Del Ludicii signum al Canto de la Sibila:
primeros testimonios
Maricarmen Gémex
nn el momento de escribir estas lineas
‘empieza a comar cuerpo el. antep
yecto dirigido a obtener Ja declaracién
‘de Patrimonio Oral de Ia Humanidad,
«que otorga Je UNESCO, para una bre-
vve representacién que tiene lugar todos los afios en
Nochebuena en la Catedral de Palma de Mallorca
ys a imagen suya, en miltiples iglesias de la isla. La
representacién no es otra que lo que se ha dado en Ila-
mar Cinto de le Sibila, cuya popularidad se ha mante-
ido a lo largo de vatios silos, aunque actualmente st
significado se haya, hasta cierto punto, desvireuado, a
pasar a converse en una manifestacin mis préxima al
mundo folrico queaquel al que en realidad pertencce,
{que no es oxto que la mtsica culta. Con el renacer de
los nacionalismos en Espafiaa las puerta del siglo x1,
cen ciertos medios se ha creado la convieci6n de que la
‘Sibila forma parte de un patrimonio musical especfico,
«que englobaria los antiguos terrtoris de la Corona de
Aragén, y en particular Catalufia, Mallorca y en menor
grado Valencia, pero fa realidad es algo més comple,
Ello no quita que el métito de haber mantenido vive la
tradicién dle interpreta fa Sibila reeaiga especialmente
sobre la caredral mallorquina, una ver que la Catedral de
“Toledo decidié suprimitla hacia fines del siglo xvi o tal
‘vex principios dl xn!
La Sibila es el nico personaje de la Antigticdad pagana
que logté hacerse un hueco en fa liturgia exstiana, y
no sélo gracias al canto que nos ocupa, cuyo nivel no
supera lo ancedético st se compara con la que probae
blemente sea la més famosa de todas las secuencias, el
Dies ime de la risa de difuntos (LU 1810-1813), ate
buida a Tomds de Celano (ca, 1250), Convertida en
s{mbolo musical dela muerte en la cultura occidental?
cata secutencia, que es una de las poguisimas que sobre-
vivieron a la cra efectuada por el Concilio de Trento
(1545-1563), hace menci6n expresa de la Sibils en la
primera y mds penetrante de sus frases: Dia de ia!
Dia aquel en ef que el tiempo se desvanece en ardiente
ceniza! Asi lo atestigua David con la Sibi,
La sibila a fa que alude el Dies irae no es ota que
Ja sibila Eritceas aquella cuyo testimonio profético va
{aximamente ligado a los versos del Ludi signin de
fos que deriva el canto sibilino.
Fue la sibilaBritrea fa primera y ms famosa de las sibi-
las 0 profetisas de la Antigiedad. Sus ordculos,recogidos
por exctito, se hallaban depositados en el Capitolio
romano, donde al parecer eran utilizados para dar tes-
puesta a importantes cuestiones de Estado, Une linea
de los escrtossbilinos escogida al azar se convertia en
acréstico de unos versos que encerraban la respuesta
del estamento sacerdotal ala cuesti6n que sete plan-
teaba, en funcién de lo cual se decia que aquélla habia
sido inspirada por la vor profética de la Sibila?
El prestigo de los orfulossbilinos tajo consigo su pro-
Iiferaci6n, sobre todo a partic del siglo ma. de C., obe-
deciendo especialmente al propésito de divulgar con su
autoridad primero laf judaicay mds earde I crstiana, Se
conservan hasta doce libros recopilados en las albores de
‘Renacimento que contienen copia manuscrta de oricu-
Jos sibilinos, procedentes de un amplio tentitorio geogré
fico que abarca desde fraq—a antigua Babilonia— hasta
gipto. En ellos se entremerclan sin orden ni concierto
materiales de tes tipos: fragmentos de oréculos de la
edad temota, otros de orgen judio cativos acues-
tlones histbicas, doctrinales yescatoldgiasy finalmente,
scritos cristianos relacionados con Ia figura de Cristo
Delos doce libros de los ordculos de la Sibila resultan de
special relevancia para nuestro caso el tetero ye octavo.
