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SEGUNDA PARTE E593) pists ox onan Sumizy mudatme 4 Sudéfrica, inaugusé Generon Consulting, tuna firma.en la cual mis socios eran Joseph Jaworski, recién setirado de Shell, y Bill O’Brien, ex presidente de Hanover Insurance. Mis tarde se nos uni6, como socio investiga- dor, Oo Sharmer, de la faculead de administracién de ‘empresas del Insticuro Tecnolégica de Massachusetts. El ‘enfoque Mont Fleur empezé aser muy conocida y muchos gobiemos, compatilasy organizaciones de lasociedad civil de todas partes del mundo nos pidieron que lee ayuddra- mos en el tratamiento y soluciéa de sus problemas més imporcantes y dificles. ‘Alo largo de este crabajo, que cubrié la década siguien- te, pude gradualmente armar Ia respuesta a mi segunda pregunta, que terminé formulando ast: ;Cémo podemos resolver pacificamente problemas realmente complejos? La respuesta es tan sencilla como prictica: abrirse al hablar yal escuchar. Con ese discernimiento, puedo mirar hacia attés y ver el esquema clave a través de todos los proyec- tos en los cuales hemos trabajado mis colegas y yo. En un ‘excremo, algunos proyectos se caracterizaron por maneras 46 ramcan de hablar y escuchas completamente cerradas y termina ron estancados 0 encarados a la fuerza. Oxros proyectos fe caracterizaron por una manera de hablar y escuchar ‘completamente abierta, y cavieron éxito en la creacién de nuevas realidades. La mayosia de los proyectos figuraban entre los dos extremos. Yo he presencado sus casos en este fibro segiin la magnitud de su apertura y no cronolégica- mente, Cada capitulo que sigue ilustra y explica un grado de apertura mayor que el del capftulo anterior. Esta pro~ resin oftece una teorfa y una préctica de cémo resolver peoblemas complejo. “Alo largo de este trabajo, también he armado gradual- menselamanera de desempetiar mi oficio come moderador deprocesos. Un amigo me envié una vez este mensaje elec- ‘rénieo: ";Cémo aprende uno a juzgar bien? Medians la experiencia, :¥ o6mo se adquiere la expeciencia? Al juzgar ul", Mi experiencia, duramente ganada, me ba énsefia~ do que también soy menos efcaz cuando me cierro y més cuando me abro, pero ese sencillo abrirse es més suc y complicado de lo que imaginé. Ss pdenicasstuvo atascapaen el apartheidd- rante décadas, pero cuando yo llegué por ver primera, en 1991, lossudafricanos estaban dedicadosacam- biareso, Qué aspecto tiene un problema complejo cuando esté todavia estancado en el sindrome del apartheid ‘Tiene el aspecto del Pals Vasco en octubre de 2002. (Cuando fii all compartir mis experiencias sudafticanas, Iosnacionalistasvascos extaban luchando porindependizarse de Espaia, o al menos por el derecho a votar por eso. Los tno nacionalistas y el gobiemo espafiol querfan que el pals vvasco sigitiera siendo parte de Espatia. A lo largo de los cinco afios previos, ere conllicto se habia hecho cada ver ‘ms polarizado y violento. El grapo nacionaliscaterrorisea ETA (Buckadi ca Askacasuns, que en vascuente significa “Patria vasca y libertad”) habfa matado més de 850 per- sonas y plantado bombas en Bilbao, Madrid y diversos sitios turfsticos, de modo que centenares de funcionarios| pubblicos requerlan guardaespaldas de tiempo completo. La policfa habfa matado 170 personas y efectuado més de 10.600 arrestos. El Pats Vasco estaba completamente atas- 46 Hanan ‘cada y era por lo tanto cada vex mds peligroso, Como me lo explicaba un investigador local, “yn conflicto que no se smueve positivamente, se mueve negacivament”. “Yo me reun{ con partidarios y politicos de codos los sectores. Los encontré amables y hospitalarios, pero tam- bidn asustados, ala defensiva, enojados y rustrados. Todos estaban ansiosos de contarme su respectiva historia: “ETA maxé a mi maride"; “Los soldados de Franco mataron a ‘mi abuelo materno” "Los nacionslisras erin eratando de insimidarnos'; “Lor expafoles estin tratando de borrat nuestra cleus", Todos se proclamaban victimas y acusa- ban alos orto de ser los vietimarios. ‘Me di cuenta de que ninguno querla hablar con otro que no fuera yo. El gobierno expafiol acababa de poner fuera dela ley l partido politico igedo a BTA, Batasuna, legando que eraun frente de los terrorists, y habia roto todo contacto con el gobierno nacionalisavasco,aducien- dlo que el problema vasco requeria una soleién policialy tno politica. El primer ministro de es gobieeno cegional acababa de presencar el plan de un referendo de cuasiin- dependencia y deia que lo podria en prictica on o sin Ja cooperaciGn de Espafa, lo cual fue répidamente denun- ciado pordl primer ministo espaol como el delirio de un fandtico, Para dasle mayor realce al conflico, lor medio de comunicacion de cada lado satanizaban asus oposiores yrdenunciaban a cualquiera que ae reuniera con gente del cro lado. Nadie podia juntar alas pares para conversar Girectamente. incluso Elkacri (palabra vasea que quiere decir "juntos", ana organizacin pactfica dbase, no pudo sino poner a conversr a algunas de las parce, y e0 sdlo a través de intermediation yen privado, Aun ast, despues deun ato, no lograron ponerse de acuerdo ni siquiera en aascioos 47 tuna declaracién publica de una pégina sobre un proceso de avance hacia la paz. Gorka Espiau, un miembro de Ellacri, me explicé Ia interaccién entre violencia y no didlogo: “Si yo creo que ‘usted, mi oposicor, esti de acuerdo en que me maten, si creo que usted no tiene respeto por la vida humana, en- ronces, jcSmo puedo tener un didloge abierco y human con usted? ¥ sin embargo, sin ese dislogo, c6mo podemos ‘erminar con la violencia? Tenemos que comenzar con un didloge de tipo politico para lograr un acuerdo que pon- gain a las matanzas, Después podriamos tener el didlogo humano que necesitamos para resolver los aspectos més hondos que subyacen al conflicto”. ‘Me reun{ con un miembro de la oposicién dela asam- bles legislativa vasea, que me dijo que la violencia habia ya imposibilitado toda comunicacién entre los poli Las relaciones de trabajo entre parlamentarios, que antes hhablan sido cordiales, habfan dado paso a enconados en- frentamientos y 2 silencios sepulerales. Tras esta reunién, sub a sentarme en la galeria de visicantes a presenciar un debate parlamentario. Uno de los miembros estaba pro- aunciando un apasionado discurso sobre un aspecto legal y erucial del conflicco. En el recinto medio vacfo ninguno de los otros miembros lo escuchaba: estaban hablando por sus celéfonos méviles, leyendo periddicos, revisando su correspondencia, dormitando. Le preguneé a.un ujier si esto era lo comin. “S!", me contests. “Generalmente, antes del debate los miembros ya han decidido o6mo van a votar y por eto no necesitan oft los discursos” El primer ministro vasco dijo dos cosas que me per- mitieron vislumbrar los costos de estar atascado y los be- nficios de desatascarce. Me conté una historia que yo ya 40 amet habla ofdoa vascos de ambos lados: “El conflicto aquin es entre diferentes tribus 0 grupasétnicos. Muchasde nuestras families estén divididas por mitades entre nacionalistas y no nacionalistas, Cuando mis hermanos y hermanas y yo ‘vamos a visicar a nuestros padres en Navidad, mi madre ros ruega no hablar de poiltica. Es algo cersible, como si tuviera que cortarme