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Programa de Economía de Fichas en El Hogar
Programa de Economía de Fichas en El Hogar
ISSN: 1794-9998
revistadiversitas@correo.usta.edu.co
Universidad Santo Tomás
Colombia
*
Artículo de investigación.
**
Correspondencia: Franklin Soler, Facultad de Psicología. Universidad Santo Tomás. Correo electrónico:fgsoler@gmail.com. Dirección postal: Autopista
Norte, calle 209, Vía Arrayanes, Km 1.5, Bogotá, Colombia.
373
Franklin Soler, Johanna Paola Herrera, Sebastián Buitrago, Linney Barón
Abstract
It applies a token economy program to modify some disruptive behaviors of a child. It is intended
to decrease the answer in an inappropriate manner and make tantrums and encourage the occu-
rrence of follow-up instructions for behaviors such as to fix the bed, collecting and organizing toys,
collect and organize your clothes, do their homework. It is a thorough review of the implementa-
tion of the token economy in various fields and behavioral problems. Following an ABA design, the
results confirm the behavior change made a better adjustment of the child’s behavior at school
and home environment. An analysis is made from some of the principles of behavioral economics.
saciedad con el reforzador: a mayor número de Espada, Méndez & Orgilés (2005) evaluaron la
fichas otorgadas por la ejecución de la conducta efectividad de esta técnica al tratar la fobia a la
deseada, más frecuente será la ejecución de esa oscuridad, examinando la contribución del siste-
conducta. Para Ayllon & Azrin (1974) la saciedad ma a la eficacia del programa de escenificaciones
fija un límite sobre un número de fichas que se emotivas. Se trabajó con 65 niños (con edad me-
pueden dar por una tarea, el cual no puede ser tan dia de seis años y tres meses), asignándolos alea-
grande que permita al individuo pasársela largo toriamente a tres condiciones experimentales: 1.
tiempo sin ganar fichas, viviendo solamente de las Tratamiento con el programa de escenificaciones
que ganó anteriormente; por tanto, toda conducta emotivas con economía de fichas; 2. Tratamiento
se espera en un tiempo y lugar determinado y el con el programa de escenificaciones emotivas sin
reforzador debe tener los dos aspectos en cuenta, economía de fichas y 3. Grupo de control en lis-
asegurándose que quien entrega los reforzadores ta de espera. El tratamiento fue aplicado por los
esté siempre disponible para hacerlo. De no ser padres, con doce sesiones de 30 minutos de du-
así, se altera la efectividad del tratamiento. ración, después de haber realizado el respectivo
entrenamiento. Se encontraron diferencias signi-
Es preciso aclarar que para que este sistema fun- ficativas entre las tres condiciones experimenta-
cione de manera adecuada, previa y concertada- les mencionadas. El tratamiento expuesto en la
mente se fija el valor de intercambio de las fichas primera condición experimental alcanzó resulta-
que se otorguen y las conductas que van a ser dos muy superiores al programa sin economía de
premiadas y adoptadas por el sujeto. El progra- fichas, al disminuir su temor a la oscuridad signi-
ma refuerza con fichas la conducta deseada (cada ficativamente, lo que revela la importancia, efi-
vez que ella ocurra), para motivar al sujeto a im- cacia y utilidad del programa. Los niños del grupo
plementarla; sin embargo, cuando las conductas de control mostraron conductas de evitación y
se consoliden, se deben espaciar los intervalos expresaron un nivel alto de temor a la oscuridad
de intercambio para lograr una deshabituación después del periodo de espera, con diferencias
progresiva de las fichas y de los reforzadores que significativas frente a los otros tratamientos; por
obtiene el sujeto y reemplazarlos por reforzado- tanto la economía de fichas es útil en el trata-
res sociales como elogios y reconocimientos. Para miento de la fobia a la oscuridad en la infancia.
