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MENSAJEROS DE LA GRAN LOGIA PLANETARIA

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CARTAS DISCIPULARES
Djwhal Khul
CARTAS DISCIPULARES A FRANCISCO BRUALLA
(1938-1948)
DJWHAL KHUL
I. A. P.

Junio de 1938
Hermano de antaño:

Desde 1917 he observado su progreso y trabajo. Esto le indicará cuán


despacio trabajamos quienes tratamos de ayudar y guiar a nuestros discípulos.
Pero los discípulos se desarrollan solos, palpando su camino y descubriendo su
propia línea particular de acercamiento al centro de donde surge la luz,
respondiendo firmemente, en la soledad, al llamado del deber y del servicio.

Sin embargo, ha llegado el momento en que puede trabajar con visión más
clara, en estrecha colaboración con y desde el Centro interno, y no por sí solo.
Se ha convertido ahora en parte de mi grupo de discípulos, y este conjunto
seleccionado de hermanos, permanece a su lado; también yo trato
definidamente de darme a conocer y de acercarme en forma servicial y
comprensiva. Mi ashrama y todos los que están afiliados al mismo, van
vinculándose más estrechamente y forman esotéricamente un grupo.

Debe comprender que al realizar juntos este trabajo, lo hacemos con


abierta y total franqueza, sin ocultar nada. Se sacarán a luz los éxitos, los
fracasos y las debilidades, y los consideraremos juntos en la clara luz
proveniente del Centro. Tal es el método de los grupos de la nueva era.
Nuestra meta es obtener el máximo impersonalismo imparcial, pues tal
actitud nos libera para prestar un servicio más profundo.

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Me comunico con usted hermano mío, como si fuera un trabajador
entrenado, que ha comprobado su disposición y capacidad de servir y de
sacrificarse por sus semejantes. Nuestro objetivo es actuar como grupo
consagrado a prestar un servicio unido, donde quedan sumergidas todas las
personalidades y sólo la luz del alma resplandece. De esa luz le llegará la luz
para resolver sus problemas, tanto los individuales como los que surjan en
conexión con el grupo o con el campo elegido para su servicio. Sin embargo,
quiero llamarle la atención únicamente sobre dos cosas:

Primero, a medida que trabaja, sirve y lucha por entrenarse, debe


exteriorizarse hacia otros más decididamente, ofreciéndoles la oportunidad de
servir y ayudar en el trabajo que usted está tratando de llevar a cabo, no
importa cuán inexpertos sean ni de cuántos defectos adolezcan. Reflexione
sobre esto y procure trabajar a nuestra manera; nosotros, los instructores y
guías del aspecto interno lo hacemos siempre así. Le hemos ofrecido la
oportunidad y usted debe ofrecerla a otros.

Segundo, no debe sentirse oprimido ni angustiado por el peso de la


ignorancia y la falta de desarrollo de la masa que ve a su alrededor. La
atmósfera psíquica de los países en los que actúa es peculiar y muy difícil para
los discípulos que trabajan con nosotros, los colaboradores de la Gran Logia
Blanca. Es más fácil para los discípulos que trabajan en conexión con la
Hermandad… (una rama de nuestras actividades). Sin embargo, estos
discípulos no trabajan con los intelectuales, tampoco con los precursores de
la raza, ni con los aspirantes reflexivos. Trabajan con la aspiración espiritual
que se manifiesta como cualidad, en el rebaño, en las masas y no en el
individuo ni con él. Tampoco trabajan con el tipo de personas a las cuales
usted puede llegar. Menciono esto porque conozco muy bien el profundo
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desaliento que puede embargarlo a medida que reacciona a la masiva
impresión psíquica. Libérese de ello teniendo la seguridad de que la Gran
Logia Blanca trabaja para los aspirantes, y la Hermandad… lo hace para las
masas ignorantes y analfabetas. Es un solo trabajo que fue delegado a
distintos grupos, los cuales actúan en la más estrecha asociación posible.

No le asignaré ningún trabajo especial, porque su tiempo está plenamente


dedicado a prestar servicio.

