Está en la página 1de 27
ENERGIA Y MITOS ECONOMICOS de Nicholas GEORGESCU-ROEGEN Introdueeién Hay un mucho de verdsd en Ia observacién de Perey Bridgman so- bre la profesiGn econémica como lu mis oportonista de todas, Ver daderemente, In stencién de los economistas sha ido moviendo constantemente de un problema 2 bbe, sin que a menudo fnubiew gran relacion entre uno y oif0. Si huscamos en las revistas econd- micas anteriores a 1950, por ejem- plo, seri rato cneontrar une rere Fencia al término “desarrollo cco asmico”. Es curioso, pues, que los economistas se hayan obstinada du rante mis de cien afios en perma hnecer Ticles a Tn epistemologia me canicista imploniada por los funda. dores de la Escuela Neoclisiea, En palabras de ellos mismos, su mayor cconémica que $0 ajustara sl ma- Uolo dela mecénien; dicho en boet dc W. Stanley Jevens, una 2 alodo ide meciinicn de Ia witidad y el lie cro” (48. 23], Al igual que casi to Hos los esiudiasas y fldsofes de la primera mitad del sigio diccinueve, estaban fascinados por el éxito es pectcutor de la eienele deta me- ewice—uavo 1976 Este articulo aparecié en el Southern Journal (nero 1975) y reine las ideas expresadas por el autor en una conferencia pronunciada en Ia Uni- versidad de Yale, con anterioridad. cinica en astronomfa y aceptaban Ta Tames apoteosis de Ta meeinica de Laplice {53, 4] como el evan- selio del saber cientifieo superior. En su caso, tado ello puede bien ser uaa cizeunstanela atcnuante. No asf, sin embaryo. para quienes apie rocieron mucho después de que el ogra mecanicisia fuera proserita Ge le fisica [23, 69-122; 5}, Los economistas mis recientes, sin pensar en ello dos veces, se han eontentace con desarrolinr su dise}- pline tiguienda les huellas dejndas por sus antecesores, Iuchando fe Fozmente contra cualquier sugeren- cia de que la economta pueda sex conccbicia como algo distinto de 1a cleneia de la meaintea, La postura es, anturalmente, atructiva, Tedo economist recuerda siempre en el Fondo que Uresin Leversier y John Couch Adams descubrieron el pla neta Neptuno, no buscando en el Fiemamonto. sino con un lipiz y un papel. Serfa, sin dud, un suena es- bund del valor en Ia sesiéa de In Bolsn de mafiana, ©, mis ain, dentro de un fia. La consecuencia de esta fidelidad scriminada al dogma meca sea explcia o tpliclti e5 Gu prostan scondimice viene n er Sn lesanismne sepido por in Pine ipio de consecvaciSn (iranslorma cin} yume norma. de maximaa- Sign. La ciencla scondinies quvda fal reducida a una kindica tea poral, ate enfoque ha conducido 2 he prolferacion de clericios con papel y lipie ya modelos econoe Inliricos progresivamente mls com- Dielor que a pleaudo s6)0 sirven Dura cscurevet tos_planteamiantas iniamenties. Tac se reduce ap movisienta pendulae. ‘Ua to comercial ex sequida, per ata, Ler (secede In toons eel equilicio cr ques los hathos altsron el surto die“le dequnda y ue la oferta, en unto fox mizmos derapareces proceso econdmico ‘reve sionpre {sis condiciones previ, Ura in- Feeion un sequin catstaficn © tin "crash" hursatl no dejan hustle Sltuna en la ceonomis, La regia Salen gue todo. cy reverie Soino_ en ta meedaiea La micior justocicn de To pie temologinhisica dein econom's prevalence es cl grea habitual se que cualquier qrenual describe el proceso eeonémico come ua fhyjo Sutenoms y circular entre “produit Sear" y “consume” (2). Pero a Sigulecd el dinero elieuia cies. mine dente del proceso econ eo, pues tanto lar moneda melt fen como la de papel se deterioras Y denen. que. see susttuidas desde fuera [BIL Bl punto. crucial, fue, que ol proceso econdmice ne tit process tilade y aulenow, ¥'so puece funeionar sn un inter: Eambio continuo que ullera a en. tome. de, modo “acomolativo, ti tampoco sin verte inflleo por eons Alteruciones, Los economistas lf ficos, y Malthus on particular, in- Hisleron ea 1a importancia. econ fia Ue este beck, Sit eubaine, tino “Tos economisas "ortadoxes como Joe mnaitas han preferido fenorar ‘completamente el tome de toe recumsoe natureles 175, 17) Una iea fundamental domicd lo ovientaciéa do ambas exeuclas. A CPigou lo express de modo. my Ciplicto: “En tn eslnda stations” fig, los factores de produceiGn #00 Psa invasasie eatin: ‘mente, del que emerge an Hujo son- tinuo, también Tavarable en cant dad, de renta seal” [68, 19). Le misina idea de que un fujo Sone. Sante puede emerger de una extrac: then inverlable, cata en Ja base del eaquema,marsieta de repraduscon Simple (61, I. ch. XX. el es fuera de’ reproduscién_ampllads Ut. Uf, ch, XT}, Marx se antics tn realidad’ Jos_modeios mover. fos (coma cl de We W. Learteth gue ignoraban cl problema de. le fuente prlmaiia Gel fhsjo adn =n el tiene. Le Unica eiforevcla es que Marx péedied ablertamente que ls nntireleen nos ofteee toda gratis, en faato qus lor ecssomstas oriode- os lo seumieron tieitamente. Aat bas exeuclas, por tanto, comparte- ron le aocida de Plgou de tn et {ado estacionatio donde un. ajo material emerge de una fuerte in Wciable. En esta idea yace cl ger mien de_un mito econémice. gue como Yeremos (VII ex s0stenido or muchos ceologistas terigs y ab guncs economistas conscientes. El mnito es que ua mundo estacionario, con Una. poblacién en crecimiento ero, termiaaria con el conflisio ecoldgieo de la humwaidad. Ya no hhabra’ preceupecién. scbro_esease7 de reeurtos 9. conteminacién. ‘Ni tienes otro programs. milagroso que nos levard a a Tierra Prome- fda Los iitos han ocvpade siempre un lugar preemivente ea Ia vida del hombre. La caraetertciea’ que dis Uingue al hombre del eeszo de Los setes vivientes ha sido Ii sensaeidn de segunfdad que te ha conterido el sewar de acuerda con ua. mito, Muchos mitor taicionan toques In mayor locura del hombre, #1 tendeatia intima. s erect que esta por encima de todo et resto del Universo real y gue sus poderes 10 tionen “Itmites, Enel Génesis, ob hombre prociamé que cttaba hecho imagen y semojann do Dios mis. tno. Ean tiempo, sostuvo que el Universo entero giraba en torno a su gequena morada_ ea oo, que S6l0 ef sol To hacia, Tambien crcys fmtes que podrfa mover Tas cosas Sin sonsum'r energie, 0 mito del movimient perpetuo de primer oF- den (sin dada un mito esencialmen te econémica). El mito del movi miento perpetuo de segundo ord Osea que podemes uilizar Ia. tha energla una y otra ver, todavi se conserva dis(razada bajo diver- sas formas. tre mito econémion —que Trento por compensar su propia y Continua depradacén entrbpict succionando baja ontropta y expe Sindo alta, cuttopia, Claramente tre fendmeng. no esta exclvide por Ia Ley de la Entropfa, que dese tents cequiere que crezca la entro- a del sistema en su conjarto tel Entoree y sl organism). Todo esti tn reghe en tanto en ceanto Ta he tropias del tntorno erezce mia) que J catrop's compensada del orgse nism. Igaalmente importante es el he- cho de que la Ley de la Entropia fe la nica ley matural que no pre- dice en términos cuantitatives. No ‘especifien cusin grande ha de ser cl Aumenio en un momento futurd © qué esquenia catropico concreto re~ suliard, Preeisamente por eso, hay una indeterminacién entrépica on el mando real que permite 2 la vi da e} adoptar un espectro interme rable de formas y, mds ain, per mite que Ins acelones de un ‘ores alsmo