UNGIR LAS CASAS

-Ponerse a cuentas con Dios.

-Arrepentirse
-Confesión de pecados
-Pedirle a Dios que nos perdone de todas nuestras ofensas
-Perdonar cualquier ofensa en nuestra contra (Mateo 6: 12-14)
12 y perdónanos nuestras deudas[a], como también nosotros hemos
perdonado a nuestros deudores.
13 y no nos metas en tentación, más líbranos del mal. Porque tuyo es el reino
y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén.
14 porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro
Padre celestial os perdonará a vosotros.

-Pedir que Dios nos limpie con la sangre de Cristo

Romanos 3:25
a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los
pecados pasados,
Cubrirnos con su preciosa sangre. Esto impide que el enemigo tenga un
derecho legal para impedir la efectividad del ungimiento.
Efesios 1:7
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según
las riquezas de su gracia,

LA SANGRE DE JESUS TIENE PODER

Debemos orar y activar el poder de la armadura de Dios en su vida
Efesios 6:10-18
La armadura de Dios
10 por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su
fuerza.
11 vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra
las asechanzas del diablo.
12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el
día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
14 estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con
la coraza de justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16 sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno.
17 y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra
de Dios;
18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando
en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

RECONOCER NUESTRA POSICIÓN Y AUTORIDAD EN CRISTO

Mateo 16: 19
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la
tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será
desatado en los cielos.
Pedimos un vallado de fuego en derredor conforme a la promesa de Dios.
Zacarías 2:5
Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria
estaré en medio de ella.
DECLARAR QUE:
Ninguna fuerza del enemigo podrá pasar por causa de ese poderoso vallado.
Nuestra vida está rodeada por Dios y no tenemos nada que temer. Ni
brujerías ni hechicerías ni plagas ni pestes ni nada parecido.

PROCEDIENDO A UNGIR
Empezar orando a Dios desde la parte trasera de la casa hasta llegar a la
puerta principal, jardín, o corredor.
Se procede a tomar aceite y ungir las puertas, las ventanas, las paredes, el
piso, las habitaciones de los hijos y la conyugal, las oficinas pidiéndole al
Todopoderoso Dios que nos guie a echar fuera de la casa todo espíritu
inmundo, que rompa toda maldición y todo pacto familiar ancestral (Isaías
61:4)
4 reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y
restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.
Señor destruye toda obra del satanás de brujería, hechicería, espiritismo
macumba, vudu, umbanda, satanismo idolatría etc. Hay que atar y echar
fuera demonios de enfermedad accidentes y muerte.
Atar y echar fuera demonios de ira, contienda, pleitos, demonios de sectas,
idolatría, paganismo.
La sangre poderosa de Jesucristo limpie los pecados de la familia y la
contaminación de la casa, y la proteja del poder del maligno, así como a los
miembros del hogar. (Éxodo 12: 22) Que Dios amuralle esa casa y de una
especial protección a esa casa.
ungir los instrumentos de trabajo, las mascotas, los electrodomésticos,
televisión, heladera, computadora, equipo de sonido etc.
Con el propósito de consagrarlos pidiéndole al Altísimo que rompa toda
influencia demoniaca en estos y pedir la protección de Dios. Debemos estar
en todo momento proclamando que nuestra casa y familia le servirán al
Señor. (Éxodo 30: 26-29). ¡¡Se debe decir Yo y mi casa serviremos a Jehová!!

Invocar al Espíritu santo que venga y more en ese lugar que lo llene de su
presencia.