Di-es inte, dises i-tia, Sol-vet_ se - clum
In farviclla Teste David cum Si by-tlaMISPANTA VITUS: MANUSCRITOS LITURGICO-MUSICALES
Bl libro tercero, cuyo cuerpo principal parece que se
remonta al siglo 1 a. de C tiene un marcado carde-
ter monotelsa; contiene varios oriculos escatolégi-
os que cita luego et historiador latino Lactancio (ca
250-ca, 317) en sus Divinae insttutiones, atsibuyé
dolos directa o indireetamentea la sbila Eritrea, En el
libro 7, capftulo 16, que titula «De mundi vastatione,
ciusque prodigii» («De la devastacién del mundo y
sus prodigios»), Lactancio se refiere, por ejemplo, 2
los signos 0 seiales que hubieran debido de preceder
ala destruccién del Imperio romano en los siguientes
términos:
Sol im perpetuum fuscabitur, ut vix inter noctem
diemque discermatur, Lama iam non tribus deficiet
horis, sed pespetuo sanguine obfusa, meatus extraor-
dlinarias peraget, uc non sit homini promptum, aut
siderum cursus, aut rtionem temporum agnoscere:
fier enim vel aestas in hyeme, vel hyems in aestate,
‘Tune annus breviabitu, er mensis minuetu, et dies
le angustum coarctabitur. Stelae vero erebersimae
cadeng, utcaelum omne caecum sine ullis luminibus
apparcat. Montes quoque altisimi decident, et pla-
nis aequabuntur: mare innavigabile constituetur. Ac
ne quid malis hominum rerraeque desi, audietur ¢
caelo tubs; quod hoc modo Sibylla denuntiat, dicens:
Yadauyg ovpavodey govny ROkvAPHVOY AOE
Taque tepidabune omnes, et ad uctuosum illum
sonitum concremiscent, (PL VI: 791-792.)
Las palabras textuales que Lactancio cita de fa Sibila
corresponden curiosamente a uno de los vesos rlativos
atl segunda vena de Cristo que seas al sila
encl libro octavo de los ofculossbilinos, que es
de origen cristiano (versos 217-250). Escritos en griego
y de contenido similar al del pérrafo entresacado dle las
Divinaeinsitutines,forman el famoso actéstico 1HZOYS
XPHIETOE OFOY YIOE-ZOTHP ETAYPOR, en lain resus
Cctnusrus DET FILUs sAIVATOR CRUX! Las iniciales de
las seis palabras de que consta el acréstico forman as
vex otro, IKOYE (pez), simbolo reconacido de Cristo. La
coincidenca de este acréstica con el tipo de manipula-
cién deque ean abjeto los textos sibilinasen el Capitoio
romano se intuye que no pueda ser fruto de azar,
A diferencia de Lactanco, que se limita citarlos,
Eusebio de Cesarea (ca, 260-ca. 339), clebre historia-
dlr de la Antigiedad cristana, reproduce textualmente
los versosreferidos dela Sibila en la Orato Constatni ad
Sanctorum Coctur en ol capitulo que aude alas profe-
clas sobre la venida de Cristo.‘ Aitos mas tarde reapare-
cen en De civitate Dei, de san Agustin (354-430), esta
ver traducidos del grego al latin,
En su libro 18, capftulo 23, que trata «De Sibylla
Heytes, quae inter alias Sibyllas cognoscivur de
Christo evidentia multa cecinisses («De la si
Ericcea, la cual, entre las otras sibilas, se sabe que pro-
fetid cosas claras y evidentes de Jesucristo»), cuen-
ta san Agustin que el procénsul Flaviano, hablando
cierto dia con él, Je ensefié un libro que contenta los
versos de la Sibila con el acréstico en griego. A con-
tinuacién los reproduce en hatin, sefialando que se
‘ata de una version imperfecta, dadas las difcultades
planteadas por la eraduceién, en fa que se reducen los
treinta y cuatro heximetros del original a vein
te, niimero que forma un ternario cuadrado integro
—3'— segdin sus propias palabras.” La versién de san
Agustin de fos versos de la Sibila dice ast
Tudici signum: tellus sudore madescet.
