Libro de Estudios Asve 2022 - 2023 Final

Apóstoles Seglares Del
Verbo Encarnado
Estudios 2022-2023
ESTUDIOS DE ASVE 2022 – 2023 “Desde el corazón de la Trinidad, construimos la unidad”
ESTUDIOS PARA LAS COMUNIDADES ASVE 2022 - 2023
No. CONTENIDO Pág.
INTRODUCCCIÓN. 4
1 ESPIRITUALIDAD DEL PEREGRINO. 6
2 SINODALIDAD. 12
3 ÉXODO. 18
4 TRINIDAD: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO. 22
5 DOGMA DE LA TRINIDAD. 27
6 LA TRINIDAD EN LA BIBLIA. 32
7 LA TRINIDAD EN JEANNE DE MATEL. 36
8 MARÍA HIJA DEL PADRE, MADRE DEL HIJO Y ESPOSA DEL ESPÍRITU. 41
9 LA IGLESIA UNA SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. 49
10 LA IGLESIA PEREGRINA. 54
11 LAS VIRTUDES TEOLOGALES: FE, ESPERANZA Y CARIDAD. 57
12 UNIFICACIÓN PERSONAL Y EXPERIENCIA CRISTIANA. 61
13 LLAMADOS A SER SANTOS EN COMUNIDAD. 66
14 COMUNIDADES ASVE REFLEJO DE LA TRINIDAD. 71
15 PERFECTOS EN LA UNIDAD COMO EL PADRE Y YO. 76
16 UNIDAD DE LOS CATÓLICOS EN EL TERCER MILENIO. 84
17 EL BUEN PASTOR. 89
18 LA ALEGRÍA FRUTO DE LA UNIDAD CON CRISTO. 95
19 CONTEMPLEMOS EN LA TRINIDAD EL AMOR DEL QUE 99
PROCEDEMOS.
20 LA UNIDAD NO DEPENDE DE LA ACCIÓN HUMANA, ES DON DEL 107
ESPÍRITU SANTO.
2
ANEXOS: CELEBRACIONES PARA FECHAS ESPECIALES
ANEXO 1 CELEBRACIÓN NACIMIENTO NVM JEANNE DE MATEL. 111
ANEXO 2 CELEBRACIÓN DE ADVIENTO Y NAVIDAD. 118
ANEXO 4 CELEBRACIÓN ENCARNACIÓN. 122
ANEXO 4 VIACRUSIS SINODALIDAD. 127
ANEXO 5 CELEBRACIÓN PASCUAL. 134
EVALUACIÓN 140
3
INTRODUCCIÓN
El lema del XVII Capítulo general de la Congregación del Verbo

Encarnado: “Un Corazón nuevo y un espíritu nuevo hacia la unidad”
fue el que inspiró la temática del pasado ciclo.
De manera especial en los estudios se hizo énfasis en la primera
parte:
“UN CORAZÓN NUEVO Y UN ESPÍRITU NUEVO” recordemos que el
texto de la Palabra de Dios que ilumina esta frase es: Ez. 36,24-28.
“Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países,

y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua
pura que os purificará: de todas nuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar; y os daré un corazón nuevo y os infundiré un
espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y
os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que
caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis
mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios”.
Ha sido en ese contexto que hemos venido reflexionando juntos
estos temas y como Comunidades ASVE seguramente hay en el
corazón de cada uno el anhelo de este NUEVO CORAZÓN, ESTE
NUEVO ESPÍRITU, capaz de tener a Dios como a su único Dios.
En este ciclo nos centraremos en la segunda parte de nuestro lema

capitular: HACIA LA UNIDAD, iluminado por la Palabra en el texto
de Jn. 17, 21-23:
“Que todos sean uno, como Tú, Padre, en mí y Yo en Ti, que ellos
también sean en nosotros para que el mundo crea que Tú me has
enviado”.
Este será un año para caminar juntos hacia la unidad, pero no
solos, acompañados por la Trinidad quien será nuestro referente en
este peregrinar.
Los invitamos, queridos hermanos, a vivir la experiencia, junto con
cada religiosa, hermano(a) miembro de la familia del Verbo
Encarnado a disfrutar la aventura y caminar como peregrinos
4
hacia la Reunificación de la Orden, superando los temores que nos

detienen a SER UNO como nuestro DIOS TRINIDAD.
Es un camino Pascual que lleva consigo la cruz porque alcanzar la

unidad no es fácil, existen las diferencias que nos enriquecen y
complementan pero que en muchas ocasiones detienen el caminar.
Vivamos nuestro éxodo y caminemos juntos hacia la tierra
prometida, a vivir como comunidades ASVE el gran deseo de Jesús:
“QUE TODOS SEAN UNO”.
Los temas que les proponemos para el estudio, son una invitación
a dejarse interpelar por esa unidad que hay en Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo.
Hermano, hermana ASVE, contempla este misterio y camina hacia
la unidad, con un corazón nuevo y un espíritu nuevo. María de
Nazaret y nuestra madre Jeanne Chézard de Matel animen nuestro
peregrinar.
Con nuestro cariño y oración
Representación General de ASVE
5
TEMA 1: ESPIRITUALIDAD DE UN PEREGRINO
INTRODUCCIÓN
Si has tenido la experiencia de
peregrinar hacia algún
santuario, seguramente te
sentirás muy identificado con
la reflexión de este tema y en
especial, si el trayecto ha
durado muchas horas o días.
Si no es así, haz tuya la
experiencia de tantas
personas que, en la vivencia de la religiosidad popular, expresan su
amor a Dios y a María en cada paso, con una fe sencilla y profunda.
¿Por qué este tema en nuestro cuaderno de estudio? Porque somos

parte de este momento de gracia hacia la Reunificación. Cada uno
de los Generalatos vamos de camino hacia ese Kairós ya no tan
lejano y es preciso tomar conciencia de cada paso que damos, como
Congregación, como Comunidad ASVE y también de manera
personal.
La Espiritualidad del peregrino ilumine e inspire este trayecto que

compartimos con todas las Religiosas del Verbo Encarnado de cada
Generalato, para ir soltando lo que no nos permita caminar ligeros
de equipaje y abrir la mente y el corazón para las novedades de
Dios, no sólo cuando llegue el momento de la Reunificación, sino
ya desde ahora, para disfrutar del camino, como lo hace un
peregrino.
ORACIÓN DE UN PEREGRINO AL EMPRENDER SU CAMINO

Padre misericordioso del cielo, nos ponemos en tus manos para
iniciar esta peregrinación. Dígnate protegernos constantemente,
así como acompañaste a tu pueblo Israel en la travesía del
desierto. Que experimentemos que eres en verdad un “Dios-con-
6
nosotros”, un compañero de viaje. Sea tu Espíritu Santo el que nos

guíe por los caminos del bien. María, Madre de los peregrinos, ven
con nosotros al caminar. Amén.
DESARROLLO
Peregrinar no es solamente el camino hacia un santuario, es
esencialmente el camino de vuelta hacia lo cotidiano. Nos hace
avanzar a través de un camino, hacia la meta. Evoca nuestro
caminar por la tierra hacia el cielo” (CIC, 2691).
Exige esfuerzo, horas bajo el sol, frío, cansancio, sed... pero todo se
sobrelleva con gusto.
Para seguir el camino, hemos de conocer la dirección que debemos

seguir para llegar a la feliz culminación de nuestro peregrinar.
Tenemos el mejor mapa, la más segura guía: la fe. No hace falta
buscar atajos, porque Dios mismo nos señala el sendero que
debemos seguir. No nos promete una vía ancha y espaciosa, llena
de comodidades, pero sí nos asegura que llegaremos al punto
deseado.
María nos enseña a recorrer esta “peregrinación en la fe”. La

Anunciación es el punto de partida de donde inicia todo su camino
hacia Dios (Redemptoris Mater, 14). ¡Feliz la que ha creído! (Lc 1,
45).
Un camino de fe que pasa por tortuosos senderos: el presagio de

Simeón, “una espada te atravesará el alma” (Lc 2, 35); el exilio en
Egipto y la oscuridad interior; la actitud de Jesús que se pierde en
el templo a los 12 años y María no logra entender... Hasta la cruz,
que será la cima de su peregrinación terrena en la fe.
Y María “guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lc 2, 51). En

lo secreto de su alma, daba a todos los sucesos y circunstancias de
su vida la dimensión de la fe. En ese silencio y recogimiento interior
María hallaba su fuerza y su luz, su descanso. En la oración
7
recobraba nuevos ánimos, como el peregrino que se refresca con el

agua de la fuente que encuentra a su paso.
La dicha de alguien que peregrina hacia un santuario está en el

cumplimiento de la voluntad de Dios, en seguir sus huellas, en
aceptar también los días nublados y oscuros, las espinas, los
dolores. Si emprende, como María, el camino de la fe avanza con
paso firme y seguro a la claridad de la luz eterna.
María lo guía hacia Cristo Jesús, el eterno peregrino del Padre que
viene al encuentro del hombre, que peregrina hacia Dios, en los
momentos de duda, crisis, silencio, sufrimiento. (Cfr. Catequesis
del Papa, 21 de marzo de 2001).
Al peregrinar, expresamos como Pueblo de Dios una fe sencilla que

brota del amor a Dios, a Cristo, Redentor del género humano y de
la misión salvífica que Dios ha confiado a María de Nazaret. El
recorrer palmo a palmo el camino hacia un santuario, despierta
nuestra fe dormida y nos impulsa a la coherencia de vida,
alimentados por los Sacramentos, la Palabra de Dios y la práctica
de las virtudes cristianas.
Las peregrinaciones se encuentran organizadas bajo el cuidado

pastoral y la dirección del gobierno de una diócesis y, por ello,
tienen una identidad particularmente comunitaria y, por supuesto,
eclesial.
El peregrino tiene un perfil propio:
 Se desinstala de su rutina diaria, para emprender un camino

con María.
 Es amante de la aventura.
 Es ávido de impresiones, vive las emociones con intensidad.
 Reza con llantos o gritos, celebra, canta y agradece con
silbidos.
 Goza de la naturaleza.
 Es intrépido en el peligro, sin miedo al sacrificio.
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 No le contraría el clima, antes bien lo fortalece.

 En la fe, le da sentido al dolor.
 No pierde frescura ante la mortificación.
 El hambre y la sed lo purifican.
 Venera lo sagrado.
 Vislumbra con esperanza su punto de llegada.
 Se sumerge entre sus hermanos de camino.
 Avanza hacia adelante; su único peligro es pararse, su gran
temor es no llegar.
 Su fe es una tensión constante que lo impulsa a peregrinar
con esperanza.
 Se abre a la novedad, acepta la penitencia, que le dispone a
la conversión.
 Se sabe pobre, con necesidad de Dios.
 Va a María para caminar mejor hacia Dios.
 Mira el rostro de María que resplandece con la luz de Dios.
 La toma como ejemplo, guía y ayuda en su camino.
 Está dispuesto a construir comunidad, a obedecer a sus
Pastores y a las autoridades del camino.
 Regresa a su familia con el corazón confortado y su esperanza
fortalecida, por la presencia maternal de María.
En la experiencia de peregrinar, “se puede reconocer al pueblo de

Dios en camino”. Cristo mismo se hace peregrino, y camina
resucitado entre los pobres. La decisión de partir hacia el santuario
es ya una confesión de fe; el caminar es un verdadero canto de
esperanza, y la llegada es un encuentro de amor.
Cuando la meta es un santuario mariano, la mirada del peregrino

se centra en la imagen de la Virgen María, que simboliza la ternura
y la cercanía de Dios entre nosotros. El amor se detiene a
contemplar el misterio y lo disfruta en silencio. También se
conmueve, derramando ante Ella, toda la carga de su dolor y de sus
sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor
expresión del corazón que ha renunciado a la autosuficiencia,
reconociendo que nada puede. Un breve instante condensa una
viva experiencia espiritual.
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COMPROMISO:
 Si has tenido la experiencia de ser peregrino-a en tu
parroquia, ¿qué puedes compartir a tu Comunidad ASVE?
 ¿Qué novedad te aporta la Espiritualidad del peregrino, al
tomar conciencia de que los Generalatos del Verbo Encarnado,
peregrinamos en este momento histórico hacia la
Reunificación?
 ¿Qué elementos del perfil del peregrino necesitamos al
caminar juntos hacia la Reunificación?
 ¿Qué virtudes necesitamos intensificar en este tiempo hacia
la Reunificación, para ser peregrinos y no vagabundos?
ORACIÓN AL TÉRMINO DE UNA PEREGRINACIÓN.

Para tener conciencia de lo que debe enseñar el espíritu peregrino:
Aunque hubiera recorrido todos los caminos, cruzado montañas y

valles desde Oriente hasta Occidente, si no he descubierto la
libertad de ser yo mismo no he llegado a ningún sitio.
Aunque hubiera compartido todos mis bienes con gentes de otra

lengua y cultura, hecho amistad con peregrinos de mil senderos o
compartido albergue con santos y príncipes, si no soy capaz de
perdonar mañana a mi vecino, no he llegado a ningún sitio.
Aunque hubiera cargado mi mochila de principio a fin y esperado

por cada peregrino necesitado de ánimo, o cedido mi cama a quien
llegó después, y regalado mi botellín de agua a cambio de nada, si
de regreso a mi casa y mi trabajo no soy capaz de crear fraternidad
y poner alegría, paz y unidad, no he llegado a ningún sitio.
Aunque hubiera tenido comida y agua cada día, y disfrutado de

techo y ducha todas las noches, o hubiera sido bien atendido de
mis heridas si no he descubierto en todo ello el amor de Dios, no
he llegado a ningún sitio.
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Aunque hubiera visto todos los monumentos y contemplado las

mejores puestas de sol; aunque hubiera aprendido un saludo en
cada idioma, o probado el agua limpia de todas las fuentes, si no
he descubierto quién es el autor de tanta belleza gratuita y tanta
paz no he llegado a ningún sitio.
Si a partir de hoy no sigo caminando en tus caminos buscando y

viviendo según lo aprendido; si a partir de hoy no veo en cada
persona, amigo y enemigo, un compañero de camino; si a partir de
hoy no reconozco a Dios, el Dios de Jesús de Nazaret, como el único
Dios de mi vida no he llegado a ningún sitio. Amén.
11
TEMA 2: SINODALIDAD
ORACIÓN INICIAL
Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre.

Tú que eres nuestro verdadero consejero: ven a nosotros, apóyanos,
entra en nuestros corazones.
Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta.
Impide que perdamos el rumbo como personas débiles y pecadoras.
No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento, para que no dejemos que
nuestras acciones se guíen por prejuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti, para que no nos desviemos del
camino de la verdad y la justicia, sino que en nuestro peregrinaje
terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida eterna.
Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo tiempo y lugar, en
comunión con el Padre y el Hijo por los siglos de los siglos. Amén.
INTRODUCCIÓN
 ¿Qué es la sinodalidad?
Sinodalidad es un término nuevo que expresa la identidad de la

Iglesia como Pueblo de Dios en camino, en peregrinación hacia el
Reino; subraya la dignidad común de todos los cristianos y afirma
su corresponsabilidad en la misión evangelizadora.
12
 Tema del sínodo

1. La comunión que compartimos encuentra sus raíces más
profundas en el amor y la unidad de la Trinidad. Juntos nos
inspiramos en la escucha de la Palabra de Dios a través de la
tradición viva de la Santa Iglesia y nos basamos en el sentido
de la fe que compartimos. Todos tenemos un rol que
desempeñar en el discernimiento y la vivencia de la llamada
de Dios a su pueblo.
2. La participación se basa en que todos los fieles están
cualificados y llamados a servirse recíprocamente a través de
los dones que cada uno ha recibido del Espíritu Santo. En una
Iglesia sinodal toda la comunidad, en la libre y rica diversidad
de sus miembros, está llamada a rezar, escuchar, analizar,
dialogar, discernir y aconsejar para tomar decisiones
pastorales que correspondan lo más posible a la voluntad de
Dios.
3. Nuestra misión es testimoniar el amor en medio de toda la
familia humana, este proceso sinodal tiene una profunda
dimensión misionera. Su objetivo es permitir a la Iglesia que
pueda mejor testimoniar el Evangelio, especialmente con
aquellos que viven en las periferias espirituales, sociales,
económicas, políticas, geográficas y existenciales de nuestro
mundo.
Para entender la sinodalidad, hay que entender esa vivencia en

nuestra Iglesia local con las siguientes claves, que nos propone el
padre Carlos María Galli.
1. Camino común (con Cristo)

La palabra sínodo es una palabra muy venerada en la tradición,
compuesta por la preposición ‘sin’, que indica ‘con’, y un sustantivo
‘odos’, que indica camino; expresa el camino en común, en este
caso, de todos los miembros del Pueblo de Dios. Remite, en primer
lugar, al mismo Jesús, caminante y camino. En el cuarto Evangelio
Jesús se auto presenta a sí mismo: “Yo soy el camino, la verdad y
la vida” (Juan 14: 6). El caminante es el camino y también la patria,
13
la meta hacia quien vamos. La Iglesia es el Pueblo de Dios que sigue

el camino que es Cristo, tratando de avanzar en lo que el Papa
Francisco ha llamado la “dimensión constitutiva de la Iglesia”.
2. Todos llamados a escuchar (con el Espíritu Santo)

La sinodalidad expresa la condición propia de sujeto de todo el
Pueblo de Dios y de todos en el Pueblo de Dios. Lo que es de toda la
Iglesia ha de ser de todos en la Iglesia. Todos convocados a la
santidad, todos convocados en la misión, todos convocados a la
sinodalidad. Y por eso, el discernimiento de la escucha de los demás
miembros del Pueblo Santo de Dios es discernimiento del Espíritu
que nos anima. Todos llamados a escuchar y a decir una palabra,
todos llamados a escucharnos mutuamente, todos llamados a
escuchar, dejarnos animar y secundar la opción del Espíritu de Dios.
3. Llamados a una conversión (integral)

Estamos llamados a una conversión integral, personal,
comunitaria, institucional, pastoral, a Jesucristo, animada por el
Espíritu, para comunicar la alegría del Evangelio, atendiendo a los
signos de nuestro tiempo. Y sólo el Espíritu es capaz de animar,
con una inusitada novedad, la sinodalidad misionera de la Iglesia.
4. Acuerdos y consensos (para avanzar)

Para el Papa Francisco, la sinodalidad es un espacio de acción del
Espíritu Santo para renovar la comunión entre nosotros, logrando
acuerdos y consensos que nos ayuden a avanzar. Eso puede ser un
servicio a la humanidad, que muchas veces queda dividida por
oposiciones polarizadas o por diferencias que se vuelven divisiones.
5. En armonía (con la riqueza de las diferencias)

“En la dinámica de un sínodo, las diferencias se expresan y se pulen
hasta alcanzar una armonía que no necesita cancelar los bemoles
de las diferencias. Esto es lo que sucede en la música: con las siete
notas musicales con sus altos y bajos se crea una sinfonía mayor,
capaz de articular las particularidades de cada una. Ahí reside su
belleza: la armónica que resulta puede ser compleja, rica e
14
inesperada. En la Iglesia, es el Espíritu Santo quien provoca esa

armonía”.
San Juan Crisóstomo hablaba de la Iglesia como un coro; es un
coro, es una orquesta, una sinfonía. El Espíritu hace la armonía, y
por eso genera una superación creativa entre contraposiciones que
a veces parecen irresolubles.
¿Cuál es mi responsabilidad ante la sinodalidad como cristiano?
El Papa Francisco analiza con mirada creyente la realidad de

nuestro mundo y afirma que ésta “exige de la Iglesia el
potenciamiento de las sinergias en todos los ámbitos de la misión”.
Esta afirmación del Papa nos ayuda a descubrir el verdadero

sentido de la sinodalidad, el camino que Dios espera de su Iglesia
en el presente y en el futuro. La misión evangelizadora exige que
todos los bautizados vivan la sinodalidad y ésta reclama la
convergencia de los dones y capacidades de cada uno para ponerlos
al servicio de los restantes miembros del Pueblo de Dios y de la
sociedad.
Esto quiere decir que la sinodalidad no sólo debemos llevarla a cabo

por exigencias de la misión, sino también de la comunión. La
colaboración corresponsable de todos en la consecución del bien
común es una exigencia que nace de la comunión que debe existir
entre todos los miembros de la Iglesia para avanzar en la misión
evangelizadora, esperando que, con la fuerza del Espíritu Santo,
produzca frutos abundantes.
Haciendo suya la expresión de San Juan Crisóstomo, cuando afirma

que “la Iglesia y el sínodo son sinónimos”, el Papa Francisco nos
ayuda a entender que la sinodalidad no es únicamente
responsabilidad de algunos grupos u organizaciones eclesiales, sino
que hace referencia a toda la Iglesia y tiene que ser vivida por todos
sus miembros.
Esta dimensión sinodal de la Iglesia de Jesucristo debe concretarse

en las reflexiones, encuentros y actividades pastorales de la
15
diócesis, de los grupos apostólicos y de las comunidades

parroquiales, especialmente cuando se trata de hacer un
discernimiento para tomar decisiones pastorales en el presente y
para el futuro.
Puesto que la comunión y la misión exigen la vivencia de la

sinodalidad, en la puesta en práctica de la misma se concreta lo
que Dios quiere de toda la Iglesia: caminar juntos laicos,
consagrados, presbíteros y obispos, en comunión con el Obispo de
Roma. Esto que es fácil decirlo, no es tan fácil vivirlo. Por eso
hemos de pedir al Señor que nos conceda convertirnos de corazón
a Él, para seguir avanzando en la auténtica conversión pastoral.
NO SE NOS OLVIDE QUE:
 En la Iglesia y en la sociedad, estamos uno al lado del otro

en el mismo camino.
 Escuchar es el primer paso, pero exige tener una mente y
un corazón abierto sin prejuicios.
 Todos están invitados a hablar con valentía y parresía
(audacia, empuje evangelizador que deja una marca en
este mundo), es decir, integrando la libertad, la verdad y la
caridad.
 El "caminar juntos" sólo es posible si se basa en la escucha
comunitaria de la Palabra y en la celebración de la
Eucaristía.
 La sinodalidad está al servicio de la misión de la Iglesia, en
la que todos sus miembros están llamados a participar.
 El diálogo es un camino de perseverancia que incluye
también silencios y sufrimientos, pero que es capaz de
recoger la experiencia de las personas y de los pueblos.
 El diálogo entre cristianos de diferentes confesiones,
unidos por un solo Bautismo, tiene un puesto particular en
el camino sinodal.
 Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y
corresponsable.
16
 En un estilo sinodal se decide por discernimiento, sobre la

base de un consenso que nace de la común obediencia al
Espíritu.
 La espiritualidad del caminar juntos está destinada a ser
un principio educativo para la formación de la persona
humana y del cristiano, de las familias y de las
comunidades.
COMPROMISO
Puesto que todos somos discípulos misioneros, incluyendo nuestra

comunidad ASVE y en sintonía con la sinodalidad
 ¿De qué manera se invita a cada ASVE para ser protagonista

de la misión?
 En ese proceso de Iglesia sinodal, ¿qué tipo de cambio puede
edificar la Iglesia para el contexto social y cultural de hoy?
 Cuando decimos: "nuestra Iglesia", ¿quiénes son los miembros
con los que compartimos la fe?
 ¿Cómo nos está pidiendo Jesús que caminemos juntos las
comunidades ASVE?
ORACIÓN FINAL
Repetiremos la oración inicial.
17
TEMA 3: ÉXODO
ORACIÓN INICIAL
Señor, nosotros vamos camino a Ti, en

peregrinación por el desierto de la
vida, en medio de dificultades, pero
sabemos que Tú nos conduces con tu
mano poderosa y providente. Sabemos
que eres fiel a tus promesas.
Gracias, porque nos has dado los guías

y pastores que nos llevan hacia Ti en
medio de las dificultades presentes, y durante el camino nos
alimentas con tu Eucaristía.
Gracias por tu Iglesia y por el Santo Padre. Queremos ser fieles a la

misión que has puesto en nuestras manos, como lo fue Moisés.
Queremos liberar a los hombres de las diversas esclavitudes a las
que están sometidos. Señor, danos tu bastón y tu seguridad. Amén.
INTRODUCCIÓN
El Éxodo es la gran hazaña de Dios: la salida del país de la

esclavitud hacia la tierra prometida. Dios libera a su pueblo «con
gran poder, mano fuerte y brazo extendido», abriendo un camino
en el mar.
El Éxodo es el corazón del Antiguo Testamento, y aquello que le da

su significado al presentarnos a un Dios que liberta a los hombres.
Este libro ha dado a la religión judía, y luego a la fe cristiana, su
primera orientación que las hizo diferentes de todas las demás.
Dios no viene primero para que se le respete o para indicar caminos
espirituales, sino para escoger un pueblo con el cual actuará en el
corazón de la historia humana.
18
El Éxodo es antes que nada la liberación de los esclavos y la

elección del pueblo de Israel. Es una liberación auténtica que
alcanza toda la realidad humana, individual y social: Dios libera a
los que quiere tomar para sí, y la libertad cristiana estará muy
lejos de lo que la cultura occidental entiende con esta palabra.
DESARROLLO
El libro del Éxodo

La historia, pues, se encuentra en el Éxodo, pero el Éxodo dice
muchas más cosas en las que no lo sigue la historia, en el sentido
moderno de esta palabra. Pues este libro no es la obra de un autor,
sino más bien el resultado de una larga evolución, y en él se juntan
maneras muy diversas de entender la historia, propias de aquellos
tiempos.
Muy diferente fue el propósito de los sacerdotes judíos que han

dado a este libro su forma definitiva en el tiempo del exilio a
Babilonia. Al desarrollar las tradiciones antiguas, querían decir, no
lo que había sucedido, sino más bien la visión que el pueblo de Israel
debía guardar de su pasado. Haciéndolo, enseñaban a sus
contemporáneos de qué manera serían ellos mismos pueblo de Dios
y el fermento de la historia. A ellos se debe esta presentación de
los israelitas como un pueblo inmenso ya formado, organizado, que
ya tiene un Santuario en el desierto, con sus sacerdotes y sus
talleres de los que saldrá el becerro de oro. Y ese pueblo inmenso
marcha como un solo hombre, es alimentado con el maná durante
cuarenta años, recibe las leyes que serán observadas sólo después
de pasados algunos siglos. Y este pueblo entero sale armado de
Egipto para conquistar la Tierra prometida.
El Dios verdadero del Éxodo

Estamos pues confrontados con dos historias, la científica, y la que
ha formado la conciencia de Israel y del pueblo cristiano. La
primera reconoce que allí Dios ha entrado en la Historia; su acción
ha sido muy discreta y en esto descubrimos su pedagogía: Dios es
19
muy paciente. La otra historia nos enseña quiénes somos y

solamente la entienden bien aquellos que han acogido a Cristo.
Con todo, sería un error oponer la una a la otra, como si todo el

relato del Éxodo fuera puro cuento. Bastará leer algunas páginas
para entender que no habrían sido escritas y no habrían tenido
peso alguno en la conciencia de un pueblo si no fueran verdaderos
testimonios. Son el testimonio de aquellos que estuvieron con
Moisés y que, sin la menor duda, hicieron experiencias
excepcionales. Son el testimonio de aquellos que las escribieron a
lo largo de los siglos, ya fueran sacerdotes o profetas, los que
también tuvieron una experiencia del Dios Vivo, el libertador de
Israel, y a consecuencia de ella nos transmitieron el fuego del Sinaí.
El esquema del Éxodo: salida, travesía y entrada en la tierra, es el

paradigma o modelo de lo que es nuestra vida. Siempre hay que
salir de la propia tierra y pasar por la prueba del desarraigo, camino
hacia nuevas fronteras. También la espiritualidad cristiana y los
místicos hablan de salir, de cruzar el desierto de la vida. Los
autores del Nuevo Testamento también han recurrido a la imagen
del Éxodo para expresar lo que es y significa la Persona y la obra
de Cristo. La fiesta central de los cristianos es la Pascua, memorial
del Éxodo. La historia de la Salvación gira en torno a tres grandes
Éxodos: el de Egipto, el de Babilonia y el de Jesús.
¿Cómo proceder entonces en el camino hacia Dios?
Nos ayudan los viajes de regreso que nos

relata la Palabra de Dios: «Miramos al hijo
pródigo y comprendemos que también para
nosotros es tiempo de volver al Padre. Como
ese hijo, también nosotros hemos olvidado
el perfume de casa, hemos despilfarrado
bienes preciosos por cosas insignificantes y nos hemos quedado
con las manos vacías y el corazón infeliz».
20
COMPROMISO
¿Estoy dispuesto/dispuesta a salir, a cruzar el desierto de mi vida?
¿De qué manera camino hacia Dios?
¿Descubro que todos tenemos una misión que cumplir, como
Moisés, para salvar a la humanidad? ¿Cuál es la tuya?
ORACIÓN FINAL
Aquí estamos, Señor Jesús: juntos en tu búsqueda.

