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ESTRTIEA Y REVOLUCION BTUs) ay Wa tA CUO Jos Antonio Portuondo nacié en Santiago ‘Cubs, an 1910. Estudié filosofia y letras vattidad de la Habans, y teorle lite- teria junto a Alfonse Reyes, en México, donde también trebajé para al Fondo de Cultura Econémica. Profe:é en las universidades de Now Mexico, Wisconsin y Columbia (Esta dos cae: Los Andes (Mérida, Venezuela) y Oriente (Guba). de la que fue nombrado rector en 1962, después de hober reprosentado a la Revolucién Cubana como embsjador on México, desde 1960. mpo que porticipaba en diversas sy culturales, publicS su la cultura yen el mejor estudio sok 2 [dove Mart, crtico Tterario, Washing 1953), sus colecciones de ensayos El he- reisme intelectual (Méxi y las generaciones go de Cubs, 1958), les estudios Bosqueje histérico de las setae eubanas (La Habana, 1960) y La Aurora Habana 1961) y une antologia de ratte cubanot contemporénecs (México, 1946). Ha eolaborada en numerosas publicaciones, pe- Figdicos y revistes, y fue uno do los sditores de Gaceta dol Caribe, on 1944. Algunas de tus obret han sido troducides al francés. ruso, chino y elavaco, ‘Acutioso investigader de nuestras letras ¢on criteria marxiste, Portuondo es hoy uno de lot més autorizodes eriticos del continente. Reconocido desde joven como maestro. sus trabajo: han renovade, y « veces simplemente jado diversas it ti lunted do estilo del outor, fades constaniemente por une lGcida y fecun- do visién mo lo habian snunciado como excritor cubano que, border el ginas. Esiéica y Revelueién, quo la Ealick nin presentan con orgula, ex el primer libro publicedo dentro del proce: ravalucionario cubsno en que se vista elaborados mismo, nuestro deble acascer politico y esté- fico. Auguramos a la obra una amplia reso nancie, ESTETICA y REVOLUCION / José A. Portuondo JOSE ANTONIO PORTUONDO © ESTETICA Y ARTISTAS DE CUBA. y REVOLUCION RESERVADOS. EDICIONES UNION/ ENSAYO EMPRESA CONSOLIDADA DE ARTES GRAFICAS — TALLER 21010 SJOSE MARTI" — SAN IGNACIO No, 254 — LA HABANA, CUBA ee | A Bertha, compafiera, Estética y Revolucién La Revolucién Socialista de Cuba ha planteado, de modo irre> voeable, a sus artistas y eseritores el gran problema de hallar la expresién estética de una renovada visién de la realidad. En enero de 1959, a la caida de la dictadura, predominaba entre los artistas pldsticos, musicales y literarios del pats una direccién formalista y abstracta, aun entre los grupos que habian mantenido durante la lucha una correcta actitud politica y habian cooperado, en una u otra Jorma,/al triunfo'de la Revolueién: Tras éste cobré Juerzas la polémice entre formalistas y realistas, entre abstraccionistas y figu= rativos, culminade en las “eonversaciones” celebradas en la Biblio- teca Nacional “José Marti” de La Habana, los dias 16, 23 y 30 de junio de 1961, con la asistencia y participacién del Presidente Os- valdo Dorticés y del Primer Ministro Fidel Castro, quien. pronun= cid, el tiltimo dia, sus “Palabras a los intelectuales’, en las cuales se define la actitud del Gobierno Revolucionario ante los. problemas del arte y la literatura, “,Cudles son —se pregunta Fidel Castro— los derechos de los escritores y los artistas revolucionarios 0 no revolucionarios? Dentre de la Revolucién: todo; contra la Revolucién ningin dere- cho. ¥ esto no seria ninguna ley de excepeién para los artistas y para los escritores. Este es un principio general para todos los ciu- dadanos. Es un principio fundamental de Ia Revolucién. Los con- trarrevolucionarias, es decir, los enemigas de la Revolucion, no tienen ningiin derecho contra la Revolucién, porque la Revolucién tiene un derecho: el derecho de existir, el derecho a desarrollarse y el derecho a vencer y zquién pudiera poner en duda ese derecho de un pueblo que ha dicho: PATRIA O MUERTE, es decir, la Re- volucién o la muerte?” Y afiade mds adelante: “zQuiere decir que 8 JOSE ANTONIO PORTUONDO vamos a decir aqui a le gente lo que tiene que escribir? No. Que ca- da cual escriba lo que quiera, y silo que escribe no sirve, alld él. Si lo que pinta no sirve alld él. Nosotros no le prohibimos a nadie que escriba sobre el tema que prefiera. AL contrario. ¥ que cada cual Se exprese en la forma que estime pertinente y que exprese libre- mente la idea que desea expresar. Nosotros apreciaremos siempre su creacién