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Las 

vías sensitivas o también llamadas ascendentes son canales que comunican diferentes partes


del organismo con la médula espinal, con la idea de llevar la información sensitiva a su lugar de
destino en la corteza cerebral.

¿Dónde se originan y terminan las vías sensitivas?

Las vías ascendentes llevan información sensitiva desde músculos, piel y diversos órganos hasta
pasar por la médula espinal donde se dirigen a su lugar de destino en los centros superiores. Por
eso, dependiendo de la vía y de la función que tiene cada una, vamos a encontrar un recorrido
diferente.

Trayecto que recorre cada una de las vías sensitivas:

1. Tracto espinotalámico, recoge la sensibilidad dolorosa, los cambios en la temperatura, la


presión y la información táctil no discriminativa, luego sube por la primera neurona hasta
llegar a la médula espinal, después se decusa y se une al lemnisco medial para llegar al
tálamo y posteriormente a su lugar en la corteza sensitiva.

2. Tracto espinorreticular, recolecta la información de dolor que se localiza en las vísceras y


en los diversos tejidos, y la transmite al tálamo, hipotálamo y al sistema límbico.

3. Tracto espinocerebeloso, esta vía a diferencia de las otras envía aquellas informaciones
que son inconscientes por lo tanto no pasan por el tálamo, sino que llegan directamente
al cerebelo.

4. Tracto espinotectal, recoge los estímulos visuales y espaciales de ojos, cabeza y tronco


para llevarlo al colículo superior del mesencéfalo.

5. Tracto espino-olivar, recolecta lo relacionado con el movimiento y lo lleva hasta la oliva


inferior.

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