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El cerebro tiene dos hemisferios unidos por varios puentes, el mayor es el cuerpo
calloso con millones de fibras nerviosas que comunican ambos lados. Los hemisferios
cerebrales están parcialmente separados entre sí por la cisura interhemisférica. En las
regiones frontal y occipital, la separación entre los hemisferios es completa.
Corteza cerebral:
En cada uno de los hemisferios cerebrales, la corteza que los reviste está divida en
cuatro lóbulos diferenciados anatómicamente: frontal, parietal, temporal y occipital.
Esta división está basada en las circunvoluciones, que son cisuras o suecos que separan
entre si diversas circunvoluciones con características constantes.
Las dos cisuras más importantes para la orientación topográfica del hemisferio son la
lateral (de Silvio) y la central (de Rolando).
La cisura de Silvio se extiende, separando entre sí los lóbulos frontal y temporal.
Caudalmente, esta cisura separa porciones de los lóbulos parietal y temporal.
La cisura de Rolando es un surco prominente que corre desde el borde superior del
hemisferio hacia abajo y adelante hacia la cisura lateral. Por lo común esta cisura se
incurva en dos sitios. Las profundidades de esta cisura constituyen el límite entre los
lóbulos frontal y parietal.
Lóbulo frontal
El lóbulo frontal es el de mayor dimensión y comprende alrededor de un tercio de la
superficie hemisférica. Este lóbulo se extiende en dirección rostral desde la cisura
central hasta el polo frontal, su límite inferior es la cisura lateral. La convexidad del
lóbulo frontal posee cuatro circunvoluciones principales: la circunvolución precentral,
paralela a la cisura central y tres circunvoluciones orientadas en forma horizontal, las
circunvoluciones frontales superior, media e inferior. La circunvolución pre central y el
borde anterior de la cisura central comprenden el área motora primaria, en la que están
representadas todas las partes del cuerpo de manera deformada, aunque topográfica. Las
regiones del lóbulo frontal rostrales al área motora primaria se denominan áreas
premotora y prefrontal.
Una porción del hemisferio dominante (por lo general el hemisferio izquierdo en
individuos diestros) se denomina área del habla de Broca, región relacionada con los
mecanismos motores de la formulación de la palabra.
En el lóbulo frontal hay una banda de tejido, como si fuese un mapa anatómico del
cuerpo llamado “homúnculo motor” donde el tamaño de cada segmento corporal es
proporcional a la complejidad del movimiento y acción a realizar. Por ejemplo, los
dedos y la cara tienen una mayor extensión que los hombros o caderas.
Funciones: Decide la conducta motora apropiada en cada caso. Además de las tareas
motoras, el lóbulo frontal controla el razonamiento y juicio que son funciones más
complejas. Además, contiene el área de Broca (lenguaje), y el surco olfatorio, donde se
ubica el bulbo y tracto olfativos.
Lóbulo parietal
Los límites del lóbulo parietal son menos precisos, con excepción de su borde anterior
sobre la convexidad lateral formado por la cisura central. Su borde posterior, mejor
definido, se encuentra sobre la cara medial del hemisferio (cisura parietooccipital).
En el lóbulo parietal se distinguen tres partes:
1. Una circunvolución parietal ascendente que corre paralela y caudal a la cisura
central
2. El lóbulo parietal superior
3. El lóbulo parietal inferior
Lóbulo temporal
Este lóbulo se encuentra por debajo de la cisura lateral, y en su cara externa presenta
tres circunvoluciones orientadas en forma oblicua: las circunvoluciones superior, media
e inferior. En el borde externo de la cisura lateral, varias circunvoluciones oblicuas
forman las circunvoluciones transversas de Heschl: estas circunvoluciones transversas
relativamente cortas, constituyen la corteza auditiva primaria en el ser humano. La parte
rostral de la circunvolución del hipocampo, el uncus, y la estría olfatoria lateral forman
el lóbulo piriforme, que constituye la corteza olfatoria primaria.
Este lóbulo incluye el área de Wernicke, la cual junto con el área de Broca constituye el
eje de proceso y producción del lenguaje. También se lo relaciona con la recepción y
comprensión.
Funciones: Procesamiento auditivo y olfatorio. En su cara medial están las estructuras
de la memoria (hipocampo) y el sistema emotivo inconsciente (sistema límbico).
Lóbulo occipital
El pequeño lóbulo occipital descansa sobre la tienda del cerebelo y constituye el polo
caudal del hemisferio. Su límite rostral es la cisura parietooccipital. La superficie lateral
del lóbulo occipital, de límites poco definidos con respecto al lóbulo parietal. La corteza
de los bordes de la cisura calcarina representa la corteza visual primaria. La corteza
visual de cada hemisferio recibe los impulsos de la mitad temporal de la retina
ipsilateral y la mitad nasal de la retina contralateral y está relacionada con la percepción
de la mitad contralateral del campo visual. La fusión binocular se produce en las capas
de la corteza visual, aun cuando las fibras de la radiación visual que conducen los
impulsos de cada ojo terminan en columnas alternas en la principal capa receptora de la
corteza. La visión central es la que está representada más cerca del polo occipital.