E caclo Rex adveniet per saeclafuturus,
Scilicet in carne praesens, ut indicet orbem,
Unde Deum cement incredulus atque fides
CCalsum cam sancts, aevi iam termino in ipso,
Sic animae cum carne aderunt, quas iudicatipse,
‘Cum iacet inculcus densis in vepribus orbis
Reicient simulacra vii, cunctam quoque gezamm,
Exurent tertas ignis, pontumque polumque
Inguirens, taetei portas effringet Aven.
Sanctorum sed enim eunctae lux libera carni
“Tradetus, sontes acterna flamma cremabit.
Occultos actus retegens tune quisque loquetur
Secreta, acque Deus reserabit pectora luck
‘Tunc ert et luctus, stridebune dentibus omnes.
EBripivur solisiubar, et chorus inter acs,
Volvetur caclum, lunatis splendor obibit.
Deiciee colle, valles extollet ab imo,
Non erit in rebus hominum sublime vel alam,
Tamm aequantur campis montes, et cacrula ponti
Omnia cessabunt, tellus confracta petbtt
Sic pavter Fontes torsentur, uminaque igni.
‘Sed tuba tum sonitum tristem demittet ab aleo
Orbe, gemens facinus miserum variosque labores,
Tartareumque chaos monstrabit terra dehiscens.
Ex coram hic Domino reges sistentur ad unuen.
Recidet e cael ignisque et sulphuris amnis
(PLXLE 579)"El hecho de que san Agustin inclaya estos versos en
uno de sus principales libros hizo que durante la Edad
Media se le auibuyes el Sermo de smnboo ditgido vcon-
tra judaeos, paganos et arianos»,? que en realidad debié
de ser escrito por Quodvultdeus, quien fuera obispo de
Cartago enteelosafios 431 y 439. Bl sermén comprende
veintidés capfeuls, de fos cuales los ses primeros van
diigidos alos risianos, a quienes se exhorea a mante-
ere fests en su fe. Los capitulo 7-9 atacan a les ets,
yd décimo, a Herodes os judos. En los ocho cap
los siguientes se pretende convencer a estos tiltimos de
‘su supuesto erro, portando divers testimonios sobre
Ja venida del Mesias. El capftulo 19 arremete de nuevo
contra los herejes, los tres tikimos tatan de prepara &
dos files paral vida eterna,
1a seecién del sermén que abarea los capfuulos 11-18
se inicia con las palabras: «Vos inquam convenio, 0
adel, qui usque in hodiernum diem negatis Filiam
Dei» («Me ditijo a vosottos, judios, quienes hasta el
dia de hoy negasteis al Hijo de Dios»), tras las cuales sa
autor, haciendo hincapié en la incredulidad de aquellos
a quienesse dirige, emplaza al profera Isalas a aducir su
particular testimonio sobre la venida del Mesias: Dic,
Isaia, testimonium Christo», Sigue continuacién el
pasaje del Antiguo Testamento que da su profecla:
«Boce virgo coneipiet, ct patie flium. Et vocabicur
nomen ius Emmanuel (eHle aqul que una doncella
concebiré y dard luz un hijo, yse le pondré por nom-
bre Emmanuel) (Is7, 14) Tias el testimonio de Isalas
se invoca a Jeremfas, del que se cita igualmente su pro
fecta mesiénica, y iguen luego las de Daniel, Mois,
David y Habacuc. Tas este imo viene el restimonio
de cuatro personajes del Nuevo Testamento: Simeén,
Zacarfas, Isabel y Juan el Bautista, y el de dos gentiles:
Virgilio y Nabucodonosor,
De Virgilto el sermén cita el séptimo verso de la
Eeloga IV, fechada en el aio 40 a, de C., cuando se
estaba negociando la paz de Brundisium, La égloga
se refiere a un nifio recién nacido o atin por nacer,
acaso hijo de alguno de los ditigentes de Roma, en
quien el poeta, que dice seguir un vaticinio de la
sibila de Cumas, centra sus esperanzas como Iider
futuro." Bl lenguaje ambiguo de Virgilio, inspicado
en materiales del tercer libro de los ordculos sibilinos
