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EL MACHISMO: UN TERMINO SEXISTA Y DISCRIMINATORIO QUE AÚN SE


PRESENTA EN LAS DIVERSIDADES CULTURALES Y ETNICAS DE LOS
TERRITORIOS COLOMBIANOS
Ensayo

Valencia Álvarez Juan Diego


PREPROF2202Cohorte 2- 2022-20050

16 de noviembre 2022
Amalfi, Antioquia.

Institución Universitaria Digital de Antioquia.

Epistemología de las Ciencias Sociales


Docente: Karen Liceth Ospina
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INTRODUCCIÓN

Cuando hablamos de términos machistas nos referimos a una conducta, creencia


o actitud que tienen los hombres hacia las mujeres, demostrando imponencia,
grandeza y tal vez un ego que se vuelve superior con el fin de menospreciar y
sobrepasar el trato hacia una mujer. En Colombia hemos evidenciado a lo largo de
los tiempos problemáticas que han surgido desde este término <Machismo> y el
cual aún no deja de existir. ¿Sera que las mujeres son menos habilidosas que los
hombres? O tal vez ¿Los hombres creen tener más poder, rigor e inteligencia que
las mujeres? Estas y algunas otras preguntas más nos hemos hecho cuando
vemos abusada, violentada, menospreciada o a tal vez muerta a una de nuestras
mujeres activistas, indígenas, campesinas, lideresas, escritoras, locutoras,
periodistas, abogadas y entre otras que día a día alzan su voz para que las
escuchen y al fin poder acabar con muchos estados opresores que no han
evidenciado que las mujeres entre las diversidades culturales y étnicas sienten
miedo de ser ellas.

Existen mujeres que trabajan arduamente con sus hijos al hombro o que tal vez
obedecen directrices de un solo ser supremo “El Cacique”, también existen
mujeres campesinas que al amanecer del día estan con su azadón y pala labrando
la tierra para que el hijo, esposo, nieto o hermano puedan disfrutar de exquisitos
manjares, estan las mujeres que silencian un maltrato o una agresión física para
que nos las corran de su trabajo, pero felizmente vemos que también existen las
mujeres poderosas, luchadoras y con una voz que despierta a otras mujeres que
siguen cegadas por voces machistas que estan alrededor de la tierra.

Las diversidades culturales y étnicas nos han enseñado que la voz genera eco y
que gracias a ella han sido escuchadas miles de consortes que hoy agradecen a
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la tierra, a sus culturas y a su juntaza el poder estar vivas y el celebrar que aquella
conducta llamada <Machismo> esta casi derrumbada. Así es ¡Casi!
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ELLAS ALZARON LA VOZ, PERDIERON EL MIEDO Y JUNTAS DIERON SU


GRITO DE INDEPENDENCIA.

Reconocer a la mujer como sujeto de derecho en Colombia fue un gran reto que
no se dio de la noche a la mañana, para que eso sucediera se presentaron
diversas eventualidades que demostraron ser la fuerza revolucionaria que pone a
las mujeres en un primer plano para que sean reconocidas, acompañadas y
respetadas cada una de ellas. La mujer es multi-diversa, es aquella figura que
vemos en la ciudad, en el pueblo, en el campo, o tal vez en una colonia indígena o
en un grupo hectareo como lo son afrocolombianos, raizales o palenqueras.

Colombia es un país pluricultural y diverso, y es desde ahí que no debemos


reconocer a la mujer solo como mujer solo en el término de género, sino también
como un sujeto resiliente, histórico y de activismo. Partiendo de ese
reconocimiento podemos tener en cuenta que ser mujer en Colombia no ha sido
nada fácil empezando por que se han tenido fuertes discriminaciones, feminicidios
y entre otras conductas machistas que han marcado no solo la historia de nuestro
país, sino la historia de esas mujeres que no tuvieron quizás la suerte para que les
respetarán sus derechos, pero que triste ser desposada sin suerte, si vivimos en
un país que según la Constitución Política del 1991 nos dice:

Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma
protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos,
libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo,
raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y
efectiva y adoptara medidas en favor de grupos discriminados o
marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que,
por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia
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de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas


se cometan. Empecemos por conocer la identidad de las mujeres negras.
(Constitución Política del 1991; pág. 2)