Aquí estamos con el corazón en alas de libertad.
Aquí estamos, Señor, juntos como amigos.
Tú dijiste que estás en medio de los que caminan juntos.
Señor Jesús, estamos juntos y a pie descalzo.
Juntos y con ganas de hacer camino, de hacer desierto.
Juntos, como un solo pueblo.
Danos, Señor Jesús, la fuerza de caminar juntos,
la alegría de sabernos juntos, el gozo del hermano al lado
la paz de los que buscan un grupo.
Ayúdanos, Señor a entrar en la aventura,
a que nadie se quede perdido en el camino,
A compartir ilusiones y esperanzas,
a dejarnos guiar por la presencia de tu Espíritu.
Amén.
21
TEMA 4: TRINIDAD: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO
ORACIÓN INICIAL
Gloriosa Santísima Trinidad.

Más que pedirte, vengo a agradecerte.
Mi corazón se regocija con todas las bendiciones recibidas.
Nunca me has abandonado, en ninguna circunstancia.
Mi mesa está llena, mis hijos están felices, ¿Qué más puedo
pedir?
La salud siempre nos acompaña, soy realmente dichoso.
Gracias por tu amor incondicional,
Porque tu Poder infinito se ha manifestado gratamente en cada
uno de mis días.
Gracias por resguardarme de todo mal.
Gracias Dios Padre todopoderoso, Hijo y Espíritu Santo. Amén
INTRODUCCIÓN
Un misterio es todo aquello que no podemos entender con la razón.

Es algo que sólo podemos comprender cuando Dios nos lo revela.
El misterio de la Santísima Trinidad -Un sólo Dios en tres Personas

distintas-, es el misterio central de la fe y de la vida cristiana, pues
es el misterio de Dios en Sí mismo.
Aunque es un dogma difícil de entender, fue el primero que
entendieron los Apóstoles. Después de la Resurrección,
comprendieron que Jesús era el Salvador enviado por el Padre. Y,
cuando experimentaron la acción del Espíritu Santo dentro de sus
corazones en Pentecostés, comprendieron que el único Dios era
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Los católicos creemos que la Trinidad es Una. No creemos en tres

dioses, sino en un sólo Dios en tres Personas distintas. No es que
Dios esté dividido en tres, pues cada una de las tres Personas es
enteramente Dios.
22
DESARROLLO
El amor es la experiencia más profunda
del ser humano. Dios mismo nos ha
revelado la clave de esta maravillosa
realidad: Él es, ante todo, amor. Que Dios
es amor no significa únicamente que el
Señor nos ama con un amor infinito y
entrañable. Significa también que Él es
amor en sí mismo, en la intimidad de su
ser. Este misterio que sobrepasa nuestra
capacidad de comprensión, pero que constituye la verdad central
de la fe y de la vida cristiana: Dios es Padre, Dios es Hijo, Dios es
Espíritu Santo; un único Dios que subsiste en tres personas
distintas.
Este es el misterio de la Santísima Trinidad: Dios es tres Personas

divinas que se aman entre sí con inmenso amor. Por eso, el centro
de la fe cristiana sólo puede consistir en el amor a Dios y a los
demás. Los cristianos no creemos en un ser supremo, un hacedor
o un arquitecto alejado del hombre al que éste debe someterse,
sino en un Dios personal que nos llama por nuestro nombre para
participar de su vida íntima y formar la gran familia de los hijos
de Dios.
CREO EN UN SOLO DIOS “Creo en un solo Dios”. Con estas palabras

comienza el Credo, que es la profesión de nuestra fe. Creemos en
un solo Dios porque Él mismo se ha revelado al pueblo de Israel
como el Único: “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único
Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma y con todas tus fuerzas” (Dt 6,4-5). Y Jesús lo confirmó: “Dios
es el único Señor” (Mc 12,19). Por esto creer en Dios y amarlo con
todo el ser es nuestra principal obligación. Creer en un solo Dios
comporta:
•Conocer su grandeza y majestad,

23
• Fiarse siempre de Él, incluso en la adversidad, porque Él sabe y

puede más que nosotros.
•Reconocer la verdadera dignidad de todos los hombres creados “a
imagen y semejanza de Dios”. (COMPENDIO nº 43 CIC)
LA REVELACIÓN DE LA TRINIDAD
Ya en el Antiguo Testamento, Dios se había revelado como Padre:
Él es el Creador y por tanto el Padre de todas las criaturas y de
todos los hombres. Con su Providencia cuida amorosamente de
todo lo que ha creado. Además, Dios se manifiesta como Padre de
Israel, su pueblo elegido. Se revela como un Dios que perdona, que
es Amor y Misericordia.
“¿Puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el

hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”.
(Is 49,15-16)
Sin embargo, Jesús nos revela que Dios es Padre en un sentido
mucho más profundo: Dios es Padre porque engendra eternamente
en su seno a su Hijo Único. En el Evangelio vemos que Jesús se
dirige a Dios de una forma distinta a como lo hacían los judíos. Por
ejemplo, utiliza el término “Abba” que significa “papaíto”: a un
judío nunca se le habría ocurrido utilizar esta palabra para dirigirse
a Dios. Además, Jesús declara que Él es Hijo de una forma mucho
más profunda cuando dice: “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni
al Padre nadie le conoce sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo
quiera revelar”. (Mt 11,27)
JESÚS SE MANIFIESTA COMO EL HIJO DE DIOS
Jesús nos enseñó que todos somos hijos de Dios. Cuando los
Apóstoles le pidieron que les enseñara a orar, Jesús les dijo que
empezaran así: “Padre nuestro…”
Nos enseñó además que nuestro Padre cuida con cariño de sus
criaturas y que por eso debemos vivir confiados en sus manos:
24
“Mirad los pájaros: ni siembran ni siegan, ni almacenan la cosecha

en graneros; y sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta.
¿No valéis vosotros más que ellos? (…) Fijaos cómo crecen los lirios
del campo: ni trabajan ni hilan; pero Yo os digo: ni Salomón con
todo su esplendor se vistió como uno de ellos. Pues si Dios viste así
a la hierba del campo, ¿no hará más por vosotros?” (Mt 6,26-30)
Sin embargo, Jesús, al hablar de Sí mismo, nos manifiesta que Él es

Hijo de Dios en un sentido diferente, peculiar: “Yo y el Padre somos
una sola cosa”. (Jn 10,30) “El Padre está en Mí y Yo en el Padre”. (Jn
10,38) Cuando prendieron a Jesús, le llevaron ante el Sanedrín y le
preguntaron: “Luego, ¿Tú eres el Hijo de Dios? Les respondió:
Vosotros lo decís: Yo soy” (Lc 22,67-70). Jesús estaba diciendo
claramente que Él era Dios, que Él era el Hijo Único de Dios, igual
al Padre. Por eso los judíos le condenaron por blasfemo.
JESÚS NOS HABLA DEL ESPÍRITU SANTO
El Evangelio nos dice que Jesús predicaba y curaba a los enfermos

con la fuerza del Espíritu Santo. (Mt 12,22 y Lc 4,16-19) Además,
Jesús en la Última Cena prometió enviar el Espíritu Santo para que
diera fuerzas a los Apóstoles para dar testimonio y predicar el
Evangelio: “El Defensor, el Espíritu Santo, el que el Padre enviará
en mi nombre, Él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os
he dicho”. (Jn 14,25)
EL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Jesús, por tanto, nos reveló el Misterio de la

Santísima Trinidad, que es el Misterio central de
toda la fe cristiana. La Santísima Trinidad es el
mismo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres
Personas distintas y un solo Dios verdadero. Pero
las tres Personas de la Trinidad no son tres dioses,
sino un solo Dios, porque tienen una sola
naturaleza divina. Dios es amor. Y el amor
Trinitario se ha desbordado en la obra de la
25
creación y de la salvación. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han

creado el mundo y los hombres para hacerlos partícipes de la vida
Trinitaria. Frente al pecado del hombre, el Hijo es enviado al
mundo, en el misterio de la Encarnación, para redimirnos muriendo
en la cruz. Al subir Jesús al cielo, el Padre envía al Espíritu Santo
para asistir a la Iglesia y santificar a los hombres.
COMPROMISO
1. ¿Cuál es tu compromiso con el Padre en relación al cuidado de

la Casa Común?
2. En tu vida diaria, ¿Cómo vives el amor del Hijo manifestado en
la cruz?
3. ¿Eres consciente de la acción del Espíritu Santo en ti y eres dócil
a ella?
ORACIÓN FINAL
(2685) Canto a la Santísima Trinidad - YouTube
26
TEMA 5: DOGMA DE LA TRINIDAD
ORACIÓN INICIAL
CANTO:https://www.youtube.com/watch?v=4I3PSrWTV6g&ab_chan
nel=AliciaMendoza
INTRODUCCIÓN
El querer de Nuestro Padre es que se viva la Unidad,

como lo pide Jesús en la Oración Sacerdotal. (Juan
17) Nuestro Padre es Paciente. La Paciencia del
Padre es la que mueve el Amor y la Misericordia
derramada constantemente sobre cada uno de
nosotros.
Él nos está concediendo un tiempo para que haya un sincero

arrepentimiento, un verdadero amor para que nos lleve a la
unidad con Dios Uno y Trino. Debemos colaborar cumpliendo
nosotros y exhortando a todos a esa apertura de corazón.
DESARROLLO
¿Qué es un dogma divino?
En la doctrina católica, un dogma es una verdad revelada definida

por la Iglesia católica. La entiende como una verdad perteneciente
al campo de la fe, revelada por Dios y transmitida desde los
Apóstoles a través de la Escritura o de la Tradición, y propuesta
por la Iglesia para su aceptación por parte de los fieles.
La Santísima Trinidad es el dogma fundamental de la fe católica

basado en el misterio de un solo Dios en tres personas distintas: el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, subsistiendo en una misma y
única naturaleza. Ya en el Antiguo Testamento aparece la
referencia de la Trinidad ante Abraham: "Apareciósele de nuevo el
Señor en el valle o encinar de Mambre, estando él sentado a la
27
puerta de su tienda en el mayor calor del día. Sucedió pues que

alzando los ojos vio cerca de sí parados a tres personajes: y luego
que los vio corrió a su encuentro desde la puerta del pabellón, y les
hizo reverencia inclinándose hasta el suelo. Y dijo: Señor, si yo he
hallado gracia en tu presencia, no pase de largo a tu servicio..."
(Génesis XVIII,1-3).
El dogma de la Trinidad se definió en dos etapas, en el primer

Concilio de Nicea (325 D.C.) y el primer Concilio de Constantinopla
(381 D.C.).
En Nicea se definió la divinidad del Hijo y se escribió la parte del
Credo que se ocupa de Él. Este concilio fue convocado para hacer
frente a la herejía arriana, que afirmaba que el Hijo era un ser
sobrenatural pero no Dios.
En el Concilio de Constantinopla se definió la divinidad del Espíritu
Santo. Este concilio combatió una herejía conocida como
macedonianismo (porque sus defensores eran de Macedonia), que
negaba la divinidad del Espíritu Santo.
Aunque algunas personas defienden que la doctrina Trinitaria fue
“inventada” bajo la influencia del paganismo sobre el cristianismo,
nada mejor que estudiar el testimonio de los primeros cristianos
anteriores al Concilio de Nicea (año 325) para conocer cuál fue el
verdadero desarrollo de la doctrina Trinitaria a lo largo de la
historia.
La Didaché o doctrina de los doce apóstoles es un excelente

testimonio del pensamiento de la Iglesia primitiva, y lo
mencionamos por incluir un testimonio de cómo la fórmula
bautismal Trinitaria era utilizada por la Iglesia Primitiva. “Acerca
del bautismo, bautizad de esta manera: Dichas con anterioridad
todas estas cosas, bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo en agua viva”. (Didaché, VII, 1)
28
Dios es uno en tres personas

distintas. Esto lo sabemos gracias
a Jesús que nos revela que Dios es
un Papá y que Él es su Hijo y que
cuando suba al cielo nos envía al
Espíritu Santo.
De tal manera que Dios se nos

revela en el AT como el Padre
Creador. En el NT Se nos presenta Dios como el Hijo Redentor. Y en
el tiempo de la Iglesia a partir de Pentecostés y hasta nuestros
días, Dios se nos manifiesta como el Espíritu Santo. Hasta aquí
vemos que no son tres Dioses sino un solo Dios en tres personas
distintas.
San Agustín dice que nosotros somos imágenes de Dios Trino y uno.
Porque el cuerpo, nuestro cuerpo representa el Ser del Padre.
Nuestra mente y pensamiento representa al Verbo de Dios o sea al
Hijo de Dios y el corazón sería el amor que es el Espíritu Santo. De
tal manera que el Padre cuerpo llega a la mente hijo por el corazón
Espíritu Santo y viceversa de la mente al cuerpo por el corazón. De
tal manera, que es uno solo que se manifiesta por el cuerpo la
mente y el corazón, pero no son tres sino uno solo y el mismo.
Este misterio sin embargo se comprende mejor si le agrega algunos

textos bíblicos en los que Jesús nos habla del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo incluso el texto de Pentecostés.
(Los textos los pueden buscar las personas del grupo en su biblia y
se ponen a leerlos y a comentarlos Is. 43:10; Hechos 2, 1-2; Hechos
2, 3-4; Hechos 20,16).
Por último, a la Santísima Trinidad, nosotros le decimos Dios o

cuando decimos Dios nos referimos a la Santísima Trinidad, pero la
palabra Dios significa Ser Superior sea quien sea o lo que sea por
eso cada quien tiene su ser superior o su Dios y unos tienen al
dinero otros el trabajo otros el placer otros el poder etc. Nosotros
29
debemos saber que cuando decimos Dios, nos referimos al Padre, al

Hijo y al Espíritu Santo. También le decimos Divina Providencia
porque Dios nos provee de todo lo que necesitamos para vivir.
Dios es el Creador de todo lo que existe en el cielo, en la tierra y

en todo lugar; el aire, el agua, los animales, las plantas, las aves,
los peces, las semillas y todo lo que nos ayuda a vivir son regalo de
Dios providente, por eso hacemos la oración Oh Divina Providencia.
Cuando nosotros oramos al Padre también oramos al Hijo y al

Espíritu Santo. Cuando oramos al Hijo también oramos al Padre y
al Espíritu Santo. Y cuando oramos al Espíritu Santo también
oramos al Padre y al Hijo. El Credo es la oración de nuestra fe en el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Al igual que la oración de la Divina
Providencia se debe rezar el credo para que vean que así es como
nosotros creemos en Dios.
COMPROMISO:
1.- Lee detenidamente el credo y encuentra las 7 verdades con las

que damos razón de nuestra fe.
2.- Comparte lo anterior con tu comunidad y familia.
CREDO DE NICEA – CONSTANTINOPLA
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de

la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma
naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros
lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y
por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
30
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del

Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACION FINAL
Creo en mi Dios que es Padre y tiene todo el poder, creador de todo

lo que se ve y lo que no se ve. Creo en un único Dios, y su único
hijo Jesucristo, nacido del Padre antes de todos los tiempos: Dios,
Luz, vida, Verbo verdadero, engendrado, no creado, de la misma
esencia del Padre, por quien todo fue hecho; que, por los hombres,
y por su salvación bajó de los cielos. Y por obra divina del Espíritu
Santo surgió de la Virgen María, se hizo hombre; por los pecados
del mundo fue crucificado bajo el yugo de Poncio Pilatos; sufrió y
fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y
ascendió al cielo, y a la derecha del Padre está sentado; y vendrá
de nuevo con toda gloria para hacer juicio a vivos y muertos, y su
reino será infinito. Creo en su Espíritu Santo, esencia que da vida,
que es una sola verdad junto Padre y al Hijo, y que, con ellos, recibe
nuestra fe y esperanza, y que dio lengua a los profetas. Creo en la
Divina Providencia del glorioso, omnipotente y bondadoso Dios, que
todo lo tiene provisto por nuestro bien. Por favor cubre todas
nuestras necesidades, así es mi fe, hágase siempre su voluntad.
Amén.
31
TEMA 6: LA TRINIDAD EN LA BIBLIA
ORACIÓN INICIAL
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de adoración:
Trinidad Santísima, en esencia una, pura,
indivisible, único objeto de nuestro amor,
adoración y culto. Señor Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno, que con tu
único Hijo y el Espíritu Santo, eres un
solo Dios; no una sola persona sino tres
personas en una sola naturaleza.
Lo que creemos de tu gloria, porque Tú lo revelaste, lo afirmamos
también de tu Hijo, y también del Espíritu Santo, sin diferencia, ni
distinción, de modo que, al proclamar nuestra fe en la verdadera y
eterna divinidad, adoramos Tres Personas distintas, de única
naturaleza e iguales en su dignidad.
Canto: “A ti, oh, Padre”, Blanca Sánchez.
INTRODUCCIÓN
El amor es la experiencia más profunda del ser humano. Dios mismo

nos ha revelado la clave de esta maravillosa realidad: Él es, ante
todo, amor. Que Dios es amor no significa únicamente que el Señor
nos ama con un amor infinito y entrañable. Significa también que
Él es amor en sí mismo, en la intimidad de su ser. Este misterio
que sobrepasa nuestra capacidad de comprensión, pero que
constituye la verdad central de la fe y de la vida cristiana: Dios es
Padre, Dios es Hijo, Dios es Espíritu Santo; un único Dios que
subsiste en tres personas distintas. Este es el misterio de la
Santísima Trinidad: Dios es tres Personas divinas que se aman
entre sí con inmenso amor.
32
No están las palabras “Santísima Trinidad” en la Biblia, sin

embargo, en los libros sagrados hay varias referencias a este
misterio central del cristianismo.
DESARROLLO
La Santísima Trinidad en el Antiguo Testamento
1. La creación: Cuando la Biblia narra la creación del hombre,

recoge las siguientes palabras de Dios: “Hagamos al ser humano a
nuestra imagen, como semejanza nuestra” (Gen 1, 26). Aunque no
apunte explícitamente a tres Personas, el Génesis nos habla de una
pluralidad en Dios.
2. La Teofanía de Mambré. En esta ocasión es más evidente la

Trinidad. Dios se aparece a Abrahan en la encina de Mambré bajo
la figura de tres individuos (Gen 18). Además, cuando Abrahan los
recibe los trata como si de uno solo se tratara: “Señor mío, si te he
caído en gracia, no pases de largo cerca de tu servidor” (Gen 18, 3),
reflejando así la Unidad en la Trinidad.
3. Isaías. En el capítulo 6 del Libro de Isaías, se narra la visión que

este profeta tuvo acerca de su vocación. Hay dos alusiones a la
Santísima Trinidad. Primero, cuando los serafines se decían entre
sí: “Santo, Santo, Santo, el Señor de los ejércitos” (Is 6, 3). Y
segundo, cuando Dios dice: “¿A quién enviaré? ¿Y quién irá de parte
nuestra?” (Is 6, 8).
La Santísima Trinidad en el Nuevo Testamento

1. La Encarnación. En la narración de la Encarnación
que hace San Lucas (Lc 1, 26-38), aparecen las Tres
Personas de la Santísima Trinidad. El Padre,
representado en la voz del Ángel que anuncia a María
que será la Madre del Señor; el Hijo, que se hace
carne en las entrañas de la Virgen; y el Espíritu
Santo, que cubre con su sombra a la joven de Nazaret.
33
2. El Bautismo de Jesús. Nuevamente reaparece la Santísima

Trinidad cuando Jesús inicia su vida pública. San Marcos (Mc 1, 9-
11) nos cuenta cómo en el Bautismo de Jesús en el Jordán, el Padre
habla al Hijo: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”,
mientras que el Espíritu, en forma de paloma, baja sobre Él.
3. La Transfiguración. Antes de entrar en Jerusalén para padecer,

Jesús se transfigura ante Pedro, Santiago y Juan (Mt 17, 1-8).
Aparece otra vez la Santísima Trinidad: el Padre que da testimonio
del Hijo: “Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco;
escuchadle”, mientras que éste muestra su esplendor,
transfigurado. El Espíritu Santo está representado en la nube que
cubre tanto a Jesús, Moisés y Elías, como a los tres apóstoles.
4. La Ascensión. Justo antes de subir al Cielo, Jesús dio este

mandato a los apóstoles: “Id, pues, y haced discípulos a todas las
gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo” (Mt 28, 19). Ya antes de padecer, en la Última Cena,
se aprecia cómo Jesús hace referencia a las tres Personas de la
Santísima Trinidad (Jn 13-17).
5. Despedida de San Pablo. Las palabras que san Pablo utiliza para
despedirse en su segunda Carta a los Corintios (2 Co 13, 13), que a
veces se repiten al principio de la Misa, hablan explícitamente de
la Santísima Trinidad: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor del
Padre y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes”.
6. Apocalipsis. En el último libro de la Biblia también hay

referencias a la Santísima Trinidad, a través de la mención del Dios
tres veces santo. En una de las visiones, San Juan contempla a
«cuatro vivientes» que repiten sin descanso, noche y día: “Santo,
santo, santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, Aquél que era, que
es y que viene” (Ap 4, 8).
34
COMPROMISO
Contesta y comparte.
1. ¿A quién de las Tres Personas de la Santísima Trinidad, suelo

dirigirme en mi oración y mi vida diaria?
2. ¿Con qué Persona de la Trinidad, siento menos familiaridad?
3. ¿Cómo reflejo mi amor y cercanía con el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo?
4. Te invito que al inicio de tus actividades durante esta semana
proclama desde tu interior: En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, recordando el misterio de la Santísima
Trinidad.
ORACIÓN FINAL
Dios Padre: gracias por tu gran amor, mi corazón arde de felicidad
al saber que tú me has revelado lo bueno, lo verdadero, lo bello y
eso quiero comunicarlo al mundo.
Dios Hijo: quiero glorificarte con mi vida, anunciarte con mis
palabras, pero sobre todo con mis acciones, ayúdame a ser fiel a
tus promesas.
Dios Espíritu Santo: te haces presente en mi vida desde el respiro
del que soy consciente cada mañana y desde la fuerza que me
impulsa a diario a continuar mi camino. Ayúdame a ser testigo de
la verdad, que sean siempre tus palabras en mi boca y tus
motivaciones y caminos en mis pies. Amén
35
TEMA 7: LA TRINIDAD EN JEANNE CHÉZARD DE MATEL
ORACIÓN INICIAL
“Pidamos al Espíritu Santo, su luz, su sabiduría y

su amor, para adentrarnos un poco en la
experiencia mística de nuestra fundadora, según
nos lo comenta ella misma, en sus Escritos
autobiográficos y doctrinales; una simple lectura
de los mismos, hacen ver la intensidad con la que
el Misterio Trinitario se manifiesta en su
experiencia espiritual. Las Tres Divinas Personas
aparecen constantemente en su vida interior y en sus escritos.
Leamos, reflexionemos, y sobre todo, oremos a esta Santa Trinidad
para comprender aunque sea un poco, el Don de que fue objeto
Jeanne, quien llegó a un profundo conocimiento y trato íntimo con
la Santísima Trinidad y con cada una de las tres Divinas Personas”
(Un momento de silencio y escuchamos)
CANTO: VEN ESPÍRITU DE DIOS SOBRE MÍ

VEN, ESPÍRITU DE DIOS, SOBRE MÍ.
ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARÁS MI CORAZÓN. (2)
Toca mi debilidad, toma todo lo Quiero ser signo de paz, quiero

que soy; pongo mi vida en tus compartir mi ser. Yo necesito tu
manos y mi fe. Poco a poco fuerza, tu valor.
llegarás a inundarme de tu luz; Tú Quiero proclamarte a Ti, ser testigo de
cambiarás mi pasado. ¡Cantaré! tu amor. Entra y transforma mi vida.
¡Ven a mí!
INTRODUCCIÓN
LECTURA: Ex 3, 2-6: El ángel del Yahveh se apareció a Moisés en

forma de llama de fuego en medio de una zarza ardiendo. Vio que
la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. Dijo
pues Moisés: “Voy a acercarme, para ver este extraño caso, porque
36
no se consume la zarza”. Cuando vio Yahveh que Moisés se

acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo:
“¡Moisés, Moisés”! él respondió: “Heme Aquí” Le dijo: “No te
acerques más, quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en
que estás es tierra sagrada”. Y añadió: “Yo soy el Dios de tu padre,
el Dios de Abrahan, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob” Moisés se
cubrió el rostro, porque temía ver a Dios. (Palabra de Dios)
Para comentar este Tema: “La Trinidad en Jeanne de Matel”,

deberíamos “descalzar nuestra alma y nuestro corazón como
Moisés cuando se acercó a la zarza ardiendo… ¿DE QUÉ LA VAMOS
A DESCALZAR?... de pequeñas y no tan pequeñas faltas:
resentimientos, rencores, perdón no dado desde el fondo de nuestro
ser, con sinceridad… pues lo que vamos a tratar es lo más sagrado
y sublime que un ser humano puede atisbar, aunque no lo
comprenda plenamente. Ni San Agustín, con todo lo santo, sabio y
lleno de Dios que estaba, logró comprender tan gran Misterio.
DESARROLLO
* Un día me dijiste por un exceso de tu amor:

“Hija mía, tu pluma es la pluma de los vientos y
está dirigida por mis inspiraciones y no por tu
propia inspiración. La prueba es muy clara.
¿Cómo podrías tú describir estos
desbordamientos, si mi amor no se derramara y
difundiera en tu espíritu? Si te sientes
asombrada de la dulzura de mis delicias, sabe,
mi bien amada, que desciendo del trono de mi
grandeza, para inclinarme hacia ti y decirte que
tú eres mi hermana y mi esposa; que estás elegida por mi
benignidad a las más deliciosas delicadezas de mi amor. Soy libre
para repartir mis dones a quien me place y cuando me place, sin
que me obligue mérito alguno. Yo hago misericordia a quien deseo
hacer misericordia…”
37
*El amor que toda la Trinidad completa siente por ti, la inclina a
hospedarse en ti de una manera adorablemente admirable y
admirablemente adorable, para gloria nuestra y provecho tuyo, a
fin de que, gozando de nuestra Compañía, no te aflijas en este valle
de miserias, donde vives en penosas debilidades; “Hija mía quien
tiene a Dios, lo tiene todo”. “Nuestras tres divinas y distintas
hipóstasis = a Personas, te prodigan caricias amorosas con diversas
comunicaciones, por complacernos en ello; nos agrada favorecerte
haciéndote conocer que el Padre que me envía a ti se deleita en
comunicarte de manera admirable su paternidad, haciéndote
madre de su propio Hijo. Soy yo, mi bien amada, quien se complace
en hacerte el espejo de mis esplendores donde reflejo mi belleza y
el Espíritu Santo, hace en ti un compendio de su bondad amorosa”.
*Habiendo comulgado un día festivo, elevaste mi espíritu hasta tu