Enero de 1940
Hermano mío:
Creo que su mayor peligro en la actualidad reside en el espejismo derivado
de su soledad. Hay ciertos espejismos que surgen como resultado de una vida
espiritual interna demasiado cerrada y restringida y de una impuesta
introspección. Por no tener con quien hablar y por estar muy alejado de sus
hermanos espirituales, se encuentra muy solo; su situación es la del que
enseña y da, por eso se encuentra aislado y se ha alejado quizás en forma
indebida, aunque inevitable, desde el ángulo de la personalidad, lo que trae
como resultado la creación de una forma mental poderosa de aspiración,
interpretación y metas y objetivos espirituales. Pero esto constituye hermano
mío, una forma mental que, por muy elevada que sea su naturaleza, puede dar
por resultado un pronunciado espejismo y control alucinante que llegará
hasta hablarle y condicionarlo psicológicamente; debe precaverse de él;
mantenerse alerta; reconocerlo como algo de su propia creación, al cual debe
condicionar y controlar usted y no viceversa. Creo que sabe a qué me refiero.

Libérese de ese espejismo en bien del servicio que tan eficientemente nos
presta. Aprenda a reconocer que el tiempo es corto y que usted, sus
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condiscípulos y también A.A.B., sólo deben hacer lo que es de utilidad para
todos, lo cual ya está en marcha. Iniciar un nuevo esfuerzo, cuando es breve
el tiempo para terminar aquello de lo cual es responsable, puede ser un
espejismo de carácter muy entorpecedor. Le doy las gracias por el servicio
prestado y le pido que siga adelante en las líneas que tan firmemente ha
establecido.

NOTA: Este discípulo lucha todavía, embargado por una gran soledad, en uno de los
países latinos, llevando a cabo el trabajo del Tibetano con mucho éxito.

Agosto de 1940
Hermano de antaño:
No es fácil en la actual hecatombe mundial y su paulatino acercamiento al
hemisferio occidental, para los discípulos del mundo con su sensibilidad poco
común, desentenderse de la condición psíquica general. Sin embargo, la meta
de todo discípulo consagrado y comprometido (como usted lo es, hermano
mío, por propia comprobación –el único testimonio verdadero–) debe ser
adoptar una actitud subjetiva de contacto sin apego –¡paradoja oculta!– y al
mismo tiempo continuar la vida de servicio activo en el plano físico. Éste es
su problema, y deberá enfrentarlo acrecentadamente en el futuro. La
situación actual debe llegar y llegará a todas las naciones, y cada discípulo será
probado y deberá prestar el máximo servicio de que es capaz. Puntualizo esto
a fin de que comprenda el presente y se prepare para el futuro.

Le escribo a usted como alma, no como personalidad, y le pido que estudie


las implicaciones de la actitud que asumo hacia usted. Durante el resto de su

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vida deberá dedicarse intensamente a asegurar el contacto obtenido con el
alma, a entrenar al expectante hombre interno, a fin de captar las
comunicaciones del alma, además de aplicar la voluntad de olvidar todas las
cosas de la personalidad, al satisfacer la necesidad circundante –hasta donde
sea posible– en su propio país y en las naciones aliadas. Quizás le sorprenda
esta declaración pero, cuando termine la guerra, el periodo de reconstrucción
y el establecimiento de rectas relaciones humanas, puede obligar (no digo que
obligará, porque debe tenerse en cuenta el constante factor del libre albedrío)
a cada discípulo a trabajar en lugares donde esfuerzos anteriores, ataduras
kármicas, herencias y tendencias nacionales, determinen su lealtad personal.
Esto también atañe a usted, pero sólo el tiempo dirá si trabajará en estrecha
relación o a la distancia –preferiblemente lo primero, de ser posible–. Le pido
simplemente que recuerde estas posibilidades para evitar conclusiones
fanáticas, y que esté preparado para trabajar donde la oportunidad se le
presente.

Está manejando con correcta actitud y sentido común el espejismo al cual


me referí en mi primera comunicación este año… Lo felicito, y le recuerdo
que el contacto con el alma es siempre universal y de efectos incluyentes,
pero la mente separatista (aun en los niveles del alma) puede establecer
diferencias, encasillando las verdades impartidas en categorías y fuentes de
origen. Las verdades impartidas, la enseñanza y la inspiración, tienen
importancia y creo que va comprendiendo este hecho. Yo, el Maestro D.K.,
miembro de la Jerarquía, le doy enseñanza por intermedio de su propia alma
en los niveles mentales, a veces en el mundo del espejismo y, exotéricamente,
en el plano físico, por intermedio de A.A.B., un discípulo mucho más
avanzado que le trasmite mis ideas. Sin embargo, a través mío y por su
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contacto conmigo (basado en el reconocimiento y el desarrollo de su alma),
se ha relacionado con un mundo de inspiración y percepción espirituales que
usted puede apreciar. Aprópiese de él, hermano mío, y transmita la enseñanza
a aquellos a quienes usted sirve, pero no se preocupe ni se interese por la
fuente u origen de la enseñanza, pues no tiene importancia. No obstante, la
responsabilidad como instructor es suya. El instructor deberá preocuparse de
la necesidad de los educandos y del esclarecimiento de la verdad tal como se
le ha impartido, poniéndola en términos comprensibles, a fin de que no los
desvíe el indebido interés en conocer el origen de la revelación.