Ahora bien, si hablamos de desposada sin suerte, debemos recordar que muchas
no la han tenido, pero valentía, fuerza y ganas de luchas si les ha sobrado. Ser
negra en Colombia para muchos han sido un pecado, por que tal vez ese gachó la
ha visto sin fuerzas, sin apoyo o tal vez si un eco que pueda elevarse hacia otras
damas de la patria. Ver territorios en los que flagela la violencia y la desigualdad
solo por ser diferentes a los demás, por tener una cultura con mas arraigo y una
gran historia que las vuelve mas poderosas de lo que son, la mujer negra en
Colombia no debe sectorizarse y tampoco debe ser esa burla que en muchos
casos ha sobrepasado los limites de aquel hombre que por alzar la bandera del
poder machista ha logrado hacer lo que nuca debió ser.

La identidad de las mujeres negras colombianas está definida por el hecho


de ser negras, en una sociedad mestiza discriminadora; pobres, en una
sociedad de clases; y, mujeres, en una sociedad patriarcal en donde
cuenta, de manera fundamental, los rasgos de sus grupos étnicos
particulares reconociendo que las comunidades negras no son
homogéneas, sino que tienen especifidades lo cual nos permite hablar de
las mujeres negras en plural. (Betty Ruth Lozano Lerma, 2010)

Según lo manifiesta Betty Ruth Lozanos, las mujeres negras han vivido en una
sociedad discriminatoria por muchos años y a la vez han sido categorizadas por
diferentes clases que han visto débil la figura de aquella mujer con pieles de color
que lucha incesantemente por conseguir la igualdad en sus territorios. Pero no han
sido las únicas que han venido enfrentando esta lucha, a ellas se suman aquellas
mujeres protectoras y guardianas de los valores culturales que han sido siempre
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las garantes de que sus pueblos permanezcan juntos, si son ellas, las mujeres
indígenas que a pesar de que se habla de sus reconocimientos políticos y
sociales, aún es el hombre quien decide y dirige el hado de su raza.

Hablar de estas mujeres nos debe enorgullecer, han sido ellas quienes nos han
formado desde sus saberes ancestrales, desde la escuela de la vida; la tierra, el
agua y la naturaleza. Su hospitalidad ha salvado a miles de hombres que han
estado en batallas, que han padecido pestes o que tal vez la suerte no ha estado a
favor de ellos, esa hospitalidad es la que refleja Silvia Rivera Cusicanqui, cuando
nos habla de desear lo imposible (Silvia Rivera Cusicanqui 2018) desear aquello
que queremos, buscar la manera de hacerlo realidad y juntarnos para lograr
acciones concretas como por ejemplo la lucha por la igualdad de las mujeres en
Colombia. Así mismo es importante hablar de la realidad que viven estas mujeres
cuando manifestamos que las mujeres organizadas no estan listas para ejercer
cargos o desempeñar actividades que a las cuales no estan llamadas dentro de
sus organizaciones indígenas, en ejemplo, ¿Vemos o existen las “Las Cacicas”?
figura que si entramos o buscamos en la web inmediatamente esta no reconoce la
palabra a lo femenino, sino que nos dirige a los masculino “El Cacique” hasta las
computadoras suelen ser machistas ¿Será logaritmos creados por hombres o es
su naturaleza responder así?

Es costumbre de las mujeres indígenas levantarse y agradecer a su ser supremo,


como también es costumbre ir cuidar de sus hijos, esposos, nietos y demás
masculinos que haya por ahí en los laditos…Para que el gran macho labre la
tierra, proteja los animales y cultive aquellos alimentos del que todos y todas se
alimenta. ¿Sera capaz el hombre indígena de hacer lo que hace la mujer? Pues
dicen que no, el decir de las personas es “Las mujeres son capaces de hacer mil
cosas, los hombres no” no es eso, es la costumbre que se le ha dado, pero si, las
mujeres son capaces de hacer mil cosas y los hombres quizá podrán hacer el
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doble de lo que hacen ellas, pero no, ellos solo se limitan a lo que les toca. Quizá
algo parecido con la realidad del campesinado. ¿Campesinado? Si no solo las
mujeres negras sufren de discriminación, no solo las mujeres indígenas tienen
desigualdades laborales, no son solo ellas. Ahora veamos ¡Y donde estan las
mujeres campesinas! Ahí estan, liderando las marchas de ollas y cucharones en
sus hogares, ahí estan, contemplando al macho supremo que las obliga a estar en
la casa, claro, ahí estan esperando que algún día cese este oscuro trato que les
brindan sin piedad.

