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El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
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CONTENIDO
. Competencias.
ANEXO : Examen.
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
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COMPETENCIAS
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
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INTRODUCCIÓN
Existen ciertas actividades profesionales en las que una enfermedad, no sólo representa un peligro para
los que la ejercen, sino para otros muchos individuos de la comunidad. Las profesiones en las que la
enfermedad o discapacidad, constituye un riesgo para la salud y seguridad de las personas son las
siguientes:
La manipulación de alimentos es pues una actividad laboral que puede tener un riesgo potencial para la
salud de la población.
Pero al mismo tiempo estos trabajadores, por la actividad que ejercen, pueden poner en peligro su salud,
y padecer determinadas enfermedades o alteraciones orgánicas, que también es necesario conocer y
prevenir.
Mantener la salud y condiciones óptimas de trabajo en los manipuladores de alimentos, persigue un
doble objetivo: evitar enfermedades y efectos adversos en otros miembros de la comunidad, y evitar que
ellos mismos puedan enfermar a causa de su actividad profesional. En este punto se desarrolla el
segundo objetivo.
Definición de manipulador
Se entiende por manipulador, a aquellas personas que por su actividad laboral entran en contacto directo
con los alimentos como consecuencia de los siguientes supuestos:
Esta clasificación tiene la utilidad de agrupar a los manipuladores bajo los mismos riesgos laborales, de
forma que en un sector profesional, el tipo de riesgo para una determinada enfermedad es semejante,
independientemente de la clase de proceso industrial que se realice. Así por ejemplo, en un trabajador
de la industria cárnica, el riesgo de Zoonosis es parecido en todas las actividades laborales, ya se trate
de granjeros, personal de mataderos o de salas de despiece.
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Sin embargo la incidencia de la enfermedad no es igual en todos ellos, y para el mismo proceso
industrial, será mayor o menor según el puesto de trabajo y la actividad laboral que se realice.
De forma genérica podemos clasificar los riesgos de los manipuladores de alimentos en:
La incidencia y gravedad de cada una de estas patologías, estará en función del tipo de actividad laboral
que realice el trabajador.
Existe un gran número de enfermedades profesionales de naturaleza infecciosa. Gran parte de ellas,
pueden ser adquiridas como consecuencia directa o indirecta de una actividad laboral durante la cual, los
microorganismos patógenos pueden se transmitidos a las personas cuando éstas trabajan manipulando
los alimentos, o en actividades relacionadas (producción de alimentos).
La transmisión puede ser por mecanismo directo o indirecto. Los vehículos de transmisión y las vías de
entrada del agente patógeno son muy variados y dependen fundamentalmente del tipo de
microorganismo y de la forma de exposición al mismo.
Puerta de entrada
a) Penetrando a través de la piel intacta, como por ejemplo en carbunco, brucelosis, leptospirosis,
esquitosomiasis o tularemia.
b) A través de erosiones cutáneas o de las mucosas: erisipeloide, rabia, sepsis, o tétanos,
c) A través de la piel o mucosas maceradas: micosis.
d) Por ingestión a través del agua o alimentos: hepatitis a, agentes productores de toxiinfecciones
alimentarias, cólera, infecciones tifo-paratíficas, o poliomelitis,
e) A través de los aerosoles contaminados generados al manipular las canales cárnicas, mediante
ciertas operaciones rutinarias como por ejemplo, al serrar trozos de carne, o por la liberación de aire
comprimido en zonas donde se procesan vísceras, produciéndose salpicaduras de sangre y de otros
fluidos corporales: coccidioidomicosis, enfermedad de new castle, ornitosis, tuberculosis o fiebre q.
f) Por el polvo que se genera al remover pelo, plumas y pieles, así como materias secas y heces;
brucelosis, rabia,
g) A través de la picadura de insectos que actúan como vectores, como por ejemplo en la leishmaniosis
o rickettsiosis.
Clasificación
Son muchas las profesiones en las que se produce exposición a microorganismos vivos, o a sus toxinas.
Los agentes más importantes, productores de enfermedades infecciosas y parasitarias, asociadas a una
actividad profesional relacionada con los alimentos son:
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Clasificación etiológica
a. Víricas:
Hepatitis Vírica A
Enfermedad Vírica de New Castle
Rabia
b. Por Clamidias y Rickettsias:
Ornitosis
Fiebre Q
Rickettsiosis transmitida por garrapatas
c. Bacterianas:
Carbunco
Brucelosis
Erisipeloide
Leptospirosis
Tétanos
Tuberculosis
Tularemia
Sepsis de las heridas
d. Por Hongos:
Candidiasis
Dermatofitosis de piel y mucosas
Coccidiomicosis
Histoplasmosis
e. Por Protozoos:
Leishmaniasis
Tripanosomiasis
Triquinosis
Toxoplasmosis
f. Por Helmintos:
Hidatidosis
Anquilostomiasis
Esquistosomiasis
Larva migrans
Teniasis
Zoonosis
Muchas infecciones adquiridas de esta manera reciben el nombre común de Zoonosis, es decir, son
enfermedades que se transmiten entre los animales vertebrados y el hombre, de forma natural.
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La transmisión de enfermedades entre los animales y el hombre puede se directa o indirecta. Los
vehículos de transmisión y las vías de entrada del agente patógeno son muy variadas y dependen
fundamentalmente del tipo de microorganismo y de la forma de exposición al mismo.
Las zoonosis aparecen en aquellos trabajos que comprenden las manipulaciones de animales y de sus
productos: mataderos, mercados de carne y pescado, industrias productoras de alimentos, etc.
El número de agentes causales posibles es muy variado, pudiendo clasificarlos de forma genérica en
agentes físicos y químicos.
Agente físicos
a) Presión o roce
b) Condiciones atmosféricas (frío y humedad, principalmente en las cámaras y almacenes frigoríficos)
c) Radiaciones u.v. E ionizantes
d) Fibras minerales.
La aplicación del frío es beneficiosa para mantener la buena calidad de los alimentos, pero puede ser
causa de molestias para las personas, sobre todo, procesos bronquiales agudos o crónicos. La
sensación de disconfort es debida principalmente a un cambio brusco de temperatura, o a una humedad
demasiado elevada y no a una temperatura baja, por lo que es necesario ajustar la climatización.
Las radiaciones ionizantes utilizadas como método de destrucción de bacterias en forma de radurización
y radapertización, exigen condiciones estrictas de radioprotección en los operarios.
Agentes químicos
a) Agentes irritantes: ozono, ácidos, álcalis, disolventes lipídicos, detergentes, sales metálicas, etc.
b) Sensibilizantes: metales y sus sales, sustancias derivadas de la anilina, resinas, medicamentos y
antibióticos
c) Agentes acnegénicos: naftalenos, bifenilos, aceites minerales, etc.
d) Fotosensibilizadores: antracenos, derivados del ácido aminobenzoico, etc
e) Insecticidas
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y en el medio ambiente inmediato, tal y como dictan las respectivas normativas sobre programas de
limpieza, desinfección, desinsectación y desratización, en los cuales dichos productos son utilizados para
tales procesos. El problema de los insecticidas es su toxicidad para los vertebrados y especialmente
para el hombre. Actualmente está prohibida la aplicación de cualquier insecticida sobre los alimentos,
incluso en los locales donde se está manipulando o se encuentran almacenados alimentos, por lo que
únicamente es posible su aplicación cuando los alimentos no están presentes.
Se señala que “queda prohibida la aplicación de cualquier tipo de plaguicida sobre alimentos preparados
para consumo inmediato, y en las superficies sobre las que éstos se preparen, hayan de servirse o
consumirse”.
