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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION

UNIVERSITARIA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES


“ROMULO GALLEGOS”

AREA CIENCIAS DE LA SALUD PROGRAMA DE MEDICINA

TEMAS TENTATIVOS EN LA MEDICINA

FACILITADOR:

Betty cadenas

BACHILLERES:

Ana Navarro 31286810

Ángel Rivero 31657849

Giselvi arraiz 32086041

Beker Trejo 31345738

Cosme duran 30603387

Desire bolívar 31296193

Eldo Betancourt 31505114

Julio Alvarez 25065939

Gabriel Mendoza 31081392

Marcos pinto 31346123

San Juan de los Morros, Enero 2023. Sección 21


Índice

Introducción ____________________________________________ Pag. 1


Problemas de salud en el hogar ____________________________ Pág. 2
Problemas de salud en el hogar ____________________________ Pág. 3
Problemas de salud en el hogar ____________________________ Pág. 4
Problemas de salud en el hogar ____________________________ Pág. 5
Problemas de salud en el hogar ____________________________ Pág. 6
Problemas de salud en el hogar ____________________________ Pág. 7
Importancia de la prevención de la tuberculosis _______________ Pág. 7
Importancia de la prevención de la tuberculosis _______________ Pág. 8
Importancia de la prevención de la tuberculosis _______________ Pág. 9
Importancia de la prevención de la tuberculosis ______________ Pág. 10
Importancia de la prevención de la tuberculosis ______________ Pág. 11
Importancia de la prevención de la enfermedad cardíaca _______ Pág. 12
Importancia de la prevención de la enfermedad cardíaca _______ Pág. 13
Conclusión ____________________________________________ Pág. 14
Introducción

En este trabajo informativo tocaremos varios de los diversos temas tentativos de la


Medicina.
Hablaremos de los problemas de salud en el hogar ya que se traducen en un elevado
nivel de enfermedades y mortalidad. La mayoría de estas enfermedades afectan a la
población rural, pero también a la urbana, donde la pobreza y el uso intensivo de
soledades son algunos factores que contribuyen. La mayoría de estas enfermedades
mortales son consecuencia de la infección, aunque también hay otros problemas que
las complican, como la inadecuada alimentación y el ambiente contaminado.

También Hablaremos de la tuberculosis que es una de las causas de muerte en el


mundo que se estima que pueden atribuirse a la inactividad del niño y la niña. La
tuberculosis es también el agente causal de la enfermedad prolongada, el cual afecta a
más de un millón de personas en todo el mundo y se estima que pueden costar a las
sociedades millones de dólares anuales.
Y para culminar hablaremos de las enfermedades cardíacas que son la primera causa
de muerte en el mundo, y solamente el aumento de la esclerosis múltiple y la
enfermedad coronaria fatal ha hecho que la complicación.
Problemas de salud en el hogar
Comencemos con el grupo primario de pertenencia de cualquier individuo: la familia.

Alteraciones en la familia

Antes de adentrarnos en conceptualizaciones de lo que son las crisis relacionadas con el ciclo
vital de la familia, es necesario recordar dos elementos: en primer lugar, que ésta es un grupo
humano condicionado socialmente, es decir, su dinámica varía de una forma de organización
social a otra e incluso en iguales condiciones sociales, no puede hablarse de homogeneidad,
porque aunque el funcionamiento de la familia depende de su contexto histórico-cultural, cada
una tiene mecanismos propios de autorregulación, que hablan a favor de su autenticidad.

Por otra parte, la familia es un sistema abierto, es decir, hay estrecha interrelación entre sus
integrantes, por lo que lo que le sucede a un miembro, influye ineludiblemente en los otros y
en el sistema como un todo.

De estos dos aspectos se deriva que en la salud familiar, (entiéndase que hablamos de salud
familiar cuando este grupo cumple con las funciones básicas que son la esencia de su
existencia, tienen un mínimo de condiciones de vida que le permiten la satisfacción de
necesidades básicas, hay concenso de salud en sus integrantes y además las relaciones entre
los mismos es percibida por ellos, como agradables y gratificantes) en nuestras condiciones
actuales, tienen consecuencias negativas las circunstancias socioeconómicas que vive el país,
que hacen que se de una sobrevaloración de la función económica del grupo, en detrimento
de otras funciones familiares. En otras palabras, en nuestras familias de hoy, es frecuente que
se piense en términos de las necesidades materiales y cómo satisfacerlas, sin valorarse en toda
su magnitud, cuánto al grupo familiar, la irritabilidad y malestar que el manejo de las mismas
genera y que con frecuencia se traducen en los intercambios con las demás personas.
Generalmente se ignoran las necesidades psicosociales básicas de cada miembro de la familia
en correspondencia con el período del desarrollo individual en que se encuentre.

