Está en la página 1de 1

El se va en transporte publico y consigue salir de la ciudad con e crepúsculo.

Cuando llega al la casa la escena es desgarradora, todos lloran. La mama se encuentra en


cama, sin fuerzas, destrozada, apenas audible las palabras que con esfuerzo logra articular.

- ay mijo! Mi muchachito se me fue! – llora desconsolada

Pedro Manuel cae de rodillas a lado de su lecho y pidiendo perdón se pierde en un llanto
ahogado . El no había llorado, quizás por la forma en que se fueron dando las cosas, pero al ver
a su mama asi y pensar en la forma ta horrible de aquella muerte lo quebraron y lloro como
nunca.

- Perdon ma, perdóname! Yo no lo cuide, no estuve ahí, perdóname por haberte fallado!

Doña Ma, como la conocían todos en el pueblo, pues había sido una madre para todos, no
había nadie en la comunidad a quien ella no hubiera tocado con su bondad y compasión de la
que era llena, con sus ultimas fuerzas llevo su mano sobre la cabeza de PM y consolándolo le
dijo estas palabras:

- mi niño, que no desfallezca dentro de ti tu espíritu mas alla de la tristeza que puedas sentir
por perder asi a tu único hermano. No albergues en tu corazón la culpa que tienen aquellos
que permiten que con impunidad sea arrebatada la vida de nuestro pueblo en las garras del
crimen en las calles y la corrupción detrás de las cortinas de los que están arriba que han
olvidado que se encuentran allí por el poder del pueblo que los eligio y a quienes se deben
porque se han creido que el lugar donde se encuentran ahora no pertenece mas al pueblo que
representan. No cargues sobre tus hombros tal sufrimiento, vive y se ejemplo a donde vayas y
siempre ten misericordia con todos. Te amo hijo… y me voy sabiendo que fui bendecida de
tenerte…

Exhalo sus ultimas palabras, mientras Pedro Manuel sintió que lo poco que quedaba entero
detro de el se hacia polvo y quedo allí arrodillado derramando sus larimas hasta que se
desvanecio.

Cuando despertó al dia siguiente, caída ya la tarde, la luz del sol se escurria por la ventana
entreabierta y cuando pensaba que había sido un sueño fue aterrizado a la realizada

- Pedrito mijo, pensamos que a ti también te perdíamos.

Entonces escucho el murmullo de las personas que se hallaban en la casa, donde velaban el
cuerpo de Doña Ma. Esa mañana habían enterrado a su hermano, la iglesia había hecho los
arreglos.

También podría gustarte