Está en la página 1de 16

Asamblea Nacional Constituyente

De Wikipedia, la enciclopedia libre


Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Este artículo trata sobre la institución de la Revolución francesa. Para el artículo general
sobre asambleas constituyentes, véase Asamblea constituyente.

Emblema de la Asamblea Nacional.

La Asamblea Nacional Constituyente (en francés: Assemblée nationale constituante) fue


la primera asamblea constituyente de Francia. Formada a partir de la Asamblea Nacional,
fue proclamada el 9 de julio de 1789, en los inicios de la Revolución francesa.

La Asamblea tomó innumerables medidas que cambiaron profundamente la situación


política y social del país. Entre ellas, destacan la aprobación de la declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, la supresión del feudalismo, la apropiación de los
bienes de la Iglesia y la Constitución Civil del Clero y, por supuesto, la redacción de la
Constitución francesa de 1791.

Fue sustituida por la Asamblea Legislativa el 30 de septiembre de 1791, una vez finalizados
los trabajos de redacción de la Constitución.

Índice
 1Antecedentes
 2Composición
o 2.1Principales partidos y figuras destacadas
 3Historia
o 3.1La noche del 4 de agosto de 1789
o 3.2La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
o 3.3Trabajos de redacción de la Constitución
o 3.4La Asamblea se traslada a París
o 3.5Los departamentos y la ley electoral
o 3.6Expropiación de los bienes de la Iglesia: la constitución civil del clero
o 3.7El derecho de la guerra y la paz
o 3.8Supresión de la nobleza hereditaria
o 3.9Huida del rey
o 3.10La inviolabilidad del rey
o 3.11Últimos trabajos en la Constitución
o 3.12Aceptación de la Constitución y disolución de la Asamblea
 4Sedes
 5Véase también
 6Bibliografía
 7Referencias

Antecedentes[editar]
Artículos principales: Estados Generales de 1789 y Asamblea Nacional (Revolución
francesa).

El Juramento del Juego de la pelota según Jacques-Louis David.

La difícil situación económica de Francia, con una crisis financiera, falta de alimentos y un
sistema impositivo principalmente sostenido por el Tercer Estado, llevaron a Luis XVI a
intentar una reforma fiscal. Debido a la oposición de la nobleza a una reforma fiscal que
acabase con los privilegios, el rey convoca los Estados Generales de 1789, una Asamblea
excepcional que reunía a miembros de los tres Estados (clero, nobleza y burguesía).

El Tercer Estado, que contaba con el doble de representantes que los otros dos, descontento
con el sistema de votación por estamentos, es decir, un voto por Estado, pedía una votación
por personas para poder sacar adelante sus propuestas. De esta forma, el 12 de mayo
invitaron a los otros estados a unirse a ellos en una sola cámara, propuesta que fue seguida
por algunos miembros del Primer Estado. El 17 de junio esta cámara se autoproclama
Asamblea Nacional, por 490 votos a favor y 90 votos en contra.

Los intentos del rey y del Segundo Estado para disolver la recién creada Asamblea
Nacional, llevaron al primero a clausurar el 20 de junio la sala donde la Asamblea se reunía
para sus deliberaciones. Los diputados entonces se reunieron en una sala cercana donde se
jugaba un deporte antecesor del tenis llamado juego de palma. Allí pronunciaron el
Juramento del Juego de Pelota, prometiendo permanecer unidos hasta dar una constitución
a Francia. El día 9 de julio, la Asamblea Nacional cambió su nombre definitivamente a
Asamblea Nacional Constituyente.

Composición[editar]
Véase también: Anexo:Presidentes de la Asamblea Nacional Constituyente

Tras su reconocimiento por parte del Rey el 28 de junio, todos los miembros de los
estamentos pasaron a formar parte de la Asamblea Nacional. Es difícil dar un dato exacto
de miembros de la Asamblea, ya que su número se modificó con el tiempo. Además, hubo
miembros de los Estados Generales que llegaron tarde a París, incluso ya entrado el año
1791 (dos años después de la apertura de los Estados Generales).

Según Timothy Tackett, historiador especializado en la Revolución Francesa, había un total


de 1177 diputados a mediados de julio de 1789. La división por estamentos en esa fecha
era: 295 para el clero, 278 para la nobleza y 604 del Tercer Estado.1

El Primer Estado, el clero, estaba formado, según Louis Madelin, historiador francés, por
266 miembros de los cuales 48 eran prelados.2 Los restantes 218 eran sacerdotes, monjes o
simples párrocos. El Segundo Estado, la nobleza, estaba formado principalmente por nobles
cortesanos, estando la representación militar limitada a una treintena de oficiales
superiores. El Tercer Estado, contenía una mayoría de más de cuatrocientos abogados,
notarios, magistrados y otros hombres de leyes. El resto eran médicos, comerciantes y
apenas ocho agricultores.2

Principales partidos y figuras destacadas[editar]

Honoré Gabriel Riquetti, conde de Mirabeau, una de las figuras más destacadas de la
Asamblea.

