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La Segunda Internacional Santiago Mas “;Demos a nuestros camaradas trabajadores de Europa algin tiempo para reforzar sus organizaciones nacionales, y pronto serdn bastante fuertes como para derribar las barreras que se han levantado entre ellos y los obreros de otras partes del mundo!” —Manifiesto del Congreso General de la Primera Internacional en ocasién de su disolucién—. Ose Haq S ti 1 julio de 1876 se celebré e! ultimo congreso de la Asociacion Inte nacional de Trabe la Primer I. El Congreso di sejo General de la nial y lanz0 un manifiesto en que afirmaba: "|Demos a nue: ros camaradas trabajadores de Europa algin tiempo para refor- zar 8us organizaciones naciono les. y pronto ellos seran bastan te fuertes para derribar las ba- rreras que se han levantado entre ellos y los obreros de las otras partes del mundo!”, En efecto, la caracteristica_ funda- mental del periodo 1871-1889 fue la lucha del movimiento obrero por la reorganizacién de sus destacamentos nacional por la constitucién de partidos obreros nacionsles. En 1875 se unifican en Alema- nia la Asociacin General de Trabsjedores Alemanes de La ssalle y el Partido Socialdemd- crata de jadores, dirigido por Augusto Bebel y' Wilhelm Liebknecht, sidn se realizé sobre Programa de Gotha. los marxistes hicieron una se- tie de concesiones de principio los lassallistas. Dicho progra- ma motivé la célebre Critica del progrema de Gotha de Marx texto en el cual este preciso su visiGn sobre la sociedad futura, Hasta tal punto Ile ticas que formul 1 Programa de Erfurt, por Kautsky, cambié las bases programaticas del P S. D. y las colocé en un terreno estrictamente marxista. Antes de la fusién cada partido conteba con un 3% del total de los votos. Dos afios después de la fusion se alcanzd el 9 % las “leyes antisocialistas”, aprobadas por Bismarck en 1878, disolvieron la organizacion, pro- hibieron sus periddicos y some- ron @ los dirigentes del P. $.D. 2 la persecuciOn policial Pero, pese 0 esto Bismarck no logro evitar que se presentoran a elecciones. En 1877 habian ob- tenido 493.000 votos, cifra que descendié en 1881 9 321.000, ero luego comenzé un ascenso espectacular: §50.000 votos en 1884; 763.000 en 1887 y en 1890, cuando salen de la clandestini- dad, 1.427.000 votos —un 20 % del ‘electorado— y 35 puestos en el Reichtag. Los éxitos elec- torales fueron acompafiados por una lucha clar os mineros demostré claramen- de la socialdemo- no fueron antisocia: listas. “La socialdemocracie —sefials el historiador Cole- habia conseguido ser muy ad- mirada en el extranjero por su notable éxito en hacer frente 3 la persecucién. De hecho fue durante el periodo en que el par- tido estuvo proscripto cuando {ue tentendo imitadores, en y otra ni recie trazar e| Zaming al sotiellsmo europeo casi en todas partes, si no en todo ¢! mundo.” Dentro de esta situacion cade sefalar un hecho que luego mostraré su importan- cia: un partido con su direccién politica 'en ei exilio. en el que les reuniones de alguna impor tancia exigian que sus pantes so traslad: Jero, pero con bancas en el pi lamento, corria el riesgo de que la direccion cayera en manos de sus representantes parlamen tarios, los unicos que publica mente podian hablar en su nom Este peligro se convirtid en idad, pues la sociaidemocre: alomana salié de la clandes. tinidad sobrevalorando la activi dad parlamentaria, La segunda “potenca" de a In- ternacional, ¢| socialismo fran cés, debié enfrentar un duro pe- riodo a partir de la represion de la Comune de Paris. Los dirigen- tes socialistas que no habian si- do asesinados debieron tomar e camino del exilio. Recién !a om nistia de 1879 posibillt6 la re ‘constitucién del movimiento, En ese mismo afl, en torno a Jules Guesde, se forma la Fer La cavacteristica fundamental del periodo 1871-1899 fue la reorganizacion de los partidos obreros nacionales: Ferdinand Lassalle —arriba— condujo la Asociacién General de Trabajadores Alemanes, grupo que se unio al Partido Socialdemécrata de Trabajadores para formar el Partido Socialdemécrata. En la ilustracion inferior: Tarjeta de Federico Engels que lo acredita como miembro de la Internacional. de Trabsjadores Socislistes, con un programe que prefigura @! programa de Erfurt de los alema- s5_intentaban campesinado y !s pequeha bur- ‘Quesia urbana y junto con esto subrayaben e! papel determinan- te de le lucha de clases. De esta manera estuvieron bajo el fue- {go cruzado de los socialistas de- rechistas y de los sind que rechazaban las las capes no prot 1881 Paul Brousse se puso a la cabeza de los opositores de Guesde. Su planteo consistia en luchar por reformas inmediates dentro del sistema capitalista y eve inte una politica que posibilitara 2 conquista de los ‘municipios. objetivos que le hi clan apoyar una organizaci6n fuertemente descentralizada que permitiera un alto grado de au- tonomia local. Esto también en- frentaba @ Brousse con Guesde, defensor de un esqueme centre: lizedo tal como es del Partido Socis! Demécrata Alemén. La di: Vision entra ambas corrientes se concretd en 1882 en el Congre- so de St. Etienne, Brousse, al frente de los “posibilistas”, con- quisté la mayoria y formé el Par. tido Obrero Socialista Revolucio- nario y mantuvo el control de le Federacién de Obreros So: tas, Los guesdistas se retiraron ¥ constituyeron e| Partido Obre- To Francés. y més tarde, en 1884, la Federacién Nacional de Sindi- catos, que inicialmente tuvo bas- tante éxito. En su primer Con- reso, en 1885, Ia Federacion planted un problema que haria Les partidos de jos otras pei 8 oscilaron durante esta eta- pa entre la férres unidad de los alemanes y el constante traccio- namiento de los franceses, En Austria, donde se habia obteni- do el derecho de asociacién en 1869, la socialdemocraci constituys como pertido en 1872. A partir de ese momento crecié rapidamente en medio de un proceso similar al aleman, aunque sufriendo divisiones. El sspinoso problema de las miltl- pies nacionalidades fue supera- do reivindicando la autodetermi- nacién de los pueblos. Desde comienzo le socialdemocr Austria se dividié en un ala que buscaba poner el movimiento a a par de ta burguesta liberal fen otra que pugnaba por la lu- cha, Independiente del oroleta con Victor Adler aera, se unifies belo el Programa de Hainfeld —una claracién marxista de_prin pios— y comenz6 una nueva ett pa de crecimiento. El caso de Hungria es diferente pues no surgi alli un partido obrero hasta 1990. El atraso econémico de Italia complot6 contra ta un partido obrero en 1872 los partidarios de nin habian conquistado cidn del movimiento obré ‘que se cumpliera el proceso de Industrializacién del norte de Ita- ia para que pudiera constitulr- se un partido socialista. Espafe. por su parte, sufrié un proceso similar, pero con un grado ma- yor de orgenicidad. En 1879 sur- {ge el Partido Socialista, fundado por Pablo Iglesias. estrechamen- te vinculado a la Unién General de Trabajadores, que se