Agosto de 1942

1. El discípulo debe aprender a discernir, para lo cual lo ha preparado la


personalidad discriminadora.

2. Gigantescas formas mentales dominan a los hijos de los hombres, hablan


por intermedio de una nación, se enfocan por intermedio de un grupo.
Apóyese en su propia alma.

3. Su campo de servicio fue real, pero antiguos vínculos de servicio deben


ser captados nuevamente. Prepárese.

4. Sensibilidad hacia Quienes guían y saben, quizás indica una interacción


mental. Llegue usted a las “formas mentales” de Ellos. Discierna.

5. Hay un triángulo de fuerza con el cual debe mantenerse en estrecho


contacto: Yo, F. B. y A. A. B. Permanezca cerca.

6. Aprenda a utilizar a otros en su trabajo y entrénelos para que también


puedan servir a sus semejantes. Esto lo puede hacer. Es el mandato de su
alma, pero el rechazo de su per­sonalidad.

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Septiembre de 1943
Hermano mío:
Quizás crea que he guardado silencio y que lo he abandonado. En realidad
no es así. Siempre lo observé, pero poco podía hacer hasta no haber
abandonado por lo menos parcialmente la “intención de aislarse”, con la cual
enfrenta su personalidad constantemente los requerimientos de su alma.
Como alma consciente, está aprendiendo rápidamente a rechazar esta
reacción de la personalidad. La soledad, el aislamiento, el sentimiento de estar
abandonado, la separatividad (basada en la sensibilidad en la mayoría de los
casos) caracteriza al discípulo de primer rayo, hasta que aprende a conservar
su sentido divino de “identificación unificada”, mientras se fusiona al mismo
tiempo con otros discípulos. Esto también lo está aprendiendo.

Ha pasado por una época muy difícil, hermano mío. Se sintonizó con el
sufrimiento del mundo y se dio cuenta que lo hace con creciente y angustiosa
frecuencia. Así se entrenan los hijos de Dios, y se los conduce a la etapa de
los servicios altruistas y espiritualmente orientados.

Quisiera aprovechar esta oportunidad para expresarle mi aprecio (si una


palabra tan inadecuada puede tener algún significado) por el constante e
incansable servicio al Plan que presta incesantemente. Durante años –desde
que retornó por primera vez a España y posteriormente donde reside ahora–
siguió indesviablemente el sendero del incesante y constante servicio. Hizo
contacto con muchos y los ayudó. Sepa que no lo olvidamos. Quisiera que
comprendiera que el trabajo que realiza es planeado por nosotros y su tarea
consiste en ser sensible a nuestra “impresión”. Desarrollar la sensibilidad es
una tarea difícil para la persona de primer rayo. Prefieren permanecer solas y
forjar dentro de sí mismas los planes que consideran adecuados al tipo de
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servicio que tratan de prestar. Pero, actualmente, los discípulos están
aprendiendo que es necesario un plan o esquema fusionado, organizado y
mezclado, de servicio mundial, y que debe ser llevado a cabo un Plan maestro
de la Jerarquía, y a este Plan deben tratar de adecuarse todos los discípulos,
incluso usted.

¿Ha estudiado con cuidado los seis enunciados que le di hace un año?
Quiero llamarle la atención sobre el tercer enunciado; este conjunto de
palabras debería condicionar su planificación en el futuro, en particular la
frase: “Antiguos hilos de planificación deben ser captados nuevamente”.
Comenzó a trabajar para nosotros en otro país. Su principal destino kármico
reside allí, aunque no retorne físicamente o durante un tiempo. El Plan debe
ser servido. Le pediría que se prepare para restablecer el trabajo que comenzó
una vez terminada la guerra en Europa; que se prepare para ubicarse
nuevamente allí si es necesario, y comience a comunicarse con aquellos que
trabajaron anteriormente, tratando de hacer todo contacto posible y en las
líneas espirituales originales. No dije en las líneas originalmente organizadas.