vivo disfruten de una cleris dosis de libertad (32, 123], Sin cs ta libertad, no podrfamos cles entre comer Ientejes 0 carne, enire comer ahora o mas tarde. Ni po- drfames aspirar a instromentar pla nes econémicos (a cualquier nivel) clegidos por nosotros. También, por esa indetermina- cién entrépicd, Ja Vida no tiene im portencia en @l proceso entrdpica. Yello no porque busquemos uma. explicacién mistica sino en_virtie GP ios simples nechos Alsunos o fgnigmos retrasan Ia degrada Entrdpies. Las plantas verdes alna- enon parte de. la. radiacion solar ue, sit ello, se disiparia inmedia- Etineate en forma de ealor, en all ectropl Por elo pocemor quemar ahora le energia sdlarsalvada de V2 degradociGn hace millones de aos envforma de carbon 0 unos ans nice en forma de Un drbol. Les demas ofgenismos, al contrat fccleron Ta marche’ de Ja entroptn EB Fombre ‘oupa el pucsto mae fito tn est. etesla, yest el punto ervcial Ge fot problemas dat fed ambiente Le Ley de ta Entropia, y esto es Ge sama importanela para el ss {ociante de economia, es in rate de ta eseaser economics. Deno. ser por esta. ley. podciamos usar ia Energia de un ozo €e carbon Una J otre vez. transformdndolo en <3 ton sl enlor en trabajo y el trabajo Ge'meve en etlor. Asimisma, mo fren coans’¢ incluso fos organi thos vivientes (si de aiggna manera puceran existe en teles condicion hes). nunca sc desgastarian, NO Jabefa diferencia econémicn. tee fos bienes moteriaies ya. Tierra Sterdians, En tal anindo imagine fo, puranicnte mecca, no habria ovdaderaeseases de ‘enesgha 3 tienes. cnateriies. Une poblasiée sangronde com ia gue pormiiers fl"espacio de nuestro planets pom dria vivir indefinidamente. Un ae~ sncats en ln rentn reel per capita se Sonseguirio. pareitimente con une mayer velocidad do us0 (come et tienen te a cirenlacién monetacal Yen parce Gon una extraccon (i era)’ mayor, No singiria ningane Icha seal ni inten nf entre ls et peches. [Los economistas han venide in- sistonde en que "ia comida. no 4 regi con io. se soficrey * te el precio de cualquier case de- fe ser"igual a sw cone, El creer fue esta iguaidad también tga on {mings de entropia consttuye aro fe los mites ccosémicas més pel foros. Eh elcontento de la entra- pla, toda acclén, de hombre o de Organtemo, mds win, mde proceso en la naturaleza debe dar como ré- ‘suitado un déficit para ef sistemaent Su conjumfo, No slo aumenta In eniropia del sisteraa ea una canti- dad acicional, por cada litro de gasolina en ci depésito de un co- che, sino que tombién una porte sustancial de Ia energia libre eon- tenida en csa gasolina, en vex de accionsr el coche, derivaré dirce- tanente a un aumento adicional de entropfa, En tanto en cuanto haya fa rane recursos abundanies y fi cilmene accesibles, ro habra que preccuparse de la cuantia de cs pérdids adicional. Asimismo, cuan- Uy praducinies uua Iiimina de cobre fa partir del mineral, reducimos ls entropfa (el desorden) del mineral. pero solamente al coste de un uu mento de entropfa en el resto del Universo. Si no existiera este deficit entrSpico, serfamos capaces de con- vartir trabajo en calor e, invirtiendo cl proceso, padrfamos recuperar la tcantidad inieial de trabajo en su to- talided —como en ef mundo imag nario del pérrafo anterior—. En tal mundo, los cconomistas ortedo- xos reinarfan de modo soberano recisamente porque no funcionaria, ia Ley ee Ia Entronfa. IV. Energia secesible y materia accesible Como hemos vist, se ha distin« ude entre ene:gia disponible y no Esponible (generabesca como. Ta distincioa entre baja y alla catro- Pla) poner aif Ie letmmntionmen pusde partir del hecho de gue el Rombre puede ullizar solament: tina de Ide extndos en que aperoas In energie. Pera In dition 0 sififiea eue el hombre puede hov usar cosiguicr energia ‘disponible sea cual sea el lager y Ya forma on ue ge enon Para gue la ore is dispontbie tenga un valor pars fn humanidad “debe ser" toriéa acoesibte, La encrgfa solr y a0 Ce fivedos nos som secesbles in es. fueron! consumo de une cnerais REVISTA DE ECONOMIA disponibte adicional. Pero, en todos Tos dems easos, tenemos que g {ar trabajo y materiales pera poser a punto un suniiaisio de ener dispontble. La euestion es que, sun que podamos atertizar ea Marte 5 fallar. ally depéaltos “de gas, est tnergis disponible no mos serh 9e= cesible si el trser de alld ala Tierra un metro eabiso de gas nox Cuesta una eantidad mayor de ta souivalencia en energfa de un oie tro eabieo de gas on estado ascesi- bie en in terra. Tambien hay en Ia tiereapisarras.bittminosas ée Ins ‘que se'podria extract una tonclada de’ petleo, s6lo que ello costaria tun gasto de enerefa mayor que una tongieda de petrdiea. El crudo en In piansra seria, sin dda, energi disponible, pero no accesible. Ss hot rocuerda haste In saciedad que Tae verdaderas reservas de combur- iibles fOriles son. sia duds, mayore= fue las conocdas o estinadas (38 $3], Pero. también es cierto quc tana parte sostancial de las reservas fealee no constituye energia ace La distincién considera ta cfie ciencia en términos de energia, a0 en términos de economia. La efi- Giencla ecanémica implica eficien- cia energética pero la inversa no es yerdad, Ei uso del gas, por ejemplo Gs cncigéticnmente mas. cficiente ‘que el uso de electricitad, pero lo cleciricidad resulta ser mis barats fen muchos casos (79, 152]. Tam- bign, sunque podemos hacer yas partir del carbén, es mds barato ‘extrace gas de depésites naturales. De extinguirse los recursos natura: les de gas antes que les de carbén, sin dude recurrirlamos al métode que hoy es econdmicamente incfi~ Ciente, La misma idea deberia estar presente cuando discutimos el fain Fo de |s utilizacién directa de ls radiecién solar. ‘Los economistas, sin embargo. ingisten ea que “ios recursos se miden voriectamente en términas ecanémices, no fisicos” [S1, 663: 3, 2473). El consejo refleja uno de Tos mitos més duraderos de la pro fesi6a (compartide por otros tam jemwavo 17600 pismo de precios puede compensor cualquier eseasez, sea de tierra, de energia o de materiales (15). Exs- minaremos este mito més tarde, aguf sélo sefalaremos que a largo plazo, Jo tinico que cuenta para Establecer la accesibilidad de la ‘energia es Ia eficiencia. $1 quere- mos afiaar ms, In eficiencia rea! dopende en cualquier momento del ertado do la tecnica. Pera, tal co- mo sebemos por Carnot, ‘en ada stoacién particular hay ‘sn limit ne lesrico independiente dei esicdo de la técnica, que nunca pucde ser vyerdaeleramente alcanzado. En. efec- to. gengralmente nos quedarane muy par debajo de él. La accesibilidad, tal como ta de imos, tiene que contar con , que el poder de Ia tecnologia no’ tiene limites (3, 4, 10, 49, 51, 74, 69). Siempre podremos no’ slo hallar un sustituto para un recurso ve escasee, sino también aumen- tar “ln productividad” de cualquier Spo de energia y material. Si se nes senba algiin’ recurso, siempre pentaremos en algo, al igual que hemos hecho desde tos tempos de Pericles (4,332-334), Nada mis puede intsrponerse ea ef camino ‘hacia una existencia mis fotiz para Ia especie humana. Serfa diffe! inmaginar waa forma mas franea de pensamiento lineal. Siguiendo esa Iégice, ningin joven con salud de- bberfa jamée preoceparve por el