Rimm & Masters (1980) hay riesgos al terminar
abruptamente estos programas, porque mante- Por su parte, Moreno, Lora & Guerreiro (2003)
ner los nuevos patrones de conducta depende so- probaron el sistema con trastornos en la ingestión
lamente de las contingencias naturales o de los alimentaria en un niño de seis años. En primer lu-
reforzadores sociales; he allí la importancia de gar se llevó a cabo un programa de entrenamiento
diseñar adecuadamente la fase de retirada del con los padres para favorecer la adquisición de
tratamiento para obtener su máximo provecho. habilidades en el manejo del sistema de fichas en
el hogar, con el fin de modificar conductas pro-
La economía de fichas, a pesar de ser una técnica blema. Los resultados evidencian cómo los padres
de fácil aplicación en instituciones psiquiátricas, desarrollaron eficazmente las habilidades apren-
las experiencias sobre éstas en publicaciones son didas, lo que incrementó su capacidad de afronta-
muy reducidas, más, si se tiene en cuenta que el miento ante nuevas situaciones problema que se
programa ha demostrado ser exitoso al aplicarse puedan presentar. Con respecto al niño se obser-
en instituciones penitenciarias, instituciones psi- vó cómo se instauraron hábitos, tales como el co-
quiátricas, niños con desordenes conductuales y mer sólo e ingerir comida sin triturar aumentando
trastornos de la conducta alimentaria, por sólo así la cantidad y variedad de comida ingerida.
mencionar algunas. Para evidenciar esto, es pre- En conclusión se evidencia la eficacia del control
ciso citar algunos estudios basados en aplicacio- ambiental aplicado por el sistema cuando se usa
nes de la economía de fichas, para tener una idea en el tratamiento por parte de los padres para
de la utilidad e importancia del sistema. enfrentar problemas alimenticios de sus hijos.
Es importante citar la experiencia de Olivares, el que los reforzadores de apoyo fueron mante-
Méndez & Maciá (1990), quienes combinaron la nidos, pero se reformularon las cláusulas del con-
economía de fichas con técnicas de relajación en trato adaptándolas a conductas de rendimiento
grupo y desensibilización en un sujeto con retraso académico. Los resultados logrados en la aplica-
mental de catorce años de edad, que mostraba ción, se mantuvieron durante el seguimiento, lo
mutismo selectivo como producto de un proce- que permitió al sujeto una integración efectiva
so de aprendizaje. En primer lugar se realizó una al entorno escolar, y demuestra la efectividad de
fase de evaluación, desarrollando entrevistas con este paquete de intervención compuesto, en el
los padres, la profesora y la educadora, acompa- que se integra el sistema de economía de fichas,
ñado de la aplicación de varios test psicométri- con técnicas de relajación y desensibilización en
cos. Se realizó un registro conductual del mutis- vivo. Sería de interés indagar el aporte de estas
mo selectivo, con uso de viodegrabaciones en el dos últimas técnicas en el cambio conductual y
aula de clase, donde se registraba la frecuencia y especificar si el resultado arrojado es más un pro-
longitud de la respuesta verbal al finalizar la jor- ducto del fortalecimiento en el ambiente a través
nada escolar. Se registró también la conducta de del programa.
aproximación física en los espacios de recreo, re-
portada directamente por los observadores, de- Otra aplicación interesante de la economía de fi-
terminando claramente los intervalos de observa- chas es la realizada por Peinado (1980) en su tesis
ción. El periodo de línea base se realizó a lo largo doctoral, sobre responsividad de los deficientes
de una semana escolar, luego se hizo exploración mentales a la aplicación del sistema de fichas
de los refuerzos (por ejemplo la actividad física en la clase. Los participantes fueron ocho clases
en el juego de baloncesto, golosinas y refrescos) de retrasados mentales, cuatro experimentales
y se llevó una intervención en dos fases, de 2 y 5 y cuatro de control, con condiciones de retraso
semanas respectivamente. La relajación en gru- profundo, moderado, ligero y límite. En las clases
po se hizo quince minutos antes de la sesión de experimentales con la implantación del sistema,
desensibilización sistemática en vivo y el sistema se registra responsividad significativa de todas las
de fichas se estableció por medio de un contrato condiciones de retraso, aunque diferencial según
del que fue informada la clase, acompañado de el grado del mismo, denotando la eficacia y uti-
una hoja de registro en el que se anotaban las lidad del sistema en el tratamiento de conductas
fichas obtenidas, ya que los reforzadores que se en niños con retraso mental.