Le pediría que lo hiciera primero en un sentido definidamente personal,


escribiendo cartas amistosas, inquiriendo noticias de las condiciones de
quienes trabajaron con usted como miembros de la Escuela Arcana, los
cuales formarán el núcleo del trabajo espiritual que tratamos de realizar y que
usted puede ayudar grandemente a restablecer.

El trabajo de salvar a Europa, espiritual y psicológicamente, nuestra


principal preocupación, debe ir adelante. Debe mantenerse separado
totalmente de la política y del partidismo; les pido a todos mis trabajadores
consagrados que sigan adelante en esta empresa espiritual. Su vínculo con el
Maestro R. lo ayudará mucho para emprender la acción adecuada en
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colaboración con A.A.B. y F.B.. El triángulo de fuerza así formado, está
fortalecido por el vínculo con mi Hermano R. En lo que a España concierne,
la imagen es la siguiente:

Observará aquí la línea directa de fuerza espiritual descendiendo desde el


Maestro R. por intermedio de D.K., hasta usted con F.B. y A.A.B.,
permaneciendo como agentes protectores en ambos lados. Ellos lo ayudan, y
respaldan todos sus esfuerzos.

Muchas cosas se irán abriendo rápidamente en el campo de la ayuda


europea y, en su lugar y esfera, debe empezar a prepararse para ello. La
demanda espiritual de la humanidad es grande y la necesidad a satisfacer
gigantesca, pero usted posee un equipo adecuado y suficientes vínculos
supervivientes en esa antigua península (donde comenzó su trabajo) para
salvar algunos restos de la Escuela y así reconstituir en ese país un punto
focal espiritual. Por lo tanto, comience a forjar sus planes. Escriba cartas.
Localice a sus estudiantes. Establezca el contacto y, paso a paso, el camino se
abrirá ante usted y se aclarará el trabajo que debe realizar. Cuente con su
fortaleza interna y confíe en sus contactos espirituales internos. No se sienta
inútil ni crea que es incapaz de esta tarea, porque en estos días de angustioso
apremio la urgente ayuda a un discípulo y, por consiguiente, la que éste puede
dar, es grandemente intensificada y acrecentada.
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Le haré personalmente ahora una sugerencia. Al recibir esta instrucción,
¿quisiera dedicar un mes entero a establecer un contacto tan estrecho con su
propia alma, que el amor, el entusiasmo, sabiduría y ciertos reconocimientos
espirituales fundamentales que deben condicionar siempre la vida de un
discípulo aceptado, inunden todo su ser? Día tras día únase con su alma; día
tras día conságrese al trabajo que debe emprender; día tras día trate de
relacionarse más profundamente conmigo, con mi Ashrama y con sus
hermanos de grupo; día tras día analice el servicio prestado hasta la fecha, a la
luz del alma, entonces, hermano mío, con mi ayuda y bendición, avance con
nuestro reconocimiento de que es uno de nuestros haberes espirituales.
Trabaje para llevar la luz del amor y de la orientación espiritual a quienes
usted está llamado a servir –allí donde reside ahora y en el futuro–, en forma
acrecentada, en el lugar donde sirvió anteriormente. Le recuerdo otra vez las
palabras finales del segundo enunciado: Apóyese en su propia alma.

No le asigno ninguna meditación particular. Creo que la meditación grupal


le dará todo lo que necesita en esta línea, y la reflexión sobre la oportunidad
emergente y el planeamiento del trabajo que se recomenzará, bastarán para
darle la debida expresión a su pensamiento y mantener la mente firme en la
luz y la requerida concentración meditativa.

Mis instrucciones se refieren al tema del trabajo, ¿no es así, hermano mío?
Para usted es el tema de la vida. No es preciso decirle que el éxito de la
reorganización venidera y de su esfuerzo espiritual dependerá mayormente de
la profundidad de su enfoque espiritual individual, del estrecho vínculo con
su propia alma y del reconocimiento de su “apego” (hablando técnicamente)
a mi Ashrama. Éstos son el abecé de su relación conmigo, como discípulo
aceptado.
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Cuando el curso de la acción externa a seguir le parezca más claro y el
camino se abra para reasumir el trabajo anteriormente comenzado, debe, por
lo tanto, hacer dos cosas. Resumiendo:

1. Profundice el contenido de su propia vida espiritual interna mediante la


diaria reflexión madura y profunda, efectuada en todos los niveles mentales y
en todos los intervalos en su vida de servicio y trabajo cotidianos. Esfuércese
por sentir la nota o vibración del Ashrama y por establecer un vínculo más
estrecho con sus hermanos de grupo. Ellos lo aprecian y deben también
cumplir su parte.