Principales problemas de salud en las familias

Independientemente de esas condiciones sociales a las que nos hemos referido y por ser la
familia, como ya dijimos, un sistema, una enfermedad de cualquier tipo, un accidente, o un
conflicto para un miembro de una familia, afecta la dinámica de las interrelaciones entre
todos, período éste en que tampoco podríamos hablar de salud familiar.

Qué llamamos crisis familiares?

Un momento importante del desarrollo de las familias que debe tenerse en cuenta para poder
realizar verdadera promoción y prevención de la salud de este grupo lo constituyen las
llamadas crisis familiares transitorias, también conocidas como crisis normativas o crisis
evolutivas de la familia.

A lo largo de su desarrollo como grupo (desde que surge hasta que se diluye) existen períodos
de relativo equilibrio y otros, en que los procesos individuales son tan intensos, que la familia
como un todo se siente afrontando una nueva situación que sobrepasa sus recursos internos
de adaptación. Nos referimos aquí a momentos tales como el matrimonio o unión, el
nacimiento de cada uno de los hijos que se tengan en la familia, el inicio del primero de los
descendientes en la vida escolar, su adolescencia, su decisión de independencia de los padres
y la muerte de los cónyuges que dieron origen a esa familia.

La dinámica de las relaciones de pareja puede afectarse si no se cumplen las tareas propias del
período de formación familiar.

Los conflictos entre los miembros de la pareja derivan del establecimiento de un contrato
matrimonial que no cubre las necesidades de ambas partes, por lo que la percepción de
armonía y satisfacción en la misma se obstaculiza. La influencia extrema de las familias de
orígenes, o el no permitirse independencia y libertad de acción de un miembro (generalmente
la esposa) por el otro, o no existir coincidencia y ajustes de necesidades y prácticas sexuales,
entre otros aspectos, pueden ser conflictos frecuentes en esta etapa de la vida familiar.

Otras son las posibles causas de dificultades en la familia cuando ésta comienza a extenderse
con el nacimiento de un niño. La pasividad en el desempeño del rol paterno puede tener sus
orígenes desde esta etapa del desarrollo del grupo familiar, ya sea porque se mantiene la
intervención de las familias de orígenes, ahora en los cuidados del bebé, o porque las madres
asumen casi totalmente esta responsabilidad nueva, sin tenerlos en cuenta a ellos, o ambas
razones entremezcladas, sin obviar otras posibles. La relación de pareja se afecta, pues es
frecuente verse el fenómeno de padre periférico, ellos sienten que sólo reciben migajas de
atención de su compañera, por estar éstas, entregadas completamente al cuidado del niño.

La adolescencia de los hijos es otra etapa evolutiva de la familia en la que ambos padres se
describen irritados porque se les hace difícil, como hemos expresado, la comunicación con sus
hijos y los ven “como si hubieran quitado a uno y hubieran puesto a otro.”. El funcionamiento
del grupo familiar cambia, la percepción de satisfacción con la pertenencia a este grupo y con
sus miembros, decrece. La familia atraviesa una evidente crisis en su desarrollo.

Si los conflictos de una etapa no se resuelven, el paso a la otra se complica mucho más y la
percepción de los miembros del grupo no es precisamente de una familia donde se satisfagan
sus necesidades en un clima de armonía y comprensión.

Cada uno de los eventos mencionados, tiene su impacto positivo o negativo, de acuerdo al
sentido personal y familiar que tengan los mismos en el grupo. A esas nuevas condiciones
deben adaptarse todos y para lograrlo, cada miembro del grupo debe modificar su rol, asumir
tareas por primera vez y abandonar algunas costumbres, en función de que las consecuencias
del evento que afrontan, sean lo menos negativas posibles para el grupo.

El estilo familiar se modifica, hay necesidad de cambios y son a estos momentos de relativa
desorganización, a los que nos referimos cuando aseguramos que la familia atraviesa una crisis
transitoria, normativa o evolutiva, no refiriéndonos al tiempo que la familia invierta en
adaptarse a esa nueva situación, si no al hecho de ser éstas, esperadas, posibles de vivir o de
observarse en el tránsito o curso normal del desarrollo de la familia como grupo.
Popularmente el término tiene una connotación negativa, se dice que una familia está en crisis
únicamente cuando atraviesa un momento desagradable para sus miembros, sin embargo,
como vimos, el término tiene una acepción más amplia y hay momentos de dicha y felicidad
para todos, como es el caso del nacimiento de un niño deseado y planificado y la familia estar
en una crisis transitoria, en tanto cada miembro debe asumir una actitud diferente a la que
tradicionalmente asumía en la familia e incorporar nuevos modos de actuar.
En todos estos momentos, la percepción que tiene cada miembro del grupo es que hay
alteraciones en el funcionamiento habitual de su familia. No hay dudas ante este hecho, de
que el equipo de salud debe ver en la familia su blanco de acciones de promoción y
prevención. Educar a estos grupos sociales, es prepararlos para que su evolución transcurra a
favor del polo favorable en el proceso salud-enfermedad y disminuir las contingencias que los
desestabiliza, pues tendrían herramientas para afrontar todas estas situaciones esperadas en
su desarrollo. Es importante subrayar que no necesariamente cuando una familia afronta una
crisis tiene que hablarse de pérdida de su salud. Siempre sufre cambios en su dinámica, pero si
sus miembros son lo suficientemente flexibles para lograrlos y se adaptan a las nuevas
condiciones después del impacto del acontecimiento que han afrontado, cumpliendo con los
parámetros de salud familiar que señalamos antes, estamos en presencia de una familia sana.