 A la derecha, el sector monárquico representativo de los privilegiados del Antiguo


Régimen –la nobleza y el alto clero—, se oponía a todo tipo de reformas. Sin
capacidad para oponerse a los decretos de la Asamblea, entorpecían los debates de
los diputados. Sus oradores más destacados eran:34
o Jacques Antoine Marie de Cazalès.
o El abate Jean-Sifrein Maury.

 En el centro, los llamados "monarchiens"5 se unían en torno al exministro Necker.


Moderados y favorables a un compromiso entre los privilegiados y las clases
populares, propugnaban un sistema bicameral similar al del Reino Unido, con un
senado compuesto de miembros designados por el rey y una asamblea nacional
electa:6 Se disolvieron cuando la Asamblea rechazó la posibilidad de crear una
cámara alta.4.Sus oradores más destacados eran:
o Gérard de Lally-Tollendal.7
o Stanislas de Clermont-Tonnerre.8
o Jean-Joseph Mounier.9

 El grueso de la asamblea lo constituían los "patriotas" o "nacionales", unidos por la


democratización y los intereses de las clases medias y populares, y partidarios de
una asamblea legislativa única. Grupo poco homógeneo, se componía de dos
tendencias mayoritarias cuyas posturas fueron evolucionando entre 1789 y 1791. Si
bien sus discursos expresaban ciertas divergencias, solían votar unidos.10
o Firmes partidarios de la continuidad de la monarquía, representaban los
intereses de la burguesía:
 Honoré Riqueti, conde de Mirabeau.
 Marqués de La Fayette.
 Jean Sylvain Bailly.
o El ala más extrema de la izquierda, opuesta a La Fayette y Mirabeau, era
representada por tres oradores conocidos como «el Triunvirato». Defendían
los intereses de las clases más populares, y tras el intento de fuga del Rey en
el verano de 1791 se posicionaron claramente como republicanos.11
 Antoine Barnave.
 Alexandre de Lameth.
 Adrien Duport.

Otros personajes relevantes fueron:

 Maximilien Robespierre, perteneciente a la extrema izquierda.


 Emmanuel-Joseph Sieyès, teórico constitucional.

Historia[editar]
Tras la proclamación de la Asamblea como Constituyente, el rey relevó de su cargo al
ministro de finanzas Jacques Necker. El Tercer Estado veía a Necker como su gran
defensor, y como el hombre que debía llevar a cabo las reformas fiscales tan necesarias
para el futuro económico de la nación. Por otra parte, esta destitución fue vista en París
como el comienzo de un contragolpe monárquico. Las noticias llegaron al Palais Royal de
mano de Camille Desmoulins, que subido a una mesa con una pistola en la mano, gritó:
¡Ciudadanos, no hay tiempo que perder; el cese de Necker es la señal de la Noche de San Bartolomé
para los patriotas! ¡Esta noche, batallones de suizos y alemanes tomarán el Campo de Marte para
masacrarnos; sólo queda una solución: tomar las armas! 12

Los revolucionarios parisinos reaccionaron tomando la Bastilla, fortaleza estratégica de


París, el 14 de julio. El rey se dirigió a la Asamblea Nacional para pedirles acción ante los
sucesos en la capital. 88 diputados de la Asamblea fueron a París, entrando en la Comuna
para llevar un mensaje de paz en nombre del Rey y la misma Asamblea.13 En medio del
júbilo general, el marqués de La Fayette fue aclamado y nombrado jefe de la Guardia
Nacional,14 siendo Jean Sylvain Bailly, entonces un famoso astrónomo, elegido, también
entre aclamaciones, nuevo alcalde de París (maire, y no preboste de los mercaderes de París
como se solía denominar), cargo libre tras la muerte de Jacques de Flesselles en el asalto a
la Bastilla.