Los insecticidas organoclorados y organofosforados deberán controlarse en cuanto a su uso dado el
efecto tóxico que poseen para el hombre. Tienen propiedades alquilantes, reaccionando con las
moléculas biológicas y pudiendo derivarse efectos mutagénicos. En caso de aplicación de estos
compuestos, los operarios deben llevar vestidos de protección incluidas gafas, guantes de caucho y
máscaras.
Esta práctica es común en todas las industrias agro-alimentarias, pero quizás es más frecuente en las
industrias de salazón de jamones, con el fin de luchar contra las plagas de ácaros y pulgones que
atacan al jamón.
Dermatitis de contacto
La limpieza y desinfectación de las manos, antebrazos y cara de los manipuladores previa al inicio de la
tarea laboral, produce las conocidas dermatitis por contacto reiterado con los productos detergentes y
desinfectantes utilizados al respecto.
Estas pueden clasificarse de la siguiente manera:
Es la más frecuente, pudiendo ser de curso agudo o crónico. El agente etiológico suelen ser detergentes,
álcalis débiles, disolventes orgánicos o productos químicos diluidos. Además del efecto directo, estas
dermatitis hacen la piel más vulnerable a otras lesiones o infecciones, en particular por las provocadas
por agentes sensibilizantes.
Las zoonosis más frecuentes son las siguientes: dermatofitosis, candidiasis, erisipeloide, tuberculosis
verrucosa, etc.
Son un conjunto de enfermedades de tipo alérgico, por sensibilización de las vías respiratorias,
provocadas por polvos, gases, humos, vapores o nieblas, relacionadas con el trabajo de manipulador de
alimentos.
En este caso presentan riesgo los trabajadores de las industrias panificadoras, y de pastelería o
repostería, por inhalación del polvo de las harinas.
También se han de incluir en este apartado, los procesos irritativos de vías respiratorias producidos por
el ozono y otros agentes químicos utilizados en la limpieza y desinfección de locales y utensilios, así
como las enfermedades transmisibles que afectan al aparato respiratorio (tuberculosis, psitacosis, etc)
anteriormente señaladas.
Heridas y traumatismos
Los cortes y abrasiones son frecuentemente, causados por diferentes tipos de útiles de trabajo o bien
debidos a los suelos resbaladizos (por manchas de sangre o grasa, por el agua, etc).
Es por tanto fundamental, utilizar medidas preventivas eficaces, tales como el uso de protecciones
adecuadas del material cortante (empuñadura), y tanto en las manos como antebrazos y brazos del
trabajador (guantes y delantales de malla).
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Son características las heridas por cuchillo en los manipuladores de carne tales como matarifes,
despiezadores, carniceros, así como en los pescaderos.
La colocación de suelos antideslizantes y el uso de calzado adecuadamente diseñado y exclusivo para el
trabajo a realizar, son otros importantes pasos en la prevención de traumatismos y heridas.
Conseguir un trabajo ergonómicamente aceptable, es fundamental para evitar fatiga muscular y
enfermedades del aparato locomotor.
Por último, el servicio médico, continuará realizando su labor de prevención, particularmente con las
siguientes acciones:
Bibliografía
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Los trabajadores del ámbito hospitalario (médicos, diplomados en enfermería, auxiliares de clínica,
oficinistas, mantenimiento, etc) presentan una serie de riesgos laborales que variaran según el puesto de
trabajo. Los factores que pueden influir en la salud de los trabajadores en el ámbito hospitalario los
podemos clasificar en los debidos a las condiciones de seguridad (riesgos eléctricos, químicos, de
incendios y explosiones, mecánicos como serían las caídas, golpes, etc), los debido al medio ambiente
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Contaminantes biológicos
Cualquier enfermedad infecto-contagiosa que padezcan o sean portadores los pacientes representa un
riesgo para el personal que está en contacto con ellos. El riesgo será tanto para el médico, para el
diplomado en enfermería, como para el personal de laboratorio que manipula los líquidos biológicos de
los pacientes afectados, así como del personal de limpieza. También existe riesgo en el personal de
mantenimiento al reparar aparatos averiados que estén contaminados. Del amplio número de
enfermedades transmisibles las más frecuentes en nuestro medio son.
La hepatitis B. Se pueden producir el contagio al entrar en contacto una persona sana con sangre,
hemoderivados u otros fluidos corporales de pacientes que sean portadores o padezcan la
enfermedad. El mecanismo más frecuente de contagio en el medio hospitalario es por inoculación
accidental, vía parenteral, punturas o erosiones con material contaminado.
Tuberculosis. Es una enfermedad infecto-contagiosa producida por el Mycobacterium tuberculosis.
Su transmisión se efectúa por vía aérea y el foco de infección son los pacientes afectados por esta
enfermedad.
SIDA. Aunque su incidencia ha ido aumentando en los últimos años, es bastante difícil infectarse a
través de heridas o pinchazos con agujas portadoras del virus.
Brucelosis. El riesgo más elevado en el ámbito hospitalario es el personal del laboratorio de
microbiología.
Infecciones oculares. Las conjuntivitis de origen infeccioso en el medio hospitalario, es más frecuente
en el personal del quirófano.
Infecciones cutáneas. Se pueden producir al ponerse en contacto con heridas purulentas.
Enfermedades parasitarias. El paludismo, la amebiasis, rickettsiosis, bilharziosis, anquilomatosis, etc,
son excepcionales en nuestro medio.
Contaminantes físicos
Los más importantes son las radiaciones ionizantes, todos los trabajadores de los servicios de
radiodiagnóstico han de tomar las precauciones necesarias para evitar exposiciones elevadas de dichas
radiaciones. Cada vez más hay que tener en cuenta la exposición a radiaciones no ionizantes,
principalmente las radiaciones debidas al láser (dermatología, oncología, etc) y las radiaciones
ultravioletas (estirilización de locales). También en el medio hospitalario hay riesgo de exposición al ruido
(además de los talleres de mantenimiento existen numerosos aparatos que son ruidosos).
Contaminantes químicos
Los contaminantes químicos los clasificaremos en anestésicos, esterilizantes químicos (óxido de etileno,
formaldehído, otros), citostáticos, mercurio y otros productos utilizados fundamentalmente en los
laboratorios.
Anestésicos. A partir de mediados del siglo XIX se inició la utilización de sustancias con finalidad
anestésica. Los primeros en utilizarse fueron el éter dietílico, el óxido nitroso y el cloroformo. En los
años 30 se introducen anestésicos como el ciclopropano y el tricloroetileno, en la década de los 50
empiezan a utilizarse el fluoroxano, el halotano y el metoxifluorano. En los últimos años han
aparecido el enfluorano y el isoflurano. Actualmente los más utilizados son el protóxido de nitrógeno
y el halotano (son sustancias que presentan mayor seguridad en su utilización y menor toxicidad). El
personal expuesto a gases anestésicos son los que trabajan en quirófanos (anestesistas, cirujanos,
diplomados en enfermería, auxiliares de clínica, etc). Los efectos mutágenos, cancerígenos y
teratogénicos ocasionados por estos gases, son muy controvertidos en la literatura médica. Se han
descrito casos con alteraciones neurológicas, hepáticas y renales.
Esterilizantes químicos. Dentro de los esterilizantes químicos el más utilizado es el óxido de etileno.
El personal con riesgo son los trabajadores de esterilización y si el material no está bien aireado
también puede afectar a los pacientes que son tratados mediante dicho material.
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INTRODUCCIÓN
En los países industrializados, mucha gente pasa, en promedio, el 90% de su tiempo en espacios
cerrados. No es de extrañar, por tanto, que se espere un ambiente confortable durante el trabajo, el
tiempo de ocio o en el hogar, en contraste con las variables condiciones climáticas del exterior.
