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El rol de las okupaciones

en la ecología política
de las ciudades
Claudio Cattaneo*

Introducción: reivindicaciones como el derecho a una vivien-


derecho a la ciudad y okupación da accesible opuesto al concepto de vivienda
como mercancía para la especulación inmobi-
Este artículo de opinión analiza el rol de las liaria y, en general, apoya el derecho a la ciu-
okupaciones “políticas” en el contexto urbano. dad en la formulación de Lefebvre (1968). En
Estas okupaciones son aquellas que no se limi- ésta, la ecología y la escala humana juegan un
tan a dar un uso exclusivamente privado al espa- rol importante: la defensa de la movilidad sos-
cio okupado sino que utilizan el espacio, entre tenible a pie o en bicicleta, el desarrollo del
otros objetivos, para llevar a cabo proyectos de espacio público -incluyendo parques, jardines
resistencia al capitalismo, para crear alternativas y huertos urbanos-, la aplicación de energías
de vida, siempre mediante procesos de decisión renovables y la reducción de la contaminación
horizontales y comunitarios. Esta categoría de de suelos, aguas y aire son algunas de sus ca-
okupaciones políticas constituye el movimiento racterísticas.
okupa que, desde hace al menos cuatro décadas, La forma que el movimiento okupa emplea
se va desarrollando en Europa y, desde los años para poner en práctica el derecho a la ciudad,
1980, también en la península ibérica1. El artí- su dimensión ecológica, humana y no mer-
culo desarrolla la relación entre las okupaciones, cantil, es a través de la apropiación directa de
sus reivindicaciones políticas y la dimensión espacios vacíos. En la geografía de una ciu-
ecológica. Para ello argumentaré, por una parte, dad la prevalencia y el crecimiento de espa-
que hay una componente visible y directa, una cios comercializados encuentra su frontera en
dimensión ecológica que se explicita claramen- aquellos espacios libres del capitalismo y que
te en la manera de definirse y estructurarse de son objeto de apropiación por parte del mo-
ciertos proyectos de okupación. Y por otro lado, vimiento okupa. En estas islas -propiedades
que existe otra componente, indirecta pero apli- abandonadas, sujetas a planes de reconversión
cable a la mayoría de proyectos okupas urbanos, o no vendidas tras la crisis inmobiliaria- se
que también tiene una cierta relevancia en eco- constituyen espacios de lucha, tanto legal
logía política. como política.
El movimiento okupa es principalmente un
movimiento urbano (SqEK, 2013) presente en La ecología política de las
muchas ciudades europeas y que se afirma en okupaciones: ejemplos directos

* Can Masdeu (www.canmasdeu.net) y Research and Degrowth En algunos casos, el movimiento okupa re-
Barcelona (www.degrowth.eu) (claudio.cattaneo@liuc.it). siste los procesos de transformación urbana
1. Aunque se trata de una generalización no aplicable a todos los
casos, aquel tipo de ocupación que se deletrea con “k” pertenece a través de la defensa de la dimensión verde.
a la categoría de ocupación política. Barcelona es un claro ejemplo. Okupaciones

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como Kan Pasqual o Can Masdeu2 en la sie- conflicto con el crecimiento urbano de Barcelo-
rra de Collserola han hecho de la ecología su na hacía la montaña4.
caballo de batalla, a través de la defensa de la
autonomía energética o de la agricultura eco- La ecología política de las okupaciones: ejemplos
lógica. La infraestructura física de estos espa- indirectos
cios -antiguas masías agrícolas- ha favorecido
la construcción de proyectos de ecología po- Aunque hablar de ecología política de las oku-
lítica. Sin embargo, en el centro de la ciudad, paciones rurales y las rurbanas tiene mucha re-
el caso del Forat de la Vergonya es uno de levancia, representan, al menos en Europa, una
los mejores ejemplos de cómo el movimiento minoría de los casos de okupación. La forma
okupa ha puesto en práctica el derecho a la urbana de la okupación es la tipología más fre-
ciudad exaltando la compenetración de la di- cuente, por lo cual es necesario especificar hasta
mensión social con la ecológica3. En esta línea qué punto se puede hablar de su ecología políti-