La noche del 4 de agosto de 1789[editar]

En la noche del 4 al 5 de agosto de 1789, llamada noche de la locura, la Asamblea acordó


la supresión del feudalismo. Fueron dos nobles, Louis-Marie de Noailles y el duque de
Aiguillon, Armand Désiré de Vignerot du Plessis, los que propusieron la abolición de los
señoríos y demás privilegios feudales.15 El vizconde de Noailles exclamó:

Propongo la declaración de que en lo futuro todas las cargas públicas serán sostenidas por todos,
que todos los derechos feudales son redimibles por los comunes, en dinero o según una equitativa
estimación; que los servicios personales, las manos muertas y otras cargas personales cesarán desde
luego sin redención.16

Este discurso provocó una escalada de excitación y una cascada de propuestas a cada cual
más desinteresada,17 una competición de rendiciones y patriotismo. La excitación subío con
rapidez. Los obispos de Nantes y de Chartres renunciaron a sus diezmos. El mutuo
entusiasmo acabó con la disolución de toda jurisdicción señorial, la compensación de los
diezmos y la igualdad de los impuestos, admisión de todos a todos los cargos y otra serie de
medidas como la supresión del derecho exclusivo de caza o la abolición de todos los
privilegios de ciudades y comarcas. Se acuñó una medalla para conmemorar el día, y la
Asamblea declaró a Luis XVI "Restaurador de la libertad francesa".18

La declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano[editar]


La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Tras la abolición de los derechos feudales y los privilegios tanto individuales como
colectivos en la noche del 4 de agosto, la siguiente gran decisión de la Asamblea fue la
aprobación de la declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Al comenzar los trabajos de la nueva Constitución, rápidamente surgió la cuestión de como


comenzarla. Fue Mounier quien, el 8 de julio, propuso hacerlo con la "declaración de los
derechos del hombre", inspirados por la Declaración de Independencia de los Estados
Unidos. En seguida comenzaron los trabajos de redacción. Se llegaron a leer 21 proyectos
de declaración, incluido uno de La Fayette y otro de la ciudad de París.19 No hubo un
consenso total sobre la necesidad de la declaración: Grégoire pidió que se redactara una
declaración de deberes que la acompañase;20 Mirabeau comentaba que una nación rebelde y
en plena anarquía necesitaba que se le enseñasen sus deberes, no sus derechos.21 La
redacción final se encargó a una Comisión, aprobándose su forma definitiva el 26 de agosto
de 1789.22 La declaración, escrita con aspiraciones de universalidad, trató de recoger, en sus
diecisiete artículos, los derechos fundamentales de todos los hombres para todas las épocas:
igualdad formal ante la ley, soberanía popular, ley como expresión de la voluntad popular,
inviolabilidad de la propiedad privada, etc. La declaración era de aplicación a los varones
exclusivamente; en 1791, Olympe de Gouges publicó la declaración de los Derechos de la
Mujer y la Ciudadana en un intento de igualar los derechos de ambos sexos.

Trabajos de redacción de la Constitución[editar]

La Declaración de derechos enunciaba los principios generales por los que se debía regir la
política francesa, pero no resolvía ninguna cuestión acerca de la forma de gobierno. Por
aquel entonces, aunque la Asamblea funcionaba como auténtico poder legislativo en
Francia, no existía un modelo en el que fundar un nuevo gobierno. Por tanto, al finalizar la
discusión acerca de la Declaración de Derechos que debía prologar la Constitución se
reanudaron los trabajos sobre esta. ¿Debía ser el poder legislativo unicameral o bicameral?
¿Qué poderes debían permanecer en el rey? ¿Cada cuánto se debían convocar elecciones, y
qué puestos debían ser electivos?

El 28 de agosto, Mounier presentó en nombre de la Comisión para la Constitución seis


artículos para su deliberación, que incluían un gobierno monárquico hereditario, la
inviolabilidad del Rey y plena separación de poderes. El debate pronto se centró sobre la
composición del poder legislativo. Mounier y Lally-Tolendal, siguiendo el sentido de
Necker, propusieron un legislativo bicameral: una cámara baja compuesta de 600 diputados
elegidos por el pueblo, y una cámara alta compuesta por 200 senadores elegidos por el rey a
propuesta de los departamentos, que evitase así la tiranía de una sola cámara y moderase el
uso del poder.2324 La mayoría de la aristocracia estaba a favor del sistema bicameral, pero se
posicionaron a favor de un Senado elegido por los nobles, y no a propuesta de los
Departamentos. El partido nacionalista (la izquierda) se opuso a la bicameralidad, ya que
temían una cámara alta aristocrática, además de que les pareció ilegal el constituir
legisladores de por vida. Debido a la división de sus oponentes, aristócratas y demócratas
realistas, consiguieron la aprobación de sus propuestas: Francia tendría una asamblea
legislativa unicameral.25 El 12 de septiembre, se decidió la obligatoriedad de renovar los
diputados de la futura asamblea única en legislaturas de dos años.26