una parte de mi mismo". Ms ear- de, cuando le pregunté cémo le habia pasecido ser primer iinistro en 1998 y 1999, cuando ETA declaré un cese al fuego, se puso nostdlgico: “Usted no puede imaginar lo que para mi significé poder escuchar el timbre del telefono sin tener miedo a que fuera el aviso de otra bomba o de otro ssesinaco. Esa fue una época maravillosa para Ia sociedad vvasca: un florecimiento emocional”, En cada una de mis seuniones, yo hablaba dela eransi- ign sudafticana, de Mont Fleur y de todos los demés foros y seuniones informales encce todas las partes. Los vascos Se mostraron intrigados —ellos nunea habfan tentdo una reunién de codas las partes— pero pesimiscas. “Eso podria rervit aqui”, respondia cada uno, “pero no creo que se posible, No estay seguro de que ellos quieran hablar con osotros, y nosotros realmente no estarmos listos hacerlo con ellos”. (Sobre tales puntos muertos, Nelson Mandela dijo una vez: “Uno de los efectos de un contlicto persis- gly conte es el de limitar nuestra visi6n de lo que es posible ‘Una otra ver, los conflictos se resuelven mediante virajes inimaginables al principi re modelo de no hablary no ecucha en vom de 1] SEES ace qulaspececrdn dspace, srscivos pero no 2 escuchar. Al igual que los parlamencarios vascos ( los de cualquiers otra parte), muchas personas ya han decidido lo que van a hacer antes de que sus adversarios puedan hablar. Incluso cuando se callan y fingen escuchas, sdlo estén "recargando” bateria, es decis,volviendoa ensa- yyarsus rechazos. De hecho ze escuchan sélo a si mismos, a ‘cuante razén tienen ellos y qué tan equivocados estén Jos| ‘ios. Mi socio Otto Sharmer denomina “descargar” acse modo de hablar, porque es como. quien hablaseredueras| repeticsinalteraciones un archivo. A-vece, las partes pelean abiert y violentamente, y a veces disimllan coreéemente sus diferencias y evaden temas sensibles para mancener ia paz. De una u otta manera estin aparentando, ineapaces de expresar de manera distin lo que son y de aceprar lo que otros lee dicen. Cuando pueden cambiar este esquema y empezar a hablar ¥ escuchar, entonces avanzan. "No hablaryno escuchar eso mds comiin, yao selimica ‘a palees en conficto. Mientras redactaba este capitulo, mi hijaDulane, deveincsiete afios,yyo recredbamos ese patron de conducra, Ella estaba en casa de vacaciones y se habia ‘quedado fuera toda la noche in habernos dicho a Dorothy ya mi dénde ibaa estar. De modo que peleamos sobre st “issesponsabilidad” y mi “interferencia”, repiciendo une discusign que hablamos tenido repetidas veces alo largo de los afios, Cada uno de nosotros crela tener la razén y que clorro estaba equivocado. “Si ella no me escucha cuando le digo que esté en un error”, pensaba yo, “entonces, :para qué le hablo? Y si va a seguir diciendo tonterias sobre lo equivocade que estoy, :para quéle hablo?” A veces gricdba- ‘mos y 4 veces evitibamos cortésmente el tema, A nuestro modo, estdbamos tan atascados como los vascos. | 4 so maaan Hay dos maneras de tratar de desatascar una situa- cién atascada. La primera es que una de las parces actde unilateralmente y trate de imponer una solucién por la fuerza, violentamente. En el pals vasco, ETA, el gobierno cespafioly el gobierno vasco estaban, cada uno por su lado, tratando de hacer eso Ta otra manera de desatascar un problema es que las partes comiencen a hablarte y a escucharse para poder en- contrar un camino y avanzar juntos. Los sudafricanos no legaron 2 dialogar sino « regafadientes y sélo después de ‘queambas partes descubrieron que no podian imaponerlesu propia solucién al oro. Pulane y yo, fnalmente, dejamos de pelear: nuestro amor mutuo evité que nos alejéramos y ‘nos estimulé a comunicarnos, En el momento de escribir esto, las partes en el pals vasco no estén listas a hablar y- escuchar La situacién no esed suficientemencemadura, El didlogo no puede ser impuesto y por eso quienes buscan la paz tienen que esperar pacientemente una oportunidad, Dar 6rdenes e.., SFE ARATODERDESATASCARPACIHICAMENTRUNproble- ‘ma atascado, las personas involucradas en él ‘denen que hablar entre sfy escucharee mutuamente. Hay mis de una manera de hablar y escuchag, y algunas de llas 1 duras penas sirven para algo, ‘Yo pude observar el tipo de comunicacién que sive de muy poco en el contexto problemético del Paraguay. Los paraguayos parecen disfrutar contando atroces y extra~ vagantes historias de su pals. Durante mi primera noche allt, en 2001, un candidato presidencial me conté, vana- sloridndose, la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), luna guerra suicida en Ia cual ef Paraguay peleé contra sus tes vecinos, todos mucho més grandes: Brasil, Argentinay ‘Uruguay, y perdié la mitad de su poblacién, Tavieron que importar varones para repoblar el pals. “Somos”, concluyé ‘con jactancia, “un pueblo lace y Feroz”. Su historia reciente ha sido similarmente horrible, El General Alfredo Stroessner, elegido presidente en 1954, se qued6 en el poder treints y cinco afios valiéndose de \ 52 maaan estados de sitio, persecuciones, asesinatos, purgas y elec- ‘Glones fraudulentes. Su cafda, en 1989, produjo una ola eentusiasmo y optimismo. Poco después los paraguayos tuvieron que volver a resignarse, La corrupeién afecta & ‘muchas de las instituciones nacionales. Un alto cjecutivo sme dijo que la mayoria de sus condiscipulos de a escuela de derecho no habian estudiado nada porque habian com- prado previamente sus diplomas de grado. En el momento ‘de nuestra charla estaba litigando ante la Corte Suprema tun caso de fraude, en el cual la contraparte haba com- prado a algunos de los jueces. Un periodisea me dijo que {presidente del Paraguay conduce un automévil robado yy que al del Uruguay le haban robado su reloj de pulso tel podio desde el cual estaba pronunciando un discarso lante el Congreso paraguayo. “En Paraguay, un optimists”, “dijo alguno en plan de broma, “es alguien que dice: ‘Las ‘cosas van bien! jHoy estamos mejor de lo que estaremos mafianal” “Yo fui al Paraguay a trabajar con cuarenta y cinco de sus [eres més clvicos y desprejuiciados, entre quienes habla politicos, activietes, empresarios, generales, jucces, periodiscas,intelectuales, campesinos estudiantes. Habian Zcordado dialogar entre sf, pero me desconcerté ver cus Jentamente avanzaba nuestro trabajo, Muchos de ellos parecian excepcionalmente suspicacet, c{nicos, pesimis- foe y vacilantes cuando se tataba de hablar abierramente. “Apelaban a mf, incluso en cuestiones sobre las cuales yo 80 ‘ela nada que decir, Se conversaba en clrculos, se compli- ‘aban los acuerdos, no se cumplfan los compromisos. ‘Conversé sobre estas pacrones de conducta con Milda Rivarola, una respetada historiadora incegrante del equi- po, quien me expliess “Usted debe cener en cuenta el im- un croaves 53 pacto que la dictadura ha tenido sobre la gente. Durante ‘mucho tiempo tavimos que pedir permiso para todo. No se permitia criticar al gobierno. La tnica manera de tener influencia era formar parte del gobierno, de los militares 0 del partido gobernante y, en gran medida, la gente se sommes Srocaner tenis usd fol detain «informants Groluntarios muchos de ellos!) que enfrentaban 2 unas personas contra otras. Lo mismo que en otras sociedades Pelicans y postotaliala, la fagmencclon socal ery ‘Ssevera. Lo que usted extd viendo en este grupo —el bajo hivelde confianza y de iniciasiva— es el efecto rerardado de aquella represién”. El director de nuestro proyecto era un Iider civieo la- mado Jorge Talavera, que habla trabajado por décadas en educacién de adultos y desarrollo de liderazgo. Se mos- traba confiado Frente ala situacign y paciente con el lento progreso. “Los paraguayos no estamos acostumbrados a mancjarnos a nosotros mismos”, me explicé. “Siempre ‘estamos preguntando:‘;Quién manda aqui?’ La gente dice {que Presidente Wesmosy, nuestro primer presidente civil después de Stroesmner, acostumbraba afirmar su autoridad ‘con la pregunta: Quign esl pene aqui?’ En este proyecto, Ie estamos pidiendo a ls gente que valore sus experiencias yyeonfle en que podré influenciar su fururo. De modo que Tes estamos pidienda que efecrien un viraje fundamental cen su maneta de ser, lo cual romard tiempo". En una dictaduts, el dicrador no escucha y Ia gente tiene ‘miedo de hablar. El resultado e€ que se vuelve pesimista y Sinica, pierde la confianzs en sf{ misma y la capacidad de | sh mae imanejacse, tee levantat la vor o sostener una posicién, yl cambio es penosamente lento. ‘Ahora que he visto ese patrdn de conducta en el Paragusy, donde era tan evidente, puedo reconccetlo en ‘otras partes. Hay veo en la mayorta dels organizaciones en las cuales Tos Jefes dan Grdenes y Tos cmplesdoy denen “Faledo-de decir lo que plensan. Basta comparar To que [Peieotas dice cn les renofonas en las qc ec'sncucatren sus jefes con lo que dicen por Fuera de las mismas. Un su- fiido funcionatio publica mexicano me conté una ver el chiste del ministro que le pregunta a un subalterno silos cocodsils pueden volar. Cuando ésteerponde: "No, sefior 11 ministo replica: "Yo creo que s{pueden’, el empleado répidamente dice: “Tiene raz6n, nist, pero ‘muy cerca del suelo”. Este chiste puede aplicarse a jefesy subordinador en la mayorta de las organizaciones con las cuales yo he trabajado "Nose escucha porque se cree que se sabe. Si yo ya séla ve, Zu neces eng TE CTETAAG used? Quid or cortesia 0 artucia simul que fo eseucho, pero lo que realmente quiero es decirle lo que sy si usted no me es- cacha,repetirtelo, con ms énfars ain. Todos los sistemas autoritarios se basan en la presunein de queel Ja puede Ghar dehecho nibele ties putea “SYPaD AB horado antes el paraelo ene a dictadura politica y el autoritarismo corporstivo, pore ése habia sido el medio en el cual siempre habla estado inmerzo ‘Cuando ingresé a Pacific Gas &¢ Electric, aunca se me ‘ocursié cuestionat las extictas ness de mando. Antes de atistir al retiro del comité ejecutivo, habia supuesto que los superiores eran mas listos y que por exo estaban ari ba. Mas adn, yo siempre habia tenido empléor clevados, pun onoenes 55 ccereanos a los jefes, y las consecuencias degenerativas del auroricarismo no se ven ficilmente desde arriba. Fue s6lo ‘ms tarde, cuando como consultor entrevisté tanto a jefes como a empleados, que me di cuenta de lo mucho més represivos y opresores que se ven y se sienten esos sistemas desde abajo. aaa ‘Ota razén por la cual no habla notado el parslelo ‘entre dictadura y autoricarismo es que yo siempre habia supuesto que los dictadores tenfan que tratar bruralmence ala gente para hacerlacallar. Fue entonces cuando lel un ensayo de Tina Rosenberg sobre Chile bajo la bora del general Augusto Pinochet: Loschilenos ne han sido nuneso sunita alae dete, pero no les fu df aprender toon Tome perdi eu empleo por haber nso a sanifenaién de apoyo «Plnoches, lsu tigeeste oe vecing af asa y hava Werabe bandera ps sadens Guano ei slenco pra no perder el empeos ne tea la cdc o uid reir una bola Con realy on Navidad los ehilenoe se elabun eto sempre hbo en Che, come en toda pac tc gant la cal no olsen Ament, Con tm gente sc emplezon ous mecoes de intnacon, tormay mer Pinocher uted el miedo quiseges ‘mente, ousiondndol slo ene gado neces nae teats inmediat cuiddadoe demo deena & so ‘vet acon chlens que prefrcrn no ener deo Que snabe sucadiends ‘Un dlcdor steno apa todo mundo. Le sevulia Tejor seduce dara i gente alles warqela, aucoméviles importads 0 el luja de tener a otros pen 56 mane sando por ellos, a cambio de su silencio y su someti- Imiento. La dictadura no sélo coaccioné a los chilenos, también los corrompis. Elautoritarismo corporativo también produce silencio y wimisign, mediante coerciSn, seducciOn y commupei6n. “Yo witbaje una Ver ex un proyecto de innovacidn con al equipo de gerencia de una exitosa compafta de comuni- ‘caclones, de las de la lista de las 100 mejores dela revista Forme. Su fundador y director ejecurivo era un hombre byrilance y prepotence, Sus muy bien pagedos dircctivos Tpadminbsny temian, Gastaban un montén de tempo ‘alddadase picocupdndore en mantencro feliny murién- dose de miedo cuando ofan decir que no lo estaba. Vivian, tudivinande lo que no debfan hacer, evitando las cuestio- net sobre las cuales sabfan que él tenla firmes opiniones, iniciando caminos que abandonaban abruptamente si él no los vela con buenos ae. ‘Estaesla version corporativa del sindrome del aparsheia la gesti6n de un sistema complejo mediante la fuerza y el njedo. Hartiee Rubin, quien esribe sobre negocios, medijo tuna ver que le sorprendia ver ebmo las personas aceptaban er cudadanas ibres en i elle y servas eo el tabs ‘osalieenvar deaqualla compatia de comunicacionce remedaban el estilo de su jefe cuando travaban con st propios subordinades. Me disgusté darme cuenta de lo Fic que me habia sido hacer lo mismo, con mi cautelosa politiquerfa y mi autoridad de experto, [0 cual s6lo habia cevido para tefoczar los pacrones de conducta que estaban frenando el avance de la innovacién que nuestso proyecto Intentaba estimular. La compafia siguié teniendo éxito slo porque su modo de hacer negocios era alramente pu ommes 57 centralizado y porque el director ejecucivo continuaba imponiendo excelences estrategias a todo lo ancho del sistema. Un empleado, que habla trabajado con esos altos disectivos durante décadas, decft: “Son tipos sia enerpia {que no quieren hacer nada, viven buscando excusas y co- bbran grandes sueldos sin sentis ninguna verglenza. Para todo sacan la disculpa de que ‘los jefes no nos dejan hacer nade’, Hlubo una época en Ia cusl tenfan algo de temple, ppero los eastraron. Les sorbieron el énimo” Esta descripcién de los directivos de la compatla de comunicaciones hace eco de la que hacia Rosenberg de los chilenos. Me he dado euenta de que muchas personas, en muchos de los demis sistemas con los cuales he trabajado —incluyendo presidentes, directores ejecutivosy generales del ejército— dicen lo mismo: "La gente de arziba no me deja hacer ada”. Bowe coun sntores dee eapacidad de enetracion del autoritarismo y de su interiorizacién. ‘La snanera auroritaia de resolver problemas consisee en que el jefe, asesorado por astutos consejeros y consul- ores, impongs las soluciones. Cuando se crata de proble- ‘mas simples, esto fanciona maravillosamente. La coma unilateral de decisiones es correcta en el easo del policfa de rdnsito en una esquine congestionada. Este es un pro- blema de baja complejidad dindmica (la causa y el efecto cen una interseccidn