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LA 'POSVERDAD' Y OTROS RELATOS QUE AMENAZAN A


LA DEMOCRACIA

Book · February 2020

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1 author:

Omar Sar
University of San Martín de Porres
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LA ‘POSVERDAD’ Y OTROS RELATOS QUE

AMENAZAN A LA DEMOCRACIA
LA ‘POSVERDAD’ Y OTROS RELATOS QUE

AMENAZAN A LA DEMOCRACIA

La mentira y la verdad se cruzaron un día. Luego


de saludarse amablemente la mentira dijo: ¿Qué
bonito día, no? La verdad, acostumbrada a
desconfiar de su interlocutora, miró el cielo y
comprobó con sorpresa que, efectivamente, era un
día espléndido.
Aún más hermoso está el lago, continuó la mentira.
La verdad comprobó por sí misma que el lago
estaba efectivamente estupendo.
Entonces la mentira le propuso a la verdad que se
quitaran la ropa y entraran al agua a nadar y ésta
aceptó.
En un descuido, la mentira salió del agua y vestida
con la ropa de la verdad abandonó el lugar. La
verdad, incapaz de ir vestida de mentira decidió
caminar desnuda.
Desde entonces la gente acepta de mejor grado a la
mentira disfrazada de verdad que a la verdad en su
desnudez.

Narración propia del cuento de Autor Anónimo

OMAR SAR SUÁREZ


ESTE TRABAJO ESTÁ
DEDICADO A SILVANA
CASANOVA, MI PASTEL,
COMO RECONOCIMINTO
POR SU AMOR Y
PACIENCIA (ES VERDAD,
A VECES EL MARIDO
MOLESTA)
INDICE

PREFACIO..................................................................................... 1
CAPITULO 1.................................................................................. 9
¿Nada nuevo bajo el sol? ......................................................... 9
La mentira, el disimulo y lo no verdadero ............................. 9
La mentira como política de estado .................................... 16
¿Existe un derecho a que olvidemos? ................................. 19
¿Puede encontrarse justificada la mentira? ........................ 25
CAPITULO 2................................................................................ 30
La verdad, los hechos y el derecho ......................................... 30
Realidad, verdad y veracidad.............................................. 30
Un derecho a la verdad ...................................................... 40
La verdad y las decisiones judiciales ................................... 46
Consulta previa y veracidad................................................ 51
CAPITULO 3................................................................................ 55
Los nuevos eufemismos que recubren la vieja mentira........... 55
¿Cuestión de perspectivas? ................................................ 55
El fenómeno de la posverdad ............................................. 59
El “Cómo”, el “Qué” y la metaverdad ................................. 66
El negacionismo ................................................................. 69
CAPITULO 4................................................................................ 75
Tecnología y posverdad.......................................................... 75
¿El medio dio lugar al fenómeno o a la inversa? ................. 75
Dependemos de la tecnología ............................................ 79
La inteligencia artificial puede ser capaz de conocernos
mejor que nosotros mismos ............................................... 83
El peligro real no es la inteligencia artificial ........................ 90
CAPITULO 5 ............................................................................... 96
La política y la mentira ........................................................... 96
El Zoon politikon digital ...................................................... 96
Campañas electorales basadas en falsedades lisas y llanas100
Mentiras verdaderas. La falsedad maquillada................... 107
La consecuencia de la mentira.......................................... 112
CAPITULO 6 ............................................................................. 117
La mentira y la comunicación ............................................... 117
Libertad de información ................................................... 117
Del periodismo a los “prosumers” y los “bots” ................. 120
Noticias falsas .................................................................. 125
Pluralismo y concentración de medios ............................. 133
CAPITULO 7 ............................................................................. 139
Como enfrentar las nuevas amenazas .................................. 139
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................... 145
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

PREFACIO

Este trabajo surge de la necesidad de responder


algunas preguntas que fueron importantes en el
desarrollo de mis cursos de teoría del estado y de
derecho constitucional pero que resultan,
adicionalmente, cruciales en el momento actual de las
instituciones en el Perú.

¿Existe la verdad?, adicionalmente, ¿Existe más de


una verdad?, ¿Pueden existir verdades
contradictorias?, ¿Depende la verdad de las
circunstancias del sujeto percipiente o de su punto de
vista? ¿Existen hechos objetivos o todo es relativo?

La política y el derecho deben demostrar, como


condición inexorable de su legitimidad, que las
decisiones se asientan sobre premisas verdaderas, que
las inferencias que se realizan a partir de ellas
resultan lógicamente coherentes y que sus operadores
proceden con honestidad.

Es cierto que existe una tradicional desconfianza


respecto de la actividad política sobre la que se asienta
el sistema democrático, que en nuestra época se ve
exacerbada con la probada deshonestidad de muchos
candidatos y funcionarios públicos.

Si bien en el ámbito de la política el recurso a la


mentira y a medias verdades ha sido usual desde el
pasado remoto, hoy se lo logra revestir de un
contenido emotivo que le confiere una energía
arrolladora y un potencial destructivo de grandes
magnitudes.

1
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

De hecho, la mentira empieza a ser percibida como


parte del juego, un pecado venial, si se la compara con
los graves delitos que han puesto sobre el tapete
algunas de las investigaciones judiciales, fiscales o
periodísticas que se hicieron públicas en el último
tiempo.

Para colmo de males no es la primera vez que, como


sociedad, enfrentamos un descalabro donde abundan
las evidencias de las trapacerías. A fines del año 2000
se difundieron decenas de “vladivideos” en los que se
encontraban involucrados políticos, periodistas y altos
funcionarios del Estado en graves hechos de
corrupción. Veinte años después las escenas se
repiten con nuevos actores tan deshonestos como los
de entonces.

Se constata que estuvimos mal, que se adoptaron,


aislada e inconexamente algunas de las propuestas
presentadas por la Comisión Especial para la Reforma
Integral de la Administración de Justicia (Ceriajus)
pero que, evidentemente, resultaron insuficientes
porque seguimos arrastrando los mismos estragos y
necesitamos adoptar medidas orientadas a la reforma
integral de la justicia.

Hemos dado un primer paso al aprobar por


referéndum una reforma constitucional mediante la
que se varía sustancialmente el mecanismo a través
del cual se elige a quienes llevarán a cabo los procesos
de selección de jueces y fiscales, veremos si esta
medida impacta favorablemente y si resulta suficiente
para revertir la crisis apuntada.

En este trabajo pretendemos comenzar analizando la


vieja mentira y el disimulo, sus vertientes y usos, para
concluir que, hasta hace relativamente poco, no se
2
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

había desarrollado la idea de que la mentira y la


verdad eran lo mismo.

La mentira supone un desajuste entre lo afirmado y


los hechos, pero además presupone conocimiento de
la falsedad. Si esto es así, ¿Pueden construirse
verdades a partir de mentiras? La respuesta negativa
se impone con la fuerza de la lógica pero como
veremos a lo largo del trabajo en la repetición se
encuentra el secreto de la respuesta afirmativa.

Sostendremos que no existe un derecho a que se


olvide lo que en realidad sucedió porque si ello se
admitiera se reconstruiría la historia de un modo
arbitrario que prioriza el derecho subjetivo por sobre el
interés de la comunidad y concluiremos el capítulo
analizando si existe un deber incondicionado de decir
la verdad.

A continuación analizaremos el contrario lógico, la


verdad. Pondremos de relieve su naturaleza y la
identificaremos como derecho, analizando su
importancia en el ámbito de las decisiones públicas y
ciudadanas pero sobretodo destacaremos su valor
inmanente a la democracia.

Hasta fines del Siglo XX existían mentiras, verdades y


disimulos, pero de un tiempo a esta parte asistimos al
uso de sofisticadas técnicas de enmascaramiento de la
verdad e intentos de minar su contenido que, según
nuestro punto de vista, suponen una amenaza real
para la democracia.

3
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Si, como dice el tango, “todo es igual” y “nada es


mejor”1 entonces dará lo mismo un burro que un gran
profesor; pero en un escenario donde campea la
posverdad las cosas pueden llegar a ser aún peor de lo
que imaginaba Discépolo por cuanto los burros serán
naturalmente profesores, o se borrará la diferencia
entre profesor y burro porque llegarían a ser
exactamente lo mismo.

Los mecanismos de fabricación de falsos relatos


veraces encontraron un aliado ideal en las redes
sociales, o tal vez sea a la inversa, en realidad, el
enmascaramiento de la verdad es posible en el
contexto de la comunicación instantánea que éstas
permiten, y de las que, en realidad, la posverdad es un
producto.

El objeto del tercer capítulo es ponerle nombre y


desarrollo teórico a los eufemismos que pretenden
“vestir de seda”2 a la lisa y llana mentira,
evidenciando, además, los artilugios de los que ésta se
sirve para intentar demostrar que el rey no está
desnudo3. Confiamos en que mostrando la urdimbre
del engaño se dificultará la tarea de los fabricantes de
mentiras.

Debemos ir anticipando que cuando hablamos de


posverdad aludimos a una forma de engaño, que

1
Enrique Santos Discépolo, “Cambalache”, tango estrenado en el Teatro
Maipo de Buenos Aires hacia fines del año 1934.
2
El refrán popular dice que aunque la mona se vista de seda mona se
queda.
3
ANDERSEN, Hans Cristian. (2011). El traje nuevo del emperador. Madrid:
Everest.

4
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

puede tener ribetes propagandísticos, y que se orienta


a la desinformación para favorecer determinados
intereses políticos o económicos.

No existen varias verdades ni ésta puede ser subjetiva


y la veracidad de los juicios no depende del punto de
vista del emisor. Desarrollamos la idea de una
metaverdad como fundamento de las proposiciones
verdaderas que se asienta en la correspondencia del
discurso con los hechos.

Cerramos el capítulo revelando la estrategia de


quienes niegan los hechos científicamente probados y
las falacias a las que recurren para defender intereses
económicos o políticos, siempre desde plataformas y
con agendas conservadoras.

En el cuarto capítulo se analiza el papel que juegan


las comunicaciones instantáneas en red que son una
característica de la época actual y que resultan el
vehículo ideal para la publicidad o la propaganda que
es el contenido que en realidad se pretende difundir
por medio de estas “verdadmentiras” post orwellianas.

Resaltamos la importancia cada vez mayor que


adquiere la tecnología en la vida de las personas y el
proceso de desaprendizaje que amenaza con sumirnos
en la esclavitud. En ese contexto advertimos que los
algoritmos resultan cada vez más sofisticados pero no
representarán un peligro real si los hombres no
renuncian a mantener su autonomía.

A continuación analizaremos el papel de la mentira en


la política diferenciando las campañas basadas en
simples mentiras como las de Alberto Fujimori y
Carlos Menem de las basadas en posverdades como la
de Donald Trump o la del Brexit. Cerramos el quinto
5
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

capítulo pasando revista a las consecuencias de la


mentira en la política que no han sido usualmente
catastróficas aunque no faltaron casos como el de
Richard Nixon o el de Pedro Pablo Kuczynski.

En el sexto capítulo se analiza el alcance y contenido


de la libertad de información, el papel de los medios y
dos temas centrales de la hora como el de las “fake
news” y el de la concentración de medios.

Concluimos señalando que defender la verdad,


contrastar la veracidad de los discursos con la
realidad o desenmascarar la mentira y sus ropajes son
tareas dificultosas y no siempre populares pero que
resultan, en todo caso, cruciales. Tal vez sea la
empresa más importante que se pueda encarar en los
tiempos que corren.

Además de desarrollar los temas señalados analizamos


algunos conceptos poco explorados como “hechos
alternativos”, “pospolítica”, “Infoxicaciòn”,
“infotainment”, “clickbite”, “prosumers” o “bots” entre
otros. Ponerle nombre y brindar contenido respecto de
los sucesos que se están desarrollando en tiempo real
es sumamente relevante para comenzar a
comprenderlos y desarrollar debates informados en
torno a ellos, además de advertir sobre los riesgos, no
siempre evidentes, que entrañan.

Cerramos el trabajo presentando algunas propuestas


para enfrentar al engaño, al disimulo y, sobre todo, a
su versión más peligrosa y agresiva, la posverdad.
Brindar claridad, razones y hechos es una forma de
enfrentar a las mentiras y los ardides que pretenden
encubrirlas.

6
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Debo agradecer muy especialmente la amorosa e


incondicional colaboración que recibí de mi esposa
Silvana Casanova, los aportes del Profesor de
antropología Héctor Lahitte y de mi colega Christian
Ramírez-Gastón que ayudaron a mejorar
sustantivamente este trabajo.

El esfuerzo por denunciar las estratagemas que


encubren la verdad es la trinchera que escogemos
para librar nuestra batalla a favor de la democracia.
Puede que no salvemos a la humanidad, que nuestro
discurso no sea comparable con “yo tengo un sueño”4,
pero es, en todo caso, el modesto aporte que está a
nuestro alcance y me gustaría creer que es
importante, aunque sea en pequeña medida. Al fin y al
cabo las playas están formadas por granitos de arena
que, individualmente considerados, resultan
prácticamente insignificantes.

4
Nos referimos al discurso propalado por Martin Luther King Junior en el
Lincoln Memorial de Washington DC el día 28 de agosto de 1963. Para
escucharlo completo se puede recurrir a https://bit.ly/2LGfskT
disponible el 29 de 2018.

7
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

8
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

CAPITULO 1

¿Nada nuevo bajo el sol?

La mentira, el disimulo y lo no verdadero


Los intentos por ocultar, disimular o simplemente
negar la verdad, haciendo pasar lo falso, lo artificial y
lo fatuo como verdadero y relevante, son tan antiguos
como los caminos de tierra.

Engrandecer y embellecer las cualidades existentes,


añadir virtudes imaginarias o esconder las flaquezas y
miserias ha sido una práctica corriente en el
desarrollo del hombre.

Un género en el que destacaban este tipo de artificios


era el de los “espejos de príncipes” con los que se
llevaba a cabo el proceso formativo de los futuros
gobernantes europeos que fueron característicos
durante los Siglos XII al XVI.

Este tipo de obras “… se preocuparon por definir las


cualidades y las virtudes del monarca y ofrecer de él
una imagen específica”5. Es decir, se trataba de forjar
un paradigma de comportamiento y virtud a emular.

Como podrá apreciarse, el acento no estaba puesto en


el recuento objetivo de hechos sino en el diseño de un
“deber ser” que, como es lógico, no resultaba

5
RUCQUOI, Adeline y BIZZARRI, Hugo. (2005). “Los Espejos de Príncipes en
Castilla: entre Oriente y Occidente”. En: Cuadernos de Historia de
España, Número 79, Madrid, p. 8.

9
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

indiscutible ni necesariamente uniforme en todas las


latitudes.

Nicolás Maquiavelo desarrolló una obra clásica de este


género, El Príncipe, pero advirtió con toda claridad la
distancia que media entre verdad y narrativa. Se
proponía describirle a Lorenzo de Medici, destinatario
de la obra, la verdad efectiva de la cosa que, según
sostenía, era mucho más importante que su
apariencia6.

Como es evidente, el libro de consejos del florentino


era más bien un manual de política práctica donde la
verdad, la mentira y la apariencia no eran juzgadas
como buenas o malas en sí, exaltadas o vituperadas,
sino que más bien cumplían roles específicos en
coyunturas particulares7.

El príncipe debía construir un relato a la medida de la


necesidad de conservar el poder, independientemente
de su veracidad que, en última instancia, resultaba
poco relevante en la práctica. No es que no estime la
verdad sino que ésta puede no ser útil para los
intereses del príncipe.

Maquiavelo, sin embargo, desaprueba también la


mentira, aunque no por razones morales sino por su
ineficacia política, y sugiere al detentador del poder

6
MAQUIAVELO, Nicolás. (2011). El Príncipe. Madrid: Gredos, p. 51.
7
Como ejemplo de lo dicho pueden consultarse los capítulos XV “De las
cosas por las que los hombres, y sobre todo los príncipes, son alabados o
vituperados” y XXIII “De qué modo se ha de rehuir a los aduladores”,
entre otros.

10
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

que recurra al disimulo para apartarse de la realidad


en el mismo punto que la conveniencia lo recomiende8.

Obviamente, la mentira no es lo mismo que la ficción,


pero, en todo caso, Oscar Wilde protestaba
amargamente contra la veracidad en el arte,
aduciendo que “… una de las principales causas del
carácter singularmente vulgar de casi toda la
literatura contemporánea es, indudablemente, la
decadencia de la mentira, considerada como arte,
como ciencia y como placer social. Los antiguos
historiadores nos presentaban ficciones deliciosas en
formas de hechos; el novelista moderno nos presenta
hechos estúpidos a guisa de ficciones”9.

Evidentemente, el excéntrico y rupturista autor de


estas palabras, en la obra citada que data de 1889,
renegaba amargamente del realismo en el arte de su
época que postergaba los sentimientos y las emociones
que habían sido enaltecidos por el romanticismo
previo.

En todo caso, el arte puede distinguirse claramente de


la historia, del derecho o de la política, que son
ámbitos donde la verdad parece jugar un papel
verdaderamente importante para la adecuada
percepción social de la realidad.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no todo el


que manifiesta algo que no se ajusta exactamente a la

8
El Capítulo XVIII relacionado con el cumplimiento de las promesas es
muy explícito en torno a esta cuestión.
9
WILDE, Oscar. (2004). La decadencia de la mentira (Observaciones). 4ta
Ed, Madrid: Siruela, p. 16.

11
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

verdad está mintiendo. Dentro de esta lógica, cabría


separar del ámbito de la mentira a otros como:

1. Las creencias y los dogmas religiosos;


2. Las opiniones sobre temas que no tengan
fundamento en datos empíricos contrastables;
3. Los errores fácticos o de apreciación.

Quien afirma lo que puede ser juzgado como un


mensaje no-verdadero a partir de una creencia, de una
valoración subjetiva o de un error, no está mintiendo.
No miente quien cree o yerra por cuanto no pretende
engañar con lo falso. La mentira entraña conocimiento
de la falsedad.

Es precisamente el conocimiento de la falta de


veracidad de sus afirmaciones la que hacía crecer la
nariz de pinocho, el muñeco de madera que inspiró la
fábula moralizadora que Carlo Lorenzini desarrollara
en el Siglo XIX10.

Por su parte, San Agustín ha sostenido que “…miente


el que tiene una cosa en la mente y expresa otra
distinta con palabras u otros signos. Por eso, se dice
que el mentiroso tiene un corazón doble, es decir, un
doble pensamiento: uno el que sabe u opina que es
verdad y se calla, y otro el que dice pensando o
sabiendo que es falso”11.

10
COLLODI, Carlo. (2002). Las aventuras de pinocho. Madrid: Akal. Una
interesante mirada a las interpretaciones que de dicha obra se han
realizado puede encontrarse en RUZ VILCA, Elvis. (2013). “Lectura
Dialéctica de Pinocho: ¿más que un cuento infantil?”. En Revista
Herencia, Año 4 Número 4, Santiago, pp. 182 y siguientes.
11
SAN AGUSTÍN DE HIPONA. (2016). Tratados sobre la mentira. Sin lugar de
edición: Ivory Falls, p. 6.

12
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Esa desaprobación no sorprende por cuanto la fe


católica incluye entre sus principios éticos
fundamentales la prohibición de la mentira.
Efectivamente, el octavo mandamiento contenido en
las tablas de la ley reveladas a Moisés incluye la
proscripción de la mentira y las declaraciones falsas.

Adicionalmente, el sacramento de la confesión incluye


un examen de conciencia que debe incluir, para ser
aceptado, la evaluación sincera de las acciones. Quién
miente ante Dios se engaña a sí mismo12.

La tentación de recurrir al disimulo y el embuste no es


novedosa, su embalaje tal vez, pero ya desde mediados
del Siglo XX se había concebido un tercera categoría
con la construcción de “verdad-mentiras” que se
presentaban como verdades, aunque hubiese que
reescribir la realidad o simplemente ignorarla.

George Orwell, en su obra 198413, ya hablaba de


“newspeak”14; un lenguaje donde el término ciencia
sencillamente no existía y se cultivaba el arte del
“doblepensar”.

12
Cuando el Papa Francisco I, en su libro-entrevista “El nombre de Dios
es misericordia”, aconseja a los penitentes sobre la confesión señalando
que deben pensar “… en la verdad de su vida frente a Dios”. Texto
completo disponible en https://bit.ly/2Rz6m9r (consultada el 7 de
octubre de 2018).
13
BLAIR, Eric Arthur (George Orwell). (2013). 1984. Madrid: Debolsillo.
14
Este concepto fue traducido al español como “neolengua”. Al respecto
puede consultarse AROCAS GALDÓN, José Andrés. (s/f). “El Newspeak.
Análisis de la neolengua de la obra de George Orwell 1984”. En
Repositorio de la Universidad Jaime I. Disponible en
https://bit.ly/2LiWcKD (consultada el 23 de julio de 2018).

13
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Esta actividad que se presenta en tensión intrínseca y


permanente suponía creer simultáneamente en la
veracidad de afirmaciones palmariamente
contradictorias15.

Orwell describe esta actividad, realizada por Winston,


el personaje principal de su obra, de la siguiente
manera:

“Su mente se deslizó por el laberíntico mundo


del doblepensar. Saber y no saber, hallarse
consciente de lo que es realmente verdad
mientras se dicen mentiras cuidadosamente
elaboradas, sostener simultáneamente dos
opiniones sabiendo que son contradictorias y
creer sin embargo en ambas; emplear la lógica
contra la lógica, repudiar la moralidad mientras
se recurre a ella, creer que la democracia es
imposible y que el Partido es el guardián de la
democracia; olvidar cuanto fuera necesario
olvidar y, no obstante, recurrir a ello, volverlo a
traer a la memoria en cuanto se necesitara y
luego olvidarlo de nuevo, y, sobre todo, aplicar el
mismo proceso al procedimiento mismo. Esta
era la más refinada sutileza del sistema: inducir
conscientemente a la inconsciencia, y luego
hacerse inconsciente para no reconocer que se
había realizado un acto de autosugestión.
Incluso comprender la palabra doblepensar
implicaba el uso del doblepensar”.

15
George Orwell, antes de escribir 1984, tenía claro el panorama de su
época. En carta del 18 de mayo de 1944, dirigida a Noel Willmett, señaló
que “Hitler, sin duda, pronto desaparecerá, pero solo a expensas de
fortalecer a) a Stalin, b) a los millonarios angloamericanos y c) a todo
tipo de pequeños aspirantes a tiranos del tipo de De Gaulle”. Su
prognosis sobre el desarrollo del totalitarismo europeo puede verse en
DAVISON, Peter. (2013). George Orwell: A life in letters. Nueva York-
Londres: Liveright.

14
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Efectivamente, entender la neolengua y la palabra


“doblepensar” es, sin ningún lugar a dudas, una forma
de ejercicio del doblepensar, asumiendo que lo
verdadero y lo falso son iguales o, mejor aún, que son
indistinguibles e idénticamente creíbles y sobre todo
veraces.

La lógica que subyace en este idioma, que nada tiene


de contradictorio, se asienta sobre una perspectiva
profunda y compleja que, asumía el autor, debía
incluir la “mutabilidad del pasado” y la “degeneración
de la realidad objetiva”.

Efectivamente, constituye algo más complejo que un


simple oxímoron pero no alcanza el nivel de
peligrosidad que entraña la construcción de “hechos
alternativos” sobre los que se soportará la artificiosa e
interesada construcción de posverdades.

Cabe destacar que el oxímoron es un recurso literario


que combina en una misma frase dos términos o más
con un contenido prima facie antagónico con miras a
enfatizar algún aspecto de la proposición16.

El ex Primer Ministro de Gran Bretaña, Tony Blair,


sostuvo que su partido, el laborista, encarnaba el
“centro radical”17 cuando es evidente que en la política
lo “radical” se asocia con los extremos del arco

16
El Diccionario de la Real Academia Española incluye como ejemplo de
oxímoron la construcción “silencio atronador” en los que evidentemente
se pretende resaltar la profunda magnitud del silencio.
17
Un análisis del contenido de la propuesta y la coyuntura en la que se
la formula puede hallarse en FLORES, Fernando. (1998). “El partido
laborista británico, un modelo de cambio organizativo”. En Revista de
Estudios Políticos (Nueva Época). Número 102, Madrid, pp. 259 y
siguientes.

15
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

ideológico y no precisamente con el ideario moderado


del centro.

En este caso se enfatiza la moderación del partido,


intentando simultáneamente, empujar a sus rivales
hacia los extremos, pero no se pretende afirmar que lo
moderado y lo radical (en el sentido de extremista) son
una y la misma cosa sosteniendo la veracidad de
ambas, combinadas, a la vez.

Otro uso del oxímoron podría ser el de descalificar con


el segundo término la entidad del primero utilizándolo
como epíteto. Jorge Luis Borges en “El Zahir”, uno de
sus cuentos más famosos, narraba que en los
primeros siglos de la iglesia católica se hablaba de una
luz oscura y que los alquimistas aludían a un sol
negro18.

En conclusión, la mentira siempre ha existido pero


hasta ahora no había tenido pretensión de pasar como
verdad y, en todo caso, el intento de contrabandear
mentiras por verdades era una práctica evidenciada
como artilugio que requería reescribir la realidad y que
además resultaba propio de sistemas
antidemocráticos.

La mentira como política de estado


Cuando Hitler llegó al poder adoptó una serie de
medidas entre las que se encontró la creación del
Ministerio de Educación Popular y Propaganda que fue
encomendado a quien manejó las tareas de difusión

18
Este cuento fue publicado en BORGES, Jorge Luis. (1987). El Aleph.
Madrid: Alianza Editorial.

16
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

del ascendente Partido Nacional Socialista, Joseph


Goebbels19.

