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EL GRAN RÍO
Esta es una fábula nacida con el hombre: extraña y verdadera. Habla de una
maravillosa nación recorrida completamente por un gran río secreto. Cada región,
cada zona de esta extraña nación es muy importante, pero el gran río es el más
importante; el maravilloso gran río que con caminos diferentes, canales,
riachuelos y ramificaciones infinitas recorre cada zona, atraviesa cada pueblito,
alimenta hasta al campo más pequeño. No solo eso, sino que alimenta a la gran
nación y hace posible cualquier forma de vida; crea vías de comunicación y
transporta deshechos manteniendo sana a la nación, en donde todo es armonía y
trabajo.
Pero ¿quién vive en la extraña nación?, ¿cómo es posible mantener tal concordia?,
¿quién la gobierna?, ¿cuáles son las relaciones entre los habitantes y cuál es la
relación entre sus gobiernos?
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EL GRAN RÍO
uno está unido al todo, cada uno está unido al castillo amurallado, donde reside
la presidencia y vienen dadas las órdenes, que se difunden por las sensaciones
con una rapidez vertiginosa. ¿Cuál es esta extraña nación donde reinan concordia,
trabajo y armonía? ¿Cuál es el nombre del gran río que la atraviesa?
¿Quiénes son los extraños habitantes que trabajan día y noche sin pedir nada a
cambio? Son seres minúsculos, invisibles a nuestros ojos, son millones y millones
y todos llevan el mismo nombre: ¡célula!
Las células son los habitantes de esta nación y también son los habitantes de todo
el universo.
¿De qué están hechos cada uno de estos habitantes? En apariencia son
únicamente agua, en secreto lleva la posibilidad de construir todo lo que existe,
incluso la vida misma: desde la roca, o el árbol, el animal. Cuando se termina una
construcción, se pasa a otra. Desde un alga o un protozoo, hasta las complicadas
circunvalaciones de la sede de nuestra presidencia: el cerebro humano.
Esta sustancia es la esencia de la tierra misma y del cosmos entero: es una nada,
rica de una sensibilidad prodigiosa; que puede ser llamada espiritualidad. No se
detiene ante ninguna dificultad: tiene el poder de explorar cualquier ambiente y
de llevar la vida a los lugares más inimaginables. Ha creado todos los medios para
proteger sus conquistas y para darles la posibilidad de continuar perpetuándose.
Para llegar a esta meta se ha servido de dos grandes fuerzas: el egoísmo y el
amor.
De esta forma, el trabajo que parece ser realizado solamente por placer, termina
por serle útil a otros.
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EL GRAN RÍO
casas (las conchas) y con su gran voracidad purificaron las aguas. Los grandes
reptiles de la época Permiana, al final de la era paleozoica, destruyeron enormes
cantidades de vegetales, pero después, su miles y miles de muertes prepararon el
humus para la vegetación. Por lo tanto cada uno, aún sin saberlo y sin quererlo,
trabaja para los demás y nadie puede aislarse.
Aquél que cree que puede hacer las cosas él solo, porque se cree poderoso, será
castigado y abandonado.
Todos los seres dependemos unos de otros. No existen barreras tan altas para
poder aislarlos unos de otros y no existe potencia alguna que esté destinada a
desaparecer, tarde o temprano. Esta es la vida, hecha de alegrías, sufrimientos y
de sacrificios; esto es lo que tenemos que aprender a través de nuestro estudio,
que no es la ley de la destrucción y del odio la que gobierna sino la ley del
equilibrio y del amor.
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EL GRAN RÍO
“Quiero que un día se diga que regalé el don más grande del mundo. ¿Cuál es la
cosa más maravillosa que un hombre pueda desear?”
El consejero respondió:
“No depende de nuestro poder dar a los hombres el don más grande, pues cada
ser vivo posee la cosa más preciada que existe en el mundo: ¡La vida! No hay nada
en esta tierra ni en todo el universo que se pueda comparar a este don
inestimable”
Aquél consejero dijo una gran verdad, ya que toda la vida es algo bellísimo,
comenzando por el simple ser unicelular llegando por último hasta los seres
vivos más complejos y más inteligentes: el hombre es el ser más perfecto de
todos.