Las crisis transitorias hay que verlas entonces como riesgos para la salud familiar; de ellas las
familias crecen enriquecidas o se dañan.

Este grupo social esta expuesto al afrontamiento de otros múltiples eventos en el desarrollo de
su ciclo de vida, ajenos a éste, pero que también afectan en sentido positivo o negativo el
funcionamiento familiar. El desequilibrio que se produce en estos casos es conocido como
crisis no transitoria o para normativa y los acontecimientos que la producen son por ejemplo
hospitalizaciones de algún miembro, nacimientos no deseados, alcoholismo, reclusiones, entre
otros.

Ahora es importante comprender que la salud de la familia se altera a partir de algunos


indicadores básicos que deben ser analizados casuísticamente. Nos referimos al grado en que
la familia cumple sus funciones básicas, a la propia estructura familiar que puede en ocasiones
ser un riesgo para la salud del grupo, a las condiciones materiales de vida en que se desarrolla
este grupo y la afectación que para todos provoca, la pérdida de la salud (enfermedad) de los
individuos que la conforman.

Principales problemas de salud en los grupos educacionales

En una comunidad, no son las familias los únicos grupos a los que los profesionales de la salud
deben dirigir su atención. Los individuos se organizan también en otros grupos, entre ellos los
más importantes son los grupos educacionales y los grupos laborales, cada uno con sus
especificidades y sus problemas.

A partir del concepto de grupo, el primer problema que afecta la funcionalidad de los grupos
educacionales es el número de niños que los conforman. Las matrículas en cada aula, con
bastante frecuencia va más allá de aquel número que permite que realmente entre los
miembros se establezcan relaciones de comunicación cara-cara. Afortunadamente este
elemento se modifica aceleradamente tanto en el nivel primario, como en las Secundarias
Básicas de nuestro país, al crearse aulas con matriculas de veinte niños.

Hay otras situaciones que generan dificultades en el funcionamiento de estos grupos y por lo
tanto afectan la apreciación de satisfacción por la pertenencia al mismo; unas dependen de las
condiciones ambientales y materiales del centro escolar, también solucionadas en nuestro
medio, con los programas priorizados de la Revolución cubana, de reparación capital de los
centros escolares de todo el país; otras se relacionan con el propio proceso docente y otras
obedecen a uno y otro de los polos de dicho proceso: el escolar y el educador.

Pudiéramos decir que son frecuentes las alteraciones que observamos en cualquier grupo
escolar que son catalogadas por el maestro como indisciplina de uno o más niños y que
realmente obedecen a las condiciones en que se desarrolla la actividad fundamental que
realizan. A veces la intranquilidad en un grupo se debe a dificultades en la iluminación natural
o artificial del aula, o al estado de pintura de la pizarra, que obstaculizan la visibilidad de lo
escrito en ella y promueve que los escolares se pongan de pie, o busquen qué ha escrito el
compañero más cercano virándose hacia los lados, o sencillamente, se sientan desmotivados
por la clase y asuman una postura apática y se dediquen, en medio de la misma a la realización
de otras actividades: coloreado, conversación ajena a lo que se expone en el aula con otros
niños, conformando microgrupos que obstaculizan la actividad que se realiza.

Igualmente sucede cuando el aula tiene dificultades de ventilación o de espacio y por lo tanto
no pueden realizar cómodos ninguna tarea docente, ni alcanzar resultados todo lo
satisfactorios que se espera de ellos.

Otras veces los adultos critican constantemente la postura del menor al sentarse, sin reparar
en que puede deberse a una no correspondencia entre la talla del niño y las dimensiones del
pupitre. En estos casos, los escolares tratan de contrarrestar esta diferencia, sentándose sobre
una pierna o en el borde de la silla, afectando la calidad de sus trazos y dando una visión no
real de indisciplina grupal.