2. Forje sus planes para una creciente actividad en la Escuela y concéntrese


también sobre el trabajo de Triángulos. Prepárese definidamente para el
futuro y busque también a quienes pueden ayudarlo en su trabajo planeado.

El futuro que tienen por delante mis trabajadores es de gran actividad, y el


trabajo que deben realizar emanará de mi Ashrama. Los planes están
delineados y el trabajo asignado fue planteado con claridad. Recibo mis
instrucciones de un “comité conjunto” de guías espirituales que están detrás
de la escena mundial; Ellos son los Miembros más antiguos de la Jerarquía y
trabajan guiados por Cristo. Toman Sus decisiones después de la debida
consulta con los trabajadores más antiguos, así como yo –Maestros e
iniciados que recibieron la tercera iniciación–. De esta manera, el trabajo se
fusiona y mezcla y toda la Jerarquía, en un momento de crisis como el actual,
entra en una actividad unificada. Desde ese punto de intención enfocada,
cada uno lleva a cabo el Plan por intermedio de Su Ashrama, y así el trabajo
hace impacto en el mundo externo.

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Le explico esto, porque usted se está preparando para ser un miembro más
íntimo en el “Círculo del Ashrama” que protege el corazón de la vida
jerárquica.

Con valor y determinación siga adelante, mi hermano y amigo, en el


Camino Iluminado.

Noviembre de 1944
Mi compañero y hermano:
Ambos apelativos son sinceros e intencionados. En este momento enfrenta
cambios. Por eso no debe determinar dónde trabajará, sino que deberá
determinar si ha llegado al máximo de su desarrollada vida de servicio y, por
lo tanto, no puede seguir adelante, o si posee todavía esa fuente de interés y
anhelos internos que le permitirán avanzar y penetrar más en la vida del
espíritu. Tal es la decisión que con frecuencia enfrenta el discípulo que se
acerca a los setenta años de la empresa humana, a la cual ha llegado usted. Lo
difícil reside en el hecho de que, fundamentalmente, cualquiera de las
decisiones es correcta. Sin embargo, muy pocos enfrentan consciente o
inteligentemente la decisión, o después de tomarla no se atienen a la misma.
Desde el punto de vista del aspirante común, la elección es relativamente sin
importancia, porque la ecuación tiempo no tiene valor en esta etapa; unos
años más o menos nada son en la eternidad para la reacción del alma. Por lo
tanto, la decisión de descansar, de aferrarse a la etapa alcanzada y abstenerse
de seguir luchando, no es criticable. Recuerde esto.

Desde el punto de vista del discípulo aceptado, como usted lo es, quizás
puede haber algo más en la decisión de lo que parece a primera vista. Podría
serles de utilidad, para usted y todos los que puedan leer después estas
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instrucciones, si me detuviera un momento sobre el inevitable problema del
discípulo activo, el problema del hombre que ha llegado a su edad. ¿Deberá
descansar sobre sus laureles –y usted ha conquistado laureles, hermano mío,
como señalé en mi última instrucción– o deberá –empleando una frase
bíblica– “ceñir sus lomos” nuevamente y avanzar con renovado ímpetu e ir
hacia una cima más elevada de realización? ¿ Deberá demostrar el poder de la
séptima ola que lo llevará adelante y más adentro en la playa donde se expresa
la vida, o la fuerte corriente subterránea de la fragilidad humana común lo
retendrá, evitando que inicie un renovado esfuerzo?

Las razones por las cuales un discípulo debe por lo menos tratar de no
relajarse indebidamente y arremeter adelante a pesar de la fatiga (la fatiga de
años de vida) y del creciente “crujir” del mecanismo humano y la inevitable
tendencia hacia el constante servicio y contacto con los demás, podrían ser
enumeradas de la manera siguiente:

1. Debe esforzarse por continuar el mismo ritmo de servicio y de vida


fructífera cuando –libre del cuerpo físico– se encuentre en el más allá. No
debe haber interrupción en ese servicio.

2. Debe esforzarse, hasta donde sea posible, por mantener la continuidad


de su conciencia como discípulo activo, sin permitir interrupción alguna entre
su actual punto de tensión y el que sobreviene después de la experiencia de la
muerte.

3. Debe esforzarse por cerrar el episodio de la experiencia de esta vida, a


fin de evidenciar que es miembro de un Ashrama; no debe permitir
interrupción alguna en la relación establecida ni que cese la afluencia de la
vida ashrámica a través del discípulo, al mundo de los hombres. Esta

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actividad no es fácil debido al natural y normal deterioro del vehículo físico a
medida que envejece, lo cual requiere una concentración definida del esfuerzo,
acrecentando así la tensión en la que vive siempre un discípulo.