La propaganda del nazismo se basó en una serie de


once principios20 férreamente impuestos y de
obligatorio cumplimiento que contenían reglas como
“Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras
que las distraigan”, “Toda propaganda debe ser
popular, adaptando su nivel al menos inteligente de
los individuos a los que va dirigida” o “Hay que emitir
constantemente informaciones y argumentos nuevos a
un ritmo tal que cuando el adversario responda el
público esté ya interesado en otra cosa”.

El sexto de dichos principios presentaba una idea muy


importante que era la de la construcción de verdades a
partir de la repetición de mentiras. Se ha hecho muy
conocida la frase “Si una mentira se repite
suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

La triquiñuela, sin embargo, es en el fondo burda y


nada sofisticada. El secreto del éxito de la propaganda
reside en tres factores que deben actuar
conjuntamente: la reiteración del mensaje, la violencia
de su imposición y la represión de los medios o
personas capaces de responder.

Los nazis utilizaron todos los medios disponibles para


difundir su ideario expansionista y criminal. No solo

19
Desde 1926, fecha en que fue nombrado jefe del distrito de Berlín,
comenzó a trabajar en la propaganda como medio de difusión del
partido y de su plan de gobierno.
20
Un desarrollo de los mismos puede encontrarse en MANVELL, Roger y
FRAENKEL, Heinrich. (2010). Doctor Goebbels – His life and death. Nueva
York: Skyhorse.

17
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

reprimieron y contaminaron la radio y los periódicos,


sino que también abarcaron el cine, el teatro y las
artes plásticas21.

De hecho se ha asociado la posverdad moderna con la


propaganda de ésta época. Josep Ramoneda publicó
que la “[p]osverdad es una variante de la propaganda.
Nada nuevo bajo el sol”22.

Me parece que existe una diferencia muy sutil que


tiene que ver con el emisor y eventualmente con su
actitud. Los nazis difundían mentiras con
conocimiento y martillaban sobre ellas eliminando
mediática o físicamente a quienes pudieran
desenmascararlas. La posverdad, en cambio, se
construye sobre la base de “hechos alternativos” que,
apelando a la emoción, son difundidos como
verdaderos por medio de las redes sociales.

El factor crucial radica entonces en la


“democratización” de la posibilidad de compartir
contenidos que muchas veces son generados por los
mismos ciudadanos al margen de los canales oficiales
o periodísticos.

El día 10 de junio de 2015, Umberto Eco recibió una


distinción Honoris Causa en "Comunicación y Cultura

21
GÓMEZ PÉREZ, Javier. (2016). La propaganda nazi a través de los
carteles. Madrid: Create Space Independent Publishing Platform.

22
RAMONEDA, Josep. (2014). “Posverdad y propaganda”. En Diario El País,
2 de Julio de 2014, disponible en https://bit.ly/2wA4JQ4 (Consultada el
3 de septiembre de 2018).

18
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

de Medios"23, entre otras razones por haber renovado


profundamente el estudio de la comunicación y la
teoría semiótica. Concluido el acto declaró a los
periodistas que “[l]as redes sociales le dan la palabra a
legiones de idiotas que antes solo hablaban en el bar
después de una copa de vino, sin dañar a la
comunidad. En aquel entonces estos eran
inmediatamente silenciados, pero ahora tienen el
mismo derecho a hablar que un Premio Nobel. Es la
invasión de los imbéciles"24.

Añadió que “[l]a televisión había promovido al idiota


del pueblo con respecto al cual el espectador se sentía
superior. El drama de Internet es que promovió al
idiota del pueblo como portador de la verdad"25.

La amenaza es evidentemente distinta y como veremos


más adelante, el reto consistirá en poner de relieve los
hechos para que la ciudadanía pueda contrastar los
discursos, explícitos o subyacentes, y librarse de los
mitos interesadamente construidos.

¿Existe un derecho a que olvidemos?


Un factor que puede coadyuvar con la construcción de
la mentira es el olvido. La pérdida de memoria, la

23
Todos los discursos pronunciados en el acto pueden encontrarse
disponibles en https://bit.ly/2MK25kU (Consultada el 3 de septiembre
de 2018).
24
Las declaraciones de Umberto Eco a las que se hace referencia fueron
recogidas por el Diario La Stampa al día siguiente. Pueden leerse en
https://bit.ly/1QppKm1 consultada el 3 de septiembre de 2018.
25
Idem.

19
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

desconexión de hechos o la dificultad para recordar


circunstancias o personas pueden ser acontecimientos
fortuitos o una intencionada deconstrucción del
pasado.

En “El libro de la risa y el olvido” se narra el proceso


de edición de una foto de la que se hace desaparecer a
un dirigente comunista cuatro años después de que
fuera ahorcado por traición. Una orwelliana
reescritura del pasado. Mirek, uno de los personajes
sentencia: “… la lucha del hombre contra el poder es
la lucha de la memoria contra el olvido”26.

Asimismo, Milan Kundera, añade que “… desde


siempre, el hombre sintió el deseo de reescribir su
propia biografía, de cambiar el pasado, de borrar las
huellas, las suyas y las de los demás. Querer el olvido
está lejos de ser una simple tentación de hacer
trampa. Sabina no tiene razón alguna para ocultar
nada, sin embargo la impulsa el deseo irracional de
hacerse olvidar. El olvido: a la vez injusticia absoluta y
consuelo absoluto. El análisis novelesco del tema del
olvido no tiene fin ni conclusión”27.

Al respecto, tal vez convenga recordar el caso en el que


la Secretaría de Estado de la Seguridad Social,
organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales de España, publicó dos avisos en el
Diario La Vanguardia anunciando el remate de
diversos inmuebles, uno de los cuales era de

26
KUNDERA, Milan. (1984). El libro de la risa y el olvido. Barcelona: Seix
Barral, p. 8.
27
KUNDERA, Milan. (2006). El arte de la novela. Buenos Aires: Tusquets,
p.38.

20
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

propiedad de Mario Costeja González y Alicia Vargas


Cots28.

El señor Costeja solicitó al periódico que elimine o


modifique las publicaciones para que no difunda sus
datos personales, además solicitaba que se exija a
Google eliminar dichos datos para que el motor de
búsqueda ya no enlace su nombre con la publicación
de La Vanguardia. Alegaba que el embargo que dio
lugar a la publicación del anuncio estaba resuelto
desde hace muchos años.

La cuestión que tramitó en primer término ante la


Autoridad Española de Datos Personales fue sometida
más tarde al Tribunal de Justicia de la Unión Europea
con sede en Luxemburgo y este órgano, luego de dejar
sentado que los motores de búsqueda realizan
tratamiento de los datos personales al indexarlos y
luego ofrecerlos en forma de resultados, sostuvo que al
resolver los casos se deberá tener en cuenta:

“… si el interesado tiene derecho a que la


información en cuestión relativa a su persona ya
no esté, en la situación actual, vinculada a su
nombre por una lista de resultados obtenida
tras una búsqueda efectuada a partir de su
nombre, sin que la apreciación de la existencia
de tal derecho presuponga que la inclusión de la
información en cuestión en la lista de resultados
cause un perjuicio al interesado”29.

28
Los anuncios de un mismo tenor pueden consultarse en la hemeroteca
del Diario La Vanguardia en https://bit.ly/1gj1NvL, anuncio del 19 de
enero de 1998, y https://bit.ly/2M9qwr3, anuncio del 9 de marzo de
1998 (Consultado el 5 de agosto de 2018).
29
Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Asunto C-131/12, sentencia
del 13 de mayo de 2014, fundamento 99.
21
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Se sostiene que los derechos fundamentales a la


protección de los datos personales y de la vida privada
pueden ser englobados, conjuntamente, en un
“derecho al olvido” que puede prevalecer, como en el
caso del Señor Costeja, sobre el interés legítimo de las
empresas que administran motores de búsqueda y
también sobre el interés general de acceder a
información.

Consagrar un “derecho” a que los motores de


búsqueda y los medios de comunicación eliminen
información que se ajusta a la verdad de los hechos
parece una forma de reescribir el pasado que en poco
se diferencia de la actividad desplegada en este campo
por el “gran hermano” orwelliano.

Puede ser que el Señor Costeja cuando presentó su


reclamo ya hubiese pagado la deuda o litigado contra
la administración para eliminar la obligación y
hubiese ganado pero, en todo caso, si la información
no es falsa no debería ser “olvidada”, o lo que es lo
mismo, desindexada.

A través de su jurisprudencia, el Tribunal


Constitucional del Perú ha sostenido que “… no
resulta incompatible con el derecho a la
autodeterminación informativa que las Centrales
Privadas de Información de Riesgos mantengan en sus
bases de datos información de deudas oportuna o
tardíamente canceladas, en la medida que dichas
entidades cumplan con registrar debidamente las
fechas de dichos pagos y observen los plazos que la

22
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

ley30 ha regulado para la manutención de dicha


información en sus bases de datos”31.

Compartimos plenamente esa decisión porque


eliminar los capítulos incómodos, vergonzosos o tristes
de la historia puede parecer atractivo desde la
perspectiva individual pero nos reconstruye como una
persona distinta de la que hemos sido.

León Gieco, desde la música, advertía que:

“La memoria despierta para herir


a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento”32.

Si se interpretara que existe un “derecho al olvido”, y


este se refiriera al contenido del derecho a la
autodeterminación informativa, entonces su tutela
tramitaría por la vía del proceso constitucional de
habeas data.

Este fue, precisamente, el camino que siguió Miguel


Arévalo Ramírez a quien las investigaciones judiciales
han vinculado, desde hace muchos años, con el tráfico

30
Ley 27489, Ley que regula las centrales privadas de información de
riesgos y de protección al titular de la información.
31
Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia recaída en el expediente
3700-2010-HD/TC, fundamento 8.
32
León Gieco. (2001). “La memoria”, canción incluida en el álbum
“Bandidos rurales”.

23
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

ilícito de drogas, hecho noticioso del que diversos


medios de comunicación dieron cuenta33.

En el expediente 0008-2016-PHD34, que tramitara


ante el Juzgado mixto de Tocache, perteneciente a la
Corte Superior de Justicia de San Martín, se requirió a
Google Perú SRL y a diversos medios de comunicación
para que procedan a “retirar, eliminar y cancelar” los
datos personales del demandante en el plazo de tres
días “bajo apercibimiento de ley”.

Esta medida estaba explícitamente orientada a


suspender la difusión y a apercibir a los medios
involucrados para que se abstengan de publicar la
noticia de que una persona estaba sometida a una
investigación judicial.

Dicha resolución sería anulada casi un mes más tarde


por el propio juzgado alegando un “error material
involuntario”, pero pone claramente de relieve el
peligro que entraña la tentación de autorizar que se
reescriba la historia como nos gustaría que sea
contada, más allá de la verdad y sin atención a los
hechos contrastables.

Considero que no existe un derecho a que se olvide lo


que efectivamente sucedió. El derecho a la

33
Al respecto puede verse https://bit.ly/1WCL0Hf,
https://bit.ly/2LwO4Bw o https://bit.ly/2PDN16f entre muchas otras
(Consultadas el 26 de agosto de 2018).
34
La demanda en este caso fue interpuesta el 14 de octubre de 2016,
pero ya en el 2015 la Dirección General de Protección de Datos
Personales del Ministerio de Justicia sancionó a Google con una multa
de 30 UIT y le ordenó retirar de Internet las informaciones vinculadas
con el demandante.

24
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

autodeterminación informativa se limita a autorizar el


control de la información inexacta o desactualizada, a
permitir acceder a información propia y también a
suprimir aquella información que afecte la intimidad,
el secreto bancario o la reserva tributaria.

Si pudiéramos prescindir de los hechos y “olvidarlos”,


la historia se convertirá en un relato antojadizo
carente de relación con la realidad.

¿Puede encontrarse justificada la mentira?


Por último, y desde una perspectiva diferente, se ha
sostenido que existen casos en los que la mentira no
es necesariamente inmoral y reprochable aun cuando
el emisor conozca su falsedad y tenga por propósito
inducir a engaño.

Me explico por medio de solo dos ejemplos: las


parteras Sifra y Fúa mintieron al faraón para
preservar la vida de los niños nacidos de las mujeres
del pueblo de Israel en el antiguo Egipto 35; Juan Pujol
García se infiltró en las filas nazis y les proporcionaba
datos falsos para hacer fracasar sus operaciones36.
Todos ellos falsearon la realidad con conocimiento y,
por ende, mintieron pero cabría preguntarse si sus
acciones resultarían reprochables..

Un problema de esta naturaleza suscitó una conocida


controversia entre Benjamín Constant e Immanuel
Kant a partir del siguiente caso: ¿si se presenta a la

35
Santa Biblia. Libro del Éxodo, capítulo I, versículos 15 al 21.
36
PUJOL, Juan-WEST Nigel. (1986). Garbo: El espía del siglo. Buenos Aires:
Sudamericana Planeta.

25
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

puerta un asesino con decisión de matar a una


persona que está en casa y pregunta si ella se
encuentra, existe un deber de decirle la verdad?37

Constant, en un escrito titulado “Francia en 1797”,


enfatizó que “[e]l principio moral, por ejemplo, de que
decir la verdad es un deber, si se tomase de manera
absoluta y aislada, haría imposible toda sociedad.
Tenemos la prueba de ello en las consecuencias muy
directas que de ese principio ha sacado un filósofo
alemán, que llega hasta a pretender que, ante
asesinos que os preguntasen si vuestro amigo a quien
persiguen se ha refugiado en vuestra casa, la mentira
sería un delito” y añade que “[d]ecir la verdad no es,
pues, un deber más que para con aquellos que tienen
derecho a la verdad”38.

Kant, que al responder se manifiesta incapaz de


recordar donde había sostenido tal cosa pero que la
reconoce como propia, aborda la cuestión desde dos
planos distintos: el de la construcción del discurso y el
del contenido del mismo. Respecto de lo primero
señala que no existe derecho a recibir una verdad

37
La respuesta afirmativa que Constant atribuye a Kant no había sido
escrita hasta esa fecha, tal vez hubiera sido utilizada como ejemplo en
sus clases, pero en todo caso no pudo ser leída por el francés y
probablemente haya sido referida por el editor Karl Friedrich Cramer.
Los detalles de las circunstancias que permitieron que se produzca el
debate puede encontrarse en GRANJA CASTRO, Dulce María y CHARPENEL
ELORDUY, Eduardo. (2012). “Kant y el escandaloso tópico de la prohibición
de mentir: una lectura alternativa desde la filosofía del derecho”. En
Revista Éndoxa. Número 29, pp. 15 y siguientes.
38
El texto y un desarrollo de la cuestión puede encontrarse en ALBIAC,
Gabriel. (2012). ¿Hay derecho a mentir?: (La polémica Immanuel Kant -
Benjamín Constant, sobre la existencia de un deber incondicionado de
decir la verdad). Madrid: Tecnos.

26
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

pues esto sería tanto como pretender que depende de


condiciones inherentes al sujeto la veracidad o
falsedad de las afirmaciones.

En relación con lo segundo afirma que la veracidad de


las declaraciones que no pueden eludirse es un deber
formal del hombre para con cualquier otro, por grave
que sea el perjuicio que para él o para el otro pueda
seguirse. Justificar la mentira, en cualquier caso,
debilita la confianza social sobre la que se apoya la
convivencia39.

Este punto podría concluirse evidenciando la


diferencia que media entre la mentira y la falsedad.
Así, “[l]a mentira vive en el ámbito de lo moral: es
mentiroso quien miente, lo que dice es solo resultado
de su perfidia. Sin embargo, es falso lo que se dice, no
forzosamente quien lo dice. Decimos sin cesar cosas
falsas, convencidos de decir la verdad. La falsedad, por
consiguiente, radica en el enunciado; la mentira, en el
emisor”40.

Por nuestra parte entendemos que las opiniones


pueden ser honestas o deshonestas, interesadas o
altruistas pero, en todo caso, no constituyen lo que
denominamos como mentira, salvo que se construyan
a partir de hechos o noticias falsas.

Sostengo que se puede diferenciar entre los hechos,


que se corresponden con datos empíricos de la

39
KANT, Immanuel. (2006). “Sobre un presunto derecho a mentir por
filantropía”. En Teoría y Práctica. 4ta Ed., Madrid: Tecnos.
40
MARZO, Jorge Luis. (2016). “Exhumar la verdad y dejar que huela”. En
Fake: no es verdad, no es mentira. Valencia: Instituto Valenciano de Arte
Moderno, p. 17.

27
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

realidad y por ende son verificables y las opiniones


que en muy escasa medida pueden ser valoradas en
términos de verdad – falsedad. En este caso podrá
hablarse, más bien de pertinencia o error, pero no de
veracidad o mendacidad.

Los hechos, en cambio, pueden ser claramente


calificados como verdaderos o falsos, según que se
verifiquen en la realidad o no. Afirmar lo falso o negar
hechos objetivamente verdaderos es, sin lugar a
dudas, la mentira que, como regla, resulta
moralmente reprochable.

Según estudios especializados los hombres mienten


con frecuencia41 y por lo tanto una expectativa de
completa sinceridad no parece realizable en el mundo
real. Sin perjuicio de ello, creemos que lo condenable
es la voluntad de engaño y la falta de autenticidad.
Naturalmente que la magnitud del reproche variará de
acuerdo con la materia y las circunstancias del caso.

Puede suceder que las circunstancias, como en los


casos apuntados al principio de este apartado,
ofrezcan elementos para justificar la mentira pero en
todo caso esta no pierde su naturaleza ni deja de ser
reprochable, es solo que en la ponderación del caso la
inconducta que supone puede ser de menor magnitud
que el daño que evita.

41
CASTRO CAMPOS, Claudia, LÓPEZ RAMÍREZ, Ernesto Y MORALES MARTÍNEZ,
Guadalupe, “Estudio cognitivo de la mentira humana”, en Revista
Ciencia UANL, Año 16, Número 64, Nuevo León Octubre – Diciembre de
2013, pp. 91 y siguientes. El estudio concluye que “La mayoría de las
personas miente en promedio por lo menos una o dos veces al día”.

28
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

En resumen, se trata de ser veraz sin agraviar otros


bienes y ser honesto sin rozar la crueldad. El
equilibrio es difícil y la frontera no siempre clara, pero
nuestra honorabilidad dependerá de que sepamos
reconocerla.

29
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

CAPITULO 2

La verdad, los hechos y el derecho

Realidad, verdad y veracidad


La filosofía, desde muy temprano, comenzó a ocuparse
de lo real y, consecuentemente, de la diferencia entre
el ser y la nada. Parménides concluía que lo que no
era, no podía llegar a ser.

En su poema sobre la naturaleza se explica “(…)


cuáles son los únicos caminos de investigación que se
puede pensar; uno: que es y que no es posible no ser;
es el camino de la persuasión (acompaña, en efecto, a
la Verdad); el otro: que no es y que es necesario no
ser. Te mostraré que este sendero es por completo
inescrutable; no conocerás, en efecto, lo que no es
(pues es inaccesible) ni lo mostrarás”42.

De los dos caminos concebibles para llegar al


conocimiento solo uno es lógicamente transitable, el
del ser, el de la realidad o, lo que es lo mismo, el de la
verdad.

El segundo camino, que podría ser asociado con el de


la opinión, resulta, en importante medida, engañoso
por cuanto se forma a partir de los sentidos humanos,
las emociones y las percepciones de un mundo que
podría ser irreal y en el que se distorsionan las

42
EGGERS LAN, Conrado y JULIÁ, Victoria. (1981). Los filósofos
presocráticos. Tomo I, Madrid: Gredos, p. 436 y siguientes.

30
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

conclusiones, asumiendo que “es” aquello que en


realidad nunca ha sido43.

De aquella preocupación ontológica que se expresaba


en el pensamiento del filósofo eleata hemos pasado a
otra más bien epistémica que se relaciona con la
veracidad del ser.

Foucault analiza el problema de lo verdadero y lo falso


en relación con tres elementos centrales de su teoría
como son el saber, el poder y la subjetividad. La
“parresía” vendría a constituir una forma de ser veraz
y de decir la verdad que cobra especial relevancia en
ámbitos como el de la medicina en general y la
psiquiatría en particular, el de la práctica judicial y el
de los problemas de la sexualidad44.

La parresía o deber ético de verdad puede resultar un


medio adecuado de disponer la personalidad para el
combate, el coraje y la resistencia contra el poder45.

Efectivamente, la verdad puede ser una forma de


resistencia, de afrenta contra el poder sobre todo
cuando éste pretende ocultar los hechos de un modo
sistemático o reconstruir el pasado a la medida de sus
intereses. Algo de esto sucede en la trama de “Edipo

43
Los autores citados, en el numeral 1036 de dicha obra, señalan que
“Parménides ha rechazado la razón conjetural, me refiero a las nociones
débiles, y ha adoptado como criterio de juicio lo científico, esto es lo
infalible, abandonando también la fe en los sentidos”. Ibidem, p. 469.
44
FOUCAULT, Michel. (2017). La parresía. Madrid : Biblioteca Nueva, p.
120.
45
Al respecto puede verse GIRALDO DÍAZ, Reinaldo. (2011). “Modernidad y
parrhesía. Michel Foucault y la cuestión de la resistencia como ethos”. En
Revista Estudios de Filosofía, Número 44, pp. 137 y siguientes.

31
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Rey”46 donde el testimonio veraz de un simple pastor


desata la tragedia cuando narra el origen y destino del
niño que recibió de la esposa de Layo, el Rey que más
tarde resultaría muerto.

Creemos firmemente que la verdad tiene un profundo


potencial transformador y precisamente por ello los
totalitarismos de todos los colores hacen ingentes
esfuerzos por reprimirla, disfrazarla y, si fuera posible,
desaparecerla.

Sin embargo, cuando la represión cede la verdad


recupera su lugar y lo hace reforzada, repotenciada.
Después de la caída del régimen nazi, la mentira sobre
la supremacía de la raza se desplomó y el principio de
igualdad regresó validado y se impuso como principio
universal.

No puede aceptarse la mentira y tampoco la existencia


de más de una verdad, pues si eso sucediera se
perdería la brújula en tanto que nadie se equivocaría y
podrían existir tantas reconstrucciones “veraces” de la
realidad como fuera posible imaginar o resultare
cómodo para los interesados.

Pero aun cuando el engaño y la posverdad amenazan


con imponerse todavía existe un margen para la
rebeldía. Del hecho de que pretendan que miremos y
creamos en las sombras proyectadas en el fondo de la
caverna que ellos manejan (para seguir la alegoría

46
SÓFOCLES. (1981). Tragedias – Edipo Rey. Madrid: Gredos, pp. 353 y
siguientes.

32
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

propuesta por Platón en “La República”47) no se deriva


que no exista el exterior, la realidad y la verdad.

En la actualidad, el “fuego” que proyecta las imágenes


ya no se encuentra detrás de los sujetos sino delante
sus ojos, en la forma de computadoras que muestran
unas realidades idénticamente virtuales y construidas
por los intereses de quienes controlan el detrás de
escena, devenido en software, bits y algoritmos como
consecuencia de la modernidad.

Hoy ya no hacen falta cadenas para fijar la mirada del


hombre en la pantalla, éste sucumbe voluntariamente
y los celulares conectados48 extienden el ámbito del
control intermediando en la percepción de la verdad y
bloqueando, de paso, las relaciones interpersonales
que pudieran hacer posibles los proyectos de
resistencia. Fito Páez canta con razón “[l]a gente está
perdiendo la ilusión de vivir, no hay amigos en el
Facebook y el Twitter es un pájaro ruin”49.

Por su parte, Goldman afirma que desde distintas


vertientes teóricas se ha demostrado un profundo
escepticismo, cuando no rechazo, respecto de la
verdad como criterio viable para el estudio de los
fenómenos.

47
PLATÓN. (1988). “La República”. En Diálogos, Tomo IV. Madrid: Gredos,
pp. 338 y siguientes.
48
“Inteligentes” es el eufemismo con el que se denomina a estos
equipos que extienden la caverna incluso hasta allí donde brilla el sol.
49
Fito Páez. (2017). “El ataque de los gorilas”, canción incluida en el
álbum “La ciudad liberada”.

33
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Llega dicho autor a hablar de una auténtica “verifobia”


que se manifiesta en la tesis de quienes sostienen que
el estudio del conocimiento, o lo que pudiera
denominarse como tal, debería estar confinado a la
determinación de la creencia interpersonal y cultural
que no es verdadera o falsa, sino simple creencia50.

Pero no puede perderse de vista que la negación de la


existencia de la verdad genera una paradoja, al menos
esa proposición debe ser reconocida como verdadera
para que la afirmación tenga algún sentido.

En el presente trabajo partimos de la idea de que los


enunciados pueden ser identificados como verdaderos
o falsos en función de su ajuste a los hechos respecto
de los que se expide. Serán verdaderas las
proposiciones que afirmen estados de cosas
relacionados con los hechos, si no existe relación de
concordancia respecto de estos entonces podrán
calificarse como mentira o falsedad, en los términos en
los que planteábamos la cuestión a lo largo del
capítulo anterior.

Respecto de la teoría que ha desarrollado Habermas


en torno a este punto se ha sostenido que “[a] cada
enunciado le podemos hacer corresponder un estado
de cosas pero un enunciado es verdadero si y solo si
reproduce un estado de cosas real o un hecho y no si

50
GOLDMAN, Alvin. (2004). Knowledge in a social world. Londres: Oxford
University Press. Al respecto puede verse también CAVALLONE, Bruno y
TARUFFO, Michele. (2012). Verifobia. Lima: Palestra. A este grupo de
autores Susan Haack los denomina como “nuevos cínicos”, haciendo
referencia a la escuela de pensamiento desarrollada en la antigua Grecia
a partir de Antístenes y Diógenes de Sinope. HAACK, Susan. (2007).
Defending science. Within reason. Between scientism and cynism. New
York: Prometheus Books, pp. 20 y siguientes.

34
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

presenta un estado de cosas como si fuera un


hecho”51.

