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Constantes Físicas

de los Suelos
v. 03 - Año 2005
INDICE

5 FASES SÓLIDA Y LÍQUIDA................................................................................... 2


5.1 CONCEPTO DE HUMEDAD 2
5.2 VARIACIÓN DE HUMEDAD EN EL SUELO 3
5.2.1 Cambio de Estado 4
5.3 SEPARACIÓN DE ESTADOS 5
5.3.1 LIMITE LÍQUIDO 7
5.3.2 LIMITE PLASTICO 10
5.3.3 INDICE DE PLASTICIDAD 11
5.3.4 LIMITE DE CONTRACCION 13
5.3.5 Otras fronteras interesantes 16
Referencias Bibliográficas de este Capítulo 5 18
CAPÍTULO 5 – CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LOS SUELOS

5 FASES SÓLIDA Y LÍQUIDA

Continuamos en este capítulo desarrollando la segunda faz de nuestros


estudios; los correspondientes a ensayos de laboratorio.

Hasta ahora analizamos la fase sólida; sus características, su separación por tamaño,
algunos comportamientos, etc. Habrán observado que en todo momento hacemos referencia
al suelo seco. ¿ Y esto porque será así? se preguntarán.
La respuesta es que la fase fluida líquida tiene tanta influencia en el comportamiento
de la fase sólida, que podríamos asegurar que el mismo material seco y con unos pocos
puntos de humedad, son dos cosas distintas. Esto, independientemente de, que en la
naturaleza es harto difícil encontrar un suelo sin algo de humedad.

Esta aseveración merece una ampliación o aclaración relacionada directamente con lo


ya visto de la fase líquida en el Capítulo 2.
Sobre cualquier fracción de la fase sólida tiene igual influencia la fase líquida? Si
recordamos lo citado entonces, la respuesta es negativa.

5.1 CONCEPTO DE HUMEDAD

El orden de adherencia de las partículas de agua a los sólidos, a medida


que progresa la incorporación es: agua de constitución; agua adsorbida; agua higroscópica y
agua intersticial, como capilar y/o gravitante. De estas formas las primeras dos dependen del
origen (moléculas con posibilidad de hidratación), de la formación (producto de erosión
química, con cationes aislados que generen atracción electrostática), y de la superficie
específica (crece en forma inversa al tamaño de la partícula); la cuarta depende de la
posibilidad de que en el suelo haya intersticios de diámetro capilar; y la tercera se presenta en
todos los casos proporcionalmente a la superficie específica.
Estos condicionantes nos acercan a las partículas de tamaño pequeño, no más
grandes que las correspondientes a arenas finas y en casos aislados a arenas medianas.
Para el tamaño de las arenas gruesas en mas, el agua agregada no se incorpora
como agua de constitución por la naturaleza de los granos, ni como agua capilar por la
dimensión de los poros, escasamente como agua adsorbida y como agua higroscópica por la
reducida superficie específica; por lo que las exiguas humedades presentes en granos de este
tamaño son, en su mayor proporción, agua gravitante.

Cuando se comenzó a desarrollar esta rama tan particular de la Ingeniería, se


buscaron las justificaciones teóricas que avalaran los resultados empíricos obtenidos hasta
ese momento. Los experimentos de Atterberg primero, las investigaciones de Terzaghi y
Casagrande apoyadas en las anteriores, y los aportes de Goldschmidt orientados a la
búsqueda de una teoría elasto-plástica aplicable al suelo, los guiaron al estudio profundo de la
influencia de la fase fluida sobre la sólida y a establecer las razones de la respuesta esfuerzo-
deformación de este material.

