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Instituto Tecnológico Campus la Paz

Ingeniería civil

Nuestro Planeta

Nombre del alumno:

Jesús Enrique Carmona

Nombre del sucesor:

Ing. María del Carmen Pérez Aguilar

La paz b.c.s. México septiembre 2022


Dentro de aproximadamente 20 años, el planeta Tierra entrará en un colapso del que será imposible
recuperarse. Hoy, quizás, aún estamos a tiempo de evitarlo. Así lo afirma con contundencia 'Nuestro
planeta', la nueva serie documental de Netflix, que se erige como un feroz alegato en favor de la
lucha contra el cambio climático y los devastadores efectos que está dejando en nuestros entornos
naturales. Conducido por David Attenborough, toda una eminencia británica (y ganador de un
Emmy por la miniserie 'Planeta Azul II' en 2017), este es un documento imprescindible, uno que
debemos ver y escuchar hoy más que nunca. Se nos acaba el tiempo.

Desde el mundo submarino hasta la selva, pasando por desiertos, lagos y aguas costeras, la serie
presenta una estrategia clara para conectar con el espectador y hacer llegar su moraleja final. A
veces, de nada sirve hablar sólo de números, de toneladas de hielo derretidas en la Antártida o de
contaminación sobre nuestras ciudades. A veces, la mejor manera de darnos cuenta del desastre
que se está produciendo más allá de las carreteras de nuestras ciudades es mostrar a las víctimas
con cara y ojos (y hocicos, y pezuñas, y aletas, y colmillos). Mostrar su inocencia, su belleza y la lenta
degeneración de su calidad de vida. Y es que, ¿cómo mirarles a la cara después de ver que es nuestro
irresponsable estilo de vida lo que les está condenando -a ellos y a nosotros mismos- a la extinción?

Especies que se reducen a la mitad, comida que ya no llega, rutinas que han de cambiarse para
sobrevivir... 'Nuestro planeta' hace saltar las alarmas una vez más. Las conexiones del ciclo de la vida
se están rompiendo. Los polos se están derritiendo, y se estima que para 2040 apenas quedará hielo
en el océano durante los meses de verano. Al escuchar eso, vemos a un oso polar nadando en mitad
del océano, sin apenas superficie sólida donde ponerse en pie. Su hogar se ha reducido en un 40%
desde 1980. "El deshielo tendrá consecuencias devastadoras para todos los que aún dependen de
él", advierte Attenborough, cuya voz es, a sus más de 90 años de edad, sinónimo de la vida en la
naturaleza. El británico, que en tantos otros documentales ha logrado transmitir la magia del mundo
que nos rodea, tiene aquí una voz diferente, cargada de culpa y preocupación.

Esos mismos sentimientos son los que la serie quiere transmitir al espectador. Y es necesario que
así lo haga. Si vamos a ignorar el problema voluntariamente, al menos que tengamos claro de qué
seremos culpables. Este no es otra 'feel-good movie' sobre animales cuquis y persecuciones de
escándalo entre iguanas y serpientes, sino un manifiesto con un objetivo muy claro, que con suerte
alcanzará cobertura internacional gracias a estar distribuido por Netflix. Por algo anuncian al final
de cada episodio que entres en su web y veas un vídeo tan sumamente importante como este:

Esta generación tiene que dejar de compartir vídeos de gatos y empezar a poner en práctica su
ampliamente declarado amor por los animales. En este vídeo Attenborough señala cuatro objetivos
principales para conseguir una vida más sostenible: trasladarse a las energías renovables para
limpiar el aire que respiramos, hacer que nuestro sistema de producción alimenticia sea más
efectivo y menos dependiente de la carne, trabajar juntos para tratar mejor nuestros océanos, y
conseguir recuperar toda esa población animal salvaje que hemos reducido en las últimas
décadas. "En los próximos años, tenemos que hacer algo sin precedentes: conseguir una existencia
sostenible en la Tierra", asegura, recalcando el momento tan especial que vivimos: con una
natalidad tan baja y una esperanza de vida tan alta (y creciendo), tenemos que invertir en educación,
luchar por los derechos de las mujeres y las minorías, sacar a la gente de la pobreza y alcanzar lo
antes posible nuestra estabilidad como sociedad. Con ella, seremos capaces de construir una
relación más sana y respetuosa con la naturaleza que nos proporciona la vida.