Durante los años setenta aparecieron algunas publicaciones que hacían referencia a una mayor
incidencia de quejas por cefaleas, irritación de mucosas y sensación de fatiga entre trabajadores de
grandes edificios de oficinas. Posteriormente, se observó que este problema era más frecuente en
edificios herméticos y con sistemas centralizados de control de ventilación.
Para describir este fenómeno se han propuesto varios términos:
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“Síndrome de la oficina enferma”, “síndrome del ojo de oficinista”, “síndrome del edificio enfermo” (S. E.
E.). Este último término ha sido reconocido por la OMS y es el más ampliamente utilizado. Sin embargo,
ninguno de estos nombres define adecuadamente el problema, ya que el síndrome se caracteriza por la
ausencia de signos físicos específicos y de anormalidades en las pruebas clínicas de laboratorio.
La OMS diferencia entre “S. E. E. temporal”, cuando los síntomas disminuyen o desaparecen con el
tiempo; y “S. E. E. permanente” cuando los síntomas persisten pese a las medidas de intervención
tomadas.
Síntomas prevalencia
Entre los casos de S. E. E. publicados, los síntomas que se presentan con mayor frecuencia son los
recogidos en la Tabla 1.
Fuente: Marquez, F.
Un estudio llevado a cabo en Gran Bretaña mostró que los casos de S. E. E, presentaban unas
características comunes:
a. Los síntomas eran más comunes en los edificios con aire acondicionado, pero también se
presentaban en algunos que tenían ventilación natural.
b. El personal administrativo se afectaba más fácilmente que el de técnicos y las quejas eran más
frecuentes entre el sector público que entre el privado. Las quejas eran también más frecuentes en
los grandes edificios de oficinas.
c. Los individuos con mayor número de síntomas tenían menor posibilidad de control de microclima.
d. Los síntomas eran más frecuentes por la tarde que por la mañana.
Pese a la ausencia de una clara relación causa-efecto, varios estudios han observado características
comunes entre los edificios responsables de los síntomas mencionados.
a. Disponen de ventilación forzada (aunque la OMS no hace mención expresa de los sistemas de aire
acondicionado, es obvio que entran dentro de esta categoría más general).
b. Son edificios de construcción sencilla (característica propia de las edificaciones destinadas al sector
público).
c. Las superficies interiores están recubiertas por materiales textiles (moquetas, cortinas, etc).
d. Disponen de sistemas de energía deficientes, que mantienen la temperatura templada y un ambiente
térmico homogéneo.
e. Son edificios herméticos (por ejemplo: las ventanas no pueden abrirse).
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observó que los edificios más “sanos” permitían abrir ventanas y un cierto control sobre la temperatura,
la ventilación y la iluminación.
Las causas implicadas en el S. E. E, son múltiples y pueden agruparse en los apartados de la Tabla 2.
Contaminantes ambientales
Olores
Pérdida de iones negativos en el aire
Sistemas de ventilización/renovación de aire inadecuados
Baja humedad relativa
Ambiente de trabajo poco confortable
Temperatura elevada
Mala ventilación
Iluminación deficiente
Causas psicosomáticas/insastisfacción
Fuente: Marquez, F.
Contaminantes ambientales
SUSTANCIA CONCENTRACIÓN
Fuente: Hicks, J.B. Tight Building síndrome. When Work makes you Sick. Occup. Health Safety.
En este apartado se recogen los contaminantes cuyos focos mayoritarios son los propios ocupantes del
edificio:
Dióxido de carbono: procede principalmente de la respiración y del humo del tabaco. En ambiente
exteriores, no polucionados, la concentración normal de CO 2 es de 325 ppm (0.03 %) . En algunas
instalaciones de ventilación se utilizan monitores de CO 2 para controlar las tasas de ventilación y, por
ejemplo, el sistema no suministraría aire fresco hasta alcanzar la concentración de 2500 ppm (0.23%).
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La influencia del CO2 en el S.E.E. no está totalmente esclarecida. Para algunos una concentración de
CO2 moderadamente alta traduciría, además, la posible presencia de otros contaminantes. Otros autores
encontraron valores más bajos de CO2 en los edificios donde ser permitía fumar. La American Society of
Heating, Refrigeration and Air Conditioning Engieners (ASHRAE Standard) recomienda que no se supere
los 1000 ppm de CO2 y para ello propugna aumentar la tasa de ventilación de 2,5 l/s/persona a
7.5 l/s/persona en aquellos centros donde esté permitido fumar. En cualquier caso, no parece probable
que el humo del tabaco juegue un papel relevante.
Tanto los nuevos materiales empleados en la fabricación de muebles de oficina (fibras sintéticas,
melaminas, etc), como los productos usados para su limpieza, renovación y decoración, constituyen otro
de los grupos más frecuentemente relacionados con el S.E.E.
Formaldehído: sustancia irritante y sensibilizante, capaz de provocar irritación ocular y del tracto
respiratorio superior. Puede liberarse, principalmente cuando los muebles son nuevos, procedente de las
resinas de urea-formaldehído presentes en determinados revestimientos.
Compuestos orgánicos volátiles: una gran variedad de ellos pueden estar presentes en espacios
cerrados o bien provenir del exterior. Estos compuestos son muy utilizados en sustancias adhesivas y de
decoración. Sterling, postuló que, bajo la acción de la luz ultravioleta podrían formar un verdadero “smog
fotoquímico”, responsable de algunos síntomas característicos del S.E.E.
Polvo y fibras: algunos autores han atribuido al polvo y fibras procedentes del suelo, moquetas,
mobiliario, y materiales de aislamiento (asbesto y fibra de vidrio), utilizados principalmente en la
instalación de los sistemas de ventilación como los causantes del S.E.E.
En general se acepta que las moquetas y revestimientos pueden constituir un reservorio de endotosinas,
nicotosinas y otros microorganismos, materiales orgánicos y ácaros domésticos que pueden
desencadenar episodios de asma, pero no constituyen una característica propia del S.E.E.
Contaminantes biológicos
Ya se ha comentado que tanto los ocupantes del edificio como el mobiliario, los materiales de decoración
y los sistemas de ventilación pueden constituir un reservorio de microorganismos. En realidad, la
“enfermedad asociada al edificio”, no se acostumbra a considerar dentro del S.E.E. ya que la mayoría de
las ocasiones es posible identificar el agente causal (Tabla 4.)
Enfermedades infecciosas
- Legionelosis
- Tuberculosis
- Gripe
- Resfriado común
Fuente: Marques, F.
Máquinas de oficina
Durante los últimos años se ha venido llamando la atención sobre el posible riesgo de las fotocopiadoras.
Estas máquinas liberan, entre otros contaminantes, ozono. Aunque en general las concentraciones de
ozono detectadas han sido bajas (Tabla 3), no pueden descartarse que, en determinadas circunstancias
(espacios confinados, deficiente ventilación, mala conservación de la máquina, ritmo de trabajo intenso).
Las máquinas fotocopiadoras sean responsables de un S.E.E. principalmente si están presentes otros
compuestos químicos con los que pueda reaccionar el ozono.
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Los sistemas de calefacción son capaces de transportar microorganismos y liberar gases tóxicos,
particularmente monóxido de carbono (CO) y óxidos de nitrógeno (NOx).
Olores
Muy pocos trabajos han relacionado los malos olores con el S.E.E., y en cualquier caso parece
improbable que juegue un papel relevante, no obstante algunos autores han relacionado episodios de
malos olores con epidemias de enfermedades psicosomáticas.
En los últimos años se ha generado una campaña de relación a los efectos sobre la salud de estos
iones. Lo único cierto es que, en relación con ciertas condiciones climáticas, se ha podido observar que
un incremento de iones positivos se relaciona con un cierto neuroticismo y una mayor capacidad
ventiladora de los asmáticos.
