Aquel vagabundo estaba lleno de microbios, desde el pasado invierno no se bañaba.

, no obstante
que le habían regalado un champo hecho a bases de nueces. En su juventud había sido una
estrella del futbol, pero no cuido sus alimentación y tuvo problemas de hipertensión, le iban a dar
hidroterapia, pero no fue posible porque tenía hidrofobia el único contacto que tenia con el agua
era para limpiar un tambo lleno de peses que un amigo canadiense le dio a cambio de un cuadro
Suizo de plata, donde tenía el retrato de aquella chiquilla a la que, jugando, le dio un almohadazo
y con la que tuvo un corto noviazgo , pues con esa bocaza suya, hizo un desafortunado
comentario. Ya no hubo otra invitación, ni compota de manzana, llego el hartazgo, el fin de la
relación y de la historia