reu- moo cualquier otro tipo de aflicién de vefez: tampoco deberfa meri nunca, Los disosaurios, cuan- do desaparecieron de este mismo planeta, tenfan detrés de ellos, ni ‘mas ni menos, ciento cincuenta mi Hones de afios de existencia verda- deramente préspera (y eso que 90 contaminaron el medio ambiente con residues industriales). Pero hay tuna T6gica atm mis susceptible de ser saborcada: 1a de Solo (73,516). Si la degradacién entrOpica va. = poner a [a humanidad de rodifias soMIEE—MAvO 1075 fea ua futuro, ya to hubicra hecho a una fecha co toro al aio mile @.C Nunca se ha dado la vuctia iejo dicho del Seigneur de la Police (30), de modo tan gracioso, ‘En apoyo de Ja misma tess, be tembién argumentos asocindos restamente a ella. Primero, exisie i ofirmacién de que sélo algunos tipos de recurs son “tan resisten tes al avance tecnologico que son incapaces de rendir finalmente pro- ducios de extraccién a un coste constants © decrsciente” G, 10), GU). Mas recientemente, ‘algunos ham salido com una ley espccities sobre recursos que es, en cierto Sentido, contraria a 1a de Malthus. Ta idea es que It tecnologia me jpra exponencialmente (4, 236; 51, 664; 74, 45). Le jostificacion s0- erfieial es que an avance teenoli- Eco induce ou0. Aunque esto es Yerdad, no opera cumalativament: coma en el erecimlento poblacional. ‘Yee totalmente erréneo argumen- ter, como hac Maddox (9, 2i), fnsistir en la existeneia de un eo negar poder del hombre de infisir en el Progreso. Inctose. at ln tecnologia ontinga progresando, no va. neee- Sariamente a hneerio sin. limites: fina. seevencia en aumento puede ence on limite por amma, Ea el caso de Ja tecnologia, este limite lo establecen e} cocficiente teérico de eficiencia (IV). Si el progreso fue- a ciertamente exponencial, enton- ees el “Input” i por unidad de “ouput seguirfa ‘la ley i= i (Lo y se eproximarfa consten~ temente a cero. La producciéa se convertirfa en ineorpérea en Gltimo término, y Je tierra, en un nuevo Edén. Finalmente, existe pcos. corppenentes de’ Is. corleza Forest ttoso Ia Herma calla Bic que sean tan ‘eppecicoss se - desafien In. sustitucién: éonGmtca: “Na naturaiezn.Impone’eecleests Sonereas "pero nate cane neral-e. inescapable (3,'10):(37 pesnr dela protehtas 0, 8), esto es “un truco conjure do "por ‘economistes”. 5 verdad uc anos pocos elementos ‘reas denen ua pope eps Gibieo Gnico como el qué el {6sfor0 desempetia en los organismos vives. El aluminio, por ejemplo, ha reem= plazado al ‘hierzo yal’ cobre en muchos sos, aunque no ca. to dos G3), Sin embargo, la sustitue idn dentro de un “stock” fino de hata entropia accesible cuya degra dacién irrevocable se acelera con el uso no puede seguir por siempre. En las manos de Solow la sus- situciGn se convierte en el factor clave que sostiene el proceso tec- aulGgico incluso a medida que ios recursos se vuelven més y mids es- casos. Habré, en primer Inga, ona Sustitucién dentro del espectro de fos bienes de consumo. Coa woos precios que rescejonen © una escs- fer ereciente, los consumidores compraran "mencs bienes con alts proporcién de recursos y mds, de Steos productos” (74, 47) (34). Més" récientemente extendiS tom bign la idea a Ix produccion. Po- demos, dice, sustituir “los recursos aturales por otros factores™ (75, 11), Hay que tener una vision muy erednea del proceso econémico en su conjunto pars no ver que oo fray factores matsrisles que no sean {es recursos naturales. Si encime se va mis alld y se montiene que “el mundo puede, en efecto, desenvol- Verse sin recuisos naturales”, es fue se gore Io diferencia entre el mundo real 7 el Paraiso Tercenal. Quiz impcestoacn mis los datos cestadisticos Invocedos en. apoyo de slgena de las tesis aateriozes. Los dntos adueidos por Solow (74, 440) mvestren que en los Estados’ Uni- dop-entre’ 1950 y 1970 el comsu- @ de una serie de elementos mi- refaies por vnidad de PNB dismi- V6. sustancialmente. Las excep- i380 atribuyen a procosos de SUsime\On, pero se eaperuba que se igeofporaran’@ it tendencia anto- ‘ior’ més pronto, o mas tarde. Bs irletamente beblagdo; los datos no piuebah qué €6 el mismo periodo ‘fecnologis’ hubiera propresoda necesariamente bala uaa mayor economia de recursos. El PNB pue~ de oumentar mds que un “inpat™ de _minerales, incluso si Ia teeno~ logla permanece igual, o incluso si se deteriora, Pero también sabe mos que durante el mismo period, 1947-1967, el consumo “per cipi- ia” de materiales bisicos aumentd ea los Estados Unidos. ¥ en el mundo, ¥ s6lo dorante una década, 1957-1967, el consumo de acero “per efpita creeié en un 44 por 100 (12, 198-200}. Lo que impor 1, a fin de cucatas, es no sélo el Impacto del progreso tecnol6gico sobre los recursos por unidad de PNB, sino especialmente el aumen= to en Ia tags de agotamiento de feeursos, que es un cfecto secuc- dario del progreso. TTodavin impresioos més —y asi han rteliado ser teelmento— fos dates usados per Bammett y Mose gma mosteas qus, ds 1870°8 1957, fos proporciones de coste de trae: Ie § de capital coo te prodaccion eth dismutuyeron apreciablemente ta fa agiculture y io mineria, lor hs seetores erie en fo que Son: Sera al apotimiento. Je recursos (85, T6178), A pesne de ele tas incongroeneies sctmcticas (9), Gi cundro que resulta de estos da: ton no puede ser epuciedo, Unies: mente gebe set comepida sa Inet pretacin. 1A efectos del problema del me- cig ambiente, et esencinl compen: hr tue formas tpi bajo Tat ave dl propreae iesiciopen pucds pre- Sscturee, Un. primer grupo. come frendo. ‘les. innovaciones-seonsna= Coy eae consigvem woe ecoumia tela te baja entropia. sea. por Tale complet, por ta ilecon, por contest tn uz nis intensa el gat 0 [a fleciciidad,, por sosair emaeria- tes que cucstan mas en tenminos do fueigle por ouos que cuestan me nos ere! ajo esta thule deberta- thos inctulr también ef deseabsi tnieaty de como vset avevos tipos Ge oaja entropia accesible. Un se fungo grupo consise ea Innovacto- nes-susinaivas, que simplemente Sustiuyen, energlaumdaa por tnergin fisico-quimten Una ‘buena fotencion er fa ionowacion do It Pilvora, que perm prescindir de fe catapulia, Tales ionoveciones 208 permiten generalments 0° sélo el Facer las oses mejor, sino tambhéa (peapeciaimente) el Reccr coses que to te pediaa hacer antes —volar fn sviones, por ejemplo— Finale mente estén fav innovecionerespect thoy fut noproparions sae tet de consumo, coma el sombrero, ths media de nyo, ete. La mayor pare do ls innovacones de este frupo som at mismo tempo Iao- ‘ractones-euntitutvas. De hecho, fe mayor parte de las ianovaciones pevtenccon @ mds de wna calegor's, Pero im clanifeacién ‘nen sire = sfectos analfcos Hoy Ia historia econdmica oom firma’ an hecho mis bien elemen- fair et hecho de que os grandes dances on el progreso tecmel $e han prodocigo al deseubae Sear um nuevo tipo ee eacrsla ae- eile Por otra parte. ua gran vance en el progitso ieenogico to puede. matcrufiare ano. ser {qe in correspondiente nueva fano- GasiSn sea sepuida por na. eran expansiéa en Ia extraccién miners ipeino ot decarinioato deo ae hiciera posible un Uso trio tienes In Yasaina come combustibie palideverfa en compa fein. con vm aumento anplio de compos de petrleo de una rigueza Similar 2 Jos conocidos hoy en fs. ‘Este