Opinión
van proyectos de okupación como los huertos ca. De hecho, las okupaciones urbanas no son,
urbanos comunitarios o los que fomentan la a primera vista, de carácter ecológico, más bien
cultura de la bicicleta a través de la okupación de carácter social.
de las calles mediante la masa crítica o, con En la práctica, lo más usual es que se desa-
objetivo permanente, de espacios para crear rrollen formas de okupación que combinan ele-
talleres de autoreparación. Estas tipologías de mentos sociales y elementos ecológicos. Se puede
okupación son muy frecuentes en las ciuda- observar una forma de ecología social que emerge
des de la península ibérica, y más allá; En- desde la okupación urbana. Un ejemplo, como
gels di Mauro y Cattaneo (2014) ofrecen un se ha explicado anteriormente, es el fenómeno
análisis de cómo tanto en Barcelona como en de los huertos urbanos en solares okupados, que
Nueva York estas representan una forma de tienen más valor por las relaciones sociales que
alternativa al capitalismo. se desarrollan allí que por la cantidad de comida
Un análisis detallado de la relevancia de la producida. Sin embargo, la okupación de huer-
dimensión ecológica en casos de okupación tos urbanos es una forma de manifestación indi-
rurbana (rural-urbana) en el Parc de Collsero- recta de la relevancia que tiene la ecología política
la (Barcelona) muestra la gestión sostenible de en el movimiento okupa5.
elementos vitales como el agua, el techo, la co- De forma menos directa, se puede obser-
mida y la energía mediante el cierre de los ciclos var una dimensión ecológica en el caso de los
de energía y de materia, el apoyo de tecnologías discursos y prácticas de distintas okupaciones.
conviviales y la autogestión comunitaria centra- Como protesta contra el capitalismo, el desa-
da en el apoyo mutuo. También se ofrece una rrollo de alternativas de vida pasa por soluciones
cuantificación del nivel de autonomía energé- más sostenibles desde la perspectiva social y am-
tica de estos proyectos, donde las energías no biental. No conozco casos de huertos okupados
renovables representan menos del 30% del total que no practiquen la agricultura ecológica, así
consumido en las actividades que allí se desa-
rrollan (Cattaneo y Gavaldá, 2008, 2010). Ade- 4. Las declaraciones que en 2007 se incluyeron en un manifies-
más, el activismo político llevado a cabo en es- to, impulsado desde la Plataforma en Defensa de Collserola - en
tos espacios también tiene una importante ma- la que participan Kan Pasqual y Can Masdeu- (http://www.coll-
serola.org/manifest_Solana.html) fueron en parte recogidas por
triz de protección ambiental, como en el caso de el Ayuntamiento de Barcelona en 2011, con el proyecto de las
la sierra de Collserola, con el lema “hacer que puertas de Collserola http://w1.bcn.cat/portesdecollserola/es/)
5. Por ejemplo el portal okupa http://squat.net -que concentra
Collserola baje a la ciudad” para evidenciar el una considerable cantidad de información sobre programación
y actividades en distintas okupaciones de toda Europa- no tiene
2. http://kanpasqual.wordpress.com/; http://www.canmasdeu.net una sección de búsqueda relacionada con la ecología y el medio
3. Tras su desalojo, el movimiento vecinal pudo acordar el ambiente. Sin embargo, sí que tiene una relación con la agri-
mantenimiento del proyecto de huerto comunitario: http:// cultura: http://radar.squat.net/index.php?mode=search&profi-
lhortetdelforat.blogspot.com.es/ le=radar&what=29&where=0

