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El sistema calendárico maya fue uno de los grandes legados que dejó esta gran civilización en la
historia. Guatemala es uno de los principales países donde radicó gran parte de estos habitantes. En este
contexto, se pueden mencionar los tres calendarios más importantes para esta cultura que son el Haab, Tzolkin
o Chol Q’ij y la unión de estos, el calendario de Cuenta Larga.
Los tres calendarios mayas
Desde un principio los mayas se caracterizaron por ser grandes representantes del conocimiento. Parte de su
sabiduría se vio reflejada en la interpretación del tiempo a través de la creación de un sistema calendárico. Para
lograr este avance, esta cultura se basó mucho en la astronomía.
Esto debido a que de alguna manera observaron el
movimiento del sol y la luna en conjunto con el planeta
Venus. Con base a estos fenómenos, los mayas registraron
todos los aspectos que marcaban los días, las semanas, los
meses y los años. Fue así como dividieron los aspectos en tres
calendarios.
El primero es el calendario civil, también llamado Haab —que
significa medida del tiempo—. El segundo fue el religioso,
más conocido como Tzolkin o Chol Q’ij —que
significa manejo armónico de los días—. Por última estaba el
de Cuenta Larga, el cual se basó en la unión de estos dos
calendarios y que este se utilizaba en las cuentas mayores
después de 52 años.
Calendario Civil o Haab
También es conocido como calendario solar y se encargaba
de marcar las estaciones del año. Esto debido a que dichas
épocas dependían del sol para ser interpretadas. Fue así que
los mayas lograron llegar a la conclusión de que estos lapsos
se repetían cada 365 días. No obstante, para hacerlo más
comprensible, idearon el sistema de meses.
Calendario Religioso o Tzolkin (Chol Q’ij)
Este era empleado para rituales, así como para predecir el futuro. Este método usaba dos series paralelas de
períodos muy parecidos a las semanas pero sin los meses. Se sabe que una semana tenía más días que la otra
pero corrían al mismo tiempo. Así mismo, aunque
estaban desfasados, estos días volvían a coincidir
luego de 260 días.
Lo curioso de esta cifra era la sincronización con las
apariciones de Venus, como también la de
los eclipses. Además, estos días se dividían en 20
ciclos menores de 13 días cada uno. Por dicha
razón, era que una semana constaba de 13 días y
otra de 20.
Actividad de Aprendizaje:
Esta hoja de trabajo del tema el calendario Maya tiene una ponderación de 10 Pts. Trabaje ordenadamente,
con dedicación, cuida tu ortografía.
Paso 1: Coloree cada glifo.
Paso 2: Recorte y Pegue en su cuaderno. Luego escribe a la par cada glifo el nombre que le corresponde a
cada uno.