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si hablamos de quien me inspira para hacer las cosas bien

diré que es un hombre sabio muy sabio de corazón


y me enseña a ser bondadosa y a servir por vocación
un hombre de manos rugosas y sonrisa bienhechora
San José, virtuoso en la prudencia,
pobreza, humildad y paciencia,
acoge en tu corazón mis versos
que con devoción te ofrezco.
Eres ejemplo de padre,
de los hijos protector,
de huérfanos y desvalidos
eres guardián y señor.
Tuvo, en fin, todas las cosas
que pueden pensarse buenas;
y es, en fin, de María esposo,
y de Dios, padre en la tierra.
No se de donde partio
La tal idea ejemplar
Pero siendo un acto noble
Muy poco puede importar

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