ipo de expamaién ee lo QU ha suondido durante tos. sitines cen afies. Hemos plachado pets Teo’ y descublerto, auevos depéelton fe carbon ¥ de gas en UNA PrOopor- cién mucho mayor de Ia que po- Srfames user durante el mismo pe Hoda (ver nota 38. mds. adeluate) Mas importante al, todos Tos des: Cuibrimientos mineraigices to han sido, ex uae propereién._ susten- Cial, de recursot felimente acces ee, Hats tnrona exceptional por sirmime. ha beotado para hacer ba jr el cost real de exiraccioa de recursos minerales “in sity". Debi do a que la fvente mineral ha re- Stltado ands barat, Tas innovadto- neeeetinueién han tenido. como Sonsscvensia una baja de. Ia pro- povcion entre txbajo.y produca ESSutowt’) neto, 1 capital tambien hha debldo ‘evolucioner hacia. for- tas que evestan menos, pero wean ims enecsfa para consegit el mis- lee wevo 1679105 sores del mudio unibiente ue opo~ icin veoloyicu uulentica mntrarse en hi tasa total de ‘agotomicnto de recursos (y 18 tasa Ue Ig cunsiguiente contaniinacién). Precisimente porque en el pasado el erceimiento eeanémico ha der vada hacia una tose do agoramien- to mvas alta y, mis ain, hacia un aumento del consumo “Zer cupite” te los recursos, el urgumente se ha dssvindo tanto’ gue hs sacada de ‘qhieia In iden guia del economista: cl PNB “per capita”. El resulted ha sido que la cuestion real ha guedado enterrada debaio del con- Junio de sofismas meacionado en 1a scecidn precedents. Porque, eunque fen un terreno puramente légico, el erecimfento ceanémico puede peo- Wucirse incluso con une disminu nen Ia tasa de agotamiento de recursos, el erecimiento puro ao puede exceder un cierto limite (si bien desconocide) sin aumento en esa fast, @ no ser que haya uaa dismioucién ‘sustancial en la po- blacién. Bra natural para los economis- tas, que sin cojar se han apoyado ea su esquema meeanicista, cl per maecer completamente indiferen= tes cuando, en diversas ecasiones, 2 movimiento conservacionista o algunos intelestucles alslados, como Ezirtield Osborne y Rachel Carson, lismaron In atencion sobre el dao eoolégico del crecimiento y la ne- cesidad de aminorarlo. Pero hace funos poeas aos ef movimiento eco- logico gané fuerza en torno al pro- blema de [x poblacién (“la bomba Ge la poblacién®, como Paul Enr lich io sintetiz6) ‘Tombiéa unos pocos economis~ tas no ortedexcs se desviaron a una posicidn fisiocritiea. aunque en una Forma, muy modificeda, © intenta- ron conjugar Ia ecologia con la economia (8, 9, 19, 29, 32). Aleu- fnot pusaron’a preocuparse por la calidad de la vida, en vez de la shundancia (8, 65). Més ain. una Inrga serie de incidentes demostra~ rom a satisfuccién de todos, que In contaminueisn no os un pas po. invents por los evolu ‘Rungve el agoramisae de reeursas Se ha venido produciende con una ronsidad creciente en todas las Spocas. en sf es una cuestiGn del Yolunen eaterrade bajo fa superti- cic de la ticera, dons nadie. pue- de verdidermente ver, La conta minaciéa, por otra putte, es um fee Agnveno Ue superficie cuya existen- cin no pusde ser ignorals y mucho menos. negada. Los economisias que han feaccionsdo ante estos Aconiecimientes nan teatado genes Faimente ce endurecer mds atin a posielén de que la rasionalidad ceo émica y un esquema correcto de leas. Pero, curiosnmenie, ta publica- sién reciente de “Los limites al ere clatiento” (62), ua informe realiza do para el Club de Roma, causé una’ conmocién desucostumbreda dentro de la. profesién ccondmica. De heehs, Ja erties del informe ha provenide principalmente de eco- omistas. Un manifesto de un ton nor similar, “Un proyecto para la sopervivencia” (6), no ha compar tida esta gloria eparcatemente por- ‘que estaba endesado por un a umeroso de académicos altamea te respetador. La re26n de esa di Ferenela. de teaio es que “Los Limi tes al erecimiento™ empleé modelos analiticas det tipo uiilizado en eco- nometria y trabajos de simulacién. Este parece haber sido el hecho que ierito’ @ los economistas hasia el punto de que recursiecon a insul- tos ditecios © velados en su atzque contra el Caballo de ‘Troya. Inclu= so The Economist ¢55) se olvid6 de les buenos madales britdnicos proverbisles y on et editorial "Lt mites a fa mala compreasign™ cali- ficé el informe soma e! “summum de Ia estupidez pasada de moda” Beckerman tambicn se olvids de 1s solemmidse de una _conferencin jugural y atzed el estudio camo ‘una osada expresin de Ia estu» pidez y de ua_ equipo de ainos prodigio del MIT” (4. 327) (40). REVISTA DEECONOMIA Empecemas por recordar, prime. ro, que los cconomistas, especial iments durante Jos diisies teint thos, han predicado a distro y si niestra que s6lo con modelos mie femédicus se puede construir wit verdadera cioneia. Con la lleyad Gel computador, cl uso de modelos econumietticos y trabajos de simu- Tacién se convietié en una rutin muy entendida, La fulsedad dh apoyarse ch modelos arimomsri- cos para predecir Ia marcha ue I historia ha sido eaureinda ocasio- nalmente con argumentos toni eos (#1), Pero too fue en vane, ‘Ahora, sin embargo, [os economis. tas culpan a “Los limites al ereci- mienio" pur ese mismo pecade y por buscar “una aureola de autori- dad eleniffiea” mediante el uso del compuiador; algunos han legado tan Iejes que han impugnado el uso de las matemitiess (4, 331-334; 10, 225; 51, 660; 52; 69, 15-17) Obsecvemos, en segundo lugar, que a agregacién siempre ba sido’con siderads en In macroccono! mo un procedimiento mutilsdor, pero inevitable, con lo cual aquélla ‘en gran medida In esteuctu- embargo, Jos cconcinisias Memuneian ahora el informe por usar un modelo agreendo (4, 3385: 52: 69. 515, 74). En tercer lugar, un articulo de fe comin en economia conockie con cl principio de aceleracin,, ©5 gue Ia produecién es proporcional al “stock” de capitel. Sin embargo, algunos economistas han acusacio de neevo a los autores de Los If mites" por asumir [implicitamente) que Ia misma proporcionalided Prevaiece en el ctso ue it coma Iniaacién, que también es un “out- pui” (4, 3495; 52; 69; 475) (42) Ea cuarto lugar, la'existencia de un sistema de precios no ha impedida 8 os cconamistas ol desarroliar user modelos cnyos pres conticnen precios =xpl os modzlos esticico y Leontieff, el modelo Harrod-Do- mar, el modelo Solow. por citar algunos de los més famosos. A pe sar de esto, algunos criticos (incl les —Mavo 975H07 yendo el mismo Solow) hon criti- Gedo ef valor d= “Los Ifmites” so- bre Ia mera base de que el modelo no tiene en. cuenta 10s precios (4, 337; 51, 665; 74, 461 69, 14). ) factor fival y mas importante se refiere al hectio inuegable que, con la exceneién de algunas voces aisladas en los dltimos cfias, los economistas han sufrido siempre de “mania da crecimiento” (65, capi- tulo 1}. Tanto los sisternes’ como los planes econsmices han sido s6io evaluados en relaciém con su eapacidad para sosiencr yan gran tesa de crecimiento econdmico. No hay plaa econémico conocido que no esté orieniado 2 ello, La propia teorfa de} desarrolla econémico estd anclada en Jos modelos expo- nenciales de crecimiento. Pero cuando los autores de "Los ifmites”* asumieran, s st) ver, un eresimieno exponencial, el coro de economis tas grit: (Juego suciot (4, 3325; 10, 13; 5t, 661; 52: 74, 425; 69, 585). Lo