un papel importante: nuestra comprensión de la sociedad no está "libre de valores".
Este cambio de orientación respecto de la actual economia de crecimiento lleva a una
reconsideración de los fines y de los medios: "...el problema económico último de la humanidad
es usar los medios últimos de manera racional al servicio del fin último" (Daly, 1989:201; esto es
lo que el autor llama economia política última o administración. El pensamiento dominante, en
Economia, se ha concentrado de manera excesiva en la cuestión del crecimiento, lo que
constituye para el autor una visión incompleta sobre los medios y los fines.

Para ayudarnos a comprender la dimensión del problema y la tensión mencionada entre


Economia y ecología, transcribimos un extracto de un articulo del economista egipcio Samir
Amin.

¿Debacle financiera, crisis sistémica?


Respuestas ilusorias y respuestas necesarias
Publicado en Herramienta: debate y critica marxista
Foro Capitalismo en trance - diciembre 2008

"[ ...] delrús esta aqisis se petj;1(1 cr su i1ez 1~ I : P I . L ~ ~ ~ / ~ Icr.i.sis .II ~SII.IICI~I~U~
sistL;rni~*n clel cctpi/tilisrno.L« cuntimfncióri tiel rnoc/elo de L ' ~ P S L I I ~ ~deO /l(rI ~Ec.onornirr red
/ u l y corno lo ~~eriinros cwrucienc/o ir?;; colrro el C¿LJ/ L ~ O M S I I I I ~(111~'
O le 1 ~ eri~p~ircij<rc/u,
1 SL' I z i ~
vrtelto, por prirrrc'rzi ic erz ir1 H i s t o ~ i 11t11i
~ ~ , ~ ~ r c l n c iUm~ I L > I I C I Z~U( I MCI poi~~t'r~it~(le la
hlrnronick~icrdyel cielplrrt~eto.
. crisis sistirtri~~a
Lu clitrretr.sión m t ~ ~ ~rleo i2sta corrcier.tie el (receso tr los recut:sos
rinlrrru1e.s (le!pluncta yrre se liun vilelfo n~ircl~i.sir~~o nitis ~~rc(rso.s (que Irrrce 111e(liosido. El
corlJIicto !Vo,?t./Sw c.orrstit~!yepor. lo hrirto el eje ca?¿rulc/c las luclr(.tsy cotflicios por
ver~il:
U sislet7icr cie p~.orhrcciót?y de consurno~despi@rro e,~i.s~erl[e h ~ ~ cirnpo~ihle
e el
ucceso u los I Y C I I I ' S O , ~~ur11r01e.scid globo pur~r10 I ~ I C ~ ~ (le ( I I lo.^
. WhrrBitu~~te.s (le1pir~nekr,
paru los plreblos (le los puíses (le1Sur: .-Intlríio, lrti ptris etrrergetíte podí(r retener. sir pcrr.tr
cie LÍ)'O,Yr'c'c'~rr:so.~
. Y ~ I I (1111t~r111z(ii-
lo$ pr-il~ilegio,~dc* los r)(rí,s~'.s r.i~*os. Pero hoy cliu !VI no es el
caso. LCI pobl7c.i$n de los puises oplrleri¿os el 1.596 ck? lu poblrrcióri clel pluireta
nctpcrm pm.cr srr,propio coi7slirrio dtvpi~uri.oCI 8.5 % cis lo$ ~ L > C I I ~ S (le/
-
O S g/oho ji tzo
pirecitl corrsetl/ir clue unos reciin lleg(r~losrrcct~tlrrn( I estos rucur.vos ju cple prmtoctrrilnr
~ r ~ s q11e ponc1r.iu11eii peligro lo,^ 11j1~e1e.s
g ~ . u ~pen~ri(r,s de vi~lc~ (/e 1o.s r~ico~s.

Si los Esru~kurrriic/os se hotr f[jrrdo conro oL;jc>ril:oe/ c:oritr.ol nrilitcu. (/e*/plcrrieta e,s
por-~r~e srrbc17 que sir1 ese control 1111~ L I L ' I ~ c~ eI Ii ~ i o ~ r r s~lc'l r ~ICCL>YOeL.~cl~rsivo ( I (.SUS

recu1:~u~. Co171ohierr se sc~he,Clii17c1,lcr India y el Srrr en nr ~~017jl1nto t(r111bi2trt~e~~esirrrn


wos I . ~ C I I I L ~ OP LS I ~ C I S C I clesarucillo. Pcrrir 10s Esrcrrlos L~rri(1o.sse n.rrr~~ (le
inrpe~:.i.trtiwin~t't~r~'
linritrlr.ese uccrso y, e11~iltiti~u r.e~trrso.sijlo t~.vi,stt>1111 117e~lio:
ln ~ I I ~ I - I Y I .

Por owrr ym-te. perra CIIIorrr~r10,s firet~te.~ (le ~ ' n ~ ' r gcfe
i ~ 7origer~.fij.sil. /OS E.stc7ctot~
Ih~itlos. E~rroprr y otrtrs I I I I C ~ O I I ~~le~(rrr~o11l11r
S p r ~ ~ y e c ~ o . ~proti~r~~c-idrr C/C (rg1.0-
cc1ibi~ru11tz.s
en glmi e.sc(rln. en de~rinl~nio
de lci prod~/c*cián
de 17i1'~'rz.~
ci~vo.s~rec-iosP I I
(//:a los aotul~".
Artículo completo disponible en:
http://www.herramienta.com.ar/foro-capitaIismo-en-trance/debacle-fiiianciera-crisis-sistemica

En la lectura del artículo encontramos elementos que contribuyen a entender la relación


economía/ecología y que toman visibilidad a partir de la crisis financiera que se desató en el año
2007 en los paises centrales o denominados "desarrollados". Estos elementos nos permiten
responder a las siguientes preguntas y avanzar en el tema que nos ocupa:

¿Cómo funciona el sistema de producción y consumo a nivel mundial?


;Cuáles son los problemas que comienzan a observarse?

Trataremos de avanzar en el tema siguiendo con la consideración sobre medios y fines.


Para ello presentamos la Figura no 1 (Daly, 1989:20) donde se observa un lado derecho y
uno izquierdo. En el derecho, el avance desde los medios últimos hacia el fin Último nos presenta
los problemas y los fines/medios de los que tratan (ej. energía, fuerza de trabajo, salud, la vida
humana y la humanidad).
En el lado izquierdo se proponen las disciplinas o materias que se. ocupan de las
correspondientes problemáticas (ej. Física, Economía Política, Ética, creencias).

MATERIAS / DISCIPLINAS MEDIOS / FINES

(Salud, educación, bienestar, elc.)

Economia Política

Medios intermedios
(Bienes de capital, fuerza de trabajo, conocimientos, etc.1

Tecnica

Medios últimos
Fisica (materia-energíano renovable)

Figura No 1

En esta figura, los fines intermedios están ordenados en función del fin último, están al
servicio del fin último, que es el principio ordenador. No resulta sencillo identificar el o los fines
Últimos que el autor nombra como religión, o aquello intrínsecamente bueno y que no es
derivación de otro fin/es, como por ejemplo la vida humana. Un aspecto significativo de la figura
lo constituye el lugar de la Economía, que ocupa una posición intermedia. Esto muestra que la
perspectiva de la economía ortodoxa (de raíz neoclásica) dominante es errónea, al tratar el
estudio de la asignación entre medios escasos y fines múltiples y rivales, como si ese fuera todo
el espectro de los fines/medios.

Sigamos con las preguntas:


¿Cómo es tratado el problema de la escasez de iecursos naturales por la economia
ortodoxa dominante? ¿Cuáles son las consecuencias de dicho tratamiento?

En la perspectiva dominante actual del pensamiento económico de la síntesis neoclásica


(neoclásica y keynesiana), los fines últimos y los medios últimos no entran en su consideración,
así como el papel de la ética, que es tratada de manera marginal en el mejor de los casos. Los
límites absolutos, tanto los medios últimos que nos provee la naturaleza como los fines últimos
que constituyen el sentido de la vida de los seres humanos, no son tomados en cuenta por las
ideas económicas ortodoxas vigentes. Es importante hacer énfasis en la falta de consideración,
por parte del pensamiento económico, de los fines últimos y de sus implicancias. Los mismos
constituyen el principio ordenador de la actividad humana en relación a los otros seres humanos y
a la naturaleza, de la cual todos formamos parte y que nos permite reconocer su existencia
irremplazable como medio Último del que todos nos servimos.
l
En este sentido, Daly llama la atención sobre la importancia ineludible de la naturaleza en
relación a la vida humana y la tensión con el pensamiento económico actual: es clarificador lo que
1
l
expresaba Robert Solow8 (1974; citado en Daly, 1989: 18) de que es concebible y probable que 1
"...el mundo, en efecto, se las pueda arreglar sin recursos naturales". Esto es congruente con la 1
confianza de que la tecnología puede sustituir a la naturaleza en todos sus aspectos. Así, los
medios Últimos no se consideran escasos y sí los medios intermedios, en la medida en que su
capacidad para transformar la materia-energía no renovable no ha llegado al límite para satisfacer l

l
las necesidades humanas. I

La concepción del crecimiento económico sostiene que los fines intermedios no tienen
.
limites, no dejan de crecer de manera insaciable, infinita, con el surgimiento de nuevas y
crecientes necesidades, sin considerar que los medios últimos son finitos: pareciera que la
Economía del crecimiento es la Economia de las necesidades crecientes..

2.3 La Economia en Estado Estacionario:


Una etica explícita en el pensamiento económico

Desde una posición distinta y alternativa a la economia del crecimiento, Daly plantea que los
medios últimos tienen un límite que la tecnología no puede superar y que la acumulación de
medios intermedios (stock de bienes de capital y fuerza de trabajo), a partir de cierto nivel, se
vuelven en contra de los fines últimos, lo que resulta perjudicial. Ejemplos de esto son los casos
de contaminación del ambiente, de desempleo y de inequidad económica. l a limitación de los
medios Últimos se expresa en escasez y restricción al crecimiento y la consideración de los fines
últimos le pone un corte a la deseabilidad de un crecimiento sin limites. Debemos tener en cuenta

Robert Solow, economista norteamericano referente de la Síntesis Macroeconómica Neo- Keynesiana. Desarrolló el
modelo clásico sobre teoría económica de crecimiento a largo plazo en la década de 1950 en el MIT (Massachusetts
lnstitute of Technologyi. En 1987 recibió el Premio Nobel de Economía por las contribuciones mencionadas.
92
.que la escasez se expresa en un aumento del costo privado, mientras que la contaminación se
manifiesta como un aumento del costo social.

La inclusión de ambos extremos en un pensamiento alternativo, medios Últimos junto con


los fines últimos y la perspectiva ética, permite reconocer cuál es el papel de la economía y el
limite económico al crecimiento, y a la vez proponer una construcción de otra economía, la EEE.
El autor reconoce en el economista clásico John Stuart Mill al generador de este concepto:

"Sobra decir que una situación estacionaria del capital y la población no implica
una situación estacionaria del adelanto humano. Seria más amplio que nunca el
campo para la cultura del entendimiento y para el progreso moral y social; habría las
mismas posibilidades de perfeccionar el arte de vivir, y habría muchas más
probabilidades de que se perfeccionara cuando los espíritus dejaran de estar
absorbidos por la preocupación constante del arte de trepar. Incluso las artes
industriales se cultivarían con más seriedad y con más éxito, con la única diferencia
de que, en vez de no servir sino para aumentar la riqueza, el adeianto industrial
produciría su legítimo efecto: abreviar el trabajo humano" (Mill, 1857; citado en Daly,
1989:28).

Si observamos la figura no 1 en sentido descendente, podemos interpretar que la


racionalidad implícita en la visión de la EEE se plantea de acuerdo a valores. Así, los fines últimos
con contenido ético actúan como un principio ordenador hacia abajo de los medios y de los fines
intermedios como la economia: la racionalidad económica no sólo tomaría en cuenta los fines
últimos sino que se sujetaría a éstos, en el sentido en que la persecución de la acumulación y las
ganancias sin límites deberían subordinarse a la ética y a la preservación de ¡a vida actual y futura
de todos los seres humanos.

La racionalidad basada en valores se opone a la racionalidad implícita en la Teoría


Económica ortodoxa de la síntesis neoclásica -neoclásica y keynesiana-, que es una
racionalidad instrumental. Esta racionalidad instrumental nos plantea producir más medios
intermedios para obtener más fines intermedios: el problema central es la maximización del
producto y de los consumidores, al ubicar la economia como un fin Último, un fin en si mismo. A
su vez la EEE, al colocar a la economia como un fin intermedio y presentarnos los dos extremos
del espectro, nos proporciona una visión holística de la relación hombre-naturaleza, en la cual
resultaría deseable y posible alcanzar una equidad económico-social y una sostenibilidad biofisica
actual y transgeneracional; contribuiría a reducir y eliminar la brecha eriire naciones ricas y
pobres y las inequidades dentro de cada uno de los paises.

Bibliografía
Complementaria
Bibliografía sugerida de profundiaacion
Daly, Herman (compilador) (1989) Economia, ecologia, ética. Ensayos hacia una
Economía en estado estacionario. Introducción. Fondo de Cultura Económica. México. P. 11-26
3. El problema de la neutralidad valorativa
Ciencias Sociales y ética
En el presente apartado nos proponemos cuestionar los supuestos de objetividad y
neutralidad valorativa en la explicación en las Ciencias sociales. Siguiendo el capitulo 3 del texto
Espacios del capital. Hacia una geografía critica, de David Harvey, debatiremos sobre la
importancia del reconocimi.ento de los supuestos éticos con lo que se trabaja en los programas
de investigacion en las ciencias Sociales, lo que nos lleva, como vera en el desarrollo de este
tema, a la inclusión de la dimensión política en el trabajo del investigador.

3.1 La ideología en las Ciencias Sociales

En el texto de David Harvey, la preocupación esta centrada en dos cuestiones inherentes a


la investigacion científica y a los resultados que se derivan de ella: la neutralidad etica y la
metodología de análisis.
Para abordar el tema, el autor indaga sobre el tratamiento científico que tiene lugar en la
relación población-recursos, es decir, la relación entre los recursos económicos y el crecimiento
poblacional, dado que ha sido y es un debate intenso en el seno de la Economía Política. Así,
considera para el análisis los puntos de vista de tres pensadores destacados, Thomas Malthus,
David Ricardo y Carl Marx. Entre los dos primeros, Malthus (1766-1834) y Ricardo (1772-1823),
las discusiones en torno al eje población-recursos tuvieron lugar de manera contemporánea. Marx
(1818-1883), por su parte, retoma posteriormente el debate y aporta su perspectiva en varios de
sus escritos. A partir de estos planteos teóricos, David Harvey intentará demostrar que la
hipótesis de la neutralidad ética no es tal en el estudio de la relación población-recursos, y
además que la perspectiva metodológica que se adopta tiene importancia en las conclusiones a
las que se arriba, con implicaciones políticas.
La afirmación de que el método cientifico garantiza la neutralidad etica, hace referencia a
que en las conclusiones científicas la perspectiva ideológicag debería estar ausente. Esta
afirmación significa que el empleo del método científico -cuestión sobre la que no hay acuerdo
en la comunidad científica- conduciría a conclusiones objetivas y sin valoraciones éticas y
políticas. Aquí encontramos la primera observación a lo expresado en los párrafos anteriores: que
los principios en los que se basan los métodos científicos son principios normativos, por lo tanto,
contienen una perspectiva ideológica. Esto no significa que los hechos y las conclusiones a las
que se arriba como resultado del empleo de métodos científicos sean falsas, injustificables,
totalmente subjetivas, inútiles, elc.-, sino que "el uso de un método científico particular está
necesariamente basado en la ideología, y que cualquier afirmación de que está libre de ideologia
es necesariamente una afirmación ideológica. Los resultados de cualquier investigación basada
en una versión particular del método científico no pueden en consecuencia ser inmunes al asalto
ideológico, y tampoco pueden considerarse de manera automática inherentemente distintos o
superiores a los resultaclos a los que se llega con otros métodos" (Harvey, 2007:52). Este es el
núcleo central referido a la hipótesis de la neutralidad etica, que involucra a distintas áreas del

' El término ideología se emplea con diversos significados. En ocasiones se lo emplea como "falsa conciencia o ver el
mundo invertido" que se manifiesta por ejemplo en las explicaciones religiosas, pseudocientificas, o del pensamiento
dominante, las que alimentan la alineación de las personas, al separar sus condiciones de vida de la conciencia. Otros
la entienden como una preferencia personal y es sinónimo del conjunto de ideas o concepción del mundo que expresan
ciertas corrientes de pensamiento o individuos. En este texto el término ideología se asociara a esteúltimo significado.
conocimiento como las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales, como la Economía y la
Sociología.
La hipótesis de la neutralidad ética se usa con frecuencia para expresar que determinadas
cuestiones son abordadas por algunos autores de manera científica y que otros lo hacen de
manera puramente ideológica. En el mismo sentido se usa para sugerir que las opiniones de los
autores dependen de si son optimistas o pesimistas, socialistas o conservadores, etc. Expresar
que no existe neutralidad ética no significa que la metodología y los resultados de la investigación
dependen solamente de las opiniones personales de los investigadores. En la unidad 2
trabajamos ampliamente este tema y lo que se quiere expresar con la inexistencia de neutralidad
ética es que el método científico contiene elementos éticos o ideológicos y que es ilusorio pensar
que la ciencia y la ideología van por carriles independientes. Esto se basa en la consideración de
que el conocimiento se genera en un ambito social, que expresa y transmite significados sociales
y que estos significados sociales tienen que ver con puntos de vista ideológicos.
Es así como encontraremos fundamentos en las relaciones entre el conocimiento, la
metodología y la ideología desde el análisis del pensamiento de Malthus, Ricardo y Marx.

Thomas Malthus

Las ideas de Malthus se analizan a partir de dos de sus obras: Un Ensayo sobre el
Principio de la Población (1798) y Los Principios de Economia Política (1820). En el primero de
los textos adopta la metodología de análisis denominada empirismo lógico o hipotético
deductivo, la cual establece que hay dos tipos de verdades, las verdades lógicas y las verdades
empiricas. Las verdades lógicas son deducciones a partir de enunciados iniciales considerados
seguros. Las verdades empíricas son enunciados objetivos, correctos y verificables, a partir de la
observación y el experimento. Las verdades lógicas y las empíricas se unen y conforman un
sistema denominado hipotético deductivo. El conjunto de los enunciados se considera cierto
cuando, mediante la observación empírica algunas enunciaciones derivadas del conjunto, son
ciertas.
Dentro de determinadas condiciones establecidas, Malthus parte de dos postulados:
' 0 La comida es necesaria para la existencia-del hombre
Q La pasión entre los sexos es necesaria y constante.
A partir de los postulados y de las condiciones acordadas, el autor deduce consecuencias
particulares como la ley .natural de que la población ejerce presión sobre los medios de
producción y de subsistencia (alimentos, abrigos, etc.); luego estas deducciones deberán ser
observadas empíricamente para demostrar su certeza.

El uso del empirismo en la construcción de la teoría sobre la población-recursos fue posible


por la disponibilidad de información sobre crecimiento y situación de la población mundial. Este
método supone que la "verdad" reside en un ambito externo al observador, quien se limita a
registrar lo más fielmente posible los objetos que se le presentan. Así los objetos que se
observan se consideran independientes, separados de las ideas del sujeto que los investiga. Esto
constituye el fundamento del conocimiento objetivo.
Por otra parte, podemos deducir en Malthus un particular posicionamiento político, fundado
en la "ley natural" presentada. Dirige su atención a analizar los controles positivos y preventivos
que serán necesarios para mantener el equilibrio entre el crecimiento poblacional y la
disponibilidad de medios de subsistencia. Alegando que la miseria de las clases bajas no puede
ser solucionada por la acción de los hombres, el autor concluye que lo mejor que se puede hacer
"es no hacer nada, porque todo lo que se haga sólo servirá para exacerbar el problema" de la
pobreza (Harvey, 2007:57). Así, recomienda un "abandono benévolo" de las clases bajas y de la
oposición a las leyes para pobres. La protección de este segmento de la población dará como
resultado un crecimiento en su número y un aumento en el precio de las mercancias de
subsistencia, una caída en el salario real de los trabajadores y una caída en los incentivos para
trabajar, es decir; afectará al sistema capitalista. Cabe preguntarse, ¿estos .argumentos son
cosas del pasado o es posible encontrarlos actualmente en las opiniones de algunos
economistas, filósofos, sociólogos, periodistas o políticos?
Siguiendo con el análisis de la ley natural, Malthus sostiene una diferenciación en el
comportamiento de las clases pobres respecto de las clases ricas. Estas últimas no aumentan
numéricamente según el principio de la población, ya que tienen un comportamiento prudente en
su reproducción y en el consumo para no perder su posición social. Pero en el proceso de
acumulación de capitallo el logro de las ganancias requiere que las mercancias producidas se
vendan, que exista una demanda efectiva". Si las mercancias no encuentran quien las compre,
las ganancias no se alcaizan. La pregunta que surge es ¿de dónde provendrá esa demanda
efectiva? El autor descarta el consumo de los trabajadores -siguiéndose de la teoría de la
población-, por lo cuai sera la demanda efectiva de las clases improductivas, los terratenientes,
funcionarios políticos y religiosos entre otros, quienes cerrarán la brecha entre producción y
consumo.

La explicación de la demanda efectiva no es totalmente coherente con la teoria de la


población. De acuerdo a la ley natural de la población se requiere que las clases bajas reduzcan
el consumo, pero para que la teoria de la demanda efectiva funcione es necesario que las clases
improductivas aumenten su consumo todo lo que puedan. Ante la incoherencia señalada, el autor
propone un argumento adicional, a partir del papel de la propiedad privada. En una sociedad
regida por la competencia y la propiedad privada, ésta, por una parte, ejerce el control del
crecimiento poblacional y evita la generalización de la miseria, y a su vez permite a las clases
propietarias e improductivas, es decir, las clases ricas, consumir todo lo que deseen. Este es el
papel "benéfico" que ejerce la propiedad privada, el cual expresa una desigualdad en los ingresos
de la sociedad. Esto nos permite afirmar que Malthus era un defensor de la propiedad privada "y
es esta ideología la que subyace a su formulación del principio de la población y a la teoria de la
demanda efectiva" (Hanley, 2007:6'0). La relación con la hipótesis de la neutralidad ética
encuentra aquí un ejemplo en el pensamiento económico.

'O La acumulación de capital puede ser entendida como un proceso de enorme importancia en el funcionamiento del

sistema capitalista de producción. Si pariimos de las ganancias o beneficios no distribuidos por las empresas, estas se
transforman en ahorro y posterior inversión para reposición o ampliación de la capacidad productiva, con el objetivo de
aumentar sus ventas y los beneficios, iniciando nuevamente el ciclo, dentro de una estructura de competencia en el
mercado. Asi este proceso o ciclo reviste un carácter individual (para cada empresa) y a la vez social (competencia en
el mercado), que se repite de manera incesante y con relativo dominio por parte de cada empresa particular.
" En términos sencillos sería la demanda global que se iguala a la oferta global en una Economia, la que siempre
encontrará su equilibrio a cualquier valor, en una escala infinita, de empleo de los factores de producción. El concepto
de demanda efectiva será posteriormente retomado por J.M. Keynes en la década de 1930, con diferencias;
expresando que el valor de equilibrio es único.
~ a v i dRicardo

La otra referencia al tratamiento teórico de la relación población-recursos se refiere al


análisis de las ideas de Ricardo en su obra Principios de Economía Política y Tributación (1817).
Un elemento importante a señalar es que la metodología empleada en el análisis está basada en
la idea de los modelos económicos. Este método consiste en hacer abstracción de la realidad y
seleccionar una serie de variables consideradas relevantes: es una simpiificación de la realidad
donde a partir de determinados supuestos, se trabaja con aquellas variables consideradas
básicas buscando encontrar las explicaciones de una realidad compleja. La clave del éxito está
en la razonabilidad' de las abstracciones realizadas. El conjunto de modelos explicativos
constituyen la base de la construcción'teórica.
Un supuesto básico del pensamiento ricardiano es la racionalidad económica, encarnada
en el "hombre económico", que es un modelo de comportamiento racional que deberían seguir
todas las personas. Este comportamiento de los agentes económicos en el mercado conduce a
la armonía social del sistema a través de la competencia y el sistema de precios. Respecto al
tratamiento de la relación población-recursos, Ricardo acepta la ley de la población enunciada por
Malthus, pero por razones muy distintas a como fue enunciada.
El papel del aumento de la población es un factor central en la determinación de los salarios
y del equilibrio del sistema económico. Este economista inglés, en relación a los ingresos de
los trabajadores, sostiene que:
"...los salarios (el precio del trabajo) están sujetos a alzas o bajas debido a dos
causas:
1 Oferta y demanda de mano de obra.
2" El precio de los bienes en que el obrero gasta su salario."
(Ricardo, 19 73:74)
En este sistema, el trabajo asalariado se considera una mercaricia, al igual que los bienes y
servicios, cuyos precios se determinan por ¡a oferta y la demanda. El nivel de los salarios
determinados por estos dos factores tiende, en el tiempo, hacia un "salario natural", que les
permitiría a los trabajadores cubrir los gastos necesarios para la subsistencia.
Con respecto a la primera causa, la oferta y demanda de mano de obra, Ricardo expresa
que ante una suba de los salarios por encima del nivel de subsistencia, se generaría un aumento
de la población y, consiguientemente, la oferta de mano de obra. Al crecer la oferta, suponiendo
una competencia entre los trabajadores por conseguir los escasos empleos (demanda de los
empresarios), los salarios caerían. A su vez, la demanda de trabajadores que hacen los
empresarios depende de la acumulación de capital. Así el autor resaltü el carácter automático del
mercado de trabajo, y lo expresa como una autorregulación del sistema que podría operar en
todo momento, más allá de las circunstancias concretas y de una Historia concreta, lo cual
permite entender al sistema en una tendencia permanente al equilibrí~y a una armonia social
idealizada.

La tendencia hacia la armonía y el equilibrio en el que se desenviielve el sistema capitaiista,


según Ricardo, no precisa de los datos empíricos y responde a la metodología de la construcción
de los modelos económicos, bajo los supuestos de la racionalidad económica, la cual se
encuentra encarnada en los empresarios industriales. El autor no oculta su simpatía por el sector
industrial inglés,-como lo expresa en su defensa del librecambio. Del mismo modo no oculta su
oposición por los aranceles al trigo que proponían los terratenientes, a los que consideraba como
un obstáculo al progreso por su impacto en el salario de subsistencia y, por consiguiente, en la
ganancia de quienes emplean trabajadores.

El carácter normativo de su obra también se expresa en la búsqueda de un cambio y


mejoramiento de la realidad. En este contexto, el papel progresista de los industriales ingleses es
vital para su perspectiva. Este progreso en un mundo de equilibrio y armonía conduciría a una
fase o estado estacionario. Esta fase final de la civilización se manifestaría en una igualación
entre la oferta y la'demanda de trabajo y se agotarían los incentivos para seguir acumulando
capital, ya que las tasas de ganancias se estancarían o aun descenderían. Esta perspectiva va a
ser retomada posteriormente por otro economista clásico inglés, John Stuart Mill. Hoy cobra
enorme importancia en las obras de 'los autores que incorporan las variables ambientales en el
análisis del proceso de acumulación de capital.

Karl Marx

, La perspectiva de Marx como tercero en discordia, puede ser rastreada en varias de sus
obras respecto a la cuestión de la relación población-recursos. Como señala Harvey, las
diferencias más importantes entre Malthus, Ricardo y Marx se manifiestan en los métodos de
análisis. Este último utiliza el método denominado materialismo dialéctico que se diferencia del
empirismo y de la modelística ricardiana. Se trata de una visión relaciona1del mundo, opuesta a
una visión absoluta, en la cual para entender una cosa se la debe considerar de acuerdo a las
relaciones que tiene con otras; las cosas no existen como cosa en sí misma, no contienen una
esencia propia de tipo aristotélica. Los recursos y la población son entendidos en relación al
modo de producción que los genera y utiliza, no existen como recursos o población en si
mismos, en términos absolutos.

Desde una perspectiva ontológica, Marx "...concibe la realidad como una totalidad de
partes internamente relacionadas, y concibe estas partes como relaciones expandibles tales que
cada una en su plenitud puede representar la totalidad" (Ollman, 1973, citado en Harvey,
2007:65). En esta concepción, la totalidad no es la suma de las partes, prescindiendo de las
relaciones entre los componentes; sino que lo fundamental son las relaciones dentro de la
totalidad. La referencia es a la totalidad de la sociedad'humana, dentro de la cual distingue varias
estructuras. Agrega que, para conocer las estructuras, en tanto relaciones entre las personas, la
observación resulta insuficiente y por ello es necesario descubrir las relaciones de los hechos o
cosas, con la/s estructura/s más amplia. Por ejemplo, un conjunto de personas que interrumpe el
tránsito con su marcha por el centro de la ciudad contra la minería contaminante, sólo podría ser
comprendido si entendemos que hay una tensión entre quienes buscan preservar una vida sana y
quienes buscan aumentar sus ganancias, y que esta tensión se puede desequilibrar si la "opinión
pública" se involucra en la cuestión. Este conflicto particular no se alcanza a comprender sólo
observando a un conjunto de personas interrumpiendo el tránsito, sino que para comprenderlo
tendríamos que inscribirlo en el conflicto más amplio, como un conflicto social entre quienes
buscan aumentar sus beneficios por medio de la explotación minera contaminante del agua, la
tierra y el aire, frente a los que quieren conservar su vida sana para ellos y hacia el futuro.
'
Así, el capitalismo como totalidad modifica, a su modo, los elementos que lo componen; y
estos elementos también ejercen influencia en la totalidad, en el sistema, al que contribuyen a
fortalecerlo y transformarlo. En la medida que resuelve los conflictos y contradicciones que se le
presentan, el sistema capjtalista se fortalece y se afianza. Por ejemplo, la expansión de las
inversiones de grandes cofporaciones de EEUU hacia China desde los años '70 impulsadas por
los altos beneficios, permitió resolver los problemas de estancamiento económico y la baja
rentabilidad dentro de EEUU, aunque posteriormente generó una fuerte competencia de precios
por los productos provenientes del país asiático. Pero si los conflictos no se resuelven se abre la
posibilidad de que el sistema entre en situación de crisis, que no pueda seguir funcionando como
lo venía haciendo, buscándose entonces salidas alternativas. De esto deriva su carácter histórico.
Esta relación entre la totalidad y las partes se presenta de manera continua y a su vez tiene una
fuerte dinámica, expresada en los cambios y adaptaciones del sistema ante distintas situaciones
(por ejemplo el uso de tecnologías intensivas en capital para enfrentar el conflicto con los
trabajadores dentro del ámbito de las empresas).

En el capitalismo como totalidad, Mak atribuye una enorme importancia a la base


económica entendida de la siguiente manera:

"El conjunto de las relaciones de producción forma la estructura económica de


la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política
y a la que corresponden determifiadas formas de conciencia social. El modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y
espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino,
por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia" (1980:517,518).

Entre las distintas estructuras que expresa su pensamiento, el autor destaca la


importancia y primacía de la base económica, la cual comprende a dos estructuras: las fuerzas
productivas (la disponibilidad de trabajadores, de recursos naturales, de tecnologías, de
instrumentos y maquinarias, etc.) y las relaciones sociales de producción (la relación entre las
actividades intelectuales y el trabajo físico, entre las actividades reservadas a los varones y a las
mujeres, las referidas a la división internacional de la producción, etc.). A su vez, la base
económica necesita para su desarrollo de otros elementos que la regulan, que la dinamizan, que
la fortalecen como los derechos de propiedad, las instituciones estatales y no estatales, la
ideología, el conocimiento y otros elementos, agrupados dentro del concepto de
superestructura.

Para este autor las distintas estructuras tienen algunos grados de autonomía en su
desempeño y a su vez se encuentran en estrecha interrelación entre sí, con lo cual se pueden
generar conflictos y contradicciones de manera permanente. Estos conflictos son inherentes al
propio sistema, surgen desde "dentro" y adquieren un carácter continuo y muy dinámico. Esto se
manifiesta en un conflicto permanente entre el carácter social de la producción, que involucra de
manera directa e indirecta a la inmensa mayoría de las personas en los procesos productivos, y
la apropiación privada y desigual de los resultados.
Tambien es posible encontrar una fuerte contradicción entre la producción entendida como
transformación de la naturaleza por el hombre, que en el modo capitalista de producción ha
convertido a la naturaleza en un objeto para maximizar las ganancias, frente a la necesidad de
preservar la naturaleza como aspecto central para cuidar la vida actual y futura de los seres
humanos. Los ~esultadostangibles de agotamiento, desaparición de seres vivos y fuerte
contaminación ambiental de bienes de consumo y medios provistos por la naturaleza nos
amenazan como especie y es una expresión de esta contradicción. La resolución de estos
conflictos y contradicciones entre la naturaleza y el sistema social de producción sólo sería
posible creando una práctica humana completamente nueva en la que nos reconozcamos en
unidad con la naturaleza.
Otra cuestión importante de la metodología empleada por Marx en sus análisis, es que las
ideas, los conceptos y las categorias se producen en condiciones históricas concretas,
reflejan el mundo en que se produce el conocimiento: nuevas realidades crean nuevos conceptos
y categorías que nos permiten entender la situación. El sujeto que genera el conocimiento no
estaría separado del objeto, del mundo en que se produce. Por ejemplo, la enorme expansión del
comercio, las inversiones y los movimientos financieros a casi todos los rincones del mundo
desde principio de los '80 dio lugar al concepto y contenido de la globalización. A su vez estas
nuevas categorias y conceptos modificaron las conductas de los distintos actores económicos
(corporaciones, gobiernos, organismos internacionales, etc.) buscando adaptarse y beneficiarse
de la nueva realidad, con lo cual Marx deduce que las ideas, los conceptos y categorías también
ayudarían a estructurar la sociedad. Aun más, si el pensamiento como reflejo de la realidad es
sometido a un análisis crítico, entonces es posible crear nuevos conceptos y categorias en la
perspectiva de cambiar la sociedad. El objeto es estructurado por el sujeto. En síntesis, se trata
de interrogarse acerca de qué es lo que produce las ideas y qué es lo que las ideas ayudan a
producir.
En vista de lo anterior, Marx abordará de manera crítica la ley natural de la población de
Malthus y el pensamiento de Ricardo. El autor encuentra una relación estrecha entre la
acumulación d e capital y la expansión de la fuerza d e trabajo; entre la llamada ley natural
de la población y la ley de la producción capitalista.
Una categoría central que genera e incorpora en su pensamiento y que permite entender
esta relación es la pl~svalia'~ o plusvalor que se expresa en los beneficios, los intereses, las
rentas. Como este es un proceso continuo y permanente en el sistema, en la búsqueda de
mantener y aumentar las ganancias, rentas e intereses; entonces para lograrlo se necesita
expandir la acumulación y por lo tanto el número de trabajadores, suponiendo que no varían ni los
salarios ni la tecnología.
Siguiendo con este planteo, si se da una nueva tecnología de producción aplicada
aumentaría la productividad de los trabajadores y, por consiguiente, las ganancias y la'
acumulación. En el caso de una suba de salarios es probable que los beneficios y la acumulación
disminuyan, lo que impactaria en una menor contratación de trabajadores. En tanto, se da una
competencia entre los trabajadores que forman parte de la oferta de trabajo desocupada, por
conseguir empleo. Dicha competencia impactaría como una baja en los salarios y, por tanto, un
aumento de la acumulación. De este modo, el excedente de población relativo y el ejercito
industrial d e reserva13 disponible ejerce presión en el mercado de trabajo, impidiendo el

'' Plusvalor puede entenderse como trabajo "no pagado". Suponiendo que a los trabajadores se les paga un salario que
sólo alcanza para su subsistencia ampliada, y que este monto es equivalente a una fracción (3 horas) del total de horas
que trabaja (8 horas); entonces hay una parte (5 horas1que trabaja de manera gratuita.
Ejercito industrial de reserva se entiende como la población trabajadora fluctuante q u e varia en función de las cisis
o etapas de crecimiento de la Economía- entrando y saliendo a los puestos de trabajo. En términos estadísticos se
aproximaría a lo medido actualmente por las encuestas como desocupados y subocupados (Encuesta Permanente de
Hogares, INDECL
aumento.de los salarios y la caída de los beneficios -el excedente de población regula la oferta y
demanda de trabajadores-. Entonces es probable que una alta tasa de acumulación estimule el
aumento de la población frente al mecanismo descripto, pero este proceso no se plantea como
automático.
A diferencia de Malthus, quien centra su atención en e¡ concepto de superpoblación, Marx
sustituye este concepto por el de excedente de población relativo y se enfoca en la pobreza y la
explotación que es inherente al sistema capitalista, por la cual se genera por la
acumulación de capital, al margen de que la población aumente. Considera que es una cuestión
inherente e históricamente especifica, como la plusvalía y el ejército industrial de reserva, por
tanto es posible eliminar la pobreza y explotación al cambiar el sistema.

3.2 Consecuencias metodológicas

De los párrafos anteriores podemos observar que cada autor utiliza un método particular
que considera adecuado para el análisis de su objeto de estudio: el empirismo en Malthus, los
modelos económicos basados en análisis abstractos en Ricardo, y el materialismo dialéctico en
Marx. Cada uno de estos métodos empleados ha dado como resultado perspectivas y
conclusiones distintas en relación al problema planteado: la relación entre la población y los
recursos.
La primera observación es que ninguno de los métodos empleados puede ser catalogado
como erróneo, ilegítimo, subjetivo o no científico. Con Malthus nos informamos de lo existente, lo
que es, partiendo de las categorias disponibles y sin apartarnos del statu quo. De Ricardo se
obtienen prescripciones acerca de lo que "debería ser", a partir de categorias abstractas que se
aplican a una realidad cambiante. En Marx se explica el cambio como una necesidad generada
internamente, que afecta las categorías existentes así como la realidad material.
Como mencionamos anteriormente estos métodos no se excluyen entre sí, ya que son
adecuados para los objetos y perspectivas de cada uno de los autores; cada uno expresa una
posición ideológica, lo que nos permite llegar a una segunda observación en la cual el método
utilizado y el resultado al que se llega, están estrechamente relacionados.
Como tercera observación decimos que, si las cuestiones ideológicas pueden ser
encontradas en cada autor, entonces la hipótesis de la neutralidad ideológica o neutralidad
ética para juzgar la validez, la pertinencia y la legitimidad de la investigación científica es, en sí
misma, una afirmación ideológica y puede convertirse en un obstáculo para el avance del
conocimiento: "Estamos, sin embargo, obligados a admitir que la investigación científica se
produce en un ámbito social, expresa ideas sociales y transmite significados sociales" (Harvey,
2007:53).
Afirmar que todas las perspectivas que nos informan de un problema son ideológicas no
significa que los resultados de las investigaciones dependen de la opinión subjetiva del autor y
que, por tanto, nos alejarían de esa búsqueda de la verdad que tanto esfuerzo cuesta a los seres
humanos: ésta constituye la cuarta observación.

Como resultado de las distintas perspectivas, en relación a la cuestión población-recursos,


se producen las diferentes medidas de política d e los gobiernos, que guardan coherencia con
las teorías elaboradas. Los conceptos de necesidades, recursos y escasez adquieren
importancia para abordar la cuestión antes planteada. Sus definiciones tienen un carácter
histórico-cultural y tambien aluden a la naturaleza como referencia: naturaleza y cultura componen
el concepto de ecologia.

Las necesidades, entendidas como carencias, y sus satisfactores tienen especificidad:


surgen en contextos sociales y momentos determinados. En los recursos disponibles tambien es
posible encontrar un puente entre la naturaleza como proveedora y la actividad específica de los
hombres que la transforma en cosa útil, valiéndose de los conocimientos, medios y preferencias
del contexto social y cultural.
Sobre la escasez, la perspectiva es su carácter relativo en función de los fines a alcanzar;
ésta surge en parte de la naturaleza de las personas y muchas otras son creadas y administradas
por el sistema de producción e intercambio en que vivimos, y por lo tanto se vincula con el
contexto social y cultural en que se presentan. Así, de acuerdo a la manera en que se
conceptualicen los recursos, la población y la naturaleza, se seguirán políticas diferenciadas con
beneficiarios y perjudicados. Por ejemplo, si se acepta que hay superpoblación mundial, entonces
nos preguntamos: ¿dónde sobran las personas, quiénes son las prescindibles?

De lo anterior señalamos que podemos entender que las ideas, los argumentos, los
conceptos y las categorías son parte de las relaciones sociales, en tanto tienen impacto en
individuos, grupos, sociedades y en la supervivencia de la humanidad a través de las medidas
adoptadas frente a problemas concretos. Esto también abona el argumento de la no neutralidad
ética o ideológica.

Traemos al debate la propuesta de construir una Economía como ciencia social crítica,
alternativa a la Economia ortodoxa de raíz neoclásica. Esta propuesta responde al planteo de
Ricardo J. Gómez, quien plantea un marco teórico para el análisis, compuesto por un marco
normativo que contenga presupuestos ontológicos, epistemológicos y, especialmente, éticos,
l..,

lo que establece una diferencia abismal entre nuestra propuesta y la usualmente aceptada por la
ortodoxia" (2003: 1851. El contenido ético, en palabras del autor, es el aspecto más importante
en la construcción de una Economía como ciencia social crítica, señalando que este contenido, al
formar parte del marco teórico; orientara el objeto de estudio y los componentes (ecuaciones y
leyes) del modelo formal o teoría. ~ ó m e z a g r e ~que
a los supuestos éticos del neoliberalismo no
consideran a la pobreza y a la desocupación como problemas reales a resolver y que plantearlos
como objeto de estudio económico constituye una postura valorativa y "...requiere de un marco
normativo con supuestos éticos diametralmente distintos, aunque usualmente ello im~liauela
necesidad de cambiar también los supuestos ontológicos y e~isternol~~icos" (~ome;, 2003:
185).

Una ciencia social critica es especialmente positiva en su construcción: "propone una


concepción nueva de la Economía como ciencia y en ella adopta supuestos normativos que son
consistentes con una fuerte actitud critica respecto de la sociedad y las políticas vigentes en ella
y que son los propios de una ética critica". De lo anterior deriva una importante consecuencia
epistemológica: "... la Economía, en tanto ciencia, no es valorativamente neutra, pues está
conformada desde el vamos por un conjunto de supuestos normativos (que asumen valores y que
en tanto supuestos son adoptados como valorativamente prioritarios) con fuerte rol constitutivo"
(Gomez, 2003: 186).
I"
@ / Actividades
Comprendiendo el texto de Harwey
La siguiente actividad propone la sistematización de la guía de estudio y el texto obligatorio
de David Harvey. A partir del ejercicio, logrará una mayor comprerisión del tema haciendo énfasis
en las cuestiones centrales del tema desarrollado.

Realice una sistematización de cada autor en el siguiente cuadro, considerando los puntos
indicados:

Problema central en el

autor para abordar el

1 I I I
1 Resumen
En síntesis: citamos un texto del filósofo alemán Theodor Adorno:

"...en tanto que, por un lado, los pretendidos intereses científicos no son sino
canalizaciones y en cierto modo neutralizaciones de intereses extracientíficos que
penetran en la ciencia en versión atenuada, el instrumental científico que proporciona
el canon de 10 que debe considerarse como científico no deja de ser instrumental de
un modo inimaginable para la propia razón instrrimental: un medio para responder a
preguntas cuyo origen queda fuera del alcance de la ciencia y que, en realidad, van
más allá de ella. En la medida en que la racional.;dad medio-fin de la ciencia ignora el
telos implicado en el concepto de instrumentalismo y se convierte en fin único y
exclusivo, contradice su propia instrumentalidad. Esto es, precisamente, lo que la
sociedad exige de la ciencia" (Adorno et. al., 1973: 28-29).