Augustísima Trinidad diciéndome que deseabas viera yo, cómo la
Trinidad entera moraba en mi alma de un modo admirable,
añadiendo que estas Tres Personas eran, sin comparación, más
deleitables que todo cuanto existe en cielo y tierra. “A ti, hija mía,
se ha dado a conocer el reino divino. Nuestra sociedad viene a tu
alma en su totalidad, porque el Dios todo bueno, ama a quienes
guardan su Palabra…” “Yo soy la Palabra del Padre, y tú guardas mi
Palabra en tu espíritu, en tu corazón y en tu Orden que es mía, por
habérseme consagrado y dedicado. Jeanne pregunta confundida:
Queridísimo Amor, como tu augusta Trinidad me favorece con su
presencia continua, ¿De qué manera reconoceré estas gracias
inexplicables que tus Tres Divinas Personas me comunican?;
cediendo a mi deseo me enseñaste la manera de obrar de tu
adorable y Divina Trinidad y cómo la puedo alabar todo el tiempo.
*“Divide, hija mía, el día y la noche en tres partes: ocho horas para
cada uno: Por la noche a eso de las ocho, adora a la Persona del
Padre en espíritu y en verdad, pidiéndole te permita estar unida a
Él hasta las cuatro de la madrugada, en su propia penumbra: ‘Ni la
misma tiniebla es tenebrosa para ti, y la noche es luminosa como
el día’…”“Desde las cuatro hasta el mediodía adorarás en espíritu
y en verdad a la segunda Persona, que desciende como un maná
celestial y divino sobre todos los altares donde se le consagra.
38
A esa hora volarás por todo el mundo donde se celebra la Misa,

admirando el amor de mi Cuerpo, de mi Sangre, de mi alma, en
unión de las dos Personas de la Trinidad, pues son inseparables de
mi Persona…” Al medio día adorarás a la tercera Persona, el
Espíritu Santo que el Padre y yo producimos; es nuestro amor
común, nuestra pura llama, el término de nuestra indivisa
voluntad, nuestra divina espiración, nuestro beso, nuestro bien, la
divina producción de nuestra fecundidad divina. Es el círculo
inmenso de toda nuestra divinidad, pues en la Trinidad todo es
originado divinamente. Él desea concederte mil favores, es el céfiro
que te acaricia divinamente…”
*Toda mía, pide ardientemente que aleje de ti toda frialdad, que

abrase tu corazón con sus llamas vivas y que te conserve en buen
olor en presencia de nuestra Trinidad, de la Virgen María, de los
ángeles y de los hombres; que te sostenga dulce y fielmente a
seguir sus divinas inspiraciones. Ahí donde está el Santo Espíritu,
ahí está la libertad. Esta divina libertad de hijos, en los que el
Espíritu obra por amor y no por la fuerza. Hija mía este es el día
que la Trinidad actúa en ti, alégrate con ella por ser esta su
voluntad, y canta: ¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la
ciencia de Dios!
*Oh mi Dios, ¡Cuan insondables son tus

designios e inescrutables tus caminos! En
efecto, ¿Quién conoció el pensamiento del
Señor?, o ¿Quién fue su consejero? o quién
le dio primero, ¿para que tenga derecho a
recompensa? Porque de Él, por Él y para Él
son todas las cosas ¡A Él la gloria por los
siglos! De ti, oh, Padre, por ti oh Hijo, y en
ti Espíritu Santo, están todas las gracias
que he recibido; A ti Augustísima Trinidad, se vuelvan todas ellas
para glorificarte por toda la eternidad en tus luces adorables.
Continúa Trinidad amantísima si así te place, el flujo de tus gracias
sobre mí. Que el cielo, la tierra y el mar con todo lo que contienen,
te den gracias y te bendigan por mí.
39
* Verbo del Padre, querido Amor, te adoro en unidad de esencia y

en trinidad de Personas. Son tres los que dan testimonio en el cielo:
las tres personas que no son más que un solo Dios. Toda la
naturaleza está en el Hijo y en el Espíritu Santo, con la misma
plenitud que en el Padre, que es fuente de toda la divina Trinidad.
“GLORIA AL PADRE Y AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO”.
*Tanto ama el Padre a su esposa la Iglesia, que le da a su Hijo para

que Él mismo la salve. Al entregárselo, lo conserva siempre en su
seno, pues el Verbo se hizo carne, sin abandonar la diestra del
Padre. ¡Alégrense los cielos y regocíjese la tierra; resuene el mar y
cuanto lo llena; salte de gozo el campo y cuanto contiene! La
experiencia pentecostal, decisiva en no pocos fundadores, la vivió
también la Sierva de Dios. En otro momento decisivo, la visión en
la que sintió que era el Padre quien la atraía al Hijo, Jeanne se
sintió acariciada amorosamente y gratificada por el Espíritu Santo.
A esta Persona de la Trinidad la siente como el origen inmediato de

las numerosas gracias espirituales que recibe. Lo ve actuando en
la Encarnación, en algún caso presentándolo como el Esposo de
María, pero más comúnmente como el dedo y la mano de Dios, es
decir su fuerza creadora. Lo canta en un himno como el círculo
inmenso que cierra y termina las emanaciones divinas, y con una
imagen más afectiva, como el beso mutuo del Padre y del Hijo. En
otro texto del Diario Espiritual, nos habla del Espíritu Santo como
el reposo de la Trinidad. (Reflexionemos un momento).
COMPROMISO COMUNITARIO
1. Viéndonos incapaces de agradecer tan

inefable amor de todo un DIOS, pidamos a
la Santísima Virgen, a los ángeles, al Verbo
Encarnado y a Jeanne, DEN GRACIAS, por
nosotros; y a esta misma TRINIDAD
alabarse a sí misma con digno loor.
Digamos con toda la creación repetidas
veces al día: “GLORIA AL PADRE, Y AL HIJO
Y AL ESPÍRITU SANTO”.
40
2. Nuestra Venerable madre vivía en presencia continua de la

Trinidad. ¿Tú cómo vives tu día?
ORACIÓN FINAL
Dos o tres miembros de la comunidad pueden compartir a todos

los hermanos, alguna idea, deseo, gracia, que la Santísima Trinidad
les haya inspirado en este estudio de hoy.
Todos le contestamos: GLORIA AL PADRE Y AL HIJO Y AL ESPÍRITU

SANTO.
TEMA 8: MARÍA HIJA DEL PADRE, MADRE DEL HIJO Y

ESPOSA DEL ESPÍRITU
INTRODUCCIÓN
Lo maravilloso de ser mujer, madre, hija y esposa.
Ser mujer implica diversos

roles que nos llevan a
experimentar una amplia
gama de sentimientos y
emociones.
Ser emprendedora, madre,

hija y esposa demanda una
entrega que solo una mujer es
capaz de tener.
Invitar a algunas hermanas ASVE a compartir su experiencia

de ser mujer madre, hija y/o esposa.
Lo maravilloso de ser madre: Solo aquellas mujeres que han

tenido la oportunidad de ser madres comprenden la
sensación del acto milagroso de dar vida. Sacrificar o
41
posponer las metas y las aspiraciones por cuidar de los

hijos constituye un acto de amor y generosidad.
No tiene descripción la alegría que siente una madre ante
la “misión cumplida” cuando ve a un hijo crecer, madurar,
tomar decisiones, hacerse un adulto equilibrado y
responsable. Esa sensación compensa todos los sacrificios
vividos.
Lo maravilloso de ser hija: Cuando vives lo maravilloso de

ser madre, es probable que comprendas con mayor
exactitud a tus progenitores. Lo maravilloso de ser hija
incluye estar al lado de tus padres cuando van
envejeciendo. Cuidarlos de la misma manera amorosa en la
que ellos lo hicieron contigo. Lo maravilloso de ser
hija implica devolver, en cierta forma, todo lo que dieron
por ti cuando de pequeña no podías valerte por ti misma.
Llenarlos del amor y la comprensión que te inculcaron,
mostrándoles que eres la herencia que la vida les dio y que
fue bien administrada multiplicando su ganancia.
Lo maravilloso de ser esposa: El rol de esposa es uno de los

más difíciles que toda mujer (que elige hacer familia) tiene
que afrontar. La convivencia en pareja implica contratiempos
que muchas veces cuesta afrontar. Cuando decides casarte,
compartes tus sueños, metas, miedos y frustraciones con el
hombre que amas.
Lo maravilloso de ser mujer madre, hija y esposa implica brindar

lo mejor de ti a cada ser querido. Dedicar tiempo a velar por
tus hijos, cuidar de tus padres y expresar amor a tu pareja.
Por tanto, no importa cuántos roles como mujer desempeñes,

pues cada uno te llenará de experiencias y aprendizajes
inolvidables. En definitiva, ser mujer es una bendición.
42
ORACIÓN INICIAL
María ha sido la primera persona capaz de celebrar, de hecho, con el

corazón y con su vida de fe, de obediencia, de esperanza y de amor,
que Dios es único sin ser solo. Pidamos que Ella nos ayude a descubrir
el camino que nos conduce al gran misterio de nuestra fe: Dios trino
en la unidad y uno en la variedad y que nosotras seamos capaces de
construir la unidad en la diversidad.
Digamos juntos:
Madre: Hija eternamente amada del Padre,

Madre dulcísima del Hijo,
Esposa inmaculada del Espíritu Santo.
Dulce consolador de mi alma,
asísteme en todas las aflicciones
y combates de mi vida.
Dame una confianza sin límites
en tu Corazón
de Reina y Madre. Amén.
DESARROLLO
MARÍA EN EL MISTERIO TRINITARIO
La relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de la siempre

Virgen María, es muy evidente. La maternidad divina de María
ha vinculado a María estrechamente con la Santísima Trinidad,
María, como madre del Hijo, se relaciona con el Padre y del
mismo modo con el Espíritu Santo, por obra del cual concibe al
Hijo. Tal como lo reza la jaculatoria que hacemos en el Santo
Rosario, “María, Hija de Dios Padre, María Madre de Dios Hijo,
María Esposa de Dios Espíritu Santo”, reconocemos en la oración
las íntimas relaciones entre la siempre virgen María y el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.
El Vaticano II, sitúa a María en el misterio trinitario. El capítulo
VIII de la LG comienza y termina con una referencia a la Trinidad.
43
Implicada en el designio del Padre, María es cubierta por la

sombra del Espíritu Santo, que hace de ella la madre del Hijo
eterno hecho hombre. Entre María y la Trinidad se establece una
relación de intimidad única: "Redimida de un modo eminente en
atención a los futuros méritos de su Hijo, y a Él unida con
estrecho e indisoluble vínculo, está enriquecida con esta suma
prerrogativa y dignidad: ser la Madre de Dios Hijo y, por tanto, la
hija predilecta del Padre y el sagrario del Espíritu Santo" (LG
53). María es "el santuario y el reposo de la Santísima
Trinidad. La maternidad divina de María ha vinculado a la Virgen
María estrechamente con las personas Trinitarias. Por ser madre
del Hijo entra necesariamente en relación con el Padre y también
con el Espíritu Santo, por obra del cual le concibe.
1. LA RELACIÓN DE MARIA CON EL PADRE, “María, Hija de Dios

Padre”
La primera relación, tiene que ver con el misterio de la elección

que Dios hizo en María, para ser la Madre de su Hijo Unigénito.
En nuestra fe, el Hijo de María es el Hijo de Dios y es
verdaderamente Dios y así, el Hijo de Dios es el Hijo de la virgen
María sin dejar de ser verdaderamente hombre. Por tanto,
podemos afirmar que el Padre y María han tenido el mismo
Hijo, y así los expresa san Anselmo; “El Padre y la Virgen
tuvieron naturalmente un Hijo común”. El Padre ha elegido a
María para ser la Madre de su Hijo Unigénito. María engendró
en el tiempo el mismo Hijo que el Padre engendró en la
eternidad. El Hijo de Dios es verdaderamente Hijo de María.
Jesucristo es nacido de Dios y nacido de María, es el Emmanuel,
el Dios-con-nosotros. Por tanto, decir que María es Madre de
Dios, es reconocer el misterio de la Encarnación de Dios hecho
hombre. Dionisio Cartujano, clérigo, teólogo y místico católico
flamenco, perteneciente a la Orden de los Cartujos, (siglo XIV),
llama bella y teológicamente muy acertado al Padre y a María
“copadres”, de Jesucristo. María, es la imagen maternal de la
paternidad de Dios.
44
2. LA RELACIÓN DE MARÍA CON EL HIJO, “María Madre de Dios

Hijo”
La relación de María con el Hijo, es decididamente más

indiscutible. Ella es su verdadera Madre. María es la Madre del
Señor (Lc 1,43), según el testimonio de la Escritura; la Madre
de Dios. El Concilio de Éfeso (431) ha sido muy claro, al definir
no que María sea madre del hombre Jesús, sino que es Madre
de Dios. "Porque no nació primeramente un hombre vulgar de
la santa Virgen y luego descendió sobre Él el Verbo; sino que
unido desde el seno materno, se dice que se sometió a
nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la
propia carne. De esta manera, los santos padres no tuvieron
inconveniente en llamar Madre de Dios (Theotókos) a la santa
Virgen". (DS 251). María es Madre de la única Persona –la
segunda de la Trinidad- que tiene dos naturalezas distintas y,
a la vez, unidas en esa Persona. Ella engendró la única Persona
que existe en Jesucristo: al Verbo Encarnado. Por eso María es
la verdadera Madre de Jesucristo. “Sin María, la entrada de Dios
en la historia no llegaría a su meta, por cuanto no alcanzaría
la declaración del Credo: que Dios no es únicamente un Dios en
sí y para sí mismo, sino un Dios para nosotros.
La relación de María con su Hijo, es íntima, desde la gestación

y luego en el parto, con verdadero cariño de madre, ella; “Dio
a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó
en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada"
(Lc 2,7.12.16). La relación como madre, se manifiesta luego por
la preocupación por su hijo que; "iba creciendo en sabiduría, en
estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres" (Lc 2,52).
Es la misma preocupación de la que relata el Evangelio luego
de encontrarlo en el templo a los doce años: "Hijo, ¿por qué nos
has hecho esto? Tu padre y yo, angustiados, te andábamos
buscando" (2,41-50). Por tanto, está claramente manifiesta
que las relaciones maternales eran tan palpables, que el
Evangelista san Marcos lo expresa escuetamente como "el hijo
de María" (Mc 6,3). Los sucesos de Caná y el de la Madre al pie
de la cruz son una prueba más de ello.
45
3. LA RELACIÓN DE MARÍA CON EL ESPÍRITU SANTO, “María

Esposa de Dios Espíritu Santo”
San Francisco de Asís ha llamado a María Esposa del Espíritu
Santo. Gracias a que María se entregó por completo a la voluntad
del Padre y se puso a disposición plena del Espíritu Santo, el
Verbo pudo tener un cuerpo para vivir en medio de nosotros para
realizar la salvación que necesitábamos.
Dios Padre eligió a la siempre Virgen María desde toda la

eternidad como “Madre toda santa y la adornó con dones del
Espíritu Santo”, es así, como la reflexión teológica destaca que
la intervención santificadora del Espíritu en la Virgen María, ha
sido un momento culminante de su acción en la historia de la
salvación. Los santos Padres han atribuido a la acción del
Espíritu la santidad original de María, como plasmada y
convertida en nueva creatura por Él, y es así, como reflexionando
sobre los textos evangélicos, revelaron en la intervención del
Espíritu Santo una acción que consagró e hizo fecunda la
virginidad de María y la transformó en Templo o Tabernáculo del
Señor, Arca de la Alianza o de la Santificación.
El relato de la Anunciación, nos muestra como María es

circundada en el misterio de Dios Padre, en especial con humildad
para acoger por obra y gracia del Espíritu Santo al Hijo del Padre.
El Espíritu Santo, es esposo de María, ella es parte de la relación
de amor eterno entre el Padre y el Hijo, y también la relación de
amor que une al Padre con el Hijo encarnado en su seno. El
Espíritu Santo es también el vínculo de la alianza entre Dios y
los hombres en la Iglesia. María, arca de la alianza, Esposa de las
bodas escatológicas entre Dios y su pueblo. María, está
íntimamente vinculada al Espíritu Santo, derramado sobre ella
para actuar la nueva y eterna alianza, sellada en la sangre de
Cristo. En el Espíritu Santo, María se une con el Padre y con el
Hijo. En el Espíritu Santo, María participa de la fecundidad del
Padre y de la filiación del Hijo. Esposa en el Espíritu, vínculo de
unidad, sello del amor divino en su vida trinitaria y en su
46
actuación salvadora. Madre del Hijo de Dios, hija predilecta del

Padre, María es "templo del Espíritu Santo" (LG 53), "sagrario" y
"mansión estable del Espíritu de Dios" (MC 26). El Espíritu es el
que hace de María la Esposa, haciéndola Virgen Madre del Hijo y
de los hijos de la nueva alianza.
Por consiguiente, en ningún momento de la historia se ha dado

una implicación tan real, tan honda y tan total entre Dios y una
creatura humana, como en el caso de María. Dios Trinidad,
enviando al ángel Gabriel, le pide a María aceptar que, por su
medio, la segunda divina persona de la Santísima Trinidad asuma
la naturaleza humana. Ella sin dudarlo un instante se pregunta
cómo aceptar o colaborar con la divina voluntad, y la respuesta
divina se da mediante el poder del Espíritu: "El Espíritu Santo
vendrá sobre ti" (Lc 1, 35). El Espíritu Santo acepta la decisión
trinitaria de unirse y atarse a María para que de Ella nazca
Jesucristo, el Hijo de Dios. Y María acepta entregarse al Espíritu
de Dios, para convertirse en Madre de Dios. Y el Espíritu Santo,
que es Señor y dador de vida, es enviado para fecundar el vientre
virginal de María haciendo que ella conciba al Hijo del eterno
Padre en una humanidad tomada de la suya; es por esto que el
Espíritu Santo se considera el esposo de la Virgen María. Es un
esposo espiritual que la convierte en su templo y en el primer
sagrario del Hijo de Dios.
COMPROMISO
PERSONAL
1.- ¿Qué virtudes de María de Nazaret te invitan a vivir mejor tu

ser de mujer en el rol de Madre, esposa, hija?
 Escribe una virtud dentro de cada flor:
2.- ¿Cómo es mi relación con la Trinidad, con cuál persona de la

Trinidad me identifico más?
47
COMUNITARIO
Como comunidad ASVE…
1. ¿Qué nos enseña María en su relación con la Trinidad como

hija, madre y esposa?
2. ¿Qué actitudes necesitamos practicar como comunidad para
vivir la unidad en la Trinidad a ejemplo de María? De común
acuerdo escriban una actitud dentro de cada corazón.
ORACIÒN FINAL
"Santa María Virgen, no hay mujer alguna, nacida en el mundo,

que te iguale, hija y sierva del Altísimo Rey, el Padre celestial,
madre del santísimo Señor nuestro Jesucristo, esposa del
Espíritu Santo, ruega por nosotros a tu santísimo Hijo querido,
Señor y Maestro". Amén (San Francisco de Asis)
Canto: Alégrate, llena de Gracia - Cesáreo Gabarain
https://www.youtube.com/watch?v=jNLMriV9Qxw Con
imágenes
https://www.youtube.com/watch?v=dlhw0KYnO7g Sólo la
letra
48
TEMA 9: LA IGLESIA: UNA, SANTA, CATÓLICA Y

APOSTÓLICA
INTRODUCCIÓN
El Credo o profesión de fe, es el acto en el que todo cristiano

católico reconoce a grandes rasgos su fe.
El Credo o símbolo Niceno-constantinopolitano, fue formulado

como hoy lo conocemos, por la Iglesia de Jesucristo en los concilios
de Nicea y Constantinopla en los años 325 y 381. Su origen data de
los mismos apóstoles y sus formas más primitivas pueden
encontrarse mencionados en la Biblia.
I Timoteo 6,12 - Combate el buen combate de la fe, conquista la

vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella
solemne profesión delante de muchos testigos.
I Corintios 15,3-4 – Porque os transmití, en primer lugar, lo que a

mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las
Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las
Escrituras…
De ahí surge el famoso Credo de los Apóstoles, que constituye el

símbolo de fe de la Iglesia de Roma, la más importante y antigua y
que adquirió su forma definitiva para toda la Iglesia universal en
los concilios antes mencionados. El Credo de los Apóstoles es más
corto que el de Nicea-Constantinopla y al tratar sobre la Iglesia
sólo dice: “Creo en la santa Iglesia Católica”.
En cambio, el Credo de Nicea-Constantinopla, que es más largo y

es el que actualmente profesamos, amplía este artículo de fe de la
siguiente forma “Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y
apostólica”. ¿Existe base bíblica para que los Apóstoles y la Iglesia
hayan formulado así su fe en la Iglesia de Jesucristo? ¿En qué parte
de la Biblia dice que la Iglesia es una, santa, católica y apostólica?
49
ORACIÓN INICIAL
Gracias, Señor, por habernos llamado a tu Iglesia que es Una,

Santa, Católica y Apostólica.
Gracias porque me llamas a la santidad, porque quieres hacerme

santo y porque en tu Iglesia tengo todas las ayudas para llegar a
serlo.
No sabía, Señor, que no sólo me hacía daño yo, al pecar, sino que
hacía daño a otros porque no permitía que fluyera la savia de
vida a través de mí hacia los demás.
Quiero permanecer en tu Gracia, Jesús. Necesito tu ayuda. Quiero

vivir en Ti y contigo, Señor. Amén.
DESARROLLO
LA IGLESIA ES UNA
Jesucristo funda una sola

Iglesia, su Iglesia. Mateo
16,18 Y ahora yo te digo:
Tú eres Pedro (o sea
piedra), y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia;
los poderes de la muerte
jamás la podrán vencer.
Juan 17,21. Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo
en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo
crea que tú me has enviado.
Efesios 4,5-6. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo
Dios y Padre de todos, que está por encima de todo, lo penetra todo
y está en todo.
50
LA IGLESIA ES SANTA
La Iglesia somos todos los cristianos católicos y hemos sido

santificados por Cristo mediante el bautismo en su muerte por
todos los pecados del mundo.
I Pedro 1,16. Según dice la Escritura: Sean santos, porque Yo soy

santo.
I Corintios 6,11. Tal fue el caso de algunos de ustedes, pero han sido
lavados, han sido santificados y rehabilitados por el Nombre de
Cristo Jesús, el Señor, y por el Señor, y por el Espíritu de nuestro
Dios.
Efesios 5,25-27
LA IGLESIA ES CATÓLICA, ES DECIR, UNIVERSAL
La Iglesia católica es la congregación de los fieles al cristianismo

que se encuentra regida por el Papa. Es la Iglesia más grande del
mundo, reúne en su seno a más de 1,200 millones de fieles en todo
el planeta.
En tiempos del Antiguo Testamento, antes de Jesucristo, la Iglesia

o Kahal en hebreo, era sólo una Iglesia nacional, la del Dios de Israel
y todo el que no fuera Israelita estaba excluido del pueblo de Dios.
La palabra católica significa universal y significa, todas las gentes,
todas las naciones, lo que abarca todo y a todos.
Esdras 5,1. Los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Iddo, profetizaron

para los judíos de Judá y de Jerusalén en nombre del Dios de Israel
que estaba con ellos.
Salmos 147,19-20. Efesios 2,11-12. Génesis 22,18. Isaías 2,2-3.

Isaías 45,22-23. Génesis 49,10. Mateo 28,19-20. Hechos 13,47.
LA IGLESIA ES APOSTÓLICA
Jesucristo no dejó ninguna Biblia para enseñar a las naciones, Él

comisionó a sus Apóstoles y sucesores para eso. Los discípulos de
Cristo serían enseñados por los Apóstoles y sus sucesores, Él rogará
por sus Apóstoles y por los que creerán por medio de su palabra.
51
Juan 17,20-21. No ruego sólo por éstos, sino también por todos
aquellos que creerán en mí por su palabra. Que todos sean uno,
como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno
en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Hechos 1,2. Hechos 2,42. Apocalipsis 21,14.
La única Iglesia en el mundo que puede ser rastreada a través de

la historia por medio de infinidad de testimonios y documentos
históricos hasta los Apóstoles y el mismo Jesucristo es la Iglesia
Católica Apostólica Romana.
Por eso la Iglesia es UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA
¿POR QUÉ DECIMOS QUE LA IGLESIA ES ROMANA?
Un hecho histórico vino a poner esta nota en

la Iglesia de Cristo: San Pedro, el primero
entre los Apóstoles, fue a Roma y ahí murió.
En los Evangelios aparece San Pedro con un
lugar muy importante entre sus compañeros
apóstoles, esta primacía es confirmada por
Cristo resucitado. En los Hechos es quien
tiene la dirección principal de la Iglesia naciente. Así se le consideró
como signo de ser la Iglesia de Cristo el estar en comunión con
Pedro. San Pablo mismo que tiene una parte tan importante en la
propagación del cristianismo primitivo, confiesa que después de su
conversión fue a estar unos 15 días con Pedro, no fuera a suceder
que su mensaje no estuviera de acuerdo con él.
Este puesto importante de Pedro en toda la Iglesia lo sigue

teniendo el sucesor de Él en Roma, porque ahí murió en el año 67
dando su vida por Cristo como testimonio final de su amor al
Maestro. Conocemos los nombres de todos los sucesores de Pedro
hasta el presente. Hoy también los cristianos conservamos la
comunión con la Iglesia de Roma. Por eso decimos que la Iglesia es
Romana.
52
COMPROMISO
1. ¿Comulgo con esta Iglesia a la que

pertenezco?
2. ¿Mi actuar de cada día es de acuerdo a lo

que la Iglesia me pide, me invita?
ORACIÓN FINAL
Lee, medita.
CREDO DE NICEA – CONSTANTINOPLA

(Credo Largo) CREDO DE LOS APÓSTOLES
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro
Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, Señor, que fue concebido por obra y
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del gracia del Espíritu Santo, nació de Santa
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo María Virgen, padeció bajo el poder de
hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por
obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, Poncio Pilato fue crucificado, muerto y
y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en sepultado, descendió a los infiernos, al
tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y tercer día resucitó de entre los muertos,
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al subió a los cielos y está sentado a la
cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
derecha de Dios, Padre todopoderoso.
reino no tendrá fin. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
muertos.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia
recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los católica, la comunión de los santos, el
profetas. perdón de los pecados, la resurrección de
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y
la carne y la vida eterna.
apostólica. Amén.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de
los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del

mundo futuro. Amén.
53
Amén.
NOTA IMPORTANTE:
Hay mucha más información sobre el tema en EL CATECISMO DE

LA IGLESIA CATÓLICA de los números 811 al 870.
TEMA 10: LA IGLESIA PEREGRINA
ORACIÓN INICIAL
Señor Jesucristo, Tú me llamas a

seguirte, y yo elijo caminar contigo.
Abre los ojos de mi corazón para que
yo pueda ver mi vida de una manera
nueva. Ayúdame a estar abierto al
cambio en cada paso que doy. Dame la
fuerza para no desistir en mi
peregrinar hacia Ti. Dame la Luz de tu
Espíritu, para no equivocar mi camino.
Ayúdame ayudar al que camina
conmigo. Ayúdame a levantarme todas
las veces que caiga.
Amén.
INTRODUCCIÓN
Al presentar la Iglesia a los hombres de nuestro tiempo, el Concilio

Vaticano II tenía bien presente una verdad fundamental, que no
hay que olvidar jamás: la Iglesia no es una realidad estática,
detenida, con fin en sí misma, sino que está continuamente en
camino en la historia, hacia la meta última y maravillosa que es el
Reino de los cielos, del cual la Iglesia en la tierra es el germen y el
inicio (cfr. Conc. Ecum. Vat. II, Cost. Dogm. sobre la Iglesia Lumen
Gentium, 5).
54
Cuando nos dirigimos hacia este horizonte, nos damos cuenta de

que nuestra imaginación se detiene, revelándose apenas capaz de
intuir el esplendor del misterio que domina nuestros sentidos. Y
surgen espontáneas en nosotros algunas preguntas: ¿cuándo
llegará este pasaje final? ¿Cómo será la nueva dimensión en la cual
la Iglesia entrará? ¿Qué será entonces la humanidad? ¿Y lo creado
que nos circunda?
Pero estas preguntas no son nuevas, las habían hecho los discípulos
a Jesús en aquel tiempo, pero, ¿cuándo sucederá esto? ¿Cuándo
será el triunfo del Espíritu sobre la creación, sobre lo creado, sobre
todo? Son preguntas humanas, preguntas antiguas. También
nosotros hacemos estas preguntas.
DESARROLLO
La Constitución conciliar Gaudium et spes, de frente a estos

interrogativos que resuenan desde siempre en el corazón del
hombre, afirma: “Ignoramos el tiempo en que se hará la
consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos
de qué manera se transformará el universo. La figura de este
mundo, deformada por el pecado, pasa, pero Dios nos enseña que
nos prepara una nueva morada y tierra donde habita la justicia y
cuya bienaventuranza es capaz de saciar y rebasar todos los
anhelos de paz que surgen en el corazón humano”. He aquí la meta
a la cual aspira la Iglesia: es como dice la Biblia la “Jerusalén
nueva”, el “Paraíso”. Más que de un lugar, se trata de un “estado”
del alma, en el cual nuestras expectativas más profundas serán
cumplidas de manera superabundante y nuestro ser, como
criaturas y como hijos de Dios, alcanzará la plena maduración.
¡Seremos finalmente revestidos de la alegría, de la paz y del amor
de Dios en modo completo, sin ningún límite, y estaremos cara a
cara con Él!
«La Iglesia "sólo llegará a su perfección en la gloria del cielo" cuando

Cristo vuelva glorioso. Hasta ese día, "la Iglesia avanza en su
peregrinación a través de las persecuciones del mundo y de los
consuelos de Dios". Aquí abajo, ella se sabe en exilio, lejos del
55
Señor, y aspira al advenimiento pleno del reino, "y espera y desea

con todas sus fuerzas reunirse con su Rey en la gloria". La
consumación de la Iglesia en la gloria, y a través de ella la del
mundo, no sucederá sin grandes pruebas. Solamente entonces,
"todos los justos desde Adán, desde el justo Abel basta el último de
los elegidos se reunirán con el Padre en la Iglesia Universal"» (CIC
769).
La imagen del pueblo de Dios en peregrinación no nos diría nada si

olvidáramos cuál es la meta de esa peregrinación. Todavía no se
ha alcanzado esa meta; todavía se halla la Iglesia en camino.
Pero en este camino hacia Dios no

estamos solos. Porque una gran
multitud de hermanos siguen la misma
ruta. Toda la Iglesia está en camino, está
en marcha hacia Dios. Somos una Iglesia
de peregrinos, buscando nuestra patria
celestial.
Por eso, el Concilio Vaticano II definió la Iglesia de hoy como un

pueblo en marcha, un pueblo peregrino. Pero no es solamente un
pueblo peregrino: es también un pueblo de esperanza. Porque la
esperanza es la virtud de los caminantes. La esperanza es la virtud
más olvidada de los cristianos, pero la más necesaria para ir por
la ruta de la vida.
La Iglesia no está consumada aún, camina en peregrinación por la

tierra, «lejos del Señor». Sin embargo, en ese camino no le faltan
«los consuelos de Dios». La Iglesia anhela unirse con su Señor, llegar
a su reino.
COMPROMISO
1. ¿Soy consciente de que mi vida es un constante peregrinaje?
2. ¿Soy feliz en mi peregrinar por esta tierra?

