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El documento contiene los testimonios de dos pacientes, Auda Garcés y su esposo, que tomaron jarabe contaminado con dietilenglicol en 2006. El esposo de Auda falleció y ella sufrió daños a la nariz y ojos. En febrero de 2021, la Corte Suprema admitió parcialmente una demanda de indemnización de $168.3 millones contra la Caja de Seguro Social por los daños a pacientes. Varios exfuncionarios fueron condenados por su rol en el envenenamiento, aunque René Lucian
El documento contiene los testimonios de dos pacientes, Auda Garcés y su esposo, que tomaron jarabe contaminado con dietilenglicol en 2006. El esposo de Auda falleció y ella sufrió daños a la nariz y ojos. En febrero de 2021, la Corte Suprema admitió parcialmente una demanda de indemnización de $168.3 millones contra la Caja de Seguro Social por los daños a pacientes. Varios exfuncionarios fueron condenados por su rol en el envenenamiento, aunque René Lucian
El documento contiene los testimonios de dos pacientes, Auda Garcés y su esposo, que tomaron jarabe contaminado con dietilenglicol en 2006. El esposo de Auda falleció y ella sufrió daños a la nariz y ojos. En febrero de 2021, la Corte Suprema admitió parcialmente una demanda de indemnización de $168.3 millones contra la Caja de Seguro Social por los daños a pacientes. Varios exfuncionarios fueron condenados por su rol en el envenenamiento, aunque René Lucian
El calvario de Auda Garcés tiene 13 años también. En 2006 ella y su
esposo tomaron del jarabe para la tos. Su esposo vivía con leucemia, pero estaba estable, activo y caminaba. Tomó un frasco entero de jarabe, cada dos o tres horas por tres días, cuenta su hoy viuda. “Los jarabes malos son los mejores”, le dijo a su esposa cuando ésta dejó el frasco por la mitad por el mal sabor, las náuseas, los dolores y ardores estomacales que le provocaba a ella. En diciembre, Auda estaba enterrando a su esposo. Y como les pasó a cientos de víctimas del envenenamiento, el certificado de defunción dice que la causa fue otra. “Los doctores temen poner como causa el dietilenglicol”, evoca. A ella, la intoxicación le hacía sangrar la nariz. Cuenta que fue tres veces a la Policlínica J.J. Vallarino para atenderse. A la tercera, le insertaron lo que llama 'unos trinches calientes'. El sangrado paró, pero le heredó el miedo de estornudar. También parece —no lo afirma— que le pudo haber quemado algún tejido ocular. Necesita una operación de los ojos. Se hizo todos los exámenes y está esperando que la CSS la llame para operarla. Para ella, el Estado es ciego, sordo y mudo ante su dolor. “Nos ven como poca cosa, como que no valemos nada ya”, dice. Auda cuenta, además, que pasó días comiendo pan y té para poder pagar la renta cuando su esposo murió. Hoy se 'bandea' con la jubilación y la pensión vitalicia, sobre lo que también le pesa el desembolso en medicamentos que en la CSS no hay para poder sobrellevar las dolencias a sus 83 años. En febrero de 2021 la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia admitió parcialmente una demanda de indemnización por $168.3 millones contra la Caja de Seguro Social (CSS), por daños ocasionados a pacientes afectados por la ingesta de medicamentos contaminados con dietilenglicol, previamente elaborados por los laboratorios de esa entidad. En la sentencia, la Sala excluyó a 32 de los 421 demandantes por no estar debidamente certificados como afectados por el tóxico. Los demandantes alegaron falta de supervisión en el laboratorio de medicamentos de la CSS que fabricó los medicamentos contaminados con el veneno. En abril de 2017, la Sala Penal condenó a René Luciani a 18 meses de cárcel, pena que luego fue ajustada a 16 meses. También condenó a 18 meses de prisión a otros siete exfuncionarios, entre ellos el exdirector de Farmacias y Drogas del Ministerio de Salud Pablo Solís; la exjefa del Laboratorio de Producción de Medicamentos de la CSS Linda Thomas; y el exasistente de farmacia de la CSS Ignacio Torres. Asimismo, sentenció a 5 años a Teófilo Gateno, quien financió la compra del tóxico, y aumentó de 5 a 15 años de cárcel la pena a Ángel De La Cruz, dueño de Medicom. En enero de 2018, René Luciani pidió el reemplazo de la pena, pero un juzgado de cumplimiento se lo negó. Su defensa presentó un amparo, que fue negado en marzo, pero en abril, otro juzgado de cumplimiento le declaró extinta la pena.
Panamá sostiene que la compra fue efectuada de manera
legal a España a la empresa Medicom, proveedor de la CSS. No obstante, al momento de la demanda, un juzgado de Barcelona investigó los hechos, pero la Sala Penal española archivó las diligencias en 2011. Posteriormente, la CSS pidió un amparo al Tribunal Constitucional español el cual no fue admitido. Se estima que con este hecho se han vulnerado dos artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos, el cual fue firmado por España, el artículo 2, derecho a la vida y a la integridad física y el 6.1, derecho a un proceso equitativo.
Caso Mario Lázarus:
La fiscal dentro de la causa, Ángela Russo, también había solicitado que el diputado Lázarus prestara trabajo comunitario como médico en un centro de salud en Colón y que fuese evaluado por un psiquiatra; sin embargo, esas solicitudes fueron desestimadas.