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Somos garrapiñada de estrellas

Esta es la historia de como llegué a habitar entre esa gente irrisoria, esa subespecie tan
tomateada por todos en el cosmos.. sí, los humanos. Decidí materializar un
cuerpo físico en la zona que llaman desierto del Bobi o Gobi.. algo así. Allí, como
todos sabrán, se encuentra en otro plano (y en otro ancho) la Gran Hermandad
Blanca. Esperaba pasar un tiempo adaptándome en ese lugar, tal vez ingiriendo
comida chatarra y viendo pornografía para irme aclimatando. Cierto día me dejé
llevar demasiado por mis actividades masturbatorias y no escuché que alguien se
acercaba a mi habitáculo. Ashtar Sheran me agarró cacheteando el ganso. Me miró y
me dijo “Rajá de acá, payaso intergaláctico”. Me fui dichoso, pues esto era un gran
comienzo. ¡Qué forma más humana de arrancar mi aventura que decepcionándome
a mí mismo y a los que confiaban en mí! Viví entre estos desdichados seres unos
cuantos siglos. Bah, unos 50 años los pasé en el Caribe con un rebaño de ballenas.
Pero no gambetiemos de mi punto. Llegué a conocer al homo sapiens sapiens a fondo.
Pude conocer sus propósitos, sus motivaciones, sus anhelos, sus miedos y esa titilante luz
eterna que lleva dentro de sí y tanto le cuesta manifestar. Los humanos son capaces de los
hechos más aberrantes y espantosos así como de los más sublimes y puros. Antes temía
por estos bebuchos, pero ahora sé que todas mis estadísticas, mis cálculos zomboidales y
mis predicciones horangélicas estaban erradas.
Como siempre pasa en esta Creación, la luz triunfará finalmente entre estos -por el
momento- ñatos de corazón. Pero ha llegado la hora de irme, he de eyectarme de
este cochino mundillo del que me he encariñado tanto. Me pueden encontrar en la
galaxia de Órvonton donde me dedicaré a germinar estrellas y a desintegrar reptilianos.
Encuentro cercano con 3 tipos

Llegamos al Uritorco finalmente. Armamos las carpas y salimos a caminar. Habremos


andado durante media hora cuando sucedió algo que cambió para siempre mi vida.
Redepronto unas nubes bajas nos rodearon por completo, no se podía ver nada.
Empecé a sentirme mareado y perdí el conocimiento. Lo próximo que recuerdo es
estar sentado en un lugar extraño, algo me decía que estaba adentro de la montaña.
Al frente mío había tres seres muy parecidos, altos con el pelo largo y rubio, de ojos
celestes, llevaban un traje sin costuras de color azul. El del medio comenzó a hablar:
“Mi nombre es Álanthar, soy uno de los veedores asignados para este planeta de
cuarta. Mirá nene, este mensaje después escribilo, compartilo, no sé, hacé lo que
puedas para que le llegue a la mayor cantidad de gente, vos verás. El tema es el
siguiente. Tienen que hacer algo ya, esto está pero como el orto, disculpame la
expresión, pero no hay otra forma de decirlo. O sea, ¿hasta cuándo, hermano? Se
vienen matando desde el paleolítico por motivos tan elevados como quien es dueño
de un pedazo de carne. En el neolítico por quien es dueño de un pedazo de tierra y
de ahí para adelante porque el otro piensa distinto o algún otro ridículo motivo. Ya
estaríamos estando con ese comportamiento che. No te pido que me tengan lista
una sociedad utópica de acá a 100 años, pero dejen de matarse por un rato por
diooo. ¿Qué carajos les pasa? Hace más o menos 300.000 años que existen como
especie y siguen en la misma. ¡¿HASTA CUÁNDOOOO?! ¡¿PERO HASTA CUÁNDOOO
VAN A SEGUIR ASÍ?! Perdoname, me cuesta contenerme, pero es que este tema ya
se me está haciendo pesado. No puede ser, es una vergüenza esto. Mirá como
quedó Marte, palmaron todos, se hicieron pingo entre ellos. Un desperdicio. No
hagan lo mismo ustedes, les tenemos fe no sé ni por qué ya. Este tema de la no
intervención directa nos pone las cosas muy difíciles. Que más querría yo que
agarrar mi nave y materializarme simultáneamente en las 10 capitales más
importantes del mundo. Bajarme de ella y decirle a la humanidad: “No están solos
en el multiverso, bla bla bla”. Pero no, macho, la cosa no es así. Ustedes solitos tienen que
encontrar la forma de salir adelante, sino no tiene chiste. Sería como que un padre le haga
la tarea a su hijo. No tiene sentido así. Ahora te vamos a devolver a tu plano. Andá nomás y
ojalá que algunos te den pelota.”
Más o menos eso fue lo que me dijo el individuo pandimensional ese. Así que ya
saben, que se yo, tratemos de no ser tan soretes entre nosotros.
Lo de Roswell fue a propósito