56
3. ¿Cómo me preparo para llegar al reino de los cielos?
ORACIÓN FINAL: (canto) https://youtu.be/DRg8ghOwJrQ
Todos unidos formando un solo cuerpo,

Un cuerpo que en la pascua nació,
Miembros de Cristo en sangre redimidos
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del Espíritu,

Que el Hijo desde el Padre envió,
Él nos empuja, nos guía y alimenta,
Iglesia peregrina de Dios.
SOMOS EN LA TIERRA
SEMILLA DE OTRO REINO,
SOMOS TESTIMONIOS DE AMOR:
PAZ PARA LAS GUERRAS
Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS
TEMA 11: LAS VIRTUDES TEOLOGALES: FE, ESPERANZA Y

CARIDAD
ORACIÓN INICIAL
Madre te pido que alcances para mí las Virtudes de la Fe, Esperanza

y Caridad; Oh, María, transforma mi corazón como el tuyo, colócale
una corona de pureza adornada con virtud, toma mi corazón
querida Madre, consagrado como tuyo propio, preséntaselo a Dios
Padre como una ofrenda de mí para ti. Amén
57
INTRODUCCIÓN:
Las Virtudes Teologales se refieren directamente a Dios. Disponen

a los cristianos a vivir en relación con la Santísima trinidad. Tienen
como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino.
Se llama virtudes teologales porque tienen su fundamento en Dios,

se refieren inmediatamente a Dios y son para nosotros los hombres
el camino para acceder directamente a Dios.
Nos podríamos a la siguiente pregunta ¿Por qué son virtudes la Fe,

la Esperanza y la Caridad?
La respuesta es que son verdaderas fuerzas, y ciertamente

concedidas por Dios, que el hombre puede desarrollar y consolidar
con la ayuda de Dios para obtener “Vida abundante” (Jn 10,10).
En la Sagrada Escritura nos enseña que las tres virtudes deben

estar presentes en la vida de los cristianos. 1 Cor 13,13 "Ahora,
pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la
mayor de estas tres es el amor."
Ahora vamos a reflexionar sobre cada una de las virtudes

teologales:
¿Qué es la Fe?
La Fe es la virtud por la que asentimos a Dios, reconocemos su

verdad y nos vinculamos personalmente a él. CIC1814-1816, 1842
(Catecismo de la Iglesia católica).
La fe es el camino creado por Dios para acceder a la verdad, que es

Dios mismo. Puesto que Jesús es «el camino y la verdad y la vida »
(Jn 14,6) esta fe no puede ser una mera actitud, una « credulidad »
en cualquier cosa. Por un lado la fe tiene contenidos claros, que la
58
Iglesia confiesa en el → CREDO (= confesión de fe) y que está

encargada de custodiar. Quien acepta el don de la fe, quien por
tanto quiere creer, confiesa esta fe mantenida
fielmente a través de los tiempos y las culturas.
Por otra parte, la fe consiste en la relación de

confianza con Dios, con el corazón y la
inteligencia, con todas las emociones. Porque la
fe «actúa por el amor » (Gál 5,6) Si alguien cree realmente en el
Dios del amor lo demuestra no en sus proclamaciones, sino en sus
actos de amor.
¿Qué es la esperanza?
La esperanza es la virtud por la que

anhelamos, con fortaleza y constancia,
aquello para lo que estamos en la tierra: para
alabar y servir a Dios; aquello en lo que
consiste nuestra verdadera felicidad:
encontrar en Dios nuestra plenitud; y en donde
está nuestra morada definitiva: Dios. (CIC 1817-1821, 1843)
La esperanza es confianza en lo que Dios nos ha

prometido en la Creación, en los profetas y
especialmente en Jesucristo, aunque todavía no
lo veamos. Para que podamos esperar con
paciencia la verdad se nos da el Espíritu Santo de
Dios. “Esperar quiere decir creer en la aventura
del amor, tener confianza en las personas, dar el salto a lo incierto
y abandonarse totalmente en Dios”. San Agustín
¿Qué es la caridad?
La caridad es la virtud por la que nosotros, que hemos sido amados

primero por Dios, nos podemos entregar a Dios para unirnos a él y
59
podemos aceptar a los demás, por amor a Dios, tan incondicional

y cordialmente como nos aceptamos a nosotros mismos (CIC 1822-
1829, 1844).
Jesús coloca la caridad por encima de todas las leyes, sin abolirlas
por ello. Con razón por tanto dice san Agustín: «Ama y haz lo que
quieras». Lo que no es tan fácil como parece. Por ello la caridad es
de las virtudes, la energía que anima a las demás y las llena de vida
divina.
COMPROMISO
 En el actuar de tu vida, después de haber reflexionado sobre

las Virtudes teologales ¿a qué te comprometes?
1. Como ASVE
2. Como comunidad
ORACIÓN FINAL
Señor, deseo que, mediante el poder de Tu Amor y de Tu

Sabiduría, se desarrollen las virtudes que has depositado en mí
desde el principio de los tiempos.
Alimentaré mi boca y mi corazón con la levadura del Amor,

mi oído y mi mente con la Sabiduría, mis ojos y mi Espíritu
con la Verdad, mis manos y mi forma de obrar con la
Justicia, mis pies y mis fuerzas con la Bondad. Amén.
60
TEMA 12: UNIFICACIÓN PERSONAL Y EXPERIENCIA

CRISTIANA
INTRODUCCIÓN
Unificarse personalmente y saber vivir
y orar con la sabiduría del corazón, es
un itinerario del cristiano, a luz del
Espíritu de Jesús. La espiritualidad
profunda, integra la persona y aúna la
experiencia de Dios con el compromiso
liberador del amor solidario.
Desde la vida, dialogan Psicología y Fe, por ello es importante

aprender a cultivar la oración, en el proceso de crecimiento
personal y relacional. Ello equivale a misterio amoroso y salud
psicosocial. Aprender a orar y vivir coherentemente, con la
sabiduría del corazón, es tarea de cada etapa de la vida.
Nuestras Comunidades ASVE, con su lenguaje propio y su carisma,

en cada sesión de estudio abren la posibilidad a sanar bases
antropológicas al Dios que nos habita y evangeliza, en un servicio
testimonial y profético a nuestro mundo.
ORACIÓN INICIAL: “Salmo en busca de sentido”

Yo quiero Señor, poner mis ojos dentro. Quiero abrir los ojos del
corazón y, con nuevos ojos, mirar la luz y buscar el bien y la belleza,
la verdad y el amor en mi corazón escondido y silencioso. Señor
Jesús: ¡quiero vivir con fuerza y desde dentro! Quiero pedirte fuerza
para optar como persona, fuerza para optar por una fe recia en Ti,
por la comunidad en que vivo, por un proyecto de vida, por una
vida sin término, siempre decidido a comenzar de nuevo. Abre mis
ojos al corazón del hombre que transciende, a los valores de tu
Reino, a la bondad y la ternura, al perdón, a la justicia, a la
fraternidad, a la verdad, a la pureza y a la sencillez. Señor Jesús,
Tú eres el ideal de hombre que yo quiero; eres el proyecto que yo
61
asumo; eres la Persona y el Programa de mi vida; eres el sentido de

mi vida. Amén.
DESARROLLO
Implícita o explícitamente, consciente o no, siempre accedemos a
la oración desde una antropología concreta. Más o menos sabemos
qué es eso de ser hombre, en qué consiste y cómo, de hecho, se
vive. De manera equivocada o correcta, confusa o clara, oramos
desde todo eso que ensambla, perfila y constituye nuestra vivencia
de humanidad.
El hombre encuentra en la experiencia oracional una dimensión

contemplativa que le unifica como persona, le abre como creyente
y le compromete en la construcción de una humanidad en la que
el hombre sea posible, y Dios resulte creíble.
Nuestra tarea es humanizarnos orando y vivir acogiendo el Espíritu

de Jesús, que nos descubre la vida del Reinado de Dios. Un hombre
y una mujer sanos, con visión creyente en apertura a Dios, es una
experiencia liberadoramente integradora y unificadora.
Se trata de caer en la cuenta de que la oración, además de ser

ejercicio creyente, puede ser en determinadas condiciones, una
experiencia saludable y sanante en la unidad armoniosamente
integrada de la persona humana.
Una experiencia abierta al misterio de una fe purificada, madura y

evangélica puede generar dinamismos que aportan salud
existencial. No es esta, o no debe ser, la última motivación para
orar; pero no está reñida con la legítima aspiración del hombre
como posible “añadidura” a su auténtica búsqueda del Reino de
Dios y su justicia.
Somos cuerpo, mente, corazón y espíritu. Que somos cuerpo,

organismo vivo, es palpable; otra cosa es, si nos lo tomamos en
serio, y cómo tratamos a nuestro yo corporal. Somos también
mente, y mente pensante en interacción con el cuerpo. Somos,
62
además, corazón, por aquí anda la antropología bíblica, es decir,

dinamismo emocional que colorea y, a veces, determina nuestra
vida afectiva: el amor, motivador y dimensionador de nuestra
existencia humana. Y somos, finalmente, espíritu, pero no como
“tejado” de nuestra estatura personal, sino como huella viva en
nuestra unidad, de la que el cuerpo es manifestación y epifanía.
Esta visión del hombre y de la mujer permite un acercamiento

psicoterapéutico respetuoso, en su marco científico, a la conducta
oracional y, en todo caso, a la experiencia de Dios, la experiencia
cristiana.
Características de la experiencia cristiana:

Pasa por la Iglesia, como comunidad de bautizados que
prolonga en la historia de los hombres la acción realizada por
Jesús, el Cristo, y en la que se hace verdad la unión de los
hombres entre sí y de los hombres con Dios; como pueblo que
peregrina por la historia y gracias al cual llega a los hombres
de todos los siglos la buena noticia de la salvación.
Se vive al estilo de Cristo, porque Jesús, el Cristo, revela a los
hombres cómo es el amor de Dios; porque es el Camino entre
Dios y los hombres; porque con su vida muestra cómo es
posible experimentar en profundidad la realidad humana y
darle sentido trascendente al abrirse a la experiencia de Dios;
porque con su predicación responde a las experiencias más
profundas del hombre, las explicita y las hace
transignificativas.
Es siempre personal y no se puede tomar prestada. Y porque
es personal, involucra a toda la persona. Por eso no basta
comprender a Dios con la inteligencia. Es vivencia toca el
propio yo, la conciencia. Por consiguiente, puede hablarse de
una conciencia de Dios que invade lo más profundo del
hombre y se irradia a todos los rincones de su vida.
No es individual sino comunitaria, compartida por muchos.
Porque pasa por la comunidad, se vive en la comunidad, se
proyecta a la comunidad.
63
Es, experiencia histórica, porque se viven circunstancias

históricas concretas y a ellas responde. Y es histórica, porque
cada experiencia está relacionada con otras experiencias. Por
ello la idea, imagen o representación que el hombre se forma
de Dios viene determinada por la que él tiene de sí mismo, del
mundo en que vive y de los otros con quienes convive. Y
porque es histórica, el hombre descubre la presencia de Dios,
la interpreta y expresa su experiencia con las mediaciones
que el momento histórico le brinda.
Es experiencia de salvación, porque la experiencia de Dios
transforma a las personas y las relaciones entre ellas. De ahí
que, si bien la experiencia no es objeto de demostración, ella
se evidencia en unos signos, de los cuales el más
representativo es que todo individuo o comunidad que
experimente a Dios en su vida da testimonio ante los demás
de la experiencia vivida aun sin proponérselo.
Un obstáculo bien serio es que ciertamente la experiencia de Dios

exige una especial sensibilidad para descubrir su presencia y
cercanía y es evidente también que las circunstancias que rodean
la existencia del hombre moderno no favorecen semejante
sensibilidad.
Hay que reconocer que Dios es hoy para muchos una palabra vacía
de contenido y que no encuentra lugar en su vida, no porque la fe
en Dios se vea atacada por la filosofía moderna o la ciencia, sino
porque falta la experiencia de Dios, lo redujo a un concepto por el
cual se podría sentir curiosidad y atracción, pero que no toca la
vida.
A Dios se le encuentra en medio de la vida de todos los días. Hay

que buscarlo en el hombre y en la historia de los hombres como el
Dios que salva y libera. Hay que buscarlo en el otro, especialmente
en el pobre y en el necesitado, que es lugar de encuentro con Dios
y de experiencia de Dios.
64
La fe cristiana está encaminada a transformar la vida de las

personas, provoca el cuestionamiento de las estructuras injustas
y ofrece el testimonio de la solidaridad frente al individualismo, el
cambio social frente a la legitimación del orden establecido, de la
liberación frente a la opresión.
La Iglesia tiene el encargo de hacer resonar entre los hombres la

buena noticia del amor de Dios, acción por la cual, además, se
construye la comunidad que manifiesta entre los hombres ese
amor.
COMPROMISO
¿Qué es lo esencial de la experiencia cristiana?

¿Qué áreas de tu vida ha transformado tu propia experiencia
de Dios?
¿Cuál de las características de la experiencia de Dios, vives
de manera más natural, al orar la vida?
¿Cómo unificas e integras tu vida para ser reflejo de la
Trinidad?
ORACIÓN FINAL: Canto “Todo lo haces nuevo” (Athenas)
Tú obras maravillas con tu Limpia mis heridas con tu

gracia, nada es imposible en gracia, quema con tu fuego
tus manos. hoy mi vida.
Ven, hasta lo más hondo de Dejando todo atrás,
mi ser. quiero volver a empezar.
Ven, creo en tu palabra y tu Restáurame, renuévame,
poder porque…Todo lo haces dejando todo atrás,
nuevo, Jesús quiero volver a empezar.
Todo lo haces nuevo, Jesús
Mi vida es tuya, Señor; https://www.youtube.com/wa
renuévame con tu amor, tch?v=yJTmiht-URU
Señor y Jesús.
65
TEMA 13: LLAMADOS A SER SANTOS EN COMUNIDAD
ORACION INICIAL
POR LA SANTIDAD DE VIDA
Creo en ti, Señor, pero ayúdame a creer con firmeza;

espero en ti, pero
ayúdame a esperar sin desconfianza;
te amo, Señor, pero ayúdame a
demostrarte que te quiero; estoy arrepentido,
pero ayúdame a no volver a ofenderte.
Amén.
INTRODUCCIÓN
La fiesta de todos los santos nos recuerda la multitud de los que

han conseguido de un modo definitivo la santidad, y viven
eternamente con Dios, con un amor que sacia sin saciar. Es
también la fiesta de todos los que estamos llamados a unirnos a
los que forman la Iglesia triunfante: nos anima a desear esa
felicidad eterna, que sólo en Dios podemos encontrar. Vivimos en
esperanza, somos varones y mujeres de deseos (como el profeta
Daniel), de que Dios saciará todo el afán de felicidad que anida en
nuestro corazón, como decía San Agustín: “Nos has hecho, Señor,
para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”.
San Pablo dice que nadie puede imaginar las maravillas que Dios
nos tiene reservadas. Saciarán sin saciar, y este pensamiento de
plenitud nos ha de ayudar a llevar la cruz de cada día sin caer en
conformarnos con premios de consolación, con pequeñas
compensaciones efímeras, que a la hora de la verdad son engaños,
cartones repintados que defraudan las ansias de cosas grandes de
nuestro corazón.
66
DESARROLLO
Una sola cosa es necesaria (Lc 10,42): la santidad personal. Este es

el secreto de la alegría, la buena nueva para el mundo, la siembra
de paz que necesita la sociedad.
Es necesario decir que hoy más que nunca,
Dios nos quiere santos y no espera que nos
conformemos con una existencia
mediocre.
La santidad es un ofrecimiento de la propia
vida por los demás, sostenido hasta la
muerte.
La santidad es el rostro más bello de la
Iglesia.
Todos estamos llamados a ser testigos, a compartir con todos la
acción de Dios en nuestra vida es por esto que hay testimonios
muy distintos, porque la vida divina se comunica a cada uno de
forma distinta.
Para ser santo no se necesita ser obispo, sacerdote, religioso o
religiosa, cada uno podemos ser santos en el estado de vida al que
Dios nos ha llamado.
Por eso aquí tenemos 5 tips para que busquemos ser santos en el
mundo actual y dar testimonio.
PRIMERO. Hay que preguntarle al Espíritu Santo que espera Jesús

de cada uno.
Es necesario que nos acostumbremos a discernir cuál es la
voluntad de Dios para cada uno en cada momento de la vida.
Hay muchas formas de hacerlo, pero lo principal es que estemos
dispuestos a preguntarle a Dios y después a hacer lo que Él nos
pide.
A veces será por medio de un amigo(a), otras por algún comentario
en la homilía del padre, otras veces los signos que se nos van
presentando, otras veces alguna petición en particular, etc.
67
Lo importante es que aprendamos a escuchar la voluntad de Dios

y después a llevarla a cabo.
Es bueno tener en cuenta que lo que viene de Dios trae paz y alegría
al corazón.
SEGUNDO. Es necesario que conozcamos a Jesús para que nos

identifiquemos con Él.
Nadie ama lo que no conoce, por eso debemos conocer a Jesús y su
vida terrena para que tengamos ejemplo de santidad.
Jesús se hizo igual a nosotros en todo, menos en el pecado, por lo
que en Él está nuestro modelo de vida. La Virgen María también es
un gran modelo pues es la persona más parecida a Jesús en toda la
tierra.
Para esto podemos echar mano de los recursos didácticos que
existen en internet, ya sean videos, cantos, orar con guías
prácticas y lo más importante leer la Sagrada Escritura para ir
conociendo cada día más el hacer de Jesús.
TERCERO. Debemos esforzarnos en cuerpo y alma.

El empeño de ser santo implica una batalla constante y continua
contra nosotros mismos y contra lo que el mundo nos presenta,
por eso debemos comprenderlo para que estemos dispuestos a
librar esta ofensiva.
Por eso es bueno que nos acerquemos a los sacramentos en el
tiempo adecuado, que aprendamos a rezar el Rosario y que lo
hagamos constantemente, que sepamos que también existen
ejemplos de otras personas que lograron vivir conforme a lo que
Dios les pidió, que son los santos y que podemos seguir su ejemplo
y camino de santidad, tomando las virtudes de ellos y llevándolas
a nuestra vida cotidiana.
CUARTO. Ponernos pequeñas metas alcanzables.

Como esto de la santidad es un proceso, es bueno que
comprendamos que es día con día.
Así que podemos ayudarnos con actividades y calendarios donde
vayamos anotando los logros y ofreciéndolos a Dios.
68
Con esto podemos hacer conciencia que la santidad se alcanza con

actos concretos.
QUINTO. Que no tengamos miedo a la santidad.

A veces pensamos que ser santos implica ser serios, ser perfectos
o que nos va a quitar la alegría y nuestra energía, pero en realidad
no es así.
Por el contrario, la santidad nos ayuda a ser plenos porque estamos
cumpliendo la misión que Dios nos ha encomendado, nos ayuda a
tener más energía o estar más animados en nuestro día porque
tenemos la motivación de agradar a Dios y de dar testimonio.
Así que hagamos de la santidad un estilo de vida para que nuestros
hijos, nietos y familia, vean la santidad como algo deseable y que
trabajen por alcanzarlo.
Lo que es una realidad es que para ser santo hay que estar
enamorado de Dios y por eso queremos estar siempre con Él, ya sea
en esta vida, pero principalmente en la vida eterna.
La meta que nos señala Dios a todos, no es un espejismo o un ideal

inalcanzable: podríamos encontrar tantos ejemplos concretos de
mujeres y hombres de la calle, que han encontrado a Jesús que
pasa “oculto “ por las encrucijadas aparentemente más vulgares, y
se han decidido a seguirle, abrazados con amor a la cruz de cada
día. En esta época de desmoronamiento general, de cesiones y
desánimos, o de libertinaje y de anarquía, me parece todavía más
actual aquella sencilla y profunda convicción...: “estas crisis
mundiales son crisis de santos” (san J. Escrivá).
Para ello tenemos los medios de siempre, que hay que adaptar a
las circunstancias de cada vida: oración y sacramentos, que son
medios y no fines, el fin es al que se va avanzando como el que va
hacia una luz, paso a paso: con la gracia de Dios, y la lucha alegre,
vamos hacia Jesús, a corresponder a su amor con nuestra
correspondencia que se manifiesta en la sensibilidad para hacer la
voluntad de Dios. Con estos medios tenemos experiencia de Dios,
69
como la tuvo Moisés en el Monte Sinaí ante la zarza ardiendo sin

consumirse, cuando se le manifestó el Señor diciéndole:
“descálzate porque este lugar es santo”, y cuando bajó del monte,
cuando su faz reflejaba la luz divina. Es también la experiencia de
San Pablo camino de Damasco: ciego ante la luz, para penetrar en
la luz interior. Eso es la santidad: sentir a Dios en nosotros, sentirse
mirados por Dios que tira de nosotros con suavidad y fuerza hacia
arriba, si le tomamos la mano que nos ofrece para que allá donde
está Él también vayamos nosotros. Esa determinación de seguir a
Cristo se va desplegando en una serie de virtudes que, al procurar
vivir con alegría y constancia, se va haciendo heroísmo.
Lo que es una realidad es que para ser santo hay que estar
enamorado de Dios.
COMPROMISO
Lee en silencio 1 Pedro 1, 15-16, reflexiona y comparte: si tu meta

es agradar a Dios, ¿Qué necesitas? , ¿Cómo lo harás?
ORACION FINAL
Canto “Para ser Santo” Jésed
https://www.youtube.com/watch?v=e0illtaK5do
70
TEMA 14: COMUNIDADES ASVE REFLEJO DE LA TRINIDAD
ORACIÓN INICIAL
¡Señor, me postro con el corazón

abierto para buscar tu amor, el amor
del Padre y el amor del Espíritu Santo
para que todo mi ser sienta en mi
interior la presencia de la Trinidad
derramándose sobre mí!
¡Anhelo disfrutar del momento

íntimo y divino de gozar de la
eternidad, por ello pido con el
corazón abierto caminar en santidad
siendo fiel a la Palabra y viviendo con
amor la vida sacramental!
¡Soy consciente también, Señor, de

que la manera de acercarme a Dios es
buscándole encarecidamente por
medio tuyo y del Espíritu Santo en la
oración!
¡Trinidad Santa, abro mi corazón, expongo con toda intensidad mis

sentimientos hacia ustedes, mis heridas y mis alegrías, mis
problemas y mis luchas, mis virtudes y mis defectos, mis
esperanzas y mis anhelos, mis caídas y mis debilidades, mis
agradecimientos y mis acciones de gracias, mi fe y mi confianza!
¡Pido, Trinidad Santa, que nada rompa mi relación con ustedes, que
el Espíritu Santo tome posesión siempre de mí, que la presencia de
Cristo sea viva en mi corazón, ¡que el amor del Padre inunde
siempre mi ser! Amén.
71
INTRODUCCIÓN
San Agustín utiliza una bellísima descripción: El Espíritu Santo es

la unidad del Padre y del Hijo, su amor recíproco. Las personas
divinas son tres: la primera, que ama aquella que nace de ella; la
segunda, que ama a aquella de quien ella nace; la tercera, que es
el mismo amor, el Espíritu Santo es el amor donado y recibido.
El Papa Francisco reflexiona sobre la familia, y las Comunidades

ASVE somos una familia, así como también de la Santísima
Trinidad. Dice que “la Trinidad es Padre, Hijo y Espíritu de amor. El
Dios Trinidad es comunión de amor y las Comunidades ASVE somos
su reflejo viviente”.
Entonces, ¿cómo pueden las Comunidades ASVE, con todas sus

imperfecciones y desafíos, ser un vivo reflejo de la Trinidad? El Papa
Francisco reconoce que no caen del cielo ya completamente
formadas, sino que para conseguirlo deben atravesar cada día
situaciones, inconvenientes y retos diarios. Nos recuerda, Dios no
es un conjunto de ideas abstractas, Dios Padre, Hijo y Espíritu
Santo es una comunidad de amor, en la que cada uno ama al otro
de un modo perfectamente entregado y acogido. Este flujo de amor
de la Trinidad que da vida ha sido descrito como una danza divina.
Como hemos sido creados a imagen y reflejo de Dios, podemos
participar en esta danza, estamos hechos para amar y ser amados.
El sueño de Dios para nuestra comunidad es que reflejemos esta
danza con el amor que damos y recibimos. Este es el motivo por el
que las comunidades pueden ser el vivo reflejo de la Trinidad.
72
DESARROLLO
La Santísima Trinidad es, sin

duda alguna, el mayor Misterio
de nuestra fe: un sólo Dios, que
siendo Uno es Tres, creer que
esta Revelación que se nos
presenta en las Escrituras, un
Dios que es Padre, que es Hijo y
que es Espíritu Santo.
Pero no nos basta con “creer” en la Trinidad y recitar una fórmula

con más o menos convencimiento: “En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo”, la Trinidad hay que vivirla y “vivir la Trinidad”,
como ASVE significa salir de nuestros egoísmos e individualismos,
para abrirnos a la relación con nuestro prójimo, es ir al encuentro
del otro, buscar la comprensión y forjar la comunión.
La Trinidad se nos revela para que cultivemos esa imagen con la

que fuimos formados y sellados, somos hechos y estamos
bautizados a imagen y semejanza de Dios, Uno y Trino y la
Santísima Trinidad es una COMUNIDAD DE AMOR que nos habla con
fuerza sobre la entrega, la comunicación y la comunión, las tres
dimensiones que constituyen la comunidad perfecta.
La misión de los ASVE tiene su dinámica en el Amor, que es la

misma dinámica de la Santísima Trinidad; así lo recordó el Papa
Francisco en unas de sus reflexiones del Ángelus: “El dinamismo de
la Trinidad, que es de amor, de servicio recíproco y de compartir.
Una persona que ama a los demás por la alegría misma de amar es
reflejo de la Trinidad. Una Comunidad en la que se ama y se ayudan
unos a otros es un reflejo de la Trinidad. Porque en la Trinidad las
personas no sólo están unidas, sino que son Uno, sin perder su
identidad, no sólo se pone en común lo que se tiene o lo que se
piensa, sino lo que se ES, este es el gran deseo que manifestó Jesús
73
para nosotros en la Última Cena: Que todos sean uno… en

nosotros” (Juan 17, 21).
En las comunidades ASVE no buscamos la perfección personal, es

participación y testimonio cualificado de la Iglesia-Misterio. Por lo
tanto, debemos dejar espacio para que habite en nuestra
comunidad la vida Trinitaria.
Como ASVE, ¿qué aporta a mi fe este misterio de la Santísima

Trinidad? ¿Cómo afecta, renueva y transforma mi vida cotidiana
este misterio? Jesús nos recuerda que Él es el Hijo, pero que existe
un Padre; y que nos enviará al Espíritu Santo. Que hay un Dios
único en tres personas. Un Dios Padre que es tierno y
misericordioso, lleno de amor y de verdad. Si disponemos nuestro
corazón, si lo hacemos en nuestra propia vida, cuando
comenzamos a orar, cuando salimos de casa, cuando abrimos el
corazón en la Eucaristía, el primer gesto que hacemos es la señal
de la cruz donde decimos: “En el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo”. Con este gesto nos ponemos en presencia de este
Dios que es Trinidad, acogiéndolo tal como es. Cuando hacemos el
gesto de la señal de la cruz permitimos que el misterio de la
Santísima Trinidad habite y se haga realidad en nosotros.
En conclusión, el misterio de la Trinidad Santa nos llama

fuertemente a la comunión de personas, a saber, que Dios no es
solitario, si no que existe en una comunidad de amor.
COMPROMISO
DINÁMICA: Mi mano
Observa alguna de tus manos y responde: ¿Cuántos dedos son?

