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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS

CAMPUS I
FACULTAD DE ARQUITECTURA
ANÁLISIS DE LA ARQUITECTURA MEDIEVAL

ARQUITECTURA BIZANTINA

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE.

LECTURA I.-

Historia de la arquitectura bizantina

La arquitectura bizantina surgió durante la expansión del Imperio romano hacia el


sudoeste de Europa y el norte de África. Los terrenos que colonizaron los romanos
eran parte de una gran diversidad de grupos culturales, debido a esto, el proceso
de adaptación de los pueblos del Imperio fue lento y problemático.

Por otra parte, el este de Europa poseía una organización con mejor estructurada.
Lo cual era posible ya que los pueblos del Mediterráneo estaban unidos por medio
de la cultura que había impuesto el anterior Imperio macedónico, así como las
influencias culturales griegas.

En varias ocasiones se intentó separar el poder que había entre el este y el oeste,
con el propósito de brindar una organización más adecuada al Imperio. No obstante,
todos los intentos que se llevaron a cabo terminaron en un fallo, dado que todos los
emperadores que había en los pueblos se consideraban rivales.

A pesar de esto, cada uno de los gobernantes de los pueblos tenía una serie de
labores que debía cumplir, por medio de esto se estableció la división de poder. Sin
embargo, el Imperio no dejó de considerarse como uno solo, es decir, aunque
hubiera dos emperadores (uno en el este y otro en el oeste), seguían siendo parte
del Imperio romano.

Para el año 293 el Emperador Diocleciano creó la última separación entre este y
oeste por medio de la creación de la tetrarquía que se entendía como un sistema
de dos emperadores y dos césares, quienes ascendían luego de su muerte, pero el
sistema colapsó. Al momento de que Constantino llegó al poder, su primera tarea
fue la de unificar al Imperio, lo cual pudo lograr en el año 313.

En el año 330, Constantino trasladó la capital del Imperio a Bizancio. En esta ciudad
se encontraba un punto óptimo para realizar las labores comerciales entre Asia y
Europa, además de tener una conexión directa con el mar Negro y el Mediterráneo.
Una vez que la capital se reubicó, Constantino quiso dar una serie de modificaciones
importantes a las políticas económicas, militares y arquitectónicas de la ciudad.
Entre las modificaciones que llevó a cabo estuvo la alteración estructural de la
ciudad de Bizancio. Para ese momento la misma pasó a llamarse Constantinopla.

Esta nueva reestructuración de Constantinopla fue el cambio que dio comienzo a la


arquitectura bizantina. Puesto que los habitantes de esta ciudad poseían un origen
romano, la arquitectura de este tipo estuvo basada en los principios de la
arquitectura romana.

Otro de los emperadores que tuvo mucha influencia con el nuevo estilo
arquitectónico de la ciudad fue Justiniano. Las labores que llevó a cabo durante su
gobierno se recuerdan sobre todo por su deseo de renovar la cultura del Imperio. A
decir verdad, gran parte de sus políticas no eran muy diferentes a las dadas por
Constantino, aunque Justiniano tomó el poder en el año 518.

Entre sus principales edificaciones se pueden mencionar las reconstrucciones de


iglesias caídas a lo largo y ancho de todo el Imperio romano.

Justiniano tenía la idea de poder dirigir su Imperio sin recurrir a la fuerza y violencia.
Es por este motivo que tampoco impuso una religión a los romanos, a pesar de esto,
sus construcciones eran muy similares a las iglesias cristianas.

ACTIVIDAD I.-

Contesta las siguientes preguntas:

a) ¿En donde surge la arquitectura bizantina?


b) ¿Cuál era el propósito de separar el poder del este y el oeste de la región
romana?
c) ¿En qué consistía la tetrarquía?
d) ¿Por qué Constantino traslada la capital del imperio a Bizancio?
e) ¿Cuáles fueron las modificaciones que realizó Constantino a
Constantinopla?
f) ¿Cuáles eran las labores y edificaciones que realizó Justiniano durante su
gobierno?
g) ¿Cuál era la ideología de Justiniano?
LECTURA II.-

PERIÓDOS
A pesar de que en los primeros momentos de su existencia la arquitectura bizantina
no se distinguía especialmente de la Arquitectura Romana, de la que en sus
primeros balbuceos constituía únicamente una mera derivación regional, la larga
evolución en el tiempo de la misma permitió la emergencia consolidada de un estilo
arquitectónico distintivo, que quedaba por lo demás muy permeabilizado ante las
influencias que recibía de las arquitecturas orientales.