De esta teoría podría derivarse que las afirmaciones,


más que verdaderas o falsas, podrían ser calificadas
como justificadas o injustificadas según que se
relacionen adecuadamente con los hechos o no, pero
en todo caso, asumimos que la verdad debe
relacionarse con la realidad fundamentando, de ese
modo, las afirmaciones sobre las que se asienta el
discurso.

De acuerdo con nuestro punto de vista podría trazarse


un cuadro como el siguiente:

El gráfico que presentamos es una versión adaptada


del cuadrado semiótico de Greimas52 donde los
hechos, representados por lo que es, determinan la
verdad de una afirmación y la afirmación de lo que no

51
FABRA, Pere. (2008). Habermas: Lenguaje, razón y verdad. Madrid:
Marcial Pons, p. 339.
52
GREIMAS, Algirdas Julius y COURTÉS, Joseph. (1982). Semiótica.
Diccionario razonado de la teoría del lenguaje. Madrid: Gredos.

35
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

es, por carecer de sustento fáctico, resulta en la


mentira. Por cierto que pueden existir datos que se
parezcan a la verdad o a la mentira pero,
independientemente de su apariencia, solo cuentan
como verdad si tienen sustento fáctico o como mentira
si la afirmación carece de él.

Esta es la innovación que introducimos, lo que es o lo


que no es condiciona la verdad o falsedad53 pero en los
lados tenemos la apariencia, que a su vez puede ser o
no ser y esta relación con los hechos (más allá de la
apariencia positiva o negativa) es lo que condiciona su
valor de verdad o falsedad.

Puede parecer que es y ser o no parecerlo y ser de


todas maneras más allá de la mera apariencia, por ello
mismo afirmamos que lo que condiciona el valor de
verdad o falsedad de la apariencia será el ajuste o no
con los hechos.

Por otra parte, cabría destacar que la verdad de un


hecho no depende de las opiniones o las adhesiones
que motive54. Ferrajoli ha afirmado que “ninguna
mayoría, ni siquiera la unanimidad de los consensos o
los disensos, puede hacer verdadero lo que es falso ni
falso lo que es verdadero”55.

53
Arbitraria pero intencionadamente pusimos a la verdad arriba y a la
mentira abajo.
54
En sentido contrario puede verse RORTY, Richard. (1996).
“Pragmatismo, Davidson y la verdad”. En Objetividad, relativismo y
verdad. Escritos filosóficos. Barcelona: Paidós, pp. 173 y siguientes.
55
FERRAJOLI, Luigi. (2013). Principia Iuris. Madrid: Trotta, p. 209.

36
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Para que de un enunciado se pueda predicar la


condición de verdadero debe existir un correlato
extralingüístico, brindando de esta forma un
contenido fáctico a un adjetivo que sin él constituiría
una afirmación basada en la mera creencia o la
percepción.

Por ello mismo Sucar señala que la verdad debe ser


considerada como:

1. “Una propiedad que es conocida por inferencia,


y no de manera directa, tratándose por lo tanto
de una propiedad derivada o de segundo orden;
y
2. Una propiedad relacional, específicamente
didáctica, en tanto relaciona al portador de
verdad con algún aspecto del mundo”56.

Estamos entonces ante un concepto que opera como


nexo ya que la verdad o falsedad no constituye una
condición intrínseca de la afirmación, sino que
depende de su adecuada o inadecuada relación con un
factor externo con el que debe ser adscrita57.

Si decimos que una persona es calva, la verdad de tal


afirmación dependerá de una circunstancia concreta
que se relaciona con la escasez material de pelo en su
cabeza. Dicho en otras palabras, el valor de verdad del
concepto “calvo” de una persona determinada no
puede ser considerado independiente de la existencia
o inexistencia de cabello en su cabeza.

56
SUCAR, Germán. (2008). Concepciones del derecho y de la verdad
jurídica. Madrid: Marcial Pons, p. 106.
57
Al respecto puede verse ARISTÓTELES. (1985). Metafísica. Madrid: Sarpe,
especialmente los Libros IV y VI.

37
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Creemos firmemente que la verdad existe y que esta


puede ser percibida como ajuste entre el lenguaje y el
universo pues de otro modo quedaríamos sumidos en
el pantano de la subjetividad y las “múltiples
verdades” que pretenden difundir los defensores de la
posverdad.

Ese ajuste al que hacemos referencia es unidireccional


ya que, para que se pueda predicar verdad de una
afirmación, el lenguaje debe adecuarse a la realidad y
no existe un camino inverso por lo que podría
sostenerse que existe entre ambos una relación
asimétrica.

Los juicios, las afirmaciones y las proposiciones en las


que se basan las decisiones pueden poseer valores de
verdad o falsedad y decimos que solo pueden porque
también pueden expresar hipótesis, opiniones
subjetivas o simples valoraciones.

Bernard Williams sostiene que la veracidad presupone


un claro respeto por la verdad y afirma, además, que
esta se asienta sobre dos valores básicos: la sinceridad
y la precisión58.

Esa concepción parece tener sentido, por cuanto la


sinceridad se refiere al sujeto que parte de una actitud
honesta y abierta y, por otro lado, la precisión a la
posibilidad material de constatar los relatos que
construye con la realidad.

Por cierto que no aludimos a la posibilidad de acceder


o enunciar verdades o certezas absolutas ni a
relaciones siempre mecánicas y directas entre el
58
WILLIAMS, Bernard. (2006). Verdad y veracidad: Una aproximación
genealógica. Barcelona: Tusquets.

38
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

pensamiento, el lenguaje y la realidad, pero, en todo


caso, asumimos que el mundo sensible existe y puede
constituirse en parámetro de referencia para las
afirmaciones que respecto de él se expiden59.

Michael Lynch sostuvo que “… necesitamos superar


nuestra confusión y despojarnos del cinismo acerca
del valor de la verdad. De lo contrario, seremos
incapaces de actuar con integridad, de vivir con
autenticidad y de decir la verdad al poder”60.

La preocupación por la verdad llegó temprano al


constitucionalismo. De hecho, en el segundo párrafo
de la declaración de independencia de los Estados
Unidos se lee:

“Sostenemos como evidentes estas verdades:


que todos los hombres son creados iguales; que
son dotados por su Creador de ciertos derechos
inalienables; que entre éstos están la vida, la
libertad y la búsqueda de la felicidad”

Los pilares del ideario político de los promotores de la


independencia, es decir, los principios de igualdad y

59
Una versión contraria, “veriofóbica” diría y además desenfadada es la
que presenta Gianni Vattimo quien sostiene que el “ocaso de la idea de
verdad objetiva en la filosofía y en la epistemología aún no parece haber
entrado en la mentalidad común, la cual todavía se halla muy ligada,
como nos enseña el escándalo sobre los ‘mentirosos’ Bush y Blair, a la
idea de lo verdadero como descripción objetiva de los hechos. Quizás
ocurre un poco como el heliocentrismo: todos seguimos diciendo que el
sol ‘se pone’ aunque es la tierra la que se mueve; o, mejor aún como
decía Friedrich Nietzche: “Dios ha muerto pero la noticia aún no ha
llegado a todos”. VATTIMO, Gianni. (2010). Adiós a la verdad. Barcelona:
Gedisa, pp. 10-11.
60
LYNCH, Michael Patrick. (2004). True to Life. Why Truth Matters.
Massachusets: Mit Press, p. 18.

39
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

libertad, son esgrimidos como “verdades evidentes”,


incontrastables, irrefutables y eternas.

La razón permitía conocer estas verdades, a las que se


califica como evidentes, y resulta, además, ser la
fuente del conocimiento. La percepción por los
sentidos puede conducir a unos equívocos que no
tienen lugar en el ámbito de la deducción científica61
y, consecuente con este punto de partida, los
norteamericanos adoptaron un concepto racional
normativo de Constitución62.

En todo caso, e independientemente de las críticas que


pudieran plantearse contra estas tesis filosóficas, lo
cierto es que la noción de verdad juega un papel
relevante en la concepción del estado constitucional
contemporáneo donde los derechos se erigen como
límite para el conjunto de los operadores del sistema e
incluso frente a las mayorías.

Un derecho a la verdad
La Constitución del Perú comienza estableciendo que
la persona humana es el fin supremo de la sociedad y
también el de su forma políticamente organizada que
es el Estado.

La realización de la persona, la garantía de su libertad


y sus derechos son la razón esencial que dota de

61
El paradigma de estas ideas puede encontrarse en DESCARTES, René.
(2011). Discurso del método. Madrid: Alianza Editorial.
62
GARCÍA PELAYO, Manuel. (1991). Derecho Constitucional Comparado.
Tomo I. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, p. 259 y siguientes.

40
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

sentido a la comunidad y a los mecanismos coercitivos


que ésta requiere para su subsistencia.

El Estado existe para el hombre y no al revés. La


realización de la persona y la convivencia misma solo
son posibles en el marco de una organización que
cuenta con un conjunto de reglas orientadas a
garantizar un estándar de justicia.

La lógica de los totalitarismos es justamente la


contraria ya que los sujetos constituyen engranajes
que deben colaborar con la grandeza del imperio, de la
raza o del Estado. En dicho contexto la eliminación
física de los elementos que no colaboren con el fin
resulta explicable aunque carezca de justificación,
claro está.

Como ya se pusiera de relieve antes, los derechos


fundamentales de la persona aparecen como
exigencias que pueden limitar el ámbito de lo decidible
por la mayoría y por ello, precisamente, Alexy sostuvo
que a la par de ser profundamente democráticos
resultaban también profundamente
antidemocráticos .
63

En el Estado Constitucional la verdad y los hechos


deben ser adecuadamente valorados pues favorecen
deliberaciones y debates auténticos, aun cuando
existan los naturales desacuerdos a los que alude
Jeremy Waldron64.

63
ALEXY, Robert. (2003). “Los derechos fundamentales en el Estado
constitucional democrático”. En CARBONELL, Miguel (Coordinador).
Neoconstitucionalismo(s). Madrid: Trotta, pp. 38 y siguientes.
64
Al respecto puede verse WALDRON, Jeremy. (2005). Derecho y
desacuerdos, Madrid: Marcial Pons.
41
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

El conocimiento de la verdad constituye un auténtico y


legítimo derecho fundamental que resulta
indispensable para arribar a decisiones justas o
conclusiones informadas.

En relación con lo primero el Tribunal Constitucional


del Perú ha señalado que “[e]l desconocimiento del
lugar donde yacen los restos de un ser querido, o de lo
que sucedió con él, es tal vez una de las formas más
perversamente sutiles, pero no menos violenta, de
afectar la conciencia y dignidad de los seres
humanos”65.

Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos


Humanos sostuvo en la Opinión Consultiva 08-87 que
el proceso de hábeas corpus cumple “… una función
esencial como medio para controlar el respeto a la vida
e integridad de la persona, para impedir su
desaparición o la indeterminación de su lugar de
detención, así como para protegerla contra la tortura u
otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes”66.

Es decir que, cuando se trata de enfrentar


desapariciones forzadas el habeas corpus debe
constituir una herramienta eficaz orientada a
determinar el paradero de la víctima o de sus restos en
caso de que ya no se encontrara con vida.

A fin de evitar que los jueces archiven los habeas


corpus interpuestos a favor de personas que fueron

65
Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia recaída en el expediente
02488-2002-HC/TC, fundamento 16.
66
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-
8/87, fundamento 35.

42
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

objeto de desaparición forzada por no encontrarse en


puridad privadas de libertad, es que se incluyó la
figura del habeas corpus instructivo67 y un
procedimiento especial en el artículo 32 del Código
Procesal Constitucional.

De hecho, luego de las dictaduras que asolaron


Latinoamérica entre los años 70 y 80, se han formado
comisiones o grupos que investigaron los hechos
acaecidos y elaboraron informes orientados a contar la
verdad68, de modo que se pueda asentar la
reconciliación sobre la base de la justicia69.

67
Al respecto puede verse Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia
recaída en el expediente 2663-2003-HC/TC.
68
En Argentina la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas
(Conadep) produjo el informe “Nunca más”; en Chile la Comisión
Nacional de Verdad y Reconciliación elaboró un informe final; el Comité
de Iglesias paras Ayudas de Emergencia (Cipae) elaboró el informe
"Paraguay: Nunca Más" y la Comisión de la Verdad y Reconciliación en el
Perú también elaboró un informe final, entre otros órganos de similar
naturaleza como los que existieron en Brasil o Bolivia.

69
Sobre la insuficiencia de las Comisiones de la Verdad sin juzgamiento
de los autores de graves crímenes puede verse MÉNDEZ, Juan. (1997).
“Derecho a la verdad frente a las graves violaciones a los derechos
humanos”. En La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por
los tribunales locales. Buenos Aires: Del Puerto, p. 517 y siguientes. En
dicho trabajo se sostiene que “… el derecho a la verdad no sólo es parte
integral del derecho a la justicia, sino que en algunas circunstancias se
hace efectivo de manera más completa y satisfactoria mediante
procesos penales transparentes y conducidos con todas las garantías de
un juicio justo” (p. 530). Adicionalmente, se ha sostenido que “[e]l
reconocimiento y el ejercicio del derecho a la verdad en una situación
concreta constituyen un medio de reparación”. DUQUE AYALA, Corina.
(2007). “El acceso a la Corte Interamericana de Derecho Humanos y la
43
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

La reconciliación, que suele alegarse como


fundamento de los indultos, las leyes de amnistía u
otros mecanismos que favorecen la impunidad, solo
será posible y efectiva si se plasma en el marco de
políticas públicas y procesos judiciales orientados a
conocer la verdad y garantizar la justicia70.

Desde ésta perspectiva, el Tribunal Constitucional del


Perú ha hablado de una vertiente colectiva del derecho
a conocer la verdad en los siguientes términos: “La
Nación tiene el derecho de conocer la verdad sobre los
hechos o acontecimientos injustos y dolorosos
provocados por las múltiples formas de violencia
estatal y no estatal. Tal derecho se traduce en la
posibilidad de conocer las circunstancias de tiempo,
modo y lugar en las cuales ellos ocurrieron, así como
los motivos que impulsaron a sus autores. El derecho
a la verdad es, en ese sentido, un bien jurídico
colectivo inalienable”71.

En En el mismo sentido, la Organización de Estados


Americanos destaca el compromiso de la comunidad
regional “… a favor del reconocimiento del derecho que
asiste a las víctimas de graves violaciones a los
derechos humanos y al derecho internacional

realización de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación en


Colombia”. En Nova et Vetera, Número 58, Escuela Superior de
Administración Pública, pp. 18 y siguientes.
70
Un desarrollo de esta idea puede encontrarse en ZALAQUETT, José.
(1992). “Balancing Ethical Imperatives and Political Constraints: The
Dilemma of New Democracies Confronting Past Human Rights
Violations”. En Hastings Law Journal, Número 43, p. 1430, disponible en
https://bit.ly/2x20Ken (Consultada el 10 de septiembre de 2018).
71
Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia recaída en el expediente
02488-2002-HC/TC, fundamento 8.
44
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

humanitario, así como a sus familias y a la sociedad


en su conjunto, de conocer la verdad sobre tales
violaciones de la manera más completa posible, en
particular la identidad de los autores y las causas, los
hechos y las circunstancias en que se produjeron”72.

Corresponde advertir que en el Perú el ámbito


protegido del derecho a la verdad se ha ampliado a
supuestos más extensos que el de la violencia estatal,
la desaparición forzada de personas y el paradero de
las víctimas de tal delito pues se lo ha relacionado, de
modo directo, con el derecho de acceso a la
información pública.

En tal sentido el Tribunal Constitucional peruano ha


afirmado que “… el referido derecho a la información
pública implica también el derecho de toda persona a
la verdad, traducido en la obtención de una
información fidedigna e indiscutible de parte de la
Administración”73.

Queda claro entonces que en nuestro país existe un


auténtico “derecho a la verdad”, que tiene la categoría
de fundamental o constitucional74 aun cuando no se

72
Resolución “El derecho a la verdad” aprobado en la Asamblea General,
Resolución AG/RES. 2725 (XLII-O/12), de fecha 4 de junio de 2012. En
sentido concurrente puede verse también: Informe de la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
Estudio sobre el derecho a la verdad, E/CN.4/2006/91 del 9 de enero de
2006.
73
Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia recaída en el expediente
00959-2004-HD/TC, fundamento 7.
74
En el Perú ambos conceptos son equivalentes por cuanto el artículo 3
de la Constitución establece que “La enumeración de los derechos
establecidos en este capítulo [De los Derechos Fundamentales] no
excluye los demás que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza
45
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

encuentre expresamente enumerado. Constituye un


derecho individual pero tiene, a la vez, una dimensión
social o colectiva y se extiende a la potestad de recibir
información en todos los ámbitos.

La verdad y las decisiones judiciales


Se discute intensamente si los procesos judiciales
permiten reconstruir la verdad y si la correcta
reconstrucción de la historia hace a la justicia de la
decisión.

Superadas las tesis que niegan el valor de la verdad y


que afirman que reflexionar en torno a ella es una
pérdida de tiempo, hoy, el estudio de la verdad ha
recobrado su interés. De hecho la preocupación por la
verdad cobra importancia fundamental en los procesos
que comienzan a desarrollarse tras la caída de los
totalitarismos del siglo XX en Europa y de las
dictaduras militares en América Latina.

Recientemente, el Gobierno de Colombia llegó a un


“Acuerdo final para la terminación del conflicto y la
construcción de una paz estable y duradera” con las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. A lo
largo de dicho documento se sostiene en reiteradas
ocasiones la importancia de la verdad para superar el
conflicto armado y cicatrizar las heridas que este
dejara pero también la necesidad de llevar a cabo
procesos judiciales que permitan “… la investigación y
sanción de las graves violaciones a los derechos

análoga o que se fundan en la dignidad del hombre, o en los principios


de soberanía del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la
forma republicana de gobierno”.

46
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

humanos y las graves infracciones al Derecho


Internacional Humanitario”75.

Como ya hemos sostenido, la verdad tiene un valor


político relevante toda vez que constituye una
condición necesaria para la democracia y, de hecho,
su reconocimiento constituye un mecanismo de
resistencia contra la tiranía, pero sostenemos,
además, que constituye un elemento de la justicia de
las decisiones judiciales.

Efectivamente, la verdad se erige como garantía de la


libertad de pensamiento en los sistemas democráticos
y la búsqueda de su realización práctica suele
constituir uno de los fines de los procesos sometidos
al conocimiento de los órganos jurisdiccionales.

No faltan voces que discrepan de este criterio como la


de Carnelutti quien sostiene que en el proceso no
existe algo semejante a la determinación de la verdad,
más bien asume que se produce una “fijación de los
hechos” respecto de los que se va a decidir. La verdad
existe pero fuera del proceso, en él se encuentra tan
solo una verdad formal o procesal76.

Como ya sostuviéramos antes, los hechos existen y las


afirmaciones sobre ellos pueden ser verdaderas o
falsas. Si aplicamos esta lógica a los procesos
judiciales observaremos que la legitimidad de la
decisión se asienta sobre una serie de factores entre

75
El texto completo del acuerdo se encuentra disponible en
https://bit.ly/2mXa6W6.
76
Al respecto puede verse CARNELUTTI, Francesco. (1982). La prueba civil.
Segunda Edición, Buenos Aires: Depalma, p. 107 y siguientes.

47
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

los que se encuentra el de que el razonamiento parta


de premisas verdaderas.

De hecho, el Código Penal incluye una serie de delitos


contra la fe pública entre los que se encuentra la
falsificación y diversos tipos de falsedades. Aún más,
el artículo 409 sanciona con pena de dos a cuatro
años al “… testigo, perito, traductor o intérprete que,
en un procedimiento judicial, hace falsa declaración
sobre los hechos de la causa o emite dictamen,
traducción o interpretación falsos”77.

Por otra parte, debe tomarse en cuenta también que el


deber de motivación de las resoluciones judiciales,
constitucionalmente garantizado, comprende
diferentes aspectos entre los que se encuentra la
evaluación de las premisas fácticas del asunto que se
trata de resolver.

Efectivamente, el juez determina los hechos relevantes


del caso y si parte de premisas falsas no hay modo que
la resolución acabe resultando una expresión de la
justicia.

El Tribunal Constitucional peruano ha sostenido que


“[e]l control de la motivación también puede autorizar
la actuación del juez constitucional, cuando las
premisas de las que parte el juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica”78.

77
En estos casos, entonces, se sanciona penalmente la mentira.
78
Este criterio fue desarrollado en Tribunal Constitucional del Perú.
Sentencia recaída en el expediente 0728-2008-HC/TC, fundamento 7.c.
Con posterioridad completaría el desarrollo del derecho a la motivación
incorporando lo que denominará “motivación constitucionalmente
48
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Puede suceder que algunos procesos en particular,


como los penales, no reconstruyan, necesariamente, la
verdad histórica sino aquella que se ha podido probar
y demostrar siguiendo las reglas de ofrecimiento y
valoración de pruebas que se encuentren establecidas
por el código de la materia.

Entre dichas reglas se encuentra la de que el


imputado tiene derecho a no declarar cuando hacerlo
podría auto incriminarlo. De este principio de que
nadie está obligado a declarar contra sí mismo,
algunos derivan un derecho a mentir aunque otros
interpretan que no existe tal derecho, sino solo la
posibilidad de guardar silencio, sin generar
presunción de culpabilidad en su contra.

Por otra parte, en los procesos penales


norteamericanos que se resuelven con intervención de
jurados (aquellos previstos en el numeral 3 de la
Sección Segunda del artículo 3 de la Constitución
Norteamericana) este no fundamenta su decisión en
absoluto, limitándose a indicar si considera que el
imputado resulta culpable o inocente y sin que se
pueda determinar en base a qué razones o por qué
fundamentos adoptaron su decisión.

Esto no quiere decir que la prueba carezca de sentido


y que los jueces puedan decidir sin tomar en cuenta la
verdad. Si no se puede determinar si el hecho ocurrió,
no estamos en condiciones de interpretar y aplicar la
norma de derecho que resuelva el caso, es decir la
decisión no puede ser justa, y, en consecuencia deben

deficitaria”, véase Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia recaída en


el expediente 1747-2013-PA/TC, fundamento 4.3.

49
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

admitirse todas las pruebas relevantes con miras a


fijar el supuesto fáctico.

Entendemos que por medio del proceso se debe decidir


la controversia pero no de cualquier manera sino de
forma justa, y cuando decimos justa nos referimos a
que debe resultar de la aplicación de la ley conforme a
criterios interpretativos válidos y razonables.

Cabría sostener que, en el marco del Estado


Constitucional, la justicia opera como una forma de
verdad propia del derecho, sin embargo, esta
asociación verdad-justicia no está desprovista de la
falta de certeza propia de las ciencias sociales.

Sin perjuicio de lo dicho creemos también que la


verdad es condición necesaria de la decisión justa, no
es la única condición pues como se acaba de señalar
debe aplicarse la norma correcta, interpretarla
razonablemente y haberse desarrollado un
procedimiento válido y legal.

De hecho, la existencia del proceso supone un


conjunto de narraciones donde las partes presentan
su versión, los testigos y peritos analizan las
propuestas y las reconstruyen a partir de las suyas y
el juez debe expedir la sentencia que decide el caso
con coherencia y preocupándose, además, por aplicar
el derecho y mantener una relación de
correspondencia con los hechos.

En el proceso creemos que no hay más remedio que


partir de la teoría correspondentista de la realidad79
que desarrollaran autores como Bertrand Russell. La
79
Al respecto puede verse RUSSELL, Bertrand. (1997). The problems of
philosophy, Londres: Oxford University Press.

50
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

realidad permitirá verificar o desmentir el relato


construido por el juez para decidir el caso que tuvo
ante sí y al que aplicó el derecho.

Concluimos entonces que la prueba debe referirse a


los hechos y que la sentencia debe partir de ellos como
presupuesto de la justicia, negamos en consecuencia
que exista una “verdad procesal” autónoma desligada
de los hechos del mundo exterior80.

Consulta previa y veracidad


El 27 de junio de 1989, la Organización Internacional
del Trabajo adoptó el Convenio 169, Convenio sobre
pueblos indígenas y tribales81 que fue ratificado por el
Perú el 2 de febrero de 1994.

En dicho instrumento se estableció que los estados


deben “consultar a los pueblos interesados, mediante
procedimientos apropiados y en particular a través de
sus instituciones representativas, cada vez que se
prevean medidas legislativas o administrativas
susceptibles de afectarles directamente” (artículo
6.1.a).

Pero no se requiere cualquier consulta, debe tratarse


de una que sea llevada a cabo con dos estándares
ciertamente exigentes como son los de que resulte

80
En idéntico sentido puede verse SALCEDO FLORES, Antonio. (2004). “La
verdad procesal”. En Alegatos, Número 58, pp. 279 y siguientes.
81
Este Convenio vino a reemplazar al Convenio 107, Convenio relativo a
la protección e integración de las poblaciones indígenas y de otras
poblaciones tribuales y semitribuales en los países independientes,
adoptado en 1957 y ratificado por el Perú el 6 de diciembre de 1960.

51
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

apropiada para las circunstancias y realizada de


buena fe.

Como es evidente cualquier consulta sobre un


proyecto supone la necesidad de brindar información y
ofrecer un intercambio franco de opiniones basadas en
los hechos, en la realidad.

Las consultas construidas a partir de argumentos


falsos, engañosos, confusos o no relacionados con la
realidad pierden su naturaleza de tal y se transforman
en una forma de manipulación del legítimo derecho de
las comunidades afectadas.

La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva


(AIDESEP) planteó una demanda de cumplimiento
contra el Ministerio de Energía y Minas por la falta de
reglamentación de este derecho que fue estimada por
el Tribunal Constitucional en el expediente 05427-
2009-AC/TC.

Como consecuencia de dicha sentencia se aprobó el


Reglamento del Procedimiento para la aplicación del
Derecho de Consulta a los Pueblos Indígenas para las
Actividades Minero Energéticas mediante el Decreto
Supremo 023-2011-EM. No se reconocía
explícitamente el principio de veracidad pero sí se
incorporó un deber general de proceder de buena fe en
el desarrollo de las consultas que debían llevarse a
cabo antes de la emisión del título de concesión
minera (artículo 14).