repartia Federacion Anarquista y la Confederacion Na- clonal de Trabajedores (anerco- ‘sindicelista), la zona sindicalize- da de le clase obrer EI periodo marca también comienzo del movimiento obre ro en los estadas europeos pe querios. En Bélgica los partida tlos de Bakunin y Blanqul halla ton eco entre ios obreras valo free, en tanto que entre los obre ros flamencos predominaban las ideas de los que seguian a |: ‘soclaidemocracia alemana. Et 4884 se unificaron en el Partid: Socialista. En 1889 se concret: a unificacién del_movimienti ical y cooperative en estre MEMBERS ANNUAL SUBSCRIPTION CARD. | Piette scat Bua was admitted «Member on | Resolucion de! Congreso de 1900 Sobre la colaboracién con los gobiernos burgueses “La conquista del poder politics por el proletariado en un estado demseratien moderno no puede ser resvitado de un golpe de mano, xino que ha de venir solamente como conclusion de una [orga y paciente actividad para organizar al proletariado politica Jindicaimente, para su regeneracion tisica y moral y para if Zontiquiends graduaimente puestos representatives en los ayun= famientos y en los cuerpo legisiativos ‘Sin embargo, en donde el poder gubernamental est4 centralizado ho puede sonquistarss de esta manera fragmentaria. Le entrada Ge an sole socialista en un ministerio burgués no puede ser con~ Sacrada como el comienze normal de la conquiste del poder po~ Titieo, nunca puede ser mis que un expediente temporal y excep ional en una situacion de emergencia Quando en un caso. dado existe una situacién asi, de emergenci fr cuesuon ef de tactics y no de principios. El congreso no tiene Hus decidir esto, ero en todo caso este peligroso experiment 35i5 puede ser ventajovo si es aprobado por un partido unido y tro es 7 continua siendo, delegado de au partido, fr ministre independiente soblerno, en lugar de ser ) poder, politico, se con mente de su partido, su entra Ain medio que faverezca Ie congue EXinende Plejanow. Bl congreso deelara qué un socialista debe Gimitir de un gobierno Durgués a1 la organizacion del partido Shinn que exe gobierno xe ba mostrado parcial en un conflicto industrial entre el capital y los trabajadores.” {Chater Cole cai Miter del Fememirnte Sortatne, Mésko, FCF inane vol in Condana al revisionismo en el Congreso de Dresde de ta Socialdemocracia Alemana (1903) \ona de ja manera més decisiva el intento revi “El congreso cond dlonste'de alterat nusstre tctica, puesta a prueba dos veces y sioniatten, batada en in lucha de clases. Los revisionistes desean partido, que ahora tra~ jen burgues existente de ‘orden socialista: en otrés términos, @s Un Wolucionurio en el mejor sentido de politica revisionista se convertiris Solo reformar Is sociedad congreso de nuestro partido condena cualquier tents | comers ae cata os conflicton de clase existentes. 0 Ne se ocento con cl propoaito de convertir a nuestro par USER um satelite de Tos partidos buraweres Pablo Brousse encab: el sector “posibiliste de la Federacién de Trabajadores Socialistas franceses La proposicion centre de este grupo planteaba reformas inmediatas dentro del sistema capitalista, como asi también la conquista politica de los municipios. Durante la década de 1880 la jornada laboral de ocho horas se convirtié en el objetivo principal de las reivindicaciones obreras. Este dibujo, aparecido en el periédico “Voix du Peuple”, afirma ingenuamente que “es necesaria una reduccién del horario de trabajo pues las jornadas largas propician al alcoholismo”. sites cap El Partido Socialiste, con Emil Scere peepee ‘tar bancas en el Pariamento & anor ieee ime ance de de une large serie de oie ere ae Ca 3¢ Constituyd en 1800 un par. seeereesee ap eee marae fare la influencia del partido danés, surge un partido obrero en Sut Spam la federacién sindical y on 1887 Sateen aeeere te aamerecions soe funda @! Partido Socisidems. oma forma en Polonia e! Partido So foeeeteee Saas pa aoe eerie Luxemburgo representaba al par: oe rooms oe Deutsch constituyen en Suiza, cee ne ae ae oe ieee hasta 1898 para que se realice rte cea aie ‘Obrero Sociaidemocrata Ruso y, emer ora Congreso, se unifiquen jas dis- ae A fines de lo década de 1880 1 see e neni ‘taba con uns cantided importan- aoe Soe ‘tra Ia predominante en la ma- Seon ‘0 econémico de las tres ditimas décadas de! siglo XIX habia au- mentado considerablemente los filas del proletariado. Ambos factores, el desarrolio politico y 1 crecimiento numérico, habian ee come nal, Las clases dominantes no podian ya moverse sin tener en Ja clase obrera, y en necesidad de una articu- Iaclén orgénica internacional se habia vuelto imperioss. 120 una serie de reuniones internacionales que Giraron en torno al probleme de postergabs esta te rea. Durante la década de 1680 ta lucha por ta jornads de ocho ho- Fas se convirtié en el elemento ceatalzador de ta unidad socie lista, En general los obreros estaban obligados trabajar jornadas ox. ‘qua habituaimente se mente a limiter trabajo. Pero pese a allo. en al- ‘gunos lug: 1 movimiento Obrero habla aleanzado éxitos importantes, gracias @ coyuntu- ras que fortalecieron su’ posi. clén. Exo fue fo que sucedio en Melbourne (Australia), donde Is brusca caida de la oferta de fuerza de trabajo colocd a los obreros en una posicion desde la cual pudieron imponer sus reivindicaciones. entre ollas parte de los casos especiales se pueden sefalar varios cam- bles generales que se produje- on durante la décade de 1880 y que modificaron la sitwacton. El desarrollo tecnolégico posibilite lun aumento de la productividad del obrero. Esto, sumado a mentos baratos desde los es dopandientes, permitio un aumento relative del nivel de vida de Ia clase obrera. Estos 2 es Resolucion det Congreso de 1889 sobre el Primero de Mayo “Se organizaré una gran manifestacion en fecha {ja, de tal manera que simulténeamente, en todos los paises y en todas las ciudades en el mismo dia convenido, los trabajadores pediran S'las autoridader oficiales 1a reduceién, mediante una ley. de la Jornada del trabajo u ocho horas y que se lleven a efecto las @emés resoluciones del congreso de Paris, En vista de que una manifestacién andloga ha sido ya eprobada para el primero de ‘mayo de 1890 por la Federacion Norteamericana del Trabajo en su congreso celebrado en San Luis en diciembre de 1888, se adopta esta fecha para la manifestacion internacional Los trabajadores de los distintor paises realizaran la manifesta- cin en las condiciones que les sean impuestas por In situacion especial de cada pais.” (Gado por Cole, Historts del Pensomiente Socialite ise volt) | Resolucion del Congreso de Copenhague sobre los acuerdos de la Internacional “El congreso, reconociendo que seria dificil formular un modelo de instrueciones para cumplir los acuerdes de los congresos de Ia Internacional, declara que es necesario dejar a los partidos nacionales Ia facultad de elegir la forma de accién y el momento ri, antes de cada congre- so Internacional, un informe dando cuenta de lo que