En base a estos datos algunos autores han propuesto la utilización de generadores de iones negativos
para luchar contra el S.E.E. Sin embargo, su utilidad real no ha sido, hasta el momento, demostrada, y
en algunos casos ha sido contestada.
Esta circunstancia está presente en la mayoría de los edificios donde se han manifestado quejas
relacionadas con la calidad del microclima ambiental, por lo que se piensa que la falta de aire fresco es
una causa mayor del S.E.E.
Algunos organismos especializados establecen una tasa de renovación del aire de 2.5 l/s/persona,
basada en estándar del CO2 en el interior de los edificios de 2500 ppm. Este procedimiento tiene sus
limitaciones ya que el CO2 procede fundamentalmente de la actividad humana y no refleja los problemas
derivados de la contaminación procedente del mobiliario, materiales de construcción y decoración,
sistemas de ventilación, etc.
Humedad relativa
Su participación en el S.E.E. es muy discutida. Lo que si parece claro es que una humedad relativa baja
(20-30%) puede ser responsable de algunos de los síntomas: irritación ocular, eritemas cutáneos, etc.
Además, está demostrado que una humedad relativa baja favorece las infecciones respiratorias al
afectar la supervivencia de virus y bacterias. También una humedad relativa elevada ( 70%) puede
favorecer la proliferación de otros microorganismos. Por ello se aconseja una humedad relativa entre 40-
70%.
Griffiths y Wilkinson, hallaron un mayor incidencia de eritema pruriginoso en cara y nuca entre los
empleados de una fábrica; el problema se solucionó aumentando la humedad ambiental desde el 30-
35% al 45-50%. Otros autores observaron un incremento de irritación ocular asociado a humedades del
20%, presumiblemente por un efecto de desecación.
Ambiente térmico
Como en el caso anterior tampoco aquí se puede atribuir a este factor el S.E.E. Estudios comparativos
entre edificios “enfermos” y “controles” mostraron que las condiciones térmicas eran similares y no
justificaban las quejas. Otros, en cambio, redujeron las quejas por disconfort utilizando ventiladores
individuales que permitían aumentar la velocidad del aire de 0.05 a 0.6 m/s, o reduciendo la temperatura
ambiental en 2 grados ( de 23 a 21ºC).
No debe olvidarse, sin embargo, que aún en un ambiente térmico confortable, un cierto porcentaje de los
ocupantes estará insatisfecho, ya que el umbral de tolerancia para el frío o calor varía para cada
individuo.
Iluminación
Una escasa iluminación y los deslumbramientos y reflejos parecen ser causa de fatiga y cefaleas. Una
mayor incidencia de estos síntomas ha sido observada en edificios con una inadecuada iluminación
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dotados, predominantemente, de luz artificial uniforme, una pobre decoración y cristales tratados para
impedir el paso de la luz natural.
Algunos autores han postulado que los rayos ultravioletas, procedentes de algunas instalaciones,
pueden ocasionar una reacción fotoquímica en presencia de ciertos contaminantes y crear un “smog”
fotoquímico responsable de algunos síntomas propios del S.E.E.
Los síntomas de cefaleas, irritación ocular, picor de garganta y náuseas, descendieron bruscamente,
entre los ocupantes de una oficina, al sustituir la iluminación de fluorescentes.
Una idea extendida entre los responsables de mantenimiento e instalaciones de los implicados en la
S.E.E., es que los aspectos psicológicos son la principal causa del problema.
Esta discutible opinión, se ha visto sustentada, en parte, por los resultados de algunas experiencias que
han puesto de manifiesto que la psicología de masas y algún hecho desencadenante, como por ejemplo
un repentino olor extraño, pueden conducir a un verdadero S.E.E.
Otros autores interpretan estos problemas como una consecuencia de la falta de control, por parte del
trabajador, de las condiciones ambientales de trabajo.
CONCLUSIONES
En resumen, en base al conocimiento actual parece improbable que el problema del S.E.E., pueda ser
erradicado a corto plazo. Por ello es preciso avanzar en su conocimiento, mediante amplios estudios
controlados que permitan objetivar la posible relación entre los síntomas referidos, y las condiciones
ambientales. De forma complementaria se necesitan intervenciones dirigidas a mejorar los sistemas de
diseño, construcción y mantenimiento de los sistemas de ventilación y aire acondicionado.
En el terreno de la Medicina del Trabajo es posible contribuir al control de este problema si se dispone de
protocolos uniformes para la identificación de la sintomatología propia del S.E.E.
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Robertson As. Burge PS. Building sickness.
Roberton AS. Mclnnes M. Glass D. Dalton G. Burge PS. Building sickness, are symptoms related to the office lighting.
3. CONTROL BIOLÓGICO
P. DELGADO
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
un reflejo válido del grado de exposición. La absorción a través de la piel puede ser debida a contactos
directos con la sustancia química o como consecuencia de su vehiculación a través del aire. Se han
realizado valoraciones directas de la exposición dérmica a diferentes sustancias, destacando el gran
número de estudios sobre exposición dérmica a plaguicidas en las aplicaciones agrícolas. Se utilizan
varios procedimientos para ello y, debido a la importante contribución de las manos a la exposición
dérmica total, éstas suelen considerarse por separado. Mediante esta evaluación directa se puede
conocer el grado de exposición real y cuáles son las zonas del cuerpo más expuestas, con vistas a
utilizar los medios de protección y métodos de trabajo adecuados.
La valoración de la exposición externa por las vías respiratoria y dérmica suele conocerse como control
ambiental de la exposición (Fig. 1). Entre los inconvenientes del control ambiental destacan el frecuente
desconocimiento del porcentaje de absorción, sobre todo en el caso de la exposición dérmica, y el hecho
de que no se detectan diferencias individuales de susceptibilidad a los tóxicos.
El control biológico de la exposición es complementario del control ambiental y consiste en la realización
de análisis en medios biológicos de los sujetos expuestos (sangre, orina, aire exhalado, etc) que
permiten evaluar la dosis interna, bien directamente mediante la medida del tóxico o sus metabolitos o
indirectamente cuantificando un efecto biológico no adverso relacionado con ella. Para evaluar el riesgo
para la salud asociado con la exposición a un determinado agente químico, los valores obtenidos se
comparan con una referencia adecuada, es decir, con unas concentraciones biológicas permisibles.
Mediante el control biológico puede detectarse precozmente una exposición excesiva de los trabajadores
antes de la aparición de alteraciones biológicas importantes o poner en evidencia perturbaciones
biológicas en una fase aún reversible, que no ha ocasionado todavía modificaciones del estado de salud.
No debe confundirse el control biológico de la exposición con la vigilancia médica. Mientras el control
biológico es un método indirecto de valoración de la exposición, la vigilancia de la salud consiste en la
realización de exámenes periódicos de carácter médico y funcional de trabajadores expuestos, con
objeto de evaluar su estado de salud e identificar aquellos que presentan signos de efectos adversos
para la salud.
Absorción
Efectos no adversos
Unión a órganos críticos
Lesiones clínicas
Este método de evaluación de la exposición está basado en los conocimientos toxicológicos de las
sustancias químicas y las correlaciones entre la exposición externa, la dosis interna y los efectos
adversos.