Me encontraba piloteando (y pelotudeando) con mi nave cuando redepente vi algo


llamativo. Era un grupo de terráqueos agarrándose a las piñas. Se estaban dando para que
tengan y para que guarden. Se estaban tirando con de todo. Mientras esto acontecía
había un grupo de personas que no hacía nada, solamente miraban. Decidí entonces
dejar flotando la nave entre los cumulonimbus, a unos 10 km de altura sobre el lugar
donde se desarrollaba la trifulca. Entonces me teleporté allí donde las habas se cocían.
Adopté la forma más conocida y amigable que usamos por estos lugares: un extraterrestre
de la tipología que corresponde a los “nórdicos” (al que esto le parezca racista, que vaya
a ver como viene la mano en la casuística ufológica). Una vez apersonado en el lugar de los
hechos noté que el sitio donde la piñacera tomaba lugar era un centro de
convenciones. Le pregunté a uno de los observadores el por qué de la conducta
retrógrada-violenta-simiesca de quienes se trompeaban. Me dijeron que era una
batalla entre terraplanistas y gente “normal” (porque bien sabemos que en realidad
están todos medios chapa en el fondo). Yo le contesté un “Ahhhh, mire usted” al
hombre que me explicaba y revoleé mis ojos hacia arriba. Volví a mi nave por el
conocido método de traslación y rotación de moléculas. A bordo de Hakor-Sul, mi fiel y
sintiente vehículo cósmico, tomé una decisión drástica. Con un rayo tractor levanté en
vilo a todos los que se estaban matando a golpes. Tanto a los que pensaban que este
planeta es una esfera, como a los que creían que es algo así como una pizza a la piedra.
Estaban sedados de todas formas, como dormidos. Luego hicimos un viaje que duró
aproximadamente tres sistemas solares. Y luego con calma y sabiduría deposité a
estos pobres humanitos en un planeta acorde a su nivel de estupidez. Cosa de que se
pudieran codear idiotamente con sus pares. Luego me cambié rápido y fui a buscar a mi
compañera que desde hace unos 3000 años está viviendo cerca de la estrella Alnilam.
Me queda un poco lejos, pero siempre en el viaje voy hablando con Hakor. Además a mitad
de camino venden unos panchos con crema de hidrógeno que ni te cuento.
El mensaje de otros mundos