¥ acaso en el libro de Isalas, hizo que los versos de
esta égloga adquiriesen un sentido especial en el uni-
verso cristiano, que quiso ver en ellos la expresién
DRL TUDICI SIGRUM AL CANTO DB LA SHBILA
de una profecta sibilina sobre fa venida del Mesias
distinraa lade la sibila Eritrea, De aht la referencia a
ellos en el sermén seudoagustiniano, que cita aque!
verso que dice: siam nova progenies caelo demittitur
alto» (sentonces una nueva estitpe serd enviada de lo
alto del cielo»),
La iiltima de las profecias que incluye el Sermo de
sgymbolo es la de lz sibila Briteea, de quien reproduce
textualmente los hexémetros de De civitate Dei, de
san Agustin, precedidos de una introduceién:
Quid Sibylla vaticinando etiam de Chisto cla
‘maverit in medium proféramus, ut ex uno lapi-
de utrorumque frontes percutiantur,
scilicet arque paganorum, atque suo gladic
Golias, Christi omnes pereutiantur inimic
‘quid dixerit. (PL XLT: 1126.)""
‘Ties siglos ms carde los mismos heximettos teapare-
ccrin cn un contexto muy distinto, Se trata esta vez
de un sctmén o discutso probablemente apéecrifo del
sone y escrtor inglés Beda el Venerable (672-735),
uno de los intelectuales més influyentes det renaci-
miento carolingio, citulado Sibyllinorum verborum
Anterpretaio. Teas examinat la natutaleza, histocia y
corfculos inos en relacién con la fe cristiana, Beda
se refere al fin del Imperio romano y a la venida del
Anictisto en términos apocalipticos:
Ek cum ccssavetit imperium Romanum, unc
revelabitur manifeste Antichtistus, et sedebie in
domo Domini in Jerusalem, [...] Tune erie per-
secutio magna, qualis non fue antea, nee postea
subsequetur, Abbreviavit autem Dominus dies
illos, propter electos, et occidetur virtute Domini
Antichristus a Michaele archangelo in monte
Oliveti, (PL XC: 1185-1186.)
Segiin la ep(stola primera de san Juan, el Anticristo
deberd presentatse poco antes del fn del raundo (1 Jn
2, 18), siendo aniquilado por Cristo en su segunda
venida, Qué mis adecuado, pues, que proseguir cl
discurso de la interpretatio con los versos proféticos
de la sibila Eritrea, a los que preceden, al igual que en
el Sermo de symbolo, unas palabras de introduccién, EL
discurso concluye con la promesa de la vida eterna para
los buenos y del fuego eterno para los malos, na vez
celebrado el Juicio final,HISPANIA VETUS: MANUSCRITOS LITURGICO-MUSICALES
Los versos dela sbila Brtrea que reproducen tanto san
Agustin como el autor del Sermo de sybela, y asimismo
Beda el Vencrable, no constituyen el tinico texto de Ia
‘Alta Edad Media donde se ahide alos signos o sefiales
del fin del mundo, un hecho poco liamnativo si se tiene
en cuenta que es éte un tema recurrente en los escritos
biblcos. Asi, algunos doctores y prelados de la Iglesia
tales como san Pedro Damién (1007-1072), Pedio
Comestor (+ 1178) 0 santo Tomés de Aquino (1225-
1274)— aribuyen a san Jerénimo (340-420) un escrito
en el que los signos de Jucio final se fijan en quince. Si
5 que exist el original de san Jerénitao se ha perdido,
aunque los autores mencionados y varies ot10s copian 0
resumen dicho supuesto texto." As, san Pedro Damisn
Jo incluye en el dim capitulo de un opsculo titulado
De novisimis et Antichricto.°Teas hablar dela muerte del
Antctsto, su autor se refere a aquellos signs «pracce-
densi icici diem ex S, Hieronymni sententi, que dis
tuibuye en quince das:
Signum, inquie, primi diel: Maria omnia in altitu.