Debe conocerse la toxicocinética de la sustancia en cuestión, es decir, los diferentes procesos de
absorción, distribución, metabolismo y eliminación. Las sustancias, una vez absorbidas a través de los
pulmones, la piel o el tracto gastrointestinal, pasan a la circulación general y se distribuyen en diferentes
compartimentos del organismo. La mayoría de los compuestos orgánicos sufren una biotransformación,
originando sustancias más solubles en agua que se excretan con mayor facilidad a través de las vías
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urinarias y biliares que el compuesto original. Otras sustancias se eliminan inalteradas en el aire
exhalado o en la orina. Los tóxicos o sus metabolitos pueden unirse reversible o irreversiblemente a los
lugares de acción tóxica. La unión a órganos no críticos produce efectos no adversos para la salud, pero
cuando se unen a órganos críticos pueden dar lugar a efectos adversos, desarrollar lesiones preclínicas
y posteriormente lesiones clínicas (Fig. 1).
Asimismo, para poder realizar un control biológico es necesario conocer los efectos adversos y el
mecanismo de acción, es decir descubrir la lesión bioquímica inicial responsable de las perturbaciones
fisiológicas y anatomopatológicas observadas en el curso de la intoxicación. El mecanismo de acción de
las sustancias (toxicodinámica), junto con el proceso toxicocinético indicado anteriormente, condiciona la
respuesta a la agresión tóxica.
El control biológico de la exposición es de utilidad sólo cuando pueden establecerse algunas relaciones
entre exposición externa, dosis interna y efectos adversos. No se aplica a sustancias que ejercen su
acción en el lugar del primer contacto con el cuerpo y apenas se absorben. Se utiliza generalmente con
sustancias que penetran en el organismo y ejercen su acción en un lugar distante del punto de entrada
(efectos sistémicos.). La mayoría de los trabajos publicados establecen una relación entre la dosis
interna y la exposición externa en personas expuestas, en cuyo caso el control biológico se puede utilizar
como índice de exposición pero proporciona poca información sobre los riesgos para la salud.
Este método de evaluación tiene en cuenta la absorción por otras vías distintas de las respiratorias y en
aquellos casos en que la entrada por vía dérmica es significativa, constituye un mejor reflejo de la
exposición total que el proporcionado por la evaluación de la exposición por vía respiratoria, siempre que
exista una buena correlación entre el parámetro medido y la exposición al tóxico; asimismo, incluye la
exposición extralaboral del trabajador. Por otra parte, tiene en cuenta diferencias individuales en la
susceptibilidad a los tóxicos, actividad física, hábitos de trabajo y eficacia de los equipos de protección
individual. Otra ventaja adicional es la información sobre los posibles efectos debidos a la coincidencia
de varios tóxicos en el ambiente pudiendo originar efectos independientes, aditivos, sinérgicos o
antagónicos.
El principal problema reside en que este método de detección precoz de los riesgos toxicológicos
profesionales no ha alcanzado aún un estado avanzado de desarrollo por varios motivos. En primer
lugar, los conocimientos básicos descritos anteriormente son insuficientes o inexistentes en muchos
casos. Como consecuencia de ello no se conoce un parámetro biológico (indicador biológico) fiable y
específico y existen muy pocos valores límite biológicos utilizables como referencia. Por otra parte, aún
cuando los estudios toxicológicos hayan sugerido un parámetro biológico potencialmente útil, pueden
existir problemas tanto analíticos, a causa de su complejidad y falta de normalización, como para su
aplicación en el control rutinario de los trabajadores expuestos.
a) Indicador de exposición: es la propia sustancia, o algún derivado, o sus metabolitos, que puede
medirse en el organismo o en materiales excretados. Su utilización puede ser complementaria al
control ambiental.
b) Indicador de efecto: alteración bioquímica o de otro tipo que se puede relacionar con un deterioro de
la salud fundado o potencial.
c) Indicador de susceptibilidad: relacionado con una limitación inherente o adquirida de la capacidad de
los individuos para responder normalmente a la exposición, por ejemplo presentando
hipersensibilidad.
En la Tabla 1 se recogen algunos ejemplos de indicadores biológicos de los tres tipos indicados.
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Los medios biológicos recomendados son la orina, la sangre y el aire exhalado. Ocasionalmente se han
utilizado otros especímenes biológicos como pelos, uñas y heces.
La orina es un espécimen que presenta grandes ventajas desde el punto de vista práctico ya que el
procedimiento de muestreo no es invasivo, es posible conseguir grandes volúmenes de muestra y los
procedimientos para la purificación de dichas muestras son relativamente simples. El principal
inconveniente es la variación individual en el volumen de orina excretado, dependiendo de la ingestión
de líquidos, de la medicación, del estado emocional, etc. Por este motivo, las medidas basadas sobre
muestras de 24 horas presentan una mejor correlación con la exposición y son preferibles a las tomas
puntuales de orina: sin embargo, a causa de las dificultades que ello plantea, suelen tomarse estas
últimas y se realizan correcciones bien sea por densidad o por preferencia a una sustancia regularmente
excretada (creatinina). El ajuste basado en los niveles de creatinina en orina es más apropiado para los
Tabla 1. ejemplos de indicadores biológicos.
Indicador Exposición
INDICADORES DE EXPOSICIÓN
INDICADORES DE EFECTO
INDICADORES DE SUSCEPTIBILIDAD
indicadores excretados primariamente por filtración glomerular, pero no es apropiado para los que se
excretan por difusión tubular. Deben evitarse las medidas en orina de individuos con un deterioro
significativo de la función renal, puesto en evidencia por una creatinina sérica elevada, aclaramiento de
creatinina disminuida o proteinuria. Las medidas de la velocidad de eliminación del compuesto en la
orina proporcionan generalmente una información más precisa.
Cuando se realizan análisis en sangre hay que especificar si se refieren a sangre total, plasma, suero o
eritocitos, ya que los resultados pueden ser diferentes a causa de una desigual distribución del indicador
entre los distintos componentes de la sangre. Comparado con otros medios biológicos, hay relativamente
pocas variaciones individuales en los componentes de la sangre que influyen en los niveles sanguíneos
de las sustancias y la correlación con la exposición suele ser buena. La principal limitación es que la
técnica de muestreo es invasiva, teniendo que ser realizada por personal sanitario entrenado. Por otra
parte, las muestras de sangre se deterioran con facilidad cuando el transporte y almacenamiento no son
adecuados y además, las determinaciones analíticas deben estar precedidas usualmente de un laborioso
procedimiento de purificación. Cuando se miden sustancias volátiles hay que tener en cuenta la
diferencia de concentración entre la sangre arterial y venosa, inducida por la absorción o aclaración
pulmonar.
Las medidas en aire exhalado se utilizan cuando el compuesto se metaboliza poco y la principal vía de
eliminación es la exhalación: por tanto, sólo son posibles para sustancias volátiles. La toma de muestras
es muy cómoda para el trabajador pero requiere una técnica de muestreo meticulosa que tenga en
cuenta los cambios de concentración de la sustancia en el aire exhalado durante la expiración. Hay que
controlar el tiempo transcurrido desde la absorción e influye también la velocidad de eliminación
pulmonar del sujeto. No deben realizarse medidas de este tipo en individuos con la función pulmonar
alterada.
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Son valores de referencia de los indicadores biológicos propuestos como guía para la evaluación del
riesgo potencial para la salud en la práctica de la higiene industrial.
En los años 70 aparecieron los primeros valores de referencia y, desde el año 1985, la ACGIH (American
Conference of Governmental Industrial Hygienists) incorpora a su lista de valores límite para sustancias
químicas en aire en el ambiente de trabajo (TLVs), otra lista de índices biológicos de exposición (BEIs),
que tienen gran prestigio científico.
Los BEIs están basados en exposiciones controladas y en estudios realizados en los puestos de trabajo,
no utilizándose generalmente estudios con animales.