Uno de los rasgos que fueron mantenidos a lo largo de todo el período de su


existencia fue el uso del ladrillo para la arquitectura de las iglesias, que sustituyó a
la piedra, que era el material constructivo utilizado en su predecesora la arquitectura
romana; a lo que se añade una más libre interpretación de los órdenes clásicos, la
sustitución de las esculturas como elementos decorativos de los edificios por los
mosaicos o el realce de las cúpulas, que se elevan a mayor altura que en otros
estilos arquitectónicos anteriores.

El período de tiempo abarcado por la arquitectura bizantina puede dividirse a efectos


de su estudio en tres subperíodos bien claramente diferenciados: un período inicial
(o Primera Edad de Oro), un período intermedio (o Segunda Edad de Oro) y un
período final (o Tercera Edad de Oro).

Período inicial (siglos V a IX)

En el período inicial o Primera Edad de Oro, cuyo momento de plenitud se


corresponde con la época del emperador bizantino Justiniano I, en el siglo VI, fue
cuando se realizaron las más grandiosas obras Arquitectura que ponen de
manifiesto los caracteres técnicos y materiales del estilo arquitectónico, así como el
sentido constructivo que caracteriza el arte bizantino de este período.

Las principales obras correspondientes a este período de la arquitectura bizantina


que han llegado hasta nosotros se encuentran sea en Constantinopla sea en
Rávena, en Italia, en el área más occidental de difusión del estilo. Así, se encuentran
en Constantinopla la iglesia de Santa Sofía, la Iglesia de Santa Irene y la Iglesia de
los Santos Sergio y Baco; mientras que en Rávena podemos contemplar la iglesia
de San Vital o la Basílica de San Apolinar Nuovo. No podemos olvidar diversas
obras de ingeniería civil, como por ejemplo la Cisterna de Basílica, edificada en el
532.

No obstante, también corresponden a este mismo período inicial la iglesia de San


Demetrio en Salónica (en la actual Grecia), el monasterio de Santa Catalina en el
monte Sinaí (en el actual Israel), el Monasterio de Jvari en la actual Georgia y tres
iglesias en Echmiadzin (Armenia). Estas tres últimas iglesias son de construcción
sucesiva a partir del año 600, y muestran un perfecto ejemplo de la evolución de la
arquitectura bizantina en las provincias orientales más alejadas de la capital,
provincias por lo demás que fueron rápidamente perdidas ante el avance de los
ejércitos islámicos.

También han llegado hasta nosotros diversas edificaciones de menor envergadura


o importancia arquitectónica, diseminadas por todo el conjunto del área general de
distribución del estilo arquitectónico bizantino. Hay que tener presente que,
especialmente en las zonas más orientales de la actual Turquía, muchas de ellas
fueron readaptadas ya hace siglos para su uso como mezquitas.

Período intermedio (siglos IX a XII)

El período intermedio, o Segunda Edad de Oro del arte bizantino, se caracteriza por
la predominancia de las iglesias de planta en cruz griega con cubierta de cúpulas
realzadas sobre tambor y con una prominente cornisa ondulada en la base exterior.

A este esquema compositivo corresponden, por ejemplo, la Catedral de Atenas, la


iglesia del Monasterio de Daphni, que usa trompas en lugar de pechinas, y los
conjuntos monásticos del Monte Athos en Grecia.

Este tipo nuevo de iglesia se plasma en la desaparecida iglesia de Nea de


Constantinopla (881), construida por Basilio I.

Para este período en la arquitectura bizantina nos enfrentamos con el problema


planteado por la iconoclastia, que arruinó muchas de las edificaciones de los inicios
del período. Así, por lo que se refiere a edificaciones de envergadura de los primeros
tiempos del período intermedio, en Grecia sólo subsiste la basílica de Santa Sofía,
en Salónica. Otra edificación de importancia, la iglesia de la Asunción de Nicea,
sobrevivió hasta el siglo XX, aunque quedó destruida en los años 1920 en los
combates enmarcados en la Guerra Greco-Turca; sin embargo, por lo menos sí han
llegado hasta nosotros diversas fotografías del templo.