Hemos visto que María Montessori compara nuestro organismo con una
maravillosa nación, recorrida por un gran río y habitada por seres extraños: las
células
En nuestro cuerpo, las células nunca viven aisladas. Además, existen muchísimos
tipos de células:
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Aparato digestivo
Aparato muscular
Aparato óseo
Así como los ladrillos, trabes y tejas dan origen a las diferentes partes de una
casa y todos juntos forman la casa; así las células dan origen a los tejidos, los
tejidos a los órganos, los órganos a los sistemas. El conjunto de sistemas forma:
“El organismo humano”.
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MINISTERIO DE TRANSPORTES
a) Aparato locomotor.
b) Aparato circulatorio
1. El esqueleto óseo
2. Las articulaciones
3. Los músculos
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1. Cráneo
2. Caja torácica
3. Costillas
4. Esternón
5. Columna vertebral
6. Caderas
7. Clavícula
8. Escápula
9. Húmero
10. Radio
11. Cubito
12. Carpo
13. Metacarpo
14. Falanges superiores
17. Fémur
18. Tibia
19. Peroné
20. Tarso
21. Metatarso
22. Falanges inferiores
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EL GRAN RÍO
Una palanca es una máquina, un congenio, que permite que una fuerza
(resistencia) sea vencida con la ayuda de otra fuerza (potencia).
Experimentos 2 y 3
1. Los músculos que dependen del sistema nervioso central, o sea del
cerebro, son los músculos estriados y producen los movimientos
voluntarios, por lo que llevan el nombre de músculos voluntarios.
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b) Aparato circulatorio
Es el gran río. Es el sistema de nuestro organismo que lleva a todos los órganos
del cuerpo nuevas sustancias de reemplazo y al mismo tiempo transporta los
deshechos de todos los aparatos.
Está compuesto por el corazón y los vasos sanguíneos. El centro motor de la vida
es el corazón.
Hasta hace pocos siglos, nadie había entendido qué era el corazón, ni cuál fuera
su función. Pensaban que tenía relación con la sangre, pero creían que,
primordialmente, era la sede del valor y de los afectos.
Fue hasta 1628 que Guillermo Harvey explicó cómo se realiza la circulación de la
sangre y, lógicamente, lo tacharon de hereje.
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Las arterias contienen sangre arterial rojo oscuro, rico de oxígeno y sustancias
nutrientes. Las venas contienen sangre venosa de color rojo oscuro, colmada de
anhídrido carbónico y sustancias de deshecho.
El corazón funciona como una bomba que aspira y oprime (ver experimento de
geografía no. 4). El corazón se contrae y oprime, a este movimiento se le llama
sístole; luego se ensancha y aspira, este movimiento se llama diástole.
La circulación es doble:
a) La gran circulación
b) La pequeña circulación
a) Gran circulación.
4. De esta manera, la sangre, empujada siempre por sangre nueva, se difunde por
todas las arterias, que serán cada vez más delgadas, y terminan en vasos
finísimos llamados capilares arteriales.
A través de los capilares arteriales, la sangre cede los nutrientes y recibe los
deshechos que transmite a los capilares venosos.
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5. La sangre venosa, transportada ahora por las venas, llega a la válvula derecha,
que la pasa al ventrículo derecho y comienza la pequeña circulación.
b) Pequeña circulación.
Estas glándulas fueron descubiertas hace poco, pero se sabe que sin ellas el
hombre no podría vivir.
¿Cómo se alimenta el cerebro y de dónde toma oxígeno para nutrir las células de
nuestro cuerpo?
b) La sangre toma los nutrientes del hígado y de los vasos quilíferos por medio de
la digestión: Ministerio de la Alimentación.
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Por el mismo camino, el aire regresa de los pulmones: A este proceso se llama
respiración.
El paso del aire del externo a los pulmones se llama inspiración y se realiza
cuando los pulmones, ayudados del diafragma y de los músculos, se dilatan.