entregaron beneficiaron tanto al sujeto como a
la clase. El inicio del tratamiento produce inme- Por otro lado, Virués (2004) presenta el caso de
diatamente un rápido incremento del número de un paciente con diagnóstico de trastorno límite
verbalizaciones en el sujeto, llegando a alcanzar de personalidad, institucionalizado en una comu-
20 a la hora y 14 al final de la primera fase del nidad terapéutica con historia psiquiátrica y pro-
tratamiento. La longitud de las respuestas verba- blemas de comportamiento. Inicialmente se pro-
les pasó de dos a cien palabras. De igual forma la cedió a aplicar un análisis funcional exhaustivo de
conducta de permanecer a menos de un metro de las conductas problema, y posterior al mismo, la
distancia de otro individuo, aumentó en frecuen- intervención consideró como foco de conductas
cia y duración, aunque se instauró en el contrato deseables, el control de consumo de estimulan-
después del undécimo día de tratamiento. tes, aumento de actividades de ocio, aumento de
comportamientos de autocuidado y reducción de
El programa de refuerzo diseñado incluía distintas conductas problema, mediante la economía de
fases de razón fija (RF), comenzando a reforzar fichas y control de contingencias, medidas que
cada respuesta en una tasa (RF1) –refuerzo positi- fueron implementadas a través de un contrato
vo y continuo–, para concluir, en una última fase, conductual. Durante los dos meses de vigencia
reforzando cada diez respuestas verbales (RF10). del tratamiento, se observó una dramática reduc-
La retirada del programa individual se realizó pa- ción de todos los comportamientos problema, así
sando a un contrato entre clase y profesora, en como de otras conductas que no fueron objeto
directo de intervención; por ello, el sistema de trastorno, utilizando como forma de medición la
tratamiento permitió un mejoramiento significati- observación y los registros conductuales. Luego
vo de la calidad de vida del paciente. se establecieron horarios de trabajo en cada una
de las actividades propuestas, al utilizar fichas
Carrasco (2008) hizo una aplicación de un progra- como reforzadores en la emisión de las conductas
ma de modificación de conducta, basado en eco- previamente acordadas en cada área: primero se
nomía de fichas, en un hogar para acogida de me- hizo entrega gratuita de fichas, que correspon-
nores víctimas de maltrato físico y emocional por dían a bonos marcados y firmados al respaldo por
parte de sus padres, en la ciudad de Guatemala. el profesional para reconocerlas como objeto de
En primer lugar se realizó la evaluación y análisis intercambio de reforzadores; luego se entregaron
funcional, con registro de conductas disruptivas las fichas sólo frente a las conductas deseadas y
que se clasificaron en tres grupos: ejercicio de la entrega de las mismas estuvo a cargo de varias
autoridad, agresividad física y descarga oposi- personas.
ción. Con el tratamiento se buscaba eliminar las
conductas disruptivas de los menores, utilizando Una vez establecidas las conductas se realizó una
técnicas de moldeamiento y reforzamiento dife- retirada gradual. El programa en esta primera pu-
rencial de otras conductas (RDO). En los resulta- blicación se encontraba en ejecución y se hace
dos se muestra la validez del programa, ya que un reporte de las dos primeras fases, con una
las conductas disruptivas de todos los participan- duración de diez semanas, en las cuales se han
tes, se redujeron en un 75,56% terminada la inter- obtenido logros a nivel comportamental y en lo
vención, lo que denota un porcentaje altamente que refiere al manejo de la atención, permitiendo
significativo. dirigir y seleccionar la actividad mental en tareas
de constante movimiento o aquellas que deman-
Saldaña (1984) comenta ampliamente las apor- dan mayor concentración y atención con aumento
taciones de la perspectiva conductual al campo del tiempo de permanencia en las actividades.
de la salud, al nombrar los procedimientos con- Se incrementó la frecuencia de la puntualidad
ductuales utilizados en la prevención primaria, para ingresar a las actividades, el contacto visual
secundaria y terciaria. Dentro de tales procedi- sostenido mientras hay comunicación verbal, la
mientos cita la economía de fichas, que se clasifi- preparación del material y el salón para cada ac-
ca en los procedimientos de manipulación de con- tividad, el saludar y despedirse, permanecer en
tingencias, resaltando su amplia utilidad frente a el salón durante toda la actividad, permanecer
aspectos tales como los estilos de alimentación y sentado durante cinco minutos. Todo ello a través
el aumento de la actividad física en el nivel pri- de la realización de actividades de tipo recreati-
mario, adherencia médica en el nivel secundario vo permitiendo el establecimiento de comporta-
y control de dosis de insulina en diabéticos a nivel mientos adaptativos.