Asegurar que un suelo es PLÁSTICO cuando se lo puede manipular y remoldear sin


que se agriete, no pasa de ser una simplificación burda por cuanto nos llevaría a pensar que
es mas plástica una arena con humedad media que una arcilla con humedad baja; y esto
sería cierto si no se tiene en cuenta que el volumen de la arcilla permanece constante durante
la deformación y el de la arena no lo hace.
Los resultados de estos serios trabajos llegan a la conclusión que la plasticidad o el
desarrollo de la cohesión en el suelo se debe a que el agua es un líquido dipolar, cuyas
moléculas son influidas por los campos eléctricos creados por los cationes de las partículas
laminares, provocando esas fuerzas adherentes tan importantes.

Con líquidos monopolares no habría suelos plásticos. Con partículas


equidimensionales de reducida superficie específica y prácticamente nula actividad eléctrica
superficial no habría suelos plásticos.

Como consecuencia de esto, ya estamos alertados que aún cuando se humedezca


una masa con granos de mayor tamaño, el agua va a influir en mayor medida en el material
que pasa el Tamiz Nº 40, lo que algunos autores nominan “mortero de suelo”. En adelante y
mientras trabajemos con las consistencias, aunque omitamos mencionarlo, cuando hablemos
de suelo o pasta nos estaremos refiriendo a esta fracción del mismo.

Ya que la hemos mencionado dos o tres veces, definamos HUMEDAD, expresión que
de aquí en mas nos va a acompañar reiteradamente, que significa el agua contenida en un
suelo húmedo y que, salvo que se indique especialmente, en nuestra disciplina usamos la
humedad en peso y la definiremos como el peso de agua presente en la unidad de peso de
suelo seco, usualmente expresado como porcentaje.

H(%) = 100.PAgua / Pss

5.2 VARIACIÓN DE HUMEDAD EN EL SUELO

Para seguir debemos necesariamente retroceder. Retroceder en los


tiempos a aquellas investigaciones de los años 40, que aún hoy con modificaciones
utilizamos. Adentrémonos entonces a observar como varía el comportamiento del “mortero de
suelo” a medida que modificamos su contenido de humedad. Partiendo de un suelo seco al
que le incorporamos gradualmente agua, advertimos que pasa por cinco estados de
consistencia, definidos por Atterberg (1915), en cada uno de los cuales podemos distinguir
características propias:
5.2.1 Cambio de Estado

5.2.1.1 ESTADO SÓLIDO


En este rango de humedades el suelo no experimenta variaciones de
volumen, presenta su máxima resistencia a deformación. El límite está
determinado por el porcentaje de humedad para la cual el suelo comienza a
expandirse. Por este motivo se lo conoce también como estado sólido sin
contracción.

5.2.1.2 ESTADO SEMI-SÓLIDO


Se lo conoce también como estado sólido con contracción; a medida que
aumentamos la humedad a partir de su límite inferior, comienza a disminuir la
resistencia a deformación hasta anularse en su límite superior; el que se reconoce
porque alcanzada esa humedad, la pasta pierde la rigidez, se vuelve maleable y
mantiene la forma que se le confiera .

5.2.1.3 ESTADO PLÁSTICO


Es el estado plástico el último rango de humedad donde el suelo cuenta con
resistencia al corte, medida casi exclusivamente, en términos de cohesión; la
amplitud de este rango, es de importancia suma para el ingeniero geotécnico porque
delinea la fracción, orientándolo sobre innumerables características y
comportamientos.
Se ponen de manifiesto los fenómenos tixotrópicos.
En el límite superior, el espesor de película de agua es tal que ha separado
los granos, anulando toda posibilidad de tensión tangencial y manifestación de las
fuerzas electrostáticas, anulando la cohesión. En reposo no adopta aún la superficie
plana, aunque se puede nivelar mediante vibraciones.

5.2.1.4 ESTADO SEMI-LÍQUIDO


En el estado semilíquido o de fluido viscoso la resistencia del corte es igual a
cero, se ha anulado la cohesión. La mezcla del sistema tiende a escurrirse si
se lo agita, y dejado en reposo se nivela tratando de formar una superficie plana
tal como si fuera un líquido.
5.2.1.5 ESTADO LÍQUIDO
En este estado la mezcla se comporta como un fluido, es una
consistencia que no interesa desde el punto de vista del sistema, y escapa al
ámbito de nuestros estudios.

