Está en la página 1de 3

Amado padre celestial muy buenos días.

Te doy gracias por este nuevo día que me regalas, por permitirme ver de nuevo el sol y disfrutar de
un nuevo día.

Señor estoy agradecido por tu bondad y por tu misericordia.

Dice tu palabra que es por tu misericordia que no hemos sido consumidos, porque nunca han
decaídos tus misericordias.

Nuevas son cada mañana, grande es tu fidelidad. Oh Dios. Lamentaciones 3 :22-23.

Hoy te pido perdón por todo pecado que he cometido contra ti Señor. Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades, borra mis rebeliones.

Lávame mas y mas de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y
mi pecado esta siempre delante de ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus
ojos.

Gracias Señor por darme tu perdón todos los días y por borrar mis culpas y errores, en verdad me
arrepiento de todo corazón, de todo lo que te he ofendido a cada momento.

Te pido que me acompañes este día, en mi trabajo, en las actividades que tengo planeadas, en los
proyectos y planes que hoy voy a desarrollar. Té pido que todo sea de acuerdo a tu voluntad, a lo
que tú quieras para mi vida y a lo que me ayude a alcanzar un peldaño más en el propósito que tu
creaste para mí.

Señor te pido que me cuides y protejas de tener algún accidente, protégeme Señor de toda maldad
de otras personas, de todo atraco, de todo robo, de todo engaño, té pido también que cuides de mi
familia, aléjanos de cualquier cosa que nos pueda alejar de ti o de tu propósito.

Tu palabra dice que el que habita al abrigo del altísimo morara bajo la sombra del omnipotente.
Salmo 91:1. Y también dice que los que acuden al Señor resplandecen de alegría, jamás se
decepcionaran.

Yo te pido ayuda Señor, y tú me escuchas y me sacas de todos mis peligros. Salmo 34:5-6.

En este nuevo día quiero ser una mejor persona, quiero tratar mejor a los demás, a los que me
rodean, a mi esposa, a mis hijos, a mis compañeros de trabajo, a las personas que me encuentre en
la calle o en cualquier lugar que yo vaya.

Ayúdame Oh Señor a vivir este día, como si fuera el ultimo, como si fuera la ultima vez que mirare a
mis seres queridos, ayúdame a esforzarme por cumplir mis sueños como si fuera el ultimo día.

Ayúdame a disfrutar el presente que me das hoy, ayúdame Señor a dar amor sin esperar nada a
cambio, a dar una sonrisa al que esta triste, a saludar al que no me saluda, a levantar al caído y
ayudar al necesitado.

En este nuevo día quiero ver lo positivo que hay en mi y en los que me rodean. Ya no quiero ser
negativo y solo ver lo malo en los demás o en mí.

Quiero ser agradecido por lo que tengo sea mucho o poco, porque todo absolutamente todo te lo
debo a ti. Señor te doy muchas gracias, estoy muy feliz porque te tengo a ti que eres mi buen Pastor,
eres todo lo que necesito, si te tengo a ti no necesito nada más. Tú eres mi refugio y mi salvación, tú
eres el centro de mi vida.
Eres mi respirar Señor, eres mi buen pastor, tú presencia es lo único que necesito para vivir y
disfrutar la vida. Si estás conmigo ¿Quién puede contra mí?

Dice tu palabra ¿Quién nos separara del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada? No antes, en todas estas cosas somos mas que vencedores
por medio de aquel que nos amó.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del
amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Señor tu eres todo lo que necesito, ya no tengo que buscar más. Señor tu eres mi roca fuerte, mi
baluarte donde yo renuevo mis fuerzas. Tú palabra dice que tu eres el que da esfuerzo al cansado, y
multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero lo que esperamos en ti
Señor tendremos nuevas fuerzas; levantaremos alas como las águilas; correremos, y no nos
cansaremos; caminaremos, y no nos fatigaremos. Isaías 40

Señor no puedo desconocer que tu dijiste que en esta vida tendremos aflicciones, a veces la vida
puede ser difícil, por eso encomiendo mi vida en tus manos, quiero vivir cada día con la esperanza de
que un día estaré a tu lado para adorarte y amarte por siempre en la eternidad.

Mi esperanza en ti no solo esta para las cosas de esta vida, sé que tú eres el que me sostiene en esta
temporalidad y me ayudas, pero te busco porque tú eres mi única esperanza para la eternidad.

Hay cosas que a veces no entiendo en esta vida, ayúdame a ver las cosas siempre desde tu
perspectiva, y a entender que esas situaciones dolorosas que a veces debo atravesar son para
formar mi carácter para la eternidad.

Señor en este nuevo día, tratare de pasar más tiempo contigo en oración, que mi alma, mi corazón y
mi mente, estén continuamente pensando en ti y estén contemplando tu rostro sin cesar.

Que este día me traiga bendición espiritual y física a mi y a mi familia, amigos y seres queridos.

Oro también por mis enemigos, porque tu dijiste amen a sus enemigos y oren por los que los
persiguen, que en este nuevo día mi conversión siga progresando, sigue cambiando mi alma y
corazón, para ser más sensible a los sentimientos de los demás, corta todo lo que es desagradable
ante tus ojos mi Señor.

Que este día lo viva al máximo sin recordar lo malo que paso ayer, sin acordarme de las ofensas de
los demás, sin acordarme de lo negativo del pasado. Me encomiendo en tus preciosas manos mi
amado Señor.

Queridos amigos la palabra de Dios dice en proverbios 12:14, QUE CADA UNO RECIBE EL FRUTO DE
LO QUE DICE, es que muchas veces nosotros desde que nos levantamos estamos solamente
proclamando palabras de maldición, porque cuando nosotros hablamos negativamente estamos
trayendo las ruinas sobre nuestras vidas por eso ojalá hagan esta oración todos los días al levantarse
temprano.

Háganla no repitiendo como loros sino sintiendo de su corazón cada palabra, para desatar la
bendición que durante el día tengamos éxito, que todo sea bendición, así es que tenemos que
cambiar nuestra manera de hablar, porque cada uno recibe el fruto de lo que dice ¿Qué esta
diciendo que es un derrotado? ¿Qué es un fracasado?, no, vamos a proclamar que somos victoriosos
que la bendición ya la recibimos porque esa es la fe esperar, aunque no lo veamos.

También podría gustarte