de trinsito son vecines, inmediatos y ‘obvios), de baja complejidad nacural (las normas de trén- sito del pasado pueden aplicarse perfecramence bien) y de ‘baja complejidad social (codes los conductores comparten el mismo objetivo de disfrucar de una circulacién gil y conflan en Ia autoridad del agente de trénsito) Pero el enfoque autorieario no funciona para resolver problemas complejos. Considérese el caso de une compa 58 ame sia global de computadores que traaba de vender en la Eutopa del Este en lov albores de los afos 90, justo des- pués de la calda del muso de Berlin. El ditectorejecusivo fo podia imponer con éxito la estaregia de ventas de la Compalla, H desareollo del mercado de computador 3 ‘rela afectado por decsiones tomadas muy lejos de (en SStcon Valle) y hacla mucho tiempo (por planiicadores industriales comunistas), y por eso el “problema de las ven- fai" cenfa una alt complejidad dindmica que slo podis comprenderse como uns ttalidad, paral cual el director Ghevtivo necesiuaba ponerse « pensar con el personal de Ii compatia que estaba dicectamente en contacto con as diferentes partes del stem Tasicutcidn que presenta l problema en medio de las revoluciones poliieas y eenol6gicas tiene tqmbidn una its compejidad natural, 1o cual significa que no existe tina sola respuesta correcta que pueda prevers, es decic, ucla situacign séo puede encararse a medida que se des- Shvuelve, Asimismo, el problema es de alta complejdad focal, porque s6lo puede sesolverse con la participacién {cla geme que es parte del mismo: personal internacional YJ toca, lentes, proveedores, funcionatios gubernamen- fales, entre otros. : Taforcunadamente, el enfoque aucoritario, com sus scveras limiraciones, ex Ia Base de casi toda Is planeacion ‘Sosrigica de los sectorss publicoy pedo. Los extrategas See cis caov apeaeeca: Kea van det Heijden, i primer jefe en Shel, observaba que mucha dela literasura Sobre planeacién estratégica... se inscribe dentro de la “escuela racionalist, que Conifca separadamente pensamiento yacci6n. La supo- ae onnanes 59 sicién técica subyacente es que s6lo hay una solucién Sptima y que el erabajo del extratega es acercarse & ella lo més posible, dentro de los limitados recursos disponibles. El estratega piensa « nombre de toda la onganizacién y desarrolla unaestrategia 6ptima como tun proceso para lograr la méxima utlidad entre una variedad de opciones. Habiendo decidido cual es la ‘fa 6ptima para seguir cafienta la cuestién de qué es Jo que hay que hacer (conocida como “el asunto de Ja puesta en préctics’).. Los supuestos (algo impro- bables?) en los cuales se basa la escuela racionalista son: capacidad de prediccién, no interferencia ex- kerma, intenciones claras, puesta en peéctiea conse- ‘uente con la formulacién (pensamiento auténomo de la accion), comprensién cabal por parte de la or ganizacién y gente razonable que hace cosas razo- rnables. Esta descamada descripeién de Ie excuels racions- lista resume adecuadamente el enfoque que yo aprendi cn Berkeley y apliqué en PG&E. Mi entrenamiento en Berkeley me indicaba wilizar la razén pura pata enconcrar Ja dinica respuesta correcta, como lo hice con las politicas encigésicas del Canadéy el Brasil Mi trabajo como plani- ficador en PG&E era encontrat la estrategia Sptima para la compan y convencera mi jefe yal comité ejecutive de 4quela aprobaran y luego alguna ota persona se encargarfa de ponerla en précica. Enel modelo auroritatio dehablar, los jefesylosexpectos hhablan hacia absjo —dan érdenes— y los demés heblan ‘on cautela. Esta es a via cerrada. Para cesolver problemas complejos, enemos que encontrar una via més abiera secede Hablar cortésmente s _anaropennnsonvnn raciercanarrs problemas complejos, las personas tienen que estar dispucstas a hablar con franqueza. En el Paraguay y en la ‘compasia de comunicaciones, la gente vacilaba en hablar francamente porque tenia miedo a represalias aucoritarias. En el Canad, pais donde nact, rabajé en un proyecto en «el cual pude observar un tipo diferente de vaclacién: gence ‘que dudaba de hablar por miedo 2 ofender al ouo oa hacer “Tor canadienses somos coreeses. No esque no tengamos los mismos confiiess y pasiones de otros pueblos, sino que simplemente preferimos no hablar deellos. Come dijo una ‘ver la novelista canadiense Margaret Acwood, “no porque los canadienses angloparlances no hagan muchos gestos al hablar quiere decir que no tengan sentimientos”. A veces la cortesia nos sirve para lidiar con nuestros problemas, pero otras veces nos estorba. En 1996 trabajé con un grupo canadiense que esta- ba tratando de lograr algsin alivio en la ya larga tensién constitucional entre los separatistas de Quebec y los fede~ 62 tascen salistas del resto del Canadd, (Un conflicto como el vasco, pero menos violento,) Tanto politicos como funcionarios publicar hab(an venido tratando de resolver este asunto durante décadas, sin ningtin éxito Yo estaba volviendo casa, lo cual tenfa canto venta- jas como desventajas. Sabla mas sobre el pals, o al menos asi lo suponla, y esto queria decir que me era mds diffcil ‘escuchar sin apresurarme a jugar y a sacar conclusiones. Ser un experto consticuye ua serio impedimenco cuando se trata de escuchar y aprender. Cuatro funcionatios del gobierno federal, inteligen- ses y bien informados, asumieron el liderazgo intelectual. De todos los miembros del grupo, ellos eran quienes se hablan sentido més frustrados y avergonzados por haber fracasado previamence en sus sinceros incentos,de resolver elconfiicto. Se mostraban, porloranto, cautelosos, incluso c{nicos, en relacién con las posibilidades del grupo para ‘marcar una diferencia, También se mostraban inclinados a conversar sobre los problemas de manera desapasionada, conceptual y cortés. Yo tambida me sentia més eémodo con esta manera de hablar ¢ ineémodo con la confronta- cién emocional y abierta. El grupo siguis el ejemplo de nosotros cinco, y as la conversacién siguié siendo principalmenteimpersonal, abs- sractay calmada, De ver en cuando, alguno delos jévenes, activista 0 empresario se alteraba, pero volvia a calmarse pronto, En una de las sesiones, un médico declaré que el alcoholismo era un serio problema encre las comunidades aborigenes canadienses, pero se callé cuando lo que dijo fue recibido con vehemente indignacién. En cierto momento alguien levanté este velo de desa- pasionamiento, Una noche invieé a algunos miembros del sasian conreseenrs 63 grupo a que contaran alguna experiencia personal que nos diets alguna luz para entender el sistema canadiense. A sicad de la sesidn, un joven de habla francesa, de Quebec, dijo lo siguiente: ‘Tengo que decir que cuando empezamos este cjerci- cio, pensé que con algo de suerce no tendela ocasién, de hablar, porque no fbamos a tener tiempo. En wodo ‘aso, habla resuelto que si hablaba seria del caso de ‘mi familia. Mi padre es oriundo de Sydbury, es decir, es un francoparlance de Ontario. Su familia ha vivido allt ppor generaciones enteras. Su padre era carpintero, pero el mfo decidié que prefera ira la escuela y avan- 42 més en sus estudios de lo que era normal en ‘comunidad y en su familia. Finalmente, se fue a To onto a proseguir su educacién y sus planes, porque se pereaté de que los francoparlantes