¿Son iguales? ¿Cuáles son las diferencias entre cada dedo? ¿Puedes
ocupar los dedos de la misma manera? ¿Para qué ocupas cada uno
de ellos?
Sin embargo, de manera más cercana y concreta debemos

preguntarnos:
74
1. ¿Por qué las Comunidades ASVE estamos llamadas a ser un

reflejo de la Trinidad?
2. ¿Cuáles son los valores que reflejan a la Santísima Trinidad
en tu comunidad?
ORACION FINAL
Santísima Trinidad, deseamos

como COMUNIDAD ASVE ser reflejo
de tu comunión, de tu amor,
ayúdanos a permanecer unidos en
paz y armonía. Te ofrecemos a los
ASVE que hoy se han reunido en tu
nombre, para que estén atentos a las
mociones del Espíritu Santo, ponemos
en tus manos el bienestar de todas las
comunidades. Y desde el fondo de
nuestro corazón te decimos:
Creo en Ti, Dios Padre, creo en Ti, Dios Hijo, Creo en Ti, Dios Espíritu
Santo, pero aumenta nuestra fe.
Espero en Ti, Dios Padre, espero en Ti, Dios Hijo, Espero en Ti Dios Espíritu
Santo, pero aumenta nuestra esperanza.
Te amo Dios Padre; te amo Dios Hijo, mi Señor Jesucristo, Dios y hombre
verdadero; te amo Dios Espíritu Santo, pero aumenta nuestro amor.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, Gloria a la

Santísima Trinidad, como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén.
75
TEMA 15: “PERFECTOS EN LA UNIDAD COMO EL PADRE Y

YO”
INTRODUCCIÓN
Dios ha puesto en los brazos de los padres

a un pequeño ser, a un hijo, para que, de él,
modelen una extraordinaria persona que
viva siempre en el amor y en el
servicio. ¿De qué manera colaboran los
padres para que esto sea así? ¿Qué cuentas
le entregarán al Señor sobre esta noble
misión que se les ha encomendado?
A todos los padres siempre les preocupa la formación de sus
hijos.
 Invitar a algunos hermanos ASVE a compartir su experiencia de

ser padres:
1. ¿Cuántos hijos tienes?
2. ¿A quién se parecen?
3. ¿Ha sido fácil la tarea de ser padre y/o madre?
4. ¿Qué alegrías has vivido en esta hermosa misión?
5. ¿Qué aconsejas a aquellos que son llamados a ser padres?
 Traer a la mente a todos los que comparten la misión de ser

padres y hagamos juntos esta oración.
ORACIÓN INICIAL
SEÑOR:
AYÚDAME a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo
que tengan que decir, a contestar con cariño todas sus
preguntas.
HAZME tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran
76
conmigo. No me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal

modo, si no enseñándoles con amor.
DAME EL VALOR de confesar mis faltas a mis hijos, no permitas
que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence
delante de sus amigos o hermanos como castigo.
SEÑOR:
NO PERMITAS que induzca a mis hijos a hacer cosas indebidas por
seguir mi mal ejemplo.
TE PIDO que me guíes todos las horas del día, para que pueda
demostrarles, por todo lo que diga y haga, que la honestidad es
fuente de felicidad.
REDUCE el egoísmo que hay dentro de mí, te lo ruego. Haz que
cese mis críticas de las faltas ajenas y que cuando la ira trate de
dominarme, me ayudes, Oh Señor, a contener mi lengua.
HAZ que tenga siempre a flor de labios una palabra de estímulo.
AYÚDAME a tratar a mis hijos, conforme a sus edades, y no me
permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de
los adultos.
SEÑOR:
NO PERMITAS que les robe las oportunidades de actuar por sí
mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar su
decisiones de acuerdo con su edad.
PROHÍBEME, Señor, que los agreda física o verbalmente con el
pretexto de corregirlos, por el contrario, que siempre tenga para
ellos TIEMPO, ABRAZOS, AMOR Y BESOS.
Cuatro pasos que, como ángeles de la guarda,
debo yo regalarles.
PERMÍTEME el poder satisfacer sus deseos
JUSTOS, pero dame valor siempre de negarles un
privilegio que sé que les causará daño.
HAZME TAN JUSTO, tan considerado y amigo de
mis hijos, que me sigan por amor y no por
temor.
77
SEÑOR
AYUDAME, en fin, a ser un LIDER para ellos y no un JEFE.
¡SEÑOR, YO QUIERO SER COMO TÚ, PARA QUE VALGA LA PENA QUE
MI HIJO SEA COMO YO!
DESARROLLO
“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea
que tú me enviaste.” (Juan 17:21)
El modelo de unidad perfecta lo

encontramos en Dios. El Padre y el Hijo
uno es y se relacionan íntimamente de
una manera constante. En el capítulo 17
del evangelio de Juan, el Señor Jesús
oraba. En más de una ocasión repite su
gran anhelo de ver a sus discípulos unidos.
No es un asunto menor el que la iglesia
viva en unanimidad, pero el que Jesús
haya puesto como ejemplo su vínculo de
unidad con el Padre nos habla de las bases
de la unidad y del grado de unión que
debemos tener los unos con los otros.
La unidad del Padre y el Hijo se asienta sobre dos pilares. El primero

es que ambos comparten los mismos anhelos y el mismo propósito.
Son de una misma mente. La gloria de Dios es el fin supremo. Es
ésta la unión entre el Hijo y el Padre lo que pudo lograr la redención
del hombre. Y es la unión de Cristo con su iglesia lo que finalmente
establecerá el reino de Dios en la tierra.
78
Tomando como base este primer principio,

podremos entender qué requiere Dios de su
iglesia. Los que la conformamos debemos ser
de una misma alma, de un mismo
corazón. Este era el aspecto más
sobresaliente en la iglesia de los Hechos:
la unanimidad. Así, la iglesia también
colabora con ese fin supremo que buscan el
Padre y el Hijo: establecer su reino y que Dios sea todo y en todos.
Debemos alinear nuestras metas y objetivos a cumplir este gran
propósito.
Dentro de este principio también observamos la autoridad y la

sumisión. Dentro del propósito eterno de Dios, al Hijo le ha placido
cumplir la voluntad del Padre: “Entonces dije: He aquí, vengo; en el
rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío,
me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.” (Salmos
40,7-8). Un aspecto importante de la unidad es que sin una línea
de autoridad no se logra absolutamente nada. La Escritura nos
manda vivir sujetos a nuestros ministros, pero también a nuestros
hermanos (1 Pedro 5:5). El amor produce un vínculo perfecto de
unidad. Vivir sujetos los unos a los otros por amor es un aspecto
fundamental de la unidad.
La sujeción a Dios jamás tendrá bases abstractas o irreales. Cristo

gobierna su iglesia por medio de una autoridad delegada (Mateo
28,18-20). La autoridad de Cristo reposa en aquellos que por el uso
tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y el
mal, o bien en los padres espirituales. Nadie se toma la autoridad
para edificarse a sí mismo, sino para servir y edificar a otros.
El segundo pilar sobre el cual se asienta la unidad del Padre y el
Hijo es que ambos tienen el mismo carácter. Jesús afirmo que quien
le conocía a Él había conocido al Padre (Juan 14:7, 9). La unidad de
pensamiento lleva a una consecuencia: la de actuar bajo los
mismos principios.
79
Es la plenitud de carácter la que

genera una unidad profunda. No
andan dos juntos si no están de
acuerdo. No andan dos juntos si no
portan el mismo carácter, la misma
esencia. El Padre y el Hijo son
portadores de la misma esencia en su
carácter: Dios es amor. Del amor se
desprenden todas las virtudes que tanto admiramos: humildad,
compasión, misericordia, paciencia, bondad, liberalidad, valentía,
honestidad, fidelidad y todo cuanto provenga de la esencia del
amor.
Ser portadores del carácter de Cristo hace de la iglesia algo mucho

más grande, pues esto hace de todos nosotros una hermosa familia
que va unida hasta el final. Y no solo esto, sino que el carácter
cristiano aleja de la iglesia los pecados que dañan la unidad:
amargura, egoísmo, celos, envidia, malicia, chismes,
murmuraciones, rencores y orgullo (Efesios 4,1-6). Un cuerpo
cristiano se conforma de personas que han muerto al viejo hombre,
que han renunciado al yo, y se caracterizan por buscar un vínculo
sincero y constante entre ellos.
Un cuerpo cristiano procura estimular la

madurez de todos sus miembros. Así como
nuestro cuerpo no es más fuerte que el más
débil de nuestros miembros, la iglesia de Dios
sabe que su bienestar depende de cada
discípulo. Lo que afecta a uno afecta a todos.
Es por eso que los padres espirituales deben
velar y darse por el crecimiento pleno de cada
hijo de Dios: “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo;” (Efesios 4:12, 13).
80
Hasta aquí entendemos que la unidad se asienta sobre dos

columnas: ser de una misma mente y portar el mismo carácter. La
iglesia puede caminar en unidad si echa mano de estos dos
principios.
Sin embargo, hay un factor adicional que no está de más entender
pues aporta un grado más íntimo a la unidad, y es el hecho de que
la relación entre Jesús y Dios se da en un vínculo de Padre e Hijo.
El rol padre-hijo aporta algo todavía más profundo.
Aunque la relación padre-hijo no sea el cimiento de la unidad
debemos reconocer que no nos fundimos del mismo modo en una
misma visión caminando en un vínculo de amigos como en un
vínculo paternal. Un padre representa mucho más en nuestras
vidas que un amigo. Dios mismo quiere que nos relacionemos con
Él en la figura de un padre y un hijo. Él es el Padre celestial. Más
que siervos o amigos somos sus hijos.
“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para

que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a
ellos como también a mí me has amado» (Juan 17:23).
El Padre y el Hijo son uno en esencia, es decir, subsisten en un

mismo Ser desde la eternidad. Todo bien, toda virtud y excelencia
que hay en el Padre, está también en el Hijo, en el mismo grado,
con la misma perfección, y desde la eternidad, porque son Uno. “En
el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. Este era en el principio con Dios” (Jn. 1,1-2). Es decir, aunque
podemos distinguir al Padre y al Hijo como dos personas, son un
solo Ser, junto con el Espíritu Santo.
De esta unión eterna resulta que son uno en conocimiento, en

amor y en voluntad. La comunión entre ellos es íntima, estrecha y
directa una comunión perfecta y única. Sólo Dios es como es,
únicamente Él es Uno y Trino, tres personas que subsisten en un
mismo Ser, por lo mismo no vamos a encontrar nada creado que
pueda servir para reflejar la Trinidad, ni para compararse a ella, en
81
otras palabras, en ninguna parte vamos a encontrar esta unidad,

sino en Dios.
De esto concluimos que la unidad entre el Padre y el Hijo no sólo

es un ejemplo y un modelo para la unidad que debe haber entre
quienes somos cristianos, sino que esa unidad es el fundamento
mismo de nuestro vínculo como creyentes. Es decir, sólo podemos
ser uno porque el Padre es uno con Cristo, y la manera en que
debemos estar unidos, es reflejando la forma en que el Padre y el
Hijo son uno.
COMPROMISO
CONTESTA Y COMPARTE.
1. ¿Cómo es tu relación con Dios Padre? ¿Te experimentas como

hijo(a)?
2. ¿A qué te invita la relación de amor que hay entre Jesús y el
Padre?
3. ¿Como comunidad ASVE... qué actitudes concretas necesitamos
trabajar para que nuestra unidad se parezca a la que hay entre
el Padre y el Hijo?
ORACIÓN FINAL
Dios Padre, revístenos con los dones del Espíritu Santo que al enviar
al mundo al Verbo de verdad y al Espíritu de santidad, revelaste a
los hombres tu misterio admirable, concédenos la gracia de vivir y
profesar la fe verdadera para reconocer la gloria de la eterna
Trinidad y adorar la unidad de su majestad omnipotente.
Verbo Encarnado, revístenos de Ti mismo, que nuestra vida sea una

irradiación de la tuya, que siempre vivamos unidos a Ti, como Tú
estás con el Padre.
Dios Padre, todo poderoso y eterno, humildemente te pedimos, que

la luz de Jesús, Verbo Encarnado, verdadero sol de justicia, ilumine
82
siempre nuestras vidas, para que así, merezcamos gozar un día de

aquella luz en que Tú y Él, habitan eternamente. Amén.
CANTO.
https://www.youtube.com/watch?v=yl37c6YzOAU
COMO EL PADRE ME AMÓ
/ COMO EL PADRE ME AMÓ,

YO OS HE AMADO,
/ PERMANECED EN MI AMOR.
/ (2) / (2)
Si guardáis mis palabras,

y como hermanos os amáis,
compartiréis con alegría,
el don, de la fraternidad.
Si os ponéis en camino,
sirviendo siempre a la verdad,
fruto daréis en abundancia,
mi amor, se manifestará.
/ COMO EL PADRE ME AMÓ,

YO OS HE AMADO,
/ PERMANECED EN MI AMOR.
/ (2) / (2)
No veréis amor tan grande,

como aquél que os mostré.
Yo doy la vida por vosotros:
amad, como Yo os amé.
Si hacéis lo que os mando,
y os queréis de corazón,
compartiréis mi pleno gozo,
de amar, como Él me amó.
83
TEMA 16: UNIDAD DE LOS CATÓLICOS EN EL TERCER MILENIO
ORACIÓN INICIAL
Oración por la Unidad de los

Cristianos
Dios trino, te nos has revelado como

Padre y Creador, como Hijo y Salvador,
como Espíritu y dador de vida, y sin embargo eres uno. Superas y
trasciendes nuestras fronteras humanas y nos renuevas. Danos un
corazón nuevo para superar todo lo que pone en peligro nuestra
unidad en ti. Lo pedimos en el nombre de Jesucristo, por el poder
del Espíritu Santo. Amén
INTRODUCCIÓN
El camino que ha recorrido la Iglesia como un reto para los

cristianos del mundo de hoy, ahora que empezamos el tercer
milenio, en un contexto donde cada vez la injusticia y la ausencia
de la solidaridad van ganando terreno.
Nuestra Iglesia como peregrina hacia la plenitud de la salvación,

sin ser una sociedad perfecta sino santa y pecadora, dentro de la
cual tenemos un rol que desempeñar, como laicos comprometidos
con una espiritualidad que nos ofrece las herramientas necesarias
para hacer de nuestra Iglesia verdadero sacramento universal de
salvación.
DESARROLLO
Una vocación laical: "Nuestra Comunidad está formada por

cristianos - hombres y mujeres, adultos y jóvenes, de todas las
84
condiciones sociales que desean seguir más de cerca a Jesucristo y

trabajar con Él en la construcción del Reino, y que han reconocido
en la Comunidad de Vida Cristiana su particular vocación en la
Iglesia" (PG 4). Manifestando además nuestro sentido de Iglesia: "La
unión con Cristo nos lleva a la unión con la Iglesia, en la que Cristo
continúa aquí y ahora su misión salvadora" (PG 6).
EL CAMINO RECORRIDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA.
El inicio de este camino aparece ligado al Espíritu, pues es Él quien

va guiando a los primeros cristianos en su labor de dar a conocer
a todo el mundo la nueva noticia de la salvación, a pesar de las
dificultades que debieron enfrentar las primeras comunidades de
cristianos y que se percibe claramente al leer Hechos de los
apóstoles, en donde el Espíritu Santo aparece constantemente
convirtiéndose en el protagonista de la Iglesia, pues es quien
realiza el misterio del perdón, la resurrección de la carne y la vida
perdurable, pues es Espíritu de comunión y de vida (Víctor Codina,
1990).
Posteriormente con el giro constantiniano la Iglesia que había

vivido en la persecución y el martirio se convierte en una fuerza
política y social, y lamentablemente cede al poder y la riqueza. Es
así que en la Edad Media la Iglesia y el Imperio es una sola cosa,
empieza a darse la división entre la jerarquía de la Iglesia y la
comunidad de los creyentes, los cuales empiezan a convertirse en
espectadores de la construcción del Reino, dejando que la jerarquía
ocupe el papel protagónico dentro de la Iglesia, es entonces cuando
empieza el clericalismo, perdiéndose el concepto de Iglesia pueblo
de Dios.
A pesar del gran error que cometía esta Iglesia santa y pecadora,
el Espíritu Santo no dejaba de soplar, apareciendo movimientos
laicales y populares que insisten volver a la pobreza evangélica, a
85
la comunidad, a la Palabra de Dios, al laicado. Los mendicantes

(franciscanos y dominicos) pertenecen a estos movimientos y
coinciden con muchas de sus aspiraciones hacia una Iglesia más
pobre, comunitaria y evangélica, pero mantienen también
vinculación y obediencia a Roma, convirtiéndose en una profecía
que une la dimensión crítica y la fidelidad a la Iglesia y al papa
(Víctor Codina, 1990).
Fue Lutero quien separa el régimen secular e Iglesia y habla de una

Iglesia visible e invisible, siendo para él propiamente Iglesia lo que
no es visible (la fe,…), y lo que es visible (ritos, ceremonias) no lo
consideraba Iglesia. Para los católicos lo visible también constituye
Iglesia y en la Edad Moderna es una realidad autónoma con
estructura jerárquica.
Con el Concilio Vaticano II se proclama una Iglesia servidora de la

humanidad, que sigue el camino del Jesús pobre y humilde y que
camina hacia la escatología. Se introduce el concepto bíblico de
pueblo de Dios, en donde la jerarquía se inscribe dentro de éste, no
al margen o por encima.
La Iglesia del mundo actual tiene como misión predicar el Reino de

Dios, convirtiéndose en sacramento universal de salvación, en
donde los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo.
La Iglesia tiene que velar por la dignidad de la persona y la unión
entre los hombres recibiendo del mundo actual múltiples ayudas;
buscando restablecer su unidad rota por las divisiones a lo largo de
su camino por la historia, logrando un ecumenismo.
De esta forma el Vaticano II recupera el tipo de eclesiología de

comunión de los primeros siglos de la Iglesia, y a la cual estamos
llamados a participar como cristianos comprometidos del tercer
milenio.
86
SER LAICO UN RETO PARA LA IGLESIA DEL TERCER MILENIO
Como hemos visto el ser laico es un verdadero compromiso para

con Dios, con la Iglesia y con nuestro mundo actual. A raíz del
Concilio Vaticano II se habló ya de una Iglesia del tercer milenio
como una " Iglesia de los laicos". Se nos presenta como un reto para
todos los laicos, pues debemos terminar con el clericalismo e
indiferencia que han sido la característica de la Iglesia por muchos
siglos. Debemos alcanzar nuevamente el protagonismo que el laico
tuvo en los primeros siglos de vida de nuestra Iglesia, en donde el
laico no era considerado como el "hermano menor" o "el cristiano
de segunda", y quien se limitaba a ser un espectador de lo que
sucedía en la Iglesia, limitando su participación a los denominados
"sacramentos sociales": bautismo, confirmación, primera
comunión y matrimonio. Siendo ajenos a toda actividad pastoral y
de evangelización.
Debemos romper con el clericalismo en donde existe una marcada

dependencia de un sacerdote, evitando el extremo del
anticlericalismo; es decir estamos llamados a participar
activamente y en cooperación con la jerarquía de la Iglesia, como
verdaderos hermanos, en donde laicos y sacerdotes luchan, no
entre sí, sino contra el mundo en el que nos ha tocado vivir, donde
reina: el individualismo, el consumismo, el facilismo e
inmediatismo, el culto a la sensualidad, la ambición del dinero y el
poder, entre un sinnúmero de antivalores.
Al laico se le presenta un doble reto: 1) el de actuar dentro del

mundo, en una diversidad de actividades, lo cual constituye una
ventaja increíble para construir el Reino de Dios, convirtiéndose el
matrimonio y la familia en un apostolado importante; y 2)
demostrar al clero que se puede trabajar juntos con compromiso y
responsabilidad en todas las tareas que se presenten a nivel
87
comunitario y personal, tratando de formar una verdadera Iglesia,

la que Jesús quería: solidaria, en donde reine la justicia, y que vaya
en contra de los antivalores de nuestra sociedad actual.
Concretándose así una Iglesia del tercer milenio la "Iglesia de los
laicos", que valora a la jerarquía eclesial como una vocación
diferente a la laical, y muy especial de servicio a los demás.
COMPROMISO
Contesta y comparte:
1.- ¿Qué nos pide Dios como laicos comprometidos dentro de la

Iglesia en el mundo de hoy?
2.- ¿Cuál es el llamado que Dios nos hace aquí y ahora?
ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, que pediste a tus

apóstoles que se mantuvieran
despiertos y que oraran contigo.
Ayúdanos a ofrecer al mundo espacios
y tiempos protegidos en los que se
pueda encontrar refrigerio y paz, para
que orando juntos con otros cristianos
lleguemos a conocerte más
profundamente. Amén.
88
TEMA 17: EL BUEN PASTOR
ORACIÓN INICIAL
Señor mío, vengo ante Ti porque quiero tener un momento de

intimidad contigo. Soy esa oveja que pierde fácilmente el rumbo si
no está en comunicación permanente con su pastor. En esta
oración, con un acto libre de mi voluntad, quiero entregarme
completamente a Ti, quiero ser parte de tu rebaño, muéstrame el
camino a seguir. Amén.
INTRODUCCIÓN
¿Quién es mi pastor?
En el pasaje Jesús nos dice que Él es el

buen pastor. Idealmente Jesús es el
pastor de tu vida, tú estás escuchando
su voz y lo sigues. Pero a la vez tú
también eres un pastor. Aunque no lo
creas, Jesús permite que participes en
su labor de pastor. Él quiere ser el
buen pastor a través de ti. Tú tienes
un círculo de influencia y tienes
personas que te siguen. Es
importante que como partícipe de la
labor del verdadero buen pastor, que
tú estés en sintonía con Jesús y te
dejes guiar por Él. De igual manera Jesús a puesto personas en tu
vida para guiarte, estas personas tienen la labor de servir como
instrumentos para que Jesús continúe siendo tu buen pastor,
déjate guiar, se dócil, se humilde y deja que Jesús te guie a través
de ellos. Yo no te puedo decir quiénes son estos líderes en tu vida,
pero Dios sí. Pídele a Dios que te ilumine, que te abra los ojos para
poder ver a los pastores que Él está poniendo en tu vida, y que te
89
dé la valentía para poder ser un buen pastor para aquellos que Él

tiene para ti. Recuerda, si tienes hijos, automáticamente tienes un
rebaño que pastorear.
DESARROLLO
"El buen pastor da su vida por las

ovejas" (Juan 10, 11).
"Yo soy el buen pastor —dice Jesús— y

conozco a las mías y las mías me
conocen a Mí, como el Padre me
conoce y yo conozco a mi Padre"
(Juan 10, 14-15). ¡Qué maravilloso es
este conocimiento! ¡Qué conocimiento!
¡Llega hasta la verdad y el amor eterno cuyo nombre es el "Padre"!
Precisamente de esta fuente proviene ese conocimiento particular
que hace nacer la auténtica confianza. El conocimiento recíproco:
"Yo conozco... y ellas me conocen".
Precisamente así se ha revelado Cristo. Sus palabras: "Conozco a

las mías..." y "las mías... me conocen" encuentran una confirmación
definitiva en las palabras que siguen: "Doy mi vida por las ovejas"
(Juan 10, 11. 15).
Durante la historia de la Iglesia jamás han faltado hombres que han

seguido a Cristo-Buen Pastor. Ciertamente no faltan tampoco hoy.
La liturgia se refiere más de una vez a esta alegoría para
presentarnos las figuras de algunos santos, cuando en el calendario
litúrgico llega el día de su fiesta.
» En efecto, el Papa, el obispo y el sacerdote no viven para sí

mismos, sino para los fieles, así como los padres viven para los
hijos y como Cristo se entregó al servicio de sus Apóstoles: 'El Hijo
del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida
en rescate por muchos' (Mt 20, 28)».
90
Cristo Señor en su alegoría del Buen Pastor pronuncia todavía estas

palabras: "Tengo otras ovejas que no son de este aprisco, y es
preciso que yo las traiga, y oirán mi voz, y habrá un solo rebaño y
pastor" (Jn 10, 16).
Se puede adivinar con facilidad que Jesucristo, hablando

directamente a los hijos de Israel, indicaba la necesidad de la
difusión del Evangelio y de la Iglesia y, gracias a esto, la extensión
de la solicitud del Buen Pastor más allá de los límites del pueblo de
la Antigua Alianza.
Jesús es el Buen Pastor, las ovejas

escuchan su voz y lo siguen. No era ni
un fariseo casuístico moralista, ni un
saduceo que hacía negocios políticos
con los poderosos, ni un guerrillero que
buscaba la liberación política de su
pueblo, ni un contemplativo del monasterio. ¡Era un pastor! Un
pastor que hablaba la lengua de su pueblo se hacía entender, decía
la verdad, las cosas de Dios: ¡no negociaba nunca las cosas de Dios!
Pero las decía de tal forma que el pueblo amaba las cosas de Dios.
Por esto lo seguían.
¿A mí a quién me gusta seguir? A quienes me hablan de cosas

abstractas o de casuísticas morales; los que se dicen del pueblo de
Dios, pero no tienen fe y negocian todo con los poderes políticos,
económicos; los que quieren siempre hacer cosas extrañas, cosas
destructivas, guerras llamadas de liberación, pero que al final no
son el camino del Señor o un contemplativo lejano.
Pidamos a Dios, el Padre, que nos haga llegar cerca de Jesús para
seguirlo y asombrarnos de lo que Él nos dice. (Cf Homilía de S.S.
Francisco, 26 de junio de 2014, en Santa Marta).
Gracias a Dios, en nuestra Iglesia hay muchos sacerdotes santos.