El paso del aire del interno al externo se llama expiración y se realiza cuando los
pulmones se restringen.
Ahora entendemos por qué el Ministerio del aire está representado por un
soplador.
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1. La boca
2. La lengua
3. Los dientes
4. 32 dientes: 8 incisivos, 4 colmillos, 4 premolares y 16 molares
5. El esófago
6. El estómago
7. El intestino
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Cuando el quimo está listo, se abre una nueva puertecilla, llamada píloro y es por
donde el quimo pasa al intestino delgado.
Entonces, vuelve a entrar en contacto con otros jugos gástricos: la bilis producida
por el hígado, el jugo pancreático producido por el páncreas y otros jugos
intestinales que terminan la transformación de los alimentos, y dividen la parte
buena de los deshechos. Ejemplo no. 9
Los deshechos entran en la segunda parte del intestino llamado intestino grueso y
entonces son expulsados por el ano.
La parte buena, que ha sido transformada en líquido, se llama kilo, y está lista
para ser absorbida.
Estos vasos presentan, de tanto en tanto, partes más gruesas llamadas nudos o
glándulas linfáticas.
Los vasos linfáticos sirven como depósito y emiten las sustancias grasas en la
sangre, cuando ésta lo necesita.
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Las células combinan las sustancias con el oxígeno y de este modo se forma la
asimilación, que no es otra cosa que la transformación de los alimentos en
sustancia viviente. Esta transformación es un fenómeno químico, es decir, una
combustión. Ejemplo no. 10.
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1. Los pulmones
2. La piel
3. Los riñones
2. Nuestra piel está llena de glándulas sudoríparas y a través de sus poros emite
el sudor -que es un líquido que se asemeja a la orina- y también anhídrido
carbónico.
Cada uno de los dos riñones posee más de un millón de minúsculos filtros, a
través de los que pasan más o menos cien litros de líquido al día. La parte
purificada regresa a la sangre, la otra es expulsada en forma de orina.
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Con su organización, este aparato nos protege y se esfuerza por mantener sano
nuestro organismo.
Hemos visto que el nutrimento absorbido por la bilis intestinal se divide en dos
partes. Una va al hígado y después al corazón. La otra entra en los vasos
linfáticos. En los vasos linfáticos es en donde se encuentran los soldaditos que
defienden al cuerpo humano. Estos soldaditos son cuerpecillos blancos y se
llaman leucocitos. Los leucocitos van al lugar donde existan microbios y los
destruyen engulléndoselos, absorbiéndolos.
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Hemos dejado para la última parte el sistema más importante, la cuna del
pensamiento humano: el castillo amurallado, sede de la Presidencia de los
Ministros. Nos referimos a la caja craneal con el cerebro y todo el sistema
nervioso que se le conecta.
Este castillo amurallado es la parte del organismo que hace al hombre un ser
diferente de todos los demás seres vivos.
Este sistema, como todos los otros, también está constituido por células, es decir,
tejidos nerviosos:
1. El cerebro une las diferentes partes del organismo humano y coordina las
actividades. No existe función que no sea advertida por este centro superior, que
no sea vigilada y organizada por él continuamente. Las órdenes para todos
nuestros movimientos voluntarios parten del cerebro.
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Son los órganos destinados a recibir los estímulos exteriores y transmitirlos a los
centros nerviosos. Las células de los sentidos están en comunicación con los
nervios sensitivos y éstos pueden llegar hasta la corteza cerebral. El hombre
percibe el estímulo de los sentidos con el cerebro. Ejemplo no. 2
Este sentido se extiende por toda la superficie del cuerpo y en algunas partes
internas. Transmite las siguientes sensaciones:
Roce
Contacto
Presión
Calor
Frío
Dolor
Placer
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Las sensaciones cutáneas pueden sustituir los otros órganos del sentido,
especialmente la vista.
Las papilas dactilares están en comunicación con los nervios que llevan las
diferentes sensaciones al cerebro.