Errores en el propio proceso docente- educativo serían por ejemplo, no tener en cuenta al
dosificar las actividades, la adecuada relación que debe existir entre las docentes y las
independientes, la carga docente y los necesarios descansos. Esto pudiera promover
irritabilidad en el grupo, fatiga, disminución del rendimiento docente y siempre una vivencia
emocional negativa para alumnos y personal docente.

Por otra parte el funcionamiento del grupo puede ser afectado por verdaderos trastornos de
conducta en uno o varios miembros, ya sea por la dificultad de algunos en lograr inhibiciones
(intranquilidad extrema), como en el retraimiento, que en estos grupos se traduce en pocas
participaciones en clases y actividades extraescolares. Déficit en analizadores (visuales y
auditivos), resultan ser otras de las razones que alteran el proceso y generalmente no son
tenidas en cuenta a priori, si no que el comportamiento del escolar en estos casos es
interpretado frecuentemente como intranquilidad o indisciplina escolar.

En no pocos casos y es lo que más se encuentra en una consulta de Psicología, los niños que se
evalúan por trastornos en el aprendizaje, no son portadores de un Retraso Mental
diagnosticado a partir de estudios psicológicos y evaluaciones psicométricas. Su dificultad para
aprender es consecuencia directa en la mayoría de los casos, de disfunciones familiares y en
menor escala, es producto de un mal manejo pedagógico; aunque estos dos elementos
pueden estar presentes y complicar el cuadro individual o del grupo.

La distorsión en las familias de su función emocional y educativa, con una hiperbolización de la


función económica, es decir, la prioridad que dan las familias a la satisfacción de las
necesidades materiales de los hijos y no a sus necesidades o al apoyo en la solución de las
dificultades en la actividad social básica que realizan, es un problema que en medio de
nuestras condiciones socioeconómicas se debe enfrentar. Para el personal médico ubicado en
estos centros de la comunidad, esto se convierte en un reto y por lo tanto deben incluir en su
programa de actividades, acciones de promoción y de educación para la salud con profesores y
familias de los escolares.

Es importante que el maestro reconozca la importancia que tiene para los resultados de su
labor educativa, el cuidado de su lenguaje verbal y extraverbal, su forma de vestirse e incluso
su estilo de comportamiento fuera del área de la escuela, porque son el patrón de conducta a
imitar por los niños y no menos importante, es que las familias aprendan a conceder su justo
lugar a la actividad social que están realizando sus hijos y cooperen con la escuela en los éxitos
docentes y en la disciplina de los menores.

En nuestra experiencia actual, los aspectos materiales que influyen en la aparición de


alteraciones en los grupos escolares, están solucionados; se han salvado todas las dificultades
constructivas, de mobiliario; están cuidadas las áreas de receso de las escuelas y el número de
alumnos por grupo es el que se precisa para un buen trabajo docente y metodológico. Ahora,
debemos reforzar en los jóvenes maestros egresados de los Planes de Formación, todos los
valores que de un educador se esperan. Son muchachos jóvenes; capacitados teóricamente
están; tanto a los maestros de experiencia de las escuelas, como a los padres de los escolares y
a los educadores para la salud de la comunidad, nos corresponde apoyarlos en la difícil tarea
que tienen en sus manos.

Principales problemas de salud en los grupos laborales

En estos grupos, como ya dijimos, se reúnen individuos para realizar una actividad común,
generalmente con un móvil económico. El funcionamiento efectivo del grupo en términos de
buen rendimiento productivo o calidad en los servicios que brinda, depende de distintos
factores. Por ejemplo; las condiciones de ruido por encima de 85 db, las vibraciones que
acompañan a ese ruido y que afectan la precisión de los trabajadores en la realización de las
tareas, la ventilación del local del trabajo, la iluminación, que influye en la rapidez y efectividad
del trabajador para discriminar estímulos, son algunos de los elementos que inciden en la
aparición de:

• Fatiga intelectual e inestabilidad emocional.

• Aumento del tiempo de reacción.

• Aumento de errores y actos inseguros.

• Distractibilidad.

• Incremento de malestar subjetivo y síntomas psicosomáticos.

Estas afecciones aparecerán en mayor o menor medida en condiciones laborales como las
descritas, en dependencia de las particularidades

Exposición continuada a los estímulos, motivaciones, gustos y características de su sistema


nervioso y la función del personal de salud en este sentido es eliminar su presencia en lo
posible o minimizar sus efectos.

La tarea a realizar en sí misma puede ser otro factor influyente en los resultados del trabajo;
las metas o normas altas, difíciles de cumplir, generan insatisfacción con el trabajo y vivencias
de incapacidad, una conducta de inseguridad y por consiguiente una conducta desordenada
que puede acarrear lamentables accidentes.