La cuestión del veto real suscitó nuevos debates en la Asamblea. La cuestión giraba acerca
de si debía dejarse al rey la potestad de aprobar o rescindir la legislación de la Asamblea.
Aunque había un consenso de que el rey debía tener el derecho de veto, una facción, entre
los que se contaban Mirabeau y Mounier, sostenía que este veto debía ser absoluto,
mientras que otra, liderados por Pétion defendía un veto suspensivo, que retrasase la
entrada en vigor de las decisiones de la asamblea. Fuera de la asamblea, y principalmente
en París, la cuestión del veto causó una gran excitación. Tras los eventos del 14 de julio y
algunos otros tumultos menores la ciudad no estaba calmada, por lo que el temor de dar el
veto absoluto al rey era inmenso. La multitud, ignorante de la naturaleza y límites de esta
facultad quería que el rey no tuviese ningún poder.2728 En el Palais Royal fueron designados
como traidores los diputados que hablaban a favor del veto, a los que se les remitieron
cartas amenazando con asaltar Versalles. Debido a la importancia pública que alcanzó la
cuestión, Necker recomendó al Rey posicionarse a favor del veto suspensivo, para evitar así
perder popularidad. Finalmente, el veto suspensivo fue aprobado, por lo que el rey podría
demorar la sanción de una ley como mucho dos legislaturas.29

La Asamblea se traslada a París[editar]


La marcha hacia Versalles de las mujeres de París.

El banquete de los nuevos regimientos del Rey en Versalles del 1 de octubre y la carestía en
la ciudad provocaron una marcha hacia Versalles de mujeres parisinas, que reclamaron al
Rey su presencia en París. El rey accedió y la familia real se trasladó al parisino palacio de
las Tullerías. La Asamblea se dividía entre seguir o no al Rey a París. Mounier dijo que "el
Rey desea tener en torno a sí a los representantes del pueblo". Mirabeau replicó que "con
una representación de treinta diputados basta". Barnave por su parte pronunció un breve
discurso:

Hemos de tomar una determinación sobre nosotros mismos. Una cosa es cierta; que el rey y la
Asamblea nacional no se han de separar. La felicidad y la paz del reino, la unidad del poder público
y nuestra adhesión al Rey lo reclaman.30

De esta forma, la Asamblea decidió que era inseparable de la persona del Rey, siguiéndole
a París, instalándose brevemente en el palacio arzobispal, hasta que estuvo listo el picadero
del palacio de las Tullerías, su emplazamiento definitivo. Esta decisión no contentó a
muchos, como Mounier o Lally-Tolendal que, ya descontentos con el curso de la
Revolución, optaron por abandonar la Asamblea y emigrar.3132

Los departamentos y la ley electoral[editar]

El 4 de marzo de 1790 la Asamblea Nacional aprobó la división de Francia en


departamentos a propuesta de Sieyès. Se abolieron las antiguas provincias y se dividió a
Francia en 83 departamentos buscando la proporcionalidad antes que los vínculos
históricos.33 Cada departamento se dividió en 4 a 9 distritos; los distritos en cantones y cada
cantón en 6 a 8 municipalidades.34 Esta medida no sólo reformó la organización territorial
de Francia, sino que también significó la abolición efectiva de los parlamentos locales.

A la división territorial le acompañó una organización administrativa para los nuevos


departamentos y una nueva ley electoral. La administración de los distritos recaía en un
consejo de 12 hombres. En cada municipalidad el pueblo elegía a sus empleados, mientras
que en los distritos y departamentos eran elegidos por un número de electores que
nombraban las asambleas primeras. De esta forma, la nueva administración francesa pasó a
estar formada por 1.300.000 hombres.34

La ley electoral asociada otorgó el derecho a voto a casi todos los varones. Solamente los
sirvientes y jornaleros que no tenían propiedades ni renta quedaron excluidos. Los electores
quedaron divididos en dos clases: los que tenían menos ingresos y pagaban menos
impuestos eran electores de segundo grado, por lo que sólo podían ser elegidos funcionarios
de distrito o departamento; los que más renta y más impuestos pagaban podían ser elegidos
para la Asamblea Nacional. La elección de diputados seguía un esquema piramidal: los
electores de primer grado se reunían por cantones, eligiendo compromisarios para el
distrito; estos se reunían para elegir compromisarios para el departamento, los cuales,
finalmente, elegían a los diputados para la Asamblea.35

Expropiación de los bienes de la Iglesia: la constitución civil del clero[editar]