que es tanto més cutioso porque alguaos de los mismos erf- ticos mantuyieron de modo similar que In tecnologia crece. exponen- cialments (VI). Algunos, aunque por tin admitieron que el crecimi fo econémico no puede continuar por siempre al ritmo actuel, sugi- ticron, sin embargo, que podria se- guir a tasas algo mas bajas (74, 666). ‘pHice—MAVO 1876 Al repasar estas criticas peculia- res, uno tiene [a impresién de que Jos erflcos economistas se cstaban ajustando sl adogio latino: “quod Ticet Javi non lieet bovi" {lo gue se permite a Zeus no se permite al buey) Sea To que sea, In economic. pre- valente no se recobraré sin dificul- tad de las debilidades que deavelé con estos esfuerzos por autodefen- cerse. Fuera de estos circulos, el infor- me ha sido secibido con la debida apreciacién y ciertamente a0 en ter- iminos vituperativos (43). EL vere- dicto més sensato es que, a pesar de sus imperfecciones, no ¢s pura fr volidad (44), Es verdad que su presentacion esta a medio hacer, y freiciona ua afin por publicidad pronts y sfpiéa (34). Pezo incluso Rigunos eccnomistas han reconoci- de su mérito en Vemar la atenciGn a las consecusneins miltiples de la eontaminaciéa (69, 585]. EI est dio ha sacedo & Ip luz también Ia Importancia de 2 “duracién” en el eatso real de acontecimientos (62, 183}, un punto subrayado a menu- do por los cieatificos [43, 1 , 131]; pero olviéado generalmente por ies econamistas [32,2739]. fecesitemos un margen de tiempo para alcanzar ua nivel més.clto de Erecimienta econémico, pero :tam= ign para descender. a. azo ..m4s baie, Si ee Pero Iu couclusign tan alcada de que alo sumo cien aos separan ¢ Je humanided de was catésuote ‘eooldgica (62, 23] carece de une sé- {ide base cientifies. Apenas hay 5- pacio para discutir el esquema ge~ eral de relaciones asumidas ex. ins distictas simulaciones que cubre el trabajo. Sin embargn, Ins formas. Cuenttativas de dichas relaciones no han sido sometidas a ninguna verifieacién prictics, Ademas, por su rigidez, los mo- delos aritmomorficos utilizados som incapaces de predecir los cambios evolucionisias que estes releciones pueden sufrir con el tiempo. La prediceién, que suena como cl femoso temor de que el mundo terminaria en el ano 1000, ext en contradiccién con todo lo que co nocemos sobre le. evolucién bioIs- wea. La especie humana, menos que cualquier ote especie, no pa- Tece que vaya 2 hunditse de pronto en un coma acelerado. Su fin no esta ai siguiera distante; y cuando llegue seca después de una muy ler ‘gn sorie de crisis subrepticias y pro- Jongedas, Sin embargo, como pun- tg Silk (72), serin una locura el gnorar las sdvertencias gonerales el estudio sobre crecimiento po blacional, contaminacién y 2gota~ miento de recursos. Ciettamente, cualquiera de estos Factores puede hacer sentir a la economia det mone Go cierta falta de altento, Alguaos eriticas kan disminuiso inde ain Ia importancia de “Los Ils Tne", por usar un instrumental pnaltica mersmente para entatizar tna taurologia sin laterés: que um Grecimienta expanencial continuaco ff imposible ean entomo. nito [4, 3436; 51, 6615 74, 428, 69, 53]. La erftic es conecta, pero 36 lo saperficiaimente, pues’ pos, en- Contramos ea vna epoca en que lo Sulottenc que ser eafaiends. por gue hp side fgnorado durante largo fiempo.. Sin embargo, el pecado nde grave: de’ lox autores de “Los mites! |es: que han: ocultado Ta “pise;még,itportante de lo obvio -BEVISTA DEECONOMIA__ al ceatrar su atencién en el creck miento exponencial, al igual que hicieron Malthus y' casi todos los demas ecdlogos, Vil, EL estado continuada: Un espejiame tépico Malthus, como sabemos, fue ec tendo sobre todo porque asumis gus la poblacion y los recursos cre~ fan de acuerdo coa leyes matens- ticas simples, Pero este critica ao llogd a pereibir el verdadero ercor da Maluhus (que uparauemenie se gue sin ser advertido). El error es Ie asuncin implicita de que In po- blaciéa puede crecer sin limites fanto en omer como en tempo con tal de que no crezce demasiado répidamene (45). Un error sit también esencial, ha sido cometido: por los autores 'de “Los ifmites”, pot Tos autores del “Proyecto. para jervivencia” (informe no ma iso pero mis articulado) ast eam por varios autores anteriores. Al partie como Malthus del deseo Ue probar Ia resis de 1a Tmpostt dee del crecimiento, fueron vfcti= mas faites de tn silogisma simple per false, hoy” muy. cxtendider Puesto que el crecimiento exponco= ial en un mundo finite conduce a desastres de todo orden, [a salva- ida ecoldgicn esti en el estado esinelonario [42; 47; 62, 156-184; 6, 35, 8, 20} (43). FL Daly pretene de incluso que “él estado econsmi- 0 estucionario 3, por tanto, una nnecesidad” (21, 5] Esta visién de un mundo feliz on fl que tento la poblaciéa coma el “stock” de capital permanecen constantes, que ea cra ecasion ox puso John Stuast Mill con su hebi- lided habitual (64, libro 4, cap. 6]. fue echado en elvido hasta época reciente (47). Debido al renael- miento espectacular de este mito da ls salvacién ecolégica, no esti de mas apuatar sus vaziadas deficule tides teOricas y pricticas. El error cruciol esté ea no ver que en un feaig.amblente fico a el ores: Imlento puede existe. por siempre, DL tampoco un estado. con erecl- thieato cero, Ya siquiere Un esta do on decedencia que no s2 dixija avin aniguilneidn, El error arranea fulads de cloriacanfus Stock fiska y tsa de elec tity como suglere Ia dimensional iad’ facongeuente de sigunon et quemat (62, 62, 648, 12488; 6, 6) Yip contra de io que alginos defensores del ‘estado esiaclonario pretenden [21, 15), este estido n0 Seupa una posiién privilegiads vis- “avis de Ins leyes tices. ‘A fa de lcgar al foado de In cuestin, Hlamemos $= In contnd real de” cesursos scoesibles ola Cortese de Ia terra. Pi y si setday fespectivimente, it poblaciéa y 1a contigad ce recurtol agotedos por petiona ea elcaho 1 La “contigad ge vids total” media en sitor de ‘ida ia detiniremos como L— 2 PL conelderands | cede an sa) 8 a tiblece an limite por arriba a La través dea limitacién obvia Gus Supone = Pi_'> S. Puss eungue T'S ona variable iseérea, no, pie fe sor sexo. ni inugtifieante (2 no Ser que la humanidad consign it mentarce s6lo de moras), Por tanto, Pisord igual a cero pore. un valor Ge frmaygt que un ndmeto Hal te S’m'>'9 en Tos tran eason, Bie Yalor dees Ta mde duracién Ge ia especie humpna (31, 128; 32, 304) 1 sens smbiga ese una oe acidad de durasién, que depende fe un complejo de foclores, entre loz que erid Is dimension dot (48). Este capecidad estoblece un limite sobre eutiquier Pl conereio. Pero cate limite no converte los o'o: limites (de Ley de n) en supertivas Ex, por tanto, inexacts el areumea: tar “como cl grupo de Meadows parece hacer (62, 918)— que el se Etdo estasionatio puede seguir por slempre mientras Pino exceda esa npaeidad. Los que propor i sol Sneige con el estalo eetacionacio deben sémitie que tal stato puede fener solamente une durecign Himi= toda —a co ser que extén (os u utinse al Club de lus ‘itss" menteniondo que § os inago- fable o easi—, come hace, de Re cho, el citado grupa Meadows (62, 172). Se. aniea alterartiva seria pO. der eaplicar el enigma ce por qué toda una economia, estasionaria du- ante una larga