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Perú-1998.09.

25-CIDHH-Sentencia-Fuijmori-

CIDH-INFORME Nº 55/98-CASO 11.768-PEDRO HUILCA TECSE-PERÚ-25 de septiembre de 1998

I. RESUMEN
1. El 13 de mayo de 1997, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en
adelante "la Comisión"), recibió una denuncia en contra de la República del Perú
(en adelante "Perú", "el Estado" o "el Estado peruano")1 sobre la violación del
derecho a la vida en perjuicio de Pedro Huilca Tecse (en adelante la "víctima").

II. HECHOS

2. El peticionario informó a la Comisión que el 18 de diciembre de 1992 a las ocho


de la mañana Pedro Huilca Tecse, Secretario General de la Confederación General de
Trabajadores (CGTP), fue víctima de un atentado mortal en la Avenida Las Palmeras
No. 4391, Urbanización Carlos Cueto Fernandini, Distrito de los Olivos en Lima. El
acto fue atribuido a un Comando del Grupo Sendero Luminoso. Algunos de sus miembros
fueron aprehendidos y condenados.

3. El 14 de abril de 1997, el General en retiro Rodolfo Robles Espinoza exhibió a


la prensa una carta fechada 22 de abril de 1994 en la cual el ex-agente del
Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) Mesmer Carles Talledo, condenado a
cadena perpetua por traición a la Patria, atribuye el homicidio de Pedro Huilca a
miembros del grupo paramilitar Colina y señala como responsables al Mayor Santiago
Martín Rivas, los técnicos Juan José Sosa Saavedra, Yarleque, Pedro Pretell
(fallecido) y Nelson Carbajal García y varias suboficiales femeninas del Ejército.
Otra carta del mismo autor ratifica lo anterior y aduce como móvil político las
manifestaciones de Huilca relativas a la realización de paros nacionales en 1993.

4. El 23 de mayo de 1997, Martha Flores Gutiérrez viuda de Huilca, cónyuge de Pedro


Huilca Tecse, formuló denuncia penal ante la Fiscalía General de la Nación contra
los miembros del Grupo Colina y citó como testigos de cargo a los ex-agentes Mesmer
Carles Talledo y Clemente Alayo.

III. TRÁMITE ANTE LA COMISIÓN

5. La Comisión abrió el caso 11.768 el 3 de julio de 1997 y remitió las partes


pertinentes de la queja al Estado peruano por nota de esa fecha con 90 días de
plazo para enviar su respuesta. Paralelamente, el 8 de agosto de 1997, el
peticionario solicitó a la Comisión ser oído en un período ordinario de sesiones,
para presentar un informe oral sobre los argumentos de la denuncia; por su parte,
la Comisión fijó la audiencia el 9 de octubre de ese año a las diez de la mañana,
pero el interesado pidió aplazar su presentación para el siguiente período de
sesiones ordinarias. El Estado presentó la respuesta a las observaciones hasta el
24 de octubre de 1997, pidiendo a la Comisión que se declare inadmisible la
denuncia. Esbozó dos argumentos, el primero relativo a la falta de agotamiento de
los recursos de la jurisdicción interna, porque el peticionario no acudió ante los
vocales del Tribunal Supremo o al Fiscal General y el segundo, en razón a la
extemporaneidad de la queja, porque la fecha de presentación sobrepasa los 6 meses
contados a partir de la fecha de consumación del delito o de la ejecutoria de la
sentencia condenatoria. Esta información se transmitió al peticionario el 24 de
octubre de 1997 con un plazo de 30 días para formular sus observaciones, las cuales
llegaron a la Secretaría de la Comisión el 9 de diciembre de ese año con un video
de la versión de Carles Talledo acusando de ser los autores del homicidio de Huilca
Tecse a miembros del Grupo Colina incluyendo al General Juan Rivero Lozano, ex-
Director de Inteligencia del Ejército. En la respuesta, el peticionario reitera el
agotamiento de la vía judicial interna a través de la pluralidad de instancias que
dejaron ejecutoriada la sentencia condenatoria y la oportuna presentación de la
denuncia ante la Comisión, es decir, dentro de los seis meses siguientes a la fecha
en que tuvieron conocimiento de los nombres de los verdaderos autores del
homicidio. Esas observaciones fueron transmitidas al Estado con nota del 14 de
enero de 1998, para su respuesta en un plazo de 30 días, el cual fue prorrogado en
45 días más a solicitud del Estado, como consta en la solicitud del 17 de febrero y
en la nota del 20 de febrero del mismo año. Finalmente, el 16 de marzo de 1998 el
Estado peruano contestó las observaciones solicitando nuevamente la inadmisibilidad
de la petición, por haber sido presentada después del plazo fijado en el artículo
46(1)(b) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Esta información fue
enviada al peticionario con la nota del 23 de abril de 1998, con un plazo de 30
días más para formular sus comentarios, sin que hasta la fecha hayan llegado sus
observaciones.