ecologíaPolítica 9
como en tema de movilidad, en las okupaciones el ejemplo más claro; otros son el recicle de acei-
se desarrollan talleres de autoreparación de bici- tes vegetales que alimentan motores diésel au-
cletas más que de coches. Tal vez esto no sea de- tomodificados, o el reciclaje de comida que los
bido a motivos ecológicos sino a cuestiones de comercios tiran y las okupas aprovechan. Ésta
autonomía: es más simple poner en práctica el última es además una fuente de energía endo-
“hazlo-tu-mismo” para el mantenimiento de la somática necesaria, por ejemplo, para moverse
bicicleta que del coche. Sin embargo, evidencia en bicicleta. Por tanto, la ecología de los okupas
su dimensión ambiental. En todo caso -y este no es un ambientalismo “pijo”, interesado en
es mi principal argumento- como condición la protección y conservación de áreas naturales
indirecta, el “hazlo-tu-mismo”6 termina siendo a menudo lejanas, o en el consumo de comida
una práctica anticapitalista, tanto a nivel social biológica obtenida a través de los mismos ca-
-porque elimina la explotación laboral- como nales de producción y distribución capitalista,
a nivel ecológico - porque desarrolla prácti- sino más bien un ambientalismo hecho casi sin
cas que emplean tecnología de más bajo nivel dinero.
y bajo impacto ambiental. Un ejemplo puede La reutilización de inmuebles urbanos es la
ser la práctica de modificaciones de motores a dimensión más importante de la ecología políti-
combustión para el empleo de aceites reciclados ca de las okupaciones, porque siempre está pre-
(a menudo se ofrecen este tipo de actividades sente. Dos son sus principales efectos: por un
formativas en los centros sociales okupados). lado se rehabilitan espacios que llegarán a tener
A pesar de necesitar unos conocimientos y un uso de vivienda o de centro social a bajo coste
empleo de tecnología más elevados que los re- (tanto social -mediante el apoyo mutuo- como
queridos para la puesta a punto de una bicicleta, ambiental -mediante el empleo de tecnologías
el resultado final tiene consecuencias ecológicas de bajo impacto). Y por otro lado a menudo
positivas, en tanto que evita la industria petrole- se posponen planes de desarrollo capitalista,
ra (extracción-refinación-distribución) y recicla cuando no se paran del todo. En Europa, es em-
los aceites usados en la fritura de alimentos. blemático el caso de los okupas de Amsterdam,
La ecología de los okupas es análoga al am- que en las décadas de los 70 y 80 del siglo pa-
bientalismo de los pobres (Martínez-Alier, sado okupaban para contrarrestar el desarrollo
2002). Desde esta perspectiva, la conservación capitalista de su ciudad y consiguieron incluso
ambiental no es necesariamente resultado del boicotear la candidatura de la ciudad para los
crecimiento económico, sino que es posible gra- Juegos Olímpicos de 1992 (Pruijt, 2014).
cias a la gestión sostenible de los recursos natu- En general, la práctica de la okupación se re-
rales, de gran importancia para sustentar la vida laciona con la crítica cultural a la sociedad de
de aquellos cuyas economías no dependen del mercado, de la opulencia y del consumismo. Pa-
capital productivo y el dinero. De forma análo- ttaroni (2014) documenta el caso de Ginebra,
ga, la economía ecológica de los okupas se centra donde durante los años 1990 se desarrolló un
en la gestión y conservación de los recursos dis- importante movimiento okupa que, reivindi-
ponibles en el medio ambiente urbano: se trata cando el derecho a la ciudad, ponía en práctica
de una forma de vivir que, relacionándose muy unos estilos de vida de bajo impacto ambiental.
poco con el capitalismo, aprovecha recursos “no Si es cierto que muchas okupaciones se conec-
de mercado” del entorno local, empezando por tan a la redes de electricidad y de agua de forma
lo que sobra del sistema capitalista. La reutiliza- abusiva y, al no pagar, tienen un incentivo para
ción de casas, campos y solares abandonados es consumir más, su forma de vivir al margen de
los esquemas del capitalismo implica el uso de
6. También conocido como Do-It-Yourself (DIY) se trata de una poco dinero para vivir, y por tanto más tiempo
forma de satisfacer las necesidades en gran medida sin la me- liberado para la actividad política. En síntesis, la
diación del mercado y de sus actores, tratándose a menudo de
empresas capitalistas. El DIY representa entonces una estrategia ecología política de las okupaciones pasa por el
de lucha contra el capitalismo. estilo de vida de los okupas que en ellas actúan