Nuestras mujeres indígenas estan reclamando y exigiendo un trato digno que se


base en el goce efectivo de sus derechos individuales, profesionales y colectivos,
donde la educación no solo sea para aquellos que quieren seguir gobernando y
decidiendo por todos y todas, donde el trabajo del hogar no solo sea para ellas,
sino también para ellos, las mujeres indígenas exigen que la voz de ellas sea
escuchada para aportar al desarrollo de sus territorios, ellas quieren alzar la voz y
no es solo la voz de ellas.

Ellas alzaron la voz, perdieron el miedo y juntas dieron su grito de independencia.


Aquí se reúnen todas esa mujeres de las que tanto hablábamos, aquellas mujeres
que tal vez en un pequeño relato se sienten identificadas o que el nombrarlas ya
llama mucho la atención. Esas voces femeninas estan aquí festejando que
muchos de sus sueños se han logrado, ¿Serán sueños individuales? O ¿De qué
sueños hablan? Ellas no hablan de un sueño individual, por que son esos los que
hacen que el machismo perdure. Ellas gritan y celebran esos sueños colectivos
que han logrado hasta el día de hoy.

Para la mujer ha sido difícil reivindicar sus derechos en una lucha histórica,
que ha permitido que se establezcan algunas normas que le reconozcan
sus derechos, logrando con esta lucha algunas posiciones al nivel de los
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hombres, como en el caso del derecho al voto que por naturaleza


correspondía a los ciudadanos, los cuáles eran los “granadinos varones”
como lo señalaba la Constitución de 1843, y que solo hasta el año 1954 le
fue reconocido a las mujeres, así mismo frente al derecho a tener
patrimonio propio administrar sus propios bienes, que hasta el año 1932 se
encontraban solo en cabeza de los hombres. (Buitrago Botero D 2015; pág.
16)

Buitrago con su texto citado, da pie a que esta lucha no ha sido de un día para
otro, esta lucha de los derechos que ellas se merecen ha persistido a lo largo del
tiempo y no ha sido tarea fácil. La mujer colombiana esta en la capacidad de vivir
su vida de manera segura, sin estar preocupada por lo que le pasará si atraviesa
una calle sola, o por lo que le dirá un macho alfa cuando ella se monte en un
transporte público, o quizá por recibir un piropo de alguien que dicha mujer ni
siquiera conoce, esas son las acciones que no las deja disfrutar y vivir plenamente
de una vida digna y tranquila. Pero eso esta pasando, ya han reducido las
violencias hacia las mujeres, ya hemos evidenciado acciones que contribuyen a su
seguridad, al fin hay mujeres ocupando altos cargos de poder, ya no son solo las
mujeres que deben hacerse a cargo de sus hijos, ya los hombres deben sacar esa
madre que llevan dentro, por que a las mujeres y mas aun a las mujeres
organizadas les vale madre lo que piensen los hombre de ellas. ¡Si! Las mujeres
estan organizadas, la voz de una, es la voz de todas.

Entendemos el movimiento social. de mujeres como el conjunto de


acciones tanto a nivel práctico como teórico realizadas, por los diversos
grupos o movilizaciones de mujeres o por mujeres sin afiliación a ninguna
entidad, frente a la sociedad civil y al Estado con el claro propósito de
elevar la condición de la mujer y de eliminar la opresión de género.
(Ramírez Socorro (1989; pág. 2)
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Con base en las palabras de Ramírez, podemos valorar, resaltar y celebrar la


juntaza de las mujeres colombianas, que, sin tener altos cargos políticos, sin
quizás poseer recursos o propiedades de alto valor han logrado movilizarse para
reclamar sus derechos y de quienes las rodean. Esos logros han posicionado a la
mujer como un sujeto libre, de derecho y con poder de movilización. O ¿A caso
hemos visto protestar a varones por algo que les incumplan o porque les violaron
un derecho? ¡No! Y no lo veremos por que su unión y fuerza no estan activa y
poderosa como la de nuestras damas de honor, ¡Si, damas de honor! Por que les
debemos gran parte de nuestra vida, a ellas, a su trabajo, a su juntaza, a sus
voces y a su ardua labor que nunca acaba.