Más tarde se aprobó la Ley 2978582 y su Reglamento


(Decreto Supremo 001-2012-MC) manteniendo el

82
Es la primera norma de alcance nacional sobre la materia en el ámbito
latinoamericano. Sin embargo, se han elaborado análisis críticos como
52
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

aludido deber de consultar de buena fe que implica


favorecer “un clima de confianza, colaboración y
respeto mutuo” (artículo 4.c).

Corresponde advertir que la consulta no solo debe ser


previa, es decir, anterior a la adopción de decisiones
que pudieran afectar los derechos colectivos de los
pueblos originarios o que impacten en su territorio,
debe ser libre en el sentido de que el proceso de
diálogo no puede incluir presiones o medidas de
coerción y también tiene que resultar informada ya
que no es posible deliberar y decidir sobre lo que no se
conoce o no se comprende.

Como es evidente, un ámbito donde resulta


especialmente necesario contar con información veraz,
actual y accesible es el del diálogo que debe respaldar
una consulta previa a las comunidades campesinas y
nativas respecto de la posibilidad de ejecutar
proyectos de extracción de recursos que incidan sobre
su territorio ancestral.

Sin embargo, las voces indígenas suelen ser


escasamente atendidas y escuchadas incluso en el
ámbito de las noticias sobre conflictos83 en los que
tienen parte. Clorinda Cuminao Rojo advierte que en
el caso del conflicto con la comunidad mapuche en
Chile, los medios de comunicación registraron las
declaraciones de las autoridades (66.7% de la

por ejemplo el que surge del informe “Consúltame de verdad”, que se


encuentra disponible en https://bit.ly/2xVY2IL.
83
La Defensoría del Pueblo monitorea permanentemente los conflictos
sociales de todo tipo y da cuenta ello en un reporte mensual. El
correspondiente al mes de Agosto de 2018 se encuentra disponible en
https://bit.ly/2P3J7CQ.

53
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

cobertura), de los empresarios, periodistas y


especialistas (16.7% de la cobertura), de los testigos y
las víctimas (10% de la cobertura), de los Defensores y
la referencia a determinados documentos (6.6% de la
cobertura) pero no se recogió, en absoluto, la voz del
pueblo indígena involucrado84.

Comunicarse honesta y claramente con las


comunidades resulta un evidente imperativo para el
estado democrático y esto presupone apego a los
hechos y respeto por la verdad.

84
Datos citados en FOWKS, Jacqueline. (2017). Mecanismos de la
posverdad, Lima: Fondo de Cultura Económica, p. 92.

54
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

CAPITULO 3

Los nuevos eufemismos que recubren la vieja


mentira

¿Cuestión de perspectivas?
Hubo una época en la que sólo existían afirmaciones
con sustento fáctico a las que denominábamos
verdades y otras que carecían de soporte en la realidad
a las que llamábamos mentiras.

Lo contrario de la verdad era, inevitablemente,


considerado como falso, pero estas categorías
absolutas parecen empezar a desdibujarse, pero,
¿Cómo sucedió esto?

Piénsese en el siguiente caso: El Sujeto 1 entra al


estacionamiento y le indican que debe estacionar su
vehículo en la cochera número 89. Ingresa por la otra
acera, y en sentido inverso, el Sujeto 2 a quien se le
instruye para que coloque su automóvil en la cochera
número 68.

Ambos conductores llegan al mismo punto y


pretenden estacionar simultáneamente en la misma
cochera. ¿Es esto posible?

55
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Se ofuscan, cada uno grita que tiene la razón, ambos


invitan a mirar el número objetivamente pintado en el
suelo desde su propia perspectiva. Los dos están
convencidos de que están frente a la verdad.

Efectivamente, el número está claramente pintado en


el piso y parece darle la razón a ambos si es que se lo
observa desde la perspectiva de cada uno. ¿Existe más
de una verdad? ¿Pueden existir verdades
contradictorias? ¿Depende la verdad de circunstancias
como de qué lado de la acera se encuentre el sujeto o,
lo que es lo mismo, de su punto de vista? ¿De que uno
esté en lo correcto respecto de un hecho se deriva
necesariamente que el otro no lo está?

El número 68 es el 89 y viceversa, podríamos decir en


la orwelliana neolengua a la que ya hemos hecho
referencia, pero claro, ello supondría la destrucción
del sistema métrico decimal y sus unidades.

El problema de los conductores tiene solución.


Bastará que añadamos el contexto para determinar
cuáles son los números de los estacionamientos que
rodean a aquel que produce el conflicto.

56
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

El 68 no es el 89, no existen dos verdades y solo el


sujeto uno tiene derecho a estacionar allí porque esa
es, objetivamente, la cochera número 89, algo que se
desprende de los números de las que lindan con ella.

Lo que pretendemos destacar es que la generalización


a partir de aspectos parciales o la
descontextualización, pueden conducir a
conocimientos inexactos sobre la realidad de las cosas.

Anthony Gooch dio un ejemplo que me parece muy


ilustrativo del problema sobre el que queremos echar
luz. Seis sabios invidentes deciden que quieren saber
cómo es un elefante por sus propios sentidos. Cuando
dieron con uno, se acercaron al animal dispuestos a
tocarlo. “El primero acarició su trompa, que pronto
comparó con una serpiente. El segundo, tocó sus
colmillos que le hicieron pensaren una lanza. El
tercero, posó la mano en la peluda cola e intuyó que
era semejante a una escoba. Así hasta seis
descripciones distintas del mismo animal se dieron
esa tarde”85.

85
GOOCH, Anthony. (2017). “En pos de las verdades”. En Revista Uno,
número 27, Madrid, p. 14.

57
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Todos creían conocer el verdadero aspecto del elefante


porque habían accedido directamente a él y sus
descripciones eran fieles con lo percibido, pero sin
embargo, no lograban ponerse de acuerdo.

Cada uno tenía un conocimiento cierto pero parcial, el


desacuerdo se produce, sí y solo sí, cada uno afirmara
que el elefante es exclusivamente aquello a lo que él
percibió, sin tomar en cuenta que se trataba tan solo
de un aspecto del paquidermo.

No es que existan múltiples verdades, el conocimiento


de cada sujeto puede ser real pero parcial si es que
solo ha accedido a una porción del objeto de estudio.
El problema no radica entonces en lo conocido, sino
en la pretensión de generalizar esa porción como
descriptiva del todo.

Pero existe otra dificultad, tal vez mayor, y es que a


pesar de que pensamos lo contrario, el hombre
moderno, individualmente considerado, sabe
pavorosamente poco sobre el mundo que lo rodea.

No nos referimos a un conocimiento enciclopédico del


conjunto de las facetas de la ciencia. Ni siquiera
somos capaces de comprender la operatividad de los
aspectos más básicos de la vida cotidiana.

Quien crea lo contrario que piense en la forma de


componer el motor que mueve el transporte público
que nos traslada, en tejer las telas de nuestra ropa, en
producir la energía que llega a nuestros hogares y un
largo y penoso etcétera.

Desde esta perspectiva, nuestro antepasado


cavernario tenía mucho más conocimiento porque
manejaba las técnicas de la caza y de la pesca, hacía

58
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

su propia ropa con las pieles, encendía fuego para


cocinar y no congelarse y, claro, conocía la ruta que
permitía escapar rápidamente de los leones y otros
depredadores sin depender de maquinitas que lo
condujeran al despeñadero.

Por supuesto que no todos tenían esas habilidades


pero los genes de quienes no las desarrollaron
seguramente no llegaron hasta nosotros porque se
murieron de hambre, de frío o fueron devorados por
alguna especia más eficiente a la hora de calcular el
riesgo y la velocidad.

En fin, hemos desarrollado un importante volumen de


conocimiento colectivo pero individualmente sabemos
escandalosamente poco y ello no conduce a negar que
exista el conocimiento o la verdad, es solo que
debemos tener una actitud reflexiva y asumir
socráticamente nuestras limitaciones.

El fenómeno de la posverdad
El término “posverdad” es redescubierto y puesto de
relieve como objeto de estudio a partir del año 2016
pero fue utilizado por primera vez hace algo más de 25
años en un artículo publicado por Steve Tesich.

En dicho trabajo se analizan tres grandes mentiras de


la vida política norteamericana como las
interceptaciones ilegales en las oficinas del Edificio
Watergate (Nixon), la venta de armas tanto al gobierno
de Irán como a los Contras insurgentes nicaragüenses
(Reagan) y la guerra del golfo (George H. W. Bush).

Según el autor, la sociedad norteamericana estaba


harta de noticias sórdidas y prefirió tomar distancia

59
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

respecto de las verdades desgarradoras. Se empezó a


asociar la verdad con las malas noticias y de éstas
había tenido suficientes, de modo que dejó de
interesarse en ellas sin importar si eran relevantes o
no.

En dicho trabajo concluye que:

“[t]odos los dictadores hasta ahora han tenido


que trabajar duro para suprimir la verdad.
Nosotros, con nuestras acciones, estamos
poniendo de manifiesto que esto ya no es
necesario, que hemos adquirido un mecanismo
espiritual que puede deshacer la verdad de
cualquier significado. De una manera muy
fundamental, nosotros, como pueblo libre,
hemos decidido libremente que queremos vivir
en el mundo de la posverdad”86.

En realidad no se trataba de una decisión consiente,


sino más bien un mecanismo de evasión, una forma
de autoprotección, que implicaba escapar de la
situación dolorosa.

Se forja de esta manera un término que comienza


describiendo una forma de alienación pero que,
combinado con la explosividad de la comunicación
instantánea que permiten los medios electrónicos,
genera un escenario de peligro para la democracia.

Efectivamente, al respecto se ha sostenido que la


posverdad “en sociedades fracturadas, desiguales,
como la chilena y la peruana, es quizá más lesiva que
en otros espacios donde el sistema democrático tiene
86
TESICH, Steve. (1992). “A government of lies”. En Revista The Nation,
Edición del 6 de enero de 1992. Resumen y enlace disponible en
https://bit.ly/2E4ya2X (Consultada el 23 de julio de 2018).

60
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

mejores contrapesos, o donde es menos frecuente la


discriminación por raza, clase y condición económica.
Esparcir mentiras intencionadas en un país polarizado
es como sembrar minas en un campo muy
transitado”87.

A poco de trasponer el año 2000, la categoría


desarrollada por Tesich se mantiene vigente en la obra
de Ralph Keyes quien sostiene que "[l]a deshonestidad
inspira más eufemismos que la cópula o la defecación”
y añade que esto ayuda a insensibilizarnos de sus
implicaciones para concluir en que “En la era de la
posverdad no solo tenemos la verdad y la mentira,
sino una tercera categoría de afirmaciones ambiguas
que no son exactamente la verdad, pero que tampoco
constituyen en esencia una mentira”88.

Tiendo a discrepar de su opinión en tanto que lo que


no es la verdad, es alguna forma de la mentira. Puede
ser que esa mentira se componga con retazos de la
verdad, que sea bienintencionada o producto de la
ignorancia, pero, en todo caso, no es una afirmación
que tenga correlato con los hechos.

Introducir la noción de conceptos fluidos que se


desplazan entre la verdad y la mentira es una forma
condescendiente de aceptar la falsedad entre nosotros.
Si las posverdades que se construyen en alguna usina
específicamente preparada son admitidas como algo
que no sea lisa y llanamente un engaño, entonces se

87
FOWKS, Jacqueline. (2017). Mecanismos de la posverdad, Op. Cit, p.
102.
88
KEYES, Ralph. (2004). The postruth era – Dishonesty and deception in
contemporary life. Nueva York: St. Martin’s Press.

61
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

habrá perdido la batalla por la veracidad


sacrificándola en el altar de alguna emoción
momentánea.

En el año 2010, David Roberts publicó un artículo


titulado “La política posverdad” donde sostenía que
“[v]ivimos la política que se corresponde con la era de
la posverdad: una cultura política en la que la opinión
pública y las narrativas de los medios de
comunicación se han desconectado, casi por completo,
de las políticas públicas (como sustancia de la
legislación). Esto, obviamente, limita cualquier
esperanza de compromiso legislativo razonado”89.

Efectivamente, si no hay debate sobre los hechos, la


discusión sobre el cambio climático90, que era el tema
que disparaba las reflexiones del autor citado, carecía
de posibilidades de conducir a alguna parte que era,
justamente, lo que deseaban los republicanos que se
oponían a una ley federal sobre el clima.

89
Texto completo disponible en https://bit.ly/2RBSknN (consultada el 8
de octubre de 2018).
90
El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo que el
cambio climático era una fantasía desarrollada por los chinos. La
trayectoria de sus declaraciones se encuentra disponible en
https://bit.ly/2pAj8HQ (Consultada el 8 de octubre de 2018). Un grupo
de connotados científicos, que incluía a 30 premios nobel, respondieron
por medio de una carta abierta en la que sostenían que la afirmación de
que no existe calentamiento global o que este no obedece a la actividad
humana carece de fundamento. El texto que estuvo disponible en
http://responsiblescientists.org/ hoy ya no lo está pero se conservan las
referencias a su contenido en https://ti.me/2ctOYRh (Consultada el 8 de
octubre de 2018). Un resumen de los argumentos de los “científicos
responsables” se puede encontrar disponible en https://bit.ly/2IKjvsy
(Consultada el 8 de octubre de 2018).

62
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

El vocablo posverdad fue incluido en el Diccionario


Oxford de la lengua inglesa como adjetivo, y además
resultó reconocido como término del año 2016. Allí se
lo define como una palabra que:

“Está relacionado con o denota una


circunstancia en la cual los hechos objetivos
tienen menos influencia en la formación de la
opinión pública que la apelación a las emociones
o las creencias personales”.

Uno de los ejemplos sobre el uso que brinda el propio


diccionario resulta verdaderamente explícito: "En esta
era de posverdad es fácil seleccionar datos y llegar a
cualquier conclusión que desees"91.

Me parece que se destaca exactamente donde radica el


problema con la posverdad y es, justamente, en la
selección fragmentaria de hechos que individualmente
pueden ser verdaderos pero que conjugados acaban
componiendo una mentira por generalización
lógicamente inválida .
92

Este término no fue incluido en el lenguaje castellano


por la Real Academia Española sino hasta diciembre
del año 2017. Finalmente se lo incorporó como
neologismo atendiendo a que existe un deber de

91
El desarrollo se encuentra disponible en https://bit.ly/2PmE8xm
(Consultada el 8 de octubre de 2018).
92
El tránsito de lo singular a lo general en la lógica formal está
condicionado por la toma de una muestra suficiente y representativa
que pueda dar cuenta adecuadamente de los elementos comunes de las
especies analizadas.

63
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

recoger el habla actual y, por ende, de incorporar los


términos que describen fenómenos novedosos93.

La definición del término posverdad que se incluye en


el diccionario de la lengua española es la siguiente:

“Distorsión deliberada de una realidad, que man


ipula creencias y emociones
con el fin de influir en laopinión pública y en act
itudes sociales”.

El ejemplo que se propone sobre el uso de la palabra


definida es: “Los demagogos son maestros de la
posverdad”94. El desvalor que incluye la definición del
término en español es visiblemente mayor que el del
diccionario inglés.

Efectivamente en este último se resalta la apelación a


lo emotivo más allá de la objetividad, mientras que
entre nosotros se subraya el contenido engañoso y
manipulador del término.

Darío Villanueva, Director de la Real Academia, en la


conferencia “Realidad, Ficción, Posverdad” sostuvo que
este último término “… se refiere al potencial [...] que
la retórica tiene para hacer locutivamente real lo
imaginario o simplemente lo falso. Un potencial que,
en muchas ocasiones, entronca directamente con la
sentencia de que una mentira repetida mil veces se
convierte en verdad”, y concluyó que “Hoy en día se
acepta que lo real no consiste en algo ontológicamente

93
A modo de ejemplo diremos que, previamente, se habían incluido en
el Diccionario de la Lengua Española términos como selfie, emoji y el
verbo vapear.
94
Puede encontrarse el desarrollo disponible en https://bit.ly/2EYjwpz
(Consultada el 8 de octubre de 2018).

64
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

sólido y unívoco, sino, por el contrario, en una


construcción de conciencia, tanto individual como
colectiva”95.

Como surge de la definición, la posverdad supone una


infravaloración de la realidad y de los hechos con lo
que se evidencia que se trata de un auténtico relato
que incide sobre la formación de opiniones y creencias
que nada tienen de verdadero y que se reproducen por
mera adhesión emocional.

Este es el punto crucial, las posverdades no generan


convicción por la fuerza de las razones o de los hechos
que se esgrimen sino apelando a lo emotivo y
eventualmente a lo irracional, o a lo que, en todo caso,
se encuentra más allá de la razón.

En este escenario creo que no se trata de que vivamos


en una etapa posterior a la de la verdad en la que ésta
cuente menos que los relatos emotivos que se puedan
construir sino que existen amplios sectores que no
reparan en el peligro que entraña confundir los
sentimientos con los hechos.

El síntoma de la enfermedad de nuestro tiempo se


expresa en la tenencia a componer realidades con
fragmentos de información que, aunque resulten
contradictorios, son idénticamente valorados como
verdaderos.

Creemos firmemente que contextualizando las


noticias, evitando la generalización y brindando datos
objetivos podríamos contribuir a superar, en alguna

95
Citado en el Diario El País, edición del 28 de noviembre de 2017.
Disponible en https://bit.ly/2ynWHtN (Consultada el 8 de octubre de
2018).

65
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

medida, los peligros que entraña para la deliberación


democrática la construcción de relatos falsos
difundidos con valor de verdad (ya sea que esto suceda
por ignorancia o interés).

El “Cómo”, el “Qué” y la metaverdad


Si lo que importa es la emoción que provoca el relato y
no el contenido del mismo, entonces los hechos
dejarán de tener importancia y se borra la distancia
que media entre la verdad y la mentira, de hecho pasa
a ser irrelevante.

Las emociones no son verdaderas ni falsas, no están


sometidas a procesos de contrastación con los hechos
porque lo que resulta conmovedor y glorioso para uno
puede ser anodino y aburrido para otro, sin que uno
de los dos carezca de razón.

El riesgo de esta perspectiva es elevado porque se


puede entonces descartar el interés por lo que haya
ocurrido en la realidad para leer y difundir la versión
de los hechos que resulte acorde con nuestro esquema
de creencias sin importar si el relato tiene fundamento
o no.

Si algún espíritu anima nuestro trabajo ese es,


justamente, el de tratar de impedir que la verdad sea
sacrificada en el altar de la emoción instantánea, de la
noticia sin confirmar y de la vieja mentira que nunca
morirá. Sin embargo, el esfuerzo por desnudarla96,

96
Esta es literalmente la tarea porque, como decíamos al inicio, la
mentira salió de las aguas del lago y se vistió con la ropa de la verdad.

66
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

para exponer su miseria, es uno tan trascendente


como urgente.

Seguimos la idea de la canción grabada hace algunos


años:

“Me abrazaré a la verdad


Como un náufrago a un madero
Con toda el alma
Con todo el cuerpo
Abiertos de par en par
97
Sin careta y sin disfraz” .

La democracia se asienta sobre la deliberación y para


que ésta tenga algún valor se requiere, de modo
indispensable, que se asiente en los hechos o de lo
contrario el debate público se convertiría en una
confrontación de fantasías y mundos virtuales o
imaginarios.

No podemos dejar de reconocer que fantasía y realidad


han estado imbricadas en el mundo subjetivo de los
seres humanos pero sin embargo podemos diferenciar
hechos objetivos en cuanto que acaecidos en el mundo
físico de ficciones forjadas a partir de la imaginación
del sujeto.

Sin embargo, los dispositivos electrónicos conectados


a internet “… funcionan hoy como marcos cotidianos
de fantasía, marcos normalizados que solapan el
mundo digital y el mundo de las cosas y los cuerpos

97
Marilina Ross. (2011). “La verdad y la mentira”, canción incluida en el
álbum “De amor y de locuras”.

67
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

que se tocan, huelen y susurran más allá de los ojos y


las yemas de los dedos”98.

En la era de la televisión, el marco resultaba visible y


acotaba la ficción al ámbito de su pantalla dejando la
realidad objetivamente del lado de afuera, en la vida
física de espectador. Los dispositivos electrónicos del
Siglo XXI, en cambio, mantienen el soporte físico; sin
embargo, tienden a borrar el límite entre la realidad
virtual y la que existe por fuera de la red.

Los términos “realidad” y “virtual” que se asocian hoy


sin ningún tipo de conflicto parecen tener un
contenido semántico que resulta intrínsecamente
antitético toda vez que lo virtual es, por definición,
ajeno al mundo físico y, por ende, a los hechos que es
el universo en el que se desenvuelve la realidad.

A partir de lo expuesto, creemos que debe corregirse el


uso del término metaverdad. No es sinónimo de
posverdad y no debería ser usada en el sentido de
“verdades que se encuentran más allá de la verdad”
sino que debe ser comprendida como la verdad de las
verdades.

Me explico, si los metadatos son datos sobre los datos


(disponibilidad, calidad, contenido, etcétera) y un
metaprincipio es el principio del que los principios
emanan (como la dignidad de la persona humana, por
ejemplo) la metaverdad debería ser comprendida como
la verdad de la verdad, o, dicho con más precisión, la
verdad de los relatos verdaderos.

98
ZAFRA, Remedios. (2017). “Redes y posverdad”. En La era de la
posverdad. Barcelona: Calambur, p. 181.

68
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

La metaverdad, en consecuencia, se relaciona de modo


directo y necesario con los hechos que dan sustento
por correspondencia a la afirmación de veracidad
respecto de las proposiciones verdaderas.

La determinación de los hechos supone la


construcción de la metaverdad sobre la que se asienta
la deliberación y que permite que el diálogo
democrático tenga algún fundamento pudiendo
predicar la verdad de los enunciados verdaderos y la
falsedad de los falsos.

Como hemos dejado sentado ya, carece de sentido


discutir sobre las emociones o las realidades virtuales
y, por ende, rendirse mansamente a la idea de que
vivimos en un mundo donde dejó de interesar la
verdad es algo que no estamos dispuestos a aceptar.

El negacionismo
El holocausto del pueblo judío no existió99, la
vacunación no es útil y enferma a los niños100, el
consumo de tabaco no está relacionado con el cáncer

99
No solo resulta reprobable por resultar contrario a la verdad histórica,
incluso se ha sostenido que el discurso de negación del holocausto no se
encuentra cubierto por el ámbito del derecho a la libertad de expresión.
Al respecto puede verse ALCACER, Rafael. (2013). “Libertad de expresión,
negación del holocausto y defensa de la democracia. Incongruencias
valorativas en la jurisprudencia del TEDH”. En Revista Española de
Derecho Constitucional. Número 97, pp. 309-341.
100
KATA, Ana. (2012). “Anti-vaccine activists, Web 2.0, and the
postmodern paradigm – An overview of tactics and tropes used online by
the anti-vaccination movement”. En Vaccine, Volumen 30, pp. 3778-
3789. Disponible en https://bit.ly/2EjNCII (Consultada el 13 de octubre
de 2018).

69
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

que padecen los fumadores, el cambio climático no


existe y las manifestaciones de comportamiento
anormal del clima, en todo caso, no son consecuencia
de las emisiones de dióxido de carbono101 y muchos
otros mitos como esos continúan difundiéndose.

Argumentos retóricos y datos falsos se reúnen para


tejer historias interesadas en negar determinados
hechos o fenómenos científicamente demostrados. ¿La
finalidad? Simple, reconstruir una “verdad alternativa”
que se acomode mejor a los intereses del promotor.

Más adelante volveremos sobre este concepto pero, en


todo caso, lo que queda claro es que determinados
grupos impulsan falsos debates en torno a materias
sobre las que existe un amplio y bien fundado
consenso histórico o científico.

En un artículo relacionado con el negacionismo en el


ámbito de la salud pública Diethelm y McKee
desarrollan un catálogo de los cinco puntos comunes
a toda campaña de negación de verdades científicas102
que son los siguientes:

El primer paso consiste en identificar a las tesis


científicas que demuestran determinado fenómeno que

101
Al respecto puede verse HERAS HERNÁNDEZ, Francisco. (2011).
“Negacionistas, refractarios e inconsecuentes: sobre el difícil reto de
reconocer el cambio climático”. En Cuatro grandes retos, una solución
global: Biodiversidad, cambio climático, desertificación y lucha contra la
pobreza. Madrid: Fundación IPADE y Agencia Española de Cooperación
para el Desarrollo, pp. 124 y siguientes.
102
DIETHELM, Pascal y MCKEE, Martin. (2009) “Denialism: what is it and
how should scientists respond?” En European Journal of Public Health,
Volumen 19, Número 1, pp. 2-4. Disponible en https://bit.ly/2QN0s3A
(Consultada el 12 de octubre de 2018).

70
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

se quiere negar como parte de una conspiración


global. Si existe consenso no es porque los resultados
de los estudios sean concluyentes en las diferentes
latitudes sino porque existe un acuerdo para
distorsionar alguna pretendida verdad subyacente que
se pretende soslayar.

En segundo término se resaltan las tesis de presuntos


científicos que contradicen el conocimiento acumulado
hasta la fecha aun cuando sus análisis resulten
inconsistentes o abiertamente extravagantes. El punto
de vista moderno, basado en análisis echa por tierra el
conocimiento previo que en realidad tiene una agenda
ideológica o política. La maniobra suele
complementarse con campañas de descrédito dirigidas
contra las autoridades científicas que permitieron el
desarrollo del conocimiento.

A continuación habrá que poner de relieve alguna


producción, aunque resulte extremadamente aislada,
en la que se cuestione la tesis que se quiere negar
resaltando sus presuntas inconsistencias y reforzando
la tesis de la negación. En el extremo del descaro no
faltan negacionistas que citan a Galileo y la
marginalidad de sus afirmaciones en el contexto de la
ciencia del Siglo XVI.