La relación que se establezca entre jefes y subordinados es básica. Un estilo autoritario y


centrado en la tarea, con frecuencia ocasiona choques en la comunicación en el grupo, con su
consecuente afectación en los resultados del trabajo, en los que también influyen todas las
alteraciones que en el proceso salud-enfermedad individual pueden presentarse.

Importancia de la prevención de la tuberculosis

La tuberculosis es una infección persistente causada por la bacteria Mycobacterium


tuberculosis, que afecta a diversos órganos, y particularmente a los pulmones.

Es una enfermedad prevenible y curable que se transmite de persona a persona a través del
aire. No todas las personas infectadas por la bacteria enferman; de ahí que se suela diferenciar
entre infección y enfermedad (o bien entre tuberculosis latente y tuberculosis activa). La
Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que una cuarta parte de la población mundial
está infectada por el bacilo de la tuberculosis, lo que significa que tienen la bacteria en su
organismo pero no han enfermado ni pueden transmitir la infección. Las personas infectadas
por el bacilo tuberculoso tienen un riesgo de entre el 5% y el 15% de enfermar a lo largo de su
vida.

Incidencia

Según las estimaciones de la OMS, en 2019 enfermaron de tuberculosis 10 millones de


personas en todo el mundo: 5,6 millones de hombres, 3,2 millones de mujeres y 1,2 millones
de niños.

En España se diagnosticaron en ese periodo más de 4.000 casos. "Después de años con unas
cifras de tuberculosis bastante superiores a las de países de nuestro entorno más cercano
económico, cultural y social, ahora tenemos una baja incidencia", comenta Javier García Pérez,
neumólogo del Hospital Universitario de La Princesa, de Madrid.

Causas

La responsable de esta infección es la bacteria Mycobacterium tuberculosis que, en honor a su


descubridor, Robert Koch, también recibe el nombre de bacilo de Koch.

Entre los humanos se transmite a través del aire, por minúsculas gotas (gotículas) que
contienen los bacilos causantes y que las personas con infección activa eliminan al toser,
estornudar o hablar.

"Afortunadamente, no es muy infecciosa", afirma Raúl Rivas, profesor de Microbiología del


Departamento de Microbiología y Genética de la Universidad de Salamanca. A diferencia de lo
que sucede con otros agentes patógenos más contagiosos, como el coronavirus causante de la
Covid-19, la transmisión del bacilo de la tuberculosis requiere un contacto muy estrecho y
prolongado en el tiempo. "Se estima que una persona enferma puede infectar a unas 15
personas al año", apostilla el experto.
Tal y como recalca Juan Francisco Medina, neumólogo y director del Programa de
Investigación Integrado en Tuberculosis de la Sociedad española de Neumología y Cirugía
Torácica (Separ), "la tuberculosis puede afectar a cualquier persona, pero los grupos con más
problemática socioeconómica son los más afectados".

Estos son los principales factores de riesgo relacionados con la tuberculosis:

_Vivir en lugares con un claro déficit de higiene y salubridad o con hacinamiento de personas.
Es una enfermedad muy ligada a la pobreza.

_ tabaquismo activo multiplica por dos las posibilidades de tuberculosis.

_ alcoholismo porque suele ir ligado al deterioro social, indigencia…

_ diabetes mal controlada también multiplica entre 2 y 4 veces las posibilidades de


tuberculosis.

También tienen más riesgo las personas con un sistema inmunológico debilitado, como
quienes están infectadas por el VIH/ sida. Asimismo, quienes siguen tratamientos agresivos
como la quimioterapia o las terapias biológicas que se utilizan para enfermedades
reumatológicas, dermatológicas y hematológicas.

La desnutrición.

La transmisión por vía alimentaria no es frecuente, aunque la leche no pasteurizada puede ser
fuente de contagio en los países en los que la incidencia de tuberculosis es más alta. De hecho,
el ganado también puede padecer tuberculosis y transmitir la bacteria a los humanos.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes de la tuberculosis son:

Cansancio intenso.

Malestar general.

Sudoración abundante, especialmente al caer el día.

Pérdida de peso.

Sangre en los esputos.

Tos seca, persistente.

Temperatura corporal que oscila entre los 37 y 37,5 grados.

No obstante, en ocasiones no aparece ningún síntoma.

Prevención

La prevención pasa por la detección precoz de la enfermedad, de manera que se pueda cortar
la transmisión. También es importante adoptar medidas frente a los factores de riesgo más
importantes: situaciones socioeconómicas desfavorables, VIH, tabaquismo, desnutrición,
alcoholismo...