Concentraremos nuestro interés en las humedades correspondientes a las


fronteras que sirven de separación entre algunos de los estados, para que este sistema
quede definido.
Con la única excepción de la separación entre los estados sólidos, que es un valor
preciso; los demás no son límites rigurosos sino aproximados, establecidos en forma
convencional. Digamos un rango de humedad que acota los cambios de estados más
significativos, desde el punto de vista del comportamiento de los suelos.

5.3 SEPARACIÓN DE ESTADOS

Los cambios de estados más importantes son: entre el estado semilíquido y el plástico
y entre el estado plástico y el sólido sin contracción. La diferencia entre estas humedades es
la PLASTICIDAD del suelo, objeto de las investigaciones que tanto preocuparon a Terzaghi,
Casagrande y Goldschmidt.

Los contenidos de humedad, es decir, los pasajes de un estado a otro en los dos
casos anteriores, son los elementos que se van a utilizar junto con el análisis mecánico de las
partículas sólidas para poder darle nombre a los suelos.
Pero la importancia que tienen estos límites que, insistimos, son convencionales y no
precisos, es que una vez que se le pone nombre al suelo se va a poder determinar dentro de
un cierto rango, el comportamiento de ese suelo, como base de un camino, como asiento de
una fundación, como suelo estructural, es decir, se le van a adjudicar distintos nombres de
acuerdo con los métodos de clasificación que se adopte; pero con el conocimiento de estos
valores se puede tener una idea bastante clara del comportamiento que puede esperarse del
suelo.

La separación entre el estado semilíquido y el estado plástico, es el límite inferior del


fluir viscoso - en palabras corrientes: comienza a comportarse plásticamente; deja de actuar
como un líquido - es lo que se conoce como Límite Líquido (LL).
El límite inferior del estado plástico, es decir la separación entre el estado plástico y el
estado semisólido; cuando la pasta deja de tener comportamiento plástico, comienza a
resquebrajarse y se desmenuza, se lo conoce como Límite Plástico (LP).
La diferencia entre la humedad correspondiente al límite líquido y la correspondiente al
límite plástico se la designa como Índice de Plasticidad (IP) y es el último elemento que
conduce a la clasificación para nominar los suelos.
El límite inferior del estado semisólido, es decir la separación entre el estado
semisólido y el estado sólido, se lo conoce como Límite de Contracción (LC).
Analicemos un poco cada uno de estos límites.

5.3.1 LIMITE LÍQUIDO


Diremos que un suelo tiene la humedad correspondiente al Límite
Líquido cuando al aplicarle vibración, comienza a fluir. Eliminada la resistencia al corte, las
partículas lubricadas pueden deslizarse unas sobre otras, sin intercambiarse libremente.

Se puede afirmar que a todos los suelos puestos en condiciones del ensayo para
determinar el Límite Líquido, se les iguala a cero la resistencia al corte.

Las investigaciones han logrado normalizar un ensayo que tiende a conseguir esas
condiciones, de manera que puedan obtenerse el Límite Líquido sin importar que éste resulte
menor de 20% o mayor de 800%.
Dentro de este amplio rango de humedades juegan papel preponderante la naturaleza
del suelo, el tamaño de la fracción predominante y las formas de las partículas.

Para predomino de partículas gruesas (pasa tamiz Nº 40, retiene tamiz Nº 200) se
necesitan humedades mas bajas para lubricar formas esféricas con baja fricción que
prismáticas, donde la trabazón ofrece mayor resistencia al deslizamiento y es mayor el agua
necesaria. Para partículas mas pequeñas, a las fuerzas resistentes anteriores se agregan las
correspondientes a la cohesión y las capilares, por lo que la cantidad de agua debe ser
necesariamente mayor; y dentro de este escalón mayor, es menor la cantidad para partículas
de forma redondeadas donde la superficie de contacto podemos asimilarlas a puntos, que
para partículas laminares donde el contacto se verifica entre superficies mayores e
importantes.