Y, como éstos, tenemos legiones enteras y miles de ejemplos.
Sacerdotes que, llenos de amor a Dios y a los demás, desgastan su
91
vida en silencio y a escondidas, como la lámpara del Santísimo

Sacramento que se consume de día y de noche en un continuo acto
de amor y de adoración a Jesús Eucaristía.
Pero los sacerdotes también necesitan de nuestra oración y de

nuestro apoyo, para que el Señor les dé a todos el don de la
santidad y de la perseverancia en su vocación. Y oremos también
por las vocaciones, para que el Dueño de la mies mande a su Iglesia
muchos y santos sacerdotes según su Corazón: buenos pastores,
como Jesús, "el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas” Está
primera parte del capítulo 10 del Evangelio según San Juan está
dedicada a una parábola dirigida a los fariseos que están cegados
con su poder, y posiblemente no entienden que se las dirige a ellos.
En los primeros diez versículos, Jesús propone una imagen conocida
en el mundo en que vive: el cuidado de las ovejas. Y para esto es
importante recordar que una de las principales actividades
económicas es la de los pastores. Pues la oveja ofrece su lana para
abrigarse, su leche para tomar y los derivados lácteos como queso
y cuajada, y también su carne. La oveja se adapta a los territorios
y el clima de Israel, pero es un animal muy vulnerable, al ser tan
dócil es presa de lobos y también de ladrones. Por esta razón, la
atención que hay que brindarles es permanente. Todas deben estar
resguardadas en un redil o corral que puede estar hecho de
murallas de piedras generalmente. Hay una puerta por la que el
pastor o dueño de las ovejas las va sacando una por una y a veces
hasta por su nombre. La voz del pastor es el signo que las guía, ya
que éste las lleva a pastar cerca de los arroyos y las ovejas luego
de pasar el día, vuelven con el pastor que las cuenta una por una
para que entre por la única puerta que tiene este corral.
Jesús se valió de esta imagen que todos conocen y que San Juan
relata tan hermosamente. Sería bueno que para entender esta
segunda parte del relato también puedas leer la primera. Allí verás
lo que Jesús dice sobre la puerta del redil, el ladrón que entra para
robar, la voz del pastor que las lleva a lugares seguros. La puerta
que hay que pasar es Jesús mismo, allí está la salvación.
92
En esta segunda parte que hoy leemos, Jesús comienza diciendo

“yo soy el buen pastor”. Y la aclaración es que Él es el único bueno.
Que otros son farsantes y mentirosos y que no quieren a las ovejas.
En las traducciones se menciona al “asalariado” que para entender
es un trabajador al que se le paga poco y tiene poco interés en su
trabajo, por eso no le interesan las ovejas, porque él no es el pastor
ni el amo de los animales. Entonces cuando ve algún peligro,
abandona a las ovejas. Esto es un reclamo directo a los fariseos
que se dicen estar atendiendo al pueblo, pero en verdad se han
aprovechado de él.
El profeta Ezequiel en el capítulo 34 dice que Dios es el pastor de
su pueblo y debía darles un pastor definitivo. Cuando Jesús dice
que Él es el “buen pastor” está declarando que es el Mesías.
Jesús como buen pastor conoce a sus ovejas y éstas lo conocen a
Él. Aquí debemos recordar que la palabra conocer en la Biblia no es
una actividad puramente intelectual, como pensaríamos nosotros.
Conocer para Jesús es también la “experiencia” de un encuentro y
de una vivencia que llega al amor. Es el conocer en la intimidad,
comparado casi con el matrimonio donde es de tal forma que el
marido conoce a su esposa y es conocido por ella, que son los dos
“una sola carne”. Ese mismo conocer es como el Padre conoce a
Jesús y Él conoce al Padre. Así Jesús nos conoce y nos une
íntimamente a su misterio.
Jesús añade que Él da su vida por sus ovejas. Es importante
destacar el “posesivo” que usa Jesús cuando se refiere a “sus”
ovejas. Y que entrega su vida por el rescate de estas. Es lo que
celebramos en la Pascua, la entrega que Jesús mismo hace en favor
nuestro, que somos sus ovejas.
Pero también indica que tiene otras ovejas que no son de ese
rebaño, es decir habla de la humanidad completa, no sólo del Pueblo
de Israel. A todas Jesús debe conducir, es decir llevar a un solo
rebaño, que es la vida eterna. Pero para eso, Él debe entregarse
voluntariamente a la Pasión salvadora, para luego resucitar
recobrando su vida en rescate por su rebaño. A veces esta
terminología no es tan fácil entenderla, pero el rescate se daba
cuando alguien caía prisionero y venía alguien y pagaba un rescate
93
por la vida del prisionero. Es una gran síntesis de la historia de la

humanidad pecadora, que es rescatada, recobrada por quien tiene
vida en sí mismo, que es Dios Encarnado.
COMPROMISO:
1. ¿Eres consciente que Jesús, Buen Pastor te comparte su misión?
2. ¿De qué manera pastoreas a las ovejas que se te han confiado?
3. ¿Oras por tus pastores?
4. A ejemplo del Buen Pastor, ¿buscas la unidad del rebaño?
ORACIÓN FINAL
El Buen Pastor
El Señor es mi Pastor, nada me falta: en

verdes praderas me hace recostar; me
conduce hacia fuentes tranquilas y
repara mis fuerzas; me guía por el
sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque Tú vas conmigo: tu
vara y tu cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí, enfrente
de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa
rebosa. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días
de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término
Canto: El Señor es mi Pastor
https://www.youtube.com/watch?v=EzLMDT2yhKc
94
TEMA 18: LA ALEGRÍA FRUTO DE LA UNIDAD CON CRISTO

ORACIÓN INICIAL
Elevemos nuestra oración llena de alegría a Jesús, Verbo

Encarnado, porque ella, es la hermosa chispa de Dios que vuelve a
unir lo que el mundo separa, y hace que todos los hombres nos
volvamos y nos sintamos hermanos. Concédenos oh Padre, que sea
la alegría, el regalo del Santo Espíritu, quien nos llene de fortaleza
y nos convierta en sinceros seguidores de Jesús y que a través de
ella, nuestra vida sea testimonio del amor que Dios nos tiene.
Amén.
INTRODUCCIÓN:
"La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que
se encuentran con Jesús. Con ÉL siempre nace y renace la alegría".
EL Papa Francisco quiere dirigirse a los fieles cristianos, para
invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa
alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los
próximos años.
El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora

oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del
corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres
superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se
clausura en los propios intereses -escribe el Santo Padre- ya no
hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se
escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor,
ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien.
Empieza así, con estas palabras de gozo, el documento con el que

el Papa desarrolla el tema del anuncio del Evangelio en el mundo
actual. Un documento que recoge las conclusiones de los trabajos
del sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización para la
transmisión de la Fe, celebrado en el Vaticano en octubre de 2012.
95
DESARROLLO
«Alegraos siempre en el Señor; os lo repito

alegraos» (Flp. 4, 4) exhorta san Pablo a los
cristianos de Filipo para recordarles que son
«ciudadanos del cielo» (Flp. 3, 20).
El mensaje cristiano se llama «Evangelio», es decir, «buena noticia»,

es un mensaje de alegría, pues se trata de una Buena Noticia:
estamos invitados a vivir el amor y es posible vivirlo aquí y ahora,
porque el Señor Jesús nos amó primero. El Hijo de Santa María nos
muestra el verdadero significado y el alcance del amor y nos invita
a vivirlo.
La alegría es uno de los frutos de la acción del Espíritu Santo en

las almas, que consiste, sustancialmente, en identificarnos con
Cristo que nos hace clamar Abba, Padre: «porque los que son
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios» (Rom, 8,
14). Reconocemos que la dependencia filial de Dios es fuente de
sabiduría, de libertad, de gozo y de confianza.
Para los cristianos, la alegría no es el resultado de una vida fácil

y sin dificultades, o algo sujeto a los cambios en las circunstancias
o estados de ánimo, sino una profunda y constante actitud que
nace de la fe en Cristo: «nosotros hemos conocido y creído en el
amor que Dios nos tiene» (1Jn 4, 16). El mensaje cristiano que se
nos ha transmitido tiene como finalidad entrar en comunión con
Dios «para que nuestra alegría sea completa» (1Jn 1, 4).
Así mismo el contento nos puede adentrar en la maduración de una

vida interior rica: la alegría que debe tener el cristiano es
sobrenatural, que procede, al estilo de Jesús, de dejarlo todo para
abandonarse en los brazos amorosos de nuestro Padre-Dios.
Por tanto, la trasmisión del Evangelio es una invitación a los

hombres a entrar en la alegría de la comunión con Cristo: La alegría
del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se
96
encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados

del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con
Jesucristo siempre nace y renace la alegría.
La vida cristiana tiene muchos desafíos y uno de los más

importantes hoy en día, especialmente por las circunstancias en
las que existimos, es la de vivir la alegría cristiana que nace de
aceptar y tener conciencia, de nuestra obligación de vivir la
caridad.
Si hoy en día hay una ascética que obliga al cristiano, no es la de

no sonreír, al contrario, es la de sonreír, no como una expresión
frívola, como una expresión externa, desarraigada del resto, del
interior de la persona, como esas sonrisas de “plástico” que
frecuentemente vemos en algunos artistas que sonríen porque
“tienen” que sonreír al ser fotografiados.
No, nuestra sonrisa es la que proviene de una disposición interior,

del cristiano que sabe que posee el anticipo del Reino, que está
llamado a participar de la gloria eterna, y que en consecuencia
posee un tesoro que es lo más valioso que cualquiera puede
imaginar y que, además, está llamado a compartirlo porque no se
agota.
Entonces esta alegría cristiana, se tiene que transmitir y

transformar al ambiente, particularmente cuando vemos que el
entorno, se vuelve paulatinamente más agresivo, sin respeto, sin
cordialidad, despreocupado, en donde cada uno se preocupa
únicamente por sí mismo e ignora a los demás.
Pero ¿qué hacer para cambiar esta realidad?
Podemos ver, cuántas veces un simple buenos días modifica el

ánimo de un entorno indiferente, así como también compartir una
sonrisa alegre en medio de rostros adustos puede ayudar a
modificar actitudes y nos lleva a darnos cuenta que toda
circunstancia que se nos presenta durante el día, es un
97
“oportunidad” que debe ser aprovechada para contactar, edificar,

acercarnos a los demás y, con tan sólo eso, estar seguros que ya
estamos haciendo una enorme obra de caridad.
El cristiano por tanto, no puede ser alguien que sonríe y se

comunica únicamente cuando está en familia, con sus amigos, en
su parroquia o con su grupo apostólico. Los católicos tenemos el
deber, la responsabilidad de transmitir la alegría de la Resurrección
en todo tiempo y lugar.
En consecuencia, el cristiano no sonríe solamente cuando está

alegre, sonríe para estar alegre, para negarse y quitarse la
tentación del desánimo de la desesperación, de la adustez que
rompe puentes y más bien se ocupa por mejorar su disposición
interior que lo ayude a evangelizar su entorno.
Por tanto, comprometámonos a llevar un poco de sonrisas, de paz,

de alegría, de armonía, de buen trato, de respeto, al ambiente
público, a nuestro propio ambiente, para que como Apóstoles
Seglares sea ese el primer paso de nuestra misión para la nueva
evangelización que anuncia a Jesucristo HOY, y de nuestra
participación eficiente en esta Iglesia en salida a la que nos
convoca el Papa Francisco.
COMPROMISO
Contesto y comparto.
1. ¿Qué tanto soy capaz de alegrarme y descubrir en el día

a día el mensaje que Jesús, Verbo Encarnado me manda
vivir y con ello testimoniar mi fe?
2. ¿Me esfuerzo en vivir la alegría de saberme amada por

Jesús y de llamar a Dios Padre?
98
ORACIÓN FINAL
Mi Señor y mi Dios, mil gracias por tu presencia en mi

vida. Gracias por hablarme y mostrarme cuán grande
es tu amor por mí. Gracias porque con la Buena Nueva
trajiste alegría a mi vida y con ello la llenaste de fe y
esperanza. Gracias porque hoy vivo con júbilo, con
ilusión y con la seguridad de que Tú estás siempre a mi lado. Amén.
Canto: “Dios es alegre”.
https://www.youtube.com/watch?v=Gb2ivcrTO_o
TEMA 19: CONTEMPLEMOS EN LA TRINIDAD, EL AMOR DEL

QUE PROCEDEMOS
INTRODUCCIÓN
La Trinidad es un misterio de alegría y de esperanza, un

misterio para ser contemplado y ser vivido que nos
permite comprender que Dios es amor y es causa de
nuestra alegría, que Cristo es amor y es nuestra
esperanza, que el Espíritu Santo es amor y es el dador de
nuestra vida. ¡Que la Trinidad nos invada hoy a todos con
Su presencia y llene nuestro corazón con su infinito amor
y su abundante alegría!
ORACIÓN INICIAL
“El centro del alma es la sede del amor y el lugar de habitación

privilegiado de Dios-Trino.” Santa Isabel de la Trinidad
Ejercicio de Contemplación: “Haznos uno en ti”
99
a) Postura corporal. Bien sentados. Siempre con la espalda bien

derecha. Haciéndose conscientes de todo el cuerpo, pues
meditamos con nuestro cuerpo, en indisoluble unión con nuestro
espíritu.
b) Respiración. Un elemento absolutamente fundamental en la

meditación en silencio y quietud. Percibir mi respiración; la entrada
y salida del aire siguiendo las vías respiratorias; sentir como fluye.
Hacerse conscientes de la inspiración, el espíritu, la vida, en todo
nuestro cuerpo; y de la expiración, para vaciarse de todo lo malo
que hay en nosotros.
c) Posición de las manos. Una posición diferente de otros

ejercicios; las manos abiertas, derechas y levantadas a la altura
de los hombros y del corazón, enfrentadas simétricamente; con el
centro en estrecho contacto, aunque separadas.
d) El mantra. Una expresión que se repite al compás del ritmo de

la respiración, pero que no se racionaliza como un mensaje
doctrinal. “Si uno avanza por este camino, es llevado a la unión
mística con Cristo… Jesucristo toma posesión de nosotros y
penetra toda nuestra vida… Nos transforma más y más en Él. Nos
transformamos en Cristo en la tierra. “Haznos uno en ti”.
Respiración-mantra-manos deben ir armónicamente unidos en

esta propuesta de meditación. Hay que volver una y otra vez a
la concentración-contemplación-presencia, con toda la
experiencia de lo que somos, más que con la mente/la razón.
DESARROLLO
El día de la Santísima Trinidad, el Santo Padre subrayó que la fiesta

de hoy, "nos hace contemplar este maravilloso misterio de amor y
luz del que procedemos y hacia el cual se orienta nuestro camino
terrenal". Además, Francisco señaló que la "unidad es esencial para
el cristiano" por lo tanto en el anuncio del Evangelio y en toda
100
forma de misión cristiana "no se puede prescindir de esta unidad

invocada por Jesús" ya que la belleza del Evangelio "requiere ser
vivida y testimoniada en la concordia entre nosotros, que somos
tan diferentes".
Un misterio inmenso que supera nuestra mente
“Es un misterio que nos ha revelado Jesucristo:

la Santísima Trinidad. Hoy nos detenemos a
celebrar este misterio, porque las Personas no
son adjetivos de Dios: no. Son personas, reales,
diferentes; no son -como decía aquel filósofo-
"emanaciones de Dios": ¡no, no! Son Personas.
Está el Padre, al que rezo con el Padre Nuestro,
que me ha dado la redención, la justificación;
está el Espíritu Santo que habita en nosotros y
habita en la Iglesia. Y esto nos habla al corazón,
porque lo encontramos, este misterio, encerrado en esa expresión
de San Juan que resume toda la revelación: «Dios es amor». El Padre
es amor, el Hijo es amor, el Espíritu Santo es amor”.
En este sentido, el Papa Francisco hizo hincapié en que al ser puro

amor "Dios, aunque es uno y único, no es soledad sino comunión
entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".
"Porque el amor es esencialmente donación, y en su realidad

original e infinita es el Padre quien se da a sí mismo generando al
Hijo, que a su vez se da al Padre, y su amor mutuo es el Espíritu
Santo, vínculo de su unidad. No es fácil de entender este misterio,
pero todos nosotros podemos vivirlo tanto".
No prescindir de esta unidad invocada por Jesús.

Celebrar a la Trinidad, "nos hace contemplar este maravilloso
misterio de amor y luz del que procedemos y hacia el cual se
orienta nuestro camino terrenal".
Por tanto, en el anuncio del Evangelio y en toda forma de misión
cristiana -dijo el Pontífice- no se puede prescindir de esta unidad
101
invocada por Jesús; la belleza del Evangelio requiere ser vivida y

testimoniada en la concordia entre nosotros, que somos tan
diferentes.
El Papa Francisco indicó que “la Trinidad nos enseña que no se

puede estar nunca sin el otro” por lo que invitó a “testimoniar en
la vida el misterio de Dios-Amor”. No somos islas, estamos en el
mundo para vivir a imagen de Dios: abiertos, necesitados de los
demás y necesitados de ayudar a los demás.
En esta línea, el Papa indicó que “celebrar la Santísima Trinidad no

es solo un ejercicio teológico, sino una revolución de nuestra
manera de vivir” porque “Dios, en quién cada Persona vive para la
otra, en continua relación, no para sí misma, nos estimula a vivir
con los demás y para los demás”.
Al comentar el pasaje del Evangelio de San Juan que describe a las

tres Personas de la Santísima Trinidad, el Pontífice subrayó que “el
Espíritu habla, pero no de sí mismo: anuncia a Jesús y revela al
Padre. Y vemos que el Padre, que posee todo porque es el origen de
todo, le da al Hijo todo lo que posee, no se queda con nada para sí
mismo y se dona enteramente al Hijo”.
De este modo, el Santo Padre alentó a pensar “en las cosas de las
que hablamos y a lo que poseemos” ya que “cuando hablamos,
queremos siempre que se hable bien de nosotros y a menudo
hablamos de nosotros y de lo que hacemos”.
“¡Qué diferencia respecto al Espíritu Santo, que habla anunciando

a los otros! Y, sobre lo que poseemos, ¡qué celosos somos y cuánto
nos cuesta compartirlo con los demás, incluso con los que carecen
de lo necesario! De palabra es fácil, pero luego en la práctica es
muy difícil”, dijo el Papa.
En este sentido, el Papa animó a interrogarnos “si nuestra vida

refleja el Dios en el que creemos.”
102
“Dios trino y uno, hay que mostrarlo así́, con los hechos antes que
con las palabras. Dios, que es el autor de la vida, se transmite
menos a través de los libros y más a través del testimonio de vida”.
Finalmente, el Santo Padre rezó para “que la Virgen, hija del Padre,
madre del Hijo y esposa del Espíritu, nos ayude a acoger y
testimoniar en la vida el misterio de Dios-Amor”.
Hoy celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad, que nos recuerda

el misterio del único Dios en tres Personas: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. La Trinidad es comunión de Personas divinas, las
cuales son una con la otra, una para la otra y una en la otra: esta
comunión es la vida de Dios, el misterio de amor del Dios Vivo. Y
Jesús nos ha enseñado este misterio. Él nos ha hablado de Dios
como Padre; nos ha hablado del Espíritu; y nos ha hablado de Sí
mismo como Hijo de Dios. Y así nos ha revelado este misterio. Y
cuando, resucitado, ha enviado a los discípulos a evangelizar a
todos los pueblos les dijo que los bautizaran «en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (Mt 28,19)
Este mandato, Cristo lo encomienda en todo tiempo a la Iglesia,

que ha heredado de los Apóstoles el mandato misionero. Lo dirige
también a cada uno de nosotros, que, gracias al Bautismo,
formamos parte de su Comunidad.
Por lo tanto, la solemnidad litúrgica de hoy, al tiempo que nos hace
contemplar el misterio estupendo –del cual provenimos y hacia el
cual vamos– nos renueva la misión de vivir la comunión con Dios
y vivir la comunión entre nosotros, sobre el modelo de esa
comunión de Dios. No estamos llamados a vivir ‘los unos sin los
otros, encima o contra los otros’, sino ‘los unos con los otros, por
los otros y en los otros’. Ello significa acoger y testimoniar
concordes la belleza del Evangelio; vivir el amor recíproco y hacia
todos, compartiendo alegrías y sufrimientos, aprendiendo a pedir y
conceder el perdón, valorizando los diversos carismas, bajo la guía
de los Pastores. En una palabra, se nos encomienda la tarea de
edificar comunidades eclesiales que sean cada vez más familia,
capaces de reflejar el esplendor de la Trinidad y de evangelizar, no
103
sólo con las palabras, sino con la fuerza del amor de Dios, que
habita en nosotros.
La Trinidad, es también el fin último hacia el cual está orientada

nuestra peregrinación terrenal. El camino de la vida cristiana es,
en efecto, un camino esencialmente ‘trinitario’: el Espíritu Santo
nos guía al conocimiento pleno de las enseñanzas de Cristo. Y
también nos recuerda lo que Jesús nos ha enseñado. Su Evangelio;
y Jesús, a su vez, ha venido al mundo para hacernos conocer al
Padre, para guiarnos hacia Él, para reconciliarnos con Él. Todo, en
la vida cristiana, gira alrededor del misterio trinitario y se cumple
en orden a este misterio infinito. Intentemos pues, mantener
siempre elevado el ‘tono’ de nuestra vida, recordándonos para qué
fin, para cuál gloria nosotros existimos, trabajamos, luchamos,
sufrimos. Y a cuál inmenso premio estamos llamados.
Este misterio abraza toda nuestra vida y todo nuestro ser
cristiano. Lo recordamos, por ejemplo, cada vez que hacemos la
señal de la cruz: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Se puede prescindir de la unidad “En el anuncio del Evangelio y en

toda forma de misión cristiana, no se puede prescindir de esta
unidad, a la cual llama Jesús, entre nosotros, siguiendo la unidad
del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. No se puede prescindir de
esta unidad”. “La belleza del Evangelio requiere ser vivida y
testimoniada en la concordia entre nosotros, que somos tan
diferentes. Y esta unidad, que es esencial al cristiano".
"No es una actitud, un modo de decir. Es esencial, porque es la

unidad que nace del amor, de la misericordia de Dios, de la
justificación de Jesucristo y de la presencia del Espíritu Santo en
nuestros corazones”, confió el Papa.
La Trinidad nos estimula a vivir con y para los demás
“Nuestra vida refleja el Dios en el que creemos: yo, que profeso la

fe en Dios Padre e Hijo y Espíritu Santo, ¿creo verdaderamente que
104
para vivir necesito a los demás, necesito entregarme a los demás,

necesito servir a los demás?”
Jesús presenta a las otras dos Personas divinas
“Jesús nos presenta en el Evangelio a las otras dos Personas

divinas, al Padre y al Espíritu Santo”. Del Espíritu dice: «No hablará
de sí mismo, sino que recibirá de lo mío y se los comunicará a
ustedes». Y luego, respecto al Padre, dice: «Todo lo que tiene el
Padre es mío». “Vemos que el Espíritu habla, pero no de sí mismo:
anuncia a Jesús y revela al Padre. Y vemos que el Padre, que posee
todo porque es el origen de todo, le da al Hijo todo lo que posee, no
se queda con nada para sí mismo y se dona enteramente al Hijo”.
COMPROMISO
Personal:
Contestar y compartir.
1.- ¿Soy un reflejo de la Trinidad en la vida de todos los días? ¿Se

queda la señal de la cruz que hago cada día en un mero gesto
rutinario o inspira mi manera de hablar, conocer, responder, juzgar,
perdonar?”.
2.- ¿Creo verdaderamente que para vivir necesito a los demás,

necesito entregarme a los demás, necesito servir a los demás? ¿Lo
afirmo de palabra o con la vida?”
Comunitario:
1.- Cada hermano ASVE expresa la forma

concreta de ser como comunidad, reflejo de
la Trinidad.
105
ORACIÓN FINAL
Personal
Invitar a los participantes a contemplar una imagen

de la Trinidad y a repetir en silencio conscientemente
por 3 veces: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo, como eran en el principio ahora y siempre por
los siglos de los siglos” Amén.
Comunitaria
Virgen María, hija del Padre, madre del Hijo y esposa del Espíritu,
ayúdanos a acoger y testimoniar en la vida el misterio de Dios-
Amor, guíanos de la mano, ayúdanos a percibir, en los
acontecimientos del mundo, los signos de la presencia de Dios
Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, nos obtenga amar al Señor
Jesús con todo el corazón, para caminar hacia la visión de la
Trinidad, meta maravillosa a la cual tiende nuestra vida. Te
pedimos también que ayudes a la Iglesia a ser, misterio de
comunión, a ser siempre una Iglesia comunidad hospitalaria, donde
toda persona pueda encontrar acogida y sentirse hija de Dios,
querida y amada. Amén.
Canto: En Ti descansa mi alma…
https://www.youtube.com/watch?v=E0e0-9Ya8ig
106
TEMA 20. LA UNIDAD NO DEPENDE DE LA ACCIÓN

HUMANA, ES DON DEL ESPÍRITU SANTO
ORACION INICIAL
Ven a nosotros, Espíritu Santo

a través de tu luz celestial
y penetra nuestras almas borrando el pecado.
Cura las heridas de la carne
y sana nuestras fuerzas en la hora del descanso.
Sé huésped de nuestras almas
y abrigo durante las tormentas de fuego.
Santifica nuestra existencia con tus dones,
sobre todos nosotros. Amén.
INTRODUCCIÓN
La Iglesia profesa su fe en el Espíritu Santo que es «Señor y dador

de vida». Así lo profesa el Símbolo de la Fe, llamado niceno
constantinopolitano por el nombre de los dos Concilios —Nicea (a.
325) y Constantinopla (a. 381)—, en los que fue formulado o
promulgado. En ellos se añade también que el Espíritu Santo «habló
por los profetas». Son palabras que la Iglesia recibe de la fuente
misma de su fe, Jesucristo. Según el Evangelio de Juan, el Espíritu
Santo nos es dado con la nueva vida, como anuncia y promete
Jesús el día grande de la fiesta de los Tabernáculos: «“Si alguno
tiene sed, venga a mí, y beba el que cree en mí ", como dice la
Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva». Y el evangelista
explica: « Esto decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los
que creyeran en él ». Es el mismo símil del agua usado por Jesús en
su coloquio con la Samaritana, cuando habla de una «fuente de
agua que brota para la vida eterna», y en el coloquio con Nicodemo,
cuando anuncia la necesidad de un nuevo nacimiento « de agua y
de Espíritu » para « entrar en el Reino de Dios ».
107
La Iglesia, por tanto, instruida por la palabra de Cristo, partiendo

de la experiencia de Pentecostés y de su historia apostólica,
proclama desde el principio su fe en el Espíritu Santo, como aquél
que es dador de vida, aquél en el que el inescrutable Dios uno y
trino se comunica a los hombres, constituyendo en ellos la fuente
de vida eterna.
DESARROLLO
“La unidad no es principalmente el resultado de nuestra acción,

sino que es don del Espíritu Santo. Sin embargo, esta no vendrá
como un milagro al final: la unidad viene en el camino, la construye
el Espíritu Santo en el camino”, lo escribe el Papa Francisco en
una Carta dirigida al Cardenal Kurt Koch.
«Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu», escribe el

apóstol Pablo a los corintios; y continúa diciendo:
«Hay diversidad de ministerios, pero un mismo
Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un
mismo Dios». Diversidad-unidad: San Pablo insiste
en juntar dos palabras que parecen contraponerse.
Quiere indicarnos que el Espíritu Santo es
la unidad que reúne a la diversidad; y que la Iglesia nació así:
nosotros, diversos, unidos por el Espíritu Santo”.
Los apóstoles eran diversos entre ellos, sin embargo, formaron “un
solo pueblo: el pueblo de Dios, plasmado por el Espíritu, que
entreteje la unidad con nuestra diversidad, y da armonía, porque
el Espíritu, es armonía, dijo el Papa. El Espíritu es la unidad que
reúne a la diversidad. Jesús no cambió a los apóstoles, no los
uniformó, ni convirtió en ejemplares producidos en serie. Jesús dejó
las diferencias que caracterizaban a cada uno de ellos: los
pescadores, quien era gente sencilla, quien recaudador de
impuestos.
108
Había dejado sus diferencias y, ahora, expresó el Papa Francisco,

ungiéndolos con el Espíritu Santo, los une. La unión se realiza con
la unción. En Pentecostés los Apóstoles comprendieron la fuerza
unificadora del Espíritu.
A nosotros en medio de nuestras diferencias: de opinión, de
elección, de sensibilidad. El Papa nos pide que no caigamos en la
tentación de querer defender a capa y espada las propias ideas,
considerándolas válidas para todos, y en llevarnos bien sólo con
aquellos que piensan igual que nosotros. Esta es una fe, construida
a nuestra imagen y no es lo que el Espíritu quiere, solo debemos
dejar que Él actué. La humanidad, dentro de las diferencias,
alcanza la unidad por el Espíritu Santo, porque, como dice el Papa
Francisco, el Espíritu Santo nos recuerda que, ante todo,
somos hijos amados de Dios.
El secreto de la unidad: Donarse.
La mirada mundana, ve estructuras que hay que hacer más

eficientes; la mirada espiritual ve hermanos y hermanas mendigos
de misericordia. El Espíritu nos ama y conoce el lugar que cada uno
tiene en el conjunto: para Él no somos confeti llevado por el viento,
sino ladrillos irremplazables de su mosaico. El día de Pentecostés,
en la primera obra de la Iglesia: el anuncio, los Apóstoles salen a
proclamar el Evangelio, sin ninguna estrategia ni plan pastoral. Se
lanzan, corriendo riesgos, poco preparados, salen con el solo deseo
que les anima: dar lo que han recibido. Porque es ese el secreto de
la unidad y la acción del Espíritu, donarse.
El Espíritu Santo actúa por todas partes y deja estelas de luz en la

vida de las personas, Él no hace acepción de personas, no le
interesa si son blancos o negros, inteligentes o no, famosos o
ignorados, fuertes o débiles, sólo le interesa que son seres humanos
y en todos realiza su obra.
Por eso, no pensemos que el Espíritu Santo está solamente en

algunos seres especiales, en los grandes sabios, en personas que
109
saben expresarse o que hablan de una forma muy agradable, no es

así, el Espíritu Santo actúa en un ama de casa, en un profesionista,
en un sacerdote, una religiosa, solo déjate guiar por Él, dale la
oportunidad de llenar tu vida de su gran amor para que seas una
persona plena y feliz…..¡¡Él, quiere actuar en Ti!!
“El Espíritu Santo es el que mueve la Iglesia, es aquél que trabaja

en la Iglesia, en nuestros corazones… Es aquél que nos enseña a
mirar al Padre y a decirle: ‘Padre’. Nos libra de esa condición de
huérfano a la que el espíritu del mundo nos quiere llevar… Es el
protagonista de la Iglesia viva…”
COMPROMISO.
¿Cómo se manifiesta la acción del Espíritu Santo en nuestra vida?
¿Qué actitudes tienes ante la acción del Espíritu Santo? ¿Te estás
dejando guiar y acompañar por Él?
ORACION FINAL.
Muchas gracias amado Espíritu de Dios, eres tan bueno con

nosotros, especialmente conmigo.
Gracias por poner cada día el pan y mi sustento, por sanar cada
una de mis heridas y convertir mi llanto en gozo.
Pero sobre todo muchas gracias por permitirme conocer tu
salvación, porque eres Tú quien lo llena todo, sin ti mi alma estaría
desnuda y vacía, pero gracias a ti puedo sentirme pleno y con la
certeza de que mi Padre en el cielo permanece a mi lado y me ama.
Amén.
Canto: El Espíritu del Señor
https://www.youtube.com/watch?v=Z5bapAf5fM8
110
ANEXO 1 - CELEBRACIÓN NACIMIENTO NVM JEANNE DE

