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Segunda fase

En esta fase se nos hace mención a la vida que tiene un prisionero en el campo de
concentración.
Esta parte del libro se caracteriza por la emoción que los prisioneros presentaban
la ¨apatía¨
Los prisioneros perdían todo tipo de emociones, asco, piedad y miedo eran
emociones que un prisionero ya no podía sentir. En tales momentos no es ya el
dolor físico lo que más hiere, era la agonía mental causada por todas las injusticias
que vivieron los prisioneros en los campos de concentración, el único momento de
paz que un prisionero tenia eran sus sueños, en donde imaginaban algo tan simple
como poder comer un pastel o tomar un baño de agua caliente.
El hambre también fue una forma de tortura más para los prisioneros, una dieta
absolutamente inapropiada en cuanto a calorías y sobre todo teniendo en cuenta el
pesado trabajo manual que llevaban a cabo a la intemperie, además de los golpes
que eran propiciados por los capos, pero el aspecto más doloroso de los golpes era
el insulto que incluían
La ausencia de sentimentalismo y el deseo sexual eran sentimientos que brillaban
por su ausencia en un prisionero, debido al estado de shock que los prisioneros
tenían, vivian con la mentalidad de salvar sus vidas, en algunas ocasiones los
prisioneros pensaban en sus esposas e hijos y tenían el consuelo de que algún día
pudieran verse otra vez, eso de alguna forma los motivaba para vivir un día más

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