En cuarto lugar, los negacionistas intentan demostrar


que las incertidumbres propias de toda teoría
científica, incluyendo las de los modelos matemáticos,
demuestran su inutilidad y falsedad.

Por último, y como no podía ser de otra manera,


quienes niegan la ciencia necesitan recurrir a falacias,
es decir, a razonamientos no válidos pero que tienen
apariencia de corrección.

71
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Afirmaciones engañosas como “el clima ha cambiado


antes por ende el cambio climático actual es natural”
son extremadamente frecuentes. Como es evidente, del
hecho de que algo haya sucedido en el pasado no se
deriva que hoy suceda de la misma forma o por las
mismas causas.

El fenómeno de negar la ciencia o la evidencia que de


los datos se deriva es altamente peligroso porque
conduce a un estado de cosas donde desaparece el
punto de apoyo de la verdad y si la realidad no existe,
entonces todas las conclusiones pueden ser llamadas
verdaderas o, al menos, no podrá demostrarse su
falsedad por falta de parámetro de correspondencia.

Además, la verdad científica tiene una importancia


adicional por cuanto constituye el sustrato objetivo a
partir del que se desarrollan las políticas públicas.

El desarrollo de este tipo de tesis se explica por dos


razones concurrentes: en primer lugar porque se
encuentran motorizadas y financiadas por importantes
intereses económicos y en segundo término porque la
psiquis humana tiende a protegerse negando,
consciente o inconscientemente, los hechos o
situaciones dramáticas.

Existen autores que sostienen que las grandes


empresas como Google o Facebook deben adoptar
medidas para advertir a sus usuarios sobre contenidos
evidentemente falsos que pudieran ser considerados
como una forma de negacionismo103.

103
MOROZOV, Evgeny. (s/f). “Advertencia: este sitio contiene teorías de
conspiración - ¿Tiene Google la responsabilidad de ayudar a detener la
propagación del negación del 11-S, el activismo contra las vacunas y
72
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

No se trata de que filtre sitios web o impida el acceso a


los mismos, sino de que se adopten medidas para
advertir sobre contenido manifiestamente falso. De
hecho ya existe una herramienta como “web of
Trust”104 que incluso puede ser activada como
complemento del navegador Google Chrome pero cuyo
funcionamiento está orientado más bien a prevenir al
usuario respecto de sitios web fraudulentos o
peligrosos.

Además, debería imponerse a las empresas que operan


en este rubro el deber de transparentar los criterios de
relevancia que utilizan sus algoritmos para evitar el
riesgo de que se estén ocultando o silenciando
determinadas ideas.

En todo caso, la parte más importante de la batalla


por la verdad en este campo no está en tratar de
convencer a los promotores de ideas falsas porque
carecen de compromiso con la ciencia y desprecian las
razones y los datos, sino que debemos tratar de llegar
al público potencialmente consumidor de esas
patrañas.

De hecho existen grupos organizados para enfrentar la


difusión de mentiras y de teorías de conspiración.
Estos suelen colocar anuncios de Google relacionados

otras creencias marginales?”. Artículo disponible en


https://bit.ly/2yCCtwr (Consultada el 13 de octubre de 2018).
104
Califica las páginas web con un anillo de color verde cuando el sitio es
seguro o confiable, uno de color amarillo para los sitios sospechosos y
uno de color rojo para los sitios no seguros. El anillo se muestra en gris
cuando no tiene elementos suficientes para decidir la reputación de un
sitio.

73
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

con los criterios de búsqueda que llevan a páginas


negacionistas.

74
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

CAPITULO 4

Tecnología y posverdad

¿El medio dio lugar al fenómeno o a la


inversa?
La revolución industrial de mediados del Siglo XIX
provocó una profunda transformación en el modo de
producción y el volumen producido pero la revolución
tecnológica a la que asistimos produce un cambio
mucho más dramáticamente intenso y profundo.

La imprenta que Gutenberg inventó hacia mediados


del Siglo XV mantuvo su influencia por siglos en la
difusión del pensamiento, y la evolución que
experimentara fue progresiva y gradual, en cambio las
transformaciones ocurridas desde 1990 cuando la
Organización Europea para la Investigación Nuclear,
con sede en Ginebra, Suiza, puso en línea la primera
página en la worldwide web105 han sido dramáticas,
sin mencionar que el crecimiento y desarrollo de la red
resultó exponencial.

La revolución tecnológica, que caracteriza estos


tiempos, se desenvuelve a una velocidad diez veces
mayor que la revolución industrial. Además afecta a
una población global que resulta trescientas veces

105
Se puede acceder a esa originaria página que se encuentra disponible
en https://bit.ly/19uEIk0 (Consultada el 5 de octubre de 2018).

75
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

mayor y tiene un impacto tres mil veces superior al


que se produjera en la Inglaterra de hace dos siglos106.

Internet, en los años 60 comenzó siendo una red


privada dentro de los Estados Unidos que se creara
con fines exclusivamente militares. Pretendía resolver
un problema concreto que planteaba la guerra fría:
¿Cómo acceder a la información militar desde
cualquier punto del país?

Hacia 1969 se desarrolló Arpanet que contó,


inicialmente con apenas cuatro ordenadores. Su
crecimiento fue exponencial y se abrieron ramas que
fueron expandiéndose hacia otros ámbitos como el
académico.

En poco más de 20 años se llegaría a desarrollar una


telaraña mundial que sería bautizada como “worldwide
web” y se ampliaría enormemente el uso de
hipervínculos y etiquetas entre los cuales podían
desplazarse los navegadores que comenzaron a
gestarse casi de inmediato.

Apenas 8 años después de que se lanzara la primera


página web, en septiembre de 1998 se lanzó Google al
mercado digital y llegaría a ser el motor de búsqueda
de información más potente de la historia. Tal ha sido
su éxito que el nombre de la empresa se transformó en
un verbo107.

106
COLL, Josep y FERRÁS, Xavier. (2017). Economía de la felicidad.
Barcelona: Plataforma actual, p. 56.
107
Efectivamente, “googlear” se ha convertido en un verbo que denota
la acción “de buscar información en la red”.

76
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Hay que señalar que no fue el primer buscador en


salir al mercado, le antecedieron Web Crawler, Lycos e
incluso Yahoo, pero Google hizo la diferencia con la
potencia de sus algoritmos de búsqueda capaces de
seleccionar la información de acuerdo con el perfil de
cada usuario.

La comunicación forma parte de la vida humana y


esta puede ser bidireccional como cuando una
persona interactúa con otra intercambiando mensajes
por medio de un canal de comunicación común, pero
también se puede tratar de comunicación
unidireccional, es decir, con un emisor y un
destinatario pero donde el mensaje no puede recibir
respuesta.

Para que pueda hablarse de comunicación, en sentido


estricto, debe constituir un acto libre y voluntario e
incluso se ha sostenido que “[l]a verdad y el bien se
convierten en la esencia de la interrelación social de la
comunicación, expresados como ejercicio de la
libertad”108.

El telégrafo, en su época, trajo una novedad, la


posibilidad de comunicación unidireccional
caracterizada por la emisión de contenidos breves y
carentes de contexto. El mensaje transmitido era un
producto por sí mismo, sin importar su verosimilitud.
Podríamos decir que el aparato que perfeccionó
Samuel Morse en 1835 era el Twitter del Siglo XIX.

108
GÓMEZ, Juan Carlos, LÓPEZ, Daniel y VELÁSQUEZ, César. (2006). “La
naturaleza de la comunicación: un aporte a su discusión conceptual”. En
Revista Palabra-Clave, Volumen 9, p.146.

77
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Si bien la comunicación en internet suele ser


bidireccional o más exactamente multidireccional,
permitiendo indefinidas interacciones, existe una
abundante cantidad de emisiones que tienen un
mensaje comunicativo que no requiere interacción
como sucede con los artículos, las noticias o los meros
comentarios.

Estos pueden ser sometidos a debate pero el


intercambio de opiniones no es indispensable para la
satisfacción del fin comunicativo que persiguen. En
una conversación, en cambio, la falta de respuesta del
interlocutor rompe la comunicación y la transforma en
una cosa distinta, en un monólogo, o sea, en un
mensaje unidireccional.

La velocidad de la comunicación que caracteriza a los


medios digitales y el auditorio masivo que logran
reunir es un ambiente que resulta propicio para la
interconexión a una escala nunca concebida hace
pocos años.

El mundo, los negocios y las personas tienden a


interconectarse en inmensas y complejas redes. Los
objetos y aparatos (programas y robots) pueden ser
operados por personas u otros programas o robots
mediante internet. De este modo podríamos hablar de
tres tipos de interconexiones: i) Entre personas; ii)
Entre Personas y cosas; y iii) Entre cosas.

En todo caso, creemos que el desarrollo de la


comunicación instantánea hizo posible la difusión
masiva de narrativas falsas o distorsiones interesadas
que logran un nivel de penetración enorme gracias a
ella.

78
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Si bien, como ya hemos señalado, la falsedad existió


desde siempre, el medio digital permitió
enmascaramientos masivos y la difusión de relatos
emotivos pero falsos a una escala que hubiese
resultado imposible de alcanzar por medios impresos o
analógicos.

Como veremos más adelante, se usan las redes


sociales como vehículo para difundir campañas de
desinformación y de difusión de propaganda
aprovechando la inmediatez de la comunicación que
aquellas permiten.

La propaganda nazi tuvo un impacto sumamente


importante en su época, pero su potencial destructivo
habría sido infinitamente mayor si Goebbels hubiese
contado con medios digitales y redes sociales.

Dependemos de la tecnología
Fijar una cita y encontrarse en el lugar preestablecido
sin recurrir a los teléfonos celulares parece hoy una
empresa sumamente difícil. Quienes hayan tenido
agendas de papel saben que en muchos casos eran
superfluas porque aprendíamos los números de
nuestros contactos de memoria, si hoy se borra la
memoria del celular no podemos llamar ni a los
bomberos.

Abraham Maslow en una obra que ha devenido en


clásico de la psicología, escrita en 1954, desarrolló109

109
MASLOW, Abraham. (1954). Motivation and personality. Nueva York:
Harper and Row, pp. 38 y siguientes. Dicho trabajo registra como
antecedente MASLOW, Abraham. (2013). A Theory of Human Motivation.
Connecticut: Martino Publishing Mansfield Centre.

79
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

una jerarquización de las necesidades humanas.


Comenzaba por las necesidades fisiológicas
(alimentación, respiración, etc.) y luego seguían en
orden ascendente las necesidades de seguridad
(vivienda, empleo, etc.), las necesidades sociales
(desarrollo afectivo, aceptación, intimidad sexual, etc.),
la necesidad de autoestima (reconocimiento,
confianza, etc.) y por último, en el nivel más elevado,
ubicaba la necesidad de autorrealización asociada al
logro de la felicidad.

Hoy, evidentemente deberíamos ubicar el acceso a la


tecnología entre las necesidades básicas, tal vez como
categoría independiente ya que el conocimiento digital
determinará sus posibilidades de desarrollo personal y
laboral110.

Incluso nuestra productividad depende casi por


completo de la tecnología pues si se cae la conexión a
internet la posibilidad de seguir trabajando se reduce
prácticamente a cero.

Recurrimos a la tecnología con tanta intensidad que


perdemos la aptitud para hacer las cosas más básicas
por nosotros mismos. Diría que si seguimos
desaprendiendo a la misma velocidad que en los
últimos veinte años acabaremos transformándonos en
una especie demasiado limitada como para tener
posibilidades de sobrevivir.

110
Tanto es así que se ha llegado a sostener que el analfabetismo digital
es el peor de todos por cuanto impide leer la realidad, ganar el sustento
y sobretodo realizarse en la vida. Al respecto puede verse DEMO, Pedro.
(s/f). Inclusão digital – cada vez mais no centro da inclusão social.
Disponible en https://bit.ly/2C7rgYj (Consultada el 9 de octubre de
2018).

80
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Sin memoria, sin habilidad para trabajar en


bibliotecas y sin criterio para seleccionar la
información relevante, el futuro de la actividad
académica se presenta como francamente sombrío. No
solo porque dependemos enteramente de los
algoritmos para hacer el trabajo sino porque éstos
marcarán la pauta de lo que se puede y lo que no se
puede hacer, independientemente del criterio del
usuario.

Bastará con que se oculte a Foucault y la parresía a la


que hicimos referencia más arriba habrá
desaparecido, suprimen el enlace al pensamiento de
Einstein y desaparecerá la teoría de la relatividad, sin
mencionar que lo dicho puede proyectarse a cualquier
idea o autor. Unos filtros suficientemente poderosos
serán suficientes para acabar con el conocimiento
desarrollado por siglos111.

Ya hemos comenzado a depender de la tecnología en


una medida cada vez más importante, y preocupante,
si se toman en cuenta casos como el de conductores
que siguen su GPS con tanta fidelidad que acaban
metiendo su vehículo dentro de un lago en Canadá112
o en medio del mar en Australia113.

De hecho, en las áreas de psicología y medicina


comienza a estudiarse la dependencia respecto de los
teléfonos celulares y, en general, sus efectos sobre la

111
Los totalitarismos de nuestra época recurren a este tipo de
herramientas pero para filtrar las noticias o los medios de comunicación
inconvenientes para sus intereses.
112
Véase: https://bit.ly/2OIgnTo (Consultada el 6 de octubre de 2018).
113
Véase: https://bit.ly/2BYlZlH (Consultada el 7 de octubre de 2018).

81
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

pérdida de la agilidad física y mental114. La gente hoy


camina tan concentrada en la pantalla que corre el
riesgo de caer a los abismos115.

Como surge evidente de los casos señalados, la


dependencia de la tecnología disminuye nuestras
habilidades y nuestra autonomía, de hecho se ha
sostenido que nos estamos volviendo cada vez más
tontos, o al menos un poco menos geográficamente
informados de lo que estaríamos si debiéramos seguir
usando el tradicional mapa impreso en papel116.

Pero, ¿Cómo no confiar? Tenemos un camino corto


hacia nuestro destino a la derecha, sin embargo la
aplicación de tráfico quiere dar un largo rodeo girando
a la izquierda. ¿A quién no le pasó que luego de seguir
su instinto se encuentra en un dramático
embotellamiento que le hace perder más de media
hora, buena parte de la autoestima y toda la
paciencia?

A mí me sucedió unas cuantas veces, hasta que acabé


adaptando mis instintos a las misteriosas órdenes de
la aplicación digital. Pero en el fondo, el problema no
es confiar, sino perder el sentido y dejarse manejar
hasta el punto de acabar con todo y vehículo dentro de
un lago, en el medio del mar o despeñado desde un
puente.

114
Véase: https://bit.ly/2y1Lboz (Consultada el 7 de octubre de 2018).
115
Véase: https://bit.ly/2zV4YHt (Consultada el 6 de octubre de 2018).
116
GRABAR, Henry. (s/f). “Las aplicaciones de navegación están acabando
con nuestro sentido de la dirección. ¿Qué pasaría si en lugar de ello solo
nos ayudaran a recordar los lugares?”. Disponible en
https://bit.ly/2uKNV6f.

82
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

En resumen, deberíamos tratar de mantener la mayor


cuota de autonomía posible respecto de las
máquinas117, asegurarnos de mantener las habilidades
básicas como la orientación y la memoria, cultivando,
además, las relaciones humanas que son nuestra
verdadera red de contención.

La inteligencia artificial puede ser capaz de


conocernos mejor que nosotros mismos
Los algoritmos conocen cada vez mejor nuestros
gustos, preferencias y sentimientos y si acumulan
información suficiente sobre nosotros sabrán que tecla
pulsar para provocar ira o adhesión, para vendernos
un automóvil o un candidato.

Creo que, efectivamente, pueden llegar a saber sobre


nosotros más que nosotros mismos porque les hemos
proporcionado voluntariamente todos los datos de
nuestra vida. Sume la información de sus tarjetas de
crédito y débito, la que surge de tarjetas de membresía
y de tiendas, el correo electrónico, sus redes sociales,
las aplicaciones del celular y un largo etcétera.

Esa enorme maraña de información118 contiene su


vida completa, qué compra, a qué hora, cuánto paga,
a qué velocidad conduce, a dónde va cada día de la

117
Salir a pasear sin celular es toda una experiencia y aún cuando no
disponga de plano o enfrente dificultades para buscar lugares o
direcciones, la experiencia es reconfortante.
118
Con el desarrollo de estos fenómenos aparecen nuevos conceptos y
especializaciones como internet of things, big data o data mining.
83
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

semana, quiénes son sus amigos, qué cosas le gustan


y cuáles no… Todo está allí119.

Por otro lado, deberíamos advertir que las aplicaciones


gratuitas son especialmente peligrosas porque la
empresa de todas maneras recibirá una retribución y
si esta no es monetaria se cobrará con la información
que recoja.

Un simple contador de pasos tiende a reforzar la


actividad física del usuario pero almacena información
sobre el lugar por el que se desplaza, el volumen e
intensidad de su entrenamiento y estoy convencido de
que esta información sería altamente valorada por las
aseguradoras para determinar el precio de las pólizas,
sin mencionar el interés comercial de los proveedores
de artículos deportivos.

Además, suelen tener políticas de tratamiento de datos


muy poco transparentes y se reservan la potestad de
usar, tratar y comercializar los datos que recaban, sin
mencionar que algunos softwares pueden conectarse a
cámaras y micrófonos para obtener un acceso más
completo y perfecto a la información relevante.

Las redes sociales no son neutras, están pensadas


para atrapar al usuario. Esto es evidente si tomamos
en cuenta que el contenido que recibe cada una de las
cuentas se selecciona con algoritmos que recogen las
preferencias que demostrara el titular en el pasado.
Como ya pusimos de relieve más arriba, esta habilidad

119
De hecho las compañías que manejan big data están reorientando
sus políticas de marketing pasando de una atención centrada en el
cliente a otra centrada en sus reacciones y sus comportamientos.

84
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

para satisfacer al usuario fue justamente el secreto del


éxito de Google.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que esta forma


de darle al cliente lo que quiere es muy peligrosa
porque queda situado en un círculo de reforzamiento
de las creencias preexistentes que es lo que Eli Pariser
denominara “burbuja de filtros”120.

Se produce el efecto de una cámara de eco que


reproduce nuestras propias convicciones y genera la
impresión de que el conjunto opina como nosotros
pero en realidad solo lo hace el universo con el que la
red decide contactarnos, precisamente porque es la
forma más eficiente para lograr interacciones positivas
aunque empobrezca sin dudas el debate público.

Debe advertirse que este sesgo se aplica no solo en el


ámbito de las redes sociales sino también en el caso
de los algoritmos de búsqueda de Google, en la
selección de películas de Netflix y en las plataformas
informativas, entre otros ámbitos.

Efectivamente si dos personas seleccionan idéntico


criterio de búsqueda al mismo tiempo obtendrán
resultados diferentes derivados del sesgo de sus
preferencias, de su imagen, personalidad e intereses
previos entre muchas otras variables que los
algoritmos toman en cuenta121.

120
Su explicación breve y clara puede verse en la charla TED que
ofreciera sobre el tema. Disponible en https://bit.ly/2QtDuhJ
(Consultada el 5 de octubre de 2018).
121
Los resultados se ordenan teniendo en cuenta factores como lugar de
origen, lugar de la consulta, navegador utilizado, hora y muchos otros
85
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Muestra cosas distintas y este es un dato objetivo,


pero tal vez más importante que eso, hace invisible
para nosotros la información que considera
“irrelevante” o “no interesante” sin permitir que haga
uno mismo esa selección.

Como señalábamos más arriba, el sistema se adapta a


la medida del usuario y esa parece ser una buena
noticia, pero tiene un muy grave problema asociado
por cuanto reproduce el fracaso y la mediocridad del
que realiza malas elecciones y refuerza el éxito de
quien recolecta ideas inteligentes y además relevantes.

De este modo se potencia la brecha digital que


separará a quienes manejen información y quienes
pierden su tiempo viendo los miles de muy divertidos
videos grabados con cámaras ocultas.

Pero, como si eso fuera poco, existe un problema


adicional pues resultará muy poco accesible para
nosotros aquella información que permita contrastar
la veracidad de las mentiras que se difunden.

Este sesgo pone en riesgo la delgada membrana que


mantiene integradas a las sociedades modernas
porque una parte de ella se desconecta cada vez más
de la otra empobreciendo el intercambio de puntos de
vista.

Pareciera resultar necesario un protocolo de ética


digital que nos permita tener a acceso a lo que
piensan los que razonan de distinta manera o tienen
convicciones políticas, morales o religiosas diferentes.

por el estilo. Cabría concluir entonces que todos somos iguales ante Dios
pero no ante Google.

86
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Los propietarios de estas megaempresas que controlan


los macrodatos que genera el tráfico por las redes
sociales tienen un poder extraordinario en cuanto
moldean el flujo de información al que podemos
acceder.

Es cierto que Google no decide lo que cada persona va


a leer, al menos no en el sentido tradicional del
término y tampoco fija los contenidos de los medios
pero el último ajuste del algoritmo de Facebook que
disminuye la exposición de las noticias fuerza a los
medios a adecuarse al nuevo entorno.

La red social sabe que si los contenidos relevantes no


son los que se generan intramuros entonces corre el
riesgo de que los usuarios migren a otras plataformas.
La respuesta es fácil de comprender, para favorecer su
posición en el negocio modifica la distribución de la
información priorizando los contenidos propios y
especialmente aquellos que generen mayor cantidad
de interacciones sin tomar en cuenta su relevancia.

Emily Bell, Directora del Tow Center for Digital


Journalism que pertenece a la Escuela de Periodismo
de Columbia, sostuvo que “… algo realmente
dramático está sucediendo en nuestro panorama
mediático, la esfera pública y nuestra industria
periodística, casi sin que nos demos cuenta y, sin
duda, sin el nivel de examen y debate público que
merece, ha cambiado nuestro ecosistema de noticias
más dramáticamente en los últimos cinco años que a
lo largo de los últimos quinientos”122.

122
BELL, Emily. “Facebook is eating the world”. En Columbia Journalism
Review. Disponible en https://bit.ly/2Bpxobu (Consultada el 5 de
octubre de 2018).

87
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

El viejo editor del periódico, con su voluminoso


manual de políticas institucionales y sus conceptos
sobre la ética profesional así como el contraste de los
datos, parecen arcaicas piezas de museo en la época
donde las decisiones las toma un anónimo e
inaccesible algoritmo que nos sepulta debajo de
cataratas de información sobre cuya relevancia cabría
sospechar.

Aún más la antigua concepción de la red como


conjunto de hipervínculos relacionados en posición de
horizontalidad también ha muerto, probablemente
bajo el peso del enorme rédito económico que permite
la segmentación de audiencias intramuros de las redes
sociales.

El chat con “amigos virtuales” del que participan los


jóvenes con descuidado entusiasmo los aleja de los
parques y de la interacción con otras personas123. Esto
debilita y segmenta su percepción del mundo y limita
su capacidad de empatía con los demás, sin
mencionar que reduce la exposición de su cuerpo a la
luz del sol que permite la síntesis cutánea de la
vitamina D.

El éxito de una idea no se medirá tomando en cuenta


cuan buena, inteligente o útil resulta sino atendiendo
a su nivel de difusión, a la cantidad de adhesiones que
concita, en resumen, el éxito depende de la viralidad.
Justamente con el criterio de relevancia por el “like”

123
De hecho un grupo de expertos en tecnología formaron el
movimiento “Well spent time” (tiempo bien gastado). En su página web
se advierte sobre los riesgos de la tecnología y las redes sociales pero
sobre todo se brindan estrategias para minimizar su impacto. Disponible
en https://bit.ly/2DMymyk (Consultada el 15 de octubre de 2018).

88
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

aparecen personas populares que no tienen aptitud


alguna pero que son usadas como escaparate para
vender los productos que sus seguidores están
dispuestos a consumir. Aparece así la figura del
“influencer”.

En una entrevista Neetzan Zimmerman sostuvo que si


una persona no comparte una noticia es porque esta
no es tal y añadió que “Hoy en día no es importante si
una historia es real, lo único que verdaderamente
importa es si la gente hace clic en ella"124.

Esta es una peligrosa forma de evaluar la relevancia


de la información porque la falsedad de que en
Washington existía una pizzería donde se manejaba
una supuesta red de pedofilia que era de propiedad de
Hillary Clinton125 sería una gran noticia mientras que
los densos informes sobre la corrupción en el gobierno
de los Kirchner126 no pasarían de ser una tímida nota
de color.

Además, no es que la noticia basada en hechos deje de


ser noticia si no es compartida, a lo que en realidad se
refiere es a que no genera negocio y por ende no
resulta atractiva desde la perspectiva del tráfico en la
web y el concomitante valor de la publicidad.

Creo que la frase debería recomponerse para


adecuarla a la verdad y debería ser “Las noticias que

124
Sus declaraciones se encuentran disponibles en
https://bit.ly/2OLVLtz.
125
La historia se narra en https://bit.ly/2OHjU4m.
126
El informe de más de una hora puede verse en
https://bit.ly/1KakEG1, disponible al 5 de octubre de 2018.

89
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

no generan emoción y que, por ello no se comparten,


no son negocio” pero no pierden nada de la relevancia
de su contenido comunicativo.

El peligro real no es la inteligencia artificial


En el cine el futuro suele ser observado con sombrío
pesimismo. En “2001: Odisea del Espacio”, que fuera
estrenada en 1968, se narran las vicisitudes de un
grupo de astronautas que persigue unos rastros de
vida extraterrestre mientras lucha por la supervivencia
contra una supercomputadora127.