de Ontario no estaban en igualdad de condiciones con los anglo- parlances y de que todos los francéfones que conocia ‘eran muy pobres. Su plan eta llegar a ser como un angloparlance, pero le eosté mucho trabajo. Toronto rno era Sydbury. Allf casi no habla francéfonos y se 6 muy alslado. No pudo adaptasse al sistema y salié reprobado. Entonces se mudé a Quebec, porque ppensé irse a alguna parte donde los francopaciantes fueran mayorfa y porque creyé que, en Quebec, ellos mandaban, Cuando llegé a Montreal, sia embargo, sintié como si lo hubiera atzopellado una locomo- ‘tora, porque esperaba encontrar un reflejo exacto de Toronto, pero en francés, y en su lugar descubris tuna ciudad angloparlance en la cual todas las sefiales 64 masse essaban en inglés y en donde no imporaba en qué parte se encontrara uno, no se podia conseguir nin- gin servicio en francés, Desesperedo, vio unos gra ficos que proclamaban: “Le Québec aux Québéco ("Quebec para los quebequeses"), y a partir de ete momento se interes en el debate nacionalisa y en 1a politica “Les he referido esto porque expica hasta cierco punto el erasfondo de muchos cinadienss franco- padlances, Ia manera como perciben el pals. Por una Serie de sazones hiseéreas, el Canadé no ha llegado a ser el pals bilingie que todos esperdbamos al tio de la Confederacién (que es como Ilamamos fandacién del pals), y no creo que sea algo que po- damos ya lograr. Tal ver tengamos que idearnos un plan completamente distineo del que fue concebido Al surgi a Confederacion. Esta historia me parecié fascinante. Aunque yomebabla ceriado en Quebec como miembro dea minorfa anglopar~ ante, este relato, que apenas habfa durado cinco minutos, ime permitié comprender mejor la fuerza implicita en el separatismo que todos los andlisis periodisticos que habia leldo durante veincicinco afos. El relato también afecté a otras personas, pero yo no tuve la suficience presencia de Animo para reconocer su importancia. El momento pass y continuamos nuestro trabajo. El grupo encontré upa especial dficultad en ponerse de acuerdo en una serie de conclusiones. Tuvimes que progremar tna quinta reunién adicional, no planeada, para salir del punto muerte. Al final, nos contentamos con un elegante y abstracto conjunto de mensajes: el pals mustan conrssnsar 65 ‘tenia que adaprarse prontamentea un mundo répidamen- te cambiante; hacerlo poco a poco podla ser peligroso; y ‘el éxito dependia menos de que el sistema de gobierno (inchuyendo el arveglo constitucional enzze el Canadd y Quebec) cambiara dristicamente que de la manera como se lograra ese cambio. ‘Tan pronto como terminaron nuestras sesiones, el proyecto se desin 6, Algunos de los miembros del grape resentaron nuestras conclusiones en reuniones y confe- rencias, pero después nuestro trabajo fxe olvidado. Hablar corrésmente es una manera de no hablar. Cuando nos pottamos cortésmente, decimos lo que ereemos que debemos decie:"Cémo estis?” “Bien, gracias”. No decimos Io querealmente pensamos por miedo auna rupcara social: *:Cémo estis?” “Muy mal”. Cuando hablamos corésmen- ce, estamos siendo politicamente correctos, procuramos scoplarnos y mantener asf el orden social integro y sin al- ‘etaciones, aunque sea malsano 0 falso, Hablar sélo sobre conceptos et una manert de cer cortés. Generalmente, ni siquiera notamos queestamosacatando normas decortesia, pero cuando ingresamos por primera vezen unsistemacon tun conjunto desconacido de normas —como cuando yo ingresé a PG&E y Shell— abt si nos damos cuenta. ‘Muchas de los miembros del grupo de trabajo cana- diense se sentian cbmodos con el satu quo. Después de oda, la mayoria de los canadienses vivian una buena vida, no padecfan una guerra, ya muy poca gence le preocupaba cl estancado asunco Quebec-Canadé, Temfamos que sicl pals cambiaba, desembocéramosen una situacién delicada, 6s maaan ineémoda o peligros. Por lo tanto, inconscicntemente, tmaneeniamos la eonverstisn enn dmbio seguro, con: pul y corte. Las conclatones que acotdamos heron neutrals desapavonadas: no tomamos partido por nada dlocneodelapradencia Nucswotemorycoreiermina ron porsofoctr cambio, Conseguimosel objetivo formal de nuestro proyecto, pew ao produjimos resultados que Teimpocartn a adie joven quebequésedstinguié porque n ait ess ocmas. Hablé de manera pettonal,no conceptsh 9 © trowts apailonad, dace come partido por squdlo en Io cul cicla En exe sentido, Rue dcvore por eto dlscarso fue tan pertrbadory eautivante CGusnde alguien habla snceraence, con paién y desde el fonde del cores, la conversion se hace mo honda Cuando un grape desrrlla el hice de hablar Sascusdens, SRGRES lor poe leane aor le pan em ‘de hablar con mucha cautela oscurece el problema y lo tranane cianendo, A nuciee grupo canadien le fe die ponene de scuctdo en sue concuidner porque fuestas conversaiones no fucron lo bastante profundas omo part encontrar dl terreno que en realidad tenfamos tn comin y desde el cual habrames podido construe un Emino hacia dlante ene eval todorcreyeamos, ta dindimica core ambién desempeta un papel en } las situaciones familiares ordinarias. Cuando mis herma- sory yovamnosavisiar a auesos padres codoshablames ‘con mesura, evitamos temas sensibles (o hablamos sobre dlls séle con cieras personas) mantenems las cons api oe on Sig ee estoy pensando, los otros pueden ofenderse 0 enojarse. pasar conresueire 67 ‘Temo romper la unidad familiar, que de todos modos no ‘std tan mal, De modo que todos decimos lo que siempre decimos, es decir, repetimos las mismas conversaciones y la misma realidad familiar, una y otra ver. La cortesta ‘mantiene el searu quo, La mayorta de las reuniones en las cuales he estado, en corganizaciones de toda clase y en todo.el mundo, han sido corteses, como los encuentros del grupo cenadiense © los de mi familia. Usualmente, esto no es un problema: los asuntos que se discuten son simples y pueden mane- jarse adecuadamente, y se habla y se escucha de manera ‘cautelosa, afable y desapasionada, pero a veces te tipo de TERCERA PARTE Seen eerste S putsrtesponesioedmasto quence denosowe tens tcacharaieramentngaibccens Spuctonteponene ge nieve proenete dot Sena Med ccna del pencil de te esl vine de oxenciénen Hono a nena b.becos oe trape denen srepron de ran ee cc, Seton mache cntes ena pop bad pe Qvigr mbar le cde hac uo, pore poct Confnen nl gobir os oles, ‘haw cope lt pecapa gu sere auen gene del eer pmo ne pace a Ccineene ens eon aiesecometas ‘Spon ade dele cued y qe dja gor folicslenten clo araanan Oruanare tm gurequr incl gee ven nnarary com soon tes nua aime deus pts ee Instn det nue bala que ace No gta, tin embargo ample oneal rape come pus inca politicos lideres comunitatios. Ternlan que wn grupo més variedo fuera mde complicado de mancjar ¢ innecesario. Eranlosempresarios quienes hasta entonces habfan resueleo ‘entre ellos mismos qué era lo mejor para la ciudad, y bien podian continuar haciéndolo. ‘Los empresariog estaban dispuestos 2 escucharse unos a otros, @ oft expertos, a considerar modelos de direccién ‘jecutiva, a escuchar a los lideres jévenes de su propio sec~ ton, pero no quesfan oft a nadie mis. Me parecié que se ‘mostraban arrogantes al no querer valorar la coneribucién ppotencial de gente de otros sectores. Y yo mismo estaba