/
Bibliografía
Obligatoria
Bibliografía obligatoria
Harwey, David (2007)Espacios del capital. Hacia una geografía crítica. Primera parte, item
3: La población, los recursos y la ideología de la ciencia, Ed, Akal, Madrid
raducció n de
JAIM E H ERR ERA ROJAS
ECONOMÍA, ECOLOGÍA,
: ouARDO L. SuAREZ :t
t Y ÉTICA
Ensayos hacia una economía
! en estado estacionario
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HERMANE. DALY
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MÉXICO

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INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA EN ESTADO
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Los PARADIGMAS DE LA ECONOMÍA POL!TICA

EsTE libro forma parte de un cambio de paradigma que ha surgido en la ~


economía política. Sobre los términos paradigma y cambio de paradigma me
remito al profundo trabajo de Thomas S. ~ . La estructura de las revolucio- ~
nes científicas, 1 en que el autor explora los caminos por los que se establecen y ~
se modifican patrones enteros de pensamiento -una especie de Gestalt a la que
llama paradigma. Kuhn sostiene que los cambios de paradigma -cambios ~
revolucionarios, a veces discontinuos, en los puntos de vista y las ideas precon- ~
cebidas de la ciencia tácitamente compartidos- son parte integral del pensa-
~
JEiento científic;o. Constituyen el complemento necesario de la ciencia normal,
que Kuhn define como la edificación cumulativa cotidiana sobre el pasado, la ~
1

solución de problemas y el refinamiento de modelos que se ajustan al paradig- ~


ma compartido por todos los científicos de cierta disciplina. En efecto, a los
estudiantes de la ciencia se les enseña a aceptar el paradigma prevaleciente a fin ~
de que su trabajo encaje en los mismos esquemas, reglas y normas, asegurando ~
así la edificación cumulativa del conocimien¡o.
Del mismo modo que no percibimos las lentes de nuestros anteojos hasta que
nos cuesta trabajo ver bien, no tenemos conciencia de los paradigmas hasta que
al una anom ía em aña la claridad del pensamiento científico. Aun frente a
hechos que parecen no concor r con os para igmas, éstos no se abandonan
fácilmente. Si así fuera, faltarían la cohesión y la coherencia necesarias para
formar una comunidad científica. Después de todo, la mavoría de las anomalías
se resuelve en el marco del paradigma; así tiene que ser, pues de otra forma éste
no merecería la lealtad de los oentíficos. Abandonar un paradigma por otro es
cambiar por completo los cimientos de la comunidad intelectual de los científi-
os de una disciplina determinada, razón por la cual Kuhn califica tales cam-
ios de revoluciones científicas. AJ ser discontinuo con el paradigma precedente,
n paradigma nuevo debe contar con sus propios criterios para justificarse, ya
Que es mu r ble ue muchas de las preguntas que se pueden formular y
muchas de las respuestas que se pueden ha lar estén ausentes en el paradigma
anterior. Ciertamente, incluso un debate lógico entre los seguidores de diferen-
\
• Parte de la introducción se publicó originalmeme en John Harte y·Roben H. Socolow (eds.),
The Patient Earth, Holt, Rinehart and Winswn . Jnc, 1971. Se adaptó y reimprimió con el permiso
de los edi t0res.
1 Thomas S. Kuhn , La estructura de las revoluciones científicas, México, Fondo de Cultura

Económica, 1971 .
11
INTRODUCC IÓN INTRODUCCIÓN 15

radigrrn1s tiene un alca nce muy lim itado, ya....qne 11nos y o u os p ued en no metales si n otro uso q ue acuñar mo neda, o a fabr icar bienes para intercambiar-
incidir sobre lo q,uc es un pro~~ª y lo que es un a solución . los <:on otras naciones po r tal meta l de utilida d mínima. Además, mantener un
hisLoria de la ciencia ofrece numerosos ejemplos de anomalías que genera- superávit en la balan za. comercial exigía que los p recios d e los b ienes expo rta·
ron nuevos paradigmas al poner en crisis a los anteriores. ¿Debemos considerar dos fueran bajos en los mercados competitivos, lo que se traduda en sa larios
la Tierra o el Sol como el centro de nuestro cosmos? ¿Una piedra que oscila bajos para los trabajadores nacionales, ya que el ti-abajo representaba la part
atada a una cuerda representa una caída obligada o un movÍmiento pendular? principal del costo de producción. Una de las formas de ma nten er deprimido
¿Las especies son inalterables o evolucionan lentamente? En la economía políti- los salarios consistía en asegurar una oferta elevada de trabaj adores. E l res ulta- \
ca surgen problemas que pueden requerir algo más de lo que ofrece la solución do anómalo era que para que una nación mercantilista fu ese "rica" neces itaba
corriente de los mismos. ¿Hemos de concebir el crecimiento económico como una gran cantidad de trabajadores pobres.
un proceso normal permanente de una economía sana o como el paso transito- r.:os fisiócratas de la Francia de mediados del siglo xvm -los p rimeros eco no:
rio de un estado estacionario a otro? ¿Debemos tomar la corriente de ingresos o
el acervo de riqueza como la magnitud más directamente responsable de satisfa-
1 -mistas teóricos- trataron de explicar la economía con la ley natura l y consid"-
r aban la agricultura y la Madre Tierra como la fuente de todo el valor neto.
cer las necesidades humanas? ¿Habremos de concebir la tierra, el trabajo y el
capital cada uno como un elemento productivo en lo individual y penshl en
función de tres fuentes de valor, o habremos de concebir el trabajo como el úni-
1 reproducción de las plantas y los animales proporcionó el paradigma con Qu
entendía cualquier aumento de la riqueza. El dinero era estéril; la id~a d e qu
éste se "reproducía" mediante los intereses se rechazó porque no se ajustaba al
co factor productivo, la única fuente de valor, y descubrir que la tierra y el
ca pital enriquecen la productividad del trabajo?
Hasta cierto punto todo depende de cómo se quiera mirar la cuestión. Sin
1 paradigma. Pero la anomalía de los intereses no desapareció, y el proceso d
atribuir todo el valor neto a la tierra se volvió muy complejo.
Los economistas clásicos, testigos de los problemas del mercantilismo y de los
embargo, es mucho más lo que ahí está involucrado: ¿qué punto de vista es más
sencillo o más atractivo estéticamente? ¿Cuál elimina las anomalías más moles-
tas intelectual o socialmente? ¿Cuál sugiere los problemas más imeresantes y
1 comienzos de la Revolución Industrial, consideraron el trabajo ' como la fu ent
de la rig ue~ . y§ división del trab4jo y el mejoramiento del "estado del J2.[0gre-
so" como el origen de Ja productividad. Su preocupación principal era d esc u-
fructíferos para la investigación futúra? Estas clase~de criterios no se pueden -brir cómo se distribuía el producto del trabajo entre las clases sociales qu
reducir a diferencias lógicas o factuales. Entrañan una Gestalt, un elemento de l contiibuían a generarlo. Adam Smith creía que una "mano invisible" - 1
fe, valores, un compromiso personal. competencia- controlaría la economía y que cierto orden natural evitaría qu
Kuhn, en el libro citado, y Arthur Koestler, en The Sleepwalkers, 2 han demos- los sujetos individuales se explotaran entre sí, de tal manera que el interés·
trado de manera brillante que los cambios revolucionarios de los para.d igmas, particular resultaba provechoso para el bien social. Los economistas clásicos
tanto grandes como pequeños, son histórica y lógicamente descriptivos en el pensaban que a ·1argo piaro, el crecimiento y los rendimientos decrecientes
caso de las ciencias físicas: Arthur Koestler lo demuestra también en su The acabarían por canalizar todo el excedente económico en forma de renta, lo qu
5
Sleepwalkers y Michael Polanyi, en su admirable libro Personal Knowledge, reduciría a cero la ganancia y pondría fin al creCiniiento económico.ºSin embar-
sostiene un punto de vista semejante. Los tres autores se centran en la ciencia go, lo anómalo de la economíª clásicá no radicaba en sus implicaciones a largo
física; Koestler lo hace de modo especial en la astronomía. Pero las revoluciones plazo, sino en la miseria que reinaba entre la clase trabajadora, lo que demostra-
científicas caracterizan a todas las ciencias, incluida la economía política. Con- ba que la "mano invisible" no podía impedir de manera efectiva la explotación.
siderando que los valores c~nstituyen una parte muy significativa de las Geñ= Carlos Ma f en buen medida un economista clásico, en tanto que consi-
oas soaa es y a emas m uyen en la ace ración o el rechazo de los aradi , deró el trabajo cd mo el origen del pr ucto económico neto. Sólo que en lugar
tales cambios pue en ser aun más característicos de las ciencias sociales. ~ de concebir un conjunto de individuos aislados que actuaban en armonía na tural
- r::a líísioria del pensamiento económico evoca múltiples cambios de esa clase. y en cooperación a corto plazo entre tres clases sociaies -terratenientes, obreros
Eñ" · di ma mercantilista del Renacimiento, la riqueza significaba meta- y capitalistas-, Marx veía dos clases en conflicto cotidiano: los due~os de los
medios de producción y los no propietarios. de éstos. Los primeros se: apropia·

l
les preaosos, un tesoro converu e aci1mente en ejércitos y poder nacional. La
riqueza se lograba mediante la posesión de minas y con un saldo favorable de la ban el producto neto del trabajo y pagaban. al obrero solamente su costo d
balanza de comercio internacional. Este paradigma significaba que para obte- reproducción. La competencia individual continuaría existiendo dentro de ca-
ner riqueza era preciso dedicar la fuerza de trabajo de una nación a extraer da clase; pero la idea esencial de la economía marxista era la explotación entre
las clases, que según Marx conduciría a la revolución. Los primeros economis-
2 Arthur Koestler, The Slupwalltns, Nueva York, Macmillan, 1968.
' Mi<:hael Polanyi, Personal Knowledge, Nueva York, Harper and Row, 1964.
tas clásicos se limitaron a reconocer la posibilidad de que a la·farga surgirían
i
+
14 INTRODUCCIÓN 1 INTRODUCCIÓN 15
-1
·1
conflictos de clase; Marx, en cambio, lo subrayó como un factor económico \ En cuanto al desempleo, la inversión es al mismo úempo un remedio para la enferm e-
central. Tal énfasis consútuyó un cambio de paradigma.
Los economistas neoclásicos cambiaron de nuevo el aradigma hacia el ato-
mismo, si .bien a acerlo introdujeron en el proceso un__E.Dálisis__de la competen-
1
¡
i
dad y causa de mayores males futuros .4

Así .e,y.es. el crecimiento continuo tanto de la rapacidad (acervo) como del 1


cia imperfecta. Sin embargo, el cambio más importante fue que concibieron el
~~E!:~o~~~j~) "~;~!"; ::~~~e~~~ ,:::~~~~ ·e~ ~m-~:ible~5 Considerand:~~:
valor neto como el resultado de la satisfacción de necesidades síquicas y no -1 estómagos finitos, las vidas finitas y la clase de hombre que no sólo de pan vive,
.como el producto del trabajo. Q__origen del valor era ~etivo. !29 objetivo. No
se centraron en la.distribución entre las clases, sino en la eficiencia de la asigna-
ción de recursos: ¿cómo podía una sociedad satisfacer la maY,or cantidad de
t el crecimiento se toma indeseable mucho antes de que se vuelva imposible. No
obstante, el supuesto tácito y a veces explícito de la manía del crecimiento
necesidades partiendo de -recursos escasos, considerando una determinada distri-
bución de la riqueza y los ingresos entre los individuos y las clases sociales? La
l1 keynesiano-neoclásico es que las necesidades totales son infinitas y que se deben
satisfacer tratando de lograr que · la producción total sea infinita, y que la
competencia pura proporcionaba la asignación óptima . tecnología es un omnipotente deu.s ex machina que nos resolverá cualquier
Al observar los problemas económicos de los años treinta, John Maynard problema inducido por ·el crecimiento.
Keynes no pudo aceptar la anomalía que significaba la enorme cantidad de Calificar de cambios de paradigma las ideas y los cambios resultantes que se
recursos que no se usaban y que supuestamente estaban asignados en forma han esbozado es emplear con cierta licencia el término de Kuhn: poética. En las
- -- - - -- - licó el '
óptima. Más que se emplearan de manera "óptima ", su preocupación era que se
dejaran de utilizar. Las economías clásica y.neoclásica, entre cuyas premisas se ismas] cosas s_e oerciben de man era
contaba la Ley de Say, requerían que el desempleo se considerara como una c!fstinta, pero Iafealidad social se transforma más rápidamente. Esto, sin em -

labenación; sin embargo la realidad social insistía en que aquél era un proble- bargo, es una razón adicional para que en las ciencias sociales revisemos con
ma central. Kj'.ynes cambió en consecuencia el p unto de yista teórico del pr-o- reg_ularidad la gradación de nuestros lentes.

~
ble - La ideología, la apología ética y la crítica ética también dan origen a cambios
La actuaLsíntesis keynesiana-neoclásica trata de lograr el pleno emP.leo ma- de paradigma enJas ciencias sociales. Según Marx, el objetivo no sólo con ·
<;[S?e~onómico y la asignación microeconómica óptima de los recursos . El sum- n interpretar el mundo sino en transformarlo, tenía razón . Aun si quisiéra-
rhum bonum que se debe llevar al máximo ya no es la satisfacción de las mos ser neutrales, "libres de valores" , no podríamos serlo, porque el paradigma
necesidades síquicas, que no se puede medir, sino el producto anual real total, con que la gente trata de comprender su sociedad es en sí mismo uno de los
el producto nacional bruto (PNB), que es un índice de valor del flujo cuantitativo rasgos determinantes fundamentales del sistema social. Nadie niega que la
de la producción anual. LadlStribución pasa a segundo plano; la meta ahora istinción entre "es" y "debería ser" es una regla elemental de un pensamiento

~
c¿onsiste en hacer el pastel más grande, de tal modo que todos reciban una tajada laro . Decir lo primero cuando deberíamos decir lo segundo es dar por cierto un

m as grande, pero sin que cambien las proporciones . Tanto el pleno empleo ejismo. Decir "debería ser" en lugar de "es" (o jamás decir "debería ser") es
tomo la asignación eficiente de los recursos sirven para .incrementar el creci- cer la apología del status quo. P ~ro estas distinciones se producen en la ment
miento del PNB real. A la inversa, y quizá más importante, el aumento del PNB es - p~sador individual; no constituyen líneas adecuadas para la división del
necesario para sostener el pleno empleo. En una de las primeras aportaciones
• Evesy Domar, "Expansion.and Employment" , en American Economic Reuiew, marzo de 1917 ,
importantes a la teoría dél crecimlento, Evsey Domar lo expresó mu y bien:
pp . . 31-55.
5 Por supuesto, éste es un axioma físico . Si una "cantidad" no posee dimensiones físi cas, sus
economía se encuentra en un grave dilema: si hoy no se realiza una inversión

~
La límites no son físicos, por lo que el "ingreso síquico" o bienestar se puede incrementar ilimitada -
~ficie~ te,
habrá desempleo; pero si hoy se invierte lo bastante, mañana se necesitará mente. No obstante,' el acervo físico que produce servicios que satisfacen necesidades,'y los flu jos
un mas. físicos que mantienen el acervo , son limitados. ¿Qué hay en cuanto al PNB? Si elegimos medirlo de
tal forma que refleje la satisfacción de todas las .necesidades, es ¡;le suponer entonces que p odría
Es caracterísúca notable de la economía capitalista que, si bien en general el incrementarse sin límite. Sin embargo, ésta no es la manera en que estimamos en el presente el PNB.
desempleo es función de la diferencia en ere el ingreso real que genera y su capacidad Les precios (valores de cambio) y las cantidades constituyen el fundamento del PNB. Los precios no
de producción, Ja mayor parte de las medidas (esto es, la inversión) dirigidas a elevar guardan ninguna relación con la utilidad total o la satisfacción de las necesidades. Quizá en el
el ingreso nacional incrementan también la capacidad productiva. Es muy p!"obable pasado la cantidad tuvo una relación directa con el bienestar. Es muy discutible que es to suceda
todavía en los países ricos. Pero de cualquier manera, las cantidades están limitadas por considera·
que el aumento del ingreso nacional sea superior al de la capacidad, pero el problema ciones físicas. Aun las cantidades de "servicios prestados" tienen cierta dimensión física irredu cible.
consiste en que el aumento del ingreso es transitorio y por exúnguirse (el usual efecto Siempre es alguna cosa la que suministra un servicio, por ejemplo , una máquina o un a perso na
multiplicador), mientras que la capacidad se habrá incrementado permanentemente. especializada.
I NTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 17

unlrnjo t• n111· lm lndivid 110:>, y a un menQS en tre las pro fesiones . Los intentos de aceptar los rayos x como una simple adición al conocimiento, debido a que sus
paradigmas no fueron afectados por la existencia de la nueva radiación. Pero, para
dividir 1· 1 ¡ w n ~ mnit nlo de esta manera contribuyen poderosamente a Ja esqui -
hombres como Kelvin, Crookes y Roentgen, cuyas ii_:¡vesúgaciones trataban de la
1,oírrnia de la era moderna . teoría de la radiación o de los tubos de rayos catódicos, la aparición de los rayos x
Kuhn huce no ta r que los ca mbios en Jos paradigmas por Jo general son violó, necesariamente, un paradigma, creando otro. Es por eso que dichos rayos s
producidos por los jóvenes o por personas nuevas en una disciplina, relatin- - pudieron descubrir sólo porque algo no iba bien en la investigación normal. 7
(:mente libres de los co nceptos preestablecidos. En consecuencia, encontramos
~
que el pensa miento so bre una economía en estado estacionario ha sido recibido Una economía en estado esta · ~ corresponde bien al
con mayor avidez entre los físicos y los biólogos que entre los economistas, y física y Ja biología: la Tierra se aproxima a un sistema abierto en estado ESTA·
entre los economis tas más bien jóvenes. El programa de la Asociación Nortea- BLE, abierto como lo haCT:n los organismos. ¿Porqué no también nuestra econo-
mericana para el Avance de la Ciencia, surgido de sus reuniones de 1971 , eviden- ~ I menos en sus dimensiones físicas de cuerpos y artefactos? El eco-
cia el interés que muestran las ciencias físicas y de la vida por la cuestión del nomista olvidó hace mucho tiempo las dimensiones físicas y centró su atención
crecimiento en oposición a un estado estacionario. Considérese el siguiente en el valor. Pero que la riqueza se mida en unidades de valor no anula sus
informe: dimensiones físicas. Los economistas pueden seguir llevando al máximo el
valor, y éste bien podría crecer indefinidamente, pero la masa física a que es
Otra forma de interpretar el contenido de la reúnión de la Asociación es describir los inherente al estacionario valor se debe conformar a un estado y las restricciones
principales
. temas que surgieron una y otra vez. . . Este año se presentaron tres
~
tópicos
de la constancia física al crecimiento del valor serán severas y se tienen qu
de diversos contextos y formas , que buscan respuestas a:
respetar.
¿Cómo vivir en una Tierra fin ita?
¿Cómo vivir una buena vida en una Tierra finita? Quizá esto explique porqué muchos de los ensayos incluidos en este volu -
¿Cómo vivir una buena vida en una Tierra finita en paz y sin desajustes destruc- men sobre economía política los escribieran físicos y biólogos. Pero para no ser
tivos?6 injusto con mi propia profesión, debo reconocer que algunos economistas des-
tacados, sobre todo- Kenneth Boulding y Nicholas Georgescu-Roegen,_ han
En dicho informe se enumeran las sesiones en que aparecen -estos temas, aportado mucho a la reorientación del pensamiento económico por caminos
incluyendo el discurso inaugural del presidente de la Asociación. más congruentes con un mundo físico finito. Ya es hora deque la profesión siga
Al mismo tiempo, la American Economic Association (AEA) celebraba su su ejemplo. 8
reunión anual en Nueva Orleans, donde, a juzgar por el contenido detallado del
programa, ni siquiera se incluyó en el temario alguna de las preguntas anterio- FINES. MEDIOS Y ECONOMÍA
res. Sin embargo, se podría pensar que la pregunta: "¿Cómo vivir una buena
vida en una. Tierra finita?" correspondería más- a: los economistas que a los La química ha superado a la alquimia, y la astronomía ha surgido de la crisáli-
físicos o los biólogos. ¿Por qué tan marcada discrepancia? ¿Es que los econo- da de la astrología, pero la ciencia moral de la economía política ha degenerado
mistas se ocupan de cosas más importantes? No creo que sea así; lo que sucede en el juego amoral de la economía prudente: La economía política se ocupaba
es simplemente que los economistas tienen que experimentar Un cambio revo- de la escasez y la resolución de los conflictos sociales engendrados por la misma.
lucionario de paradigma y sacrifiqi.r Jos enormes intereses creados de índole La economía prudente trata de resolver el conflicto social aboliendo la escasez
intelectual (¿y material?) en sus teorías y políticas de crecimiento perpetuo de -prometiendo más cosas para más personas, con menos para ninguno, por
. JOs últimos 30 años, antes de que -puedan enfrentarse verdaderam_e nte a estos siempre jamás-, todo esto garantizado por la sorprendente ·gracia del interés
problemas. A diferencia del economista; el físico tiene la . ventaja de estar con- compuesto. No se considera prudente recordar, junto con John Ruskin:
vencido en . sus entrañas de que el mundo es un sistema finito, abierto , en
equilibrio, casi en un estado estacionario y no ha invertido su tiempo y energía _ El hecho notable, palpable e inevicable (la raíz y la regla de toda la economía) de filie
\ en modelos de crecimiento económico. . . lo que una pei:sona tiene, la otra no lo puede poseer; y que cada átomo de sustancia, d;
Como lo señala Kuhn: cualquier tipo, usada o consumida, es la misma cantidad de vida humana gastada;

Las revoluciones cienúficas ... sólo necesitan parecer revolucionarias a aquellos cu- 7 Thomas S. Kuhn, op. cit., p. 150.
yos paradigmas sean afectados por ellas ... los astrónomos, por ejemplo, podían 1
El gran prestigio profesional de Boulding y Georgescu-Roegen se sustenta en sus numerosas \
aportaciones en el marco del paradigma ortodoxo. Sus uabajos al margen del paradigma tal vez han
• Scit:"nce, 19 de noviembre de 1971, pp. 847-848. reducido más que acrecentado su prestigio académico.
18 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 19

que si es producto de salvar la vida actual o de ganar más, vale la pena, ¡x:ro si no es .. Píos de la máquina de vapor. Lo¿ principios y la élica .de la comunidad humanan
ninguna .de ·1as dos , es vida evitada o muerta.9 deben contravenir los de la termodinámica. 1s
_ · ;·