IV. POSICIONES DE LAS PARTES

A. El Peticionario

6. El peticionario sostiene que el Estado peruano es el real responsable del


atentado dirigido contra Pedro Huilca Tecse en el que perdió la vida, lo cual viola
el artículo 4(1) de la Convención Americana. Con base en las cartas firmadas por el
ex-agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) Mesmer Carles Talledo y
publicadas el 14 de abril de 1997 por el General en retiro Rodolfo Robles Espinoza,
inicialmente señaló al Mayor Santiago Martín Rivas y a los técnicos Juan José Sosa
Saavedra, Yarleque, Nelson Carbajal García y Pedro Pretell (fallecido) como los
integrantes de la agencia paramilitar del gobierno responsable del asesinato por
las manifestaciones de Huilca de iniciar paros nacionales en 1993. Pero aclara que
se reserva la denuncia respecto al técnico Pedro Pretell Damasco en razón a que se
extinguió la acción penal por su fallecimiento. Posteriormente, el peticionario
envió un video donde el mismo ex-agente Mesmer Carles Talledo relata que la orden
fue impartida en su presencia por el General Juan Rivero Lozano, ex-Director de
Inteligencia del Ejército, al Mayor Santiago Martín Rivas.

7. El peticionario explicó que Pedro Huilca Tecse era el Secretario General de la


Confederación General de Trabajadores (CGTP), movimiento sindical del Perú, el cual
abanderó la defensa de los derechos de los trabajadores desconocidos por el nuevo
gobierno golpista del Perú dirigido por el ingeniero Alberto Fujimori Fujimori y
destacó que Huilca Tecse, a finales de ese año 1992, en la conferencia anual de
Ejecutivos de Arequipa, casualmente convocó la movilización continua de los gremios
obreros a partir de 1993. La agresión se llevó a cabo precisamente el 18 de
diciembre de 1992 a las ocho de la mañana frente a la residencia de Pedro Huilca
Tecse por un grupo conformado por hombres y mujeres. La investigación oficial
arrojó como autores a miembros de un Comando del Grupo Sendero Luminoso y
posteriormente algunos de ellos fueron aprehendidos y condenados, con lo cual se
agotaron todas las instancias judiciales. Finalmente, cuando conoció de la denuncia
del General Robles y de las afirmaciones de los ex-agentes del Ejército Mesmer
Carles Talledo y Clemente Alayo, condenados a prisión perpetua por una supuesta
vinculación con Sendero Luminoso, formuló la respectiva denuncia penal ante la
Fiscalía General.

8. El peticionario sostiene que su queja es admisible. En primer lugar, porque el


acto es una clara violación al artículo 4(1) de la Convención Americana. Además,
fue presentada dentro de los seis meses siguientes a la fecha en que surgieron las
nuevas evidencias que no fueron conocidas en el proceso adelantado por el homicidio
de Huilca Tecse, lo que trasluce la razonabilidad entre el tiempo transcurrido
desde la violación al derecho a la vida, los resultados del trámite judicial
interno y los nuevos indicios y pruebas. Finalmente, las instancias judiciales
donde se investigó el asesinato fueron agotadas y la sentencia quedó ejecutoriada.
También explica que el recurso de revisión de esa sentencia, conforme al
ordenamiento jurídico peruano, corresponde a los condenados, luego no los incluye
como posibles actores. Además, su interés no es precisamente la revisión de una
sentencia que condenó a inocentes sino que se investigue y condene a los verdaderos
responsables. Una vez obtenida dicha sentencia condenatoria los terceros
injustamente condenados estarían facultados para solicitar la revisión de la
sentencia. Por último, argumenta que no existen garantías de un debido proceso,
pues la última investigación se adelanta lentamente y se vislumbra el interés del
Gobierno en dilatarla al separar a la Fiscal que imparcialmente la tramitaba, dos
días después de solicitar la diligencia de ampliación de la declaración del ex-
agente Mesmer Carles Talledo en la que involucraba al General Juan Rivero Lozano.