Respecto de la época de la dinastía macedónica, que es tradicionalmente


considerada como el compendio del arte bizantino, tampoco nos ha dejado grandes
realizaciones. Se presume que la desaparecida Theotokos Panachrantos, o iglesia
votiva de la Inmaculada Madre de Dios, de Constantinopla, obra de Basilio I, que se
corresponde con los restos existentes bajo la moderna mezquita Fenari Isa Camii,
haya servido como modelo para muchas construcciones con planta en forma de
cruz inscrita en un círculo, como la Monasterio de Ossios Loukas (en Grecia, año
1000), el Monasterio de Nea Moni (isla de Quíos, un proyecto largamente acariciado
por Constantino IX) o el Monasterio de Dafni (Chaidari, localidad en el Ática próxima
a Atenas).

La planta con forma de una cruz inscrita en un círculo es, por lo demás, la forma
más expandida hacia los territorios recorridos por los misioneros bizantinos
ortodoxos que en los tiempos de la dinastía macedónica recorrían los territorios de
los pueblos eslavos para proceder a su cristianización. La catedral de Santa Sofía
de Ohrid (en la actual República de Macedonia) o la iglesia de Santa Sofía de Kiev
(en la actual Ucrania) son testimonio elocuente del uso de la cúpula de tambor, que
con el tiempo se convierten en cada vez más altas y más esbeltas.

Período final (siglos XIII a XV)

El período final o Tercera Edad de Oro abarca el lapso de tiempo comprendido entre
los siglos XIII y XV, coincidiendo con las dinastías de los Comnenos y los
Paleólogos; en él predominan las plantas de iglesias cubiertas mediante cúpulas
abulbadas sobre tambores circulares o poligonales.

Al período de los Comnenos pertenece la Elmali kilise en Capadocia; en


Constantinopla, la iglesia del Pantocrator (hoy conocida como Zeyrek Camii) y la
iglesia de la Theotokos Kyriotissa (Virgen del Trono) (hoy conocida como
Kalenderhane Camii). Igualmente se han conservado numerosas iglesias en el
Cáucaso, Rusia, Bulgaria, Serbia y otros países eslavos, al igual que en Sicilia
(Cappella Palatina del Palazzo dei Normanni) o Venecia (Basílica de San Marcos,
Catedral de Santa María de la Asunción en Torcello).

Al período de los Paleólogos pertenecen una docena de iglesias en Constantinopla,


especialmente San Salvador de Chora (hoy Kahriye Camii) y Theotokos
Pammakaristos (Santa Madre de Dios) (hoy Fetiye Camii). Una característica de
todas ellas es la de no acentuar la verticalidad, primando la estructura horizontal, lo
que no las dota de la magnificencia de otras iglesias de Constantinopla. La única
que no cumple la regla es la iglesia de Santa Sofía de Trebisonda. A esta etapa
corresponden en Grecia la Iglesia de los Santos Apóstoles de Salónica, del siglo
XIV, la Iglesia de Mistra, en el Peloponeso, y algunos monasterios del Monte Athos.

ACTIVIDAD II.-

Realiza una línea del tiempo de los tres períodos que se desarrollaron en la época
Bizantina, donde menciones sus características, iglesias importantes, entre otros.
LECTURA III.-

ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS
Mosaicos

Este componente artístico era muy habitual dentro del Imperio bizantino, sobre todo
durante lo que se denominó como la época de oro, la cual se dio en el gobierno del
emperador Justiniano (526 a 565). Las imágenes de mosaico fueron constituidas
por artistas que utilizaban las piezas de piedras pequeñas y coloridas colocadas en
las paredes. Las imágenes principales que se daban en los mosaicos eran las del
Emperador y de índole religiosas.

La característica primordial que resaltaba de estos


elementos es que estaban formados por color y luz,
ejerciendo funciones didácticas y sobre todo simbólicas. El
método que se empleaba para realizarlos era lo que se
conocía como opus tessellatum el cual se basa en mezclar
vidrios de color con piedras.

Este tipo de mosaicos se pueden apreciar en muchas


cúpulas y muros de la parte interna de las iglesias. En la
parte de las paredes, las mismas estaban divididas en tres secciones: en la parte
inferior se apreciaban las representaciones terrestres, la sección medio era para las
representaciones de transición y la superior se disponía para representar el cielo.

Capiteles
Otro elemento empleado como un tipo de decoración eran los
capiteles, de los cuales existieron gran variedad de modelos,
de esta manera, el tipo de teodosiano era una herencia
romana, utilizada en el transcurso del siglo IV como evolución
del corintio y tallado a trépano, semejando a avisperos.

