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A quien Dios reconoce.

El querer hacer lo que pensamos que es correcto, no siempre es lo mejor.

1Co 8:2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.
1Co 8:3 Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

1Co 8:2 El que afirma que lo sabe todo, en realidad, no es que sepa mucho.
1Co 8:3 Pero la persona que ama a Dios es a quien Dios reconoce.

Lo mejor es hacer lo que la palabra de Dios nos enseña.


Pro 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Pro 3:6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Pro 3:7 No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;

Y procurar hacer las cosas correctas.


Pro 8:13 El temor de Jehová es aborrecer el mal;
La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.

 El orgullo El orgulloso es aquel que tiene un alto concepto de sí mismo y confía en todo lo que hace
porque tiene la certeza de que puede hacer todo bien y que no hay nadie mejor que él.
 La arrogancia, Defecto de la personalidad. El individuo arrogante siente un orgullo excesivo sobre su
persona y exige un reconocimiento desmedido, creyéndose con derecho a tener privilegios que, en
realidad, no tiene ni debería tener.
 El lenguaje perverso. Palabras que causan daño intencionadamente. || 2. Que corrompe las
costumbres o el orden y estado habitual de las cosas'. Vocablos fuertes de que disponemos en nuestro
idioma para denigrar de una persona. De manera ofensiva, injuriosa y difamatoria

Dios resiste a los soberbios,


Y da gracia a los humildes.
1Pe 5:6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;

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