B. El Estado

9. El Estado sostiene que los responsables del asesinato de Pedro Huilca Tecse
fueron detenidos y condenados y el Tribunal Especial del Consejo Supremo de
Justicia Militar confirmó, en junio de 1993, la sentencia condenatoria. Aclara que
adicionalmente el ordenamiento jurídico peruano cuenta con el recurso de revisión,
el cual no incluye a la parte civil como titular de la acción, pero admite la
posibilidad de acudir ante los Vocales de la Corte Suprema o ante el Ministerio
Público para que éste formule la denuncia penal. En consecuencia, el peticionario
no ha hecho uso de esos recursos y procedimientos del orden jurídico interno y por
lo tanto no ha agotado los recursos internos disponibles. Finalmente, expone que
caducó el lapso de seis meses para la presentación de las denuncias, previsto en el
artículo 46(1)(b) de la Convención Americana "considerando la naturaleza del hecho
delictivo y la fecha de su realización, así como el proceso penal correspondiente".
En la nota del 23 de abril de 1998 adiciona sus argumentos en el sentido de que el
peticionario pretende, a través de planteamientos subjetivos con contenido
político, que la Comisión decida la denuncia. Además considera errónea la
interpretación del peticionario respecto a la fecha a partir de la cual empieza a
correr el aludido término de seis meses y afirma que deben contarse desde la fecha
de notificación de la última decisión judicial. Concluye con la solicitud de
inadmisibilidad de la petición.

V. ADMISIBILIDAD

A. Oportunidad

10. La Comisión tiene competencia para examinar la materia de este petitorio, pues
se trata de una denuncia sobre la presunta violación del artículo 4(1) de la
Convención Americana. La República del Perú depositó el instrumento de ratificación
de dicha Convención el 28 de julio de 1978.

B. Agotamiento de los recursos internos

11. La petición fue presentada en plazo como lo establece el artículo 46(2)(a), ya


que los nuevos elementos de juicio que a la postre pueden generar la revisión de la
sentencia condenatoria proferida contra miembros del Grupo Sendero Luminoso fueron
dados a conocer por primera vez el 14 de abril de 1997 por el General Rodolfo
Robles Espinoza y la petición fue presentada el 4 de junio de 1997; esto es, dentro
de los dos meses siguientes a la divulgación de esos nuevos medios de prueba, sin
superar el término de seis meses fijado en la Convención cuando el lesionado en sus
derechos es notificado de la decisión definitiva; el cual se toma como parámetro
para valorar la razonabilidad del tiempo transcurrido bajo la óptica de las
circunstancias que lo enmarcan. Visto así, esas pruebas que no fueron conocidas ni
valoradas en dicho juicio constituyen el presupuesto fáctico que a la luz de "este
específico caso" razonablemente habilita al peticionario a formular oportunamente
la denuncia ante la Comisión, toda vez que en la legislación del Estado del Perú no
existe disposición interna que fije el debido proceso para los parientes de la
víctima a efectos de ejercer la Acción de Revisión. Esta revisión versa
precisamente sobre un aspecto fáctico vinculado al homicidio de Huilca Tecse que no
se conoció en las fases procesales y que se acreditará con pruebas nuevas sobre un
evento hasta entonces desconocido, como es el discutido, dirigido a demostrar que
fueron otros los autores de la violación del derecho a la vida.