época, se termina de improvise, ‘Aparentomente, fox abogados do! estado estaciqnario lo igaslan aun estado continuedo abicrto termod= hdmico, Este estado coasiste ea Iacrosistema abierto que mantiene su estructura entrépicn constante a través de intereambios materiales con st “entorna”. No es dificil adi- Yinar que el eoncep:o resulta un Jnsteumento allamenie GG! para el estudio de los organismes biolégi- cos, Debemos observar, sin embar- go, que e! concento st apoya cn condiciones especiales intradacicss por L. Onsager (50, 89-97). Estas condiciones soa tan delicadas (se las denbreinan el principie del equi~ brio “detallado”) que en la actus. lidad co vilidas solo “dentro, de une desviacién de un pequefio por (G0, 140). Por esta razin tin estado continvado puede existir de hecho s6lo de un modo aproxi- made y en un perfodo de uempo finito, La imposibilided descrita de tin mucrosialona que nw este eu a estado de coos do durar perpetwa. mente puede ser reconocida expi Gitamente un din por una. nueva ley de le termodingmice tal coma {a imposibilided del movimignta perpettore fue wn oie cena Lat Especialistas reconocen que. 126 Je Yes aetunles dela termodindmice ito. bastaa para. exphear todos los enémenos no reversible, incluyen do expeciaiment2 jos procesos. vi tales. Con independencis de estas ditl- ccultades, hay razones simples contra Ja creencia de que Ia humenidad sde vivir en un estado ostacions- Fo perpetus, Lu catroctwra de. tol estado permanece idéntica en todo momento; no contiene en si misma Ta semilla de 1a. riuerte inexorable de todos les macrosistomas abier- loz —amvo yoreoe tos, Por otrs parte, eon una pobl: cién estaciontiria se veria. por ob eonteario, continuarmonte forzadaya cambiar st) teenoiogha, asf como su inevo de vida camo Fespueste a In inevituble reduceidn de sos recursos nccesibles. Aunque seslayemos Ia idm de cémo pour cambiar cl capital cualliadvaimente permancciendo eonstante, is que asumir que el descenso im- predecible en ibiieind seria mento opertuna. Ua mundo esta clonaria puede quedar moment neaments enlazady con cl entomo cambianic a través de un sistema de regenerscién equibibeadior anilo- go a x de un orzanismo viviente durante una fase de su vida, Pero eomno nok recuerda Bormann CM. 702), el milugro no puede durae por siempre; mis pronw o mds tr de el sisiema equilibrador se rom= perk, Em exe momento, el esiade ‘que echard por tierra su pretendido propésito y nuturaieza, Otro principio que puede condu- cienas avtre bache y contra oh que conviene quedar nivertide es el ‘que, en apoyo del estado estacio. fuaio. dedlara que eb miaime de entroph producldo por un sistema termactindmice abierto del dpo de Onsayer se aleanza cuando el fema_se_vueive estable (50. capi tule XV), No nos dice nada sobre emo festa altima satropis resulta com parada con I producida por otros Sistemas lermedinamicas ale © tos (29). Los arguments habituales die eldos en favor de un estado esta sen. sin enibarze. de una notwrvleza diferente. mes direct Se avaument emato. (be Ia Stale bahea mice tenn para rauucir Is contansinacidn por pro- fess naturiles, as! come para que hr wecablogit se auieadupte a ta vise rinuekin de ta geessibilidad de re curses (62. 166). Esti clare que poilrfarnos ahora usr eon axis elie ciencia el carbia ue guemanos ten cl pasado. El eseallo es que qui- is no hubigramos dominade las téenieas claboradas de ny dem aher quemade tunie earbén “ineli= ciemements”. El punte de que en + ug estado estacionario Ia gente mu tendni que trabajar adicionalmente para aeumukir eupiiel ly que 2 ta vista de Io que expuse en los hi- ios pirtafas no es totalmente exde- to) esti, relncionado con In preten- sidn de Mill de que ly gente podrie edicar mxis tiempo a. uctividades Smelectuales. Cesariin “los. piso’ nes, apretones, codazos y el pisarse los winaee” (64, 754). La historia, sia embargo, ofrece maltiples ej plos (la Edad Media, sin ir mis te jos) de soriedades casi estueionarlas donde las artes y la ciencia estaban pricticamente estaneadas. En on estaclo. esiacionario, asimismo, 1a rate puede estar oeupada todo cl ‘Gia en el campo o en Ta tienda. Sea el estada que sea, e| tlempo Uhre para el progreso intelectual depen- Ge de [a intensidad de la presica de la poblacidn sobre los recursos. Ahi estd ef punto débil de Ta vision de Mill. Inyoquemos coma tstiga feomo ‘mite esplicitamente Daly) (21, 6-8) 0} hecho de que sus escri- tos ne afrecen una base para deter 7 los niveles. Gptimas de pas blucidn y capital. Tade cil saca a fa liz ef punto importants, aunque inadvertida, de que fa conclusidn necaseria de los argumentos en Jo vor de evia visién ex que of stad ings deseable no es una estacione- to, sine un estedhs decedeme. Sin duda el crecimiento presen (e tiene que cesar 6. ms atin, cum biar de signa, Pero quienguiera que pretends instrumentar un proyecto barn Ia salvacién ccol especie hurnana no entiende tit na Iuraleza de ii evalueiin ni inchs de ta historia. qu na puign perma) tin proceso Fisieo-quiimiea predes ble y contralable como le puede ser al hervie um huevo © lamar un ccohete 8 [a una. 1X, Algo de_bioeconomia bésica (50) Dejnndo oparis unas pocts ex cepeiones. insignficantes. txlts Ia species galvo cl homore sin $0 inmente tastramentos endosomal Con last propuso. llamar Alfred uk plersor, goeroe ale ete que pertenccen al organism inet Shaiudt por neetonienras Sco cl ho tire lego, con tiempo. «utilizar tin garrote, que no es porte de ol desde su naeimienta. pore que ale gh sw braze. endowomnicr yale Tront6 su poder, En esle punto en cIidempo, fa evolueién det hombre Troscendis tos limites biolayiees pant comprender tambien fy prin Eipaimente) Ia evoluetén de instr thenton producklos por e) homhee pero. qu no pertenceen = x eter Bo (31). Por ello, ahora. pucde el Rombre’ volar en el ciclo 0. nade hajo et agua, peso de ue st Sucrpo no tiene eles. at alas, tes ‘La cvolucién exosomética pre ocd dos cambios fundamentales ‘Mevosahigp cn la espece mumana El primero ex el confifeto social irreducible gue cargeteria In esp cies iimang (29, 98-101: 32, 306- Sis Stam, Hay elertamene orres especies que tambien viven ch 50" Ged. pero que estan hres det unilicia. La raaén oe que sts “elt fee suciles” ecorresporcen a div Sones bowgiens siras. La, muerte periedien de gran parte de kis 20- anos por las abejas es im acekin Worat'y bioldgien no Gna guerra civil. El scgondo cambio os ta idielin del hombre 4 instruments ENDS fhitieoe, un fenimeno enilogo al tll per volar qu se conviris 9 tin act hu aimsfera 9 cama Gn pclsw pera shempes, Esta ale Shit es procisumente i) gute con Site arbrovivensia churns lad nun ponhlema eteramente (Moree de “ia de otras. espeetes Tarr A 302.305), No ge ni AION fie solamente ni econami: te, Ex hioecananten. Sl nm - rrr contorna depsnde de hus maltiphes bsimeteias qhisexiston entre Ls tes [uentes de baja entropia gu constituyen juntas Ia dotacion fhammnidads in ance libre finde sol de un lado, In ener Geils Herre, de otra, reste es iy tek, mientras Th a Inv es un fin Conviens entender bien be iferenela 132. 