MATEL
(En la sesión anterior se organiza a la comunidad para

traer lo necesario, y hacer una FIESTA celebrando la
vida).
GUÍA:
Hermanos: Hoy nos hemos reunido para compartir la alegría y
celebrar la vida. Cada día es una oportunidad para agradecer este
Don maravilloso de existir. Dios no necesita de nuestra alabanza,
pero es don suyo el que seamos agradecidos. Los invito para que
como comunidad de Apóstoles Seglares del Verbo Encarnado
unamos hoy nuestras voces para bendecir al Dios de la vida por
este hermoso regalo.
HIMNO A LA VIDA
https://www.youtube.com/watch?v=LKx8zoW5WLs
Gracias a la vida que me ha
Gracias a la vida que me ha dado tanto me ha dado el
dado tanto me dio dos sonido y el abecedario, con el
luceros, que cuando los abro, las palabras que pienso y
perfecto distingo lo negro del declaro; madre, amigo,
blanco; y en el alto cielo su hermano, y luz alumbrando
fondo estrellado y en las la ruta del alma del que estoy
multitudes el hombre que yo amando.
amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto me ha dado la
dado tanto me ha dado el marcha de mis pies cansados,
oído que en todo su ancho, con ellos anduve
graba noche y día, grillos y
canarios; martillos, turbinas,
ladridos, chubascos y la voz
tan tierna de mi bien amado. ciudades y charcos; playas y
desiertos, montañas y llanos
111
y la casa tuya, tu calle y tu yo distingo dicha de

patio. quebranto; los dos materiales
que forman mi canto y el
Gracias a la vida que me ha canto de ustedes que es mi
dado tanto, me dio el corazón mismo canto y el canto de
que agita su marco cuando todos que es mi propio canto.
miro el fruto del cerebro
humano; cuando miro al Gracias a la vida que me ha
bueno tan lejos del malo dado tanto.
cuando miro al fondo de tus
ojos claros.

dado tanto, me ha dado la
risa y me ha dado el llanto así
GUÍA:
Después de cantar este himno, pensemos por un momento en
estos años de vida que Jesús, Verbo Encarnado nos ha dejado
disfrutar. Hagamos conciencia de todo lo vivido y compartido,
cuántos cumpleaños hemos celebrado…
(Breve momento de silencio)
GUÍA:
Con un corazón agradecido por tantos regalos recibidos y sobre
todo con el deseo de continuar entregando la vida al servicio de
los demás, proclamemos este salmo por coros.
Salmo para dar gracias
Coro 1:
Es bueno darte gracias, Señor, de corazón, y cantarte con gozo
cada día.
Es bueno proclamar por la mañana tu bondad y por la noche decirte
de verdad que me has amado.
Es bueno decir que tus acciones, Señor, son mi alegría y mi
esperanza.
112
Es bueno decirte que las obras le tus manos son júbilo y fiesta para
mí.
Coro 2:
Te doy gracias por el don maravilloso de la vida.
Te doy gracias por el don entrañable del bautismo.
Te doy gracias por el don gozoso de la vocación consagrada.
Te doy gracias por el don precioso de tu Espíritu.
Te doy gracias por el don sabroso de tu Palabra.
Te doy gracias por el don único de tu Pan de vida.
Coro 1:
Qué grandes son tus obras, Señor.
Qué profundos son tus designios.
Qué grandes son tus proyectos para nosotros.
Qué profundos son tus deseos para el que te busca.
Coro 2:
Es bello, Señor, vivir siendo Tú el centro de mi vida.
Es bello, Señor, saber que Tú eres el Señor de mi vida.
Muchos no te conocen, Señor, y me da pena que pongan su vida en
cosas que se acaban. Muchos no saben que Tú eres Padre y que
nos quieres a todos con ternura.
Coro 1:
Tú eres grande para siempre.
Tu amor me inunda y me hace feliz.
El hombre honrado florecerá como palmera, se abrirá como un
trigal fecundo, siempre tendrá el fruto a mano.
Y su vida ante Ti, Señor, será preciosa.
Todos:
Es bueno darte gracias, Señor, y cantarte de gozo cada día.
Es bueno abrir el corazón de par en par y dejar que tu luz inunde
de tu paz toda la vida. Amén.
GUÍA:
113
Hermanos en este momento expresemos al hermano(a) que

tenemos a nuestro lado con un abrazo, una palabra, un gesto,
nuestra gratitud porque está aquí, porque existe. Podemos decir
la siguiente frase:
“Dios me bendice con el regalo de tu vida”
GUÍA:
Como miembros de la familia del Verbo Encarnado, hoy nos
une una alegría muy grande. En cada comunidad de la Orden
hay un gran gozo porque celebramos el 426 aniversario del
nacimiento de NVM Jeanne Chézard de Matel.
Recibamos a nuestra fundadora y expresemos con nuestras
palmas la alegría de tenerla como madre y la bendición que
recibimos con su nacimiento.
(En este momento ingresa el cuadro de Jeanne de Matel y se coloca en el

lugar preparado).
GUÍA:
Recordemos el gran momento en el que Nuestra Fundadora experimenta la
misericordia de Dios al protegerla de todo mal y permitir su nacimiento.
LECTURA:
Los padres de Jeanne se confiaron y “recurrieron a

la oración dirigiéndose a Ti, mi divino Amor,
mediante la intercesión de los santos y santas…
Poco tiempo después me concibió mi madre. ¡Oh
maravilla de bondad! ¡Qué acción de gracias puedo
darte por la amorosa providencia que tuviste y por
el cuidado que prodigaste a la madre y a la hija mientras ella me llevaba en
sus entrañas! Quisiste ser nuestro común guardián, mediante una asistencia
muy amorosa para sostener a mi madre en las grandes aflicciones que
permitiste le llegaran… Satanás no olvidó nada para hacerme morir en el
seno de mi madre; seis meses antes de mí nacimiento ella se rompió una
vena con evidente peligro de su vida y de la mía; pero tu diestra mostró su
poder, no permitiendo que yo fuera privada de la vida de la gracia ni de la
114
naturaleza. Tú eres mi Señor y mi Dios, quien hiciste todas esas maravillas

por mí, para la confusión de los demonios, tu gloria y mi salvación. Me
hiciste nacer pronto y felizmente el 6 de noviembre de 1596 y ese mismo día
fui llevada al bautismo por dos pobres según el voto hecho por mis padres”
(Breve reflexión)
GUÍA:
Dios tiene un plan de amor para cada ser humano que nace. Lo hizo con
Jeanne de Matel desde el día de su nacimiento, el 6 de noviembre de 1596 y
lo hace con cada uno de nosotros, que como ella somos enviados por la
Palabra para hacerle de nuevo presente en el mundo, donde se hace presencia
entre los hombres.
1. Como Congregación de Religiosas del Verbo Encarnado nos alegramos al

recordar su nacimiento y la elección que Dios hizo de ella, para ser la
fundadora de esta obra, nacida en las rodillas de María, nuestra madre.
Por ello bendigamos al Señor…
Todos: Bendito seas Señor
2. Jeanne fue un regalo de Dios y fruto de la oración y sacrificio de sus

padres. Fue elegida por Dios para dar a conocer el nombre del Verbo
Encarnado hasta los últimos confines de la tierra. Por este regalo de su
vida alabemos a nuestro Dios…
Todos: Te alabamos Señor
3. Como María, Jeanne fue creciendo, desarrollando sus dones naturales, y

también venciendo las dificultades de adolescente hasta que descubrió su
vocación y se entregó por completo a ella. Por esta gracia en la vida de
Jeanne digamos… Te glorificamos Señor
Todos: Te glorificamos Señor
4. Aunque las circunstancias de nuestro nacimiento sean distintas a las de

Jeanne de Matel, también Dios pensó en cada uno de nosotros y quiere que
115
seamos un regalo para nuestro mundo, enriqueciéndolo con nuestras

cualidades y nuestras capacidades. Pidamos a Jeanne que interceda por
nosotros.
Todos: Por intercesión de Jeanne, escúchanos Señor.
5. Gracias Padre porque, como a María de Nazaret, elegiste a la Jeanne de

Matel. A la Madre del Verbo Encarnado hablándole a través del Ángel. A
Jeanne a través de la Escritura y la oración. Gracias Espíritu Santo porque
iluminaste su mente y su corazón conduciendo siempre sus pasos. Hoy te
pedimos esta gracia para toda la familia del Verbo Encarnado…
Todos: Por intercesión de Jeanne, escúchanos Señor.
GUÍA:
Cuando celebramos un cumpleaños, generalmente entregamos un regalo al
cumpleañero(a), ésta no será la excepción. Pensemos en este momento qué
regalo podemos dar hoy a Jeanne de Matel.
(Se entrega a cada hermano(a) una tarjeta con la imagen de un regalo y en

ella escriben lo quieren ofrecer hoy a NVM).
Mientras se coloca la tarjeta junto al cuadro de Jeanne se

pueden entonar las mañanitas.
ORACIÓN FINAL:
Padre Bueno:
Gracias por el don de la vida, de la salud y de la
inteligencia. Gracias por el regalo del carisma que
pones en nuestras manos. Gracias por la libertad de
amar y por la alegría de hacer el bien. Gracias por el
don de la fe y de la esperanza que se apoya en Ti.
Enséñanos a vivir el don de cada día, sin otros planes
que los tuyos.
Enséñanos a descubrir tu voluntad que se manifiesta
en los acontecimientos de cada día, en las necesidades
y en las personas...
116
Enséñanos a discernir, como lo hizo NVM Jeanne, las señales de tu presencia

en medio de nosotros, los signos de nuestro tiempo.
Enséñanos a leer e interpretar el hoy de la historia, de nuestra propia
historia, como historia de salvación.
Enséñanos a cada comunidad ASVE, a cada religiosa y a toda la familia del
Verbo Encarnado, a realizar tu voluntad en el hoy histórico que nos permites
vivir. Amén.
Canto: Fiesta Blanca Sánchez
https://www.youtube.com/watch?v=86ZfqVXs1vw&t=19s
FIESTA
En una Provincia pequeña Su nombre llevaba esperanza,

de ese País que es Francia, amor a Dios y confianza.
nació una niña muy bella, Tenía que venir a este mundo
humilde y llena de gracia. a ser una luz que brillara.
Tenía los ojos muy lindos Y se encargó de que el Verbo,
y linda también era su alma. primero en ella habitara.
Por eso a Cristo he querido Para que luego nosotros,
cantarle en esta mañana. tomáramos su enseñanza.
FIESTA, FIESTA HAY EN EL CIELO, FIESTA, FIESTA HAY EN EL CIELO,

FIESTA HAY EN MI PUEBLO FIESTA HAY EN MI PUEBLO
PORQUE LA NIÑA NACIÓ. PORQUE LA NIÑA NACIÓ.
FIESTA, FIESTA HAY EN EL CIELO FIESTA, FIESTA HAY EN EL CIELO
FIESTA HAY EN MI PUEBLO FIESTA HAY EN MI PUEBLO
PORQUE JEANNE NACIÓ. PORQUE JEANNE NACIÓ. (2)
¡FIESTA!
(Al terminar el canto, sigue la convivencia y se parte el pastel).
117
ANEXO 2 - CELEBRACIÓN DE ADVIENTO SINODAL
Ahora nos toca vivir un Adviento con características muy especiales. En

particular porque recién hemos vivido el acontecimiento del Sínodo de los
Obispos con el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y
misión«. Les invitamos a vivir este adviento con mucho entusiasmo
preparándonos a la Navidad aprovechando los muchos signos de que
disponemos en este tiempo.
ORACIÓN INICIAL
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Concédenos, Señor Dios nuestro permanecer alerta a la venida de tu Hijo

Jesucristo, para que cuando venga y llame, nos encuentre velando en oración
y entonándole alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo.
1.- Ambientación
(Como propuesta, poner música ambiental: “Caresse sur l´océan”, donde se

puede localizar en el siguiente enlace
https://www.youtube.com/watch?v=6i0CBeyErgU).
Dios preparó al universo entero para la venida de su Hijo a la Tierra. Un

eslabón básico que permitió la encarnación fue su Madre, la santísima Virgen
María. Pero también lo fue anunciando a través de los siglos. El profeta Isaías
fue uno de los principales mensajeros encargados de anunciar la Buena
Noticia:
118
“El Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz
un hijo, y llamará su nombre Emanuel”. Isaías 7:14
Hoy, iniciamos nuestra preparación para esperar el nacimiento de un gran

amigo, de un hermano, de tu hijo Jesús. Ante la llegada de la Navidad, quiero
ponerme en tu presencia para poder contemplar profundamente este gran
misterio. Dame la gracia de ver lo que quieres que vea, escuchar lo que
quieres que escuche y entender lo que Tú quieres que entienda.
Por eso estamos aquí, con la Esperanza de que nos ayudes a estar más unidos
con nuestros seres queridos y con nuestra Comunidad ASVE, para que cuando
llegue este gran Amigo nos vea contentos y felices, y se quede siempre con
nosotros.
2.- Texto Litúrgico
Evangelio (Mt 1,18-24):
“La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba

desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró
encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no
quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y

le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque
lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás
por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto
sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta:
«Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre
Emmanuel, que traducido significa: ‘Dios con nosotros’». Despertado José del
sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su
mujer”.
Reflexión personal
119
a) - Al igual que hizo José con María en un primer momento, ¿Rechazas en

tu interior a alguna persona que te rodea?, ¿Emites juicios previos ante
cualquier situación de tus hermanos ASVE?
b) - ¿Te preocupas por las personas, tratando de vivir con ellas sus
realidades?
c)- Como José, ¿Eres capaz de mantener la esperanza en aquella persona que
se encuentra a tu lado y confiar en ella?
Reflexiona un momento para pensar en ello.
3.- Meditamos juntos
Elías encuentra a Dios en el silencio.
“Entonces se le dijo: «Sal fuera y permanece en el monte esperando a Yahvé,

pues Yahvé va a pasar.» Vino primero un huracán tan violento que hendía
los cerros y quebraba las rocas delante de Yahvé. Pero Yahvé no estaba en
el huracán. Después hubo un terremoto, pero Yahvé no estaba en el
terremoto. Después brilló un rayo, pero Yahvé no estaba en el rayo. Y después
del rayo se sintió el murmullo de una suave brisa. Elías al oírlo se tapó la
cara con su manto, salió de la cueva y se paró a su entrada. Y (…) se le
preguntó: «¿Qué haces aquí, Elías?» El respondió: «Ardo de amor celoso por
Yahvé, Dios de los Ejércitos, porque los israelitas te han abandonado,
derribando tus altares y dando muerte a tus profetas. Sólo quedo yo, y
quieren matarme.»” (1 Reyes 19, 11-14)
Reflexión personal
Elías busca a Dios en el rayo, en el trueno. Sin embargo, lo encuentra en el

silencio.
a) - ¿Sabes escuchar a Dios?, ¿Dónde lo buscas?, ¿Cómo te comunicas con

Él?
b) - Entre tantas luces, canciones, comidas de navidad, regalos, jolgorio,

¿Encontramos a Dios?, ¿Nos acordamos de darle su lugar?, ¿Tiene sentido
este tiempo si lo despojamos de Dios?
120
c) - Tómate un instante para pensar sobre ello.
REFLEXIÓN
Desde el pesebre de Navidad nace una esperanza nueva que crecerá con el
esfuerzo de todos. Un claustro atento, dispuesto para lo que Dios pide, que
no vacila en decir sí y entregarnos a nuestros hermanos ASVE, siguiendo el
ejemplo de María.
Nos comprometemos a tener presente en nuestro pensamiento y en nuestro

corazón a los pobres, las personas que sufren y, especialmente, a nuestros
hermanos más necesitados.
Nos encontramos en vísperas de Navidad, tiempo de un signo de Dios que

se hace pobre por nosotros, como modelo de vida y nos guía en el camino
hacia el Padre. Llegó la Buena Noticia, ¡Que empiece la Fiesta! Cantemos con
alegría, unamos voces y manos. Vamos a ver al Dios vivo, festejemos su
nacimiento. Nos nace una nueva Esperanza. Dios está con nosotros,
marchemos hacia su encuentro. El camino no será fácil, pero la recompensa
será Dios mismo que se queda con nosotros.
Momento de silencio.
Canto: “Ven, ven Señor no tardes”.
121
ANEXO 3 – LA ENCARNACIÓN (2022 – 2023)
MONICIÓN
GUÍA:
La Encarnación, ingreso de la eternidad en el tiempo
El nacimiento de Jesús hace visible el misterio de la Encarnación, que se

realizó ya en el seno de la Virgen en el momento de la Anunciación. En efecto,
nace el niño que ella, instrumento dócil y responsable del plan divino,
concibió por obra del Espíritu Santo. A través de la humanidad que tomó en
el seno de María, el Hijo eterno de Dios comienza a vivir como niño y crece
“en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc
2,52). Así se manifiesta como verdadero hombre. (Juan Pablo II Dic.1997)
ORACIÓN INICIAL
CANTO - Juan 1,1-14 el de la Congregación compuesto por el Mtro. Bernardo

del COLEGIO MINERVA de San Luis Potosí.
LITURGIA DE LA PALABRA
GUÍA:
En una actitud de escucha y de Contemplación, escuchemos la Palabra de

Dios.
Lectura del Evangelio de San Lucas 1,26-38
Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una joven que estaba comprometida en matrimonio con
un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María.
Llegó el ángel hasta ella y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo” María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba
qué significaría tal saludo.
Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado el favor de
Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre
de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor
122
Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre el pueblo

de Jacob y su reinado no terminará jamás”.
María entonces dijo al ángel: ¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen? Contestó
el ángel: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado
Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez,
y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del
embarazo.
Para Dios, nada es imposible”.
Dijo María: “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.”
Después la dejó el ángel.
PALABRA DE DIOS.
R ¡Te alabamos, Señor!
Ante la grandeza de la revelación y su repercusión trascendente en nuestra
vida y nuestra fe, manifestemos el amor total e incondicional del Señor,
reconociendo quién es el Verbo Encarnado para nosotros.
Creo Señor…
Que Tú eres el VERBO ENCARNADO, Dios hecho carne, el Dios vivo y
verdadero que asumió nuestra naturaleza, para vivificarnos en ti…
Que Tú siendo el Dios vivo y verdadero, que existes desde siempre y
que desde siempre has querido asumir nuestra débil condición para
engrandecernos y enaltecemos en tu abajamiento, glorificarnos con tu
vida…
Que Tú te hiciste uno de nosotros, para unirnos más al Padre, para
hacernos sentir y experimentar su amor total e incondicional en y por
Ti…
Que Tú eres la expresión máxima del amor de Dios, porque después de
Ti ya no existe más nada, Tú eres la plenitud y la máxima
manifestación de la cercanía de Dios hacia nosotros…
Que tu hacerte hombre, fue la manera más plena de darnos a conocer
el corazón de Dios, para que tengamos en Él la vida que sólo Tú nos la
puedes dar…
123
Que Tú como VERBO ENCARNADO eres la expresión plena y total de un

Dios que es incondicional, que es el Dios con nosotros, que es el Dios
que dispone todo para nuestro bien, siendo Tú el mayor don y bien de
la humanidad…
Que gracias a que eres el VERBO ENCARNADO, podemos creer, confiar
y esperar, pues Tú eres la manifestación más plena y radical del amor
que Dios nos tiene…
Que Tú VERBO ENCARNADO, con tu vida, pasión, muerte y resurrección,
eres el testimonio más elocuente de la manifestación salvífica de Dios,
que nos ama hasta tal punto que te envió a Ti, para que en Ti y por Ti,
pudiéramos tener vida y vida en abundancia, siendo transformados en
su amor y su misericordia.
Que Tú VERBO ENCARNADO, eres presencia de Dios, eres manifestación
de su amor total, eres cercanía y compañía, eres nuestra esperanza y
nuestra fortaleza, Tú eres el Dios vivo presente y actuante entre
nosotros.
Que en ti, VERBO ENCARNADO, el Padre nos ha llenado de gracias y
bendiciones y por Ti, podemos creer y esperar, confiar y estar en paz,
pues Tú estás con nosotros, en nosotros y eres el que nos plenifica en
tu amor vivificante y transformador.
El regalo, el don más grande que Dios ha hecho a la humanidad fue y es la

ENCARNACIÓN DEL VERBO, Dios que asume nuestra naturaleza humana
haciéndose uno de nosotros, en todo igual a nosotros menos en el pecado.
Dios asume en su HIJO, nuestra vida, nuestra debilidad y fragilidad, nuestra
naturaleza, haciéndose uno más sin dejar de ser lo que siempre fue y es. Así
en la Encarnación, el HIJO de Dios, la segunda persona de la Trinidad, asume
la naturaleza humana, siendo al mismo tiempo, de naturaleza divina por
existencia propia y de naturaleza humana por acción del Espíritu Santo en
María. De tal manera que siendo una sola persona, tiene dos naturalezas, la
divina, que lo hace igual al Padre y la humana que lo hace igual a cada uno
de nosotros.
124
El Verbo Encarnado es la expresión más elocuente

de la grandeza y la omnipotencia de Dios, ya que
siendo todopoderoso, Señor de la vida y de la
historia, teniendo la posibilidad de cambiar su
existencia, lo ha hecho asumiendo la naturaleza
humana. Siendo todo buscó ser casi nada,
pudiendo todo prefirió ser frágil y débil sometido
a la existencia humana. La expresión de San Pablo
de ANONADARSE, volverse nada siendo todo y
pudiendo ser aún más. De ahí, que sea la expresión
más elocuente y significativa de su omnipotencia,
porque no es un ser inmutable, sino que por amor a la humanidad es capaz
de hacerse hombre. La Encarnación genera en la Trinidad una situación que
desde nuestra lógica genera algo complejo.
ORACIÓN FINAL
Señor Dios nuestro, Verbo Encarnado,

Expresión viva del amor total e incondicional de Dios,
Tú que eres la presencia viva y visual de Dios,
Mostrándonos el estilo del Padre en Ti y por Ti,
Ayúdanos a vivir con tu estilo de Verbo Encarnado,
con tu manera de relacionarte y acercarte a nosotros,
como un Dios entre nosotros y con nosotros,
para vivificarnos transformándonos,
para adherirnos a Ti en el amor incondicional,
para que cada vez más nuestra vida
esté en sintonía de amor contigo,
uniéndonos a Ti en la voluntad, la intención, el deseo,
la búsqueda de la verdad y el bien.
Haz Señor, que cada vez más nuestra manera de ser
y actuar corresponda a la tuya,
que todo lo que hagamos y digamos sea como expresión
de nuestra búsqueda de identificación contigo,
a partir de buscar siempre y en todo el bien,
125
amando siempre, amando hasta el final,

sin condiciones, aun renunciando a nosotros mismos,
como lo has hecho Tú.
Que así sea.
GUÍA:
Comparto con la Comunidad y agradezco al Señor lo vivido en esta
celebración.
Que así sea.
CELEBRACIÓN DE PASCUA “VIACRUCIS SINODALIDAD” (Mayola)
126
Anexo 4 - VIACRUCIS SINODALIDAD
} Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos

líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu

Santo. Amén.
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,

Creador, Padre y redentor mío; por ser Vos quien
sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las
cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las
penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo
firmemente nunca más pecar, confesarme, y cumplir
la penitencia que me fuere impuesta. Amén
PRIMERA ESTACIÓN “JESÚS CONDENADO A MUERTE”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: El camino de la cruz lo iniciamos al

R. Porque por tu santa cruz redimiste al lado de Jesús con la condena a muerte por
mundo. parte de Pilato, Jesús la acepta con una actitud
Al darse cuenta Pilato de que no conseguía de humildad, la misma humildad que
nada, sino que más bien aumentaba el alboroto, necesitamos nosotros en el camino sinodal. La
pidió agua y se lavó las manos delante del kenosis de Cristo es la forma radical de su
pueblo. Y les dijo: “Ustedes responderán por su obediencia al Padre y para los discípulos es la
sangre, yo no tengo la culpa”. Y todo el pueblo llamada a sentir, pensar y discernir juntos, con
contestó: “¡Que su sangre caiga sobre nosotros humildad, la voluntad de Dios en el seguimiento
y sobre nuestros hijos!”. Entonces Pilato le soltó del Maestro y Señor.
a Barrabás. Mando azotar a Jesús y lo entregó PADRE NUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
a los que debían crucificarlo. (Mt 27, 24-26).
Oremos: Te pedimos, Dios nuestro, que nos enseñes a caminar como pueblo de Dios el propio camino del
Calvario. Por Cristo nuestro Señor. Amén
P: Por los signos de violencia y de muerte….

R: Perdónanos Señor.
127
SEGUNDA ESTACIÓN “JESÚS ES CARGADO CON LA CRUZ”

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: Jesús carga la Cruz e inicia su
R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. camino al calvario. Vivamos este tiempo de
Los soldados romanos llevaron a Jesús al patio del Camino junto a Jesús. El significado profundo de
palacio y reunieron a toda la tropa en torno a Él. Le “Sínodo” se asocia con los contenidos más
quitaron sus vestidos y le pusieron una capa de profundos de la Revelación, Sínodo indica el
soldado de color rojo. Después le colocaron en la camino que recorren juntos los miembros del
cabeza una corona que habían trenzado con espinos Pueblo de Dios. Remite por lo tanto al Señor
y en la mano derecha le pusieron una caña. Jesús que se presenta sí mismo como «el
Doblaban la rodilla ante Jesús y se burlaban de Él. camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6), y al hecho
Diciendo: “¡Viva el rey de los judíos!”. Le escupían de que los cristianos, sus seguidores, en su
en la cara y con la caña le golpeaban en la cabeza. origen fueron llamados «los discípulos del
Cuando terminaron de burlarse de Él, le quitaron la camino».
capa de soldado, le pusieron de nuevo sus ropas y PADRE NUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
lo llevaron a crucificar. (Mt. 27, 27-31).
Oremos: Concédenos, Señor, serte fieles no sólo en el momento de la prosperidad, cuando la fidelidad no es
difícil, sino también en las horas amargas de la vida, viviendo como verdaderos discípulos del camino. Te lo
pedimos, por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén
P: Por no saber caminar como verdaderos hermanos como tú nos invitas,

TERCERA ESTACIÓN “JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: El camino sinodal implica el

R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. reconocimiento de las propias fragilidades y el
pedido recíproco del perdón. La reconciliación
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más es el camino para vivir la nueva evangelización.
que su patrón. Si a mí me han perseguido, también El reconocimiento del propio pecado es
los perseguirán a ustedes. ¿Acaso acogieron mi expresión del amor misericordioso del Padre y
enseñanza? ¿Cómo, pues, acogerían la de ustedes? expresa también la voluntad de no seguir el
Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque camino de la división causada por el pecado,
no conocen al que me envió. (Jn 15, 20-21) sino el de la unidad.
PADRE NUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
Oremos: Concédenos, oh Dios, la gracia de levantarnos ante las caídas de la vida, reconocer ante nuestros
hermanos el pecado y buscar la unidad. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
P: Por no saber aceptar nuestras propias fragilidades….