a través del prisma det cristal revolucionerio. Ese fam= bién es un derecho del Gobierno Revolucionario, tan respetable como el derecho de cada cual a expresar lo que quiera expresar”. El Primer Congreso Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, celebrado en La Habana det 18 al 22 de agosto de 1961, afirmé por su parte, en su declaracién final, lo siguiente: “En ta gran batalla del pueblo cubano, que los escritores y los artistas deben librar desde su propio campo, consideramos esencial ta participacién de todos, cualquiera que sea su ubicacién estética, en la gran tarca camtin de la defensa y engrandecimiento de la Revolucién. A tra= vés de la més rigurosa critica, los escritores y artistas depuraremos nuestros medios de expresién a fin de hacerlas mds eficaces para el cumplimiento de esa tarea, Nuestro contacto directo con los tra~ bajadores manuates y con los problemas que, bajo la direccién det Cobierno Revoluetonario se acometen y resuelven en fibricas, gran jas y cooperativas, nos ayudaré, estamos seguros de ello, en la for« macién revolucionaria indispensable para una més plena interpre- tacién de la realidad, base de toda genuina obra de arte”. Es decir, que la polémica entre formatistas y realistas, entre abs« traccionistas y figurativos, fue planteada correctamente como pura contradiccién estética, sin antagonismos insalvables, sobre la base de und indispensable formacién revolucionaria capaz de dotar a todos de una certera visién de la realidad. Et resuliado ha sido una superacién de los modos figurativos y realistas de expresién, dema- siado atenidos antes a la degeneracién académica de lo conereto sensible, contra la cual habian reaccionado ya, y es justo consige narlo asi, dibujantes y pintores como Jorge Rigol, Adigio Benitez, Ortando Yanes, etc y la biisqueda acuciosa, por parte de forma- listas y abstractos, de una mayor comunicabilidad en la prosa, en el versa, en la miisica, en la plastica en la que sus mds destacados representantes ensayan, con maestria y fortuna indudables, nuevos modos figurativos de expresién. Por ejemplo, el pintor Mariano, a ESTETICA ¥ REVOLUCION 5 su regreso de su estancia, como diplomiitico, en la India, hace emer- ger del universo ectoplismico de su anterior expresionismo abstrac- to, bellas y eldsticas figuras de danzantes y artesanos, animales y paisajes; Hugo Consuegra, Antonia Eiriz, Pedro de Orad, Salvador Corratgé y otros jévenes abstraccionistas contribuyeron @ la expre~ sidn figurativa en el Primer Salén Nacional de Dibujo sobre Temas de la Revolucién, inaugurado en Santiaga de Cuba el 22 de julio de 1962. En él Orac resulté el mds resueltamente figurativo, siguien- do la linea adoptada antes por Servando Cabrera Moreno; Consue- gra ofrecié una magnifica serie de diez tintas, titulada “Un com- Paitero ha muerto”, en la cual su recia personalidad y su absoluto dominio del oficio se imponen sobre las hucllas aparentes del mexi- cano José Luis Cuevas, mucho mds ostensibles en las cuatro obras expuestas por Antonia Eiriz, sin perjuicio de la originalidad de lo artista cubana. Cuevas, a [a cabeza de un grupo-de jévenes pintores como Arnold Belkin, Francisco leaza, ete, y algunos no tan jévenes como Rodriguez Luna, bautizados, con muy poca fortuna, por el critico norteamericano Selden Rodman, con el nombre de “interio- ristas” (insiders) (1), habia iniciade poco antes en México el “redes- cubrimiento” de la figura humana a través de un neoexpresionismo que tiene sus raices en José Clemente Orozco y en los expresionistas ¥ neoobjetivistas alemanes: Kollwitz, Grosz, Beckmann, ete. Los ar« tistas cubanos no podian permanecer ajenos @ tales experimentos que ‘han Uevado adelante con rasgos absolutamente personales. Pero la contradiccién entre los formalistas y realistas, entre los abstraccionistas y figuratives cubanos habia. comenzado ya en los dias mismos de la oposicién contra la dictadura, cuando aunaba a Jos artistas, discrepantes en ol terreno estético, una undnime decisién de lucha revolucionaria, Los ensayos, articulos y notas que inte- gran este pequefio volumen constituyen otras tantas contribuciones a esa polémica, de 1954 a 1961, es decir, antes y después del triunfo de la Revolucién, y aparecieron originalmente en las diversas publi- caciones en cuyas paginas se libré aquella batalla estética, no por fraternal menos