4. Para cualquier discípulo en mi Ashrama, el problema en este momento


de crisis mundial es particularmente urgente, por las siguientes razones:

a. El principal Ashrama afiliado al del Maestro K.H. es el mío. A El, mi


Maestro (como yo lo soy para usted), se Le recomendó la tarea, en gran escala,
de la educación mundial sobre nuevas líneas. Por intermedio de mi Ashrama,
que trabaja bajo la inspiración del Ashrama de K.H., se divulgará una nueva
presentación esotérica de la verdad. El trabajo que realicé –mediante mis
libros y la enseñanza que usted ha tratado de asimilar– es convertir en
exotérica la enseñanza impartida por otras escuelas más antiguas y grupos
esotéricos. Poco nuevo tienen para dar; deben ahora vincularse con las
fuentes que yo represento si sus guías quieren impartir a sus estudiantes
nueva y vital información, o si no aceptar la que impartí al mundo por medio
de A.A.B. y reintegrarse así al todo esotérico.

b. Los discípulos de mi Ashrama tienen la doble responsabilidad de


mantenerse firmes para preservar el conocimiento –si puedo emplear tal
frase–. Esta firmeza de ninguna manera debe abandonarse cuando la vejez se
acerca, ni debe permitirle desaparecer por la transición de la misma muerte.
El Maestro de un Ashrama trabaja mediante el pensamiento consciente e
ininterrumpido de un grupo fusionado de discípulos. El servicio activo
externo de un grupo de discípulos no es de mucha importancia (aunque tiene
necesariamente un propósito vital) como el coherente e integrado
pensamiento grupal, tan poderoso para efectuar cambios en la conciencia
humana.
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c. El problema particular de la crisis mundial actual y los terribles reajustes
en la conciencia humana, incidentales a la inauguración de una nueva cultura,
civilización y religión mundiales, justifican que se les presente a los miembros
de mi Ashrama. (y a los grupos afiliados como el suyo) la oportunidad de
mantener intacto y libre de todo deterioro su “estado mental” durante los
años que restan de esta vida, a través del proceso de disolución, y así hasta la
liberación en el más allá. No es una tarea fácil mantener consciente esta
integridad; requiere comprensión y un esfuerzo deliberado.

Por lo tanto, hermano mío, lo llamo para este esfuerzo. En consecuencia, si


usted lleva una vida de servicio más ardua de ahora en adelante, los resultados
serán la realización de sus planes para trabajar en un esfuerzo grandemente
intensificado.

Ahora debería trabajar en más estrecha colaboración con A.A.B. y F.B.. La


tarea de llevar la verdad esotérica a la América Latina católica y al sur de
Europa, no es fácil de emprender. Será lenta. Sus bases deben estar bien
sentadas y afirmadas. La calidad de aquellos con quienes entre en contacto en
el futuro es de mayor importancia que la cantidad. Recuerde siempre esto. No
abandone las diferentes fases del trabajo que ha lanzado con éxito, prosiga
con ellas como hasta ahora, no importa cuál sea el lugar donde realice su
tarea en el plano físico.

Una de las muchas cosas que debe aprender en este momento e iniciarla
durante los próximos años, es cómo reunir a la gente trabajar por su
intermedio. Como se le enseñó, esto es muy difícil para un discípulo de
primer rayo, particularmente cuando el rayo del alma y el rayo de la naturaleza
astral o emocional, es el primero. Al discípulo de primer rayo le es mucho
más fácil retirarse dentro de la conciencia de su alma, que a los que
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pertenecen a otro tipo de rayo, y su problema (como también el de …) es
darle más acción a la personalidad de segundo rayo, a fin de equilibrar la
capacidad que tiene el primer rayo para manifestar el desapego por la
actuación de la cualidad opuesta, el apego –tan característico de la naturaleza
de segundo rayo–. Reflexione sobre esto.

Como le dije a … hace algunos años, el “apego desapegado” (por


paradójico que parezca) es la meta del discípulo activo de primer rayo. Esto
también le atañe a usted, pues ambos tienen los mismos rayos del alma, de la
personalidad y de la mente. De allí el estrecho vínculo con él, que es discípulo
del Maestro M., actuando temporariamente en mi Ashrama. Usted fue
aceptado por mí como discípulo en mi Ashrama, pero será oportunamente
transferido al Ashrama del Maestro M.. La libre interacción establecida entre
mi Ashrama y el del Maestro M. se debe a que El es el Guía interno de todos
los grupos esotéricos y, para bien del nuevo orden mundial venidero, los
Ashramas de la enseñanza están siendo fortalecidos por la afluencia de
discípulos de primer rayo. Este punto debería ser de real interés para usted.

