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La buena vida

Estás parado junto a la ventana.

Afuera hay una nube de vidrio que parece un corazón.

Los suspiros del viento son como cuevas entre tus palabras.

Sos el fantasma en ese árbol de afuera.

La calle está en silencio.

El tiempo, de la misma manera que el mañana y que tu vida,

parcialmente esta acá, parcialmente en el aire.

No podés hacer nada.

La buena vida llega sin aviso:

erosiona los climas de la desesperación

y se presenta, a pie, de incógnito, sin ofrecerte nada,

y vos estás ahí.

Mark Strand

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