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y, aunque se trate de una generalización, se pue- Referencias
de sostener que estos estilos de vida tienen un
bajo impacto ambiental y contribuyen a liberar Cattaneo, C. (2008), The Ecological Economics
tiempo para el activismo político contra el desa- of Urban Squatters in Barcelona, Tesis Doc-
rrollo capitalista. toral, Barcelona, ICTA-UAB
Cattaneo, C. y Gavaldà, M. (2008), La ex-
Conclusión periencia autogestionaria, Ecologia Politica,
vol. 35, p. 73-75.
La dimensión ecológica del activismo político Cattaneo, C. y Gavaldà, M. (2010), The ex-
okupa es el resultado del desarrollo de alter- perience of rurban squats in Collserola, Bar-
nativas al capitalismo que primariamente se celona: what kind of degrowth?, Journal of
relacionan con el derecho a la vivienda y con Cleaner Production, vol. 18 (6), p. 581-589.
los aspectos de ecología humana presentes en Lefebvre, H. (1968), Le droit a la ville, Paris,

Opinión
el derecho a la ciudad. Tratándose el okupa de Anthropos.
un movimiento principalmente urbano, la re- Engels-Di mauro, S. y Cattaneo, C. (2014),
lación con la ecología no es siempre evidente. Overcoming the Social and Ecological Catas-
Si bien es cierto que existen okupaciones con trophes of the Capitalist City, In SQEK (ed.),
una dimensión ecológica explícita (okupaciones The Squatters’ Movement in Europe. Everyday
rurbanas, huertos urbanos, talleres de autorepa- Commons and Autonlomy as Alternatives to
ración de bicicletas), y que pueden llegar a tener Capitalism, London, Pluto Press.
un impacto en las políticas urbanas, se trata de Martínez-Alier, J. (2002), The Environmenta-
una minoría de casos. Más relevantes son los lism of the Poor: A Study of Ecological Conflicts
ejemplos indirectos presentes en todas las oku- and Valuation, Cheltenam, Edward Elgar.
paciones: ejecutando el derecho a la vivienda y Pattaroni, L. (2014), The Fallow Lands of the
a la ciudad, los okupas contribuyen también a Possible: an inquiry into the enacted critic
la sostenibilidad ecológica gracias a la reutiliza- of capitalism in Geneva’ squats, In SQEK
ción y conservación de inmuebles abandonados (ed.), The Squatters’ Movement in Europe.
a bajo coste social y ambiental. Dicho de otra Everyday Commons and Autonlomy as Alter-
forma, la economía ecológica de las okupas se natives to Capitalism, London: Pluto Press.
centra primariamente en la práctica de la auto- Pruijt, H. (2014), The Power of the Magig Key:
nomía y tiene como resultado el desarrollo de The Scalability of Squatting in the Nether-
experimentos de vida de bajo impacto ambien- lands and the United States, In SQEK (ed.),
tal (Cattaneo, 2008). The Squatters’ Movement in Europe. Everyday
Esta observación, más allá de la dimensión Commons and Autonlomy as Alternatives to
teórica que conlleva, representa también una Capitalism, London, Pluto Press.
invitación a que los movimientos okupas glo- SQEK (ed.) (2013), Squatting in Europe: Radi-
bales puedan considerar de forma más explícita cal Spaces, Urban Struggles, London, Minor
en sus reivindicaciones los valores de la lucha Compositions and Autonomedia.
ecologista y de prácticas de bajo impacto am-
biental, porque de hecho ya las están llevando a
cabo de forma indirecta.

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