hayan he- cho los partidos nacionales para poner en préctiea los acuerdos de los congresos.” Algunas opiniones de Bernstein Liberatismo y sociatismo: (...) en relacién con el liberalismo, como gran movimiento histérico, el socialismo es gu legitimo heredero, no sélo por su- cederle en el tiempo, sino también por las cualidades de su espiritu, como lo muestra toda cuestion de principios sobre la cual tenga que adoptar una actitud la social-democracia.” Evolucionismo “EI feudalismo, con sus organizaciones y corporaciones inflexi~ bles, tuvo que ser destruido casi en todas partes mediante Ia violencia. Lar organizaciones liberales de in sociedad moderns se diferencian de las del feudalismo precisamente por ser flexi- bles y capaces de cambio y desarrollo. Necesitan, no ser destrui- das, sino solo que se las desarrolle mas.” Nacionalismo aleman “Del mismo modo que no es de desear que ninguna otra de las Srandes naciones civilizadas pierda su Independencia, tampoco puede ser indiferente a la social-democracia alemana que Ale- mania, que ha tomado y toma parte honrosa en la obra de civili- zucién’ del mundo, no sea aceptada como igual en el concilio de las naciones.” Coloniatismo “Tiene alguna justificacién, cuando se han adquiride colonias, que se examine cuidadosamente su valor y su porvenir y que ‘se controle Ia situacion y tratamiento de los indigenas, como tam= bién otras cuestiones de administracién: pero esto no et una razin para pensar, a priori, que ea adquisicion sea alge cen- Si: ssl A Ho Ain Isa P ins pean Atentado anarquista. El tercer Congreso de la Internacional observaba que las asociaciones obreras “deben reconocer la necesidad de accién legislativa y parlamentaria, quedando excluidos por consiguiente los anarquistas”. Miguel Bakunin. Sus ideas tavieron eco en varias zonas europeas, nucleando a fuertes sectores del proletariado italiano y belga. factores reforzaron Ia lucha por Ja reduccién de le Jornada. Ella ‘comenz0 a desarrollarse junto al crecimiento del movimiento ‘obrero, que ya se habia consti- tuldo en un poderoso factor in- ternacional. En 1883 un sector socialista fran- 6s, el de los “posibilistas”, con- vyood a un Congreso. El resultado inmediato fue magro. pero se abrié_un camino que resultari fructifero, En un congreso reall zado en 1886, tambier ternacional por la jornada de echo horas. El congreso resol- vié levantar una serie de raivin- dicaciones con respecto a con- diciones de trabajo, remunera- cién, higiene, proteccion a fa ni- Exposicién Universal de Paris, que se llevaria a cabo con mo- tivo del centenario de la Revolu- clén Francesa, era Ia oportuni- dad para realizar la reunién cons- titutiva, En 1888, a iniciativa de los ingleses, se realiz6 otro congreso obrero en Londres, que. hegemonizado por las trade unions, evit6 las definiciones po- liticas y se limité @ trater as: pectos de la lucha econdmica Un tercer elemento decisivo en la constitucién de la Segunda Internacional lo constituyd el movimiento obrero_norteameri- ‘ano, La American Federation of bor, dirigida por Samuel Gom- pers, habia tomado Ia lucha por la Jornada de ocho horas como su principal bandera. Ahi se pro- puso una téctica de desgaste que consistie en reelizar paros la industria por tras los obreros de las otras ramas sostenian a los huelgulstas. De esta manera in- tentaria imponer fa jornada de ocho horas @ toda la industria En los Estados Unidos surai¢ también la idea de utilizar como foco de lucha el Primero de Mayo. La presencia de grupos que intentaban imponer una Ii nea reformista y conciliadora a Ja organizacién internacional del proletariado, expresade clara- mente en el Congreso de Lon- dres en 1888, hizo que los 80. claldemécrates alemanes, el sec- tor del socialismo francés enca- bezado por Jules Guesde y los belgas comenzaran a trabajar para realizar un congreso soc! lista que enfrentara a los “posi- bilistas”. Poco después se re- alizan en Paris dos congresos socialistas. En uno de ellos, organizado por los marxistas realizado en la Sela Petrelle, se fund la Segunda Internacional © Internacional Social Las etapas de la Segunda Internacional @ Segunda interna- clonal cubre una etapa del movi- miento obrero que va desde la crisis disolucion Internacional, eri- Ye cerraré._recién en sis_que 1896, con la bancarrota del so- cialismo reformiste. Podemos lar dos etapas en Ia histo- ria de la Segunda Internacional. La primera abarca desde la di- Solucién de sis revision! glo XIX y se caracteriza por #l ito del movimiento ‘segunda etapa liege y se caracteriza por Ja expansion del conjunto del movimiento socialist. Desde el punto de vista de la Segundo Internacional podemos decir que en su primera etapa —que abar- 3 cuatro congresos— realiz6 un esfuerzo por precisar los términos de le accién socialista. particularmente en lo que se re- fiere a la lucha politica, asunto que a su ver estaba vinculado con Ia polémica que se mantuvo con los anarquisté rré con la separacién detinitiva de estos Rosa Luxemburgo: Contra el revisionismo ran se desarrolian actualmente los acontecimientos, la lucha parlamentaria y sindical se concibe como un medic de educar y Mevar al proletariado poco a poce a la conquista del poder poli ico, Mas, en vista de la imposibilidad e inutilidad de esta con- quista, opina la concepcién revisionista que se debe tender sim= plemente a conseguir resultados inmediatos, esto es, a elevar la condicion material del obrero ya limitar gradualmente la explo= tacién capitalists, ampliando el control social. Si prescindimos del fin de la inmediata elevacién de la condicién del obrero —ya que este punto es comin a ambos crilerios— tendremos que toda le diferencia consistira, dicho en pocas par Jabras, en Jo siguiente: segin la opinion en uso, la importancia Socialista de 1a lucha sindical y politica consiste en que da al proletariado, es decir. al factor subjetive de la transtormacion social, la preparaciin necesaria pura llevar esta a cabo, Pero, se- Bernstein, la diferencia estriba en que la lucha politica y Sindical debe ir limitando, si bien gradualmente, la explotaciin copitalista; ha de despojar cada ver mas, a la sociedad capita- sta, de su caracter de clase, marcindole la impronta socialista; en una palabra, debe levar adelante la transformacién socialista en un sentido objetive (...) La opinién que priva en el partido e6 la de que el proletariado legara, con el ejercicio de 1a lucha politica y sindieal, a convencerse de la imposibilidad de cambiar fundamentelmente su situacién por medio de esta lucha, asi co- ‘mo también la inevitabilidad de una conquista final de los ins— trumentes politicos del poder. Pero, en el concepte de Bernstein, se parte del supuesto de la imposibilidad de esta toma politica el poder estatal. implantandose el socialismo por simple lucha politica y sindieal. ‘Sogiin la interpretacién bernsteniana, el cardcter socialista de Ia lucha econémica y parlamentaria se encuentra, precisamente. en esa fe, en una gradual influencia socialista sobre la. economi actual. (...) El socialismo trascendente, verdadero, de la lucha sindieal y politica consiste en que, al educar el juicio y la con- ciencia del proletariado, lo organiza como clase. Pero si, por el ontrario, este juicio de la economia capitalista, ademas de negar la virtud socializante que se le atribuye. perderén también significacién: la de ser medios de educar a la clase trabaja: jora para lo conquista proletaria del poder.” (Row Lissembuign: Heforme 0 Recolucin. Buenox Aires, Ed Jorte Al Seren. 