12. El artículo 46 de la Convención Americana especifica que para la admisión de un


caso, se requiere que "se hayan interpuesto y agotado los recursos de la
jurisdicción interna, conforme a los principios del Derecho Internacional
generalmente reconocidos". El propósito de esta exigencia es garantizar que el
Estado afectado pueda resolver las disputas dentro de su propio contexto jurídico.
La posición del Estado señala que este caso es inadmisible porque los peticionarios
no invocaron ni han hecho uso de los recursos y procedimientos del orden jurídico
interno, esto es, al haber decisión ejecutoriada de la máxima instancia, la parte
civil que está excluida de ejercer el recurso de revisión podía haber acudido a los
Vocales de la Corte Suprema para sugerirles esa actuación o ante el Ministerio
Público para que formulara la denuncia penal. En oposición a lo postulado por el
Estado, el peticionario sostiene que el ordenamiento jurídico no los autoriza para
ejercer dicho recurso de revisión y que su propósito es que se investigue y condene
a los verdaderos responsables; así, una vez obtenida dicha sentencia condenatoria
los terceros injustamente condenados estarían facultados para solicitar la revisión
de la sentencia. El peticionario finaliza con el argumento de que el Estado y el
sistema judicial no les brindan garantías de un debido proceso y analiza los hechos
políticos que afectan esa garantía. El expediente ante la Comisión incluye copia de
la denuncia penal que formuló Martha Flores Gutiérrez viuda de Huilca ante la
Fiscalía General de la Nación contra los integrantes del Grupo paramilitar Colina,
así como una petición de pruebas para esclarecer los hechos. Sin embargo, en las
repuestas a las observaciones el 24 de octubre de 1997 y 23 de abril de 1998 el
Estado peruano no presentó información alguna que controvierta la existencia y el
trámite dado a esa denuncia penal y por el contrario en la primera de ellas
certeramente afirma que la peticionaria no hizo uso del recurso de revisión ni
acudió ante el Ministerio Público, para concluir que no agotó la vía judicial.

B. Litispendencia

13. La petición incluye la información requerida por el artículo 32 del Reglamento


de la Comisión y satisface las condiciones estipuladas en el artículo 46(1)(c) de
la Convención Americana y el artículo 39 del Reglamento, ya que no está pendiente
de solución en otra instancia intergubernamental internacional ni reproduce en
esencia una petición pendiente o previamente examinada por la Comisión.

14. Coinciden las dos partes en que se tramitó un proceso penal por el homicidio de
Pedro Huilca que culminó con la aprehensión y sentencia condenatoria ejecutoriada
proferida contra unos integrantes del Grupo Sendero Luminoso e igualmente en que la
acción de revisión no puede ser ejercida por la parte civil. Lo anterior significa
que la vía judicial autorizada por el ordenamiento jurídico a los familiares de la
víctima y acertadamente denominada por el Estado peruano "parte civil", fue
íntegramente agotada. De otra parte, en las diferentes respuestas a las
observaciones, el Estado omite toda información sobre las actuaciones que cursan o
las medidas que adoptó a raíz de las publicaciones periodísticas sobre el
cuestionamiento a la presunción de verdad que ampara la cosa juzgada de la
sentencia condenatoria comentada o en razón a la denuncia formulada por la cónyuge
de la víctima ante la Fiscalía General. Entonces, la Comisión concluye que las
autoridades peruanas no han reaccionado como lo dispone la legislación interna y
deberían tomar la acción o acciones encaminadas a investigar los nuevos hechos.

VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

15. La Comisión concluye que tiene competencia para conocer el presente caso y
que es admisible conforme a los requisitos establecidos en los artículos 46 y 47 de
la Convención Americana.
16. Con base en estos argumentos de hecho y derecho, y sin prejuzgar el fondo
del asunto,

LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS,

DECIDE:

1. Declarar admisible el presente caso.

2. Notificar a las partes la presente decisión.

3. Continuar con el análisis de las cuestiones de fondo.

4. Ponerse a disposición de las partes con el objeto de alcanzar una solución


amistosa fundada en el respeto de los derechos protegidos en la Convención
Americana e invitar a las partes a pronunciarse en un plazo de dos meses sobre
dicha posibilidad.

5. Publicar este informe e incluirlo en su Informe Anual a la Asamblea General de


la OEA.

Dado y firmado en la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la


ciudad de Washington, D.C., a los 25 días del mes de septiembre de 1998. (Firmado):
Carlos Ayala Corao, Presidente; Robert K. Goldman, Primer Vicepresidente; Jean
Joseph Exumé, Segundo Vicepresidente; Comisionados Alvaro Tirado Mejía, Claudio
Grossman, Hélio Bicudo y Henry Forde.

1 El peticionario también dirigió la denuncia contra miembros del Grupo Paramilitar


Colina de ese país (en adelante "Grupo Paramilitar" o "Agentes Paramilitares del
Gobierno" o "Grupo Colina"); sin embargo, la Comisión sólo tiene competencia para
conocer los actos violatorios de los derechos humanos cuya responsabilidad cabe al
Estado por tener como autores o participes a funcionarios o empleados oficiales;
por eso el presente caso alude al Estado peruano.

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