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27 años de mi vida: juventud, locura, amor, trabajo, estabilidad y futuro.

Se apagó la luz por un momento 27 agostos después de nacer. Cerré mis ojos: oscuridad, miedo, golpes,
dolor y de pronto….. SILENCIO. Abro mis ojos: devastación, hierros, sangre…… DOLOR.

A lo lejos sirenas que se acercan, multitud, lágrimas, médicos, tubos, operaciones, hospitales,
hospitales…. HOSPITALES.

Estoy sola en un lugar con alarmas, máquinas, tubos, heridas, quejidos, batas blancas, agujas. Para paliar
mi miedo me entretengo en alargar mi mano y acariciar lo primero que encuentre. Es algo áspero,
oscuro, gélido…. La muerte me sonríe fríamente. Me mira fíjamente y me dice: “No te asustes, sólo
vengo a hacerte reflexionar sobre el valor de la vida”.

Vuelvo a estirar mi mano en un segundo intento pero esta vez es una sensación dulce, suave, cálida que
me invita a aferrarme a ella para no dejarla escapar. La Vida me guiña el ojo, le sonrío y nos cruzamos
una mirada cómplice.

Ese agosto del 98 hubo un antes y un después en mi vida. ¿Para bien? ¿Para mal? La duda me asalta.

Un año: tumbos de aquí para allá; otro año más: lucha incesante; el tercero: levantarme en cada caída;
cuatro: soledad emocional; otro año más: intentos de normalidad; sexto: neutralidad; siete: empieza la
ilusión; otro año más: sigue la lucha incesante; noveno: necesito salir al mundo y gritarle que estoy
aquí….. 14 años después: tecnologías, internet, Asociación, contacto, llamadas, Mariano me tiende su
mano, viaje a Valladolid, Asamblea……ANDADE.

IV Asamblea de Andade (2012) hubo un antes y un después en mi vida. ¿Para bien? ¿Para mal? La duda
me sigue asaltando.

Vuelvo de un encuentro con infinidad de personas semejantes a mí. No imaginé que dos días de
convivencia pudieran cambiar años de vida.

2013 año de ilusiones, aceptación, altruismo, amor ajeno, nuevos amigos compartiendo duros
momentos, tiernos reencuentros, risas, llantos, proyectos nuevos y magníficos AMIGOS.

42 años de mi vida. Hoy puedo contestarle a mis dudas. PARA BIEN.

He crecido como persona . He aprendido a vivir con lo que tengo y no preocuparme por lo que NO
tengo. A saborear cada minuto de mi vida. A ser mejor persona y tender la mano sin mirar a quien como
hizo mi Vida en su momento. A dormirme siempre sonriendo y soñar en color. Y levantarme con la
misma sonrisa para vivir cada segundo.

Hay muchas personas culpables de mi cambio………. Entre todos ellos……VOSOTROS, la gran familia de
ANDADE.

No quiero dejar fuera a todos mis amigos, familiares y gente que todavía tengo que conocer que me
empujan y me empujaran para lograr llegar airosa al final de este camino.

GRACIAS a todos por estar ahí siempre.

Montse Aranda

Delegada de Andade Barcelona

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