1660. Lenin: Sobre el revisionismo y las capas medias “Determinar el comportamiento de un caso para otro, adaptarse a las circunstancias del dia, a Ios virajes de las minucias politicas, olvidar los intereser cardinsles del prolet damentales de todo el régimen capitalista, teses cardinales en stas de las ventajas feales o supuestas del momento: esa es la politica revisionista. (...) El revisionismo resultaba un fendmeno inevitable puesto Aue en todo pais capitalista existen siempre, al lado del proleta- Fiado, extensat capas de pequefis burguesis, de pequefios pro- pictaries (...) El capitalismo crea de nuevo, Infaliblemente, toda serie de ‘capas medias’ (...) Estos nuevos pequeion pro- ductores son nuevamente arrojados también, de modo no menos inevitable, a las filas del proletariado, Es perfectamente natural que la mentalidad pequenoburguesa irrumpa de nuevo, una ¥ otra vex, en las filas de los grandes partidos obreres.” (Leoin: “Marsigmo. y Cartszo, 1960, Tome XV sioniumo”. en Obrax Compltas, Bawinss Alves, ! Pablo Iglesias Posse fundé el Partido Socialista Espaiol, que, junto a la Federacién Andrquica Ibérica y la Confederacién Nacional de Trabajadores, condujo los sectores obreros sindicalizados. Tras una larga serie de huelgas generales el Partido Socialista Belga comenzé a conguistar bancas en el Parlamento. Emil Vandervelde —a quien se ve en la ilustracién— encabezé el grupo dirigente de ese partido. 398 Primera etapa: 1883-1896 Los Congresos 9 estos aftos se Songreses. “Erde ye eer oii ae tees, al de Sruscas: det eal 25 36 agosto de 1891: el de Zurich, S2r eal 2 de ogee de 1650 y el de Londres, entre e! 26 de Jul yel'e ee agosto de Tese teleubeneis do uneriens de ef mision establecido hizo que la Composiién, de estos Congres sos fuera énea y fue causa de diversos conflictos, sobre todo con respecto a la bresencia'en eos de ies ane guste. El songreso de Pris, ademas de Ealocat ta. peta hundamenta dee organaacion interac go la cltse obvare. "anaes uns importante rssicon rlerne 9 Ie orgertacion de anionic tow iterecionlos ol dis Foe mayo de! afio siguiente con e! cbieto ‘de evant un progrene de retamatsaconescuyo cena tre i jornada do sesa'nores 2 porur Ge exe ato os actos ‘del ieee mayo se conwriron en domostacion principal des se lidaridad internacional del pro- Iara. La lucha politica on respecto a Ie lucha politica se produjeron 505 polémicas, pecialmente entre los socielistas frenceses. Las posiciones se polarizaban entre los que sostenian que el mo miento obrero debia aceptar la direccién de un partido politico y los que afirmaban que ést» debia supeditarse a los sindica tos. Entre ambos se daba tod: una gama de posiciones inter medias. El fondo de la polémica ere establecer cual era ia ins tancia determinante de la lucha de Ia clase obrera: si lo era la lucha econdmica, es decir el lo- gro de mejoras en ese terreno. © Io era la lucha politica. es de- cir la conquista del poder. En Francia siempre hubo uns fuerza importante que jerarqui- 26 Ia organizacién y lucha cor- porativa de la clase obrera con relacién a la lucha politica. (La expresién més consolidade de esta concepcién fue el sindica- lismo de Fernand Pellouitier,) Los alemanes. por su parte, bre: geron por dar al 1° de mayo un Cardcter politico que no limita- la Jorneda a la lucha por rei- Vindicaciones econdmicas. Esto Jo lograron incorporando, como objetivo de Ia clase obrera, la lucha por el mantenimiento’ de la paz entre las naciones. Pero la actividad politica de la social- democracia alemana estaba sig- nada por Ie intencién de no al- terar la legalidad a la que se hallaba sujeta con el fin de im. pedir que la clase dominants pusiera nuevamente en vigencia las leyes antisocialist: no sélo limitaba en ci pecto su lucha politica, sino que fa enfrentaba nuevemente con los franceses, quienes no esta- ban dispuestos a acepiar las trabes de Ia legalided Los anarquistas a falta de defini: clén con respecte a las condiciones ed 82 sdmisisn permi- tid que los. anar- quistas —los cusies objetaben Ia lucha politica— participaran ‘en les congresos valiéndose de les credenciales de los sindice- 10s, pues las de las organizecio- nes anarquistas eran rechazs- das. Mas tarde, el Congreso de Zurich (1882) aprobé una reso- lucién que definis I nes de admisién, exi sindicatos y a las orgenizeclo- nes socialistes el reconocimlen- to de necesidad de fa accion po- litica. Por “accién politica” se entendia "...que las organiz clones obreras, siempre que sea posible, traten de hacer uso de los derechos politicos 0 de com g z “Las guerras son la esencia del capitalismo y no cesardn hasta " que se suprima el sistema.” Resolucién del Congreso de Stuttgart En la ilustracion: manifestacién socialdemécrata. La Segunda Internacional en un grabado de Crane. A principios de siglo ano de los problemas mas candentes que sargieron en el seno de la Internacional era la corriente revisionista animada por Eduardo Bernstein, quien pretendia que el capitalismo se trocaria gradualmente en un sistema mds humano. configurando el comienzo de un proceso “nataral” que desembocaria en el socialismo. y de no ser asi falt sito de entusiasmo clones. —_—_—____—————_- Segunda etapa: 1896-1914 eee ‘on el comienzo det siglo, la Segunda Internacional debio entrentar nuevos problemas. En su primera etapa habian fijedo los principlos basicos, Ahora se tra taba de lievarlos 0 la préctica & través de los diferentes par- tidos sccialistas. Este periodo, que se clerra en 1914, es el mas importante de la Segunds Inte ‘nacional. La controversia en torno el revisionismo Py sta controversia so Sesarcollo tunde. Montaimente en TY Atemanio. £1 hecho do que Alemania fuera e! principal campo de bs- talla se debe ai papel de van. guardia. que desempefaba al B.S.D.A. Era ol contro indicado para que las cosas se plante Fan en profundidas. En Franc por Io contrario, aun era posible Que —como sucedio en un ban- quote en 0} que estaben presen: feo los principsles jofes socio. listas— 80 aplaudiera un dis- curso de Millerand en el cual 1 afirmabs que 108 objetivo jo se podian slcarzar por me- dios constitucionales. Un dato Que indica que Francia no era e! lugar sdecuado para librar ta polémica sobre las bares del marxismo, El planteo de Bernstein romoi completamente con e! analisis hecho en el Programa de Erfurt Bernstein abrid e! fuego negan- do Ia posibilidad mas 0 menos Cercana de la destruccion dot Sopitaliame. “Bernstein —como je senalo Lichtheim— veia en 1899 el testimonio de un orden. seguridad tranquilidad. prospe- ridad y una contribucion més riqueze cade vez equitativa de mayores.” Al po la. porspectiv is me, abrié un campo politico en fe] cual no tenia tanto sentido el futuro como el presente: “Mi pensami dedican a los dederes presentes ¥ al futuro Inmediato, y me ocu- po de meras perspectivas lejs- fas s6lo en la medida en que me gufan para una lines de con- ducta, para una eccién presente adecuada™. Veie el futuro inme- diato como una serie de peque- fics cambios cuya resultante fi- nai seria el socialismo. Obvia- mente un planteo semejente le puso exigencias tedricas. a Io Hlevaron 2 formular una tear de la historia inspirada en los fabianos ingles Paradojaiment tein comploté contri lg socialdemocrac Hasta el momento en que Berns- tein lanzé su desatio tanto Liebk- hecht como Bebel se Iban d pinzando répidamente hacia la Gerecha, Pero Ia aparicion de Bernstein los hizo retroceder. por io menos en ei momento fnés critica de le polémica. Es que el revisionismo tuvo el “mé- Fito” de exponer sin tepujos las concepelones mas profundas de ha de Ii Gescarnada es la a 16 con muchos que compartisn gus posiciones en to préct tn controversia revisionista tu- vo innumerables, consecuencias en Ins filas de tos adversarios de Bernstein. Su principal ante- gonista fue Karl Kautsky. quien fermind de sellar su fama de principal tedrico de! marxismo Sin embargo. Kautsky enfrento & Bernstein sin poder evitar des- lizarse hacia slgunas de sus opiniones, como sucedio con fespecto al planteo revisionist que consideraba falsa la con- Cepcion marxisia de Is creciente jclon de 1a produccion "es captaron en profundidad les concepeione: Ge Bemstein como es el caso Re ANATIONAL Soc] ke ANTES NION CONGREs, S19 — Extractos de la resolucién del Congreso de Stuttgart sobre “EI Militarismo y los conflictos internacionales” <-. J Ja accién contra el militarismo no puede ser sepurada el conjunto de la accion contra el capitalismo (--.) Las guerras son (...) la esencia del capitalismo ¥ no cesaran mis que por la supresién del sistema capitalista o” bien cuando la amplitud de les’ sacrificios en hombres y en dinero exigidos por el desarrollo de la técnica militar y lae revultas, provec dias por los armamentistas empujen a los pueblos a renunclar a erte ristern La clase obrera (...) es adversaria natural de lus querras por gue estas estén en contradiceién con el fin que ella. persigue: 4a creacién de'un nuevo orden economico basado en la concep: cién socialista, destinado a tradueir en realidad ia solidaridad de ios pueblos Por eso el Congreso considera que es un deber de todos los trabajadores y de sux representantes en los parlamentos combatit con todas sus fuerzas lor ehereitor de tierra y de mar, schalaa: do el carécter de clase de la sociedad burgucss y 10s moviles ue imponen el mantenimiento de antagonismos nacionales; de Hechazar todo apoyo pecunlarlo a la politica de guerra, asi como ie esforzarse porque Ia juventud proletatia sea educada en las ideas socialistas de la fraternidad entre los pueblos, despertando Sistematicamente su conciencia de clase. El congreso ve en la organizacién democedtic: milielas, destinado a reemplazar a los eié tina. garantia. rea facitite Ta desapa: El congreso declare Si una guerra amenazara con estallar, es un deber de ia clase ‘obrera tn los paises afectados, y de sus representantes en los parlamentos, con 1a ayuda del Buro Internacional, fuerza de ace ‘ion de coordinacién, el de hacer todes sus esfuerzos por impe- ir la guerra, por todos los medios que les parezca mejores ¥ Tis spropiados y que, naturalmente, varian segun lo agude ‘del lucha de closes y ia situscion politica general No obstante, en el caso de que Ia guerra estallare, tienen el de- ber de interponerse para que cese inmediatamente ¥ de utilizar con ‘todas sus fuersas, la crisis econémica y polltica ereada por 'n las capas populares més amplias y preci- ja dela dominscion capttalista, de un sistema de os. permanentes, ue haga imposible las guerra agresivas > ‘én de los antagonismos nacionales (.--) La represién del primero de mayo de 1890 A las 23 horas del 30 de abril de 1890 el gobierno francés dic ja siguiente orden: “Las tropas cargarén el fusil Lebel. Los hombres tendran en cartuchera dos paquetes de cartuchos libres, es decir, 12 cartu= hos. Si en el curso de Ia jornada se hiciera ‘necesario un mayor ntimero de cartuchos, los proveedores designados de antemano ‘ano por seecién, echo por compafia— se encargarin de reno- var las provisiones en los cuerteles, donde estarén listas las eajas de. municiones. El 1° de mayo las tropas de Paris comprenderan: once regimien- tos de infanteria, el 69 regimiento de Coraceros, el 27" y 28% regimientos de Dragones, el 39 de Coraceros de Versalles. el 5° de cazadores de Rambouillet, el 8° de Dragones de Melum, 12° y 13° regimientos de Artilleria de Vincennes. A estas tropas se unirén: Ia Guardia Republicans en au totali- dad y la compahia de Gendarmes del Sena, En la plaza de la Concordia se dispondran quinientos guardias de las brigadas centrales; otros cien se hallaran colocades en la ‘Madelaine. Las manifestaciones en la via pibliea estarin formalmente pro- hibidas. La menor reunién de personas seré dispersada.” (Citade poe Demmanzet on: Historia del 1 de Main, Bites Altes, Ame Heiler, 195.) 40a En 1883 un grupo de rusos exiliados en Suiza funda “Emancipacién del Trabajo”, organizacién marxista que rompe con la tradicién del populismo. Entre sus miembros principales se cuentan Plejdnov, Axelrod y Vera Zasalich, esta altima en el grabado Arriba: Leo Jogiches, representante polaco ante la Internacional. En la ilustracién inferior: Samael Gompers, lider del movimiento obrero norteamericano. de Rosa Luxemburgo. sin duds la mente te6rica més importa te de la socieldemocracia ‘mana. Bernstein, cuys capacidad tes- rica no era muy brillante, fue el primer expositor de las concep- siones reformistas que predomi narén en los partidos socialistas @ partir de la Primera Guerra Mundial. No dejo nada sin con- siderar, desde a conciliecion del socialismo con el liberalis- mo hasta ls concepcién de que el soclalismo seria la conse- cuencia de las reformas con. quistedas bajo el capitalismo, pasando por Ia necesidad de conquistar el poder pacificamen. te. apoyar la politica colonial del_imperialismo. reivindicar a fa burguesia alemana on su lu cha con Ia inglesa, etc. Pero no fue Bernstein el creador de to- das les ideas que expuso. El se encargs, fundamentaimente, de der coherencie 2 ideas amplie- mente difundidas en el socis- Nismo mundial. La polemica con el revisionismo se dio en el congreso de Am: terdam de 1904, E! afio anteri el congreso de la socialdemo- cracia alemana habia condena- do al revisionismo, sin expul- sar 8 sus partidarios. pese a los Intentos que en tal sentido hi- ra Rosa Luxemburgo. Dicho 30 aprobé una resolucién we sefialabe que el parti- do trabajaba “por una répida conversion del orden burgués existente en la sociedad en un orden socialista” y que “si se adoptase Ia politica revisionist 3e conformaria con sdlo refor- mar la sociedad burguesa”. Los revisionistas tenfen conciencia de que el afén de unidad de la socialdemocracia alemana traba- Jaba a su favor. En efecto, tanto Bebel como Kautsky no estaban dispuestos | romper dréstice- mente con el revisionismo por- que querian eviter la fractura del partido. Ello les impuso una mecénica en la que la concilie- cidn con la derecha estuvo con: tantemente presente. Los revi- sionistas no solo no fueron ex. Pulsados sino que contaron con periédicos y dominaben parte importante de le bancada socia- iste. Rehuyendo el combere frontal, en 81 cual fueron am. pliamente derrotados, pasaron 8 tuna guerre de zepa en la que po- co @ poco fueron conquistando posiciones. Enel congreso de Amsterdam se dio Ia posibilidad de plantear la polémica en sus términos rea- les. Fue un miembro de Ia de- recha de la Internacional quien Paradojalmente hizo el planteo. En un célebre discurso, 21 mas grande orador socialiste, Jean Jaurés, analizé Ia situacién de le Idemocracia alemans. De- nuncié que el partido aleman era un gigante con pies de ba. ro, que su pasividad pare evitar ceer en la llegalidad hablan con- vertido @ sus partidarios en re- yolucionarios de palabra y no de hecho y los invité a “que re- conociesen que el mero hecho de conseguir una mayoria en el Reichtag (si_ alguna vez llega- ben a tenerla no bastaria para hacer de ellos los duefios del Estado aleman”. Sin embargo la debilidad det. tzquierda en ese momento impidis que el problema se profundizera ade- cuadamente, Cuando lego el momento de les resoluciones, los alemanes pro: Busieron no ‘condenar explicita- mente el revisionismo. La vota. cin results empateda, por lo cual se volvié a votar y resulté aprobado el acuerdo alc por la sociaidemocracia alema- pa en 1903. El millerandismo a 1209, estando fae (reine produclda’ gered Y Bees bezado por el ge- aeral Boulanger y D8 of coon Dreyfus. asumié el poder al go- bierno Waldeck-Rousseau. que. buscando una alianza con los so- La unidad que se habia gestando entre los soci Franceses estallo en mil peda- zos al chocer los que apoyaban decididamente al “ministro so- Numero de delegados que participaron en los congresos de la Segunda Internacional oho ow ow vou ow e a 2 % F 6B m9 109 75 Alssciat rena : oe Ro Argentine (=a ea tee TF = on 2 & @ 0 7 & ao i 9 a 3 oar 2 cS, SBS eS i= f a2 Se ET 303 2 7 © f 7 we 8 pa 7s 2.4 3. ey ow Ss Esedee Uiics $C Finisnd i # 22 = 2 2 eS Francia wt 4 wm me (127 Gran Bretaiia 2 23 oS cr a 3 6 SH % wo 2 8 1 73 20 aon % 5 8 ut 2.2 So2 22 o = SSeS OS = Sa = a 1 t:os= of £ 2H 2 4 7 1 2 2 «9p ee aS CE ise to a we ef $2 tre ® eo ww je hee Ee oe eo 23 5 Be 8 $ 6 wm ow ow 7 4 1 4 ime Se eS Las columnas indican: 1: Congreso de Paris, 14-21 de julio de 1889, li: Congreso de Bruselas, 16-23 de agosto de 1891 Wi: Congreso de Zurich, 6-12 de agosto de 1893. IV. Gongreso de Londrss, 26 de julio-2 de agosto de 1896, V: Congreso de Paris, 23-27 de setiembre de 1900. Vi; Congreso de Amsterdam, 14-20 de agosto de 1904. Vil: Congreso de Stuttgart. 16-24 de agosto de 1307. Yili; Congreso de Copenhague, 28 de agosto-3 de setiembre je 1910 E: Congreso Extraordinario de Basiles, 24-25 de noviembre de 1912, ([Tomado de George Haupt, La deusieme Internationale, 1889-1914 408 En la foto superior: Karl Kautsky- efica. rival de Bernstein er las discusiones sobr: el revisionismo. Abajo: Portada de “Amanecer”, érgano de los marxistas rus exiliados en Suiza. ara COMIAJIb-LEMOKPATHYECKIN FeO ear 8s (ON 808) 07U0 7 be 8103.80 2U: Nea Uo) Tere Cera Ore Pele = 0b 06s625.¢:0: (0-1 WB IB cone A la izquierda del grupo se ve al ministro Millerand. Su nombramiento encendié la chispa que haria estallar la unidad que se gestaba entre los socialistas franceses. 410 Sialiste” y sus opositores. La cuestion fue discutida en el Congreso de la Segunda Inter- nacional realizado en Paris en 1900. Con respecto a ello sefia- la Cole: “Era muy posible reu- fir une buena mayoria en con- tra de la colaboracién, Sin em argo, porque ia posibilidad de constituir partidos socislistas capaces de obtener algin dia mayorias decisivas dependia sin duda de una unién completa o esi completa de las fuerzas socialistas, no era deseable lie- ver la oposicién contra el cola boracionismo hasta el extremo, or temor a producir el aleja- miento del ala dereche. Por con- siguiente, e! objetivo de la ma- yorfa de los dirigentes de fa In- ternacional era preparar una Bropuesta que a la vez hiciese constar Ia oposicién al ‘mille randismo' y a casi todas las cla- 3€3 posibles de coalicién y. sin embargo, no cerrar de hecho y definitivamente la puerta por completo. No era necesaria | conciliacién con Millerand [...) pero ere nect complacer 8 Jaurbs” La resolucién fue elaborada por Kautsky, quien mostro conside- ies vacilaciones ante la cri- sis. y pone de manifiesto uno de los flancos débiles de la Se- gunda Internacional: 1 convic- cién de que se podian conquis- ter “parceias” del poder. Por Supuesto que !a declaracion (cfr. recuadro) relativiza esta idea pues results obvio que no existen circunstancias bojo las cuales la burguesie ceda gene- rosemente el poder. Pero [a ul- time parte de la resolucion que fue incorporada por Plejanov in: habilita todo lo anterior. (Si se interpreta la resolucién en sen. tide estricto no hay posibilidad de que actie un ministro socia- lista en un gobierno burgués Pues resulta imposible exigir a un gobierno burgués la impar- cislidad en un conflicto entre obreros y patrones.) Este era un método habitual para resol- ver los problemas: una resolu- cién que se prestase a varias interpretaciones y que no rom- piese la unidad. De cualquier ‘manera, Ia resolucién contiene un elemento importante pues pone en manos del partido ia de- cision final sobre el problema on lo cual descalifica las acti: tudes individuales. Si bien la solucién dada acabé ‘con Millerand, no lo hizo con los Partidarios de la colaboracion con los gobiernos burgueses: cuando se hizo presente ia “si- tuacion de emergencia” los so- Cialistas participaron en los go- biernos burgueses. Asi es como durante la primera guerra le burguesia pudo conter con so- Clalistes pera llevar adelante su politics belicista. ee ee Fs La Internacional y la guerre nt ee @ actitud ante fa guerra es uno de los puntos claves de la Segunda In- ternecional, no Porque es el nicieo donde se Concentran todss sus contradic. ciones. En el Congreso de Paris ol pun- to “Pez internacional, militaris- mo, supresién de los ejércitos permanentes” tuvo como miem- bro informante a Rosa Luxem burgo. En su informe esta afir- maba que, indepondientemente de los plezos que pudieran fi- Jerse, al capitalismo le llegaria Su hora y que no habie que ex- Cluir la posibitidad de que ells fuera consecuencia de una gue. tra entre los estados burgueses Proponia a los partidos