Otro modelo fue el capitel cúbico de caras planas que estaba


decorado con relieves a dos planos. En algunas
circunstancias era obligatorio el colocar sobre ellos un cimacio
o pieza troncopiramidal decorada con diversos motivos y
símbolos de la religión.
Cúpulas
Al igual que los otros componentes, las cúpulas eran uno de
los elementos más destacados de la arquitectura bizantina.
La utilización de ellas es inmensa, de diferentes modelos y
formas circulares. Los diseños de las cúpulas fueron
evolucionando a medida que el tiempo fue pasando hasta
que finalmente se quedó con una forma parecida a la de una
cebolla.

¿Cómo se coloca una gran cúpula redonda en una habitación de forma


cuadrada? Los constructores bizantinos experimentaron con diferentes métodos de
construcción: cuando los techos caían, intentaban otra cosa. El historiador del arte
Hans Buchwald escribe que "Se desarrollaron métodos sofisticados para asegurar
la solidez estructural, como cimientos profundos bien construidos, sistemas de
varillas de madera en bóvedas, muros y cimientos, y cadenas de metal colocadas
horizontalmente dentro de la mampostería".

Los ingenieros bizantinos recurrieron al uso estructural de los pendentivos para


elevar las cúpulas a nuevas alturas. Con esta técnica, una cúpula puede elevarse
desde la parte superior de un cilindro vertical, como un silo, dando altura a la cúpula.

Columnas
Las columnas bizantinas no solo eran un
componente principal el cual caracterizaba este
estilo arquitectónico, sino que también era el
punto de diferenciación del estilo romano
tradicional. Las columnas hechas bajo esta
arquitectura tenían un nuevo estilo de decoración
que no había sido empleado por los romanos
hasta ese entonces.

Los nuevos diseños de las columnas fueron


hechos como una manera de representar la
tradición de Roma, pero con algunas
modificaciones sutiles que hacía una perfecta
combinación entre columnas jónicas y corintias.
Adicional a esto, también se comenzó a emplear
un nuevo estilo de patrones decorativos en la
base de las mismas, esto con el fin de dar un
aspecto de grandeza a la estructura.

Las columnas bizantinas se fueron alterando con el paso de los años, y en muchas
edificaciones se pudo notar como fueron utilizando componentes principales de la
cultura tradicional romana. Además, se incorporó nuevamente el método de las
iglesias más alargadas y no centralizadas conforme avanzó la arquitectura
bizantina.
Techos abovedados
Los techos abovedados eran elementos arquitectónicos populares utilizados en los
edificios bizantinos, especialmente en las iglesias construidas bajo el Imperio
bizantino.

Para poder erigir grandes cúpulas sobre edificios de iglesias, la arquitectura


bizantina ideó dispositivos únicos por su cuenta.

Estos incluían el uso de una trompa que configuraba cada esquina de un cuadrado
liso con un arco, permitiéndole sostener la cúpula; o el uso de un colgante.

ACTIVIDAD III.-
Completa el siguiente cuadro con la información de la lectura.

ELEMENTO CARACTERÍSTICAS FUNCIONES INFLUENCIAS

LECTURA IV.-

EDIFICACIONES BIZANTINAS

Iglesias
A partir de Constantino I (que gobernó del 306 al 337 d. C.), en el siglo IV d. C. se
construyeron iglesias por todas partes para promover la nueva religión cristiana e
imponer la autoridad imperial en lugares lejanos, desde la capital hasta Jerusalén.
Otra de las motivaciones para construir iglesias y santuarios (martyria) era señalar
lugares de importancia para la historia cristiana y sus santos, tumbas de santos y
mártires o sus reliquias, y el lugar donde pudiera haber habitado un asceta famoso.
Así, las iglesias de Tesalónica a Antioquía se convirtieron en centros de
peregrinación por derecho propio. Se construyeron muchas iglesias más pequeñas
y capillas modestas para atender a las comunidades más pequeñas. Otros edificios
estrechamente relacionados con la iglesia, especialmente las basílicas, eran un
bautisterio, normalmente octogonal, y a veces un mausoleo para el fundador de la
iglesia y sus descendientes, una residencia para un obispo, almacenes, oficinas
administrativas, quizás un santuario con la tumba de un santo, y baños.