terciario, que permite fomentar el aprendizaje de
habilidades para controlar la enfermedad. Como se ha visto, el programa de economía de
fichas es de gran importancia para el tratamiento
En el contexto colombiano es importante men- de conductas problemáticas y es una oportunidad
cionar la experiencia de Ospina (2003), quien de- para el mejoramiento de la calidad de vida de
sarrolló un programa de economía de fichas en poblaciones que se encuentran en situaciones en
niños, con trastorno deficitario de la atención e las cuales resulta difícil llegar a cumplir incluso
hiperactividad asociado a su discapacidad inte- con las habilidades básicas que refieren al auto-
lectual en niños y niñas de la Fundación Cindes cuidado. Un ejemplo de esto corresponde a la ex-
de la ciudad de Pereira. El sistema se basó en periencia de Sanjurjo (SF), quien trabajó con per-
actividades recreativas como la musicoterapia, sonas con trastornos mentales severos y graves,
actividad acuática terapéutica, artes manuales, sintomatología negativa y largo tiempo de evolu-
sistemas y expresión lingüística. En primer lugar ción, en la que había deterioro de sus actividades
se seleccionaron ocho niños diagnosticados con el de la vida diaria, lo cual implicaba la pérdida de
lesiones personales y eventos negativos; también Es importante mencionar que también se han
se reporta un pequeño incremento en el uso de estudiado experimentalmente los efectos de la
medicamentos de emergencia aunque este no fue administración de refuerzo social y de refuerzo
estadísticamente significativo. En esta investiga- material con fichas sobre las conductas verba-
ción se encuentra soporte para el uso de la eco- les, intraverbales y textuales en un programa de
nomía de fichas en escenarios psiquiátricos agu- aprendizaje para niños con deficiencia auditiva
dos, con un alto impacto como tecnología para profunda, en el Centro Municipal Fonoaudiológico
facilitar el cambio. de Barcelona. Se ha demostrado la superioridad
del refuerzo con fichas sobre el refuerzo social
Aguilar & Navarro (2008) utilizaron la técnica en el aprendizaje de las tareas planteadas. El
conductual de economía de fichas con tres es- refuerzo material ha actuado como un potente
tudiantes bajo tutela judicial, que presentaban elemento motivacional y de feed-back corrector,
problemas de adaptación escolar, negándose a siendo más poderoso que el social (Arnau, Calvet
desarrollar las tareas al hacer ruidos inadecuados & Sanuy, 1981).
con la boca, arruinar el material escolar, utilizar
agresiones verbales a sus pares y educadores, y De igual forma se han desarrollado modelos de
en general falta de motivación frente a las activi- intervención multimodales en procesos de apli-
dades académicas. En primer lugar se hizo un es- cación y comprobación, en donde se integra el
tudio conductual de cada uno, estableciendo las sistema de economía de fichas con otros procedi-
conductas objeto de intervención según la situa- mientos, tal como ocurre con Moreno (2001) quien
ción particular de cada sujeto, como por ejemplo, articula procedimientos de manejo de contingen-
eliminar o reducir los ruidos inoportunos, elimi- cias y técnicas cognitivas, como reforzamiento,
nar o reducir los “maullidos”, reducir los comen- control de estímulos, economía de fichas, tiempo
tarios verbales de oposición a realizar las tareas fuera y entrenamiento en autoinstrucciones, en
escolares, entre otros. Luego se llevó a cabo una seis etapas sucesivas, aplicando el sistema de fi-
evaluación de las preferencias de los estímulos, chas en la etapa de los procedimientos de manejo
cuando se presentaron al menos cinco pares de de contingencias y en el que se busca reducir la
reforzadores diferentes a cada participante, para conducta de hiperactividad que interfiere con el
que eligieran el que más les interesaba. Algunos aprendizaje y aumentar el rendimiento académi-
ejemplos son: obtener atención del profesor, la co, ofreciendo un programa terapéutico completo
calificación positiva de su trabajo escolar, infor- al respecto.
mar positivamente a su tutor del centro de inter-
namiento, ayuda en la realización de tareas, entre Stover (2004) refiere haber utilizado la economía
otros. Se hizo uso del contrato de contingencias de fichas junto con costo de respuesta para dis-
que iba modificándose según el caso particular minuir verbalizaciones inapropiadas en estudian-
en dos de los casos, y en el tercero, se aplicó la tes de séptimo y octavo grado; Mateos y Solano
economía de fichas, con cartulinas y reforzadores (2004) lo utilizaron exitosamente en el tratamien-
de apoyo, acumulando puntos por cada conducta to de la anorexia y bulimia nerviosa. Hail (2004)
deseable. Tras la intervención se mejoró la adap- fue un sistema exitoso para establecer la toma
tación escolar y disminuyeron significativamente de decisiones financiera en estudiantes de quinto
las conductas disruptivas. En el participante que grado, Anderson y Katsiyannis (2004) lo utilizaron
se aplicó el sistema de fichas, se redujeron el nú- para establecer conductas de disciplina en estu-
mero de quejas durante las sesiones de trabajo diantes de quinto grado con problemas de com-
y aumentaron significativamente las tareas esco- portamiento y Gannon, Harmon y Williams (2004)
lares en que tenía una participación activa. En reportan su utilidad en escenarios naturales como
conclusión, el sistema de refuerzos permitió una el hogar (citados en Acevedo & cols, 2006).