siendo arrogance al no valorar sus ideas respecto al modo come ellos podian contribuir al progreso de su ciudad, ‘Uno de nuestros talleres se llevé a cabo en un hotel de los suburbios. La conversacién se empantanaba a medida {que los miembros del grupo repetian sus ya conocidos puntos de vista. Yo me sentia cada ver més frustrado al ‘verlo cerradas, insulares y aurocomplacientes que eran sus apreciaciones. Entonces, una colaboradora en el proceso de moderacién, la poetisa Betty Sue Flowers, me hizo ver ‘que, en el saldn de baile, al otro lado del vestfbulo, estaba empezando una grande y bulliciosa convencién de fanisi- os del tatuaje, Hombres y mujeres tatuados en codas las partes vsibles desus cuerposseestaban comiendo nuestros fefrigerios, Artistas del tarusjeabrlan puestos de exhibici6n, con grandes forograflas de ow trabajo. Cajas con toda la pparafernalia para tatuae se estaban acumulando en el ves ubulo. La miisica sock ya empezaba 2 atronarnos. Flowers habia trabajado con Jaworski en su libro Synchronicity y estaba siempre alerta a Ins coincidencias significatives, Sugirié que en el siguience descanso cada luna de nosotros cruzara el vesttbulo, le hiciera una breve rumauncs 08 ‘entrevista 2 cualquiera de los tatuadas y luego nos coneara lo que habia aprendido. A codos nos parecié incsmodo hacer eso, pero acepramos. sos encuentros resulraron ser un magico cjercicio de apertura. Entre nuestro grupo, muchos consideraron esas entrevistas esclarecedoras y reconfortantes, Vieron por vex primera cémo podia sen- tirse un forastero en Houston. Descubrieron que tenian mucho ms en comiin con las forasteros de lo que ances pensaban, Los encuentros les permitieron vislumbrar una pparte del siscema de Houston que hasta entonces habla sido invisible para ellos. (Al contrario, para mi, Ia experiencia de la entrevista fue inesperadamente atetradora. El hombre que entrevisté tenfa un tatuaje de Jess, que cubria otro preferido por éf pero demasiado impopular: una esvastice. Abrirse a otra gente y a lo que extd sucediendo en el sistema del cual formamos parte no es siempre una experiencia cémoda o reconfortante) Este sjercicio de escuchar fue un momento crucial en el trabajo del equipo. A medida que debatian sobre su encuentro con los tatuados, se iban dando cuenta de que cl tema de la inchusién social era esencial, no sélo para la manera como Ja chudad se desasrollara sino especialmente sobre eémo se deberta ditigir. Al fnaldel proyecto, después de-varias reuniones més, habian llegado a la conclusion de {que el sector privado no podia seguir siendo manejado por tun reducido nimero de varones, directores ejecutivos de grander compas, Decidieron que su principal area era la de “ampliae el circulo” y “abrir la brecha" de liderazg0 para incluir més mujeres miembros de las minors y di- rectivos de pequefiss empresas, y poner mds énfasis en la ‘cooperaci6n coa los politicos, losfuncionarios municipales | | 90 sscocnun yy los Uderes comunitatios. Después el grupo se dedies a pactocinar una serie de ambiciosas iniciarivas tendientes a ‘moldear el futuro de Houston por exe camino. Para resolver un problema complejo, tenemos que sumer- | Gienos on su completed y abeinnon vlla La compleidad “Ginimiesequere que nolo hablemoscdh lovexperoe que rot codean sino con gente de la perifria. La complejidad natural requiere que hablemos no sélo de las opriones que fancionaron en el pasado sino delat que estén surgiendo, Y la compleidad socal requiere que hablemos no sélo con. quienes vea ls cosas del mismo mode que nosottos sino e- pecialmentecon quieneslasvendemaneradiferent, incluso con aquéllos que no nor gustan. Tenemos uci mucho més alld de los limites de nuestia zona de comodidad Si vuelvo [a vista « mis tiempos de estudiante, veo que fue absurdamente cerrado de mi parte pensar que podia entender la situacidn energéticabrasileRa influr en ella sin jamés haber estado en el Brasil o haber hablado con un byrasilesio. También fe abeurdo que en mis doe aioe en PGECE yo no hubiers tendo jamés un encuentro por fuera del edifcio de la compasia. Marvin Weisbord y Sandra Janofi,pioneros del método Future Search, consistente en dlialogary actuar entre mileipes partes interesadas, soste- nen que dich amplitud es esencial "Eventos entre pares ‘denen muy poco efecto en a toralidad del sistema. Por e0, principio que nos orienta, cuando hacemos le lista de quienes vamos eiavitar a una actividad de Future Search, es querer que todo cl sistem extérepresentado en elsalén, Jo cual significa un grupo mas amplio del usual”. paancqiecs 91 | | Una de las razones por las cuales el proyecto Destine) | ColombiatesleSsrmenosinflyentedela que pao fabey sido ex por el eudado qu lov opannadonts twscrce vl ee proyecto no estuviera, nse inter, infants a Thaniptlado por ninguno dels eandidator sla lect tes presidenciale de 1998. Manuel Jone Carvajal sien convoeb el proyecto, me dijo después que haba legudes pensar quecicintentodeser"anisdpticos habla facade fue un grupo feterogéneo facia exper de tabajesunide Abriendo pucrtas ens diincos aramenton Poe habia tida conceproducenve al no tener una penton 6 gave de personas que lo impusaran poltlcamenre Yo nod de eno con Max Herndnden, un picoanlissy scvina pollo peruano, quien me dior "Ese deaa de scrcomple tamente limo cs como el desorden oburve-compalnve el picente que ca siempre lavdndone lan anon poo trata de permancer lejos de toda lo que noes Langa ea el mundo no es sano = | Heraindez me conté una de sus propias experiencias en el Perit con el didlogo entre distintos sectores. Mientras ‘ranscurr(auun taller, unempresario yun sindicalisasalieron del salén y se fueron 2 dar una larga caminata, Después, cl sindicalista le dijo a Hernandez: "Me di cuenta de que los suetios de ese hombre no son los mios, pero tampoco esa? "Une sene que recordar me dj Hemninden, “que el conic profunde y peligroso no ce ulment esledo desu aumento rcional Benes Ino, snot resultade de nu argumentoracionl contre punco clegoy vievet. Ercuchar abieramente for a desactivar esa dindmica”, mee EI profisor noruego Torkel Opsahl cambign ener 4 a importancia de excucharablertamente, En 1992 on scour 1993 presidié la comisién que absié camino en Irlanda del ‘Norte llamada “A Citizen's Inquiry”. La comisién obtavo Jos puntos de vista, orales y escritos, de un amplio espectr6 de grupos comunitazios y politicos. Cuando alguien acusé 4 Opsabl de hablar con el Bjército Republicano Irlandés GORA), el respondid: "Yo no estoy hablando con el IRA. Lo estoy excuchando” El pacifista cudquero Gene Knudsen Hoffman plantes asf cate imperati Quienes esbajamor por la paz hemos escuchado siem- prea_los optimides y diseriminados, Eso es muy impor fante. Uno de loe nuevos pasos que creo que debero: dar es escuchar a quienes consideramos “el enemigo' ‘con la misma sincerided, desprevencién y compasién con las cuales escuchames a quienes son objero de inuestras simmpatias. Cada quiée tiene una verdad par- dal, y nosotros debemos escuchar, discernir y reco snocet esa verdad parcial en cada uno, especialmente tn aquellos con quienes no estamos de acuerdo, Escuchar sinceramente er Ia base de toda creatividad, tanto en Tos negocios o en [a Ingenieria como en la po jgocios o en la Ingenieria