dinem exaltabuncur quindecim cubitorum supra
‘montes excelsos orbis terrae, non affluentia, sed
sicut muri aequora stabunt,
ignum secundi diei: Omnia acquora prosternen-
in imum profundi, ita ut vix queant ab huma-
nis obti us conspi
Signum tertiidieis Masia omnia redigentur in pris-
tinum statum, qualiterab exordio creata fuerant,
Signum quatti die: Belluze omnes, et omnia quae
moventur in aquis macinis congregabuntue super
pelagus, more contentionis, invicem mugientes et
rugientes; nescientque homines quid cantent, vel
quid cogitent, sed tantum scit Deus, cui omnia
vivine, officio gerendi.
Signum quinti diei: Omnia vola
cinabuntur in campis, unumquodque genus
ordine suo; eaedem votucres invicem coltoquentes
et plorances erunt, non gustantes, neque bibentes,
adyentum jucicistimentes.
Signum sexti dici: Flumina ignea ab occasu solis
surgent, contra faciem firmament, usque ad
cortum currentia,
‘Signum septimi diei: Errantia sidera, et stat
spargent ex se igneas comas, qualiter in cometis
apparet, orbi et eius habitatoribus,
Signum octavi diei: Terraemotus erit magnus, ita
uc ullus homo stare posse, aut nullum animal,
sed solo sternencur omnia,
ia cacli con-
Signum noni diet: Omnes lapides tam parvi quam
‘magni scindentur in quatuot partes, et unaquae-
que pats collider alteram partem, nescietque ullus
homo sonum illum, nisi solus Deus,
Signum decinui diets Omnia ligna silvarum, et ole-
ra herbarum sanguineum fluent rorem,
‘Signum undecimi dieis Omnes montes, et celles,
et omnia aedificia humana arte construct in pul
verem redigeatur
Signum ditodecimi dieis Omnia animalia terrae
de silvis et montibus venient ad campos rugientia
ct mugientia, non gustantia et non bibentia,
Signum decimitertii dick: Omnia ab orca solis
sepulera usque ad occasuum pacebunt, cadaveribus
surgentibus, usque ad horam ju
Signum decimiquarti diel: Omne humanum
genus, quod inventum fuerit, de habitaculis ec
de locis in quibus erunt velociter abscedent, non
intelligentes neque loquentes, sed discurrent ut
amentes.