Aunque el ladrillo, la piedra o una mezcla de ambos para crear patrones decorativos
eran los materiales más utilizados para las iglesias Bizantinas, muchas eran
simplemente templos paganos convertidos u otros edificios seculares. Un buen
ejemplo es la iglesia de la Rotonda de Tesalónica, probablemente concebida como
mausoleo del emperador Galerio y construida durante su reinado de 305 a 311 d.
C., pero convertida en iglesia en los siglos IV y VI d. C. En muchos otros edificios
se reutilizaron los bloques de piedra de alta calidad y los tambores de las columnas
de las estructuras de la época romana. También se reutilizaron los capiteles
antiguos, aunque los bizantinos añadieron una decoración más intrincada y
profunda a sus propios capiteles corintios, y a menudo añadieron una imposta (a
partir del siglo IV d. C.) sobre el propio capitel. Se trataba de una piedra lisa que
proporcionaba la base más grande necesaria para soportar arcos pesados. Las
impostas suelen tener forma trapezoidal y llevan tallado un monograma o una cruz.

La mayoría de las primeras iglesias seguían el diseño


de la basílica romana, un edificio utilizado para las
reuniones públicas, especialmente los tribunales y los
mercados. El largo vestíbulo de la basílica y el techo de
madera se apoyaban en columnas y pilares en todos los
lados. Las columnas formaban una nave central
flanqueada por un pasillo. El primer piso estaba rodeado
de una galería y, más tarde, de un ábside en uno o
ambos extremos. A partir del siglo V d. C. la iglesia
basilical fue común en todo el Imperio bizantino. En el
siglo VI, el tejado de madera estándar había dado paso
a uno con bóveda de cúpula en las basílicas más
grandes. El diseño de las basílicas era muy variado:
podían tener tres, cuatro o cinco naves, algunas tenían
interiores mucho más oscuros, como las de Armenia,
mientras que otras en Siria eran mucho más
monumentales y utilizaban enormes bloques de piedra. Se construyeron varios
cientos de basílicas en todo el imperio, siendo una de las más grandes la de
Lechaion, cerca de Corinto. Allí, la basílica de San Leónidas tenía 110 metros de
largo y 30 de ancho. Una de las mejores basílicas que se conservan es la de Santa
Irene en Estambul (mediados del siglo VI d. C. y remodelada en el siglo VIII).

En el siglo IX d. C., se seguían construyendo muchas iglesias, pero a menor escala,


ya que las poblaciones urbanas disminuían y la gran basílica ya no era necesaria.
Ahora una iglesia solo necesitaba albergar a unos 100 fieles. No existía un proyecto
oficial de iglesia impuesto por la jerarquía eclesiástica, pero la planta cuadrada en
forma de cruz se convirtió en la más común, con una cúpula construida sobre cuatro
arcos de soporte que utilizaban pechinas, formas triangulares curvadas para salvar
el espacio entre los arcos adyacentes y convertir una base cuadrada en una circular.
La base cuadrada del edificio se ramificaba entonces en tramos que podían tener a
su vez un techo de media cúpula o de cúpula completa. Otro rasgo común es un
ábside central con dos ábsides laterales en el extremo oriental de la iglesia.

Con el tiempo, la cúpula central se elevó cada vez más sobre un tambor poligonal,
que en algunas iglesias es tan alto que tiene la apariencia de una torre. Un buen
ejemplo de este estilo, y también de la mampostería con dibujos, es la Iglesia de los
Apóstoles de Tesalónica, de principios del siglo XIV. La cúpula, por tanto, se
convirtió en una representación convenientemente impresionante del cielo y se
decoró como tal, pintándose muy a menudo en ella una representación de
Jesucristo. Además, la necesidad estructural de los cuatro arcos que sostenían la
cúpula creaba una planta en forma de cruz, otro poderoso símbolo de la finalidad
del edificio. Este tipo de iglesias se construyeron en todo el Imperio bizantino, y en
Grecia, en particular, aún se conservan muchos buenos ejemplos en Atenas,
Tesalónica, Mistra y muchas de las islas.

Monasterios
Los lugares dedicados específicamente a
las comunidades monásticas aparecieron a
partir del siglo IV d. C. Normalmente
formaban pequeñas aldeas rodeadas por un
alto muro perimetral que incluían una iglesia
independiente, un refectorio para comer en
común, baños, biblioteca, talleres,
alojamiento y, a veces, una posada para los
peregrinos. También podían construirse
monasterios en las ciudades;
Constantinopla contaba con 30 a mediados
del siglo VI d. C. Muchos monasterios bizantinos siguen en uso hoy en día, siendo
el Monte Athos (a partir del siglo IX d. C.) en Grecia un lugar espectacular. Otro
excelente ejemplo es el monasterio de Santa Catalina, de mediados del siglo VI d.
C., en el Monte Sinaí (Egipto), muy bien conservado.