como en Ia politi- “John Eleer fue el vicepresidenteyy jefe de ingenieros de ‘Xerox que dirigié el innovador programa que cre6 “Zero- ro-Landfil”, la visi6n ecolégica radical de la compat, ¥ los productos de su centro de documentaciéa (que han producido 40 000 millones de délares de ingresos). Yo le Dregunté una ver qué papel crefa él que desempefiaba en et Sesazzollo gradual de un nuevo producto escuchar abierta- mente. "Es todo”, me respondis”. “Los retos del desarrollo de un producto no tienen que ver con productos. Tienen pmncuees 93 que ver con relaciones intespersonales: poder, confianza, alinearniento. Mi equipo rabajé duro para aprender a uchar, sin jungar, lo que la otra persona estaba tratando de decis, Es decir, « realmente extar alli, Si ercuchamos en la acostumbrada forma cerrada, tratando de detectar lo correcto y lo equivocado, entonces no podemes oft lo {que es posible: lo que puede ser pero todavia no es. Ast no somos capaces de crear nada nueva”, Reflexi6n «om CED LsisrEMa Dat angrHeio sudafricano sebasaba en teparar a las personas de acuerdo con su raza — no podian vivir, estudias, trabajar ni divercrse en los mismos lugares. A quienes desafiaban el sistema se les prohibta hablar en publico, se les encazcelaba, exliaba © asesinaba, No fue sorprendente, por lo tanto, que los ‘miembros del grupo de Mont Fleus, provenientes de todas, las razas y trayectorias polticas, algunos recién salidos de Ja cércel o de regreso del exilio, Hegaran al primer taller en 1991 con puntos de vista radicalmente diferentes fuerte- mente sustentados. En vista de estos ancecedentes, la caracteristica més cextraordinaria del proceso de Mont Fleur fue la tranquila franqueza de la conversacién. Los miembros del grupo no s6lo hablaron con sinceridad sino que, a lo largo de las reuniones, cambiaron Io que dijeron, Fueron més fexi- bles que los vascos, los paraguayos 0 los canadienses. Ese ‘contraste me permitié empezar a contestarme la segunda pregunta que me habla quedado sin respuesta cuando tez- | 96 scucme miné MontFleus: {Céme podemos resolver pacificamente problemas complejos? ‘Los miembros del grupo de Mont Fleur habian es eachado, no aslo abierta sino seflexivamente, Cuando crcuchaban, no estaban meramente recargando sus vicjas Cintas, Eran receprivos a ideas nuevas. Mas atin, estaban dispuestos a recibir influencias ya cambiar, Sostenfan sus jdeas sin fanatismo; se daban cuenta de lo que pensaban yo cuestionaban; se separaban de sus ideas. ("Yo no soy Jnis ideas y por lo tanto usted y yo podemos rechazarlss tin rechazarme a m{",) Ellos “suspendieron” sus ideas, €0- fo ai Jas colgaran de euerdas del cielo raso, y andavieron tirededor y las miraron desde perspectivas diferentes. (Qué lesyadé al equipo a escuchar refexivamente? Sus ‘cualidades personales, sustrayectorias como negociadoresy Como dirigentes de organizaciones democréticas, elhistérico punto crucial queenfrencaban y la metodologla deescena- Hos, Una y otfa ver, durante es0s afios, Nelson Mandela (Fabia estado modelando una sobresaliente capacidad de teflexiGn, Una vez dijo: "Fue una cragedia perder los me~ jotes dias de mi vida, pero fue mucho lo que aprendi. Tove {iempo de pensar, de apartarme de m{ mismo, de miresme ‘deade lejos, de ver mis propias contradicciones’ Sudifrica atravesaba un momento de alta compleji~ dad natutal. El gobierno de de Klerk stbitamente habia fumbada los muros y los sudafticanos vieron que cenfan la ‘oporeunidad de su vida para enfocar ts problemas de una ‘pueva manera. Se diezon cuenta de que ya no apliceban las ‘Viejas eeglasyy que tenfan que ser francos si querfan estable- er unas nuevas. En el 2000, un grupo de investigadores del Instieuco Tecnolégico de Massachuseres (MIT) y la ‘Sociedad para el Aprendizaje Organizactonal (SOL) realizé senscow 97 nat enter con miembros del qaipe de Mont Fler ‘Una de ess enrevins fe con Trevor Mansel quien ij “Por entoncesvviamos en un eado de eamblo continue Esocruuna ventja.Nohablaparalgmas, no habla proce dences, no habla nada; odo ravi qu ferjtioa pulsoy pore quits euvimos més dopuetos a xeuchar". Elejetciio descenais ambien etimuldlasinezridad ya rllecdn, Los weransioe ean ection iemgineia fam tabajrcon ella no predicconesopropuesias para Ccnvencer Fontan el éafss en maples unos de vita dee gue pis pute ves eu sl en deo Que ibs o debera puns, Puncinazon eon complsjidad Ainamica porque hicieron frente avoda a stuacin en lo taacionsdo can enue 7 ecioe con complfded aes falporquetvieron en tens manera como el fre podria ser diferente dl patadoty con compleidad oil Porgueceaon epacio no simplemente pare un “utro ‘fll ine pan tmochas ccs peapecivas. Sobre todo, frccslron nese chs opeovequstendcan lorem” bro del gripe yes coneidadancs yl manera cmos desenvlverfael fur. su entevsta on deguipodeiavestigaoses Howard Gabriele delsndieto nciondlinquerdes negro de mine- row secord6 lait confuse apertura ocurride durante fl primer ejereiie de luvia de ideas del grupo La primera cosa asustadora fue mirar al futuro sin las anceajerar pucstas. Eso fue bastante alarmante... En el primer taller del proyecto se nos ocurtieron tunos 30 casos, A pesar de la euforia sobre el furs +0 del pais, muchos de ellos eran del tipo “mafana abrirds el periddico y leerds que Nelson Mandela fue 98 scum asesiade!y Jo que sce dexpuds de eo. Pensae Boater bre tat em uae shales De segene ya no eben cmode, Estat Cnemplade el Rta yaegind sobre capil oe merce yori ¥ coe Frradignas cmperaban a desrumbuse,Pesonas que rare muy conserva pesenaban furs ba thee its ar uy sau eel, Sfepontr dena bese comin un mani gue no dpe : la peliio corapertid, como cu Bibl ences pois apo " (Cuando Los miembros del equipo escuchaban reflexive mente, te abrian no sélo a ideas nuevas sobre ef problema ~GusTot citcundaba sino a nuevas ideas sobre ellos mismeos. Johann Liebenberg era un cjecutivo blanco de la Cérmara Minera. La mineria era la industria més importante Suddfeica y constinufa la médula de su “capicalismo sélo para blanco, con sur operaciones profundament taign- das en el sistema del apertbed. Ea ol grupo, cuys mayor cra de inquieda, icbenbergrepresentabs por a anos Ssdmamum del establecimiento. Su entcevista con los inves- Sigadores demost6 que tanto I como sus companies de ‘grupo hablan adoprado una rara y regocijada manera de cecuchar: [El grupo era francamente bueno, una mezela muy diversa de blancos, negros, asiticos, mestizos, ricos, pobres, twabajadores comunitarios, sindicalistas, unt imezcla realmente interesante, Lo mismo trabajabar mos que nos diveriamos juntos... Al fnal del dia dabas luna caminata por un sendero montafioso, con Tito shat seruccoN 99 Mboweni,y simplemente hablabas. Tito hubjiera sido, 4a cima persona con Ia cual yo hubiera hablado us, afio antes. Muy centrado, muy brillante: no encon. ‘ramos notmalmente negros como ése. No sé dénde habjan estado enterrados, peto ahi estaban. Los dni. os otros negros de ese calibre que yo habla conocido eran los sindicalistas, que se sentaban al otro lado de. la mesa como opositores. Eso fue algo nuevo para ‘if, especialmente ver la mencalidad abierta que po- scian. No eran de ese tipo de gente que simplemente dice: "Vea, as es como van a ser las cosas cuando al. gin dia tengamos el