apasionada y, en algunos casos, violenta, En ellos lo estético no puede estar divorciado de to ético ¥ politico ni de lo jon and Rediscovery of Man in the 1961, (1 }—Selden Rodman. The Insiders. Ro} ‘ ‘Arts of Our Time, (Baton Rouge), Lovisiana Stote University Press, Ce 10 JOSE ANTONIO PoRTUONDO especificamente revolucionario, Se trata de un puitado de trabajos © estéticn militante ea los que la teoria so apeya en la précticn de unarte en ardiente contradiccién con la realidad econémi po ¥ politiea de su tierra y de su tiempo nutricios, EL Wie le los por ejemplo, “Una exposicién insurgente”, fue redactado on 1954, para el eaudlogo det Primer Festival Universitario de Arte Cubano Contemporineo, organizado por la Direcetén de Cultura de la Federacién Estudiantil Universitaria de La Habana, en res- puesta a la celebracién en la capital cubana de la Segunda Biensl de Arte Hispanoamericano, organizada por la dictadura en compli= cidad con tos representantes de Ia Espaita franquista, La breve nota sobre et pintor Carlos Enriquez aparecié, sin firma, en Menanies Guadernos Marsistas (junio-julio, 1957), editados clandestinames ge, on mimedgtafo, durante la dictadura, por el Partide Socialian Po. be Ell tnico trabajo estrictamente tedrico lo constituye el apén- ice, “Notas para una fisiologia de ta experiencia estética’”, que fue presentadp: al Tercer Congreso Internacional de Estética, celebrite ea Venecia en septiembre de 1956 (2), El deseubre la pobreza de in- formacion que padecia entre nosotros wl interesado en abordar lox ses, empefiados muchas veces en sacar provecho politico. de los erro: rot del profesor héngaro, Véare como muostra una axtensa expoticién, por un esteta no marsista del pensomicnto de Lukées, acompaiiada do una Gtil bibliografia, en Guido Morpurgo-Tagliebue. L'Esthétique Con- tomporaing, Milén, Marzorati,, 1960, pp. 302-317 2 JOsé ANTONIO PORTUONDO elgo esperan ahora ansiosamente los estudiosos dé la estética marxise ta en todo el mundo la préxima aparicién, ya anuneiada, del Trata- do de Estética que prepara el profesor de Budapest. De acuerdo con sus tesis 0 contradiciéndolas, la estética marxista-leninista de- berd, probablemente, a este libro gran parte de su definitiva siste= matizacion, Enire tanto, en nuestra Cuba Revolucionaria y Socialista, no madura atin para los més profundos planteamientos teéricos, los afanes estéticas viven en la préctica de todos los artistas y escrito- res que se empeiian en hallar expresién adecuada a una nueva vi- ién de la realidad. Como en los dias de su primera y dispersa apa rictén, estos trabajos, ahora reunidos, aspiran simplemente a con- tribuir, en alguna medida, a tan urgente y afanosa indagacién. Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. Diciembre de 1962. Una exposicién insurgente Este Primer Festival Universitario de Arte Cubano Contempo- rineo expresa una doble insurgencia. Es insurgente en el terreno estético porque manifiesta la inconformidad y la rebeldia de un pu- fiado de artistas frente a modos insuficientes o vetustos de contem- plar y revelar la realidad. Insurgente también en el aspecto ético porque se produce como unanime protesta de los hombres de sen- idad y pensamiento ante el ultraje que se pretende inferir a nuestra Patria con la celebracién, en el Museo Nacional que lleva el nombre de José Marti, de la Segunda Exposicién Bienal franquis- ta, Entre Ias muchas vejaciones que ha tenido que sufrir la memo- ria de Marti, especialmente durante el aio del Primer Centenario de su nacimiento, ninguna asume caracteres de tan repugnante sar casmo como esta de cobijar bajo su nombre un sietemesino engen- dro del Consejo de Hispanidad, llamado ahora, con initil disimulo, Instituto de Cultura Hispanica, Es de sobras conocido el empefio falangista de hacer del Madrid de Franco meridiano intelectual de Hispanoamérica —viejo suefio del “inspector de alcantarillas”, Er- nesto Giménez Caballero—, el esfuerzo constante del Consejo dis- frazada de Instituto por introducir-en nuestras repiblicas, al socaire de “puras” empresas culturales, la propaganda falangista, Y esto ademas, pagado con dinero arrancado a los pueblos hispanoame- ricanos, sin mengua alguna para los caudales de Falange, aumenta- dos ahora con el precio infame de la entrega de Espaiia para scr-

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