Desperté del viaje en criogenia con un tremendo dolor de cabeza. En parte debe haber
sido porque Hakor-Sul me quiso sorprender con un desayuno sorpresa y se le quemó
todo. Había una humareda hedionda adentro de la nave. Se le quemaron los
huevos y hasta el café con leche, algo que al día de hoy no puedo entender. En fin, salí
de la cápsula y me dirigí al centro de mandos. Sí, efectivamente ya nos encontrábamos
en el nauseabundo planeta llamado “Tierra” por sus desgraciados y alterados
habitantes. Iniciamos nuestro descenso en el territorio de Estados Unidos, pero se
dieron cuenta de nuestra presencia y nos empezaron a revolear con todo. Nuestra idea
era ir al Monte Shasta a ver como venían nuestros hermanos del cosmos ahí. Pero se
complicaba el asunto si teníamos que estar esquivando drones y misiles. Así que
cambiamos de rumbo hacia otro país, Argentina. En el camino le tiramos comida a una
manada de delfines, que nos agradecieron con elaboradas piruetas y saltimbancos
oceánicos. Que criaturas más churumbelas. Finalmente arribamos a Erks, el enclave
intraterreno que desde otra dimensión guía a la humanidad, o hace lo que puede al menos.
Allí, apenas apersonarnos en la ciudad etérica nos comimos una hamburguesa de helio
acompañada con lluvia de papas de magnesio. Estábamos ya cagados de hambre
claramente. El resto de mi tripulación eran unas siete entidades ultradimensionales como
yo. Pero de ellos no diré ni sus nombres ni nada.. porque ¿que te importa eh? Metete en
tus asuntos. Ah re ortiva ese Álanthar. Pero bueno, dejemos de hablar de mí. La cosa es que
en Erks cada navegante de Hakor-sul se fue a hacer la suya. Yo, particularmente, me fui a
jugar al ping pong con un amigo que es de Alfa Centauri. Y bueno, sí, no hay nada
trascendente para contar hoy; la vida de los seres de luz que ya no tenemos que volver a
encarnar en un cuerpo físico es así. La pasamos bomba, man. Lo único que hice ese día fue
tipo 3 de la mañana salir a hacer circunvoluciones por el aire en forma de esfera de luz. Eso
era para que alguien de la ciudad de los terrestres de Capilla del Monte me viera y se les
eleve un toque la consciencia. Son bastante cabeza dura los humanos, pero de a poquito
van aprendiendo.
Whitley Strieber no existís

Mi nombre es Roberto Gambrulo, tengo 57 años y voy a contarles un hecho que sucedió hace
tiempo y cambió para siempre mi vida.
Era el año 1983. En esa época estaba viviendo solo en la Pampa, en un pueblo llamado
Caleufú. Me encontraba durmiendo en mi casa, cuando alrededor de las 3 de la mañana me
despertó una intensa luz que entraba por las ventanas. No podía ver prácticamente nada por la
potencia que tenía y se escuchaba un fuerte zumbido. De repente aparecieron tres figuras en mi
habitación, solo podía distinguir sus siluetas. Tenían alrededor de 1,20 metros. Eran delgados y con
enormes cabezas. Uno de ellos se acercó más que los otros y de repente me di cuenta que no me
podía mover. Estaba paralizado y el pánico se apoderó de mí. La criatura se puso tan cerca mío que
pude ver claramente su rostro: tenía dos grandes ojos totalmente negros con forma de almendra,
por nariz apenas dos pequeños orificios y la boca era una diminuta línea horizontal. Después me
enteré que este es el típico aspecto de una clase de extraterrestres a la que se denomina “grises”.
Este ser agarró uno de mis brazos y me pinchó con una aguja. Yo les pedía mentalmente que por
favor se vayan, pero si podían percibir mis pensamientos no parecía importarles en lo más mínimo.
Luego los otros dos que estaban más lejos comenzaron a aproximarse. Vi que cada uno tenía en
sus manos unos horribles instrumentos metálicos que parecían hechos para cortar o algo así. Ante
mi horror me di cuenta que entre los tres estaban rotando mi cuerpo, dejándome boca abajo.
Luego me bajaron los calzoncillos. Y en el momento que sentí que estaban empezando a introducir
uno de esos aparatos en mi ano, sucedió lo increíble dentro de lo increíble. Una luz multicolor que
no cesaba de cambiar se superpuso a la luz blanca que había antes, al mismo tiempo que se
empezó a escuchar una música. Después pude identificar el tema, era “Modern Talking ft. Eric
Singleton - You Are Not Alone”. Inmediatamente los humanoides pararon con su procedimiento de
invadir mi cola. Me pareció que ahora ellos estaban asustados. De repente hubo un fogonazo de
luz dorada y apareció otro visitante del cosmos en mi cuarto.
Pero este era igual a un ser humano. Muy bello, de unos 2,50 metros de alto, rubio con pelo hasta
los hombros y de ojos celestes. Vestía un overall ajustado de color azul. Me miró, sonrió y me hizo
el conocido gesto del pulgar hacia arriba. De pronto los miro a los grises y gritó muy enojado
“Siempre haciendo las mismas porquerías ustedes.. ¿cuándo van a aprender a respetar un poco,
che? ¡Fuera, bichos de mierda! ¡Fuiira!”. Acto seguido le metió un patadón al humanoide que tenía
más cerca, con lo que el desdichado voló unos metros hasta darse con la pared. Se levantó
costosamente y los tres salieron corriendo por la puerta. Luego se escuchó un potente ruido y la
luz blanca desapareció, quedando solo la multicolor de la nave del extraterrestre heroico. Ahora se
escuchaba de fondo “Laïka - Vitalic”. El benévolo ser hizo un gesto con la mano y recuperé la
movilidad. Le agradecí por salvarme de esos engendros. Entonces él me dijo: “Soy Álanthar, uno de
los tantos seres que trabaja sirviendo al plan del Creador. Nunca olvides que donde está tu
corazón, está tu fuerza. Hay una chispa del Hacedor en todos nosotros. Algún día también podrás
volar por los cielos como yo, mientras escuchas altas playlists y le brindas luz a los seres menos
evolucionados que tú. Pero para eso falta aún. Primero tienes que superar los aprendizajes del
plano en el que te encuentras. Hasta siempre Roberto. Y recuerda: haz el bien sin mirar a quién”
Poca gente ha creído mi testimonio. Pero eso no me importa, yo lo viví y sé que es verdad. A veces
cuando ando medio mal, me pongo a contemplar las estrellas. Y casi siempre en esas
oportunidades veo una luz que se mueve alocadamente en el firmamento. Sé que es Álanthar que
me hace saber que me sigue acompañando, lejos pero a la vez muy cerca.
Ese “missing time” no te lo robo