pode:". No, Estaban preparados para decir: “Veamos cémo podria ser, discutdmoslo” Sin embargo, sus visiones del fucuro y las nuesteas ‘no eran las mismas, y aquf habla una oporcunidad, ‘extendida durante un buen periodo de tiempo, para realmente aprender cémo piensan los otros. Durante uno de los elleres de Mont Fleus, mientras “Mosebyane Malatsi, del radical Congreso Panafricano —cu- yo lema no oficial era: “Un colono (blanca), una bala” —, estaba hablando, Liebenberg tanquilamente resumnia en. lun rotafolios lo que Malassi estaba diciendo: “Déjeme vver si le entendl bien: “El régimen ilegisimo y racista de Pretoria’...", Liebenberg se mosteaba capazdecomprender la incendiaria perspectiva de su apositor Lichenberg se hizo amigo de Gabriels, quien habia sido su adversatio a lo largo de violentas y agrias negociaciones yy huelgas en la industria minera. Gabriels describid cémo ceadw-uno de los dos terminé viendo la situacién desde la perspectiva del otro: En 1987 sacamos 340 000 trabajadores a Ia huelga Mataron a quince y més de 300 fueron gravemente heridos, y cuando diga heridos, no hablo de meros rasgufes, El era el enemigo y abi estaba yo, sentado Con Al en ese sal6n, con las heridas todavia abieras. ‘Creo que Mont Pleut le permitié ver al mundo desde ‘ii punto de vista y «.mf me permicié ver el mundo desde el suyo. ‘Uno de los comentariosde Liebenbergiltistrala manera como los miembros del grupo lograron no séloversu sivas: ida desde la perspectiva de los otros sino comprender el papel que desempeiaban en la creacién de siruaciones: Mize, yo supongo que inconscientemente todos nos ddabamos cuenta de que lo que se les hacia nuestros hermanos 7 heeranas en este pafs estaba muy mal. ‘All gente no se ln trataba con dignidad, pero. es0 To haefan otros. Yo af trataba a la gente con dignidad, pero no hacia nada para que mis hermanos trararan sus hermanos con dignidad, De modo que era algo pparecido a lo que acontecié con los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, No vieron nada. No oye- ron nada, Nada, “La Gestapo hacia es0, no yo". Para crear nuevas realidades tenemos que escuchae refi PEE San cats eapuces de OF caumenve los ~Grar de beras voces: también debemos ofrla contribucién {de nuestea propia vor. No basta con ser eapaces de ver ftros en el euadro de lo que esté pasando} tenemos tam- bin que ver lo que notocros mismotextmos haciendo, No basta ser observadores de la situacién probleméti 7 tenemos cambién que reconocernos come srtores Gut in flyer ene erlado Bll Torbert, del Boston College, me dijo una vez que el ema dele aos 60 Si no eer parte de a sluci, tres parte del problema ote en calidad lo msimpor. tents par efetuarel cambio, Ellems, me dj, debe ser “Sin eres pare del problema, no pusdes ser parce de a tolucéat. Hs deci, ques no podemos ver eémo To que frucemon © no hacemos, conrbuye x que ls cose sean éomo son, entonces ldgicamente no tenemos en absoluto ninguna base, ninguna palanca para cambiar la nacuraleza elas cons, exept den oer, por I perusin © Por ‘Reflexionsrestn desaflowiple Filoséficamente, estamos rabtafxers", gue existe aparte de norotras y que podemos ver y manipular objesivamente, pero la ciencia cognoscitiva moderna nos censefia que “la cognicién no es una representacién de un ‘mundo independiente y preestablecido, sino, més bien, tuna manera de dat a luz un mundo. Lo que es procreado por un organisme dado, en el proceso de vivis, no es el ‘mundo, sino tn mundo, uno que es siempre dependience de ese organismo...” Psicolégicamente, nos defendemos enfocando nuestra atencién primero en lo que otros estén haciendo: crear ua problems, El chogue que yo recibt de mi entrenamiento con el T Group de la Universidad de ‘Bastyr fever mi propia contribucidn —con frecuencia no intencional—alacrescién dela realidad quese desenvolvia ‘en el grapo. ¥ polfticamente, el axioma de Torbert signi- fica que nunca podemos ayudar a abordar una situacion acostumbradosa creer que hay un mundo, problemitia desde una obmoda posiién de inocenciasin Compromise, Si queremos ayudar, primero tenemos que nvenderyaceptarel papel que desempenamos—por obra Comision en la eeacion de a situacién, “Avnet Haramat, prieélogo lider de una organizacin de voluncarios isracies llamada Besod Siach, expresién hebrea que quiere decir “el enigma del dilogo" y que proviene de una oracin judla que se reBze ala silencio- Ee comunicacion entre los Angeles, me hablé acerca de sa experiencia con grupor en confico y el papel esencial (que desempefia la actin reflexiva. “Una dindmica clave cn cualquier didlogo”, me dijo, “es Cmondloge de cada parte: Ta conversaci6n que cada parte estd teniendo consi Pam 7 igo ES e Oia ver orguntzanoe un aig ene To eves ee iequierda israeli, los colonos y los ultszortodoxos. Cuando terming la reunién, estos dltimos me llevaron a casa en su vehiculo Esa converescin fe mucho més ani mada yreveladora que lo que habia sido laconversacién de la teunién, El didlogo les abri6 una perspectiva diferente Y desafante de ellor misinos y de sus poltias’ En 1995, dos afios despuce de que yo saliera de Shell, la compat enftenté dos graves crisis en su zelacin con importantes gropos de presién, Tanto en elcaso de la sjeeucién por parte del gobierno de Nigetia de Ken Saro- ‘Wiwa, un activista antiShell, como en el del planeado vertimiento en lx plataforma pevrolera Brent Spar en el Mar del Norte, la compaflaincerpeet6 equivocada y pe- Tigrosamence lo que los gobiernos, as organizaciones no sgubernamenales ye publica en general esperaban de ela, estuvo cerca de perder su “licencia social para operas”. Finalmente, Shel espondi6, se entendié con esos grupos de presidn, cambis sus préticas de negocios eincorpors sient coset panics 103 la proteccién de los derechos humanos y consideraciones ecoldgicas cn todas las decisiones relacionadas con sus proyectos. Lo que me parecié significative fie ver que los scenarios que habfamos armado en affos anveriores no uubteran sido suficientes para mow z civ de |e coripalila a efecruar esos canibiow && Faz prdcticas. Ni «siuvieron sufcientemente motivados por lis crlticas pi- blicas o por los sabotaes; estaban acortumbrados, como los directivos de cualquier instituciéa grande, a ser ataca- dos. Su motivacién més fuerte fue causada por el choque ssflexivo que constituyé para ellos ver lo mucho que la percepeidn que otros tenfan de ellos diferta de la propia percepcién. Como dijo Gary Steel, un alzo ditectivo, “a medida que el piblico reaccionaba contra Shell (por lo de Nigeria y Brent Spar), la compafila se convertia en un sitio incémodo, decepeionante, ilegltimo y negativo para trabajar La con legs sl pun que algunos prefelamox no decir en piiblico que trabajébamos en Shell” Los integrantes del equipo de Mont Fleur pudieron ayudar a crear una nueva realidad en Suddfrica porque fue- ron capaces de verse asf miamos, reflexivay efticamente, como actores, en el drama nacional que se desenvolvia en €i05 fhomenitos. Entendieron que Sudafricasélo cambia- Fla st ellos mismos cambiaban. Si queremos cambiar los sistemas de los cuales hacemos parte —nuesttos paises, ‘comunidades, organizaciones o familias— también debe- mos analizarnos y cambiae

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