O como lo dijo Ruskin de manera más sucinta en el mismo texto: "No hay La falta de respetó Pc>r lb~ principios de la ~áquina de vapor también suby
más riqueza que la vida." · . . ce al me'n saje esencial df>l r~ri influyente L;,,u 5carcity and &rowth , de Harold
Una ecÓnomía prudente tampoco debe.'tomar en serio ia demostración mu- Bamett y Chandler Morse. Se nos dice que "la naturaleza nos impone escaseces
cho más convincente de la misma idea que formula Georgescu-Roegen, quien particular.es, no una escasez . general ineludible", y se nos pide creer que:
nos ha hecho percatarnos de que:
-los progresos de la cienéia fundamental han hecho posible aprovecharse de la unifor·
1
El máximo de camidad de vida requiere la tasa mínima de agotamiento de los recur- midad de la materia-energía , uniformidad que hace factible , sin un límite predeterm i-
sos naturales. Al usar éstos con demasiada rapidez, el hombre desperdicia esa parte de nado, escapar de las limitaciones cuantitativas impuestas por el carácter de la conez.a
energía solar que seguirá llegando a la Tierra mucho después. de que aquél haya ··terrestre ... La ciencia, al homogeneizar la base de 'los recursos, elimina las reslricci o -
~~~- . . nes ·que antaño . se pensaba residían en una falta ·de ·homogeneidad . En un mund
Y todo lo que el hombre ha hecho en los últimos 200 años lo coloca en la posición neoricardiano, parece ·ser, ·los recursos paniculares con que se comienza cada vez más
de un fantástico derrochador. No hay duda alguna al respecto: todo uso de los recur- tienen menos importancia . La reserva de ciertos recursos para su uso posterior , en
sos naturales para satisfaEer necesidades no vitales significa una menor cantidad de .consecuencia, quizá contribuya poco al bienestar .de las generaciones futuras . 11
vida en el futuro. Si comprendemos bien el problema, ·el mejor uso ·de nuestros
recursos de hierro es producir rastrillos y arados conforme se necesiten, no automóvi- Por desgracia para la prudente economía· del crecimiento , no es la uniform i-
les Rolls Royce, ni siquiera · tractores agrícolas. 10 ~ dad de la materia-energía Jo que conforma su utilidad, sino precisamente 1
contrario. Si todos los materiales y toda la energía se distribuyesen de maner
ES revelador que la brillante contribución de Georgescu-Roegen ni siquiera uniforme en un equilibrio termodinámico , la "base de recursos homogén eos"
se mencione en el estudio que elaboró el ]oumal of Economic. Literature ·en· resultante no sería un recurso en absoluto. Es la no uniformidad -las diferen -
1976 sobre la bibliografía de la economí~ ambiental. El primer enunciado de di- cias en conc-entración y temperatura- la que da cuenta de Ja utiltdad . El mer
cho estudio ilustra a la perfección Ja arrogancia frente al medio ambiente de la hecho de que toda la materia-energía en última instancia pueda consistir en lo s
economía del crecimiento: "Tal vez el hombre siempre se ha preocupado de su mismos bloques básicos de construcción es de poca importancia si en el fond
ambiente porque hace tiem o de endió or completo de él" (las cursivas son lo que es escaso es el potencial para ordenar esos bloq.ues, según se afirma en la
mías ). 11 En contra e tal afirmación, nuestra <lepen enc1a e medio es hoy en día ley de la entropía. Tan sólo el demonio distribuidor de Maxwell 15 podía con -
LOtal , y son abrumadores los indicios que indican que lo seguirá siendo. Con vertir en un recurso una sopa tibia de electrones, protones, neutrones y quarks. )
todo, Roben Solow sugiere que, gracias a la posibilidad de sustituir los recur- la ley de la enl.l'opía dice que el demonio de Maxwell no existe. En otr
Süs naturales por otros elementos, no sólo es concebible sino probable que ''.el palabras, la naturaleza sí impone una A'escasez general ineludible" y es un
mundo , en .efecto, se las pueda arreglar sin recursos naturales". 12 A la .luz de grave ilusión pensar lo contrario. .
dichas aseveraciones salta a la vista que nunca será un exceso reiterar que, en Las diferenóas de punto de vista citadas árriba apenas pueden ser más fund a-
palabras de . Frederick Soddy, mentales. Por tanto, parece necesario comenzar desde el principio si hemos d"

La vida deriva el todo de su energía o fuerza físicas , no de algo autocontenido en la


13
Frederick Soddy, Cartesian Economics: The Bearing of Physical Science u pon State Steward"·
ship, Londres, Hendersons, 1922, p. 9.
materia viva, y aún menos de una deidad externa, sino sólo c:I.el.munq~inanimado. 1< Harold Barnett y Chandler Morse, Scarcity and Growth: The Economics aj Natural Reso1J rcr
Para todas sus necesidades depende de su permanencia física, sobre todo de los princi- Availability , Resources for the Future. Baltimore, Johns Hopkins Universiiy Press. 1963, p. 11.
15 Imagínese a un demonio que abre y cierra la ventana de una separación que divide dos

9 J. Ruskin , Unto This Last: Four Essays on the First Principies of Political Economy , co_mp. volúmenes de gas de manera que permite que las moléculas rápidas vayan de derecha a izquierda v
Llovd]. Hubenka, Lincoln, University oí- Nebraska Press , 1967, p. 86 (publicado originalmente en las moléculas lentas vayan de izquierda a derecha, separando así las dos clases de moléculas. Si l o ~
1860). . . . compartimientos estaban en equilibrio (a 1emperatura igual ), entonces la acción de separación dt" I

Nicholas Georgescu-Roegen, The Entropy Law and the Economic Process, Cambridge, Mass. , demonio ocasionaría una elevación "espontánea" de la tempera111ra del compartimiento izquierdo
Harvard University Press, 1971 , p. 21. y una ~educción en el derecho. Esto concr.adiría la ley de la enuopía , según la cual es imposibl e el
11 A . C. Fisher y F. M. Peterson, "The Environment in Economics: A Suniey", en joumal of
movimiento espontáneo que rompa el .equilibrio. La dirección natural o '" cues1a abajo" 1iende li
Economic Literature , marzo de 1976, p. l. una mayor mezcla de las entidades; separarlas sería como ir cues1a arriba: se usaría energía en vci d
1• Roben Solow, "The Economics of Resources or the Resources of Economics' ', en A merícan liberarla. El diferencial de 1emperatura creado por el demonio proporcionaría una fueme de energln
EconomicReuiew , mayo de 1974, p. 11. continua, una es¡xcie de máquina de movimiento·perpe1uo, que,,, _Jntraria a las leyes de la.fisica.
INTROD 21
20 INTRODUCCIÓN

de manera alguna ser el fin de cualquier actividad humana. Cada categorí


suprimir de l todo la caprichosa y prudente economía de crecimiento y replan- intermedia del espectro constituye un fin con respecto a las categorías inferior
tear la tradiciona l eco nomía política de la escasez. Los libros de texto comunes y un medio con respecto a las superiores. Debajo del Fin Último tenemos una
durante largo tiempo han definido la economía como.Ja asignación de medios es- jerarquía de fines intermedios que en un cierto sentido son medios al se rvici
casos entre fines rivales; así pues, una reconsideración de los fines y lo~ medios del Fin Último. Los fines intermedios están ordenados con referencia a l Fin
proporcionaría un buen punto de partida. La excesiva dedicación al crecimien- último. El mero hecho de hablar de prioridades en las metas supone un primer
to de !'a economía moderna se explicará en términos de una visión incompleta lugar, un· principio ordenador, un Fin Último. Quizá no se. pueda definir mu y
del espectro total de los medios y los fines. Los argumentos de las dos principa- bien, pero desde el punto de vista lógico es preciso reconocer su ex istencia.
i
les tradiciones -"el de los medios escasos" y "el de los fines superiores rivales"- ~
Arriba de los medios últimos están los intermedios (acervos físicos ), que se
proporcionan el principio de organización básico de este volumen. pueden considerar como fines servidos directamente por el uso de los medios
En el sentido más amplio, el problema económico último de la huma nidad es últimos (el flujo entrópico de materia-energía el tramumo).
usar los medios últimos de manera racional al servicio del Fin Último. De esta A la izquierda de la línea del espectro se enumeran las disciplinas de eswdi
manera no es difícil comprender nuestra tendencia a dividir el único Y. abruma- tradiciona les que corresponden a cada segmento del espectro. La posición cen -
dor problema en múltiples subproblemas más pequeños, como se ilustra en la tral, intermedia, de la economía es mu y significativa. Al es tudiar só lo el seg-
gráfica 1.1. Éste es un buen procedimiento en tanto no olvidemos las demás

_<
mento medio, la economía no ha tratado con fines o medios últimos ni con
partes del espectro en nuestro afán de resolver el problema de un segmento. absolutos, que sólo se encuentran en los extremos, y ha supuesto erróneament
que las pluralidades, las relatividades y las posibilidades de sustitución de la
Religión parte media del espectro entre fines rivales y medios escasos representaban tod
Fin Último (?)
el espectro. Los límites absolutos están ausentes del paradigma de los economis-
Etica ~s porque lo absoluto se encuentra sólo en confron tación con los po los t'.iltim os
Fines intermedios del espectro, que han sido excluidos del campo de nuestra atención. Incluso 1
} (salud, educación , comodidad, etc.) ética y la técnica ocupan un lugar marginal ~ n la actividad profesional de los
economistas.
En los términos de es te diagrama , el crecimiento económico implica crear
cada vez más medios intermedios (aceryos) para satisfacer cada vez más fin es
Economía política intermedios. La economía ortodoxa del crecimiento, como hemos visto, reco no-
ce que ciertos recursos son limitados pero no que haya una escasez general d
todos los recursos en su conjunto. El. dogma ortodoxo es que la tecnología
siempre puede sustituir ilimitadamente los antiguos recurs_os por otros nuevos.
Medios intermedios . Los medios últimos no se consideran escasos y se argumenta que los interm e-
. } (acervos de artefactos, . fuerza de trabajo) i- dios son escasos sólo porque nuestra capacidad para transformar los medios
últimos todavía no ha evolucionado significativamente hacia su potencial ili-
Técnica mitado. Los economistas del crecimiento también reconocen que todo indivi-
!
duo puede satisfacer cualquier fin o necesidad intermedia. Empero, no cesan de
!• surgir nuevas necesidades (y tambié°: más gente), por lo que el conjunto de
Medios últimos
Física - - - - -... (materia-energía de baja entropía) todos los fines intermedios se torna insaciable o infinito en cantidad si no
GRAF1CA I.l. Espectro de fines y medios.
en intensidad. Los economistas del crecimiento conciben un crecimiento con -
tinuo de los medios intermedios (libre de cualquier escasez de medios últimos) a
fin de satisfacer cada vez más fines. intermedios (al margen de cualquier impo-
En la parte superior del espectro se encuentra el Fin Último -aquéllo intrín- sición del Fin Último). La suma de los medios infinitos más los fines infinitos
secamente bueno y que no deriva su bondad de alguna·relación instrumental se traduce en un crecimiento eterno.
con un bien superior. En la parte inferior están los medios últimos, la materia No obstante, si se consideran los últimos polos del espectro, se tiene una
útil del .mundo, la materia-energía de baja entropía .que sólo podemos consu- perspectiva muy diferente que conduce a la formulación de dos preguntas:
mir pero no crear ni reponer y cuya producción neta, en· consecuencia, no puede
INTRODUCCIÓN 2~
22 INTRODUCCIÓN

'(}) ¿cuáles son, con exactitud, ·nuestros medios últimos , y tienen éstos un límite la biofísica acerca del crecimiento económico o cualquier otro tema deben
que la tecnología no puede superar?;® ¿cuál es Ja naturaleza del Fin Último, y corresponder .a las· conclusio~es basadas en h~ moral. Una discrepanci~ indica
es tal que, más allá de cierto punto, Ja acumulación adicional de medios inter- una .compr.e sión fa1lida del mundo natural o i:in conjunto de valores distorsio-
medios (cuerpos y artefactos) no sólo deja de servir al Fin Último sino que en nados. El hecho de que los argumentos basados en Jos medios como en los fines
realidad se convierte en algo perjudicial? En esta obra se sostiene que la respues- coincidan en rechazar la manía del crecimienlO es reconfortante y en absoluto
ta a ambas preguntas es sí. La escasez absoluta de medios últimos limita Ja inesperado.
posibilidad del crecimiento (primera parte ). La competencia de otros fines, que El problema general es cómo emplear los medios últimos para mejor servir al
conrribuyen mucho más al margen al Fin Último, limita Ja deseabilidad del Fin ÚJtimo. A esto se podría llamar la economía política última o Ja adminis-
crecimiento (segunda parte ). Además , Ja interaccion de Ja deseabilidad y la tración (Stewardship). . _-, · · ·
posibilidad proporciona el límite económico-·al crecimiento, que es el límite Plantear el problema de esta manera es hacer hincapié inmediatamente en su
más riguroso y debe ser el que gobierne (tercera ~te f totalidad y en Ja necesidad de subdividirlo en subproblemas más manejables, ya
Es una paradoja que Ja economía del crecimiento haya sido al mismo tiemp ~ que el problema general se tiene que abordar paso a paso. Sin embargo, un paso
demasiado materialista e insuficientemente materialista : al ignorar los m edios carece de valor sin Jos demás, y .un paso correclO es peor que carente de valor si
últimos y las leyes de la termodinámica, ha sido lo segundo, y al ignorar el Fin los pasos .que ha dado por supuestos se dieron en falso ; Si nuestro concep~o del
Último y la ética, ha sido lo primero. Fin Último -es más malo.que bueno, entonces conviene más una ética invertida
Los críticos del crecimiento se pueden dividir entre ·los que se basan en los que una congruente. Si nuestras prioridades éticas están al revés, entonces es
fines (morales) y los que se basan en los medios (biofísicos) . Numerosos escriLO- preferible l}na imputación invertida o incorrecta de valor a los medios interme-
res comparten en alguna medida ambas tradiciones , lo cual era- de esperarse, dios que una imputación correcta. Si nuestros medios intermedios se valoran
pues éstas no son desde el punto lógico tan independientes como podría parecer en forma incorrecta, entonces una tecnología que convierta eficiente y poderosa-
a primera vista. Por ejemplo, m_u chas cuestiones morales sobre Ja justicia distri- mente, los medios últimos en los medios intermedios más valiosos, es peor que
butiva y Ja igualdad entre las generaciones con mucha dificultad surgirían si se una tecnología débil. Y una física errónea que haga que Ja tecriología tropiece
acepta que el crecimiento econói:nico continuo es biofísicamente posible. De en lugar de hacer avanz~ un fin malo con eficiencia, es mejor que una física
igual manera, si del propio terreno de preocupación moral se excluye a los correcta.
pobres, a las generaciones futuras y a Ja vida subhumana, entonces muchas Las· partes del problema económico total no sólo se relacionan de arriba hacia
limitaciones biofísicas pierden todo interés. Para suprimir el hueso tan duro de abajo, sirio también de abajo hacia arriba. Nuestro habitual ordenamiento ético
roer que representa Ja manía del crecimiento no basta presionar desde arriba de Jos fines intermedios condiciona nuestra percepción del Fin Último. Tende-
con argumentos morales, pues abajo hay suficiente tolerancia para que las mos a considerar como dadas nuestras prioridades convencionales, y Juego
suposiciones biofísicas optimistas amortigüen el golpe (colonias especiales, deducimos l~ naturaleza del Fin Último como aquello que legitima las priori -
revoluciones verdes, reactores reproductores, etc.). Insistir sólo desde abajo con dades convencionales. Tendemos también a ordenar nuestros fines intermedios
argumentos biofísicos deja demasiado espacio para que la moralidad elástica de tal manera que podemÓs ser~irlos efectivamente con Ja evaluación existente
absorba el golpe. (La tasa de interés cuida automáticamente el futuro ; el creci- de los medios intermedios. Todavía más, hay una tendencia a valorar los me-
miento mismo es el Fin Último o lo más cerca que podemos acercarnos a él; dios intermedios según las posibilidades técnicas y físicas para producirlos si es
nuestro destino manifiesto es colonizar el espacio, ya que la Tierra es un mero posible, debemos hacerlo.
diente de león obsoleto, etc. ) Las castañas del crecimiento se deben colocar en el No quiero decir que trabajar en determinada dirección sea siempre Jo corre
yunque implacable de las realidades biofísicas para que luego las destruya el to) y que en otra, siempre Jo incorrecto. Las panes del problema están estrecha-

martillo del argumento moral. Las leyes de la entropía y la ecología son el yu n- mente interrelacionadas y no se pueden tratar aisladas unas de otras. Y si bien
que biofísico, la preocupación por las generacio.nes futuras , la vida subhumana idealmente deberíamos partir del Fin Último, es a través de nuestra experienci
y las -desigualdades en la distribución de la riqueza son el martillo moral. con Jos problemas éticos, económicos y aun técnicos con que tropecemos en el
Los seres humanos son, por un lado, criaturas materiales que dependen camino que Jo percibimos de manera nebulosa y podemos hallar indicios de su
absolutamente de su ambiente físico y, por otro, seres racionales con propósitos naturaleza.
y deseos de mejorar. Ambos aspectos deben ser consecuentes entre sí. El mejora- Todo el problema de relacionar Jos cinco subproblemas -teología, éti ca,
miento presupone la supervivencia y ésta es imposible en un mundo en trópico economía política, tecnología , física- es más delicado que cualquiera de los
y evolutivo sin un esfuerzo constante por mejorar. Las conclusiones basadas en subproblemas en sí , pero no por ello menos imperativo . Por supuesto que s
21 INTRODUCCIÓN I NIKUIJUl~ ; l\/N

precisa una vi sió n de wdo el problema, p ues de otra manera nadie comprende- cifra; prácticamen te ningún país presenta el nivel divisorio de 2. Ningún otr
ría el sentido de su especialida d ; se espera que los trabajos reunidos en este índice social o económico como el de la fecundidad divide tan nítida y marcada-
volum en ay uden a co nformar esa visión ca bal. Es evidente que cada etapa sólo mente al mundo en " desarrollado" y " subdesarroll ado". 18
se puede tratar de manera parcial e incompleta. Pero esta obra parte de la 2. Desde el punto de vista cualitativo, casi toda la población adicio na l de los
premisa Je que es preferible es tudi ar el todo de manera incompleta, que lo países pobres es casi toda de analfabetas hambrientos; en los países ricos, en
incompleto de man era total. cambio, la constituyen en gran parte miembros bien alimentados de la d as
A contim1ación se ofrece una visión global del paradigma particular que este media. Una persona más de un país pobre contribuye poco o nada a la produ c-
grupo de ensayos intenta desarrollar: el paradigma que conduzca a una econo- ción, pero tampoco demanda gran cosa de los recursos mundiales (si bien desd
mía en estado estacionario. Los términos estado estable y estado estacionario se el punto de vista de su propio país, las escasas demandas individuaks ejercidas
usan como sinónimos. En las ciencias físicas se emplea estado estable, en las por muchos pobladores adicionales que puedan fácilmente acabar con cualqui er
económicas y demográficas es común utilizar estado estacionario. excedente que se podría haber utilizado para elevar la productividad).19 La pobl a-
ción adicional del país rico contribuye al PNB de su país, pero para sa tisfacer su
alto nivel de vida contribuye también en buena medida al agotamiento de los
LA ECONOMÍA EN ESTADO ESTACIONA RIO recursos mundiales y a la contaminación de los espacios de la Ti erra.
3. El 11umerador, PNB, crece más o menos al mismo ritmo en los países pob res
y ·en los países ricos, o sea, alrededor de 4 o 5% al año, aunque quizá s

l
Todo examen de los méritos relativos tanto _de la economía estable, estacionaria
o de crecimiento cero, como de la situación contraria, es decir, de la -economía ligeramente_mayor en los países pobres. En estas naciones, sin embargo, debid
en que la riqueza y la población crecen, debe admitir algunas diferencias cuan- a su incremento demográfico más rápido, el ingreso por habitante aumenta más
titativas y cualitativas importantes entre los países ricos y los pobres, y entre las despacio que en los países ricos. En consecuencia, la brecha entre unos y otros s
clases ricas y pobres dentro de los mismos. Para comprender por qué, considere- está ensanchando.20
mos la co nocida relación entre el producto nacional bruto (PNB) y la población 4. El incremento del PNBen las naciones ricas tiene un significado cua litativ
to tal (P) . El cociente PNB/ P, denominado producto anual por habitante, es la -to talmente distinto al de los países pobres. Esto se desprende de las dos leyes
medida que suele emplearse para distinguir a los países ricos de los pobres y, más fundamentales de la economía: a) la ley de la utilidad marginal decreciente,
p ese a sus defectos, tiene la virtud de reflejar en una sola cifra los dos procesos
fundamental es de la vida: la producción y la reproducción. Cabe formular dos
preguntas en torno tanto del numerador como del denominador en el caso de
,¡ que en realidad se reduce a afirmar que la gente satisface primero sus necesida-
des m ás urgentes, por lo que cada dólar de ingreso o cada unidad de recurs
adicionales se emplea para satisfacer una necesidad o un deseo menos impor-
los países ricos y · 1os países- pobres, a saber: ¿cuál es la tasa cuantitativa de tante que el cubierto _c on el dólar o la unidad anteriores, y b) la ley del cost
crecimiento? y, en forma cualitativa, ¿qué es exactaménte lo que está creciendo?
1. La tasa de incremento del denominador, P, es mucho mayor en los países
1 marginal creciente, según la cual los productores utilizan pri~ero los factores
de mejor calidad (la tierra más fértil, los trabajadores con mayor experiencia,
pobres que en los ricos. Si bien la mortalidad tiende a igualarse en niveles bajos etc. ) y la mejor combinación conocida de dichos factores . Los factores de men or
en todo el mundo, la fecundidad 16 en las naciones pobres permanece en un calidad y las combinaciones menos eficientes (o sea, más costosas) se utilizan
nivel cas i dos veces superior al de los países ricos. La tasa bruta media de sólo cuando se han agotado los mejores, o cuando un factor, como la tierra, s
reproducción (TBR) 17 en los países ricos es de alrededor de 1.5, y en los países vuelve fijo (no aumentable). Además, en un mundo de escasez, a medida que s
pobres se acerca a 3 (esto es, en el supuesto de que las mujeres sobrevivan -hasta destinan más recursos a un fin determinado quedan menos recursos para otr
el final de su edad reproductiva, cada madre sería reemplazada por 1.5 hijas en usos . Se sacrifican primero los otros usos ·menos importantes, de tal suerte qu
los países ricos y por 3 en los países pobres). Más aún , en todos los países pobres
la TBR es superior a 2. mientras que en todos los país-es ricos es inferior a esa 18 Naciones Unidas, Population Bulletin o/ the United Nations, núm. 7, 1963, Nueva York.

Naciones Unidas, 1965.


16 Fertilidad se refiere a la reproducción real. en vez de fecundidad, que se refiere al potencial o 19 Goran Ohlin, Population Control andEconomic Droelopment , París, Centro de Desarro llo de
capacidad reproducti va. Una medida de fertilidad es la tasa bruta de reproducción, que se define en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, 1967.
20 - Roben Baldwin-señala que "en el periodo 1957-1958 a 1963-1964 la casa de crecimiento anua l
la nota 17.
i ; La TBR es un cálculo de la proporción entre una generación y la que la precede, suponiendo del producto nacional bruto de las naciones menos desarrolladas se mantuvo en 4.73, frente a 4.43
que todos los hijos viven su vida reproductiva completa. La TBR se define por lo general en términos en los países desarrollados. La brecha en el ingreso per cápita se ensanchó porque- la población d
exclusivos de la población femenina. La duración de una generaci6n es la edad media de las madres los primeros se incrementó <!.43 anual, mientras que la de los segundos lo hizo en sólo U 3 .
a l dar a luz. (Economic Deuelopment and Growth. Nueva York, Wiley, 1966. p. 8.)

1
26 INTRODUCCI ÓN INTRODUCCIÓN 27

medida que se produce una mayor cantidad.de un bien, se deben sacrificar otros ·-1 Se refirió'" hace más de un siglo, al estado estacionario en términos que.hoy día
cada vez más importantes, es dedr, se debe .p~gar un precio.(costo de oponuni- __ - _ ~fic:ilmen te p~dtían •s,er más vi gen tes y que servirán de pu_mo de partida para el
dad) progresivamente más elevado. La primera ley aplicada al PNB significa que presente traba10: . .
descienden los beneficios marginales (incrementales) derivduus üe iguales incre-
mentos de Ja producción; la segunda ley quiere decir que aumenta el costo ., -p~ro al estudiar cualquier movimiento p~ogresivo, que por su propia naLUraleza rio es
ilimitado, el espíritu no queda satisfecho con sólo.investigar las leyes que rigen ese
marginal de incrementos iguales de la producción.
mo~imiento; no resta más que formular otra pregunta: ¿con qué objeto? ...
En algún punto, quiza ya rebasado en Estados Unidos, una unidad adicional
Los economistas políticos .tienen que haber visto, con mayor o menor claridad, que
de PNB cuesta más de lo que vale. Los avances tecnológicos pueden alejar este el incremento de la riqueza debé tener un límite: .que al final de lo que llaman el
punto, pero no eternamente; de hecho, pueden acercarlo, pues _las tecnolo- estado progresivo se encuentra el estado estacionario, que todo progreso de la riqueza
gías más poderosas tienden a provocar fuertes repercusiones ecológicas y a nci hace más que aplazarlo y que cada paso ..haCia adelante nos aproxima a él . .. que si
perturbar los hábitos y las emociones. Más concretamente, el crecimiento del ' no hemos llegado a ella hace ya mucho tiempo es porque la meta en cuestión se nos
PNB , en los países pobres significa más alimentos, vestido, vivienda, educación .adelanta [como resultado del progreso témico.]
básica y seguridad, mientras que en los ricos representa desde más cepillos . . Me es imposible ... concebir el estado estacionario del capital y Ja riqueza con el
eléctricos para los dientes, hasta una nueva marca de cigarrillos, más tensión e ;··disgusto que por el mismo manifiestan sin ambages los economistas políticos de la
inseguridad, y más alimentación inducida por un mayor volumen de publici- · vieja escuela. Me inclino a creer que, en conjunto, sería un adelanto muy considerabl e
dad . En suma, el aumento del PNB en un paí¿ pobre· (siempre que no se lo sobre' nuestra situación actual. Confieso que no me atrae el ideal de vida presentado
por quienes piensan que el estado normal de los seres humanos es el de trepar por la
apropie en especial la clase rica) representa Ja satisfacción de necesidades
.. vida; que pisotearse, aplastarse, .arremeter los unos contra los ofros y ponerse mutua-
relativamente básicas, mientras ·que en un país ~ico (si no va a dar principal-
mente la zancadilla, como ocurre en el tipo de vida social existente, constituyen el
mente a manos de las clases pobres) significa la satisfacción de necesidades o género de vida más deseable para la especie humana; para mí no son sino los sínto-
deseos relativamente secundarios. mas desagradables de una de las fases del progreso industrial. Los estados del norte y
Para nuestros fines, el resultado de estas diferencias es que el crecimiento del ·el ·cent.ro de Estados Unidos son una muestra de esta etapa de Ja civilización en
PNB en los países pobres es aún favorable, mientras que.en los ricos es probable- circunstancias muy propicia• ... y todo lo que esas ventajas parecen haber hecho por
mente perjudicial. Sin embargo, el crecimiento demográfico es desfavorable ellos hasta ahora (a pesar de algunos signos incipientes de una tendencia mejor) es
para ambos: en Jos países ricos es un elemento negativo porque hace menos que la vida de todo un sexo está dedicada a la caza del dólar y la del otro a Ja crianza de
evitable el incremento del PNB (factor desfavorable) ; en los pobres también es cazadores de dólares.
negativo, porque es un obstáculo para aumentar el PNB, sobre todo el PNB por .. . :Se puede excusar a quienes no aceptan esta etapa muy primitiva del perfeccio-
habitante (que sería un resultado favorable) . En este libro se examiná principal- namiento humano como el tipo definitivo del mismo , por ser más bien escépticos con 1
respecto a la clase de progreso económico que motiva las felicitaciones de los políticos
mente una economía rica, opulenta y productora de bienes y eflujos, como la de
· ordinarios: el aumento puro y simple de la producción y de la acumulación ... No sé
Estados Unidos. Nuestro propósito es definir con mayor claridad el concepto de
. -por qué habría de ser causa de felicidad que personas que son ya más ricas de fo que
estado estacionario para ver por qué es necesario, considerar sus implicaciones nadie :necesita ser, ha yan duplicado sus medios para consumir cosas que producen
sociales y económicas y, finalmente, reflexionar sobre el surgimiento de una poco o h ingún placer excepto como representativas de riqueza . . . Sólo en los países
economía política de necesidades finitas y sin crecimiento. atrasados -del mundo es todavía un asunto importante el aumento de la producción ;
en los más adelantados , lo que se necesita desde el punto de vista económico es una
mejor distribución, para la cual es indispensable una restricción más severa del creci -
LA NATU RALEZA Y LA NECESIDAD 'DEL ESTADO ESTACIONARIO miento de Ja población.
Aún' hay sitio en el mundo , sin duda, incluso en los países antiguos, para un gra n
El término estado estacionario (stationary o steady state) se emplea aquí en su
aumento d e la población , suponiendo que sigan progresando las artes de l a vida y
sentido clásico. 2 1 John Stuart Mili, el gran sintetizador de la economía clásica , aumentando el capital: Pero aun cuando este aumento fuera inocuo , confieso que no
21
El término estado estacionario ha tenido dos significados diferentes en la economía. El signifi - veo razón alguna para desearlo . En todos los países más habitados se ha alcanzado ya
clásico es el de un orden de cosas real hacia el ue su uest.amente se diri e el mundo real es la densidad de población necesaria para permitir a la humanidad obtener , en su m ás
es 1m conce or a releo og-ico o escatológif O. El sentido neoclásico del término es del todo alto grado, todas las ventajas que puede proporcionar la cooperación y las relaciones
~ -una ficción útil desde el punto de vista epistemológico, igual que un gas ideal o una
sociales. La población de un país puede ser demasiado numerosa , aunque todos estén
má uina sin fri e(~ y describe una economía en 1 écnicas son constantes.
Hoy en día, este u umo sentido es el más común en Ja economía, pero el que viene al caso en esta ampliamente provistos de aliment0s y vestidos. No es bueno para el hombre verse
~s i ó n es el primer significa?º· obligado a estar siempre a todas horas en presencia de sus semejantes . . . T ampoco es
8 INTROD IÓ N
I NT ROOUCClON 29
muy ~:1tl ; f 1 1tt o ti o co ntemp lar el mu ndo sin nada de la ac tividad espontánea de la
11otu1t1k10; t' tl el qu e se ha puesto e n cultivo has ta el más minúsculo pedazo de tierra
E_or estado estacionario (steady state) se emiende un acervo consta nte de rj-
uscep tih lc tic da r a limen tos para los seres humanos; en el que han desaparecido los queza física (capital) y un acervo constante de personas (población) .H Na tura l-
pnsti Mil es fl o ridos devorados por el arado; se han exterminado, como rivales que mente, estos acervos no permanecen constantes por sí solos. La gente mue re y 1
disp u1a n los a limen tos, a los cua drúpedos y los pájaros no domesticados; los setos y riqueza se consume, se desgasta o se deprecia. En consecuencia , los acervos s
los á rbo les su pe rCluos ar rancados de raíz, y en el que casi no quede un sitio donde deben mantener con un índice de entradas (nacimientos, producción) igual q u
puede crecer una Cl or o un arbu sto silvestre sin que se les destruya como una mala el índice de salidas (defunciones, consumo). Pero esta igualdad se puede obte·
hierba en nombre del adelanto agrícola. Si la tierra ha de perder esa gran parte de lo ner, conservando constantes los acervos, tanto con una tasa elevada de transumQ
agradable que debe a cosas que el crecimiento ilimitado de la riqueza y de la población (igual al índice de entradas y al de salidas) como con 1r:1a rasa baja . Es ta
1

extirparía de su superficie con la sola finalidad de permitirle sostener una población definición de estado estacionario resulta incompleta mientras no se espec ifi -
más numerosa, pero no más feliz, confío sinceramente en que, para el bien de la
quen las tasas de transumo mediante las cuales se mantiene constante el acervv.
posteridad, la humanidad se contentará con el estado estacionario, mucho antes de
Aquéllas, por diversas razones, deben ser tan bajas como sea posible. Para qu
que la necesidad la obligue.
Sobra decir que una situación estacionaria del capital y la población no implica un acervo esté en equilibrio es necesario que la edad media en el momento de 1
una situación estacionaria del adelanto humano. Sería más amplio que nunca el "muerte" de sus integrantes sea la recíproca de la tasa de transumo. Cuanto más
campo para la cultura del entendimiento y para el progreso moral y social; habría las rápidamente fluya el agua en un tanque, menos uempo permanece cada gota en
mismas posibiiidades de perfeccionar el arte de vivir, y habría muchas más probabili- el depósito. Para la población, una tasa baja de transumo (una tasa de natalidad
dades de que se perfeccionara cuando los espíritus dejaran de estar absorbidos por la baja y una de mortalidad igualmente baja) significa una elevada esperanza d
preocupación constante del arte de trepar. Incluso las artes in.dustriales se cultivarían vida, y es conveniente por esa sola razón, por lo menos dentro de cienos límites.
con más seriedad y con más éxito, con la única diferencia de que, en vez de no servir Para el acervo de riqueza, una tasa baja de transumo (producción baja y un
sino para aumentar la riqueza, el adelanto industrial produciría su legítimo efecto: consumo igualmente bajo) significa una mayor esperanza de vida o una mayor
a breviar el trabajo humano. 22 durabilidad de los bienes y menos tiempo sacrificado a la producción. Esto
T.a economía política no ha evolucionado en los ú_ltimos 100 años por la último significa que se dispondrá de más "ocio" o tiempo no trabajado .pa ra
senda sugerida por Mili en los párrafos anteriores. De hecho, la mayoría de los destinarlo al consumo, el mantenimiento personal y del hogar, la cultura y el
economistas rechaza la concepción clásica del estado estacionario y descarta las ocio puro. 25 Esto también parece ser socialmente deseable, al menos hasta cieno
aseveraciones de Mili con el argumento de que "están fuertemente influencia- punto.
das por sus puntos de vista sociales" 2 ~ (como si no lo estuvieran también las A las razones anteriores- en pro de una baja tasa de transumo se deben añadir
teorias neoclásicas) y que "no son sino un prolegómeno a La sociedad opulenta otras que explican lo poco practicable de las tasas elevadas de este fenómeno :
de Galbraith" (obra que también recibieron con hostilidad los economistas por un lado, que la materia y la energía no se puedan crear y que por ende los
profesionales) . Si bien reconocen las múltiples aportaciones de Mili a la econo- insumos de la producción se deban tomar del ambiente, conduce al agotamien-
mía, casi todos los economistas consideran su capítulo sobre el estado estaciona- to de los recursos; por otro, que la materia y la energía no se puedan destruir y
rio como una especie de aberración personal. Y califican como "definitiva- por tanto se deban regresar al ambiente, en la misma cantidad, pero en forma de
"! desechos, conduce a la contaminación. De ahí que a las tasas más bajas de
mente anacrónica" su "insistencia necia de que toda medida concebible de
política se debe juzgar en función de sus efectos sobre la tasa de natalidad". Sin 2
• Por ~ se quiere decir una cantidad medida en un momento determinado, como sería un
embargo, la verdad es que Mili es aún más pertinente hoy en día que en su censo de población o un balance de activos Y. pasivos. Por._iliWl.sequiere decir una cantidad medida
1
época. 1 a lo largo de una frontera real o conceptual en un periodo de tiempo, como. por ejemplo, los
nacimientos y las muertes ocurridas en cieno año o una declaración anual de ganancias y pérdidas.
Con estos antecedentes históricos 'se puede proceder a examinar el estado \ Las lírieas que separan el acervo de riqueza del resto del mundo físico pueden a veces ser borrosas.
estacionario con vistas a esclarecer lo que Mili creyó, algo equivocadamente, Pero el criterio principal es que la riqueza física tuvo que haber sido transformada de alguna
que "los economistas políticos tienen que haber visto con mayor o menor manera por los seres humanos para incrementar su utilidad a partir de su estado previo como
materia o energía primarias. Por ejemplo, el carbón en la tierra es energía y materia primarias: en el
claridad" : "que la riqueza y la población no carecen de límites" . inventario de las empresas y los hogares es riqueza física: después de · usarlo como · dióxido de
22 ]. S. Mili, Principies of Political Economy, vol. n. Londres, John W. Parker, 1857, pp. 320-326, carbono y hollín es un desecho. El calor producido por el carbón es en parte útil y en parce inútil.
con omisiones. Con el tiempo, todo .el calor se convierte en calor inútil o de desecho, ¡)ero mientras es útil forma
23 Todas las citas de este párrafo son de Mark Blaug, Economy Theory in Retrospect , Home- parte del acervo de capital de la riqueza. Para algunos propósitos, podríamos definir como parte de
wood. 1. l l., Irwin , 1968, pp. 214-22 l. Las opiniones de Blaug son , a mi.juicio, representativas de la la riqueza, las reservas probadas de las minas, pero eso no presenta problemas.
econemía ortodoxa. ?s Staffan Burenstam Linder, The Harried Leisure Class, Nueva York, Columbia University
Press, 1970.

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30 INTRODUCCIÓN INTROD~CCIÓ N ~I

transumo corresponda un menor agotamiento de los recursos y una menor ble reciclar los materiales en su totalidad. En cada ciclo se pierde parn siempr·
contaminación y a las tasas más elevadas, lo contrario. Es la ecología la que algo de material. Con él tiempo cesará :toda vida a .medida que Ja entropía o el
proporciona los Iími tes tolerables del ritino del agota~iento de los recursos y de caos se acerque~ a su máximo. Pero aún antes.de q~e ocu"i-ra esta muerte té.r mi ca
contaminación. Los umbrales ecológicos fijan un límite definido al monte- -:i~ tPrffiOdinámica univPr<:i:iJ ~ mn~> brvo JJlazO~ Ja segunda Jeide la termodinámi •
los flujos de mantenimiento de la materia y la en.ergía; si se traspasan los ca indica que la contaminación térmica nos caerá como una plaga, pues cada
umbrales se deteriora el sistema. Para que los flujos no rebasen estos límites, se vez que usamos energía producimos 'ineVitablemente desechos térmicos inutili-
pueden _manejar dos variables: el volumen y li_durabilidad de los acervos . zables. Cuando un proceso de energía provoca el calentamiento de una parte del
Mientras estemos bien por debajo de estÓs .umbrales, se pueden tomar .como ambiente, decimos qué se genera·contaminación térmica que puede tener graves
guía Jos cáiculos costo-beneficio del agotamiento de los recursos y la. contami- consecuencias en el ecosistema, ya que los procesos biológicos y los fenómenos
nación. Sin embargo, a medida que nos aproximamos a esos umbrales, el costo climáticos los determina la temperatura.
y el beneficio marginales pierden todo sentido, y el lema equivocado de Alfred ·Hemos sostenido que, considerando Ja·magnitud de los acervos, el transumo se
Marshall de que "Ja naturaleia no da saltos " , así como gran parte de la econo- debería minimizar, ya que en ·realidad es un cOst?. Si~r:ibar_go. el iransumo
mía marginalista neoclásica dejan de ser aplicables. El costo marginal de dar un se presenta en dos formas : en materia en ener ía,' y el costo ecológico ·varía·de
solo paso más puede significar caer al abismo. acuer' O · con la distribución de agué] entre ambas formas : El monto del transu -
e las dos variables (volumen y durabilidad de Jos acervos) sólo la sern -;o energético depende de la tasa de reciclaje del material. .?i no reciclamos en
exige mayor explicación. Durabilidad significa algo más que el tiempo que abSoluto parte alguna de Jos bienes materiales que usamos , tendremos qu e
dura un bien determinado; comprende también la eficiencia con que el "cadá- gastar energía para remplazar esos bienes a base de materias primas, y este gasto
ver'' de un ,producto usado se puede reciclar como insumo que renacerá como el de ene~gía será en muchos casos superior a la energía requerida para reciclar el
mismo bien u · otro distinto. Dentro de cienos límites, que se analizan más producto. Por .ejemplo, se estima que se n~cesitan 2 700 kilowatt-hora (kWh.)
adelante, la durabilidad de los acervos se debe maximizar a fin de minimizar el de energía para producir una tonelada de planchas de acero a partir de mineral d
agotamiento de los recursos. hierro, en tanto que se requiéren sólo 700 kWh para producir Ja misma tonelada
Se podría suponer que el mejor uso de los-recursos imitaría el modelo que ha con chatarra reciclada. 27 Y esto no es todo. El solo gasto de energía no basta para
creado la propia naturaleza: un s_istema de circuito cerrado de ciclos materiales cerrar °Jos circuitos materiales, ya que la energía tiene que operar a través de
movidos por el Sol (lo que A. J. Lotka llamó "la rueda del molino de Ja vida " o instrumentos materiales. El reciclaje de envases de aluminio requiere más ca-
26
[ el "motor mundial") . En semejante "economía'', la durabilidad se maximiza y miones para recoger los botes y más energía para operar los carriiones . · El
los recursos terrestres en teoría pueden durar tanto como el Sol siga irradiando aumento de éstos exige más acero, vidrio, caucho, etc., que· a su vez demandan
la energía para mover los ciclos materiales cerrados. . . más mineral de hierro y carbón, lo cual hace crear aún más la necesidad d
Ahora bien, el hombre puede imitar la naturaleza y constituir una economía camiones . Éste es el conocido sistema de interdependenda interindustrial ·g ue's
en que se reciclen todos los productos de desecho. Pero en lugar del Sol, el reproduce en la matriz insumo-producto.28 Además, todas estas actividades in -
hombre utiliza otras fuentes de energía, a la luz de la ~agnitud de su actividad termedias adicionales requeridas para reciclar Jos envases de aluminio implican
industrial. Hasta la agricultura moderna dep~nde en la misma medida del una coriiaminación inevitable. Si se piensa en que cada industria inclu ya el
capital geológico (pára hacer fertilizantes, maquinaria y plaguicidas) que de los reciclaje en su proceso productivo, entonces se generará una larga cadena d
rayos solares. Este capital (combustibles Iósiles y material de fisión ), al que hoy demandas directa_s e indirectas de recursos de materia y energía que se deberán
pedimos prestado, puede .no durar más de unos cuantos siglos; pero existe otra retirar de Ja demanda· final para destinarlos a las actividades intermedias d.......
posible fuente de energía: la fusión termonuclear controlada, que algún día reciclaje. Harán falta mayores volúmenes de actividades ) productos interm e-
1

quizá pudiera convenirse en una fuente casi 'inagotable de energía con escaso dios para generar el mismo nivel de producto final. ·
desecho radiactivo, '!o que aliviaría los problemas del agotamiento de los recur- A medida que intentemos reciclar cantidades crecíen tes de los bienes.produci-
sos y de la conta-minación radiactiva. Por lo menos eso afirman los entusiastas dos , llegaremos al punto de los rendimientos decrecientes; el solo gasto d
de la fusión. No obstante, queda el grave problema del calor que se desperdicia .
La segunda ley de la termodinámica señala que ·es imposible recicl_ar la energía
n Informe del Comité para Información Ambiental ame el Comité sobre la Energía Atómica del
y que toda ella acabará por convenirse en desecho térmico. Además, es imposi- Congreso Conjunto, enero 29de1970. Citado en "The Space Available Repon of the Commiuee fo1
Environmemal Information ", Environmenl , ·mario de : 1970,--p. 7. · · · ·
2' A. J. Lotka, Elements of Mathematical Bio/ogy , Nueva York , Dovei ,·1957. Reedición. Véase 28
especialmeme el cap. XXIV. Hennan E. Dal y, " On Economics as a Life Science ", en]ournal of Politica/ Economy, juli o d ..
1968, pp. 392-406. Reimpreso en este volumen ..
32 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓ N

energía producirá una cantidad desastrosa de desechos o contaminación· térmi- Ecosistema o medio total (E)
cos. En cambio, si reciclamos una porción demasiado pequeña de los bienes
producidos, la contaminación no térmica y la merma de Jos recursos se vuelven Sol
un grave problema. ~

La introducción del reciclaje de materiales ofrece Ja posibilidad de hacer un/ _.,¡.

intercambio; es decir, nos permite elegir la combinación menos costosa de


contaminación y agotamiento de materia y energía en condiciones específicas. Acervo total (S)
Por costosa nos referimos al costo ecológico total, no sólo el monetario que, Materia
desde luego, es muy difícil de medir. primaria~ (nuevo)
Además de los intercambios relacionados con la minimización del costo eco- Energía

~
primaria Materia
lógico del transumo para un acervo determinado, debemos reconocer que el
de
acervo total (constituido por riqueza y habitantes) varía tanto en su magnitud desecho
total como en su composición. Puesto que hay una relación directa entre el - - - - l 1 - Energía
(viejo)
volumen del acervo Y. la magnitud del transumo necesario para mantener el de
acervo, tenemos un intercambio entre el monto del acervo total (visto como
beneficio) y la magnitud del transumo (visto como costo); es decir, un aumento Sumidero
del beneficio supone un aumento del costo. Más aún, un transumo determinado
puede mantener un acervo total constante comprendido por un subacervo gran-
de de riqueza y un subacervo pequeño de habitantes, o un subacervo cuantioso
de habitantes y uno pequeño de riqueza. Tenemos aquí un intercambio en la
forma de una relación inversa entre dos beneficios. Este último intercambio
1
!
g
GRAFICA 1.2 .

entre habitantes y riqueza lo impone la constancia del acervo total y lo limita la El rectángulo (E) es el ecosistema total. que comprende el acervo total (s) de riqueza y
riqueza mínima per cápita de subsistencia, en un extremo, y los requerimientos personas, uno de sus componentes interdependientes. El ecosistema importa energía del
espacio (Sol , A) y exporta desechos térmicos al espacio (sumidero, z). El acervo comprende
tecnológicos mínimos para que el trabajo mantenga el acervo de riqueza, en el
otro extremo. Dentro de estos límites, este intercambio representa en esencial~
elección de un nivel de vida. La economía y la ecología no pueden sino especifi-
1
1
materia en la que se almacena un monto considerable de energía disponible (carbón en
minas, petróleo en tanques, agua en depositas superficiales , materia viva, productos de
madera, etc.) así como materia en la que virtualmente no se almacena energía disponi-
car Jos ténninos de este intercambio: la verdadera elección depende de juicios

i
ble. La materia y la energía del acervo se deben mantener por separado. El acervo se
éticos. · .· . encuentra en un estado estacionario cuando ses igual a o y e es igual a F. En el estado
En resumen, el estado estacionario de la riqueza y Ja población se mantiene estacionario el transumo es igual a la entrada (s +e) o a la salida (o+ F), pues ambas son

1
por una entrada de materia-energía de baja entropía (merma) y una salida de iguales; cuando no lo son, el transumo se mide con la más pequeña.
igual magnitud de materia-energía de alta entropía (contaminación). Los acer- Sabemos por la segunda ley de la termodinámica que la energía no se puede reciclar.
vos de riqueza y gente son, al igual que los organismos individuales, sistemas Se puede reciclar la materia (R), pero sólo utilizando mayor energía (y materia) para
abiertos que se alimentan de baja entropía. 29 En la gráfica 1.2 se resumen mu- hacerlo. En el diagrama se observa que la energía se mueve exclusivamente de izquierda
chas de estas relaciones. a derecha, mientras que la m·a teria lo hace en ambas direcciones.
Los economistas clásicos pensaban que se haría necesario el estado estaciona- Cuanto 'más baja sea la tasa de transumo, siendo s constante, tanto más duradero será
rio por los límites que surgirían por el lado de las mermas (la ley del costo el acervo total. Cuanto más baja sea la tasa de reciclaje (R) para un transumo dado, más
duraderos serán los bienes individuales. La durabilidad óptima de un bien panicular se
creciente o los rendimientos decrecientes), pero lo que en realidad parece ocurrir
alcanza cuando el costo marginal de producción de una durabilidad acrecentada iguala
es que los límites principales los está imponiendo la contaminación. En efecto, el costo marginal de reciclaje de no acrecentar aún más la durabilidad. El costo es el
ésta es otro fundamento de la ley del costo creciente, pero en este sentido se le ha costo ecológico total y es extremadamente difícil de cuantificar.
prestado poca atención__, ya que Jos costos de la contaminación son sociales, Tanto el volumen del acervo como la· tasa de transumo no deberán ser tan grandes en
mientras que los de la merma o agotamiento son por lo general privados. Por el relación con la totalidad del medio que obstaculicen los procesos ecológicos naturales
que forman los fundamentos biofísicos de la riqueza. De lo contrario, el acervo total (s) y
n Erwin SchrOdingcr. What is Life?, Nueva York, Macmillan, 1945. su transumo asociado se convertirán en un cáncer que matará a todo el organismo (E).

1.
34 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 35

lado de los insumos, el medio se subdivide en ·esferas de propiedad privada. El ~mano y ·1a di~ión ~ k rigueZa. física sera un juego de° sun{a aro.
También
agotamiento dei medio coincide hasta cien(; punto con el ºcie la- ~queza del perderán suluerza .los arg:umentos que justifiquen Ja desigualdad de la riqueza
propietario, e inspira al menos un mínimo de administración. Por el·l~do de la romo necesaria para el ahorro; la inversión y el crecimiento. Al mantener ha@
producción, sin embargo, la capacidad de absoroon de desechos que ¡posee el }oS flujos ae ~aducción ue sOn en realidad costos de conservaÓÓn del ac~TVO ),
medio no es susceptible de subdividirse ni de ser propiedad privada. Todos la _ . _u ibuáón del aéenr() ,éle tjqlleza y no la distribución del flujo de in$Teso ·
usamos libremente el aire y el agua, con el resultado de una explotación compe- nSí:ítuira el punto focal. Las teorías y ' '.justificaciones" de la productividad
titiva, dispendiosa -lo que el biólogo Garren Hardin Uama "el efecto de los ~1.tienen-que ver.solamente con Jos flujos, y por lo tanto no sirven para
espacios colectivos (commons)' ', los -economistas -del -bienestar .des~gnan "de- "jusüficai'" o explirar Ja distrilmción de _la prqpiedad de Í~s acervos. Y aun si
seconomías externas" y lo que yo prefiero llamar "el pie irivisible_" . La "mano Jos acervos físici:>s' permanecieran constantes, se óbtendrá un mayor ingreso en
invisible" de Adam Smith lleva al interés propio y privado,,sín proponerselo, a l fo~¡de oo~ gracias al ininterrumpido mejoramiento tecnológico. ¿Cóm~ se
generar el bien común . El "pie invisible" lleva al inter~s. propio-y privado a lha de _dislribtiir ese .ingreso adicional si no conforme a .alguna norma ética de
destruir a patadas el bien común. La propiedad privada y el uso privado en un .:;.
. igilluda'd? El escido estacionario demanda.ria menos recursos de nuesrro medio,
mercado competitivo dan origen a la mano invisible. El uso privado irreslricto perb·-~i.icho riias de nuestros rerursos morales.En el pasado~ pOdía alegar que
de la propiedad pública da lugar al -pie invisible. La propiedad pública con <Iesainsai demasiado en Jos escasos recursos morales, eh lugar de hacerlo en
restricciones al uso privado hace surgir .la mano (y el pie) visible del planifica- abundante interés individuaJ, conduciría a la eSclavitud. Pero en Ja era de" los
dor. La mano invisible ha detenido en alguna medida el agotamiento de Jos robetes,- las bombas de .hidrógeno, la cibernética y la ingeniería genética. sim-
~ecursos, en tanto que el pie invisible ha estimulado la contaminación. No debe plemente no · h~y .Slisrituto para-los recurso:s morales y no hay más camino que
extrañar, por consiguiente, que los límites se establezcan sob~é todo por el lado descán~ 'en ellos, 'Seari o no ;uficiemes.· · ·
de la contaminación, lo que desde luego no niega que existan límites a la o
. · E~ : i~~Ó a Ja c:llestiÓn de ma.Xiinizar minimizar eÍ flujo de la producción,
merma de recursos . encóntramos i..ma analogía interesa rite eó
la sucesión eéoió .ca:. Los ecosistemas
Es interesante advertir que la primera escuela de economistas, los fisiócratas, I ~óvenes etapas prnneras 'de la suceSióo) se caracterizan por una elevada eficien-