Estas papilas son más numerosas sobre la punta de la lengua y en la yema de los
dedos. Por eso estas partes de nuestro cuerpo son tan sensibles. Ejemplo no. 13
El sentido del olfato tiene su sed en la nariz y está constituido por las células
olfativas. Estas células están inmersas en un líquido llamado moco. Este moco no
debe ser muy abundante, como sucede cuando estamos resfriados, pues entonces
las células no funcionan correctamente.
Las células son alcanzadas por el nervio olfativo, que está en comunicación con el
cerebro.
Las sustancias olorosas tienen que alcanzar las células olfativas bajo la forma de
gas o vapor. Cuando entran en contacto con el moco se disuelven y son recogidas
por las células olfativas, transmitidas al nervio y por consiguiente, al cerebro.
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Este sentido transmite los perfumes, por ejemplo, aquellos que provienen de la
cocina; en este caso el centro olfativo del cerebro advierte al estómago de la
llegada inminente de la comida y el estómago se prepara para digerirlo. Por eso
se nos hace “agua la boca”.
El sentido del olfato transmite también los olores desagradables, sustancias que
pueden ser nocivas para la salud.
El órgano del gusto se encuentra en la boca, muy cerca al órgano del olfato, de
hecho está comunicado con él, ya que las fosas nasales se abren en la faringe, lo
mismo que la cavidad bucal.
La lengua que tiene una superficie rugosa. Observándola con una lupa
podemos ver que está llena de protuberancias minúsculas, casi tres mil. Son
las papilas gustativas que tienen formas diversas. Están en comunicación con
los nervios gustativos que a su vez se comunican con el cerebro.
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El ojo se encuentra en una cavidad del cráneo formada por huesos que
sobresalen, recubiertos en la parte superior, además de la piel, por pelos
llamados cejas.
Otra protección son los párpados, provistos de pestañas, que sirven para detener
sudor y polvo. Las lágrimas mantienen constantemente húmedo y limpio al ojo.
Las lágrimas son un líquido ligeramente salado, producido por las glándulas
lacrimales, situadas sobre el ojo.
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La luz pasa a través de la lente del La luz pasa a través del lente de la
cristalino cámara
Podemos ver la luz del sol y la de los objetos que se queman porque el aire es
transparente y deja pasar la luz y la difunde.
Existen objetos que no dejan pasar la luz porque la absorben. Otros objetos, en
cambio, reflejan la luz; la regresan sin absorberla.
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1. El pabellón auditivo
2. El conducto auditivo
3. La membrana del tímpano
4. La cadena de los huesos yunque, lenticular o martillo y estribo
5. La cóclea, en forma de caracol
6. El nervio auditivo
7. El cerebro (sentido del oído)
8. Trompas de Eustaquio
9. Canales semicirculares
6. El líquido vibra y acaricia al órgano de Corti, que pasa las vibraciones al nervio
auditivo.
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9. Representa los canales semicirculares, que no tienen nada que ver con el
órgano del oído.
Son los órganos del equilibrio. Están llenos de líquido y transmiten al cerebro
estímulos especiales que dan la sensación de equilibrio.
Si tenemos mareos y una sensación de que vamos a caer, entonces los canales
semicirculares tienen una disfunción.
El sentido del oído nos ofrece otro medio para comunicarnos con el mundo
exterior.
Estas ondas son invisibles a nuestros ojos, pero sentimos ruidos y sonidos.
Para tener una idea de cómo se transmiten las ondas podemos realizar el ejemplo
número 22.
Para que estas vibraciones produzcan sonidos perceptibles por nuestro oído,
tienen que llegar a 40 vibraciones por segundo y no sobrepasar las 20,000 por
segundo. Ejemplo número 23.
Para que un sonido se reproduzca hemos visto que tienen que existir vibraciones,
pero es necesario un cuerpo que las transmita. En el vacío en sonido no puede ser
transmitido, como vemos en el ejemplo número 24.
Los gases, los líquidos y los sólidos pueden transmitir los sonidos.
Los sólidos son los que mejor transmiten las vibraciones, seguidos por los
líquidos y por último los gases. Ejemplo número 25.
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