Hal, la máquina que no solo escuchaba sino que podía


leer los labios, le advierte al astronauta David
Bowman (personaje interpretado por Keir Dullea) que
no permitirá la irrupción en sus circuitos
cognoscitivos en los siguientes términos: “Sé que
usted y Frank estaban planeando desconectarme, y
me temo que eso es algo que no podemos128 permitir
que suceda”.

El hombre obtiene una victoria pírrica pero queda


demostrada su dependencia de la tecnología y tendrá
que renacer para tener un futuro.

127
Tal vez este sea el antepasado de las computadoras cuánticas que
prometen transformar el futuro del procesamiento de datos al permitir
la superposición de bits que hoy solo pueden tener un valor de cero o
uno, generando de ese modo un crecimiento exponencial de la cantidad
de operaciones paralelas que se pueden desarrollar.
128
Hay un “nosotros” implícito en la afirmación de la máquina que
podría obedecer a su falta de conciencia sobre el “yo” o más probable
que se deba a que forma parte de un entramado digital.

90
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Hacia 1982 se estrenó “Blade runner” que muestra la


actividad de un cuerpo de la policía que en noviembre
de 2019 se encarga de rastrear y “retirar” de la tierra a
las “réplicas”, unos seres desarrollados a partir de la
ingeniería genética que habían sido mantenidos como
esclavos pero protagonizaron un violento alzamiento
en Marte.

Hacia fines de los 90 se estrenó la primera película de


la trilogía “Matrix” en la que se muestra un mundo
donde unos pocos seres humanos se han librado de
ser esclavizados por las máquinas y la inteligencia
artificial.

Este escenario de tiranía de las máquinas sólo será


posible si los hombres las programamos, les
brindamos los datos necesarios y finalmente
decidimos que renunciamos a mantener el control. Es
como con el piloto automático de un avión, lo
concebimos, lo programamos, le brindamos todos los
datos de altitud, velocidad, peso, clima y destino entre
otros para finalmente adoptar la decisión consciente
de activarlo y permitir que dirija la nave.

El piloto automático hará todo aquello para lo que está


programado sin importar las consecuencias morales
de sus actos. Los algoritmos no ejecutan la orden que
conllevan en su ser por razones morales, nunca se
preguntarán cuál es el sentido de la operación que
realizan.

El peligro real no radica, entonces, en la inteligencia


artificial de la máquina, sino más bien en los humanos
que programan sus algoritmos. Si un ordenador
pudiera captar nuestras reacciones corporales (tanto
las bioquímicas como las físicas) al ser expuestos a

91
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

una película129, por ejemplo, podrá determinar con


precisión qué nos asusta o nos divierte porque se
puede fingir exteriormente el pánico o la algarabía
pero estos procesos generan reacciones químicas
específicas y un ordenador suficientemente sofisticado
podría determinarlo.

Una vez que esa información se almacene, cualquier


persona podrá asustarnos o divertirnos con un nivel
de precisión que ni nosotros mismos podríamos
alcanzar, aunque es poco probable que sea la
máquina, por sí misma, la que decida desatar el
proceso.

Si Siri, la aplicación del teléfono inteligente, pudiera


leer el pensamiento podría recibir comandos sin
acción física y ello sería cómodo y útil para personas
con limitaciones motoras pero el peligro es inmenso,
pues por su intermedio se podría acceder a lo más
hondo de la persona, a su mente. De hecho, Facebook
y Neuralink, entre otras empresas, están trabajando
en sistemas que permitan la captación telepática, es
decir, en la posibilidad de leer el pensamiento del
usuario.

Esto que parece fantasía viene siendo experimentado


con cierto éxito. La Universidad de Washington ha
adelantado los resultados de un estudio en el que una
persona que tenía insertado un electrodo intracraneal

129
Cualquier parecido del razonamiento con la película “La naranja
mecánica” de Stanley Kubrick no es en absoluto una coincidencia.

92
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

captaba las señales emitidas por dos personas a las


que se colocó un casco encefalográfico130.

Este tipo de conocimientos avanzados podrían


proyectar su utilidad, positiva o negativamente, a
muchos otros ámbitos como el monitoreo de la salud,
la vigilancia de las sociedades o la difusión de
psicosociales, entre muchos otros donde el uso ético
de la información, como es obvio, no será decidido por
lo algoritmos.

El sistema procesará de modo centralizado estos miles


de millones de datos pero lo más probable es que sean
los humanos operadores del sistema los que
programen el uso de esos datos ya que las máquinas
carecen de fines trascendentes y de ambición.

Efectivamente, la posibilidad de que las máquinas


tomen por sí mismas el control es muy escasa porque
una cosa es la inteligencia y otra la ambición, salvo
claro que hayan sido específicamente programadas
para ello, pero esa ya no será su responsabilidad.

Dicho escenario es altamente preocupante pero no es


la única amenaza que enfrentamos. La pesadilla más
seria me parece la de una sociedad fracturada en
inteligencias artificialmente superdotadas propietarias
de macrodatos y esclavos de la manipulación.

El señor feudal mantenía una relación de dominio y


superioridad respecto del vasallo y una de propiedad
respecto de los esclavos pero no existía entre estos
una diferencia biológica objetiva que limitara las
posibilidades de los subordinados.
130
Al respecto puede verse https://bit.ly/2CzpaRa (Consultada el 21 de
octubre de 2018).

93
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

En el futuro podríamos tener super inteligencias


genéticamente modificadas con capacidad para
programar las necesidades de unos sirvientes
mentalmente subordinados y sin posibilidad de
batallas liberadoras ni de desarrollo social o cognitivo.

El Doctor Harari en sus lecciones para el Siglo XXI


sostenía que “en su forma actual la democracia no
sobrevivirá a la fusión de la biotecnología y la
infotecnología. O bien se reinventa a sí misma con
éxito y de una forma radicalmente nueva, o bien los
humanos acabarán viviendo en ‘Dictaduras
digitales’” .
131

Sin perjuicio de la importancia del gasto en el


desarrollo de inteligencia artificial, resulta cada vez
más necesario que marche en paralelo con la inversión
en educación para formar seres con conciencia
autónoma y capacidad para reflexionar sobre el
pensamiento.

Por eso mismo, si alguien me preguntara por las


carreras del futuro yo no contestaría ingeniería, esa es
la carrera del presente, diría más bien la filosofía
porque alguien debe pensar sobre el curso que seguirá
el pensamiento de las máquinas.

Sin embargo, y aun cuando las amenazas sean graves


y preocupantes no todo está perdido si cada día logras
asegurarte de que no consumes solo lo que te ofrecen,
que no cedes a la inteligencia artificial el control de tu
vida y que mantienes tu capacidad para discernir la

131
HARARI, Yuval Noah. (2018). 21 Lecciones para el Siglo XXI. Lima:
Debate, p. 89.

94
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

realidad del relato, lo correcto de lo incorrecto, la


forma del fondo y la mentira de la verdad.

95
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

CAPITULO 5

La política y la mentira

El Zoon politikon digital


La participación política es consustancial a la
humanidad. El hombre solo puede vivir en sociedad y,
en consecuencia, debe poder construir un conjunto de
reglas que hagan posible esa convivencia. La vida en
soledad es impensable132 y por eso Aristóteles sostenía,
con razón, que el hombre es, por naturaleza, un ser
social133 y añadía que solo podían vivir en aislamiento
los bárbaros o los dioses134.

Sin embargo, la práctica política se encuentra


actualmente en una fase de descrédito por la

132
Sin duda puede constituir una forma de vida personal. Lo que parece
inconcebible es que el conjunto de sujetos pueda vivir en tal condición.
133
El autor, para referirse al hombre, usa la expresión “politikónzôion”
donde el segundo término es un sustantivo que puede ser traducido
como “animal” o, en un sentido más amplio, como “ser viviente” y el
primero de los términos es un adjetivo que califica al anterior como
perteneciente a una polis o comunidad. Al respecto puede verse
ARISTÓTELES. (1985). Ética Nicomaquea. Madrid: Gredos. En dicho trabajo
sostuvo que “… el hombre es un ser social y dispuesto por la naturaleza
a vivir con otros” (p. 370).
Una posición contraria puede encontrarse en ARENDT, Hannah. (1997)
¿Qué es la política? Barcelona: Paidós. La autora sostiene la tesis de que
los hombres recurren a la política cuando entran en contacto con los
demás, para superar la barbarie. La política no es inherente al hombre
en su estado natural, la practica al vivir en sociedad.
134
ARISTÓTELES. (1988). Política. Madrid: Gredos, p. 50.

96
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

deshonestidad y superficialidad que suele caracterizar


a los sujetos que se dedican profesionalmente a ello.

Desprestigiar la política hasta el punto de que las


sociedades no tengan interés de ocuparse de ella es el
ideal de todos los autoritarismos que más tarde
cubrirán con facilidad el escenario vacío.

Se sostiene que la política es antropomórfica135 en el


sentido de que los ciudadanos en general, y los
electores en particular, guiados por sus simpatías y
aversiones, siguen a personas con mucha más
facilidad que idearios o programas de acción.

Pero debe advertirse que la política en el mundo


moderno ha ido transformándose profunda e
irreversiblemente en una actividad donde el mitin y el
comité han sido desplazados por la publicidad y la
actividad en redes sociales.

En el escenario contemporáneo, el antropomorfismo


ha sufrido una mutación pues tiende a afirmarse la
figura del “telecandidato” que vendría a ser la imagen
profesionalmente trabajada y editada del postulante a
un cargo público donde el holograma, su imagen
artificial, es mucho más importante que el sujeto
mismo.

Se desdobla la persona del mito y, como sostenía


Georges Sorel, este último logra adquirir un papel

135
No utilizamos la expresión en el sentido de que las personas
dependan de la voluntad personal del soberano. La representación
hobbesiana del Leviatán es muy gráfica en este sentido. Al respecto
puede verse en HOBBES, Thomas. (1987). Leviatán o la materia, forma y
poder de una república, eclesiástica y civil. Segunda Edición. México:
Fondo de Cultura Económica.

97
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

profundamente transformador136 por cuanto puede lo


que el imaginario permita sin tener que lidiar con las
limitaciones y las miserias humanas.

En la ciencia política se ha puesto de relieve que “[e]l


príncipe moderno, el mito-príncipe, no puede ser una
persona real, un individuo concreto; sólo puede ser un
organismo, un elemento de sociedad complejo en el
cual comience a concretarse una voluntad colectiva
reconocida y afirmada parcialmente en la acción”137.

Al fenómeno de la política en la era de la posverdad


podríamos denominarlo pospolítica. Sus líderes son
meros showmen que reducen su rol a una mera
actuación, una comedia efectista, donde lo que en
realidad importa es la propaganda.

Estos pospolíticos ya no emprenden una discusión


mínimamente seria y razonada. Lo verdaderamente
importante es la figuración y la puesta en escena es
mucho más significativa que los hechos o las razones.

La comunicación breve y descontextualizada que


introdujo el telégrafo no habría tenido impacto masivo
si los mensajes no hubiesen sido recogidos por los
periódicos del Siglo XIX. Del mismo modo, la cultura
de la imagen y el discurso hueco no habrían sido
realizables sin el invalorable aporte de la televisión.

Ahora el fenómeno adquiere nuevas proporciones por


cuanto la sociedad puede participar de modo directo

136
SOREL, Georges. (1976). Reflexiones sobre la violencia. Madrid: Alianza
Editorial.
137
GRAMSCI, Antonio. (1980). Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y
sobre el Estado moderno. Madrid: Nueva visión, p. 12.

98
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

en esa forma de comunicación multidireccional que


describiéramos sin requerir más tecnología que una
computadora o celular conectado a internet y con un
costo relativamente bajo.

Las redes sociales cobran una importancia crucial en


la construcción y reconstrucción del personaje o de lo
que en realidad sería su imagen, aunque en el ideario
colectivo estos dos ámbitos tiendan a asimilarse y
transformarse en una sola cosa.

La amenaza de la pospolítica consiste en que la verdad


acabe anegada por un mar de irrelevancia donde la
coherencia y los hechos jueguen un papel
objetivamente secundario138.

Con una mirada sombría se ha sostenido que hoy “los


alborotadores nos parecen innovadores; los
curanderos, sanadores; los fanfarrones, chispeantes;
lo bufo, agudo; y la audiencia, público. La provocación
excita el ánimo. La política, en tiempos de coreografía
y estética de la multitud, ya fue excitante. Y arrastró a
la democracia”139.

El rechazo del orden pospolítico no tendría por qué


conducir a abandonar las instituciones democráticas,
más bien por el contrario, debería acentuarse su
importancia y valor intrínseco como mecanismo para
la toma de decisiones que nos afectarán a todos.

138
Al respecto puede verse POSTMAN, Neil. (2001). Divertirse hasta morir
– El discurso público en la era del “show business”. Segunda edición.
Barcelona: De la tempestad, p. 5.
139
REDONDO, Javier. (s/f). “El dudoso arte de la ‘pospolítica’”. Disponible
en https://bit.ly/2CQ9M3N (Consultada el 18 de octubre de 2018).

99
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Creemos que se requieren mejores formas de


representación, más inclusivas, pero esa meta no se
alcanzará abandonando las instituciones sino
transformándolas y, si se quiere, radicalizándolas
como propone Chantal Mouffe140.

Si la protesta social se enfoca en una lucha contra las


instituciones del sistema democrático corremos el
riego de que la solución no sea transformarlas sino
abandonarlas. La consigna “que se vayan todos”
parece atractiva pero pone en riesgo al sistema
democrático porque alguien ocupará el espacio vacío,
ya sea que lo hayamos elegido o que se impusiera.

Deberíamos identificar correctamente que el problema


no son las instituciones representativas en sí mismas
las que frustran las expectativas de los ciudadanos
sino su desenvolvimiento dentro del paradigma
pospolítico.

Campañas electorales basadas en falsedades


lisas y llanas
Antes del desarrollo de las redes sociales las
campañas electorales giraban en torno a los medios de
comunicación masiva como los periódicos, la radio y
sobre todo, la televisión.

Algunas campañas electorales se han basado en


propuestas y eslóganes con los que los candidatos no
tenían ningún compromiso y que se referían a
políticas que no pensaban llevar a cabo, como se

140
MOUFFE, Chantal. (2014). Agonística – Pensar el mundo políticamente.
Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

100
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

verificaría durante el ejercicio del cargo para el que


resultaron electos.

Las campañas de Alberto Fujimori en el Perú y de


Carlos Menem en Argentina se basaron en falsedades
que tardarían muy poco tiempo en desenmascararse,
pero en todo caso nunca tuvieron una pretensión de
veracidad.

Los engranajes de la maquinaria de publicidad cuando


difunden falsedades amenazan con hacer pedazos al
sistema, sumiendo a los ciudadanos en el desencanto
y la frustración respecto de todo aquello que pudiese
conectarse con “lo político”. En tal sentido se ha
hablado también de “Posdemocracia”141.

Existe un alto riesgo de que, en este contexto, la


política acabe convirtiéndose en un espectáculo
mediático controlado por las grandes corporaciones
que manejan la comunicación digital y la prensa.

En la elección del año 1990 competían el candidato


del gobierno aprista, Luis Alva Castro, dos candidatos
de la izquierda (Henry Peace y Alfonso Barrantes), el
candidato del Frente Democrático Mario Vargas Llosa
y un desconocido Alberto Fujimori, ex rector de la
Universidad Agraria, sin pasado político.

Pasaron a la segunda vuelta el candidato del Fredemo


(32.6% de los votos) y el candidato de Cambio 90
(29.1% de los votos). Antes de la elección se llevó a

141
CROUCH, Colin. (2004). Post-Democracy, Cambridge: Polity Press.

101
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

cabo un debate el día 3 de junio142 en el Centro Cívico


de Lima.

Mario Vargas Llosa, abanderado de la libertad


económica, propuso un programa de ordenamiento
económico y de estabilización (que no pesaría sobre los
más pobres, según sostuvo), un plan de privatización
de las empresas públicas sin despidos y anunció un
plan de promoción de la propiedad y la empresa.

Fujimori, en cambio, cuestionó el ajuste económico


que promovería su adversario y afirmó que el Estado
debía ser agente promotor del desarrollo económico y
social a través de la planificación concertada con el
sector privado. Añadió que su gobierno mantendría el
control de las principales empresas públicas en las
áreas donde el interés social así lo aconsejara.
“Nosotros defendemos a los funcionarios públicos”,
sentenció.

“El país debe recordar que el Fredemo es el Shock,


cambio 90 es el no shock” sostuvo literalmente el
candidato Fujimori, pero diez días después de asumir
el poder, el 8 de agosto de 1990, Juan Carlos Hurtado
Miller, entonces Ministro de Economía, anunció un
conjunto de medidas de ajuste como las que expuso el
candidato que perdió la elección.

En el discurso difundido por la cadena nacional se


anunció que el precio de la leche y el del pan se
multiplicaría por tres y el del azúcar por dos. Su
intervención concluyó con una frase sumamente

142
El último bloque completo se encuentra disponible en
https://bit.ly/2qSirtT (Consultada el 9 de octubre de 2018).

102
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

expresiva: “Qué Dios nos ayude”. Pasamos de la


propuesta de no-shock al shock en apenas diez días.

En la última intervención del debate, y con la que se


cerraba el mismo, Fujimori exhibió un presunto
encarte que el Diario Ojo publicaría al día siguiente
con el título “Mario presidente noqueó a Fujimori en el
primer round”.

El grupo Epensa, al que pertenecía entonces el Diario


Ojo, apoyaba abiertamente la candidatura de Vargas
Llosa y negó tajantemente la existencia de la
publicación esgrimida por Fujimori, pero el golpe
publicitario estaba dado.

Hasta la fecha no se ha esclarecido definitivamente si


la publicación existía y alguien se la filtró al equipo de
cambio 90 o si fue un montaje publicitario sin
conexión con la verdad143.

El candidato Fujimori también negó que fuera a


recurrir a privatizaciones de empresas estratégicas y
sostuvo que no existirían despidos en el sector
público.

Sin embargo, en el período que media entre 1990 y el


año 2000 se realizaron 228 operaciones de venta,
concesión y liquidación de empresas públicas144,

143
Como es de imaginar, el supuesto encarte no apareció al día siguiente
y se publicaron editoriales cuestionando la presunta mentira del
candidato.
144
El proceso de privatizaciones fue analizado por la “Comisión
investigadora sobre los delitos económicos y financieros cometidos
entre 1990-2001” que se formó en el Congreso de la República y que
presidiera el ex Congresista Javier Diez Canseco. Las conclusiones y
recomendaciones de su informe se encuentran disponibles en
https://bit.ly/2QGPWLc (Consultada el 10 de octubre de 2018).
103
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

incluyendo la Compañía Peruana de Teléfonos, Entel


Perú, 75% de las acciones del Estado en la refinería La
Pampilla, Aeroperú y Siderperú entre otras muchas
vinculadas a la energía, las comunicaciones y la
pesca.

Simultáneamente con lo anterior, el gobierno


reestructuró profundamente la normatividad laboral
flexibilizando y precarizando la contratación con un
importante desarrollo del empleo temporal145. El
proceso de reducción de la planilla pública comenzó
con el Decreto Supremo 004-91-PCM146 al que se
sumaría una agresiva política de despidos que, según
la Autoridad Nacional del Servicio Civil, habrían
alcanzado a unas 105,000 personas solo entre 1990 y
1992147.

Los ceses colectivos alcanzaron a centenares de miles


de trabajadores e incluso dieron lugar a sentencias de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos en las

145
Al respecto puede verse JARAMILLO, Miguel, ÑOPO, Hugo, DÍAZ, Juan
José. (2007). “La investigación sobre el mercado laboral peruano:
instituciones, capacitación y grupos desfavorecidos”. En Investigación,
políticas y desarrollo en el Perú, Lima: Grade. Disponible en
https://bit.ly/2NIhGgs (Consultada el 16 de octubre de 2018).
146
El personal del sector público que se habría acogido al programa de
renuncias voluntarias que introdujo la norma habría alcanzado a unas
135,576 personas entre 1991 y 1994 según RUÍZ PÉREZ, José Luis. (1996).
“El mercado de trabajo en el sector público peruano: 1991-1994”. En
Caminos entrelazados – La realidad del empleo urbano en el Perú, Lima:
Universidad del Pacífico, pp. 194 y siguientes.
147
AUTORIDAD NACIONAL DEL SERVICIO CIVIL. (s/f). El servicio civil peruano:
antecedentes, marco normativo actual y desafíos para la reforma, p. 27.
Disponible en https://bit.ly/1QLr7Y6 (Consultada el 16 de octubre de
2018).

104
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

que se resolvió que el Estado violó derechos laborales


(Caso de los Trabajadores Cesados de Petroperú el
MEF y Enapu148 y Caso Aguado Alfaro y Otros –
Trabajadores despedidos del Congreso149). Aún más,
en otro caso ordenó reponer a trabajadores
despedidos, en este caso de la Municipalidad
Metropolitana de Lima (Acevedo Jaramillo150).

Se puede concluir que la gestión del ex Presidente


Alberto Fujimori, independientemente de la valoración
que se pueda tener sobre sus resultados económicos y
políticos, tuvo escasa relación con las propuestas de
campaña que presentara su agrupación, Cambio 90,
pero en todo caso no existió la pretensión de
enmascarar la mentira haciéndola pasar como verdad,
aunque se intentaran, claro, disimulos y
tergiversaciones.

De otra parte, hacia 1989 el gobierno argentino


encabezado por Raúl Alfonsín amenazaba con colapsar
como producto de una aguda crisis económica y se
adelantó para el mes de mayo el proceso electoral que
se iba a llevar a cabo en octubre.

En esa campaña participó el representante del


oficialismo, Eduardo Angeloz, que proponía políticas
de austeridad, recorte del gasto público y privatización
de las empresas públicas. Anunció por televisión que

148
Disponible en https://bit.ly/2CN0MfA (Consultada el 16 de octubre
de 2018).
149
Disponible en https://bit.ly/2j8diLZ (Consultada el 16 de octubre de
2018).
150
Disponible en https://bit.ly/2DOp8Tb (consultada el 16 de octubre de
2018).

105
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

utilizaría un “lápiz rojo” para recortar los gastos


innecesarios.

Su contendiente fue el candidato del Frente


Justicialista, Carlos Saúl Menem, cuya consigna se
limitaba a exhortar: “Síganme, no los voy a defraudar”.
Durante la campaña insistió en que el peronismo
promovería una “revolución productiva” y anunció que
daría un “salariazo” para mejorar el poder adquisitivo
de los sectores más postergados.

A pesar de sus propuestas de campaña, promovió,


desde el principio, un conjunto de leyes de emergencia
económica y de reforma del Estado que supusieron
privatizaciones, despidos y recorte de los subsidios.
Incluso en pocos meses, a fines de 1989 se aprobó un
plan de confiscación de los ahorros conocido como
plan “bonex”.

El Presidente mintió, sabía perfectamente que las


medidas que adoptaría desde el gobierno no coincidían
en absoluto con sus propuestas. En mayo de 2017
otro Presidente de la Argentina, Mauricio Macri,
sostuvo que “[s]i yo les decía a todos ustedes que todo
esto que sucedió en pocos meses iba a pasar,
seguramente iban a votar mayoritariamente por
encerrarme en el manicomio y ahora soy el Presidente,
miren qué casualidad”151.

151
El video de esa declaración puede encontrarse disponible en
https://bit.ly/2yr2gZ9. (Consultada el 18 de octubre de 2018).

106
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Mentiras verdaderas. La falsedad maquillada


El 23 de junio de 2016 se llevó a cabo un referéndum
en el Reino Unido de Gran Bretaña y Gibraltar para
decidir si el Estado debía permanecer en la Unión
Europea.

El mismo viernes 24 de junio de 2016, tan solo una


hora después de que se conociera el resultado del
referéndum sobre el Brexit que se había llevado a cabo
el día anterior, Nigel Farage, del Partido para la
Independencia del Reino Unido (UKIP), reconoció que
el país no dispondría de los anunciados 350
millones152 para el servicio nacional de salud153.

Una frase popular sostiene que “La mentira tiene


patas cortas” y suele suceder que la realidad acaba
por imponerse por sobre el engaño pero en este caso la
estafa se hizo evidente en cuestión de minutos.

Cabría preguntarse, entonces, donde radica la


diferencia con las mentiras anotadas en las campañas
electorales del Perú o la Argentina y la respuesta es
justamente el modo como se empaquetó el engaño, en
el desarrollo de la campaña que condujo a la decisión.

La campaña a favor de que gran Bretaña se aparte de


la Unión Europea se asentó en las reacciones emotivas
152
La campaña para salir de la Unión Europea tenía como ícono un bus
rojo en el que se leía “Enviamos la Unión Europea 350 millones de Libras
Esterlinas a la semana, en lugar de eso financiemos el Servicio Nacional
de Salud. Vota por salir”. Puede apreciarse la foto disponible en
https://bit.ly/2IKN7Gh (Consultada el 5 de octubre de 2018). La BBC
difundió la retractación de Farage que se encuentra disponible en
https://bbc.in/2L7xF6n (Consultada el 30 de octubre de 2018).
153
VINER, Khatarine. (2016). “How technology disrupted the truth”, en
The Guardian, 12 de julio de 2016, Disponible en https://bit.ly/29AM0Ji.

107
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

de los votantes movidas por los algoritmos del modo


que describíamos más arriba a partir de las
costumbres, preferencias y aversiones que
manifestamos.

No hablamos de simples aciertos intuitivos de unos


ingeniosos directores de campaña sino de un engaño
científico orientado por los algoritmos y operaciones de
manipulación estratégicamente desarrolladas.

En el timo participaron compañías privadas que


utilizan macrodatos para operar sobre el
comportamiento de las personas. Efectivamente, la
empresa Cambridge Analytica, que de acuerdo con su
propia página web, “usa datos para cambiar el
comportamiento de la audiencia”154 y orienta sus
servicios hacia las áreas comercial y política, se vio
involucrada en un escándalo por usar millones de
datos correspondientes a usuarios de Facebook155
para el manejo y distribución de la publicidad que se
les dirigía.