mejor actitud frente a las actividades escolares.
La economía de fichas ha sido ampliamente uti-
lizada como una alternativa de tratamiento, re-
diariamente, tender su cama, bañarse, levantar y fin de observar la estabilidad de las mismas, en
ordenar sus juguetes, levantar y ordenar su ropa, ausencia del tratamiento, y cómo se mantenían
almorzar, e ir a misa los domingos. Adicionalmen- en el ambiente natural, durante un periodo de
te, vemos que contesta de manera inadecuada y dos semanas.
en algunas ocasiones hace pataletas.
Procedimiento
Instrumentos
Se instauró un sistema de economía de fichas
Para el desarrollo del programa de economía de siguiendo el modelo descrito por Ayllon & Azrin
fichas se utilizaron formatos de registro de cada (1974). Se utilizaron el reforzamiento positivo para
una de las conductas, en las que se toma nota promover la ocurrencia de conductas deseables y
de la frecuencia con que se presenta cada una el costo de respuesta para propiciar el decremen-
de las conductas y en algunos casos de registro to de las conductas indeseables. Como conductas
también tiempo de ejecución de las mismas. Para deseables se seleccionaron las asociadas con el
la fase de retirada del programa se tuvieron en seguimiento de instrucciones: hacer los deberes
cuenta los tiempos de ejecución, en unidades de escolares diariamente, tender la cama, bañarse,
segundos. Asimismo se utilizaron hojas de control levantar y ordenar sus juguetes, levantar y orde-
de las fichas, por cada semana de tratamiento, en nar su ropa, almorzar, e ir a misa los domingos.
las que se establece el sistema de precios y los Para estas conductas no sólo se tuvo en cuenta el
reforzadores disponibles, al igual que los saldos criterio de ocurrencia, sino que dicha conducta se
correspondientes. En cuanto a los reforzadores, presentará de forma completa (como el caso de
se utilizaron cerca de 28, que en su mayoría in- hacer tareas). De este modo, se consideran como
cluyen eventos durables como: cuentos infantiles, conductas indeseables, el hacer pataletas y con-
juguetes para niños, algunas golosinas (chocola- testar inadecuadamente, si para el caso, no se
tinas, helados, yogures), comidas rápidas y re- lleva a cabo la tarea. Conductas tales como ten-
forzadores que consisten en ciertas actividades, der la cama, levantar y ordenar la ropa, debieron
como: sesiones de cine casero, acceso a la TV, ser moldeadas, ya que no se estaban dando de
las cuales proporcionan una variedad de fuentes manera adecuada, por lo cual se reforzaron acer-
de reforzamiento. Se utilizaron 80 fichas durables camientos sucesivos, partiendo de las conductas
de madera con figuras de diferentes colores, que que ya presentaba el niño. Los administradores
sirvieron como reforzadores condicionados de del sistema fueron la abuela y la tía del niño a
cada conducta y dos cajas de plástico, una para el quienes se entrenaron para este propósito.
niño, y otra para los administradores del sistema
de acceso restringido, para almacenar las fichas. Se le dio un precio a cada una de las conductas,
de acuerdo con el nivel de importancia que te-
Diseño nían. El costo de los reforzadores se asignó de
acuerdo con el grado de preferencia del niño. El
Se empleó un diseño A B A, que consistió en to- sistema estuvo todo el tiempo sujeto a reajuste,
mar una línea de base de las conductas deseables sobre todo en la primera semana, para evitar que
e indeseables previamente especificadas, por un se acumularan fichas, asegurando siempre que
tiempo de tres semanas (A). Posteriormente se el niño tuviera la posibilidad de alcanzar los re-
ejecutó el tratamiento, cuyo objetivo era hacer forzadores. Este ajuste se realizó con el fin de
una aplicación controlada de un Programa de Eco- mantener el equilibrio económico del sistema.