Este ensayo que logra uniformar un método para tan importante margen está
desarrollado en normas ASTM D 4318 / V.N.E. 2 / IRAM 10501 y consiste en obtener la
humedad para la cual se logra el mismo deslizamiento, determinado por la unión de 12,7 mm.
de los labios inferiores de una acanaladura trapecial de 8 mm. de altura y 2 a 11 mm. de
abertura practicada a la pasta dentro de una cápsula a la que se le puede aplicar una forma
de vibración consistente en golpes con un ritmo fijo.
Esta determinación que históricamente la comenzó efectuando un ceramista,
investigando como podía controlar los cambios volumétricos partiendo de distintas
humedades, mientras variaba la granulometría y consecuentemente la porosidad de la mezcla
con el agregado de arena; fue adaptado a las aplicaciones ingenieriles por investigadores del
Bureau of Publics Roads.

En los experimentos realizados por Atterberg, el ensayo se efectuaba en forma


manual golpeando con una mano una cápsula de porcelana contra la palma de la otra mano;
la importancia de definir el intervalo de plasticidad con mayor justeza sostenida por K.
Terzaghi y A. Casagrande a través de sus investigaciones, animó a éste último a desarrollar
un aparato que pudiera normalizar el ensayo, minimizando el factor personal.
El resultado fue el Cascador que aún utilizamos, consistente en un casquete esférico
de latón o bronce solidario a un taco, que se vinculan a una base de madera o plástico
recubierta de ebonita mediante un eje en torno al cual pueden girar. El conjunto se lo hace
golpear contra la base, dejándolo caer desde una altura fija a un ritmo de golpes establecido,
accionado por una manivela que mueve un excéntrico.
Actualmente se ha provisto de un motor eléctrico que acciona automáticamente la
copa y hace que la misma caiga periódicamente, según la norma.
El Cascador de Casagrande y sus herramientas complementarias, uniformaron
algunas medidas que no estaban totalmente definidas en el método de Atterberg y permiten
determinar la frontera buscada con independencia del lugar y la persona que la realiza. El
Límite Líquido se corresponde con el de Atterberg cuando la humedad que contiene el suelo
hace que la canaladura se cierre 1/2” (12,7 mm.) al aplicar 25 golpes a razón de 2
golpes/seg.

Si bien un operador experimentado puede estimar la cantidad de agua que debe


agregarle al “mortero de suelo” para llevarlo a la consistencia del Límite Líquido, es una
eventualidad que acierte; por lo que es usual, aunque no demasiado práctico ni rápido, hacer
un par de determinaciones con consistencias mayores y otras tantas con consistencias
menores, que se reflejan en la necesidad de una mayor y una menor cantidad,
respectivamente, de número de golpes necesarios para lograr el cierre de la canaladura.
Los puntos que se obtiene representando en escala logarítmica el número de golpes y
en escala aritmética las humedades correspondientes, están alineados en un rango amplio
entre 5 y 35 golpes. La función se la llama curva de fluidez y a la pendiente Índice de Fluidez.

La ordenada correspondiente a 25 golpes es el Límite Líquido. En la Lámina 5 -2 se ha


representado un ejemplo de determinación del Límite Líquido en una curva de fluidez.

La celeridad con que se necesitan los resultados, generalmente permiten sacrificar


algo de precisión. En su momento Cooper y Johnson determinaron que el Índice de Fluidez
aumenta con el crecimiento del Límite Líquido; y en función de ello establecieron un método
gráfico consistente en seis (6) curvas típicas que se muestran en la Lámina 5-3 y cuyo uso fue
muy difundido hasta la década del 60.
Lo que no llegaron a descubrir Cooper y Johnson, que si lo hizo luego A. Casagrande
es que esas curvas y cualesquiera que resulten de suelos inorgánicos, tiene un punto común
que corresponde a humedad cero y una humedad característica correspondiente a 1 golpe.
Esto permitió establecer la relación práctica que habilita a obtener el Límite Líquido
efectuando una sola determinación de humedad, agilizando el ensayo.

