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"Hace días que nos quedamos sin leche para los niños": la desesperada situación que se vive

en China por el estricto confinamiento


 Redacción
 BBC News Mundo
7 horas
"Han pasado 15 días, no tenemos harina, arroz ni huevos. Hace días que nos
quedamos sin leche para los niños".
Quien habla es un residente de la región autónoma uigur de Xinjiang, una de las decenas
de millones de personas que siguen confinadas en bloqueos parciales o totales en China
y que se están quedando sin apenas alimentos o artículos de primera necesidad.
Al menos 30 regiones del país se han visto afectadas por los cierres, con los que las
autoridades buscan contener los brotes de covid antes del congreso del Partido
Comunista, que se celebrará en octubre.
La política de cero covid que lleva a cabo China requiere de confinamientos estrictos,
incluso si solo aparecen unos pocos casos, lo que ha llegado a provocar protestas
ciudadanas, algo excepcional en el país. También se le ha acusado de asfixiar el
crecimiento económico. Este lunes, el país registró 949 nuevos casos de covid en todo el
territorio.
En Xinjiang, el confinamiento en la prefectura autónoma kazaja de Ili, cerca de la
frontera con Kazajistán, que dura ya semanas, ha provocado que residentes
desesperados acaben pidiendo ayuda en las redes sociales. En uno de estos vídeos, un
hombre uigur abrumado por la emoción aseguraba que sus tres hijos no habían comido
en tres días.
En la ciudad de Yining, la capital de Ili, un documento con más de 300 solicitudes
urgentes de alimentos, medicamentos y compresas femeninas ha circulado ampliamente
por internet.
Sin comida ni medicinas
"No tengo dinero para comprar provisiones. Mi esposa está embarazada y tenemos dos
hijos. Nos estamos quedando sin gas. Mi esposa necesita un chequeo médico", ha
compartido otro residente de esta región, que tiene una población mixta de chinos han,
kazajos y uigures.
A principios de este mes, un esperado informe de la ONU acusó a China de "violaciones
graves de los derechos humanos" contra los uigures y otras minorías musulmanas en
Xinjiang. Organizaciones de derechos humanos aseguran que más de un millón de
uigures se encuentran detenidos contra su voluntad. Pekín asegura que esa red de
campos de detención son una herramienta para luchar contra el terrorismo.
En la provincia suroccidental de Guizhou, las autoridades cerraron una zona de la
capital, Guiyang, sin prevenir a los residentes, lo que dejó a más e 500.000 vecinos
encerrados en casa sin la posibilidad de prepararse. Según publicó el diario "The
Guardian", se apagaron incluso los ascensores para que la gente no pudiera salir.
"No podemos comprar por internet porque no hay reparto, y los supermercados están
cerrados. ¿Nos está tratando el gobierno como animales o es que quieren que nos
muramos?", preguntaba un usuario, citado por "The Guardian", en la plataforma de
microblogging Weibo, una de las principales redes sociales de China.
Test negativo para poder salir
Chengdu, la capital de la región de Sichuan, es la ciudad china más grande que vuelve a
ser sometida a un confinamiento tras el cierre de dos meses que sufrió Shanghai este
año. Se ha prohibido a sus 21 millones de habitantes que abandonen la ciudad, y solo se
permite salir a comprar provisiones a los residentes que puedan mostrar un test negativo
de covid.
El cierre se produce después de una importante ola de calor que ha sufrido toda la
región y del terremoto que se produjo a principios de este mes, en que que muchos
vecinos que intentaban huir de sus casas se toparon con que las salidas estaban cerradas.
Los funcionarios de la ciudad han dicho que planean levantar las restricciones en cinco
zonas de la ciudad a partir del próximo lunes.
Los confinamientos se producen en vísperas del Congreso Nacional del Partido, que
se celebrará en octubre, un evento que se produce cada cinco años y que reunirá por
primera vez desde el inicio de la pandemia a los miembros más importantes del Partido
Comunista chino.
Los funcionarios del partido están bajo una inmensa presión para asegurarse de que el
evento se desarrolle sin problemas, e incluso los pequeños brotes de covid-19 se
consideran una amenaza.
El lunes, medios chinos aseguraron que un número pequeño de casos se habían
detectado en los campus universitarios de Pekín, después de que los estudiantes
regresaran de las vacaciones desde otras provincias.
China es la última gran economía mundial que intenta erradicar completamente los
brotes de covid, algo necesario, alegan, para prevenir que olas más importantes del virus
puedan desbordar los hospitales.
Oficialmente, China ha registrado menos de 15.000 muertes por covid desde que
empezara la pandemia, según la universidad John Hopkins.

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