nomía de Fichas en el hogar, con el objetivo de En la primera semana (en el caso de aquellas
lograr un mejor ajuste del comportamiento del conductas incluidas en la dimensión de seguir
niño al ámbito escolar y familiar durante cuatro instrucciones), sólo se reforzaban sí y solo sí,
semanas (B) y finalmente se retiró el tratamiento, la ejecución deseable se iniciaba en un periodo
registrando la ocurrencia de las conductas con el de tres minutos después de dada la instrucción;
en la segunda semana, dos minutos después; en repertorio conductual del niño, sin necesidad de
la tercera semana, un minuto y en la última del dar la orden como cepillarse los dientes, peinar-
tratamiento se entregaba la ficha si la conduc- se y vestirse solo. Siempre que se entregaban las
ta ocurría hasta máximo 30 segundos después de fichas, se explicaba al niño porqué la obtenía y
dada la instrucción. Sólo se realizaba un llamado se acompañaba de reforzadores verbales. Es im-
ante cada conducta, teniendo la precaución de portante resaltar que las conductas que se han
evitar dar instrucciones contradictorias por parte determinado aquí como deseables o indeseables
de las dos personas que permanecían en el hogar; se han identificado luego de haber realizado ob-
los reforzadores de apoyo eran entregados en el servaciones del comportamiento y su impacto en
mismo lugar, siempre y cuando el niño tuviera las el medio: específicamente en las relaciones con
fichas necesarias para disponer de los mismos e los padres y la abuela y viceversa.
igualmente eran entregados por varias personas.
En la tercera y cuarta semana, se hizo una baja de Resultados
precios, y la posibilidad de acceso a cinco nuevos
reforzadores. Las figuras muestran la tendencia de cada una de
las conductas en la línea de base, la implementa-
Al inicio de la intervención se explicó claramen- ción del programa y el desvanecimiento del mis-
te al niño, las conductas deseables por lograr y mo semanalmente. Para las conductas asociadas
por las que se otorgarán fichas y las indeseables al seguimiento de instrucciones, el criterio de
a multar. También se mostraron cada uno de los cambio conductual estuvo determinado por el de-
privilegios que se obtendrían mediante el canje cremento en el número de veces que es necesario
de fichas, haciendo así una muestra de cada uno dar la instrucción para que ella sea ejecutada por
de los reforzadores, para asegurar que si no se parte del niño. En la fase de implementación del
usaban, no sería por falta de familiaridad. La hoja programa de economía de fichas, sólo se entre-
de control y los reforzadores permanecían todo el gaba el reforzador si la conducta ocurría una vez
tiempo a la vista del niño. Se otorgaron y quitaron dada la instrucción. En esta fase se pidió a los ad-
las fichas inmediatamente después de ocurridas ministradores del sistema dar la instrucción una
las conductas e igualmente no se permitió que el sola vez. Como las figuras muestran el registro
niño acumulara más fichas de las que podía gastar semanal, el mínimo de instrucciones a la semana
en un periodo corto de tiempo, de tal forma que para la ejecución de la conducta es de siete (7),
el sistema siempre mantuvo su equilibrio y nunca que corresponde a una instrucción diaria.
se quedó sin fichas. Durante la transición de la
primera a la segunda semana, se hizo un cam- La Figura 1 muestra el número de instrucciones
bio de precios en dos conductas: hacer sus tareas que era necesario dar al niño antes de la imple-
al primer llamado y bañarse, donde se paso de mentación del programa en la que se solicitaba
dar tres fichas a dos fichas, ya que se estaban que empezara a hacer los deberes escolares. Ape-
acumulando fichas diariamente, y se estaba per- nas se inicia el programa ya se observa un decre-
turbando el equilibrio. El resto de valores perma- mento en el número de instrucciones, llegando a
necieron estables por todo el tratamiento. Nunca darse solamente una instrucción diaria. El registro
se dio crédito, y el niño debió pagar lo instaurado se hacía una vez ocurriera la conducta después de
por el sistema de precios antes de adquirir el re- dada la instrucción. Desde que se empezó la im-
forzador. Se controló el ambiente, de tal forma plementación del programa, se dio un tiempo de 3
que no pudiera acceder a los reforzadores de una minutos (en la semana 4), 2 minutos (semana 5), un
manera diferente a la permitida por el sistema; minuto (semana 6), 30 segundos (semana 7) para
por ejemplo, el ver televisión sólo era posible a que la conducta empezara a ocurrir.
través de las fichas.