LL = H (%) / (1,419 - 0,3 . log N )


en la que:

LL : Límite Líquido.
H (%) : Humedad presente en el suelo ensayado.
N : Número de golpes necesarios para producir el cierre de 1/2”.
Veamos finalmente las limitaciones que tiene este ensayo; que son de orden práctico,
operativo pero responden a circunstancias físicas:
Los valores altos, como pueden ser los correspondientes a arcillas bentoníticas, se
pueden determinar siempre sin mayores problemas, mas que los propios de la manipulación
de un material impermeable, donde la homogeneización del agua obliga a macerar el material
humedecido durante 24 horas; y es difícil acertar en la cantidad de agua, imponiendo dos o
tres determinaciones para que el número de golpes se halle dentro del rango aceptado por la
norma.

70

60

50

40
Humeda

(%)
d

30 LIMITE LIQUIDO = 29,2 %

20

10
1 10 25 100
Nº de Golpes (log)
Los valores bajos, como pueden ser las arenas, algunos limos y sus mezclas, son más
complicados; es difícil la determinación de un Límite Líquido del orden de 20%, muy difícil
hasta 15% y prácticamente imposible por debajo.

100
Nº de Golpes
(log)

25 Límite Líquido

A B C D E F
10
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110
Humedad (%)

Esto tiene una explicación física. El número de golpes requerido para provocar el
cierre de la canaladura puede ser considerado como una medida de la resistencia al corte,
por cuanto la fuerza que se opone a la fluencia de los labios proviene, precisamente, de esa
resistencia. En los suelos plásticos (Límite Líquido alto) los impactos sirven para deformar el
suelo, se mantiene el contacto de la pasta con la copa del cascador y lo anterior es verdadero.
En los suelos no plásticos los impactos provocan que el agua fluya hacia la canaladura como
consecuencia de su mayor permeabilidad; esto produce un ablandamiento en las
inmediaciones y, lo que es más grave, que se despegue la pasta de la copa. Esta desliza en
lugar de fluir, lo que invalida el ensayo.

5.3.2 LIMITE PLASTICO


Este segundo ensayo es necesario para definir la PLASTICIDAD del
suelo. Si recuerdan Atterberg lo medía en términos de la cantidad de arena que era necesario
adicionarle a la pasta con la humedad del Límite Líquido, para que la transformara en
trabajable sin resquebrajarse, fisurarse o deformarse durante el proceso de secado.
Posteriormente consideró mas práctico amasar unos cilindros y determinar la humedad en el
momento que el material comenzaba a desmenuzarse, sin especificar condiciones de
amasado ni diámetro final.
Fue Terzaghi, luego que Casagrande impuso la utilización de su cascador, el que
propuso las condiciones de amasar el suelo prácticamente seco y por adición de agua con
formas de pequeñas esferas; luego aplastarlas y rolar cilindros que comiencen a agrietarse a
1/8” (3 mm.) de diámetro. Estas condiciones se consideraron convenientes para uniformar el
método, y son las que actualmente indican las normas respectivas. ASTM D 4318 / V.N.E. 2 /
IRAM 10502