2366). El arbor sli e8 tn Stosk. pe gue somos libres do usarlo. edo fay (al menos tesries ments) 0 ko tevde un fhijo Tatura de tedigeioa Sohn, Mis nn, In ana del Sv 2 fetn rodieidn esth toelonent2 faces nid completamente” por conten net cosmoligian, emu las qu est in" dimensidn ce nuestra plance th (33). Una generneian, haga ta Ge haga, no pucde alterar i pron Porson de radiacin solar de. cua Sulsr gensricion futucn, Debio a Aa prindad del presents sabre el fentro yn revoensiond ae In de fridectin entropies. lo optcrto es Sends om el ens e& Ins proporcic= non de ontgia toeeoteey Eeian en agectedis por ta eantiad: de Gotan cerreste consumidas. por En seytilo lugar, puesto que ae hay procedimients,préetiso ‘Wapo- nible’a esenla humana para tans formar la energia en materia CIV). Io bala entropta. merit con enweh et clemenno ens er tion desde un punto de vies bio- Es verdad que un trozo de car bon quemado por nuestros padres dasaparecid pare siempre, tal como past, por ejemplo, con una porcia ds plu 0 de hierro extrafdo. por ellos. Sin embargo, Ins generaciones futuras segura tenienda su parts, inalicnable de cnergla solar (que, como veremos ahora, ef enorme) Osea, que podrian, por lo menos, cmente 2 a9 més de 0.2 Q anuoke sur cada she una euntidad de donk equivalemte a1 ereeimiento ye getal anual, No bay eempensacin Sinsilar para ia pista o cl hiscra dk sipavios por generaciones anteriores Par ello, en Ia biesconomin debe mos subrayar que eadis Cadillac cada Zim, por no citar [as instru mentos d3 guerra, implican menos reins de arade para goneracion Futures. e, implicitamente, menos setes humanos tambign (21, 13, 3 304), Tercero, hay una diferencia 9s trondmicu entee In cantidad del Tus jo ce enersfn solar y ta dimans del stock de enczgln libre cerrostes ‘Al caste ie una ismninucisn en masa de 131% 1D" toneladas. of sol irradia eada aio 10° O (un 20) Q equivale a 10 BTU) (*), Ds este Mugjo fantistica. s6lo unos 5.300 Q son inteseeptados en ins limites de In armésfera terrestse. y aproximadamenic la mitad de ext canticad es a su ver rotlojada ova Vez hacia el espacio. A eset nue tra, incluso esa cantidad ex fantis- fica; pues e} consume total mun- ial de energin sc leva corrieat. De la encrgia solar que lean al 5u2- Jo, fa fotosintesis absorbe s6l0 1,2 O. De saltos de pgua podrianios obtener a Io sumo 0.08 O, pero en Ia actuglicad usamos sso una dé- cima parte de ese potencial. Pe semes, ademis, en el hecho do el sol continuard brillante practi= mente con la misma. intensidad otras cinco mil millones de aos (eotes ée convertiese en un gipaate ineendescente que clevard Ia tem- peraivra de Ia tierra a 1.0009 F). Sin duds, fa especie humana no vie vird para beneticigsse de toda esta abundanci Pasando a ta dotacién terrestre. encontramas que, segdn las mejo- res estimaciones, 1a dotacién inicial de combustible f6sil se eleva s6lo 2.215 O. Las reseryas restantes ro= cuperables (conacidas y probables) se elevan a unos 200 Q. Estas re serves, por tanto, podrian producir s6lo dos semanas da Iuz solar en el globo (53). $i su agotwmiento can- fina aumentando al ritmo actual estas reservas pueden soportar Is netivicd industrial dal hombre par apseus unns pocas décudas ms Ihelusa lag reservas cle uranie-235 no duracan por sn perfado. mayor Sh se usan en los reaetores ordina~ figs. Todas las esperanzas estin puestas en el rector regenera dor (*), que con la ayuda del w 0-235 podré “exter” In ene del ueanioW2Z38 y del torio-232. cle~ Tertiies pero no suepiibles de fision. Algunos capertos preter den que esta fuente de enervia cs “esericluimente inagotable™ (83. En los Estados Unidos sols- mente. se ere que hay amplivs reas cublertas con pizatra y yra~ 8 newsos que contienen sescnt gramos de uranic © torio natural la métrica (46, 226 ). Weinhera y Ham- ond (83, 419s.) ofvecen un plan, Con extraccidn y uituraciGn 8 cialo abjerto de estas roeas po- driamos cbtener bastante combusti- ble nuclear para unos 32.000 reae- ores regeneradores repertidos en 4,000 parques costeras y capaces de suministrar a une poblacién de vyeinte mil millones carante millo- nes de afios el doble de Ia cnergia que hoy se consume en los Esta os Unidos. Bste plan ingents es un ejemplo tlpico de pensamiento toe —neAyO to7site1 I, segin ef cual todo to que se ncecsita para la existencia de una poblaciga (incluso "mweho mayor Ue veinie mil millones”) 8 aumen- tar todos los suministros proporcio- nalmente (4). No es que los auto- ree nigguen que hay otras cuestio- nes no téeriens; 310 que las mini- mizan con cutdado (83, 417 5). La cuestin mis importente, Ia de 5 se pucde conseguir wna organiza~ iin social compatible con In den- Sidad de poblacion y la manipula cién qucleer a nivel de tierra, es barrids a un Indo por Weinberg como “transcientifiea” (82) (55). ‘Loe técnicos se inclinon a olvidar gue, debido 2 sus propios Exitos, hoy’ serfa mds facil levar Ia mon thas Mahoma que hacer ir a Mahoma a le monisha. Hoy por hoy, el obsticulo es muy papa ble. Corag algunos efreutos respoa- cables admiten, un regenerador pre- senia todavia’ riesgos sustanciales Ge cutdstiofes nucleares, y 1 pro Dlema del cransporte seguro de los combustibles nucleares y especink mente el del almacenamicnto seg to de los residuos radiactivos estan ain esperande una solveién inclu so pura una escala de operaciones motleradas (/' 35; 36; especialmea- te 39 y 6D. Sélo queda el suctio Iogendario del fice: Ta reaccién termonuclear eontrolacts. Para que Ieeue a cons- fitwir wna auténtion brecha, debe fer la reaceién devterio-deuterio, lo finiea que podsfa abrir une fuente formidable do energfa terrestre du- rante una Jara era (36). Sin em- ‘argo, dabide a Tas dificuliades 2 gue he aludido antes (1V), incluso Tos expertos que trabajan’ en ello Ao encuentran razcnes para estar demasiado esperanzadas. Para compictar cl cuadca, men- cioncmes también Is energfas geo- lérmien y de las evaneas, gue, uun- que no” despreciables Cen | total DA Q por ano), ssio pueden ser instrumentadas en sitanciones muy Fimitedlas, El eure general esti-ahora elt fo. Las energins terrestres en lus sence —MAVO 1075 que se pusde confiar efectivamente existen ‘en cantidades muy peque- fas, micnisas que el usu de las que existen en cantidades amplias esti radesde de grandes ricstos y de obsticules téenicos formidables. Per otea parte, existe Ip. inmens fenergia del sol que nos Tega sin Tallat, Su vse directo mo se proe- tion todavia a una eseala sigaitican tiva debido sobre todo a que los industrias altornagvus son mucho mms cficientes _econdmicamente. Pero desde varios puntos nos Hegan resultadcs prometedores (37: 41). Desde un punto de vista bioecons- mica. Jo que cuenta os que el po sible uso de lu energie solar aoc rousado) ee Tiosgos 0 iniegrante Esto es an hecho probalo, La conclusidn es que fa doveeién entrapien de Is humanidad presenta bra eseaser ciferencist importante. ‘Aun may largo plozo In encryfa fibce terreire-es mucho mas eseasa que In eelsida del so}, Este punto AShnuestra. Ie. Isewra lel pte de victoria de ave. finalinente_ pot thos obtener proteins ds combust bios fSelies. ds senaty ser ie en In diteecign optcsin. es doer. eon wert fa materia vepstal (que pee Ghee, [as radiaeitn solar ON. del TS) en'eommstibie ado, una linea natural obvi perseguida por varios invest res 22, 311-313) (57). Cuarto, desde el punto de vista de In utllizacién