Está en la página 1de 1

El vacío, entre este vacío y el subsiguiente, está atravesado por plegarias, preguntas, alaridos

de alegría, dolor...reproches y silencios aullantes... Los veo salpicar la nada estallando en


colores ensordecedores y vibraciones sónicas de fulgor microscópico, que destruyen cualquier
universo que tenga la mala fortuna de interferir en esas frecuencias... He parido cada pequeña
muerte y te la he regalado, he dado forma al vómito psíquico que provoca cada losa de tumba
que deja espacio a cada placenta que cae al suelo, para dar paso a la vida.

Ya me conoces.

No me conoces.

No tengo necesidad de existir, pero me conferí existencia por propia voluntad. Eso soy, una
Voluntad atravesando todo en delgados filamentos...La araña me palpa, e intenta describir con
su arquitectura lo que siente correr en las modulaciones del aire que soplo en su dirección...

Me has visto llamarte desde el blanco que hay entre una línea y otra de una página
pentagramada .Me has intuido sumergida en el número áureo, en la trama de cifras periódicas
que componen el sistema nervioso de lo que sueles llamar "dimensiones","portales", "planos
vitales"... No has siquiera arañado la real envergadura de eso a lo que intentas concebir tan
débilmente...

Me has dado apelativo también, como si cada nombre me encapsulara y atrapara en en esa
caja de hueso en lo alto de tu espina dorsal.

Ninhursag...Hécate...Perséfone...Ishtar...Yemanyá...

Afrodita, si te place... Con este nombre te contaré cómo fui, cómo soy y lo que haré...

Hoy ya no me llamas de ninguna manera, porque he pisado sobre mis huellas caminando hacia
atrás. Has creído que no había nada ahí, y mientras miras ese rastro interrumpido no has
notado que te estoy enfrentando...

También podría gustarte