Los intentos por sustituir el rolado manual por uno mecánico no dieron resultados
satisfactorios, porque las diferentes tenacidades que presentan los distintos suelos requieren
variar la presión que se ejerce. El error en la humedad determinada por diversos operadores
no es significativo, si se ciñen a la operativa indicada en la norma.
Si intentáramos dar una explicación física al Límite Plástico nos enfrentaríamos con
serios problemas. El que mas se acerca es el que juzga que el espesor de película de agua es
el menor que asegura la lubricación entre las partículas, permitiendo su deslizamiento aunque
a costa de presiones externas. Para humedades menores las presiones necesarias son
importantes y provocan el agrietamiento y/o desmenuzamiento de la mezcla de suelo y agua.
Algunos autores tratan de interpretarla como la humedad en la que comienza a
disminuir la velocidad de evaporación. No es ésta una explicación física circunscripta al
Límite Plástico, en realidad al amasar mezclas con humedades próximas a esta condición, se
las estructura en las formas más cercanas a la mínima permeabilidad por el volumen de aire
que ocluyen.

Las limitaciones que presenta el ensayo son de carácter eminentemente práctico: la


conformación de los cilindros para humedades menores de 15% es muy difícil e imposible por
debajo de 10%; se desmoronan en forma intempestiva. El laboratorista indica que el ensayo
no puede realizarse.
La forma de secar el suelo influye en los valores de las humedades correspondientes
al Límite Líquido y al Límite Plástico; el secado al aire en las condiciones ambientes es el que
provoca menores diferencias, mas el proceso operativo se retrasa considerablemente.
Afortunadamente el secado en las mismas condiciones conduce a errores similares en ambos
límites, y si este se produce a temperaturas menores de 120 °C los errores no tienen
significación desde la óptica ingenieril.

5.3.3 INDICE DE PLASTICIDAD


El índice de Plasticidad es el intervalo de humedad dentro del cual el
suelo se mantiene en estado plástico. Da las características de actividad que hace que el
suelo sea mejor o peor desde el punto de vista de su utilización.
Mide la cohesión de los suelos debida a la atracción generada por la presencia de
agua entre las partículas; la diferencia entre la cohesión plena (química de las partículas
minerales, electrostática y capilar) que se desarrolla en la consistencia del Límite Plástico y la
cohesión prácticamente nula (queda solamente la química de dificultosa medición) en la
consistencia del Límite Líquido.

Ante la imposibilidad de determinar el Límite Plástico, porque no se pueden realizar los


cilindros, se indican a los suelos como NO PLASTICOS. Esto no significa que el Límite
Líquido es igual al Límite Plástico o que Índice de Plasticidad es nulo.

No existe forma práctica de determinar que un Índice de Plasticidad sea cero. Se lo


considera cero por convención. Lo real es que no se puede determinar el Límite Plástico.

Para humedades dentro del intervalo plástico, podemos definir los Índices Líquidos y
de Consistencia en los que se verifica que

IL + IC = 1

Índice Líquido IL = [ H (%) - LP ] / IP

Índice de Consistencia IC = [ LL - H (%) ] / IP

Dentro de este rango se encuentra la Humedad Crítica, porcentaje para el cual


el suelo húmedo sometido a una carga constante experimenta una inflexión con cambio neto
en la pendiente. Pareciera, y de hecho la idea tiene muchos adherentes, que el suelo
abandona un estado elástico para pasar a uno plástico.
En los suelos cohesivos la Humedad Crítica es apenas mayor que el Límite Plástico;
en los no cohesivos aproximadamente el 75% del Límite Líquido.

5.3.4 LIMITE DE CONTRACCION


Recordarán que esta es la única frontera que puede determinarse en
forma precisa. Y esto puede lograrse porque, tratándose de la humedad a partir de la cual el
suelo no se contrae más, el volumen que tiene el suelo con la humedad correspondiente al
Límite de Contracción es igual al volumen que tiene el suelo seco, con 0% de humedad.

Atterberg lo determinaba midiendo simultáneamente la altura y el peso de un prisma


en forma frecuente, hasta que dos medidas consecutivas iguales le indicaban que había
concluido la variación de volumen.