industrial, In. ener fin solar tiene un inmenso incon- Neniente on comparacin con le origen terrestes, Esta dltima esti Gisponible en una forma conce} ada (en algunos casos demasiado: concentrada). Como resultado. nos permite obiensr casi instumcdnca- mente enormes cantidades de traba- jo, gran parte del cual nose po dria obtedet de otro mods. En con- taste, el flujo de energiz solar nos Maga ean una intensidad extrema damente baja, a modo de una Thi via fina, easi una nlebla microses- plea, Le diferencia importante con Ta verdadera Uuvia es que esta Thi- via radioactive no es secagids, mi turalmente, en forma de arrayos y los y finalmente en lagos, donde ia podemos usar de forms concentrs Ga como en fis sales de agua Tens ginemos fe dificuliad que ufronts- Flamos $i teatiramos do user dire tamente Ja energia cinéticn de algunas gotas microscApices do tlu- via al caer, La misma dificultad presenta al usar la enersfa solar dircetamente (no a través dela enerafa quimiea de Ins plantes o ta fnerafa cinéticn del viento y los sal- tos de agin). Pero tel conia subi yébamos antes, Ia cificaltad no quiere decir imposibilided. Quinto, ta energia sole, por ot lado, tiené tna veniaja Galea ¢ ite SSnmensurable. El uso de custguise Seerminterosre progce alent Sc cOmaminacion mocive que, ade tins ee reduetbie y enmmsintivn Sunque s6lo gen en forma de cone Chminacionérmiea, En contrast tanto si'se uso coma si no. 8 des: tino tlio es el mismo. ede convertirge en al ealor lsipado due mantiens et equilibria texmodi- Manis Cates el globo y au entors ‘Spaciot tuna temperaiara: prop ain sh La sexta, asmeteia ofveta a cn lemental de qu Is sapeevven- lr de todas lis especies sobre Ia REVISTA DE ECONOMIA ira depende, direct © indireeta~ de Ia fadjacion solar (cde~ mos elementos de la capa do recubrimiento superlicia). El hombee s6lo, por su adicién exesomitica, depeade también de fos racuesos’ minerales, FL hombre no entra en carmpeticisn con otras epeeies por el uso de estos recur Sos: sia entbarga, 0 Us pone ox peligro habitwalmente muchas for~ fas de vida, incluyerdo la suye propis, Algunas especies estin, de hecho. al bocde de la extineién me iment por las necesidades exoso- imitieas del hombre © su anhelo por el despilfarro. Pero nada en fa na- turlsea se puede coniparar a la fe rocidad con que el hombre compite por ls energia solar (en su forma primaria o en sus productos deriva dos). El hombre no se he dest tan pice de In ley de la jungle: en tode caro Ia ha fischo mas sin pie dud con sus sofisticades instrumen- os exasomitices. El hombre ba urceda nbjertimente el exterminio de cualquier especie que pueds 10- borle su alimento o que intente ali- mentarse con él: Lobos, conzios, Fierous, ingectos, microbios, etc. Pero esta lucha por alimentos, en liimo término por energin so: Tas, eatée ef hombre y las oiras 3° pecies, tiene también algunos as peetos peculiarss. ¥, curiosaments, tuno de estos gspactas tiene algunas consecuencins de largo aleance ede- ris de suministrar una refutocida muy instructiva 2 la creencia co iin de que cada innovacién tecno- Tawien constituye un paso en la di- roccign correct heeln una econo mia de sus recursos. B) caso per- {enece 2 le economia de las téenicas agricolas modernas. X. Agricultura moderna: Un despiltarro energético Dado el espectro de-plantas ver~ des existentes y su distribucién geo- grifice en un momento -dado, la Capacidad productora biolépica d= Ja tigtta_ es determinada,, aunque slo pudenios computarla con ite cultee y en eérminus uprosimados. En el mareo de esta cupacidud 2 donde e| hombre forecjos con ons estructuras vivientes por alimentos Con el tiempo el honibre apreadio nara mais hondo, a rotar-cultivos. a fertilizer o} suele con abono. ec En su actividad ngricata, cf hombre tambidn derlvé beaeficios inmensos del uso de animales dé tiro do mesticads Dos factores evolucionistas han Influido en In tecnologia agricola a Jo lntgode los anos. La mis anti- agua e8 Ia presida continua de la po- Blaciin sobre Ia tierra en cuitive exstente, La proliterseién de a= deas. primero, y mis adelante la emigrieién, fueron relajando es presion: También ayudaron a alle vier [a tensién nuevos méiodos de aumenter el rendimiento de In tice fu, La principal fuente de alivio. sin embargo, siguid siendo 1a im corperucién al eultive de nuevas y yastar dreas de tierra. El segundo factor, wn producto derivado de ki Revolacién Industrial. fue la ince. poracign € In agricultura del pro- eeso por el que In baja entrap! de naturaleza, biolézica tue sustituie da por otro de fuente mineral. E) Proceso es alin mas conspicuo er Rerieultura, Tractores y ourus uae quinas agricolas han ceupado el iu gar del hombre y los animales de tira, y los fertilzantes quimicos, el dal abono y el barbecho: ‘Sin embargo, la agricultura-me~ canjzada ne encaja en les unidades agricolas familiares pequenias que tienen @ ou digporieign una amplis oferta de brazos libres. Pero, aun fen este e680, cuvo que Megar. EL agricultor que practica una agricu ura orgénica, que usa animales pore fuerza y abano como fest zante, tiene que cultivar no sole alimentos para su familia, sino tam= bign forsaje para sus ayudantes. La presign efeciente de la poblucién fored ast incluso al: pequeAo agri- coltor, prfcticamente en todas par- tes, a prescindir de las bestias de carge para poder usar oda su terra para_alimentos (27. 526; 31 52, 302F), Lo que no sions duct ab que, diva ta presién dz la” pabia- cidti ea fe mayor parte del slob. ho hay otra salvacion de las e: midades de subalimentucicin y ham que cl forzar el rendimi Ia tierra en cultive eon ura progiesivamente nvis_ mm zada, un uso creciente de fertliza tes quimicos e igsecticidas y un cultivo ereciente de lis nuevas ey Fiedades de cereales Ue alte readi- is mieate. Sin embaran. fren: pinida compactida de mado ven: fale indiscriminado, esta teni agricola moderna se mueve © plazo en conus de les i hicecantmieos mis elementiles la especie humana Primero, {a sustitucién del busy por e| tractor. cel forraj2 por cam- bustles de motwr, de abano y bai becho por ferilizaates ouinz produce uni sustituckin de un ek mento abundanie (ln eidiariin im Int) por otras exeazes. Segundo. esta sustilucion tambiéa representa wa Gespilfarre dz baja entropia terres re debido a sus rendimientos fit temente decrecientes (59). Lo que Ia téenien agricoln mederna hace ex aumentar [a cantidad de fotosinte Sis en ua misma troz0 de Pera este aumento es consepulds) con ctx aumento mis que propor cional del agotamiento de baje. en tropic de origen terresize. que os el tinico recurso cxfticomente eseasn Geberfamos anotar que Jos rendi- micntos decreciantes, al sustituir enecgia terrestre por energia solar. feanetitvirian, par el coutrnrio, un busn negocio ‘eneraético). Lo” que quiere decir que si cada ano su to la mitud del “input” de enersis terrestre (contada desde Ia opera ciGn mincra) requerido por ts agci- cultura para un acre (por ejemplo. cultivado con trigo), en dos aos I fagrieultura menos industeializads prouciré més del doble de trigo en el mismo trozo de terrene. Esta des-economin —por muy. sorpren- dente que sea a los edoradores de la raequinarin— es especialmente loe—wavo sores

También podría gustarte