socio: listas luchar contea el militaris mo y el colonialismo, oponerse 4 los presupuestos militares y ‘organizar manifestaciones inter. nacionales en contra de la gue- ién fue eprobe- imidad. Este. discu sién se vinculé con le de la huelga general pues se discuti la posibilidad de enfrentar la guerra con una hualga general Pero, dada la escasez de tiempo, el congreso decidio postergar ia discusion La cuestion de Ia guerra fue planteada con intensidad en 1907 en el Congreso de Stu art, Lm revolucién ruse de 1905 Rabi producido un gran_mos miento en el seno de la Segun- da Internacional. La izquierda logré perfilarse con mayor pre- cision y es en Stuttgart donde, por primera vez, actué como un Bloque unico. La derrota a ma- nos del Jepén y la revolucién de. 1905 habian dejado exhausts ‘a Rusia, y los capitales france- Ses e ingleses corrieron en su ayuda. La rivalidad anglo-slems- fa se acentuaba constantemen- te. En tales circunstancias la $o- cial democracia no podia_limi- terse a declaraciones mas o me- nos generales. El congreso de Sturtgert se concenird en 108 problemas de la guerra y del co- lonialismo. El problema de la guerra fue en carado de diferente manera. Pe ra le mayorfa la cuestion era la Betitud que debla esumirse po- fa evitar la guerra, en tanto que Ta izquierda localizaba su preo- cupacién en la revolucion que podria Surgir @ partir de ella. El congreso debio entrentarse ‘con varias propuestes. El socia- listo francés Hervé present6 la ‘que sparentaba ser Ia més radi- ‘cal, Pedia 2 los obreros que se Fespondieran con la rebelién y hegencose al servicio. militar Su propuesta igualaba todas las guerras, con Io que negaba al proletariado también Ia posibill Gad de participar en une guerra fevolucionaris. Por otra parte, Io Fespuesta a la guerra no podio basarse en especulaciones sino que desendia de la crisis que Generase. Por ultimo, Herve con- freponia guerra y paz, en lugar Ge plantear los. vinculos entre (guerra y revolucién. Ex’propuesta de Jules Guesde plamteaba la inconveniencia de {ina lucha especial contra e! mill: tarismo ques elle distraeria 8 1os obreros de su lucha principal. La Gnica lucha antimilitarists post ble era la organizacién Interna. clonal del proletariado para el Zerrocamiento del capitalismo. A partir de esto proponia una serie de medidas parlamenta- tas: no votar los presupuestos militares, armar ol pueblo para que reemplezare a los ejércitos permanentes. Esta propuesta re- patia ai viejo procedimiento dical de afirmar que la solucién de cada problema solo podia venir de la revolucidn. Lo cierto (es que, ante un hecho do impor- tancia como la guerra. sl socia- lismo careceria de linea de ign. Valliant y Jaures presentaron una propuesta que se apoyaba. ‘aunque no explicitamente, en la distineién entre guerra “ofensi- va" y “defensiva”. Afirmaba que. ante una agresién externa a clase obrera tenia le obliga cién de defender a su patria; Droponia luchar por el desarme Ge fa burgue: war al Que: blo: consideraba al internacio nalismo como el primer deber de la clase obrera y de ahi ha cia partir la necesidad de luchar por el mantenimiento de la poz. Jaur’s terminaba proponiendo ‘evitar y estorbar la guerra por todos los medios posibles: lu cha pariamentaria, agitacion. manitestaciones, ¢ incluso la husiga general y le Ineurreccién. Pero, pese a esto. tampoco vin- culaba Ia guerra con la revolu- cién, Con todo, lo més obj bie de su propuesta era e) pian- teo con respecto a la “defsnsa hacional”, argument que servi- ia pars apoyar —como después sucedié— la union con ia. bur- guesia en la guerra interimpe- rialista, Este altimo aspecto 10 ‘acercaba a las ideas de los al manes, diferente en otros pl hos, pues a estos les parecia ‘sumamente peligroso reivindt: tar la huelge general y Ia ins frecelén como formas posibl de lucha. La propuesta de Bebel coincidie con la de Guesde y su principal defecto consistia en no indicar ‘al proletariado y en je- rarquizer al parlamento en Ia lucha contra la guerra. _uego de un prolonged debare 3e formd una comision para ela- borar el texto definitive. Duran- te la discusion 2e revela la exis- tencia de una izquierda que. por primera vez, realiza reuniones pare definir Sus posiciones y su ‘accion en el congreso. A su co- beza estaben Rosa Luxemburoo. Jean Jaurés sostuvo en el Congreso de Stuttgart la obligacién de la clase obrera de luchar en defensa de su pais, el deber de desarmar ala burguesia y de armar al pueblo. Pese a estos antecedentes, concluyé apoyando la alianza de clases en la guerra interimperialista de 1914. 4x3 Cuando el blogue de ipatados socialistas alemanes vota en favor de los créditos de guerra, sélo catorce se oponen. La guerra daria por tierra con los principios de solidaridad internacionalista, pero del seno mismo de la Seganda Internacional surgieron las faerzas que trabajarian mds tarde por la construccién de la Tercera Asociacién Internacional de Trabajadores. aia Klara Zetkin, Ledebour, Lenin y Martov. La hostilidad slemana a a propuesta VaillantJaurés les permitié introducir dos impor- tantes modificaciones elabora- das por Rosa Luxemburgo, Le- nin y Mertov. En el anteditimo pérrato evitaron enumerar las formas de lucha, cuesti6n urti- cante para ios aiemanes. pero formularon los factores que las determinan: le intensidad de la lucha de clases y 'a situacién politica en general. De esta ma- Nera lograron una formulacién de principios que unifica a las posiciones. La segunda, mas importante, consistié en’ hacer que se sefialara el deber de los socislistas de utilizar la guerra para “precipitar l2 caida de ia dominacién capitalista”. Resulta sorprendente que el centro y la derecha hayan aprobado seme- Jante resolucién. Aparentemen- te, como lo seAsla George Haupt. consideraban lo amen- 2a de revolucion como un arma oficaz para fronar a lo burgue. sla y no como un objetivo es- tratégico. En Stuttgart el centro y la dere- che resultaron derrotados. La resolucién por ellos aprobeda marchaba abiertamente. contra su politica. Como sefalé Leni “El Congreso de Stuttgart ha contrapuesto elocuentemente en una serie de problemas el ala ‘opertunista y el ala revoluciona- ria de la social democracia In- ternacional y ha dado solucién a estos problemas en el sspirl- tu dal marxismo revolucionario’ En 1910, en Copenhegue, reape- reci6 el problema de la guerra. Ahora se trataba de precisar los medios para realizar las idess formuladas en Stuttgart, cuestion ampliamente vigente a raiz del screcentamiento de las tensiones internacionales. Vai- Mant y KeirHardie propusieron una resoluci6n en la que se afir- maba: “Entre todos los medios empleados para prevenir e im- pedir la guerra, el Congreso ‘considera como particularmente ‘eficaz la huolge general obrora, ‘sobre todo en las industrias que proven a la guerra sus instru- mentos (armas. municione: transportes, etc.). como tam- bién la agitacién y I pular en sus form: vas". Semejante resolucion bas- taba para espantar a los