Actualmente recurrimos a un método propuesto por Terzaghi y de alguna forma


simplificado por la Public Road Administration evitando la determinación del Peso Específico
del suelo.
Consiste en rellenar una cápsula de porcelana con pasta de suelo con humedad
mayor que la correspondiente al Límite Líquido para asegurarse que no queden huecos.
Luego de pesada se la deja secar al aire para evitar que se fisure, pudiendo concluir con
secado en horno.
El peso de la pastilla seca permite determinar la humedad inicial; el volumen de la
cápsula y de la pastilla seca se determina por derrame de mercurio dentro de un cristalizador.
La diferencia de volumen se corresponde con la diferencia de agua perdida hasta que
concluyó la contracción, por lo que si a la humedad total le restamos la correspondiente a la
retracción tendremos la humedad buscada.

en la que :
Wi = Peso SH + Peso Caps.

Wf = Peso SS + Peso Caps.

Wss = Peso SS - Peso Caps.

Vi = Volumen Caps. ( Determinado con Hg)

Vf = Volumen Pastilla Seca ( Determinado como peso de Hg derramado)

Los Límites de Contracción altos están indicando un amplio intervalo antes de


alcanzar el escalón donde comienza la variación de volumen del suelo, estos lo presentan los
suelos arenosos y limosos; los suelos arcillosos tienen Límite de Contracción bajo, menores
cuanto más expansivos sean.
Obtenido este límite es posible determinar otras magnitudes que pueden ser de
utilidad cuando es necesario establecer la expansión, en una sola dirección o volumétrica, que
puede registrar alguna capa.
La Relación de Contracción o Razón de Contracción expresa el cambio de volumen
por unidad de volumen seco que experimenta un suelo con humedad superior a la del Límite
de Contracción, cuando esta disminuye hasta alcanzarlo, en la unidad de peso seco.
Para definirlo como una magnitud mas conocida por los ingenieros viales, es la
densidad seca ( Dss ) o con mayor propiedad el Peso Unitario de Volumen Seco ( PUVS ) que
tiene el suelo con la humedad inicial. Con las mediciones efectuadas al determinar el Límite
de Contracción, teniendo en cuenta que el volumen en el Límite de Contracción (Vf) y el
volumen del suelo seco (Vss) son iguales es:

El numerador de la relación anterior expresado como porcentaje se lo conoce como


Cambio Volumétrico. Es la variación de volumen porcentualmente respecto del volumen seco,
que registra un suelo cuando su humedad disminuye desde un valor inicial Hi (%) hasta el
correspondiente al Límite de Contracción.
Esta variación de volumen nos permite determinar la Contracción Lineal, que es la
disminución porcentual de una dimensión respecto de la dimensión inicial, al producirse la
misma disminución de humedad.

El Límite de Contracción de las arenas y de limos no plásticos o de muy baja


plasticidad resulta engorroso por la dificultad que representa manipular la pastilla seca. Si
recuerdan que en el método de Terzaghi era necesario determinar el Peso Específico del
suelo, con las mediciones efectuadas y las relaciones establecidas estamos en condiciones
de calcular el Peso Específico con bastante precisión; y en función de él y del PUVS obtener
el Límite de Contracción.

Para terminar con los contenidos de humedad que aportan datos interesantes al
ingeniero mencionaremos algunos que actualmente están injustamente fuera de uso.
5.3.5 Otras fronteras interesantes

5.3.5.1 HUMEDAD EQUIVALENTE DE CENTRÍFUGA

La humedad Equivalente de Centrífuga es la que retiene un suelo saturado que es


sometido a centrifugado durante una hora con una fuerza equivalente a 1000 veces la
aceleración de la gravedad g.

El resultado de este ensayo informa sobre la capilaridad y la permeabilidad de los


suelos, y permite distinguir entre los más impermeables los expansivos de los no expansivos.

La fuerza centrífuga impulsa el agua hacia la base del vaso, favorecida a su vez por la
presión que ejercen las partículas en la dirección del eje; presión que depende de la distancia
de la partícula al fondo, el peso de la partícula y la presión que origina ascenso capilar.