La figura no sólo muestra el decremento en el número de veces en que realmente lo hizo. Hay
número de instrucciones, sino que además hay que tener en cuenta que a esta conducta fue ne-
un decremento en la latencia, lo que es bastante cesario moldearla, ya que si bien ocurría de al-
positivo. En la fase de retirada del programa se guna forma, la topografía de la misma no era la
observa un mantenimiento en el número de ins- más adecuada. De nuevo, la implementación del
trucciones dadas al respecto. En la línea de base programa favoreció la reducción en el número de
muchas de las peticiones de hacer tareas no eran veces que se solicitaba por parte de los adminis-
seguidas, es decir, en muchas ocasiones el niño tradores del programa el arreglo de la cama. De-
no hacía las tareas. La figura no muestra un incre- cremento que se mantiene en la fase de retirada.
mento en el número de veces que se hace tareas, También se observa, respecto de la línea de base,
sino el ajuste perfecto entre la petición y el cum- un incremento en el número de veces que el niño
plimiento de la misma. tiende la cama; tendencia que se mantiene en
la fase de retirada del programa. En esta fase,
La Figura 2 muestra el número de instrucciones incluso la conducta llegó a presentarse sin haber
dadas para que el niño hiciera la cama versus el dado la instrucción.
Figura 4. Número de instrucciones dadas y seguidas para levantar y ordenar los juguetes
En la misma fase incluso llegó a ocurrir la conducta sin que se diera la instrucción. En la fase de retirada la conducta
mostró un leve decremento pero aún así se mantuvo por encima de lo mostrado en línea de base.
La Figura 8 muestra la tendencia de la conducta de hacer pataletas. Como se observa, hay un decre-
mento notorio en la fase de implementación del ducta de contestar de manera inadecuada res-
programa de economía y al retirarlo la tendencia pecto de la línea de base. Al retirar el sistema la
se mantuvo. conducta refleja un incremento, lo que permitiría
pensar la sensibilidad de esta conducta al sistema
Por último, la Figura 9 representa lo ocurrido de reforzamiento implementado.
cuando se implementó el programa con la con-
Discusión
plementación del programa. En ese momento el
Antes de implementar el sistema de economía de niño estaba enterado de que su comportamiento
fichas, se hicieron los análisis funcionales relacio- estaba siendo observado, lo que probablemente
nados con las conductas problemas del niño, por influyó en este cambio.
lo que la decisión de utilizar el programa fue pro-
ducto inicialmente de dichos análisis y los resulta- Respecto de la implementación del programa se
dos obtenidos ratifican esto. observó que en la segunda semana algunos refor-
zadores de apoyo no eran fácilmente accesibles
Como se pudo observar, la implementación del para el niño, por lo que fue necesario hacer un
programa fue lo suficientemente exitosa como ajuste de precios. Dichos ajustes se hicieron a lo
para garantizar un mejor ajuste del comporta- largo del programa, de varias maneras: lo impor-
miento del niño a su entorno académico y fami- tante es que en el sistema no permita la acumu-
liar. Si bien, el caso del niño es bastante comple- lación de reforzadores condicionados por parte
jo, el programa contribuyó no sólo al ajuste de del niño ni que se recurra al crédito (cosa que el
su comportamiento, sino también el de los de- sistema no permite) porque los reforzadores sean
más miembros de su entorno, ya que situaciones muy costosos. De tal manera, la relación que se
como, por ejemplo, las instrucciones que se da- dé entre los reforzadores condicionados (fichas)
ban de manera intensa para reportar resultados, obtenidos por la emisión del comportamiento y el
éstos son un reflejo de la forma inadecuada como número de fichas que se tienen que dar a cambio
se expresan estas instrucciones o la ausencia de de los reforzadores de apoyo, será determinante
consecuencias que favorecieran la ocurrencia del en la efectividad del programa. Winkler (1980),
comportamiento. Ello implica que a pesar de que Kagel & Winkler (1972) y Winkler (1972) afirman
el sistema va dirigido al niño, la administración que para que el sistema de economía de fichas
del mismo implica ajustes en la conducta de los sea exitoso, la relación entre ingresos y gastos
administradores y una forma más adecuada de debe ser de 1 o tender a 1, lo que permite eviden-