Funciones: Visión, elabora información visual que trasciende a los lóbulos temporales
y parietales. Contiene un giro lingual que es señalado por tener la capacidad de
imaginar y desarrollar un pensamiento creativo.
Áreas corticales
Las áreas corticales, son lugares de la corteza cerebral que se le han asignado funciones.
Dentro de cada lóbulo, hay funciones asociadas. En el lóbulo frontal, una de las áreas
más importantes es el área somatomotora primaria, que desde ahí parte el impulso
nervioso de todo el movimiento del musculo esquelético voluntario del cuerpo, en el
lóbulo parietal, se encuentra el área somatosensitiva primaria , la cual recibe los
estímulos sensitivos consientes de todo el cuerpo humano, en el lóbulo temporal, están
las áreas asociadas a la audición, la memoria, en el lóbulo occipital, están las áreas
visuales, donde se reciben los estímulos asociados con la visión. En el lóbulo límbico,
está especializado en todo lo asociado con el sentimiento, la libido sexual, el enojo, las
adicciones etc. Hay otras áreas, como las del lenguaje articulado, el habla y muchas
más. Hay primarias de carácter somestésica, visual, auditiva, gusto y olfato.
Región pre frontal
Es la parte restante del lóbulo frontal situada por delante del área promotora, donde
llegan fibras de asociación provenientes del tálamo y de todas las áreas corticales de
ambos hemisferios. Esta región rige funciones mentales superiores como el pensamiento
abstracto, la previsión, el juicio, la conciencia del comportamiento, etc. La lesión de esta
área en el caso de tumores, por ejemplo, produce graves trastornos mentales con
cambios emocionales de la personalidad.
Área pre motora
Controla actos motores complejos y la destreza motora; se sitúa por delante de la
corteza motora primaria y se conecta con ella por fibras cortas de asociación.
Igualmente se conecta con el tálamo, el cuerpo estriado y el cerebelo y constituye el
centro cortical del sistema motor extra piramidal.
Área de broca
Controla la parte motora del lenguaje o la producción de los sonidos y se encuentra en
el lóbulo frontal; la lesión de esta área produce una afasia motora (incapacidad para
pronunciar las palabras).
Área sensorial principal
Recibe la información sensorial de las distintas partes del cuerpo, en un ordenamiento
similar al de la parte motora; se sitúa por detrás del surco central. La lesión de esta área
produce anestesia, aunque se alcanzan a percibir algunas modalidades de sensación
general. La lesión de las áreas sensoriales de asociación, situadas por detrás de esta área
principal produce agnosia, sea táctil o propioceptiva: esto es, se conserva la
sensibilidad, pero no se pueden reconocer la naturaleza del estímulo ni su intensidad.
Área del gusto
Recibe la información sensorial proveniente de los calículos gustativos; se localiza en
la parte inferior del giro pos central (parietal) y se extiende profundamente por el surco
lateral hasta el llamado córtex insular.
Para el análisis de los estímulos proveniente de los órganos de los sentidos y la
elaboración y compresión de su significado conceptual, estas áreas sensoriales primarias
requieren de la participación de áreas sensoriales de asociación o secundarias que se
encuentran próximas a ellas.
Área visual
Recibe la información sensorial proveniente de la retina; se ubica en el lobo occipital,
alrededor del surco calcarino. La lesión de esta área produce hemianopsia o ceguera en
medio campo visual.
Área auditiva
Recibe la información sensorial auditiva proveniente del conducto coclear; está
localizada en el lóbulo temporal, en giros situados por debajo del surco lateral. La
información proveniente de la parte vestibular del oído y relacionada con el equilibrio
es recibida en un área cortical vecina.
Área olfatoria
Recibe la información sensorial inconsciente proveniente de la región olfatoria de la
cavidad nasal; se localiza en la parte inferior de la cara medial del lobo frontal; la
información olfatoria consciente llega al hipocampo y al giro olfatorio lateral situados
en el lobo temporal.
Áreas de Brodmann
Brodmann, medico neurólogo, en 1878, realizó un mapeo histológico del córtex
cerebral, dividiéndolo de acuerdo a la citoarquitectura en 47 áreas diferentes. Cada área
tiene una distribución neuronal característica. Así, se comprobó lo siguiente:
El EEG cuantitativo también llamado qEEG o BEAM (del inglés Brain Electrical
Activity Mapping) involucra el diagnóstico por imágenes asistido por computadoras en
el análisis de la frecuencia y la amplitud de las ondas del EEG. Los datos algorítmicos
se comparan con una base de datos de individuos normales, creando una imagen
topográfica útil para efectuar diagnóstico y seguimiento de diferentes condiciones. Se
trata de un método no invasivo, con sistemas que cuentan en la actualidad con hasta 512
canales. Distintas tácticas son incluidas en la electroencefalografía cuantitativa.
Se consideran más relevantes otro tipo de pruebas para el diagnóstico del TDA-H y TA
como la evaluación del CI, diagnósticos según el DM- IV o CIE-10, test de atención,
diferencia entre el CI verbal y CI manipulativo y pruebas de audición y lenguaje.
Referencia bibliográfica
Lipper, H. (2005). Anatomía, Estructura y Morfologia del Cuerpo Humano. Madrid, España:
editorial MARBAN LIBROS, S.L.