subrayaron la dependencia del hombre respecto de la naturaleza ..Según ellos . ia ºproducuva, y_'en tanto que los ecosistemas maduros (etapas tardías de la
sólo la actividad "natural'' de la agricultura podía rendir un producto con valor slices1ón) ~runa elevada eficiencia de mantenimiento. Para una determinada B
neto. En efeclO, el término "fisiocracia" significaba '!el dominio de la naturale- (acmo de 'biomasa), los ecosistemas jóvenes tienden a maximizar P (flujo de
za". Hoy día en la economía hace falta algo de la visión.' fundamental ·de los producción) y .tienen una elevada ~Íi~iencia productiva PI B, , mientras que los
fisiócratras, aunque no de sus teorías específicas. ecosistemas maduros tienden a minimizar P, logrando así una elevada eficiencia
de -iruintenimiento BIP. Según el ecólogo Eugene P. Odúm, los ecosistemas
j<ll:'.m.es parecen entrañar producáón; crecimiento y cantidad, en tanto que los
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL ESTADO ESTAQONARIO maduros i~plican proteeción. estabilidad~ calidad'. 31 J>ara los sistemas jó\'enes,
el ·~flujo de .producción es la · fuente nnntitativa del crecimiento, y aquél se
Las consecuencias económicas y sociales del estado estacionario son enormes ~miza. Para los maduros, el flujo de producción es el costo de mantenimien -
y revolucionarias. Los flujos físicos de producción y consumo se deben mini- to para proteger la estabilidad y la calidad del acervo, y aquél se minimiza. Si
1!!_Íza~maximizar en función de una población y un nivel de vida deseables.!O roncebimos la economía humana como un ecosistema que va de una eta a de
El concepto central debe ser el acervo de riqueza y no, como ·ahora, el flu10 ae sucesión temprana a una tar a e econorma el vaquero" a fu "economía
ingreso y consumo. Además, el acervo no' debe crecer. Por diversos motivos, el ~l austronauta '', según:' lo expresó Boulding}, esperaríamos en ton ces, por ana-
problema más importante del estado estacionario no será la roducción sino la logía, que la producción, el crecimiento y la cantidad fueran reemplazados ,
_ smbución. Ya no se podrá soslayar el problema de las parúcipaciones relati- ~oecúvarn~te, por el" manterii.ffiiento protector, la estabilidad v la ··' '
vas apelañcfo al crecimiento ni es imir el ar me de ue todos serán felices ~mo las metas sociales principales. LaS vrrtudes cardinales del pasado se con-
con tal e que a participación absoluta de cada uno aumente, sin tener _en vienen en los pecados cardinalesdel presente.
~uenta la participación relativa. Las participaciones absoluta y relauva rrán de · · Cuando Jos acervos físicos sean constantes, el crecimiento e<:onómico d~berá

'° Kenneth E. Boulding, "The Economics of the Coming Spaceship Earth", en Henry ]arrett
(comp.), Environmental Quality in a Growing Economy, ºBaltimore, Johns Hopkins Press, 1966. " Eugene P. Odum, "The Suaregy oí Ecosystem Development", en la re\'Ísra Scimet, 18 de abril
Reimpreso en este volumen. d.: 1969.
TNTR.ODUCC TÓN
IÓN 7

·11 bi{' ll CSfísi cos: serv1c10 y ocio. 32 Aprovechar los beneficos del
11 0
también los costos y los ingresos, lo que eliminaría el incenti vo de expansión
para di sponer de más tiempo de ocio es invertir la práctica representado por la utilidad o el lucro.
ar de esos beneficos en forma de bienes, y esto tiene amplias En los años treinta, Bertrand Russell propuso una política de crecim iento del
iones soc ia les. Hasta ahora, el desarrollo económico ha aumentado la ocio en lugar de crecimiento de los bienes y abordó el problema del desemp l
producción fís ica que rinde un día de trabajo, mientras que por supuesto el en función de la distribución del ocio. Las palabras que se citan a continuación
número de horas del día ha permanecido invariable; el resultado ha sido un pertenecen a su delicioso ensayo " In Praise of Idleness ":
aumento del costo de oportunidad de una unidad de tiempo expresado en
bienes. El tiempo vale más bienes, un bien vale menos tiempo. A medida que el Supóngase que en un momento dado cieno número de personas está ocupada en fa .
tiempo se vuelve más caro en términos de bienes, menos serán las actividades bricar alfileres. Trabajando, digamos, ocho horas diarias hacen todos los alfileres qu
que "valgan tiempo" : nos volvemos ricos en bienes y pobres en tiempo. En el mundo necesite. Alguien inventa un procedimiento que permite al mismo númer
co nsecuencia, multiplicamos las actividades y el consumo del mismo periodo de hombres fabricar el doble de alfileres que antes . Pero el mundo no necesita el dobl
para aumentar el rendimiento del tiempo no dedicado al trabajo y así igualarlo de alfileres. Éstos son ya tan baratos que difícilmente se comprarán más a un preci
al rendimiento acrecentado del tiempo trabajado, con lo cual maximizamos los menor. En un mundo sensato, todos los involucrados en fabricar alfileres optarían
rendimientos del tiempo total. Esto conduce a lo que Staffan Burenstam Linder por trabajar cua tro en lugar de ocho horas y todo seguiría igual que antes. Pero en el
ha llamado "la clase ociosa cansada o atormentada''. 33 No sólo empleamos con mundo real esto se consideraría desmoralizador: los hombres siguen trabajando ocho
horas, hay demasiados alfileres, algunas fábrieas quiebran, y queda sin empleo la
mayor eficiencia el tiempo de trabajo, también el de consumo, y hasta procura-
mitad de Jos hombres antes ocupados en fabricar alfileres. A fin de cuentas hay ta nt
mos ser más eficientes cuando dormimos, al intentar el aprendizaje subcons-
ocio como en la primera opción , pero la mitad de los hombres estará totalment
ciente. Las actividades que requieren mucho tiempo (las amistades, el cuidado ociosa y la otra mitad trabajará con exceso. Con este proceder se garantiza que el oc i
de los ancianos y los niños, la meditación y la reflexión) se sacrifican por inevitable se convierta en miseria en todas partes, en lugar de ser fuente universal d
actividades que requieren mucho consumo de bienes. Llegará el momento en fe! icidad. ¿Se podría concebir algo más absurdo? H
que la gente se sienta lo bastan~e rica para darse el !Ujo de realizar actividades
intensivas en tiempo, aun a precios más elevados. Pero ese momento se posterga Además de esta estrategia de crecimiento en funci ón exclusiva del ocio, y el
cons tantemente a causa de la publicictad, que proclama el valor de los bienes consiguiente reforzamiento de un precio mayor por la intensidad de materia les
intensivos en materiales. Es claro que desde el punto de vista ecológico, esta que por la intensidad de tiempo, podemos incorporar algunos. costos de con ta-
situación es lo contrario de lo convenienté: lo que se necesita es que el precio . minación cobrando impuestos por concepto de contaminación. La eficiencia
relativo del tiempo sea bajo en términos de bienes materiales, pues así las activi- económica sólamente exige fijar un precio a las cosas agradables del medio; no
dades que requieren inversión intensiva de tiempo sustituirán a las que supo- 1 dice quién debe pagar ese precio. El productor podrá ale,gar que el emple
nos
nen empleo intensivo de materiales. Para que nuestros hábitos sean menos del medio para que absorba los desechos es un derecho que todos los organis·
materialistas es preciso aumentar el precio relativo de la materia, y eso se mos y las empresas deben disfrutar por necesidad, y que quien quiera que el aire
logrará manteniendo constantes los aéervos físicos y empleando la tecnología y el agua sean más puros de lo que son, deberían pagar por ello. Los consumi-
para ampliar el tiempo de ocio. Así, una política de crecimiento no material, o dores podrían sostener que el uso del medio como futmte de insumos limpios d
de crecimiento en función exclusivamente delocio, además de ser necesaria para aire y agua tiene prioridad sobre su empleo como sumidero, y que quien lo
mantener constantes los acervos físicos, tiene la bondad adicional de promover
un gasto más generoso del tiempo y un uso más cuidadoso de los bienes físicos.
ensucie más de la cuenta es el que debe pagar. De nuevo estamos ante un!
problema que en el fondo es de distribución · no se rrara de cuál sea el precio,
Se podría pensar a primera vista que al elevarse el precio relativo de los bienes sino de quzén lo debe pagar. Que el precio asuma automáticamente la forma de
que requieren uso intensivo de materiales se estimularía su producción. Sin un impuesto decide quién será el receptor: el gobierno. Mas ello plantea nuevos
embargo, como los bienes materiales req:uieren insumos materiales, se elevarían \ problemas de distribución, pero las "soluciones" son éticas. no técnicas,..
Otra posibilidad de crecimiento no material sería redistribuir la riqueza: de
" Los servicios están incluidos en el PNB y en sí- mismos no constituyen productos físicos. Sin los usos' de bajo rendimiento de los ricos a los de mucho rendimiento de los
embargo, la cantidad creciente de productos de los servicios con ·frecuencia.requieren incrementos pobres, con lo cual se incrementa el " rendimiento social" . Joan Robinson ha
de los insumos físicos del sector servicios, por lo que hay un componente físico indirecto. El ocio no observado que esta implicación igualitaria de la ley de los rendimientos margi-
se iPcluye en el PNB, y no necesariamente se requieren más insumos físicos conforme aumenta la
niagnitud del ocio.
H Burenstam Linder, Harried Leisure Cla.s.s.
,. Bertrand Russell, In Praise of ldkness and Other Essays, Londres, Allen and Unwin, 1935, pp.
16-17.
38 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN ~9

nales decreci~ntes fue "eslerilizada ... principalmente al sustituir los rendimien- El que las personas viejas no trabajen acenlúa aún más el problema distributi-
los por la próducción física como el objeto que se debía maximizar". 35 Cuando vo. Sin embargo, la proporción de niños disminuirá, -por lo -que en realidad
abandonemos la producción física por los rendimiemos no físicos las implica- sólo .cambiará Ja dirección de la transferencia de -pagos: ·de Jos ingresos de Jos
ciones igualitarias se "desesterilizaráii". adultos .activos se destinará una mayor cantidad a Jos -viejos y a los niñ"os.
El crecimiento económico ha mantenido a raya dqs problemas en forma esrre- 2Qué instituciones se encargarán de mantener constantes Jos acervos de riqu e-
cha vínculados entre sí. Prifilero, el crecimiento se necesita para el pleno empleo. za y personas con el mínimo sacrificio de Ja libertad individual? A mi juicio ,
Sólo si casi lodos tienen rrabajo seguirá siendo practicable la ética de la distri- .
~t'.' ,,.. 1'.' C'-'. ':'5!'.iA.~ 2 ~:_: ~ -==~.:.-.- .:;J ._uirem.arnos. Sería demasiado ingenuo basar
bución basada en obtener ingresos con el rrabajo. Segundo, el -crecimiento la respuesta en el "socialismo", ya que los estados socialistas padecen Ja misma
ate,iúa los confliclos distributivos si _a umenta la participación absoluta de todos manía de crecimiento que Jos capitalistas. La escatología marxista de la socie-
en el ingreso, se.tenderá menos a luchar por la participación relativa, sobre-todo dad sin clases se basa en la premisa de Ja total abundancia, por lo que el cre-
po~que estas luchas podrían .interferir en el crecimienlo e incluso conduar a cimiento económico es muy importante en la -teoria y la práctica socialistas.
una disminución de la participación absoluta de todos. Pero no es posible Además, para el marxista ortodoxo el _incremento _demográfico no presenta
mamener eternamente a -raya estos problemas, ya que el crecimiento no puede problemas en las .instituciones socialistas; _é ste postuiadq se ha debilitado algo
continuar .de manera indefinida. en los últimos años, pero el primero conserva toda· -s~ fuerza . Con todo, es
Al permitir -el pleno empleo, el crecimiento -mantiene vigentes los viejos igilalmente ingenuo creer que el actu~l gran capital, - ~os grandes.sindicatos, el
principios de Ja distribución (el vínculo entre -irabajo e ingreso). Pero si los gran gobierno, el gran capitalismo lucrativo de tipo militar, sean capaces de
acervos físicos no aumentan y se sigue una política . de emplear el progreso tener Ja visión y moderación necesarias, y que un puñado _d e impuestos adicio·
tecnológico para incrementar el ocio, el pleno empleo y el ingreso por medio náles ¡¡. la contaminación y a las liquidaciones resolverán el problema·. Se trata
del trabajo dejan de ser los mecanismos operantes de la distribución. Es más, se -de cuestiones mucho más profundas que inciden inevitablemenle en la di~tribu­
Ja
añade una nueva dimensión del problema de distribución: cómo distribuir el ción del ingreso y la riqueza.
ocio. Los problemas de la distribución deben abordarse de frente, en lugar de . Todos Jos sistemas económicos -son subsistemas comprendidos en .el gran
dejar que se manifiesten como ·subproducto de las políticas de. pleno empleo sistema biofísico de interdependencia ecológica. El ecosistema impone -una serie
dirigidas a promover el crecimiento. - de limnaciones físicas a las que se tienen que conformar todos fos sislemas
U na población -estacionaria, con tasas de natalidad y mortalidad bajas, su- económicos. Un criterio fundamental, por demás desatendido, para comparar
pondría una proporción -de personas de mayor edad .superior a la que prevalece los sistemas económicos es su facilidad de adaptación a dichas limitaciones. Tal
con la actual población crecieme, si bien no sería una sociedad geriátrica como negligencia es comprensible porque en el pasado las limitaciones ecológicas no
Jo pretenden algunos partidarios de la juventud. Suponiendo que se mantenga parecían factibles de ser una realidad. Pero el crecimiento demográfico, el au-
la actual mortalidad en Estados Unidos, la edad media .se elevaría de 27 a 37 mento de acervo físico de riqueza ,y el cada vez mayor poder de la tecnología se
años. Se escuchan muchas tonterías sobre el conservadurismo y el carácter han conjugado para hacer convertir las limitaciones ecológicas en una realidad
reaccionario de las poblaciones viejas y el dinamismo progresista de las jóvenes; impepinable. Tal vez esta serie común de restricciones constituya un factor más
pero una simple comparación entre Suecia (población vieja pero progresísta) y en favor de la convergencia de Jos sistemas económicos.·
Brasil (población joven pero reaccionaria) debiera servirnos de advertencia an- ¿Por qué se producen cosas inútiles y se engatusa a la gente para que las
tes de lanzar análisis tan simplistas. También se afirma que la pirámide de compre? No por amor a las cosas inútiles o por odio al medio, sino sencillamen-
edades de una población estacionaria de Estados Unidos sería esencialmente le para ganar un ingreso. Si con la actual distribución de la riqueza, el ingreso y
reclangular hasta los 50 años, y a parlir de ahí se eso-echaría rápidamente, y que el poder, la producción gobernada porel afán de lucro origina una producción
la "pirámide" dejarla de ser congruente con la pirámide de autoridad en las de ingentes cantidades de objetos inútiles, eso significa que algo anda mal en la
organizaciones jerárquicas; el resultado sería que ya no dominaría la corre- distribución de la riqueza y el poder, en el afán de lucro, o en ambas cosas.
lación de a mayor edad mayor autoridad. Muy, cierto, pero dos de los efectos Necesitamos algún prinCipio de distribución del ingreso que sea independiente-
saludables serian el aumento del ñúmero de personas que buscaran su realiza- mente o supla el vínculo ingreso-empleo. 36 Quizá Oskar Lange haya dado los
31
ción fuera de la esrructura de las orgartizaciones jerárquicas y la reducción del primeros pasos en esta dirección en On the Economic Theory of Socialism, en
número de personas que alcanzarán su nivel de incompetencia en la burocracia.
" Roben Theobald, Free Men and Fru Markets , Carden City, N.Y. , Doubleday, 1965.
" Oskar Lange, On the Eco nomic Theory -of Socialism, comp. Benjamin E. LippincotL. Nueva
" Joan Robinson. Econom.-c Ph.-losoplry, Londres, WatlS, 1962, p. 55. York, McGraw-Hill , )964_
"º INTROD IÓN 1
INTRODUCCION 11

mbi nnr algunos principios socia listas de la distribución con mayor parte ese "inflar" o hinchar. Una política de maximización del r Nn
la as ignac ión eficiente del sistema de mercado. Sin embargo, equivale prácticamente a una política de maximización del desgaste y la co n -
r hacer en es te campo como en la proyección de instituciones taminación.
r la poblac ión. Pero antes de progresar en estas cuestiones, es Podríamos dudar al decir que la contaminación se "maximiza" aduciendo
er su necesidad y hacer algunas advertencias sobre la manía del que la entrada de producción al acervo puede ser superior a la salida por con -
crecimien to.
sumo mientras el acervo aumente, como suele hacerlo en nuestra economía
de crecimiento. En la medida en que la riqueza se vuelva más duradera, se pued
SURGIMIENTO DE UNA ECONOM!A POLfTICA reducir al mínimo la generación de desechos aumentando el acervo. Pero, ¿es
DE NECESIDA DES FINITAS Y CRECIMIENTO NULO esto lo que ocurre en realidad? En el sistema actual, para maximizar la produ c-
ción debe existir previamente un mercado par~ ella. Al aumentarse la durabil i-
Aunque los conceptos de Mili han sido dominados totalmente por la manía del( dad de los bienes, se reduce la demanda de reposición. Cuanto más aprisa se
crecimiento, un número creciente de economistas ha externado su desencanto desgasten las cosas, tanto mayor será el flujo de producción e ingresos. Mientras
de la ideología del crecimiento. Bolding y Spengler (ambos expresidentes de la la apatía del consumidor y el debilitamiento de la competencia lo permitan,
American Economic Association) han subrayado la existencia de serias limita- existirán incentivos para minimizar la durabilidad. La obsolescencia planeada,
ciones ecológicas de la riqueza y la población. 38 la autodestrucción programada y otras prácticas dispendiosas, examinadas con
E. ]. Mishan, Tibor Scitovsky y Staffan Burenstam Linder han formulado lucidez por Vanee Packard, son el resultado lógico de maximizar la corriente de
recientemente argumentos muy agudos contra el crecimiento. 39 En Galbraith mercancías al mercado. 41 Si algo hemos de maximizar, es el acervo de riqueza,
tam bi én hay mucha oposición al crecimiento, al menos contra el crecimiento de no el flujo, pero con plena conciencia de las limitaciones ecológicas de esta
bienes cuya necesidad debe elaborarse junto con el producto mismo.i 0 maximización .
A p esar de estos comienzos, casi todos los economistas siguen apegados a sus Pero, ¿por qué esta contumaz insistencia en los flujos, este " fetichismo de
supuestos de necesidades infinitas, o sea, el postulado de la insaciabilidad, flujos " de la te_oría económica aceptada? De nuevo pienso que el problema de
orno lo -lla man los economistas matemáticos. Se puede satisfacer cualquier fondo es la distribución. La distribución del acervo de riqueza no tiene explica-
necesidad individual, pero no todas en su conjunto. El número de necesidades ción teórica, y mucho menos una justificación. Es un dato histórico. Pero la
es infinito, aunque no en intensidad, y la satisfacción de algunas estimula otras. distribución del flujo de ingresos se explica al menos en parte por la teoría _de la
Si las necesidades son infinitas, el crecimiento siempre se justifica, o al menos productividad marginal, que a veces se malinterpreta como justificación. Todos
as í parecería. reciben parte del flujo -llámense salarios, intereses, rentas o ganancias- y
Aun aceptando esta hipótesis, se puede objetar la manía del crecimiento todo parece bastante equitativo. Pero no todos son dueños de parte del acervo, y
sosleniendo que, dada la definición totalmente inadecuada del P NB, el "creci- esto no parece tan equitativo. El observar el flujo exclusivamente ayuda a evitar
miento" no es sino la satisfacción de necesidades cada vez más insignificantes, pensamientos perturbadores.
a l tiempo que se crean cuestiones externas cada vez más poderosas que destru- Aun el argumento del sentido común en favor de las necesidades infinitas, es
yen cosas agradables cada vez más importantes del medio. Para defendernos de decir, que los ricos parecen disfrutar de su elevado consumo, no se puede
estas cuestiones externas producimos aún más, y en lugar de restar los gastos generalizar sin cometer la falacia de la composición. Si todos ganaran un ingre-
puramente defensivos ¡los sumamos! Por ejemplo, los honorarios médicos por so igualmente elevado, se llegaría al límite del consumo incluso antes que si
trata r un cáncer por tabaquismo o un enfisema por la contaminación se suman 1 una minoria percibiera elevadas entradas. La razón es que una gran proporción
a l PNB, cuando en un sentido de bienestar deberían restarse. Esto..e,s inflar, no del consumo de los plutócratas consiste en servicios personales prestados por los
crecer. Igualmente, la,satisfacción de las necesidades creadas al lavar el cerebro y pobres y no se dispondría de dichos servicios si éstos fueran ricos. Los plutócra-
engañar al público a través de los medios de comunicación representan en su tas pueden gastar fácilmente grandes cantidades en consumo, puesto que todo
el trabajo de mantenimiento doméstico lo pueden hacer otros. Al contratar a los
" Boulding, "Economics of Coming Spaceship Eanh", J. J. Spengler, Public Address, Yale pobres para que les conserven e incluso les adquieran bienes, los ricos dedican
Foresuy School, verano de 1969.
39 su tiempo limitado de consumo sólo a los aspectos más placenteros: Montan sus
E. J. Mishan, The Costs o/ Economic Growth, Nueva York, Praeger, 1967; Tibor Scitovsky,
"What Price Economic Growth", en Papers on W el/are ánd Growth, Stanford, California, Stanford caballos, pero no los limpian, peinan, ensillan y alimentan, ni tampoco asean
University Press, 1964; Burenstam Linder, Harried Lúsure Class.
0
• ] . K.. Galbrailh, The Afflurnl Society, Boston, Houghton Mifflin, 1958.
" Vanee Packald, The Wasu Malurs, Nueva York, Pocket Books, 1963.

~'
-t2 INTRODUCCIÓ N INTRODUCCIÓN 43

la caballeriza. Si ejecutaran su propio rrabajo de mantenimiento, el consumo uabajo fonado; o bien capitalistas (estatales o priv:ados~ qt•~ JJSM1 el excedente
forzosamente seria menor. El tiempo 'impone un límite al consume. _ ~ ~.:..~ c.~ c;;.:¡::..iw pcüü ganar más excedente en forma de intereses y cuasi-
No obstante, el gran inconveniente del supuesto de las necesidades infinitas .;n:ntas. Si el crecimiento debe cesar, el excedente y quienes lo controlan pierden
lo señaló Keynes, quien, pese al uso que se ha hecho de sus teoIÍas en .favor del ·- importancia. Si el excedente no conduce al crecimiento, entonces debe consu-
crecimiento, ciertamente no era partidario _del crecimiento ilimitado, como se -min;e, y las demandas éticas de participación equitativa en su consumo no se
observa en el siguiente párrafo: . podrian contrarrestar con el argumento de que la falta de equidad es necesaria
para acumular. No existiría una acumulación mayor que la exigida por la
Es cieno que las necesidades de los humanos pueden parecer insaciables. Pero éstas se depreciación, ni los privilegios que ello entraña.
dividen en dos clases: las absolutas, en el sentido de que las experÍmemamos sin
imponar la situación en que se encuentren nuesrros semejames, y las JFlaLivas, que Cona cedros y toma ciprés y encina, que crecen enrre los árboles del bosque; planta
experimentamos solo si satisfacerlas nos encumbra y nos.bace sentir superiores a pino, que se aie con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de
nuestros prójimos. Estas últimas necesidades, las que satisfacen el deseo de superiori- ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios,
dad, pueden realmente ser insaciables, pues cuamo mayor sea el nivel general, tanto y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Pane del leño quema en el
mayores serán. Más esto no es tan cierto para ias necesidades absolutas: -se puede fuego; con parte de él come carne, prepaia un asado, y se sacia; después se calienta, y
llegar pronto -quizá -mucho más de lo que imaginamos- a un punto en que dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo
satisfagamos esas necesidades y prefiramos dedicar la energia que nos queda a tareas suyo; se postra delante de él, Jo adora, y le ruega diciendo: librame, porque mi dios
no económicas. •2
eres tú. No saben ni enúenden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su
corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene senúdo ni entendimien·
Para Keynes, las necesidades absolutas reales son las que se pueden satisfacer io para decir. Pane de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas ax:í pan, asé carne, y
y no requierén desigualdades y odiosas comparaciones para su misma existen- la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraJ-é delante de un rronco de
cia; las necesidades relativas son los anhelos de vanidad y son insaciables. árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su
Mezclar ambas categorías y hablar de "necesidades infinitas" en general sólo alma, ni diga: ¿No es pura mentira Jo que tengo en mi mano derecha? [l.saías 44:14--
enturbia el asunto. La misma distinción está implícita en la ·cita de Mili, quien 20.]
habló desd.eñosameme de "consumir cosas que producen poco o ningún placer-
excepto como representativas de riqueza". Ya no hablamos de "reverenciar ídolos". En su lugár tenemos una abomina-
Dos mil .quinientos años antes de Keynes, el profeta lsaías desarrolló amplia- ción llamada "PNB", grandes parles del cual, no obstante, llevan mombres tan
mente este tema en una disertación sobre la idolalrÍa. reveladores como Apolo, Poseidón y Zeus. En vez de "adorar" el ídolo, lo
La mitad del árbol quemado para cocinar y obtener calor, las necesidades. "maximizamos". El ídolo se ha vuelto mucho más conceptual y abstracto y
absolutas finitas de Keynes y -la parte fundamental del PNB consagrada -a las mucho menos concreto y material, mientras que la adoración se ha Lomado más
necesidades básicas son todas, prácticamente, sinónimos. El ·excedente, la otra técnica que personal. Pero en esencia la idolatría sigue siendo idolatría, y
mitad del árbol empleada para hacer un ídolo, las necesidades relativas infinitas clamamos al creciente excedente: "¡Sálvame, [~la otra versión: "¡Librame,
o anhelos de vanidad de Keynes y la orra parle o excedente (creciente) del PNB porque mi dios eres tú!"] pues tú eres mi dios!" En lugar de eso deberíamos
empleada para satisfacer apetencias marginales, son también sinónimos. Ade- detenemos y preguntamos igual que Jsaías: según la versión que estaba : " ¿A
más, la mitad excedeme del árbol empleada para hacer un ídolo, una abomina- caso lo que tengo en la mano es engañoso?"
ción, simboliza el uso que se ha dado al excedente económico a lo largo de toda
la historia de esclavitud y coerción de otros hombres al controlar los excedentes
económicos y al obligarlos a "postrarse ante un trozo de madera". Los controla-
dores del excedente podrían constituir un sacerdocio que regula los ídolos
físicos hechos con el excedente y utilizados para extraer más excedente en forma
de tributos y ofrecimientos. O podrían ser señores feudales quienes, a través del
poder que les otorga ser dueños de la tierra extraigan un excedente como renta y

ui. M. Keynes. "Economic Possibilities for Our Grandchildren" . en Essays in Persuasion,


Nueva York. Nonon, 1963 (publicado originalmeme en 1931).
Espacios de
Hacia una geogra ía crítica

David H a r v e y

Tirulo original:
Spuces ofCupi/ul. Towurds u Criticul Geogruphy

Publicado originnlmenre por Ediiburgh University Press, Ltd en 2001

O David Hasve): 2001

O Ediciones Akd,S. A.. 2007


pura lengua españolu

Sector Forestu, 1
28760 Tres Cantos
Madrid - Espnñu

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Fus: 9 18 0.14 028
La población, los
recursos y la ideología
de la ciencia*

Sería verdaderamente conveniente que una cuestión tan controvertida como la


relación entre la población y los recursos pudiera analizarse de manera ética y neu-
tral. En años recientes, las investigaciones científicas sobre esta relación se han mul-
tiplicado enormemente en número y complejidad. Pero la plétora de investigacio-
nes científicas no ha reducido la controversia; por el contrario, la ha aumentado.
Podemos aventurar tres explicaciones posibles para esta situación:

1. la ciencia no es éticamente neutra,;


2. los métodos usados para considerar el problema población-recursos presen-
tan graves defectos; o
3. algunas personas son irracionales y no comprenden y aceptan los resultados
científicamente establecidos.

Todas estas explicaciones pueden resultar ciertas, pero no podemos permitirnos


preferir ninguna de ellas sin una sustancial reserva. La última explicación exigiría,
por ejemplo, un cuidadoso análisis del concepto de racionalidad antes de poder sos-
tenerla (Godelier, 1972). La segunda explicación exigiría una cuidadosa investiga-
ción de las capacidades y limitaciones de toda una batería de técnicas, herramien-
tas y métodos científicos, junto con una cuidadosa evaluación de los datos disponibles,
antes de poder considerarla correcta o incorrecta. En este artículo, sin embargo, me
centraré en la primera explicación e intentaré demostrar que la falta de neutralidad
ética de la ciencia afecta a todos los intentos de análisis científico y <<racional>>
de la

" Publicado por primera vez en Economic Geograpby, 1974.

51
relación población-recursos. Me esforzaré además por demostrar que la adopción el propósito de este artículo documentar los problemas y los defectos de la hipótesis
de ciertos métodos científicos conduce inevitablemente a determinadas conclusio- de neutralidad ética, por fundamentales que sean. Partiré, por el contrario, de la po-
nes sustantivasque, a su vez, pueden tener profundas implicaciones políticas. sición de que la investigación científica no puede proceder de una manera éticamen-
te neutral, e intentaré demostrar que la incapacidad para sostener una posición de
neutralidad ética implica inevitablemente algún tipo de posición ideológica en cual-
La hipótesis de la neutralidad ética quier intento de examinar algo tan complejo como el sistema población-recursos.
En sí misma, la falta de neutralidad ética no demuestra mucho. Sirve, por su-
Con frecuencia los científicos parecen afirmar que las conclusiones científicas puesto, para apartarnos de la opinión bastante trivial de que existe una versión cien-
son inmunes al asalto ideológico. El método científico, se sostiene a menudo, ga- tífica de un problema y una variedad de versiones ideológicas. Por ejem-
rantiza la objetividad y la neutralidad ética de las manifestaciones «objetivas» así plo, los términos maltusianos de «superpoblación» y «presión de la población sobre
- como de las conclusiones derivadas de ellas. Esta opinión es común en las denomi- los medios de subsistencia» no son inherentemente más o menos científicos que los
nadas ciencias naturales; también está extendida en disciplinas como la economía y términos marxianos de «ejército industrial de reserva» y «excedente relativo de po-
la sociología. La peculiaridad de este punto de vista es que la afirmación de ser éti- blación», a pesar de que entre analistas poco precisos existe una predilección por
camente neutral y estar libre de ideología es en sí misma una afirmación ideológica. considerar los primeros adecuadamente científicos y los segundos puramente ideo-
Los principios del método científico (sean cuales sean) son declaraciones normati- lógicos. Por desgracia, no es muy informativo afirmar además que todas las versiones
vas y no objetivas. Los principios no pueden, por consiguiente, justificarse y vali- de un problema son ideológicas, y e$ completamente engañoso sugerir que nuestras
darse apelando a los propios métodos de la ciencia. Hay que validarlos apelando a opiniones sobre el problema población-recursos dependen meramente de si somos
algo externo a la propia ciencia. Presumiblemente este «algo» radica en el ámbito optimistas o pesimistas, socialistas o conservadores, deterministas o posibilistas, y
de la metafísica, la religión, la moral, la ética, la convención o la práctica humana. otras dicotomías similares. Afirmar esto es no dar suficiente crédito a ese espíritu de
Sea cual sea su fuente, radica en ámbitos que hasta los científicos aceptan que están empeño científico que intenta establecer la «verdad» sin invocar preferencias perso-
libremente imbuidos de consideraciones ideolGgicas. No sostengo que los hechos y nales subjetivas; decir que no existe la neutralidad ética no quiere decir que nos ve-
las conclusiones a los que se llega con un método científico determinado sean fal- amos reducidos a la mera opinión personal.
sos, inútiles, inmorales, injustificables, puramente subjetivos o no reproducibles. Estamos, sin embargo, obligados a admitir que la investigación «científica» se
Sostengo, por el contrario, que el uso de un método científico particular está nece- produce en un ámbito social, expresa ideas sociales y transmite significados socia-
sariamente basado en la ideología, y que cualquier afirmación de que está libre de les. Si nos molestamos en sondear más profundamente estos significados sociales,
ideología es necesariamente una afirmación ideológica. Los resultados de cualquier tal vez observemos que métodos científicos particulares expresan ciertas posiciones
investigación basada en una versión del método científico no pueden en éticas o ideológicas. En algo tan controvertido como el debate población-recursos
consecuencia ser inmunes al asalto ideológico, y tampoco pueden considerarse de es crucial entender esta cuestión que con demasiada frecuencia se pasa por alto. Si,
manera automática inherentemente distintos o superiores a los resultados a los que como espero demostrar enseguida, el empirismo lógico, el método dominante, pro-
se llega con otros métodos. duce inevitablemente resultados maltusianos o neomaltusianos, podemos entender
El fundamento ideológico de la suposición de neutralidad ética se puede demos- más fácilmente por qué los científicos formados en la tradición del empirismo lógi-
trar mediante un examen atento de la base de investigación paradigmática en toda la co han atribuido inevitablemente, a l centrarse en la cuestión población-recursos,
historia de las ciencias (tanto naturales como sociales) (Harvey, 1973; Kuhn, 1962; una cierta veracidad al punto de vista maltusiano y neomaltusiano. Cuando dicho
Mesjaros, 1972), así como examinando la historia de,la propia suposición de neutra- punto de vista les ha resultado desagradable, dichos científicos rara vez lo han re-
lidad ética (Mesjaros,1972;Tarascio, 1966).El fundamento ideológico también se pue- futado con argumentos «científicos»; por el contrario, han recurrido como base de
de revelar mediante una consideración de las teorías del significado en las que se acepta refutación a alguna versión de optimismo subjetivo. Este tipo de refutación no ha
que no puede haber un lenguaje éticamente neutral porque el significado del lengua- sido útil, por supuesto, porque ha perpetuado la ilusión de que la ciencia y la ideo-
je no puede separarse de las prácticas humanas por las que se aprenden y comunican logía (entendida como preferencia personal) son independientes entre sí, cuando el
los significados específicos (Hudson, 1970; Wittgenstein, 1958). No es, sii embargo, verdadero problema radica en la ideología del propio método cientaco.
Es más fácil abordar las relaciones entre el método, la ideología y las conclusio- tencia) y después usa el método empírico para demostrar sus deducciones. De esa
nes sustantivas examinando las obras de Malthus, Ricardo y Marx, porque es rela- forma, Malthus llega a una concepción de método que podemos denominar «empi-
tivamente fácil encontrar las conexiones entre tales obras y por consiguiente en- rismo lógico». Este método asume en general que hay dos tipos de verdades, que po-
contrar cuestiones importantes y a menudo oscuras que radican en el fondo de ' demos denominar werdades lógicas» (deducciones correctas a partir de enunciacio-

cualquier análisis de la relación población-recursos. nes iniciales seguras) y «verdades empíricas)) (enunciaciones objetivas, correctas y
verificables que reflejan la observación y el experimento). Las verdades lógicas pue-
den relacionarse con las verdades empíricas uniendo los dos tipos de enunciaciones
Malthus en un sistema hipotético deductivo. Si la observación empírica indica que algunas
de las enunciaciones'd&ivadas son «objetivamente ciertas)), se considera que d o
A veces se olvida que Malthus escribió su primer Ensayo sobre el princ$io de la significa que el sistema de enunciaciones es en su conjunto cierto, y entonces po-
población en 1798 a modo de tratado político contra el anarquismo socialista utó- demos disponer de una «teoría», por ejemplo, sobre la relación población-recursos.
pico de Godwin y Condorcet y como antídoto contra las esperanzas de progreso so- Malthus construye una versión rudimentaria de dicha teoría.
cial despertadas por la Revolución Francesa. En su introducción, sin embargo, Vale la pena señalar otro rasgo del empirismo. El empirismo supone que se pue-
Malthus establece ciertos principios de método que deberían, sostiene, regir el dis- den entender los objetos independientemente de los sujetos que los observan. Se
curso referente a un tema tan ambicioso como la perfectibilidad del hombre: asume, por consiguiente, que la verdad radica en un mundo externo al observador,
cuya tarea es registrar y reflejar fielmente los atributos de los objetos. Este empiris-
Un escritor puede decirme que en última instancia un hombre acabará convertido en mo lógico es una versión pragmática de ese método científico al que se da el nom-
avestruz. No puedo contradecirlo adecuadamente. Pero antes de esperar atraer a una bre de «positivismo lógico», y que se basa en una visión particular y muy estricta
persona razonable a su opinión, él debería demostrar que el cuello de la humanidad se del lenguaje y del significado.
ha ido alargando gradualmente, que los labios se han vuelto más duros y prominentes, Mediante el uso del método empirista lógico, Malthus llega a ciertas conclusio-
que las piernas y los pies alteran diariamente su forma, y que el cabello está empezando nes que apoyan las avanzadas por los partidarios del «orden de cosas existenten, re-
a convertirse en cabos de plumas. Y hasta que se pueda demostrar la probabilidad de chaza el utopismo de Godwin y Condorcet, y desdeña las esperanzas de cambio po-
una conversión tan asombrosa, seguramente serán tiempo y elocuencia perdidos expla- íítico. La disminución de la polémica y la mayor seguridad en el empirismo de
yarse sobre la felicidad del hombre en tal estado: describir sus capacidades, tanto para ediciones posteriores del Ensayo sobre la población quizá se pueda considerar en
correr como para volar, pintarlo en una condición en la que se menospreciarían todos parte consecuencia del descubrimiento básico hecho por Malthus de que cierto tipo
los lujos estrictos, en la que se emplearía sólo en recoger los elementos necesarios para de método científico podría obtener, con mucha mayor credibilidad y convicción
la vida y en la que, en consecuencia, la parte de trabajo correspondiente a cada hombre que la polémica directa, un propósito social definido. El recurso al empirismo fue
sería ligera, y su porción de ocio amplia (Malthus, 1970, p. 70). facilitado a su vez por el creciente conjunto de información referente al crecimien-
to y a la situación de la población mundial; una de las fuentes básicas, por ejemplo,
El método por el que Malthus aboga es el empirismo. Mediante la aplicación de fue la obra del geógrafo Alexander von Humboldt (1811).
este método empirista, las teorías opuestas de los socialistas utópicos, los partida- Habiendo demostrado que el «poder de la población es infinitamente mayor que el
rios del avance liberal y los derechos del hombre, por un lado, y de los partidarios poder de la Tierra para producir subsistencia)),y que es una «ley natural» que inevita-
del «orden de cosas existente)),por otro, pueden compararse con las realidades del blemente la población ejerza presión sobre los medios de subsistencia, Malthus pasa a
mundo. Pero, la primera edición del Ensayo sobre la población está marcada por una analizar los controles positivos y preventivos por los que la población se mantiene en
deducción a priori así como por la polémica y el empir'ismo. Malthus establece dos equilibrio con los medios de subsistencia. La evolución posterior de las ideas de Mal-
postulados: que la comida es necesaria para la existencia del hombre, y que la pa- thus sobre el tema es demasiado conocida para merecer que se repita aquí. Lo que a
sión entre los sexos es necesaria y constante. Sitúa estos dos postulados en el con- menudo se olvida, sin embargo, es el carácter clasista del que él la dota. Glacken, por
texto de ciertas condiciones, deduce ciertas consecuencias (incluida la famosa ley ejemplo, que trata sobre Malthus en el penúltimo capítulo de su monumental estudio,
por la cual la población inevitablemente ejerce presión sobre los medios de subsis- Traces on Rhodian Shore (1967),pasa completamentepor alto este aspecto.
Malthus reconoce que «la miseria tiene que tocarle a alguien» y sostiene que 10s Malthus llega de esa forma a lo que ahora conocemos como una «solución con-
controles positivos recaerán necesariamente sobre las clases más bajas (Malthus, traintuitivas: a saber, que lo mejor que se puede hacer con la miseria y la pobreza
1970,p. 82), explicando así la miseria de éstas como resultado de una ley natural que es no hacer nada, porque todo lo que se haga sólo servirá para exacerbar el proble-
funciona «con absoluta independencia de toda reglamentación humana». El sufri- ma. La única política válida con respecto a las clases más bajas de la sociedad es la
miento de las clases bajas debe interpretarse, por lo tanto, como «un mal tan pro- de «abandono benévolo». Esta política está también respaldada por una cierta ca-
fundamente asentado que ningún ingenio humano puede solucionarlo» (Mdthus, racterización de los comportamientos «típicos» exhibidos entre las clases bajas. Ar-
1970, p. 101). A partir de tal aseveración llega «a regañadientes» a un conjunto de gumentos similares se encuentran aún entre nosotros. Aparecen en las declaracio-
recomendaciones politicas con respecto a las leyes para los pobres. Al proporcionar nes políticas de Jay Forrester, Edward Banfield, Patrick Moynihan y otros. De
protección a las clases más bajas de la sociedad no se consigue más que aumentar la hecho, la política de asistencia social en Estados Unidos en la actualidad está do-
miseria humana; liberar a las clases más bajas de la sociedad de los controles positi- minada por ese modo de pensar.
vos sólo comporta una expansión de su número, una reducción gradual de los nive- Para juzgar correctamente la actitud de Malthus hacia las clases bajas hay que com-
les de vida de todos los miembros de la sociedad, y un descenso en el incentivo para pararla con lo que opina sobre la función de las demás clases en la sociedad, en espe-
trabajar, del cual depende, a través del sistema salarial, la movilización de la fuerza cial las de los intereses industriales y territoriales. Estas funciones se observan de ma-
de trabajo. También sostiene que los niveles de subsistencia crecientes para «una nera más analítica en The Prirzdples of Political Economy. En él reconoce que hay un
parte de la sociedad que en general no puede considerarse la más valiosa, reducen la problema por resolver al explicar la acumulación de capital en la sociedad. El capita-
porción que de otra manera correspondería a miembros más industriosos y valiosos, lista ahorra, invierte en actividad productiva, vende el producto con beneficio, siem-
a quienes obliga así a volverse más dependientes), (Malthus, 1970, p. 97). bra nuevamente el beneficio en forma de nueva inversión y comienza una vez más el
De d o Malthus saca una moraleja: ciclo de acumulación. Existe aquí un seno dilema, porque el capitalista tiene que ven-
der el producto a alguien si quiere conseguir beneficio, y el capitalista ahorra en lugar
Por duro que pueda parecer en casos individuales, la pobreza dependiente debería de consumir. Si el capitalista ahorra demasiado y la tasa de acumulación de capital au-
considerarse deshonrosa. Tal estímulo parece absolutamente necesario para promover menta con demasiada rapidez, los capitalistas verán la expansión restringida, mucho
la felicidad de la gran masa de la humanidad, y todo intento general de debilitar este antes de encontrar problemas de subsistencia, por la falta de demanda efectiva para la
estimulo, por benévola que sea su intención en apariencia, siempre será contraprodu- producción aumentada. En consecuencia, «tantoel capital como la población pueden
cente L..] ser al mismo tiempo, y por un penodo de larga duración, superfluos, en comparación
I
con la demanda efectiva de productos» (Malthus, 1968, p. 402).
No me cabe duda alguna de que las leyes parroquiales de Inglaterra han contribuido a Malthus iqsistió mucho en el problema de la demanda efectiva e intentó convencer
aumentar el precio de las provisiones y a bajar el precio real del trabajo. Han contribui- a su contemporáneo Ricardo de que, en la práctica: «el verdadero control de la pro-
do, por lo tanto, a empobrecer a la clase de personas cuya única posesión es el trabajo. ducción y de la población surge más por falta de estímulo que por la falta de capaci-
También es difícil suponer que no hayan contribuido poderosamente a generar esa des- dad para producin>(Keynes, 1951, p. 117). Ricardo no se dejó convencer, y la idea de
preocupación y falta de frugalidad observada entre los pobres, tan contraria a la dispo- la demanda efectiva en relación con la acumulación de capital y los índices salariales
sición que se debe resaltar entre los pequeños comerciantes y agricultores. Los obreros permaneció dormida hasta que Keynes la resucitó en su Teoná general del empleo, el
pobres, por usar una expresión vulgar, parecen siempre dispuestos a vivir al día. Las ne- interés y el dinero.
cesidades presentes ocupan toda su atención, y raramente piensan en el futuro. Aun La solución dada por Malthus al problema de la demanda efectiva es confiar en
cuando tengan la oportunidad de ahorrar, rara vez la ejercen, sino que todo lo que está el ejercicio adecuado de la capacidad de consumo por parte de las clases impro-
más allá de sus necesidades presentes va a parar, hablando en general, a la taberna. Por ductivas -terratenientes, funcionarios estatales y similares- que se encontraban fue-
consiguiente, se puede decir que las leyes sobre los pobres en Inglaterra disminuyen el ra del proceso de producción. Malthus se esforzó por disociarse de cualquier apo-
poder y la voluntad de ahorrar entre la gente común y, por consiguiente, debilitan uno logía directa del consumo conspicuo por parte de la aristocracia terrateniente.
de los más firmes incentivos para la sobriedad y la industria, y en consecuencia para la Decía meramente que para que el capitalista, que no cedía a lo que Adam Smith de-
felicidad (Malthus, 1970, p. 98). nomina «apetito insaciable de la humanidad por bagatelas y fruslerías», tuviera éxi-
to en la tarea de acumular capital, alguien, en algún lugar, debía generar una de- chaza de plano, la que forma el cimiento de la teoría del plusvalor de Marx, de la
manda efectiva. que surge la teoría marxista del excedente de población relativo.
En la propia obra de Malthus existe una contradicción interna fundamentk. Por
Es incuestionablementecierto que la riqueza produce necesidades; pero es una verdad ' una parte, la <<ley natural)) de la población mantiene la doctrina de la miseria inevi-
aún más importante que las necesidades producen riqueza. Cada causa acciona y reaccio- table para la masa de la humanidad, mientras que la teoría de la demanda efectiva
na sobre la otra, pero el orden, tanto de precedencia como de importancia, correspondea señala los controles sociales para el empleo del capital y del trabajo. Z i k e sugiere
las necesidades que estimulan la industria [...] La mayor de todas las dificultades para con- que Malthus no necesitaba reconciliar estas posiciones opuestas, porque el princi-
vertir a los países incivilizados y poco poblados en países civilizados y populosos es inspi- pio de la población. , es-aplicable
,. a largo plazo, mientras que la teoría de la demanda
rarles las necesidades mejor calculadas para fomentar que se esfuercen en la producción efectiva explica las oscili<iones cíclicas a corto plazo [Zonke, 1967, p. 431. Malthus
de riqueza. Uno de los mayores beneficios que aporta el comercio exterior, y la razón por no parece haber pensado lo mismo a este respecto. En Summary View ofthe Prín-
- la que siempre ha parecido un ingrediente casi necesario en el progreso de la riqueza, es ciple ofPopulation, un resumen publicado en 1830, intenta reconciliar-estospuntos
su tendencia a inspirar nuevas necesidades, a formar nuevos gustos y a proporcionar nue- de vista divergentes. Admite en esta obra que «las leyes de la propiedad privada,
vos motivos para la industria. Ni siquiera los países civilizados y favorecidos pueden per- que son los grandes estimulantes de la producción, la limitan tanto que siempre ha-
mitirse perder cualquiera de estos motivos (Malthus, 1968, p. 403). cen que el producto red de la tierra quede considerablemente por debajo de la ca-
pacidad de producción» (Malthus, 1970, p. 245).
La demanda efectiva, situada en las clases improductivas de la sociedad, y esti- A continuación señala que en un sistema de propiedad privada «la única de-
mulada por la creación de necesidades y el comercio exterior, era una fuerza im- manda efectiva de producto debe proceder de los dueños de la propiedad», y que
portante y vital para estimular tanto la acumulación de capital como la expansión el control de la demanda efectiva afecta tanto al principio de la población que im-
del empleo. En consecuencia, los trabajadores sólo podían quedar desernpleados si pide la visita de la miseria a todos los sectores de la humanidad y «garantiza a una
las clases superiores no consumían. Esta teoría de la demanda efectiva no encaja fá- porción de la sociedad el ocio necesario para el progreso de las artes y de las cien-
cilmente con la teoría de la población. Por la sencilla razón de que parece contra- cias», un fenómeno que «confiere a la sociedad un beneficio muy destacado)). Las
dictorio asegurar a tenor de la teoría de la población que se debe reducir la capacidad exigencias de reforma social, y en especial cualquier oposición al principio de la
de consumo de las clases más bajas de la sociedad y asegurar al mismo tiempo, de propiedad privada, están equivocadas. Acabar con una sociedad basada en el in-
acuerdo con la teoría de la demanda efectiva, que las clases altas deberían consumir dividualismo competitivo regulado mediante las instituciones de la - propiedad
.
pri-
tanto como fuera posible. Malthus intenta resolver esta contradicción sosteniendo vada es permitir que el principio de la población se descontrole, una probabilidad -
que las clases altas no aumentan de número de acuerdo con el principio de la po- que hundirá a toda la humanidad en un estado de miseria. Las leyes de la propie-
blación; consumen llamativamente y regulan su número mediante hábitos pruden- dad privada, en la medida en que han restringido las oportunidades de las clases
tes generados por el temor a perder su posición en la vida. Las clases más bajas se trabajadoras, han controlado artificialmente el funcionamiento del principio de la
reproducen imprudentemente. En consecuencia, la ley de la población se descom- población y, por consiguiente, reducido la miseria agregada de la humanidad.
pone en una ley para los pobres y otra para los ricos. Pero Malthus también tiene Malthus reconcilia así el principio de la población con la teoría de la demanda
que explicar por qué no se puede generar una demanda efectiva aumentando la ca- efectiva:
pacidad de consumo de las clases trabajadoras. Esa posibilidad la descarta rápida-
mente por ilógica, ya que: «nadie empleará nunca capital meramente para cubrir la Poco influye en la tasa real de aumento de la población, o en la existencia necesaria
demanda ocasionada por aquellos que trabajan para él» (Malthus, 1968, p. 404). de controles a ese aumento, el que el estado de la demanda y la oferta que ocasiona una
Aiiade que el único caso en el que esto ockriría sería gue los trabajadores «pro- insuficiencia de los salarios para todas las clases trabajadoras se produzca de manera pre-
dujeran un exceso de valor por encima de lo que consumen)).Rechaza por comple- matura por una mala estructura de la sociedad, y una distribución desfavorable de la ri-
to esta posibilidad. Pero incluso Ricardo, en las notas a este párrafo, pregunta sen- queza, o necesariamente por el agotamiento comparativo del suelo. El trabajador siente
cillamente «¿por qué no?» y escribe una sencilla alegación para demostrar su la dificultad en el mismo grado y ésta debe tener casi los mismos resultados, indepen-
argumento (Ricardo, 1951b, p. 429). Y, por supuesto, es esta idea, que Malthus re- dientemente de cuál sea la causa de la que surja (Malthus, 1970, p. 247).
Malthus era, por principio, defensor de las instituciones de la propiedad privada, consecuencia, un pensador más normativo que empírico (positivo). Más profunda-
y es esta ideología la que subyace a su formulación del principio de la oblación y a mente inserta en la obra de Ricardo, sin embargo, se encuentra la doctrina de que