Estos valores límite biológicos son los más probables en muestras biológicas tomadas de trabajadores
sanos que han estado expuestos a sustancias químicas en el mismo grado que una exposición por
inhalación a una concentración del TLV. Se aplican a exposiciones de 8 horas durante 5 días a la
semana y no son líneas divisorias entre exposiciones de riesgo o no riesgo, sino que hay que tener en
cuenta las diferencias intra e interindividuales en las concentraciones tisulares de los indicadores, aún en
las mismas condiciones de exposición. No se proponen para ser usados como medida de efectos
adversos o en el diagnóstico de enfermedades profesionales.
En la Tabla 2 se recogen, a título de ejemplo, algunos de estos valores publicados por la ACGIH. En la
lista correspondiente aparecen 27 sustancias químicas con BEIs adoptados, 10 con BEIs propuestos y
17 en estudio.
Tabla 2. Algunos ejemplos de sustancias para las que existen índices biológicos de exposición adoptados por la ACGIH.
SUSTANCIA EN AIRE
Indicador biológico Momento de latoma de muestras BEI
BENCENO
Fenol total en orina Final de turno 50 mg/g creatinina
Benceno en el aire exhalado Antes turno siguiente
fase media 0,08 ppm
fracción final 0,12 ppm
MONÓXIDO DE CARBONO
carboxihemoglobina en sangre Final del turno Menos del 8 % de hemoglobina
CO en aire exhalado terminal Final del turno Menos 40 ppm
ETILBENCENO
Ácido mandélico en orina Final del turno del último día 1,5 g/g creatinina
de la semana laboral
n-HEXANO
2,5- Hexanodiona en orina Final del turno 5 mg/g creatinina
PLOMO
Plomo en sangre No es crítico 50g/100 ml
Plomo en orina No es crítico 150g/g creatinina
Protoporfirina-cinc en sangre Después de 1 mes de 100g/100 ml, o bien
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Aparte de los datos recogidos en la tabla anterior, se indican asimismo una serie de notaciones que
proporcionan una información adicional de gran utilidad en su aplicación. Las notaciones se refieren a la
falta de especificidad del indicador, su presencia en no expuestos, el carácter semicuantitativo de
algunos de ellos y el posible incremento de susceptibilidad en un grupo de la población.
Bibliografía
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
El consumo de tabaco constituye la primera causa de pérdida de salud y de muerte prematura y evitable
en los países desarrollados. Representa el principal problema de salud pública susceptible de una
prevención eficaz.
El tabaquismo es un importante factor de riesgo de la cardiopatía coronaria, de la enfermedad vascular
periférica, de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, de los cánceres de pulmón, de laringe, de
faringe, de la cavidad bucal, del esófago, del páncreas y de la vejiga urinaria, así como de la úlcera de
estómago. Además, el consumo de tabaco durante la gestación origina un retraso en el crecimiento fetal
y aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo y de mortalidad perinatal.
Globalmente considerados, los fumadores presentan un exceso de mortalidad sobre los no fumadores
del 70%. El consumo de dos o más paquetes diarios de cigarrillos disminuye de media unos 8 años la
expectativa de vida de los fumadores. Si el consumo es de un paquete diario la disminuye en 6 años.
Estudios realizados en nuestro país señalan que un 13% de las muertes son atribuibles directamente al
consumo de tabaco.
La exposición pasiva al humo del tabaco (fumador pasivo) no sólo origina molestias (irritación mucosas,
disminución del rendimiento laboral, etc) sino también enfermedades. Diversos estudios han demostrado
que los hijos de padres que fuman están más expuestos a sufrir enfermedades del aparato respiratorio
(bronquitis, neumonía) durante los primeros años de vida que los hijos de padres que no fuman. También
se ha señalado que los fumadores pasivos expuestos al humo del tabaco en lugares cerrados tienen
disminuidas las pruebas funcionales pulmonares y presentan un mayor riesgo de cáncer de pulmón que
los que no son fumadores pasivos.
La magnitud del tabaquismo en el trabajo tiene un interés especial relacionando con las interacciones
entre las sustancias tóxicas de origen laboral y los componentes del tabaco en el empleado fumador, así
como por el riesgo para la salud del trabajador que es fumador pasivo.
Sustancias presentes en la fase de partículas y en la fase gaseosa del humo del tabaco se ha
evidenciado que son perjudiciales para la salud. Destacan el alquitrán y la nicotina (fase particular) y el
monóxido de carbono (fase gaseosa). El alquitrán contiene sustancias carcinógenas (hidrocarburos
policíclicos, beta-naftilaminas, etc) y sustancias irritantes (acroleína, óxido nítrico, amoníaco, etc), que
son los responsables de la patología respiratoria de los fumadores. La nicotina y el monóxido de carbono
son responsables del mayor riesgo cardiovascular, estando además implicada la primera en la
dependencia física del gran fumador.
Los fumadores que trabajan en contacto con asbesto, arsénico, radiaciones (minas uranio), tienen un
riesgo muy elevado de cáncer de pulmón. Los fumadores expuestos a hidrocarburos polinucleados
(fundiciones de aluminio) presentan una mayor incidencia de cáncer de vejiga. Por otra parte, la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se presenta muy frecuentemente en fumadores
expuestos laboralmente al polvo de cemento, cloro, polvo de carbón, dióxido de sulfuro (fundiciones de
cobre), polvo de cereales, sílice, algodón y lino (textil) y soldaduras.
Para que la lucha antitabaco en el medio laboral sea efectiva debe existir una legislación adecuada que
restrinja el uso del tabaco, y mecanismos de control sobre su correcto cumplimiento. La legislación
laboral debe establecer también la prohibición total de fumar en los lugares de trabajo donde existe
mayor riesgo para la salud, al combinarse la nocividad del tabaco con el riesgo adicional del
contaminante industrial. También se debe prohibir fumar en cualquier área laboral donde trabajen
mujeres embarazadas y a los manipuladores de alimentos en sus puestos de trabajo.
Cada vez resulta más evidente la necesidad de que los profesionales de la sanidad en el medio laboral
sean verdaderos agentes de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad para los
trabajadores que tienen bajo su responsabilidad. Así, el planteamiento de la lucha antitabaco en las
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
Bibliografía
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
5.1. COCAÍNA
Introducción
En todo el mundo occidental crece el consumo de psicoestimulantes. La cocaína como droga base se
está extiende por toda Europa, dando lugar a un aumento de los problemas relacionados con el consumo
de esta sustancia procedente de América, donde se utiliza sola o junto a la heroína. También existe un
crecimiento de las drogas de diseño como el éxtasis (MDMA) que se consume por vía oral.
Obtención
La cocaína es uno de los 14 alcaloides de las hojas de la Erythroxylum coca que se cultiva en
Sudamérica esta planta se encuentra en las montañas de los Andes (Perú, Ecuador y Bolivia),
farmacológicamente es un anestésico local.
Vías de administración
Endovenosa: el efecto es rápido en 1-2 minutos, y la bajada también es rápida es 30 minutos, además
hay un riesgo de contagio de enfermedades infectocontagiosas (SIDA, hepatitis, etc), suelen utilizar esta
vía los politoxicómanos y por su efecto estimulante pueden combinarla con heroína.
Esnifada: es la vía más frecuente, una línea de cocaína (20-30 mg) se absorben a través de la mucosa
nasal, provoca vasoconstricción y su efecto dura 20-40 min. El uso continuado provoca rinitis crónica y
puede llegar a perforar el tabique. Suelen utilizar esta vía los usuarios que buscan el efecto creativo de la
droga.
Fumada: esta vía es muy utilizada en América del Sur y esporádicamente en EE.UU. produce un gran
efecto compulsivo llegando a producir reacciones psicóticas. Otro tipo de cocaína fumada son los
cristales de cocaína base llamada (CRACK) que es más barata y tiene una acción rápida e intensa
comparable a la endovenosa porque la cocaína es rápidamente absorbida por los pulmones y llega
rápidamente al cerebro.