Muchos ya me conocerán por mis có(s)micas aventuras, otros no... ellos se lo pierden.
Ahora bien, dejo esta grabación con la esperanza de que alguien la escuche si todo
sale como el toor. Me encuentro en el planeta Xlodron, mi misión a dado con el traste.
No estoy seguro si así es la frase, pero lo que quiero decir es que las cosas han salido
mal.. y puede que empeoren. No quisiera sonar como un ingrato infeliz, pero adjudico
la culpa de esto al desempeño de mi nave Hakor-Sul. La cual ya me tiene un tanto
cansado con sus payasadas. Lo cierto es que mi misión era venir a este lugar a destruir
bases de los grises. El plan era entrar a la atmósfera del planeta sin ser detectado,
plantar bombas cuánticas en ciertos puntos estratégicos y luego darme a la fuga.
Cobarde pero heroicamente. Para desgracia mía, a Hakor se le ocurrió que ser vistos
era una buena idea. Eso según una lógica que solo puedo calificar como estúpida. Así
que sin mi permiso, desactivó los dispositivos de camuflaje. Instantáneamente nos
empezaron a dar. Pude esquivar algunas de las primeras descargas de energía, pero
nos terminaron reventando. Por suerte -y porque calculan como su vieja- creyeron que
nos habían “matado”. Aproveché la confusión para propinar múltiples piñas a
Hakor-Sul, pues convengamos que se lo merecía. Una vez que pude calmarme, tuve claro
que nuestra única esperanza era permanecer escuendidos. Eran demasiados grises
esta vez para la milenaria técnica de las patadas. Y mi vara de anulación que lanza
antimateria estaba siendo masticada por un integrante de la fauna local. Al tercer día de
emitir una señal de auxilio, una flota de naves pleyadianas acudió a rescatarme. Me vi
tentado de abandonar a mi nave para que termine su ridícula existencia agonizando en
este horrible planeta. Pero, para mi pesar, no pude hacerlo. Muchos recuerdos
tragicómicos me unen a ella. Cuando se recupere mi dignidad, volveré y acribillaré a
estos muñecoides. Ojalá la próxima me salga bien, que sé yo.
Todo por los demás