la teoría de la demanda efectiva. Las instituciones de la propiedad privada significan la armonía social se alcanza mediante un comportamiento económicamente racio-
inevitablemente una distribución desigual de la renta, la riqueza y los medios de pro- nal en el mercado. Esta doctrina de la armonía social se encuentra con frecuencia
ducción en la sociedad. Malthus acepta algunas de estos modelos distributivos y acep- en la economía política del periodo, y su aparición en la obra de Ricardo no está
ta su carácter de dase. El modelo distributivo específico puede considerarse bueno o desligada del uso de una metodología analítica de construcción de modelos. Un
malo, pero no habría manera de ordenar la sociedad racional sin incorporar las nece- conjunto de elementos y relaciones vinculados en una estructura lógica tiene que ser
sarias distinciones de clase. Malthus reforzó sus argumentos mezclando análisis y ma- internamente congruente e internamente armonioso. Cuando se somete a manipu-
teriales, en especial con respecto a la teoría de la población, apelando a un método de lación y análisis, el modelo genera asimismo soluciones de equilibrio a los proble-
empirismológico. En sus escritos sobre economía política, sin embargo, haáa uso be- mas. Con respecto al concepto de armonía social, la obra de Ricardo contrasta muy
- - cuente de un método más característicode Ricardo. El carácter contradictorio de mu- marcadamente con la de Malthus y Marx. La de Marx es expresiva, toda ella, del
chos de los escritos de Malthus sobre población y demanda efectiva deriva en parte tema del conflicto de clases, mientras que en la de Malthus el sentido de conflicto
de la disyunción del método usado para examinar ambos fenómenos. En este punto, de dases se confunde con la armonía social (en especial en The Principies of Politi-
por consiguiente, debemos observar el método de investigación más daramente ex- cal Econom~),porque el autor intenta combinar los resultados alcanzados por me-
hibido en la analítica limpiamente detallada de Ricardo. dio del empirismo lógico con aquellos alcanzados por medio de un modelo abs-
tracto de la economía. El conflicto de clases apenas puede hallarse en la analítica
armoniosa del sistema de mercado de Ricardo, aunque los resultados analíticos se
Ricardo usen con fines clasistas: a saber, la derrota de los intereses de los terratenientes y ei
sometimiento del trabajo asalariado a los intereses del empresario industrial.
Ricardo aceptó el principio de la población de Malthus sin reservas y, debemos En estas condiciones, sorprende descubrir que Ricardo aceptara con tanta facilidad
-- añadir, con muy poco sentido crítico. Pero el principio de la población desempeña el principio de la población de Malthus. En parte, la simplicidad del argumento de-
en su obra una función muy diferente y se trata de acuerdo con una metodología ductivo de Malthus debe de haberle atraído, pero existe una razón más sighcativa
muy distinta. El método de Ricardo consistía en abstraer de una realidad compleja para el incondicional respaldo de Ricardo a tal principio. Sólo por medio de él podía
unos cuantos elementos y relaciones básicos, y analizar y manipular estos elementos mantener la armonía y el equilibrio de su sistema. El problema analítico para Ricardo
y relaciones idealizados para discernir la estructura del sistema en consideración. era explicar la tasa salarial de equilibrio. Los salarios, sostenía, estaban básicamente de-
De esta manera, Ricardo construyó un modelo abstracto de distribución económi- terminados por dos factores: la escasez y los gastos de subsistencia. En el sistema de Ri-
ca mediante el mecanismo del mercado -un modelo de funcionamiento de la socie- cardo, el trabajo se consideraba una mercancía como cualquier otra, y la demanda cre-
dad capitalista- que necesitaba poca base empírica. La función de dicho modelo era ciente de tal mercancía debía suscitar una oferta tal que los salarios tenderían, a largo
proporcionar una herramienta de análisis que explicase y predijese el cambio. Ri- plazo, al nivel del «salario natural» impuesto por los gastos de subsistencia. El meca-
cardo no era un empirista en el sentido en que lo fue Malthus en el Ensayo sobre la nismo que Ricardo tomó de Malthus para alcanzar el equilibrio entre la oferta y la de-
población, y usaba los datos con moderación, en buena parte a modo de ilustración, manda de trabajo fue, por supuesto, el principio de la población, mediante el cual la
no con la intención de verificar la teoría. El éxito y la legitimidad de dicho método población trabajadora aumentaría automáticamentede número:
dependen por completo, desde luego, de que las abstracciones realizadas sean ra-
zonables. Es importante observar, por consiguiente, las abstracciones e idealizacio- Cuando, sin embargo, por el aliciente que los salarios elevados dan al aumento de la
nes introducidas en el modelo de Ricardo para comprender sus conclusiones sus- población, aumenta el número de trabajadores, los salarios vuelven a caer a su precio na-
tantivas y el tratamiento que da al problema población-recursos. tural, y de hecho debido a la reacción caen por debajo de é i (Ricardo, 1951a, p. 94).
En el centro del sistema de Ricardo encontramos una suposición básica concer-
niente a la naturaleza de la racionalidad económica: «el hombre económico» es el A corto plazo y bajo circunstancias favorables, el ritmo de acumulación de capital
modelo de racionalidad al que todos los seres humanos deberían aspirar. Era, en podría superar al de la capacidad de la población para reproducirse y, en consecuen-
I
cia, durante tales ~eriodos,que serían forzosamente de corta duración, los salarios re- condiciones en las que el pensamiento racional y la propia civilización pudieran sobrevi- !
basarían holgadamente su precio «natural» (Ricardo, 1951a, p. 98). Además, cuando vir, al menos entre una elite. Ricardo sugiere también que la aportación de prestaciones I
una población ejerce presión sobre los medios de subsistencia, «los únicos remedios soaales será especialmente perniciosa en situaciones en las que no haya ckimiento. 1

son una reducción de las personas o una acumulación de capital más rápida». En con- También este argumento sigue con nosotros, y lo retomaremos más adelante.
secuencia, las leyes que determinan los salarios y «la felicidad de la mayor parte de A Ricardo, sin embargo, los argumentos de Malthus respecto a la demanda efec- I
cada comunidad» dependían de una relación equilibrada entre la oferta de trabajo, uva le parecían «muy asombrosos», y comentó que:
de acuerdo con el principio de población, y la acumulación de capital. La población, I
sostenía Ricardo, «se regula mediante los fondos que deben emplearla, y por consi- Un cuerpo de trabajadores improductivoses tan necesario y útil con miras a la producción
guiente siempre aumenta o disminuye con el aumento o la disminución del capital> futura como un fuego que debiera consumir en el almacén del fabricante las mercancías que
l
(Ricardo, 1951a, p. 78). Hasta Malthus, sin embargo, puso objeciones a este uso de de otra manera consuminan esos trabajadores improductivos (Ricardo, 1951b ,421). --
- -- --- .- ,
su principio de la población, observando que hacían falta-ál menos díeciséis años para
producir un trabajador, y que el principio de la población era mucho más que un sim- Ricardo no estaba de acuerdo con la defensa que Malthus hacía de los intereses de
ple mecanismo equilibrador (Malthus, 1968, pp. 3 19-320). los terratenientesy queda claro, en sus comentarios y políticas respecto a las leyes sobre
Ricardo aceptó que el maíz, sobre la renta y siiares, que sus simpatíasestaban claramente de paxte del em-
presario industrial, el único que, en su sistema, simbolizaba la racionalidad económica.
la tendencia perniciosa de las leyes de pobres-ya no es un misterio, puesto que ha sido A Ricardo, de hecho, lo ofendía la función desempeñada por los intereses terratenien-
plenamente desarrollada por la hábil mano del Sr. Malthus, y todo amigo de los pobres tes, y dado que prescindía por completo del problema de la demanda efectiva, llegó a
debe desear firmemente su abolición (Ricardo, 1951a, p. 106). considerarlos un mero obstáculo para el progreso y para el logro de la armonía social.
La analítica de construcción de modelos de Ricardo le permitió argumentar po-
Como Mdthus, sostiene que sitivamente a favor del cambio. No le detuvo la evidencia empírica, y no tenía sen-
tido de la deuda con la historia. Su analítica normativa le permitía ver la posibilidad
la ley de la gravedad no es más cierta que la tendencia de dichas leyes a transformar la ri- de cambiar y mejorar la realidad, en lugar de meramente entenderla y aceptarla.
queza y la fuerza en miseria y debilidad; a apartar los esfuerzos del trabajo de cualquier ob- Como August Losch (otro gran pensador normativo) podía adoptar el punto de vis-
jetivo, excepto del de proporcionar la mera subsistencia; a confundir toda distinción inte- ta de que «si mi modelo no se adapta a la realidad es que la realidad está equivoca-
lectual; a ocupar la mente en cubrir las necesidades corporales; hasta que al fin todas las da» (Losch, 1954, p. 363). Ricardo podía proyectar sobre el mundo un modelo de
clases se vieran infectadas por la plaga de la pobreza universal (Ricardo, 1951a, p. 108). funcionamiento de la sociedad capitalista construido a imagen de una armonía so-
cial idealizada y alcanzada mediante las bondades del hombre económico racional.
Además, advierte que «si alcanzáramos el estado estacionario, del que confío es- Pretendía cambiar la realidad para hacerla encajar en esta imagen, y en este proce-
temos aún muy distantes, la naturaleza perniciosa de estas leyes se haría más mani- so desempeñó una función importante y vital en el fomento del progreso de la in-
fiesta y alarmante» (Ricardo, 1951a, p. 109). dustrialización en la Inglaterra del siglo m.
La evocación que Ricardo hace aquí de un estado estacionario postrero es interesan-
te. La metodología analítica de construcción de modelos que empleaba sugiere de ma-
nera natural, como hemos visto, la armonía y el equilibrio, y es comprensible que Ricar- Marx
do infiriera de su modelo que debe de haber i p e i a b l q q t e algún tipo de equilibrio o
fase estacionaria. (J. S. Mil1 llegó a la misma conclusión utilizando un marco metodoló- Marx sostiene que tanto Ricardo como Malthus proyectaban suposiciones ideo-
gico similar IMll,1965, pp. 752-7571,)Ricardo sostiene aquí además que en dicha con- lógicas sin admitirlo o quizá incluso sin ser conscientes de ellas:
dición de equilibrio, en la que se igualan la demanda y la oferta de trabajo y se eliminan .
las perspectivas de seguir acumulando capital, parecería haber una elección entre condi- [La teoría de Malthusl encaja notablemente bien en su propósito: una apología de la
ciones de pobreza universal (en las que todos reciben un mero salario de subsistencia) o situación existente en Inglaterra, de los terratenientes, «Estado e Iglesia» [...] párrocos
y pequeños simientes, considerados por los ricardianos como tantos inútiles y trasno- bles tales que cada una en su plenitud puede representar la totalidad)) ( O h a n ,
chados inconvenientes y estorbos de la producción burguesa. Por todo ello, Ricardo fue 1973, p. 495). Hay diferentes formas de pensar en dicha totalidad. Podemos pensar
paladín de la producción burguesa en la medida en que ésta significaba el desarrollo más en ella como elementos agregados -una mera suma de partes- que entran en com-
libre de las fuerzas productivas [...] Insistía en la justificación y en la necesidad históri- binación sin estar formados por relaciones preexistentes dentro de la totalidad. O
ca de esta fase de desarrollo. Su mismísima falta de sentido histórico del pasado hacía puede considerarse la totalidad como algo «emergente»: tiene una existencia inde-
que lo considerara todo desde el punto de vista histórico de su tiempo. Malthus también pendiente de sus partes y al mismo tiempo también domina y modela las partes con-
deseaba el desarrollo más libre posible de la producción capitalista L..] pero al mismo tenidas en ella. Pero la perspectiva no aristotélica y relacional de Marx le ofrece una
tiempo quiere adaptarse a las «necesidades de consumo» de la aristocracia, tanto estatal tercera perspectiva de la totalidad en la que no son las partes ni el todo, sino las re-
como eclesiástica,y servir de base material para las reivindicaciones anticuadas de los re- laciones dentro de la totalidad, las que se consideran fundamentales. Mediante es-
c
- . __ _
ír
presentantes de intereses heredados del feudalismo y de la monarquía absoluta. Malthus tas relaciohes, la totalidad-modela las partes para conservar el todo. El capitalismo;
desea la producción burguesa en la medida en que no sea revolucionaria, en que no por ejemplo, modela las actividades y los elementos de su interior para mantenerse
constituya un factor histórico de desarrollo sino simplemente cree una base más amplia como sistema. Pero a la inversa, los elementos también están continuamente mode-
y confortable para la «vieja» sociedad (Marx, 1972, pp. 52-53). lando la totalidad para convertirla en configuraciones nuevas a medida que necesa-
riamente se resuelven las contradicciones y los connictos internos del sistema.
Los contrastes entre Malthus, Ricardo y Marx se retratan normalmente en fun- Marx raramente usó la palabra totalidad para referirse a todo lo que hay. Habi-
ción de las opiniones sustantivas de cada uno sobre cuestiones tales como el proble- tualmente se centró en la totalidad «social» de la sociedad humana, y dentro de esta
ma población-recursos, Seguramente el contraste más fundamental es, sin embargo, totalidad distinguió varias estructuras. Las estructuras no son «cosas» ni «accio-
el de método. El método de Marx se denomina habitualmente «materialismo dia- nes», y no podemos establecer su existencia mediante la observación. El significa-
léctico», pero esta expresión transmite poco y oculta mucho. Para entenderla plena- do de un acto observable, tal como cortar un tronco, se establece descubriendo su
mente es indispensable conocer algo la filosofía crítica alemana y en particular la par- relación con la estructura más amplia de la que forma parte. Su interpretación de-
te de la misma que desarrolló más plenamente una visión no aristotélica del mundo, penderá de si lo consideramos en relación con el capitalismo o con el socialismo, o
siendo los representantes más eminentes de esta tradición Leibniz, Spinoza y Hegel. si lo situamos en relación con una estructura muy diferente, como el sistema ecoló-
Es necesario exponer la naturaleza de este punto de vista no aristotélico. gico. Definir elementos relacionalmente significa interpretarlos de una manera ex-
El uso que Marx hace del lenguaje es, como ha señalado Ollman, relacional en tema a la observación directa; de ahí que los modos de pensamiento relacionales se
lugar de absoluto (Ollman, 1971). Con esto se refiere a que no es posible entender apartaran del empirismo.
una «cosa», o incluso hablar de ella, con independencia de las relaciones que man- Dentro de la totalidad social, Marx distingue varias estructuras (Godelier, 1972).
tiene con otras cosas. Por ejemplo, los «recursos» sólo se pueden definir en relación La «base económica))de la sociedad comprende dos estructuras: las fuerzas de pro-
con el modo de producción que intenta utilizarlos y que simultáneamente los «pro- ducción (las actividades concretas del hacer), y las relaciones sociales de produc-
duce» mediante la actividad física y mental de los usuarios. No existe, sin embargo, ción (las formas de organización social establecidas para facilitar el hacer). Marx
un recurso en abstracto o un recurso que exista como «cosa en sí misma». Esta vi- distinguió así entre una división técnica del trabajo y una división social del traba-
sión relacional del mundo es fundamentalmente distinta de la habitual y conocida jo. Además, hay varios rasgos superestructurales: las estructuras del derecho, de la
visión aristotélica (característica del empirismo lógico o del tipo de construcción de política, del conocimiento y de la ciencia, de la ideología, y demás. Cada estructura
modelos ricardiano) en la que se piensa que las cosas tienen algún tipo de esencia se considera un elemento primario dentro de la totalidad social y cada una puede
y, por consiguiente, se las considera definibles sin referencia a las relaciones que tie- alcanzar un cierto grado de desarrollo autónomo. Pero dado que todas las estruc-
nen con otras cosas. turas están interrelacionadas, los conflictos e interacciones entre ellas generan un
Sobre esta base, Marx desarrolla suposiciones fundamentales referentes a la for- dinamismo perpetuo. Por ejemplo, Marx ve una gran contradicción entre la cre-
ma en que se estructura y organiza el mundo. Ollman sugiere que <dospilares ge: ciente socialización de las fuerzas de producción (mediante las complejidades de la
rnelos de la ontología de Marx son que concibe la realidad como una totalidad de división del trabajo) y la base de propiedad privada del consumo y de la posesión
partes internamente relacionadas, y concibe estas partes como relaciones expandi- en la sociedad capitalista. Dentro de este sistema de estructuras interrelacionadas,
sin embargo, Marx asignó cierta primacía de lugar a la base económica. Al razonar creación que tiene que darse mediante un conocimiento y una comprensión de las
así, Marx apelaba normalmente a que el hombre tiene que comer para vivir y, en propias leyes de la naturaleza- los seres humanos podían quedar libres-para descu-
consecuencia, en una situación de conflicto, la producción -la transformación de la brir su propia naturaleza esenciaímente humana dentro del sistema de la naturale-
naturaleza- tiene que preceder a las demás estructuras. Existe una razón más pro- za. Hay, para Marx, una enorme diferencia entre esta creación inalienada de natu-
funda para la importancia que Marx otorga a la base económica; es aquí donde más raleza y la irresponsable explotación que se produce bajo el capitalismo que, en su
explícita resulta la relación entre los aspectos naturales y sociales de la vida. prisa por acumular, siempre se preocupa, como dice Engels, «sólo por el primer éxi-
La concepción que Marx tenía de la relación hombre-naturaleza es compleja to tangible; y después se muestra sorprendido de que las consecuencias más remo-
(Schmidt, 1971). En un nivel, se considera al ser humano parte de la naturaleza: un tas de las acciones dirigidas a este finresulten ser muy distintas, principalmente de
conjunto de relaciones metabólicas que implican una interacción sensorial constan- carácter opuesto» (Engels, 1940, p. 296). -
te con el entorno físico. En otro nivel, se considera a los seres humanos seres socia- En último término, el conflicto y la contradicción entre el sistemadela naturá- .-
les -cada uno con un conjunto de relaciones sóciales (Marx, 1964)- capaces de crear leza y el sistema social sólo podía resolverse mediante la creación de una' práctica
formas de organización social que pueden autorregularse y transformarse a sí mis- humana apropiada y completamente nueva. Mediante dicha práctica, los seres hu-
mas. En consecuencia, la sociedad crea su propia historia al transformarse, pero en manos < a osólo sentirán sino que también conocerán su unidad con la naturaleza»
el proceso también se transforma la relación con la naturaleza. Bajo el capitalismo, y de esa manera harán obsoleta $a idea insensata y antinatural de que existe una
por ejemplo: contradicción entre la mente y la materia, entre el hombre y la naturaleza, entre el
alma y el cuerpo» (Engels, 1940, p. 293).
La naturaleza se convierte por primera vez en un mero objeto para la humanidad, en La metodología de Marx admite que el conocimiento y los procesos de aumen-
un puro asunto de utilidad; deja de ser reconocida como un poder por derecho propio; to de la comprensión son intrínsecos a la sociedad. Sujeto y objeto no se conside-
y el conocimiento teórico de sus leyes independientes parece sólo una estratagema dise- ran entidades independientes sino como relaciones entre sí. Esta concepción es de
ñada para someterla a las exigencias humanas, ya sea como objeto de consumo o como hecho muy distinta de la del empirismo tradicional, en la que se presume que el su-
medio de producción. Siguiendo esta tendencia, el capital ha ampliado los límites y los jeto está «instruido por lo que está fuera de él», o de la de un apriorismo o innatis-
prejuicios nacionales, más allá de la deificación de la naturaleza y de la heredada satis- mo (claramente implicado en el método de Ricardo) en el que el sujeto «posee des-
facción autosuficientede las necesidades existentes confmadas dentro de límites bien de- de el principio estructuras endógenas que impone a los objetos» (Piaget, 1972, p. 19).
finidos y [más allá] de la reproducción de las formas de vida tradicionales. El capital es Marx establece de hecho una metodología similar al constructivismo avanzado por
destructivo de todo esto y permanentemente revolucionario, derribando los obstáculos Piaget:
que impiden el desarrollo de las fuerzas productivas, la expansión de la necesidad, la di-
versidad de la producción y la explotación y el intercambio de las fuerzas naturales e in- Mientras que otros animales sólo pueden alterarse cambiando de especie, el hombre
tdectudes (Marx, 1973, p. 410). puede transformarse transformando el mundo y puede estructurarse construyendo es-
tructuras; y estas estructuras son suyas, porque no están enteramente predestinadas ni
Marx consideraba que la ley de acumulación capitalista siempre empujaba a la desde el interior ni desde el exterior (Piaget, 1970, p. 118).
sociedad hasta los límites de sus relaciones sociales potenciales y hasta los límites de
su base de recursos naturales, destruyendo continuamente el potencial de «explo- Se considera así que el sujeto estructura al objeto y es estructurado por éste.
tación e intercambio de las fuerzas naturales e intelectuales». Las limitaciones de re- Como señala Marx, «al actuar así sobre el mundo externo y cambiarlo, [el hombre1
el cambio tecnológico, pero la marea
cursos se pueden hacer retroceder mediante !..,+.: cambia al mismo tiempo su propia naturaleza» (Marx, 1967, vol. 1, p. 175).
7 i, i, 2

de la acumulación capitalista se extiende hasta estos nuevDs límites. El sujeto pensante puede crear ideas en la imaginación. Pero en alguna fase las
Marx sostenía además que el capitalismo había conseguido llevar a la sociedad a ideas tienen que abandonar el ámbito del conocimiento abstracto y entrar en la
un punto en el que la humanidad podía liberarse de la naturaleza en aspectos ma- práctica humana para poder ser validadas. Una vez incorporados a la práctica hu-
teriales importantes. Los seres humanos están ahora en situación de crear naturale- mana, los conceptos y las ideas pueden convertirse (a través de la tecnología) en una
za en lugar de alterarla descuidadamente. Mediante la creación de naturaleza -una fuerza fundamental en la producción y alterar las relaciones sociales de producción
(mediante la creación de nuevos modos de organización social). Aunque muchas un aumento en la tasa salarial supone una disminución del plusvalor, una caída de los
ideas se mantienen estériles, algunas no: «al final de cada proceso de trabajo obte- beneficios y, como consecuencia, una tasa de acumulación menor.
nemos un resultado que ya existía al comienzo en la imaginación del trabajadon>. .
Las ideas se consideran, en consecuencia, relaciones sociales a través de las cuales E.] esta disminución nunca puede alcanzar [sin embargo] el punto en el que pudiera
se puede estructurar y reconstruir la sociedad. Pero los conceptos y las categorías se amenazar al propio sistema [...] O bien el precio del trabajo sigue subiendo, porque su i
producen también en unas condiciones históricas específicas que son en parte inter- aumento no interfiere con el progreso de la acumulación [...] O la acumulación se re- !
nas al conocimiento (las categorías del pensamiento que nos son entregadas) y en par- duce como consecuencia del aumento del precio del trabajo, porque el estímulo del be- fi
te un reflejo del mundo en el que se produce el conocimiento. Las categorías de pen- neficio se amortigua. El mecanismo del proceso de producción capitalista elimina los ii
samiento que tenemos disponibles son, por así decirlo, un capital intelectual que está mismos obstáculos que crea transitoriamente (Marx, 1967, vol. 1, p. 619). jl
--.-- , -- abierto a que lo mejoremos (o lo destruyamos). Si, por el contrario, las ideas son re- - .. . , J =
I
--- - - - laciones sociales, se deduce que podemos ampliar mucho nuestros conocimientos de
I
Bajo éstas condicionés, la «ley de la producción capitalista» existente en el fondo de Ii
la sociedad mediante el análisis crítico de las relaciones expresadas por las ideas, al la «supuesta ley natural de la población» se reduce a una relación entre la tasa de acu- I

i
igual que a través del estudio de la sociedad en cuanto objeto. El análisis de las ideas mulación capitalista y la tasa de expansión de la fuerza de trabajo asalariada. Esta rela-
en la obra de Marx está dirigido tanto a entender la sociedad que las ha producido ción está mediada por el cambio técnico, y la creciente productividad social de los tra-
como a entender qué nos dicen de la realidad que pretenden describir. Marx adopta bajadores también puede usarse «como poderosa palanca para la acumulación» ( M m ,
así un marco metodológico que gira perpetuamente en tomo a la pregunta de qué es 1967, vol. 1, p. 621). El uso de esta palanca permite ampliar el plumalor mediante una
lo que produce las ideas y qué es lo que estas ideas ayudan a producir. creciente sustitución del trabajo por capital en los procesos de producción. Marx pro-
Las conclusiones sustantivas de Marx sobre el «problema de la población» deri- cede entonces a mostrar cómo se combinan estos procesos para crear una «ley de la po-
van en parte de una vigorosa crítica d e escritores como Malthus y Ricardo. Marx se blación peculiar del modo de producción capitalista», añadiendo que «de hecho, cada
dispuso a cambiar las categorías que le fueron dadas, porque le parecía necesario modo histórico de producción especial tiene sus propias leyes de población especiales,
hacerlo para transformar las realidades de la vida. Marx analizó paso a paso la es- históricamenteválidas únicamente dentro de sus limites» ( M m , 1967,vol. 1,pp. 632-633).
tructura del pensamiento de Malthus y Ricardo hasta sus respectivas teorías' del va- Podemos observar aquí un importante alejamiento de las ideas de Malthus y Ricardo,
lor. A partir de la crítica de estas y otras teorías del valor, llegó a la teoría del plus- quienes atribuían a la ley de la población una validez «universal» y «natural».
valor. El plusvalor, sostenía, se originaba de un plustrabajo, que es esa parte del Marx limita en general su atención a la ley de la población que funciona en el ca-
tiempo de trabajo del trabajador entregada de manera gratuita al capitalista. Para pitalismo. Señala que la población trabajadora produce el excedente y los bienes de
obtener empleo, un obrero puede tener que trabajar diez horas. El trabajador pro- equipo, y por consiguiente produce los medios «de su propio exceso relativo»
duce suficiente para cubrir sus propias necesidades de subsistencia en seis horas. Si (Marx, 1967, vol. 1, p. 632). A continuación dice:
el capitalista paga un salario de subsistencia, el obrero trabaja el equivalente a cua-
tro horas gratis para el capitalista. Este plustrabajo se puede convertir a través del Si un excedente de trabajadores es el producto necesario de la acumulación o del
intercambio de mercado en su equivalente en dinero: plusvalor. Y el plusvalor, bajo desarrollo de la riqueza a partir de una base capitalista, este excedente se convierte, a su
el capitalismo, es la fuente de la renta, el interés y el beneficio. Basándose en esta vez, en palanca de la acumulación capitalista, o mejor, en condición para la existencia del
teoría del plusvalor, Marx obtiene una teoría de la población específica. modo de producción capitalista. Forma un ejército industrial de reserva disponible, que
Para cosechar nuevamente el plusvalor de manera que produzca más plusvalor, es pertenece al capital de manera casi tan absoluta como si éste lo hubiera criado a sus ex-
necesario invertir más dinero en salarios y en la compra de materias primas y medios pensas. Independientemente de los límites reales al aumento de la población, crea para
de producción. Si la tasa salarial y la productividad se mantienen constantes, la acu- las necesidades cambiantes de la expansión del capital una masa de material humano
mulación requiere una expansión numérica concomitante de la fuerza de trabajo: «la siempre dispuesto para la explotación (Marx, 1967, vol. 1, p. 632).
acumulación de capital es, por consiguiente,aumento del proletariado» (Marx, 1967,
vol. 1, p. 614). Si la oferta de trabajo permanece constante, la creciente demanda de Este excedente relativo de población tiene, sin embargo, otra función vital: im-
trabajo generada por la acumulación provocará un aumento en la tasa salarial. Pero pide que suban los salarios y se recorten en consecuencia los beneficios:
Durante los periodos de estancamiento y prosperidad media, el ejército industrial de y Malthus, quienes, a su vez, se diferencian entre sí por el uso de la analítica abs-
reserva reduce el ejército de trabajadores activos; durante los periodos de superproduc- tracta y el empirismo lógico, respectivamente. Cada autor expresa también una
ción y paroxismo, modera sus pretensiones. El excedente rela&o de población es, por lo posición ideológica y, a veces, parece como si cada uno utilizara el método que de
l
tanto, el eje alrededor del cual gira la ley de la oferta y la demanda de trabajo. Mantiene 'manera natural proporciona el resultado deseado. La conclusión importante, sin
el campo de acción de esta ley dentro de los límites absolutamente convenientes para la embargo, es que el método adoptado y la naturaleza del resultado se relacionan ín- ,
l
actividad de explotación y para el dominio del capital (Marx, 1967,vol. 1, p. 632). tegramente.
Sorprende, por lo tanto, encontrar tan poco debate o discusión sobre la cuestión
del método para a k f d a r un tema tan complejo como la relación población-recur- 1
La producción de un excedente de población relativo y de un ejército industrial
de reserva se considera en la obra de Marx históricamente específica, intrínseca al sos. ~ n - e s t eca&, 1; hipótesis de neutralidad ética parece ser el principal escollo 1
modo de producción capitalista. Basándonos en su análisis, podemos predecir que se para el avance de la investigación científica, porque si se supone que t o d q los mé-
- ,=
i
-,
va'ágeherar pobreza, con independencia de cómo-'cambie¡a-taSi de población. Marx todos científicos son éticamente neutrales, los debates sobre metodológía apenás .- I
reconoce explícitamente, sin embargo, la probabilidad de que la elevada tasa de acu- importan. Los materiales sobre la relación población-recursos publicados en años
mulación de capital actúe como estímulo general para el crecimiento de la población; recientes sugieren que domina el legado aristotélico: por lo común seguimos «pen-
es probable que los trabajadores intenten acumular la única mercancía comercializa- sando como Aristóteles» sin saberlo. Pero la mentalidad aristotélica parece poco
ble de la que disponen: la propia fuerza de trabajo (Marx, 1967, vol. 3, p. 218). NO adecuada para abordar la relación población-recursos y, por consiguiente, se ha
sostenía que el crecimiento de la población fuera de por sí un producto mecánico de dado en la tradición aristotélica un esfuerzo metodológico interno para superar las
la ley de la acumulación capitalista, ni que el aumento de la población no afectara limitaciones inherentes a la misma. Se ha producido, por así decirlo, una conver-
de por sí a la situación. Sostenía muy específicamente, en contra de la posición de gencia hacia Marx sin abatir las trampas aristotélicas. Marx acepta que el método
Malthus y Ricardo, que la pobreza de las clases trabajadoras era el producto inevita- adecuado para abordar la relación población-recursos debe ser holístico, abarcar
ble de la ley de acumulación capitalista. La pobreza no debía explicarse, por consi- todo el sistema, ser capaz de manejar la dinámica (en particular las retroalimenta-
guiente, apelando a una ley natural. Había que reconocerla como lo que realmente ciones) y, lo más importante, internameizte dinámico, ya que tiene que ser capaz de
era: una condición endémica interna del modo de producción capitalista. producir nuevos conceptos y categorías para explicar el sistema investigado y, me- *

Marx no habla de un problema de la población sino de un problema de pobre- diante la instrumentación de estos nuevos conceptos y categorías, cambiar el siste-
za y explotación humana. Sustituye el concepto de superpoblación de Malthus por ma desde dentro. Esta ultirna característica es la que otorga a la obra de Marx su
el concepto de excedente de población relativo. Sustituye la inevitabilidad de la cualidad dialéctica. La mayoría de las investigaciones contemporáneas sobre la re-
«presión de la población sobre los medios de subsistencia» (aceptada por Malthus lación población-recursos admiten todas las exigencias de Marx excepto la ultima,
y Ricardo) por una presión históricamente específica y necesaria de la oferta de tra- y toman la teoría de sistemas como fundamento metodológico. Las formulaciones
bajo sobre los medios de empleo producidos internamente dentro del modo de pro- teóricas de sistemas son suficientemente refinadas (en principio) para hacer todo lo
ducción capitalista. Su método específico permitía esta reformulación del problema que Marx pretendía hacer, excepto transformar dialécticamente conceptos y cate-
población-recursos, y esto situó a Marx en una posición desde la cual Podía conce- gorías y, por consiguiente, transformar la naturaleza del sistema desde dentro. Al-
bir una transformación de la sociedad que eliminara la pobreza y la miseria en lu- gunos ejemplos ilustran este punto.
gar de aceptar su inevitabilidad. Kneese et al. (1970) adoptan para abordar la relación población-recursos lo que
ellos denominan método del «equilibrio de materiales}), que es, en efecto, un mo-
¡
delo de entrada y salida en dos fases. La primera fase describe los flujos internos de
La metodología y la relación pobl&ióii--\eCursos la economía; la segunda describe los flujos dentro del sistema ecológico; y los dos
sistemas se relacionan por el principio físico de que la materia no se crea ni se des-
Los contrastes entre Malthus, Ricardo y Marx son instructivos por diversas ra- truye. El modelo es descriptivo en el sentido de que hay que calcular los coeficien-
zones. Cada uno utiliza un método específico para enfocar el material objeto de tes a partir de datos empíricos, pero es posible la experimentación sobre el modelo
análisis. Marx utiliza un marco no aristotélico (dialéctico) que lo aparta de Ricardo examinando la sensibilidad de los resultados a cambios en los coeficientes.
En el estudio de Meadows et al. (1972), se usan métodos derivados de la diná- de la tecnología: los seres humanos pueden crear y crean tanto estructuras sociales
mica de sistemas; se simula un sistema de ecuaciones diferenciales para indicar fu- como máquinas. Este proceso le parece a Marx esencial e inevitable precisamente
turos resultados de crecimiento de la población, expansión industrial, uso de re- . porque el hombre puede responder y responde a las necesidades de supervivencia.
cursos (tanto renovables como no renovables), y deterioro medioambiental. El
El único peligro radica en la tendencia a ponemos restricciones a nosotros mismos y,
por consiguiente, a restringir nuestra propia creatividad. En otras palabras, si nos
sistema incorpora en este caso retroalimentaciones (tanto positivas como negativas)
y está, en contraste con el de Kneese et al., orientado al desarrollo a lo largo del convertimos en prisioneros de una ideología, prisioneros de los conceptos y de las
categorías que hemos heredado, corremos el peligro de hacer realidad las conclu-
tiempo. El modelo de Meadows ha sido objeto de muchas críticas, y un equipo de
la Universidad de Sussex (Cole et al., 1973) lo ha examinado en detalle, lo ha re- siones neomaltusianas, de convertir el determinismo medioambiental en una con-
formulado en ciertos aspectos importantes, y ha demostrado algunos de los pro- dición de nuestra existencia.
Desde este punto de vista, el método de Marx genera perspectivas y conclusio-
. . -+_ -_ _ _ blemas
-
inherentes en los datos usados para calcular las ecuaciones, concluyendo
nes muy diferentes a las generadas por el simple empirismo lógico, la analítica nor-
-que en el modelo de Meadows se introdujeron algunas suposiciones innecesaria-
mente pesimistas. mativa de tipo ricardiano, o la teoría de sistemas contemporánea. Permítaseme su-
brayar que no estoy sosteniendo que estos métodos sean ilegítimos o erróneos. Cada
El punto esencial que se debe señalar, sin embargo, es que todas estas formula-
uno es de hecho perfectamente adecuado para ciertos ámbitos de investigación. El
ciones conducen a conclusiones neomaltusianas: fuertemente manifestadas en el
empirismo lógico tiene la capacidad de informarnos respecto a lo que es, dado un
modelo de Meadows; algo silenciadas en el caso de Kneese et al. (que hablan del
conjunto existente de categorías. En la medida en que usemos este método, estare-
nuevo maltusianismo); y a largo plazo en el caso de la investigación del equipo de
mos abocados a interpretar lo que en otra parte he denominado teoría del statu quo
Sussex (de manera similar a Ricardo parecen sugerir que el estado estacionario es
inevitable pero aún falta mucho). (Harvey, 1973). El modo aristotélico en el que procede la construcción del modelo
normativo y analítico produce declaraciones prescriptivas del tipo «debería darse»,
Los resultados neomaltusianos de ,;tos estudios se pueden atribuir a la forma
pero las categorías y los conceptos son herramientas idealizadas, abstractas y esla-
aristotéiica en la que se plantea la cuestión y se interpretan las respuestas. Y es, por
supuesto, la capacidad para alejarse del punto de vista aristotélico la que aparta a
cionarias impuestas a un mundo cambiante. La teoría de sistemas es una forma más
Marx de las inevitabilidades a largo y a corto plazo de las conclusiones neomaltu- avanzada de crear modelos, que se basa en diversos grados de abstracción y un con-
simas. Marx prevé la producción de nuevos conceptos y categorías, de nuevo co- tenido empírico variado. El materialismo dialéctico, de la manera que lo usa Marx,
nocimiento y entendimiento, por los cuales se mediarán las relaciones entre el sis- es «constructivista» dado que considera el cambio como una necesidad generada
internamente, la cual afecta de igual manera a las categorías de pensamiento y a la
tema natural y el social. Esta visión relaciona1 y dialéctica de las cosas se acerca más
realidad material. Las relaciones entre estos métodos diversos son complejas. Los
a incidir en preocupaciones tradicionales sobre el problema del cambio tecnológi-
co. Por supuesto, se reconoce desde hace mucho que Malthus se equivocó en sus métodos, como es obvio, no se excluyen mutuamente; pero diferentes métodos pa-
predicciones específicas porque pasó por alto el cambio tecnológico. Ricardo vio las recen adecuados para distintos ámbitos de investigación. Y es difícil entender cómo
posibilidades de dicho cambio, pero a largo plazo pensaba que la sociedad sucum- algo que no sea un método relacional, constructivista e internamente dinámico pue-
biría inevitablemente a la ley de la disminución de los beneficios. La diferencia en- de resultar adecuadi para analizar el futuro de la relación población-recursos, en
especial cuando es tan evidente que los conocimientos y la interpretación son fuer-
tre el modelo de Meadows y la remodelación que el equipo de Sussex hace de di-
cho modelo se debe en buena medida al pesimismo del primero y el optimismo del zas mediadoras muy importantes en la construcción de dicho futuro. Los resultados
alcanzados por otros medios sólo pueden ser de interés si se insertan en la fuerza
segundo. En todos estos casos, el cambio tecnológico se considera algo externo a la
sociedad: un elemento desconocido que no puede explicarse. Pero para Marx, el interpretativa más amplia proporcionada por el método de Marx. Todo esto sería
un problema meramente académico (aunque de importancia crucial) si no fuera
cambio tecnológico era tanto interno como inevitable en la sociedad; es producto
porque las ideas son relaciones sociales, y los resultados maltusianos y neomaltusia-
de la creatividad humana, y deriva de la inevitable transformación de los conceptos
nos obtenidos (inevitablemente) por medio de otros métodos se proyectan en el
y categorías que hemos heredado. Sólo dejaremos de innovar si nos dejamos apri-
sionar por el sistema de conocimientos heredado. Además, es innecesariamente res- mundo, donde probablemente generen consecuencias políticas inmediatas. Y en es-
tas consecuencias nos fijaremos ahora.
trictivo pensar que la inventiva y la creatividad humanas sólo se aplican a la esfera
tos fines sociales, y son éstos los que definen la escasez tanto como la falta de me-
Consecuencias políticas de la teoría población-recursos - dios naturales para alcanzar estos fines (Pearson, 1957). Además, muchas de las es-
caseces que experimentamos no surgen de la naturaleza sino que son creadas por la
En la Conferencia sobre Medio Ambiente celebrada en Estocolmo en 1972, la actividad humana y gestionadas por la organización social (la escasez de solares en
I

delegación china afirmó que no existía nada parecido a la escasez de recursos, y que el centro de Londres es un ejemplo délo primero; la escasez de plazas universita- I

era absurdo hablar de los problemas medioambientales en dichos términos. Los co- j
rias es un ejemplo de lo segundo]. La escasez es de hecho necesaria para la super-
mentaristas occidentales se desconcertaron y algunos concluyeron que los chinos vivencia del modo de producción capitalista, y tiene que gestionarse cuidadosa-
debían de poseer enormes reservas de minerales y combustibles fósiles cuyo descu- mente, ya que de lo contrario el aspecto autorregulador del mecanismo de precios il
brimiento no debían de haber comunicado todavía al mundo. La opinión china es, ,
...a --
* r - t: ,&.
se vendrá abajo (Harvey, 1973).
sin embargo, bastante consecuente con el método de Ma& y debería considerarse Armados con estas definiciones, consideremos una frase simple: <<Lasuperpobla-
desde dicha perspectiva. Para dilucidarlo tenemos-que introducir en nuestro voca-
bulario tres categorías de pensamiento: subsistenci~,recursos y escasez.
ción surge por la escasez de recursos disponibles para cubrir las-necesidades.de sub- - % ...-- i
sistencia de la masa de la población». Si introducimos nuestras definiciones en esta
frase, tenemos: <<Haydemasiada gente en el mundo porque los fines determinados
que tenemos en mente (junto con la forma de organización social que tenemos) y
Subsistencia los materiales disponibles en la naturaleza, que nosotros tenemos la voluntad y la
manera de usar, no bastan para proporcionamos las cosas a las que estamos acos-
Malthus parece haber considerado la subsistencia como algo absoluto, mientras que tumbrados». De dicha frase se pueden extraer posibilidades de todo tipo: (1) po- !
Marx la considera relativa. Para Marx, las necesidades no son puramente biológicas; es- demos cambiar los fines que tenemos en mente y alterar la organización social de la I

tán también social y culturalmente determinadas (Orans, 1966). Además, como coinci- escasez; (2) podemos cambiar las evaluaciones técnicas y culturales que hacemos de
den Malthus y Marx, las necesidades pueden crearse, lo que supone que el significado la naturaleza; (3) podemos cambiar nuestros puntos de vista respecto a las cosas a
de la subsistencia no puede establecerse con independencia de las circunstancias histó- las que estamos acostumbrados; (4) podemos intentar alterar nuestras cifras.
ricas y culturales si, como insistía Marx, las definiciones de carencias y necesidades SO- Una verdadera preocupación por los asuntos medioambientales exige que se
ciales se producían bajo un modo de producción dado, en lugar de someterse inevita- examine la relación entre todas estas opciones. Decir que hay demasiadas personas
blemente a las leyes maltusianas de la población. La subsistencia se define, entonces, en el mundo equivale a decir que no tenemos la imaginación, la voluntad o la ca-
internamente al modo de producción y cambia a lo largo del tiempo. ~acidadde hacer nada sobre las proposiciones (l), (2) y (3). De hecho es muy difí-
cil hacer algo respecto a (11, porque implica la sustitución del sistema de intercam-
bio de mercado como modo de funcionamiento de la integración económica; la
Recursos proposición (2) siempre ha sido la gran esperanza para resolver nuestras dificulta-
des; y nunca hemos pensado con demasiada coherencia sobre (3), en especial por-
Los recursos son materiales disponibles <<enla naturaleza» y susceptibles de ser que hace referencia al mantenimiento de una demanda efectiva en las economías ca-
transformados en cosas útiles para el hombre. Desde hace tiempo se reconoce que pitalistas (nadie parece haber calculado qué consecuencias tendría un consumo
los recursos sólo se pueden definir con respecto a una determinada fase de de- personal sensiblemente reducido sobre la acumulación de capital y el empleo).
sarrollo técnico, cultural e histórico, y que son, en efecto, evaluaciones técnicas y Arriesgaré la generalización de que nada consecuente puede hacerse respecto a
culturales de la naturaleza (Firey, 1960; Spoehr, 1956). (1) y (3) sin desmantelar y sustituir la economía de intercambio de mercado capita-
.
lista. Si somos reacios a contemplar dicha altemativa y si (2) no cumple demasiado
.
bien su función, tenemos que acudir a (4). Buena parte del debate aue se mantiene
Escasez en e1 mundo occidental se centra en (4). pero en una sociedad en la que se pueden
integrar las cuatro opciones debe parecer fácil analizar los problemas medioam-
A menudo se acepta erróneamente que es inherente a la naturaleza, cuando su bientales en términos de escaseces o de superpoblación de origen natural; éste es,
definición es inextricablemente de origen social y cultural. La escasez supone cier-
tualidad, consideraciones humanitarias hacia los nativos impiden a los europeos asumir
supuestamente, el aromento que planteaba la delegación china en la Conferencia
la posición alcanzable de dominio del suelo (Tacks y Whyte, 1939,p. 276).
de Estocoho.
El problema de centrarse exclusivamente en el control de las cifras de población
Esa apología directa del colonialismo suena un tanto extraña hoy
es que tiene ciertas consecuencias políticas. Las ideas sobre el medio ambiente, la po-
Vogt, cuyo libro The Road to Surviual [El camino hacia la supervivencia1 se pu-
blación y los recursos no son neutrales. Son de origen político y tienen efectos polí-
blicó en 1948, veía en la superpoblación rusa una grave amenaza militar y política.
ticos. Históricamente es deprimente observar el uso hecho del tipo de frase que aca-
Sostenía que el Plan Marshaii de ayuda a Europa era resultado de una opción poco
bamos de analizar. En cuanto las connotaciones de h i t e s absolutos Uegan a rodear
envidiable entre permitir la expansión del comunismo y proporcionar bienestar in-
los conceptos de recursos, escasez y subsistencia, se establece un límite absoluto para
ternacional, la cual meramente fomentaría el aumento de la población. También se-
. - .- - la población. ¿Y cuáles son las implicaciones políticas (dadas estas connotaciones) ñalaba que buena ptgte.de la población mundial era prescindible:
,'-. -= - -dédecir que hay «superpoblación» o «escasez de recursos»? El significado se pue- .- - -
de establecer con excesiva rapidez. Alguien sobra en alguna parte, y no hay espacio
Hay pocas esperanzas de que el mundo escape en los próximos años del horror de
para moverse. ¿Sobro yo? Por supuesto que no. ¿Sobras tú? Por supuesto que no.
las extensas hambrunas de China. Pero desde el punto de vista mundial, éstas no sólo
<Quién sobra entonces? Deben de ser ellos. Y si no hay espacio para moverse, es
son deseables sino indispensables. Si la poblaaón china siguiera aumentando a ritmo geo-
perfectamente correcto y adecuado que ellos, que tan poco aportan a la sociedad,
métrico no podría sino suponer una calamidad para el planeta. La misión del general
deban llevar la carga más pesada. Y si sostenemos que algunos de nosotros, por vir-
Marshall en este infeliz territorio se consideró un fracaso. Si hubiera tenido éxito, bien
tud de nuestras destrezas, habilidades y logros, somos capaces de «aportar un no-
podría haber sido un desastre (Vogt, 1948,p. 238).
table beneficio a la sociedad» mediante nuestras contribuciones al bien común y
que, además, somos proveedores de la paz, la libertad, la cultura y la civilización,
Es irónico de hecho que esta predicción se publicara el mismo año que Mao Ze
parecería que estamos obligados a protegernos y preservarnos por el bien de toda
Dong Uegó al poder e intentó, de manera verdaderamente dialéctica, transformar
la humanidad.
en solución el problema de China, movilizando a la fuerza de trabajo para crear re-
Permítaseme hacer una afirmación. Siempre que una teoría de la superpoblación
cursos donde antes no los había. La transformación resultante de la tierra china
se asienta en una sociedad dominada por una elite, invariablemente la no elite expe-
(como la denomina Buchanan [1979]) ha eliminado la hambmna, aumentado los
rimenta alguna represión política, económica o social. Tal afirmación puede justifi-
niveles de vida y eliminado efectivamente el hambre y la miseria material.
carse apelando a la evidencia histórica. El Reino Unido posterior a las guerras napo-
Es más fácil captar las consecuenciaspolíticas de los argumentos sobre la superpo-
leónicas, cuando Malthus era tan influyente, proporciona un ejemplo. El movimiento
blación en épocas pasadas que en la nuestra. La lección sugerida por estos ejemplos es
conservacionista estadounidense de principios del siglo xx se basó en un evangelio de
simplemente la siguiente: si aceptamos la teoría de k superpoblacióny de la escasez de
eficacia que abarcaba por igual la gestión de los recursos naturales y las relaciones
recursos pero insistimos en mantener intacto el modo de producción capitalista, los re-
de trabajo. La combinación de la ética aria y la necesidad de aumentar el lebensraum
sultados inevitables serán politicas dirigidas hacia la represión étnica o de clase en el
[espacio vital] produjo resultados especialmente malignos en la Alemania de Hitler.
interior y políticas de iinperialismo y neoimperialismo en el extranjero. Por desgracia,
Las prescripciones políticas que con frecuencia se adjuntan a los ensayos sobre los
esta relación se puede estructurar en sentido opuesto. Si, por cualquier razón, un gru-
problemas de población y medioambientales transmiten una advertencia similar. G.
po de la elite necesita un argumento para respaldar sus políticas represivas, el argu-
Jacks y R. Whyte (1939), escribiendo en los últimos años del imperio británico, sálo
mento de la superpoblación es el que más hermosamente se adapta a este propósito.
veían una manera de superar la escasez de tierra en Africa:
Malthus y Ricardo nos proporcionan un cijemplo de dicha apología. Si es necesario un
determinado tipo de pobreza para los procesos de acumulación capitalista o un salario
Un tipo de sociedad feudal en el que los cultivadores nativos estuvieran de alguna
de subsktencia esencial para el equilibrio económico, (qué mejor manera de explicar-
manera vinculados a la tierra de sus señores europeos parece en general adecuado para
lo que apeiar a una ley de la población universal y supuestamente <¿natural>?
cubrir las necesidades de tierra en el actual estado de desarrollo africano E.. ] Permiti-
Malthus indica otro tipo de uso apologético del principio de la población. Si en
ría a quienes han sido la ~ r i n c i ~causa
a l de la erosión [los europeos] y a quienes tienen
un orden social existente, cualquier' tipo de elite se halla amenazada y lucha por
los medios y la capacidad para controlarla asumir la responsabilidad del suelo. En la ac-
conservar su posición dominante en la sociedad, puede usar los argumentos de la pectacular). Dichos problemas son perfectamente reales. La dificultad, por supues-
superpoblación y la escasez de recursos como poderosa palanca ideológica para to, es determinar la razón subyacente de que surjan tales dificultades. Se ha reco-
persuadir a los demás de que acepten la situación existente y el establecimiento de nocido en parte que los patrones de consumo inducidos bajo el capitalismo$&den
medidas autoritarias para mantenerla. Los intereses terratenientes ingleses usaron tener algo que ver, y que la naturaleza de la empresa privada, con su predilección
de esa manera los argumentos de Malthus a comienzos del siglo XIX. Y este tipo de por trasladar los costes a la sociedad y así mejorar la posición competitiva de la em-
argumento es, por supuesto, aún más eficaz si el grupo de la elite está en posición presa, también influye (Kapp, 1950). Y no cabe duda de que las desbocadas tasas