La razón por la cual insistí sobre la necesidad del apego en esta instrucción
se debe a que el correcto apego libera el amor del alma, y sólo el amor
consciente, inteligente y deliberadamente aplicado, puede contribuir al éxito
del trabajo, tanto en Europa como en Sudamérica –sus dos campos
reconocidos de servicio–. Sólo su personalidad de segundo rayo será capaz de
revivir el contacto con los estudiantes de España o mantener firmes a quienes
están ya trabajando en Sudamérica; mediante el conocimiento individual
nuevamente descubierto, despertado e inspirado, el trabajo planeado y
dispuesto por mí puede ser llevado adelante con éxito. Tal es su inmediata
tarea. Sólo su personalidad de segundo rayo tiene la paciencia de ocuparse del
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conjunto, de los necesarios detalles y persistir ante el aparente fracaso.
Necesitará también mucha habilidad en la acción. El alma de la Iglesia
Católica está regida por el primer rayo y su personalidad por el tercer rayo.
De allí su amor a la política y al poder terrenal, y también sus preocupaciones
intensamente comerciales y financieras. El rayo mental de esta iglesia es el
sexto. De allí su estrecha unilateralidad; la cualidad de su cuerpo emocional es
de sexto rayo, mientras que el rayo físico de la organización externa es el
séptimo. Éstos son puntos que deberían interesarle y tener presente a medida
que trabaja. La comprensión de esta peculiar combinación de rayos exigirá de
usted y de quienes actúan en líneas esotéricas, mucha habilidad en la acción.

Con renovado esfuerzo, comprensión y valor iluminados, siga adelante


nuevamente, hermano mío, al servicio de la luz. Permanezco siempre detrás
suyo, y sobre ello no tenga dudas. Lo escudo y protejo, pero lo dejo trabajar
libremente.

Agosto de 1946
Mi querido hermano:
Ésta es una nueva manera de dirigirme a usted, porque le he tomado cariño
por su paciente persistencia y su indesviable adhesión al servicio de la
Jerarquía. Durante muchos años llevó a cabo nuestro trabajo en una esfera
muy difícil. Digo esto porque no quiero que dedique tiempo (¿o debería decir
que lo pierda, hermano mío?) pensando que podía haber hecho el trabajo
mejor o en forma diferente, o en la inútil tarea del autodesprecio. Le diría
simplemente que no somos desagradecidos ni estamos desconformes. El
campo latino –con ello quiero significar la esfera en la cual predomina la raza
latina, italiana, española y portuguesa–, es una de las más difíciles con la cual
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trabajar. La estrechez del pensamiento inducido por el control de la Iglesia
Católica Romana, la cristalización proveniente de un desarrollo muy antiguo y
(en Sudamérica) la amplia mezcla de razas, dificulta grandemente la tarea de la
liberación espiritual.

¿Se da cuenta, hermano mío, que ha estado arando el terreno en


preparación para la enseñanza de la nueva era por primera vez, y que ese
terreno es muy duro, muy pedregoso y, en la actualidad, relativamente
improductivo?

Por lo tanto, no se desaliente. Su trabajo es más fructífero de lo que cree, y


en alguna vida verá los resultados del aparentemente inútil trabajo de años de
esfuerzo espiritual.

Tengo pocas instrucciones que darle. Prosiga como hasta ahora, pero
profundice persistentemente su propia vida interna, dedique más tiempo a la
reflexión y al estudio que a los tecnicismos de la tarea, deje que otros se
ocupen de la mecánica del trabajo, mientras usted actúa como reserva
espiritual de la que pueden extraer fortaleza, sabiduría y comprensión. El
reconocimiento de esta fase de su trabajo es quizás la lección más importante
que puede aprender en este momento. Experimentará un nuevo poder, el
surgimiento del nuevo fervor espiritual, el placer de ver a otros manipulando
competentemente la mecánica del trabajo, mientras los instruye y ayuda en
sus asuntos espirituales. Sobre todo esfuércese por llegar e interesar a las
personas jóvenes. Son la esperanza del futuro y vienen a la encarnación
subjetivamente conscientes de su tan predestinada tarea de reconstruir el
mundo; hallará que responden agudamente a los contactos espirituales,
particularmente si son presentados en términos eclécticos. Por lo tanto,
cuente con esto y trate de llegar hasta ellas.
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Le daré un ejercicio de meditación algo breve, que debe prac­ticar dos
veces al día –al levantarse y al acostarse, antes de re­tirarse a dormir–. No
debería tomarle mucho tiempo, pero si lo practica correctamente y pone en él
todo lo que puede invocar de su alma integrada de primer rayo, lo ayudará
grandemente.