Los Hermanos Mayores interdimensionales de planos de existencia más elevados no


necesitan dormir. Simplemente descansan el equivalente a una hora y media
nuestra, luego siguen sirviendo. Su vida es eterno servicio. Pero que leendo ¿no?
Bueno, resulta que este día en particular, Álanthar (nuestro amigo intergaláctico de
confianza), se acababa de levantar. Hakor-sul, le estaba sacando charla. Pero Álanthar le
pidió que no le rompiese las bol.. que por un rato lo dejara pensar tranquilo. Pues algo lo
tenía preocupado (en realidad no es así, porque cuando uno ya anda por la quinta
dimensión no es que te preocupe absolutamente nada, pero bueno.. de alguna
forma hay que escribir esto). Lo que le daba vueltas en su fotónico cerebro con un
coeficiente intelectual de 300.000 era este temita de los seres humanos.
Álanthar pensaba: “Pedórrilas criaturas.. ¿cuándo lo comprenderán? ¿Es que acaso les es
tan difícil darse cuenta? Vienen por el mismo camino hace miles y miles años. Arrancaron
a cultivar cereales y vivir sedentariamente, creíamos que eso era una buena señal. Pero no.
Siempre mata que te mata. Y ni quiero pensar en todas las otras cosas que hacen, por dioo.
Qué gente de cuarta. Les tengo tanto cariño, pero son tan bobios.. En fin, he de irme
a laburar”. Y entonces con su mente puso a andar su nave. Aceleraron de 0 a 37000
kilometros por segundo y ya después a velocidades no trasladables a valores
numéricos. Álanthar apareció en los cielos cercanos a los círculos de las cosechas en
Inglaterra. Eso en forma de merkabah de luz que hacía trazos en el firmamento. Luego hizo
lo mismo en Hessdalen y Montserrat. Por último lo hizo en el Uritorco dónde realizó un
triple clavado pleyadiano al finalizar su performance celestial y los maestros de la ciudad de
Erks le dieron un 7.77 de puntaje. “Soy tan feliz, que lindo se siente ya no tener que ser de
vuelta un humano” pensó Álanthar mientras le chocaba los 5 a otro ser de luz.
Pleyadianos eran los de antes