de crear una escasez para demostrar el argumento. de crecimietito de la población (provocadas en gran medida por la penetración de
El argumento de la superpoblación se usa fácilmente como parte de una elabo- las relaciones de mercado y de trabajo asalariado en sociedades rurales tradiciona-
rada apología mediante la cual se puede justificar la represión de clase, étnica O les) también han ínflG&i Pero en su prisa por atribuir el origen de estos problemas
(neo)colonial. Es difícil distinguir entre los argumentos que tienen un fundamento a la «superpoblación» (con todas sus connotaciones maltusianas), muchos analistas
real y aquellos aportados por razones apologéticgs,Por l o general, ambos tipos de han fomentado inconscientemeiite la política represiva que invariablerneinte párecF-
argumentos se mezclan inextricablemente. En consecuencia, quienes piensan que anexa al argumento maltusiano, en un momento en el que las condiciones econó-
existe un verdadero problema pueden, sin darse cuenta, contribuir a fortalecer a los micas son tales que dicho argumento resulta extremadamente atractivo para la eli-
apologistas, y los individuos pueden contribuir de buena fe a un resultado que, te dominante.
como individuos, podría resultarles abominable. Las ideas son relaciones sociales; tienen su origen supremo en las preocupacio-
¿Y qué decir del movimiento ecológico y medioambiental contemporáneo? nes sociales de la humanidad y tienen su impacto supremo sobre la vida social de la
Creo que refleja todas las corrientes que he identificado, pero bajo la tensión de los humanidad. Los argumentos referentes a la degradación medioambiental, el creci-
acontecimientos contemporáneos es difícil organizar con claridad los argumentos. miento de la población, la escasez de recursos y similares pueden surgir por razo-
El proceso de crecimiento capitalista adolece de profundos problemas estructura- nes bastante dispares y tener impactos muy diversos. Es crucial, por consiguiente,
les (ejemplarizados por la persistente «estanflación» y las incertidumbres moneta- determinar los orígenes y los impactos políticos y sociales de dichos argumentos.
rias internacionales). Parece necesario efectuar ajustes. La población del bienestar Las consecuencias políticas de inyectar una opinión fuertemente pesimista en un
en Estados Unidos se está transformando de herramienta para la manipulación de mundo jerárquicamente estructurado por clases y etnias y en el que existe un em-
la demanda efectiva (que fue su función económica en la década de 1960) en he- peño ideológico en el mantenimiento del orden capitalista son bastante aterradoras.
rramienta para atacar a las tasas salariales (mediante la provisión de programas de Como Levi-Strauss advierte en Tristes Trópicos:
empleo), y para hacerlo se usan todos los argumentos de Malthus. Las tasas salaria-
les se encuentran bajo presión, y tanto en América como en Europa están surgien- Cuando los hombres empiezan a sentirse constreñidos en su hábitat geográfico, so-
do políticas para reducir las rentas reales y así compensar la caída de las tasas de be- cial y mental, corren el peligro de dejarse tentar por la solución senciiia de negar a una
neficios y la ralentización de la tasa de acumulación de capital. No puede haber parte de la especie el derecho a ser considerada humana (Levi-Strauss, 1973, p. 401).
duda de que el orden existente percibió que se encontraba bajo amenaza a finales
de la década de 1960 (en especial en Francia y Estados Unidos, y ahora en Reino
Unido). (Fue accidental que el argumento ecológico surgiera con tanta fuerza Conclusiones
en 1968, en la cresta de los disturbios universitarios? ¿Y cuál fue la consecuencia de
sustituir a Marcuse por Ehrlich como héroe universitario? Parecen haberse esta- La ciencia del siglo xx en el mundo occidental está dominada por la tradición
blecido las condiciones adecuadas para la aparición de argumentos de superpobla- del materialismo aristotélico. Dentro de esa tradición, el empirismo lógico, respal-
ción como parte de una ideología popular que justifique lo que había, y hay, que ha- dado por la fuerza filosófica del positivismo lógico, ha proporcionado una base pa-
cer para estabilizar el sistema económico capitalista, sometido a una fuerte tensión. radigmática general para la investigación científica. Más recientemente, los «cons-
Pero al mismo tiempo hay crecientes indicios (que de hecho han ido aumentando tructores de modelos» y los «teóricos de sistemas» han pasado a desempeñar una
desde principios de la década de 1950) de que ahora existen ciertos problemas eco- función más amplia. Todos estos métodos están destinados a generar resultados
lógicos mundiales en lugar de puramente locales (el ejemplo del DDT es el más es- maltusianos o neomaltusianos cuando se aplican al análisis de problemas globales
en la relación población-recursos. Los científicos pueden expresar personalmente
optimismo o pesimismo respecto al futuro, mientras que los resultados de la inves-
tigación científica pueden indicar que el estado estacionario inevitable está lejos o
se encuentra cerca. Pero, dada la naturaleza de la metodología, todos los indicado-
res señalan en la misma dirección.
Las consecuencias políticas derivadas de estos resultados pueden ser graves. La
proyección de una opinión neomaltusiana en la política del momento parece invitar a
la represión interna y a la prosecución de políticas neocoloniales en el exterior. A me-
nudo el punto de vista neomaltusiano sirve para legitimar dichas políticas y, de ese
. . - ..- .modo, preservar la posición de una &te dominante. Dada la suposición de neutrali-
-
dad étíca y la concepción dominante del método científico, todo lo que la &te
gobernante tiene que hacer para generar puntos de vista neomalthusianos es pedir a
la comunidad científica que considere los problemas inherentes a la relación pobla-
ción-recursos. Los resultados científicos están básicamente predeterminados, aunque
cada científico pueda presentar objeciones por razones «subjetivas» personales.
Por supuesto, el argumento fundamental de este artículo es que el único tipo de
método capaz de abordar las complejidades de la relación población-recursos de una
manera integrada y verdaderamente dinámica es el basado en una versión adecua-
damente constituida del materialismo dialéctico.
Indudablemente esta conclusión resultará inaceptable para muchos, porque sue-
na a ideológica en una sociedad de especialistas formados en la creencia de que
ideología es una palabra malsonante. Tal creencia es, como he señalado, ideológica.
Además, el no utilizar un método de ese tipo ante una situación que todos consi-
deran problemática, y algunos prácticamente catastrófica, es exponerse a la igno-
rancia en un tema tan serio como la supervivencia de la especie humana. Y si la ig-
norancia es el resultado de la creencia ideológica de que la ciencia está, o debería
estar, libre de ideología, es una ideología oculta la que constituye el obstáculo más
serio para la investigación. Y si, por ignorancia, participamos en la política de la re-
presión y en la política del miedo, lo hacemos en buena parte como consecuencia
de la afirmación ideológica de estar libres de ideología. Pero en todo caso, tal vez la
afirmación de estar iibres de ideología se estableciera desde un principio para ob-
tener dicha participación.
 

BREVI RIOS
el
FoNDO E CULT URA EcoN ÓMICA

2 2
OBJETIVIDAD N LA
INVESTIGACIÓN SOCIAL
 

OBJETIVIDAD EN LA
INVESTIGACIÓN SOCIAL
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FONDO DE CULTURA ECONÓMICA(_;)
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Pr rnera edición en inglés 1969


Prunera edición en e s p a ñ ~ I 1970
l . EL PROBLEMA
EL de la ciencia social es la
RASGO fundamental
búsqueda de la verdad objetiva . El estudiante
tiene fe en su convicción de que la verdad es
edificante y que las ilusiones son dañinas, espe
cialmente las oportunistas; busca realismo , u n
~ m V E R S I D f : . B N . ~ c . E c ~ ~ O B , término que en una de sus acepciones denota ; 1

IF'AC .iLTAD DE CIENCIAS ECGtJ· nllCAS una visión objetiva de la realidad.


BIBLIOTECA Los problemas metodológicos más fundamen
tales que enfrenta el cientí fico socialsocial son, por lo
tanto, los que se r e f i e r ~ n a lo que es la objetivi
;GNATUR. i O O f ~
dad y cómo puede el estudiante alcanzarla cuan
TOPOGRAFlCA
N DE i/'J.. 3 zz M-=----
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do trata de estudiar los hechos y sus relaciones
causales. ¿cómo evitar esta concepción prejui
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1
estudiante de problemas sociales liberarse de: 1
PRECJO 5 . iúo la poderosa herencia de los escritos del pasado
FECH.l'. r::: 1 : ~ : : -:::: J "' 3 ÍI en su campo de investigación, que comúnmente
1 contiene nociones normativas y teleológicas
li
heredadas de generaciones pasadas y fundadas
sobre las filosofías morales metafísicas del dere
\ cho natural y el utilitarismo, de las cuales se han

ramificado todas nu'estras teorías sociales y
1' económicas; 2 las influencias de. todo el medio
1 i T í t ~ l o ~ ~ i g i n a l : ambiente cultural, social, económico y político
Ob¡ectw ty in Social Research
de la sociedad en la cua l vive y trabaja se gana la
Copyright© 1969 by Gunnar.Myrdal.
vida y su status y, 3 la influencia brotada de su
Traducción de propia personalidad y moldeada no sólo por tra
R E M I GI O JASSO
diciones y ambiente, sino también por su histo
ria, constitución e'inclinaciones individuales.
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D. R: © de1970
Avemda
FO N D O D E C U L T U R A E c o N '
la Univerciidad 975 , "'1'ex1co
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i 1 8 EL PROBLEMA
1
EL PROBLEMA 9
El científico social enfrenta un problema sub sub forma que el científico social t ~ v i e r a una c m ~ -
s ~ c u e n t e : l ~ ó m o puede ser en este sentido obje
ciencia más sofisticada sobre sí i s m o ~ s ~ s a c t i -
tivo y, al mis mismo mo tiem
tiempo,
po, práctico?
práct ico? lCu
lCuálál es la tudes en la búsqueda de la e r ~ a ~ s ~ b s i s t i ~ i a un
r ~ l a c i ó n entre el desear entender y el desear cam
p r o b l e m ~ la la
f i l ? s o f í ~ ~ e
biar la sociedad? lCómo puede combinarse la de si ·de
existenmed10s logicos porciencia
med10?ocial:
de los
el
búsqueda del conocimiento verdadero con las cuales pueda asegurarse más la objetividad de la
valoraciones morales y políticas? lCómo puede investigación. Éste es el problema central del
la verdad relacionarse con los ideales?
presente ensayo. , . . .
En n u e s t r ~ pr<?fesión incluso ahora, hay una Como veremos, los medios logicos dispombles
falta de conciencia de que, en la búsqueda de la para protegemos de las d e s o r i e n t ~ c i o i : e s son en
verdad, el estudiante, como todos los seres hu general éstos: desarrollar un.a conciencia total de
manos independientemente de lo que tratan de las valoraciones que determman realmente nue nues
s
l ~ g r a r e s influido por la tradición, por su me
dio ambiente y por su personalidad. Más aún valoraciones desde nuestro punto obser_var
tra investigación teórica y práctica,2
esas de vista
hay un tabú irracional contra la discusión de e s t ~ respecto de la relevancia, significación y factibili
falta de conciencia. Es asombroso que este tabú dad en la sociedad estudiada, transformarlos en
s e ~ c o m ú n m : n t ~ ~ e s p e t a d o y se deje en la inge premisas específicas de valor para investiga
nmdad al c ~ e n t i f i ~ o s o ~ i a l respecto a lo que ción determ determinar
inar el enf
enfoque
oque y defmrr los con
con
hace. D e ~ t r u r r esa mge?uidad debe ser el objeto c e p t ~ s en términos de un conjunto de premisas
Ir
de la soc10logia de la ciencia y de los científ científicos,
icos, de valor explícitamente asentadas.
¡
la rama r ama menos desarrollada de la ciencia social. social. 1
j, Esto es importante, pues estas influencias si no
i
e ~ t a, n . c o n t r o ~ a d a s '
son capaces de causar prejui-
c ~ o s s stematicos en las investigaciones y condu
c u asi a un conocimiento deficiente y fallo.
I'' Incluso si las influencias condicionantes de la
1
investigación se expusiero expusieronn abiertamente, en tal
¡
1
1 G.llllil:M Myrdal, Asian Drama n Inquiry into the Poverty
1
o f Nat1ons (New York, Twentieth Century Fund and Pantheon
2 Estoy usando las palabras teórico '( p ~ c t i c o "polí
Books) 1968. - rólogo, Sección 1, pp. 5-8. A menos que se indi
tico ) con los significados que tienen en filosof1a; el p ~ e r se
queson
tes en de
contrario, todasobras.
mis propias las referencias
' de las páginas subsecueii- refiere pensamiento
al en términos de causas y efectos, el ultimo
al pensamiento en términos de medios y fines.
 

UNA NOTA PERSONAL

II. UNA NOTA PERSONAL Tuvieron sus raíces espirituales en la parte fi-
al de la era victoriana, y no sintieron inhibicio
ESTOS pensamientos no son universalmente acep ~ e s al llegar a conclusiones p r á c t i c ~ y polític,as
Por. el contrario, la metodología de la
t ~ d o s : definidas en sus investigaciones. Estas, segun
ciencia s ~ c i ~ l es en su mayor parte metafísica y creía n, expres aban la verdad objetiva: .
seudo objetiva. Por lo tanto, no está totalmente Estas conclusiones alcanzadas sm premisas
fuera de lugar el señalamiento de la ruta heurís específicas y explícitas de. valor,. fueron en
tica que un estudiante individual recorre para general del tipo de las de l a z s s e ~ /aire; en p a r ~ ~
alcanzarlos. Por cierto, hacerlo estaba implícito Wicksell era en esto una excepcion, pero muno
en la invitación dirigida a m í cuando preparé la después. Como la mayoría .de los economistas
conferencia de la cual el texto presente es una de mi generación en s u : ~ i a tuve ~ n t o s de
versión revisada. vista diferentes sobre pohtica economica. Para

Las cuestiones
ensayo :ne pertu:ban formuladas al comienzo
? emocionan de este
desde mis pri comenzar, teníamos una mentalidad interven
cionista; queríamos, por ejemplo, planear las
mero; i ~ t e n t o s U ~ e m l e s de hacer investigación actividades gubernamentales en tal forma que
economica. Lo atribuyo a mi reacción, negativa mitigaran el gran desempleo resu.ltante de la
tanto como positiva, frente al grupo verdadera depresión posterior al fin de la primera Guerra
mente excepcional de economistas suecos suecos de la Mundial. Teníamos, por lo tanto, que refutar a
generación anterior y superior a la mía, inclu nuestros mayores.
yendo a Knut Wicks Wicksell,
ell, David Davidson Gust av En la medida en que mi interés en la búsqueda
Cassel y Eli F. Heckscher quienes corr:binaron de·la verdad era tan fuerte como mi interés per

habilidades extraordinarias y por supuesto, sonal en la reforma social, sentí una urgencia d :
status en la república académica del mundo con liberar mi pensamiento de. las cadenas de la trad 1-
un grado igualmente extraordinario de i n g ~ n u i - ción dominante. Con el tiempo esto me llevaria
dad respecto a los problemas metodológicos hacia problemas metodológicos más amplios q?e
fundamentales y a expuestos. 3 los inmediatamente relevantes a las controversias
3
He intentado describir el medio ambiente excepcional
lnc. 1958; Lmdres, Routledge Kegan Paul, 1 : t ~ 1956), p s -
scriptum pp. 237-262, correspondientes a la ed1c1on norteameri
mente estimulante para los jóvenes economistas de Suecia des
pués de la primera Guerra Mundia
Mundiall en el postscriptum de mi obra cana. Ta mbi én v
véase
éase m
mii obitu ario
ari o a Gustav Cassel, Gu_Gu_sta
stav
v Cas
Value and Social Theory a Selection o f Essays on Methodo sel in Memoriam { 866-1945 ), reimpre so en el Bulletin o[ the
logy, Paul Streeten, editor {New York, Harper Row, Publishers, Oxford -University Institute o f Statistics. Vol. 25, No. 1 (1963),
pp. 1-10; originalmente en Ekonomisk Revy, Vol. 2, núm. 1 de
10 febrero, 1945, pp. 3-13.
 

UNA NOTA PERSONAL 13


12 UNA NOTA PERSONAL
abierta a la arbitrariedad y a los prejuicios. Pien
existentes en mi tierra natal en esa época: parti so que como crítica esos pensamientos son
cular. En esos días, el austero filósofo ~ e o válidos todavía y también relevantes. No han
Ax el Hagerstrom ejercía una .fuerte i n f l u e n ~ a .de cambiado mucho los los hábit os de pensar en los
orientación crítica sobre la Juventud academ1ca
en Suec
Suecia
ia y fortal ecía mi actitud crítica a todos economistas pero alatravés
del libro asomaba de que,
idea de la argumentación
si todos los
los tipos de e n s ~ i e n t o en t é r m ~ o ~ de los a l ~ - elementos metafísicos fueran cortados radical
res objetivos. Mi segundo trabajo importante mente y no se deriv
derivara
ara ninguna conclusión polí
fue planeado o r i g i n a l m e n t ~ como u ~ breve P:1 11 tica, permanecería un cuerpo saludable de teoría
fleto polémico d e m o s t r ~ t i v o ?e mi decepc10n económica positiva, independiente en su con
respecto a mis colegas mas antiguos en la P.rofe- junto de valoraciones. Sería entonces posible de
sión, por la forma en que llegaron a c o n c l u ~ 1 0 n e s inferir simplemente conclusiones de política eco
de políti ca económica directamente
directamente e sus mten nómica agregando un conjunto escogido de

les. de
tos Sinconocer los en
embargo, hechos
vez y
delas relac10nes
ello factua
se convirtió en premisas
fico de
científico
cientí de valor
los establecidas al conocimiento
los hechos.
u n análisis de cierta profundidad sobre la forma Esta creencia implícita de la existencia de un
en que la teoría económica se ramificó de las cuerpo de conocimientos científicos adquiridos
filosofías metafísicas antes mencionadas, y de la independientemente de todos los valores, pronto
forma en que había retenido ese legado en todas me pareció ser u n empirismo ingenuo. Los he
sus diversas ramas y particularmente en sus teo chos no se organizan a sí mismos en conceptos y
rías del valor y del bienestar. Por cierto, todavía teorías sólo porque se observen: en verdad,
ahora mahtiene esta herencia.
herencia. Como crítica de la excepto dentro de la estructura de conceptos y
teoría económica, los pensamientos expresados teorías, no hay hechos científicos, sino sólo
en ese libro demuestran los esfuerzos sistemáti caos. Hay u n elemento a priori ineludible en
cos de los economistas para resolver los proble- todo el trabajo científico. Se deben plantear las
. mas prácticos y po líticos lít icos careciendo de
de un ele preguntas antes de obtener las respuestas. Todas
mento f u n ~ a m e n t a l y dejando así la puerta las preguntas son expresión
expresión de nuestro interés en
el mundo. En el fondo, son valoraciones. Las
valoraciones están por lo tanto necesariamente
4 The Poli
Political
tical Element in the evelopment o Economic
Theory Cambridge, Haivard University Press, 1965) ~ m i r e s
involucradas en una situación cuando observa
Routledge Kegan Paul, Ltd. 1953; originalment; P ~ b l i c a ? o en mos los hechos y llevamos adelante el análisis
Estocolmo con el nombre de Vetenskap och politic l national teórico, y no sólo en la etapa en que extraemos
ekonomin, 1930.
 

14 UNA NOTA PERSONAL UNA NOTA PERSONAL 15

inferencias políticas de Íos hec.hos .Y de l ~ s valo El razonamiento causante de esta irrespetuosi


irrespetuosi
raciones. Por tanto 5 la contribuc1on primera ª dad fue mi creciente reconocimiento del hecho
la discusión del problema de valor en la teona de que en realidad no hay problemas econó-
económica se convirtió en sólo una piedra de micos sociológicos o psicológicos sino sz mpl -
toque en el desarrollo de n;is p ~ n al
s a ; n ~ e ? t o s acer m nt problemas y que regularmente son
ca de la cuestión que considere m1c1 de este complejos. El solo y único tipo de concepto que

ensayo. es permisible mantener vago es el sent


sentido
ido de los
términos tales como economía sociología psi
:Misprimeros intereses han sido en los p r o b l e m ~ s cología o historia puesto que ninguna inferencia
económicos y estaban enfocados en la teona científica puede depender jamás de sus definicio
económica de u n tipo establecido tal y como se nes. Esto hasta donde sabemos no es siempre
desarrolló dentro de la tradició n clásic
clásicaa y neoclá reconocido incluso ahora pero era admitido
sica. Los intereses de investigación posteriores hace aún menos de 40 años. En esos días fre
me condujeron más y más allá de esa área limita cuentemente se desperdiciaban esfuerzos
encontrar la definición precisa de una u otra
en
de
da hasta que me acostumbré a pensar en m í
mismo como u n economista político y después nuestras diversas disciplinas de la ciencia social
como un economista institucional. Esto fue en en la creencia de que esto era una actividad
parte resultado del cambio en el tipo de p r o ~ l e - importante.
mas prácticos y teóricos con los que estuve rm Tendremos que dominar los complejos proble
plicado durante mi actividad prácti:a. ~ un mas que existen en la realidad con cualquier
nivel más fundam
nivel fundamental
ental estas experiencias de herramienta disponible. Esto no se debe tomar
investigación realizar?n ~ n a . razón más . pro como una excusa para el diletantismo porque es

funda que se expreso a s m ~ T ? ª en una r r ~ e ~ - nuestro deber desarrollar nuestras habilidades


petuosidad creciente por las ~ 1 g ~ d a s h ~ e ~ s ~ 1 ~ 1 hasta el más alto grado posible para resolver los
sorias tradicionales entre las d1stmtas d1sc1plmas problemas científicos que se nos presenten. El
de la ciencia social tal y como se habían d t ~ - estudiante debe tratar de mejorar y adaptar sus
arrollado pragmáticamente para ajustarse a los habilidades para acomodarse al estudio del
propósitos de enseñanza y para enfrentar la problema p a r t i ~ u l a r que aborde. No debe con
necesidad de especialización. tentarse a limitarlas con estrechez a una de
las disciplinas tradicionales. En mi propia vida
s The Political Element in th Development o f Economic profesional algunas veces me aventuré lejos
Theory Prefacio a l edición en inglés pp. IX-XVI. de lo que es usualmente considerado como
 

16 UNA NOTA PERSONAL UNA NOTA PERSONAL 7

teoría económica, la cual es mi campo de es tigación. Di la enhorabuena a esta oportunidad y


tudio original. a estas sugeren
sugerencias.
cias.
E n la medida en que llevé mi preocupación Esta conferencia h a sido ampliada posterior
acerca del problema de metodología y valores, se n ; ~ n t e en forma c o n s i d ~ r b l e para su publica

relacionó ampliamente con la ciencia social en c1?n, per? el. ~ e x t o esta todavía muy compri
general y n o meramente con la economía en la nudo y simplificado. rvie dirijo a una audiencia
que se originó. Donde quiera que comenzaba a de e s t ~ d i n t e s que ?eben encontrar difícil y en
trabajar, este problema levantaba cabeza, como c ~ l q u ~ e r c s ~ laborioso juntar las piezas de una
es indicado por prólogos, apéndices, secciones o filosofia consistente y comprehensiva de la cien
capítulos completos dedicados a él y a mi mane cia social diseminadas en escritos de todo tipo
ra de abordarlo. 6 Casi podría decir como Mo sobre problemas específicos. Cuando sienta la
handas Gandhi, aun cuando en u n sentido muy necesidad del tratamiento más completo de un
diferénte que toda mi vida de trabajo h a sido punto particular, indicaré dónde puede encon
una serie de experimentos con la verdad . trarse.
trarse. La natural eza de la tarea de proveer una
Cuando fui invitado a dar la Wimmer Lecture guía a mis propios pensamientos en el curso de
correspondiente a 1967 en el St. Vincent Col los años explica y espero excusará el hecho
lege, se me sugirió que debería usar la ocasión de haber circunscrito casi exclusivamente las re
para hacer una exposición breve y simplificada ferencias a mis propios escritos.
de las conclusiones alcanzadas por m í en el pro- Mi ambición al escribir este pequeño libro fue
blema de tratamiento de las valoraciones en la por tanto producir u n texto que puedan utilizar
investigación social. También se me pidió mos de referencia los estudiantes de ciencias sociales
trar el camino por el cual alcancé esas conclu incluyendo los de historia, y quizá también l o ~
siones a través de diversas experiencias de inves- de d e r e c ~ o ~ teología y filosofía, y que es tan
breve y fac l de entender que no toma más que
6 Una colección incompleta de ellos, junto con unos cuantos un mínimo de su valioso tiempo. Mi esperanza,
artículos especializados, escritos después de l edición sueca ori
ori sin embargo, ha sido que cuando menos algunos
ginal de The Political Element in the Development o f Economic
de mis jóvenes lectores puedan colocarse en el
Theory (1930), pero antes de Rich Lands and Poor: The oad to
World Prosperity, Ruth Nanda Anshen, editor, New York, Har- camino de una exploración más profunda del
per and Row Publishers, Inc. (1958)
(1958) (Publicado en Gran Bretaña problema, lleguen a poner en duda mucho de lo
como Economic 1heory and Underdeveloped Regions, Londres,
Gerald Duckwo rth Co. Ltd. 1957; en Méx
México
ico por el Fondo de
que está en los libros de texto, y ver entonces
Cultura Económica
Económica co n el título de Teoría económica y regiones nuevos horizontes de investigación.
subdesarrolladas y Asian Drama (1968) está contenida en Value
in the Social Theory.
 

VALORACIONES, CREENCIAS Y OPINIONES 19

guir entre ellos, pues su importancia lógica es di


ferente. Uno de estos tipos de concepción es
III. VALORACIONE S, CREENCIAS intelectual y cognitivo, el otro emocional y
Y OPINIONES
volitivo. 8
PUESTO QUE la ciencia social no es nada más que Las creencias expresan nuestras ideas acerca
de cómo es o fue en verdad la realidad, mientras
sentido común altamente sofisticado, debemos las valoraciones expresan nuestras ideas acerca
comenzar en la forma más útil nuestra investiga de cómo debiera ser o haber sido.
ción, intentando caracterizar la concepción del Las personas pretenden que su s cre:ncias se':n
mundo de la gente común y corriente de nuestra conocimientos válidos. E n consecuencia, debena
.sociedad, sín excluir a los científicos sociales ser posible siempre juzgar la corrección de las
mismos cuando se forman nociones de las cosas, . creencias aplicando el criterio de si son verda
fuera de su rama de estudio e incluso tal como deras o falsas y en el último caso calibrando la
veremos, dentro
civilización, ella.
de en
la gente En nuestro
general, tipo
no sólo los de
cien extensión y· dirección en que se desvían de
la verdad. Otra dimensión es su totalidad re
tíficos sociales, desean ser racionales y tener ra lativa. De nuevo, aquí pueden ser objetivamente
zones sobre las formas en que conciben la real reali-
i- · comparadas con el conocimiento más com-
7
dad circundante o reaccionan ante ella.
Hay dos tipos de concepciones sostenidas por 8 Para hacer hincapié en la subjetividad del proceso de valora
la gente acerca de la realidad: en su forma pura ción, deliberadamente usé la palabra Valoraciones (Valua
las llamaría creencias y valoraciones . En las tions) y evité el término valores, que es t a ~ p ~ ~ u l a r t o d ~ la
ciencia social, excepto en el caso de combmac1on prenusas
opiniones de la gente, se mezclan las creencias de valor con la que ciertas valoraciones se han d e f i m ~ o e c ~ o

y valoraciones en una forma que discutiré poste explícitas para el uso de la i n v e s t i ~ ; i ó n . El. uso c o ~ u n del ter
mino valores invita a la confus1on entre valoraciones en el
riormente. Aun cuando no hay una línea dura y
sentido subjetivo, el objeto de estas valoraciones y t a m ~ i é ~ la
definida en los procesos mentales de la gente ubicación social total de las valoraciones. El uso del ternuno
entre estos dos tipos de concepciones, es de. valores especialmente en la literatura sociológica y antropoló-
todas maneras útil para nuestro análisis distin- gica, también contiene usualmente una p r e ~ s oci:lta de v ~ o r
que un valor o ips_o_ es a p r e c i a b ~ e en al_gun s e n ? d ~ o b ~ : u v o ;
esto implica un preju1c10 tipo lazssez fazre_ • El termmo, valo
7 Lo que se dice aquí y en las siguientes tres secciones es
res finalmente de la asociacion de algo solido, homogeneo
desarrollado más completamente en A n American Dilemma. The
estable mientras que en la realidad, las valoraciones son contra
Negro Problem and lYfodern Democracy (New York, Harper and
d i t o r ~ s y también inestables, particularmente en la sociedad
Row Publishers, Inc. 1944), Introducción, Secciones 1 y 2, pp.
moderna. Véanse también las referencias dadas en las notas de
y y pp. y Value in
XLI-XLVI,
Social Theory,apéndices 1 pp.
capítulo 5, 10,71-86).
1027-34 1136-43 pie de páginas anteriores.

18
 

2 VALORACIONES, CREENCIAS Y OPINIONES VALORACIONES, CREENCIAS Y OPINIONES _2

prehensivo, y puede determinarse la ubicación consideran válidas en relación a toda la nación o


de las deficiencias. Por otro lado, las valoracio- incluso a todos los seres humanos, son moral-
nes de una persona, de que la situación social es mente superiores a las relativas a los individuos o
o fue justa , co1Tecta'', ' buena , desea- grupos particulares. Esto n o es una suposición
ble o lo opuesto, no se puede juzgar y medir con priori sino una generalización fundada en una
el mismo criteri o objetivo a través de su compara- observación empírica. Todos sabemos que es así.
ción con el conocimiento verdadero y completo. En el curso del vivir, actuar, pensar y hablar
Sin embargo, cuando las valoraciones sosteni- diarios, una persona se encontrará enfocando su
das por u n individuo o grupo son, como las atención en las valoraciones de u n plano de
creencias, una parte de la realidad que puede ser su personalidad moral, dejando en la sombra al
precisada por la investigación, aun cuando no sin mismo tiempo, las valoraciones frecuentemente
dificultades (véase más abaj o, sección 5 ). Una conflictivas de. otros planos. La base de este
dificultad básica brota del hecho de que las valo- enfoque selectivo es de plano oportunista.
raciones de una persona son usualmente cam- Somos seres imperfectos, y es más frecuente
biantes y contradictorias. Detrás del comporta que las valoraciones superi9res sean empujadas a
miento no hay un conjunto homogéneo de las sombras en la vida diaria. Se preservan para
valoraciones, sino una masa confusa de inclina- expresarlas en ocasiones que son más ceremo-
ciones, intereses e ideales en lucha. Algunos de niales por su naturaleza, o que en una forma u
éstos son sostenidos conscientemente y algunos otra son aisladas de la vida diaria en la cual las
suprimidos por largos intervalos, pero todos valoraciones inferiores predominan con mayor
obran para mover el comportamiento en sus frecuencia. Reduciendo nuestro enfoque, las úl-
direcciones particulares_. timas valoraciones son más estrechamente egoís-
No hay actitudes sólidas y el comporta- tas, están más dentro de la naturaleza de los inte-
. miento normalmente es u compromiso moral. reses o envidias económicos, sociales o sexuales
Las valoraciones están por así decirlo, localiza- en u n lugar y u n momento dados y menos uni-
das en diferentes niveles de la personalidad versalmente benevolentes y humanos.
moral, correspondiendo en lo fundamental a Una convención sindical nacional, puede, por
diversos grados de generalidad de los juicios ejemplo, manifestarse
manifestarse fuertemente contra la dis-
dis-
morales. cr·iminación, contra los negros en el mercado de
En nuestra civilización, la gente está de acuer- trabajo, reflejando valoraciones en el nivel supe-
do comúnmente en que como una propos1c1on rior (véase infra Sección VII). Al mismo tiempo,
abstracta, las valoraciones más generales que se en una ubicación estrech a y local estas valorado-
 

22 VALORACIONES, CREENCIAS Y OPINlONES VALORACIONES, CREENCIAS Y OPLt'\fIONES 23

nes superiores pueden ser opacadas por valora tivizadas presentándolas· como creencias, o
ciones del nivel inferior prejuicios , tal y como simples inferencias de creencias, que implican
frecuentemente se les llama cuando se ven desde esconder aquéllas, manteniendo por lo tanto su
el nivel superior; estas valoraciones inferiores se falta de consistencia fuera del alcance de la vista.
expresan en prácticas discriminatorias. A través de este proceso las creencias se distor
La Democracia es el gobierno por medio de sionan. La gente logra creer lo que quiere creer,
la d iscusión , de hecho, otras formas de go lo que sirve a los propósitos del compromiso
bierno no pueden suprimir en general l discu subyacente de valoración. U n escrutinio cien
sión permanentemente o por un· largo periodo. tífico de creencias populares, muestra no sólo
La discusión política efectiva, nacional o inter que están frecuentemente equivocadas, sino tam
tam
nacional, está basada en la suposición de que bién que son tergiversadas en una forma sistemá
existe una amplia aceptación de valoraciones tica. Tam.bién muestra lagunas de igriorancia
comunes, particularmente en el nivel superior. innecesaria y, por otro lado, una sorprendente
Un grupo u o.tro de personas se encontrará invo avidez por adquirir conocimiento cuando ei
cando y apelando a las valoraciones en ese nivel, oportuno para la necesidad de racionalizar.
intentando así revelar y suscitar conflictos de Toda ignorancia como todo conocimiento
valoraciones en otros grupos. , tiende por o tanto a ser oportunista. Todo es-
Una dificultad en la determinación de las va fuerzo educacional encaminado a corregir las
loraciones emana del hecho de que las personas creencias distorsionadas en una sociedad, en
frecuentemente tratan de ocultarse las qua valua- cuentra una fuerte resistencia. La gente está
tions particularmente las operativas en el nivel interesada en ocultar sus valoraciones y los con
inferior. Tratan de disfrazar estas valoraciones flictos de éstas o quiere cuando menos intentar
como creencias sobre la realidad. La gente, en preservar una apariencia de consistencia y orden
sus
sus opinione s, genera lmente subestima las valora
valora en esa esfera.
esfera. Volveré sobre esto posteriormente.
ciones asentando sus posiciones como si fueran
simples inferencias lógicas de lo que creen cierto
acerca de la realidad. Buscan las buenas razo
nes que usualmente no pueden calificar como
razones verdaderas . Sus opiniones llegan a ser
entonces lo que nosotros llamamos racio11ali-
zacw11es.
En este proceso, las valoraciones son ''obje-
 

~ M P L O S DE LAS CREENCloAS DISTORSIONADAS 25


siderar los niveles extremadamente bajos de las
escuelas de negros, se refirieron al monto rela
IV. EJEMPLOS D E LAS CREENCIAS
tivamente bajo de impuestos pagado por los
OPORTUNISTAMENTE DISTORSIONADAS
negros. De esto inferían que lo que existe de

PER.l\IÍTASEr 1E ilustrar lo dicho


hasta ahora, esco educación de los niños de los negros en ese
momento estaba fuertemente subsidiado por la
giendo algu,nos de mis ejemplos de u n estudio
9
comprehensivo de la civilización norteamericana comunidad blanca.
observada desde el punto de vista del grupo me negros, por su parte, estaban equipados
nos privilegiado, los negros. El estudio fue reali-
 
comunmente con una teoría sofisticada de que
zado hace u n cuarto de siglo, pero la tendencia la incidencia de los impuestos indirectos sobre la
general para creencias a distorsionar con el pro propiedad urbana era transferida a los inquilinos
pósito de racionalizar las valoraciones y el en la forma de altas rentas. Puesto que la clase
comportamiento está tan presente ahora como pobre vivía más frecuentemente en hogares ren

lo estaba antes. Por cierto, opera en todo tipo de tados, los negros soportaban proporcionalmente
relaciones sociales, en todas las sociedades y en una carga fiscal mayor, en tal forma que pagaban
completamente y aún más por la educación de
todos los tiempos.
Para comenzar, el deseo de ocultar valoracio sus hijos.
nes en el nivel inferior fue revelado por la reluc En igual forma, los blancos con cierta educa
tancia de los blancos sureños a expresar u n ción, incluso algunos doctores en medicina tal y
pronunciamiento claro de su adhesión personal a como pude observar entonces, se aferraban a
los patrones prevalecientes de segregación y dis ideas poco fundadas y falsas acerca de las carac
criminación contra los negros. Con mucha fre terísticas físicas de los negros, por ejemplo, que
cuencia, las proyectaban como valoraciones d e tenían u n olor peculiar, cráneos más gruesos, o
 :
otras personas diciendo que la opinión pública
penes mayores, cosas que los negros usualmente
estaba contra el cambio o que "las personas de no creían.
Los negros estaban generalmente informados
' por aquí no apoyarían eso. Rara vez expresa
de las pruebas cada vez mayores de que las prue
rían u n aserto franco en primera persona de que
ellos mismos piensan que es correcta y deseable ba
bass refinada s de inteligencia y de aptitud n o con
• firmaban la existencia de grandes diferencias
la preservación de estos patrones represivos.
Un ejemplo del uso selectivo y _por tanto 9 En la actualidad es prominente un pensamiento similar
distorsionado del conocimiento disponible es entre la mayoría blanca de Sudáfrica, cuando defienden su polí
que los sureños blancos cuando se les hizo con- tica opresiva respecto a la mayoría no blanca.

24
 

26 EJEMPLOS DE LAS CREENCIAS D I S T O R S I O N A D ~ S EJEMPLOS DE LAS CREENCIAS DISTORSIONADAS 27

heredadas entre los blancos y los negros como do dramático revelaría que bajo la presión de
grupos aun cuando se podía encontrar ~ n c l : i s o a lo
loss eventos explosivos
explosivos en estos dos frentes en los
blancos educados que se habían mantemdo igno- años ~ e c i e n t e s las valoraciones cambiantes se
asociaron con nuevas y grandes distorsiones de
rantes de ello.
creencias sobre los hechos.
En la medida en que nos acercábamos a este La tradicional y confortable habilidad de los
momento, y el asunto se ampliaba en importan norteamericanos para vivir felices desligados de
cia se reveló dramáticamente, incluso para las los numer?sos y g r a n d e ~ bolsones de pobreza
personas de educación o ~ d i n a r i a que . 1 ~ gran de su med10 se desarrollo hasta el extremo aun
mayoría de los norteamericanos que vivia:i. en cuando no es algo único. Entre los miembros de
circunstáncias confortables, habian adqmndo la sociedad occidental que vive viven
n mejor existe
una laguna mental respecto a la existencia en una reluctancia común a conocer las condiciones
todo EU de grandes enclaves de personas afecta de vida de los pobres.
das por la pobreza y también por g e n t e ~ cultural Cuando era u n profesor joven hace más o
mente empobrecidas. Tal y como lo vi esto fue menos 30 años tuve que examinar a estudiantes
el comienzo de una catarsis moral e intelectual de derecho a quienes exigían tener una barni
significada y en parte causada por una avalancha zada de conocimientos sobre las condiciones
de estudios estadísticos libros y artículos, con económicas y sociales. En aquel entonces los
ferencias y discursos. A principios de 1964 estudiantes procedían con más frecuencia que
cond1rjo a que el presidente Lyndon B Johnson lo
loss de ah ora de los estr ato s de altos ingresos.
ingresos. En
declarara una guerra incondicional a la pobre aquel tiempo, la mitad de las familias en las ciu
za'' y proclamara la meta de establecer la Gran dades suecas vivían en departamentos de sólo
dos _cuartos.º menos: c o ~ t u m b r a b a a preguntar
Sociedad .
Este cambio interrelacionado tanto de creen- a mis estudiantes cual creian que era el tamaño
cias como de valoraciones parece que fue p ~ · o m e d i o de la habitación familiar. Hasta que se

dañado por los efectos morales políticos y dieron cuenta de mi interés en el asunto, y com
financieros de la guerra de Vietnam y por los probaron con los hechos sus respuestas más o
disturbios raciales. No quiero proseguir con este menos eran: cuatro o cinco cuartos.
asunto en relación al tema de este libro. Sin Hablando en forma más general la necesidad
embargo sugeriría que un estudio más profundo psicológica de racionalizar las valoraciones que
operan en el nivel inferior dan lugar a lo que he
del desarrollo
grupos y camposde de
las opinión
creenciasdurante
en los este
diferentes
perio- llamado e s te re o tip o s o teorías popu-
 

EJEMPLOS DE LAS CREENCIAS DISTORSIONADAS 29


28 EJEMPLOS DE LAS CREENCIAS DISTORSIONADAS
p r e o c u p a d a m ~ n t ela e r d a d e r a pesadilla
p a s ~ p o ~
lacheras". Son hechos sociales importantes en
de una conspirac10n imagrnana del comunismo
cualquier sociedad y pueden estudiarse empírica
~ o n t r a los Estados Unidos y todo el mundo J
mente. Consisten de complejos de creencias,
lrbre. • é=
-'- -IL,,,
distorsionadas para ajustarse a los valores de
nivel inferior a los cuales sirven de tapadera o ~ ~ t a pesadilla, y la idea completamente d e s ( _ j
qmcrada de que e x i ~ t í a u n peligro real de q u e ~ ~
racionalización. En ef asunto racial ya referido,
unos cuantos comumstas derrocaran al g o b i e m O : : : : ~ § =
la raza por sí misma no es socialmente impor
const ituci onal por, medios violent os en este gran-&::»
gran-&::»
tante. Son las creencias raciales, expresadas en
10 de Y poderoso pais, se extendió, convirtiéndose,::._;.;;;
teorías populares, las que son importantes. Lo
por ~ l g ú n tierr:po en casi una ideología nacional.(- )
mismo resulta cierto en diversos grados en otras
cuestiones políticas. Las valoraciones dan una
1 Ha .sido, por , e ~ e m p l o , u?.ª causa principal de laf:__)l
acc10nes p ~ h t r c a s y _militares emprendidas p o ~ 1 = J l
carga emocional a las teorías populacheras que
s t ~ d o s _Dmdos en Vietnam desde l 949. Afectó

están designadas a ocultarlas y justificarlas. Son la vida rntelectual de c ~ s i toda la nación y d e j ó ~ : _ J . l


usualmente expresadas con mucha convicción
su huella t ~ n t o en la literatura científica comO:::f
como si fueran asertos sobre hechos de extra
¡ la e n s e n a n _ z ~ a todos los niveles. Al mismdf,__)
ordinaria importancia. Escrutinizadas, estas
iempo, y qmza con mayor amplitud era u n ~
t
?
teorías populacheras estereotipadas muestran I creencia popular entre las masas. ' l
marañas de creencias sobre la realidad de una
l Aun cua:ido en menor grado, cubrió todo e J
falsedad muy burda y que frecuentemente son [ mundo occidental por un periodo. Después de la ·
contradictorias. ( s e ~ n d a Guerra Mundial, los países europeof,_JdJ
\ o.ccide.ntales dependían inicialmente de la a y u d a ? ~ 1
1

Escogí mis ejemplos de asuntos internos de una fmanc1era de Estados Unidos y sus políticos
nación. Frecuentemente, las creencias y las teo ¡ pronto aprendieron que la forma más efectiva de (
rías populacheras referentes a la política exte
hacer gen_erosos a los EU en cuanto a la a y u d a ~ 1.
rior, en la cual los hechos están más remotos de
f era ref_e,nrse al . p e l i g r ~ del comunismo. L a : , j j t
las experiencias ordinarias de la gente, por ésta y 1 a : e ~ t a c 1 0 n de la ideologia norteamericana c o n s ~ ~ = ;
otras razones se desvían aún más del realismo
1 tltUia por tanto un interés oportunista paraf=:J ·
racional y pueden adquirir una carga emocional
[ e ~ l o s . _ Pod,emos v ~ ; también que cuando la ayuda·:-=:-3.
casi histérica en calidad de apoyo. Durante la era 1 dismmuyo, tamb1en se redujo la ansiedad de los:.· ~ ~ } · ·
B
Dulles-McCarthy, el pueblo norteamericano des- europeos acerca de la amenaza comunista ..e:;

1 O An American Dilemm
Dilemma
a cap. 4, Racial Beleifs,
Beleifs, pp. 83-112. . Cualqu;ec sueco üene rnzones para r ~ c m d a r . .

1
 

30 EJEMPLOS DE LAS CREENCIAS DISTORSIONADAS


e n la historia de su propio país cómo en los años
anteriores a la primera Guerra 1-.Iundial, una ola
de miedo y odio fue creada por las. fuerzas con V. SUGER-ENCIAS
PARA LA INVESTIGACIÓN DE OPINIONES
servadoras contra los rusos. Todo tipo de creen
Cias se diseminaron acerca de lo que los rusos
hacían y perseguían en aquel tiempo y ahora
ANTES DE abandonar el problema de las formas
parece que éstas no tuvieron funda,mento real.
en que las valoraciones influyen a las creencias
y ~ ~ s m o l ~ ~ n en una . forma oportunista
Afortunadamente la ola no afecto muy pro-
fundamente las masas populares. Hjalmar Bran
hac1endolas
 
ut1les a las racionalizaciones apun-
ting y otras p e r s o i ~ s u b i ~ a d ~ s en la i z q u i ~ r d a tare brevemente u n corolario importante para
realizaron una func10n samtarra que carec10 de la investigación social. 1 2
equivalente e n los EU durante el p e r i o ~ o poste Reaccionando frente a la primera escuela de
rior y a mencionado cuando la m ayona de los p _ s i c ~ l o g í a racionalista, hace tiempo nos impre
liberales (confusamente y con rem?rdimie.ntos s1 no mucho el hecho de que la gente n o actúa
de conciencia) se refugió en u n anticomumsmo ni piensa racionalmente. Consecuentemente es-
ostentoso.U Pero en Suecia al comienzo de la tablecimos la tradición de no dividir las o p i ~ i o -
primera Guerra Mun Mundia dial,l, inf
infll :1
:1yó
yó d e c i s i ~ a m e n t e nes de la gente en esos compoqentes relativos a
la actitud de los estratos sociales supenores e n los aspectos cognitivos de los procesos mentales
una orientación proalemana. y en los relativos a los aspectos volitivos. En los
cuestionarios de encuestas de opinión pública se
puede encontrar comúnmente cuestiones con
c e r n i ~ i t e s a creencias, a valoraciones casi puras,

y opm10nes en las cuales las creencias y las valo


r ~ c i o n e s están casadas. Todos estos tres tipos es-
tan usualmente mezclados sin distinción. Sin
embargo, una diferenciación más clara sería de
mayor importancia pues u n estudio de las creen
cias de la gente vierte foz n o sólo sobre lo que

l 2 Véase n American Dilemma Apéndice 10, pp. 1136-43;


y t:unbién Value in Social Theory cap. 5 Secciones 4 y 5
11 Challenge to ffluence (Nueva York, Pantheon Books,
1963), capítulo 9 particularmente pp. 122 ss. paginas 82-88.
31
 
l

32 INVESTIGACIÓN DE OPINIONES INVESTIGACIÓN DE OPINIONES 33


conocen y lo que ignoran sino también sobre la Para examinar las creencias con el fin de deter
estructura de su
suss valoraciones. minar su totalidad y encontrar lagunas deben
Las creencias de la gente a diferencia de sus desarrollarse cierto tipo de escalas graduadas
valoraciones pueden ser directamente juzgadas para medirlas.
por el criterio objetivo que consiste en observar La hipótesis de la cual partimos es la de que
si son correctas y completas. Este hecho nos casi nunca nos enfrentamos a una falta de cono
ofrece la clave con la cual analizar científica cimiento al azar. La ignorancia como el conoci
mente los patrones de valoraciones internamente miento es t á conscientemente dirigida por
inconsistentes y frecuentemente ocultas que propósitos específicos. Una carga emocional de
existen en las mentes de la gente. La dirección y conflictos de valoración presiona en favor de las
el grado de desviación de sus creencias del cono- racionalizacione·s creando ceguera mental en
cimiento objetivo y comprehensivo nos dirá algunos puntos estimulando la necesidad del
cómo la gente está tratando de escapar· a una conocimiento de otros y en general causando
confrontación entre las valoraciones sostenidas concepciones de la realidad para desviarse de la
en el nivel inferior implícitas en su comporta- verdad en direccione
direccioness determinadas.
miento diario y laslas valoraciones más generales · Si el grado de conocimiento e ignorancia y
que se reconocen como moralmente superiores también su localización y carácter concreto se
en nuestra sociedad. analizaran en esta forma las valor
valoracione
acioness y ssus
us
Desde este punto de vista adquiere importan- conflictos podrían registrarse indirecta pero
cia la cuantificación del conocimiento y de la cuantitativamente así como se mide el calor de
ignorancia de la gente en temas de controversia . las estrellas distantes por la observación de su
Para este propósito ciertas cuestiones en los estu espectro. La hipótesis que se encuentra detrás de
dios científicos de la opinión pública debieran tal investigación es que la ignorancia y el conoci
purgarse en la medida de lo posible de todas las miento no son simples ni producto del azar sino
valoraciones explícitas examinando sólo la con oportunistas. Si u n programa importante de in
cepción del entrevistado sobre una parte espe vestigación se llevara a cabo con este propósito
cial de la realidad. Debiera ser bastante fácil las encuestas de opinión probarían tener una uti
preparar normas estándar y lúcidas acerca de lo lidad mayor de la que muestran en su papel
  que representa el conocimiento objetivo. En los periodístico presente.
muchos problemas en los cuales somos ignoran Pero por supuesto las valoraciones debieran
tes o tenemos dudas la conciencia de nuestras también estudiarse directamente hasta donde
limitaciones constituye conocimiento verdadero. fuera posible. Para este propósito debieran selec-
 

 ¡
¡

34 INVESTIGACIÓN DE OPINIONES INVESTIGACIÓN DE OPINIONES 35


donarse otras cuestiones relativas a opiniones mente hay contradicciones flagrantes entre las
que no contienen referencias a la realidad más valoraciones acerca de cómo la sociedad debiera
específica acerca de la cual forma creencias la ser y las valoraciones implícitas de su comporta-
gente. Las valoraciones son complejas y ordina miento diario. E n el asunto del control natal,
riamente conflictivas, y u n individuo enfoca su cuando menos hasta su reciente actualización en
atención en su esfera de valoración en una forma la opinión pública, es fácil probar estadística
oportunista, y su selección y presentación de mente que u n gran número de personas que con
valoraciones es probablemente diferente en una. denaban públicamente el control natal y que
situación experimental que en la vida real. Por lo respaldaban medidas legales para prohibirlo, sin
tanto, el análisis indirecto de las valoraciones, a embargo, lo practicaron.
través del estudio de las desviaciones de creen
cias respecto al conocimiento verdadero y más
completo, puede calar más profundament
profundamente e que
el análisis directo. Normalmente u n individuo
siente una urgente necesidad de arregla
arreglarr su
suss va
valo
lo
raciones en tal forma que puedan presentarse en
una forma ordenada y aceptable. E n sus creen
cias concernientes a la realidad social, que son
•, conformadas para dar la apariencia de una orga
, nización racional a su moral y su comporta comporta--
miento, se revela a sí mismo. ¡
Cuando se estudian las valoraciones por cual
quiera de los métodos o una combinación de
ellos, es importante observar otra ·distinción:
ésta es la existente entre la opinión person l o ¡
"privada" y su opinión públic o "política" so r
bre la misma cuestión. Éstas no necesariamente .¡
coinciden; de hecho, rarara
ra vvez
ez lo hacen. Estudian
do esta distinción se vierte luz sobre la dicoto
mía de y usualmente el conflicto entre) valora

ciones deproblema
En el diferentesnegro,
niveles deejemplo,
por generalidad.
frecuente-
 

LAS VALORACIONES DEPENDEN DE LAS CREENCIAS 7

las creencias y valoraciones. Hemos experimenta


VI. LAS VALORACIONE
VALORACIONESS do el comienzo de esa catarsis en Norteamérica
TAMBIÉN DEPENDEN DE LAS CREENCIAS .cuando el asunto de la pobrt::za fue destacado en
el último año del difunto presidente J ohn F.
HASTAESTEpunto hemos d i s c u t i ~ o las formas en
que las creencias de la gente depei:den de su
Kennedy, y que resultó en la patética declara
ción de una guerra incondicional a la pobreza
necesidad de racionalizar sus valorac10nes zr en hecha por su sucesor el presidente J ohnson.
partic
par ticula
ularr su nece
necesidad
sidad de ocul ocult.t.ai
ai:: ~ o s ~ ~ n f h c t o s En el problema negro la corrección d e algu
de sus valoraciones. En nuestra civihzac10n rac10- nas de las denigrantes creencias populacheras
nalista la gente desea aparentar consistencia en acerca de los negros las cuales tal y como apun
sus opiniones y quieren presentar r a z o n ~ s de té, se estratificaron en teorías populacheras
ellas: por lo tanto, enmascaran sus v a l o r a ~ 1 0 n e s estereotipadas y complejas debieran cambiar
y creencias
creenc ias las cuale
cualess er.iton
er.itonces
ces d ~ s t o : s 1 0 n a n : gradual y perceptiblemente las opiniones prejui
Pero también hay una mfluencia e3ercida ~ 0 1 ciadas que circundan las valoraciones y los con
las creencias particularmente por los cambios flictos de valoraciones. Cuando la persona pre
en las creencias sobre la lass valoracio
valoraciones. nes. juiciada puede retener alguna de las creencias
En su mayo; pai·te la gente es subjetivame.nte denigrantes acerca de los negros sólo a costa de
honesta y busca consistencia en sus razonaimen exhibirse como poco instruida frente a los de
tos; la gente abiertamente cínica es r ~ ~ · a ~ n o s más será difícil mantener sus opiniones prejui
que toda la s o c i e d a ~ se vuelva ~ 1 m c a Si .1 as ciadas incluyendo algunas de sususs valoraciones de
creencias
creen cias son corregi
corregidas das esto e3 e3er erce
ce . pres
pres10n 10n nivel
nivel inferior.
sobre la gente para cambiar sus valorac10nes en Puesto que las primeras c r ~ ~ n d a s falsas han
tal grado que pueden exhibir ante ~ 1 1 o s y ante servido a un propósito y satisfecho una necesi
los demás lo que sienten que soi: opi:i10nes con dad no debería sorprendemos, sin embargo que
sistentes
sistent es las cuales ahora deben mclu:r las ~ r e e i : - su corrección encuentre resistencia. La gente
cias corregidas. Normalmente, tal ªJ:1ste impli puede simplemente rehusarse a aceptar la correc
cará u n debilitamiento de las valorac10nes en el ción de las ideas erróneas y puede, cuando me
nivel más bajo y u n cambio hacia una mayor nos por un tiempo, adherirse tenazmente a sus fal
conformidad con las de más alto nivel. sas creencias en contra de la evidencia de los