Podría decirse que la del Brexit fue la primera


campaña donde los ciudadanos fueron manipulados
remotamente. No hizo falta insertarles un chip, bastó

154
La página se encuentra disponible en el siguiente enlance
https://bit.ly/1LRL8sO (consultada el 15 de octubre de 2018).
155
En el siguiente enlace puede verse la noticia publicada por el New
York Times: https://nyti.ms/2OYPMBG (Consultada el 15 de octubre de
2018). Más tarde, el dueño de la compañía, Mark Zuckerberg, declaró
que "En 2016, no estábamos preparados para las operaciones de
información coordinadas a las que hoy nos enfrentamos con
regularidad”, disponible en https://nyti.ms/2OgCQmU (Consultada el 7
de Diciembre de 2018).

108
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

con explotar las preferencias, miedos y aversiones que


ellos mismos expusieron en las redes sociales.

El problema es cómo enfrentar estas campañas de


engaño pues no les falta razón a quienes sostienen
que los hechos no entusiasman. Efectivamente, si
enterramos a quienes niegan que exista el cambio
climático156 debajo de toneladas de estadísticas y
datos dudo que obtengamos un resultado muy
prometedor.

Esto sucede, en primer lugar, porque a nadie le gusta


que le demuestren que está equivocado y además
porque los hombres tienden a construir el
conocimiento de modo colectivo, como ya se sostuviera
antes.

Uno de los promotores del Brexit sostuvo sin ambages


que “[l]a campaña a favor de permanecer en la Unión
Europea presentó hechos, hechos, hechos, hechos,
hechos. Pero eso simplemente no funciona. Tienes que
conectarte emocionalmente con la gente. En esto
radicó el éxito de Trump"157.

El mensaje es fácil de comprender: las campañas


deben girar en torno a relatos que no importa si son
verídicos o falsos, solo cuenta que alcancen la
adhesión emocional de los destinatarios. No importa si

156
Un grupo de científicos y comunicadores sostuvieron que quienes
rechazan la existencia misma del cambio climático no deben ser
llamados escépticos sino negacionistas. El escepticismo es parte del
espíritu científico. El texto de dicho manifiesto puede verse en
https://bit.ly/2GoIMKL (Consultado el 5 de octubre de 2018).
157
Declaraciones de Arran Banks a The Guardian. Disponible en
https://ind.pn/2RvCyea (Consultada el 5 de octubre de 2018).

109
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

se promueven un debate serio entre diferentes


opciones, solo cuenta si alcanzan a rozar la
sensibilidad de un modo lo suficientemente intenso
como para promover la adhesión.

La manipulación que conlleva es el peligro real que


supone la posverdad, no se trata de un simple engaño
sino de un relato sofisticado, elaborado a la medida de
las opiniones del destinatario. Operar con la
comunicación de esta manera es como pescar en una
pecera.

La campaña de Donald Trump para la nominación por


el partido republicano y, más tarde, para la
presidencia de los Estados Unidos tuvo una conexión
directa con la experiencia de manipulación
desarrollada en Gran Bretaña.

Se ha sostenido que:

“Si Trump ha ganado es porque ya hace algunos


años que el Partido Republicano ha aislado
millones de americanos del contacto con el
mundo ilustrado. Ha dado cabida a los
negacionistas de la evolución y del cambio
climático, ha retirado fondos públicos a los
centros de planificación familiar, ha combatido
la negociación colectiva, ha bloqueado la
creación de un sistema público de salud, ha
protegido la compra y tenencia de armas, y todo
lo ha hecho, siempre, en medio de grandes
invocaciones a la libertad”158.

Trump ganó a pesar de las encuestas y de la campaña


que realizaron en su contra los medios de

158
BASSAS, Antoni. (s/f). La postveritat. Columna de opinión disponible en
https://bit.ly/2OMW8RN (consultada el 5 de agosto de 2018).

110
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

comunicación formales como CNN, NBC o USA Today,


entre muchísimos otros. El fenómeno es muy
impactante porque es la primera vez que se evidencia
la animadversión expresa y unánime de todos ellos
contra un candidato presidencial y todavía más
sorprendente aún: perdieron.

Este resultado ha encendido las alarmas en las


direcciones de canales, estaciones de radio y
periódicos pero también en los despachos de los altos
funcionarios: la adhesión de los medios ya no es
suficiente para determinar las decisiones ciudadanas.

Todo ha cambiado porque los ciudadanos pueden


producir su propio contenido y como veremos más
adelante esto ha abierto la puerta a la aparición de
regimientos de trolls y perfiles falsos de redes sociales
cuya única finalidad es la de instalar determinados
mensajes previamente diseñados para generar
adhesión emocional.

El resultado de esa elección fue descorazonador


porque la mentira demostrada se impuso sobre todas
las demostraciones de falsedad, de hecho no
importaba, la audiencia quería creer el relato y corrió
de la escena a estos fastidiosos y modernos
“refutadores de leyendas”159.

159
La idea literaria puede encontrarse en DOLINA, Alejandro. (2003).
Crónicas del ángel gris. Buenos Aires: Colihue. El autor sostiene que “…
los Hombres Sensibles soñarán que un Ángel los acaricia con sus alas y
los Refutadores de Leyendas soñarán que están despiertos y que los
ángeles no existen" (página 48).

111
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

La consecuencia de la mentira
Me gustaría poder decir que cuando los mentirosos
están en el poder su mandato acaba mal como
consecuencia de sus engaños pero la triste verdad es
que solo ha sido así en algún caso aislado y el
problema es que la proliferación impune de relatos
falsos amenaza al sistema democrático mismo.

Como sostienen Levitsky y Ziblatt, las democracias no


mueren por golpes violentos como en la segunda mitad
del siglo XX sino que van siendo desmanteladas de
forma paulatina pero constante160.

La pospolítica y su arma de comunicación, la


posverdad, suponen un paso en ese sentido,
justamente en el de socavar el sistema enseñoreando a
la mentira y demostrando que todos los actores del
sistema representativo son iguales.

Sin perjuicio de lo dicho cabe recordar que la mentira


provocó la ruina de algunos presidentes en ejercicio
como Richard Nixon que debió renunciar al cargo el 8
de agosto de 1974161 y si no acabó procesado
penalmente fue por mérito del indulto que le
concediera su sucesor en el cargo, Gerald Ford.

Las investigaciones del caso Watergate demostraron la


responsabilidad del Presidente en la intervención ilegal
del Comité Nacional del Partido Demócrata. La Casa
Blanca no solo negó reiteradamente tener
responsabilidad sino que realizó una serie de

160
LEVITSKY, Steven y ZIBLATT, Daniel. (2018). Como mueren las
democracias. Barcelona: Ariel.
161
Se puede acceder al discurso dirigido a la nación en
https://bit.ly/2POr2sO (Consultado el 22 de octubre de 2018).

112
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

maniobras activas para ocultar los hechos y para


perseguir a los denunciantes.

El caso adquirió enorme importancia como producto


de la investigación parlamentaria y por la intervención
de la Corte Suprema que ordenó que se entregaran las
grabaciones que obtenidas como producto de la
interceptación.

Veinticuatro años más tarde otro presidente de los


Estados Unidos se vio envuelto en un gigantesco
escándalo político como producto de la mentira. En
enero de 1998, William Jefferson Clinton declaró no
haber mantenido relaciones sexuales con una pasante
de la Casa Blanca, la Señora Mónica Lewinsky162.

Luego de que se exhibiera un vestido con restos de


semen del Presidente en él, éste declaró que había
mantenido relaciones impropias pero que el concepto
de relación sexual se refería a consumar el acceso
carnal y no incluía recibir sexo oral, que era lo que en
realidad había sucedido.

La retractación del Presidente hizo que no se


consiguieran los votos en el Senado como para
acusarlo por los cargos de perjurio y obstrucción de la
justicia y por lo tanto logró mantenerse en el poder
hasta la conclusión de su mandato163.

162
La noticia publicada en el Washington Post puede encontrarse en
https://wapo.st/2JgBcQN (Consultada el 10 de septiembre de 2018).
163
Un análisis del caso puede encontrarse en POSNER, Richard. (1999). An
affair of state – The investigation impeachment and Trial of President
Clinton. Cambridge: Harvard University Press.

113
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Las mentiras del actual Presidente de los Estados


Unidos son tantas que no hay modo de compararlo
con ninguno de sus antecesores en el cargo, se ha
dicho, inclusive, que constituye una categoría
particular. Efectivamente, Mark Barabak sostiene que
nunca ha habido un presidente que propale
descaradas falsedades, errores y exageraciones—en
asuntos importantes y sorprendentemente triviales—
como Donald Trump.

Esta avalancha incontenible de falsedades utilizadas


como distractivos de problemas reales o para desviar
la consecuencia de mentiras previas exige separarlo de
los presidentes que le antecedieron y establecer que
constituye "una clase por sí mismo"164.

De hecho se ha realizado una estadística de las


mentiras pronunciadas por el Presidente de los
Estados Unidos en los primeros cien días de su
mandato y el resultado fue escalofriante: 492165. Es
decir, casi cinco mentiras esclarecidas por día, todo
un record, trágico pero record al fin.

Por lo pronto, no se advierte que esta situación


acabará detonando en la remoción del cargo y
amenaza sin duda el funcionamiento de la
democracia, pero en todo caso viene forjando
estándares periodísticos especiales y más escépticos a

164 BARABAK, Mark. (2017). “There's a long history of presidential


untruths. Here's why Donald Trump is 'in a class by himself'”. En Los
Angeles Times, del 6 de febrero de 2017 Disponible en
https://lat.ms/2lff5wR (consultada el 10 de septiembre de 2018).
165
El desglose de cada una de las mentiras y los temas puede verse en
https://wapo.st/2S9tLyI (consultada el 10 de septiembre de 2018).

114
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

la hora de procesar y comunicar las declaraciones del


Presidente.

En el Perú, la mentira forzó la salida del Presidente


Pedro Pablo Kuczynski cuando negó que sus empresas
hubieran tenido vínculos comerciales con la brasileña
Odebrecht. En el parlamento se reunieron los votos
para acusarlo por incapacidad moral luego de que se
descubrieran las maniobras que realizaban sus
aliados para mantenerlo en el cargo.

Al renunciar al cargo negó las imputaciones que se le


formulaban y sostuvo que “[l]a oposición ha tratado de
pintarme como si fuera una persona corrupta y ha
conseguido hasta afectar a un grupo de trabajadores
sencillos y honestos que laboran en mi domicilio,
involucrándolos injustamente en esta artimaña de
demolición en contra del Gobierno”166.

Su sucesor en el cargo también fue descubierto


habiendo faltado a la verdad cuando negó haber
mantenido una serie de reuniones con la lideresa de la
oposición Keiko Sofía Fujimori. La señora Fujimori,
aludiendo a dichas declaraciones falsas (y a las del
Fiscal de la Nación Pedro Chávarry), sostuvo que “…
las mentiras hay que entenderlas en su propio
contexto, hay atenuantes y hay agravantes”167.

Se ha sostenido con razón que “estamos tan


habituados a las mentiras de nuestros dirigentes que

166
El mensaje completo se encuentra disponible en
https://bit.ly/2HVcAe7 (Consultado el 10 de septiembre de 2018).
167
Video completo de la entrevista disponible en https://bit.ly/2wYUEvv
(Consultada el 10 de septiembre de 2018). La frase citada se pronunció
en el minuto 31 con 17 segundos.

115
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

llegamos a relacionar el ejercicio de la política con la


mentira, aunque sea parcial o diplomática. Decía
Winston Churchill que ‘la primera víctima de la guerra
es la verdad’, lo cual nos lleva por analogía a decir que
‘el peor enemigo de la democracia es la mentira’”168.

La naturaleza, la gravedad y el contexto de las


mentiras ha hecho variar las consecuencia que se
derivan de su develamiento, pero en todo caso,
creemos que hay que trabajar por mantener la
desaprobación de la falsedad y reforzar las tareas de
contrastación de las afirmaciones de los políticos para
promover la más grave de las sanciones que se pueden
aplicar en éste ámbito que consiste en privar a los
mentirosos del voto.

168
VALLADARES, Fernando, HORTAL, Joaquín y otros. (s/f). “Las
consecuencias de mentir”. Disponible en https://bit.ly/2yvwuu7
(Consultada el 10 de septiembre de 2018).

116
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

CAPITULO 6

La mentira y la comunicación

Libertad de información
Una de las garantías básicas inherentes a los estados
democráticos es la de poder difundir los hechos sin
resultar objeto de persecuciones o de censura. Si no se
permite la circulación de la información se empobrece
el debate público y la toma de decisiones se torna
arbitraria y carente de fundamento.

El Tribunal Constitucional peruano ha dicho que la


libertad de información garantiza el derecho de los
periodistas de difundir (con los únicos requisitos de
veracidad y relevancia pública) y el de los ciudadanos
de acceder a contenidos noticiosos.

Al respecto se resolvió que “la libertad de información


no solo debe ser comprendida para proteger al agente
emisor, sino que, por ser un derecho tan relevante
para el funcionamiento del sistema democrático,
deben incluirse también protecciones para quienes
reciben o deberían recibir la información”169.

Este derecho no debe confundirse con la libertad de


expresión que garantiza la difusión del pensamiento y
las opiniones o preferencias pero sin que tengan
necesaria relación con hechos concretos. La libertad
de información se refiere, en cambio, a la
comunicación de hechos con sustento fáctico verídico.

169
Tribunal Constitucional del Perú. Sentencia recaída en el expediente
0012-2018-PI/TC y 0013-2018-PI/TC (acumulados), fundamento 58.
117
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

La información cuya difusión goza de protección


constitucional es aquella que puede ser considerada
“veraz” en el sentido de contrastada con los hechos,
pues de ello depende la legitimidad de su difusión
aunque pudiere imponer límites a otros derechos
como el honor, la intimidad o el buen nombre
comercial.

Sin embargo, la comunicación social en el Siglo XXI


deberá enfrentar el hecho de que la opinión pública no
pretende dar con la verdad, se conforma con la
recolección de narrativas que coincidan con sus
puntos de vista previos.

Aún más, los rumores y especulaciones (con o sin


fundamento fáctico) son subidos a las redes y generan
una corriente a la que la doctrina ha denominado
“contraconocimiento” que, aunque parezca
sorprendente, es asumido por la sociedad con un
increíble nivel de docilidad.

Este concepto es definido como “información errónea,


presentada de modo que parezca basada en hechos
que en el siglo XXI ha tenido gran eficacia porque la
sociedad enfrentaba una pandemia de credulidad.
Ideas que en su forma original y bruta florecieron
únicamente en los arrabales de la sociedad hoy las
consideran en serio incluso personas cultas del
mundo occidental”170.

El antiguo artículo de análisis es una especie en


extinción, hoy las noticias se difunden en pequeños
fragmentos de 280 caracteres. Los discursos de Haya

170
THOMPSON, Damian. (2009). Los nuevos charlatanes. Barcelona:
Crítica, pp. 9-10.

118
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

de la Torre se tipeaban, imprimían y distribuían a


texto completo; un político contemporáneo se puede
sentir satisfecho si se reproduce una sola frase
completa de las que haya pronunciado.

No puede dejar de decirse que comparar a los políticos


de esta época con Haya de la Torre injuria la memoria
del dirigente aprista pero, en todo caso, debe tenerse
en cuenta también que la imagen ha sustituido, en
importante medida, a la palabra.

Si la información se reduce a una foto y un par de


centenares de letras queda claro que no nos vamos a
enterar de casi nada y aquello que llegue a nosotros lo
hará completamente desprovisto de contexto.

Cuando se informa que un 78% de las personas


aprueba o desaprueba la gestión de determinado
funcionario o personaje público se refiere: ¿Al total de
los peruanos? ¿A los habitantes de determinadas
ciudades? ¿A los vecinos del encuestador? ¿A los
afiliados de determinado partido? Los resultados
podrían variar de un modo significativo en uno u otro
caso. Una conclusión surge evidente: Sin contexto
hasta los números mienten.

Se puede, y se debe, exigir responsabilidad a los


medios de comunicación formal pero también hay que
tener en cuenta que el mercado les impone
condiciones a las empresas (incluidas las que operan
en el ámbito de la información). Si el público consume
productos breves y simples los medios estarán
tentados de satisfacer esa demanda achatando sus
contenidos pero también deben cumplir su deber
social de brindar información y elementos para el
análisis sobre los temas relevantes aunque no sean del
interés inmediato de los consumidores.
119
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

En todo caso, los periodistas deben mantener un


profundo compromiso con la verdad y la verificación
responsable de las informaciones para no constituirse
en difusores de simples mentiras o sofisticadas
posverdades.

El sesgo ideológico de los medios o de sus propietarios


y la consecuente difusión de verdades incompletas o
narrativas sesgadas constituyen una forma de
colaboración indirecta con la posverdad.

Su deber, por el contrario, comienza a relacionarse


cada vez más con la verificación de los datos. De
hecho, se ha sostenido que “está comenzando a ser
una práctica común convertir en servicio del periódico
la denuncia de las informaciones falsas junto con el
despliegue de la correspondiente verdad del hecho”171.

Otra de las características de la era digital es


precisamente la velocidad con que se desenvuelven los
hechos y los medios de comunicación tendrán que
adaptarse a las nuevas condiciones, garantizando el
estándar de calidad que les resulta exigible, o
perecerán más temprano que tarde.

Del periodismo a los “prosumers” y los “bots”


A diferencia de lo que sucediera a lo largo de casi todo
el Siglo XX, la generación de noticias ya no es un
patrimonio exclusivo de los medios de comunicación.
Hoy cualquier persona munida de un teléfono

171
RESTREPO, Javier Darío y BOTELLO, Luis Manuel. (2018). Ética
periodística en la era digital. Washington: International Center for
Journalists, p. 8.

120
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

inteligente y conexión a internet puede subir a las


redes sociales su propio contenido.

Justamente a raíz de este fenómeno es que apareció el


concepto de “prosumers”, es decir productores-
consumidores de contenido. Pero obviamente, este
mecanismo de generación de información no garantiza
su relevancia y mucho menos su veracidad, sin
mencionar que no existen reglas respecto del modo de
recolección de los datos al que recurren estos
reporteros espontáneos o garantía de confidencialidad
para las fuentes.

Por cierto que este mecanismo de difundir los


contenidos generados por los espectadores favorece la
fluidez de la interacción entre el sitio y el público
(engagement) pero pone en evidente riesgo el contenido
del mensaje comunicado.

Los medios de comunicación advirtieron que las


noticias mezcladas con el entretenimiento conseguían
una audiencia significativamente mayor aunque claro
se perdía el rigor informativo para satisfacer la
espectacularidad del relato.

Este viraje hacia el “Infotainment”172 o “soft news” que


produjeron los canales de “noticias” supusieron un
incremento superlativo de las opiniones y la
minimización del espacio que ocupaban los hechos.

El fácil y barato recurso de difundir videos tomados de


Youtube es una tentación a la que muy poco canales
de televisión logran sustraerse porque generan mucha
interacción con un costo ínfimo. Claro que el valor
172
El neologismo surge de la fusión de los términos Information y
entertainment. Puede ser traducido como info-entretenimiento.

121
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

noticioso del material difundido es escaso o nulo, sin


mencionar que las imágenes son captadas sin el
criterio ético que se le exigiría a un profesional.

El problema sustantivo radica en que se aplica el


criterio de la relevancia por popularidad, que ya
criticábamos más arriba, a lo que en realidad debería
ser concebido como un servicio público, según
señalamos anteriormente, sin mencionar que se
amenaza, simultáneamente, el empleo de los
periodistas. De hecho, el trabajo de fotógrafos y
camarógrafos se ha reducido al mínimo y los
redactores son cada vez menos requeridos.

No sorprende entonces que las persecuciones


policiales, los desastres meteorológicos, el presunto
avistamiento de objetos voladores y la exhibición de la
intimidad de las personas, sazonados con paneles de
comentaristas, rellenen los programas que en muchas
ocasiones tienen pretensión de informativos173.

Podría decirse que la participación directa de los


ciudadanos en los medios constituye una ilusión
peligrosa que multiplica el impacto que habían
alcanzado por medio de páginas web, blogs o redes
sociales.

Pero la falta de relevancia del contenido y el


inexistente profesionalismo en la recolección de la
información no son más que una parte del problema
pues estos videos o fotos “espontáneos” pueden ser el

173
Un artículo sumamente interesante sobre este fenómeno es el de
MORALES CARRASCO, María Cristina. (s/f). “Análisis de un producto de info
entretenimiento Estudio de la octava temporada del programa
Salvados”. Disponible en https://bit.ly/1rz15tN (Consultada el 22 de
octubre de 2018).

122
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

soporte para lanzar verdaderas campañas de


desinformación, de agresión o propaganda.

Everett Martin sostuvo que “[l]a opinión pública se


fabrica, igual que los ladrillos. Posiblemente se
requiera un poco más de conocimiento respecto de la
ingeniería mecánica para hacer opinión pública, pero
el proceso es el mismo”174.

Ni más ni menos, el efecto de los comentarios o las


noticias que se publican en internet depende del
número de bloques que se utilicen o lo que es lo
mismo de la cantidad de veces que son compartidos o
de las reacciones que suscitan en los usuarios. Por
ello mismo, los partidos políticos y los grupos de
interés suelen constituir redes que amplifiquen la
divulgación de su mensaje.

Esas redes; sin embargo, no siempre están


conformadas por cuentas de personas físicas que
adhieren a la causa sino de simples perfiles falsos a
los que se denomina “trolls” y que suelen constituir
piezas fundamentales en campañas de difamación,
agresión o silenciamiento.

Al respecto se ha sostenido que “[a]hora los trolls son


parte importante de las campañas políticas, en la
guerra de desinformación y hasta pueden definir
elecciones”175.

174
MARTIN, Everett. (1920). The Behavior of Crowds: A Psychological
Study. Nueva York: Harper and Brothers, p. 46.
175
GARCÍA NÚÑEZ, Oscar. (s/f). “Juego de trolls”. En Revista Somos,
Número 1656, p. 19.

123
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

A los perfiles falsos debemos sumar los bots que


constituyen cuentas programadas específicamente
para reproducir de forma automática determinados
contenidos.

Por dar solo un ejemplo, el Diario La República


publicó un informe en el que se identifica un conjunto
de 67 cuentas de Twitter, correspondientes a distintas
personas, que se combinan con bots para amplificar la
repercusión de los contenidos publicados por los
líderes del fujimorismo176.

Hemos transitado de la generación profesional de


contenidos con un editor responsable y periodistas
formados que comprometen su prestigio a la
reproducción sin cerebro de mensajes por medio de
cuentas electrónicamente programadas. Como ya
advirtiéramos el algoritmo no es peligroso hasta que
un humano lo programa para que divulgue
sistemática e indiscriminadamente mentiras o
agresiones.

Las campañas de desinformación caen en terreno fértil


cuando se dirigen a personas escasamente formadas
en un sistema educativo mediocre con nulas
herramientas para precaverse de la manipulación o
identificar la propaganda.

176
En la publicación se incluyen un conjunto de cuentas como las
siguientes: albertozevallo5; alfmeta1962; alvarosarco; amerinoreyna;
andresar16; barencos; delurens; desahuevador31; elscorpione1950;
federicomerani; fernandaaranib; ffelipa63; gabriellaperu; gildatrkovic,
entre otras.
El entramado de relaciones entre las cuentas muestra una extensa red
de reproducción de contenidos. El gráfico publicado puede verse en
https://bit.ly/2Q3aGg9 (Consultada el 30 de octubre de 2018).

124
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Al respecto se ha sostenido que “[e]l éxito de la


propaganda depende de qué tan idiota sea su público
objetivo, de qué tan susceptible sea al prejuicio
racista, a la misoginia, al eslogan vacío, a los lugares
comunes, etcétera”177.

Somos de la opinión que la inversión en educación de


calidad es la más rentable que se pueda realizar, no
solo porque brinda conocimiento, sino también porque
inmuniza contra la credulidad y los prejuicios.

Noticias falsas
El Papa Francisco adhirió a la campaña de Donald
Trump en los siguientes términos:

“He tenido muchas dudas a la hora de apoyar a


uno de los candidatos en las elecciones
presidenciales en los Estados Unidos, pero
siento que no hacer pública mi preocupación
ahora supondría un abandono de mi deber como
Santa Sede”.

Esta es una noticia falsa178 publicada el 10 de julio de


2016 en el sitio web http://wtoe5news.com y en pocas
horas fue desenmascarada por el portal Snopes, pero

177
ESPINOSA, Daniel. (2018). “La democracia teledirigida”. En Hildebrandt
en sus trece, Año 9 Número 414, p. 31.
178
Tanto el problema de las noticias falsas como el propio término
vienen desarrollándose desde hace tiempo. Al respecto puede verse
MCKERNON, Edward. (1925). “Fake news and the public - How the press
combats rumor, the market rigger, and the propagandist”. En Harper´s
Magazin, pp. 528-536. Disponible en https://bit.ly/2AZBAPD (Consultada
el 7 de diciembre de 2018).

125
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

para cuando eso sucedió ya había sido compartida en


Facebook más de un millón de veces179.

Como su nombre lo indica, este tipo de informaciones


carecen de fundamento fáctico, de correlato con la
realidad. No apuntan a la racionalidad sino a la
reproducción instantánea y emocional que es el
torbellino que en el ámbito de las redes está
constituido por la viralidad.

De hecho, se ha sostenido que “[l]a gente puede creer,


de buen grado, en lo que saben que no es cierto. Los
constructores de ‘fake’ necesitan y explotan a estos
crédulos dispuestos a recibir el mensaje”180.

Illandes sostiene que “fake news” es un término al que


tendremos que acostumbrarnos, es “… una expresión
que nos dice que la realidad, en el Siglo XXI, se está
volviendo falsa”181.