“Álanthar, sé que esta misión que te encomiendo es un cogornio, pero sólo tú puedes con ella.”
Esas fueron las palabras que me dirigió el comandante de la nave nodriza a la que respondo desde
hace 1000 años. El nombre de mi superior es Sharhim y hace honor a él (ah cualquiera). La cosa es
que yo le dije: “Cero drama, bro. Para eso estamos acá”. A lo que él me respondió: “No seas un
ordinario intergaláctico y dirígete a mí de manera respetuosa”. No, mentira nada de eso pasó. Lo
que sí pasó es lo de que me encomendó una difícil misión. Ir a destruir la base de los grises del
planeta Xlodron. A la cual ya había intentado reducir a cenizas ónticas en una misión anterior, pero
en esa oportunidad todo salió como el sorcho. Mientras ultimábamos detalles de lo que sería el
plan para llevar a cabo mi epopéyica campaña, se acercó a nosotros un personaje por todos
conocidos en la nave. Se trataba de Vissaeus, un ser solar de inigualables capacidades científicas y
creativas. Se aproximó levitando rodeado de un halo de luz dorada y me dijo: “Álanthar, debes
empezarte a peinar raya al medio” Re que no fue eso lo que dijo. Me dijo: “Álanthar, sé de la
importante labor que realizas desde hace eones combatiendo reptilianos, grises y demás bichas
chotísimas que habitan el multiverso. Por eso te he fabricado esta nueva arma. Tienes que
posicionar el magneto heptadimensional en la zona de tu corazón. Cada vez que rías, sientas amor
o paz; se cargará energía en esta escopeta electromagnético-causal. Y de esa forma cuando te
encuentres en batalla, al apretar el gatillo, saldrá un bolo de plasma cargado con energías de alta
vibración. Este tipo de energías sintetizadas a partir de emociones purísimamente puras, son
terriblemente destructivas para seres de planos oscuros.” Con ese impresionante artilugio me
encaminé a abordar mi fiel y palúrdica nave, Hakor-Sul. Estuvimos un rato chacoteando y
poniéndonos al día, luego le conté lo que teníamos que hacer. Se mostró un tanto reacia, porque la
última vez que intentamos destruir ese lugar casi nos la dan. Le prometí que al terminar con esta
bélica faena sideral, iríamos a ver las guarderías de estrellas en Orión (de paso yo visito a mi novia
que vive allá). A lo que Hakor accedió. Me subí, pusimos el campo iónico a funcionar a 528 hertz y
aparecimos instantáneamente en Xlodron. Como ocurre en los viajes espaciotemporales, a
nosotros nos pareció que duró 3 horas. En ese rato recordamos pasadas aventuras con mi nave y
nos embambilamos de la risa. Así fue que cuando llegamos al planeta, mi arma anidimensional
estaba con una carga de una potencia que no daba más. Me multipliqué taquiónicamente en 44
bases de los nefastos grises al mismo tiempo. Allí los recagué a escopetazos, no quedando ni tan
sólo uno de ellos. Pero hubo una base en la que no cesaban de aparecer estas mochufas criaturas.
Por lo que replegué mis 44 dobles etéricos en mi verdadero yo, el Álanthar original digamos. Y
seguía mata que te mata grises. El último que quedaba, apretó un comando antes de que yo lo
escopeteara. Y como consecuencia de su vil actuar, vi como una puerta enorme comenzaba
abrirse. Lo que salió de ahí era un gigantesco reptiliano de 4 metros de alto, de la casta draconiana.
Hediondo ente sin duda: tanto por su maldad, como por su olor a huevas podridas. Le pegué varios
tiros, pero no parecían hacerle nada. Se me había acabado la carga y no se me ocurría que hacer. El
bicharrancio se avalanzó sobre mí y yo ya me veía siendo despedazado por esta horrípida criatura.
En eso Hakor-Sul, arrojó una descarga láser a las patas de la bestia, haciéndola trompezar. Cayó de
bruces, dando su cara contra el piso. Tuve una súbita revelación y materializando mi espada de luz
crística, le revané la cabeza. Abracé a Hakor y agradecimos al Creador por tal hazaña intergaláctica.
En la nave madre nos recibieron con dicha, cháchara y dicharacherismos.
Esto es así, los buenos siempre ganamos.
Palabras de Álanthar, de la estrella Alcyone, en el Congreso anual de la
Confederación Galáctica Nº 337451

“Y qué decir del hombre, grotesca criatura si las hay. Desde sus comienzos demuestra
ser un verdadero pelmazo para sí mismo y todas las desdichadas bichas del planeta que
mora. Pero al mismo tiempo su situación genera lástima: ha sido arrojado a la existencia
sin más, improvisadamente se diría. Como si de un amargo chiste se tratara, su
propia esencia parece carecer de sentido. El mismo intelecto que lo hace destacarse
entre los animales, es el que le genera las lamentables conductas demenciales y
autodestructivas que lo caracterizan. En los últimos 13.000 años, donde
supuestamente alcanzó el clímax de su desarrollo, solo ha derrapado de la manera
mas aberrante. Hace poco tiempo, ciertos jefes de estado, han logrado desencadenar una
Tercera Guerra Mundial con la excusa de una violación de los derechos de una telenovela
méxicana. Esto es solo un triste detalle que se suma a la interminable lista de hechos
paparruchísticos que caracterizan a esta especie. Ya todos saben muy bien de su repetitiva
costumbre de generar genocidios, destruir la naturaleza y demás actividades que no es
necesario detallar. Mi propuesta es darles a estos deplorables seres unos 1000 años más.
Si en ese lapso de tiempo no rectifican su caminar, será necesario dirigir nuevamente un
asteroide hacia su planeta. Como sabrán esto ya se ha hecho en el pasado para corregir el
caso de los dinosaurios y los atlantes (que sucumbieron tras descubrir la fabricación de los
embutidos). Sin más, dejo el estrado con unas últimas palabras: propongo que se le
quite la tutela de la Tierra a los reptilianos. Se han hecho auditorías sobre su manejo
del presupuesto y hay fuertes evidencias que han estado desviando fondos hacia un
infierno fiscal en Zeta Reticuli. Vergüenza debería darles, sabandijas del inframundo”
¡Hola! Si bien este material de mi autoría es de género humorístico, está basado en
investigaciones sobre ufología que llevo a cabo desde hace aproximadamente 15 años.
Muchos de los términos que usé provienen de casos documentados, libros sobre el tema,
etc. Por ejemplo, si buscan quien es “Sharhim” o que pasa en Hessdalen van a poder
ahondar en los misterios acerca de los visitantes del cosmos.