"El plan es simple: reducir el impacto asegurándonos de que, lo que hacemos, lo podamos hacer
para siempre", asegura Attenborough, que aboga por un estilo de vida más sostenible. Uno al que
aún estamos a tiempo de adherirnos. 'Nuestro planeta' es, para todo este discurso, una herramienta
de cambio, una llamada a las armas, una defensa feroz de todo aquello por lo que vale la pena luchar
en nuestro planeta. Tengámoslo claro: esta es la serie más importante que verás en Netflix este año,
cualquier año, porque contiene el problema más importante al que se enfrenta la humanidad,
aunque algunos insistan en negarlo y otros simplemente en ignorarlo. No seamos como ellos.

Es una imagen sorprendente: una morsa que sube un acantilado rocoso. Durante un episodio
de Nuestro planeta, la nueva serie documental de Netflix, atestiguamos algo que no debería estar
pasando y, según los productores, eso está sucediendo por el cambio climático. Los animales
marinos desesperados y expulsados de sus hábitats naturales tratan de adaptarse a las condiciones
de otros lugares y, como resultado, terminan muriendo.

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Este no es el entorno típico que se ve en los documentales de la naturaleza, pero Nuestro


planeta tiene un objetivo distinto. Sus creadores colaboraron con el Fondo Mundial para la
Naturaleza (y un equipo de científicos) para retratar la manera en que varios ecosistemas en todo
el mundo —desde el Ártico congelado hasta la selva tropical y las aguas costeras— se ven afectados
por la actividad de los humanos, y lo que puede hacerse para protegerlos o restaurarlos. “Tratamos
de llegar al meollo del problema en cada uno de los grandes hábitats del mundo”, dijo Keith Scholey,
productor ejecutivo de la serie, “y de ser muy claros sobre los elementos de destrucción y las
soluciones”.

En una entrevista telefónica con Scholey y Adam Chapman, que produjeron y dirigieron dos
episodios de la serie, y, en otra por separado, con Sophie Lanfear, quien produjo y dirigió un
episodio, nos compartieron sus experiencias al filmar Nuestro planeta.

Creo que la parte que me impactó fue el coral blanqueándose en un tramo de 800 kilómetros de la
Gran Barrera de Coral. Adopta un color blanco fantasmagórico cuando cambia la temperatura.
Expulsa las algas que viven en el coral. Se ve hermoso, pero después mueren.

Se podía ver a través de parte del hielo marino. Era como cristal. En ese momento te das cuenta. El
científico Alun Hubbard ha estudiado los núcleos de hielo en esa sección del glaciar, y es hielo de
hace miles y miles de años. Algo que tiene miles de años de existencia, destruido en un segundo.
Fue muy aleccionador. Y cuando piensas en el hielo marino que está desapareciendo, puedes
imaginar que las morsas son como refugiados. Son refugiados árticos.

Las escenas de las morsas son sorprendentes. Ellas no tienen suficiente hielo, así que escalan zonas
rocosas y acantilados. Pero no pueden bajar de los acantilados, así que caen y mueren en
consecuencia.
Lo crucial en la secuencia del orangután era señalar que el bebé debe aprender mucho de su madre.
La verdadera tragedia acerca de que se estén extinguiendo los orangutanes es que, si la población
salvaje se pierde, se perderá el aprendizaje que la especie ha desarrollado gracias a la evolución. Un
animal cautivo jamás podría aprender ese comportamiento complejo sin una madre que haya
estado en un entorno salvaje.

Creo que los humanos somos como cualquier otro animal. Intentamos hacer lo mejor que podemos
por nuestras familias inmediatas. Eso es completamente natural. Lo extraño de los seres humanos
es que debemos averiguar cómo no ser como otros animales. Debemos gestionarnos en lo que
respecta a la naturaleza. Lo hacemos muy bien con nuestras sociedades. Administramos nuestras
economías muy bien. Pero hemos dado por sentado el mundo natural. La naturaleza era algo que
debía superarse, y ahora debemos reconstruirla. Y gran parte de esa misión puede lograrse tan solo
dejándola en paz. Solo déjenla en paz, y hallará su camino. No tenemos que esforzarnos mucho.
Simplemente tenemos que alejarnos.

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