La OMS recomienda la vacunación con la vacuna BCG a todos los recién nacidos en países con
una alta incidencia de tuberculosis, incluyéndola en el calendario infantil de forma sistemática.
Debe administrarse sólo una vez, ya que no está probada la eficacia de la revacunación.
Asimismo, no está recomendada a personas adultas que vayan a trasladarse a zonas de alto
riesgo, pues tampoco se ha demostrado su eficacia en este campo.

Joan Caylá, exjefe del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona
destaca al respecto que “la efectividad de la vacuna es muy limitada y no llega a niveles de
prevención epidemiológica como los logrados, por ejemplo, con el sarampión”, por lo que
destaca que “la prevención pasa por crear estrategias de programas de control de contactos
de las personas infectadas”, aunque admite que estas medidas suponen “la elaboración de
estrategias muy costosas a nivel comunitario y el empleo de muchos recursos, lo que hace muy
complicada la prevención en países pobres”.

En la actualidad, la vacuna BCG no se incluye en el calendario sistemático de vacunación de


ninguna comunidad autónoma en España, ya que el único territorio que la administraba, el
País Vasco, la retiró del calendario de vacunación rutinario en enero de 2013.

Tipos

Se distinguen dos tipos de tuberculosis: pulmonar y extrapulmonar.

Tuberculosis pulmonar

La tuberculosis pulmonar puede aparecer inmediatamente después de la infección. Esta


variedad se conoce como infección primaria y afecta especialmente a los niños del continente
africano. Cuando el niño goza de buena salud la enfermedad puede cursar con alteraciones
locales en los pulmones y ganglios. Pero si está desnutrido o sufre otras infecciones, como VIH,
aparecen complicaciones graves entre las que destacan la obstrucción bronquial, derrame
pleural o acumulación de líquido en el espacio comprendido entre las membranas que
recubren el pulmón.

Si la tuberculosis aparece al menos dos años después de contraer la infección, se habla de


enfermedad postprimaria o tuberculosis del adulto. Esto indica que la infección permanecía
latente, por lo que es más agresiva que la primaria, provoca lesiones pulmonares graves y se
disemina más fácilmente por el resto del cuerpo.

Tuberculosis extrapulmonar

Cuando la tuberculosis ocurre en sistemas de órganos distintos de los pulmones, se denomina


tuberculosis extrapulmonar. Generalmente, si la infección latente avanza a enfermedad suele
impicar a los pulmones y es transmisible en esta forma. No obstante, también puede afectar a
los órganos de prácticamente cualquier sistema del cuerpo: ganglios linfáticos, sistema
nervioso central, huesos y articulaciones, tracto genitourinario, abdomen...

Diagnóstico

Análisis de sangre tuberculosis

Cuando los bacilos entran en el organismo, se extienden y desencadena la respuesta inmune


del huésped, que puede demostrarse mediante la prueba de la tuberculina o de Mantoux. Esta
prueba consiste en la administración intradérmica, en la cara anterior del brazo, de un
derivado proteínico del bacilo. A las 72 horas de su administración se valora la reacción local
generada.
A las embarazadas se les practica sistemáticamente una prueba cutánea para detectar la
presencia de tuberculosis (prueba de tuberculina). Si se observa una reacción positiva, se debe
realizar una radiografía de tórax. También se realizan análisis de sangre para la detección del
bacilo tuberculoso.

A los niños cuyas madres les ha dado positivo en la prueba de tuberculina también se les
practica este análisis. Sin embargo, algunos niños tienen falsos resultados negativos. Si se
sospecha de una tuberculosis, se envían al laboratorio muestras de líquido cefalorraquídeo y
de líquido de los conductos respiratorios y del estómago para su cultivo.

La radiografía del tórax suele mostrar si los pulmones están infectados. En ciertos casos
también puede ser necesario realizar una biopsia del hígado, de algún ganglio linfático o de los
pulmones y de la membrana que los rodea (pleura) para confirmar el diagnóstico.

Cuando el diagnóstico sea positivo, lo más recomendable es seguir de forma correcta el


tratamiento recetado por el especialista. También es conveniente recomendar a las personas
del entorno que se realicen pruebas diagnósticas para averiguar si tienen la enfermedad, de
forma latente o activa.

Tratamientos

El tratamiento de la tuberculosis se basa en la administración durante sesis meses (en el futuro


es probable que se pueda acortar a tres o cuatro meses) de una combinación de antibióticos:

Isoniacida.

Rifampicina.

Etambutol.

Piracinamida.

Es una terapia muy eficaz, pero es muy importante hacerla bien y completar el periodo de
administración. "Muchas veces, cuando un paciente tiene síntomas de tuberculosis, lo
empezamos a tratar y en 15 o 20 días ya se encuentra mejor. Si no hacemos un ejercicio de
concienciación y le explicamos que hay muchos bacilos que están durmientes, acaba
dejándolo", apunta García Pérez.