Artículo principal: Constitución civil del clero

Tras la noche del 4 de agosto de 1789, los diezmos se habían declarado compensables. Sin
embargo, el 11 de agosto de ese mismo año, la Asamblea los suprimió totalmente, a lo que
algunos miembros del clero se opusieron. El 30 de octubre de 1789 llegaría el mayor ataque
a los bienes de la Iglesia en Francia. Ese día, Talleyrand, obispo de Autun, propuso que
todos los bienes eclesiales pasasen a ser propiedad de la nación, bajo la condición de que
esta se ocupase de los clérigos e iglesias, fijando en su propuesta las cuantías precisas a
considerar.36 Esta propuesta, argumentó Talleyrand, salvaría la deuda nacional.37

La excitación que provocó esta propuesta fue grande. Los contrarios a la proposición
argumentaban que si se tomaba la misma entonces el clero dependería del capricho del
pueblo.38 Maury señaló la dificultad de ejecución del proyecto, recordando a los diputados
lo ocurrido al confiscar los bienes de los jesuitas: se esperaban grandes riquezas y se obtuvo
lo justo para alimentar a los ex-jesuitas.39 Los que apoyaban la confiscación argumentaban
que la Iglesia no debía ser propietaria de los bienes, ya que estos habían sido dados por la
nación y por los propios creyentes y el clero no era más que un simple depositario que los
explotaba. Thouret objetó que la Iglesia no podía ser un Estado dentro de otro Estado:

De ahí que la Nación francesa fue quién en Francia hizo del Clero una corporación y propietario, y
tiene en consecuencia facultad para decir a cada uno de los que lo forman: no quiero que en
adelante forméis una corporación especial, dispongo los bienes que yo uní a vuestra corporación.
Los bienes del clero pertenecen, pues, a la Nación. 40

Mirabeau propuso otra formulación alternativa a la pertenencia: "los bienes del clero están
a disposición de la nación". Esta fórmula fue aprobada el 2 de noviembre por 568 votos
contra 364 con 40 abstenciones.40

En diciembre de ese año, al describir Necker a la Asamblea el apuro que pasaba la


Hacienda nacional, se resolvió la venta de dominios y bienes eclesiásticos por la cuantía de
400 millones de francos.4142 Para conseguir generar efectivo rápidamente, se introdujo una
nueva moneda, los asignados (Assignat), respaldada por las tierras confiscadas. Este
sistema fue muy eficaz para la venta de las tierras eclesiásticas, aunque produjo una gran
inflación. En junio de 1790 se emitieron 600 millones más y en septiembre otros 800, a lo
que siguieron otras emisiones menores durante otros cinco años. Esto produjo una gran
caída de su valor, llegando a cambiarse en la época del Directorio 3.080 francos en
asignados por 20 en oro.43
Caricatura de la época sobre la prohibición de las órdenes religiosas. 16 de febrero de 1790.

Junto a los bienes eclesiásticos también se suprimió a las órdenes religiosas. El 13 de


febrero de 1790 se prohibieron los votos y la vida común en las órdenes.4445

La cuestión religiosa continuó siendo tratada en la Asamblea. El 6 de febrero de 1790 la


comisión religiosa de la Asamblea fue ampliada a treinta miembros con el encargo de
preparar una reforma de la iglesia francesa. Dicha reforma se conoció en conjunto como la
constitución civil del clero. La actuación previa de la Asamblea y este nuevo proyecto
había provocado un cambio de orientación en gran parte del clero y en los franceses
católicos, que no veían con buenos ojos la actuación de la Asamblea en materia religiosa.
Además, la elección de Jean-Paul Rabaut Saint-Étienne, protestante, como presidente de la
Asamblea provocó una conmoción.46 A pesar de que algunos miembros de la derecha,
incluido François de Bonal obispo de Clermont, propusieron el 29 de mayo de 1790 que el
proyecto se mandase al Papa para su aprobación, la Asamblea discutió el proyecto entre el
1 de julio y el 12 de julio de ese mismo año. El proyecto incluía varias medidas, entre las
que destacaban: los límites y número de las diócesis se equiparaban con los recién creados
departamentos; se suprimía el título de arzobispo; el nombramiento de los obispos y
párrocos se realizaría por los mismos electores que nombraban a los funcionarios de los
departamentos sin necesidad de confirmación papal; los cargos podrían ser ocupados por
personas de cualquier religión, a pesar de ser para un puesto de la iglesia católica; se
instituía la obligación de pronunciar un juramento de adhesión a la nación y al Rey en el
momento de ser nombrado un cargo eclesiástico.