Mujer Colombiana, tu voz es un eco en el mundo, tu furor es el arma que te


acompaña, el color de tu piel que es de admirar cada vez que te comparan, con
aquel varón que te señala cuando pasas liderando algún hecho para tu alma.
Nunca olvides tus ancestros, nunca dejes de soñar, que se esta acercando el día
donde libre gozarás de un derecho que tu sola pudiste lograr.
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CONCLUSIÓN

La mujer en Colombia debe ser un sujeto con los mismos derechos políticos y
sociales que tienen los hombres de nuestro país. Reconocer el valor de las
mujeres como principales actoras del desarrollo colombiano, es apostarle a la
fuerza viva que tienen ellas para lograr grandes triunfos que solo ellas han sido
capaces de lograr.

Enaltecer el machismo no es más que un acto de cobardía y de ignorancia, es una


creencia que tristemente nos ha llevado a quitarle la vida a miles de mujeres
soñadoras, que quizá en algún momento estaban reclamando lo que ellas
merecían. Una Igualdad de derechos. Hablar del orgullo femenino es hablar de
una gran historia que ellas han forjado en nuestro país, una lucha constante y una
ardua labor que con la juntaza pudieron emitir mensajes de paz, no violencia,
respeto, igualdad, equidad y rechazo a ese tal machismo que silencio miles de
voces activistas de los diferentes territorios colombianos.

Hay luz en el camino, hay luz en los andares de mi tierra, hay luz en un presente
que nos une y en un futuro que nos llama, hay luz para esas mujeres negras,
indígenas, campesinas, del corriente, esas mujeres que son abuelas, madres, tías,
hermanas e hijas, esas mujeres que lloran a sus hijos, que aman a sus esposos y
que en algún momento se convirtieron también en padres de hacha y machete.
Hay luz para aquellas mujeres activistas que alzan la voz para acabar con un país
machista y opresor que aún vulnera sus derechos. Hay una luz de alegría que
reconoce que… ELLAS ALZARON LA VOZ, PERDIERON EL MIEDO Y JUNTAS
DIERON SU GRITO DE INDEPENDENCIA.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Buitrago Botero D. (2015) Mujeres indígenas y discriminación de género estudio


de la cultura nasa (Departamento del Cauca-Colombia), Universidad de Medellín,
Facultad de Derecho. Pág. 1;79. Recuperado de:
https://repository.udem.edu.co/bitstream/handle/11407/2223/T_MD_1.pdf?sequenc
e=1

Lozano Lerma B. (2010) Mujeres negras (sirvientas, putas, matronas): una


aproximación a la mujer negra de Colombia. Académica de la Universidad del
Pacífico, Buenaventura. Pág. 1;22. Recuperado de:
https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/tdna/article/view/3720/3569

Constitución Política de Colombia. (1991) recuperado de:


https://pdba.georgetown.edu/Constitutions/Colombia/colombia91.pdf

Balvedi Pimentel G & Cabrera Ormaza M. (2020): Realidades de las mujeres


indígenas: Una mirada desde el Navegador Indígena. Grupo de Trabajo
Internacional para Asuntos Indígenas (IWGIA) y Organización Internacional del
Trabajo (OIT). Pág. 1;57. Recuperado de:
https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---
gender/documents/publication/wcms_760040.pdf

Ramírez S. (1989). Las estrategias de sobrevivencia como una dimensión del


movimiento de mujeres en Colombia. Pág. 1;17. Recuperado de:
file:///C:/Users/PERSONAL/Downloads/98560-Texto%20del%20art%C3%ADculo-
146190-1-10-20080829.pdf
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Castañeda C & Llanos O. (2012) Fertilidad y pobreza: ¿Colombia un país


machista? Perfil de Coyuntura Económica No. 19, agosto 2012, pp. 7-38 ©
Universidad de Antioquia. Pág. 1;33. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/pdf/861/86127730009.pdf

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