128
CUARTA ESTACIÓN “JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: El Pueblo Santo de Dios vive su

R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo propia peregrinación por el mundo, y al igual
que Jesús, encuentra en su madre un poco de
Sus padres se emocionaron mucho al verlo, su madre consuelo en el camino al Calvario. Todos
le decía: “Hijo, ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre caminamos hacia la perfección de la santidad
y yo hemos estado muy angustiados mientras te que es la vocación de todos los miembros del
buscábamos.” pueblo de Dios, acompañado por la
Él les contestó: “¿Y por qué me buscaban? ¿No saben intercesión de María Santísima, de los
que yo debo estar donde mi Padre? (Lc 2, 48-49). Mártires y de los Santos.
Oremos: Te pedimos que meditando y sufriendo con María y los santos, crezcamos en la comprensión de
los misterios de Cristo, y que la fe constituya nuestra fortaleza y seguridad hasta el fin de nuestra vida. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén
P. Para avanzar juntos, como una iglesia sinodal…

R. Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros
QUINTA ESTACIÓN “JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRINEO A LLEVAR LA

CRUZ”
Reflexión: En algún punto del camino el

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. cireneo se topa con Jesús, sin proponérselo
R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. termina caminando con Cristo y ayudando a
Después de haberse burlado de Él, le quitaron la capa cargar la cruz. Ese espíritu de apertura al
roja y le pusieron de nuevo sus ropas. sufriente del camino es signo de la apertura de
Los soldados sacaron a Jesús fuera para crucificarlo. En la Iglesia católica hacia las otras Iglesias y
ese momento, un tal Simón de Cirene, el padre de Comunidades eclesiales en el compromiso
Alejandro y Rufo, volvía del campo, y los soldados le irreversible de caminar juntos hacia la plena
obligaron a que llevara la cruz de Jesús. unidad en la diversidad reconciliada de las
(Mc 15, 20-21) respectivas tradiciones.
Oremos: Señor Jesús, en el camino de la cruz, repentinamente llegan esas cruces que no suponíamos
cargar, danos el entusiasmo y constancia para acompañarte camino del Calvario. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén
P. Para ayudar a cuantos nos necesiten…

R. Fortalécenos Señor
129
SEXTA ESTACIÓN “LA VERÓNICA ENJUAGA EL ROSTRO DE JESÚS”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: La verónica no solamente es una mujer

R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo con un pañuelo, la Verónica en el camino es aquella
Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: que ha escuchado el clamor de los profetas del
“Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del antiguo testamento que inculca en el Pueblo de Dios
reino que ha sido preparado para ustedes desde el la exigencia de caminar a lo largo de las travesías
de la historia manteniéndose fieles a la alianza,
principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me
invitando a la conversión del corazón hacia Dios y a
dieron de comer, tuve sed y ustedes me dieron de la justicia en las relaciones con el prójimo,
beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. especialmente con los más pobres, los oprimidos,
Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y los extranjeros, como testimonio tangible de la
fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a misericordia del Señor (cfr. Jr 37,21; 38,1).
ver.” (Mt 25, 34-36) PADRE NUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
Oremos: Ante el ejemplo de la Verónica que honra a Cristo y le rinde el homenaje sincero de su amor y
gratitud, danos tu fortaleza, Señor omnipotente, para que seamos hombres del reino que no se arredran ante
una perspectiva de cruz y sufrimiento. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén
P. Por cuantos nos animan en nuestro caminar y compromiso cristiano

R. Te damos gracias Señor
SÉPTIMA ESTACIÓN “JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: Si caminamos juntos como Pueblo

R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo de Dios, podemos darnos la mano unos a otros
cuando sintamos desfallecer. La sinodalidad
Felices los que lloran, porque recibirán consuelo. manifiesta el carácter peregrino de la Iglesia. El
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en camino es la imagen que ilumina la inteligencia
herencia. Felices los que son perseguidos por del misterio de Cristo como el Camino que
causa del bien, porque de ellos es el Reino de los conduce al Padre. Jesús es el Camino de Dios
Cielos. (Mt 5, 4-5. 10) hacia el hombre y de estos hacia Dios.
Oremos: Somos un pueblo peregrino, Señor, mira con agrado nuestro afán de gastar la vida por ti sin cálculo
y sin medida, y sé la garantía de nuestro triunfo final. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
P: Por nuestra falta de fe y confianza en Ti….

130
OCTAVA ESTACIÓN “JESÚS CONSUELA A LAS SANTAS MUJERES”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: Al leer los Evangelios nos damos

R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. cuenta que muy pocos fueron los
suficientemente valientes para acercarse a
El que los recibe a ustedes, a mí me recibe, y el que Jesús en el camino, algún desprevenido como
me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. cireneo que fue obligado a ayudar, pero es
Asimismo, el que me dé un vaso de agua fresca a admirable ver que las mujeres fueron valientes.
uno de estos pequeños, porque es discípulo, no Las mujeres son dentro de la Iglesia valientes
quedará sin recompensa: soy yo quien se lo digo.” como María, decididas como Verónica,
(Mt. 10, 40-42). sufrientes como las mujeres de Jerusalén.
PADRE NUESTRO, AVEMARÍA Y
GLORIA
Oremos: Padre de bondad, ilumina nuestra mente y nuestro corazón para que comprendamos el valioso aporte
de las mujeres al caminar como Pueblo de Dios. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén
P: Para ser capaces de compartir las necesidades y sufrimientos de nuestros hermanos…

R: Transfórmanos Señor
NOVENA ESTACIÓN “JESÚS CAE POR TERCERA VEZ”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: Las caídas de Cristo animan su Iglesia a

R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. levantarse cada vez. La Iglesia camina con Cristo, por medio
de Cristo y en Cristo. La Iglesia está llamada a seguir sobre
las huellas de su Señor hasta que Él vuelva (1 Cor 11,26). La
Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación.
fe, la esperanza y la caridad guían e informan la
El espíritu es animoso, pero la carne es débil.” peregrinación de la asamblea del Señor «en vista de la
De nuevo se apartó por segunda vez a orar: “Padre, si esta ciudad futura» (Heb 11,10). Los cristianos son «gente de
copa no puede ser apartada de mí sin que yo la beba, que se paso y extranjeros» en el mundo (1 Pe 2,11), marcados con
haga tu voluntad.” (Mt 26, 41-42) el don y la responsabilidad de anunciar a todos el Evangelio
del Reino.
Oremos: Padre Santo, haz que comprendamos que no importa caer mil veces cuando se ama la lucha y no la caída;
danos fuerza para luchar continuamente seguros de que esto le agrada más a Cristo que la posesión pacífica y cómoda
de una victoria fácil. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén
P: Para aceptar si decaimiento las cruces de cada día...

R: Fortalécenos Señor.
DÉCIMA ESTACIÓN “JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS”

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: El silencio de Jesús en todo el camino
R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. y mientras es despojado de sus vestidos nos está
hablando, nos invita al discernimiento
Cuando llegaron al lugar que se llama Gólgota (o comunitario que implica la escucha atenta y
Calvario), o sea, “calavera”, le dieron a beber vino valiente de los «gemidos del Espíritu» (cfr. Rom
mezclado con hiel. Jesús lo probó, pero no lo quiso 8,26), que se abren camino a través del grito,
beber. explícito o también mudo, que brota del Pueblo
Allí lo crucificaron y después se repartieron entre de Dios: «escucha de Dios, hasta escuchar con
ellos la ropa de Jesús, echándola a suertes. Luego él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta
se sentaron a vigilarlo. (Mt 27, 33-36) respirar en él la voluntad a la que Dios nos
llama».
131
Oremos: Señor nuestro, despojado de todo, vestido de nada, todo lo entregaste hasta compartir la miseria y
desnudez más profunda del ser humano, haz que sepamos ver la dignidad de cada uno más allá de su
destrozada apariencia. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor. Nuestro Señor. Amén
P: Para saber escuchar la voz de Dios en nuestros Hermanos…

R: Ilumínanos Señor.
UNDÉCIMA ESTACIÓN “JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ”
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Reflexión: Caminar hasta el final del camino,

R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. «Caminar juntos, enseña el Papa Francisco– es el
camino constitutivo de la Iglesia; la condición para
“Allí lo crucificaron y con Él a otros dos, uno a cada seguir al Señor Jesús y ser siervos de la vida en este
lado y en el medio a Jesús. Pilato mandó escribir un tiempo herido. Solo en este horizonte podemos
renovar realmente nuestra pastoral y adecuarla a la
letrero y ponerlo sobre la cruz. Estaba escrito: «Jesús
misión de la Iglesia en el mundo de hoy; solo así
el Nazareno, Rey de los judíos.» Muchos judíos podemos afrontar la complejidad de este tiempo,
leyeron este letrero, pues el lugar donde Jesús fue agradecidos por el recorrido realizado y decididos a
crucificado estaba muy cerca de la ciudad. Además, continuarlo con parresia».
estaba escrito en hebreo, latín y griego.” (Jn 19, 18- PADRE NUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
20)
Oremos: Padre lleno de amor, donde están ahora las ovejas? Han herido al pastor y éstas se han descarriado.
Ilumina el interior del Pueblo de Dios para que con valentía anunciemos el sacrificio de la cruz para cumplir tu
voluntad. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén
P: Para ser fieles a la misión que nos encomiendas...

R: Fortalécenos, Señor.
DUODÉCIMA ESTACIÓN “JESÚS MUERE EN LA CRUZ”

Reflexión: Uno de los íconos del sínodo representa
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
a Jesús crucificado y el pueblo. Junto a Cristo está
R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
la Madre de Dios, figura de la Iglesia que recoge el
agua y la sangre que brotan del costado traspasado
Uno de los malhechores que estaban crucificados con Jesús
de su Hijo, símbolo de los sacramentos. En el
lo insultaba “¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a ti mismo y
interior del cáliz se esconde una paloma. Estamos
también a nosotros”. Pero el otro lo reprendió diciendo:” ¿No
ante el don del Espíritu Santo que nos hace
temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio? Nosotros lo
partícipes de la vida de Dios mismo, la vida filial, la
hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho, pero
vida de comunión. Detrás de él se abre una multitud
éste no ha hecho nada malo. .” Y añadió: “Jesús, acuérdate de
de personas que están a su vez revestidas de
mí, cuando entres en tu Reino”. “En verdad te digo que hoy
Cristo, más aún, entretejidas en el Cuerpo de
mismo estarás conmigo en el paraíso”. Y Jesús gritó muy
Cristo. Cristo ha abierto a todos los hombres la
fuerte: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Y dichas
posibilidad de convertirse en hijos y de vivir la vida
estas palabras, expiró.(Lc 23, 39-43. 46).
como comunión, como paz, como reconciliación.
Oremos: Padre Santo, del costado abierto y traspasado de tu Hijo en la cruz, brota la vida para, un pueblo
que llama, recoge y reconcilia a todos los pueblos y los convierte en Pueblo santo y elegido. Por Cristo
nuestro Señor. Amén
P: Para proclamar con firmeza nuestra salvación en tú cruz,

R: Fortalécenos, Señor.
132
DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN “JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ”

V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: El segundo ícono del Sínodo
representa la conversión de Cornelio. El
Sino que uno de los soldados le abrió el costado con la centro de la imagen es, pues, el Cordero
lanza, y al instante salió sangre y agua. pascual (cf. Ap 5,6), inmolado, pero vivo, recto
El que lo vio da testimonio. Su testimonio es verdadero, y orientado radicalmente hacia el Padre. Su
y Aquél sabe que dice la verdad. Y da este testimonio herida nos sigue recordando que la
para que también ustedes crean. Esto sucedió para sinodalidad es un don que nace del corazón
que se cumpliera la Escritura que dice: No le quebrarán de Cristo. La mujer cananea (cf. Mt 15,21-28),
ni un solo hueso. Después de esto, José de Arimatea la que, pidiendo humildemente la gracia de la
se presentó Pilato. Era discípulo de Jesús. Pidió a curación para su hija, recordó al Señor que
Pilato la autorización para retirar el cuerpo de Jesús, y hasta los perritos comen las migajas que caen
Pilato se la concedió. Fue y retiró el cuerpo. (Jn 19, 34- de la mesa, muestra que todos son
38) bienvenidos a la mesa del Cordero.
Oremos: Haz, Señor, que nuestros sufrimientos no nos alejen de ti, sino que nos hagan comprender mejor
los sufrimientos de la pasión de tu Hijo Jesucristo y nos acerquen más a Él. Por el mismo Cristo nuestro
Señor. Amén
P: Por la injusticia, la violencia y la guerra que mata a seres inocentes….

DÉCIMO CUARTA ESTACIÓN “JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO”

Reflexión: La parresia en el Espíritu que se pide
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos al Pueblo de Dios en el camino sinodales la
confianza, la franqueza y el valor «para entrar en
R. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. la amplitud del horizonte de Dios» para
«asegurar que en el mundo hay un sacramento
José lo bajo de la cruz y lo envolvió en una sábana que de unidad y por ello la humanidad no está
había comprado, lo colocó en un sepulcro excavado en destinada al extravío y al desconcierto».
la roca e hizo rodar una piedra grande contra la entrada La experiencia vivida y perseverante de la
de la tumba. María Magdalena y María, la madre de sinodalidad es para el Pueblo de Dios fuente de
José, estaban allí observando dónde lo depositaban. la alegría prometida por Jesús, fermento de vida
( Mc 15, 46-47) nueva, pista de lanzamiento para una nueva fase
de compromiso misionero.
Oremos: Ayúdanos, Padre, a meditar y desentrañar el misterio de la cruz, porque en ella están nuestra confianza y
nuestra grandeza; y que al morir y sepultarnos con Cristo, nuestra existencia pobre y débil se transfigure y resucite con
Él. Que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén
P: Para que en nuestro caminar, siempre encontremos, acogida, confianza y verdad…

R: Escúchanos, Señor
133
ANEXO 5 CELEBRACIÓN PASCUAL
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo.
El domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta

más importante para todos los católicos, ya que con la
Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda
nuestra religión.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también

nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.
(Preparar: sillas en círculo, Cirio Pascual en el centro, sin encender, cerillos

y un arreglo de flores).
Asesora/guía:
Escuchemos el siguiente cuento: “El juego del escondite”,
El nieto de Rabí Baruch, un anciano rabino, jugaba un día al escondite con

otro niño. Estuvo escondido mucho tiempo pensando que su compañero le
estaba buscando hasta que, cansado de esperar, salió de su escondite y
corrió llorando a contarle a su abuelo, el anciano rabí, que su amigo ni
siquiera se había puesto a buscarle. Los ojos de Rabí Baruch se llenaron
también de lágrimas y dijo: “Eso es también lo que dice el Señor: “Me
escondo y nadie me busca…” Comentemos lo que este cuento nos hace
sentir.
Lector 1: “Se apareció Jesús”.
En los relatos pascuales de los Evangelios hay algo de este juego: el

Resucitado aparece repentinamente “bajo otra figura”: a los discípulos de
Emaús, se les acerca bajo la apariencia de un peregrino, o de un jardinero a
María Magdalena.
El resucitado aparece como quien desaparece. Es el mismo Jesús, pero no

es lo mismo. La nueva presencia abre los ojos de los discípulos; les hace ver
134
y entender de una manera nueva. Les hace pasar del miedo y de la duda, a
la confianza.
Todos:
Señor Jesús, en el proceso del “no conocerte” al “reconocerte”, envuelves a

tus discípulos en el dinamismo pascual: intervienes en su existencia y te
les presentas lleno de vida, obligándoles a pasar de su desconcierto e
incredulidad, a un gozo que los desborda.
Asesora/guía:
Vamos a compartir brevemente alguna experiencia personal, en la que Jesús

Resucitado se nos haya “aparecido”, bajo “otra figura”, en algún momento
concreto de miedo, duda o desesperanza… (10 a 15 minutos)
Asesora/guía:
No se pueden describir adecuadamente estos encuentros llamándolos

sencillamente visiones o apariciones. Según los discípulos, Jesús se les
impone como alguien vivo, en un encuentro que afecta la totalidad de sus
personas. Igual que a los discípulos, cuando experimentamos a Jesús
resucitado, nuestro corazón arde y nos envuelve la vida.
Lectura de la Palabra de Dios: Relato de la escena del lago (Jn 21.1-14).
Lector 1:
La fatiga estéril de los pescadores en la noche es su manera de

experimentar la ausencia de un Jesús que se esconde. El “no” con que
responden a la pregunta del desconocido que está en la orilla: “Muchachos,
¿tienen pescado?, resume una situación cerrada, y casi les arranca una
confesión de conciencia desdichada de la que no parece haber salida.
Lector 2:
Es de noche en medio del lago. Y ellos están buscando al Maestro sin saberlo.
Lector 3:
El amanecer acompaña la presencia de Jesús en la orilla y el dato de la luz

nos introduce en una situación nueva y abierta: comienza el día, se escucha
135
una palabra y la red desborda de peces. La luz llega a los ojos de Juan y le
hace salir de la oscuridad y entrar en el reconocimiento: ¡Es el Señor! (Jn
21, 7)
Lector 4:
Pedro salta al agua porque “reconocer” en Israel, no pertenece sólo al

ámbito de la inteligencia, sino que afecta y compromete la vida entera:
conocer al Señor es conocer su interpelación, es entrar en una relación de
obediencia rendida.
Lector 5:
El final de la escena refleja la situación transfigurada: el trabajo se ha

vuelto fecundo, los discípulos se apiñan en torno a Aquél que ha congregado
su dispersión y ha vuelto a reunirlos en una comida fraterna.
Lector 6:
La conversión a la que convoca la Pascua está insinuada en un verbo ya

familiar: Ninguno se atrevía a preguntarle: ¿quién eres?, porque sabían que
era el Señor. (Jn 21, 12)
Lector 7:
Es gloria de Dios ocultar un proyecto, es gloria de reyes descubrirlo (Prov.

25, 2), sentenciada la sabiduría tradicional. La novedad de la Pascua va más
allá del viejo proverbio: La verdadera gloria está en acoger con asombro
agradecido que, cuando jugamos con Dios, el juego termina en encuentro,
pero no como fruto del esfuerzo de nuestra búsqueda, sino como un regalo
inmerecido.
Asesora/guía:
Comentemos alguna de las frases de este relato que haya tocado nuestro
corazón (10minutos).
Se enciende el Cirio en este momento;
136
ORACIÓN:
 Señor Jesús, Señor resucitado, el futuro es un misterio, nuestro

camino se interna en la niebla; pero queremos seguir entregándonos,
porque Tú estás esperando en los que sufren a nuestro lado.
 Con nuestros cuerpos aun en la brecha, y con toda el alma, te

gritamos un primer ¡hurra!, hasta que se desencadene la eternidad.
 Tu dolor ya pasó, tus enemigos han fracasado, Tú eres el Dios de la

sonrisa definitiva.
 Marchamos detrás de Ti, Tú estás con nosotros. Señor triunfador de

los siglos, quita toda huella de tristeza de nuestros rostros.
 No estamos embarcados en el vaivén de las olas, porque la última

palabra es la tuya. Más allá de nuestras limitaciones, ya ha
empezado el “aleluya” eterno.
Todos: …por tu resurrección, Señor:
 La vida se nos ha dado….
 La vida es un latido divino…
 La vida es triunfo de amor…
 La vida es relación y encuentro…
 La vida es donación y entrega…
Canto: Yo creo en tu resurrección (Hna. Glenda).
YO CREO EN TU RESURRECCIÓN YO CREO EN TU RESURRECCIÓN

PORQUE PUEDO AMAR PUEDO PORQUE TENGO PAZ EN MI
REIR CORAZÓN
PORQUE PUEDO ABRAZAR MI PORQUE PUEDO ENTREGARME A
MAYOR ENEMIGO Y MIRARLO EN PESAR
TI. DE TODO ESTE DOLOR.
137
YO CREO EN TU RESURRECCIÓN PORQUE TODO LO PUEDO CON TU

PORQUE SOY FELIZ JUNTO A TI, AMOR
PORQUE ME AMAS TANTO PORQUE SÉ QUE CUIDAS DE MI
QUE HASTA MORISTE POR MÍ... VIDA MEJOR QUE YO...
YO CREO EN TU RESURRECCIÓN YO CREO EN TI, SEÑOR

PORQUE PUEDO AMAR YO CREO EN LA FUERZA DE TU
PORQUE TENGO TANTO, TANTO, VIDA,
TANTO, CREO QUE DONDE SOBREABUNDÓ
PARA ENTREGAR EL PECADO,
SOBREABUNDÓ MÁS TU GRACIA.
YO CREO QUE TÚ, SEÑOR VIVIRÁS
CREO EN LA FUERZA DE TU
EN MÍ...
PEQUEÑA SEMILLA.
YO CREO QUE TÚ, SEÑOR,
VENCERÁS EN MÍ... EN NUESTRO CORAZÓN,
YO CREO QUE TÚ, SEÑOR, QUE DA EL CIENTO POR UNO.
MORARÁS EN MÍ... CREO QUE VIVES EN NOSOTROS.
PARA SIEMPRE, PARA SIEMPRE
YO CREO EN TI SEÑOR.
SEÑOR....
YO CREO EN TU RESURRECCIÓN
PORQUE NI EL DOLOR, NI MI
PRORIO ERROR
NINGUNA ANGUSTIA PODRÁ
SEPARARME DE TU AMOR.
YO CREO EN TU RESURRECCIÓN,
138
COMPROMISO/REFLEXIÓN:
1. ¿Qué quiero decirle a Jesús resucitado en esta Pascua?
2. ¿A quién o a quiénes debo/quiero mostrar el rostro de Jesús

Resucitado?
3. ¿Qué es lo que necesito para mi vida, cómo Apóstol Seglar del Verbo
Encarnado.
En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús

está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede
preocupar?
Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos

estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido
fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios
para siempre.
San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe”
(I Corintios 15,14).
Si Jesús no hubiera resucitado, sus palabras hubieran quedado en el aire,

sus promesas hubieran quedado sin cumplirse y dudaríamos que fuera
realmente Dios.
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna
ALELUYA.
R. Amén, ALELUYA. ÁNIMO FAMILIAS, EL SEÑOR HA VERDADERAMENTE

RESUCITADO.
139
EVALUACIÓN DE LOS ESTUDIOS DEL AÑO
Queridos hermanos y hermanas:
Con el fin de evaluar el trabajo de este año e ir mejorando la Formación de las

comunidades ASVE, les pedimos nos ayuden contestando estas preguntas. La
asesora y el coordinador(a) remitan un concentrado de todas las Evaluaciones
de la comunidad, al correo electrónico (cata_lvi22@yahoo.com.mx ) en el mes de
junio 2023. Muchas gracias.
1. ¿Qué fue lo que más te ayudó de los temas de estudio de este año?
2. ¿A qué te motiva en tu vivencia del Carisma como ASVE?
3. ¿Con quiénes compartes lo que aprendes y reflexionas?
4. ¿Qué encuentras positivo de la forma como se llevan los estudios?

En tu comunidad…
En general…
5. ¿Qué crees que puede mejorar?

En lo personal…
En tu comunidad…
En general…
6. ¿Qué otros temas sugieres para los cursos siguientes?
Comunidad ASVE ____________________________________ Fecha_______________
140
141

Libro de Estudios Asve 2022 - 2023 Final

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Apóstoles Seglares Del

ESTUDIOS PARA LAS COMUNIDADES ASVE 2022 - 2023

No. CONTENIDO Pág.

1 ESPIRITUALIDAD DEL PEREGRINO. 6

4 TRINIDAD: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO. 22

7 LA TRINIDAD EN JEANNE DE MATEL. 36

9 LA IGLESIA UNA SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. 49

11 LAS VIRTUDES TEOLOGALES: FE, ESPERANZA Y CARIDAD. 57

12 UNIFICACIÓN PERSONAL Y EXPERIENCIA CRISTIANA. 61

13 LLAMADOS A SER SANTOS EN COMUNIDAD. 66

14 COMUNIDADES ASVE REFLEJO DE LA TRINIDAD. 71

15 PERFECTOS EN LA UNIDAD COMO EL PADRE Y YO. 76

16 UNIDAD DE LOS CATÓLICOS EN EL TERCER MILENIO. 84

18 LA ALEGRÍA FRUTO DE LA UNIDAD CON CRISTO. 95

19 CONTEMPLEMOS EN LA TRINIDAD EL AMOR DEL QUE 99

20 LA UNIDAD NO DEPENDE DE LA ACCIÓN HUMANA, ES DON DEL 107

ANEXOS: CELEBRACIONES PARA FECHAS ESPECIALES

ANEXO 1 CELEBRACIÓN NACIMIENTO NVM JEANNE DE MATEL. 111

ANEXO 2 CELEBRACIÓN DE ADVIENTO Y NAVIDAD. 118

ANEXO 4 CELEBRACIÓN ENCARNACIÓN. 122

ANEXO 4 VIACRUSIS SINODALIDAD. 127

ANEXO 5 CELEBRACIÓN PASCUAL. 134

El lema del XVII Capítulo general de la Congregación del Verbo

“Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países,

En este ciclo nos centraremos en la segunda parte de nuestro lema

hacia la Reunificación de la Orden, superando los temores que nos

Es un camino Pascual que lleva consigo la cruz porque alcanzar la

Con nuestro cariño y oración

Representación General de ASVE

TEMA 1: ESPIRITUALIDAD DE UN PEREGRINO

¿Por qué este tema en nuestro cuaderno de estudio? Porque somos

La Espiritualidad del peregrino ilumine e inspire este trayecto que

ORACIÓN DE UN PEREGRINO AL EMPRENDER SU CAMINO

nosotros”, un compañero de viaje. Sea tu Espíritu Santo el que nos

Para seguir el camino, hemos de conocer la dirección que debemos

María nos enseña a recorrer esta “peregrinación en la fe”. La

Un camino de fe que pasa por tortuosos senderos: el presagio de

Y María “guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lc 2, 51). En

recobraba nuevos ánimos, como el peregrino que se refresca con el

La dicha de alguien que peregrina hacia un santuario está en el

Al peregrinar, expresamos como Pueblo de Dios una fe sencilla que

Las peregrinaciones se encuentran organizadas bajo el cuidado

El peregrino tiene un perfil propio:

 Se desinstala de su rutina diaria, para emprender un camino

 No le contraría el clima, antes bien lo fortalece.

En la experiencia de peregrinar, “se puede reconocer al pueblo de

Cuando la meta es un santuario mariano, la mirada del peregrino

ORACIÓN AL TÉRMINO DE UNA PEREGRINACIÓN.

Aunque hubiera recorrido todos los caminos, cruzado montañas y

Aunque hubiera compartido todos mis bienes con gentes de otra

Aunque hubiera cargado mi mochila de principio a fin y esperado

Aunque hubiera tenido comida y agua cada día, y disfrutado de

Aunque hubiera visto todos los monumentos y contemplado las

Si a partir de hoy no sigo caminando en tus caminos buscando y

Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre.

Sinodalidad es un término nuevo que expresa la identidad de la

 Tema del sínodo

Para entender la sinodalidad, hay que entender esa vivencia en

1. Camino común (con Cristo)

la meta hacia quien vamos. La Iglesia es el Pueblo de Dios que sigue

2. Todos llamados a escuchar (con el Espíritu Santo)

3. Llamados a una conversión (integral)

4. Acuerdos y consensos (para avanzar)