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Monición de entrada

Bienvenidos padre José Gregorio celebrante de esta boda, padres,


familiares, amigos y todos los presentes. Estamos aquí, celebrando
esta fiesta, porque Dios también está presente en su amor . Que esta
nueva etapa que hoy Rafael y Jerlimar comienzan en sus vidas los
llene de felicidad. Que esta celebración sea para todos motivos de
gozo y de esperanza. Y que Jesucristo, presente aquí en nuestra
fiesta, nos bendiga hoy y siempre.

Monición de las Lecturas

Vamos a escuchar ahora las lecturas que nos ayudarán a entender y


vivir mejor lo que hoy estamos celebrando. Lecturas que nos hablan
del amor que nos reúne hoy aquí.

1era Lectura.

 Del Génesis 2, 18-24

En aquel día, dijo el señor Dios: "No es bueno que el hombre esté
solo. Voy a hacerle a alguien como él para que lo ayude". Entonces el
señor Dios formó del suelo todas las bestias del campo y todos los
pájaros del cielo y los llevó ante Adán hombre para que les pusiera
nombre y así todo ser viviente tuviera el nombre puesto por Adán.
Así, pues, Adán les puso nombre a todos los animales domésticos, a
los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no hubo ningún
ser semejante a Adán para ayudarlo.
Entonces el señor Dios hizo caer al hombre en un profundo sueño, y
mientras dormía, le sacó una costilla y cerró la carne sobre el lugar
vacío. Y de la costilla que había sacado al hombre, Dios formó una
mujer. Se la llevó al hombre y este exclamó:

"Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será


llamada 'mujer', porque ha sido formada por el hombre".
Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre y se unirá a
su mujer y serán los dos una sola carne. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial

Salmos, 33 <”Bendeciré Al Señor en todo tiempo”>

Denle gracias, tocando la guitarra, y al son del arpa entónenle


canciones. Entonen para él un canto nuevo, acompañen la ovación
con bella música. Respuesta

Pues recta es la palabra del Señor, y verdad toda obra de sus manos.
El ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su gracia.
Respuesta

Por su palabra surgieron los cielos, y por su aliento todas las estrellas.
Junta el agua del mar como en un frasco, y almacena las aguas del
océano. Respuesta

Tema al Señor la tierra entera, y tiemblen ante él sus habitantes, pues


él habló y todo fue creado, lo ordenó y las cosas existieron."
Respuesta
2da Lectura.
De La Carta de los Efesios (Los deberes de los esposos)

Sean dóciles los unos a los otros por consideración a Cristo: las
mujeres a su marido, como si fuera el Señor, porque el varón es la
cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la
Iglesia, que es su Cuerpo. Así como la Iglesia es dócil a Cristo, así
también las mujeres deben ser dóciles en todo a su marido.
Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó
por ella, para santificarla. Él la purificó con el bautismo del agua y la
palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha
ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. Del mismo
modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El
que ama a su esposa se ama a sí mismo. Nadie menosprecia a su
propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por la
Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo. Por eso,
el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los
dos serán una sola carne. Este es un gran misterio: y yo digo que se
refiere a Cristo y a la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno debe
amar a su mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su
marido.

Monición del Evangelio

La escena evangélica de hoy se sitúa en una boda celebrada en


Caná de Galilea. Según San Juan, el milagro de las bodas de Caná es
el primero de los que realizó Jesús. "Así manifestó su gloria y creció la
fe de sus discípulos en Él". Escuchemos…
Oración de los novios (Lo Leen Benito y Jerlimar)

Oh Dios, protégenos y bendícenos. Profundiza y refuerza nuestro


amor a diario. Concédenos por tu misericordia que no lleguemos a
ofendernos el uno al otro. Cuídanos y concédenos aspirar y llegar a
dar y ser lo mejor el uno para el otro. También te pedimos que llenes
nuestras vidas cotidianas de virtudes que solo tú puedes darnos. Y
que estemos siempre unidos delante de ti, en alegría y en paz con la
ayuda de Cristo Nuestro Señor. Amen.

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