El derecho de la guerra y la paz[editar]

A comienzos del año 1790 se produjo entre Inglaterra y España una discusión sobre la
posesión de la isla de Nutka. Ambos países se armaron para la guerra y, según el Pacto de
Familia, Luis XVI y Francia deberían acudir a apoyar a España.4748 Esta situación hizo
surgir en la Asamblea la cuestión del derecho real a la paz y la guerra. El ministro de
Asuntos Exteriores, Montmorin, habló ante la Asamblea el 14 de mayo, pidiendo fondos
para armar los 14 buques que el rey había ordenado enviar. La decisión se pospuso para el
día siguiente, en la que se resolvió, gracias a Mirabeau, agradecer al rey el armamento de
los buques y aplazar para los días venideros la discusión sobre a quién pertenecía el
derecho de declarar la paz y la guerra.
La discusión se prolongó cinco días. La excitación fue grande hasta que Mirabeau propuso
que la cuestión no era si el derecho de declarar la guerra pertenecía a la Asamblea o al rey,
sino que ambos lo tenían mancomunadamente.49 Así, se decidió dejar el derecho de ordenar
ataques, principalmente de carácter defensivo, al poder ejecutivo (al rey), ya que estos
pertenecen al dominio de las acciones, y la declaración formal de guerra al poder legislativo
(la Asamblea), que tiene más que ver con la voluntad.50

Supresión de la nobleza hereditaria[editar]

El 19 de junio de ese mismo año en la sesión de tarde, Lambel de Villafranca y los


hermanos Lameth propusieron la supresión de la nobleza hereditaria, que, aunque estaba
implícita en la declaración de Derechos, no se había producido efectivamente en el país. La
cuestión cogió por sorpresa a los nobles asistentes, ya que no era costumbre proponer
cuestiones importantes en las sesiones de tarde y, por supuesto, ninguna que no figurase en
el orden del día.51

Las proposiciones se sucedieron unas a otras: la supresión total, aplazar la cuestión para
poder realizar un estudio detallado, prohibir sólo el uso de blasones, etc. Sin embargo, la
izquierda de la Asamblea insistía en la votación contando con que eran mayoría.
Efectivamente, gran parte de la nobleza no asistía a las sesiones de tarde, ya que la mayoría
tenían compromisos sociales, lo que llevó a Thomas Lindet a comentar a su hermano que
"la Revolución se hace a la luz de las candelas".52 Los nobles asistentes intentaron tomar la
palabra, pero no pudieron debido a la gran excitación con la que se pedía la votación.53 Al
proceder a la misma, la Asamblea acordó que "la nobleza hereditaria queda suprimida para
siempre", incluyéndose en dicha prohibición la de hacer usar librea a los criados o el uso de
escudos y blasones nobiliarios.54

Huida del rey[editar]


Artículo principal: Huida a Varennes

Bouillé, tras dirigir la represión de las insurrecciones de Nancy y Metz, se encontró con que
los nobles de las zonas fronterizas del este de Francia eran muy favorables al rey y
contrarios a la Asamblea. Esto le llevó a proponer a la familia real la posibilidad de escapar
de París hacia Montmedy, donde podría rodearse de leales y preparar un ejército que le
permitiera recuperar el favor del pueblo y liberarlo de los revolucionarios.55

Tres acontecimientos dieron el impulso definitivo al proceso: la muerte de Mirabeau, que


había sido el gran aliado del rey en la Asamblea; la oposición que el rey encontró al intentar
salir de París para celebrar la Pascua de 1791 en Saint-Cloud, como hacía todos los años; y
la partida de las tías del rey hacia Roma, que creó una gran excitación tanto en la Asamblea
como en París, a pesar de que el hecho era completamente legal. Esto le hizo comprender
definitivamente era prácticamente un preso en París, bajo la vigilancia de Lafayette.56
El regreso de la familia real a París el 25 de junio de 1791. Dibujo de Jean-Louis Prieur.

El 20 de junio el rey huyó hacia la frontera, pero fue capturado en Varennes, reconocido en
una casa de postas por un revolucionario llamado Jean-Baptiste Drouet.57

La Asamblea conoció la huida del rey por medio de una carta que había dejado a la misma,
titulada "Proclamación para todos los franceses".58 La Asamblea se quedó en una gran
confusión. El problema político provocado por la huida resultó en la petición de
nombramiento de un dictador, que el duque de Orleans tratase de conseguir el favor popular
para obtener el trono o que el rey fuese depuesto.59 Una vez que llegaron las noticias de la
detención del rey a la Asamblea, esta acordó enviar una representación en las personas de
Pétion, Barnave y Latour-Maubourg para que vigilasen el regreso de la familia real a
París.60 La ciudad recibió el regreso del rey en medio de un sepulcral silencio que reflejaba
los ánimos del pueblo con respecto al monarca.6162

La inviolabilidad del rey[editar]

Tras la captura del rey, tres partidos luchaban por definir el curso de la Revolución: los
orleanistas deseaban que se derrocara al rey por su huida, para poder así elevar al trono a
Luis Felipe II de Orleans en calidad de regente; los republicanos, que habían cogido fuerza
tras el episodio de Varennes, deseaban también la condena del rey, para poder instaurar una
constitución republicana; finalmente, los monárquicos pretendían la continuidad de la
monarquía reflejada en el proyecto de Constitución.