En los pacientes cuya enfermedad está causada por cepas de bacterias resistentes se
administran antibióticos de segunda elección, como las fluoroquinolonas que, según el
profesor de Microbiología de la Universidad de Salamanca, "son muy activas contra la
tuberculosis, pero también están apareciendo resistencias frente a ellas". En estos pacientes,
la duración del tratamiento es considerablemente más prolongada.

En ciertos casos -principalmente, cuando existe un riesgo muy alto de desarrollar la


enfermedad- se administra durante varios meses una combinación de rifampicina e isoniacida
para tratar la infección latente.

Otros datos

Tuberculosis y Covid-19

La tuberculosis azota fundamentalmente a los países en vías de desarrollo. La OMS puso en


marcha hace unos años una estrategia para la eliminación de la enfermedad en esas naciones.
Sin embargo, la pandemia de Covid-19 ha provocado una crisis económica y sanitaria de tal
calibre que ha dejado prácticamente sin recursos numerosos planes de salud, entre ellos los
encaminados a acabar con la tuberculosis.

Cuándo acudir al médico

Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de detectar si se trata de un
caso de tuberculosis es la duración de los síntomas. Si la sintomatología (tos, fiebre,
expectoración, pérdida de peso, etcétera) dura 15 días o más, es necesario acudir al médico.
Hay muchas tuberculosis que debutan con expectoración hemoptoica (expulsión de sangre en
la tos), lo que puede llegar a asustar al paciente; hay que tener en cuenta que este síntoma
también puede ser provocado por un resfriado, el tabaco o por otras enfermedades graves
como el cáncer. Por eso, es importante controlar la duración de los síntomas y acudir a un
experto para obtener un diagnóstico.

Consejos para los pacientes

Otro de los factores para garantizar la curación tiene que ver con los hábitos que se siguen. Un
paciente de tuberculosis tiene que alimentarse bien (llevando una dieta variada y equilibrada
que aporte los nutrientes y la energía suficientes y que sirva para reforzar el sistema
inmunológico), dormir lo suficiente y evitar malos hábitos como el alcoholismo, el tabaquismo
y el consumo de drogas, especialmente la heroína.

El consumo de tabaco es muy perjudicial para la tuberculosis ya que, si se fuma cuando se


padece esta enfermedad, la curación es mucho más complicada, se sigue expectorando
durante mucho más tiempo y, al durar más, se eleva el riesgo de contagio de otras personas.

Si el paciente es adicto a la heroína, las complicaciones pueden dificultar la curación de la


tuberculosis y empeorar la enfermedad. Los efectos que causa la sustancia (anemia, pérdida
de peso, insomnio) y los hábitos de los consumidores, así como el desarrollo de infecciones
ligadas a las condiciones higiénicas del consumo, harán que la curación sea más complicada.

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Importancia de la prevención de la Enfermedad Cardíaca

Cómo prevenir las enfermedades del corazón

Las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en los Estados Unidos.
También es una causa importante de discapacidad. Existen muchas cosas que pueden
aumentar su riesgo de sufrir una enfermedad del corazón. Se les llama factores de riesgo.
Algunos de ellos no se pueden controlar, pero hay muchos que sí. Aprender sobre ellos puede
bajar su riesgo de tener una enfermedad cardíaca.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad cardíaca que no puedo cambiar?

Su edad: Su riesgo de enfermedades del corazón sube a medida que envejece. Los hombres de
45 años o más y las mujeres de 55 años o más tienen un mayor riesgo

Sexo: Algunos factores de riesgo pueden afectar de manera diferente a las mujeres
comparados con los hombres. Por ejemplo, el estrógeno brinda a las mujeres cierta protección
contra las enfermedades del corazón, pero la diabetes aumenta más el riesgo de
enfermedades del corazón en las mujeres que en los hombres

Raza o etnia: Ciertos grupos tienen mayores riesgos que otros. Los afroamericanos son más
propensos que los blancos a tener enfermedades del corazón, mientras que los hispanos son
menos propensos a sufrirlas. Algunos grupos asiáticos, como los asiáticos del este, tienen tasas
más bajas, pero los asiáticos del sur tienen tasas más altas

Historia familiar: Usted tiene un mayor riesgo si tiene un familiar cercano que tuvo una
enfermedad cardíaca a una edad temprana

¿Qué puedo hacer para reducir mi riesgo de enfermedad cardíaca?