Por esta razón, una alteración fundamental en hechos. O ajustarán sus teorías populacheras es-
la percepción de la realidad frecuentemente .l lega que va-
a una catarsis intelectual y moral en relac1on a loraciones yenyatalnoforma
tereotipadas necesiten racionalicen sus de
más del apoyo
36
 

38 LAS VALORACIONES DEPENDEN DE LAS CREENCIAS


CREENCIAS

una u otra creen cia falsa,


falsa, las cuales en esta forma
pueden desech
desecharse.
arse. A largo
larg o plazo. el ef c t ~ pi e- VII. LA IMPORTANCIA
IMPORTANCIA DE LAS
de ser la quiebra de las valorac10nes preJmcia
INSTITUCIONES DEL ESTADO Y DE
das cuando menos en parte. OTRAS INSTITUCIONES FORMALES
Ninguna investigación comprehensiva, siste-
mática y concluyente se h a hecho par:i demos EN MI LIBRO American Dilemma tuve ocasión
n
trar cómo la rectificación de las creencias falsas, de demostrar y ejemplificar que por medio de
a través de la educación y de la información ma los efectos acumulativos
acumulativos de la causación circular,
siva puede influir las opiniones, las valoraciones sería natural que los prejuicios de raza se ex
s u b ~ a c e n t e s y el c o ~ p o r t m i e ~ t ~ _resultante. El tendieran e intensificaran. 13 Los examiné den
efecto de la television en la opimon de la gente tro de una variante especial de u n enigma que h a
sobre l guerra de Vietnan: u e ~ e P:?veemos de intrigado a filósofos por miles de años: el proble
u n caso de estudio. La mvestigac10n de tales ma del bien y el mal.
cambios debiera tomar en cuenta el factor tiem Citando a Thomas Hobbes, quien apuntaba
po, puesto que frecuentemente el efecto se ~ c e que los hombres más sabios y virtuosos difícil
más sustancial en u n periodo de tiempo mas o mente dejarán una huella en la arena del pasado,
menos largo. . . mientras u n imbécil o u n criminal pueden in
También se debe considerar la importancia de cendiar todo u n pueblo. Por qué, entonces, el
las diversas organizaciones formales e informales mundo no está deteriorándose constante y rá
de nuestra sociedad. Algunas de ellas operan pidamente en su moral, sino más bien, según
para educar a la gente tratando de que acepten esperamos, progresando cuando menos en el
creencias más correctas y consecuentemente curso de largos periodos.
quitarles sus p r e j u ~ c i o s Otr os, sin _emb
_embarg
argo,
o, - Hobbes destacó esta cuestión. Como sabemos,
ticularmente al mvel local, mantienen la resis su respuesta era el Estado, Leviatán. Nuestro
tencia aI cambio proveyendo al individuo con la Estado es diferente del de Hobbes: es democrá ¡.
seguridad de que no estará solo al aferrarse a sus tico. De todas maneras, mi respuesta tiene algo
viejas y prejuiciadas opiniones y comporta- básicamente en común con la hedonista y mate
mientos. rialista posisabelina.
Por supuesto, el Estado está colectivamente

13 Op cit.; capítulo 3, Sección 8, pp. 78-80; también véase


Value in Social Theory cap. 8 Secc. 9, pp. 192-94. -
39
 

40 LA IMPORTANCIA DE LAS INSTITUCIONES LA Th1PORTANCIA DE LAS INSTITUCIONES 4

hecho y controlado por personas la mayor parte . tendencia natural a su expansión e intensifi-
de ellas fuertemente prejuiciadas bajo la influen- cación. Son las mismas personas que actúan
cia de la competencia por empleos y status so- en. las instituciones y que están manifestando
cial de impul sos sexuales y todo tipo de intere- prejuicios personales. Pero obedecen diferen-
ses
ses miedo s celos e inhibiciones estrechas y tes valoraciones morales en diferentes planos
miopes que forman factores causales del com- de la vida. En sus instituciones han invertido
portamiento individual y de sus valoraciones más que en sus ideas diarias que van paralelas
implícitas en el más bajo nivel. Pero cuando se con su conducta actual real. Han colocado en·
piensa y actúa dentro de sus instituciones forma-
forma- ellas sus ideas acerca de cómo debiera ser en
les particularmente de las nacionales la gente verdad el mundo. Los ideales por lo tanto ga-
permite más rápidamente que sus alt_as valoracio- nan fortificaciones de poder e influencia en la
nes al nivel general se hagan consCientes y ex- sociedad. 14
tiendan su influencia.
La escuela en toda comunidad, está avocada a Esto lo he caracterizado como una teoría de
tener una poca más de amplitud de criterio que autocorrección social que se aplica a la sociedad
la opinión local. También el sermón en la iglesi
iglesia.
a. que llamamos democracia . Aparte de sus efec-
Una asamblea sindical nacional está avocada a tos directos sobre
sobre la conducta de los ciudadanos
decidir ligeramente por encima del prejuicio del la legislación y la adm_inistración siempre t i e n e ~
miembro medio de ella. La legislación en gene- los efectos indirectos de hacer propaganda en
ral será más equitativa que los legisladores mis- favor de ciertos ideales. Lo mismo resulta cierto
mos como individuos en lo particular. Cuando para las decisiones reglament aciones y declara-
hombre actúa orden
el de la calle
las instituciones colectivas aatravés
que del
pertenece de
y cionesa de
rirse susotras instituciones
ideales las ins tit formales.
tituci
ucione Al adhe-
oness tienen una r, .•

actúa más como u n norteamericano, como u n pertinacia comparable sólo por su considerable
c r i ~ t i n o y como u n humanitario que cuando f l e x i b ~ i ~ d en una situación local y temporal. ;
r_

actúa independientemente. Por lo tanto moldea En m1 hbro n American Dilemma la teoría ;

los controles sociales que incluso lo condicio- fue aplicada al problema racial americano pero
narán a él tiene validez para todos los problemas de la
vida social.
A través de estas enormes estructuras insti- Un supuesto indispensable es es si
sin
n embargo el
tucionales
bre se haceraciales
los prejuicios una presión constante so-
contrarrestando la 14 Jbid
 

42 LA IMPORTANCIA .DE LAS INSTITUCIONES


. . moral frente a la herencia de
de que e1 c1msmo . liz . n o VIII. EL PAPEL DE LA CIENCIA
ideales en nuestra corriente de c ~ v 1 ac1on SOCIAL
domina las institucio_nes de u n J ª l ~ como lo h a
hecho asunto n f n ~ a L EDUCACIÓN
sobre' en
como ac tu o
. b . el nazism
el u n campo
nazismo.
racial
mas ampho en u delAlema-
o. E n los Estados m os en
d
Sur, y por el Estado yauspiciada,
otras instituciones
dirigida formales
y financiada
de parcialmente y por algún tiempo apoyar las
pue
ma ª º
años recientes, la combmac10n · · d e dos. asuntos creencias oportunistas y falsas. Esto se revela,
relacionados la guerra de los o r t e a m e n c ~ o s .en por ejemplo, recurriendo a la crítica y la discu
.
Vietnam y os
1 di sturbios raciales en el mtenor sión del contenido de los libros de texto. Más
del país h a reducido indudablemente l ~ ~ normas generalmente y con esta amplia concepción, la
les en una gran parte de l a poblac1on Y cau educación es una fuerza correctora de estas
: ~ : : el aislamiento moral y político del gobierno creencias.
creencias. Detrás la educación, dand o espolea
espolea
de esa parte del pueblo norte-
americano. respecto
norteamencano y a casi todo el ~ e s t . o d e.1 mun- das a su
lismo, tendencia
está la cienciaa largo
cie ncia social.plazo hacia el raciona
social.
do E n estos casos, el Estado h a sido u n m s ~ r u Como la ciencia en general, la ciencia social
. ara elevar las .normas morales, smo, apareció primero en forma elemental en los co
mento, n o p
por el contrario, para rebajarlas. - mienzos de la historia de todas las civilizaciones.
En sus inicios estaba profundamente enclavada
en la religión primitiva y a las supersticiones sis-
tematizadas. Pero incluso en tiempos muy remo
tos, la inclinación de los estudiantes a aprender
de laflexibilidad
ble experiencia y la observación y la considera
de las religiones y otras doctrinas
implicaron avances hacia creencias menos dis
torsionadas.
En la época de la Ilustraci
Ilustración,
ón, la ciencia social
dio grandes pasos para liberarse de todas las
influencias distintas a las derivadas de las obser
vaciones de la realidad y del análisis de las ob
·l

servaciones en términos racionales. En esa era 1


gloriosa, la ciencia social también colocó a las
43
 

EL p APELDE LA CIENCIA SOCIAL 45


44 EL PAPEL DE LA CIENCIA SOCIAL
diferencias innatas en la inteligencia entre blan
valoraciones superiores más cerca de las bases de cos y n;gros, hombres y mujeres, ricos y pobres,
la teoría. Trató incluso de probar su veracidad teman dudas de que tales diferencias exis
véase sección XVIII). Aun cuando puede tiesen y que fuesen pronunciadas.
demostrarse las las
queque
solo hecho de pruebas son espurias,
valoraciones superioresel. . Hay mucha verdad en el proverbio bíblico que
c ~ 1 c e : e.I qu; .buscare, encontrará ; sin embargo,
fueran convertidas e n supremas era u n impor si un c1entI lo que no está a11I 1O
., , f1co , busca
.
tante avance, puesto que l a responsabilidad con encont1ara solo mientras lc s dat s ernp1ncos , .
que cargan por distorsionar las creencias n o es n i · sean. ,escasos y q:1e. se permita a sí mismo la dis-
cercanamente tan grande como la de las valora-
.tors1on de su locr1ca • F, n la 111ed1'da en que 1os
_

ciones inferiores. m v e s t i g a d o ~ · e s apilaban sus observaciones y refi-


Desde entonces, el progreso ha sido expedito, ~ < ~ b a n sus_ mstrumentos de obsen1ación y análi
en creneral se aceleró. Comencé este ensayo enfa
sis, e n c ~ n ~ : . 1 r o n lo que no .estaban buscando y
t i z ~ ~ d o
que el rasgo distintivo de la ciencia so q:1e poi cierto era contrano a sus preconcep-
cial es la búsqueda de la verdad objetiva. Esto lo CJoncs; entonces las diferencias desaparecieron o
considero no sólo un precepto moral, sino tam cuando menos no pudieron ser est·tblec1.da .
bién una descripción de su situación factual. ln -
¡·· · < s c1en-
l l 1camente.  ;

duso si alguno comienza a distorsionar opor - ~ o s estudiantes en el campo de las ciencias ¡

tunamente sus concepciones sobre u n problema s ~ c i a l c s se han embebido tanto del espíritu de la
particular, la prosecusión de la investigación l ~ u s q u ~ c l a . ele la verdad, ~ ~ frecuentemente pare
social en sí corregirá gradualm.ente estas concep cen pa:tlcularmente felices cuando arriban a
ciones. Algunas veces h e dicho que los hechos conclus10nes diferentes de las esperadas o su-
patean, pues se manifiestan violentamente. En . P : 1 e ~ t a s en un principio. Incrementando el cono-
este sentido, la ciencia social ha demostrado cnmento ~ e r c l . a c l e r o , y purgando en esta forma
capacidad de corregirse a sí misma. l ~ s creencias lalsas y oportunistas, la ciencia so 1 ·

Para mí, uno de los grandes monumentos al


c 1 ~ I c ~ l o c . a los cimientos de una educación aún
espíritu de la búsqueda de Ja verdad en la ciencia ~ r n ~ electiva: hacer las creencias de la gente más
social y a su inherente capacidad para dirig1rse i a ~ 1 0 n a l e s , forza a las valoraciones a mostrarse
en última instancia al conocimiento verdadero,
ab1er.tam:nte, y hacer más difícil retener e n sus
ha sido la historia de la investigación de diferen
conciencias las v<:loraciones d e .nivel inferior
cias g r u p a l ~ s h ~ r e d : d a s de a p ~ i t u d e s esp:cial opuestas a la lass del mvel superi or. .
mente de mtehgencia. Los ps1cologos, qmenes La gran tradición en la ciencia social, y partí-
hace más de medio siglo se dedicaron a medir las
 

46 EL PAPEL DE LA CIENCIA SOCIAL


cularmente en la economía ha sido para'los cien
tíficos sociales la de tomar una responsabilidad IX. PREJUICIOS
tanto directa como indirecta en la educación
EN LA INVESTIGACIÓN
popular. Existe una tendencia reciente hacia el LA de la ciencia social para corregirse
A P ~ C I D A D
abandono de esta gran tradición con la cual debo as misma a la cual me referí, n o es, sin e ~ b a r -
comprobar mi inconformidad. A través de gene go ur: proceso instantáneo ni completo e inte inte-- .
raciones, incluso los más grandes estudiosos, y rrump1do. Rara vez ocurre fácilmente o en su
especialmente ellos, se las arreglaron para dispo totalidad.
ner tiempo de su trabajo científico con el fin de , Como científkos sociales estamos decepcio
hablar con la gente en términos simples que los - nandonos a nosotros mismos si ingenuamente
hombres legos pudieron entender. Sin embargo, creemos que n o somos tan humanos como las
muchos científicos de nuestros días están comu- personas que nos rodean y que no tendemos a
nicándose crecientemente sólo entre ellos. Esta
tendencia al falso cientificismo, este abandono
obte.ner en forma oportunista conclusiones que
se ajusten a los prejuicios marcadamente simila
de nuestra responsabilidad en la formación de la res a ,los de otras personas e n nuestra sociedad.
opinión pública, es capaz de reducir la importan- A p e g a n ~ o n o s a l a ~ valo:aciones superiores asig
cia de nuestro trabajo encaminado a tornar más nando impm ancia primordial a los hechos
racional a la gente. o b s _ e ~ ~ d o s solo purgamos parcialmente estos
Otra tendencia funciona en la misma direc- preJUICIOS de nuestra mente.
ción. Mientras que el expresar los razonamientos E s t a m o ~ ba Jo la influencia de fa tradición en
tan claros y sucintos como fuera posib1e, consti ~ u e s t r a s c1enc1as, d e la situación cultural y polí-
tuyó siempre una gran tradición de c i e n c i ~ uca de nuestro . medio ambiente y d e nuestras
social en décadas recientes la tendencia dom1- caractenst1cas
ante entre los científicos sociales es la de ence-
1 , .particulares.
· No somos aut,ornat as
 
como as maqumas electrónicas usadas creciente-
rrarse a sí mismos por medio de una termino mente por nosotros para controlar grandes masas
logía innecesariamente e1aborada y extraña, de datos.
frecuentemente hasta el punto de menoscabar su El resultado son los prejuicios sistemáticos en
habilidad para entenderse entre ellos y q u i z ~ nuestro trabajo, incluso en nuestra proITTamación
ocasionalmente incluso :Para entenderse a s1 humana de las máquinas c o m p u t a d o ~ a s si n o
mismos. nospercepción
la
proteg:mos a nosotros de
sociológica mismos por medio en
las condiciones de
47
 

48 PREJUICIOS
PREJUI CIOS EN LA INVESTIGACIÓN PREJUICIOS DE LA INVESTIGACIÓN
INVESTIGACIÓN 49

que vivimos y trabajamos y por medio de los que eltérmino desempleo no era comúnmente
métodos lógicos para purgar los prejuicios que usado hasta finales del siglo XIX, 16 aunque, por
discutiré posteriormente en las secciones XI a supuesto, el desempleo. de hecho era frecuen
XIV. Para ilustrar mi tesi
tesiss de que el trabajo cien temente muy alto. -

tífico
caminoestá avocado
distinto a prejuiciarse
al señalado,
si toma otro
me referiré a algu n_egro
Cuando
de estudié el
N o _ r t e a ~ é r i c _ 1 7
controvertido problema
encontré que los prejui
nos de los campos en los que he tenido experien ~ 1 0 sen m v _ e s t i g _ a c ~ n eran un problema de
cia de investigación. rmportancia pnmana. En la extensa discusión
de los prejuicios en n American Dilemma se
Los prejuicios son más fáciles de detectar y espe aserta que la literatura científica sobre el proble
cificar cuando ha transcurrido algún tiempo y ~ e s ~ a b a ge?eralmente bastante prejuiciada, en
algunas de las condiciones han cambiado. E n mi direcc10nes diferentes y grados variables. Encon
libro The Political Element in the Development t ~ é que Y º mismo c i t ~ b a autores con el propó-

máticos de la teoría analicé los prejuicios siste sito de ilustrar opimones acerca de diversos
o Economi c Theory,
económica clásica y neo aspectos de los problemas, con más frecuencia
clásica. Las filosofías morales metafísicas del que hechos documentados y relaciones factuales.
derecho natural y del utilitarismo a partir de las
cuales se desarrolló la teoría económica, se exhi En el estudio de los problemas del desarrollo en
bieron ahí como una influencia importante ~ s i a ~ e r i . ~ i o n a l , que ,fue mi última empresa de
.Dentro de esta herencia, el hecho de que la teo mvestigacion, ei;contre que todos los principales
ría económica primero se desarrolló en Inglate conceptos, teonas y modelos han sido prejuicia
rra, que entonces era el país más rico del mundo, dos tanto en los tiempos coloniales 1 8 como ·
y que en Inglaterra, los estratos más ricos de la después de la segunda Guerra Mundial. 1 9 Este
sociedad dominaban la ciencia económica, así pensamiento prejuiciado de posguerra, que he .
como todas las demás formas de la alta cultura, llamado el enfoque moderno , .está fuertemen
determinó, la preferencia por cierto
ciertoss enfo ques y te influido por la diplomacia y por los buenos
líneas de razonamiento (véase sección XXII). 15
Un ejemplo de los prejuicios resultantes de este 16 A
sz n rama. Vol. 2, cap. 21, Sec. 8, pp. 984-89.
condicionamiento, es por ejemplo, el hecho de
7
American Dilemma, Apéndice 2 Secs 1-3
n
1035-45; también Value in Social Theory, cap. 7 · pp.
15Véase también Teoría ·económica y regiones subdesarra- As?an D ~ a m a , cap. 21, Secs. 6-7, pp. 977-84.
lladas, Parte II, particularmente cap. 10, pp. 137-49, de l • bid, P r o l o ~ Secs. 3-6, pp. 10-24, et passim en varios
edición.norteamericana. cap1tulos y en los apendices metodológicos, pp. 1839 ss.
 

50 PREJUICIOS DE LA INVESTI
INVESTIGACIÓN
GACIÓN PREJUICIOS DE LA INVESTIGACIÓN 51

deseos tal y como se manifiestan en el contexto . L o ~ p r ~ ~ u i c i o s sistemáticos que operan en la


de la guerra fría. Tales prejuicios sistemáticos 1m:est1gac:oi: de los problemas de desarrollo de
son facilitados por la aplicación no crítica de los Asia Mend10nal, se fortalecen con el hecho
enfoques científicos por el análisi
análisiss eco
económico
nómico en de que el enfoque moderno es oportunista
los países occidentales desarrollados. Incluso la pues satisface los deseos tanto de los r a d i c a l e ~
tenriinología comúnmente usada ( mundo li como., de los conservadores de la región. 21 Es
bre'', Asia libre , países en desarrollo ) está t ~ b 1 e n oportunista para la gente de los países
sistemáticamente prejuiciada. Estos defectos ter neos de occidente. Si el enfoque moderno fue
minológicos indican los prejuicios aún más pro ra lógicamente sostenible y adecuado a la realidad
fundos en el enfoque. 2 0 los países subdesarrollados de Asia Meridional ;
Los prejuicios tienen mayor vigencia en los del r e s ~ ~ del mu?d? nos presentarían problemas
estudios del Asia Meridional al igual que en ec onomica mas simples y manejables.
de poh tlca economica
los de otras regiones subdesarrolladas, porque las
estadísticas y otras informaciones factuales son Los prejui.cios conducen a una falsa percepción
escasas y débiles. Muchos de los datos presumi la realid:1-d. y a c?nclusiones fallidas de po
bles sobre desempleo y subempleo no tie htica econom1ca. Sm mostrar más ejemplos
nen sentido o significan algo c_ompletamente ~ ~ s ~ a c t o s de prevalencia y ca
carácter
rácter de los pre
diferente de lo que se supone significan, puesto JUICIOs s1ste s1stematlco
matlcoss en la ciencia soc social
ial sólo
que han sido recopilados y analizados utilizando. a p u n ~ a r é q ~ e menoscaban la capacidad de las
conceptos del enfoque moderno que son in c1enc1, .ls s o ~ 1 a l e s para purgar las creencias popula
adecuados para las realidades de esos países, tan res d1st?rs10nadas y falsas, capacidad que he 1

diferentes de los países desarrollados. Por tanto,


el ensamblaje de las estadísticas y otros núi.teria ecaractenzado
s t ~ s : i ~ n c i a s ecomo el
papel
nuestra central
sociedad. mismo
Puesto de
que los
les n o puede dar una comprobación del enfoque, preJuic10s en mvestigación, como las creencias
tal y como una confrontación con los hechos populacheras distorsionadoras de la realidad son
normalmente debiera. Los hechos n o se mani ? ~ o : t u n i s t a s y por cierto, la investigaci
investigación'
ón' pre
fiestan efectivamente y queda latente la oportu JUiciada que regularmente se alínea con esas
nidad de u n proceso de autocorrección, al cual creencias, puede incluso apoyarlas, cuando me
nos referimos y a en la secció
secciónn VIII. nos parcialmente y por algún tiempo.
21
20
mácy·inlbid Prólogo, Sec.
Terminology'',
Terminology'', pp. 3, pp. 10-12,
1839-42. y Apéndice 1, •-Diplo del libro.
• bid, Prólogo, Sección 6, pp. 20-24, t passim a lo largo
 

52 PREJUICIOS DE LA INVESTIGACIÓN
Lafalta de independencia de investigación en PREJUICIOS DE LA INVESTIGACIÓN 53
las ciencias sociales re spec
specto
to · a las creencias Este condicionamiento político de la direc-
valores corrientes de la sociedad circundante es ción de nuestro trabajo puede ser simplemente
dramáticamente ilustrada por el hecho de que una forma racional de ajustarlo a la
lass necesidades
raramente abre camino hacia nuevas perspec sei;tidas por la sociedad en la que vivimos y tra
tivas. ·La clave para la reorientación continua de bajarnos. No obstante u n científico social puede
nuestro trabajo h a provenido normalmente. tener pretexto para desear que como profesio
de los intereses políticos que dominan la socie nale_s tuviéramos visión suficiente pará leer lo
dad en que vivimos. 22 escrito en la pared: porque nuestras sociedades
Así por ejemplo, el diluvio de escritos sobre son toi:ia?as usualmente por sorpresa por los
los países subdesarrollados refleja el hecho de acontec1m1entos, sorprendidas sin preparación
que después de la liberación de estos países de la forzadas a improvisar.
dominación colonial y dentro de contexto gene El hecho de que el condicionamiento social
ral
ellosdeselahan tornado. políticamente
Guerra Fría los sucesos acaecidos en
importantes
juegue tal papel decisivo en la preferencia del
campo de investigación debiera nacemos más
i

también para los países desarrollados. Las ccondi


ondi p r e v ~ n ~ d o s ~ aprehensivos de ese otro tipo de
ciones económicas y sociales en estos países en c o n d 1 ~ 1 n a ~ 1 e n ~ ? · el de los enfoques escogidos
el presente n o son muy diferentes de lo que eran en la mvest1gac1on, que para m í son conceptos
antes de la desintegración del sistema colonial. m o d e ~ o s teorías que usamos y la forma en que
Pero en ese tiempo el destino de estas tierras y selecc10namos
selecc10namos arreglam
arreglamosos nues
nuestras
tras observa
observa
sus pueblos no se sentía que tuviera una gran ciones presentamos los resultados de nuestra 1
L

importancia política para los países ricos. investigación. El segundo tipo de condiciona
En la misma forma podemos estar seguros de miento aun cuando no necesariamente el prime
que el gobierno, las fundaciones, las universi ro es el que conduce a los prejuicios.
dades los estudiosos particulares le darán a la
investigación del problema negro. de Norte
américa una prioridad mucho mayor en los años
venideros del que se le ha dado en los últimos
veinte años, pues la rebelión negra aumentó la
importancia política de tal investigación.

22 Ibid Prólogo, Secs. 2 y 3, pp. 8-12.


 

EL PAPEL DE LAS VALORACIONES OCULTAS 55

X. EL PAPEL DE LAS VALORACIONES


VALORACIONES Sin embargo, los prejuicios en la ciencia social
OCULTAS no pueden ser borr ados simplemente apegán
dose a los hechos y refinando los métodos de
¡' POR SIGLOS la tradición de la ciencia social, h a
tratafiliento de los datos estadísticos. Por cierto
consistido en ocultar las valoraciones que han
determinado el enfoque científico. Así por ejem los datos y el mane
manejo-
jo- de los datos son frecuente
mente más susceptibles que el pensamiento
plo, e n u n nivel elemental, el mecanismo de la
puro de ser influidos por tendencias encamina encamina
investigación
investigación prejuicia da no difiere del que opera
en el pensamiento popular tal y como lo he des das hacia _los p : e j u ~ ~ i o s El cao.s de los posibles
crito e n las secciones III y IV. Tal y como anoté d ~ t o s de _mves?l?3-c10n no se organiza en pensa
mientos sistematicos por la mera observación.
la ciencia social no es nunca otra cosa que sen:
Antes de que pueda existir una concepción,
tido común altamente sofisticado.
debe t<;>marse u n punto de vista, y esto implica
Los s i e n t í f i c ~ s ·sociales como la gente e ~ gene
ral, estan en aptltud de oculta ocu ltarr las valorac10nes y
valorac10nes valoración. Sin valoraciones , escribió mi di di
los conflictos entre valoraciones asentando sus funto amigo Louis Wirth, con el que coincidía
posiciones como si fueran simples inferencias e.n estos asuntos, no tenemos interésinterés o sentido t

lógicas derivadas de los hechos. Por tanto •al de l a relevancia o de la s i g n i f i c c i ó ~ y conse


igual que la gente común y corriente, s u p r i m ~ n a cuentemente la investigación no tiene objeto . 2 3
las valoraciones como t les y dan sólo razones Si en sus
sus int ento s de ser factuales, los c i ~ n t í f i c o s
y su percepción de la realidad fácilmente se dis no hacen explícito su punto de vista, vista, dejan
deja n cam
cam
torsiona, esto es se prejuician. po a los prejuicios.
Los científicos sociales quieren ser objetivos
a p e g ~ d o s e a los hechos:'. Se debería aceptar Ni puede u n cientí
científico
fico evitar
evit ar los prejuicios abste
abste
en pnmer lugar, que sujetando las creencias niéndose de llegar a conclusiones prácticas o
populares ·y las suposiciones
suposiciones científicas a la prue
p_olíticas. La investigación no está mejor prote
b a de los hechos, los prejuicios específicos son
gida contra los prejuicios si el científico se re
temporales y desenmascarados una y otra vez.
húsa al arreglo de sus resultados en una forma
Esto es lo que llamo el proceso de autocorrec
adecuada a su uso práctico y político.
ción en el trabajo científico, el cual ejemplifiqué
También es evidente que, a pesar de las seguri
al referirme a la histor ia de la investigación
investigación sobre
dades en contrario, de todas maneras se extraen
las _aptitudes _intelec'?1ales de ,los diversos grupos
casi siempre conclusiones prácticas y políticas.
raciales y sociales (vease
(vease seccion VIII).
VIII ).
54 23 En una carta al autor, Septiembre 29 de 1939. -
 

56 EL PAPEL DE LAS VALORACIONES OCULTAS EL PAPEL DE LAS VALORACIONES OCULTAS 57

Toda nuestra literatura está permeada de juicios lego, el científico está influido por la necesidad
de valor, a pesar de los asert?s preliminares en psicológica de hacer racionalizaciones.
contrario. Pero estas conclus10nes no son pre- L0 mismo resulta cierto para cualquier eje-
sentadas como inferencias de premisas de valor cutivo responsable de la investigación de otra
explícitas, sino más bien, a la ~ e j a moda, se pro- gente y del público popular y científico frente
clama que sdn evidentes a partir de la naturaleza al cual actúa el científico y cuyas reacciones
de las cosas, como parte de lo que se pre_senta tiene razones oportunistas que respetar. El he-
como datos objetivos. Son frecuentemente ~ n t r o - cho de que sus compañeros científicos usual-
ducidos por lo general recargando la t e r ~ m ? ~ o mente estén condicionados en la misma forma
bal anee " , " equ i l b r10" ,
gía. Palabras tales como refuerza el efecto de las influencias irracionales.
estable , '
normal', ajust
aju stee , retras.
ras.oo o Hablando en general podemos observar que los
función han servido en todi;i s las ciencias so- científicos en cualquier condicionamiento insti-
- ~ n á l i s i s I ? r e s ~ ¿ n i b l e 
ciales
mente como puente
objetivo entre. el
y la prescnpc10n poht1ca. . tucional y político particular
rebaños, reservando se mueven
sus controversias como
y origina-
Los prejuicios n o están P?r _lo tanto c o ~ f 1 - lidades particulares para los asuntos que n o
nados a las conclusiones practicas y poh i c ~ s cuestionan el sistema fundamental de prejuicios
extraídas de la investigación. Están mucho mas que comparten.
profundamente asentados. Son los resultados Oponiéndose a la determinación más honesta
·¡
desafortunados de valoraciones ocultas ~ u e se de parte de todos los concernidos y en primer
insinúan en la investigación a todos l o ~ m v ~ l e s lugar, de parte de los científicos mismos para te-
desde su planeación hasta su presentac10n f m ~ . ner una mentalidad abierta, la necesidad común
··j
r .t

Como resultado
debidamente de su encubrimiento
clasificados
no estan
y por lo tanto pueden de racionalización tenderá en esta forma a influir ¡
los conceptos, modelos y teorías aplicadas; por
mantenerse indefinidos y vagos. lo tanto afectará también la selección de datos
relevantes, el registro de observaciones, las infe- :¡
La psicología subyacente del r e J ~ i c i o es simple, rencias teóricas y prácticas derivadas explícita o ·
cualquier estudiante como, md v1duo, y como implícitamente y la forma de pres entación de los
ciudadano responsable esta mas o men?s . en- resultados de la investigación. Uso el término
marañado en la telaraña de valores confhctivos enfoque para todas estas operaciones tomadas ¡

discutidos por mí en la sección III. Como el en su conjunto. t


El método de detectar los prejuicios es simple
24 n American Dilemma pp. 1047 ss. aun cuando algo laborioso. Cuando las premisas
 

58 EL PAPEL DE LAS VALORACIONES OCULTA


OCULTAS
S

de valor no establecidas se mantienen ocultas y


en su mayor parte vagas, los resultados pre XI. DESCUBRIENDO
DESCUBRI ENDO LAS VALORACIONES
VALORAC IONES
sentados contienen fallas lógicas. Cuando las
inferencias
infere ncias son c onfrontadas con las premisas, se · N ESTE punto de la argumentaci ón debiera asen
asen
encuentra un non sequitur oculto, dejando el tarse más enfáticamente que la falla en la inves
razonamiento abierto a l a inva
invasión
sión incontrol ada tigación científica social, tanto contemporánea
de influencias procedentes de la esfera de las como de los primeros tiempos, no es su falta de
valoraciones. Esta inconclusión es u n eleme;nto objetividad en el sentido convencional de inde
que puede determinarse po: medio del a:iálisis pendencia de todas las valoraciones. Por el con
crítico. i libro The Political Element n the trario cada estudio de u n problema social, sin
evelopment o Economic Theory estaba importar sus limitaciones eri cuanto a tras
cernido fundamentalmente con ese anáhs1s cendencia, debe determinarse por las valora
crítico, demostrando las fallas lógicas de la teo ciones. Una ciencia social "desinteresada" no h a
ría económica. existido nunca y por razones lógicas n o puede
existir jamás.
Sin embargo, las premisas de valor que real y
necesariamente
necesar iamente det erminan la investigación en l a 1 -:

ciencia ~ o c i a l están generalmente ocultas. El ¡ , •

estudiante p u e d ~ i n l u s o permanecer inadvertido 1

de ellas. Se dejan implícitas y vagas, dejando la


puerta abiert a a los prejuicios.
prejuicios. ¡:
La única forma en que podemos bregar por
la "objetividad" en el análisis teórico es expo
ner los valores abiertamente, hacerlos conscien
tes específicos y explícitos y permitirles
fr
determinar la investigación teórica. En las fases
prácticas de u n estudio, las premisas de valor ·1
asentadas, junto con los datos, establecidos por
, 1

el análisis teórico con el uso de las -- --mismas


mismas [

premisas de valor, deberían por tanto formar


¡
las
tica premisas de todas las conclusiones de polí
económica. '
59
 

60 DESCUBRIENDO LAS VALORACIONES


Estoy argumentando aquí que las premisas de
valor debieran ser explícitas en tal forma \ u ~ la XII. ESCA
ESCAPISMO
PISMO TERMI
TERMINOLÓG
NOLÓGICO ICO
investigación aspire a ser objetiva en el. u ~ o ÉsT ES el lugar apropiado para insertar una breve
.d este término tiene en las ciencias
senti
. 1es.
socia o que
p ero tam.bi· en
, necesitamos
. especificar
· · · 1as
d nota sobre los esfuerzos sistemáticos hechos en
la ciencia social convencional para evitar los tér
para los más amplios propósit_os de hone.stida .
minos cargados de valores, y sustituirlos por
claridad, y del arribo a conclus10nes en la rnvesti- términos sin asociaciones palpables con las va: l

gación científica. oraciones. Puesto que por necesidad lógica, las


valoraciones permean toda la investigación del
principio al fin, se puede demostrar que han sido
vanos estos esfuerzos y que, por cierto se suma
ron a la confusión de pensamiento inherente a
todos los intentos de llevar a cabo la investiga
ción sin premisas de valor.
Ya muy entrado el siglo XIX e incluso des
pués, los científicos sociales todavía creían que
existían valoraciones que podían ser comproba
das objetivamente y eran por tanto similares a
otras concepciones de la realidad y que podían
ser ciertas o falsas (véanse las secciones XVII y
XVIII). El hecho de que nuestro conocimiento
de estas valoraciones supuestamente ciertas
era todavía imperfecto, particularmente en rela-.
ción a su conmensurabilidad, no perjudicaban
su existencia como parte de la realidad. Escri
biendo en una época tan reciente como la de
principios del siglo, Knut Wicksell, uno de los
más distinguidos economistas dentro de la tra
d ic ió n hedonista y utilitaria, reflexionaba
diciendo:
Quizá algún día, los fisiólogos serán capaces
61
 

ESCAPISMO TERMINOLÓGICO ESCAPISMO


ESCAPISMO TERMINOLÓGICO
TERMINO LÓGICO 63
62
de aislar y evaluar llas
as divers
diversas
as necesidades huma siones prácticas, tal cuerpo de teoría se torna
nas de calefacción, alimentación variedad, re infundado y falso. 2 5
creación, estímulo, ornamento, armonía, y por . El e.mpleo
e.mpleo de f ~ u l a s algebraicas, indepen
lo tanto sentar una base racional de la teoría del d i ~ n t e m e n ~ e de cuan ~ r i l s pueden ser para ma- .
consumo." neJar relac ones c o m p ~ ~ a d a s dé letras griegas, y
Aun cuando científicos sociales de las genera-
de otros -s1mbolos, facilitan el escape de estable
cer _suposiciones clarámente relacionadas y en
ciones posteriores rara vez han expresado su fe pai;:1cular, de estar advertido de la carga de valo
tan abiert
abiertamente
amente como WicWickse
ksell,
ll, han continuado rac10nes en los conceptos principales.
trabajando bajo el supuesto de que existen valo · En las otras ciencias sociales, también gran
res objetivos que en principio pueden conocerse, parte de la muy considerable atención dedicada
incluso si hay dificultades para precisarlos. Sin , en las décadas recientes a la terminología exub exube
e {:
embargo, desde hace tiempo, por cierto desde :ante .es del mismo carácter. Es en alto grado u n ;

tiempo de Bentham, existexistee una tendencia clara a n:.tento elaborado de "objetivizar" lo que no es,
ocultar esas valoraciones por medio de termino simplemente no puede ser objetivo.
logía que suene inocente.
En la teoría económica el alejamiento de la :Ei: e_studi?s de u n carácter más específico y
psicología hedonista, que a su vez era la piedra prachco, sm emembargo
bargo,, hay menos int entos de es
esee
de toque de la filosofía moral utilitaria, estuestuvo
vo tipo, tal y como lo puedo ilustrar en el área del
marcada por el sociólogo y economista italiano problema negro en Norteamérica. 26
Vilfredo Pareto, en su acuñación del término
.trabajo _científico sobre el negro en la
ophilimité como sustituto de "utilidad". Ha poht1ca, h a sido centrado sobre la privación
existido una proliferación continua de· innova
ciones terminológicas de ese tipo. Toda la mo d;rechos civiles. Esto significa que el
~ t e r e s por el J?;oblema se h a definido a par
derna teoría del bienestar, en la cual se h a gas-
tir de la noc10n de que el extraordinario
tado tanta inteligencia durante los últimos años,
está saturada con ese tipo de escapismo. Es u n asunto a estudiar consisconsiste
te del hecho de que
cuerpo de teoría que no contendría nada si no 25 The Political Element in the Development o Economic
 

incorporara implícitamente una versión u otra Theory cap. 4, pp. 80-103, y apéndice por Paul Streeten pá-
de las viejas y desacreditadas psicologías raciona ginas 208-17. '

listas y filosofías
implícitas, morales utilitarias. Con ellas
tal y como lo evidencian las conclu-
26
También Value in Social Theory Apéndice
n American Dilemma
cap. 7, Sec2. 4,Sec.
pp. 6162-G3
p 1063
106
. 3•
162-G3.
 

64 ESCAPISMO TERMINOLÓGICO ESCAPISMO TERMINOLÓGICO 65


frecuentemente al negro en Norteamérica Incluso en el problema negro, han existido
n o se le da el derecho al sufragio como a intentos ocasionales por parte de autores parti
otros ciudadanos. En la misma veta de in culares de introducir palabras nuevas con menos
vestigación, el trabajo sobre el status l e ~ l colorido para ser más objetivo . Pero nunca
del negro se enfocó sobre las desventajas_ han tenido mucho efecto y debido a esto, han
específicas del negro r e ~ J ? e c t o a la ley. En la sido bastante inofensivas. 27 Como regla general,
misma forma la educac10n de los negros se las nuevas palabras han significado lo mismo y
estudió principalmente bajo elyunto vis- ehtonces el único resultado fue encubrir las valo
t a de la discriminación. o mismo es cierto raciones implicadas respecto a la conciencia.
de la investigación del negro cómo gana En u n país como los Estados Unidos, inde
pan. Los estándares de vida negros se ha:1 pendientemente de que gran parte de es tas valo
·comparado con los de los l ~ ~ c o s . La parti raciones superiores son marginadas e n la vida
cipación del negro la poht1ca de }:n.enes- diaria, lo importante es que l¡is excepciones son
tar social se ha medido por los estru:idares reconocidas como errores en relación al punto
de equidad. de vista del espíritu nacional. En American Di-
lemma a las valoraciones sistematizadas inclui
La discriminación, q u ~ es por supuesto u ? tér das en el Credo Americano se les daba el papel ·-:
mino fuertemente cargado de valores, h a ~ i d o la de premisas explícitas de valor .y especificadas
·11

palabra clave de la mayoría de l o ~ estud10s ~ e l por los diversos problemas. 28 .¡


problema negro e n los Estados U m ~ o . s . E ~ t e ter E n el estudio de los países subdesarrollados, el :: ·j
mino y todos sus sinónimos y especificac10nes y impulso para objetivizar l a investigación és ,
¡1 ·-:¡
también todo el enfoque del problema negro, 1

que significa, fueron obvia.I?ente derivadas de los evidente, ejemplo endel


por definición
para dar una losdesarrollo
intentos ycomunes
el sub
preceptos del Credo A m e ~ i c a n o Con esta x p r e - desarrollo, sin apoyarse en premisas de valor. Por  ¡
sión quiero significa
significarr par ticularm ente. el sistema supuesto esto n o es p o s i b l e ~ Conduce a una gran
de valoraciones explícitas a u n alto mvel que es l
1

objeto de constantes d ~ c l a r ~ c i o n e s q ~ e se man • 1

i
tiene explícita en las discus10nes. publicas en lo.s 27 Véase mi ensaye Value Loaded Cqncepts en Money
Estados Unidos, que está contemda en Consti Growth and Methodology and other Essays i n Ec.onomics in t
Honor o f ]ohan Akerman Hugo Hegeland, Ed. Lund, C W K
tución y m,uchas otr<l:s instituci: nes nac10nales Y Gleerups Bokforlag, 1961, pp. 273-88.
que, según creo, a p e s ~ c;le. senos retrocesos, re-
28 Op Cit. Introducción y cap. 2, pp. XLI-LV y 26-49 t
presenta la tendencia histonca. · passim. También Value in Social Theory cap. 4, pp. 65-67.
 

66 ESCAI'ISMO
ESCAI'ISMO TERMINOLÓGICO
TERMINOLÓGIC O

arbitrariedad. dedicó todo


En Asian Drama, se
u n capítulo a hacer explícitas las premisas de
XIII. LA ELECCIÓN DE
valor aplicadas en ese estudio y a explicar mis PREMISAS DE VALOR :
. d 1 29

motiv os e escoge
motivos escogerr as. LAs PREMISAS de valor en la investigación cientí
En breve, lo que se h a dicho en esta sección es fica social deben satisfacer un cierto número de
que no hay nada equivocado per se, con los con condiciones. 30
ceptos cargados de valores, si son claramente Deben ser asentadas explícitamente, no encu
definidos en término
términoss de premisas de valor explí biertas como supuestos implícitos.
implícitos. Deben ser tan
citamente asentadas. Si n o son definidos así, específicas y concretas como requiere la valora
sino que se oculta la valoración implicada se da ción de la realidad en términos de conocimiento
lugar ciertamente
ciert amente a los pprejuic
rejuicios.
ios. Si esto Ócurré, factual; Deben ser seleccionadas de antemano '
, ,
si no
n
ciones, sino de elsuresultado
o es entonces de su carga de valora
encubrimiento, las valoracio · a prz uori, evidentes conscz
n propósito por sí ente como
mismas fueran,
o generalmente
r:
•;

nes pueden mantenerse vagas. La invención de válidas en términos de estar ·fundadas en los
nuevos términos n o significa ninguna solución. hechos o en la "naturale
"nat uraleza
za de las
las cosas". Son por
Sólo pueden servir para darnos u n sentido falso lo tanto un elemento volitivo en la investi
de seguridad y engañar al público en general. Si gación, necesario allí como en toda actividad
los nuevos términos representan el mismo enfo que tiene un propósito consciente. Tienen por
que a la realidad a estudiar que los términos tanto sólo u n carácter hipotético en tanto es J
viejos, familiares y cargados de valor, n o se ~ posible la inclinación de la voluntad
volunta d hacia e l des-
producido cambio e igualmente
pronto cargados de valores.
se tornaran ' relacionadas
entimiento. Ciertas dificultades
con este epistemológicasy
último requerimiento
otros mencionados abajo, serán discutidos en la
siguiente sección.
Si la racionalidad es una de las premisas del
valor, tal y como es normalmente el caso en
nuestro tipo de civilización, el cónjunto de pre-

30 Véase n American Dilemma, Apéndice 2, Sec. 4 pá


29 Op Citcap. 2, pp. 49-69, cotéjese Prólogo, Secci,ó? 9,
pp. 31-34, y Apéndice 1, 1839-42, y 2 partes 11 IV pagmas ginas153-64;
.PP· 1057-64. También
y Asían Value
Drama, in 2,
cap. Social Theory, cap. 7, Sec.
pp. 49-69. 4
1859-1940.
67
 

r
1

68 . LA ELECCIÓN DE PREMI
PREMISAS
SAS DE VALOR
1

misas no debe incluir premisas de valor mutua


r m e n t e incompatibles sino debe formar un
sistema consistente.
XIV. LAS DIFI
DIFICULTA
CULTADES
DES Y LOS MEDIOS
DE SUPERARLAS
Este último requerimiento, en particular, y
también algunos de los mencionados en la si- LAS PREMISASde valor no deben elegirse arbitra
guiente sección, implican que las premisas de riamente. Deben fundarse en las valoraciones
valor no pueden ser enteramente a priori, inde reales de la gente. Este requerimiento de realis-
pendientemente de la investigación. La investiga mo en u n sentido específico del término no
ción debiera comenzar dando atención a algunas puede ser olvidado. Representa, sin embargo, la
premisas de valor que parecieran apropiadas para razón principal de las dificultades.
utilizarse,
utiliz arse, pero deben estar preparadas para ajus- Debemos comenzar nuest
nuestra
ra discus
discusión
ión cons
conside
ide
tarlass conti
tarla continuamen
nuamente.
te. ' rando lo que el término reálismo usado en
no
Lasfines,
a los premisas
sinodetambién
valor deben
a los aplicarse sólo
medios. La tesis esteselección
de se ntido implica
sentido a primera
de las premisas devist
vvalor
ista.
a. Eldebiera
principio
ser
del utilitarismo, de que nada es bueno o malo en su relevancia, determinada por las valoraciones
sí, sino solamente debido a sus buenos o malos reales de las personas y grupos de la sociedad.
resultados, no es realista,
realista, puesto que de hecho la Dentro del círculo de relevancia tan determi
gente también evalúa los medios. Lo mismo es nado hay incluso u n círculo aún menor de signi-
verdad en relación a los efectos laterales del   i c ac.z ón, tomado para denotar valoraciones
logro de ciertos fines valiéndose de ciertos sostenidas por grupos sustanciales de personas, o ,1
medios. 31 por pequeños grupos con poder sustancial. 32

lorMas
debeaún,
ser la realización de las premisas de
factible. Las valoraciones que apun
tan al logro de lo imposible, por supuesto, no
deben
deb en · escogerse
escogerse com
comoo premisas de valor para
investigación, sino que debiera criticarse teórica-

He supuesto aquí que la relevancia y la significación debie


32
ran determinarse en relación a la sociedad en estudio. Una socie
dad puede, sin embargo, estudiarse desde el punto de vista de las
31 Das Zweck·Mittel-Denken n der NationalOkonomie, valoraciones relevantes y significativas de otra sociedad. Véase
Zeitschriftfür Nationalokonomie, VoL IV, núm 3 (1933) Value Asían Drama, cap. 2, Sec. 1, p 50
in Social Theory, cap. 10, pp 206-30.
9
 

70 DIFICULTADES Y MEDIOS DE SUPERARLAS DIFICULTADES Y MEDIOS DE SUPERARLAS 71

mente como no factibles después del estud o de tipo de niveles e incluso en l a estructura n s t i t u ~
los hechos. Éste es otro ejemplo en el cual las cional de la sociedad. Pero es azaroso extraer
premisas de valor no son a priori independientes ·inferencias acerca de las valoraciones de la gente
de la investigación. Esta crítica teórica en térmi- en circunstancias radicalmente cambiadas en el
nos de factibilidad es, por cierto, una de las más futuro, incluso si las valoraciones presentes han
importantes tareas de la ciencia socia
social.
l. sido precisadas.
La base científica para precisar las valoracio- L a cuarta dificultad fundamental brota del
nes de la sociedad, es pobre. Los estudios de hecho de que las valoraciones son conflictivas.
opinión existentes no llenan nuestros r q ~ r i - Los conflictos no sólo se encarnizan entre los
mientos (véase sección V). Hasta este momento, individuos y entre los grupos sino también den-
el científico social está forzado generalmente a tro de cada individuo. La gente no tiene valora-
recurrir a la especulación y a observaciones basa
basa-- ciones sin complicación, homogéneas y consis-
das en impresiones. tentes. Viven en conflictos y compromisos mora-
Cualquiera que sea el método aplicado para les. Esto hace tanto de la observación de las 1 •

exponer públicamente las valoraciones reales de valoraciones como de la imputación del poder a
la gente, el hecho de que las valoraciones estén diversas valoraciones u n problema de lo más deli-
ligadas con las creencias y presenta una dificul- cado. El compromiso puede cambiar en el tiem-
tad fundam
fundamental.
ental. Las
Las creencias influyen las val
valo-
o- po y fluctuar de acuerdo a lalass circunstancias.
raciones, así como las valoraciones influyen las
creencias (véase sección VI). A un científico Sin embargo, una consideración indica que
comprometido en hacer más racional a la socie- estas últimas
últim as dificultades, l a relación de las val
valo-
o-
dad, debe cuestionársele sobre si no quisiera usar raciones con creencias más correctas, la validez a
las valoraciones que la gente tendrz a si sus creen- largo plazo de las valoraciones en el futuro la
cias fueran correctas y no distorsionadas. Por permisibilidad de conflictos de valor no debieran
esta sola razón, la determinación de las valora- ser insuperables.
ciones se tornaría una tarea aún más difícil. La racionalización de las valoraciones e n lo
I\ Jás aún, las valoraciones que han de usarse que hemos llamado el nivel inferior es lo que
como premisas de valor debieran referirse más conduce a creencias distorsionadas. El requeri-
frecuentemente a una situación futura. Particu- miento de que las premisas de valor correspon-
larmente en los asuntos más importantes, esta dan a las valoraciones tal y como debieran ser

situación
ría
pudiera estar muy alejada. Representa-
los resultados de grandes cambios en todo cuando las creencias son corregidas, implicará
generalmente que debieran utilizarse las valora-
 

7 DIFICULTADES Y MEDIOS DE SUPERARLAS DIFICULTADES Y MEDIOS DE SUPERARLAS 73

ciones de un nivel superior. En sentido ainplio, discusión importante de política económica en


resulta el mismo efecto del requerimiento de que estos países.
las premisas de valor debieran ser válidas para u n Al. mismo tiempo 'este estudio conduce a la
largo periodo de tiempo futuro. Y la importan- conclusión general de que con el incremento de
cia dada a las valoraciones a u n alto nivel, moti- población actual y el previsible, y otros hechos y
vadas por estos dos requerimientos, debiera tendencias en la región, será necesaria una consi-
disolver en gran parte los conflictos de valora- derable moderniz ación . en términos de estos
ción, haciendo a u n lado las valoraciones e n el ideales, con el fin de prevenir un desarrollo
nivel inferior que regularmente entran en con- catastrófico. No pueden retornar a la sociedad
flicto con las del superior. tradicional o incluso tampoco pueden dejar la
Tal y como he apuntado, en el diario vivir, las sociedad en la forma de existencia tradicional
valoraciones en el nivel superior son encubiertas que actualmente tiene. En ese respecto, estos
en gran parte por razones oportunistas.
oportunistas. De todas países han pasado ahora el punto después del
maneras, se les da comúnmente una expresión cual no se puede volver atrás . Esto se agrega a
muy explícita por parte del estado y por diversas las razones para escoger los ideales de Moderni-
instituciones formales dentro del estado y pue- zación como premisas de valor para el estudio,
den establecerse fácilmente por la observación. aun cuando podrían entrar en conflicto con los
Usualmente son bastante homogéneas, sin con- sentimientos populares existentes entre muchos
flictos interiores (de todas maneras véanse las grupos de gentes. ·
páginas
págin as anteriores). Si así fueran escogidas las premisas de valor en
Di como ejemplo el Credo Americano, el que el nivel superior el requerimiento de realismo en
para uso como conjunto términos de relevancia, significación y factibili-
especifiqué
sas de valor en su n Amera can Dilemma de premi-
(véase la dad del cual partí, se convertiría en u n nuevo
Sección XII). requerimiento: la necesidad de asertar por la
En Asían Drama apunté que los Ideales de investigación empírica toda la gama de valoracio-
Modernización en los países de Asia meridional nes operativas,
operativas, incluyendo aquellas
aquellas que est án en el
forman ahora una cierta conciencia nacional,
nacional, ex- nivel
niv el inferior, los
los conflictos de valor emergentes y
presados como motivación para toda la planea- sus consecuencias en las creencias distorsionadas.
lass p olítica s públicas.33 Forman lo
ción y todas la Todas estas cosas se tornan importantes en i
que casi es la estructura ideológica de cualquier estudio teórico de las condiciones y su desarrollo
se
33 Ibid cap. 2, secs. 2 y 3, pp. 51-5i. cuando este estudio
ciones superiores lleva adecabo
en calidad con las
premisas devalora-
valor.
 

74 DIFICULTADES Y MEDIOS DE SUPERARLAS DIFICULTADES Y MEDIOS DE SUPERARLAS 7

E n la sociedad contemporánea existe una gran debería usar diversos conjuntos alternativos de
distancia entre los hechos reales y la realización premisas c le valor. Por razones
razon es prácticas este úl-
de premisas de valor cuando las valoraciones en timo requerimiento solamente puede alcanzarse
el nivel superior son usadas como premisas de muy parcialmente. No deberíamos olvidar que
valor. Por supuesto esto es partiéularmente cier- las
las premisa s de valor determinan todo el enfoque
to en los países subdesarrollados pero n o sólo a u n problema y tienen relevancia para la defini-
ahí es cierto. Las premisas de valor
valor implican por ción de conceptos la formulación
formulación de la teoría y
tanto que u n desarrollo en la dirección de u los métodos de observación y la presentación de
realización es aceptado como deseable indepen- resultados. Trabajar con diversos enfoques al
dientemente de cuán lejos esté de su realización mismo tiempo por lo general gravaría nuestros
la sociedad en estudio. recursos de investigación más allá de su ca-
En u n caso particular el estudio pudiera reve- pacidad.
lar que no se puede esperar de ninguna manera
u n movimiento en la dirección deseada de la so- Entonces
trabajo
con el propósito de no complicar el
excesivamente podemos adoptar una
ciedad sino puede de hecho moverse en una solución que consiste en seleccionar u n conjunto
dirección opuesta. único de premisas de valor. Este conjunto puede
Esto por sí mismo no perjudica la lógica de llamarse instrumental y puede enfatizarse que se
estudiar esa sociedad usando esas premisas pueden introducir otros conjuntos significantes
de valor. Las conclusiones prácticas de tal de premisas de valor en una etapa posterior del
estudio enfatizarían las necesidades de esfuerzos estudio para hacer los juicios posibles en térmi-
crecientes para dar más significación a las pre- nos de valoraciones alternativas.

misas de valor. Pero


pues
no debemos engañarnos en este punto
la sección de la norma instrumental tiene
Inclus o si los
los con flict os de valor s on principal- una significación material. Todo el enfoque de la
material.
mente entre las valoraciones de nivel superior de investigación teórica se determina por esta nor-
un lado y las de nivel inferior por el otro puede ma. Hemos dado por lo tanto una posición
haber y obviamente hay con frecuencia también estratégicamente favorable en el estu dio al con-
conflictos entre las valoraciones de alto nivel. Se junto particular de premisas de valor selecciona-
puede suponer que nuestra sociedad en rápido das como instrumentales.
cambio este tipo de conflictos de valor pueden No se trata de u n prejuicio pues el enfoque
incrementar su importancia. de la investigación se h a determinado bajo con-
E n términos ideales por lo tanto u n estudio trol consciente y con la ayuda de valoraciones
 

76 DIFICULTADES Y MEDIOS E SUPERARLAS DIFICULTADES Y MEDIOS DE SUPERARLAS

explícitas. Esto cierra la puerta a la arbitrarie- Finalmente, deberían superarse las inhibicio-
dad, puesto que son las valoraciones implícitas nes contra la extracción de conclusiones prácti- ·f

pero ocultas las que conducen a la inconclusión cas


cas y polí ticas tica s abiertas sistemáti ca y ló lógica
gica--
en la investigación convencional, haciendo posi- mente. Este método debiera, consecuentemente,
bles los prejuicios.
prejuicios. Sin embargo, medidos por los proporcionar a la investigación social un instru-
