Bali: la isla de los dioses

Con tal sólo pronunciar la palabra Bali uno imagina templos, clima tropical, playas con
palmeras y selva. Pero este rincón de Indonesia, conocido como “isla de los dioses”, es mucho
más. Su riquísima cultura y la amabilidad de sus gentes constituyen, sin lugar a dudas, sus
principales señas de identidad.

Bali forma parte de las islas menores de la Sonda y sus 145 kilómetros de largo por 80 de
ancho encierran una de las culturas más ricas de Indonesia, que se combina con excepcionales
templos, playas paradisíacas casi al borde de la jungla y una gastronomía que no deja
indiferente a nadie.

Pero si hay algo que llama la atención de esta isla es la amabilidad y la permanente sonrisa de
su gente, capaz de hacer sentir al viajero como en su propia casa, además de las excepcionales
posibilidades que ofrece el lugar.

Bali cuenta con la ventaja de poseer clima tropical todo el año, con 30 grados de media tanto
en la estación seca (de abril a septiembre) como en la época de lluvias (de octubre a marzo).
Esta temperatura permite que el viajero pueda realizar múltiples actividades al aire libre,
comenzando por la práctica de deportes.

Actividades en Bali: qué hacer

La isla es un paraíso para los deportes acuáticos y los amantes del surf, que se dan cita
principalmente en Kuta, una playa con 10 kilómetros de arena y unas olas inmejorables. Si
tiene niños, la costa ofrece la oportunidad para pasar una jornada divertida montando en la
“banana”, una especie de colchoneta alargada que es arrastrada por una lancha y hace las
delicias de grandes y pequeños.

Otras opciones pasan por el Waterbom Park (con actividades acuáticas) y el Bali Bird’s Park
(con una impresionante colección de aves tropicales y dragones de komodo). Los niños
también disfrutarán mucho con los barcos con fondo de cristal, donde se pueden observar de
cerca los arrecifes de coral. Los adultos, mientras tanto, pueden realizar un curso de esnórquel
contratando a una de las múltiples empresas locales.

En general, toda la parte sur de la isla tiene una magnífica costa. La playa de Jimbaran es
perfecta para hacer windsurf o para alquilar un barco de vela. Otras playas que merecen la
pena son la de Legian, Lovina, Nusa Dua, Nusa Lembongan y Sanur.

Excursiones: qué visitar

La isla ofrece también la oportunidad de realizar numerosas excursiones. Una de las más
solicitadas es la que permite ver, en una sola jornada, la puesta de sol, el Templo del Mar y el
Templo Real, más conocido como Templo de los Monos.

En Bali existen multitud de templos, todos espectaculares y con un carácter único. Algunos de
los más importantes son Pura Uluwatu, Pura Ulun Danu Bratan, Pura Bukit Dharma Durga y
Pura Taman Ayun. Cuando se visita uno de estos lugares sagrados hay que tener en cuenta que
hay que llevar ropa que no incomode, por respeto a la religión.

Para los más aventureros existe la posibilidad de montar en camello o elefante, mientras que
los más tradicionales pueden disfrutar de una visita a cualquiera de los bellísimos museos que
se extienden por la isla, como el Puri Lukisan, en Ubud, con una excelente colección de
pinturas y esculturas, o el museo etnológico Negeri Propinsi Bali, en Denpasar. En Bali también
se puede comprar, previo regateo, artesanía, madera tallada, cuero o joyas.

Comer: Platos típicos

A la hora de comer, nada mejor que reponer fuerzas con un buen plato de arroz hervido o al
vapor, acompañado del lauk, los tres o cuatro platos de verduras o carne que le sirven como
acompañamiento.

Hay que tener en cuenta que, en las comidas balinesas, las especies son las protagonistas.
Además, la mayor parte de los platos se sirven con una salsa picante denominada sambal, si
bien en los hoteles son conscientes de los gustos occidentales de la mayoría de los visitantes.

Quienes quieran experiencias culinarias deben probar la lumpia, un rollo de primavera frito, y
el lawar, uno de los platos locales más típicos, elaborado con carne picada, coco y especias.
También es sorprendente la variedad de frutas que existen, con el duriam a la cabeza.

En Bali se pude comer desde en una rumah mankan (casa de comidas) hasta en un warung
(puesto de comida en la calle), pasando por diferentes restaurantes de todas las categorías.
Uno de los más concurridos es el Naughty Nuri’s, ubicado en la zona de Ubud y considerado
como la mejor barbacoa de la isla, con riquísimas hamburguesas y atún fresco por menos de 5
euros.