1. Entone el OM inaudiblemente tres veces.

2. Habiendo alcanzado la quietud interna y el enfoque men­tal, esté


conscientemente alerta y trate de entrar en con­tacto con

a. su alma,

b. mi Ashrama,

c. yo, su Maestro,

Por medio de la imaginación cree un triángulo de ener­gías.

A medida que se familiarice con esta meditación, deberá establecer


oportunamente un contacto y registrar un sentido de poder espiritual
(expresado por su personalidad de segundo rayo), aumentando el amor y la
luz de tal ma­nera que lo reconocerá su esfera de servicio, aunque al principio
no lo reconozca a usted.

3. Después de una tranquila aceptación y un período de silenciosa reflexión,


envíe deliberadamente el poder espiritual que afluye,

a. a su medio ambiente inmediato,

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b. a la Escuela Arcana, de la cual su trabajo en Sudamérica es parte
integrante,

c. al Movimiento de Buena Voluntad que ayudó a iniciar en Sudamérica.

Este tipo de meditación constituye un acto definido de servicio y debería


ser pronunciadamente ardua si se practica por la mañana. Involucra la
práctica de la visualización y (en lo que a mí y al Ashrama se refiere) el
empleo de su imaginación creadora y confiada.

4. Luego pronuncie la Gran Invocación, lentamente y con gran intención


mental, haciendo una pausa después de cada una de las cuatro estrofas, a fin
de reflexionar y pensar con tranquilidad.

5. Vincúlese mentalmente conmigo, su Maestro. Entone también el OM


inaudiblemente tres veces, y luego prosiga con su trabajo diario.

Mi bendición llegue hasta usted.

Noviembre de 1948
Hermano mío de antaño:
No tenía la intención de comunicarme con usted, ya que las
comunicaciones personales fueron mayormente interrumpidas. Sin embargo,
me veo impelido a hacerlo hoy, porque esta mañana hice contacto con usted
en mi vida mental y decidí que una palabra y el toque de mi mano (hablando
simbólicamente) le daría fortaleza y consuelo.

En el entrenamiento de todo discípulo llega un momento en que debe


permanecer solo y sentir a veces que ha sido abandonado por su Maestro y
por los demás miembros del Ashrama. Ésa es la analogía superior y oculta de
la experiencia mística del verdadero místico, denominada “la oscura noche
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del alma”. No obstante, todo esto es sólo parte de la gran ilusión y debe ser
superada y disipada. Cuando se ha logrado esta victoria y se puso de
manifiesto la disposición de trabajar solo y sin dirección ashrámica aparente –
excepto un conocimiento general del Plan–, el discípulo entonces ha
demostrado que se puede confiar en él; entonces queda disponible para
alcanzar un grado superior y se le puede dar mayor responsabilidad en esta
vida o en la próxima.

No es joven, hermano mío, pero puede tener la rara satisfacción de echar


una mirada retrospectiva (cuando llegue el momento de atravesar el Portal
hacia una luz, vida y conocimiento más claros), sabiendo que sirvió y ayudó a
miles de personas por medio de la radio y la traducción del material de
enseñanza que traté de dar. Lo que ha sembrado no ha caído en terreno
estéril. Esto es verdad, aunque no se dé cuenta. Desde que respondió por
primera vez a mi vibración no retrocedió; esto lo hemos registrado y
reconocido.

No acostumbro hacer elogios ni alabanzas, pero un discípulo debe


aprender a responder correctamente a ellas como también a la amonestación.
Merece usted un elogio y a cada uno damos lo que le corresponde.

Siga adelante, hermano mío: son momentos difíciles y se necesitan


urgentemente centros constantes de luz en todos los países.

Que la fortaleza de su propia alma y el conocimiento de que su lugar en el


Ashrama está seguro, le permitan completar el trabajo que inició.

NOTA: Este discípulo continuó sirviendo fielmente como un constante centro de luz y
en agosto de 1951, pasó a una luz y vida más claras, en el Ashrama interno.
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