estándares de lo que sería ideal y considerando mento ·mucho más poderoso para guiar la forma-
la posible existencia de otros conjuntos de pre- ción de una política racional.
misas de valor, esto es parcial, y el estudiante No pretendo arribar una solución final y
debiera estar prevenido de ello. completamente satisfactoria de los problemas
metodológicos destacados en este ·ensayo. Pero
Cuando se h a dicho todo esto, el método de insisto que si nos sometemos a la obligación de
trabajar con u n conjunto único de premisas ex- expresar un conjunto de premisas instrumentales
plícitas independientemente de cómo sean de valor en los términos más definidos posibles,
seleccionadas, es de todas maneras vastamente independientemente de como se hayan logrado y
superior al ingenuo enfoque tradicional de reta- cualesquiera que sean, y si les permitimos deter-
car bajo la alfombra las valoraciones. Expresan- minar nuestro énfoque, las definiciones de los
do en detalle las premisas de valor realmente conceptos y la formulación de nuestras teorías,
utilizadas,, el razonamient o se clarifica.
utilizadas esto representa u n ávance hacia las metas de
Incluso si en algún estudio particular estas h o n e s ~ i d a d claridad y efectividad en la investi
investiga-
ga-
premisas de valor se han alcanzado y especifi- ción. Estos son son pasos en dirección de la objeti-
cado en cierta medida por impresiones o razona-
razona- vidad en el solo sentido que este concepto

mientos
precisos conjeturales, y son
dt; lo deseable, se damenos concretos
atención al papel puede entenderse.
que las valoraciones han jugado en el estudio
a su importancia tanto para la investigación teó-
rica como práctica realizadas. Cualquiera que
desee poner en duda la elección de premisas de
valor está entonces por fin relevado de la engo-
rrosa tarea de descubrir a través de la crítica
inmanente las valoraciones implicadas y las for-
mas en que determinaron el enfoque y los re-
sultados.
 

NINGÚN NIHILISMO MORAL 79

siempre y por necesidad lógica e n valoraciones


XV. NINGÚN NIIDLISMO MORAL morales y políticas, y el investigador debiera
obligarse a realizar u n recuento explícito de
LA PRESENTACIÓN precedente del problema de las ellas.
valoraciones
funda en el yreconocimiento
su papel en las ciencias
de que sociales,
las valora-
se Cuando estascualquiera
abiertamente, valoraciones han sido expuestas
que encuentra una pie-
ciones, a diferencia de las creencias, no pueden za particular de la investigación que se h a fun-
juzgarse con el criterio de verdad y totalidad. dado en lo que el considera valoraciones equivo-
Las valoraciones son hechos subjetivos. Esto cadas puede oponerse a ellas directamente. Está
implica lo que es llamad
lla madoo algunas veces relarelati-
ti- invitado también a rehacer el estudio y r_emode ·
vismo de valores . La aceptación de esta sup suposi
osi-- lar sus investigaciones sustituyendo el conjunto
ción básica n o debería pensarse, sin embargo, de premisas de valor que utilizó por otro dife-
que constituye una inhibición o u n obstáculo ren e. Ciertamente, la argumentación e n térmi-

para argumentar en favor de un punto de vista nos morales y políticos puede estimularse y
moral. facilitarse
facil itarse grandemente cuando a la ciencia social
Por el contrario, insistiendo en la necesidad de convencional se le roban sus falsas pretenciones
las premisas de valor en toda investigación, la de capacidad para precisar hechos relevantes y
ciencia social se abriría más efectivamente a significativos e incluso alcanzar conclusiones
la crítica moral. Sería imposible entonces clasi- prácticas sin premisas de valor explícitas.
ficar la economía como una ciencia funesta en El relativismo de valor no es por lo tanto y e n
el sentido de estar cerrada a las consideraciones forma muy enfática, u nihilismo moral En
morales. Los economistas que trabajan en una nuestras almas todos abrigamos complejos siste-
forma convencional, e intentan encub
encubrir
rir las valo
valo-- mas de valoraciones en diferentes niveles de
raciones básicas de su investigación, sin embargo, nuestra personalidad moral. Nuestra vida diaria
en esta forma pueden ser frecuentemente censu- es una cadena continua de compromisoi: morales
rados correctamente, y sobre bases lógicas. entre las valoraciones a los niveles superior e in-
Por cierto ninguna ciencia soc
social
ial o rama parti- ferior. Todos tenemos la oportunidad de bregar
cular de la ciencia social puede pretender amo- por dar más poder a las valoraciones de nivel
ralidad o apoliticismo . Ninguna ciencia social superior, tanto en nuestra propia vida, como en
puede ser jamás neutral o simplemente factual, la vida de nuestra comunidad y de nuestra na-
aun cuando no objetiva en el sentido tradicional ción. En estos términos podemos incluso llegar
de estos términos. La investigación está basada hasta los gobiernos extranjeros y sus pueblos y
78
 

8 NINGÚN NililLISMO MORAL


apelar ante ellos. El estudio científico de la XVI. EL RESPETO POR LA VIDA
sociedad aumentaría, no reduciría, la efectividad Y AHÍ PODRÍA terminar este ensayo. Pero quisiera
de la discusión moral y pol
política.
ítica. discutir también u n asunto u n poco separado del
La ciencia social siempre h a trabajado en base foco de interés principal, sobre la forma en que
a la moral de las valoraciones en el nivel superior somos condicionados como científicos sociales
(véase la Sección XVII), siguiendo en este sen cuando hacemos investigación y acerca de los
tido la tendencia similar de la gente en general medios lógicos a nuestra disposición para evitar
cuando actúan dentro de las instituciones for los prejuicios. Quisiera considerar el hecho de
males (véase la Sección VII). Tal y como obser que parecen existir ciertos principios morales en
vábamos (véase Sección VIII) ésta es una de las el más alto nivel de generalid
generalidad
ad que son comu
explicaciones del hecho de que la investigación nes para diferentes épocas históricas e incluso
social no haya sido totalmente ineficaz para rec para diferentes civilizaciones.
Desde u n punto de vista metodológico, surge
tificar las creen
tanto que creencias
cias distorsionadas
su distorsión de la gente,
es usualmente
en
causada la cuesti
cuestiónón de si estos principios mo
morales
rales aparen
temente inmutables debieran aplicarse como
por intentos oportunistas de encubrir valoracio
premisas de valor, relevándonos del deber de pe
nes del nivel inferior y su conflicto con las del n e t r a r más profundamente en la compleja
nivel superior. E n cierta medida,
medida , la investig
investigación
ación realidad de las valoraciones reales de la gente.
·social h a tenido buen éxito para pur
purgar
gar las valo ¿Quiebran el relativismo de valores sobre el
raciones del nivel inferior por medio de la co ct7ál se ha fundado mi análisis? ¿Proveen un
rrección de las creencias distorsionadas. atajo lógico que hace innecesario el estudio de
Sin embargo, no hay duda que la tendencia las valoraciones
valoracione s reales de la sociedad, sus conflic
tradicional a ser convencional
y todavía
tigación social en la inves
seudo objetiva y ocular tosUynsus creencias
principio distorsionadas?
moral supremo de este tipo, que
las premisas de valor implícitas en un enfoque e n su formulación abstracta parece tener apoyo
particular la debilitan como fuerza ·moral e in e-. unánime en donde quiera y en todas las épocas,
lectual en nuestra sociedad. Teniendo que salir es por ejemplo, el respeto por la vida humana.
abiertamente con sus valuaciones básicas, la Una primera formulación fue el Juramento
investigación social sería más efectiva sirviendo Hipocrático, que en lo sustancial h a permane
al propósito de lograr una catarsis moral e inte cido como ética reconocida de los hombres dedi
lectual, lo cual constituye nuestra esperanza de cados a la medicina en todos los países.
mejoramiento
mejoramie nto soci
social.
al. 81
 

82 EL RESPETO POR LA VIDA EL RESPETÓ POR LA VIDA 83

En realidad, este principio está complicado países subdesarrollados mismos. 35 En otra for
con ciertos dilemas morales, como por ejemplo ma, el principio parece tener una mu y alta rele
la eutanasia, o los· conflictos de int
interés
erés surgid
surgidos
os vancia y significación en nuestra sociedad y la
del trasplante de órganos humanos o, más ge política consiguiente de población que promue

neralmente, los curar


necesarios para costos financieros
males y preveniry muertes,
fiscales ve el control de la natalidad
chado de antemano.
n o puede ser dese
que incluso en los países más ricos pueden absor
ber una parte ilimitada del ingreso nacional. Sin Un l psus más común y serio de este principio
embargo, esta
estass complicaciones y el hecho de que moral es la aceptación casi general del señala
nos confunden sólo pueden testificar la existen miento de la guerra como u n medio posible de
cia e influencia del principio moral básico, política nacional. Más aún, se ha p e ~ t i o que
incluso a pesar de las dificultades encontradas se desintegren las leyes
leyes del derecho internacional
internacion al
en su aplicación práctica. encaminadas a proteger
pro teger a la población ci
civi
vill en las
La vitalidad del principio
princip io se muestra en el pro- décadas recientes. 36 Los dos superpoderes y
blema de política demográfica creado por la otros estados también se están eqcipando cada
reciente explosión en el crecimiento de la pobla vez más, y ciertamente en igual escalada fantás
ción en los países subdesarrollados. 34 Hablando tica van los fantásticos costos financieros del
en general se acepta como un imperativo moral asesinato en masa.
que deben continuar los esfuerzos de estos paí- Incluso sin el uso de la más criminal de las
ses para mejorar la situación de la salud pública nuevas armas, las guerras en tiempos recientes
y reducir las tasas de mortalidad, que son una han cobrado vidas civiles en forma creciente, con
causa directa de la explosión demográfica, y el frecuencia con una concentración en la gente
único remedio factible debe ser el intento de pobre y sin distinguir mujeres · niños. La con
reducir también las tasas de natalidad. ducción de la guerra de Vietnálll representa la
Ocasionalmente, aun cuando rara vez, se ex culminación corriente de esta tendencia si-
presan dudas sobre la racionalidad de los esfuer niestra.
zos para salvar vidas en los países subdesarro El hecho de que esta guerra está siendo dis
llados. Sin embargo, éstas son expresadas más cutida como u n problema moral en todo el mun-
frecuentemente en los países ricos que en los
35 bid.
36 E L M Bums Megamur
Megamurder
der Nueva
Nueva York, Pantheon
34 Ibíd cap. 27, Sec. 9 pp 1430-35. Books, 1967).
 

84 EL RESPETO POR LA VIDA EL RESPETO POR LA VIDA 85

do e incluso en los Estados Unidos puede consi- de las cuales la gran mayoría n o puede s ~ p o n e r s e
derarse, desde cierto punto de vista, como una participa de ese heroísmo y, en cualqmer caso,
confirmación de la tenacidad del principio moral no tienen voz para aceptarlo o rechazarlo.
de que la vida humana debe respetarse. Desde El pacifismo tiene, sin embargo, poco atract:-
otro punto de vista, sin embargo , la relativa debi- vo popular en cualquier país. L ~ s e s f u e r z ? ~ poh-
lidad de tal reacción moral, particularmente en ticos están dirigidos al más humilde proposlto de
los Estados Unidos, cuyo compromiso en la alcanzar acuerdos intergubemamentales, sobre
guerra ha permitido la escala con creciente cruel- desarme o más bien algunas otras disposiciones o
dad, testifica la baja significación del principio posibles restricciones de carrera armamentista.
aludido como u n valor de importancia para la Mientras que no hay pres10nes reales de los mo-
política actual real.
real. vimientos populares para lograr tales acuerdos,
Otros testimonios semejantes son la negación existen por el contrario, amplias sospechas
del Senado de los Estados Unidos a ratificar el nacionalistas, particularmente, aun ~ a n d o : 1 ~
Protocolo de Ginebra de 1925 contra el uso de , exclusivamente entre los EU y la Umon Sovie-
ciertos medios bélicos, e incluso de mayor im- t i ~ a apoyadas por fuertes intereses .creados .creados en el
portancia, el hecho de que esto no creó ninguna "complejo industrial militar". E m c l ~ s o estos
protesta pública en los Estados Unidos, incluso esfuerzos limitados en el desarme han sido hasta
entre sus élites intelectuales. Ni siquiera las ahora bastante desafortunados.
poderosas organizaciones eclesiásticas han pro- El principio moral de r e s ~ e t o por la vida hu-
testado efectivamente. mana, comúnmente reconocido como supremo,
tiene obviamente poca significación como valo-
En la la ración que sea operativa en la formación de po í-
situaciónmilitar
na tecnología competitiva creada
es difícil ver cómo moder-
por la apli- ticas nacionales. Más aún, el desarrollo mundial
cación como premisa de valor del principio actual no tiende a fortalecer el apoyo popular a
moral discutido en esta sección podría conducir este principio moral. Naturalmente esto n o
lógicamente a cualquier otras conclusiones prác- plica que no debiera c : 1 1 i f i c ~ s e ~ o r n o la premisa
ticas fuera del pacifismo radical Ninguna otra clave de valor para la mvesbgacion sobre la gue-
valoración práctica sería capaz de producir u n rra y la paz. Pero los esfuerzos i n v e s t J ~ a ~ i ó n
compromiso aceptable. La heroica exclamación: deben dirigirse hacia la o b s e r v a c 1 0 ~ y análisis de
Dadme la libertad o la muerte n o se ajusta a la las valoraciones
valoraciones populares, los conflictos de valor
se
situación
hace en que la preparación de la guerra
para matar decenas de millones de gentes, y lasdesarrollo
este creenciasdesafort
distorsionadas
unado de responsables
las co
cosas.
sas. de
 

86 EL RESPETO POR LA VIDA

. u a n d ~ a la investigación científica, teó


l l ~ g
nca o practica, una p e ~ s ~ n a que, por ejemplo, XVII. EL PRINCIPIO IGUALITARIO
como parte de su fe religiosa cree en principios
morales absolutos, no está en una situación dife
dife
rente de la de o tro s investig
investigadores
adores.. ésta y en terminar quierosecciones
ANTES DE tocar brevemente en
las siguientes un principio
moral más general, el principio de que todos los
seres humanos tienen iguales derechos y de que
esa igualdad en sus vidas y condiciones de traba
j o es u n ideal supremo. Este principio es de espe
cial interés en el presente contexto pues se ha
colocado en la mera base de la teoría económica
y social moderna.
· Pero se remonta tan lejos en la historia de la
humanidad como es posible discernir. Todas las
grandes relig
religione
ioness incluyendo el hindui smo, en
un alto nivel) y las filosofías morales han sido
igualitarias. 37 Esto es aún más cierto para el
1

Cristianismo. l
Es todavía u n problema histórico y socioló
gico en gran parte no resuelto el de porqué se
originó tan pronto y generalizó en diferentes
civilizacione
civilizacioness esta brillante
bril lante visión de la dignidad
del ser humano individual y de su derecho básico
a iguales oportunidades, cuándo se originó y
cómo se mantuvo a u n nivel de ideal supremo a
través de siglos sin cuento de opresión y des
igualdad aparatosas. Otros problemas n o resuel
tos es cómo y en qué medida el ideal de todas
maneras ayudó a modificar las políticas públicas

37 Asian Drama cap. 3, Sec. 2, pp. 74-81, t passim.


87
 

  EL PRINCIPIO IGUALITARIO EL PRINCIPIO IGUALITARIO 89

y la conducta privada u n poco más en favor de dándolas con ingredientes de otras religiones y
los pobres, en diferentes regiones
regiones y periodos. con pensamientos humanitarios de la literatura
E n un sentido general sabemos que las más laica de todas partes y uniendo todo con la bús
recientes y sistemáticas reformas sociales en inte queda de la liberación nacional del dominio
rés de los pobres rara.vez o nunca emanaron de británico. En esta forma alcanzó u n tipo de
la religión, y se asociaron más bien con los adhesión popular al principio de igualdad. Sin
miembros laicos de la sociedad y el poder civil. embargo, era meramente parcial y muy confuso.
El papel de la religión h a sido de tolerancia cuan Ciertas excepciones se encontraban entre el alto
do más. x post ha ofrecido su bendición por lo estrato social occidental.izado que dentro de la
que ya sucedió o está sucediendo como resul tradición del pensamiento laico liberal inglés, fá
tado de otras influencias. 3 8 cilmente entendió ese principio, aun cuando sus
Gandhi fue casi el primer personaje de los propios intereses y el sistema establecido de
tiempos modernos que levantó con fuerza en actitudes e instituciones en la sociedad hindú no
Asia Meridional el asunto de la igualdad, aun p e r m i t í a n a muchos de ellos actuar con
cuando difícilmente constituye una excepción, secuentemente.
porque actuaba como un liberal posvictoriano 1
i
dentro de la tradición inglesa. La religión de la
'
que podía clamar apoyo no era la religión po - 1

pular existente a su alrededor, la que servía


fundamentalmente como una fortificación a la
estratificación social y económica duramente

inequitativa
cada sociedad dehindú.
la amplia
39 y secularmente
Gandhi estan
tuvo que apelar
a la religión a otro nivel, al que se había preser
vado en los documentos sagrados supraterrena
les, en las fórmulas estereotipadas escasamente
comprensibles a u n nivel popular.
, Fue el genio de Gandhi el que tradujo estas
formulas al folklore religioso de su país, mez-

38
bid, cap. 16, Sec. 4-5, pp. 749-56
749-56
d cap. 3 Sec. 7, pp. 103-112. '
et passim
39
lb ·
 

LAS
LAS ''PRUEBAS
''PRUEBA S DEL PRINCIPIO 91
en la sociedad. Sería cierta incluso si los dones
XVIII. LAS PRU
PRUEBA
EBAS
S DEL PRINCIPIO naturales de los individuos n o fueran iguales. El
hechp de que un hombre fuera menos dotado no
L s CIENCIASsociales modernas nacieron en la infringe estos derechos. Por supuesto, desde
Época de la Ilustración, la cual fue ciertamente tiempos de Locke la doc:trina moral de igualdad ·
de gran ebullición y de laicización reprimida. fue fortalecida también por la tendencia fi fi
Una versión ultrarradical de la doctr
doctrina
ina de igual
igual losófica del derecho natural, también hacia la
dad fue afinada entonces para convertirla en u n doctrina igualmente natural, minimizando las
instrumento teórico claro y penetrante de valo diferencias individuales o cuando menos las di
ración objetiva . Fue probada . Y se colocaba ferencias de grupo en consideración de las capa
en las meras raíces de la teoría social y particu cidades y aptitudes innatas.
larmente de la económica y en esta forma se El antiguo concepto de bienestar genera generall
ataba conyfondo
cidental, rocoso deposteriormente
por supuesto, la especulacióna oc
la fue elaborado
utilitaria, dentro con
y claramente de cebido
una filosofía
concebido como la moral
maxi
comunista. 4 0
mización en la sociedad del valor neto de los
De la filosofía del derecho natural emergía la placeres y los sufrimientos . La supos suposición
ición
doctrina de la superioridad moral del trabajo indiscutida de que el cálculo social de todo ser
como título de propiedad: el trabajo era el único humano debería contarse como igual a cualquier
creador de riqueza . Esto se materializó en la otro y la i d ~ . - c a s i tan vieja como la anterior de
teoría clásica y posteriormente marxista del la utilidad· marginal decreciente de u n ingreso,
valor real que suponía al valor como el único proveían pruebas del principio de que igual
factor de la producción
Del derecho .
natural provino también la idea dad de
para
la riqueza y el ingreso eran de interés
la sociedad.
de que todos los hombres nacen iguales . Esta En esta forma, el principio de igualdad se esta
doctrina se entendió primeramente en el sentido bleció como una inferencia lógica de supuestas
moral de que todos tienen los mismos derechos premisas de hechos o leyes de la naturaleza.
Cuando son críticamente escrutinizadas, sin
40 Este texto, tanto aquí como en las siguientes secciones da
sólo una recapitulación extremadamente condensada de las prin
embargo, estas pruebas resultan ser metafísica
ci_pales secciones de Teoría económica y regiones subdesarro- vacía sin relación con la realidad. Alin hoy tiene
lladas Parte 11 pp. 109-68 y Tñe Political Element in the Deve- importancia demostrarlo con cierto detalle. A
lopment o in
bién Value Economic caps.
Theorycap.
Social Tñeory 2-7,9-64.
2, pp. pp. 23·190. Véase tam pesar del gran
económica es
escapi
capismo
smo terminológico,
convencional
la teoría
permanece en gran
90
 

92 LAS PRUEBAS DEL PRINCIPIO LAS PRUEB


PRUEBAS
AS DEL PRINCIPIO 93

medida tal y como lo he apuntado, dentro de los tal, parte de la realidad social: una valoración
moldes provistos hace mucho por el hedonismo realmente percibida como moralmente correcta
psicológico y las filosofías morales del Derecho por la gente. En el mundo tal y como es, sin
Natural y el utilitarismo. embargo, no deberíamos exceptuarla de la deter-
De hecho la teona económica dentro de la minación de nuestra conducta privada y nuestras
línea clásica y neoclásica, s convirtió en la for- política s públic
públicas
as en un alto grado. ·
mulación más elaborada de esa psicología y esas
filosofías morales. La simbiosis estaba tan cerca-
na que varios de los más prominentes economis-
tas de esta línea de pensamiento eran, al mismo .i
tiempo, destacados psicólogos y filósofos mora-
les, hasta esa última época en que los economis- I< :

tas comenzaron
terminología cona apariencia n escapepara
intentar uinocente hacia la
esta-
blecer u n reino de economía pura (véase sec-
ción XII). Esto sucedió aproximadamente al
mismo tiempo que el estudio de la psicología s
alejaba del hedonismo.
El fracaso de las pruebas del principio igua- igua-
litario para resistir la crítica lógica n o le menos-
caban como valoración. Si una valoración no
puede . probarse como verdadera, en la misma
forma tampoco puede probarse como falsa.
Sólo puede existir como un hecho. Como valora-
valora-
ción, el principio tiene todo el apoyo de nues-
tros sentimientos en tanto correspond
correspondee a nuestro
concepto de la forma en que las cosas debieran
ser en nuestra sociedad y en el mundo.
Su universalidad
universalidad e int emporal idad implica más
bien que, en el más alto nivel de nuestra esfera
de valores, s de hecho una ambición moral de
toda la humanidad. Es u n ideal viviente y como
 

LA NATURALEZA DE LOS INDIVIDUOS


INDIVIDUOS 95
reforma social y a las interferencias públicas
XIX. LA NATURAL
NATURALEZA
EZA Y LA FORMACIÓN encaminadas en general a mejorar las condicio-
SOCIAL DE LOS INDIVIDUOS nes sociales. Están por lo tanto inclinadas hacia
la política de laissez faire o sea el hacer nada.
ANTES de una discusió
discusiónn subsecuente de la dicoto- Tal y como he dicho las filosofías morales de
mía entre el principio del igualitarismo radical y la Ilustración que formaron la base de la teoría
la aceptación conservadora de una sociedad muy económica
econó mica y ssocia
ociall tendi
tendieron
eron a depreciar dife-
dife-
inequitativa en la práctica debo tocar u n proble- rencias de la naturaleza humana cuando menos
ma relacionado de cardinal importancia para la entre grupos. El hombre y la sociedad podrían
refor ma social
reforma social ésta eess la impor
importanc
tancia
ia relativa ser reformados alterando las instituciones socia-
de la naturaleza y la formación social de los les. Esto implicaba u n enfoque ambiental e inter-
individuos. vencionistaa respect
vencionist respectoo a lo
loss problemas socia
sociales.
les. De
Rudolf Kjellén u n brillante científico sueco nuevo la religión y en este caso .particularmente
de la política cuya actividad s desarrolló a la el cristianismo habían anticipado ampliamente
welta del siglo pasado y durante las primeras este enfoque radical tanto por la presentación de ¡

décadas
décad as del presente alguna vez aventuró la la posibilidad de conversión y un cambio verda-
observación de que la persona radical s inclina a dero y sentido de las actitudes de parte del indi-
creer que la oc
ocasión
asión hace aall ladrón mientras que viduo y enfatizando que la f debiera resultar de
el conservador es capaz de sospechar que el la- las buenas acciones que usualmente implicaban
drón está
est á avoc
avocado
ado a buscar la ocasión. que éstas tendrían buenos result
resultados.
ados.
De acuerdo con los radica
radicales
les la culpa y rres
es-- Sin embargo
emba rgo volviendo a las filosofías mora-
ponsabilidad por lo que es impefecto en una la que u n
sociedad descansa en u n medio ambiente que les de
junto de Ilustración
inferencias debe
de sunotarse con-
racionalismo laico
puede cambiarse. Los individuos y por tanto la alimentó el conservadurismo y actuó contra el
sociedad pueden mejorar interf interfiriendo
iriendo positi- enfoque ambiental básico. Ubicando al horno
vamente en las condiciones de su vida. Los con- sapiens como u n animal dentro del orden natu-
servadores por el contrario piensan que es la ral dio énfasis a la naturale
naturaleza
za humana. Al mmis
is--
naturaleza humana y no el medio el que en su m o tiempo hizo más fácil suponer sobre una
conjunto hace a los individuos y a la sociedad lo base apriorística que pudieran existir distintas
que son. La naturaleza humana es incambiable. especies de hombres diferentemente dotados
s-
Esta es unaderazón
cepticismo y una justificación
los conservadores para ela
en relación la tal y como
Así fue hay
comoespecies
en el de monos o perros.
siglo XVIII nacieron la
9
 

96 LA NATURALEZA DE LOS INDIVIDUOS LA NATURALEZA-DE LOS INDIVIDUOS 97

palabra y el concepto de raza . He descrito la de que existen grupos disímiles de personas en


doctrina racial como un hijo ilegítimo de la Ilus nuestra sociedad permanecieron sin embargo
tración. Por ejemplo hizo surgir la posibilidad vivos durante mucho tiempo en las convicciones
de racionalizar la esclavitud negra con argumen del común de la gente y frecuentemente tam
tos sobre la inferioridad racial
racial en vez de la ante bién en las de los filósofos y teóricos particular
rior justificación teológica de que los negros eran mente cuando eran distr_aídos en alguna fomia
paganos importados. Posteriormente, la teoría d e sus propósitos doctorales.
darwiniana de la supervivencia de los más aptos La importancia relativa de l a naturaleza y la
pudo usarse para explicar las diferencias cualita formación social es una cuestión de hechos, y las
tivas innatas entre las clases sociales y econó • creencias pueden comproba rse como veraces _o
:¡I
micas como resultado d e la evolución la cual falsas por medio de la investigación. Aun. cuando
asumió entonces un carácter deseable p r se las creencias en relación a estos problemas no
Durante el siglo XIX, esta idea tan contraria al son valoraciones he tocado este asunto porque
desprecio d e los filósofos de la Ilustración por es d e importancia fundamental para el enfoque
las diferencias de nacimiento entre los grupos de ambiental, sin el cual elprincipio igualitario pier
personas y a su enfoque ambiental de los proble de mucho de su sentido práctico.
mas económicos y sociales tendió más bien a
ganar terreno. En la sección VIII mencioné a los
psicólogos. que a la vuelta del siglo comenzaron a
medir las diferencias de inteligencia y otras apti
tudes entre blancos y negros y entre hombres y
mujeres y ricos y pobres, no dudaron que había
diferencias y que eran sustanciales.
Bajo u n estudio más acucioso esta hipótesis
n o se comprobó. Al mismo tiempo, los antropó-
logos llegaron a despreciar la idea de que los .
principales agrupamientos de la humanidad re
presentan diferentes especies de los seres hum -
nos. La investigación moderna h a tendido por lo

general
sofos dea la Ilustración.creencia
confirmar la básica de los filó
filó
Las creencias contrarias
 

PARÁDOJAS 99

con términos particularmente ostentosos y pare-


XX. PARADOJAS ce aceptada por to,dos en té:minos gener::ies,.
los países que estan muy lejos de ª r e a l i z ~ c i o n
Los ASPECTOS del desarrollo doctrinal que est0y del ideal expresado en la d o ~ t r u _ i a ~ s 1 . por
trazando aquí son paradójicos. E n el perjodo ejemplo, en los EU el principio i g u a l i t ~ 1 0 Y
alrededor del fin del siglo XV y comienzos del específicamente, la búsqueda de oportumda.des
XIX, cuando el principio igualitario era enun- iguales son otros elementos del Credo Ameri America- ca-
ciado con mayor explicitud y recibía énfasiénfasiss par
par-- no c o m ú ~ e n t e aceptados y enunciados en
ticular en los países avanzados de occidente y t é ~ i n o s cercanamente semejantes a las formas
cuando sus pruebas fueron vindicadas con de expresión de la Ilustración. , ,
gran valentía, las desigualdades económicas y Al mismo tiempo, este pa1s esta atrasad?
sociales, entre regiones, clases sociales e indivi- como Estado del bienestar. Su sistema de segun:
duos e n esos países eran apabullantes, compara- dad social, por ejempl?, es ~ o m p l e t o y esta
das con la igualdad mucho mayor que desde moldeado con u n patron anticuado correspon-
entonces se ha logrado. ¿cómo pudo, precisa- diente a la época de Bismarck y Lloyd G e o ~ g e
mente en esos t i e m p o ~ florecer el principio igúa- cuando este problema social no era ~ o n c e ~ i d o
litario tan libremente? todavía como uno que demandaba lft v i g e n c 1 ~ de
Poco se hizo durante ese periodo en la forma políticas
polític as económicas nacional
nacionales es comprehensivas.
comprehensivas.
de políticas de reforma designadas a mitigar las el país está sufriendo de p o b r ~ z a . en gran esc
esca-
a-
desigualdades existentes. ¿Por qué fue tan incon- la, patológica, y de un empobreclffil
empobreclffilento ento cultura
culturall
secuente con las políticas públicas? En esta en sus extensos barrios pobres (arrabales) del
época, por cierto, ya existían radicales que m u ~ o
tomaron el principio seriamente y que lo proyec- campo y deciudad.
avanzados la
.Europa ~ e l losNort;e,
En paísesy r eJei;iplo,
más
taron en propuestas para cambios sociales funda- hay muchas menos orac10nes publicas a l a igual-
mentales.
mentale s. Los economistas de la corrient
corrientee princi
princi-- dad 0 incluso a la democracia que en los Estados
pal, que llegaron a dominar el desarrollo de la Unidos mientras por supuesto, la gente de estos
economía, pudieron ser radicales en muchos países 'cuentan con una realidad mucho más
otros aspectos, pero en relación a las condiciones
económicas, permanecieron
permanecie ron conservadores
conservadores . igualitaria. , b
E n forma semejante, en los paises muy po res
Incidentalmente, incluso en los tiempos mo mo-- 0 subdesarrollados como la India, con enormes
dernos, igualitaria
mente podemos ver cómo una doctrina radical-
es frecuentemente asentada desigualdades
como el estadosiempre crecientes,, la
del bienestar conceptos t a l ~ s
sociedad sm
98
 

100 P R DOJ S

clases o el patrón socialista de la sociedad


son exI?:esados constantemente para influir la XXI. LAS INHIBICIONES Y ÓMO SON
planeac1on Y t o d ~ s l ~ s p o l í t i c a s públicas, algunas GRADUALMENTE SUPERADAS
veces c?n la implicac10n de que el país, de hecho
h a cammado un largo trecho t recho hacia la realización OMO FUERZA política, este modo de vivir, en u n
de estos ideales. nivel abstracto, generalmente aceptó el ideal de
que la mayor igualdad es deseable, por supuesto,
encontró los intereses creados de quienes vivían
mejor y de quienes tenían que hacer sacrificios.
En dondequiera hubo un abismo entre el ex
celso principio igualitario concerniente a la natu
raleza de una sociedad más perfecta y la muy
imperfecta realidad que permitimos exista alre
dedor nuestro. En esta situación poco confor
table, la gente ha buscado racionalizaciones
racionalizaciones para
reconciliar sus ideales exaltados con sus valora
ciones de nivel inferior, que determinan lama-
yor parte su comportamiento en la vida diaria,
inclu yendo su votación en las elecciones.
elecciones.
En las Secciones III y IV anteri
anteriores,
ores, discutí la
estructura de las creencias distorsionadas, los es-
tereotipos y las teorías populares que se convier
ten en instrumentos de los esfuerzos de la gente
para presentarse opinio nes razon adas a sí mi miss
mos y presentarlas a quienes los rodean.
Un elemento de estas estructuras es la creen
cia de que un grupo racial, o toda la gente pobre
son diferentes del resto por naturaleza. Tal y
como apunté, esta creencia recibió cierto apoyo
de las especulaciones naturalistas de la Ilustra

ción y posteriormente
Otro elemento es ladel darwinismo
idea moral de social.
que el po-
101
 

102 L S INHIBICIONES Y CÓMO SON SUPERADAS LAS INHIBICIONES Y CÓMO SON SUPERADAS 103

bre y el indigente tienen la culpa por sus infortu- tiempos más recientes h a surgido la idea, confir
nios, pues no han tomado ventaja de sus opor- mada por la investigación de que las reformas
tunidades. · han espoleado el progreso económico y por tan
Su inferioridad intelectual y moral general to desde el punto de vista de l a nación ~ u e r Ó n
mente se considera confirmada por las experien una inversión redituable, esa ¡ idea
. apai:eció. por
cias comunes y corrientes. Para contradecir la regla general como un pensarmento postenor a
inferencias de tales observaciones, el científico los hechos.
social tiene un argumento general, éste es que la Finalmente, aun cuando no con menor impor
inferioridad corrientemente observada en algu tancia viene lo que podría llamarse l a conve
nos grupos es en sí u n resultado de anteriores niencia de la ignorancia . Se I?uede observa:
inequidades que los oprimían. Pero era oportu- .el compromiso entre p e n s r m ~ n t o y el diar;o
nismo de la gente creer que ésta no era toda la vivir, que es normal cuando existe una gran dis
explicación del problema. paridad entre los ideales de igualdad y la e l i ~ d
Por tanto también existe la idea de que las social caracterizada por desigualdades notonas
reformas para aumentar la equidad detendrían el la gente que vive en circunstancias confortables
progreso, tanto reduciendo los incentivos de lo y a h a triunfado usualmente en su esfuerzo de
que pagan por ello, como decreciendo l a motiva mantener su ignorancia respecto a layobreza. Y
ción de los pobres para luchar, trabajar y ahorrar el sufrimiento que los rodean. La ignorancia,
cuando son liberados de las necesidades
necesidades ingentes como el conocimiento, rara vez resulta cas.ual,
y la inseguridad. Incluso en u n país avanzado pero por el contrario es altamente oportumsta
como Suecia, no hace todavía más de una gene tal y como hemos argumentado a través de este
ración esos argumentos eran presentados por los libro e ilustrado en la sección IV.
conservadores contra las reformas de seguridad Esta última observación puede dar la clave de
social entonces promovidas en una escal
escalaa grande una comprensión de la razón por qué idea
y creciente. igualitaria, en general h a ganado y por que res:il
La suposición común de que las reformas re taron de ella las reformas sociales. Los estudios
distributivas son costosas para la sociedad e n su de l a ciencia social empírica dentro de l a gran
conjunto y n o sólo para los ricos parece confir tra dici ón inglesa de principios de siglo,
siglo, de trabajos
marse con el hecho de que tales reformas son de investigación sobre temas particulares basa
continuamente motivadas sólo en términos de dos en datos estadísticos y fuentes documentales,

justicia
logrado social. Cuando en esos países que han
lo máximo en reformas igualitarias, en
jugó sin duda u n papel importante. Y la .di
fusión de conocimientos desconcertantes ha sido
 

104 LAS INHIBICIONES Y CÓMO SON SUPERADAS


INHIBICIONES LAS INHIBICIONES Y CÓMO SON SUPERADAS 105

una de las consecuencias de la creciente articu ellos para propagar las reformas. El Estado se
lación de parte de los pobres mismos y los es está convirtiendo en lo que un científico polí
fuerzos de sus organizaciones políticas para tico sueco llamó el "Estado de servicio", ansioso
de complace
comp lacerr a sus cl entes, los ciudadanos.
ciudad anos. .
defender su causa y hacerlos luch ar por ella.
Lo que limita todavía el paso de este moVI-
n cuanto al mundo en general, en la pos miento es la escasez de fondos tal y como es
guerra los secretariados de las organizaciones
subjetivamente concedida por ~ i u d d n o
intergubemamentales de Naciones Unidas, han mún y corr iente incluso en el mas neo de los pai
distribuid. . información valiéndose de sus inves
ses. Es capaz de deman 1a: más y más l o ~ c o ~ -
tigaciones de sus publicaciones,
publicaci ones, acerca de la
promisos públicos q ue co ntie nen reformas igual iguali
i
gran pobre:i:.. · de los países subdesarrollados y
tarias, por ejemplo, m e j o r m i e ~ t o de salud e
la creciente diferencia de ingresos entre estos
instalaciones escolares, y al mismo tiempo es i
países y los desarrollados. Más aún, los países
capaz de resistir el e s t b l e c ~ i e n t o de altos
pobres han utiliza9,o estas mismas organizaciones
para respaldar quejas y demandas para una ma impuestos o cuando
rápido de los menosy un
impuestos, mcremento muy
frecuentemente de-
yor igualdad.
manda impuestos á ~ ~ a j o s . .
Mientras tanto, en los países desarrollados, el Estas actitudes facilmente explicables, pero
aumento de la productividad abrió más posibili irracionales de parte de la ciudadanía que desea
dades para las reformas igualitarias. La gente se mucho por muy poco, h an c o 1 d u ~ i d o h a b i t ~ a l -
da cuenta que las reformas n o arruinan la econo mente, incluso en los paises mas neos y n o solo
mía tal y como repetidamente habían previsto en ellos a la inflación
inflac ión y a las dificultad
dific ultades es de
opositores de ellas y. los obser\radores recientes .
balanza de pagos, o los han conducido a acep-
han entendido con la ayuda de la investigación
empírica, que la mayor igualdad lograda por las tación
des. n de los
los Estados
riesgos derivados
Unidos ydetambién
esas dificulta
en u n
reformas era en realidad productiva desde el grado diferente en otros países ricos,
ricos, la m e n ~ -
punto de vista de la nació
nación.
n. Consecuentemente, dora carga fiscal
fiscal de las guerras, de la preparac10n
a fin de cuentas las posibilidades políticas de de la guerra y de otras empresas públicas, tales
reformas se expandieron. como. los programas espaciales, que no t i ~ n e n u n
n la medida en qu el movimiento de refor interés inmediato desde el punto de VIsta del
ma tomaba impulso y su apoyo público crecía bienestar, han presionado en la misma dirección.
bajo estas influencias, fuimos testigos de cómo Estas influencias han actuado como u n freno
en los Estados del bienestar más avanzados, los
partidos políticos comenzaron a competir entre reduciendo el paso, aun cuando no detuvieron el
movimiento de reformas.
 

ESCAPISMO TEÓRICO 107

población, la cual me hizo que parecier


parecieraa inalcan
inalcan--
XXII. ESCAPISMO TEÓRICO zable u n aumento permanente en el nivel de vida
de las· masas populares. El panfleto original de
LA REACCIÓN de la teoría social y económica a la Malthus, al igual que el escrito posterior con un
situación paradójica esbozada por mí en la Sec- tratamiento más comprehensivo del problema,
ción XX puede ser caracterizada a grandes rasgos fueron parte de la tendencia europea g e ~ e r l
como escapista. . hacia el conservadurismo como consecuencia de '·1·
Desde cierto punto de vista, la tendencia per- las revoluciones norteamericana y francesa. ,,,;
•¡·1

sistente de la teoría económic


económicaa a tomar medidas Hablando en términos más generales, después
especiales precautorias para abstenerse de ex- de que el principio igualitario se había pro-
traer inferencias políticas prácticas del principio bado como válido, tendió a confinarse en u n
igualitario, básicamente se presenta como u n compartimiento abstracto del sótano de la teoría
tipo de reconocimiento a trasmano de la sobera-
nía de este ideal. E n u n sentido, l estructura de económica,
abstrusidad aislado
en u n medio inexplorable de
l teoría económica se h determinado comple- impregnante. E n esta forma cual-
tamente p r l necesidad de protegerse de sus quier esfuerzo era posible en el desarrollo de la
propias premisas radicales Los esfuerzos con- teoría para evitar el planteamiento de problemas
temporáneos para evitar los términos _cargados en tal forma que el principio pudiera ·usarse
de valores, inventando algunos que suenan más como premisa útil a conclusiones prácticas de
inocentes (véase Sec;ción XII) testifican esta ne- política económica. El problema de cómo se las
cesidad de proteceión. arreglaron los economistas clásicos en su época
Por supuesto, muchas de las teorías populares ~ ~ e r e n c i ~ s
a las que me refería al discutir las opiniones ex- paraesevitar
les una las de sus p:emisas
cuest10n de rmportancia radica-
permanente,
puestas en la Sección XXI, tenían igualmente su u ~ s las influencias bajo las cuales trabajaban y
contrapartida en los escritos de los científicos los artificios utilizados pueden encontrarse to-
sociales, y por tanto eran presentados en una davía hoy en circulación.
forma más elaborada. Pero también había u n
cierto número de otros
otr os artificios que carecían de Uno de tales artificios fue el aislamiento de la
equivalentes comparables en el pensamiento po- distribución del ingreso y la riqueza de la esfera
pular. de la producción, incluyendo el cambio. Aun
Uno
nomía de tales fue
clásica, artificios en tiempos
la teoría de lade
malthusiana eco-
la cuando esto tiene
esta distinción n t e ~ e d e n t e s
fue finalmente más antiguos,
desarrollada po r;
106
 

108 ESCAPISMO TEÓRICO ESCAPISMO TEÓRICO 109

J ohn Stuart Mill. En la esfera de la producción y rio, fueron apoyadas del principio por una dis
el cambio, reinaban la lass leye
leyess naturales y la inter tinción básica entre economistas de la vieja
vención de la política económica del estado sólo noción de la armonía de intereses y una conse
estorbaría la producción. La distribución del in cuente predilección por el laissez faz re. Esta
greso y la riqueza, por otro lado, era la esfera predilección fue preservada a la teoría econó
legítima en la cual era válido el principio igua mica en una extensión mucho mayor de la que
litario. los observadores no informados se imaginan, y
Mientras las leyes y condiciones de llaa pro frecuentemente no es ppercibida
ercibida con claridad por
ducción de la riqueza participan del carácter de los teóricos mismos
mismos..
verdadess físicas explica Mi ll no es así con la
verdade Toco aquí una cuestión muy complicada. En
distribución de la riqueza. Esta era u n asunto relación a esto, solamente
solamente apuntaré que l predi
(propio de) de las instit
instituciones
uciones humanas so a lección de la doctrina de la armonía de intereses
mente La distribución de la riqueza, por tan razón brota
to, depende de las leyes y costumbres de la so tiene también
intento de identificar
su lo que
lógica
es que
en relación dela
ciedad'',
cieda d'', las
las cuales pueden cambiarse. 41 lo que debiera ser . Sin la suposición de una
Esta distinción es, en primer lugar, lógica armonía de intereses, el teórico hubiera reque
mente insos
insostenib
tenible
le en.la medida en que el monto rido de resolver el problema insoluble de cómo,
de la producción del país y su distribución son dentro de la contabilidad social actual, calcular
interdependientes y determinadas dentro del la maximización de los placeres
plac eres y los sufri
mismo macrosistema. 42 Pero dejando esto a u n mientos en términos deldel ''bienestar gene
general
ral .
lado por el momento, los economistas usaron la Esta identificación está en el fondo de la fi-
distincióna la
tamente para dirigir sus intereses casi comple
producción y al cambio, al mismo losofía
tarismo.del derecho
Para natural
comenzar, es alla igual que el utili
esencia del con
tiempo que expresaron y expresan una reserva cepto de derecho natural sobre lo que es
general en relación al problema distributivo. natural . Aun cuando los utilitaristas razona
Esta tendencia a evitar el trato con la distri ron en una forma más circunstancial, no pudieron
bución, en la cual fueron confinadas las conclu escapar a una identificación similar cuando
siones políticas derivadas del principio igualita- requirieron explicar la conducta rc;al y racional
en términos de placer y sufrimientos .
The Political Element in the Developme1it o Economic
Lo que quiero expresar es que la medida de
41
Theory pp.129 ss. y el Apéndice
Apéndice,, pp. 208-17.
42 Pnnciples o Political Economy
1903, Vols. II y I.
1848, ed. por Ashley nuestro
lado, razonamiento,
acerca comúnmente
de las cuestiones incontro
económicas, está
 

110 ESCAPISMO TEÓRICO ESCAPISMO TEÓRICO 111

-bajo la influencia de estas viejas y poderosas pre bienestar había comenzado á tomar forma en la
dilecciones, nuestra atención estará regularmente Gran Bretaña, Marshall aceptaba que los prime
alejándose del problema de la igualdad. Políti ros economistas, cuando n o asumían la respon

estas predilecciones
camente, conservador.
prejuicio Tal y comorepresentan
lo mencionéun sabilidad
sendas n o de abogarlespor
trilladas, faltórápidos
visión yavances por
en algunos
siempre hubo pensadores radicales
radicales que insistían aspectos (fueron) más estrechos en sus concep
en el estudio de la realidad económica y social ciones que la mayoría de los hombres educa
desde el punto de vista del principio igualitario. dos del presente .
Pero la principal línea de desarrollo de la teoría Además, debemos tomar en cuenta lo que
económica fue integrada por escritores incli llamé el realismo del conservadurismo . Un
nados al distanciamiento de sus intereses res principio de selección histórica funcionaba: los
pecto a este asunto. economistas inclinados al conservadurismo pa

En u n plano más práctico, los economistas en la recían acercarse a una explicación de la realidad
social. Esta superioridad teórica del pensamiento
corriente clásica y posteriormente en la neoclá conservador es, por supuesto, enteramente for
sica estaban impresionados por el descenso de tuita. No implica que las conclusiones conserva
los ahorros y la desorganización de la produc doras sean de ninguna manera verdaderas , o
ción que podía seguir a u n cambio forzado de la incluso más verdaderas respecto a las más ra
distribución. Esto implicaba una concesión indi dicales. Significa solamente que debido a que
recta a la idea de que no era lógicamente sosteni
sosteni implícitamente aplicaron más valoraciones con
ble la fuerte diferencia observada por ellos entre servadoras,
servado ras, estos economistas alcanzaron conclu
las esferas de la producción y de la distribución. siones de política económica que estaban más de
Así por ejemplo, Alfr ed Marshall
Marshall sostuvo que acuerdo con las relaciones reales de poder de su
era el papel de los hombres responsa
responsables
bles pro  tiempo, y que eran contrarias a las premisas radi
ceder cautelosa y . entativamente en la aproba cales existentes en la base de su teoría.
ción o modificación incluso de derechos tales Debiera notarse que en una fecha reciente, los
que pudieran ·parecer inapropiados a las condi economistas alineados en la tradición clásica,
ciones ideales de la vida social . Expresaba u n bajo la influencia de las fuerzas sociales y polí
pensamiento que se reillonta muy atrás en la ticas en funcionamiento en nuestros países,
historia y que había sido formulado ya con par generalmente se hacen menos adversas a las pó
ticular énfasis por Bentham. iítícas mis radicales, aun cuando restringen estas
Escribiendo en el tiempo en que el Estado del políticas estrechamente a la comunidad nado-
 

112 ESCAPISMO TEÓRICO


nal. Alfred Marsh
Marshall,
all, citado arr
arriba
iba como el repre
sentante de mentalidad más amplia de nuestra XXIII. CONCLUSIÓN
profesión en su tiempo observó precisamente
después del fin de la primera Guerra Mundi
Mundial:
al: L TEORÍA económica convencional está todavía
lejos de liberarse a sí misma de las s u p ~ s i c i o ~ e s
Rápidamente nos estamos aproximando metafísicas por ella heredadas de las filosofias
por cierto a condiciones que no tienen pre morales del derecho natural y el utilitarismo. Ni
cedentes parecidos en el pasado, pero que ha desarrollado todavía nuestra ciencia los dis
son quizá más naturales que aquellas positivos usados p a ~ a protegerse e sus p r o p i a ~
que sustituyen, condiciones bajo las cuales . premisas radicales. Esta es la razon ~ e . por que
· . las relaciones. entre los divers
diversos
os estratos de · tiene importancia permaner:te un 3 : 1 ~ 1 1 S l s e n tico
una nación civilizada se basan sobre la ra intensivo, en términos del tipo de logica escueta-
zón más que en la tradición ¡ . d t 43
se pone en claro que este país (Gran Peroesbozada
mente en aesseccion
cuando esto prec
prece
logrado, une gran
en e.número
Bretaña) y cada uno de los países occiden de problemas se abren a la investigación em-
tales pueden ser capaces de hacer sacrificios
crecientes de la riqueza nacional con el pro pírica.
píri ca. . . ,.
Por qué y cómo los primeros cientificos so-
pósito de elevar las condiciones de vida a ciales, al igual que los exponentes de l ~ s grandes
toda su p oblación. Vendrán tiempos e n que religiones y filosofías m ~ r a l ~ s a ~ h e n ~ a s a las
tales cuestiones serán tratadas como cues religiones, adoptaron el prmcip10 igua}itano y le
tiones cosmopolitas más que como obliga dieron esa posición central en sus t e o n a ~ ,
ciones nacionales. Pero esos tiempos no
están todavía a la vis
vista.
ta. Para lo
loss propósi
propósitos
tos Lasentendencias
mica relación alescapistas
postuladode la teonason
igualitario econo
más
prácticos de la presente generación y la fácilmente comprensibles. Constituyeron un
venidera, cada país debe, en lo fundamen ajuste a las condiciones c o n c e ~ n i e n ~ ; s a las valo
tal, disponer de sus propios recursos y car raciones prevalecientes y a la situac10n del p o d e ~ -
gar con propios problemas. político en los países en los c u a l e ~ se desarrollo
esta teoría. Una vez que uno se ubica fuera de la
Los sucesos en el mundo en general, desde tiem tendencia principal de la especulación econó-
pos de M ~ s h a l l han conducido a los econoi:nis

paísesa
tas argumentar
subdesarrollados.favor de la ayuda de los
en
subdesarrollados. 43 Véase p. 90 nota 40.
113
 

  4 CONCLUSIÓN CONCLUSIÓN 115

mica y mira al desarrollo de la teoría como parte fundadas en la investigación empírica, gran parte
de la historia social y política, toda la cual nece- de ella de una naturaleza histórica siguiendo el
sita explicarse en términos d e causas y efectos, enfoque institucional. Afortunadamente, n o ne-
se presenta u n pequeño misterio acerca d e ella. cesito estas respuestas para llegar a entender el
Carlos Marx, envuelto en s í mismo en las pre- problema metodológico destacado en este en-
concepciones metafísicas de los viejos filósofos, sp.yo.
tal y como es evidente, por ejemplo, en su teoría
del valor real nunca desarrolló esta explica-
ción, aun cuando en sus excursiones empíricas,
históricas y sociológicas hay muchos indicios
que apuntan hacia una explicación así. Se en-
cuentran, sin embargo, enterrados en su doctrina
teleológica.
El misterio real, el que no estoy en posición
de resolver en este contexto, es la presencia con-
tinua en forma clara d d principio igualitario.
¿ n e dónde vino este excelso ideal? ¿ y cómo
pudo preservar su posición continuamente en la
base misma del razonamiento económico de
la civiliz
civilización
ación occid
occidental
ental y comunista)?
Otro problema para la investigación empírica

es el de s el des:irrollo del Estado de bienestar


en los países avanzados fue promovido por la
posición dada al principio igualitario en todo el
pensamiento económico y en qué grado. Tam-
bién qué papel juega esta herencia ideológica
dentro de los países desarrollados a nuestro
ajuste a las condiciones políticas radicalmente
cambiadas de los países subdesarrollados y nues-
tras relaciones con ellos.
En estas cuestiones quisiera tener respuestas
\

ÍNDICE

l El problema
probl ema 7
II. Una nota persona
personall 1O
III. Valoraciones, creencias opiniones 18
IV. Ejemplos de ias creencias oportu-
nistamente distorsionadas
distorsionadas 4
V. Sugerencias para la investigación
investigación de
opinione
opin ioness . . . . . . . . . . . . . 31
VI. Las valoraciones también dependen
de las creenci
cree ncias
as . . . . . . . . . 36
VII. La importancia de las instituciones
del Estado de otras instituciones
formales . . . . . . . . . 39
VIII. El papel de la ciencia social 43
IX. · Prejuicios
Prejuicios en la investigación 47
X. El papel de las valoraciones ocultas 54
XI. Descubriendo
Descubr iendo las valoraciones 59
XII. Escapismo termin
terminológico
ológico . . 61
XIII. La elección de premisas de valor 67
X V ~ Las dificultades los medios de su-su-
perarlas
perarl as . . . . . . . . 69

XV. Ningún nihilismo117


mora
morall 78
 

ÍNDICE
118
XVI. El respeto por la vida
81 ¡

XVII. El princ
principio
ipio igualitario i l
87 idi
\
XVIII. Las pruebas del principio o i
"

90 ¡
XIX. La naturaleza y la fonnación social Este l i b r ~ se t e r ~ .m ~, 97
deOimprimir
en los talleres
el día
6 de n o v 1 e ~ b r e e o t o ~ e c á n i c a s , S.A.
de los individuos Reproducc10nes F N l6 Copilco el
94 Calle 21 de Agosto Agosto o. fue'compuesto
fue'compu esto
XX. Paradojas Bajo, México 20, D . F . , o ~ i c i o n e s Tipográ
98 por Ediciones ,Y ~ o m p S o l 192-1, México
XXI. Las inhibiciones y cómo son· r a ~ ficas y ElectrorucDll:s, tor del Fondo de
D·F ., 51·endo rrec licenciado. Salva-
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XXII. Escapis
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XXIII. Conclusión d · ción estuvo al c;ii ª
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