Farmacocinética
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Efectos en el SNC: euforia, excitabilidad, irritabilidad, midriasis, cefalea, náuseas, vómitos, temblor, tics,
alteración psicomotriz, psicosis, alucinaciones, bruxismo.
Efectos en el sistema circulatorio: a pequeñas dosis hay aumento moderado de la presión arterial y
del pulso.
Efectos en el sistema respiratorio: aumento de la respiración.
Efectos en el SNC: a dosis más altas pueden producirse convulsiones (tónico-clónicas) parecidas la
gran mal. Hiperreflexia y disminución de la conciencia, estupor.
Efectos en el sistema circulatorio: hipertermia importante y aumento del pulso. En fases más
avanzadas puede producirse un descenso de la presión arterial, hipertermia, colapso circulatorio y shock
cardiogénico.
Efectos en el sistema respiratorio: a dosis altas pueden presentar cianosis, disnea, respiración rápida
e irregular, depresión respiratoria, edema pulmonar y muerte.
Fase de depresión
Efectos en el SNC: es el estadio más grave de la intoxicación por cocaína con dosis muy altas dando
lugar a parálisis muscular, pérdida de reflejos, coma y muerte.
Causas de muerte
Por causa accidental, por intento de suicidio, o homicidio pueden provocar la muerte. Los síntomas
terminales más frecuentes son contracciones tónico-clónicas seguidas de paro cardiorespiratorio, estatus
epiléptico, hipertermia, paro respiratorio, y arritmia ventricular. Puede aparecer la muerte súbita en
pacientes con psicosis tóxica (paranoia, agitación, alucinaciones), si el usuario de cocaína está
diagnosticado de enfermedad cardiovascular se producirán arritmias capaces de causarle la muerte.
Síndrome de abstinencia
Fase 1
Aparece a las 6-12 horas y puede durar hasta 4 días. En esta fase inicialmente suele darse agitación,
anorexia, depresión, deseo de consumir, después se encuentra cansado, sigue la depresión, insomnio,
deseo de dormir y no deseo de consumir. Más tardíamente estará agotado, con hiperfagia,
hipersomnolencia, sin deseo de consumir. Esta fase representa un deterioro psíquico y físico con deseo
de consumir al principio que va disminuyendo y no vuelve a presentarse hasta el final de la segunda
fase.
Fase 2
Dura entre 1-10 semanas. En esta fase el ritmo de sueño se normaliza en los primeros días, se mejora el
estado de ánimo pero nota ligera ansiedad, sin deseo de consumir droga, nota falta de placer por las
drogas (anhedonia), falta de energía (anergia) y al final de la fase aparece un gran deseo de droga con
peligro de recaída.
Fase 3
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En esta fase se recupera el estado de ánimo, se normaliza al encontrar el placer en las cosas, pero los
reflejos condicionados pueden volver a evocar el deseo de consumir que puede persistir durante
semanas o meses.
Datos de laboratorio
Tratamiento
Tratamiento farmacológico
Síndrome de abstinencia
Para eliminar y prevenir el deseo compulsivo durante los 7-10 primeros días de tratamiento se usará
uno de los siguientes fármacos:
Sobredosis de cocaína
Tratamiento psicológico
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Propiedades farmacológicas
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central inhibiendo el córtex y después el cerebro y los
centros medulares bulbares. El alcohol es un vasodilatador periférico que confiere una falsa impresión de
calor, ya que su consumo produce una pérdida calórica.
El consumo de alcohol produce tolerancia como resultado de la adaptación hepática a la presencia del
etanol que determina la proliferación de membranas microsomales hepáticas produciendo un exceso de
metabolitos sobre todo de acetaldehído que es altamente tóxico y tiene un efecto destructivo sobre las
mitocondrias hepáticas que intervienen en su metabolismo, produciéndose un daño celular extenso.
Datos de laboratorio
Hay una serie de indicios para detectar el posible alcoholismo como la anemia leve con macrocitosis,
deficiencia de folato, trombocitopenia, granulocitopenia, alteración de las pruebas de la función hepática
(aumento de la gamma glutamil transferasa), hiperuricemia, y aumento de los triglicéridos. Es frecuente
que disminuyan los iones séricos K, Mg, P, Zn. Pueden resultar alteradas las pruebas complementarias
como la radiología digestiva, o la endoscopia, la ecografía, o la TAC abdominal, la gammagrafía
hepatoesplénica, la biopsia hepática, el ECG, el ecocardiograma, TAC craneal, el EEG, y los estudios de
velocidad de conducción nerviosa.
La interrupción deliberada de una ingesta continuada y elevada de alcohol produce un cuadro clínico
muy característico desde un estado de malestar general hasta un delirium tremens.
Es la forma más frecuente, se inicia entre las 12-72 horas después de la última ingesta con síntomas de
inquietud, irritabilidad, dificultad de concentración, temblor, hiperreflexia, sudoración profusa, náuseas,
vómitos, insomnio, hipertensión, taquicardia, fiebre, imágenes oníricas, convulsiones tónico-clónicas sin
enfermedad epiléptica de base. La duración del cuadro dura desde horas hasta días.
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Tratamiento
Tratamiento
5.3. HEROÍNA
Es un opiáceo que como los alcaloides del opio (morfina, codeína, narcotina, etc) y sustancias sintéticas
(heroína, metadona, meperidina, etc) se caracterizan por sus potentes efectos analgésicos. El opio se
obtiene de una planta llamada Papaver somniferum que se encuentra en Asia.
Farmacocinética
Absorción
La heroína se absorbe por diferentes vías siendo la más frecuente la vía parenteral. Es liposoluble por lo
que se absorbe rápidamente, pasa a la sangre y atraviesa la barrera hematoencefálica dando lugar a
una respuesta cerebral rápida.
Distribución
Su distribución es por todo el organismo en el cerebro, hígado, sangre, pulmones y atraviesa la placenta
produciendo dependencia en el neonato.
Eliminación
Heroína y embarazo
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En el SNC producen depresión generalizada, incluidos los reflejos medulares, euforia, disminución de la
respuesta hipotalámica, contracción pupilar, y disminución de la coordinación muscular. En el Aparato
Digestivo: producen relajación de los músculos del estómago e intestinos, disminución de las
secreciones digestivas, disminución de los procesos digestivos, y aumento de la presión de las vías
biliares. En el Aparato Genitourinario producen un aumento de la conntracción de la vejiga y de los
uréteres, disminución del flujo de orina, disminución de la testosterona, inhibición de la ovulación, y
inhibición de la menstruación. En el Aparato Respiratorio se produce disminución de la frecuencia,
disminución del volumen y alteraciones del ritmo.
1. Por sobredosis
2. Causas alérgicas
3. Reacciones idiopáticas
4. Adulterantes
5. Body packers
6. Interacciones con otras drogas (depresoras del SNC, alcohol)
7. Complicaciones agudas
8. Complicaciones causadas por un intento de socorrer al paciente por sus amigos sin formación
adecuada (se debe solicitar de inmediato un servicio de urgencias médicas).
El grado del síndrome de abstinencia dependerá de la dosis diaria de heroína, y de la duración del
consumo. Los tres primeros días después de la última dosis son los más intensos en sintomatología.
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
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Sistema inmunitario: se producen alteraciones en usuarios de heroína, cuando utilizan la vía parenteral
existe el riesgo de transmisión de anticuerpos del virus HIV de la enfermedad del SIDA, que también
puede contagiarse por vía sexual si no toman medidas de protección. Es importante el conocimiento de
las medidas preventivas por la población general para evitar la expansión de esta epidemia de tan
graves consecuencias y que en el trabajo pueden repartirse folletos informativos de la forma de
transmisión de esta grave enfermedad, que se transmite a través de la sangre, por vía sexual, y de
madre a hijo en el embarazo, es muy importante en las relaciones sexuales la utilización del preservativo
como medida de prevención.