Los suelos más permeables como las arenas no tienen poros de diámetro capilar, en
consecuencia la ascensión es prácticamente nula y el agua se elimina en importante
proporción. En limos de baja plasticidad la permeabilidad es media, mas como se conforman
espacios intersticiales de diámetro capilar, queda retenida mayor cantidad de agua.

Los suelos más cohesivos presentan capilares estrechos. La ascensión puede llegar a
ser tan importante que contrarresta parcialmente el efecto de la fuerza centrífuga en los
menos expansivos y la superan en los mas expansivos, haciendo ascender el agua a la
superficie; los granos son empujados y se estructuran ocluyendo sus poros, en la base el
suelo está mas seco y se halla agua libre al abrir el vaso.

La humedad Equivalente de Centrífuga es inversamente proporcional a la


permeabilidad y directamente proporcional a la capilaridad; así se pueden obtener valores de
3% o menores en arenas, de 25 a 40% en limos, de 50 a70% en arcillas poco expansivas y
cercanas a 90% en las expansivas.

5.3.5.2 Humedad Equivalente de Campaña


Un ensayo que se realiza en obra, proporciona información similar aunque en forma
más rústica. Se la conoce como humedad Equivalente de Campaña y consiste en determinar
la humedad que tiene un suelo cuando una gota sobre la superficie alisada no se absorbe
inmediatamente, sino que se extiende previamente dando un aspecto brillante.
Esto significa que en los suelos muy cohesivos se impermeabilizó la superficie; en los
menos cohesivos que se ha colmatado su capilaridad y en los no cohesivos que se han
saturado.
5.3.5.3 LÍMITE DE ADHESIVIDAD
El Límite de Adhesividad es la humedad que contiene el suelo cuando deja de pegarse
a las manos o los elementos metálicos con que se los manipula.
Si bien pareciera que no tiene demasiada relación, su valor se lo vincula con la
estabilidad de taludes. En los terraplenes estables el Límite de Adhesividad es mayor que el
Límite de Líquido; cuando esto no ocurre terraplenes bajos y de taludes muy tendidos han
deslizado.

La fuerza que provoca la contracción del suelo es de 0,306 gr. por unidad de área de
los vacíos, lo que significa que la fuerza aumenta con la disminución del área de los vacíos;
razón por la cual los suelos mas finos se contraen más.
Ciclos de humedecimiento y mojado provocan volúmenes cada vez mayores por
esponjamiento con incorporación de aire en el sistema.
Referencias Bibliográficas de este Capítulo 5

Normas de Ensayo-Dirección Nacional de Vialidad.

Normas IRAM

ASTM, Standards -Sección4, Volumen 04.08.

AASHTO Materials -Part II, Tests.

Instrucc.Grales. para Estudios y Proyectos de Caminos -Direcc. Nac. Vialidad.

Civil Engineering - A. S. C. E. Publication.

Bulletìn de Liasiòn des Laboratories -des Ponts et Chaussèes.

Mecánica de Suelos - E.Juarez Badillo, A.Rico Rodriguez ;Edit. Limusa.


Tomo I - Pag. 123 a 146

Geotecnia y Cimientos - J.A. Jimenez Salas, J.L.Justo Alpañez ;Edit. Rueda.


Tomo I - Pag. 71 a 83

Mecánica de Suelos en la Ing.Práctica - K. Terzaghi, R.B.Peck -Edit. El Ateneo.


Pag. 22 a 32

Traité de Mécanique des Sols - Caquot y Kerisel.

La Ingeniería de Suelos en las Vías Terrestres - A.Rico, H.Del Castillo ;Edit. Limusa.
Tomo I - Pag. 27 a 31

Engineering Properties of Soils and Rocks - F. G. Bell -Edit. Whitstable.

Ingeniería de Carreteras - P.H.Wright -Edit. Limusa. Pag. 509 a 512

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