Puentes
Los puentes eran, al igual que en la época
romana, importantes conectores del sistema
bizantino de carreteras y acueductos. Sobre el río
Sangarius (Sakarya), en Turquía, se conserva un
magnífico ejemplo del siglo VI d. C., construido
con grandes bloques de sillería, tiene una longitud
de 428 metros y siete arcos de unos 23 metros
cada uno. El puente tenía una puerta monumental
de 10 metros de altura. Un ejemplo de puente de un solo arco puede verse cerca
de Elazig, en el este de Turquía. También del siglo VI, se arquea 10 metros por
encima del río y se extiende por un espacio de 17 metros (56 pies).

Fortificaciones
En el siglo IV d. C. aumentó la amenaza de las
culturas vecinas a las dos mitades del Imperio
romano. El emperador Constantino I comenzó a
defender mejor Constantinopla ampliando las
murallas marítimas y construyendo una nueva
muralla terrestre a lo largo de la península en la
que se encontraba la capital. Para aumentar el
espacio dentro de las fortificaciones de la ciudad,
Teodosio II (que reinó del 408 al 450 d. C.)
construyó una segunda muralla más grande que se conoció como las murallas de
Teodosio II. La tercera muralla, una línea de tres muros con un foso de protección,
era la más maciza, con un grosor de 5 metros, una altura de 12 metros y 96 torres
salientes. Cada torre estaba situada a unos 70 metros de distancia de otra y
alcanzaba una altura de 20 metros. Construidas con ladrillos y piedra caliza, estas
murallas protegerían la mayor ciudad de la Edad Media durante más de 800 años.

En el siglo VI d. C. se llevó a cabo un proyecto masivo de construcción de fortalezas,


murallas y torres para proteger mejor las secciones más vulnerables de las fronteras
del imperio (que se extendían por todas partes, desde Mesopotamia hasta los
Balcanes). Muchas fortificaciones romanas se mantenían regularmente, como las
de Nicea, en el noroeste de Anatolia, donde las murallas de la ciudad fueron
reparadas en los siglos VIII, IX y XIII d. C. Algunas de estas fortificaciones se
mantienen en buen estado todavía hoy, por ejemplo, en Zenobia (Halabiye) en el
Éufrates.

Viviendas
Se conservan muy pocos restos de la
arquitectura doméstica bizantina. La mayoría
de las viviendas domésticas estaban hechas
de madera y ladrillos de barro, pero la piedra
se utilizaba para los propietarios más ricos.
Las villas se mantuvieron en la línea romana
hasta el siglo VI d. C., y a partir de entonces
la tendencia es hacia viviendas más
pequeñas, aunque se siguieron construyendo
algunas casas grandes e irregulares, a veces
con balcones en el segundo piso. La mayoría
de las viviendas no disponían de agua corriente, pero las mejores casas de las
ciudades solían tener sus propios retretes que desembocaban en un pozo negro.
Era una costumbre Bizantina especial embellecer los edificios más apagados con
finas sedas y tapices. Los cuadros, especialmente los iconos, eran otra fuente de
decoración.

Las ciudades seguían abasteciéndose de agua a través de acueductos (los romanos


aún se utilizaban y se reparaban regularmente) y cisternas. Uno de los logros
arquitectónicos bizantinos más impresionantes que aún se pueden ver hoy en día
son las cisternas subterráneas de Estambul, con sus cientos de columnas que
sostienen techos arqueados y abovedados. Los mejores ejemplos son las cisternas
Jere-batan Serai y Bin-bir-derek, de los siglos V y VI.

ACTIVIDAD IV.-

Realiza un mapa conceptual donde expliques las diferentes edificaciones de la


época bizantina.
ANEXOS.

SISTEMAS CONSTRUCTIVOS BIZANTINO.


FUENTE: https://www.arquitecturapura.com/que-es-la-arquitectura-bizantina/
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS DE LA BASÍLICA.
FUENTE: https://www.arquitecturapura.com/que-es-la-arquitectura-bizantina/

ACTIVIDAD V.-

REALIZA EN HOJAS BLANCAS LOS DOS ESQUEMAS ANTERIORES


COLOCANDO SUS PARTES Y CARACTERÍSTICAS.
BIBLIOGRAFÍA

https://www.worldhistory.org/trans/es/1-16596/arquitectura-bizantina/

https://www.urbipedia.org/hoja/Arquitectura_bizantina

https://enciclopedias.com/arquitectura-bizantina/

https://www.fenarq.com/2019/09/arquitectura-bizantina.html

https://www.arquitecturapura.com/que-es-la-arquitectura-bizantina/

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