Datos de laboratorio
Los niveles de heroína en plasma son detectables en 36 horas. La monacetil morfina tiene una vida
media corta, pero puede detectarse por cromatografía de gases-espectrometría de masas en orina. La
positividad de morfina en sangre es un indicativo del uso de opiáceos y puede detectarse como causa de
muerte durante 4 horas.
Tratamiento
Desintoxicación
Se realizará cuando se manifieste el síndrome de abstinencia. Los fármacos utilizados son los agonistas
de opiáceos y los agonistas adrenérgicos.
- Agonistas opiáceos
- Agonistas adrenérgicos
No ejercen acción suficiente para evitar el síndrome de abstinencia. Las benzodiapecinas se utilizan
para tratar la ansiedad y el insomnio disminuyendo la dosis para evitar la dependencia. Propanolol:
se utiliza en los casos de agitación psicomotriz. Neurolépticos sedantes: en los casos de insomnio
rebeldes al tratamiento con benzodiacepinas, se puede usar. Naltrexona: es un antagonista opiáceo
útil después de la desintoxicación y estando abstinente el paciente para no crear un SAO (síndrome
de abstinencia a opiáceos). Si el paciente se autoadministrara heroína al seguir tratamientos con
este fármaco quedarían bloqueados los efectos del opiáceo. Es un fármaco ideal para mentener la
abstinencia a opiáceos y que el paciente se incluya en el programa libre de drogas, dentro del
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
Deshabituación
El objetivo final del proceso de tratamiento al toxicómano es su reinserción social o la rehabilitación. Una
vez realizada la desintoxicación la deshabituación del paciente le permitirá llevar a cabo acciones
sociales, laborales, familiares, culturales y deportivas de forma activa, con el apoyo del terapeuta en los
momentos de indecisión, e implicando a la familia para ayudarle a conseguir los objetivos previstos.
A la exploración presenta una falta de reactividad con disminución del nivel de conciencia, la respiración
es lenta, las pupilas mióticas, bradicardia, hipotensión e hipotermia.
Tratamiento
5.4. ALUCINÓGENOS
Los alucinógenos naturales se han utilizado en actos religiosos por su característica de producir estados
de alerta o exaltados en el consumidor.
Viá de administración
La vía de administración varía en dependencia del alucinógeno, por vía oral: el LSD, la psilocibina, la
mescalina, y el peyote: por vía fumada: el peyote, la fenciclidina y los derivados del cáñamo.
Efectos
Los efectos físicos aparecen en pocos minutos: náuseas, cefalea, midriasis, hipertensión, aumento del
pulso, hipertermia.
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Riesgos en los manipuladores de alimentos y en el ámbito hospitalario. Síndrome del edificio enfermo. Control biológico. El tabaco y
otras drogas en el medio laboral.
Características
Los alucinógenos son capaces de inducir estados alterados de la percepción, que normalmente no se
experimentan fuera del sueño REM. Los efectos se manifiestan especialmente en la visión, parece que
se mueven objetos estáticos, los colores aparecen más intensos. La percepción del tiempo aparece
distorsionada. Aparecen percepciones en ausencia de estímulos. Pueden ser derivados de multitud de
plantas y semillas como el peyote y la nuez moscada, o se pueden obtener sintéticamente como el LSD,
o el MDA.
Tolerancia
Efectos sistémicos
La reacción tóxica común a todos los alucinógenos es el “mal viaje” que es una reacción de ansiedad
aguda, pánico y suele parecer un episodio esquizofrénico agudo. Suele durar entre 4-12 horas, pero
puede conducir a una reacción prolongada durante varios días e incluso meses, al se los alucinógenos
liposolubles y almacenarse en los depósitos de grasa durante mucho tiempo. Las personas que se
recuperan pueden presentar un fenómeno de marcha atrás en el que experimentan el viaje inicial sin
haber ingerido drogas.
Tratamiento
Cuando el paciente está con un “mal viaje” el tratamiento será tranquilizar al paciente. Habrá una primera
fase para controlar los efectos de la estimación, al reducir los estimulación. Habrá una segunda fase de
proporcionar al paciente un sentido de la realidad con una orientación temporal, orientación espacial, de
identidad, y explicar al paciente el motivo por el que se encuentra en el hospital. Es en la tercera fase
donde se tranquiliza al paciente al explicarle lo que está ocurriendo y por qué. Es en la cuarta fase donde
se controlará al paciente por si se producen crisis de violencia. En la quinta fase se mantiene el estado
de tranquilidad. En la sexta fase se explican los delirios del paciente pero no se le contradice. Si hay
manifestaciones de violencia o pérdida de control se administrará Diazepam. 30-50 mg inmediatamente y
10-20 mg cada 1-2 horas si es preciso.
Clasificación
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Tratamiento
Las benzodiacepinas, el haloperidol, y otros antipsicóticos son los fármacos de elección. En los casos
graves es precisa su administración parenteral junto con medidas de soporte vital. La hipertermia y el
estatus epiléptico, requieren un tratamiento enérgico ya que puede llegar la muerte si se produce la
combinación de los efectos de varias drogas.
5.6. CANNABIS
Los derivados del cannabis proceden de la planta cannabis sativa originaria de Asia, el principio
psicoactivo más importante de la planta es el THC, delta-9-tetrahidrocannabinol. La planta entera
triturada constituye la hierba, denominada marihuana, también puede presentarse en forma de “hachís”
llamado también chocolate, que es el consumido, al ser más rentable al estar más concentrado. Su
consumo está muy extendido y se suele fumar en grupo solo o mezclado con el tabaco, es el llamado
porro, canuto o petardo que es aspirado sucesivamente por los componentes del grupo. Presentan
propiedades psicoestimulantes y psicodepresivas y a altas dosis es alucinógeno.
Farmacocinética
El THC y los demás Cannabinoides naturales son muy liposolubles y tienen una vida media de 8 días en
las grasas, se almacena en el organismo en el hígado, pulmones, y cerebro. Se elimina en un mes.
Atraviesan la barrera placentaria.
Vía de administración: inhalada un 20%, oral un 6%
Vías de eliminación: por vía hepática (80%) supone una recirculación enterohepática. Urinaria el 20%
restante.
Sintomatología clínica
Presenta tolerancia, e interacciones con otras drogas con actividad en el SNC como las anfetaminas,
barbitúricos y alcohol.
Consumo crónico
Efectos psíquicos
Dependen del nivel de dosificación, de las expectativas, estado anímico del paciente, de su experiencia
previa, y de la influencia social. Inicialmente aparece una sensación de flotación, y relajación, con una
laxitud agradable, euforia y volutibilidad, además puede aparecer una hiperestésia sensorial, sensación
de que el tiempo pasa lentamente. Posteriormente pasará a un estado de indiferencia, apatía, fatiga, y
somnolencia. A dosis mayores confusión, angustia, inquietud, o incluso crisis de pánico, distimia
depresiva, despersonalización y desrrealización, ilusiones y alucinaciones, bloqueos del pensamiento e
ideas delirantes paranoides, puede aparecer auténtico delirio.
Bibliografía
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otras drogas en el medio laboral.
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ANEXO
6. Explique los aspectos epidemiológicos del síndrome del edificio enfermo y los tipos
de contaminantes presentes.
14. Exponga los efectos tóxicos del alcoholismo, de la adicción a la heroína y los
alucinógenos y sus correspondientes tratamientos.
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