alema- nes. quienes consideraban que hacer referencia a la huclga ‘guerre podis provocar cucién a les partidos por traicién y dar fa ocasién pa- Fa. prohibirios La cuestién fus postergada pare el siguiente congreso, pero mos- tré claramente que importantes sectores de la socialdemocracia estaben dispuestos a ojustar su accionar 2 los limites impuestos por sus respectivas burguesias. En 1912 se reunid un congreso extraordinario a raiz de ia gue. Fre en los Balcanes. Pero 2 le posibilidad de que el conflicto 3¢ generalizase, la resolucin final dejo nuevamente abierta Ia cuestién de los medios de lu cha. Atendiendo a ia Imprevisi- bilidad de la situacién que po dia generar una guerre, se Se- guia sin definiciones precisas én torna al problema. ‘Pero le Cuestion que subyacia en esta permanente indefinicién no ers la mencionada, sino |a negativa 2 definirse por une luche revo lucionsria. La bancarrota de la Segunda Internacional on un bagaje de declaraciones de principio la Segua- / da Internacional “ ‘marché 2 enfren- tor la guerre. Se mult las manifestaciones. ios actos de protesta, las declaraciones parlamentarias. El proletariado europeo se conmovié y las po- tencias europeas fijaron su atencidn en él. En los momentos previos a la guerra el centro de la accion so- clalista internacional fue el Bu- 10 Socialista Internacional. Este habia sido creado como una ofi- cina de informacion interparti- daria, pero paulatinamente ad- quiri6 un peso al encargarse de proponer medidas ante situacio- nes en las que no ere posible convocar un congreso, El atentado de Sarajevo no re- Percutié mayormente en la so- Sialdemocracia. Al dia siguiente se reunié la direccién del part- do aleman para discutir las con- secuencias que podria tener so- bre el congreso de la Interna- cional citado para el 23 de agos- to en Viena. Por primera vez el Partido Socialdemécrata Aleman pide que se convoque el BS.I. Los austriacos responden que la situacién no es para alarmarse y consideran infundadas las preocupaciones de los ale- manes. El 15 y 16 de julio se redne un Congreso especial en Paris. al que asisten invitados extranje- ros. Ante la inminencia del pe- ligro Vaillant y Jaurés proponen declarer de inmediato la huelga general. Guesde se opone con el argumento de que en ese caso el pais donde e| socialismo tu- viere més influencia seria lle- vado a la derrota. io que provo- caria el aplastamiento del so- cialismo y de le civilizacion. Hervé, que hast momento se habia manifestado como anti- militarista 2 ultranza, apoya a Guesde sefalando que es impo- sible Hever s cabo una huelge mente internacional. Por une pequefia mayoria el congreso aprueba la realizacién de una huelga general, organizada si- multan internacionalmente en los paises interesados”. El 23 de julio se reune la direc- cién del partido austriaco para considerar le posibilidad de tras- ladar el futuro congreso a otro pai mayoria no cree en la posibilidad de una guerra. Tres horas més tarde Austria dirige el ultimétum a Servia. La sociel- democracia alemane toma en- tonces conciencia del peligro. Lanze un manifiesto de repudio, se organizan manifestaciones en la que Keutsky verifica la apa- tia de las masas. Aparentemente los dirigentes Socialistas pen- saban ante un nuevo conflicto parcial, como habia sido el de los Baicanes. Se convoca una reunion del 8. S. |. para anal zar las perspectivas del Congre- 30 € intercambiar opiniones so- bre la. situacién internacion: La oita es 1 29 a la manana. El dia antes Austrie declara la gue- Fra. Servi. Tal es la incredu- lided con respecto a la proxim dad de le guerra que cuando Ii ga a la reunion la noticia de que el Zar ha ordenado la movilize- ci6n parcial de sus tropas la de sechan creyéndola false. Los so- cial demécratas alemanes reite- ran que Alemania solo interven. dria en la guerra para respon- der a un ataque ruso. La unica resolucién que adoptan es ade- lantar la convocatoria del con- greso para el 9 de agosto. en Paris. con el fin de discutir Ia cuestién del proletariado y Ia guerra. Los delegados se sepe- ran sin tomar ninguna medida conereta, Mientras el secretario general del Partido Socialdemécrata Alemén asistie ¢ le reunion del B.S.1, Sidekum remite una carta al canciller en Ia que le asegura que el partido no asu- mira acciones de ninguna espe- cie. El 30 de julio a la noche es asesinado Jaurés. El 1* de agos- to Alemania y ja guerra a Rusia. el secretario dei B.S. remite una circular a to- dos los partides postergando in- definidamente el congreso. Ese mismo dia parte Muller para Paris y asegura que la social democracia no votars los crédi- tos de guerra, que alo sumo se abstendra. Veo en ese momento la guerra habia envuelto » Eu- ropa. El dia & de agosto los 111 lamentarios del Partido So- Cialdemécrata Alemén aprueban los eréditos de guerra Los brazos en alto de los dipu tados socialistas aprobando los eréditos para una guerra inter imperialista eran el simbolo de a quiebra de la Segunda Inter- nacional. Un internacionalisme rico se hundia definitive mente, y con é! una montofa de resoluciones internacionalistas que fueron incapaces de evitar que la mayoria de los partidos socialistes claudicaran ante la burguesia de sus respectivos paises. EI resurgimiento de la Internacional el seno mismo de la_ Internacional surgieron las fuer zas que encabera- rian Ia lucha por ei reagrupamiento del proletariado internacional. Cuando el bloque de diputados socialista aleme- nes decidié voter en favor de los créditos de guerra catorce diputados se opusieron, pero Por disciplina votaron junto a la mayoria. Sin embargo, el 2 de diciembre de 1914 Karl Liebk- necht decide quebrar la discipli- na partidaria y su mano sol ria se alza para oponerse a los créditos de guerra. El 5 de se- tiembre de 1915 dirige desde la carcel una carta a Ia Conferen. cia de Zimmorwald, en la que dice: “La nueva Internacional sera construida. Ella se elevard sobre las ruinas de la vieja, so- bre nuevos fundamentos mas ‘Solidos. Ustedes, amigos, socia- listas de todos los paises, po- nen hoy en dia la piedra angular del edificio del futuro”. Por el lado de los alemanes se reagru- paban figuras como Klara Zet- kin, dirigente internacional del movimiento obrero femenino, y Franz Mehring, historiador de la socialdemocracia alemana y bi6- grafo de Marx. Rosa Luxembur- go no faltaba en este bloque que tendria a su cargo la reivindica- cion de la bandera de Ia revo- lucion. Las predicciones que ha- bia elaborado en afios de lucha sobre el centro y la derecha sultaban admirablemente confir- madas. cas bolchaviques rusos. y fundamentalmente Lenin, por su parte, establecieron una Ii nea de ruptura con Is vieja in ternacional y comenzaron a tro- bajar por la construccién de una nueva internacional en le cual ei oportunismo que habia devo- rado a la Internacional Socialis- ta no tuviera cabida. La Tercera internacional. !a_ Internacional Comunista, se estaba gestando.

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