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Rumours es el undécimo álbum de estudio de la banda británica de rock Fleetwood Mac,

publicado en 1977 por Warner Bros. Records. Su grabación se llevó a cabo en 1976 en varios
estudios de los Estados Unidos, cuya producción quedó a cargo de Ken Caillat, Richard
Dashut y la propia agrupación. Las sesiones estuvieron marcadas por los conflictos
personales entre los músicos y el consumo abusivo de cocaína. Las letras de todas sus
canciones tratan sobre relaciones personales, a menudo tumultuosas; en cierto modo, un
reflejo de lo que pasaba al interior de la banda. Considerada como una producción de soft
rock y pop rock, su música presenta una mezcla de instrumentación acústica y eléctrica.
Una que vez que salió al mercado, recibió reseñas positivas por parte de la prensa
especializada, que destacó aspectos como la interacción vocal de sus cantantes, la música y
la producción. Las revistas Billboard, Cashbox, Rolling Stone y Record World lo nombraron el
álbum del año, y sus productores ganaron un premio Grammy por la misma categoría. De
igual manera logró una gran notoriedad comercial en los principales mercados mundiales,
porque llegó al número uno en Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Países
Bajos y el Reino Unido. Adicionalmente, en menos de un mes de su publicación ya había
conseguido varias certificaciones discográficas en varios países. Rumours es uno de
los álbumes más vendidos en el mundo, ya que en 2020 se estimó que superaba las 45
millones de copias comercializadas.
Para promocionarlo, cuatro de sus canciones fueron editadas como sencillos: «Go Your Own
Way», «Don't Stop», «Dreams» y «You Make Loving Fun». Todos ingresaron entre los diez
más vendidos de la lista Billboard Hot 100, de los cuales «Dreams» llegó hasta el primer lugar.
Por su parte, también ingresaron en los recuentos musicales de varios países europeos, como
en los de Australia y Nueva Zelanda. El 24 de febrero de 1977, en Uniondale (Estados Unidos)
comenzó su gira de conciertos Rumours Tour, que hasta el 30 de agosto de 1978 les permitió
tocar en Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino
Unido, Suecia, Francia, Alemania y Japón.
Considerada como la producción más importante de la banda, distintos medios especializados
lo han puesto en sus listas de los mejores discos de la década de 1970 y de la historia. A su
vez, ha influenciado a algunos artistas e incluso en 2011 la serie de televisión Glee basó uno
de sus episodios en él, que reavivó el interés popular en la banda, pero sobre todo en el disco.
Por otro lado, Warner Bros. ha realizado distintas reediciones con el paso de los años, algunas
de ellas destacaron por incluir material extra, como la de 2004 que adjuntó un DVD con
entrevistas y un disco de maquetas, descartes y jam sessions, o la de 2013 que incorporó un
disco con versiones en vivo.
Antecedentes
En la víspera del año nuevo de 1975, Lindsey Buckingham y Stevie Nicks ingresaron a la
banda después de la salida de Bob Welch en diciembre de 1974. Su llegada transformó la
identidad de Fleetwood Mac, ya que la convirtieron en una agrupación de pop rock californiano
e indujeron a Christine McVie a escribir temas de soft rock. Al poco tiempo, la alineación,
conformada por Buckingham (voz y guitarra), Nicks (voz), Christine McVie (voz y
teclados), John McVie (bajo) y Mick Fleetwood (batería), publicó su segundo álbum
homónimo. Su décimo trabajo de estudio les significó un importante éxito comercial en los
Estados Unidos, ya que en 1976 llegó al número uno de la lista Billboard 200 y hasta 2018
había vendido siete millones de copias. Hasta principios de 1977, Fleetwood Mac era el álbum
más exitoso en el catálogo de Warner Bros. Records. En contraparte, los músicos pasaban
por uno de sus peores momentos; por ejemplo, John y Christine se divorciaron y dejaron de
hablarse, a excepción de cuando trataban temas relacionados con su música. Buckingham y
Nicks mantenían una inestable relación amorosa que les hacía discutir con frecuencia; solo se
daban una tregua cuando trabajaban juntos en alguna canción. Por su parte, Fleetwood
también tuvo que enfrentar sus propios problemas personales al descubrir que su mujer
Jenny, madre de sus dos hijos, había tenido una aventura con su mejor amigo.
El inesperado éxito de Fleetwood Mac les trajo consigo una imprevista popularidad, fortuna y
constantes conciertos. Por aquel mismo tiempo, la prensa, sobre todo la amarillista, generó
una serie de historias imprecisas sobre la vida privada de sus integrantes, como que Christine
estaba hospitalizada por una grave enfermedad; que Buckingham y Nicks eran los padres de
la hija de Fleetwood —Lucy— después de ser fotografiados juntos; y rumoraron sobre el
retorno de los antiguos miembros Peter Green, Danny Kirwan y Jeremy Spencer para una gira
de décimo aniversario. Sumado al consumo de drogas, alcohol y a la presión por hacer un
disco que igualara al antecesor, provocaron un fuerte estrés en el seno de la banda. Sin
embargo, Fleetwood comentó que realizaron un «tremendo sacrificio emocional» para
proseguir con su trabajo en el estudio. Previo a la grabación, Fleetwood y John McVie
decidieron prescindir de los servicios de Keith Olsen —productor de Fleetwood Mac (1975)—
debido a que no le daba suficiente énfasis a la sección rítmica. A su vez, formaron la
compañía Seedy Management para representar los intereses de la banda.

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