comunicación en la que se reducen los niveles de ciar el equilibrio económico del sistema. Según
conflicto, producto del estrés que genera en la esto, un exceso de ingresos (obtención de muchas
familia el comportamiento desobediente del niño. fichas porque se paga demasiado por cada uno
de los comportamientos) llevará a que se pierda
Uno de los aspectos interesantes es el hecho motivación para el comportamiento y por ende
de que la mayoría de las conductas empezaron el programa fracasará; por otro lado, si el precio
a mostrar un cambio desde la tercera semana de los reforzadores de apoyo (gastos) es muy alto
de observación (línea de base) antes de la im- (como ocurrió en las primeras dos semanas) el
comportamiento también se deteriorará, ya que La economía de fichas demuestra ser una técni-
se percibe que ellos son inalcanzables. De tal ma- ca útil para trabajar en la crianza de los niños y
nera que lo más difícil en la implementación de tiene la ventaja adicional de que se pueden tra-
un programa de este tipo es tratar de mantener el bajar muchas conductas de manera simultánea:
sistema en equilibrio que permita no sólo un be- al mismo tiempo, prepara mejor a los padres para
neficio en este caso para el niño sino además que afrontar de manera más adecuada esta labor, re-
facilite el desvanecimiento del programa, para duciendo el manejo inadecuado de emociones,
que los comportamientos vayan quedando bajo disminuyendo situaciones de agresividad y mal-
refuerzo natural. trato y, algo muy común, previene el uso de cri-
terios diferentes entre los padres, respecto de la
En este caso, los ajustes se dieron por la inclusión educación y formación de los hijos.
de nuevos reforzadores de apoyo a bajo precio
(por pocas fichas) y un decremento en el precio
de los que ya estaban establecidos. Referencias
Otro especto a destacar es que la mayoría de las Acevedo, A., Cota, C., Helú, P., Tello de Meneses,
conductas se mantenían sin que el programa es- C., Tena, M. & Guzmán, J. (2006). Aplicación
tuviera operando, pero en el caso de contestar de de economía de fichas en un caso de tras-
manera inadecuada y bañarse se mostraron muy torno en el patrón del sueño. En Revista En-
sensibles a la ausencia de reforzamiento, lo que señanza e investigación en Psicología, 11 (1),
conllevó a que sin el programa se incrementaran. 177-184.
Esto se habría podido evitar haciendo un mejor
desvanecimiento del programa (pagando menos Aguilar, C. & Navarro, J. (2008). Análisis funcio-
fichas por las conductas o incrementando el pre- nal e intervención con economía de fichas y
cio de los reforzadores de apoyo) o prolongando contrato de contingencias en tres casos de
un poco más la duración del mismo. conductas disruptivas en el entorno escolar.
En Revista Latinoamericana de Psicología, 40
Es especialmente diciente el que a pesar de que (1), 133-139.
se presentan incrementos en la gran mayoría de
las conductas deseables, este incremento se hu- Alvord, J (1974). Economía de fichas. México: Edi-
biera hecho más evidente si no se hubiera tenido torial Ciencia de la Conducta.
en cuenta el criterio de latencia que se dio al niño
y que fue variando semanalmente. En muchos ca- Arnau, J., Calvet, P. & Sanuy, J. (1981). Evaluación
sos en los que el niño no obtuvo los reforzadores de los efectos del refuerzo social y del re-
previstos, no fue porque el comportamiento no fuerzo con fichas sobre la conducta verbal de
hubiera ocurrido sino porque no ocurría dentro niños deficientes auditivos profundos. Anua-
del tiempo en el que debía ocurrir. rio de Psicología, 24, 1.
Otro aspecto interesante y que no se mostró en Ayllón, T. & Azrin, N. (1974). Economía de fichas:
las figuras pero que sí se registró, es que también un sistema motivacional para la terapia y la
en algunas conductas se observó un decremento rehabilitación. México: Trillas.
en el tiempo que el niño demoraba en ejecutar-
las. Por ejemplo, al inicio del programa se podía Carrasco, N. (2008). Aplicación de un programa
demorar bastante recogiendo los juguetes o la de economía de fichas en un hogar de acogi-
ropa; la implementación del programa permitió da de menores víctimas de maltrato. Revis-
también hacer ajustes en ese sentido, de tal ma- ta electrónica de intervención psicosocial y
nera que al final muchas de las conductas se da- psicología comunitaria, 3, 11-15. Documento
ban mucho mas rápido. descargable de 3: http://dialnet.unirioja.es/
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