A continuación comparto información necesaria para comprender más a fondo estos


escritos. Ellos contienen verdades que de a poco están siendo difundidas más claramente a
la humanidad. Citaré personalidades destacadas de quiénes leí obras literarias, vi
conferencias o adquirí datos. Todos los nombrados son relevantes dentro del estudio del
fenómeno extraterrestre.

Científicos: Jacques Vallee, Allen Hynek, Edgar Mitchell, Carl Sagan, Norman Bergrun, Erling
Strand, Stanton Friedman, Steven Greer.
Militares: Philip James Corso, Robert Orel Dean, Donald Keyhoe, Paul Hellyer, Luis Elizondo,
Clifford Stone.
Periodistas: Richard M. Dolan, John Keel, Linda Moulton Howe, Josep Guijarro, Andreas
Faber-Kaiser, Fabio Zerpa, Gustavo Fernández.
Contactados: Ángel María Tonna, Ángel Cristo Acoglanis, Benjamín Solari Parravicini,
Edgardo Marranti, Eugenio Siragusa, Sixto Paz Wells, Woodrow Derenberger, Luis José
Grífol, Enrique Castillo Rincón.
Abducidos: Betty y Barney Hill, Travis Walton, Juan Pérez, Antônio Villas Boas, Robert
Llimós.

Ya se está dando en nuestro planeta el proceso de revelación de una realidad que acompaña al ser humano
desde sus orígenes.

Enrique Barrios, el Principito y Moebius tenían razón... no digan que no les avisé

“Desde el principio de los tiempos vienen de los Cielos, son voceros de la eternidad.
Heraldos de la Luz que buscan despertar al hombre de su letargo.
Allí, brillando entre las estrellas, nos contemplan en paz los Mensajeros Celestiales”

Leandro Ángel Sahade

25/01/2023
Psicografías de Benjamín Solari Parravicini

"Ante las constantes visitas de navieros extraterrestres, Razas extraterrenas regresarán a la Tierra.
la ciencia negará, luego dudará, y por fin dirá: Ellas ocuparán ciudades subterráneas que de
¡Verdad! Verdad es, y nuestra sapiencia ha quedado atrás. ellas fueron, y aún habitadas por sus naturales
¡Siglos nos vigilan y contemplan!". - 1940 aclimatados. Bajarán para restablecer costumbres
que fueran superiores a las nuestras, hoy
desaparecidas. Se manifestarán en forma telepática.
¡Será en el 2000! - 1959

"El Naviero Astral azul demostrará la existencia de Dios con Aparecerán volando las alturas círculos de luces,
arduo empeño, pues el hombre le habrá olvidado por el oro. trayendo seres extraños de otros planetas.
En presencia real, el Naviero hablará en forma telepática del Sí, sí, serán los que vinieron a poblar la tierra, se dirá,
grande Universo, de planetas y hombres superiores, de y se dirá bien. ¡Sí!, los que se llamaron ángeles
civilizaciones asombrantes y dirá: "¡Todo es obra de Dios!". en el Antiguo Testamento, o la voz de Jehová, serán.
El Naviero con empeño recalcará: "Todo es obra de Dios", Y de nuevo se les verá y se les verá y se les escuchará.
como tú lo eres, hombre Terreno. Abandona ya el "fetichismo", - 1938
el afán de nuevos dioses, de nuevos conductores y de religiones
nuevas; pues no serán. ¡Aprende a ser de Dios... y serás!" - 1960

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