Discrepamos seriamente de tal criterio por cuanto la


realidad no puede volverse falsa, si es realidad tiene
fundamento fáctico y, en consecuencia, solo puede ser
verdadera.

Pueden construirse relatos tipo posverdad que


pretendan convertir a la falsedad en una forma

179
BERGARECHE, Borja. (2016). “Mundo Facebook: implicaciones del
arbitraje emocional de la verdad en la era de las plataformas”. En
Cuadernos de periodistas: Revista de la Asociación de la Prensa de
Madrid, Número 33, p. 35.
180
MALISZEWSKI, Paul. (2008). Fakers: Hoaxers, Con Artists, Counterfeiters
and Other Great Pretenders, Londres-Nueva York: The New Press, p. 74.
181
ILLADES, Esteban. (2017). Fake News – La nueva realidad. México:
Grijalbo, p. 22.

126
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

artificial de realidad, con o sin el recurso a la categoría


de “hechos alternativos”, pero a partir de lo falso no se
puede hallar la realidad.

Cuando hablamos de “hechos alternativos” nos


referimos al concepto utilizado por la consejera de
Donald Trump, Kellyanne Conway, en la entrevista
que le realizara el periodista Chuck Todd para el
programa “Meet the press” que se difundió el día 22 de
enero de 2017 por el canal NBC News. El periodista le
recrimina a la vocera de la Casa Blanca que el
Secretario de Prensa, Sean Spicer, mintiera el día
anterior sobre la cantidad de asistentes al acto de
asunción del Presidente de los Estados Unidos. El
diálogo que sigue merece ser reproducido:

Conway – No seas dramático, lo que dices es


mentira, Sean Spicer brindó hechos
alternativos sobre ese tema.

Todd – ¿Hechos alternativos? Cuatro de las


cinco cosas que dijo no son
verdaderas. No son hechos
alternativos, son falsedades.

Conway – ¿Crees que es un hecho o no que


millones de personas perdieron su
seguro de salud bajo el régimen de
Obama? ¿Crees que es un hecho que
16.1 millones de mujeres están en la
pobreza junto con sus hijos? Esos
son hechos que querría que sean
cubiertos por la prensa y por esto
estoy en la Casa Blanca.

Todd – De esto no se trataba ayer, no responde


la pregunta. Enviaron al Secretario
127
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

de Prensa a decir mentiras sobre la


cosa más insignificante. No entiendo
por qué lo hicieron.

Conway – No creo que nadie pueda probar…


No hay forma de demostrar que los
datos vayan en un sentido u otro. No
se pueden cuantificar las
muchedumbres, los dos sabemos eso,
te puedes reír de mí todo lo que
quieras.

Todd – No me estoy riendo, estoy sorprendido.

Conway – Para mí esto es simbólico de cómo


somos tratados por la prensa pero
estamos por encima de eso182.

Reunir los términos “hechos” y “alternativos”


intentando demostrar que existen otros hechos que
desmienten la realidad es una forma interesada de
destruir el sentido del lenguaje pues sería como
afirmar que existen hechos que no son hechos. Jill
Abramson, ex directora ejecutiva del New York Times
puso las cosas en su lugar al sostener que “los hechos
alternativos son solo mentiras”183.

Podría discutirse si un vaso está medio lleno o medio


vacío pero existen hechos objetivos, el vaso tiene agua
y no está completamente lleno. Más allá de eso solo

182
El fragmento transcrito de la entrevista puede encontrare disponible
en https://nbcnews.to/2SgC0YO (Consultada el 28 de noviembre de
2018).
183
El artículo que firmara en The Guardian se encuentra disponible en
https://bit.ly/2j4SotE (Consultada el 10 de diciembre de 2018).

128
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

existen apreciaciones subjetivas sobre la cantidad de


agua pero las apreciaciones no son hechos, como ya
pusiéramos de relieve más arriba. En todo caso podría
calcularse el volumen total del vaso y el del agua que
tiene dentro expresando luego el resultado en
porcentaje y en este caso no habrá más verdad que la
que surja de la simple aritmética.

Es obvio que ni las personas ni los medios pueden ser


“fake news” como imputa el Presidente de los Estados
Unidos Donald Trump a un reportero de la cadena
CNN a quien acusaba de ser grosero e, implícitamente,
mentiroso184.

La noticia falsa llamada a rebotar masivamente en las


redes sociales tiene unos caracteres comunes:

1. Se refiere a un hecho o una persona pública;


2. Su comprobación fáctica ofrece cierta dificultad;
3. Apela a emociones sociales.

Se informó que el ex presidente de los Estados Unidos


Barack Obama no era norteamericano185, que los
líderes de la izquierda holandesa apoyaban
manifestaciones de grupos islamistas radicales186,
asesores o que se produjeron masacres inexistentes
(para justificar la orden ejecutiva que restringía el
ingreso de ciudadanos de siete países de mayoría

184
El fragmento de esa conferencia de prensa de fecha 11 enero de
2017 puede encontrarse en https://cnb.cx/2fctfkC (Consultada el 23 de
noviembre de 2018).
185
Al respecto puede verse https://bit.ly/2K7BMip (Consultada el 28 de
julio de 2018).
186
Véase https://bit.ly/2LNxFwP (Consultada el 28 de julio de 2018).
129
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

musulmana)187 pero nada de ello tenía fundamento


fáctico.

Todas eran falsedades, presuntas noticias que fueron


fabricadas con el único fin de promover o exacerbar
un determinado sentimiento que puede ser el
nacionalismo, la xenofobia o el racismo. El producto
en disputa era en todos los casos el mismo, la
atención del público. De hecho, para lograr su
finalidad, las falsedades van empaquetadas con títulos
sensacionalistas y “clickbites”188 o ciberanzuelos que
excitan la curiosidad de los visitantes.

No puede dejar de llamar la atención el extendido éxito


que han tenido algunas de las noticias falsas de las
que dimos cuenta a pesar de que constituían mentiras
evidentes y ello puede obedecer a que satisfacen algún
interés subjetivo. Nietzche explica la cuestión en los
siguientes términos:

“… los hombres no huyen tanto de ser


engañados como de ser perjudicados por
engaños. En el fondo, en esta fase tampoco
detestan el fraude, sino las consecuencias
graves, odiosas, de ciertos tipos de fraude. El
hombre nada más que desea la verdad en un
sentido análogamente limitado: desea las
consecuencias agradables de la verdad, aquellas
que conservan la vida, es indiferente al
conocimiento puro y sin consecuencias, y está
hostilmente predispuesto contra las verdades

187
Véase https://bit.ly/2vheyAP (Consultada el 28 de julio de 2018).
188
Un breve desarrollo del concepto puede encontrarse en
https://bit.ly/2Qj0CE4 (Consultada el 7 de diciembre de 2018).

130
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

que puedan tener efectos perjudiciales y


destructivos”189.

Las redes sociales se llenan de falsedades creadas


premeditadamente y podría decirse que esto persuade
a los crédulos y ofende a los informados pero, en todo
caso, se enrarece e infesta el ambiente. Este fenómeno
ha sido descrito como infoxicación, es decir, una
forma de intoxicación por exceso o sobredosis de
información.

En el marco de miles de noticias, comentarios e


informaciones es cada vez más difícil determinar la
relevancia de los datos que se consumen. La
universidad de Berkeley realizó hace ya quince años
un estudio titulado ¿Cuánta información? conducido
por Peter Lyman y Hal Varian donde se concluyó que
“… el mundo produce entre 1 y 2 exabytes de
información única por año, lo que equivale a
aproximadamente 250 megabytes por cada hombre,
mujer y niño en la tierra”190. Para tener una idea sobre
la magnitud del volumen bastará tomar en cuenta que
los documentos impresos de todo tipo comprenden
solo el 0.003% del total.

Queda claro entonces que no hay modo de verificar,


filtrar o analizar semejante volumen de información
pero no faltan iniciativas orientadas a contrastar la
veracidad de ciertas informaciones relevantes que
toman estado público.

189
NIETZCHE, Friedrich. (1873). Sobre verdad y mentira en sentido extra
moral. Edición digital disponible en https://bit.ly/2lVImA5, p. 4
(Consultada el 5 de agosto de 2018).
190
El informe se encuentra disponible en https://bit.ly/2QyIZPZ
(Consultada el 7 de diciembre de 2018).

131
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Los periodistas deberían liderar este tipo de esfuerzos.


Al respecto se sostuvo que “Gracias a las
espectaculares posibilidades que ofrece internet para
la adquisición de conocimientos, los ciudadanos
tienen más fácil que nunca verificar los hechos en casi
todos los campos. El verdadero reto para el oficio
periodístico es transmitir esos hechos a quienes han
caído presa de los relatos emocionales y populistas y
que, tal vez, ni siquiera están especialmente
interesados en aprender la aburrida verdad”191.

Sitios como politifact que ganó un premio Pulitzer192 o


colombiacheck193 han puesto en línea “medidores de
falsedad” para evaluar las declaraciones de políticos y
funcionarios públicos utilizando categorías como
verdadera, básicamente cierta, medianamente cierta,
básicamente falsa o falsa.

En el ámbito de la unión europea se conformó un


grupo independiente de alto nivel para analizar las
noticias falsas y la desinformación en internet. En su
informe final se concluyó que resulta importante
“sensibilizar a los votantes sobre la importancia de la
integridad de las elecciones; promover programas de
alfabetización para mejorar la calidad de la
información en torno a las elecciones; y apoyar un

191
GARTON ASH, Timothy. (2018). “Una pelea justa por la verdad”. En
Diario El País, 11 de enero de 2017, disponible en https://bit.ly/2rvVvS2
(Consultada el 10 de Diciembre de 2018).
192
Accesible en https://bit.ly/2M9AVzr (Consultada el 7 de Diciembre de
2018).
193
Accesible en https://bit.ly/22xQZx3 (Consultada el 7 de Diciembre de
2018).

132
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

debate público basado en hechos y en datos


comprobados”194.

Este tipo de iniciativas, orientadas a combatir las


falsedades meticulosamente elaboradas que se
orientan a activar la simpatía antes que la reflexión,
son importantes pero naturalmente insuficientes. Se
requiere que el propio consumidor haga su parte del
trabajo seleccionando la información que recibe y
verificando la autenticidad de la que comparte.

Pluralismo y concentración de medios


La Constitución garantiza la libertad de información
con el alcance que ya señaláramos, pero añade el
pluralismo de medios como mecanismo de garantía al
disponer que “[l]a prensa, la radio, la televisión y los
demás medios de expresión y comunicación social; y,
en general, las empresas, los bienes y servicios
relacionados con la libertad de expresión y de
comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad,
monopolio ni acaparamiento, directa ni
indirectamente, por parte del Estado ni de
particulares” (artículo 61 de la Constitución
Política)195.

La concentración de medios de comunicación supone


reducir la cantidad de voces y opciones disponibles en

194
El texto completo del informe puede encontrarse disponible en
https://bit.ly/2tDKimf (Consultada el 7 de diciembre de 2018).

195
En el mismo sentido pueden verse disposiciones como las contenidas
en los artículos 38 a 40 de la Constitución de Portugal o el artículo 20 de
la Constitución española.

133
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

el mercado de las ideas, a la par que se empoderan


determinadas opiniones.

Concordante con esta línea, la Corte Interamericana


de Derechos Humanos, en la Opinión Consultiva
5/85, del 13 de noviembre de 1985, sobre la
Colegiación Obligatoria de Periodistas, sostuvo que “...
si en principio la libertad de expresión requiere que los
medios de comunicación social estén virtualmente
abiertos a todos sin discriminación, o, más
exactamente, que no haya individuos o grupos que, a
priori, estén excluidos del acceso a tales medios, exige
igualmente ciertas condiciones respecto de éstos, de
manera que, en la práctica, sean verdaderos
instrumentos de esa libertad y no vehículos para
restringirla. Son los medios de comunicación social los
que sirven para materializar el ejercicio de la libertad
de expresión, de tal modo que sus condiciones de
funcionamiento deben adecuarse a los requerimientos
de esa libertad. Para ello es indispensable, inter alia,
la pluralidad de medios, la prohibición de todo
monopolio respecto de ellos, cualquiera sea la forma
que pretenda adoptar, y la garantía de protección a la
libertad e independencia de los periodistas”196.

El Estado está llamado a garantizar la pluralidad en el


ámbito de los medios de información, especialmente si
estos dependen de bienes finitos de su propiedad
como el espectro radioeléctrico, pero también en el
ámbito de los medios impresos e incluso en el
universo digital.

196
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-
5/85, del 13 de noviembre de 1985, párrafo 34.

134
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Häberle sostenía que “La competencia de los medios


entre sí coadyuva también al descubrimiento de
mentiras —¿especie de ‘mano invisible’ en el ‘mercado
de las opiniones’?—. Por todo esto, es tarea del Estado
constitucional ver por el principio de pluralismo; por
ejemplo, limitando el poder exagerado en el mercado
de la televisión privada”197.

De hecho, el constituyente peruano ha proscrito tres


supuestos: 1. La exclusividad; 2. El monopolio y 3. El
acaparamiento. Adicionalmente debe anotarse que la
prohibición alcanza no solo a la radio y la televisión
sino también a la prensa (es decir las empresas
periodísticas en general ya sean impresas o digitales) y
también a las “… empresas, los bienes y servicios
relacionados con la libertad de expresión y de
comunicación” donde, sin duda, caben los proveedores
de internet y los administradores de redes sociales.

Esta última parte es sumamente importante porque,


como ya pusiéramos de relieve, la masificación del
acceso a internet erosionó la importancia de los
proveedores formales de noticias que fueron en el
pasado beneficiarios exclusivos de la faceta activa de
la libertad de información.

No faltan quienes sostienen que admitir la regulación


del Estado sobre internet sería como poner al lobo a
cuidar el gallinero por cuanto aquel cuya actividad
debería ser controlada pasaría a estar a cargo de fijar
las pautas a las que habrá de ajustarse el control,
determinando lo que se puede o no publicar en el
ámbito digital.

197
HÄBERLE, Peter. (2004). Verdad y Estado constitucional. México:
Instituto de Investigaciones Jurídicas – UNAM, pp. 131-132.

135
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

No pretendemos saldar el debate entre los libertarios


que sostienen que la libertad solo puede garantizarse
cuando no existe interferencia por parte del Estado y
los liberales o comunitaristas que sostienen como
evidente la necesidad de que el Estado corrija las
imperfecciones en que el mercado suele incurrir.

En el Informe Anual de la Comisión Interamericana de


Derechos Humanos correspondiente al año 2003 se
sostuvo que “[l]a concentración de la propiedad de los
medios de comunicación es una práctica que impide la
expresión plural y diversa de los distintos sectores de
la sociedad”198.

En los dieciséis años que median entre la fecha de


publicación de dicho informe y la actualidad la
tendencia no se ha revertido y si tomamos en cuenta
la situación actual de la oferta de periódicos en el Perú
podría sostenerse que viene agudizándose.

La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de


la Organización de Estados Americanos ha señalado
que existen amenazas directas para la libertad de de
expresión como la censura, el secuestro de
determinada publicación o las agresiones a periodistas
pero también pone en evidencia el desarrollo de
mecanismos indirectos como la manipulación
arbitraria de la publicidad estatal o la concentración
de la propiedad de los medios de comunicación.

La Declaración de Principios sobre la Libertad de


Expresión elaborada por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos en su numeral 12 establece

198
El texto completo del referido informe puede encontrarse disponible
en https://bit.ly/2EmxhlL (Consultada el 8 de diciembre de 2018).

136
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

que: “Los monopolios u oligopolios en la propiedad y


control de los medios de comunicación deben estar
sujetos a leyes antimonopólicas por cuento conspiran
contra la democracia al restringir la pluralidad y
diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho
de la libertad de información de los ciudadanos”199.

Frente a la lógica del control y la regulación estatal se


ha hecho muy popular la Declaración de
Independencia del Ciberespacio presentada por John
Perry Barlow en Davos, Suiza, el 8 de febrero de 1996.
En dicho documento se afirmaba que “… el espacio
social global que estamos construyendo es
independiente por naturaleza de las tiranías que [los
Estados] buscan imponernos. No tienen ningún
derecho moral a gobernarnos ni poseen métodos para
hacernos cumplir sus leyes que debamos temer
verdaderamente. Los gobiernos derivan sus justos
poderes del consentimiento de los que son
gobernados. No han pedido ni recibido el nuestro. No
os hemos invitado”200.

Sin embargo, debe observarse que el internet no


resulta un espacio horizontal pues existen un
conjunto de empresas que controlan la distribución
del acceso a la red y también el alcance de lo que
podemos ver, sin mencionar que los administradores
de redes sociales como Facebook o Twitter pueden
silenciar unilateralmente las voces de aquellas

199
El documento completo de la declaración referida puede encontrarse
disponible en https://bit.ly/2sGLtyy (Consultado el 8 de diciembre de
2018).
200
El texto de dicha declaración de independencia del ciberespacio
puede hallarse disponible en https://bit.ly/1HmCJuB (Consultado el 9 de
diciembre de 2018).
137
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

personas que resulten incómodas o fastidiosas,


independientemente de que el mensaje que comunican
se encuentre protegido o no.

Desde hace mucho tiempo existen notables diferencias


entre propietarios y no propietarios pero la brecha
digital parece abrir una distancia que podría llegar a
resultar insalvable en el mediano plazo.

Una sociedad dividida en operadores de la tecnología y


controlados por ella dejó de constituir un mito literario
o una tesis conspirativa propia de los paranoicos
marginales del sistema para pasar a erigirse en un
riesgo que cuenta con dramático realismo.

Se requiere la intervención del Estado para garantizar


que los poderosos no acaben de concentrar los
medios, el internet o la información en perjuicio de
unos menesterosos que pueden pasar de ser
simplemente pobres a esclavos subdesarrollados
irremediablemente marginados.

Puede parecer este un panorama extremadamente


sombrío pero mejor curarse en salud admitiendo la
regulación estatal que averiguar de qué somos capaces
los seres presuntamente racionales.

138
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

CAPITULO 7

Como enfrentar las nuevas amenazas

En la lucha por conservar la verdad y su valor le va el


futuro a cada país y cada sociedad. Harry Frankfurt
afirma que “[p]ara crear y mantener una cultura
avanzada es preciso que no nos dejemos debilitar por
el error y la ignorancia”201 y creo que eso tiene muchos
sentido.

Hoy las amenazas contra la libertad han cambiado


dramáticamente. La distopia del Siglo XX fue violenta
y represiva con dictaduras militares como paradigma,
la del Siglo XXI, en cambio, es tranquila y placentera
pero no por ello menos dramática.

Huxley202 avizoró el futuro con más precisión que


Orwell, hoy las estrategias de dominación se
relacionan mucho más con el placer que con la
represión. La oferta masiva de entretenimiento y de
medios de gratificación achatan el espíritu crítico, la
curiosidad y, en general, la inteligencia.

Hoy no hace falta arrebatarle la libertad a las


personas, renuncian voluntariamente a ella,

201
FRANKFURT, Harry Gordon. (2017). Sobre la verdad. Medellín: Pi, pp.
16-17.
202
HUXLEY, Aldous. (2004). Un mundo feliz. México: Editores Mexicanos
Unidos.

139
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

persuadidas como están por los algoritmos que se


elaboraron a partir de la información que ellas mismas
ofrecieron. Se auto administran una especie de
soma203 moderno pero que tiene el mismo poder
anestésico que el de la novela de Huxley.

Como es evidente, los sujetos incentivados por el


placer no están para nada interesados en la verdad o
los hechos, en consecuencia el “pensamiento
científico” (y el método de análisis que le es propio) no
podría ser considerado como una “solución” frente a
quienes, siguiendo sus emociones, deciden creer en
“hechos” tan reales como falso es su acontecer.

Quiero pensar; sin embargo, que todavía no son


mayoría y que, por lo tanto, no todo está perdido. Si
esto es así creo que promover la investigación, la
curiosidad y el compromiso con los hechos podría ser
considerado como el deber ético de los intelectuales de
nuestra hora, su gesto de rebeldía y manifestación de
honradez.

Pero la placentera comodidad del “copy-paste”


amenaza la elaboración de las ideas. ¿Por qué
detenerse a crear si podemos googlear el pensamiento
ajeno y pegar las ideas que se adapten a nuestro gusto
en el documento que debemos llevar a cabo? La
respuesta me parece evidente, porque el plagio nos
reduce a la condición de los homínidos recolectores y,
además, porque sin pensamiento crítico nos
convertimos en esclavos de las ideas ajenas.

203
El soma era la droga que mantenía anestesiada la conciencia de los
felices habitantes del mundo de Huxley.

140
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

El reto contemporáneo es, en realidad, bastante


sencillo de ver, se requiere mantener viva la “voluntad
de verdad” a la que Nietzche despreciaba llamándola
“delirio juvenil”204. Creemos firmemente en que los
hechos pueden demostrarse y que los procesos
judiciales pueden ser justos, por decidirse razonando
a partir de lo que en realidad ha sucedido.

Como señala un ex director del Diario ABC de Madrid,


el acceso abierto y masivo a la información ha
despojado a la sociedad de un mecanismo de defensa
importante frente a la amenaza derivada de la
posverdad como es la intermediación periodística.
Añade que el periodismo tiene ante sí una misión
crucial que consiste en “rescatar el relato veraz,
contener el sentimentalismo, apaciguar y moldear los
peores instintos y proclamar la superioridad de la
inteligencia sobre la visceralidad”205.

La política de responsabilidad periodística


desarrollada a lo largo del Siglo XX debe ser emulada y
comunicada por las grandes compañías que aplican
estos algoritmos que sesgan la información que
recibimos.

De hecho los cibernautas deberían poder decidir si


quieren que los algoritmos filtren la información y le
construyan un universo a la medida de sus gustos e
intereses o si prefieren acceder por sí mismos a
diversidad de ideas, aunque potencialmente puedan
resultar desagradables o confrontacionales para él.

204
NIETZCHE, Firedrich. (2011). La gaya ciencia. Madrid: Edaf, p. 88.
205
ZARZALEJOS, José Antonio. (2017). “Comunicación, periodismo y `fact-
checking´”. En Revista Uno, número 27, p. 13.

141
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

Otro trabajo que deberían encarar es el de contrastar


los datos que consumen. El número iniciativas de
verificación de datos, en todo el orbe, se han triplicado
en el período que media entre 2014 y 2018, pasando
de 44 a 149 las organizaciones que contrastan las
noticias con los hechos. Como se ha sostenido,
“muchas de estas experiencias están vinculadas a
medios de información, otras están afiliadas a
universidades, grupos de expertos/as e iniciativas
ciudadanas”206.

Un ex subdirector del Diario El País de España


sostenía que se requiere “Intensificar la gran tendencia
mundial de verificar sistemáticamente datos y hechos
parece la mejor receta contra el escepticismo sobre la
influencia de la prensa provocado por la victoria de
Donald Trump y el mundo de las noticias falsas”207.

En todo caso, creo que todos podemos aportar nuestra


cuota para desbaratar el éxito de la posverdad. Espero
que el siguiente decálogo brinde algunas herramientas
útiles:

1. No compartas noticias porque son impactantes


(positiva o negativamente); verifícalas primero.
Si parece mentira o es extremadamente
asombroso, puede que sea lisa y llanamente
falso.

206
Al respecto puede verse https://bit.ly/2FnsJJs (Consultada el 9 de
diciembre de 2018).
207
ECHEVARRÍA, Borja. (2016). “Más ‘fact-checking’ contra la posverdad”.
En Cuadernos de periodistas: Revista de la Asociación de la Prensa de
Madrid, Número 33, p. 9.

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La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

2. Selecciona adecuadamente tus fuentes de


información; intenta recoger datos de medios
formales o profesionales competentes
reconocidos por su profesionalismo y no por ser
elegantes o estar de moda.

3. Asegúrate de que mantienes la capacidad para


diferenciar entre el relato y los hechos a los que
éste se refiere. El primero puede ser bueno o
malo, conmovedor o insípido, pero lo
verdaderamente relevante es la historia y no la
forma como te la cuentan.

4. Mantén la atención para diferenciar entre la


información y la propaganda. La primera tiene
relación con los hechos la segunda es una
narración interesada que puede basarse en
ellos o no.

5. Desconfía de las aplicaciones gratuitas, lee sus


políticas de privacidad y, en todo caso, ten
mucho cuidado cuando reveles tus datos
personales. La empresa de todas maneras
recibirá una retribución y si esta no es
monetaria se cobrará con tu información,
porque no existe el lonche gratis. Ten presente
que la inteligencia artificial no es peligrosa
hasta que te conozca lo suficiente, luego podrá
manipularte.

6. Estudia. El conocimiento inmuniza contra la


manipulación. Invierte tu tiempo, energía y
recursos en educación formal. Elude los atajos,
las carreras fáciles y los diplomas sin valor. La
ignorancia es más peligrosa que la maldad.

143
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

7. Si sientes que un medio, un programa o una


persona insulta tu inteligencia difundiendo
trivialidades, competencias absurdas o
información banal, no lo compres, no lo veas,
no lo consumas o no lo frecuentes. Tratarte
como una criatura incapaz es parte de la
estrategia de dominación, mantén alerta tu
espíritu crítico.

8. Recuerda que con cada elección o


manifestación de preferencia construyes el
sesgo de la información que vas a recibir y ello
puede servir para potenciar tus capacidades o
tus fracasos. Literalmente, tú eliges…

9. Abraza a las personas y reúnete con tus amigos


reales. Con ellos puedes tener la certeza de una
interacción humana significativa.

10. Reporta los sitios web que difunden hechos o


noticias falsas ello incide en su distribución.
Además puedes contribuir en la construcción
de contra-narrativas veraces.

La batalla en defensa de la verdad y de la democracia


se libra cada día y todos tenemos un lugar, solo
debemos decidir en cuál de los bandos queremos
militar.

144
La ‘posverdad’ y otros relatos que amenazan a la democracia

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