Los monárquicos argumentaron en la Asamblea que el cese del rey provocaría una crisis de
gobierno que la Asamblea no podría manejar, principalmente en las zonas periféricas
monárquicas. Además, argumentaron, si los diputados debían ser inviolables, más todavía
debería serlo el rey. Así, Muguet propuso declarar al rey inviolable, acusando, sin embargo,
al resto de cómplices en el intento de fuga.

Pétion argumentó en contra de la declaración, recordando que el rey era un ciudadano y


funcionario público. Grégoire propuso la creación de una Convención para juzgar al rey.
Sin embargo, Barnave, convertido en monárquico después del viaje de vuelta de Varennes,
salió en defensa del rey, declarando el principio de separación de poderes como la garantía
máxima de libertad y permanencia, y éste prohibía que el poder legislativo pudiese tener
ascendencia sobre el poder ejecutivo.63

Tras estos debates, se aceptó la inviolabilidad del Rey, pero siempre sujeta a la aceptación
de la Constitución por parte de éste.6465

Últimos trabajos en la Constitución[editar]

Hacia agosto de 1791, los trabajos en la Constitución se acercaban a su fin. El 5 de agosto,


Barnave, Duport, Clermont-Tonnerre y Lameth fueron elegidos para revisar la Constitución
y realizar las correcciones oportunas, ya que el conjunto de decretos constitucionales
debían fundirse en un único texto y se podrían detectar conflictos.6667

Como dos últimas medidas, se aprobó en la Asamblea la supresión de condecoraciones, a


propuesta de Camus y bajo el supuesto de que violaban el principio de igualdad,
exceptuando la Cruz de San Luis,68 y Malouet realizó un último intento de aumentar el
poder real en la Constitución y realizar una profunda revisión de la misma, argumentando
que no había seguridad en la monarquía que proponía la Constitución ni en su sistema
unicameral.69

Aceptación de la Constitución y disolución de la Asamblea[editar]

El 16 de mayo de 1791 se acordó la no reelegibilidad de los miembros de la Asamblea, muy


apoyada por Robespierre.70 De esta manera, ninguno de sus miembros formaron parte de la
nueva asamblea que preveía el proyecto de Constitución.

Tras dos años de servicio, una gran cantidad de reformas y más de 2.400 decretos,71 la
Constitución fue finalizada y presentada al rey para su aceptación. Sesenta diputados,
encabezados por el entonces presidente Thouret, llevaron el 3 de septiembre al rey la
Constitución.72 Tras la aceptación real, la Asamblea se disolvió el 30 de septiembre de
1791.73 Al día siguiente, la Constitución entró en vigor, dando el poder a la nueva
Asamblea Legislativa.

Sedes[editar]
La Asamblea Nacional Constituyente se reunió en tres lugares distintos en sus dos años de
existencia:74

 Del 9 de julio de 1789 al 6 de octubre de 1789: Hôtel des Menus Plaisirs, Versalles.
 Del 7 de octubre de 1789 al 8 de noviembre de 1789: Palacio arzobispal de París.
 Del 9 de noviembre de 1789 al 30 de septiembre de 1791: Picadero de las Tullerías.

Véase también[editar]

 Portal:Derecho. Contenido relacionado con Derecho.
 Estados Generales de 1789
 Asamblea Nacional
 Constitución francesa de 1791
 Asamblea Legislativa
 Convención Nacional

Bibliografía[editar]
 Madelin, Louis (2004). Los hombres de la Revolución francesa. Javier Vergara
Editor, S.A. ISBN 950-15-0911-7.
 Weiss, Juan Bautista (1931). Historia Universal, Volumen XV: Los Estados Unidos.
La Revolución francesa. Barcelona: Tipografía La Educación.
 Mignet, François (1826). History of the French Revolution from 1789 to 1814 (en
inglés).
 Johnston, Robert Matteson (1910). The French Revolution. A Short history (en
inglés).

 Buchez, B. J. B.; Roux, P.C. Histoire parlementaire de la Révolution française (en


francés).