Signum decimi quinti diei: Vivi homines morien
‘us ut resurgant cum mortuis longe ante defune-
tis, (PL CXLY: 888,)""
Las vatiantes entre el texto de san Pedro Damién y
el que transmiten ot1os autores son mis formales
qquede contenido, porfo que resulta muy probable que
deriven de una misma fuente. Cuestién aparte es si
fe san Jerdnimo quien fj6 en quince las seiales de
antes del Juicio y las distribuyé en quince das, o silas
toms de algtin texto desconocido. Lo tinico cierto es
que la sefal que corresponde al primer dia procede
del pasaje del Génesis teferido al Diluvio universal
que dice: «Quindecim cubits altior fuit aqua super
‘montes, quos operueraty (eEI nivel de ls aguas st
quince codos por encima de los montes, cubriéndo-
os») (Gn 7, 20). Bl ntimero que indica la altura de las
aguas en el pasaje btblico y el niimero de las catdstrofes
anteriores al Juicio puede que no coincidan por mera
casualidad, aunque también las escaleras del templo
dela visién de Ezequiel son quince (Ez 40, 26-31), lo
‘mismo que los salmos del Canticum graduanm (Sal 119-
133); de abi que dicho ntimero futese simbolo en la
Edad Media del trdnsito de la vida tetrenal a la vida
eterna, claramente adecuado a un texto relativo al
Juicto final.”
Sea cual futere la procedencta de los quince signos del
Juicio, no existe una clara concordancia entre elSenet PETE ET
texto atribuido a san Jerénimo y los versos escatolé-
gicos de lasibila Extrea, salvo en el tema que desarro.
lan, Ambos feagmentos parecen proceder de tradicio.
‘nes distineas que convergen en la Edad Media
Silos remores del milenatismo fueron caldo de cule
tivo ideal para ol desarrollo de la literatura de tema
escatol6gico," sin duds también sievieron pata lla-
‘mar de nuevo la atencién sobre los versos de la Sibi
Fruto del ambience que se respiraba, especialmente
‘en medios eclesiésticos, ante la supuesca inminencia
del fin del mando, debieron de ser unos Versus de
die indict, copiados en un eédice miscelineo de los
siglos 1x-x procedente de un monasterio dedicado «
san Martin, que fue adquirido por cl de San Marcial
de Limoges en el sighs xin (Pacis, BNE, Lat, 1154, f.
121-122). Los versos, que aparecen a continuacién
(véase p. 164), van provistos de notacién musical
femdtica —aquitana primitiva— aftadida en
Fecha posterior a la copia del cexto,
No menos dramsticos quelos versos del manuscritode
Limoges son otros afiadidos con miisica al final de un
‘pistolario del siglo x procedemte de a Abadia de
Aniane; en el Languedoc (Montpellier Biblioch2que
de la ville, ms. 6, 133v-134), Aqui se rata de ona
rosa con estibillo que glosa el texto del Apocal
cada una de cuyas veinticuato estrofas empiera por
luna letra distin, siguiendo el abecedatio. La thtima
estrofa —AQ— finaliza con un glotia a la Teinidad,
Lamotacion de la piera es aquitana y estédispuesta en
foro a una line traaca a punta seca. Su melt,
de gran sobriedad, cambia ligeramente de una estrofe
4 otta, adaprindose ala medida de los verson,
El Abeeedavio de Aniane comienaa con una higubre
Hamada de atencién: «Tierra, escucha! ;Franja del
inmenso mat, escuchal / jHombre, escuchat Todo
aqquello que vive bajo el so, escucha! / Viene, se aceres
DEL WDICH Sci AL CANTO DLA SIBMLA.
¢! ia de Ie i suprema, / Dia odios, dia amargo /
‘en el que el ciclo se desvanecers, el sol enrojecerds / fa
Tana cambiaré de faz, el dia se escureceré | las extte.
Has caerin sobre la tierra, / jAy, infelices! Hombre,
aor qué perseveras en wu necia alegria?s
De este Abeedario se conocen otras dos copias can
riisca, que no obstante se limitan a reptoducir su
primera estroft con algunas variances de la letra, La
ids ancigua pertenece a un manuscrito del siglo xy de
Karlsruhe (Badische Landesbiblothek, ms, 504, f 26)
¥ loorra al eélebre Caice de Las Huelgas (167,157),
copias ambas harto sigificaivas por euanto prucban
8 popularidad y pervivencia de una prose apecalipt
at mis allé del afi 1000, prdximo al cual tuvo que
ser esrita, Si bien no existe una clara cortespondencia