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Liceo Bicentenario de Talagante

RBD: 31294- 0
Asignatura: Ciencias para la Ciudadanía
Profesora: Carolina Berríos
Curso: Tercero Medio

Ticket de Salida
NOMBRE: _________________________________________________CURSO:_________ FECHA: _____________

OBJETIVO: ● Explicar, basados en investigaciones y modelos, cómo los avances tecnológicos (en robótica,
telecomunicaciones, astronomía, física cuántica, entre otros) han permitido al ser humano ampliar sus
capacidades sensoriales y su comprensión de fenómenos relacionados con la materia, los seres vivos y
el entorno.

El peligro de seguir por el camino más transitado de la innovación

Nos guste o no, la tecnología nos cautiva con una promesa de cambio. A veces son
sus supuestos beneficios los que captan nuestra atención: curar enfermedades,
sustituir los combustibles fósiles, aumentar el suministro de alimentos, descubrir los
secretos de las profundidades marinas, colonizar Marte o acabar con los estragos
de la vejez. Pero otras, los riesgos son mayores. ¿Qué pasaría si desatáramos un
virus mortal, si pusiéramos en marcha un apocalipsis nuclear, si bloqueáramos la
radiación solar con sustancias químicas que resultaran tóxicas o si creáramos
ordenadores que podrían decidir que los humanos somos prescindibles?
La batalla entre la luz y la oscuridad en la que imaginamos el cambio tecnológico es
bastante antigua. En la mitología griega, Prometeo sufrió penurias por traer fuego a
la Tierra, y Dédalo perdió a su hijo por sus ganas de volar hacia la libertad. Pero los
puntos de vista más optimistas y pesimistas de la tecnología se basan en un
concepto erróneo común: que la vía tecnológica, una vez iniciada, provoca
consecuencias sociales inevitables, ya sean utópicas o distópicas. Esta visión,
conocida como determinismo tecnológico, es históricamente defectuosa,
políticamente peligrosa y éticamente cuestionable. Para lograr el progreso, las
sociedades como la nuestra necesitan una comprensión más dinámica de por qué
cambia la tecnología, cómo cambiamos nosotros con ella y cómo podemos
gobernar nuestras poderosas y maravillosas máquinas.
La tecnología no es una fuerza autónoma e independiente de la sociedad, y las
direcciones del cambio tecnológico tampoco están determinadas por la naturaleza.
La tecnología en su forma más básica es la fabricación de herramientas. Insistir en
que los avances tecnológicos son inevitables nos impide reconocer las
desigualdades en la riqueza y en el poder que impulsan la innovación para bien o
para mal.

La tecnología siempre es una operación colectiva. Es lo que es porque muchas


personas la imaginaron, trabajaron para crearla, se arriesgaron, la estandarizaron y
la reglamentaron, ganaron a sus rivales y crearon mercados para promover sus
visiones. Si tratamos la tecnología como algo autodirigido, pasamos por alto todas
estas contribuciones entrelazadas y corremos el riesgo de distribuir de manera
injusta sus recompensas.
Hoy en día, un director ejecutivo de una empresa de biotecnología exitosa puede
vender acciones por valor de millones de euros, mientras que los que limpian el
laboratorio o se ofrecen como voluntarios para los ensayos clínicos ganan muy
poco. Ignorar las relaciones sociales desiguales que produjeron las
invenciones tiende a reproducirlas en la distribución de los beneficios.
A lo largo de la historia de la humanidad, el deseo de obtener beneficios
económicos ha asegurado la búsqueda de nuevas herramientas e instrumentos, en
campos como la minería, la pesca, la agricultura y, recientemente, en la exploración
genética. Estas herramientas abren nuevos mercados y nuevas formas de extraer
recursos, pero lo que el innovador ve como progreso a menudo trae cambios no
deseados a las comunidades colonizadas por tecnologías importadas y las
ambiciones de sus creadores.
El deseo de conseguir una ventaja militar es otro impulsor del cambio
tecnológico que, en algunos casos, puede beneficiar a la sociedad civil, pero las
tecnologías de "uso dual" a menudo mantienen vínculos con las fuerzas que
impulsaron su desarrollo. La energía nuclear, un derivado de la búsqueda de la
bomba atómica, fue vendida al mundo por el presidente de Estados Unidos, Dwight
Eisenhower, como los "átomos para la paz". Sin embargo, la energía nuclear sigue
estando estrechamente vinculada a la amenaza de la proliferación de armas
nucleares.
De manera similar, internet y la World Wide Web, que revolucionaron la vida de
tantos habitantes del mundo actual, deben mucho a la visión del Departamento de
Defensa de Estados Unidos de una red de ordenadores. El mundo digital, celebrado
primero como un espacio para la emancipación, ha ido revelando lentamente sus
características antidemocráticas: la constante vigilancia, las amenazas a la
ciberseguridad, la ilegalidad de la web oscura y la difusión de la
desinformación. Una mayor conciencia pública sobre los orígenes de internet
podría haber creado un cibermundo más responsable que el diseñado por los
tecnólogos más de moda.

El ejemplo del internet muestra que las sociedades modernas suelen imaginar mejor
las ventajas de la tecnología que sus inconvenientes. Pero la trayectoria de la
innovación también está guiada por preferencias culturales más sutiles, a menudo
con profundas consecuencias. En la biomedicina estadounidense, por ejemplo, la
energía, la atención y el dinero tienden a dirigirse a soluciones milagrosas de alto
impacto o "casi imposibles", en vez de realizar cambios más complicados en las
infraestructuras sociales que dan lugar a muchos problemas de salud.

Esta preferencia se refleja en la decisión del Congreso de EE. UU. de autorizar


10.000 millones de dólares (8.425 millones de euros) para Operation Warp Speed y
sacar rápidamente al mercado una vacuna contra la COVID-19. Moderna debe gran
parte de su éxito como fabricante de vacunas a ese enorme gasto público, y junto a
Pfizer se ha beneficiado enormemente de los lucrativos contratos de suministro
para el Gobierno de EE. UU.
Al mismo tiempo, alrededor de un tercio de todas las muertes en Estados Unidos
por la pandemia ocurrieron en centros de mayores, como resultado de décadas de
inversión insuficiente en prácticas sociales poco glamurosas del cuidado de los
ancianos. Colectivamente, optamos por ignorar la difícil situación de los mayores
tan vulnerables y solo invertimos mucho en tecnología cuando todos estaban en
riesgo.

1) ¿Qué entiendes por determinismo tecnológico?

2) Menciona al menos dos ventajas sobre el avance de la tecnología presentes en el


texto

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