Referencias[editar]
1. ↑ Tackett, Timothy (1996). Becoming a Revolutionary: The Deputies of the French
National Assembly and the Emergence of a Revolutionary Culture (1789-1790).
Pennsylvania State University Press. ISBN 0271028882.
2. ↑ Saltar a: a b Madelin, capítulo 4, página 84
3. ↑ Mignet, capítulo 2, pág. 113
4. ↑ Saltar a: a b Cosmovisions. «Composition et organisation intérieure de l'Assemblée
constituante. Etat des partis.» (en francés). Consultado el 15 de mayo de 2013.
5. ↑ Enciclopedia Larousse en línea. «monarchien» (en francés). Consultado el 15 de mayo de
2013.
6. ↑ Mignet, capítulo 2, págs. 115, 128, 129.
7. ↑ «Jacques Antoine Marie De Cazales - Encyclopedia». theodora.com (en inglés).
Consultado el 9 de mayo de 2019.
8. ↑ «Clermont-Tonnerre, Count Stanislas De° | Encyclopedia.com». www.encyclopedia.com.
Consultado el 9 de mayo de 2019.
9. ↑ «Jean Joseph Mounier - Encyclopedia». theodora.com (en inglés). Consultado el 9 de
mayo de 2019.
10. ↑ Mignet, págs. 117-129.
11. ↑ Mignet, capítulo 2, págs. 117-129
12. ↑ Weiss, pág. 435
13. ↑ Weiss, pág. 452
14. ↑ Johnston, capítulo 6, pág. 56-57
15. ↑ Mignet, capítulo 1, pág. 108
16. ↑ Buchez et Roux, vol. II, págs 224-226
17. ↑ Johnston, capítulo 6, pág. 63
18. ↑ Mignet, capítulo 1, pág. 109
19. ↑ Weiss, pág. 506
20. ↑ Weiss, pág. 507
21. ↑ Madelin, capítulo 4, pág. 95
22. ↑ Algunas fuentes indican como día de la aprobación el 27 de agosto.
23. ↑ Weiss, pág. 512
24. ↑ Mignet, capítulo 2, pág. 128
25. ↑ Mignet, capítulo 2, pág. 129
26. ↑ Weiss, pág. 520
27. ↑ Mignet, capítulo 2, pág. 132
28. ↑ Weiss, pág. 518
29. ↑ Mignet, capítulo 2, pág. 134
30. ↑ Buchez et Roux, vol. III, pág. 118
31. ↑ Mignet, capítulo 3, pág. 151
32. ↑ Weiss, pág. 548
33. ↑ Mignet, capítulo 3, pág. 153
34. ↑ Saltar a: a b Weiss, pág. 570
35. ↑ Weiss, pág. 572
36. ↑ No menos de 1.200 francos de renta para un párroco, no menos de 12.000 para un obispo
y no menos de 20.000 para un arzobispo.
37. ↑ Mignet, capítulo 3, pág. 162
38. ↑ Weiss, pág. 562
39. ↑ Weiss, pág. 563
40. ↑ Saltar a: a b Weiss, pág. 564
41. ↑ Mignet, capítulo 3, pág. 163
42. ↑ Johnston, capítulo 7, pág. 75
43. ↑ Johnston, capítulo 7, pág. 76
44. ↑ Weiss, pág. 567
45. ↑ Johnston, capítulo 7, pág. 79
46. ↑ «Catholic Encyclopaedia: French Revolution. Sección "Civil constitution of the clergy"»
(en inglés). Consultado el 5 de noviembre de 2008.
47. ↑ Weiss, pág. 605
48. ↑ Johnston, capítulo 7, pág. 78
49. ↑ Weiss, pág. 607
50. ↑ Mignet, capítulo3, pág. 177
51. ↑ Weiss, pág. 615
52. ↑ Madelin, capítulo 4, pág. 100
53. ↑ Weiss, pág. 617
54. ↑ Mignet, capítulo 3, pág. 178
55. ↑ Weiss, pág. 683
56. ↑ Johnston, pág. 90
57. ↑ Weiss, pág. 782
58. ↑ Buchez et Roux, vol. X, págs. 269-274
59. ↑ Johnston, pág. 92
60. ↑ Mignet, capítulo 4, pág. 209
61. ↑ Johnston, pág. 95
62. ↑ Weiss, pág. 799
63. ↑ Weiss, págs. 811-812
64. ↑ Weiss, pág. 814
65. ↑ Mignet, capítulo 4, pág. 213
66. ↑ Weiss, pág. 830
67. ↑ Mignet, capítulo 4, pág. 220
68. ↑ Weiss, pág. 829
69. ↑ Buchez et Roux, XI, págs. 237-247
70. ↑ Weiss, pág. 757
71. ↑ Weiss, pág. 848
72. ↑ Weiss, pág. 834
73. ↑ Weiss, pág. 847
74. ↑ Madelin, capítulo 4, página 79.

También podría gustarte