Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Era un día cualquiera de 1978; el día, era un día bueno, si los días
buenos existen, en la vida real nada es como en los libros acá no
existen finales felices, esto parecería una historia de amor pero
advierto antes de que se desilusione usted lector o oyente, esta es
una historia de guerra, por ese día yo estaba inmerso en una
partitura, interpretaba el Tom wingfield de Tennessee Williams, ella
estaba ahí sentada mirándome, pero estaba cansada, tenía dolor de
estómago, vómito, dolor de cabeza, decidí parar un instante y
decirle que se fuera a la casa, que cuando saliera le llevaría algo
para el dolor.
Subí los 6 pisos de aquel frío pero colonial edificio, era un típico
edificio de esos antiguos que suele haber por todo el centro de la
ciudad, fatigado con un dolor en el pecho tal vez, culpa de este
sentimiento o del cigarrillo, ví la puerta del apartamento abierta.
Así permanecimos por unas horas hasta que su llanto cesó y casi
quedándose dormida dijo "Vinieron", " ¿vinieron quienes?", Eso fue
lo único que pude decir, yo sabía quiénes eran, no conocía sus
caras. Pero sabía de quién me estaba hablando. Los siguientes días
fueron una constante entre subidas y bajadas. Ese lugar tierno,
lindo en donde las horas acostados en el cuarto se pasaban con una
película y una taza de café, mientras caía el atardecer se había
convertido en un mar de llanto. De pesadumbres, como si la alegría
del mundo se hubiera escapado, pero lo peor para mi vida amorosa
pronto llegaría.