Afortunadamente, hay muchas cosas que usted puede hacer para reducir sus posibilidades de
tener enfermedades del corazón:

Controle su presión arterial: La presión arterial alta (hipertensión) es un importante factor de


riesgo para las enfermedades del corazón. Es importante que su presión arterial sea revisada
regularmente, al menos una vez al año para la mayoría de los adultos, y más a menudo si tiene
presión arterial alta. Tome medidas para prevenir o controlar la hipertensión, incluyendo
cambios en su estilo de vida

Mantenga sus niveles de colesterol y triglicéridos bajo control: Los altos niveles de colesterol
pueden obstruir sus arterias y aumentar su riesgo de enfermedad coronaria y ataque al
corazón. Cambios en el estilo de vida y los medicamentos (si son necesarios) pueden bajar su
colesterol. Los triglicéridos son otro tipo de grasa en la sangre. Los altos niveles de triglicéridos
en la sangre también pueden aumentar el riesgo de enfermedad coronaria, especialmente en
mujeres

Mantenga un peso saludable: Tener sobrepeso u obesidad puede aumentar su riesgo de


padecer enfermedades cardíacas. Esto es porque están vinculados a otros factores de riesgo
de enfermedad del corazón, incluyendo elevados niveles de colesterol y triglicéridos, presión
arterial alta y diabetes. Controlar su peso puede reducir estos riesgos
Aliméntese con una dieta saludable: Trate de limitar las grasas saturadas, los alimentos ricos
en sodio y azúcares agregados. Coma mucha fruta fresca, verduras y granos enteros. La dieta
DASH es un ejemplo de un plan de alimentación que puede ayudarle a bajar la presión arterial
y el colesterol, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón

Haga ejercicio regularmente: El ejercicio tiene muchos beneficios, fortalece su corazón y


mejora su circulación. También puede ayudarle a mantener un peso saludable y bajar el
colesterol y la presión arterial. Todo esto puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón

Limite el alcohol: Beber demasiado alcohol puede aumentar su presión arterial y añadir
calorías adicionales, lo que puede causar aumento de peso. Ambos aumentan el riesgo de
enfermedades del corazón. Los hombres no deben consumir más de dos bebidas alcohólicas al
día, y las mujeres no deben tomar más de una

No fume: Fumar cigarrillos eleva su presión arterial y lo pone en mayor riesgo de ataque
cardíaco y accidente cerebrovascular. Si no fuma, no comience ahora. Si usted fuma, dejar de
fumar disminuirá su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Usted puede hablar con su
médico para que le ayude a encontrar la mejor manera de dejar de fumar

Controle el estrés: El estrés está vinculado a las enfermedades del corazón de varias maneras.
Puede aumentar la presión arterial. El estrés extremo puede ser un “desencadenante” de un
ataque al corazón. Además, algunas maneras comunes de hacer frente al estrés, como comer
en exceso, beber mucho y fumar, son dañinas para el corazón. Algunas formas de ayudar a
controlar su estrés incluyen hacer ejercicio, escuchar música, enfocarse en algo tranquilo o
sereno y meditar

Controle la diabetes: Tener diabetes duplica su riesgo de enfermedad cardíaca diabética. Esto
se debe a que, con el tiempo, el alto nivel de azúcar en la sangre por la diabetes puede dañar
los vasos sanguíneos y los nervios que controlan el corazón y los vasos sanguíneos. Por lo
tanto, es importante hacerse la prueba de la diabetes y, si la tiene, mantenerla bajo control

Asegúrese de dormir lo suficiente: Si no duerme lo suficiente, aumenta el riesgo de


hipertensión, obesidad y diabetes. Estas tres afecciones pueden aumentar su riesgo de
enfermedades del corazón. La mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de
sueño por noche. Asegúrese de tener buenos hábitos de sueño. Si tiene problemas frecuentes
para dormir, hable con su proveedor de atención médica. La apnea del sueño, por ejemplo,
hace que las personas dejen de respirar brevemente muchas veces durante el sueño. Esto
interfiere con su capacidad de obtener un buen descanso y puede aumentar su riesgo de
enfermedad cardíaca. Si cree que podría tenerla, pregúntele a su médico si debería realizarse
un estudio del sueño. Y si tiene apnea del sueño, asegúrese de recibir tratamiento
Conclusión

En este trabajo expresamos los problemas más frecuentes en los principales grupos de
la comunidad.

En el caso de la familia, nos referimos fundamentalmente a aquellos elementos que se


erigen como factores de riesgo para la salud familiar, mientras que en grupos escolares
y laborales, abordamos los principales problemas que afrontan y afectan la salud del
grupo.

Después de analizados todos estos acápites probablemente coincidamos en reconocer


la importancia que tiene para un profesional de la salud que desee hacer labor
asistencial verdaderamente integral, detectar aquellos posibles factores que den al
traste con la salud de los individuos, ya sea en sus familias o en cualquiera de sus
grupos de pertenencia (educacional o laboral), para poder actuar en aras de la
promoción de salud de los mismos o de la prevención de posibles complicaciones.

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